ENTREVISTA

todos los que sufren la violencia, y la concienciación, para tratar de acabar entre todos cuanto antes con la violencia de género. Un ejemplo claro lo tenemos este año con el Manifiesto, redactado por todos los estamentos del Club”.

Una idea, la de la participación de equipos masculinos y femeninos, que ha resultado un completo éxito, asegura la directiva colegial: “Con esta modalidad novedosa, que aúna la participación en el Torneo contra la Violencia de Género con el Torneo Melé, buscamos concienciación para los jugadores sub’18 y para las jugadoras, que así pueden compartir una visión común acerca del problema que supo-

BLANCA FERNÁNDEZ OCHOA

La primera medallista olímpica invernal española fue la madrina del VII Torneo Contra la Violencia de Género, y tuvo unos minutos para atender a las preguntas de Rugby en Blanco y Negro

El rugby, un deporte nada ajeno a ti, puesto que tus hijos lo practican. ¿Qué sensaciones te quedan tras amadrinar el Torneo? Buenísimas. No sólo porque me gusta este deporte, que en efecto practican mis hijos, a los que veo jugar desde pequeñitos, sino por lo que significa: que todos apoyamos esta lucha contra la violencia de género. Ocurre en todo el deporte, pero el ambiente en rugby es especial: más favorable a conseguir la igualdad de la mujer y la ayuda a quienes sufren. Al principio tenía alguna duda, pero en cuanto María Morán me explicó de qué se trataba amadrinar el Torneo no lo dudé ni un momento, porque de alguna forma seré de ayuda, me dije. ¿Mucha emoción a la hora de leer el Manifiesto? Sí, inevitablemente. Y un poco más al tener la grada llena, sobre todo de jóvenes. He tratado de hacer énfasis para que se den cuenta de que, en cualquier momento, pueden estar sentados al lado de una mujer maltratada. Son mensajes muy claros y directos, escritos por toda la gente del Club, que creo que pueden ayudar. ¿Sorprendida por que tus hijos hayan optado por el rugby en vez de por los deportes de invierno? Un poco sí. Mi hija Olivia lo intentó, me preguntaba, pero un día en una silla de esquí en Panticosa le dije: “mira hija, no. Hay otros deportes que te van a encajar mejor, colectivos, con valores diferentes al esquí. En el esquí estás muy sola, mucho sacrificio, poco tiempo en casa…”. En fin, que le comí el coco, y tras probar varios deportes como balonmano y voleibol se han decantado por el rugby. Afortunadamente, podríamos decir Sí, porque estoy encantada. Hay un magnífico ambiente, en el que las amistades que se hacen se conservan en el tiempo. Y eso es algo que dice mucho de este deporte. ¿En qué crees que ha cambiado el deporte desde tu medalla en los JJOO Albertville’92 en la incorporación de la mujer al mundo del deporte y su visibilización? En el momento en que ha habido medios y apuestas firmes, confiando en la mujer como deportista, ha dado pasos importantes en el deporte. Ha habido muchos cambios: se van consiguiendo más medios, se está más pendiente de las deportistas y se les da más facilidades. ¿Qué cree Blanca Fernández Ochoa que falta por hacer? Mucho más apoyo, no sólo económico, sino en cuestiones como escoger lo mejor de lo mejor en el ámbito técnico. Hacen falta profesionales que sepan llevar bien a los jóvenes.

ne la violencia de género en nuestra sociedad. Porque todos formamos una melé, en la que nadie sobra, y en la que todos empujamos a la vez por un mismo objetivo”.

Ya se comienzan a perfilar las primeras ideas para el VIII Torneo Contra la Violencia de Género que tendrá lugar durante el presente año. Lo conseguido en estas 7 ediciones es mucho, según valora María Morán: “hemos avanzado mucho en estos años con el Torneo contra la Violencia de Género. Tenemos abiertas las puertas de las instituciones, y es un apoyo muy importante que nos ayuda a conseguir nuestros objetivos sin tener que fajarnos en exceso. Luchar en contra de la violencia de género forma parte del ADN de nuestro Club, de lo que denominamos ‘El valor de ser chamizo’”.

Aunque ojalá llegue el día en que no tengamos que volver a organizar este Torneo desde el Club de Rugby El Salvador. Esa será, sin duda, la mejor noticia, que significará que la violencia de género es cosa del pasado. De momento, seguiremos luchando para acabar con ella.