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Desde la juventud del presente para el Forestal del futuro
Si se habla de medio ambiente, aún no es tarde para decir que todo está perdido, pues aún hay esperanzas, donde la conciencia ambiental se podrá encontrar en el propio entorno, ya que sólo se debe confiar. ¿En qué? se preguntarán muchos, sin apreciar que en algunos sectores se han hecho las cosas bien, ya que si se mira el alrededor se puede encontrar una juventud que cree en el futuro y que se puede retar al destino y cambiarlo favorablemente. Es por eso que no se puede dejar de lado el ejemplo de Ámbar Bascuñán Bazaes quien es una joven Forestalina de nacimiento, estudiante de derecho de la Universidad Católica de Valparaíso, comprometida con su comunidad y con el medio ambiente, lo cual es un reflejo de “si un árbol tiene raíces sólidas este crece de manera firme”, en el caso de Ámbar su raíz, sin duda, es su familia, desde donde floreció el sentido de pertenencia, compromiso comunitario y la participación. Reflejo de que la realidad de la juventud del sector de Forestal no es tan alejada y que posea conciencia social, sumado a ello el compromiso ambiental y apuntar a movilizarse por un fin en común. Buscando apoyo entre sus pares con la esperanza de recuperar los espacios verdes perdidos, eliminar los microbasurales que han aflorado en este periodo y sobre todo poder realizar una reeducación en la comunidad e instalar desde la infancia este sello ecológico, para así asegurar un Forestal a las generaciones posteriores. Ámbar comenta “ …como jóvenes tenemos que empoderarnos, la idea es reeducar y dar el ejemplo con el “hacer “ todo con la esperanza de que se puede un cambio partiendo por uno”…, entonces nos queda solo confiar que la infancia Forestalina pueda seguir los pasos de la juventud de ahora.
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