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Chapitos se deslindan del tráfico de fentanilo
NORMA MONTIEL nmontiel@ejecentral.com.mx
Desde hace tres semanas, las autoridades de Estados Unidos lanzaron una embestida legal en contra de los llamados Chapitos, identificándolos como los más poderosos líderes del Cártel de Sinaloa y más importantes productores y traficantes de fentanilo. Ahora, por primera vez, los hijos de Joaquín Guzmán Loera niegan, una a una, las acusaciones.
“No somos la cabeza [del Cártel de Sinaloa] ni estamos interesados en serlo”, es una de las primeras líneas incluidas en la carta en la que no aparecen sus firmas, pero fue avalada por José Refugio Rodríguez, abogado de El Chapo, y enviada al programa de televisión de la periodista Azucena Uresti.
Los llamados Chapitos nunca habían autorizado alguna publicación para desmentir cualquier información; ellos mencionan que habían preferido la prudencia, pero con la conferencia del pasado 14 de abril en la que se dieron a conocer las acusaciones penales en su contra en Estados Unidos, cambiaron de estrategia.
Los hermanos Guzmán señalan que “ocurrió algo sin precedentes para nosotros, la agencia antidrogas del país más poderoso del mundo, anunció cargos en nuestra contra por importación y venta de fentanilo. La fama de nuestro nombre alcanzó una posición insospechada, nunca hemos trabajado con fentanilo”.
Así, los hijos de Guzmán, Iván y Jesús, que figuran en la lista de los 10 más buscados por la DEA y por los que se duplicó la recompensa para su captura, de forma inédita iniciaron su defensa. Se dicen víctimas de una campaña de persecución que los ha convertido en el grupo criminal más peligroso del mundo.
“Los Chapitos jamás hemos producido, maquilado o comercializado fentanilo ni ninguno de sus derivados. Somos víctimas de una persecución y nos convirtieron en chivos expiatorios.
Fue la noche del 3 de mayo, cuando se