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Dios

Preguntas Aportaciones Oportunidades

Roberta Vinerba

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DIOS Preguntas Aportaciones Oportunidades

¿Existe el más allá?

Si existe Dios, existe el más allá. Si Cristo ha resucitado, entonces el más allá -que es la condición de vida más allá del tiempo, vida que no tiene fin- existe. El amor da testimonio de que lo que llamamos «más allá» puede ya experimentarse en el «más acá». ¿Cómo? Personalmente pienso en la experiencia de la pérdida de alguien a quien amamos.

Quien haya perdido a una persona querida se habrá dado cuenta de que la muerte no consigue eliminar el amor que tenía por ella y que, además, con el paso del tiempo, este amor parece haberse hecho aún más fuerte. El amor no se rinde, es siempre más fuerte que la muerte y, por ello, es el testimonio privilegiado de la vida eterna. Esto nos da testimonio de que lo que llamamos amor no es más que una chispa del Amor que es Dios. Como Dios -que es amor- no muere e, incluso, muerto, resucita, así el amor que tenemos por nuestros seres queridos, al no morir, sugiere que la muerte ha sido ya vencida para aquellos que están de verdad vivos y no eliminados. El amor hace justicia en la eternidad.

Todo esto nos permite también intuir mejor qué es el más allá: una condición de plena comunión con Dios «Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicias de los que mueren» (1Cor 15,20).

y con nuestros seres queridos a través de Cristo. En la Sagrada Escritura esta condición está simbólicamente presentada como un banquete, como una gran fiesta, en particular como una fiesta de bodas, para indicar felicidad, alegría, contento, disfrute. Y nunca solos, sino siempre junto a los demás, porque el deseo del Padre es que todos seamos salvados y que nadie se pierda. «El Señor todopoderoso brindará a todos los pueblos en esta montaña un festín de pingües manjares, un festín de vinos excelentes, de exquisitos manjares, de vinos refinados. Y quitará en esta montaña el velo que tapaba a todos los pueblos, el sudario que cubría a todas las naciones: destruirá para siempre la muerte. El Señor Dios secará las lágrimas de todos los rostros» (Is 25,6-8).

¿Qué puedo hacer con este libro?

Puedes tenerlo al alcance de tu mano y consultarlo cuando lo necesites, puedes regalárselo a un amigo, puedes extraer una pregunta y compartirla con tu grupo de amigos en la parroquia, puedes, también, usarlo como material básico para hacer un juego con preguntas y respuestas.

Un libro tiene tantas vidas como lectores lo lean, como manos lo hojeen, como personas lo cuenten. Un libro es un sistema abierto: cuando terminamos de leerlo nos damos cuenta de que hemos cambiado, de que nos ha abierto a nuevos conocimientos, a nuevos sueños, a nuevas ideas, a nuevas preguntas, a nuevas respuestas. Un libro como este lo es de un modo aún más especial y del todo particular: como te decía al principio, las respuestas a las preguntas son, en realidad, aportaciones para comenzar o recomenzar el viaje, de interrogarse, de profundizar… ¿Por qué no hacerlo ahora juntos?

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