TE REGALO MIS OJOS: Para que con ellos puedas ver todas las cosas bellas que he puesto a tu alrededor; la naturaleza, el canto de los pájaros, las sonrisas de un niño, la mano del amigo, te los doy para que aprendas a descubrirme en ellos.
TE REGALO MI BOCA: Para que tus labios sólo pronuncien palabras de amor, de consuelo, que nunca salgan de ellas palabras que hieran a nadie. Bendice, bendice siempre.
TE REGALO MIS MANOS: Mis manos alfarero, para que con ellas puedas moldear el alma de los tuyos así como yo voy moldeando la tuya. Que tus manos bendigan, bendigan siempre.
TE REGALO MIS PIES: Para que aprendas a caminar por mis senderos y dejes los tuyos, mis caminos son angostos y pedregosos pero al final veras la gloria de Dios.
TE REGALO MI REGAZO: Para que cuando el hastío, la tristeza y el dolor lleguen a tu corazón te recuestes en él, ahí encontrarás el consuelo y la alegría para seguir adelante.
TE REGALO MIS FUERZAS: Para que cuando ya no puedas sostenerte, te sirvas de ellas, con ellas te levantarás, además cuentas con mi amor y yo con el tuyo.
TE REGALO MI AMOR: Para que ya no ames como se ama en el mundo sino como yo te amo, ¿Qué cómo te amo? Con el amor eterno, amor que llevo al extremo de dar mi vida por la tuya.
TE REGALO MI CORAZÓN: Mi corazón traspasado, del cual brota agua que te limpia y mi sangre que te redime y que hoy quiero sanar todas las heridas de tu pobre corazón tan lastimado.
TE REGALO MI MADRE: Te doy lo que más quiero, ¿qué te parece?, hoy has sido tú el elegido. En ella encontrarás el modelo que quiero que seas. Te la doy para que aprendas a formar a los tuyos como ella mi formó y a amarme como ella me amó.
TE REGALO MI CRUZ: Hoy te he escogido a ti para que me ayudes con ella. No te gustó mi regalo ¿verdad?, pero los ojos del Padre tienen un valor infinito, crucificado conmigo podrás salvar muchas almas, especialmente a los tuyos. ¿Verdad que vale la pena?, pues sin cruz no hay salvación.
TE REGALO MI CONFIANZA: Para que confíes más en mi fuerza que en la tuya, para que confíes en mí así como el niño pequeño confía en su padre. Entonces te sentirás seguro y tu corazón se llenará de paz.
TE REGALO MIS OÍDOS: Para que aprendas a escuchar mi voz, oídos de discípulo siempre atento a escuchar la voluntad del padre.
TE REGALO MI PERDON: Para que perdones especialmente a quien más te ha ofendido ¿Que no puedes?, ya lo sé, es por eso que te regalo el mío, con él lo lograrás y la paz inundará tu corazón.
TE REGALO MI PACIENCIA: Esa paciencia que siempre te he tenido y aún te sigo teniendo. Te la doy para que tú la tengas con los tuyos, no es fácil, ¿verdad?, pero con mi paciencia podrás.