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Euroconstruct: Aumentan las expectativas pero también las incertidumbres

Informe Euroconstruct

Aumentan las expectativas, pero también las incertidumbres

TRAS CERRAR EL PARÉNTESIS PROVOCADO

POR LA PANDEMIA, EL SECTOR EUROPEO ESPERA SEGUIR CRECIENDO. EN LO QUE SE REFIERE AL MERCADO ESPAÑOL, CRECEN LAS EXPECTATIVAS Y LAS INCERTIDUMBRES, CON LA ATENCIÓN PUESTA EN LA INFLACIÓN Y EL DESPLIEGUE DEL PLAN DE RECUPERACIÓN SUFRAGADO

POR LOS FONDOS NEXT GENERATION. E uroconstruct es un grupo independiente de análisis formado por diecinueve institutos europeos, que cada año celebra dos conferencias, con la finalidad de presentar sus informes sobre la situación actual y futura de los mercados de la construcción, incluyendo la edificación residencial y no residencial y la ingeniería civil, tanto en lo referente a la obra de nueva planta como a la de rehabilitación. La conferencia de invierno se celebró en Verona, el pasado mes de noviembre, a instancias de Cresme, el miembro italiano del grupo.

Situación y previsiones en Europa

Sobre el sector europeo de la construcción están confluyendo dos potentes corrientes en sentidos opuestos. La primera proviene de la intensa recuperación económica y los estímulos que están llegando al sector, que han conseguido no solo normalizar la demanda en muy poco tiempo, sino generar un extra de demanda con el cual no se contaba en los escenarios pre-pandemia. Por otra parte, la corriente negativa es consecuencia de la severa inflación, que está disparando los costes de construir y que se sobrepone al problema recurrente de la escasez de mano de obra. Esto hace que el reto para el futuro inmediato sea contar con suficiente oferta.

Euroconstruct ha intentado conciliar estas corrientes antagónicas en su nueva previsión, y aun así el escenario continúa resultando más optimista que el publicado en el informe del semestre pasado. La vuelta a los niveles de producción del 2019 se producirá ya al cierre del 2021, y no en 2022 como se preveía anteriormente. La recuperación ha requerido menos tiempo porque la caída de producción en 2020 (-4,7 por ciento) ha resultado menos extrema respecto a la última estimación, pero sobre todo porque el rebote experimentado en 2021 (5,6 por ciento) ha sido muy contundente. El sector todavía conservará suficiente inercia para crecer con claridad en 2022 (3,6 por ciento). Sin embargo, en las proyeccio-

Evolución de los distintos subsectores en el mercado europeo. Índices de producción a precios constantes, base 2018 = 100. Fuente: ITEC-Euroconstruct. Evolución de los distintos subsectores en el mercado español. Índices de producción a precios constantes, base 2018 = 100. Fuente: ITEC-Euroconstruct.

nes para 2023 (1,5 por ciento) y 2024 (1,2 por ciento) el ritmo de avance se modera o, si se prefiere, se normaliza, puesto que estas cifras coinciden con las tasas medias de crecimiento del sector en lo que llevamos de siglo.

Otro detalle que infunde confianza es que la recuperación está llegando a la mayoría de países. Once de los diecinueve países que participan en Euroconstruct conseguirán acabar 2021 a niveles iguales o superiores a 2019, y en ese grupo siete países superarán sus cifras del 2019 por más de un cuatro por ciento. En la previsión para 2022 observamos que el número de países rezagados se ha reducido tan solo a tres, pero que representan casi un catorce por ciento del mercado europeo, puesto que Francia aún forma parte de este grupo de cola.

El comportamiento de la edificación residencial de nueva planta responde literalmente a la famosa “recuperación en V”. La caída de producción del 2020 (-6,8 por ciento) ha venido seguida de un repunte muy vigoroso en 2021 (7,3 por ciento) que permite que 2022 empiece al mismo nivel de producción que 2019. Pero 2022 también arranca con una cartera de pedidos con un 4,5 por ciento más de viviendas respecto a la de 2019, síntoma de que la demanda se ha intensificado. La previsión de la producción para el 2022 contempla un 3,9 por ciento de crecimiento y ratifica el mensaje de informes anteriores conforme el mercado residencial avanza hacia unos niveles que no se creían posibles antes de la irrupción del coronavirus. Pese a que el techo de este mercado está situado más arriba de lo que se creía, no se tardará demasiado en llegar a él porque la recuperación está siendo rápida, con lo cual las proyecciones para 2023 y 2024 tan solo contemplan crecimientos del 1,2 por ciento anual. Países Bajos, Dinamarca, Irlanda y Polonia se comportarán por encima de la media, mientras que Finlandia, Noruega y Suiza quedarán por debajo.

La edificación no residencial continúa siendo el subsector con más dificultades para recuperarse, de manera que no se reencontrará con los niveles de producción prepandemia hasta 2023. Sin embargo, la nueva previsión también se ha revisado al alza, y ahora tras el retroceso de 2020 (-8,1 por ciento, el más intenso entre los subsectores) ya no se espera estancamiento en 2021, sino crecimiento (2,9 por ciento). La mejora proviene del alivio experimentado por el tejido empresarial europeo al constatar que ha sufrido un impacto más moderado de lo esperado, gracias a las medidas de contención de daños y a la intensidad del rebote económico, lo cual permite retomar muchos planes de inversión. Esto se traslada también a la previsión para el 2022 (4,3 por ciento) y a las proyecciones para 2023 y 2024 (2,1 por ciento anual promedio). Por nichos de mercado, la recuperación irá llegando de manera escalonada: en 2021, la logística; en 2022, las oficinas, los edificios de uso sanitario y del sector primario; en 2023, los edificios de uso sanitario y en 2024, los edificios industriales. Por países, vuelven a destacar positivamente Dinamarca e Irlanda, a los que se suma el Reino Unido.

En ingeniería civil se suman dos circunstancias que lo convierten en el subsector más expansivo: previamente a la pandemia, su potencial de crecimiento a medio plazo era el mayor del sector y luego ha sido el menos afectado por las disrupciones de 2020 (-1,3 por ciento). El mercado ya contaba con que los próximos años fuesen un ciclo favorable para las infraestructuras en Europa, de manera que los fondos Next Generation harán posible que todo ese potencial latente no se posponga y se pueda materializar, como mínimo, tal como se preveía antes del coronavirus. De momento, se espera cerrar el ejercicio 2021 con un crecimiento del 5,1 por ciento que implica superar con claridad la producción del 2019. La tendencia no se interrumpe en 2022 (4 por

ciento) y a diferencia de la vivienda, en ingeniería civil no se prevé la inminencia de un techo, de manera que se aspira a seguir creciendo en 2023-2024 a ritmos del 2,2 por ciento anual. En la nueva previsión, el nicho de la energía se ha convertido en el de mayores expectativas. Italia ha revisado significativamente al alza su previsión y se une al grupo de países con un horizonte más ambicioso, en donde encontramos países extracomunitarios como Noruega y el Reino Unido, ajenos al factor Next Generation.

Situación y previsiones en España

La economía española está muy pendiente de la evolución de la inflación y del despliegue del Plan de Recuperación sufragado por los fondos Next Generation. Ambos factores son también muy críticos para la construcción, puesto que podrían echar a perder el clima de optimismo del sector, alimentado por el buen pulso del mercado inmobiliario. Aunque las previsiones han mejorado como en la mayoría de países europeos, la incertidumbre también ha repuntado puesto que no hay garantías de que la escalada de costes tenga un final próximo ni de cuál será el efecto tractor del Plan de Recuperación.

Tras la contracción sufrida en 2020 (-9,3 por ciento), se prevén dos años de crecimiento sustancial (6,5 por ciento en 2021 y ocho por ciento en 2022) que bastarían no solo para recuperar los niveles del 2019, sino para sobrepasarlos con un cuatro por ciento de margen. Confiamos que las inercias generadas aún sean capaces de propulsar al 2023 (4,5 por ciento) por encima de la previsión del PIB. En la proyección para el 2024 sí que esperamos crecimientos (2,5 por ciento) más en sincronía con la economía.

La vivienda de nueva planta sufrió un retroceso del 10,6 por ciento en 2020 pero recuperará los niveles prepandemia en 2022. La demanda ha vuelto con fuerza durante 2021, con lo que se espera crecer un 7,5 por ciento. No está claro que la demanda pueda mantenerse así a medio plazo, ya que podría tratarse tan solo de demanda embalsada durante la crisis sanitaria. Las viviendas para alquiler social incluidas en los fondos Next Generation suponen el regreso de la demanda pública tras un largo periodo de virtual ausencia, y no parece que la nueva Ley de Vivienda vaya a causar un shock excesivamente traumático. La producción aún puede crecer a buen ritmo en 2022 (ocho por ciento) si bien la proyección para 2023 y 2024 contempla un retorno a ritmos más normales (2,5 por ciento anual promedio)

La rehabilitación también tiene previsto volver en 2022 al nivel de producción de 2019, en buena parte gracias al crecimiento de la demanda entre las familias que han detectado carencias en sus viviendas durante los meses de emergencia sanitaria, y que ahora están sufragando con el ahorro forzoso de este periodo. Sobre el papel, las medidas de estí-

Previsión 2022 por países. Diferencia porcentual entre la producción prevista en 2022 y la producción registrada en 2019, a precios constantes. Fuente: ITEC-Euroconstruct.

mulo a la rehabilitación del Plan de Recuperación deberían convertir al 2022 en un año todavía más expansivo. Sin embargo, las ayudas están condicionadas a rebajar el consumo de energía, lo cual podría disuadir a parte de la demanda (inversiones demasiado elevadas) y al mismo tiempo limitar la oferta (insuficientes especialistas). En suma, hay suficiente potencial teórico para encadenar tres años (2021 a 2023) con crecimientos anuales entorno al 7 por ciento, pero hay muchas incertidumbres al respecto de qué parte de ese potencial se conseguirá materializar en la práctica.

La edificación no residencial deberá esperar al 2023 para que la producción regrese a las cotas de antes de la pandemia. Como en el resto de Europa, el impacto sufrido en 2020 (-13 por ciento) ha sido superior al del resto de subsectores y el arranque en 2021 aún ha sido dubitativo (5 por ciento) puesto que los inversores aún perciben riesgos excesivos en determinados nichos de mercado (comercial, industrial). Debido al tipo de materiales consumidos, la inflación de los costes de construir se está notando más en el contexto no residencial, de manera que se hace difícil prever demasiada aceleración en 2022 (5,5 por ciento). La proyección para 2023-2024 se limita al 2,5 por ciento anual.

La ingeniería civil parte de una situación pre-pandemia bastante deprimida, que ha contribuido a que el 2020 haya resultado bastante llevadero (-6,1 por ciento) y a que en los años siguientes las tasas de crecimiento sean altas. El ciclo electoral municipal ha sido decisivo en el buen comportamiento de 2021 (siete por ciento) que se debería superar en 2022 (8,5 por ciento) y 2023 (5,9 por ciento) gracias a los efectos catalizadores del Next Generation. El éxito del Plan de Recuperación, aparte de que se gestione adecuadamente, depende de que se atraiga suficiente inversión privada. Éste es un tema en el que España no tiene una trayectoria particularmente brillante, la cual no ha mejorado tras las últimas medidas de choque para reducir la factura eléctrica.

Próxima cita de seguimiento del sector

La siguiente reunión del foro Euroconstruct se celebrará los próximos días 9 y 10 de junio en Varsovia, organizada por PAB, el miembro polaco del grupo. Los expertos de los diecinueve países de la red Euroconstruct presentarán sus conclusiones relativas al seguimiento de la marcha del sector, junto con las perspectivas hasta el año 2024. El programa definitivo se dará a conocer en la página web www.euroconstruct.org.

www.itec.es

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