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Mañanas con el Señor Un año de inspiraciones diarias para comenzar bien el día
Doreen Virtue
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Introducción
Comenzar el día con una lectura inspiradora configura la actitud de nuestra mente de una forma beneficiosa, pues propicia experiencias positivas. De hecho, una de las razones por las que me comprometí a leer la Biblia y otros textos edificantes todas las mañanas es que cada vez que me he saltado este ritual tan positivo me he sentido desconectada de Dios y las cosas no han ido bien a lo largo del día. Al fin y al cabo Dios no nos promete una vida perfecta, sino solo su apoyo y su amor perfectos. Contar con la ayuda de Dios, además de adoptar esta actitud mental o perspectiva positiva, nos permitirá superar los vuelcos y enredos de la vida. Si te sientes guiado a empezar cada día con una lectura positiva, el Señor te despejará el camino para que tengas tiempo de celebrar este ritual matinal. Basta con que expreses tu deseo de hacerlo y te comprometas a dedicar los primeros minutos del día a hablar con Dios y a escucharle. Quizá esto implique levantarte un poco antes, retrasar ligeramente el resto de tareas o eliminar algún otro ritual matinal anterior. Evita discutir contigo mismo o con los demás sobre si tienes tiempo o no para conversar con Dios. Clasifica esta actividad en la misma categoría que otros deberes matutinos, como lavarte los dientes o peinarte. Conectar de forma consciente con el Señor fortalece nuestra línea de comunicación con él, lo cual nos permitirá percibir y comprender mejor sus mensajes. Y cuanto más a menudo y más intencionadamente nos relacionemos con Dios, más aumentará nuestra fe y nuestra sensación de paz interior. Las oraciones matutinas que presentamos en este libro están ordenadas cronológicamente, de manera que puedas leer una página cada mañana para comenzar bien el día. Cada entrada se dedica a un tema contemplativo distinto, y nos ofrece una plegaria única para el Señor, junto con un pasaje relevante de las Escrituras. Ruego para que estas páginas te sirvan como peldaño para la meditación, la devoción y un estudio más profundo de la Biblia. 7
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No obstante os animo a todos los lectores a abrir este libro al azar por cualquier página, si así lo deseáis, para leer un mensaje en cualquier momento del día. Además quiero alentaros también a personalizar las plegarias de esta obra, de modo que surjan espontáneamente de vuestro corazón y podáis aplicarlas a vuestra situación actual. Rezo para que cada página de este libro se convierta en el catalizador que os ayude a desarrollar una relación personal todavía más íntima con Dios, y para que disfrutéis de horas de vívida conversación con él. Que vuestros corazones rebosen con el inmenso amor, la paz y el sentido del propósito que Dios envía a todo aquel que lo invita a participar de su vida. Con amor, Doreen
Una nota sobre las distintas alusiones a Dios: a lo largo de esta obra me refiero a Dios con el pronombre masculino en razón de la tradición, además de reflejar mis propias experiencias espirituales. Sin embargo, si el lector se siente más cómodo sustituyéndolo por otro pronombre, por favor, no dude en hacerlo. Las Escrituras se refieren respetuosamente a Dios con muchos nombres, entre los que se incluyen el de Yahveh, Señor, Adonai y Dios; todos ellos aparecen por tanto en estas páginas. No obstante, con frecuencia el nombre de Señor denota explícita y específicamente a Jesús. En algunas ramas de la fe cristiana se llama Dios o Señor a la Santísima Trinidad de Padre, Espíritu Santo e Hijo, Jesús. En otras variantes solo el Padre es Dios, y Jesús es su Hijo. Ruego para que no permitas que surja ninguna confusión ni controversia al hilo de la lectura de estas páginas, sino que por el contrario puedas utilizar cualquier duda teológica como trampolín para profundizar en el estudio de las Escrituras y para rogar que esa directriz enraíce tus propias creencias.
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Una nota para aquellos que estén sanando su relación con Jesús
Si has sufrido experiencias dolorosas en el seno de una religión organizada, entonces te doy la enhorabuena por dar este paso hacia la curación abriendo este libro. Muchas personas asocian a Jesús con la culpa, el dolor emocional, el rechazo, el juicio crítico y la hipocresía. Me siento orgullosa de ti por demostrar que tienes el coraje necesario para superar estos prejuicios con la intención de volver a conectar con Jesús de una forma nueva. Yo soy miembro de la iglesia episcopal de comunión anglicana, conocida por su rechazo del juicio crítico y su aceptación de cualquier estilo de vida. Para mí asistir a la iglesia supone un gran consuelo, pero también es posible mantener una relación personal con Dios y con Jesús al margen de las religiones organizadas. Por favor, no permitas que esas malas experiencias en el seno de la iglesia te desconecten de tu auténtico mejor amigo, que no desea otra cosa que ayudarte ahora y siempre. Sí, es cierto que algunas personas pertenecientes a las religiones organizadas han actuado de formas muy dolorosas, pero Jesús jamás te hará daño. Sí, también es cierto que la Biblia ha sido traducida, reajustada y utilizada para justificar actos malignos. Pero Jesús no hizo nunca ninguna de esas cosas. Cierto, con frecuencia se retrata a Jesús como a un individuo caucásico en lugar de reflejar su herencia cultural. Pero los responsables de ese retrato son los artistas y sus mecenas, no Jesús. Y sí, el patriarcado ha ejercido una horrible opresión y ha infligido daños muy crueles a las mujeres. Pero Jesús jamás hizo nada de eso. Dejemos ya de confundir los actos históricos de todas esas personas con los de Jesús. Si a lo largo de la lectura de esta obra sientes o crees que estás siendo juzgado, por favor, tómate un momento para meditar y rezar, ya que posiblemente esa idea se relacione con alguna herida de tu pasado todavía sin curar. O puede que te hayas involucrado en actos que, en lo más profundo de tu corazón, tú sabes que no constituyen el camino correcto para ti. De ser así, 9
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ahora cuentas con la maravillosa oportunidad de sanar aquello que ha permanecido profundamente oculto. El ego no desea que conozcamos a Jesús porque le aterra el poderoso efecto curativo de su amor. Por eso puede que trate de distraerte y de evitar que leas este libro. ¡Por favor, no permitas que tu ego (¿o debería decir tu «miedo interior»?) interfiera en tu camino espiritual! Si te sientes solo y perdido, por favor, toma la mano del Señor y deja que él te guíe. Jesús es real, y quiere ayudarte. No apartes de ti a aquel que podría convertirse en tu mejor amigo y en la cura de tu soledad; a aquel que siempre te ayudará a amarte, a cuidar de ti mismo, a encontrar el propósito de tu vida y a esclarecer tu relación con Dios, que sin duda alguna constituye el más grande y feliz consuelo imaginable. La siguiente oración puede ayudarte a lograrlo:
Señor, quiero conocer tu verdadera identidad, pero estoy nervioso y me da miedo resultar herido, ser juzgado o sentirme decepcionado. ¿Podrías ayudarme a superar estos miedos acerca de ti, de manera que pueda percibir tu guía y sentir tu curación y tu amor? Como le dijo Jesús a San Juan en el Evangelio según San Juan, 16: 33: «Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo».
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1 de enero CELEBRA UNA NUEVA VIDA EL DÍA DE AÑO NUEVO Familiares y amigos se reúnen en todo el mundo para celebrar la llegada del nuevo año. Probablemente habrás sentido esa excitación colectiva anticipada por las nuevas intenciones y sueños para el año venidero, junto con el alivio que produce decir adiós a todas esas cosas que ya no nos sirven. Puede incluso que te preguntes: ¿será este año mejor que el pasado?, ¿conoceré por fin a mi alma gemela?, ¿progresaré en mi profesión?, ¿seguiré disfrutando de salud?, ¿se me presentará por fin esa gran oportunidad? Querido lector: descansa tranquilo al adentrarte en este nuevo año, porque Dios está de tu parte. Él quiere que confíes en que cuidará de ti. Dios ha abierto el camino para que sus hijos vivan un nuevo tipo de vida en Jesucristo: una vida repleta de paz y felicidad; el tipo de vida en el que tú conversas con él a un nivel profundo y descansas en su serena presencia. ¿Se te presentarán retos nuevos? Quizá. ¿Irá todo tal y como está planeado? Puede que no. Levántate no obstante cada mañana alabando al Todopoderoso Creador por su bondad, su misericordia y su lealtad. Comprométete a hacer todo lo posible para vivir cada día desde una perspectiva centrada en él, plenamente consciente de su presencia. Decídete a escarbar en profundidad en su sagrada Palabra, e invita al Espíritu a inundarte con su amor, paz y felicidad renovados. ¡Que sea este el año en el que tu corazón se abra todavía más ante la pureza de la fuerza y el amor que te ofrece Dios!
( Buenos días, Señor (
Por favor, ayúdame a mantener mi optimismo y mi fe a lo largo de este año y permanece a mi lado en todo momento. «Por lo tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación: pasó lo viejo, todo es nuevo». Segunda Epístola
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2 de enero REFRESCA A DIARIO EL JARDÍN DE TU ALMA Los jardineros conocen bien la ley de la siembra y la cosecha: siembra buenas semillas, riégalas con regularidad, arranca las malas hierbas y obtendrás un jardín frondoso. La Palabra de Dios afirma que tú, como creyente, eres como un jardín. Si tú, como buena semilla que eres, te hidratas a ti mismo con regularidad con el agua de la Palabra, harás crecer tu jardín espiritual, que brotará pletórico de bendiciones. En cambio, si te muestras negligente con Dios y con la Palabra puede que acabes con un pobre pedazo de tierra baldía. Jesús de Nazaret es el Maestro Jardinero. Él es el nutriente que necesita tu jardín espiritual para que crezcan en él frutos sanos y abundantes. Él te rocía con su Espíritu como agua de lluvia en tiempos de sequía y te sostiene cuando soplan vientos fuertes. Refresca cada mañana el jardín de tu alma con Dios y con su Palabra. Si estás cansado, permite que su presencia procuradora de vida te envuelva; si estás triste, deja que su lluvia espiritual enjugue tus lágrimas. Y si no estás seguro de qué hacer en una determinada situación, deja que el viento de su espíritu y los ángeles dirijan tus pasos. En el día de hoy permite que Dios sea tu sostén espiritual.
( Buenos días, Señor (
Por favor, nutre mi alma y recarga mi cuerpo con tu amor, compasión y comprensión puros. «Te guiará Yahveh de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan». Isaías, 58: 11
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