1 minute read
Rumbo al semáforo en verde
Aunque la enfermedad de COVID-19 no termina, y los expertos en materia de salud han dicho que quizá se prolongue hasta por tres años, el día 1 de junio inició la “nueva normalidad” en territorio nacional; una realidad que funciona con base en un semáforo de cuatro colores: rojo, naranja, amarillo y verde.
Advertisement
Existe gran preocupación por parte de la población, pues los contagios en lo que va del sexto mes del año promedian más de 5 mil casos positivos por día y las muertes se aproximan a 30 mil desde que se presentó el primer caso en febrero. En este escenario, quizá la reflexión más importante por parte del Estado Mexicano es: “Aprender a vivir con la enfermedad para enfrentar una epidemia larga…”.
“Al final del día, lo que vamos a tener es la historia natural de una epidemia: esta enfermedad infecciosa, como muchas otras, a pesar de que no tiene un tratamiento específico, no existe en el mundo entero una vacuna ni tampoco un medicamento que cubre de manera directa a esta enfermedad; afortunadamente es una enfermedad que las propias defensas del organismo, el sistema inmune logra eliminar, porque logra impedir la multiplicación del virus”, Dr. Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de Salud.
Rojo:
Se permiten únicamente las actividades económicas esenciales, asimismo se que las personas puedan salir a caminar alrededor de sus domicilios durante el día.
Naranja:
Además de las actividades económicas esenciales, se permitirá que las empresas de las actividades económicas no esenciales trabajen con el 30% del personal para su funcionamiento, siempre tomando en cuenta las medidas de cuidado máximo para las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19, se abrirán los espacios públicos abiertos con un aforo (cantidad de personas) reducido.
Amarillo:
Todas las actividades laborales están permitidas, cuidando a las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19. El espacio público abierto se abre de forma regular, y los espacios públicos cerrados se pueden abrir con aforo reducido. Como en otros colores del semáforo, estas actividades deben realizarse con medidas básicas de prevención y máximo cuidado a las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19.