Apuntes Educacion Suecia y Finlandia

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APUNTES SISTEMA DE EDUCACION EN SUECIA Y FINLANDIA


Nº 1767 / 19 de Febrero de 2005 magazine

Los suecos de Cerro Alegre

Escondida en este cerro de Valparaíso está la Escuela Nórdica de Cine Documental. Pocos se han percatado de su presencia. Y eso que, desde 1998, han pasado por allí 96 alumnos traídos por el gobierno de Suecia para que hagan documentales y conozcan el país. Hoy cuenta con 16 nuevos estudiantes. Por: Gonzalo Maier

En una casa verde de tres pisos, en el Cerro Alegre de Valparaíso, un sueco de más de dos metros de estatura ve televisión por Internet. Bengt Akerlund (56), sin despegar los ojos de la pantalla, se reclina sobre su silla y escucha a una rubia que lee noticias a 12.800 kilómetros de distancia. Él es de Estocolmo, pero lleva ya siete años viviendo en Chile. En el segundo piso, uno más abajo de donde Akerlund mira concentrado TV, hay un pasillo que en uno de sus costados tiene un perchero. Similar a esos que se usan en los jardines infantiles. Los 15 ganchos están ocupados. Como advertencia de que la casa verde no está vacía. Y efectivamente no lo está: varios suecos de veintitantos se dan vueltas por ahí. No en calidad de turistas, en todo caso. Ellos son estudiantes. Alumnos de la Escuela Nórdica de Cine Documental de Valparaíso, o Jakobsbergs Folkhögskola como la llaman ellos.


Y es que esta casa es, en realidad, una de las 147 Escuelas Populares Superiores que son manejadas, desde 1868, por fundaciones sociales de Suecia y financiadas por su propio gobierno. Allí se entregan cursos que duran desde un semestre hasta un año e imparten todo tipo de programas. El único de larga duración que se imparte fuera de las fronteras suecas se realiza, desde 1998, en Chile. En esta casa verde que mira al puerto. En la casa verde hay estudios de edición, de grabación de voces, una pequeña biblioteca y una sala de reuniones con una pizarra llena de inscripciones. En sueco, por supuesto.

Puente cultural La casa central de la Jakobsbergs Folkhögskola en Estocolmo tenía la idea, a mediados de los 90, de instalar una sede en el extranjero. Para que sus alumnos pudieran aprender a hacer documentales de carácter social en un contexto distinto al del país nórdico. Cuando llegó la hora de elegir el lugar, fue determinante el hecho de que en Suecia viven unos 40.000 chilenos: así, el programa estudiantil podía servir, de paso, como puente cultural entre ambos países. Desembarcaron finalmente en Valparaíso hace siete años. Hasta la fecha, han egresado de aquí 96 alumnos. Hoy hay 16 más (sí, probablemente uno se quedó sin perchero). Cinco de ellos tienen algo de nuestro país en la sangre. Por ejemplo, Lars Edman Peranchiguay (21). Él es sueco, pero nació en Chile. Sentado en la terraza de la casa verde, dice que no le sorprende que al caminar por las calles porteñas todos lo vean como a un peatón más, aunque no hable mucho castellano. A las seis semanas de vida, cuenta, a él lo entregaron en adopción a una familia sueca y desde ese día su contacto con Chile se limita sólo a unos pocos datos biográficos. Dice que no quiere buscar a sus padres biológicos, pero que -tal como al resto de sus compañeros- sí le interesa saber de Chile. Y también ayudar. Por eso, junto a William Johansson, un rubio muy alto, está trabajando en un documental que filmaron, hace un mes, en Arica. Grabaron en el cerro Chuño a una empresa sueca que bota sus desechos de plomo cerca del pueblo, contaminándolo. Ahora editan el material en una pieza grande que da al balcón también verde de esta casa porteña. Ellos salen y entran de esa habitación por la ventana y prefieren no mostrar su trabajo hasta que esté listo. O hasta que se les acabe el plazo de entrega, en pocas semanas más. Algo de español Desde la creación de la escuela, Bengt Akerlund es el director. Y, además, el único profesor. No es que el gobierno sueco -que paga desde los pasajes de los alumnos hasta el arriendo de la casa verde- no quiera invertir en más docentes: el propósito de la Jakobsbergs Folkhögskola, y en general de las 147 Escuelas Populares Superiores, es que los alumnos aprendan haciendo y


explorando según sus propios intereses. Por eso, el sistema de enseñanza es práctico: los alumnos planifican junto a Bengt y luego aprenden filmando en forma autodidacta. La Escuela Nórdica de Cine Documental no es sólo para suecos. También daneses y finlandeses han pasado por Valparaíso. Pero en ella el idioma oficial es el sueco. Claro que los carteles repartidos por la casa están en castellano. "Limpia los platos después de usarlos", se lee en uno. "No sentarse acá", dice otro. Mal que mal, cuando los alumnos son aceptados en el programa ya deben entender español o, en caso contrario, tomar un curso en sus ciudades de origen antes de partir a Chile. Cada alumno debe buscar alojamiento por su cuenta en Valparaíso. Finalmente, casi todos terminan viviendo junto a familias porteñas para mejorar su castellano e insertarse en la comunidad. Aunque la mayor parte del día la pasan en los tres pisos de la escuela. Allí hay estudios de edición, de grabación de voces, una pequeña biblioteca y una sala de reuniones donde se ve una pizarra repleta de inscripciones. En sueco, por supuesto. Callevisión Los alumnos que estuvieron el 2000 crearon uno de los proyectos emblema de esta escuela: "Callevisión: televisión comunitaria". La idea era utilizar el documental para ayudar a los vecinos de San Roque, uno de los cerros más pobres de la Quinta Región. El proyecto consistía en filmar los problemas y las necesidades de los sanroqueños para después exhibir el resultado en un telón gigante en plena calle. Terminada la función, un micrófono quedaba abierto y los asistentes expresaban sus opiniones. Además, con la ayuda de la Agrupación Cultural Renacer, se capacitó a 10 jóvenes pobladores en un curso práctico de filmación documental para que ellos continuaran esta labor. Todo eso duró hasta el 2004, cuando se fue Alfonso Santander, asistente social del sector. Bengt dice que hoy no han logrado ponerse de acuerdo con los pobladores y que, probablemente, trasladen el proyecto de San Roque a Playa Ancha. La Jakobsbergs Folkhögskola es así: organiza sus clases en torno a proyectos y temas específicos. Los alumnos tienen un tiempo para filmar o editar y luego deben presentar resultados. Una vez terminado el primer proyecto, viene el segundo. Y así. No hay notas ni alumnos reprobados, pero la experiencia -al ser parte del sistema educacional sueco- permite sumar bonos y conocimientos para postular a una universidad. Julia Björkström y Sandra Lagerdahl, ambas de 20 años, conversan de espaldas al mar. Aprovechan el sol de las 4:30 de la tarde. Ambas llegaron en septiembre pasado y se irán en junio. Julia quiere estudiar Periodismo en un tiempo más. Pero en Suecia. Ella está acá para sumar conocimiento y experiencias. Otros, como Sandra, cuentan que postularon a Valparaíso para averiguar de dónde venían sus raíces. En su caso, las de su madre. Ella, como casi todos los alumnos, viajará por el país y Sudamérica cuando termine su curso de 9 meses. Como dice Bengt Akerlund desde la misma silla en donde ve televisión, "para muchos, más que un curso, la Escuela Nórdica de Cine Documental es una forma de averiguar hacia dónde van sus vidas".


La Educación Popular en Suecia Escuelas populares (Folkhögskolor) Otra forma de enseñanza muy arraigada en la sociedad sueca son las llamadas Folkhögskolor, escuelas pensadas en primer lugar para aquellos que no han terminado la escuela secundaria o no han iniciado el bachillerato. En muchos aspectos, se pueden considerar como escuelas alternativas a la enseñanza oficial reglada. Existen 147 escuelas de este tipo subvencionadas por el Estado. Estas escuelas ofrecen unas áreas temáticas muy variadas, aunque la mayoría incluyen enseñanza de materias básicas como matemáticas, sueco, inglés y ciencias sociales, en las que se puede, además, sacar una titulación oficial. No existen datos sobre el volumen del español a nivel nacional, pero no debe ser especialmente relevante: sólo 16 escuelas populares incluyen la enseñanza del español como materia específica. •

En Suecia hay diez asociaciones distintas de educación popular que cada año tienen alrededor de 350000 círculos de estudio con aproximadamente tres millones de participantes en total. También organizan más que 160000 programas culturales con más o menos 15 millones de participantes o visitantes. Hay, además, 147 escuelas populares distintas por todo el país que cada año tienen unos 40000 participantes en sus cursos largos y aproximadamente 150000 participantes en sus cursos cortos.

Por más de cien años la gente en Suecia se ha reunido voluntariamente para estudiar, a sus propias condiciones, disfrutar de conferencias, participar en proyectos culturales, etc. La gente se reúne para aprender más juntos, para fortalecer sus posibilidades de influenciar sus propias condiciones y seguido para influenciar y cambiar las condiciones sociales. Son actividades considerables. Unos 75 por ciento de los suecos en las edades entre 18 y 75 años han participado alguna vez en un círculo de estudios, casi 40 por ciento han participado en, por lo menos, un círculo de estudios durante el período de los últimos tres años. 13 por ciento han participado en un curso de escuela popular y ocho por ciento han hecho un curso largo de escuela popular.

Características La educación popular se caracteriza por ser libre y voluntario. Es libre de manejo del gobierno o de otros interesados y es voluntario para los participantes. El punto de partida es que todos los ciudadanos tienen derecho a participar activamente en la vida social y responsabilizarse de su propia educación. Una particular cultura de diálogo democrático se ha desarrollado por la educación popular. Conlleva, entre otras cosas, tolerancia con los que piensan distinto, respeto para los razonamientos objetivos y para las decisiones tomadas. Es también la base del trabajo interno en los círculos de estudio y los cursos, en los cuales los participantes tienen gran influencia y juntos forman el contenido y la planificación.


Apoyo gubernamental La educación popular esta, en gran medida, financiada por apoyo del estado, de los consejos generales y las comunas. El estado establecido el ha propósito y las condiciones para que la educación popular tenga parte del apoyo gubernamental: •

Los ciudadanos tendrán derecho a influenciar sus vidas y participar en el desarrollo. La democracia será fortalecida y desarrollada. El interés en la cultura será amplificado y la participación y la creatividad propia fomentadas. La educación popular priorizará tales actividades cuyos propósitos serán igualar los abismos educacionales y que se orientan hacia las personas educacionalmente, socialmente y culturalmente marginadas. Los grupos particularmente enfocados son los grupos de origen extranjera, los participantes con impedimentos funcionales y los desempleados.

Fortalecer la democracia Una razón básica para el apoyo gubernamental hacia la educación popular es que ella contribuye al desarrollo democrático de la sociedad. En una proposición de 1998 del gobierno al parlamento sueco escriben entre otras cosas: ”La importancia de la educación popular es, también hoy, un asunto de defender, vitalizar y defender la democracia. Desde una perspectiva internacional la inestabilidad de la democracia es obvia. Se trata del riesgo de perder el anclaje popular, de crear distancias entre electores y elegidos, el sentirse impotente ante un desarrollo social que no se deja influenciar. Por la membresía en la Unidad Europea el proceso de decisiones sueco se ha alargado hasta fuera de la frontera nacional. Una serie de derechos y obligaciones nuevos han entrado en vigor para el individuo. Esta situación exige nuevos conocimientos. La sobrevivencia y la vitalidad de la democracia tendrán que basarse en una cultura democrática con diálogos, discusiones y participación como ingredientes fundamentales. Tendrá que abarcar conocimientos de los valores, las condiciones y las instituciones necesarias de la democracia, también. Creando las posibilidades para que la educación popular crezca es un asunto de eso, exactamente, de fortalecer la cultura democrática, de contrarrestar los abismos educacionales e informacionales de la sociedad. En esto la educación popular tiene una posición clave. Puede contribuir en crear foros para el cambio y echar un puente sobre los abismos entre grupos de gente y entre la gente y la tecnología.”

Las formas de educación popular El trabajo de educación popular apoyado por el gobierno se hace en asociaciones de estudio, principalmente en círculos de estudio y diversas actividades culturales, tanto como en escuelas populares superiores con cursos largos y cortos y eventos culturales. Además, muchas asociaciones y escuelas populares superiores llevan otras actividades de estudios encargadas por la sociedad u organizaciones, entre otros.


El círculo de estudio es lo más típico de la educación popular (sueca). Es un pequeño grupo que durante un período, de quizás unos meses, seguido una noche por semana, se encuentra para estudiar un tema o participa en un proyecto cultural. Comúnmente el círculo consiste de cinco a doce participantes, de los cuales uno es el animador. Los círculos de estudio se caracterizan por sus valores democráticos y se basan en la responsabilidad que los participantes toman de su propio trabajo. Los estudios se planean conjuntamente, desde las necesidades y los intereses propios del grupo. El intercambio de experiencias e ideas entre los participantes y el análisis propio de ellos es un factor importante en el trabajo. Una gran parte del trabajo de educación popular, tanto en las asociaciones como en las escuelas populares superiores, se lleva en estrecho colaboración con los movimientos populares y otras organizaciones que son, o miembros de las asociaciones de estudio y/o encabezan las escuelas populares superiores.

Diez asociaciones de estudio Hay diez asociaciones de estudio distintos con actividades por todo el país, que toman parte del apoyo gubernamental. Cada asociación de estudio consiste de un número de entidades locales, en total cerca de 900. Cada asociación de estudio tiene su perfil, más o menos marcado, que depende de los movimientos populares y otras organizaciones que son miembros de su asociación. En conjunto las once asociaciones de estudio tienen más que 270 organizaciones miembros. Localmente colaboran también con una serie de asociaciones de diversos tipos. El círculo de estudio es la actividad más común y se lleva en todas las materias concebibles, que dependen de los deseos de los participantes entre otras cosas. Cada año casi 350000 círculos de estudio se organizan en todo el país, con cerca de tres millones participantes. Como mucha gente participa en más que un círculo por año, la cifra real de participantes se estima a un millón y medio o dos millones por año (Suecia tiene un poco más que ocho millones habitantes). Programas culturales de todo tipo es la otra rama mayor de las asociaciones de estudio. Son conciertos, funciones de teatro, conferencias, exhibiciones entre otras cosas – o con aficionados o con trabajadores profesionales de cultura. Más que 160000 programas se llevan a cabo cada año, con casi quince millones de participantes, en total.

147 Escuelas Populares Superiores La primera escuela popular superior (en Suecia) se formó en 1868 y hoy tenemos 147 por todo el país. La mayoría se maneja por distintos movimientos populares, mientras que los demás se manejan por gobiernos locales o comunas. La escuela popular superior es una forma de estudio para los adultos y las escuelas normalmente dan prioridad a los solicitantes con breve escolaridad previa.


La libertad que ejercen las escuelas populares superiores en la formación de sus cursos según la tendencia y el perfil particular de la escuela, permite que los participantes en los cursos en gran medida pueden dar rumbo y contenido a sus estudios, según sus conocimientos previos, sus intereses y necesidades. Característico para la enseñanza de las escuelas populares superiores es que muy seguido trabajan con estudios por tema y proyecto. En esto las experiencias de los participantes de la vida laboral y social son importantes recursos para el trabajo. Las escuelas populares superiores tienen cursos de varios niveles y con orientaciones diversas. Cada escuela tiene cursos largos que dan competencia para los estudios universitarios. Además hay una serie de cursos especiales – en música, en las ciencias de los medios masivos, en el teatro, en como cuidar la salud entre muchos otros. Los cursos largos duran desde un semestre hasta uno o más años. Los cursos cortos duran de unos días hasta un par de semanas. Toda la enseñanza es gratuita. El número total de participantes en los cursos largos monta a cerca de 40000 y en los cursos cortos a alrededor de 150000.

El Consejo Nacional de Educación Popular El Consejo Nacional de educación popular es una asociación sin fines de lucro para las organizaciones de educación popular. El consejo distribuye el apoyo gubernamental a las asociaciones de estudio y a las escuelas populares superiores, tanto como revisa y sistematiza las actividades de educación popular. El consejo también se dedica al monitorio de la política de educación popular y la coordinación de los contactos internacionales. Las escuelas populares superiores tienen un servicio de información particular (fin) que forma parte del Consejo de educación popular y que da información sobre todos los cursos de las escuelas populares superiores

Educación de Adultos El sistema escolar sueco ofrece una enseñanza gratuita a aquellos adultos que, por una u otra razón, no han terminado sus estudios básicos o de bachillerato. En la educación de adultos (Komvux) se pueden cursar todas las asignaturas que se estudian en la educación obligatoria y en el bachillerato. Los planes de estudios y los niveles de evaluación se basan también en los mismos criterios. Los alumnos tienen la posibilidad de obtener préstamos de estudios que irán reembolsando al Estado poco a poco al integrarse a la vida laboral y proporcionalmente a sus ingresos. Este generoso sistema ha sufrido serios recortes en los últimos años, lo cual ha conllevado una disminución del número de alumnos. Así, en el periodo académico 2001/2002, participaron en cursos para adultos un total de casi 288.000 alumnos, aproximadamente 30.000 (9%) menos que el año anterior. No hay datos específicos sobre el volumen del español en la educación de adultos. Sin embargo, a juzgar por los datos de Statens skolor för vuxna —Escuela de Educación a Distancia para Adultos—, se debería poder interpretar que el español registra un aumento del número de estudiantes. Son varias las razones para pensar así. Por una parte, según estos datos, el número de participantes en cursos de español supone un 1,4% del total; no parece mucho, pero sí lo es


comparando la cifra con la asignatura de matemáticas, la primera en número de participantes, con un 5,9%. Por otra parte, en los años anteriores, no se cuantifica el español como asignatura específica, sino sólo formando parte del paquete de «otras asignaturas». Una tercera razón que apoya la teoría del alza del español es que en ningún caso figura alguno de los otros idiomas modernos; es de pensar que, si hubieran sobrepasado el número de alumnos de español, habrían sido presentados de modo específico.

La educación en Finlandia Uno de los objetivos del sistema educativo finlandés es velar por las capacidades, las aptitudes y la cultura de toda la población. El principio de la educación permanente – ofrecer la posibilidad de aprender algo nuevo durante toda la vida – es un importante objetivo de todo el sistema, desde la educación básica hasta la destinada a los adultos. El gasto público en educación representó en 1998 el 6,2% del PNB (el promedio de los países de la OCDE es del 5,3%). Los finlandeses poseen un elevado nivel educativo. En las comparaciones internacionales se destaca especialmente la educación de los jóvenes. La evaluación PISA (Proyecto Internacional para la Producción de Indicadores de Resultados Educativos de los Alumnos) realizada por la OCDE en el año 2001, mostró a Finlandia entre los primeros países del mundo.

Educación preescolar En Finlandia no existen instituciones específicas de educación preescolar, sino que la misma se imparte en escuelas y jardines de infantes el año previo al comienzo de la escolaridad. El objetivo del nivel preescolar es fortalecer las aptitudes de aprendizaje de los niños. En la práctica se les enseñan nuevos conocimientos y capacidades a través de juegos. Aunque la misma no es obligatoria, la ley establece que los municipios deben organizar educación preescolar gratuita para todos los niños de 6 años. Actualmente la mayoría de ellos recibe educación preescolar.

La escuela básica El itinerario de la instrucción comienza en Finlandia con la escuela primaria, que los niños suelen comenzar el año en que cumplen siete. Dura nueve años y finaliza cuando el adolescente ha aprobado el programa de estudios o cumple diecisiete años. Todos los niños residentes en Finlandia, también los extranjeros, están obligados por ley a cumplir el programa de estudios de la escolaridad primaria, ya sea asistiendo a la escuela básica o adquiriendo por otros medios los conocimientos equivalentes a su programa de estudios. La asistencia a la escuela no es en sí obligatoria. El principio de la escolaridad obligatoria es casi tan antiguo como el país: Finlandia se independizó en 1917 y la escolaridad obligatoria se instituyó en 1921. La legislación actualmente vigente data de 1998. La prestación de la escolaridad primaria está a cargo de los 450 municipios en que se divide el país, que tienen el deber de organizar enseñanza para todos los niños en edad escolar residentes en su territorio, o de ocuparse de que reciban instrucción. La ley establece que la escuela básica es gratuita para todos. Además de la enseñanza, también son gratuitos todos los útiles y textos


escolares, y los alumnos almuerzan gratuitamente en la escuela. La enseñanza debe impartirse cerca del hogar de cada niño. Los municipios son responsables de organizar y pagar el transporte de los alumnos que residan a más de cinco kilómetros de las escuelas. La escuela básica no otorga títulos, pero su cumplimiento da acceso al segundo nivel de educación: las escuelas profesionales o el bachillerato. En Finlandia hay unas 4.000 escuelas primarias. Cada año ingresan unos 60.000 niños al primer curso, y en el año 2002 hay unos 580.000 alumnos matriculados. En la escuela básica los seis primeros cursos están a cargo de maestros/as, que enseñan todas o casi todas las materias. En los tres últimos cursos hay profesores por asignatura. El objetivo general establecido para la enseñanza básica es apoyar el desarrollo integral de los alumnos como individuos y miembros de la sociedad éticamente responsables. La educación básica pone el énfasis en la enseñanza de los conocimientos y destrezas necesarios en la vida. La ley obliga a organizar una enseñanza especial para los alumnos con dificultades de aprendizaje. Materias de la escuela básica son lengua materna (finlandés o sueco), el otro idioma nacional, idiomas extranjeros, matemáticas, física, química, historia, instrucción cívica, educación física, música, artes plásticas, manualidades, economía doméstica, religión o educación ético-filosófica, biología, geografía y medio ambiente. En algunos cursos los alumnos también pueden elegir asignaturas optativas según sus intereses. El sistema educativo finlandés ha obtenido buenos resultados en las comparaciones internacionales. Por ejemplo en lectura y comprensión de textos los escolares finlandeses se cuentan entre los mejores del mundo. El calendario lectivo de la escuela básica tiene 190 días de clase. Los cursos culminan a finales de mayo con la fiesta de primavera, que da inicio a las vacaciones de verano, que se extienden hasta mediados de agosto. Durante el año hay varios períodos de vacaciones: en otoño, en las fiestas navideñas, y una semana de vacaciones de esquí en febrero o marzo.

Después de la escuela básica Al finalizar la escuela primaria los jóvenes se encuentran frente a una importante elección: continuar desarrollando su cultura general en el bachillerato, o comenzar una formación profesional en un instituto.

El bachillerato El bachillerato está destinado en principio a los jóvenes de 16 a 19 años. Los liceos seleccionan a sus alumnos en función de sus calificaciones de la escuela primaria. El currículo del bachillerato puede cursarse en dos, tres o cuatro años, pero el ritmo de estudios es muy individual. Los programas están estructurados en cursos por asignatura, y la elección de cursos va determinando el avance en los estudios. Debido a las distintas opciones de los alumnos, en el liceo no hay itinerarios fijos ni grupos por aula. El currículo comprende estudios obligatorios, especializados y aplicados. El bachillerato culmina con un examen final que se realiza homogénea y simultáneamente en todo el país. El mismo comprende cuatro pruebas obligatorias: lengua materna (finlandés o sueco), el segundo idioma nacional (finlandés o sueco), un idioma extranjero y matemáticas o ciencias. En la prueba de ciencias se pueden elegir preguntas de biología, geografía, química,


física, historia e instrucción cívica, religión, educación ético-filosófica, filosofía o psicología. Además de las materias obligatorias, los estudiantes pueden examinarse en otras optativas. Las pruebas de idiomas comprenden ejercicios escritos y de comprensión oral. El currículo del bachillerato será reformado en los próximos años. El examen es elaborado cada año por una comisión ad hoc dependiente del Ministerio de Educación, la que también corrige todas las pruebas siguiendo principios unificados. Como símbolo de la obtención del título, los nuevos bachilleres reciben cada año en primavera u otoño la tradicional gorra blanca. Al aprobar el bachillerato, los jóvenes adquieren competencia para la educación superior. El bachillerato es en primer lugar una etapa preparatoria para el nivel terciario. Actualmente más de la mitad de los jóvenes ingresa cada año en el bachillerato, pero también lo pueden cursar más adelante, como adultos.

Formación profesional básica Si después de la escuela primaria el adolescente elige seguir una formación profesional, tiene una gran cantidad de alternativas escolares y especialidades para elegir. La formación profesional básica se puede adquirir tanto en institutos como en centros de trabajo, mediante un contrato de aprendizaje. La instrucción profesional incluye, además de la educación teórica, períodos en los talleres y laboratorios de los mismos institutos y prácticas en sitios de trabajo. La oferta comprende 75 títulos profesionales básicos agrupados en las siguientes áreas: recursos naturales, técnica y comunicaciones, comercio y administración, turismo, restauración y economía doméstica, estudios sociales y de la salud, servicios culturales y actividades de ocio, físicas y deportivas. Los objetivos de la formación profesional básica establecidos por ley son brindar la capacidad profesional necesaria en la vida laboral y preparar a los alumnos para ejercer una profesión independiente. Los títulos básicos se obtienen en tres años, y otorgan competencia para continuar estudios superiores. Los institutos de educación profesional seleccionan a sus alumnos principalmente en función de sus calificaciones escolares, pero algunos organizan también pruebas de admisión. Todos los currículos de formación profesional básica incluyen lengua materna, el segundo idioma nacional, un idioma extranjero, matemáticas, física y química, ejercicios físicos e higiene, estudios sociales, empresa y práctica laboral, y arte y cultura. También se exige un trabajo final. La instrucción profesional finlandesa incluye, además de la educación teórica, períodos en los talleres y laboratorios de los mismos institutos y prácticas en sitios de trabajo. La formación profesional básica está organizada por los municipios, mancomunidades intermunicipales y el sector privado. La enseñanza es gratuita. En los contratos de aprendizaje el centro de educación, la empresa y el trabajador firman un contrato de trabajo y aprendizaje a plazo fijo. El aprendizaje se produce en la labor práctica. Otra forma de obtener títulos es el sistema llamado de exhibición, en el que independientemente de la manera de adquisición de los conocimientos, el aspirante puede demostrar en unas pruebas de


evaluación que domina los conocimientos y destrezas de la profesión. Se puede participar en las pruebas sin una instrucción preparatoria previa, directamente con lo aprendido trabajando.

Educación superior El sistema de educación superior está integrado por las universidades y las escuelas superiores. La premisa del funcionamiento de las universidades es la unidad entre investigación y enseñanza. La función básica de las universidades es realizar investigación científica e impartir la enseñanza más elevada basada en la misma. Las universidades expiden títulos inferiores (llamados candidaturas), superiores (maestrías) y de postgrado (licenciaturas y doctorados). También imparten enseñanza complementaria y organizan la llamada universidad abierta. Las escuelas superiores profesionales, básicamente orientadas hacia una salida laboral, son por naturaleza polifacéticas y regionales. Expiden títulos terciarios con enfoque profesional. Las universidades y las escuelas superiores están distribuidas por todo el país, y se procura asegurar oportunidades de estudio equitativas para todos independientemente del sitio de residencia.

Universidades La institución universitaria representa las tradiciones más antiguas de la historia de la educación finlandesa. La primera universidad, la Academia de Turku, fue fundada en 1640. La actividad universitaria se basa en la libertad científica y en la autonomía. Por autonomía se entiende que el sistema de toma de decisiones de las universidades es muy independiente. Las universidades y las facultades se dan sus normas y deciden sus planes de enseñanza. Las universidades también fijan la cantidad de plazas para las distintas carreras. Las veinte universidades de Finlandia son del estado, el que aporta la mayor parte de su financiamiento. Los estudios universitarios en principio están al alcance de todos, ya que no se cobran matrículas. La Universidad Politécnica de Helsinki se encuentra en Otaniemi, Espoo. Su edificio principal fue diseñado por el arquitecto Alvar Aalto. Las funciones de las universidades, establecidas por ley, son fomentar la libre investigación, las ciencias y las artes, e impartir la enseñanza superior basada en la investigación. Las universidades deben organizar su gestión para alcanzar un elevado nivel internacional en la investigación, la enseñanza y la instrucción, observando los principios de la ética y las buenas prácticas científicas. Las universidades seleccionan a sus alumnos mediante pruebas de admisión. Tienen plazas para aproximadamente un tercio de los jóvenes de cada promoción. Las principales áreas de estudio son las ciencias técnicas, las humanidades y las ciencias naturales. Las universidades expiden títulos inferiores y superiores, y títulos científicos de postgrado, que son las licenciaturas y doctorados. Los estudios de un título inferior suelen durar tres años (120 créditos o semanas académicas), y los de un título superior unos cinco o seis años (160 a 180 créditos). En las universidades finlandesas había en el año 2000 más de 150.000 estudiantes matriculados en carreras de grado, entre ellos más de 3.700 extranjeros. La red universitaria cubre todo el país, hasta la septentrional Laponia. Diez de las universidades tienen varias facultades, tres son


politécnicas, tres están especializadas en ciencias económicas y cuatro son de formación de artistas. Fuera del ámbito del Ministerio de Educación funciona la Escuela Superior de Defensa, que se ocupa de la educación militar superior.

Escuelas superiores profesionales Lo característico de las escuelas superiores profesionales es su estrecha relación con el ámbito laboral. Su objetivo es preparar a los estudiantes para desempeñarse como profesionales expertos en distintas ramas. El sistema de escuelas superiores profesionales es bastante joven, pues se creó en los años noventa. La reforma obedeció a la intención de canalizar el crecimiento de la matrícula de la enseñanza superior de las universidades a las escuelas superiores profesionales. El requisito de ingreso en las escuelas superiores profesionales es el bachillerato o un título de formación profesional básica. Estas instituciones se diferencian de las universidades en que en vez de ser estatales, son municipales o privadas. El estado no obstante soporta el 57% de sus costos básicos. Los títulos son especializados por profesión, y se obtienen en 3,5 o 4 años (140 a 160 créditos). Para titularse, además de aprobar el plan de estudios, se debe hacer un período de práctica laboral y un trabajo final. Las escuelas superiores profesionales imparten enseñanza en las siguientes áreas: técnica y comunicaciones, comercio y administración, servicios sociales y de salud, servicios culturales, turismo, restauración y economía doméstica, recursos naturales, humanidades y magisterio. El Ministerio de Educación debe aprobar los currículos de grado, pero las escuelas deciden independientemente sus planes de estudios. En el año 2002 se iniciará una experiencia piloto de estudios de postgrado (de 40 a 60 créditos) en las escuelas superiores profesionales en ciertas carreras en las que la demanda laboral así lo requiere. En las 29 escuelas superiores profesionales de Finlandia había en el año 2000 unos 114.000 alumnos en carreras de grado. En las universidades y escuelas superiores profesionales hay plazas para un 65% de los jóvenes de cada promoción. Uno de los objetivos del gobierno es incrementar el número de ciudadanos con títulos terciarios.

Finlandia: Población según grado de instrucción (2000) Datos según la clasificación del Instituto Nacional de Estadísticas sin título posterior al ciclo obligatorio (escuela básica, primaria, preparatoria) 40.6 % con título secundario

36.1 %

con título superior

23.3 %

doctores

0.3 %


Educación para adultos La educación para adultos se ha convertido en un importante sector de la política educativa finlandesa, especialmente en las dos últimas décadas. Las generaciones mayores tienen un menor nivel de instrucción que los jóvenes, por lo que necesitan educación adicional y complementaria. Al acercarse la fecha de jubilación de las grandes masas nacidas en el baby boom de la postguerra, volverán a incrementarse las necesidades de educación de la población adulta. Comparados con el resto del mundo, los finlandeses adultos son entusiastas estudiantes: cada año alrededor de un millón de personas participa por propia iniciativa en alguna de las más de mil actividades educativas para adultos organizadas por institutos o universidades. La extensión total de estos programas es de unas diez millones de horas de clase. La educación para adultos se imparte en universidades, escuelas superiores profesionales, institutos, centros de capacitación para adultos, academias con internado, institutos populares y universidades de verano. Sus programas ofrecen estudios que otorgan títulos básicos, una amplia oferta de asignaturas de carreras de grado, estudios preparatorios para los exámenes de exhibición de capacidades (por ejemplo para títulos en idiomas y profesionales), y educación adicional y complementaria para iniciar contratos de aprendizaje y mejorar la competencia profesional. Asimismo la educación del adulto puede incluir estudios de cultura cívica, de capacitación social o vinculados con intereses propios. Los estudios que otorgan títulos son gratuitos. Los otros suelen ser pagos; la oferta contiene desde cursos gratuitos hasta otros con tarifas comerciales. El Ministerio de Educación financia la educación del adulto y es responsable de su desarrollo. Los adultos pueden cursar la escuela básica y el bachillerato, o hacer los exámenes de éste, en liceos para adultos o en las líneas para adultos de los liceos. En los liceos para adultos también se enseña a alumnos extranjeros. La mayoría de los estudiantes adultos estudian paralelamente a su trabajo. Constantemente se desarrollan las posibilidades de estudiar sin profesor y a distancia, para facilitar la asistencia al empleo. Los adelantos de la informática han permitido mejorar cualitativa y cuantitativamente la enseñanza a distancia. La capacitación del adulto es una importante herramienta de política laboral. Su objetivo es mejorar la oferta de mano de obra cualificada y ayudar a los desempleados a reinsertarse en el mercado de trabajo. Un grupo que requiere especial atención son los desocupados de largo plazo. La capacitación de la fuerza de trabajo se incrementó especialmente en los años noventa cuando la depresión mundial golpeó duramente a Finlandia debilitando sensiblemente el nivel de empleo. La capacitación de la mano de obra está a cargo del Ministerio de Trabajo, el que contrata con distintas instituciones cursos y otros medios de capacitación para los desempleados y las personas en peligro de desempleo.


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