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CASO NORBERTO MIRANDA MADRID Trece años después del crimen, ni móvil ni detenidos

PAOLA GAMBOA/ALIANZA DE MEDIOS MX/NUEVO CASAS GRANDES

EL 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2009 Norberto Miranda Madrid, El Gallito, fue asesinado al interior de las instalaciones de Visión en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. Esa tarde, fumaba un cigarro junto con su hermano, también periodista, cuando hombres armados llegaron al lugar y preguntaron directamente por él. Norberto se identificó y, acto seguido, recibió varios impactos de arma de fuego. Murió al instante. A 13 años, su recuerdo sigue latente entre su familia, amigos y compañeros. A 13 años, aún se desconoce el móvil del crimen y no hay certeza de que haya detenidos.

Un hombre transparente y valiente

Norberto era uno de los periodistas más queridos de Nuevo Casas Grandes y alrededores. Su tradicional frase “sin pelos en la lengua”, lo caracterizó de los demás comunicadores, y fue su valentía de informar con la verdad lo que lo llevó a ganarse la confianza de la gente, recuerdan su esposa y sus tres hijos, una mujer y dos hombres, quienes prefieren reservar sus nombres por seguridad.

Además de ser periodista, Norberto era abogado, lo que le dio la oportunidad de incursionar en política. Primero lo hizo en el Partido del Trabajo (PT), que lo postuló a la presidencia municipal, después fue miembro activo del PRD y llegó a ser presidente del partido en Casas Grandes y candidato a diputado.

“La gente lo conoció por la radio local, como duró bastantes años en la radio, la gente lo conoció por ese medio y por su apodo El Gallito, porque mi tío también trabaja como reportero y le dicen El Gallo”, explica en entrevista su hija mayor.

“Había siempre transparencia en él,

: DE CARIÑO le llamaban El Gallito; ahora forma parte de la lista de los ocho periodistas asesinados en Chihuahua que todavía no han recibido justicia

Descendientes. La familia de Norberto Miranda lo recuerdan como una persona segura de sí misma, que sabía lo que quería y para dónde iba”.

Foto: Paola Gamboa/Alianza de Medios

la gente que lo conoció habla de esto que lo caracterizaba. Él decía que no tenía pelos en la lengua, era algo que lo caracterizaba y a él le gustaba ser así. Siempre dijo ‘no tengo pelos en la lengua’ y sí era crítico, hablaba con la verdad, por eso era tan conocido. Se ganaba a la gente”, añade su hija.

Aunque han pasado más de cuatro mil 745 días del crimen, en sus rostros aún se refleja el dolor, cuando recuerdan lo sucedido. La familia asegura que Norberto no había sido amenazado y hasta el momento no saben cuál sería el móvil del crimen. “Son 13 años, podemos recordar muchas cosas muy bonitas que vivimos con él. Como padre de familia fue un gran padre para cada uno de mis hijos; como esposo fue una persona amada, responsable, trabajador, disciplinado. Amaba su casa, amaba su familia, todos esos recuerdos embargan nuestro corazón”, relata su esposa.

Uno de los hijos varones de Norberto, tenía 11 años cuando su papá fue asesinado. “Fue una experiencia en el sentido traumático al principio, fue un impacto increíble en el sentido de decir ‘pasó esto y tu papá no va a regresar’, es algo que te marca”.

“Mi papá era una persona muy derecha, una persona que realmente ahora muy poco se encuentra en la sociedad. Una persona muy pulcra en el trabajo, dentro de casa y afuera. Yo a lo mejor no tuve mucha relación con su trabajo, pero sí veía a la gente, la confianza que le tenía a El Gallito. Era una persona segura de sí misma, que sabía lo que quería y para dónde iba”, comenta su hijo.

La familia explica que no acostumbra realizar eventos para recordarlo, ya que aún es una fecha difícil de asimilar. “Los primeros años son muy duros, probablemente cuando sucede de cualquier manera, pero nos impactó completamente, cambió nuestro estilo de vida, nuestra familia. De la noche a la mañana no estaba la persona que sustentaba el hogar, que lo guiaba, fue algo que estremeció nuestras vidas y que nos ha cambiado para siempre, y a pesar de los años es difícil, ha sido una forma de vida distinta a la que uno sueña o planea”, expone su hija.

La familia aún vive con miedo por lo ocurrido, sin embargo, los alienta el recuerdo de El Gallito en cada una de las personas que lo aprecian y se acuerdan de él en Nuevo Casas Grandes.

“Yo sí quiero decir que es un orgullo ser hija de Norberto. Todavía, donde estamos, donde vamos, quien lo conoció y te presentas, y dicen: ‘ella es hija de él’, hay algo muy bonito que él sembró en Nuevo Casas Grandes y en la región, y si es un orgullo ser su hija y que la gente lo haya conocido transparente, como era. La semilla que él sembró la hemos cosechado de muy buena manera, la gente nos quiere, nos aprecia por el trabajo que él hizo”, asegura.

EL DATO. Antes

de su muerte,

Norberto publicó en su columna información relacionada con la inseguridad pública en el noroeste de Chihuahua.

EN SU ÚLTIMO PROGRAMA, NORBERTO LEYÓ SU COLUMNA Y DIJO QUE LA MUERTE ESTABA “VESTIDA DE BALAS DE CUERNOS DE CHIVO Y R15”; ADEMÁS ENLISTÓ EL NÚMERO DE MUERTES EN ESE ENTONCES EN EL NOROESTE DE CHIHUAHUA, PUES EN ESA ZONA EXISTÍA UNA DISPUTA ENTRE CÁRTELES.

El día del crimen

Sandra Lorena Ontiveros era compañera de Norberto en Radio Visión Casas Grandes, el último medio de comunicación en el que laboró el periodista.

Recuerda que el 23 de septiembre de 2009, alrededor de las 19:00 horas, se encontraban en las instalaciones de la radio con Norberto; ella le sugirió terminar el día y se retiró, él decidió quedarse unas horas más. “A los pocos minutos que me voy me llama una muchacha de acá atrás (de Radio Visión) y me avisa de lo qué pasó aquí dentro”, detalla Sandra.

Cuenta que tras el asesinato de El Gallito, la radiodifusora paró sus labores un año, ya que la vida de quienes trabajan en la emisora dio un giro radical. “Paramos un año. Nos fuimos de aquí, de la ciudad, a Sonora, ahí estuvimos un año y después regresamos. Fue por miedo porque ya había pasado lo que había pasado aquí adentro y pues no nos podíamos arriesgar a seguir. Nunca supimos de dónde vino o por quién vino (el asesino). Nadie de los que laboramos aquí sabemos por qué”, dice la periodista quien desde 2007 trabaja para Radio Visión Casas Grandes.

En cuanto a las autoridades, señala que en aquel entonces se acercaron

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