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EL LUJO DIVERTIDO DE VILEBREQUIN

El genio detrás de una de las marcas más representativas del arte de playa platicó con ejecentral sobre la responsabilidad ambiental que adoptó mediante sus diseños

Dentro del mundo de la moda y el lujo, una de las personas con mayor reconocimiento por su experiencia y trayectoria, así como por el paso que ha tenido en firmas como Hermès y desde hace 10 años como CEO Mundial la firma referencia en trajes de baño Vilebrequin— es sin duda Roland Herlory. Comprometido con el medio ambiente, amante y conocedor del arte, así como de los viajes , durante una visita al país, pudimos tener una charla para conocer los planes que tiene para los próximos 10 años de la firma, en los que busca llevarla a otro nivel “no sólo siendo los líderes con nuestro producto insignia, sino creando todo un universo del Arte de Playa ”

El tejido principal es la poliamida que se produce en Francia a partir de un hilo italiano.

›La firma francesa especializada en trajes de baño y ropa de playa, amplía su presencia en México, además de impulsar su presencia en el segmento premium a través de la sostenibilidad y el compromiso con el medio ambiente

El Sal N Rojo

Alejandro Alemán @elsalonrojo

Ingeniero, locutor y crítico de cine con más de 10 años de experiencia profesional.

Quantumania: Marvel cada vez más pequeño

Enuevo episodio de la interminable cadena de películas de Marvel, Quantumania (Estados Unidos, 2023), es una de las cosas más auténticamente inútiles que ha filmado este estudio en su larga historia. Apenas termina esta cinta y la “gran” revelación en la escena poscréditos hace patente que todo lo que vimos durante casi dos horas no es sino una pérdida de tiempo.

Marvel ya ni siquiera lo intenta. Quantumania no es una película, es un episodio más de esta serie llamada “MCU”, misma que Marvel insiste en mostrar primero en cines y luego en televisión. Si la película tuviera un título honesto este sería: El villano se llama Kang Y es que de eso se trata esta cinta: de presentar al personaje que pondrá en jaque al universo Marvel (o lo que queda de él) para esta nueva temporada o como pomposamente le llaman: la fase cinco.

La historia de Vilebrequin es curioació en 1971 en Saint Tropez, en la Riviera Francesa, cuando el fotógrafo y periodista automovilístico Fred Prysquel cre ó un traje de baño diferente al de la época al hacer el b óxer más largo y con telas que secaran al sol con mayor rapidez.

Hicieron trajes de baño para padres e hijos, distintivo que ha continuado hasta este momento, pero que poco a poco ha integrado al resto de la familia.

Para la marca es muy importante hacer productos que duren toda la vida y elaborados con diseños muy coloridos y prácticos, coment ó Herlory.

Además para ellos la sustentabilidad es primordial. Buscan que 100 % de sus telas provengan de materiales reciclados u orgánicos.

Por su responsabilidad social han desarrollado programas de conservación y reciclaje en los que involucran a diferentes comunidades.

“Un ejemplo de ello, es lo que hacemos en el sur de España, en donde trabajamos con mil 500 pescadores que recuperan el plástico del Mediterráneo, y nosotros se los compramos para con eso hacer telas que apoyen la sustentabilidad”.

Otro proyecto de reciclaje que tienen, es comprar las redes de los barcos pesqueros y con esas hacer también telas que pueden ser impresas con diferentes diseños. Pero esto no los detiene ya que continúan en la búsqueda de innovación que les permita continuar con proyectos de este tipo.

“Vilebrequin está mucho más enfocada en su compromiso con el planeta, por ello desarrollamos e implementamos soluciones sustentables y procesos que hacen la diferencia. Ofrecemos a nuestros clientes, por ejemplo, el servicio de mantenimiento de sus trajes de baño (incluido México), con el fin de que duren muchos años. Esto porque consideramos que esta prenda es usada en momentos felices, en la playa, rodeado de la familia, amigos y momentos de esparcimiento que se guardan en la memoria”.

Así que los clientes pueden ir a las boutiques a dejar sus piezas para que puedan ser cambiadas las mallas internas, los cordones, entre otros, que les permita una duración extra y sin costo adicional.

La marca esta muy enfocada en la innovación, en la responsabilidad social pero además en la familia, “en los momentos felices que se dan alrededor de la playa”. Para abril de este año Vilebrequin inagura r á un beach club para la familia en d o nde todo comezó, en Cannes , en la Croisette.

“Con este concepto buscamos compartir el arte de la playa con los visitantes ofreciendo un restaurante, un área de juegos para niños y la gama de productos coloridos que van desde toallas de playa multicolor, hasta una decoración sumamente particular alrededor del fondo del mar” refiri ó

Para la marca, estos espacios en dónde se disfruta el universo Vilebrequin son parte de sus planes de crecimiento; por ello los “Beach Clubs” alrededor del mundo son imoprtantes y se está buscando la posibilidad de crear uno en nuestro país.

En México la marca cuenta con ocho free standing stores en Los Cabos, Acapulco, Ixtapa, Cancún, Tulum Ciudad de México y están por incluir dos puntos de venta más para este año en Cancún así como una flagship en un punto estratégico.

S quieres estar a la moda, con resonsabilidad y tambi én con un gran estilo, adem ás de portar una de estas prendas este es un acierto y una oportunidad que no te debes perder.

@iremunoz

Así, el guionista Jeff Loveness (cuyo mayor mérito es haber escrito 238 episodios del Show de Jimmy Kimmel así como la entrega 89 del Óscar, esa donde ganó/perdió La La Land) decide usar a Ant-Man como mero interludio para mantener entretenido al respetable en lo que están listas las siguientes películas (ya ven que eso del CGI parece fácil pero no lo es tanto), enviando a Evangeline Lilly, Kathryn Newton, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas y Paul Rudd a una aventura psicodélica al llamado “reino cuántico”. Este es un mundo sin reglas aparentes, lleno de personajes pintorescos, al tiempo que el mencionado guión hace insistentes referencias a la primera trilogía de Star Wars (1977-1983), desde una escena que evoca a la cantina de Mos Eisley, hasta el rescate en cierta cárcel de una princesa y un ejército de soldados sin rostro. Es de reconocer que a pesar de no tener nada con qué trabajar (esto es un festival de pantallas verdes) todo el reparto hace un trabajo de actuación muy digno. La cámara a cargo de Bill Pope (el mismo de The Matrix) respeta mucho a Michael Douglas, ofreciéndole varios encuadres heróicos. Pero quien más sorprende es Jonathan Majors, quien a pesar de estar al borde de la sobreactuación, se roba la película. Marvel destruye la personalidad fílmica de AntMan, cuyo mayor atractivo era mantenerse al margen de la grandilocuencia del resto de las cintas mediante una vibra que recordaba a Tin Tan: las películas de Ant-Man eran de las pocas que se permitían chacotear y echar desmadre (¿dónde estás, Michael Peña?) sin pensar en consecuencias. No más. Con esta entrega Marvel transforma al único personaje realmente simpático de su troupe en una nota al pie, un intermedio, un relleno en lo que viene algo más interesante. Parafraseando una frase de la película: “siempre habrá lugar para hacer cine”. Tal vez, pero no en Marvel. Nunca en Marvel.

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