AIKIKAI, LA INSTITUCIÓN FUNDACIONAL
El cuerpo es la unificación concreta de lo físico y lo espiritual creado por el universo. Respira la esencia sutil de éste y se hace un solo cuerpo con él; de esta manera, el entrenamiento es el adiestramiento en el camino de la vida humana. En el entrenamiento, la primera tarea es disciplinar continuamente el espíritu, agudizar el poder de concentración, unificar el cuerpo y la mente. Éstos son los cimientos del desarrollo de waza, que a su vez se despliega indefinidamente a través de nem. Nem no está nunca preocupado por ganar o perder, y crece cuando se conecta adecuadamente con el Ki del universo. Cuando esto sucede, nem se convierte en un poder sobrenatural que ve con claridad todas las cosas del mundo. Ésta es la verdad de ganar sin combatir.
MORIHEI UESHIBA Fundador del AikidoPREFACIO
Tomás Sánchez publica un nuevo libro siete años después de la aparición del primero.
Durante este tiempo, tanto el aikikai español —asociación que dirige— como su dojo, al que asisten gran número de alumnos, han experimentado un gran desarrollo gracias al trabajo y entrega de Tomás, y a la colaboración inestimable de sus hijos.
El libro transmite, de manera agradable y fácil, las bases del sistema de enseñanza indispensables para maestros y alumnos. Igual que cuando se construye una casa grande y hermosa, todos los practicantes necesitamos tener unos buenos cimientos.
El nuevo libro expone de forma clara y ordenada las bases del aikido, y creo que se convertirá en una obra de referencia y utilidad para todos.
Deseo sinceramente que, a los que lo estudiéis en profundidad, os sirva para desarrollar vuestro propio aikido.
El aikido es el eje en la mitad de la bóveda celeste, que une Occidente con
Oriente.
En un bello día de marzo de 2007.
Nobuyoshi TamuraINTRODUCCIÓN
Me alegra escribir unas palabras para el nuevo libro de aikido de Tomás Sánchez. Tengo entendido que éste es el segundo que publica. Su anterior obra fue la primera en introducir el aikido al público español. Espero que este nuevo libro ayude a comprender mejor el aikido y el budo a los que todavía estudian estas artes.
No hace falta decir que para ser un buen maestro se necesita destreza técnica; no obstante, hace falta algo más: hay que tener una mente flexible, un corazón grande y cálido, y compasión con la gente.
Conozco muy bien a Tomás Sánchez, y él tiene todas esas cualidades. Sé que es la persona adecuada para ser vuestro profesor.
A principios del siglo XVI, los japoneses aprendimos mucho de la cultura occidental a través de España. A cambio, espero que en el siglo XXI este libro introduzca la cultura japonesa en España. Y quién sabe, puede que una nueva generación de japoneses descubra también su propia cultura si lo lee.
YOSHIMITSU YAMADA
Presidente e instructor jefe de la Federación Aikido de Estados Unidos
¿POR QUÉ AIKIDO? UNA VISTA ATRÁS
«Nihili sub sole novum»
«Nada nuevo bajo el sol»
SALOMÓN
O lo que es lo mismo, no habría manera de entender el practicante que soy, ni el maestro, sin echar una mirada hacia atrás.
RECORRIDODEUNPRATICANTE
En 1957 se había inaugurado el gimnasio del Real Madrid C. F., ubicado en los bajos del estadio Santiago Bernabéu; dos años después yo era uno de sus socios. No era la España de hoy; inmersos en la dura posguerra, la oferta deportiva de la época tenía mucho que ver con el momento: boxeo, lucha libre, pesas de hierro, etc.
Los títulos de educación física los otorgaban escuelas militares (todavía no existía el INEF), que inculcaban en los profesores una férrea disciplina. En aquellos años hice abdominales suficientes para el resto de mi vida. Después de un tiempo empecé a buscar un deporte más completo, así que cuando mi amigo Graciano Molina me habló de uno nuevo e interesante que empezaba a practicarse en el gimnasio Judiscen, no dudé en probar. Se trataba de una actividad de combate novedosa que rompía con las que aquí se conocían, ya que contaba con el atractivo añadido del exotismo oriental. Llamaba la atención el atuendo blanco y el decoro y respeto entre los contrincantes, que se ponían de rodillas e inclinaban la cabeza para saludarse.
Entrenaba, competía; mi preparación física era bárbara, y la mental se abría hacia nuevos intereses e influencias culturales más ambiciosas, aspectos más profundos que uno sólo se plantea cuando es más adulto, pero que entonces intuía y que la práctica y competición no llenaban.