Revista Ejército Edición n° 182

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s una noche de inmensa felicidad porque son entregados los premios de la ‘Noche de los Héroes’ del Ejército Nacional. Llevamos un proceso de seis meses seleccionando en diferentes categorías a los hombres y mujeres más destacados de nuestra Institución, obviamente no podemos traer a todos los soldados maravillosos que tenemos desplegados en el campo de combate pero hoy aquí se van a entregar galardones en diferentes categorías que van desde actos de valor hasta el máximo respeto por los Derechos Humanos. Categorías que hacen un recorrido a lo largo de toda misionalidad del Ejército, con nuestros enfermeros de combate, las tripulaciones más destacadas, los equipos de inteligencia y contrainteligencia que nos han permitido realizar las misiones más contundentes, a los hombres de operaciones especiales, equipos de reconocimiento, tiradores de alta precisión, pero también a todos aquellos que los rodean desde el punto de vista logístico, a los que los entrenan, a los mejores profesores, a los mejores instructores, a los hombres y mujeres más fuertes físicamente del Ejército y en fin, todo un recorrido por esa misión que está enmarcada en la defensa nacional, en la seguridad pública, en apoyo a la seguridad ciudadana, en la atención y prevención de desastres, en la gestión del riesgo y en el apoyo a todos los temas internacionales que realiza el Ejército Nacional.

Hoy muchos de nuestros profesionales callados, aquellos soldados que están a la vera del camino construyendo una carretera o un puente, aquellos que están en la mitad de la Guajira buscando agua para las comunidades indígenas, todos ellos serán reconocidos. Nos sentimos muy orgullosos de planear y diseñar este evento pensando en el hombre más importante del Ejército Nacional: el soldado de Colombia. En el Ejército el interés, la más alta preocupación no está en los cuadros de mando, en los generales, en quienes dirigen, planean y diseñan la estrategia sino en el soldado. Nuestra gran motivación para el año 2016 va a ser ese hombre. El mismo soldado del Puente de Boyacá, el mismo del Pantano de Vargas, el mismo que ha participado en las operaciones ‘Jaque’, ‘Camaleón’, ‘Odiseo’, ese hombre que ha sido nuestra fuente de inspiración, a él nos debemos y por el existimos. Ellos al venir acompañados de sus esposas, con sus padres a recibir estos galardones nos llenan de absoluto orgullo y satisfacción. Este evento tiene también un componente muy especial. Comandantes de ejércitos de toda América como Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, Salvador, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay, República Dominicana, de algunos países del caribe como Antigua y Barbuda están todos aquí apoyándonos para entregar los galardones para nosotros poder enviar un mensaje muy claro y decir este es un Ejército orgullo de todos los colombianos, este en un Ejército que a pesar de sus errores, a pesar de sus dificultades, a pesar de señalamientos que


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Nos hemos vestido con nuestros uniformes de gala para recibir a nuestros soldados. Podremos ver el trabajo callado de nuestros hombres, los mejores, sencillos y humildes héroes, por ejemplo nuestros gigantes expertos en antiexplosivos con sus perros que van a recibir sus premios que los reconoce como lo que son, unos hombres extraordinarios, banderas de Colombia, constituciones nacionales, demócratas parados a lo largo y ancho del territorio sirviéndole a nuestro país.

Bienvenidos a la Noche de los Héroes. Hacemos un alto a pesar de las dificultades que vivimos en las diferentes partes del territorio nacional para reconocer a nuestros hombres y hacer algo que me llena de orgullo: inclinar la cabeza ante los soldados de Colombia. Mayor general Alberto José Mejía Ferrero Comandante Ejército Nacional

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en el pasado hemos tenido y que seguramente se podrán presentar en el futuro, es un Ejército noble, que está al servicio de los más altos intereses de la Nación, que lucha, vive y respira por servir a los colombianos.

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Edición Director General MG ALBERTO JOSÉ MEJÍA FERRERO Comandante Ejército Nacional

Colaboradores COMUNICACIONES ESTRATÉGICAS JEFATURA DE ACCIÓN INTEGRAL

Comité Editorial MG RICARDO GÓMEZ NIETO Segundo Comandante y JEM Ejército Nacional

JOSÉ ROSERO TORRES PUBLICISTA

CR PEDRO ANTONIO GARCÍA VÁSQUEZ Jefe de Acción Integral del Ejército TC SANDRA GARCÍA COLMENARES Directora de Comunicaciones Estratégicas CP. JENNY CAROLINA SUSA CASTRO Suboficial de Publicaciones e Impresos Redacción General IVONE MENESES REINA Periodista Diseño, Diagramación y Conceptualización LUZ MARINA BETANCOURT MARULANDA Publicista WITMAR MENESES OSORIO Publicista

BRIAN EDUARDO PATERNINA RODRÍGUEZ PUBLICISTA ELVIA MERCEDES RUEDA RIVERA PERIODISTA Asesora Jurídica LUZ MARTHA MELO RODRIGUES Dirección Ejecutiva de Ejército MÓNICA AZZA monicaa@ejercito.mil.co Impresión SECCIÓN PUBLICACIONES DEL EJÉRCITO www.ejercito.mil.co Derechos reservados. Revista Ejército es una publicación que circula bimestralmente y difunde información de interés nacional, sobre temas de carácter militar y/o civil. Las opiniones expresadas en ella por autores militares y civiles son de su exclusiva responsabilidad y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Institución.


e m r o Inf cial e p s E


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Oficial

integral “Si volviera a nacer sería nuevamente militar” Teniente coronel Ciro

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omandante del Comando Especial del Ejército Nacional, director de un proyecto de investigación, alumno de doctorado y padre de dos niñas son algunos de los roles que, a sus 42 años, desempeña el teniente coronel Andrés Rolando Ciro Gómez. Un hombre carismático, humilde, consagrado al estudio y para quien lo más importante en la vida es el reconocimiento y el respeto por el ser humano. Su liderazgo, disciplina y excelencia, no solo en el ámbito académico sino operacional, hoy lo definen como un soldado integral, entregado al servicio de la patria, un hombre que con valor día tras día combate las injusticias y hace de Co-

lombia un lugar mejor para las generaciones venideras. Procedente de una numerosa familia paisa, el coronel Ciro es el menor de 14 hijos. Su infancia y adolescencia transcurrieron en medio del campo y un seminario de sacerdotes interno, donde estando ad portas de finalizar el bachillerato decidió prestar el servicio militar para luego cumplir su sueño de convertirse en oficial del Ejército Nacional.

La vida como oficial Fue así como a los 18 años entró al Batallón Cacique Pipatón en Puerto Berrio, Antioquia y una vez terminó su servicio militar, ingresó a la Escuela Militar


de Cadetes ‘General José María Córdova’. Su conducta, compañerismo y alto compromiso con el estudio lo hicieron merecedor, por tres veces consecutivas, de la medalla ‘Cadete José María Rosillo’. Este premio se constituyó en el primer paso de una cadena de reconocimientos a lo largo de su vida, pues en 1993 el entonces Ministro de Defensa le otorgó la medalla militar ‘Francisco José de Caldas’ en la categoría a la aplicación por ocupar el primer puesto dentro de su promoción. Más de 14 medallas dan cuenta de la excelente trayectoria del coronel Ciro en el desarrollo de exitosas operaciones que han permitido la desarticulación del narcotráfico, las bandas criminales y la captura de los principales actores que afectan la seguridad del país. “Amo mi carrera, amo lo que hago, sé lo importante que es en una sociedad contar con hombres buenos dispuestos a entregarlo todo”, asegura Ciro con satisfacción. Y es precisamente esta premisa de vida la que caracteriza a este valiente héroe que siendo herido durante la Operación Conquista II, una de las más sobresalientes en el Caguán, nunca se dio por vencido y continuó por su camino hacia la excelencia militar y académica.

La clave del éxito en las operaciones Otro de los grandes logros de este militar es la captura del jefe del cartel de Buenaventura, pedido en extradición por los Estados Unidos, resultado por el que el Comando del Ejército lo escogió para adelantar la carrera en derecho.

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Como era de esperarse, el coronel culminó sus estudios profesionales como alumno distinguido en la Universidad San Buenaventura de Cali; así como también terminó la especialización, maestría y actualmente adelanta el doctorado. También intervino en la captura de uno de los delincuentes más buscados del mundo, considerado como objetivo del gobierno estadounidense. Aunque el presidente de la República lo condecoró por la contundencia de la operación, este soldado no reconoce los triunfos como propios sino como parte de un trabajo conjunto con sus hombres. Cuando se le pregunta por el éxito obtenido en las operaciones, no duda al decir que siempre se debe pensar en la mejor forma de cumplir preservando la dignidad de todos, tanto de las propias tropas como de los enemigos. La calidad humana es quizá una de las virtudes que más sobresalen en este héroe, para quien el empoderamiento de cada uno de los miembros de la Fuerza y el reconocimiento de su proyecto de vida son herramientas primordiales en la consecución de los objetivos. Su deseo, servir de inspiración para los demás pensando siempre en el interés general. Su convicción, devolver la prosperidad a los pueblos, la sonrisa a los niños, jóvenes y adultos. Su motivación, poner a todos aquellos actores criminales en manos de la justicia, imponiendo el bien por encima de todo aquel que quiera causar daño a la Nación. El coronel Ciro es una muestra de que los héroes en Colombia sí existen, se visten de honor y con convicción y persistencia se preparan diariamente para dar lo mejor de sí mismos al servicio de todos los colombianos.

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Suboficial integral

Suboficiales integrales: valientes ante las adversidades

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l sargento mayor de comando Luis Rodolfo Estupiñán Lizarazo y el sargento primero Nixon Henry Obando Vizcaíno tienen en común su entrega y amor por el Ejército Nacional. Son hombres integrales, que por sus virtudes se destacan en cada una de las labores que realizan. A pesar de las adversidades que han vivido, su vocación les permitió salir adelante y con orgullo dejar en alto el nombre de la Institución.

Ser suboficial, mi mejor regalo, mi vida y mi pasión En marzo de 1988, Luis Rodolfo Estupiñán Lizarazo sintió que su gran sueño empezaba a hacerse realidad al ingresar a

la Escuela de Suboficiales ‘Sargento Inocencio Chincá’, lugar en el que forjaría su proyecto de vida y donde, sin imaginarlo, también aprendería grandes lecciones. En 1997 fue herido en combate durante un enfrentamiento contra un grupo guerrillero, recibió impactos en tres partes de su cuerpo: la cabeza, el brazo derecho y la espalda, que por poco le arrebatan la vida. Está vivo con un propósito y cada día que pasa trabaja con mayor esfuerzo por cumplir sus metas. No solo es sargento mayor de comando, sino también contador público, cuenta con cinco diplomados, tres especializaciones, tres maestrías y actualmente está preparán-


dose para realizar un doctorado. Todo, para seguir luchando por el país, ahora desde el campo administrativo. En su paso por diferentes unidades de la Institución ha dejado una imagen impecable ante sus compañeros y superiores y por ello su trabajo y dedicación son motivo de reconocimiento. “Comando nunca derrotado” son palabras que este héroe de la patria lleva marcadas en su alma. Aunque dejó su boina de comando por una agenda y su equipo por un computador, hoy sus batallas las lucha en las oficinas, donde está seguro de que su trabajo también es valorado.

La nobleza de un guerrero Suboficial, campesino llanero, de Acacías, Meta, el sargento primero Nixon Henry Obando Vizcaíno desde hace 22 años porta con orgullo el uniforme que lo distingue como un militar versátil, integral y humanitario. Su inteligencia, audacia e ingenio lo hacen digno representante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales, unidad en la que actualmente propicia importantes golpes a las estructuras ilegales que infunden temor a los habitantes. El camino de entrega hacia los demás empezó cuando prestó el servicio militar, y apasionado por el Ejército Nacional decidió continuar como suboficial logístico en el arma de sanidad. Son 22 los años en los que ha dado lo mejor de sí, no solo en Fuerzas Especiales, sino también en diferentes bata-

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llones brindando atención a sus compañeros como enfermero de combate. Un suceso triste marcó significativamente su vida. La muerte de su pequeño hijo de cinco años lo derrumbó, pero con el apoyo incondicional de su esposa logró salir adelante y al poco tiempo fue convocado para hacer parte de las Fuerzas Especiales.

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Al servicio de la patria Cerca de 14 años lleva adelantando múltiples operaciones de alto valor estratégico. Actuar con precisión, escuchar, conocer a cada uno de los hombres con los que trabaja y tener confianza son aspectos fundamentales para Obando a la hora de emprender una nueva misión. Esto se ve reflejado en las 152 felicitaciones y 6 condecoraciones obtenidas como reconocimiento a su intachable labor. Las inclemencias de la guerra han tocado las puertas de su casa, pero a pesar de ello el sargento Obando, un héroe valiente y fuerte, perdona con nobleza a quienes con sus acciones hieren a familias como la de él. Con lágrimas y la voz entrecortada recuerda otro de los sucesos difíciles de su vida. En el año 2004 un grupo ilegal cruelmente decapitó a su tía por no dejarse extorsionar y la despojó de todas sus pertenencias. Hoy, luego de la pérdida de sus seres queridos, los recuerda con alegría en cada operación que realiza, pues siente que lo acompañan, lo protegen y desde el cielo le dan fortaleza para continuar haciendo una de las cosas que más ama en la vida: ser un soldado del Ejército Nacional.

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Soldado Profesional Integral Campeón de las Olimpiadas Fuerzas Comando por dos años consecutivos

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l Soldado Profesional Wismar Wbeimar Lucumí Plata fue galardonado en la noche de los héroes como el mejor soldado profesional del Ejército Nacional, es una persona muy sencilla y humilde, su pasión por lo que hace como soldado profesional es notable, su estado físico hace parte de su disciplina diaria y su familia es su motor de vida. El soldado cuenta que el apellido Lucumí viene del Cauca de Puerto Tejada, este apellido es originario del África de la tribu Yorua y significa “saludo a mi amigo”. Es nacido en Bogotá pero criado en el Cauca, en Puerto Tejado, su gusto por las Fuerzas Militares lo tiene desde niño, por eso ingresó al Ejército prestando el

servicio militar en el Batallón de Infantería n.° 41 General Rafael Reyes Prieto en Cimitarra Santander, posteriormente en 1999 ingresó como soldado voluntario y vivió una transición a soldado profesional en el 2003, estuvo 4 años y medio en el Batallón de Contraguerrillas n.° 30 Centauros del llano, y fue allí donde uno de sus comandantes, vió las capacidades con que cuenta el soldado Lucumí y lo postuló para integrar el Batallón de Comandos, que para la época estaba iniciando; logró ingresar y estuvo cerca de 9 años, en ese periodo de tiempo participó de varias operaciones de nivel estratégico. En su recorrido militar llega a la agrupación de Fuerzas Especiales Ur-


banas, donde por su destacado trabajo es seleccionado para integrar el Equipo de Fuerzas Comando que participa en las Olimpiadas Fuerzas Comando, evento que integra pruebas físicas y técnicas militares enfocadas en la lucha contra el terrorismo, en la que participan países latinoamericanos de norte, centro y suramerica. Las olimpiadas esta conformadas por 17 pruebas donde participan tiradores de alta precisión, de asalto urbano y pruebas combinadas, también se realizan ejercicios de tiro de campo, tiro nocturno, asecho, blancos en movimiento y oportunidad, tareas críticas y precisiones de pistola y fusil en diferentes posiciones y diferentes distancias, así mismo participan de las pistas de estrés nocturna y la pista de estrés diurna, marcha de 20 kilómetros, natación, trote y polígono de 800 metros; cada prueba tiene una puntuación y el equipo con mayor puntuación es el ganador. El soldado Lucumí durante dos años consecutivos ha logrado con su

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equipo ser campeón, ahora se prepara para continuar en el equipo que el próximo año ratificará su primer puesto en Perú 2016. “Gracias a Dios, he aprendido mucho, he conocido gran parte del territorio nacional, y he aportado mi granito de arena para garantizar la seguridad nacional, he forjado grandes amistades y es porque uno convive más con sus lanzas que con su propia familia, entonces cuando un compañero es herido o pierde la vida en cumplimiento del deber, realmente es muy difícil, es tremendo y esos eventos lo marcan a uno, pero también está en la fortaleza mental superarlos”, comenta el soldado. Con 40 años de vida, 18 de estos en el Ejército, para el soldado Lucumí es un orgullo ser militar y el primer soldado en la historia que ha pertenecido al Equipo Fuerzas Comando, dice que ha tenido la oportunidad de conocer otros países pero no cambia a Colombia por nada del mundo.

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Vida y Obra

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ualberto Chaparro Chaparro se vinculó a las Fuerzas Militares en el año 1990. Empezó a trabajar con la Dirección de Finanzas y oficina de Planeación del Ministerio de Defensa, conociendo las necesidades en los temas presupuestales y financieros que tienen las Fuerzas. Desde ese entonces, ha tenido que ver con el Ministerio de Hacienda en virtud a los recursos que requieren las Fuerzas Militares y Policía para su adecuado funcionamiento. Pero fue en el 2003 donde empezó a trabajar directamente con el Ejército Nacional, donde maneja el presupuesto de 7 billones para que la Institución funcione correctamente en todos los niveles.

En este momento es parte de la Jefatura Financiera, en donde aparte de laborar en esta dependencia, también asesora directamente al comandante del Ejército, y al segundo comandante y jefe de Estado Mayor en los temas presupuestales y financieros. Durante estos años, ha gestionado para conseguir recursos de la mejor forma, adelantando procesos ante el Ministerio de Hacienda en el Departamento Nacional de Planeación y maximizar los recursos. También realiza costeos (cuánto cuesta algo) en corto, mediano y largo plazo. Aunque tiene una amplia experiencia y trayectoria, con humildad dice ser un eslabón más que aporta los pequeños conocimientos que tiene para beneficio de la Fuerza, “es más lo que la Institución me ha aportado que al revés”.

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Con armadura de héroe

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16 “El Ejército es parte de mi vida, cuando ingresé yo decía: esto falta una gran cantidad de tiempo y pensaba que a los 20 años me retiraba pero pasó el tiempo y llevo 37 años y es para mí un sentimiento que me liga totalmente con la Institución”. Con orgullo y un poco de nostalgia, recuerda cuando solo habían terminales de computadores en las dependencias de informática y que con las únicas herramientas tecnológicas que contaban, eran las calculadoras y las máquinas de escribir manuales. “A mí me tocó realizar operaciones en máquinas de manivela. Si la operación era 50 x 20, tocaba darle 20 cabrillazos para que saliera el resultado”. Habla de las máquinas Underwall como si fueran ayer, como si todos las conociéramos. Estas máquinas eran donde se escribían la constitución de la reserva presupuestal, eran unos formatos, unas sábanas muy anchas que enviaban el Ministerio de Hacienda para sus reportes. En diciembre y enero, dice él, tocaba trasnochar todos los días. “Pero hoy en día todo es en computador, todo es más fácil”. Según Chaparro, los cambios no se dieron en las comunicaciones e informática, sino también en el campo operacional. Solo por darnos un ejemplo recuerda que a mediados del año 2000, se comenzó a trabajar todo el tema de costeo de unidades móviles, pasando de unidades territoriales a móviles y con otra serie de unidades para cortar comunicaciones de grupos armados ilegales. Estas después serían reconocidas como las nuevas Brigadas Móviles y Batallones de Alta Montaña de la época. Posteriormente, la aviación del Ejército, fue otro de los retos que en el campo financiero y presupuestal, pusieron a prueba todas sus experiencias como gran servidor a esta Institución. “Se han adquirido las plataformas de inteligencia

para luchar contra los grupos al margen de la ley, y yo fui parte de esos cambio”. Para mí, la parte humana, el entrenamiento y la doctrina han cambiado la forma de pensar de los hombres”. Recuerda como se vio a partir del año 2000 con el crecimiento del pie de fuerza, donde dice que creció en 100.000 hombres del año 2002 hasta hoy en día. Para don Gualberto, que le llegue todo al soldado que esta allá en esa primera línea, es al que se le debe brindar de todo. Para esto hay personas militares y civiles que deben cumplir con desarrollo logístico: abastecimiento y transporte. Y otras que tienen que estar administrando recursos: como se redistribuye con las dificultades que se presentan. “Los civiles estamos ahí en la interrelación con militares para gestionar recursos para que ese soldado cumpla con la misión en la primera línea”. Y así habla, con mucho sentido de pertenencia y cariño de la Institución, que es su segunda familia. Por eso, su familia está toda comprometida con la Institución. Su esposa, Gloria Fanny Chaparro Riaño aunque ingresó a la Fuerza Aérea y salió pensionada hace 6 años, trabaja en la Escuela Militar de Cadetes ´General José María Córdova’ en la parte presupuestal, su hijo, el subteniente administrativo Gualberto Andrés Chaparro Chaparro y su hija Fanny Julieth Chaparro Chaparro. “Yo ingresé en el año 78, por allá unos años después ingresó mi esposa. Y hace unos 2 años ingresó mi hijo como oficial del cuerpo administrativo, periodista de la División de Aviación de Ejército, casado y ya tenemos nietos. Cuando entró al Ejército le dije a mi hijo: nuestros soldados son lo más importante entonces cuando vea un soldado, ese soldado es un compañero suyo y merece todo el respeto y admiración”.


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Mujer Militar Destacada

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uertes, aguerridas, dedicadas e inteligentes, así son las mujeres que hacen parte del Ejército Nacional; en ellas se conjugan con precisión y excelencia su compromiso con la Institución, la familia el trabajo y la sociedad, todas en una sola. Las mujeres han jugado un rol determinante a lo largo de la historia del Ejército y a medida que transcurren los años, se ha vuelto un componente crucial, invaluable y esencial para el cumplimiento de la misión. En un principio se consideró que la presencia de la mujer en la Fuerza era solamente para asuntos administrativos, logísticos y tecnológicos; más no operativos. Sin embargo, con el pasar de los años y la creación de los cursos de arma, terminaron ellas por demostrar que cuentan con las mismas capacidades, cualidades y destrezas físicas para desempeñarse en área de combate.

Estas son las mujeres que conforman el Ejército de Colombia y es por ello que hoy se le hace un reconocimiento no solo a su rol de madre, esposa e hija; también al rol de trabajadora en cabeza de la señora sargento primero Esperanza Valdez Mendoza, única mujer suboficial del Arma de Comunicaciones en todo el país, tecnóloga con especialidad en electrónica y comunicaciones y estudios en ingeniería de telecomunicaciones. Durante su permanencia en la Institución, se ha destacado por ser competente en cualquier labor a fin a su especialidad y lo hace de la mejor manera. En su carrera militar se ha desempeñado en los cargos de Jefe de Laboratorio de Comunicaciones, Radio Operadora y como profesora de las áreas de matemáticas, sistemas y de Sistemas Aplicaciones y Productos en Procesamiento de Datos (SAP).

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Madre, esposa y militar La FUERZA… de una mujer

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18 Hablar de la sargento Esperanza Valdés, es recordar cuando toma la decisión de ingresar al Ejército Nacional, con tan solo 18 años edad, le manifiesta a su familia que quiere trabajar en la Institución como suboficial y apoyada por su padre; quien para ese entonces era militar en uso del buen retiro, empieza su camino por la vida militar en la Escuela de Suboficiales Sargento Inocencio Chincá en el años 1996. Dos años después de haberse graduado como suboficial, acredita estudios en electrónica y comunicaciones, siendo escalafonada en el Arma de Comunicaciones y desde ese momento hasta el día de hoy ha trabajado en el área de comunicación. Actualmente desarrolla todas las labores de informática, tecnología de las comunicaciones y lo relacionado con la programación y mantenimiento en la parte de sistemas; y cuando lo necesitan hace la parte de mantenimiento de los equipos de comunicación (radios, GPS, satelitales, scanner). ‘Mi trabajo es silencioso, hacemos muchas cosas que la gente no ve; somos como hormiguitas y en la parte de las comunicaciones somos el nervio de la guerra sin nosotros no existiría comunicación entre los comandantes y sus subalternos.’ La sargento durante su carrera ha recibido las medallas Profesor Militar, Manuel Murillo Toro y la de los 15 años de servicio.

Un giro sustancial

El sueño de hacer parte del Ejército ya estaba cumplido y fue precisamente en esas filas donde encontró el amor. “Mi esposo es oficial. Me lo presentaron y de ahí para acá nos hicimos amigos, hubo química”. De ese primer encuentro llegó el matrimonio y con él llegaron los hijos, que hoy tienen 13, 10 y 8 años. Ella ve cómo algunas de sus compañeras se van retirando; sin embargo su sueño es llegar a ser sargento mayor de comando, por eso continúa trabajando con el mismo amor y entusiasmo que tenía cuando ingre-

só a la Escuela de Suboficiales; en ese ir y venir un día recibe una llamada donde le comunican que ha sido galardonada como la Mujer Militar Destacada. Ella dijo “no lo puedo creer Dios mío... santo cielo”, recuerda con una gran sonrisa que refleja su felicidad y agrega “pensé este es un paso más para mi meta de llegar a ser sargento mayor de comando” y continua “mi esposo dijo que me lo merecía y me felicitó al igual que mis hijos que se sienten muy orgullosos de los logros de su mamá. Ha sido difícil pero es una carrera que con el tiempo uno va viendo la satisfacción; mi familia es el motor que todos los días me anima a seguir adelante y siempre me alienta con palabras como - tú eres la mejor-”. “Mi esposo cómo militar ha sido un gran apoyo para el desarrollo de mi trabajo, en el quehacer como mujer y como madre; él siempre me ha animado para que cumpla mi sueño y me dice -vuela como las águilas-”. Y algo de nostalgia dice que una vez terminar la etapa militar, el proyecto a nivel personal es tener una fundación para poder rehabilitar, niños y adolescentes de la drogadicción y sacarlos de las calles. Y les deja un mensaje claro a todos los hombres y mujeres que integran el Ejército Nacional al cual define como una de las mejores instituciones del país; “Hay que seguirse preparando, estudiando y estar a la vanguardia de la tecnología para llegar a ser pioneros en el área de las comunicaciones”. “Estoy convencida de que es una profesión integral, que permite trabajar con la gente, ayudarla, enseñar e investigar. Ambas cosas pueden ir muy de la mano. Se complementan”. Eso sí agrega, todo con la presencia de Dios, y al pedirle que se defina en una frase su rostro se transforma y con la confianza de quien está preparada para cualquier cosa dice con voz firme “todo lo puedo en cristo que me fortalece”.


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Mejor

compañero

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l sargento segundo José Armando Martínez Nausan oriundo de Chivatá, Boyacá, con alma de campesino y corazón noble, heredó orgullosamente de sus padres el amor por el trabajo y la constancia en lo que se emprende. Su madre Nohemí Nausan Puerto y su esposa, Florelia González Garcés, son los pilares fundamentales en su vida y respaldo incondicional en su profesión. Como buen boyacense se siente orgulloso de Nairo Quintana, gloria del ciclismo colombiano, quien influyó en el deporte que practica: la bicicleta de ruta. No perdona el sancocho de gallina, ni las vacaciones en su `tierrita´. Es sencillamente feliz.

Ganador del premio en la Categoría `Mejor Compañero´, es un héroe al que lo inspira el amor incondicional por su familia y por el Ejército Nacional “a donde me designen a trabajar, me llenaré de gloria”, así lo expresa este militar que lleva 16 años en la Fuerza y que está dispuesto a servir a quien lo necesite sin reservas. Hoy en día es orgánico del Batallón de Entrenamiento y Reentrenamiento de Aviación, Betra de la División de Aviación Asalto Aéreo. Es disciplinado, respetuoso y puntual. Lo conmueve la indolencia y lo seduce la bondad hacia el prójimo, es un líder que enaltece los principios y valores en todas sus actuaciones.

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Generosidad sin límites

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20 Desde sus inicios en la ciudad de Tunja, Boyacá, como soldado regular se propuso ser un militar de honor y por todas las unidades que ha pasado, ha querido dejar un legado de compañerismo y solidaridad. “En el año 2004 llegué al Batallón de Contraguerrilla nº. 12 en Larandia, Caquetá, fui asignado como comandante de escuadra. Me llamó la atención que un soldado regular que estaba allí no sabía leer, ni escribir, ese día me comprometí a enseñarle. Diariamente en los ratos libres escribía con él un versículo de la Biblia, recuerdo que fue un alumno aventajado, no solo aprendió a leer, también a sumar, restar y multiplicar. Comprendí que todos tenemos las mismas capacidades, pero no siempre las mismas oportunidades”, expresa el sargento Martínez. Desde ese entonces le apasiona la academia, actividad que realiza hoy en día en el Betra. La cátedra que dicta es el curso de `15 series UH-60 Black Hawk´,

tarea que cumple con total compromiso. Es `cuchilla 100%´ porque considera que la responsabilidad es enorme cuando se trata de trabajar con seres humanos y no puede haber margen de error´. El mantenimiento de los helicópteros es muy riguroso, a pesar de que pasan por varios filtros y se realizan pruebas en tierra, no se puede salir de la línea. Durante su carrera militar ha realizado diferentes cursos: Básico de Combate, Contraguerrillas, Primer y Segundo Nivel de Escolta, Operaciones Libres, Mantenimiento de helicópteros, 15 Series UH-60 Black Hawk y Reparador General de Helicóptero UH-60. Recibe este premio con una gran alegría, como una bendición de Dios, el regalo más hermoso. Un reconocimiento que le da la vida por su constancia y amor a su amada Institución, la que todos los días lo ha llenado de ¡gloria por donde quiera que va!



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Actividades

de Inteligencia Héroes Anónimos

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a retoma del oriente antioqueño era el plan de grupos armados al margen de la ley ubicados en la zona regional, las operaciones de control de área registradas por las tropas del Ejército Nacional en la zona, lograron neutralizar importantes actos violetos en contra de la población civil y las tropas. La Operación ‘Omega’ con información de una red de inteligencia, logró la captura del segundo al mando del frente ‘Mario Vélez’ de las Farc y dos integrantes de su anillo de seguridad, incautando importante material de guerra con el que pensaban irrumpir la tranquilidad de los habitantes de San Francisco, Antioquia, considerado hoy un municipio libre de sospecha de minas antipersonal y artefactos explosivos.

El capitán *Pérez recuerda cómo hace 14 años inició su carrera militar con la convicción de brindar un mejor país para todos los colombianos, 10 años en el Arma de Inteligencia le han permitido percibir de una manera especial el conflicto armado en Colombia. El planeamiento de las operaciones está a cargo de un grupo de militares capacitados en toma de decisiones fundamentadas en la información que es adquirida con meses de arduo trabajo, sacrificio y lucha. Para llevar a cabo una misión en esta especialidad es necesaria una entrega total de tiempo, paciencia, perseverancia y trabajo en equipo, pues el cumplimiento de esta clase de operaciones encubiertas hace que a veces ni sus familias sepan dónde se encuentran, qué hacen, ni cuán-


do volverán a reunirse con ellos, todo por brindar seguridad a las regiones y a los colombianos que más lo necesitan. Los riesgos son inminentes, trabajar como agente de inteligencia no es fácil. El capitán y sus hombres tienen en la mente que la rutina es prohibida, las medidas de seguridad nunca pueden quedar en segundo plano. Es así como el capitán *Pérez ha sido partícipe de importantes operaciones que diezmaron el actuar de los violentos. Capturas de miembros de grupos armados ilegales son la satisfacción de este héroe de la patria que ha conseguido aportar con información grandes golpes a los enemigos de la paz. Este tipo de operaciones encubiertas no serían posibles sin el esfuerzo mancomunado de expertos héroes. Es por esto que el capitán no actúa solo, siempre a su lado se encuentran los héroes más preparados en la especialidad. Por esto, el sargento segundo *Díaz cumple la labor fundamental de evaluar y analizar la información de inteligencia y en el momento en que se determina que esta es confiable, procede al planeamiento de la misión que contrarrestará el actuar de los grupos ilegales. Estos héroes anónimos llevan 14 años de servicio en el Ejército Nacional, los dos han tenido en sus familias un ejemplo de mística, disciplina y gallardía que les permite fortalecer el amor de servir a la patria. Sus familias conformadas por esposas, hijos, madres, son la fortaleza de estos guerreros de la patria que una vez juraron ante la bandera ondeante tricolor servir a su patria hasta morir por defenderla. Otro valiente es el soldado profesional *Casallas. Nacido en Peque, Antioquia. Ingresó como soldado regular en Briceño, Antioquia y posteriormente se convirtió en soldado profesional en Yarumal. Luego de pasar por Nilo en Cun-

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dinamarca y Calamar, Guaviare, fue escogido para el área de inteligencia por su capacidad en las comunicaciones, donde comenzó a desarrollar diferentes misiones de esta especialidad. Con el tiempo, logró hacer el curso de inteligencia militar. En su vida militar, recuerda algunas anécdotas, pero hay una que lo marcó para siempre. En el 2009, cuando se encontraba en el Guaviare, su patrulla sufrió una emboscada en donde perdió a seis de sus compañeros, es por eso que su compromiso por la patria, siempre lo ha llevado en su corazón para interpretar los roles que le asignan cuando está en una misión encubierta. Fue premiado por un trabajo especial operacional importante entre el Meta y Guaviare. Logró infiltrarse en un grupo guerrillero, se ganó su confianza. Era el que los trasportaba y con los días terminó viviendo en el campamento de ellos. Llevaba unas semanas y montó un operativo que los capturó. “En el área se debe ser muy profesional y muy tranquilo, no se debe mostrar miedo. El perfil debe ser muy discreto y sereno. Cuando se está cumpliendo una misión se debe tener una absoluta concentración. Se debe saber actuar en el área para no ser descubierto, si eso pasa te desaparecen”. Este valiente héroe, ha trabajado con la Red de Aliados en muchos lugares del país y actualmente se desempeña en el área de comunicaciones donde coordina información a través de los radios. El anhelo de estos héroes anónimos es seguir preparándose para los nuevos retos del Ejército Nacional. En ánimo de lucha para conseguir una Colombia en paz nunca dejará a estos gallardos hombres que con su trabajo dedicado, preciso y contundente seguirán desarrollando importantes misiones. *Sus nombres han sido cambiados por seguridad

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Mejor Agente de Contrainteligencia Héroes con ojos vigilantes

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uspicacia, valor y sagacidad, son algunas de las cualidades que distinguen a los integrantes de Contrainteligencia Militar, quienes logran evitar que el enemigo obtenga información secreta, clasificada o sensible que atente contra la estabilidad institucional. Su misión es desinformar, vigilar cuidadosamente a esas personas sospechosas del espionaje, para ver lo que saben, a dónde van y con quién hablan. Así son ellos, sigilosos hombres y mujeres que hacen parte de esta Arma. Es por eso, que resaltamos el trabajo que realiza en esa área el sargento primero * Cristian, claro ejemplo de aquellos hombres que, sin importar las condiciones del clima y la distancia que

lo separa de su familia y seres queridos, lo entregan todo por la Institución. El sargento se siente orgulloso de su descendencia paisa, del trabajo que realiza y de la decisión que tomó en 1995, cuando luego de terminar su bachillerato, ingresó a la Escuela de Suboficiales ‘Sargento Inocencio Chincá’, para formarse como suboficial del Ejército Nacional. Con gran emoción cuenta que para aquel entonces, su familia estaba conformada por sus padres y dos hermanos, quienes siempre lo apoyaron y animaron para que no desistiera de sus sueños. Con éxito terminó su formación y cuando se le dio la oportunidad de seleccionar el arma, él, sin dudarlo, escogió ‘Inteligencia Militar’, en la cual ha


sobresalido por el desarrollo oportuno y amplio de las operaciones de contrainteligencia, demostrando experiencia, sentido de pertenencia y deseos de acertar en todas y cada una de las labores que realiza, coadyuvando al cumplimiento de la misión asignada en beneficio de la Institución. Por sus condiciones personales y morales, siempre ha sido un ejemplo como hijo, hermano, padre y militar íntegro, capaz de sortear con éxito todos los retos que le impone la silenciosa labor de contrainteligencia militar, encaminada a preservar la integridad de la Fuerza y proyectar la imagen institucional. Muchas veces su vida ha estado en peligro, pero no ha sido un impedimento para continuar realizando su labor. En

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una oportunidad, estando en una operación militar en Arauca no solo vivió la pérdida de uno de sus compañeros, sino que dos más quedaron heridos, tras el accionar de una mina que había sido ubicada en una de las vías del departamento. El sargento cuenta que en ese momento todo fue caos y angustia, pero es cuando se debe tener la cabeza fría y la mente en la misión para poder salir a delante y con la voz entrecortada, concluye: “hay que ser fuertes y valientes”. Este hombre valiente y aguerrido es un ejemplo de militar intachable que con entrega y compromiso realiza su trabajo en busca del bienestar de todos los colombianos. Él es un héroe que, orgulloso de su Institución, se viste de honor.

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*Su nombre ha sido cambiado por seguridad

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Evacuaciones Aeromédicas Desde el cielo salvando vidas

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escender a más de 26 metros de altura de un helicóptero a través de una cuerda en la que pende la vida, algunas veces en medio del fuego cruzado y desafiando la agreste vegetación, es una de las maniobras que con pericia y valor realizan los hombres de la Compañía de Búsqueda y Rescate en Combate C-SAR, orgánica del Batallón de Operaciones Especiales de Aviación del Ejército Nacional, que cuenta con 15 años de existencia y más de 13.000 evacuaciones efectuadas en el país. El cabo primero John Divier Ortíz Taborda y los soldados profesionales Daniel Manzanares Posada y Abel Antonio Silva López, están comprometidos con la labor que realizan y por ello fueron seleccionados entre 80 militares que in-

tegran la Compañía por su sobresaliente trabajo en la tarea de rescatar vidas. Estos militares tienen la responsabilidad de planear, coordinar y ejecutar las misiones de Aviación necesarias para garantizar la supervivencia de los miembros de la Fuerza Pública. Así mismo, realizan acciones de salvamento, evacuación, asistencia humanitaria, asesoría y apoyo en situaciones de desastre tanto a las propias tropas como a quien lo necesite. Son hombres guerreros que “desde el cielo cuidan a las tropas para que en tierra no pierdan la fe”, aman lo que hacen y cuentan con una amplia formación táctica y militar. Sus capacidades les permiten desarrollar el trabajo en todos los entornos operacionales: selva, montaña, aguas abiertas y hasta en áreas urbanas.


Un estilo de vida del cual se sienten orgullosos porque día a día se entrenan en diferentes técnicas de rescate: Inserción y Extracción, Vestido Aéreo de Rescate (ARV), Paquete Especial (SPEC PAK), Estabilización Táctica Operacional de Cuerpos en el Aire (Stabo), Triángulo de Rescate, Extricación Aeronáutica o Vehicular, Rapell, Sistema de Inserción o Extracción por Soga Rápida (Fries), Lanzamiento de Helicóptero, (HELO CAST), Escalera Colgante (Caving Ladder), Grúa de Rescate (Rescue Hoist), y Sistema de Ex-filtración e Infiltración de Patrullas Especiales, (Spies), con el fin de cumplir exitosamente la tarea encomendada. Como en la historia de `Las mil y una noche´ recuerdan muchas anécdotas, especialmente una en que se encontraban en Larandia, Caquetá, evacuando un soldado herido, la aeronave en que se transportaban arribó al lugar, pero infortunadamente el piloto fue herido en un brazo y los acompañantes que iban en la misión vivieron momentos de pánico y angustia indescriptibles; gracias a Dios lograron salir ilesos de la zona en que se encontraban y estabilizar al paciente. Tampoco olvidan el rescate de una niña en Puerto Rico, Meta, que se había

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quemado su cuerpo con agua caliente, a pesar de la gravedad de la paciente, le prestaron los primeros auxilios y la trasladaron rápidamente a Florencia, Caquetá, donde recibió asistencia médica y logró sobrevivir. Este grupo de militares expertos en evacuaciones tácticas de víctimas desde plataformas aéreas, terrestres y fluviales con asistencia pre-hospitalaria, (Tacevac), están preparados como Enfermeros de Combate y Rescatistas. Es así como se entrenan diariamente en maniobras, canalización, manejo de equipos y desarrollo de habilidades y afirman que para desempeñar esta labor se necesita de mucha vocación y un alto sentido de servicio hacia los demás “debemos ser integrales principalmente ser mejores personas y estar dispuestos a asistir con el corazón a quienes lo necesitan”, asegura el cabo Ortíz. Consideran que ser héroe es entregar todo de sí para ayudar al otro. De héroes está hecho el Ejército y la misión es cumplirla con eficiencia y excelencia, respetando los derechos humanos y como dice su lema “para que otros puedan vivir”.

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Todas las frecuencias del mundo - en casa


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Actos de Valor Militares que están hechos con corazones valientes

Capitán Marco Molina Si hablamos de quién es el capitán Marco Molina y de dónde viene, podemos comenzar por mencionar quién era su padre, el señor Marco Antonio Molina. Fue soldado, siempre quiso que uno de sus hijos llegara a ser militar, y por eso,

a este capitán siempre le ha gustado la vida marcial.

Su operación más destacada… “Fueron 12 días de sacrificio y mucho sudor para lograr una excelente infiltración debido a que el sector donde nos encontrábamos era muy complicado, primero porque estaba muy poblado, lastimosamente sus habitantes eran afectos a los grupos al margen de la ley, en un sector tan difícil donde las tropas de la Brigada Móvil n° 25 y del Batallón Rifles no habían podido llegar a ese punto en ocasiones anteriores. Las unidades que intentaban llegar a ese objetivo siempre las detectaban, los milicianos le infor-

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uchas son las historias que podríamos destacar sobre el centenar de experiencias por las que tienen que pasar los hombres del Ejército Nacional, pero en esta ocasión enfatizaremos las que cuentan la vida del capitán Marco Molina y el cabo segundo Raúl Espitia y por qué ellos están hechos de corazones valientes.

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30 maban a sus cabecillas de la presencia de las tropas y la operación se perdía” agregó el oficial. Cuenta el día 11 de septiembre de 2015, gracias a Dios con la infiltración de los soldados de la Brigada Móvil N° 25, llegaron a la vereda ‘El Tesorito’ del municipio de Tarazá, Antioquia, a un campamento de la guerrilla, el cual era muy complicado acceder. “Durante el avance, no se contaba con que íbamos a encontrar otra estructura del ELN por la que fuimos hostigados desde una parte alta del terreno, nos disparaban de todas partes, yo me encontraba con mi unidad en una cañada, lastimosamente fui herido en mi antebrazo izquierdo por impacto de fusil”, expresó Molina. La unidad en términos generales consiguió buenos resultados porque el oficial logró retomar el control de la Compañía Cronox, reorganizó a todos sus hombres, siempre mantuvo la calma, pero ante todo la fuerza, a pesar de estar herido.

La hazaña del cabo segundo Raúl Espitia El cabo segundo Raúl Espitia, recuerda haber tenido una infancia un poco difícil debido a que su padre fue asesinado por la guerrilla de las Farc cuando tan solo le faltaban dos días para nacer, esto sucedió en San Vicente del Caguán, Caquetá, en el año de 1986, es así como a su progenitora le tocó luchar muy duro para poder sostener a todos sus hermanos. Con el pasar del tiempo, algo injusto, la vida le pasó factura de cobro a la señora Espitia, pues con tanto trasnocho por su trabajo, ella contrajo cáncer de hígado, 13 años después falleció por la misma enfermedad.

Dentro de los grandes logros del cabo segundo, se destaca la captura de alias Leandro, el cabecilla principal de la Compañía de Finanzas ‘Libardo Rojas’, del frente 21 de las Farc. Según informaciones de inteligencia se sabía que este guerrillero se encontraba con la radista y sus cuatro escoltas en una vivienda ubicada en zona rural del municipio de ‘Río Blanco’, Tolima, en la vereda ‘El Recreo’, en total su comisión comprendía 18 guerrilleros, todos lo acompañaban y a su vez permanecían divididos en grupos; mientras sembraban el miedo coordinaban y realizaban cobro de extorsiones a los habitantes de la región. Se decidió lanzar la operación un día lunes en la madrugada, día en el que siempre llegan al municipio la mayoría de los recolectores de café; el grupo especial, comprendido por el suboficial Espitia y cinco de sus mejores soldados, debía aprovechar esta actividad y hacerse pasar por campesinos de la región, con el argumento de que ellos también se dirigían a las diferentes veredas del municipio para trabajar durante toda la semana sin despertar sospecha alguna. La operación se desarrolló el día 16 de abril de 2015, “Nosotros nos vestimos de cafeteros, como en ese tiempo estaban las cosechas de café, yo entré con cinco soldados en motos con la fachada de que supuestamente íbamos a recolectar café”. “El éxito de la operación se centró en que no hubo necesidad de disparar ni un solo cartucho, ellos quisieron salir a correr pero ya los teníamos bien rodeados, y aparte de todo los escoltas perimétricos cuando vinieron a reaccionar fue tarde, se dieron cuenta de todo ya cuando había llegado el helicóptero a sacar a alias Leandro y a nosotros también”, narró Espitia.


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Operaciones de Combate Irregular

Fue gracias a la información brindada y al apoyo recibido por la población civil que pudimos desmantelar esta banda criminal que pretendía expandirse por toda la región del Bajo Patía y controlar el ilícito del narcotráfico en la zona”, capitán Rubén Corzo, comandante del destacamento especial que realizó la operación ‘Atlas’. Por más de seis años, los habitantes de municipios como Policarpa, Cumbitara, Sotomayor y corregimientos aledaños de Santa Rosa y el Bajo Patía, en el departamento de Nariño, fueron víctimas de los vejámenes de alias El Cholo, cabecilla principal de una banda criminal al servicio del narcotráfico que había establecido su guarida en este sector del país.

Todo comenzó en 2011, cuando tropas del Batallón de Infantería n. °9 ‘Batalla de Boyacá’ lograron capturar a este individuo, quien en una hábil maniobra jurídica logra rápidamente su libertad. Tres años después, en noviembre de 2014, tras manejar un bajo perfil delincuencial, alias El Cholo sale nuevamente de la clandestinidad para arremeter contra la población civil y llevar a cabo sus planes criminales. En esta ocasión, conforma un grupo de 15 individuos en armas que pronto sería desmantelado por tropas del Ejército Nacional.

Inicio de la operación ‘Atlas’

Para el 18 de julio, inteligencia militar estableció el punto exacto donde se ubicaba el enemigo, la maniobra con-

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696 horas de acecho militar que dieron fin a la banda criminal de alias El Cholo en el departamento de Nariño

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32 sistía en incursionar por tres sectores geográficos distintos que, posiblemente, servían como rutas de acceso y escape para los bandidos, de esta forma serían cercados y no tendrían oportunidad de escapar. Dando inicio a una seguidilla de golpes que marcarían el principio del fin de alias El Cholo. La noche del 27 de julio, producto del estrecho seguimiento, al ahora reducido grupo, obtiene tres capturas más, para un total de siete individuos neutralizados en un lapso de 224 horas desde el primer contacto con el enemigo. Dos días después, gracias a la interceptación de una comunicación entre alias El Cholo y uno de sus subordinados, se logra capturar otro individuo que pretendía ingresar alimentos hasta el lugar donde se encontraba replegado el reducto delincuencial, obteniendo además la incautación de un revolver calibre 38 milímetros y una motocicleta de alto cilindraje que hacía parte de la logística criminal del enemigo. Los habitantes de los municipios y veredas circunvecinas, al evidenciar la contundente ofensiva que había iniciado el Ejército Nacional contra el delincuente, toman la decisión de apoyar, brindando información que ayudó con la captura del máximo cabecilla de la banda. Es así como el cuatro de agosto la población civil informa del movimiento de individuos armados que se dirigen hacia una mina de oro, donde presuntamente intentarían secuestrar y extorsionar a su propietario. Con esta información, “nos dirigimos hacia la mina para evitar el secuestro”. La madrugada del seis de agosto irrumpen abruptamente en el lugar, intentando llevarse contra su voluntad al propietario de la mina, quien se negó y como consecuencia recibió dos disparos en su humanidad dejándolo herido de gravedad. Habiendo ocurrido los hechos, las tropas se vieron obligadas a reaccionar de forma inmediata, iniciando un combate de encuentro que desencadenó en

la muerte en desarrollo de operaciones militares de dos integrantes de la banda y la incautación de dos fusiles de asalto y abundante material de guerra e intendencia. Con diez hombres neutralizados y la deserción de otros doce quienes, según labores de inteligencia militar, abandonaron la estructura por temor a correr con la misma suerte de sus compañeros, la banda criminal de alias El Cholo ya estaba reducida a solo tres individuos.

Final del imperio del terror

Prevenidos de la posible intención de escape, se inicia un plan candado en todas las vías de escape, dando con la ubicación de un automóvil campero que al intentar ser detenido por los efectivos militares para una requisa, son recibidos a disparos provenientes del interior, siendo repelidos rápidamente por la tropa, que en una ágil maniobra logra neutralizar en desarrollo del fuego cruzado a dos de los ocupantes del automotor, siendo identificados posteriormente como alias Johnson y alias El loco, escoltas personales de alias El cholo, quien logra escapar del sitio gravemente herido a la altura del abdomen y el omoplato. Sorprendidos por la suerte con la que contaba el bandido, los efectivos militares inician un rastreo apoyados por unidades caninas que luego de siete días de búsqueda logran ubicar el cuerpo de alias El cholo, quien muere solitario producto de las heridas en un paraje boscoso de las montañas del departamento de Nariño, luego de 696 horas de implacable búsqueda militar. El 16 de agosto de 2015 el imperio del terror, que había forjado este criminal, llegó a su final gracias al compromiso de los soldados del Ejército Nacional y al vital apoyo de la comunidad que una vez más pudo ratificar el compromiso de la tropa, con la seguridad de la población civil.


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Enfermero de Combate

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cho vidas salvadas por un joven de tan solo 20 años de edad que debutaba como enfermero de combate. Wilson Jiménez Rivas lleva 10 meses como soldado profesional del Ejército Nacional; cuando se le ve tan joven con su boina del Batallón de Combate Terrestre n°. 157, nadie podría imaginarse lo que a sus 20 años el soldado Wilson Jiménez ya ha experimentado en el área de combate y, menos aún, que es el gestor de que hoy ocho de nuestros héroes continúen con vida luego de un crudo ataque por parte de las Farc. “Fue una vocación desde niño, uno mira al soldado y dice: yo quiero ser soldado cuando grande”. Con esas palabras resume la razón por la cual escogió per-

tenecer al Ejército Nacional, pese a que su mamá se oponía a esto. Y es que Wilson es el hijo menor, de cinco que tiene doña Nelly Rivas, el consentido, el que mantenía en la casa con ella, el que la acompañaba siempre. El cinco de abril de este año, sobre las once y media de la noche, mientras la Compañía desarrollaba operaciones militares en zona rural de la vereda La Marina, el frente 21 de las Farc los atacó desde un cerro; les descargaron una ametralladora, les lanzaron cinco granadas de mano y por la parte baja se metieron unos pisa suave. “En ese momento yo no sabía ni qué hacer, todos éramos nuevos. Se siente mucho miedo sentir como las balas le pasan a uno por el lado. Entonces empe-

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Cuando salvar vidas se lleva en el alma

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34 cé a acordarme de las prácticas en la Escuela de Enfermeros y hacer todo como lo había aprendido”. Eran ocho los compañeros que tenían en vilo su vida por el ataque terrorista de las Farc, ocho con los que hasta hacía unas horas habían compartido risas, temas de conversación y la comida. El panorama, como de una película bélica pero viviéndola en carne propia. Con la luz que daba la luna el Soldado Wilson Jiménez, como debutando en lo suyo y sin dejar un solo segundo de pedirle al Dios del cielo que lo ayudara, se debatió atendiendo lo mejor posible uno a uno de sus compañeros heridos de muerte hasta lograr estabilizarlos. Finalmente, sobre las dos de la mañana llegó El Ángel, el apoyo, evacuaron a los heridos y él no podía sentir otra emoción que la plena satisfacción del deber cumplido y por primera vez “Apenas arrancó el Ángel me tire al piso boca arriba y mientras lo veía irse comencé a llorar. No dejaba de darle gracias a Dios”. Afirma que necesita estar ocupado para evitar que se le vengan a la mente los

episodios de guerra que ha vivido. Pasa su tiempo libre documentándose más sobre temas de enfermería para mantener actualizado.Es hincha ferviente del Nacional, le encanta jugar futbol y practicar cómo hablaría desde un micrófono a toda una población, pues también sueña con ser locutor de las emisoras del Ejército. Y es que el soldado Jiménez tiene don de gentes y es un ser, por naturaleza, dado a los demás. “Cuando me dijeron que debía salir para recibir el galardón en la Noche de los Héroes, me puse muy feliz pero me dio sentimiento salir y dejar a mis cursos allá metidos sabiendo que les puede pasar algo y que yo no esté para ayudarlos”. En cada una de sus anécdotas siempre resalta que al estar atendiendo a los heridos añora ansiosamente que llegué El Ángel para evacuarlos, pero no se da cuenta que el ángel es él, quien les brinda los primeros auxilios y vela porque sus vidas se posterguen.

*El Ángel: aeronave destinada a las evacuaciones aeromédicas en el área de operaciones.



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Operaciones Antiextorsión y Secuestro Los verdaderos héroes están en Antioquia

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l gran problema del barrio Nariño, que ocupa un 50% de extensión en el municipio de Betulia, Antioquia, era la existencia de la banda Megateo la cual se dedicaba a los delitos de extorsión, desplazamiento forzado, homicidio y microtráfico, grupo ilegal quien tenía azotados a la mayoría de sus habitantes. Prácticamente, el barrio se encontraba diezmado, no había acción por parte de las autoridades locales sobre lo que estaba sucediendo, ya que allí, los bandidos situaban puntos de control tipo retén, para monopolizar la zona y así establecer horarios de entrada y salida para que nadie se diera cuenta de su actuar delictivo y con esto, se anticipaban a cualquier

actividad investigativa por parte de las autoridades. De acuerdo al personal de la Alcaldía y tras varios intentos fallidos por ejercer control sobre este sector del municipio de Betulia, la misma Alcaldía de esta región tomó la decisión de acudir al Gaula Ejército. Una vez recibida la información por parte del componente judicial CTI de la Fiscalía, adscrito al Gaula Militar Antioquia, se inician las diferentes labores de inteligencia e individualización, para dar con las respectivas capturas. La investigación se llevó a cabo por más de mes y medio con el fin de conocer el modus operandi del grupo y después de esto, realizar la operación. Día y noche, en diferentes horarios, corriendo el peligro de ser descubiertos, el personal de


inteligencia realizaba sus actividades de acuerdo al papel que personificaban. Los soldados profesionales de inteligencia debían realizar de manera quirúrgica su trabajo, porque sabían que al no ser habitantes del barrio Nariño, no iban a poder ingresar de manera fácil y para ello debían crear su mejor fachada y convertirse en actores para poder crear historias ficticias y lograr penetrar a la seguridad de la banda delincuencial. Hasta ese momento las cosas se iban dando como se esperaba, con esfuerzo y profesionalismo los actores logran identificar sus viviendas, puntos donde la banda se encontraba establecida, la ubicación de sus centinelas, campaneros (son jóvenes encubiertos que a través de llamadas a celular o mensajes vía whatsapp avisan de movimientos o visitas sospechosas en la localidad, ellos permanecen en ciertos puntos atravesando una vara de guadua y esto lo hacen a cambio de que sus jefes les suministren drogas). El personal de inteligencia inicia con las labores investigativas sobre las primeras informaciones, donde identifican los inmuebles, lugares donde esta banda permanecía, lográndose averiguar quiénes eran los cabecillas de esta organización. El paso a seguir fue la realización del planeamiento de la operación ‘Samuel 2’, donde cada funcionario de la Fiscalía y del Gaula reciben instrucciones y afinan detalles durante 48 horas sobre cuáles serían los puntos a golpear, para un total de 12 y que misión debería cumplir específicamente cada uno de los hombres, sin cometer el más mínimo error. Finalmente, llegó el día esperado, los miembros del CTI y del Gaula sobre las 11 de la noche iniciaron su desplazamiento motorizado, se tenía previsto que no duraría más de tres horas desde las

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instalaciones de la Cuarta Brigada ubicada en la ciudad de Medellín, hasta el municipio de Betulia. De repente, una hora después sobre el avance se recibe una comunicación del Grupo Goes de la Policía, quienes también hacían parte de esta operación, informando que uno de los miembros de esta banda realizó un homicidio en una discoteca del barrio Nariño. En ese momento, todos pensaron que la operación se iba a frenar, debido a que por el homicidio ingresó la Policía Nacional encargada de ese municipio. Se tomó la decisión de esperar durante dos horas para que se calmara la situación como tal, posteriormente a las cuatro de la mañana se reinicia la operación, el componente militar y judicial se organizaron, como también la entrada de vehículos a los distintos puntos, acordando interceptar las vías más importantes ya que se tenía claro por donde era que escapaban los bandidos cuando las autoridades entraban a su zona. De igual manera, se llegó al sitio exacto donde se encontraban los bandidos y exitosamente se logró la captura y la desarticulación de la banda Megateo. ‘Megateo’ era el cabecilla de la banda, también fueron capturados alias Pikachu, Sebastián y otro de sus miembros. Posteriormente, al terminar la operación ‘Samuel 2’, todos se dirigen hacia la ciudad de Medellín para realizar la respectiva judicialización, la cual hacía parte del ‘Clan Úsuga’. La población civil también quedó inmensamente agradecida, al igual que las entidades estatales, todos fueron felicitados y la comunidad antioqueña aplaudió al Ejército Nacional, incluso los familiares de los mismos delincuentes capturados quedaron agradecidos por llevarse de allí a la banda ya que era casi imposible vivir en tranquilidad.

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Operaciones Especiales Crónica: Génesis y ocaso del imperio del terror de alias Megateo

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l 21 de abril de 2006, tras el asesinato de siete militares y diez detectives del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en zona rural de Hacarí, Norte de Santander, los ojos de la inteligencia militar y las demás instituciones de seguridad del Estado se concentraron sobre los movimientos de un hombre. Alias Megateo, cabecilla de un reducto disidente autodenominado frente ‘Libardo Mora Toro’ del extinto Ejército Popular de Liberación. Pero todo cambiaría el pasado 18 de agosto cuando un selecto grupo conformado por cuatro comandos se infiltraron por más de seis días en la impenetrable fortaleza que había construido ‘Megateo’ en el corazón del Catatumbo, para dar inicio a lo que días después se convertiría en el golpe más importante de las

Fuerzas Militares en lo corrido del 2015. Esta es su historia.

Inicio de la operación ‘Acorazado’

Comandante del Grupo especial (Leónidas): Fuimos seleccionados bajo las más estrictas medidas de compartimentación, para adelantar lo que sería la oportunidad más efectiva de darle fin a los desmanes y abusos de alias Megateo. Para ese momento nuestros nombres tácticos eran: Leónidas (comandante del grupo), Caronte (segundo al mando del grupo), Oráculo (observador integrante del equipo tirador de alta precisión) y Céfiro (tirador de alta precisión); esa misma tarde fuimos insertados en la agreste geografía de la región. Montañas escarpadas, vegetación tupida y la constante vigilancia de la población, que bajo amenazas, debía informar sobre cualquier


movimiento sospechoso del bandido. Nos obligó a desplazarnos en total sigilo por la noche para no ser ubicados. Caronte: Me establecí en un punto estratégico desde el cual vigilaría una posible ruta de escape de los bandidos, desde ese lugar debía informar cualquier movimiento a Leónidas. Oráculo: Teníamos la certeza de que alias Megateo en cualquier momento aparecería en el lugar porque veíamos constante movimiento de sus escoltas, pero debía estar muy atento para no cometer ningún error, ¡Ese era mi trabajo, mi misión, evitar cualquier daño colateral entre la población! Céfiro: Al sexto día logramos ver por primera vez el objetivo; aproximándose las cinco de la tarde ‘Megateo’ salió de una pequeña vivienda civil por un lapso de diez segundos, pero ni el tiempo, ni el hecho de que estuviera rodeado por población civil me permitió hacer mi trabajo, de inmediato dimos aviso a Leónidas. Leónidas: Una vez Céfiro me informó de la situación, les di la orden de proceder tan pronto el objetivo diera silueta y fuese plenamente identificado, mientras iba preparando la comunicación con el comando superior. Céfiro: Luego del primer avistamiento, la adrenalina subió, Oráculo se puso alerta de cualquier movimiento, mientras tanto analizaba la escena, probablemente sería un impacto limpio a poco más de 150 metros de distancia, ya teníamos conocimiento de que en el lugar había población civil y todo lo que ocurriera de ahora en adelante debía ser muy calculado. Al día siguiente aumentó el patrullaje de los escoltas armados hasta los dientes. Desde las primeras horas de ese día Leónidas mantenía una constante comunicación con nosotros y con Caronte. Cuando el reloj intentaba marcar las 11:30 a.m., salieron la mayoría de los escoltas, abordaron sus motos, pero no iniciaban movimiento, era nuestra señal para estar alerta. Minutos después, apa-

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reció en la escena una silueta de difícil reconocimiento, al parecer era Megateo vestido con una chaqueta marrón y usaba una gorra que dificultaba verle el rostro. Al no poder diferenciar bien su cara acudí a Oráculo, a quien pregunté en dos ocasiones: “es o no es”, pero al ver que el desconocido elevó por una fracción de segundo la mirada pude identificarlo plenamente. Despejadas las dudas, asumí la posición de tiro y realicé el disparo, logrando impactar en el costado izquierdo del objetivo, iniciando la reacción de los escoltas hacia nosotros, que desconocían nuestra posición. Leónidas: Una vez escuché el primer disparo, inicié comunicación con el mando superior quien nos dijo que en 25 minutos estarían los helicópteros en el sitio con la Fuerza de Reacción Inmediata. Caronte: Recibí la orden de Leónidas de iniciar una maniobra de engaño, efectué unos disparos y de inmediato el fuego nutrido se dirigió hacia mí, pero gracias al factor sorpresa no pude ser ubicado, dándole otra oportunidad a Céfiro. Céfiro: Intenté buscar de nuevo a alias Megateo, pero este ya había emprendido su huida junto a uno de sus escoltas. El fuego enemigo no se detenía y tras ubicar a otro de los escoltas que estaba arremetiendo con un fusil punto 50 milímetros realicé un tercer disparo que dio en el objetivo. Leónidas: Exactamente transcurrieron 25 minutos desde el primer disparo hasta la llegada del apoyo aéreo, una vez desembarcada la Fuerza de Reacción Inmediata y un grupo de Comandos Jungla de la Policía Nacional, se inició el combate de encuentro contra los terroristas que aún se encontraban encubriendo la huida de ‘Megateo’. Sin embargo, tras dos días de intensa persecución no logramos dar con el paradero del individuo, pero ese día se logró marcar el punto divisorio en la carrera delincuencial y terrorista del que se autodenominada ‘El patrón de patrones’ en el Norte de Santander.

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Mando Control Comunicaciones y Sistemas Mando, control, comunicaciones y sistemas elemento primordial para obtener el éxito militar

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l escudo de Guayanés una zona ubicada al sur del país que comprende los departamentos de Guanía, Vichada, Vaupés, Guaviare y Caquetá es un lugar rico en biodiversidad por lo que es considerado reserva natural de Colombia. Sin importar la afectación a este ecosistema por la contaminación ambiental del suelo y del recurso hídrico y contaminación física por sedimentación, manos criminales se dedican a la minería ilegal a través de la extracción de oro, tugsteno y coltán, minerales considerados estratégicos por significar un recurso que aporta al desarrollo sostenible de la Nación. Mientras los frentes Acacio Medina, frente 16 ‘José Antonio Páez’ y la

compañía móvil Urias Rondón de las Farc se dedicaban a ejecutar este flagelo en la vertiente del río Inírida a la altura del corregimiento de Morichal, Pana Pana y Puerto Colombia, en el centro del país se planeaba una importante misión. Dadas las condiciones geográficas agrestes de Colombia y la gran extensión territorial, fueron imprescindibles las comunicaciones para garantizar el éxito de la maniobra militar, por lo tanto se convirtieron en una misión que solo debía asumir un selecto grupo de hombres de la Divisa Naranja, pertenecientes a la Brigada Especial de Comunicaciones y al Batallón de comunicaciones n. °2 ‘Héroes de Kumsong’.


Según las recomendaciones de los expertos como el capitán Edwin Orlando Leyton para enlazar la comunicación en esta operación conjunta, coordinada e interagencial se requería de equipos satelitales. Este oficial, un hombre con convicción militar acérrima y una dedicación incesante por capacitarse en los avances de su arma, se desempeña como el jefe de operaciones de su unidad táctica y desde el comienzo tuvo claro que estrategia aplicar para dar total garantía del funcionamiento de las comunicaciones, “en esta área no íbamos a tener la comunicación por VHF (Very High Frequency) porque es nula por las mismas distancias que se iban a cubrir y por las características topográficas, desde entonces se hizo necesario recurrir a los radios de comunicación satelital en interfaz con radios VHF”. Se programaron todos los equipos de tropa en tierra y equipos de las aeronaves de todas las Fuerzas, se sincronizaron los canales, coordinamos con el personal de la Armada Nacional, la Policía Nacional y la Fuerza Aérea cómo íbamos a hacer los enlaces, qué indicativos a emplear, el seguimiento satelital en tiempo real a las tropas en tierra y aire, todo enfocado a que siempre fluyera la comunicación en todos los niveles del mando”. El cabo tercero Jaime David Hurtado, oriundo del municipio de Santa Isabel, Tolima, un joven humilde que durante su niñez conoció de cerca el conflicto armado y siendo ésta una de sus motivaciones decidió portar con honor el uniforme como suboficial del Ejército Nacional. El cabo Hurtado luego de su paso por la Escuela Militar de Suboficiales, es asignado al Batallón de Comunicaciones n.°2 ‘Héroes de Kumsong’, lugar en el que afianzó sus conocimientos y hoy puede

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decir con orgullo que gracias a esto su desempeño en la operación ‘Anostomus’ fue fundamental al ejercer como instructor y radioperador de equipos de comunicación satelital para los componentes del Ejército y Armada Nacional, e ingresando como radioperador del componente de la Policía Nacional a todos los objetivos y teniendo muy claro que lo que se había planeado a nivel de comunicaciones se realizara milimétricamente. El soldado profesional Jorge Cuervo Castañeda un militar con diez años de experiencia en la Fuerza, quien desde muy joven luchó por convertirse en uniformado, es un hombre que no conoce límites para alcanzar sus metas. Lo caracteriza la humildad y alegría que denota en una constante sonrisa cuando recuerda cada hecho su vida, siendo cada uno de éstos, elementos trascendentes para ser lo que hoy es, un soldado de comunicaciones. Este excelente soldado profesional participó como operador de los componentes de la Policía Nacional encargados de ingresar a los puntos intervenidos contra la minería ilegal en los departamentos de Cauca , Nariño Vichada y Guainía. Gracias al trabajo consagrado y profesional de estos tres hombres, los aproximadamente 600 hombres comprometidos en la Operación, las 22 aeronaves que recorrieron a diario distancias de más de 700 kilómetros, los cuatro botes tipo Zodiak (dos botes de la Fuerza de Tarea Ares de la Fuerza Aérea Colombiana y dos botes de las Fuerzas Especiales del Caribe de la Armada Nacional), cuatro botes por los ríos Vichada y Segúa y un grupo de las Fuerzas Especiales del Ejército, el mando control comunicaciones y sistemas fue vital para concluir con éxito este importante golpe a la estructura financiera de las Farc, impidiendo que sus finanzas aumentaran en 20.050 millones de pesos.

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Mejor Comandante de Unidad Táctica Destacada

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l mayor Diego Meneses, es un líder innato, comandante del Batallón de Combate Terrestre n° 84, quien se ha distinguido por su gran conocimiento, virtud y valor, al liderar su unidad de forma integral, empleando maniobras tácticas en el campo de combate, resaltando su profesionalismo, compromiso, abnegación y Fe en la causa. Obteniendo grandes resultados en el desarrollo de diferentes operaciones de combate irregular contra el frente 27 de las Farc, debilitando sus subsistemas y lo más importante confirmando su compromiso real con la Nación.

El teniente coronel Johny Hernando Bautista Beltrán es el mayor de tres hermanos, desde casa se caracterizó por ejercer un gran liderazgo, el que ha puesto al servicio de su Institución. Se desempeña como comandante del Batallón de Artillería n.º 9 Tenerife, donde sobresalen sus grandes virtudes y valores. Lidera su unidad táctica de manera integral empleando estrategias de combate y desarrollo que lo han llevado a conseguir con efectividad el derrocamiento del frente 66 de las Farc, en el departamento del Huila.

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El mando de un comandante

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44 El coronel Fredy Suárez Reyes del arma de caballería es un héroe preparado en el arte de la ciencia militar. Un soldado ejemplar que ha recorrido el país acumulando experiencias y victorias operacionales por la seguridad de Colombia. Estratega y aguerrido en la lucha por el bienestar de sus compatriotas. Este militar es orgánico de la Quinta División del Ejército Nacional, en Ibagué, Tolima, actualmente se desempeña como Oficial de Operaciones y acaba de regresar de Columbus, Georgia, donde realizó el curso de Operaciones Conjuntas en Whinsec, Instituto del Hemisferio Occidental de Cooperación para la Seguridad. En sus 25 años al servicio de la patria cuenta con los cursos de Lancero, Paracaidista, Contraguerrillas, Operaciones Libres, Fuerzas Especiales, Jefe Salto y Comando Especial Terrestre. Ha participado en operaciones de gran responsabilidad combatiendo la subversión y el narcotráfico como las operaciones Orión, Eclipse, Faraón 1 y 2, Nahúm, Astro y Marcial. Este héroe de Colombia cree que “un militar tiene que prepararse en el arte de la ciencia militar, ya que es su esencia de soldado, pero sin descuidar los retos que el mundo y la globalización demarcan para ser un excelente militar, con muchas cualidades y virtudes, principios y valores”. Entre sus vivencias no olvida una en especial: En el Batallón de Contraguerrillas n.º49 ‘Héroes de Taraza’. “Cuando saltamos del helicóptero, el lugar se convirtió en un holocausto, nos disparaban de todas partes. Éramos 14 militares y dos miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), literalmente quedamos en un potrero en medio de la mata de monte. Como un milagro de Dios encon-

tramos una vivienda. El dueño de la casa nos advirtió del peligro que corríamos, estábamos rodeados por más de 70 guerrilleros. Mi general Barbosa me dio la orden de sacar la Unidad del área, cuando llegó el apoyo aéreo a recogernos, uno de los pilotos fue herido; y de coraje y valentía, tomé la decisión de decirle al copiloto que sacara la aeronave del área. Entonces con el sargento Tordecilla nos dividimos en dos grupos y arremetimos de frente hacia la amenaza. La táctica funcionó; fuego y movimiento, así logramos alcanzar una posición, que nos ofrecía cubierta y protección. El combate duró toda la mañana, conseguimos por la valentía y arrojo de mis hombres la retirada de la amenaza y neutralizaciones importantes para esta estructura”. Esta operación fue realizada en Arauca con el Batallón de Contraguerrillas n.º49 el cual tenía como misión la seguridad del Oleoducto Caño Limón -Coveñas, los guerrilleros estaban perforando el tubo en el km 45. Misión que recuerda con mucho orgullo porque les otorgaron la `Medalla al Valor´ y con gran nostalgia, porque perdieron a uno de sus mejores soldados. Su esposa ha sido el soporte vital del hogar. Casado hace 18 años con una ibaguereña con quien tiene tres hermosos hijos. Es un militar de primera línea, un maravilloso ser humano, para quien la humildad es un valor que hace parte de su sencillez y de su carrera profesional. Llegar a sus hombres ha sido un reto permanente que asume con mucha responsabilidad y profesionalismo. Siempre ha basado su mando en la autoridad moral. Este es y será el pilar fundamental de todo aquel que tiene la responsabilidad de comandar hombres, conjugado por supuesto con el conocimiento y la experiencia.


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Operación Logística y de Mantenimiento

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a vocación de ser militar se siente desde la niñez, es una sensación de ‘querer ser’ que se lleva impregnada en la piel, trabajando día a día por hacerlo una realidad. El teniente coronel José Forero Beltrán ha sido un héroe de corazón desde niño, creció bajo los valores y principios que destacan a la Institución más querida del país. Su padre quién hizo parte del Ejército Nacional fue el norte para que él escogiera esta profesión que requería de honor y valentía. A lo largo de su trayectoria militar, desde 1993 graduado de subteniente emprendió su camino como oficial en diferentes zonas del territorio nacional, actualmente, es un amante a convicción y conocedor del tema de sostenimiento y mantenimiento de la Fuerza, como pilar

fundamental para un Ejército auto sostenible, ejemplo para muchos Ejércitos del mundo. Todo inició cuando ascendió al grado de teniente coronel. En la Jefatura de Logística emprendió una gran tarea en la visualización de una Dirección enfocada en el mantenimiento y abastecimiento de la Institución, teniendo la oportunidad de ir a otros países a estudiar para obtener las bases necesarias y más, para continuar desarrollando este tema de gran importancia en pro de la Institución. Es así, que creó el Batallón de Apoyo Directo en Tolemaida en colaboración de la Misión Americana, iniciando con directivas y trámites correspondientes para adjudicar la doctrina del mantenimiento en tres niveles: Operacional, de

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Hombres que trabajan por el auto sostenimiento de la Fuerza

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46 Área y Mayor. Posterior a eso, recibió como comandante del Batallón de Mantenimiento n. °1 ‘José María Rosillo’. En ese Batallón iniciaron los proyectos, uno de ellos fue la “repotenciación y ensamblaje de vehículos Hummer”, es así que la Institución es certificada por el Ejército Sur de los Estados Unidos, por la adecuación de las plantas para desarrollar este proceso, por esta razón, el Ejército de Carolina del Sur capacita y certifica a los soldados que trabajan allí. Este gran logro es reconocido a nivel internacional con visitas de diferentes ejércitos del mundo que destacan el trabajo de los soldados de Colombia, y más porque este Batallón solo cuenta con hombres que fueron víctimas del conflicto armado, siendo el valor agregado del mismo, soldados que como todos trabajan para el fortalecimiento de la Institución y por ende del país, desde otra perspectiva. Ellos son certificados por el Sena y otras empresas como General Motors, fabricantes del vehículo Hummer, destinados a la Fuerza de Armas Combinadas en la Guajira. El segundo proyecto es la implementación de la “Planta de Permetrina”, sustancia química impregnada en los camuflados, como insecticida para evitar la leishmaniasis, una de las enfermedades de mayor afectación a las tropas, otro proyecto que busca el bienestar de las tropas en el área operacional. Es así que la planta recibió licencia ambiental, única en Colombia capacitada para realizar este proceso, cuentan con ingenieros químicos y personal capacitados en el manejo y empleo de estas sustancias. En la actualidad el coronel inició el proyecto “Planta Metal Mecánica”, tecnología de punta, anteriormente adecuada para elaborar lo básico, cómodas catres, pero analizando la necesidad de la Fuerza, y pensando en el bienestar de las tropas, se empezó a utilizar para la

creación de container y es así que llevan 30 containers con el fin de preservar el ambiente y la comodidad de los hombres en el área de operaciones. Han adquirido tecnología de punta, y un centro mecanizado y especializado para crear cualquier tipo de repuesto de vehículo y armamento. Para el coronel Forero es importante destacar el equipo con el que ha trabajado en el alcance de estos proyectos de orgullo para el Ejército. Cuenta con la incondicional ayuda del sargento primero Luis Miguel Castillo Hernández quién lleva 5 años de la mano de estos proyectos, jefe de planta, quién asegura que la Institución tiene el personal idóneo para ofrecer un sostenimiento y mantenimiento, desde técnicos y tecnólogos en mantenimiento de motores. También en su equipo se encuentra el soldado profesional Nelson Alberto Suárez Sierra, quién patrulló por 7 años en el área operacional y 9 años en el Batallón de Mantenimiento n.°1 capacitado en la parte automotriz y mecatrónica, sumándole el tiempo de experiencia y presencia en la conformación de esta importa labor. Para él la labor del soldado colombiano es la base fundamental de las labores militares, es por eso su esfuerzo y constante preparación para reforzar el mecanismo de ayuda e implementos que hacen de este trabajo más sencillo. Sus hombres lo admiran por la consecución de los objetivos, y más en la creación de proyectos tan importantes para el beneficio de una Institución con más de 250 mil hombres al servicio de un país. Esta es una gran operación de mantenimiento logístico porque busca el bienestar, desarrollo tecnológico y reconocimiento internacional en la capacidad, sostenimiento y mantenimiento de una Institución tan grande y para los colombianos: el Ejército Nacional.


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Trabajo en Acción Integral

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ás allá de las armas, el combate y el fuego, aparecen entre las disciplinadas filas del Ejército la risa, la alegría y el bienestar de la acción integral. El sargento segundo Wilson Calderón Bolaños, el cabo primero Jair Gustavo Méndez Durán y el soldado profesional José Antonio Pinzón Zambrano, llevan momentos inolvidables a la población civil y aportan al desarrollo del país.

El apoyo del sur del Tolima El sargento segundo Wilson Calderón Bolaños es oriundo de Tumaco, Nariño. En 1999, mientras estudiaba ingeniería de sistemas, sintió el llamado de la carrera de las armas e ingresó a la Es-

cuela de Suboficiales ‘Sargento Inocencio Chincá’. Como jefe de acción integral del Batallón Caicedo, en el sur del Tolima, ha realizado importantes labores con la población de la región. Lo más gratificante “son las caras de felicidad y agradecimiento de las personas cuando se realizan las jornadas”, afirma Wilson. Su esposa y sus tres hijos son la razón del esfuerzo que realiza a diario y sus padres son su ejemplo a seguir. La terquedad, perseverancia y capacidad para escuchar que lo caracterizan, le han permitido traspasar las fronteras de los municipios en los que trabaja. De igual forma, con su trabajo busca fortalecer

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La Fuerza de las sonrisas

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48 la moral de los soldados y brindarles la atención que merecen. La misión es larga y ardua, pero al final bien agradecida. Para Wilson, “el trabajo lo debemos llevar a todos los rincones de Colombia. Debemos ponernos la camisa por nuestra población y nuestro Ejército”.

Pintando sonrisas a los niños en Colombia Luego de 11 años, el cabo primero Jair Gustavo Méndez Durán entiende que en Colombia también se necesitan militares que no solo lleven seguridad, sino momentos de felicidad a los compatriotas que han vivido de cerca el conflicto. Es comandante del grupo Geos de la Brigada n.º 2, donde gracias a su desempeño beneficia a cerca treinta mil personas, entre niños, niñas, adolescentes y adultos. “En el Sur de Bolívar los habitantes agradecen cuando llevamos jornadas de salud, pues no cuentan con acceso a un sistema médico adecuado. Poder llegar a estos lugares me llena de orgullo y satisfacción”, asegura Méndez. Desde que inició su carrera entendió que su mayor virtud era ayudar a los demás, por eso cuando estaba en el área y resultaba algún herido, lo ayudaba y le daba los primeros auxilios. Fue así como entendió que su vocación era ayudar a quienes más lo necesitan, vistiendo su camuflado.

Malabarismo y mucho corazón El soldado profesional José Antonio Pinzón Zambrano es un personaje, un actor, un intérprete de la risa. Con una gran nariz roja y usando su segundo uniforme: anchos pantalones, enormes zapatos y un camisón de vivos colores, salta al escenario para hacer lo que más le gusta: entretener y alegrar corazones.

En la Compañía de Acción Integral (Copai) de la Cuarta División realiza divertidos shows de malabarismo y equilibro, pero toda la atención se la lleva su fiel acompañante Manchitas, una pequeña motosa blanca, que monta patineta, salta el aro de la muerte, baila champeta y, como un soldado, realiza arrastre bajo. Este año, gracias a su labor, logró la desmovilización de cinco guerrilleros. En su trabajo de payaso pudo hablar con la comunidad y conocer los problemas y sufrimientos que se convierten en una oportunidad para dejar atrás la vida ilegal. Sin embargo, para este santandereano, no todo en su vida han sido globos, risas y diversión. Su padre falleció cuando era muy pequeño y ante las dificultades económicas, su madre no pudo mantenerlo. José pasó a vivir con doña María y su esposo, quienes lo acogieron con cariño y le dieron la oportunidad de estudiar. Pero la terquedad pudo más. Su salvación fue el Ejército. Los 14 años que lleva en el Ejército, le han servido para mejorar su vida y la de su familia. A pesar de que a Pinzón le sobra corazón para dar momentos de felicidad, tuvo un hijo que nació solo con medio órgano circulatorio. Después de una larga enfermedad su pequeño falleció, pero es quien “está desde el cielo ayudándome y dándome luz”, dice con profunda melancolía. Ahora, con la cartilla Nacho bajo el brazo está aprendiendo a leer y escribir para terminar primaria y bachillerato. Su sueño es seguir estudiando para continuar ayudando a los niños. Pinzón con orgullo afirma “yo soy un héroe porque soy capaz de llegarle a las personas, he sido capaz de no decaer, lo llevo en mi sangre”.



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Aporte a la Marca Institucional Muchos fueron los llamados y ellos los escogidos

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os periodistas de diferentes generaciones, una mujer, la teniente coronel Vicky Rondón y un hombre, el subteniente, Carlos Vargas, juntos oficiales del Ejército Nacional, son los escogidos este año 2015 como los galardonados de la Noche de los Héroes, en la categoría aporte a la marca institucional, por su esfuerzo, dedicación, amor a la Fuerza y al periodismo. Ellos nos compartieron un segmento de sus historias.

A mi Ejército se lo debo todo, hasta mi familia

La teniente coronel Vicky Rondón nació en la ciudad musical de Colombia, Ibagué, a los 18 años de edad inició sus estudios de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de La Sabana en

Bogotá, al terminar su carrera obtuvo su primer trabajo en el periódico El Nuevo Día, el más importante de su tierra natal, posteriormente ingresó al Ejército; desde ese entonces ya han transcurrido 19 años y la ha llevado a crecer como mujer, profesional, esposa y madre de sus dos hijas. “Ingresé a la Escuela con el reto de hacer parte de una Institución que no conocía y eso fue lo que más me motivó y pues aquí estoy, me enamoré del Ejército, formé mi familia dentro del Ejército, y pues ya casi 20 años en medio de comunicados y situaciones de crisis de prensa”, afirma la oficial. La oficial Rondón ha recorrido varias regiones del país, en Villavicencio estuvo en la Cuarta División, su primera


unidad militar, donde permaneció alrededor de cuatro años, posteriormente llegó a la Agencia de Noticias del Ejército en Bogotá, allí también manejó la sección de impresos y publicaciones, página web, y redes sociales. Ha sido Jefe de Prensa del Comando General de las Fuerza Militares, Comando del Ejército, de otras Divisiones y Brigadas y también ha servido como pieza fundamental del engranaje en el nacimiento de las comunicaciones dentro del Ejército. “El Ejército me lo ha dado todo, lo que yo tengo y soy se lo debo al Ejército, hasta familia me dio porque mi esposo lo conocí dentro de la Institución entonces la verdad lo que yo tengo y la experiencia casi toda ha sido de lo que he trabajado en el Ejército”, asegura la teniente coronel. Lo logros que ella ha alcanzado en materia de comunicaciones siempre se los atribuye no solo a título personal, sino también a su equipo de trabajo: “Los logros no solo son de una persona sino también los de un equipo de comunicadores, el equipo de los fotógrafos, los camarógrafos, el digitador, el diseñador, el publicista y el editor, detrás de todo lo que uno hace hay un equipo de comunicaciones impulsándolo para salir adelante”. Uno de los sueños de la teniente coronel ibaguereña es poder ver a su país en paz y no tener que transmitir noticias de soldados mutilados, heridos o asesinados y le gustaría tener la posibilidad de no volver a tener que difundir un boletín o un comunicado con hechos dolorosos para el Ejército y la Nación.

La humildad de su pueblo le permitió ser hoy el mejor periodista del Ejército

Un 24 de julio, en Arboleda, Caldas, un pequeño corregimiento de escasas 4 calles del municipio de Pensilvania, nació el hijo mayor de don Gilberto Vargas

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y doña Lucelly Carvajal. Lo bautizaron Carlos Vargas. Su interés de siempre hacer las cosas bien, de esforzarse por ser el mejor lo han llevado a obtener reconocimientos en su carrera. En 2003 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Escrito Universitario organizado por la Revista Semana y Andiarios. En 2004, ganó en la categoría crónica de los premios Universitarios de Televisión Cesares. Su trabajo le valió para ser llamado a conformar el equipo de Noticias Caracol en el departamento de Caldas en el 2012. Allí tuvo la oportunidad de aprender y vivir experiencias que lo ayudaron a formar tanto como persona como profesional. Como oficial de Comunicaciones de la Sexta División del Ejército Nacional ha vivido de primera mano situaciones críticas y difíciles en una zona compleja como lo son los departamentos de Caquetá y Putumayo. El haber sido corresponsal de un medio nacional, le ha permitido ‘no tener miedo’ a ir tras la noticia al lugar que sea necesario. En Putumayo, le tocó asistir a momentos críticos y cruciales en la historia reciente del país. En 2014 la amenaza comenzó una tenebrosa práctica en contra de la infraestructura petrolera y el medio ambiente. Los integrantes del bloque sur de las Farc detenían las tractomulas cargadas con crudo y lo derramaban sobre la carretera afectando las fuentes hídricas, la flora y la fauna de la zona. A mediados del 2015, pudo asesorar al Gaula Militar para que sus resultados impactaran y lograran resonancia nacional e internacional. La teniente coronel Vicky y el subteniente Vargas, al ser premiados en ‘La Noche de los Héroes’, le agradecen a los miles de soldados que hacen parte de la Institución, quienes son la razón de ser del Ejército y comparten este triunfo tan importante para sus carreras profesionales.

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Rendimiento Deportivo El deporte formando militares con ‘Fe en la causa’ Me pegaron un codazo en la cara, eso era para que me hubieran sa“ cado del combate, pues quedé sangran-

do muchísimo; pero decidí no retirarme porque pienso que ningún obstáculo es insuperable”, declara la Cadete Nicolle Stefanny Benavides Baquero muy segura de sí misma y evocando un recuerdo que por siempre quedará en su memoria. A su corta edad Nicolle ya acumula varios triunfos, en un deporte que la inspira y llena su vida de alegría, el taekwondo; un deporte de combate, de contacto, creado en tiempos ancestrales por maestros e instructores coreanos, y que hoy día es una disciplina bastante popular en el mundo. Desde muy pequeña ha estado forjada a realizar grandes cosas, desde los 12 años comenzó a practicar el taekwondo, y acumula varios logros en su carrera deportiva, entre los cuales se encuentran, haber sido campeona en dos ocasiones representando a las Fuer-

zas Militares y la obtención de medallas de oro en los Juegos Nacionales de 2012, 2013 y 2014.

El camuflado femenino líder en el deporte ciencia

Hablar de Paula es hablar de títulos nacionales y mundiales, de medallas y de trofeos, en resumen el triunfo lo lleva en las venas; cada una de sus palabras resume su paso por distintos campeonatos donde ha roto paradigmas en torno a la práctica masculina del ajedrez. Su padre a través de estrategias mentales fue desarrollando habilidades en lógica y análisis, todo ello enfocado principalmente a sus estudios. Dentro del amplio prontuario que ostenta Paula se encuentra quinta en el ranking a nivel mundial sub 20, medallas de oro en Campeonatos Panamericanos Juveniles, tres medallas de bronce en mundiales juveniles. Actualmente es campeona na-


cional sub 20, así como, número uno en el ranking nacional de mayores femenino, es la única mujer que tiene el título de MI “Maestro Internacional de Ajedrez” en Colombia y es el tablero número uno del equipo olímpico femenino de Mayores.

El deporte es un medio que me ayuda a liberar el estrés

“Cuando ingresé a la Escuela, en la Compañía deportista me solicitaron para jugar al tenis, yo no quise hacerlo porque dije que iba a ser militar, no deportista”, declara la Alférez Julieth Girleza García Cordero, quien paso a paso se ha consolidado como una de las mejores deportistas de pentatlón de las Fuerzas Militares. Desde muy temprana edad ha estado relacionada con el ámbito militar, pues su familia ha pasado por las filas del Ejército. Un año y medio de curso transcurrió para que esta Alférez decidiera poner en práctica una disciplina que nunca había llevado a cabo. Esta aguerrida mujer participó en el Mundial de Cadetes en Ecuador, quedando como subcampeona en la disciplina de Pentatlón Militar, asimismo, representó a Colombia en el Mundial de Pentatlón en Corea del Sur con el equipo de las Fuerzas Militares, luego estuvo en las Competencias Internacionales Militares Chimaltlali en México, más tarde se hizo presente en los Juegos Inter- escuelas 2014 obteniendo el título de Mejor Deportista Femenina, además ganó tres medallas de oro, dos de plata y una de bronce.

A paso firme

“Realmente nunca llegué a pensar que fuera a ingresar al Ejército, simplemente se me dio una oportunidad por ser deportista, y lo que pensé que era sólo algo que me llamó la atención se convirtió prácticamente en toda mi vida”, son las palabras del cabo segundo Díaz Pineda Stiven quien con tono de voz suave y tranquila narra cómo ha sido su trasegar en el ámbito del atletismo. Este bogotano inició practicando semifondo, una competencia de marcha, y a los dos meses de entrenamiento

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participó en un campeonato, ganando medalla nacional, allí se dio cuenta que Dios lo tenía para grandes cosas. Durante su carrera deportiva ha obtenido logros como ser récord nacional de 10 kilómetros, segundo lugar en la Copa Panaméricana de Marcha Atlética y hace poco ganó un campeonato en Estados Unidos.

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Un ejemplo de vida

“Tenía un hermano con el grado de teniente, y veía la energía con la que llegaba a la casa cada vez que salía de permiso, el recibimiento de mis padres, lo que nos enseñaba, el agrado de la gente cada vez que lo recibía y la ilusión que yo tenía cada vez que se iba porque sabía que regresaría”, así describe el capitán Diego Fernando Cuesta Martínez su gusto por ingresar a la Fuerza. Grandes logros ha conseguido a través de su carrera deportiva, sus brazos se han convertido en aletas, las cuales con su incesante remar, han sabido demostrar que no hay ningún obstáculo en la vida que no se pueda superar. La natación le ha permitido al capitán Cuesta ganar varias competencias en países como Brasil y Estados Unidos. Unas gafas negras cubren sus ojos, pues una mina que le explotó en la cara durante una misión lo dejó prácticamente sin visión, pero una cirugía, más la ayuda de Dios y de su familia hicieron que pudiera salir adelante.

Cabalgando triunfos con Nilo

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, pero este no es el caso del teniente Jonnatan Fabián Rodríguez Rodríguez, para quien los caballos han sido parte fundamental de su vida. El esfuerzo y la disciplina que pone en práctica en cada uno de los entrenamientos le ha servido para conseguir varios triunfos, dentro de los que se encuentran ser campeón mundial del Fei World Challenge categoría C, medalla de bronce por equipos en los Juegos Bolivarianos en Lima en la modalidad de prueba completa, medalla de bronce por equipos en los Juegos Centroaméricanos en México y haber participado en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá.

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Ciencia y Tecnología Los héroes en la tecnología

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inuciosos, pacientes y consagrados son los hombres y mujeres que contribuyen al avance de la ciencia y tecnología en el Ejército Nacional. Con dedicación y esfuerzo estos héroes crean elementos innovadores que optimizan el trabajo de la Institución al servicio de todos los colombianos. Promover proyectos científicos que generen desarrollo y construir nuevos conocimientos de alto impacto son los objetivos de este grupo de militares que, con ingenio e investigación, hacen del Ejército Nacional una Institución a la vanguardia de la tecnología. Una oficial, tres suboficiales y un soldado profesional hacen parte del per-

sonal destacado en esta área. Sus iniciativas dan cuenta de la excelente preparación en la realización de novedosas propuestas al interior de la Fuerza. La teniente coronel Claudia Méndez Bejarano es especialista en Administración Hospitalaria, magister en Ciencias Biológicas con énfasis en microbiología. Actualmente lidera el Centro de Investigación de la Dirección de Sanidad, unidad en la cual implementó una metodología para la cuantificación de parásitos de Leishmaniasis. Esta mujer concentra todo su esfuerzo en el mejoramiento constante de la tecnología de procedimientos en el área de biología molecular,


con su importante labor pone en alto el nombre de la Institución. Así mismo, grandes avances en materia de investigación, ciencia y desarrollo ha obtenido el sargento segundo Yonny Alexander Mora González, quien implementó la técnica de ingeniería inversa que permite obtener diseños, fabricación de equipos de diagnóstico y pruebas para los diversos componentes de los helicópteros Black Hawk. Generar iniciativas de cambio y auto sostenibilidad ha sido uno de los propósitos del sargento viceprimero Miguel Solarte, un héroe que, con sus ideas de manejo de procesos no contaminantes, adelanta la fabricación de baterías y mantenimiento de equipos de comunicaciones. También, ha elaborado cables para reprogramación y repetidores de equipos de radio como propuesta de solución a las necesidades de la Fuerza.

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Inteligencia y disciplina son características que describen al cabo segundo Jairo Realpe, investigador registrado en la plataforma de Colciencias como líder del semillero de investigación de Inteligencia Técnica. Su amor por la ciencia y el Ejército Nacional lo refleja en el trabajo que realiza diariamente en la creación de nuevos métodos en la información militar. El soldado profesional Luis Gabriel Caballero Silva es técnico en electrónica y telecomunicaciones e investigador del proyecto de baterías para radios satelitales ‘Harris’ del cual ya se inició la primera línea de producción. Su creatividad y capacidad de innovación le permitieron participar en la elaboración de los primeros 48 prototipos de la batería BL-0510. Es un hombre perseverante que, día tras día, busca ampliar y fortalecer sus conocimientos para aportar al progreso de la Institución.

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Instructor destacado

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igurosidad, concentración, confianza, profesionalismo, responsabilidad y seguridad son algunas de las virtudes que tiene el cabo primero Alex Mauricio Fandiño para realizar su labor como instructor de explosivos del Ejército Nacional. A lo largo de su trayectoria ha entrenado a más de 2.300 hombres, o mejor, ha ayudado a salvar estas y todas aquellas vidas que hubieran podido accionar una mina. La educación es la base de su trabajo. Gracias a la experiencia que ha adquirido en el Ejército tiene la autoridad para capacitar al personal de oficiales, suboficiales y soldados, que integran los equipos Exde (explosivos y demolicio-

nes) encargados de la delicada misión de realizar desminado militar para brindarle movilidad a las unidades de maniobra. El primer paso que dio en la Fuerza fue como soldado regular en el 2002 para prestar el servicio militar obligatorio. La decisión no fue fácil, pero al ver la experiencia de un tío, soldado profesional, y tener la compañía de un primo y su hermano mayor, tomó la mejor decisión para su vida. Gracias a su desempeño fue seleccionado como dragoneante y de ahí quiso seguir con la vida militar ingresando a la Escuela Militar de Suboficiales ‘Sargento Inocencio Chincá’ y ser tecnólogo en ciencias militares. Fandiño experimentó un cambio brusco en su vida militar, “ser soldado

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Instrucción para salvar vidas

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58 no implica tantas responsabilidades. Ya cuando se es suboficial tiene en las manos la vida de otras personas, debe motivarlos, capacitarlos y guiarlos”. Gracias a esa trayectoria, ha podido establecer buenas relaciones con sus subalternos, cree firmemente en el sentido de hermandad con los soldados, el respeto mutuo y la comprensión al sufrimiento del otro. Su sencillez, amabilidad y calidez humana le han permitido crear un buen ambiente militar en medio de la presión y la incertidumbre que diariamente le impone su trabajo. Así, busca como instructor llegarle al soldado, lograr que entienda los riesgos y las precauciones que debe tomar. Para ello, emplea el método visual, mostrando los diferentes tipos de explosivos, señuelos e indicios, además de realizar entrenamiento en las pistas de activación y observación. Para Fandiño “todo nace de la educación, del método de enseñanza práctico, activo y didáctico”. La preparación técnica y militar son fundamentales en el área de operaciones. Cuando se conoce el procedimiento, se identifican los peligros y generan las alertas de forma responsable, se empiezan a salvar vidas, tanto de la Fuerza como de la población civil. El siguiente paso, destruir la mina, se debe realizar “despacio y sin afanes”. En esta misión, el primer error puede ser el último. La providencia siempre ha estado de su lado, nunca ha tenido un accidente a pesar de que ha presenciado algunos. Su secreto está en analizar detalladamente. Cada parte, elemento, color, sonido son un indicio para saber si se encuentran frente a un arma letal. Uno de

los recuerdos que tiene más vivos en su mente es cuando le entregaron el vehículo a su dueño, luego que sospecharan que estaba cargado con explosivos. Un camión estaba atravesado en medio de una vía. El equipo Exde llega a la zona en medio del fuego enemigo y por la indicación del canino se sabe que el vehículo está impregnado con explosivos. Primero identificaron un cable, pero siguiendo cautelosamente el rastro no encontraron una fuente de energía o activación. Luego con el cuidado de un cirujano, engancharon un paquete que estaba debajo y que para sorpresa de todos no contenía material peligroso. Después de analizar la situación, pensar en destruir o no, el equipo le entregó el camión al conductor. Esta es una labor para tener los nervios de acero, una concentración absoluta y paciencia profunda. “Es un sacrificio que hago no solo por mi familia sino prácticamente por todas las familias colombianas” para lograr, no solo cumplir la misión, sino también desminar el país de este enemigo silencioso. Este opita, calmado en su hablar pero entusiasta con su misión afirma que allí no se puede confiar en lo externo, solo le queda su conocimiento, y la motivación que en casa lo esperan su hija de siete años y su hijo de cuatro. En medio de la constante incertidumbre, la certeza la da la familia. Ahora la meta es ser tecnólogo en explosivos “para seguir trabajando y poder entregarle al campesino colombiano su tierra, que pueda volver a cultivar y trabajar. Eso es lo más bonito, cuando ellos agradecen la labor que hacemos”.


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Director de Escuela Destacado

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l teniente coronel Jairo Giovanny Villa Torres nació hace 42 años en Villavicencio, departamento del Meta en una familia de 3 hijos, en donde es el segundo. Ingresó a la Escuela Militar de Cadetes ‘General José María Córdova’ en el año 1991, en donde como cadete y alférez, estaba convencido de poder servirle a la patria si se convertía en oficial del Ejército Nacional. Hoy en día es el comandante de la Escuela de Entrenamiento y Reentrenamiento Táctico del Ejército ‘General Nelson Mejía Henao’ que hace parte del Centro Nacional de Entrenamiento, Cenae en Tolemaida, en el cual día a día dirige a los

oficiales, suboficiales y soldados para el entrenamiento militar. Se considera una persona muy tranquila, prudente y le agradece a Dios y los principios que le dieron los padres para afrontar las situaciones que le ha dado la vida. También asegura que para llegar donde está, siempre ha contado con excelentes equipos de trabajo para seguir adelante. “Me siento muy tolerante” dice, mientras explica cómo le gusta la milicia, la doctrina, la mística y la energía. Pero para lograr sus triunfos, añade aprendió a escuchar la gente, las opiniones que puede aportar y que puede servir para que cada vez más sean personas grandes.

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“Un Ejército puede durar cien años sin combatir, pero no puede durar un solo día sin entrenamiento”

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60 “La base del éxito se debe al excelente equipo de trabajo de oficiales, suboficiales y soldados que me han dado los buenos resultados en mi vida militar y a los excelentes padres que tuve que me dieron esos valores para el servicio de la comunidad”. Encomendándose siempre a Dios, a quien le da las gracias todos los días y le pide le dé la fortaleza necesaria para transmitir el conocimiento a sus instructores y ellos transmitan eso a los alumnos para poner en práctica en el área de operaciones en los Batallones de Combate Terrestre. “Le pido a Dios fortaleza para que los instructores se hagan entender para lograr difundir toda ese bagaje de conocimiento y esa información a todos los miembros del Ejército Nacional”. Para este llanero, su mejor estrategia es esa, escuchar a las personas y mi-

rar en que están fallando. Si algo falla en cualquiera de los cursos, el teniente coronel Villa empieza a trabajar en ese aspecto para poder corregir. Esto no sería posible sin su liderazgo. Es por esto que el Ejército Nacional le ha encomendado la tarea de orientar a sus hombres. Siempre trabaja con esa premisa, el verdadero líder es ese que explica, que orienta, que dirige, que guía a todos sus subalternos al éxito operacional. “Al escuchar a la gente anoto todas esas ideas que tienen y las agrupo para que todo salga de la mejor manera”. Se siente honrado de estar en la Noche de los Héroes, sabe por qué lo escogieron y tiene claro que “Un Ejército puede durar cien años sin combatir, pero no puede durar un solo día sin entrenamiento”.


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Gestor de DD.HH. y DIH

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ara la mayoría de los colombianos existe un mundo oculto de inimaginables historias que están marcadas por la crudeza de la guerra y por los protagonistas que esta elige sin piedad. Historias que parecen salidas de un relato fantasioso, pero que en realidad son parte del diario vivir de las tropas del Ejército Nacional, quienes ante su escéptica mirada deben apreciar cómo se materializan las inclemencias la guerra. Esta es una de esas historias contada por el soldado profesional Juan Bonilla Restrepo: Para enero de 2014, se realizó un consejo de seguridad dirigido por el Presidente de la República, en la ciudad de Villavicencio, al cual asistieron alcaldes

y concejales de todos los municipios del Meta, quienes al unísono manifestaron las extorsiones y amenazas de las que estaban siendo víctimas por parte de las estructuras que integraban el bloque oriental de las Farc. Situación que se presentaba con mayor gravedad en los municipios de Vista Hermosa y Uribe, área donde delinque el frente 27 de las Farc, al mando de alias El Flaco Duvan. Como era de esperarse, de inmediato, se iniciaron las operaciones militares en contra de este individuo que, según lo relatado por los mandatarios locales y sus funcionarios, tenía como estrategia el cobro de cuotas extorsivas a los trabajadores de alcaldías con lista en mano.

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‘Resurrección de las tinieblas’: historia de vida en la oscuridad de la selva

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62 Una vez en el área de operaciones, los combates no se hicieron esperar, pronto escuché el llamado que define mi tarea en el Ejército Nacional: “enfermero, enfermero, acá hay una herida”; al principio pensé haber escuchado mal, ¿una herida?, sin embargo acudí rápidamente hasta el lugar de donde me llamaban, porque esos segundos de duda pueden ser los últimos para un malherido. Sorpresivamente, al llegar al sitio pude comprobar que en efecto se trataba de una herida, una guerrillera herida, y para mayor asombro, se trataba de una joven de tan solo 16 años. De inmediato y sin dudar por un segundo inicié la atención. Tras evaluarla, solo detecté una herida de consideración, la cual traté con un torniquete para controlar la fuga de sangre, durante ese procedimiento me pude enterar de que Mireya, mi paciente, había sido sacada a la fuerza de la parcela donde vivía con sus padres y la obligaron a conformar el anillo de seguridad de alias El Flaco Duvan, a quien estábamos buscando. Todo lo que me contó me sorprendió de sobremanera, porque me impre-

sionaba la resignación que esta pequeña expresaba a tan corta edad, pero también la alegría que se podía entrever en medio de los ojos llenos de lágrimas por el dolor que estaba tratando de controlar con calmantes. Le pregunte: ¿Por qué estás alegre si te encuentras herida y pudiste haber muerto? y me respondió, entre dientes, porque ustedes me llevarán hasta mi casa otra vez. Al instante brotó una sonrisa de mi rostro y le contesté: claro que si hija, muy pronto estarás de regreso en tu casa y con tu familia, minutos después el helicóptero ‘Ángel’ apareció en el lugar para evacuar a un compañero que también había resultado herido y a la pequeña que logré estabilizar. Creo que nunca me había sentido tan feliz en mi vida, quise que mi familia hubiese estado en ese momento para que vieran y se sintieran orgullosos de lo que había logrado en medio de la selva, con tan pocos recursos, pero con el mayor de los empeños. Lo que más me dio alegría fue haberle arrebatado a la guerra a una niña inocente, porque fue como si hubiese resucitado de las tinieblas.


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Servicio Destacado en Atención a Víctimas y Población Vulnerable Con el corazón de una Institución que lucha por todos los colombianos: Una militar que vive entre víctimas

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ada una de las historias escuchadas por la cabo segundo Yéssica Tatiana Ávila Arboleda han sido importantes, pero sin duda, el acto de amor, el apoyo de una esposa al resistir en la adversidad, apoyando a su esposo en silla de ruedas, ha sido la más valiosa lección de vida que ha podido marcar el alma de esta militar. Con el corazón que sólo una madre puede sentir, ella, ha dedicado de sus 28 años de edad, 5 al servicio del Ejército Nacional de Colombia, siendo parte activa de las jornadas de atención y apoyo a las víctimas de grupos armados al margen de la ley y la población vulnerable, organizando y participando en 18 jornadas de inscripción de miembros de la Fuerza Pública víctimas del conflicto. Es

investigadora criminal, vocación que la persiguió desde muy joven y que la llevó a pertenecer a la Institución más importante del país. Esta bogotana inició su carrera en la Fuerza de Tarea Algeciras, donde garantizaba los procedimientos en el teatro de operaciones, y se encontraba de cara con la realidad. Ser garante en el cumplimiento de su deber y enfrentar muchas veces su profesión con la de sus colegas mientras se realizaban los procedimientos legales, son cosas que nunca la atemorizaron, pues es una mujer segura de sí misma y quien porta con convicción y amor su uniforme. Ella ha sido el hombro donde muchas de estas víctimas pueden llorar y contar sus tristes y desgarradoras histo-


rias. Algunas de ellas encierran la pérdida de sus familias, marcas imborrables en cada uno de sus corazones heridos, mutilados y llenos de dolor, y en sus cuerpos dejan ver las marcas evidentes del daño al que han sido sometidos. Es así como Yéssica Tatiana Ávila vive día a día. Durante su carrera militar, esta mujer se ha destacado impecablemente por brindar atención a víctimas militares y civiles, durante la ejecución de jornadas realizadas por la Dirección de Apoyo a la Justicia Transicional, Posconflicto y Víctimas. Jornadas en las que se logró la inscripción de más de 8.000 miembros de la Fuerza Pública, afectados por grupos armados al margen de la ley. Personas que veían vulnerados sus derechos, quienes piden a gritos ser escuchados y reconocidos como víctimas del conflicto. Recuerda que en el Valle del Cauca cuando la guerrilla atacó en emboscada a tropas del Ejército, donde murió toda una escuadra, ella también estuvo presente junto a una patrullera de la Policía Nacional, quien entrevistaba a los sobrevivientes que pertenecían a su Institución. No pudo evitar ver a la madre de

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uno de ellos, quien entre sollozos gritaba implorando a Dios por la vida de su hijo, fue algo que no pudo controlar, tuvo que salirse a llorar, no pudo contener más las lágrimas. Ver el sufrimiento de tantas familias a quienes les han vulnerado sus derechos, es algo que la mantiene firme con su labor y su profesión. Trabajar con víctimas es algo que ella reconoce “es para personas elegidas por Dios y es él quien guía cada uno de sus pasos y palabras para poder tocar los corazones de estas personas a los que el dolor no les permite entender el porqué de cada situación a la que se ven sometidos”. Para ella, ese el verdadero Ejército, el Ejército real, donde se puede ver de cara al enemigo a través de cada una de sus víctimas. Admira a cada uno de los hombres que están siendo reconocidos por su labor y quienes al igual que ella, entregan sus vidas por los colombianos. Deja ver el amor que siente por su Institución, amor que le entrega desinteresadamente y con agrado, pues ella sabe que es y siempre será un heroina vestida de honor.

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Asesor Jurídico Destacado La jurisprudencia, la base del esfuerzo y la dedicación del teniente Franco

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bogado integral, ingresó al Ejército porque quería poner su profesión al servicio de la Fuerza y enfrentar día a día los desafíos que ésta le podría traer, ese es el teniente Cristhian Franco, quien hoy día contribuye con su experiencia y conocimiento en temas jurídicos, los cuales han dado excelentes resultados impidiendo que se retiren bases militares de la Fuerza. “Han sido las tutelas las que no han permitido el retiro de bases, como la de San José de Apartadó y la de ‘Guamal’ del Bajo Atrato; porque una base militar es un espacio, y si viene alguien y la quita es como perder o como un golpe moral negativo para las Fuerzas”, relata

Cristhian, dejando entrever esta acción como uno de sus mayores logros en la Institución. Esos triunfos los ha conseguido en medio de retos que a diario tiene que enfrentar en la Décimo Tercera Brigada, “allá tenemos un fenómeno muy grande que es el de la comunidad de Paz en San José de Apartadó. Digo fenómeno porque es una figura jurídica que se creó por jurisprudencia, entonces no tiene un desarrollo constitucional legal, tienen unas medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, esto implica un desafío grande y un compromiso del comandante de la Brigada quien está a cargo de la protección de las


personas que la integran, del comandante del Batallón Voltariegos que es el que ejerce jurisdicción en la zona y de nosotros los abogados militares que debemos hacer el respectivo seguimiento y el enlace con las comunidades”. Ante incidentes de violencia presentados en dicho corregimiento, sus habitantes acogieron la denominación de Comunidad de Paz, por lo que han solicitado que la base del Ejército sea retirada a otro lugar, ya que se encuentra cerca de un centro educativo. Sin embargo, la Fuerza justifica su presencia allí por mando constitucional, ya que las Farc y las bandas delincuenciales poseen un corredor estratégico. De otra parte, una de las cosas por las cuales se siente satisfecho este oficial es que se ha reforzado la parte jurídica en la Fuerza, ya que hace unos años se procedía después de ocurridas las acciones en el área, ahora el proceder jurídico se encuentra inmerso en la parte preparatoria, ejecutoria y posterior de una operación en cualquier actuación de la Fuerza.

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La motivación del teniente Franco tiene sus cimientos en el amor de su familia, su hija Luciana Franco de tres años y su esposa Renata Andrea Osorio Corzo son el aliciente para realizar su trabajo con el esfuerzo que lo caracteriza. Así mismo asevera que ellas entienden y asimilan la distancia geográfica que los separa dadas las necesidades del servicio, pero cada vez que se presenta la oportunidad se desplaza a Bucaramanga para disfrutar de un buen momento familiar. Este héroe seguirá capacitándose para continuar brindando a la Institución su conocimiento y ayuda en cualquier necesidad del servicio. Finalmente envía un saludo a los soldados que se encuentran en el área de operaciones, “considero que los que se encuentran en la primera línea de combate son los héroes principales, nosotros cumplimos una función de apoyo a la gestión que ellos hacen; héroes militares son todos, independientemente del grado, rango o cargo.

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Construyendo País 700 soldados trabajan día y noche en la construcción de la vía Junín - Barbacoas en el pacífico nariñense

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onstruir país es la mayor satisfacción que pueda tener un soldado colombiano, parte de su misión consiste en el servicio que realiza diariamente. Con orgullo y pasión trabaja por mejorar las condiciones sociales de la población. Es así como el Batallón de Construcciones n.° 52 y sus hombres se encuentran en la vereda Bellavista del municipio de Barbacoas en el departamento de Nariño, construyendo la vía Junín Barbacoas, donde recientemente se terminó la primera fase de este megaproyecto que representan 27 kilómetros de vía, este hecho le ha permitido a la población civil reducir el trayecto a 4 horas y media, luego de transitar 12 y hasta 18 horas.

El proyecto nace para subsanar la sentida necesidad que tiene la comunidad de Barbacoas, en la que se requiere una buena infraestructura vial. Luego de unos años esa necesidad se materializa con una ONG local que reclama demoras en la construcción de la vía por parte de los contratistas particulares y sugiere que el Ejército Nacional tome el liderazgo de la obra y construya la vía. Por esto, con los ingenieros militares se construye el primer tramo de la vía de 27 kilómetros y en la actualidad se intervienen 28 kilómetros faltantes, precisamente es el tramo más complejo, porque en esté se presentan problemas técnicos en tres puntos por la estabilización del suelo.


“Construir esta vía ha sido un verdadero reto, los Ingenieros Militares lo hemos asumido, y nos hemos enfrentado a una agreste y tupida topografía, finalmente sabemos que el trayecto beneficiará a los municipios de Barbacoas, Magui Payan y Roberto Payan”, aseguró el teniente coronel Adolfo Noé Guido Jiménez, comandante del Batallón de Construcciones n.° 52. La comunidad indígena que habita el sector también se beneficia, ya que empieza a organizar mingas para usar nuevos proyectos económicos sostenibles, soportados en la comercialización de productos agrícolas transportados por la carretera. Así mismo por el tramo ya construido, transitan diferentes vehículos vendiendo toda clase de alimentos, abarrotes y elementos de aseo, para la gente que pasa por la vía, esto ya es una actividad frecuente que a su vez genera una economía local dinámica; una vez terminada la obra 120 mil habitantes de la zona rural y las cabeceras municipales de Barbacoas, Magui Payan y Roberto Payan se beneficiarán. Esta región particularmente es una muestra de Colombia porque es pluri-

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cultural y multiétnica, ya que convive población afrodescendiente, indígena y mestiza, entonces confluyen unas características culturales que la hacen propia y a la vez diferente. Otro fiel testigo del avance de la obra es el soldado Paz Pantoja Elber, quien ha visto el crecimiento y progreso de la construcción, tiene 6 años en la unidad militar y ha vivido su perfeccionamiento, recuerda que cuando inició este proyecto había mucho problema porque en las noches se tenía que mover la maquinaria para sacar a los camiones que se quedaban atrapados y enterrados. “Realmente con esta construcción se siente una satisfacción personal porque uno como militar, puede solucionarle muchos problemas a una comunidad, es realmente grato y se llena uno de orgullo cuando las misma gente reconoce el esfuerzo”, asegura el soldado Paz. Finalmente, se destaca el orgullo que tienen estos militares por construir patria, no solo garantizando la seguridad, sino cimentando vías para que la población pueda transitar con facilidad y mejoren su nivel de vida.

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AVIACIÓN EJÉRCITO

20 AÑOS

EL EJÉRCITO NACIONAL FELICITA A LOS HÉROES DE AVIACIÓN POR SU INVALUABLE LABOR


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Mejoramiento del Medio Ambiente

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ire fresco, puro y aguas tan claras que calmarían la sed de cualquiera, eso es lo que quiere lograr el sargento segundo Arcenio Castro Espitia, quien dedica su vida al cuidado del medio ambiente en cada una de las unidades donde llega. Desde joven mostró su vocación militar, es por esto que luego de prestar su servicio en el Batallón de Servicios n.º 7 en Villavicencio, Meta, ingresó a la Escuela Militar de Suboficiales, donde inició su formación como suboficial de arma.

Luego de su paso por varias unidades de la Institución, salió del Batallón de Contraguerrillas a realizar, lo que sin saber sería su segunda vocación, el curso de Gestor Ambiental, trabajo que desarrolla incansablemente, reconociendo que el mayor tesoro es proteger la biodiversidad y el medio ambiente de nuestro país. Lleva 14 años como suboficial, y entiende que su trabajo se ve reflejado en cada una de las unidades por las que ha pasado como Gestor Ambiental. Durante su carrera, se ha destacado por haber

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Sembrando esperanza desde el corazón de un uniforme pixelado

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72 logrado el adecuado suministro de agua potable y tratamiento eficiente de aguas residuales, donde garantizó la salud de todo el personal integrante de las 8 Unidades Tácticas de la jurisdicción en la Brigada n. °12. Este héroe ha realizado 114 academias a gestores ambientales, logró el aprovechamiento de más de 26.000 kilos de material reciclable, dirigió 25 actividades de recuperación ambiental con soldados que prestan el servicio militar ambiental, beneficiando a cerca de 1.000 habitantes en el Caquetá. Participó además, en el programa de control y vigilancia del tráfico ilegal de flora y fauna y durante el 2015, donde apoyó las tareas de incautación de 117 m3 de madera y también logró la recuperación de 19 especímenes de fauna silvestre. Durante su impecable carrera militar ha estado acompañado de su esposa, quien es su bastón y voz de aliento en los momentos más difíciles. Se han acompañado por 19 años y asegura que ella es el amor de su vida y a quien le debe la bendición más grande que ha podido recibir como ser humano, su pequeña hija de 4 años, quien lo motiva a seguir luchando por un mejor país y por el mejoramiento del medio ambiente, su milagro de la vida. “Quiero que mi hija tenga la fortuna de conocer un árbol y pueda respirar aire puro, que pueda jugar en un río limpio y disfrutar de las sencillas, pero maravillosas cosas que nos ofrece la naturaleza”. Palabras que dice con gran motivación, pues es consciente que los daños ambientales en muchos lugares del país son casi irreversibles, pero no imposibles de recuperar.

Preservar y cuidar los recursos naturales de las unidades y de las áreas sensibles de la jurisdicción prima dentro de sus funciones como Gestor Ambiental del Ejército Nacional de Colombia, es así como se destaca la labor de este héroe, quien ya cuenta con ocho diplomados en medio ambiente, cursos que realiza para poder ejercer con autoridad el control dentro y fuera de las unidades. Así mismo, anhela algún día, poder estudiar Ingeniería Ambiental y mostrar desde la Institución la importancia de su trabajo en cada una de las unidades y para la comunidad en las que se encuentran ubicadas. La transición que tuvo al pasar de ser un combatiente, un hombre de armas tomar y quien se formó inicialmente para defender la soberanía de todos los colombianos, “ha sido brusca, pero también lo mejor que me ha pasado”. Ser el responsable de mantener el adecuado manejo ambiental en cada unidad, reconoce que ha sido difícil, pero le apasiona saber que aporta en gran manera para que el futuro del país esté liderado por el trabajo ambiental. Desde que inicia su labor como gestor, reconoce que todo en el Ejército es un complemento, el cumplimiento de la misión Institucional va de la mano con el manejo que se da al medio ambiente y con cada una de las especialidades que tiene la Institución y que muestra la gran labor que realizan cada uno de los héroes que trabajan en ella.


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Prevención y Atención de Desastres Lugar: Salgar-Antioquia, Día: 19 de mayo de 2015, Hora: 3:00 a.m. urante toda la noche del 18 de mayo se presentaron lluvias en este municipio cafetero, ubicado en el suroeste de Antioquia a 100 kilómetros de la ciudad de Medellín. Todos los habitantes descansaban en sus hogares a la madrugada y fueron sorprendidos por una avalancha que arrasó con todo lo que estaba a su paso. Los organismos de socorro en el país estuvieron de inmediato dispuestos a brindar todo el apoyo a estos compatriotas que sufrían con esta catástrofe natural que dejaba a su paso llanto, tristeza y pérdidas humanas. El Ejército Nacional está preparado para adelantar operaciones militares y a través de sus ingenieros militares del Batallón de Atención y Prevención de Desastres n.º 80 para afrontar cualquier evento de tipo natural o antrópico.

Fuerte Militar de Tolemaida, Día: 19 de mayo de 2015

27 hombres de esta unidad táctica estaban en alistamiento de primer grado, se preparaban para poner a prueba todo su entrenamiento y capacitación en el territorio antioqueño afectado por una avalancha. Ya listos, equipados y con toda la disposición que siempre representa a los héroes del Ejército Nacional abordaron una aeronave con dirección a la ciudad de Medellín.

Lugar: Salgar, Antioquia Día: 19 de mayo de 2015, 21:00 horas

“A esta hora nos bajamos de los camiones, observamos a la gente muy asustada, nos preguntaban muchas cosas pero siempre les dimos la tranquili-

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74 dad, les dijimos que estábamos allí para ayudarlos, que íbamos a estudiar el terreno y los mantendríamos informados”. Recuerda el soldado profesional Dervison Castaño Rincón, quien desde hace 11 años sirve a la patria y se siente orgulloso de haberlo hecho como soldado de primera línea en el Batallón de Infantería n. °17 ‘General Domingo Caicedo’.

Día: 20 de mayo de 2015, 6:00 horas

Este doloroso suceso no solo para los salgareños sino para todo un país que se conmovió con los relatos de los afectados y las imágenes luego del desbordamiento de las aguas de La Liborina, despierta la sensibilidad y alienta a servir de forma incondicional. El cabo tercero Lozano describe las emociones que le despertaron tanta destrucción, “sentí mucha nostalgia, ver gran parte del pueblo arrastrado y devastado por la avalancha, pero me motivé por encontrar algún sobreviviente, a medida que buscábamos localizamos muchos cadáveres, me dio mucha tristeza y hubiera querido estar antes de la tragedia y apoyar a la población de Salgar”.

Día: 21 de mayo de 2015, 6:00 horas

Con alegría el cabo Lozano narra lo sucedido “Escuchamos un llanto el cual seguimos hasta llegar al punto exacto y allí encontramos un bebé de 11 meses, fue una felicidad enorme hallar a este pequeño, estaba atrapado entre dos piedras y palos y debíamos actuar con diligencia, de inmediato llamamos al puesto de control.”

Día: 22 de mayo de 2015, 6:00 horas

Los equipos de rescate permanecían con la esperanza intacta de ubicar más personas desaparecidas, así lo narra el soldado profesional Chala, un hombre que antes de pertenecer al Ejército Na-

cional tenía un panorama más alentador de este municipio ya que hace 17 años recorrió sus campos como recolector de café, pero la tierra que un día le proporcionó una fuente de ingresos hoy requería de toda su entrega que con profunda gratitud brindó en este sector del departamento de Antioquia.

Día: 23 de mayo de 2015, 6:00 horas

Muy temprano el cabo Lozano junto a tres soldados del equipo extrajo el cadáver hallado la noche anterior y lo entregó a medicina legal, ya el cuerpo estaba en malas condiciones. “Fue un día muy doloroso para las familias y para nosotros, porque asistimos a la santa misa de las 33 personas fallecidas en este desastre natural, fue muy fuerte ver la angustia de todas la gente. La situación fue tan dura que nuestros enfermeros asistieron a las personas que se desmayaban y se sentían mal en el sitio”, narra el cabo Lozano con el recuerdo latente de este lamentable suceso.

Día: 25 de mayo de 2015, 6:00 horas

Era el momento de retornar hacia el Fuerte Militar de Tolemaida y los soldados que tienen como lema “Vencer o Morir” habían cumplido con la misión encomendada; era el momento de dejar atrás este capítulo que en sus mentes quedará presente como un hecho doloroso que marcó la historia de todo un país. El soldado Chala señala “Estoy muy contento con la misión que cumple el Batallón y más con nuestro pelotón, siempre dispuesto a colaborar a las personas que tienen calamidades, darle esa ayuda a la población civil. Tengo la certeza que para ellos nosotros somos muy importantes, porque así lo manifestaban, por nuestra forma de trabajar, porque somos soldados, no sentimos pereza ni miedo de ingresar a ningún terreno”.


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Gestor destacado

en vinculación Militar

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er madre, hija y oficial del Ejército Nacional es una tarea de mucha disciplina y organización, la capitán Adriana Flórez Pérez, es abogada de la Universidad del Externado de Colombia y estudiante de magister en la Universidad Militar Nueva Granada, su sueño siempre fue ser militar, se preparó a lo largo de la vida para ingresar como oficial administrativa, ahora lleva 11 años en la Institución cumpliendo diferentes cargos administrativos, actualmente se desempeña como jurídica de la Jefatura de Reclutamiento, una labor que requiere compromiso y conocer a la perfección la Constitución de Colombia. El servicio militar en Colombia es un tema de gran importancia para la

Fuerza, es un servicio social que cumplen jóvenes mayores de 18 años con la población, y de paso una ley instaurada para servir a la patria como obligatoria cuando esta la requiera, es allí donde la capitán Pérez cumple un papel fundamental para interpretar y acatar la ley 48 de 1993. Es la primera vez que una mujer militar le hace frente al tema reclutamiento desde la parte jurídica, una de las situaciones de mayor relevancia para el Ejército, es el servicio que se brinda para definir la situación militar de miles de jóvenes de todo el país, a través de los distritos militares y la plataforma virtual, pues realizar este proceso requiere una defensa institucional fuerte. Una de las tareas de la capitán Pérez, es buscar los

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Transformando el servicio militar a un servicio social para los colombianos

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76 incentivos para que estos mismos quieran y vean el servicio militar como una opción profesional y no por obligación. De esta forma inicia a replantear y modificar esta ley, con el objetivo de organizar un proyecto focalizado con diferentes grupos de trabajo en las Fuerzas Militares y Policía Nacional para fortalecer los beneficios del ciudadano, obteniendo un atractivo al prestar el servicio militar, proyecto que a la fecha estará radicado en el Congreso de La República después de algunas modificaciones acordadas en el Ministerio de Defensa Nacional. Esta labor en el fortalecimiento de la imagen del servicio militar, no es una tarea fácil, pues viene de años de trabajo de diferentes equipos que han conformado la Jefatura de Reclutamiento, en este momento la oficial Pérez es la responsable en ejecutar todo el soporte legal reglamentario con las nuevas leyes como: Ley de Víctimas, desmovilizados, entre otras, normas que entran a jugar un papel dentro de esta modificación de ley. Para ella la organización y disciplina son valores que se necesitan para cumplir esta tarea, no es solo presentar una nueva ley, es meterle el corazón y la dedicación necesaria para obtener resultados favorables. Es por esto, que es una tarea para una mujer militar, aquella que divide su tiempo para el trabajo y la familia, que de las 24 horas del día, ella distribuye el tiempo para no dejar por fuera ninguno de sus grandes papeles de vida como madre y profesional. Adriana es una mujer que profesa su gran amor a Dios y a sus hijas, habla de ellas como el tesoro más preciado, su motor y legado de vida. Se proyecta como una general del Ejército Nacio-

nal, orgullosa de cada logro conseguido como ser humano y militar, porque para ella antes que todo el ser persona es lo primero para ejercer el papel de oficial. Su mayor orgullo es sacar y seguir adelante en todo lo que conlleva fortalecer el tema del servicio militar, como un ejemplo de una nueva oportunidad laboral, de vida para muchos jóvenes. Su misión es ser un ejemplo de madre para sus hijas, eso es en lo que trabaja todos los días, por ser cada día ese modelo a seguir. Ella es feliz haciendo lo que ama, y enseñando a las personas que la rodean que cada meta, tiene detrás, esfuerzo y dedicación. Para Adriana sin el trabajo en equipo no conseguiría nada de lo que ha hecho, en la Jefatura de Reclutamiento trabaja con un gran equipo de abogados y en su casa con su madre, indispensables para cumplir cada objetivo profesional y personal. Para ella, una mujer militar nominada en La Noche de Los Héroes, es un honor, es mostrar los resultados de su trabajo, sacrificio y entrega a una Institución que lo da todo por los colombianos, una labor de orgullo que mañana y siempre merece ser reconocida por todos. Obtener resultados de un proyecto el servicio de incorporación militar que lleva 9 años en la mesa y en cuestión de 5 meses ver los frutos, no tiene precio, por eso y muchos más logros es nominada la capitán Pérez en ‘La Noche de los Héroes’. “El mejor consejo para todos los soldados de la patria es apasionarse por su labor, sea cual sea, es la mejor satisfacción que se puede obtener en la vida, y siempre traerá grandes recompensas. Ser militar es una vocación que se lleva en el corazón, no dejen de trabajar por el futuro de Colombia”: capitán Pérez.



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Mejor Gestor Contable y Presupuestal Un suboficial ejemplar con transparencia y disciplina “El área administrativa tiene una responsabilidad grandísima, los soldados en primera línea de combate confían en nosotros”

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l sargento segundo Jhon Fredy Mosquera Moreno no puede disimular la felicidad que lo embarga por ser premiado en La Noche de los Héroes del Ejército Nacional, su sonrisa lo dice todo, y es que este chocuano nacido en Quibdó es un suboficial ejemplar, la transparencia con la que realiza su trabajo, lo llevó a estar entre los mejores del Ejército Nacional. Con 15 años en la Fuerza, recuerda que fue el amor al país lo que lo inspiró a ingresar a la Institución. En 1999 entra a la Escuela de Suboficales ‘Sargento Inocencio Chincá’, asciende al grado de

cabo tercero en enero de 2001 y es trasladado al Batallón de Infantería n.°5 ‘General José María Córdova’ en Santa Marta departamento del Magdalena. Posteriormente viviría una verdadera prueba de vida, ya que como militar orgánico de la Brigada Móvil n.° 22 en el Batallón de Contraguerrilla n.º 36 es gravemente herido en un combate con integrantes del bloque sur de las Farc en el Billar, Caquetá, la onda explosiva de un cilindro le produce afectaciones en la rodilla izquierda y la columna. Un helicóptero Black Hawk lo extrae del teatro de operaciones e inicia un riguroso proceso de recuperación, así lo recuerda. Por ser herido en combate y para que se pueda desempeñar de otra manera en la Fuerza, el Ejército Nacional le da la oportunidad de estudiar becado


contaduría pública en la Universidad Militar Nueva Granada. Una vez obtuvo el título de Contador Público, en la Jefatura Financiera le dieron la oportunidad de aplicar lo que había estudiado y se desempeñe como analista financiero, seguidamente pasa al Batallón de Servicios para el Combate n.° 8 como contador y luego de dos años pasa a Armenia donde continúa aplicando sus conocimientos de contaduría pública. El alto mando vio en este suboficial un excelente desempeño en la parte contable, pero lo más importante, vio el espíritu de superación que ha tenido, ya que no se dejó vencer por el simple hecho de haber tenido una afectación física una vez quedó herido en el combate, al contrario, esta situación se convirtió en una oportunidad para darle un giro a su vida y así brindarle al Ejército Nacional sus conocimientos con el fin de cumplir la misión desde el área administrativa. El sargento es consciente de su responsabilidad, ya que los militares que se encuentran en el área de combate confían en que se realice un excelente proceso

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administrativo, para que ellos estén bien con el bienestar, con los pagos y con la atención a sus familias, entre otras cosas. La base de su desempeño lo reconoce en su equipo de trabajo, lo considera fundamental para alcanzar lo que se pretende, dice que el proceso contable es un engranaje y se debe supervisar para que cada uno de los engranes actué y marche como está planeado, por eso la camaradería y el compañerismo, son una garantía para que el proceso contable resulte positivamente conforme a lo planeado. En la actualidad el sargento segundo Jhon Fredy Mosquera Moreno estudia una maestría en Gestión de Organizaciones y está próximo a ascender al grado de sargento viceprimero. Le gustaría regresar a Quibdó y compartir con sus padres, el río Atrato le recuerda su infancia, sabe que el Chocó es una tierra pujante que quiere salir adelante, pero hace 10 años no la visita, le gustaría en un futuro ser sargento mayor y seguir desempañándose en el área que se capacitó, para continuar brindándole sus conocimientos y lo mejor de él al Ejército Nacional.

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Binomio Canino Héroes de cuatro patas

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haira es un miembro más de la familia del soldado profesional Fabián Andrés Mejía Sánchez. Este hombre lleva 12 años en la Institución, es casado y tiene 2 hijos, uno de 6 años y una niña de 1 año. Sin embargo, no puede desconocer a su perrita Chaira una Golden Retriver, con quien ha compartido el último año y medio. Después de prestar servicio como soldado bachiller a sus 18 años, se convirtió en soldado profesional y su primera unidad fue un Batallón de Combate Terrestre en la Brigada Móvil n.° 9 donde duró 7 años. Allí, era el radio operador de su unidad y luego al pasar los años, fue trasladado al Batallón de Artillería n.° 9 Tenerife, en Neiva.

En todos estos años, múltiples historias salen a relucir en el campo de combate. Para él, lo más duro, un combate contra el frente 40 de las Farc ocurrido el 15 de diciembre de 2004. Apenas llevaba año y medio y vio como asesinaron a algunos miembros de la Institución, un golpe anímico duro para cualquier persona, pues la moral de ver a sus compañeros muertos, pero sobre todo a su lanza, fue un golpe duro, algo que a diario viven nuestros héroes de la patria. El incidente empezó cuando por informaciones, llegó un miliciano que decía saber dónde estaban ubicados un grupo de alzados en armas. Cuando llegaron al sitio, había 400 guerrilleros, “Llegamos al sitio y cuando nos vimos


rodeados, ahí murió mi lanza Fernàndez, el francotirador de la unidad y prácticamente murió al lado mío. Fue muy triste. El combate duró más de 24 horas y pudimos seguir cuando llegó el apoyo. Le baja a uno el ánimo pero tocaba seguir y seguimos dándolo todo por Colombia”. Esto fue en San Juan de Lozada entre los departamentos del Caquetá y el Meta. Pero su historia no terminó ahí, otro enemigo, pero esta vez de la naturaleza, le complicó su estadía en las selvas colombianas. Estando en esta Brigada Móvil, le dio leishmaniasis en el pecho y le afecto un pulmón. Después de varias operaciones no se detiene para estar en la Institución, de la cual se siente orgulloso. Le da un poco duro la altura por su condición, pero vino con su compañera Chaira al llamado de sus comandantes. “El Ejército lo hace cambiar a uno, tiene muchas cosas buenas”. Por ejemplo, asegura que desde que llegó, ha podido estudiar diferentes cosas. Pero también ha sido un combatiente ejemplar. En la Brigada Móvil n.° 9, le dieron la medalla de la Campaña del Sur. “El soldado colombiano es aguerrido, como decía un coronel en San Vicente, el soldado es el perrenque, un verraco para todo”. Este trabajo con caninos hace verdaderos amigos. Es así como el soldado profesional Diego Felipe Rojas de 26 años, sigue los pasos de sus compañeros que conforman los binomios caninos. Ingresó a la Institución en el 2009 porque admiraba a los militares desde que era pequeño. Después de estar en la Escuela de Soldados Profesionales en Nilo Cundinamarca, salió trasladado para el Batallón de Ingenieros n. °17 ‘Carlos Muñoz’ en Carepa, Antioquia y desde entonces, ha trabajado con su perrita Luna, una Golden Retriever de 5 años. Siempre han estado juntos. “Me la dieron de 6 meses y parecía un peluche”.

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Desde que llegó a su primera unidad, quiso superarse y por eso, siguió estudiando. Estando en el área logró terminar su bachillerato, meta que cumplió estando en esta zona de Colombia y gracias al Ejército Nacional. Cumpliendo la misión como binomio, han pasado por muchas situaciones. En total, han encontrado 16 artefactos explosivos. Recuerda con mucha alegría el día que en la vereda Osito, corregimiento de Apartado, del Urabá Antioqueño, patrullando, recibió la información de unas caletas que el enemigo tenía en esa región. Cuando llegamos al sitio, había 13 minas enterradas en matorrales, gracias a Dios, nadie las activó. Fueron plantadas por las Farc en un camino a una vereda, donde transitaba mucho niño y personas en general. “Tenían todo listo pero Luna y yo, llegamos a tiempo”. Luna, quien siempre está en sus pies, bate la cola, aun cuando Mejía indica que acaba de salir de un tratamiento de leishmaniosis, que le afectó la trompa. Después de 26 inyecciones, se curó y está coleando como nueva, lista para la acción. “Siento que tengo mucha conexión de los perros. Me gustaría estar en el Batallón de Atención a Desastres y cuando me retiré, trabajar con perros y ayudar a la gente ante cualquier eventualidad, estoy de corazón con mi Ejército”. Siempre ha pensado que se está en este mundo para una misión muy especial, y espera seguir ayudando y seguir marcando la historia de nuestro país. Su perrita y fiel compañera Luna, se pensiona el próximo año. “La han querido afectar pero es una guerrera. En un hostigamiento me le tiré encima y la protegí con mi cuerpo pero nada nos pasó afortunadamente”.

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Operación de Desminado Militar Un paso adelante para garantizar vida

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n trabajo para machos. Así se puede definir la labor que día a día desarrollan estos hombres en diferentes áreas rurales del país con el fin de limpiarlas de minas antipersonal y toda clase de artefactos explosivos, para así poderle abrir paso a las tropas y llevar a buen fin las operaciones militares. Es una familia de cinco: cuatro hombres, el cabo segundo Augusto Lemos Zabala de Palmira (Valle), Comandante y explosivista; los soldados profesionales Medardo Montalvo de Caucasia (Antioquia), sondeador; Norbey Perdomo de Pital (Huila), detectorista; Naffer Sánchez de Quibó (Chocó), guía Canino y, la niña consentida de todos, Michell, una labradora antiexplosivos que los acompaña a

todas partes como pieza imprescindible de este excelente equipo de trabajo. “Antes de que la tropa llegue a un área determinada donde se va a descansar, nosotros hacemos registro, verificamos y limpiamos el sitio de artefactos explosivos improvisados que los puedan afectar”. En el primer ciclo de trabajo de este año, en un transcurso de cuatro meses, localizaron un total de 41 artefactos explosivos, haciendo un trabajo minucioso, como realizando la cirugía de más alto nivel, para obtener un valioso resultado que permita salvaguardar la vida de miles de colombianos, entre soldados y población civil. Son altamente capacitados y entrenados. Se ciñen a técnicas y medidas


enmarcadas en protocolos nacionales e internacionales para trabajar en una de las labores más significativas para los colombianos: acabar con los artefactos explosivos que en los últimos 15 años han dejado un total de 11.212 víctimas, de los cuales el 38% fueron civiles y el 62% héroes de la patria.

Cada uno es la pieza infaltable de un engranaje

Esta es una familia totalmente funcional. Juntos hacen una máquina de trabajo de cinco piezas fundamentales, que sin la una no puede funcionar la otra. El comandante y líder, el cabo Lemos, lleva la batuta y da las instrucciones correspondientes. Luego ingresa el sondeador, el soldado profesional Montalvo, quien con una herramienta denominada Pera y Cuerda despeja el camino de minas por tensión, que son las más riesgosas para el ejemplar canino al tener más posibilidades de que se le enreden las cuerdas en sus extremidades. Acto seguido entra al escenario el binomio canino, el soldado Sánchez y su ejemplar Michell, quienes en un trabajo

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armonioso de dos actuando como uno solo detectan a través de la canina toda clase explosivos que usa la amenaza. “El perro es el lanza, el compañero. Se cuida en todos los aspectos como a un hijo, brindándole amor y disciplina al mismo tiempo. Esa es la clave para que exista afinación a la hora de trabajar”. Por último, el detectorista, el soldado Perdomo maniobra con un aparato llamado detector de metales, el cual permite realizar un modo de búsqueda de acuerdo al tipo o tamaño de la mina, emitiendo diferentes sonidos y luces según corresponda. De este modo, este grupo de trabajo, esta familia de jóvenes oriundos de diferentes lugares del país y que no pasan los 30 años de edad, basan la excelencia de su trabajo en la confianza que se tienen mutuamente, el apoyo y la buena convivencia. Su motivación, los compañeros que trabajan en el área y las personas que viven por esas regiones. La inspiración, sus familias. Su orgullo, el resultado final al aportar a la destrucción del flagelo de las minas en Colombia.

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*Exde: Grupo de Explosivos y Demoliciones.

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Operación de Desminado Humanitario

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randes áreas despejadas de minas antipersonal en veredas y corregimientos de los departamentos de Santander, Caldas, y Antioquia; grupos poblacionales retornando a sus lugares de origen, recuperando sus casas, sus parcelas, su vida. Un total de 59 minas antipersonal destruidas y 104.428 metros cuadrados libres de sospecha, son los resultados que hacen a este grupo de militares los mejores del Ejército Nacional en Operaciones de Desminado Humanitario. “Nuestra misión es entregar tierras libres de minas a nuestros compatriotas”, afirma el capitán Fabio Hernando

Díaz Quimbayo, quien tiene curso de Desminador Líder, Monitor de Desminado Humanitario y Monitor de Operaciones en Desminado Humanitario con el Ejército de Tierra de España, lo cual le brinda la suficiente capacidad, entrenamiento y experiencia para adelantar durante ocho años consecutivos un trabajo tan concienzudo y valeroso. De igual forma, se encuentran altamente capacitados el sargento segundo Alexander Orjuela Cortés, líder de escuadra, líder de estudios técnicos y comandante de pelotón; el soldado profesional John Jairo Barreto Sastre, desminador; el soldado profesional Edixon Javier Peña-

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Destruyendo minas, contruyendo futuro

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86 loza Botello, también desminador, y el soldado profesional Rigo Adolfo Banguero Vidal, quien es Líder de Equipo. Ellos hacen parte de la consolidación territorial y de ese sueño de paz que tenemos todos los colombianos, de vivir en un país próspero, donde el tema de las minas solo sea un mal recuerdo. Ellos con su trabajo construyen la base del futuro colombiano al permitir recuperar tierras perdidas por el conflicto armado interno y, con ello, actividades propias de nuestro desarrollo socio económico como lo son la agricultura, la ganadería y las costumbres autóctonas, además de la implementación de nuevos proyectos estatales de desarrollo. Virtudes como la calma, la minuciosidad, el compromiso, el valor, la sensibilidad, los conocimientos y objetivos

claros son requisitos obligados para quienes realizan esta labor. Son muy serios al momento de hablar de su trabajo pero se les ilumina el rostro y les brillan los ojos al momento contar lo que significa ver a cientos de campesinos regresar a su terruño. “Cuando se entrega un sitio despejado de minas es una gran satisfacción. Eso lo hace a uno feliz porque somos colombianos y queremos a nuestro país, queremos a nuestra gente. Llegar a trabajar a un sitio desolado por la guerra y después de nuestra labor saber que tienen carreteras, escuelas, iglesia, viviendas nuevas. Ver la cara de felicidad de los niños. Eso es lo más bonito, lo más interesante y lo mejor de las Operaciones de Desminado Humanitario”.


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Piloto Destacado

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a mamá del mayor Malagón pensó en tener a sus dos hijos Gustavo y Miguel Ángel siempre cerca de su hogar. Fue así que hizo un gran esfuerzo para que sus hijos iniciaran los estudios en un colegio militar y conseguir su libreta militar, así continuarían con ella. Sin embargo, el destino los conduciría por otro camino. Sus dos hijos se enamoraron del glorioso Ejército Nacional e iniciaron su carrera en la Escuela Militar de Cadetes ‘General José María Córdova’. Fue así como esta madre entregó sus hijos al servicio de la patria y hoy los ve convertidos en pilotos del helicóptero catalogado como punta de lanza de las operaciones militares, el Black Hawk, una máquina con altas capacidades técnicas que participa en las misiones de alto grado de complejidad.

El 20 de enero de 2014 un grupo de valientes hombres se preparan para la operación ‘Escipión’. Dos helicópteros UH-60 Black Hawk se abastecen para salir desde Saravena, a las 11.30pm con destino Puerto Jordán, Arauca. Se tiene información del movimiento de un grupo de las Farc que pretenden atacar el pueblo. El mayor Malagón llevaba bajo su mando una tripulación de 3 personas y 12 soldados profesionales encargados del asalto aéreo. Llegaron al punto definido. El avistamiento de movimientos extraños hizo que el mayor Malagón se alertara de la situación. Un grupo de guerrilleros del frente décimo de las Farc los esperaban en la mitad de la nada, sólo la espesa vegetación en la zona era testigo del inclemente ataque de esta facción violenta. 17

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Héroes en Black Hawk

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88 impactos de fusil AK-47 interrumpieron el desarrollo de la misión. Los impactos afectaron la pierna del mayor Malagón, además de dañar el sistema hidráulico del helicóptero, los sistemas de ubicación satelital, la celda de combustible y el rotor de la aeronave. La herida en la pierna hace perder el control de los pedales que dan estabilidad al helicóptero. Los sistemas hidráulicos dañados no permiten un adecuado manejo de la aeronave, sin instrumentos en medio de la noche, este valiente héroe reacciona a pesar del dolor y la confusión y coloca en su Ipad un navegador satelital para orientar a su tripulación. Momentos de angustia y confusión predominaban hacía la media noche, aun así no pensaba en su propia vida, pensaba en salvar a su tripulación. Con una herida grave y su aeronave fallando, este guerrero de la patria maniobró su helicóptero hasta llegar a un punto a salvo en Arauca. Hoy se recupera de su grave herida, la cual no sólo dejó huellas en su cuerpo sino en la memoria de las 15 personas a quienes les salvo la vida, el mayor Gustavo Malagón Páez, siempre será recordado como un héroe que hasta el último momento maniobró su helicóptero, con el único propósito de salvar las vidas de sus soldados llevando así un legado de esperanza que nunca morirá. Así mismo, por situaciones del destino su hermano, el 14 de noviembre de 2014, apoyando operaciones militares en la Sexta División en el departamento de Caquetá, el capitán Miguel Ángel Malagón Páez fue notificado de un combate en cercanías al municipio de Morelia donde un soldado había sido gravemente herido. Inmediatamente dos helicópteros iniciaron la misión para evacuarlo. Eran las 12 del mediodía y los combates no cesaban desde horas de la mañana. La tripulación compuesta por piloto, copiloto, dos artilleros y cuatro soldados especializados en desembarcar y recuperar el

soldado herido, eran los encargados de esta valiente misión. Un helipuerto improvisado dio la entrada al Black Hawk en cercanías de Morelia, Caquetá. El grupo armado ilegal no daba tregua y seguía atacando las aeronaves en vuelo, pero la misión debía ser cumplida. Fue así, como el piloto tomó el riesgo de desacelerar su aeronave y entrar pero lo alcanzan 7 impactos de fusil. El piloto es herido, un disparo entra a la cabina y es impactado en el brazo izquierdo. Igualmente son destruidos varios sistemas fundamentales para la maniobrabilidad del helicóptero. Aturdido pero con la gallardía propia de un héroe, pasa su mano derecha por el pecho y se da cuenta que está herido y siente su brazo izquierdo congelado. No se da cuenta de la gravedad hasta que es auxiliado por los soldados que lleva en la aeronave, su brazo esta desprendido casi en su totalidad. Aun así no deja el mando de la nave y sigue los protocolos de emergencia. Con el fuego enemigo atacando, logra colocar potencia en su aeronave y saca a su tripulación de la zona de peligro. Llega a Florencia con la aeronave impactada pero sus pasajeros intactos. Su valerosa actitud y entrenamiento lo hizo un héroe de la patria que será recordado por salvar la vida de su tripulación y sus pasajeros. Hoy, este soldado guerrero de la vida se encuentra en recuperación. Es así que el capitán Malagón da gracias a su madre y a su hermano, el mayor Gustavo Malagón, quien también ha sufrido la dureza de enfrentar a los grupos armados ilegales siendo herido en combate; por ser la inspiración y pilar de su carrera desde el primer momento en que decidió entrar a formar parte del Ejército Nacional. Hoy más que nunca confirma su pasión por servir a la patria desde las alturas, en la punta de lanza de las misiones élites como lo es el Black Hawk.


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Tripulante destacado

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as luces en verde, los controles en marcha, la tripulación preparada, inicia el sonido ensordecedor de las hélices del helicóptero UH-60, ha comenzado la misión. Así, desde hace 13 años, es la vida y el trabajo del sargento viceprimero Carlos Soto, jefe de tripulación de esta poderosa aeronave de la Aviación del Ejército Nacional. El UH-60 es el helicóptero que tiene más contacto con la guerra, realiza operaciones de asalto aéreo, evacuaciones aeromédicas y movimiento de tropa; misiones de alto riesgo donde el temor y la adrenalina se hacen a un lado para darle paso a la concentración y profesionalismo.

Antes y durante la operación, el sargento Soto cumple la labor de brindarle seguridad a la aeronave y garantizar el regreso a salvo de la tripulación. Realiza mantenimiento preventivo diario, un chequeo de todo el helicóptero, verifica combustible, luces y controles, orienta y asesora al piloto durante el vuelo para evitar daños o accidentes. En la misión está alerta para proteger a la aeronave de fuego enemigo. A pesar de la alta y cuidadosa planeación, hay muchos factores que influyen en el desarrollo exitoso de un vuelo. 4000 pies de altura, la espesa vegetación colombiana, el clima, la presencia del enemigo, el combustible disponible, y ocasionalmente visores para visión nocturna, son elementos que entran en acción.

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Volando alto, con los pies en tierra

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90 Soto siempre vigila con sumo cuidado, sin olvidar la premisa de ‘no abandonar a un hombre solo en tierra’. Con 2700 horas de vuelo, sabe que cada operación es peligrosa, ha visto morir compañeros y su mente se inunda de recuerdos. El más difícil ha sido el del 22 de junio de 2015. Era una misión, aparentemente, tranquila. Trasladar un personal de unas coordenadas y ubicarlo en otras, en el municipio de Teorama, Norte de Santander. Era un día soleado, la tripulación conocía el área, la información de inteligencia no anunció la presencia de ningún grupo al margen de la ley y la aeronave se encontraba en óptimas condiciones. El vuelo transcurrió con normalidad. El aterrizaje del EJC-2185 no tenía complicaciones, se realizó en una planicie en lo alto de montaña, sin árboles que pusieran en riesgo la seguridad. La tropa estaba desembarcando. 1, 2, 3 soldados salían por cada uno de los costados del helicóptero, cuando de un momento a otro la tierra de este municipio, que significa “Campo de Dios”, se sacudió y enmudeció por un instante. Una mina instalada en el preciso lugar del descenso, explotó y partió en dos al UH-60. “Después del bombazo sentí un silencio absoluto, un estado de paz que no se puede describir. No sé cuánto tiempo estuve así. Reaccioné porque un soldado me estaba llamando. Abrí los ojos y estaba en el suelo. La explosión desbarató la cabina de carga. Doy 3 o 4 pasos en dirección al soldado, pienso en los tripulantes y me devuelvo, pero a ellos ya los habían evacuado. No había nadie. Cuando veo la maquina frente a mí, toda destrozada es cuando me da miedo. Ahí es cuando se vienen todos los temores encima…” En 1998 inició la historia de este héroe en el Ejército. En aquel entonces ni se alcanzaba a imaginar que haría parte de la Aviación, de la “joya de la

corona” como él la llama. Y es que allí solo ingresan los mejores hombres, quienes con resultados, trabajo y sacrificio son seleccionados para pertenecer a esta arma. A partir de ahí, la capacitación y el trabajo de alto riesgo han sido una constante en la vida de Soto. Su espíritu luchador le permitió ser estudiante de honor en el ‘Curso de reparador de turbinas de helicóptero’, que realizó en Estados Unidos junto con militares de toda la región. Para él “la aviación del Ejército es una pasión, pero además no es solo volar y capacitarse, es salvar vidas”.

Más acá del cielo Oriundo de una familia campesina de Montería, Córdoba, el segundo de sus cuatro hermanos y padre de dos hijos. Cuando habla de su familia, levanta la voz, se intensifica su acento costeño y afirma que su héroe es su papá, policía durante 23 años, quien vistió con orgullo el uniforme y le enseñó lo mismo a su hijo. El amor más grande de su vida son sus chiquillos a quienes quiere llenarlos de felicidad y oportunidades. Con el fin de cumplir sus sueños, no solo desea prepararse militarmente sino también como profesional. Antes de ingresar a la Fuerza cursó hasta sexto semestre de administración de empresas y ahora gracias a una beca de la Fundación Tejido Humano, el sargento Soto va a continuar y terminar la carrera universitaria. Este hombre, héroe del Ejército Nacional, ha forjado su personalidad y su vida con persistencia, trabajo y dedicación, y ha aprendido que la humildad es una virtud que lo hace grande. Sus ojos se iluminan cada vez que habla de sus sueños, su piel se estremece cuando relata las anécdotas y vocación de servicio, y su corazón se hincha al afirmar que “no quisiera irme de baja nunca. Estoy casado con mi Ejército”.



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Profesional en salud destacado

Una heroína que salva vidas

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vitar que los soldados se contagien y enfermen por epidemias es uno de los propósitos por los que día tras día lucha la teniente coronel Nidia Patricia Pineda López. Oficial médica, madre de cuatro hijos, epidemióloga de la Institución y pionera en la implementación del área de salud pública, esta militar es un ejemplo de la mujer guerrera que con coraje y dedicación trabaja por el bienestar de los héroes de la patria. Desde que era una niña amó profundamente al Ejército y siempre soñó con hacer parte de él, pues escuchaba a sus padres admirando las acciones emprendidas por los hombres y mujeres integrantes de la Fuerza.

Al culminar la carrera como médica cirujana y en el desarrollo del año rural tuvo la oportunidad de atender militares y reavivó aún más su anhelo de servir al Ejército a través de su profesión. Fue así como, luego de tres años, se incorporó y empezó a consolidar aquello que siempre deseó como único proyecto de vida: ser una excelente oficial.

Médica de orden público Alrededor de 12 años estuvo ejerciendo en los lugares más remotos del país, conociendo de cerca la guerra y devolviendo la esperanza de vida a quienes creían que no podían salvarse.


Como parte de su rutina, esta heroína caminaba, cargando equipo y fúsil, entre seis y ocho horas al interior de la selva con el fin de llegar hasta donde se encontraban los soldados para así poder atenderlos. Eso sin dejar de lado las veces en las que entró al área de combate y, en medio del fuego, con valentía sacó heridos en camillas improvisadas elaboradas con las guerreras de los soldados. Tal es el arrojo de esta mujer que incluso estando embarazada se trasladaba hasta el área en camiones, otras veces, sin importar los ataques de los grupos al margen de la ley, sacaba a los heridos en helicóptero. “Estas situaciones hacen que uno valore más su gente, conozca y sienta lo que el soldado vive todos los días. Por medio de estas experiencias se crece tanto personal como profesionalmente”, asegura la teniente coronel Nidia. Aún hoy en día, ella se desplaza hasta zonas apartadas donde pasa días e incluso semanas lejos de su familia, pero con la certeza y firme convicción de que con su trabajo está salvando vidas.

El trabajo en salud pública Desde hace tres años la teniente coronel implementó el área de salud pública, promoción y prevención del Ejército Nacional, una unidad que antes no existía y en la que pone en práctica todos sus conocimientos para el crecimiento de la misma a nivel nacional. Con acciones de tipo preventivo evita la presencia de enfermedades, también se desplaza a las unidades donde existen síntomas o casos de epidemia, para conocer de primera mano la situación y resolverla en el menor tiempo posible, disminuyendo los riesgos de muerte en el personal militar.

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“Mi responsabilidad es la salud de todos los militares. Mi deber es conocer y evaluar lo que esté sucediendo y poder controlar las epidemias hace parte del éxito operacional en sanidad”, afirma con convicción Nidia Patricia. A la fecha, más de siete mil personas se han salvado gracias a la labor de esta mujer quien evita la propagación de epidemias de grandes magnitudes. Sin embargo, hay casos en los que el virus o la bacteria son tan agresivos que, a pesar de todo el esfuerzo y la atención médica, la muerte es inevitable. Son estas situaciones las que, además de causarle gran dolor, la motivan a seguir trabajando fuertemente por la vida de los héroes de Colombia, pues de sus decisiones depende el control o extensión de las epidemias. Se siente orgullosa de ser una mujer militar, piensa que tiene una gran responsabilidad en sus manos y es por ello que durante toda su vida se ha preparado académicamente. Conoce a la perfección los brotes de chikunguña, denge, malaria y meningitis, entre muchos otros, a los que se exponen los hombres del Ejército Nacional en el desarrollo de su labor. Ama su profesión y por su excelente desempeño en el campo de la salud, la Fuerza tiene hoy mayor reconocimiento por parte de otras entidades como el Ministerio de Salud y Protección Social, con quienes se articula el trabajo La teniente coronel Nidia Patricia Pineda López es una heroína que salva vidas y por su dedicación, entrega y servicio es un motivo más de orgullo para la Institución.

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¡Le estamos cumpliendo

a Colombia! Gestión 2015

Defender la soberanía, independencia e integridad del territorio nacional es uno de los objetivos por los que día tras día trabaja el Ejército Nacional. Bajo esta premisa, durante el 2015 la Fuerza obtuvo importantes resultados para el beneficio de todos los colombianos. Comprometidos con su labor, los soldados de la patria debilitaron, aún más, a los grupos armados al margen de la ley y a las estructuras del narcotráfico. A su vez, destruyeron artefactos explosivos y adelantaron labores de desminado humanitario en varias áreas, logrando así la cuarta zona libre de minas antipersonal en el país. A continuación presentamos en cifras algunos logros del Ejército Nacional que contribuyen al establecimiento de la seguridad, el desarrollo y la paz.


Resultados operacionales

Presentaciones Voluntarias Grupos al Margen de la Ley

Capturas

Grupos al Margen de la Ley

2,438

841

Menores de edad

recuperados en operaciones Presentaciones Voluntarias

232

Recuperados

128

Niños y Ñiñas Recuperados

104 Material de guerra

incautado

1,704 Armas

373,104

municiones

Neutralización de acciones

terroristas Y artefactos explosivos El Ejército Nacional en promedio al día ubica y desactiva controladamente 7 minas Antipersonal. De igual manera ubica 40 Artefactos Explosivos cada día.

Lucha contra el narcotráfico Drogras Incautadas Más de 34 Toneladas

Artefactos Destruidos

Acciones Neutralizadas

13,908

607

Lucha contra el Contrabando

Combustible Infraestructuras 169,781 Gl. Localizadas Vehículos 2,065 Motorizados

Licores

67,435Und.

137

Datos del 01 de enero al 04 de Diciembre 2015


96CIFRAS... EN NUESTRO APOYO A

COLOMBIA

Jefatura de

Acción Integral

225

Jornadas de Apoyo al Desarrollo

260,846 beneficiados

7

72

Jornadas de apoyo al desarrollo a grupos étnicos

Jornadas de Fortalecimiento Institucional

57,745

beneficiados de grupos étnicos

Jefatura

Jurídica Integral

197,584

personas capacitadas en Derechos Humanos y DIH

15,361

visitas a la sala de la Memoria y la Dignidad ‘Sargento primero Libio José Martínez Estrada’

11,280 beneficiados


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más de

100

2 Millones

obras finalizadas

de personas se han beneficiado

80%

10

macro proyectos

21

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de los departamentos beneficiados

municipios Apoyados

97





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