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Paredes morenas pintadas: Las figuras latinoamericanas mutantes de PRDN
Esteban Flores Monje es un graffitero quillotano que destaca a nivel local pero que seguramente pronto colonizará las murallas del otro lado del orbe con su arte de mestizaje distorsionado
A diferencia de la música y la literatura, donde el nombre del artista (casi) siempre es alumbrado como por la luz de un gran faro o aumentado por una lupa, en la pintura el creador pasa más piola. Sobre todo en la pintura callejera, esa que adorna las calles con graffitis y murales. Por eso, cuando surgió la idea de entrevistar a un pintor urbano de Quillota para este número de la revista -y alguien del equipo hizo una propuesta- no pregunté por nombre ni chapa, sino que me indicaran alguna muralla donde encontrar un graffiti del personaje. Calle La Concepción al llegar a Blanco, esa fue la indicación. La Texaco –dijepor un antiguo taller que se encontraba en esa esquina. Y claro que yo cachaba esa obra, una mujer con su hijo, pintados horizontalmente. (Si has pasado por ahí seguro que la primera vez volteaste la cabeza para apreciarlo bien).
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El pasado 28 de febrero, la editorial fue invitada a participar de la actividad Musonart, organizado por el Centro Promo. Esa fue la ocasión para entrevistar al graffitero Esteban Flores Monje (26), que firma sus pinturas como PRDN (nada que ver con un partido político, son las consonantes de Perdón), como la de la madre y su bebé. Cuando llegué al museo, donde se hizo la actividad que reunió manifestaciones artísticas como la música, poesía y pintura, Esteban estaba encaramado arriba de un andamio con una spray en la mano, haciendo lo que le apasiona. Abstraído en su trabajo, por sobre el deambular de quienes se acercaron ese viernes hasta la casona colonial ubicada en calle San Martín, tuve que esperar que bajara a tomarse un descanso para saludar y comenzar la entrevista.
Para evitar que el rap en vivo que a esa hora sonaba se colara en la grabación, caminamos desde la parte posterior del museo hasta el patio principal, donde se había montado la exposición titulada Incoar (que significa comienzo), perteneciente al mismo Esteban, junto a su polola, que hicieron para dar la bienvenida al hijo de ambos. La muestra, ganadora del Fondart, que está compuesta por una serie de cuadros, algunos en tercera dimensión, fue realizada para ser expuesta principalmente en consultorios y otros centros de salud de Quillota, con el objetico –dice el graffitero- de acortar los tiempos de espera de quienes acuden por atención médica. Eso se agradece, porque quienes hacemos uso de la salud pública sabemos que no se caracteriza por su diligencia. Rodeados de sus cuadros e interrumpidos cada cierto rato por los amigos y conocidos que llegaron al lugar y que se acercaron a saludarlo, lo que me dio la impresión de que además de buen artista es un buen chato, Esteban me contó que, aunque no recuerda exactamente cuándo, desde siempre ha dibujado, una forma de expresión que se nota disfruta un montón. “Hace unos días tuve unos flashback, de cuando era chico y dibujaba. Me acuerdo que hacía caricaturas de Dragón Ball y en el colegio dibujaba a los profes. En el liceo siempre dibujaba a “La Pato”, que era súper distorsioná, la dibujaba bien mutante. Pero como a los 17 tuve un bajón y no dibujaba mucho, por un tema que no fluía no más. Después estudié Diseño Gráfico en el Duoc y no me gustaba la hueá, clásica historia de graffitero igual. No me gustaba la hueá, pero me gustaba un ramo de ilustración, con una profe mortal que se llama Ana Ferrut, y ese ramo como que lo aproveché caleta, porque tenía que ver con liberar un poco el trazo, la ilustración tiene que ver con liberarse un poco y las técnicas artísticas que me enseñaron me sirvieron harto para darme cuenta que estaba puro hueviando, que tenía que puro dibujar”, contó Esteban.
Tras dejar la carrera de Diseño Gráfico y en busca de un nuevo rumbo, que lo llevó a centrar su mirada en el trabajo de artistas chilenos y latinoamericanos, el joven quillotano tomó la decisión de pasar del papel a las murallas. “Empecé viejo a pintar en paredes, como a los veinte”, dice con total honestidad y un dejo de exageración, considerando que a sus 26 años ya ha hecho tres exposiciones de cuadros y tiene varios graffitis y murales
pintados en Quillota y otras ciudades del norte del país. “El primer graffiti lo hice en el Regimiento, estaba abierto y me metí a pintar a la hueá como a las 8 de la mañana, eran unas letras con un monito gordito en un sillón, pero estaba probando, buscando mi estilo, porque uno nunca va a empezar a graffitear como a lo que podí llegar”, aseguró. Es que Esteban se exige bastante y eso queda claro cuando le pregunto cuál fue el primer graffiti que pintó y le causó orgullo, “nunca quedo conforme con lo que hago, siempre siento que puedo ponerle más. Pero el primero más profesional fue uno que hice aquí en calle San Martín, al frente, que era una monita en perspectiva. Era grande y lo hice solo, fue con producción, con escalera, con un carro de supermercado”, recalcó. En estos años Esteban se ha empecinado en dar con un estilo propio y lo ha logrado. “De ese primer graffiti hasta ahora he pintado caleta, pero empecé a involucrar hartas cosas en mi pintura, me gusta pintar pero también siento que hay que darle otro toque, decir cosas. Mi estilo tiene que ver harto con el autoretrato, con mi actitud, con lo que estoy haciendo en el presente, también con gente que conozco. Siempre están presentes las figuras humanas, pero distorsionadas, mutadas”, explicó. Con solo echar un vistazo, es posible darse cuenta que esas figuras humanas dan cuenta de una realidad situada en este
hemisferio: “Son seres morenos, que tiene que ver con Latinoamérica, que siento que es un puro pulmón cototo. Que se mueve todo el rato, trato de nutrirme de eso. Tiene que ver con el ser, siempre trato de plasmar mis intenciones, la fuerza, la lucha, trato de ver el esfuerzo del día a día de cada persona. Y trato de eso plasmar, el cariño, el conjunto, que es como debería funcionar el mundo para mí”, reveló el artista. Finalmente, Esteban dijo que le gusta que sus obras estén en lugares públicos porque así la gente se hace una idea propia y reacciona frente a lo que está viendo, ya sea para bien o para mal. Aunque hasta ahora no se puede quejar, porque su trabajo es reconocido y tiene una aceptación más que positiva.
MÚSICA Guille Arancibia
“Yo feliz con la digitalización de la música, porque la distribución por internet es mi principal herramienta” Periodista: Alonso Aranda Araya
Guille Arancibia es un nostálgico de la época en que la música se vendía en cedés –u otros formatos objeto anteriores- y había tiendas donde ibas a comprar la última joyita de tu artista preferido, pero como creador autogestionado echa mano de las redes de la world wide web para mostrar su obra, porque simplemente es la manera más efectiva y rápida de que personas de hasta Trinidad y Tobago lo escuchen
POESÍA
Soy un árbol, un perro, un planeta, un libro abierto, un pájaro perdido, Soy el guerrillero Ernesto, el incansable; un aliento rasgado, soy el cantor Víctor, voz de los simples; el ánima de un mueble, soy el pastor King, dignidad para los que viven; fragmentos del pasado, el abogado Gandhi, libertad sin llamas; semilla del futuro, soy todas las lámparas de la historia. las milésimas restantes del presente. Balazos, todos sentados, Soy un ser metafísico, dispersos los restos, plural, singular, luchando los vivos, aislado en un atolón del Pacífico, despiertos los vivos, perdido en un pueblo vivos los ojos, de la provincia de Quillota, ojos al cielo, luchando en Stalingrado, cielo lleno de estrellas, en Santiago, en Madrid, estrellas como lámparas. resistiendo en Nueva Delhi, Gaza, el Tíbet, Juan Sanchez en todos los frentes de la historia. 18 años Nogales Soy el diario de una tele encendida, soy Ícaro volando al sol que nos nubla, soy una espada levantada, un sueño acostumbrado a dormir en espinas, soy un grito, un sollozo, un susurro, el cuento con que haces dormir a tus hijos, Origen un te amo, un para siempre. Si se recorta el papel Si se tritura la greda Soy cada estrella en el firmamento, soy el cura Dubois defendiendo las poblaciones, soy el anónimo joven desafiante en la plaza de Tian`anmen, el joven estudiante en Ciudad de México, Praga, Santiago, Paris, en todas las ciudades Si se mueve un pincel El arte Del arte nos queda. Si se juntan las letras Tras el lápiz Con un corazón que se abra Obtendremos La poesía.- y en todos los años.
Claudia Vera 38 años Quillota
ENSAYO
POR: Ps.Verónica Garay Moffat *
En el psicodrama como en el teatro, una de las habilidades que se requieren para entrar en real contacto y conocimiento de los otros es la intuición. Recientemente se ha intentado efectuar algunas evaluaciones que permiten detectar el tipo de intuición predominante, como la mental, la emocional y la espiritual, entre otras. Esto significa que los canales que nos permiten vincularnos con las personas, parecen estar en algo determinados, por ciertas predisposiciones naturales. El concepto de átomo social en psicodrama, indica los vínculos significativos que realmente tenemos y de ellos dependen las redes y el poder, desde la concepción moreniana de la sociometría. Las elecciones y las afinidades electivas, no son casualidad, y se hacen según elementos conscientes, como también inconscientes, según lo que va grabando nuestra memoria corporal. La intuición en cosa de segundos, permite fotografiar corporalmente los diferentes encuentros que se tienen en la vida, y dejar un registro que quedará como referencia para las futuras interacciones configurándose así, un mapa de atracción- rechazo, que puede a través de una gráfica llevarse a números. Moreno realizó muchísima investigación al respecto, asentando los pilares de la medición de los vínculos en una disciplina que es la Sociometría. Siguiendo con la intuición como guía de las relaciones interpersonales, tenemos que sus posibilidades son enormes en el campo de lo humano , de lo artístico y también en investigación. Esto ocurre pues cuando se tiene, la visión global de lo percibido, otorga muchos elementos que otros canales suelen ignorar. Ya decía, lo corporal, lo co-racional y lo espiritual. Si desglosamos la palabra corazón, nos encontramos con la co-razón, que en su origen da sentido a una forma análisis posterior a la sintonía con los sentimientos, lo que debería enseñar a la razón a actuar de un modo más cooperativo. Sin embargo habitualmente se le ha dado a la cabeza sola el poder de decisión, tal vez por la misma posición que tiene al estar anatómicamente separada por el cuello del resto del cuerpo. En la medida que aprendamos a integrar las distintas partes del organismo conciente y hacerlas participar a través de la meditación y relajación por ejemplo, estaremos más cerca de la intuición como forma de aproximarnos a lo que creemos, es la realidad. Esta última suele ser cambiante, más aún en estos días, por lo que entender que sólo formamos parte del universo y sus leyes de atracción y rechazo, por lo tanto dejaríamos de temerle al conocimiento en movimiento, y soltaríamos las categorías estáticas del pasado.