ANTOLOGIA NARRATIVAS AAG. Audiocuentos

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ANTOLOGIA AUDIOCUENTOS NARRATIVAS AUDIOVISUALES AAG / 2022 DOCENTE: EKTOR ARROYAVE f"' TTPS •//WWW YOU TU BE COM/PLA YL 15T?L 15 f=- PL() OSG KP VXZ4Zt0B QLJ WQXFY68f?UOEM hD V
PorLauraHurtado

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Duración

Intensidadporciclo Jornada 6ciclos(3años) 16semanas Diurnaynocturna

(i) &, G

Modalidad Titulootorgado

Ubicación Presencial ConocimientosAcadémicosen ArteDigital Nacionalelmemacional

OBJETIVODEL CURSO

MediosDigitalesesunprogramaúnicoenlaciudaddeBogotádestinadoatodaslaspersonasinteresadasenconocer ydesempeñarfuncionesenlosdiversoscamposdeaccióndelosmediospublicitarios.Esteprogramaseocupadela enseñanza,desarrolloycreacióndecontenidosdigitales,conénfasisenilustración,fotografíadigital,animación, videojuegosypinturadigital.

METODOLOGÍA

Porserunprogramaintegradotantoeneláreatecnológicacomoeneláreaartística,seestimularálaprácticadetodos loscontenidoscontrabajoscreativosquepermitanalestudianteintegrarlosconocimientosadquiridosenunentorno realyaplicado.Seevaluarántrabajosdedistintaíndole,asegurandotantolacomprensióndeltemacomoelprogreso creativoindividual.

LosegresadosdelprogramadeMediosDigitales,poseenunaltonivelenlaanimación,elvideo,lafotografíayla ilustración.Unavezegresados,estánencapacidaddecrearpersonajesparapelículas,seriesanimadasovideojuegos; podránproponerycrearcubiertasdelibros,cuentoseilustracionesparalosmediosimpresosycrearcontenidosde video,animación,cortometrajesparacineytelevisión.ElegresadoenMediosDigitalestendrálacapacidadde combinarconéxitolasnuevastecnologías,lasinfluenciasculturalesylaproducciónartística.

El Ojo Eterno

AriannaCastillo

El Ojo Eterno

Ficha Técnica

Título:ElOjoEterno.

Tipo:cuentodeterror.

Contexto:enunpuebloeuropeoalrededorde1950.

Narrador:primerapersona,pasado.

Personajes:Lennart(protagonista),Yog(villana).

Acción: después de la muerte de su madre, un joven decide investigar sobre la verdadera naturaleza de su padre y ladiosaalaqueparecíarendirleculto.Apartirdeentoncesempieza atenervisionesypesadillassimilaresalasqueteníasumadreantesdemorir.

LadualidaddelSer Laconstruccióndelarealidad, laespiritualidadylareligión.

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El Ojo Eterno

El retrato al óleo que decora el final del pasillo de mihogarrememoraladifuntafigura de mi padre. Mis familiares ven la pintura con cariño, sin embargo, a mí me genera una sucesión extraña de sentimientos similares al terror. “El estimado señor”, comominiñerasolía llamarle, era querido por todos los miembros de mi numerosa morada debido a su derrochede amabilidad y su prominente respaldo económico. Tal descripción halagadora del hombre no respalda mi percepción, aún así, he de destacar que esta era solo la visión superficial que poseían las personas de él, y de no haber indagado más en su vida personal quizá adíadehoy yomantendríalaideadequesetratabadeunhombreejemplar

Cuando cumplí la corta edad de trece años, mi padre desapareció de la faz de la tierra. Se le creyó secuestrado o asesinado, pues no existían razones lógicas para que un hombre de sus características hubiera decidido alejarse de su hogar por cuenta propia. Muchos lamentaron su pérdida e incluso se le celebró un funeral antelafaltadeinformaciónsobresuparadero.Pesea todo, una única persona entre nuestra familia y las amistades cercanas de mi progenitor se negaba a la posibilidad de que éste estuviera muerto: mi madre, quien afirmaba seguir en contacto con su esposo mediante sueños y visiones. Como fue de esperarse, en mi hogar atribuyeron las afirmaciones de mi progenitora al desgaste de su cordura ante la desaparición injustificada del hombre que más amaba. “Tu madreenloqueció,Lennart,nohagascasoanada de lo que te diga” era una frase que escuchaba salir a menudo de las bocas de mis tíos y abuelos; y yo, aterrorizado por los murmullos inteligibles de mi madre, me alejé de ella por el restodelosañosenlosquepermanecióconvida.

A menudo permanecía encerrada en su pieza, víctima de múltiples enfermedades físicas y psicológicas que hasta la fecha no he sabido identificar, por lo que nunca tuve mucha oportunidad de pasar tiempoconelladebidoalaexigenciadelaescuela,ydespués,deltrabajo. No fue hasta pocos días antes de su fallecimiento en el que me acerqué a la habitación de mi madre. Me guiaba una leve sensación deculpabilidaddebidoamiausenciaensusúltimosaños de vida, pues se me había indicado que su enfermedad, al parecer, había empeorado. La encontré sentada ensucamaindividualdesábanasazulesyalmohadasmullidas,conunapluma en la mano y un diario reposando en su regazo. Su mirada yacía perdida enelhorizonteysólo después de haberle llamado reconoció mi presencia en la habitación. Entre conversaciones cortas y vanas sobre su estado anímico y las preocupacionesdelafamilianosentendíamos,sin embargo, mi piel se erizó cuando mi madre empezó a cambiar el rumbo de la conversación a algoquenomeloesperéenloabsoluto.

Me confesó entonces una historia completamente distinta a sus habituales delirios.Estavezmi padre no “seguía con vida dentro de sus sueños”,sinoquehabíaescapadoaunculto,yella,mi madre,habíasidosacrificadaporél.¿Cómodebíareaccionaraaquellahistoriadisparatadaysin sentido? mi progenitora,porsupuesto,nohabíasidosacrificada,puesseencontrabafrenteamí, y de mi padre no seteníanindiciosdesuparadero.Decidíentoncespreguntarpordetalles,pero mi madre solo empezóasoltarinsensateces.Medijo,resumiéndoloenpocasperocontundentes

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El Ojo Eterno

palabras, que mipadrehabíasacrificadolapsiquisdemimadreaunadiosadelaquesolohabía oídohablaralosancianosmásdecrépitosdelalocalidad.

“¡Estás loca, madre!” exclamé antes de retirarme de la habitación, repleto de cólera ante los sinsentidos que me había obligado a escuchar Siempre había carecido de paciencia ante las actitudes poco racionales, por lo que lidiar con su enfermedad nunca fue mi fuerte. Días pasaron y no volví a acercarme a ella, ¿cómo hacerlo? si fue quien abandonó mis cuidados después de la desaparición de mi padre y nunca volvió a mostrarme cariño desde entonces, siempre enajenada por el recuerdo de un hombre que nos abandonó mucho tiempo atrás. Consideraba que no había hecho nada por mí, y por esomeneguéadarleafectoensulechode muerte.

Una tarde de invierno, como ya mi familia se temía, mi madre falleció. Quizá fue el arrepentimiento de mi subconsciente aldespreciarcontalniveldereceloamiprogenitora,pero en lugardecortarlazoscomoteníaplanificado,pequédehipocresíaymepropuseaencargarme y registrar los bienes materiales que dejó mi madre atrás. Entre dichas pertenencias se me entregó la llave de la oficina de mi padre, la cual no había sido tocada desde su desaparición. Culpable de la intriga quesiempremegeneróaquellugar,entréalahabitaciónahorasumidaen estelas de polvo que brillaban en el aire debido a la luz que entraba por la ventana y mantas beiges ubicadas encima de los muebles, algunos en peor estado que otras. Desconocía que estaba buscando con exactitud, y por horas tan solo encontré libros de cuentas y papeles relativos a la ocupación de mipadre.Sinembargo,misemblanteseoscurecióalnotarunaserie de documentos extraños: volantes de organizaciones religiosas de las que nunca había escuchado, notas sobre deidades mitológicas propias de la zona y recortes de libros de magia negra. Empecé a leer y con horrorempecéanotarlassimilitudesqueteníanestospanfletoscon lapalabreríaextrañademimadre.

—Mimadre…decíalaverdad.—medijeenunsusurro.

Y ante mí, el espejismo de una mujer de blancas vestiduras y mariposas que revoloteabanasu alrededor me sonrió, asintiendo con la cabeza, como si respondiese a mis palabras. Fue la primera vez que ví con tanta nitidez a una “aparición fantasmal”, como asídecidídenominarle enelmomento,peroconloquenocontabaeraquevolveríaaverleenelfuturo.

Desde aquél día me sumí en una profunda investigaciónsobrelosandaresdemipadrefuerade la vista pública. La cantidaddeinformaciónaberrantequelogrérecopilar,nosolodeél,sinode “El Ojo Eterno” —el culto al que pertenecía— era tan bizarra quedeexplicarlaendetallesolo causaría más confusiones. Me consideré a mí mismo consciente de una verdad aterradora, y conforme indagaba más en esta información, se hicieron más frecuentes las visiones que tenía de la mujer que describí con anterioridad, cuyo nombre descubrí finalmente gracias a las recopilaciones de literatura mitológica de mi progenitor: Yog, la mismísima manifestación del

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El Ojo Eterno

caos. El resto de mis años de vida fueron consumidos por mis investigaciones, la aparente decadencia de mi psiquis y las visitas de la Reina Yog. Nunca le hablaba a nadie de mis visiones, sin embargo, aquella mujer permanecía en silencio, viéndome con una sonrisa cínica durante múltiples estancias importantes de mi vida. No parecía poder ser capaz de hablarme ni acercarse a mí más de lo necesario, por tanto, me acostumbré a mí mismo a no prestarle importancia —o al menos, a dar a entender esa sensación, ya que nadie más era capaz de verla—. Sin embargo, esta relación extraña entre aquella manifestación etérea de lo que parecía ser una diosa antigua y un humilde mortal como yo cambió cuando se me presentó en lo que por mucho creí ser la pesadilla más vívida que he tenido jamás.

Una noche me encontré a mí mismo de rodillas en un infierno que respira, me mira y me escucha. No recuerdo qué pasó antes de llegar allí, ni como salí, pero me encontré en un enorme abismo de color rojizo, cuya vegetación de un tinte más similar a la carne de cerdo que a las lianas de la selva y la fauna era exclusiva de toda clase de insectos extraños y desagradables. Ojos gigantes ubicados en las paredes parpadeaban y se movían en todas direcciones, hasta que al unísono depositaron su visión en donde me encontraba parado. Reconocí esos írises: eran del mismo tono naranjo y poseían el mismo patrón extraño que los ojos de mis visiones de la Reina Yog.

Descubrí así que me encontraba atrapado en el hogar de la diosa del caos.

—¿¡Por qué te apareces ante mí todo el tiempo!? ¿Qué deseas de mi ser? —Exclamé entre lágrimas de furia con toda la potencia que mis cuerdas vocales me permitían. Tenía la esperanza de recibir mi primera respuesta directa de parte de la Diosa que siempre parecía acosarme.

—No veo interés ni en la vida de tu cuerpo mortal ni en tu capacidad de hacer cosas en mi nombre. —Declaró una voz femenina que resonó en todo el infierno rojo. —Tu madre me prometió tu mente, así como tu padre me permitió entrar en la de ella hasta consumirla por completo. Estoy en espera de tu rendición.

Mi madre siempre tuvo razón. Al igual que le pasó a ella, mi mente fue sacrificada a la aterradora figura de la Diosa Yog.

Sin familia,pues me abandonaron de una forma similar o peor a la de mi madre, amigos, pues me alejé de ellos conforme mi locura iba empeorando, o algún ser cercano a quien encomendar que se cuente mi historia sin que se me tome de loco, fuí víctima de las maquinaciones de una deidad extraña con un razonamiento más allá de mi comprensión. Sé que no fuí el único, ya que llegué a escuchar de otros casos similares al mío, pero fuí incapaz de hacer nada, pues la lucidez que denotan mis palabras escritas nunca más se verán representados en mi actuar. Yog se robó mi voz, ya que fue incapaz de revocarme de mi última gota de sanidad.

Audiocuento.

ttps://www.youtube.com/watch?v=vWJQIouvXVc&list=PLQO5Gkp_vxZ4zi0bQUwQXfY68RU0emHDV&index=3&t=5s

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Un haz bajo la manga

Lamuertehabíasidopartedesuvidadesdemuytempranaedad,crecióentre pasillosblancosyfríosviendoconsuspropiosojoscomoloquemásqueríaseiba ydesaparecía,decidióhacerseamigodelamuerteasustansolo4años,pues todaslasnochesveníaasaludar,sesentabaasuladoacolorear,susojoscafés, grandes, atentos y despiertos parecían de Búho en alerta a su momento final.

Unanoche,reciéncumplidossus15añosdespertódesucamacongotasde sudorquelecaíandelafrente,conelcorazónaceleradoyunaparanoiasin explicación,elfuertesonidodelalluviagolpeandoensuventanaleresultaba tranquilizador,yanoletemíaalaoscuridadnialosllantosygritosdesconsolados queescuchabademadresypadresalnotarquesusparienteshabíanpartido;sin embargo,esanochedespertóconlasensacióndeunapresenciaextraña,miro haciatodaslasesquinasdelahabitación,nonotonada,sinembargo,lasensación persistía,porunmomentotratodepensarensumadreperoconmuchoesfuerzo nologrorecordarcómoseveía,ensumenteerauncuerposinrostro.Leespantó la idea.

Derepenteunsonidofuertetocólapuerta¨Pum,Pum,Pum¨.Deunbrincose levantódelacama,diounospasoshacialapuertadelahabitaciónenlaque habíacrecidolosúltimos11añosyabriólapuerta,unamujeraltapálidaydeunos 28añosconunlargocabello,divagando,perdida,balbuceandocosasqueno alcanzabaaescuchar.Porunmomentopensóqueeraunaenfermera,perosu presencialetraíaunainquietantesensación,nosabíaexplicarlo,perounvacíoen suestómagolehizosentirsepesado.Lamiroalosojosynotounaprofunda tristeza, solo unas pocas palabras de su boca salieron.

-¨Encuentramicorazón¨-tocándoseelpechocondolor.Elnoentendíanada, luego le dijo.

–Tuereselúnicoquepuede,eresespecial,nopierdastuesperanzaniveasel mundoelblancoynegro–.Enesemomentosintióunacorrientedeenergía recorriendo todo su cuerpo.

Noentendíaaquéserefería,puesdesdequeteníamemoriasiemprefueuna personacorriente,tancorrientequeeradifícilquealguiensefijaseenél.Denuevo intentó recordar algo de su vida, sin éxito solo le dio un inmenso dolor en el pecho.

De momento se quedó viendo a esta mujer que solo sollozaba

– ¨ayyy¨, ¨uyyy¨, ¨ahggg¨

Pregunto.

-¿Aqué se refiere usted con que debo encontrar su corazón? Se rió, y dijo.

-¿Ya me olvidaste verdad?

Sacóundibujodobladoen8partesyselaentregó,élladesdoblóyquedósin palabras.

Enesemomentoquedóimpactadoportalimagenpuesdeinmediatounrecuerdo vinoasucabezadeformavivida.Erasuprimeravezenelhospital,sumadreen gritosdesconsoladaporlaterriblenoticiaqueasuhijolequedabanmuypocos granos de arena en el reloj.

Ladualidadaélleparecíaasombrosa,aunqueasucortaedadnoloentendíase dabacuentadeloquepasabaasualrededor.Abriólaventanayseasomópor esta,alcanzabaaverunparqueyescuchabaniñosymadresriendo,alcontrario, cuando la cerraba solo se escuchaba dolor y miedo.

Unadelasprimerasnochesenelhospitalsumadrevioquejugabaconunaniña, losviocoloreandosentadosenlacamilla,ellanoledioimportanciaysedistrajo. Cuandosindarsecuentaunamujerseacercóaellayleentregóeldibujoque parecíaqueeraloqueélhabíaestadopintandoconaquellaniña,sinpensarlomi madresoloagradeció,noledioimportancia,lamiroporunossegundosyluegola doblo y guardo.

Deniñoteníaunaaltafascinaciónporlavida,muchacuriosidadhaciatodoloque lerodeaba,esesentimientofueelquelehizoquererretratartodo,sinembargo,se veíaahoratristeysinunmínimodeasombroantenada,puesdesdemuycorta edadlehabíatocadovivircosasqueningúnotroniñoasuedadhabíavivido,ya no dibujaba y la vida solo pasaba.

Viendoeldibujoconpliegues,unpocosucioyrotoendondevioelretratodeun chiquillocongarabatosalrededor,yunafraseenotroidiomaquecitaba¨Lavida no me asusta, tengo un amuleto mágico que mantengo bajo la manga¨. Llenodelágrimassintiócómoselerompíaelcorazón,levantólamiradaypor efectosdelafrogsviotodoelblancoynegromenoslosinmensosojosazulesde aquellamujerquelomiraba,apesardequeeldibujolorealizoaunamuycorta edadteníaunaimagenlúcidadeesemomentodesuvidapueslapersonaconla quelohabíarealizadodejósuhuellaenél.Leperdonólavida.¿Esosignificaría queveníaestanocheporel?Sinesperanzaylimpiándoselaslágrimaslevantóla mirada.

La mujer sacó un pincel de debajo de su manga y dijo. –Recupera mi corazón–.

Lopensóporunmomentoycogióelpincel,yempezóapintar,solosedejóllevar, sumanofluíaconelpincel,sintióquealgovolvióaél,sentíayveíatodomás claro,concolor.Sealejóparacontemplarlapinturaerauncorazón,volteoamirar alamujer,perocuandosucabezaestabagirandoparalograrencontrarlaconsus ojos un ruido fuerte sonó. PUMMM.

Despertó.Sudabaysentíacomocorríaelsudorfríoporsucabeza,cuandologró entrarenrazónvioaunaenfermeraasuladoemocionadallamandoaldoctor diciendo.

-Logan despertó, llamó y avisó a su familia.

Elnoentendíanada,solosentíauninmensodolorensucabezaytodoloveía borrosoperoclaro,sussentidosaúnestabandespertandoyconfundidola enfermera se acercó y le dijo.

-Bienvenido de nuevo -Bienvenido? Que está pasando, estoy muy confundido. -respondió-. Laenfermeralepasóunespejo.Locogióyalversureflejoasombradodejócaer el espejo.

UnhombreMaduro,flaco,conbarbaycabellolargoyacíaenlacamillasinsaber quéhabíapasado26añosencoma,sediocuentaqueensuinstaunoenellimbo conocióalamuerteyestalediounasegundaoportunidad,ahorasabíaquesu propósitoeraelarteyelpincelseconectaríadirectamenteasucorazónypintaría siempre desde el.

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(HISOTRIA #1: UN HAZ BAJO LA MANGA)

Audiocuento. https://drive.google.com/file/d/1cJGNfcGDbJkyyRHG2KpFdenjy3DcwMxn/view?usp=share_link

Los músicos acordaron en algún tiempo que su origen fue precedido del silencio. Detrás de donde se alzan las montañas más altas y más frías. Donde los dedos de los pies se entumecen y del mismo cuerpo sale vapor, en donde se sostienen tazas de chocolate caliente para soportar el frío. En las tierras de Ceald, un enorme llano entre las montañas de las cuáles las melodías danzan en sus huecos con el viento; ahí nació la música.

Kvothe, nombrado por los silencios e hijo de los dos grandes dioses, se encontraba paseando entre tumultos de flores. Su olor dulce y ácido le producían un revoltijo en el estómago de felicidad. En los cielos no acostumbrabas a tener tantos aromas y tantas texturas. Todo era ya conocido para él, oro, plata, y suaves telas. Pero en la tierra era diferente. Siempre apreciaba y agradecía las veces que bajaba con sus padres a celebrar las tradiciones de su pueblo, pues así podía tocar el musgo, posar sus pies descalzos en pasto fresco, llenarse las rodillas de barro mientras hurgaba debajo de piedras y encontraba nuevos seres preciosos. Su hora favorita era el momento de celebrar sobre los tumultos de flores y frutos. Podía percibir la lavanda y un ligero olor dulzón y ácido que le ayudaba a reconocer la naranja. Kvothe quedaba encantado con tantas flores que había sobre el pastizal. Sus bellos colores, algunos saturados, otros más tímidos. Flores secas y frescas. Todas diferentes. Aquello le reconfortaba. Las diferencias que eran notables en la naturaleza, pero que a su vez le hacía saber sobre lo común que eran y el cómo aún así no pierden su importancia en ella.

Suspiró y sus hombros caídos llamaron la atención de Laurian, su madre. Se acercó y se arrodilló sobre otro tumulto de flores. Aquello desprendió nuevos aromas. Kvothe comenzó a maquinar: “Tomillo, tulipanes, eso ya los conozco, pero ¿qué es lo otro? Tiene notas de bergamota y melocotón, con un poco de musgo, pero no sé qué es” Su madre sonrió como sabiendo en lo que su hijo pensaba.

- Es Girasol. -Kvothe la miró sorprendido, mientras que su madre sólo respondió con una sonrisa. - ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?

“No sé” Pensó. Volteó la vista para parecer distraído, pero sus ojos terminaron fijos en los otros niños que estaban jugando, en círculos, unos metros más allá. Se veían felices mientras cantaban “El cordero tiene cuatro patas” y “Arliden toca el laúd para la hermosa voz de Laurian” mientras se juntaban de a parejas para después interpretar todas las canciones del cielo.

- Tu también tienes voz. Ahora mismo la estoy escuchando, junto a tu alma. Aún no lo sabes, pero serás quien les dé sentido a nuestras voces. Tú eres el dominador de los silencios, y cuando llegue el momento hablarás con tu alma, y en ese momento crearás esperanza y lo que se llamará Música

Kvothe, como cualquier niño a su edad, le costó comprender lo que le decía su madre. Creía con firmeza que nunca se escucharía su voz. Lo había intentado demasiadas veces, pero lo único que salía de su boca era el silencio firme y denso. Un vacío ahogado en su pecho. La pesadez de lo que hacía falta en él. Un eterno nudo de garganta.

Continuaron las celebraciones y, como siempre, el sol brilló. Las abejas habían comenzado a llegar, atraídas por las flores. Las moscas empezaban a anidar entre las frutas del piso, pero todo seguía con un aspecto fresco. Kvothe decidió recostarse y así transcurrió el tiempo. Un fuerte chirrido proveniente del cielo despertó a todos de su siesta. Los que ya estaban despiertos miraron al cielo con incredulidad e incomprensión. Los niños dejaron de cantar y en cambio sus sollozos llenaron sus almas. En todo el pueblo se estaba viviendo un fenómeno nuevo, el fenómeno del miedo ante lo desconocido.

Arliden y Laurian, los dos grandes dioses, se posaron al frente del pueblo. Kvothe se levantó y se posó a su lado. El cielo continuaba chirriando tal como dos enormes montañas al quebrajarse, el suelo comenzó a temblar por la fuerza y todos sentían su cuerpo completo moverse como gelatina. Veían cómo todo a su alrededor se movía. Todos, a excepción de los dioses y su hijo, comenzaron a sentirse mareados hasta que finalmente perdían el equilibrio. Al caerse comenzaron a salir de sus almas el llanto, gritos, agonía. Fue justo en ese momento que enormes nubes oscuras comenzaron a llenar el cielo y a remolinarse. La oscuridad tocó por primera vez la tierra. Sólo se veían iluminados cuando salían haces de luz hacia la tierra, y entonces, se escuchaban unos horribles sonidos que para Kvothe eran iguales a trompetazos de enormes rocas al caer.

Tanto caos, el llanto, la agonía, el temblor y los rayos, comenzaron a llenar los oídos de Kvothe con violencia. El, desesperado de la situación, empezó a sentir su propio remolino en la boca de su estómago. Un frío intenso comenzó a dirigirse con violencia hasta su garganta. Entonces, el vacío de su voz llenó el todo y, aunque fue por un segundo, el silencio predominó.

Sus padres, alterados por la falta de su voz, lo miraron aterrorizados. No pudieron intercambiar palabras pues en el momento en que el sonido volvió, se escucharon oleadas de pájaros saliendo del cielo: el caos estaba por llegar. Los Dioses volvieron a su forma original y, siendo imposible para los mortales poder verlos, fue como si se desvanecieran y dejaran solo un rastro de melodías que les ayudó a encontrarse con la tranquilidad por un momento Kvothe se encontró solo. Sabía en su interior que aquella batalla la iban a perder los demás dioses. Lamentaba no poder decir adiós, y con sus ojos trató de gritarlo todo al cielo.

Al final, incluso Arliden y Laurian no conseguirían mantener su vida corpórea. Kvothe escuchó por última vez sus voces, antes de que se desvanecieran incluso para él. Ambos, con el cariño que sentían por su familia, cantaron desde sus almas una canción de añoranza y esperanza. El día volvió, pero no era como antes. Sería imposible que fuera como antes, cuando todos los días la luz brillaba sabiendo que estaba protegida por los cuidadosos sentimientos de la música, ahora no habría nada ni nadie que produjese las bellas melodías que acuñaban los dioses sobre el pueblo. O sobre Kvothe. Kvothe, habiendo visto la fuerza y bestialidad de la noche, sabía que no había forma que aquel fuera el final de la misma. EL pueblo intentó recobrarse, pero todos sentían cómo un peso comenzaba a posarse sobre sus espaldas. Se encontraron de frente con la desesperanza y la falta de motivación, algo que tampoco habían experimentado antes. Estaban atontados y confundidos; a pesar del sol, lo veían todo oscuro, todo sin vida, todo sin sentido alguno de continuar. Algunos preferían mantenerse yacidos en el suelo, aún en shock, sin importar el mal estado en que se encontraba el piso. Las flores y las frutas se habían dañado, algo anormal puesto que todo siempre estaba eternamente fresco hasta ser consumido, ahora sólo quedaban manojos de flores aplastadas y podridas, materia con gusanos y el recuerdo de lo que alguna vez fue una celebración. Otras personas percibiendo lo mismo que Kvothe, escarbaron en la poca cordura que tenían y lucharon contra la pesadez, ellos decidieron que lo mejor era comenzar a construir un refugio. Cavaron el

suelo y crearon muchos fuertes bajo el mismo, otros prefirieron levantar cuatro paredes que los protegiera de la oscuridad y pusieron hojas y madera arriba, pues el cielo ya no les causaba dicha sino dolor, y la idea de volver a ver aquella oscuridad les causaba un temor inexplicable. Movidos por el miedo, un grupo de personas comenzaron a crear armas, todo aquel que estuviera en condiciones de luchar lo haría con tres armas en mano, un escudo y protección. Las mujeres y los hombres comenzaron a confeccionar y a crear espadas, lanzas, arcos y flechas; trabajaron sin descanso hasta que sus manos se vieron afectadas por las magulladuras, pero estas eran insignificantes, pues era importante velar por la protección de los mayores y los niños. El pueblo se mantuvo en su labor todo el tiempo, algunos salieron del trance y recolectaron comida, los niños eran enviados a los refugios siempre acompañados de un adulto que les transmitiera valor y sabiduría. Kvothe, viéndolo todo, se sintió débil y perdido. En una noche, la primera noche, perdió a sus padres y a su familia, y ahora caía en él la responsabilidad de proteger a este pueblo que con tantas fuerzas se aferra a sobrevivir.

La oscuridad comenzó a recobrar sus fuerzas, la melodía que dejaron atrás Arliden y Laurian comenzaba a desaparecer. Las personas, en cuanto vieron que el sol no se estaba comportando como normalmente lo hace, sino que se estaba ocultando, fueron rápidamente a los escondites que habían creado. Con la noche vino el hedor de la comida perdida. Con la noche llegaron rugidos y cantos de animales salvajes. Con la noche volvió la tormenta y con la noche llegaron de nuevo: el caos.

Fue la segunda noche y en la segunda noche la sangre corrió por las montañas y prados de Ceald. La guerra se trasladó a la tierra, habiendo vencido a los protectores, ésta ahora se encontraba vulnerable. Kvothe había ido a la montaña más alta de Ceald, la montaña de Sirap, buscando llegar al cielo, sin saber qué hacer, pero buscando alguna respuesta. A su vez, vio a los guerreros saliendo en defensa del pueblo. Aparecieron enormes bestias feroces, su pelaje oscuro como la noche, lo único que podían ver eran sus enormes colmillos que resplandecían a la luz de los rayos. Kvothe lo vio todo. Un olor a cobre comenzó a desprenderse por todo Ceald. La tormenta había empezado a hacerse más fuerte. Ya ni siquiera Kvothe podía mantenerse de pie. Los truenos habían comenzado a cubrir su cuerpo de temblores, sentía como desde la punta de sus pies llegaba una corriente que le atravesaba hasta el pecho. La corriente nunca llegaba más allá, nunca llegaba a su garganta o a su voz. Sentía como empezaba a sentirse atragantado. El olor de la geosmina llegó hasta él, lo cuál le ayudó a tranquilizarse, el pasto mojado le recordó a la calidez del pasado, le ayudó a reconfortarse y a combatir el frío, pero no fue suficiente. Empezó a sentir filosas cuchillas en su espalda. Había comenzado a caer pequeños pedazos de hielo desde el cielo. El agua comenzó a pesarle en las ropas y desde su espalda sentía violentas corrientes de escalofrío.

Kvothe sólo se podía sostener de sus brazos, pero sentía que sus fuerzas decaerían. Lo único que se mantenía en esos momentos era aquella molestia en su garganta. Sentía una presión que le ahogaba, dejó de tener control sobre su respiración y su visión comenzó a nublarse. Diminutos puntos oscuros llenaron su visión.

Hasta entonces veía. Kvothe veía como las bestias, en busca de más sangre, se dirigieron a los refugios. Sus brazos cedieron y entonces todo su cuerpo se desplomó al suelo. La tierra se partió. Kvothe comenzó a sentir unas gotas cálidas salir de sus ojos, y ya no era la oscuridad lo que nublaba su visión si no las gruesas lágrimas que hasta entonces se habían ocultado en el espeso dolor de la aceptación. Aceptó entonces que sus padres habían muerto, aceptó que los guerreros sacrificaron sus vidas y que el silencio era parte de él, como el vacío y el sueño debía serlo para todos.

Entonces las bestias cayeron con el peso del silencio. Perdieron por completo la visión de los humanos y no veían más allá sino sólo un sueño pesado y retumbante. El pueblo durmió y la noche boostezó. Ni siquiera la tormenta logró acabar con el sueño, ni siquiera la lluvia los despertó. Kvothe cerró sus ojos también, en su último pensamiento, deseó soñar con sus padres, deseó soñar con su cariño y sus voces, deseó que todos soñaran las bellas melodías en su memoria y el de los guerreros.

Fueron los primeros sueños que existieron, la primera vez que las personas entraron al mundo onírico. Cada persona creó entonces una canción, la que estaría en su interior hasta que el día volviera gracias a ellos. Entonces ya no sería solamente propio de los dioses las melodías, sino que Kvothe, despertando del sueño, regalaría al pueblo el nombre de la música, y el pueblo con su nombre mantendría viva la tradición de soñar con ella.

Cuando despertaron aún el dolor estaba en su cuerpo y alma, pero el calor del día y el descanso de la noche les ayudó a sobrellevar la nueva realidad. Una realidad en la que la noche existía y, en ella, todas las criaturas a las que temerían por siempre y a las que se verían expuestos y vulnerables si se mantenían despiertos. La realidad en la que el sol los despertaría de la calma de sus sueños y se tendrían que enfrentar de nuevo al día a día, un día en el que las preocupaciones anidarían en sus mentes todo el tiempo.

Link de audio libro: https://youtu.be/60RTWz7VGOg

Por John Daza

Hijo del vacío

Herencia

Todo comenzó cuando uno de los primeros guardianes temporales derrotó al malvado Vysens Temp. Era uno de los monstruos más poderosos del reino del vacío. Gobernó los 7 reinos por más de una década. siendo así, uno de los gobernantes más despiadados y crueles para muchos, para otros, uno de los gobernantes más valientes y gloriosos de la época, por ser el único monstruo capaz de gobernar y conquistar los 7 reinos al mismo tiempo, sin ser retado por ninguna otra bestia del vacío.

Se cuentan historias terroríficas de cómo Vicens logró conquistar cada reino del vacío, despojando de la paz y tranquilidad al pueblo, venciendo al máximo líder de cada reino, uno tras otro, hasta hacerse con el control total.

Llegó a tener tanto poder que sus ambiciones cambiaron. Ya no le bastaba con gobernar el mundo del vacío, quería algo más grande, anhelaba expandir su poder, así que emprendió una nueva misión, un nuevo plan de conquista.

Quería gobernar y dominar “LA TIERRA” un mundo totalmente diferente al mundo del vacío, donde habitan los humanos. Seres con un pensamiento muy similar a los habitantes del vacío, porque son seres pensantes, racionales, sentimentales..., pero que padecen de nuestra maldición. Están diseñados para autodestruirse.

Vysens Temp pasó años planeando su conquista, hasta que se enamoró de una monstruo. Ella era la reina Meerd, una de las bestias más bellas de todos los reinos del vacío, con la que Vicens formó un imperio para así proteger su legado de conquista.

Engendraron a 3 monstruos, 2 príncipes posibles herederos al trono del vacío; Jak era el mayor de los 3, quién tenía la obligación de guiar la guardia real y la protección de todo el reino; Melbeck era el menor de los 3 hermanos, por ende, el favorito de la reina, por último, estaba Mara, la única princesa de todo el reino, a quien le aburría solo ser una princesa.

Mara vivía muy interesada en conocer el mundo exterior, en tener una vida fuera del reino, pero sus padres nunca se lo permitieron.

Pasaron los años y Vicens se ponía cada vez más viejo. Se empezó a escuchar un rumor por las calles y los pasillos de los reinos. Había un tipo que se hacía llamar guardián temporal, que iba a acabar con todo el legado de Vicens, incluyendo a su querida esposa, la reina del vacío.

Este rumor se empezó a hacer cada vez más fuerte en el mundo del vacío, hasta que, por honor, el mismísimo Vicens lo retó a un combate a muerte. Preparó un comunicado para todo el reino, que decía.

Mañana en la tarde, en la gran plaza del palacio, se llevará a cabo el combate con el hombrecillo que se hace llamar “El guardián temporal” donde demostraré mi honor y amor por defender mi reino y la de mi gente.

Al día siguiente, cae la tarde, Vysens preparado para luchar por su honor, la plaza inundada de monstruos de todos los reinos, ansiosos por presenciar la victoria de su líder. Cuando de repente, a lo lejos se ve un rayo blanco caminando hacia la plaza, pues se estaba acercando el guardián temporal para acabar con la fantasía de Vicens temp.

–¡JA JA JA! Esto será fácil y rápido, como conquistar 7 reinos a la vez. ¡JA JA JA! lo dice Vysens con voz burlesca.

Cuando el guardián llega a la plaza, lo único que se ve de él, son sus ojos brillantes, pues tenía una manta que lo cubría por completo.

–¿Qué es esto?, ¿una broma? – Dice Vysens enfadado.

–Si, búrlate lo que quieras– Dice el guardián temporal mientras se va quitando lentamente la manta.

–Pero hoy se acabará todo tu legado–Todos en la plaza, expectantes, se preguntaban qué monstruo era capaz de retar a Vicens. Pero lo que nadie sabía, era que el guardián temporal no era una bestia del común. Mientras se iba quitando la capa, iba enseñando su forma física. Con todos los ojos encima de él, dice.

–Muchas veces no se trata de tener un gran ejército, un gran poder o grandes cualidades, sino que la persona que guías sepan cómo hacerlo, sepan sacar provecho de lo que tienen a su alrededor–

–Ya ya…, basta de balbucear tonterías. ¡A Pelear!

–Además , La avaricia lo pierde todo, por quererlo todo– Responde el guardián temporal mientras se prepara para la pelea. –Y lo dice un ser humano.

Esto hizo que Vicens se enfureciera más y en un abrir y cerrar de ojos ya había comenzado la pelea, llovían puños, patadas por todos lados, no se sabía quién de los dos iba a ganar. Muchos apostaban por su rey, por ser una de las bestias más fuertes del reino, pero muchos quedaron sorprendidos con el desempeño del guardián, a pesar de ser un simple humano, demostró estar al nivel de las bestias, quizás a un nivel más alto.

Pasaron 2 horas desde que comenzó la pelea. Los dos estaban agotados, cuando de repente, el guardián temporal empuña una daga dorada. Se trataba de una de las 3 armas ancestrales más poderosas del universo, que con un solo corte ¡Zaaz! puede acabar con la vida de cualquier ser en este mundo. Pero solo aquel que logre enlazar su alma con la daga, puede empuñarla.

En un movimiento casi imperceptible a la vista de las bestias, el guardián temporal clava lentamente la daga en el pecho de Vysens temp, convirtiendo se en un pedazo de roca gigante.

Todos sorprendidos se quedan mirando la derrota de su rey, hecho piedra.

–Han sido liberados los 7 reinos. Ya pueden ir en paz bestias del vacío– Grita el guardián temporal mientras se retira del palacio.

–¡Alto ahí! – Grita Melveck.

Esto no quedará así maldito guardián temporal, algún día sentirás el peso de mi ira, tú y todo tu universo. El nombre de Vysens temp no quedará en el olvido.

Pasado mucho tiempo después, la familia de Vysens fue desterrada de los 7 reinos. Trayendo así la paz y la prosperidad al mundo del vacío. Pero no todo eran casas buenas, algo muy malo tenía entre garras Melvecs.

Especificaciones de Diseño: Basado en las ilustraciones de John, se harán los personajes, escenarios, porps. Conservando un estilo toon o cómic, haciendo uso de varias técnicas, entre ellas el 3D, al 2D y el motion graphics.

Especificaciones

___Audiocuento___ https://www.youtube.com/watch?v=i7Ax3U_5Pjc
Técnicas: Se trabajará en conjunto con Programadores, artistas 3D y 2D, Un equipo de Post Producción, sonidistas para la banda sonora, animadores, vfx artist, se trabajará con el motor de videojuegos Unreal engine 5. El marketing y la estrategia empresarial y la planificación de la ejecución: Se realizará un tráiler promocionando la salida del video juego, publicándose en todas las redes sociales vigentes del momento para así tener mayor impacto.

La curiosidad es algo común que existe en todos, la necesidad de descubrir algo nuevo sin importar que tan misterioso o aterrador sea llega ser un impulso necesario en todos. Ese era el pensamiento de un joven gato quien estaba investigando un misterio del que conocía desde que era un minino.

Una historia sobre una aparición de la cual muchos temían, historias como esa siempre le atraían, pero había algo de esta historia que la hacía resaltar de entre todas las demás; Una dama que aparecía solo en noches de invierno, de quien la gente decía que solo podía ser encontrada por varones en estado de ebriedad los cuales no era nada inusual escuchar de su desaparición, la clásica historia de fantasmas diría cualquiera, pero aun así se ha escuchado de aquellos que fueron guiados por una entidad completamente blanca la cual parecía mas un fragmento de luz

La curiosidad del joven Theodore Krümel había sido captura por la disparidad entre historias. ¿Terror local, o un ángel oculto?

Con poco equipaje y abundante interés decidió adentrarse a la pequeña ciudad de Katzenhaft, lugar donde muchos felinos juraban haber presenciado la aparición.

“Así que señor…” Un gato joven de abundante pelaje y ojos dorados empieza tratando de hacer conversación con su nuevo sujeto de investigación.

“Hagen,” responde un gato grande de apariencia desaliñada.

“Claro, señor Hagen. ¿Me podría contar algo sobre la entidad del invierno? Se han contado muchas cosas sobre usted, y una de esas historias trata de la vez que se encontró cara a cara con un ser desconocido durante una expedición de cacería;” El joven gato dirigiendo su mirada al otro empieza a mover el bolígrafo en su pata de un lado a otro. “Expedición que hasta donde tengo entendido usted lideró.”

“Efectivamente, dirigí esa expedición y vi a la criatura. Completamente blanca, podría decir que era un fantasma nacido de la escarcha y el hielo.”

“Interesante, ahora. A parte de eso, ¿exactamente que tipo de apariencia tenía en su opinión? Solamente me ha dicho lo que la mayoría de historias describen.”

“Ya veo… Así que eres una de esas escorias que se hacen llamar reporteros que solo buscan a los locales para poder sacar historias y burlarse de ellos en sus publicaciones” Hagen dice cruzando sus brazos, habiendo escuchado suficiente de su entrevistador. “Señor Krümel-“

“Preferiría si me llamara joven, no creo ser lo suficientemente mayor para que me empiecen a decir señor.” Irrumpe Theodore haciendo énfasis con su bolígrafo.

El gato mayor suspira, “Joven Krümel… No es buena idea venir a hacer eso aquí. A menos que busque hacerse enemigo de los habitantes de esta ciudad.”

“Es ahí donde se equivoca amigo mío.” Responde Theo acompañado de un click de su bolígrafo, “Aunque admito que la idea de una criatura, entidad, fantasma llámele como quiera suene… a falta de un mejor termino; fantasiosa y tal vez un poco ridícula para otros que comparten mi profesión, le juro que mi interés es genuino.”

Guardando su bolígrafo en el bolsillo de su abrigo, Theodore empieza a caminar alrededor del señor Hagen.

“Mi interés en este tema, proviene de nada mas y nada menos que una atracción enteramente genuina. Tanto misterio atraería solo a gente con un apetito por la verdad, y yo amigo mío; Yo no tengo mas grande sentido de interés que por los misterios que dicha leyenda oculta.” El gato joven se detiene frente al más grande, con una pata en su espalda y la otra extendida al frente, Theo se inclina y lo mira directamente a los ojos una vez más, “Por eso, señor Hagen me gustaría su cooperación en esta entrevista. Un misterio no puede quedarse sin respuestas por tanto tiempo.”

El gato mayor, desconcertado por el monologo del mas joven se queda mirándolo por un momento, decidiendo si los disparates que acaba de escuchar salir de su boca eran dignos de confiar o no.

Los gatos jóvenes no suelen tomar interés en este tipo de leyendas locales a no ser que sean solamente mininos, refiriéndose a estos por lo general como locuras de los ancianos que le cuenta a los pequeños impresionables para evitar que hagan travesuras y se porten bien.

Cualquiera que escuchase a este gato que no podría ser mucho mayor que un adolescente y mas joven que un adulto normal diría que está loco, otro iluso que solo busca meterse en problemas donde no debería, pero aun así su convicción y carisma eran suficientes para poder demostrar que hablaba con honestidad.

“Mira, joven.” Hagen finalmente responde después de un momento, “Entiendo que busques respuestas. No pareces un mal chico, pero poner tus bigotes donde no deberías no es algo sensato de tu parte.” Mirando a Theodore a los ojos, finalmente extiende su pata para poder darle un apretón. “Así que no me hagas retractarme por ayudarte en esta idea tan descabellada.”

Los ojos de Theo se iluminan al escuchar esto, finalmente podría continuar con su investigación y la ayuda de un local resultaría una de las mejores ventajas que podría tener. Al ser el del exterior ya de por si muchos otros gatos le dirigían miradas extrañas, en especial en una ciudad donde pequeña donde al igual que un pueblo

casi todos se conocían los unos a los otros y el sentido de comunidad haría que cualquier turista se sienta fuera de lugar.

“¡Magnifico!” El joven gato sacude la pata del mayor con suficiente energía y vigor para poder cansarle el brazo hasta que se le caiga; “No se va a arrepentir, lo juro. Ya lo puedo imaginar una historia donde hable sobre todas las versiones de tan maravillosa leyenda, uniéndose por los mismos parentescos y finalmente, uniéndose para poder llegar a la verdad absoluta.”

Theo finalmente suelta la pata de Hagen, lleno de entusiasmo por lo sucedido, empieza a caminar frente a él, solamente para voltearse a verlo una vez más.

“¿Qué espera señor Hagen, guíeme el camino.”

Audiocuento.

Busqueda entre las nieves https://www.youtube.com/watch?v=7U0AyNLSMMQ&list=PLQO5Gkp_vxZ4zi0bQUwQXfY68RU0emHDV&index=4

La Noche de otoño

CAPÍTULO 1 EL NACIMIENTO

La lluvia fresca de la mañana había caído sobre la arboleda, humedeciendo los sembrados en tiempos de cosecha, salpicando suavemente los frutos recogidos. El hombre esperaba con ansias el sonido del cuerno, ya la siega había comenzado, tantos meses que habían esperado. No solo el clangor sonaba, en alguna parte, lloraba un niño.

En la choza más grande de todas, con techo de paja estaba la gente deseosa esperando ver al niño que lloraba. Anya con el bebé entre sus brazos, con gotas de sudor en su frente y con una sonrisa de oreja a oreja, presentaba a su primer hijo a todo su pueblo. Cesando la lluvia da la bienvenida. La gente con tambores y trompetas tocaban de felicidad alrededor de una fogata, bailaban y cantaban.

Anya desde su choza, veía cómo la gente se divertía, exhausta decide retirarse y llevarse al niño a la cama, su padre el rey, le da un abrazo dejándola mojada.

– Es el mejor día de mi vida – le dijo.

Mirándola a los ojos y consintiendo su suave mejilla. Anya con sus ojos entrecerrados le regala una sonrisa a su padre, acercándose hacia él para darle un beso de despedida.

– Mañana celebramos – le dice a su padre. Entrando a su habitación, Anya prepara su lecho para poder ir los dos a dormir, comprendiendo que no iba a dormir sola está noche.

CAPÍTULO 2 LA MAÑANA DE PRIMAVERA

En una mañana de primavera, Anya estaba jugando con sus amigas en medio del río, era la primera vez después del invierno que el río no estaba caudaloso. Disfrutando las aguas y jugando con sus amigas, Anya escucha un ruido que la deja perpleja.

–callense todas asustada, Anya les dice a sus amigas.

Sin creerle a Anya, sin prestarle mucha importancia a lo que Anya está escuchando, siguen jugando.

–shh, de verdad creo que escuche algo – Anya les dice prestando atención a los ruidos que se escuchan en el ambiente.

– Debe ser algún sapo – le responden a Anya.

– No, es algo muy diferente…mmm escucho voces le responde Anya. viendo fijamente hacia el horizonte esperando encontrar lo que ella escuchaba.

– Debe ser tu papá,que te está buscando – le dicen a Anya. En medio de la situación las amigas de Anya se aburren y deciden salir del río. Anya se queda mirando para todos lados, en busca de ese ruido. Anya determina que solo era un producto de su imaginación, que le estaba jugando una mala pasada.

Caminando de vuelta al pueblo, Anya no habla en todo el trayecto, no estaba loca, aseguraba que había escuchado algo. Sus amigas solo se burlaban de ella por la manera en que se comportó. Riéndose y cubriéndose sus barrigas por el dolor que les producía sus propias risas, a punto de llorar empiezan a sentir un olor muy fuerte que no venía del pueblo, un olor a madera de ceiba húmeda, con olor a cuero, como si lo estuvieran secando.

–creo que deberíamos investigar– dice Anya sorprendida a sus amigas, sabiendo que ella había dicho siempre la verdad .

– ¿estás loca? – le dice una de sus amigas. Anya las coge del brazo fuertemente y las mira a los ojos.

–puede ser que alguien esté en problemas o puede ser el ruido que escuche antes les dice con seguridad.

Las dos amigas y Anya se dirigen al lugar donde se origina el olor, caminado despacio y sin hacer ningún ruido, se dan cuenta que era un campamento lleno de hombres elegantes; con botas y chalecos de cuero, los más finos que habían visto, con espadas relucientes y afiladas, Con caballos grandes y musculosos, con banderas blancas con un león rojo en el centro.

– Ellos no son de aquí dice una de las amigas.

– Eso parece – dice Anya con voz baja y detrás de un árbol para que no la vean.

Asustadas y temblando, el grupo de mujeres prefieren marcharse en silencio, cuando se sintieron seguras, empezaron a correr para llegar al pueblo lo más pronto posible, para contarle al padre de Anya lo que habían visto, Anya llega directamente a la choza de su padre.

– ¡Invasores padre! Los hemos visto – le dice Anya a su papá agitada, sudando y tratando de tomar aire para poder respirar después de haber corrido.

– ¿En dónde están? – habla el padre levantándose de la mesa sorprendido.

– Están cerca del río, están armados – le dice Anya a su padre.

– En este momento no podemos hacer nada – el padre se lo dice a Anya con impotencia.

Salen de la choza, para tomar aire fresco y pensar mejor. El padre de Anya mira hacia el cielo, se estaba nublando y tornándose de un color gris, él sabía de qué iba a empezar a llover.

Los dioses nos hablan, Anya. No podemos ignorarlos - le dijo. Anya frotando sus manos sudadas por fruto de la ansiedad, se queda mirando a su padre con cara de intranquilidad. Su padre se voltea para verla y le acaricia la mejilla.

– No temas Anya, estás conmigo. Eso sí, te ordeno que no vuelvas más por allá, puede que sea muy peligroso le dijo.

Anya toma las manos de su padre, las acaricia y siente las manos fuertes, con sus heridas y llagas, las mismas que siempre había sentido desde niña.

– Quiero que los arqueros vigilen a los invasores desde la distancia y si ven algo que les parezca extraño, me lo hacen saber, por favor — le dice su padre al guardia.

– Como Mande mi rey. Ya le digo a mis mejores hombres – le respondió.

Semanas después, en un día despejado, Anya decide ir a buscar plantas medicinales y aromáticas, por que ya no había en el pueblo, acompañada por sus amigas se arriesgan a ir al lado del río, donde todavía estaban los invasores con su campamento. Con el sol arriba de ellas yun bochorno a su alrededor, deciden tomarse un chapuzón para poder seguir adelante en su búsqueda, las amigas se alejan de Anya un momento, ella se queda en el río, disfrutando un rato más. Flotando en el agua, con los ojos cerrados, relajada, de repente siente que alguien la está observando. Anya se despierta alarmada y se voltea para ver a la persona que la estaba observando, lo primero que ve ella, son unas botas de cuero poco sucias, un pantalón bombacho ancho y suelto, con un chaleco negro también de cuero del más fino, era un hombre con un mentón ancho, de pelo negro y largo, una barba candado y unos ojos azules que parecían olas del mar del más puro que se podrían encontrar. veo que la estás pasando muy bien,señorita– le dice a Anya. Anya tratando de cubrirse para que no vea su cuerpo.

– ¿Quién es usted? – le dijo

– Soy Samuel Alonso Pinzón hijo del capitán del navío La Pinta, su nombre es Martín Alonso Pinzón– le dijo, con una postura orgullosa y elegante.

– Un gusto señor Alfonso, pero me tengo que ir – le dijo, tratando de llegar a la orilla sin dejar de verlo.

– Es Alonso, señorita – le dijo, acercando la mano para que ella pudiera salir del río. Anya toma su mano y sale corriendo en busca de sus trapos que cubrían su cuerpo. Samuel se queda estupefacto, como si estuviera viendo un ángel por primera vez, nunca había visto a alguien igual.

– señorita, creo que he sido un poco grosero con usted, por haberla molestado, veo que estaba disfrutando su baño, de todo corazón le pido disculpas le dijo inclinándose para dar una reverencia.

No tiene que hacer eso, igual no iba a durar mucho tiempo – le dijo, se estaba preparando para marcharse.

le ofrezco mis servicios para llevarla a su posada en el campamento– le dijo.

– No se preocupe no tiene por qué hacerlo, he vivido toda mi vida aquí y sé dónde está mi pueblo – le dice. Samuel queda sorprendido porque pensaba que era una tripulante de La Pinta.

– ¿Quién eres tú? le pregunta a Anya

Soy Anya Yadav del clan Yadav de la selva, hija del rey le dijo sin mucha importancia.

– No pensé que los nativos hablaban nuestra lengua, ¿Cómo sabes hablar castellano? le pregunta.

Es un regalo de los dioses – le dijo, ya desesperada por terminar la conversación. Samuel se queda más sorprendido.

–permítame acompañarla, me gustaría conocer el lugar y además sería muy afortunado estar acompañando a la mujer más bella que jamás he visto le dijo. Anya Sabiendo de que él no iba a parar de insistir, afirma con su cabeza de que la acompañe.

– lo único es que mi padre, no te puede ver, te mataría si te ve le advierte a Samuel.

– Bueno, sería una manera muy extraña de conocer a mi suegro de mi futura esposa - le dijo.

– En sus sueños – Anya le dice cortante, seco y aguantándose la risa. caminando los dos solos por la selva, Samuel le está ayudando a encontrar las plantas que ella estaba buscando, empiezan a tener una grata convivencia. Llegando al pueblo de los Yadav, Anya detiene a Samuel para que le de todas las plantas que él pudo recoger.

–No te van a dejar pasar, te mataran si me ven contigo, es tiempo de que te vayas–le dijo.

Samuel está decepcionado por el poco tiempo que pudo estar con ella.

Quiero volver a verte, dame esa oportunidad, Anya – le dijo -Creo que es una mala idea– le responde Anya. los dos comienzan a caminar cada uno en dirección diferente, Anya se voltea con una cara de enamorada.

– Pero solo los dioses lo sabrán, si nos dejan que nos volvamos a ver– le dijo.

– ¿Crees que es posible? –le dijo.

– No sabes nada , Samuel– le dice Anya con una sonrisa. Desde ese día, Anya y Samuel se encontraban todos los díasen el mismo lugar donde se conocieron, duraron casi dos meses viéndose; Caminaban, hablaban, comían, reían y jugaban. Una noche de verano, llegaba un tormenta muy fuerte, los dos para no mojarse se quedaron en una cueva, donde prendieron una fogata, los dos temblando de frío por la ropa mojada, deciden quitarsela y colocarla al lado del fuego para que se seque, los dos desnudos viéndose fijamente, deciden expresar su amor y su afecto de forma apasionada, siendo testigos las paredes de la cueva como los dos se unían en cuerpo y alma.

Samuel se despierta la mañana siguiente pensando que Anya estaba a su lado, se da cuenta que estaba equivocado, se queda mirando hacia el techo de la cueva pensando en lo que había vivido, una noche para no olvidar. Desde ese día, Samuel iba el río todo los días para esperar a Anya y poder estar con ella, sin embargo, él nunca pudo volver a verla, pero Anya siempre se escondía detrás de las ramas para verlo desde la distancia, ella por temor, nunca le reveló que ella estaba embarazada.

Meses después,los invasores deciden retirarse del campamento que tenía cerca del pueblo, Samuel también se fue con ellos. En ese momento Anya supo que tampoco iba a volver a ver a su amado. el invierno iba a llegar.

Anya despierta en la mañana, se da cuenta de que ya no estaba durmiendo sola, por la ventana de su choza ve una luz naranja, se levanta para abrirla, se da cuenta de que su pueblo estaba librando una batalla con unos invasores de bandera blanca con un león rojo en el centro Ella ve a su padre peleando con tres personas a la vez, cuando un guardia la coge del brazo para que se moviera entregando su bebe.

–Tienes que salir, no es lugar para una princesa y el futuro rey– le dice a Anya, con una voz nerviosa y preocupado.

Anya sale corriendo del lugar de la batalla, empieza a llegar la lluvia. Anya sola y cubriendo a su hijo para que no le pasara nada, unos invasores la ven y la empieza a perseguir , ella se da cuenta, llegan al árbol sagrado, el árbol más viejo y grande de la selva donde se encontraba una pequeña choza en los más alto, donde el rey lo había construido por si en algún momento los llegaban a invadir, tenía todo lo que necesitaban para poder vivir, Anya logra escapar de los invasores, y llega a la choza donde va a cuidar, proteger y enseñarle todo lo que sabe a su hijo, el futuro rey.

Audiocuento. Capitulo 1 final https://drive.google.com/file/d/1lOH2mj57sJkZi6MXjBWU1GxRTe3GBBZq/view?usp=share_link

LO QUE TRAJO EL AGUA

Por Marlon Vasquez

LO QUE TRAJO EL AGUA

Un muelle hecho delicadamente con listones perfectos de madera que gradualmente son desgastados por el paso de personas y decorado con farolas altas por ambos lados, sería el paso de los nuevos visitantes que venían al ritmo de las olas, desvanecidas por pequeños muros de piedra extendidos a lo largo de la playa. Las primeras personas en tierra que avistaron estos visitantes, intrigados y un poco asustados por ese suceso tan extraño que se dirigía hacia ellos, comenzaron a grabar y llamar para reportar el suceso mientras que otros pocos huían temerosos, que del pánico se tropezaban con sus propios pies para caer en la fina arena color dorado.

Las personas que pasaban por la angosta carretera que comunicaba este recóndito lugar con la ciudad se quedaban sorprendidas al ver gente huyendo de la playa con tanta prisa, que se detenían a observar la playa que estaba a unos 200 metros, algunas de las personas que huían al verse un poco seguras se detenían, la gota de sudor de sus caras escurría bajando rápidamente por sus caras.

Entre ese tumulto de personas, una de ellas, un niño de unos 10 años de estatura baja, rojo como un camarón por culpa del sol, se detiene buscando a su madre que iba delante de él y se perdió entre la multitud, al percatarse de esto comienza a dar vueltas una y otra vez sobre su mismo eje buscando a su mamá como un trompo. Un hombre alto y fornido de uno 25 años que traía una chaqueta identificándose como un salvavidas se percata de esta situación y se acerca a él y le dice:

Hola niño, ¿Dónde están tus padres?

A lo que el niño contesta con susto: 

Esta ... Estaba corriendo detrás de mi mama, pero me perdí

El salvavidas le responde: 

No te preocupes, yo te ayudo a buscarla, ¿Cómo es ella?

Mientras que le colocaba la mano en el hombro al niño, y este sintió calma hasta que se dio cuenta que el salvavidas estaba temblando tanto que parecía que su mano estuviera bailando, entonces el niño se pone inquieto, pero no ve otra opción más que recibir la ayuda, aunque no confiara mucho en el salvavidas a lo que el niño responde: 

Es una mujer bajita de 40 años con un sombrero de ala larga que tiene muchas flores como decoración y un vestido blanco

El salvavidas le pregunta su nombre a lo que el niño responde Enrique y el salvavidas se presenta como Juan, acto seguido le coge de la mano y lo aleja un poco más de la playa y le dice: 

Vamos a encontrarla, no te preocupes, ¿de casualidad no sabes su número de celular?

El niño de un momento a otro se queda muy quieto mirando hacia la playa, con los ojos afuera y esto asusta a el salvavidas ya que él aún no había visto que era lo que tanto asustaba a las personas, al darse vuelta lentamente se fijó que era un calamar gigante de más de 500 metros, con más de 10 tentáculos que le ayudaban a movilizarse y se acercaba lentamente a la playa aterrorizando con su gran tamaño y los desastres que estaba haciendo nada más con el movimiento de sus tentáculos, después de unos instantes el salvavidas reaccionó y cogió al niño para llevárselo a un lugar lo más alto posible y así poder encontrar a su madre. Encontraron un edificio no muy alejado de la playa que estaba encima de una tienda de vestidos de baño ubicada al lado de la vía subiendo rápidamente mientras que el resto de gente seguía huyendo de la playa, al asomarse el niño por el borde recargándose sobre el barandal, vio las cosas muy claras ya que alcanzó a ver cómo salía el calamar del agua y detrás de él había una cantidad inmensa de cangrejos frenéticos que lo pellizcaba una y otra vez en los tentáculos, rápidamente el niño grita al salvavidas señalándole con su pequeño dedo lleno de arena los cangrejos y le pregunta: 

¿Será por eso que ese calamar está acá? a lo que el salvavidas le responde:  No es posible, debe haber otra razón

Mientras seguía buscando a su madre guiándose por la descripción que el niño le dio.

El niño se queda mirando a los cangrejos fijamente convencido de que esa es la razón por la que está ocurriendo este suceso, hasta de un momento a otro el salvavidas lo sacude para preguntarle si una señora que estaba en el puesto de salvavidas, ubicado en la playa era la mamá del niño, ya que está gritaba de una manera desesperada volteando de lado a lado como si estuviera buscando a alguien, hasta el punto de quedarse sin aire, poniéndose roja y brotando sus venas de cuello de una manera exorbitante, el niño la ve y baja de una al primer piso, y sale corriendo hacia ella sin decir nada ni avisar; entonces el salvavidas lo sigue y llegan dónde está ella.

El niño corre y la coge por sorpresa abrazándola por la espalda a lo que ella, ni siquiera se molestó en voltear, porque al sentir su abrazo supo que era su hijo con sus pequeños brazos y el cariño y ternura con la que la abrazaba, detrás llega el salvavidas y dice: 

¿Se encuentra bien?

A lo que ella responde:  Ahora sí lo estoy, muchas gracias por encontrar a mi hijo

El salvavidas aún inquieto por el calamar les dice que vayan a un lugar más seguro, y la mamá y el niño le hacen caso y vuelven dónde estaban anteriormente, en la terraza de la tienda de vestido de baño.

Iba en camino cuando de repente un cangrejo se agarra de un pie del salvavidas, lo que lo hace pegar un alarido que alertó al niño y la mamá, al tratar de ayudarlo para que lo suelte, se fijan que ese cangrejo tiene un aspecto aterrador que los deja atónitos, ya que sus tenazas se veían muy afiladas, sus ojos eran como dos luces rojas que brillaban con una gran intensidad y una boca que no era normal en un cangrejo ya que tenía colmillos largos sin tener en cuenta que tenían el tamaño de tu un gato, en un intento de ayudar la mamá le golpea con su bolso a lo que el cangrejo reaccionó soltándolo y soltando un ácido de su boca que dejó malherido al salvavidas, rápidamente la mamá sacó una botella de agua de su bolso para poder lavar con cuidado y quitar el ácido.

Ya estando un poco calmados deciden continuar huyendo y mientras tanto el niño le plantea la posibilidad de nuevo de que los cangrejos son los que están forzando a ese calamar a llegar a la superficie, pero el salvavidas lo sigue ignorando, pero la mamá, lo escucha y le dice que, si es posible, pero por el momento deciden llegar a un lugar seguro.

Mucho tiempo después de tal tragedia que se solucionó por si sola después de unas horas y que apenas dejo algunos heridos, un joven ya graduado está empeñado en explorar el océano profundo y encontrar un calamar gigante, ese joven alguna vez fue el niño que perdió a su mama y recibió ayuda de un salvavidas para encontrarla, y todavía tiene esa duda en la cabeza de si en verdad el calamar gigante simplemente estaba huyendo de los cangrejos, desde ese día se esmeró e investigo todo lo que pudo, pero no encontró gran cosa en estudios de otras personas por lo que decidió estudiar biología marina y hoy en día ya es un biólogo que quiere dirigir todas sus investigaciones alrededor de ese suceso que paso hace años.

https://www.youtube.com/watch?v=pq63FwJ0wYg&list=PLQO5Gkp_vxZ4zi0bQUwQXfY68RU0emHDV&index=5

LEYENDA:

Y aquí fue donde ocurrió todo, el último momento de calma antes de todo lo que se vino después, con la manifestación de los dioses del agua y la tierra toda la comodidad que los humanos tenían se destruyó generando paredes de tierra y hielo en todo lado así que se vieron obligados a huir constantemente, todo gracias a que nos daba igual que pasara a nuestro alrededor, siempre queríamos más y más, pero nos tocó aprenderlo a las malas por lo que ahora luchamos cada día para sobrevivir y quien sabe hasta cuándo podamos lograrlo. Cuando se pensó que no podía ser peor personas poco a poco comenzaron a asegurar haber visto alguna vez una luz a escasos metros del suelo durante sus viajes nocturnos.

La luz aparece, suspendida en el aire, y se mantiene por largos minutos. Distrae la atención de quienes van pasando y la observan. Sin embargo, siempre aparece alejada de su observador, de forma tal que sea imposible descifrar de qué se trata.

A muchos les causa temor el solo hecho de su aparición. Es que ver surgir una luz de la nada, en medio de la oscuridad de la noche, no es lo más lógico, pero después de lo que paso todo puede ser posible. Otros solo se asombran, pero no temen. Mientras la luz esté lejos, indefensa, no hay de qué preocuparse. Basta con dejar de mirarla y el problema se acaba.

Se trata, supuestamente, del alma de personas que han perdido la vida injustamente y han sido enterradas en medio de la nada y no en un cementerio probablemente consecuencia de los múltiples terremotos y levantamiento de paredes. Estas salen a la superficie para reclamar justicia por su inmerecida muerte. Y esta búsqueda de justicia puede incluir la posibilidad de que las almas intenten agredir a quienes las observan. Para evitar eso, las personas que han visualizado estas luces aconsejan comenzar a rezar en cuanto se las ve y “morder el mango del cuchillo”, algo que por estos tiempos es fácil de que alguien lo tenga para defenderse de cualquier cosa que suceda o simplemente para sobrevivir. Sin embargo, para los que, por alguna casualidad, porten armas de fuego, solo con apuntar a la luz con plena seguridad puede espantarla rápido, porque los especialistas aseguran que lo mejor es encarar a la luz mala y clavarle un puñal, ya que las armas de fuego no siempre son efectivas ya que unos casos la luz se puede molestar y hacerte desaparecer con ella.

Leyenda Religiosa Narrador Auto-diegético AUDIOLIBRO LINK https://youtu.be/pq63FwJ0wYg
Tipo de leyenda

Conejo Blaco, Conejo Negro Angélica Berdejo

Después de haber llorado por un buen tiempo, tal vez una hora o dos, el conejo blanco se levantó para ir al baño a lavarse la cara. En piloto automático siguió derecho por el pasillo que ya conocía y entrecerró la puerta con el pie mientras abría el lavabo y se refregaba la cara, no notó que no había prendido la luz hasta que vio en el reflejo una silueta negra. sin embargo, después de prender la luz se dio cuenta que el conejo en el reflejo era negro puro.

Sin entender bien por qué veía su reflejo así, se examinó las patas y otra vez al reflejo. Su corazón dio un vuelco al darse cuenta que el reflejo no había movido las manos, solo yacía ahí al otro lado, mirándole a los ojos.

“Pero que…!?” —dijo el conejo blanco, dándose cuenta que en vez de su reflejo, un totalmente diferente estaba frente suyo. armándose de valor, el conejo blanco preguntó— “¿Y tú quién eres?”

“Yo?” —pregunto el conejo negro, girando la cabeza a un lado, como si no entendiera la pregunta. “Si! Tú!” “Tu.”

“-!” —pero antes de que el conejo blanco pudiera contestar estresado, el conejo negro le interrumpió— “Soy lo que yace en lo más profundo de tu ser, soy tu corazón, soy lo que no quieres que el mundo vea.”

El conejo blanco, mientras procesaba la información que acababa de recibir, tomó un gran respiro y dijo— “Entonces respóndeme. ¿Por qué lloramos? ¿Por qué lloras tú?

El conejo negro solo parpadeó y bajó su mirada, después de unos segundos que se sintieron minutos respondió— “Por qué compartimos el dolor en nuestro pecho.”

El conejo blanco, teniendo un poco de pena, suspiró y dijo— “Duele cuando no eres lo que deberías, no?”

“No.”

“¿…Qué? … pensé que llorábamos por lo mismo.”

“Entonces me corrijo, no lloramos por lo mismo. Estas no son lágrimas de tristeza.”

“Y entonces por qué lloras!?”

“Estas lágrimas son de rabia, enojo. De que creas que deberías ser algo más de lo que eres. De cómo te hablaron, cómo te hicieron sentir- ¡cómo te trataron! Como te hicieron pensar que mereces esa tristeza.”

El conejo blanco estaba sin palabras, pero de una forma comenzaba a entender, así que sin tener más miedo, se acercó al espejo.

Y por un momento solo hubo silencio.

El conejo blanco aún podía sentir el camino que recorrió sus lágrimas, incluso después de lavarse la cara, ya no sentía ganas de llorar, más bien sentía como una calma vacía, sin sabor, y cerró los ojos.

Estuvieron cerrados hasta que sintió una palma sostener su mejilla, y al abrirlos solo vio el brazo del conejo negro, alzó la mirada y su brazo estaba atravesando el espejo como si este no estuviera allí. Y allí yacía el conejo negro, ojos rojos brillantes como rubíes reflejando un par idéntico y viceversa.

El conejo negro solo movió sutilmente su mano, un movimiento reconfortante y gentil, y dijo— “No puedo

puedo prometer que no vuelva a pasar, no puedo saber si el siguiente con el que te cruces sea bueno o malo para ti o en el intermedio, tampoco hacer que duela menos; pero como tu corazón, solo puedo dejar que sientas estos sentimientos tanto como sientes los otros. Pero lo que sí puedo hacer es amarte y guiarte.”

“… ¿cómo vas a hacer eso? Solo eres mi corazón, no una persona. ¿Cómo sabré que me dices si solo eres- … si solo estás en mi interior…?” El conejo blanco no quería pensar más en cómo está interacción era posible o si volvería a pasar, así que sólo sostuvo la mano en su mejilla en las suyas y cerró sus ojos con fuerza.

“Escucha tu corazón, y recuerda este dolor. Ésa será tu guía.”

Después de un largo suspiro, el conejo blanco abrió los ojos. Ya no estaba el brazo negro. Miró al espejo. Ya no estaba el conejo negro. Fin.

EL MISTERIO DE LA NARANJA PARTIDA

Hace mucho tiempo, en la ciudad de Thea, vivían los dioses más poderosos del Olimpo. Thea era una ciudad sagrada, los dioses habitaban en mansiones de cristal construidas por Hefesto, donde contemplaban el mundo y eran entretenidos por las musas; solían recibir ofrendas como telas, comida, animales o artesanías.

Un día, se reunieron los dioses para celebrar los juegos panatheicos donde mostraban sus habilidades de gimnasia, acompañadas de cantos, danzas y carreras con antorchas, este tipo de celebraciones eran muy famosas en la ciudad.

Carpo, dios de la agricultura, se caracterizaba por ser un hombre alto, musculoso de piel color aceituna y ojos marrones,era el encargado de las buenas cosechas. Carpo se enamoró de Ceres y la convirtió en su esposa. Ceres, diosa de los árboles frutales, protectora de la naturaleza y los jardínes, era la diosa más hermosa de Thea, su piel era de color blanco, cabello rojizo y piernas delgadas.

Ceres y carpo hicieron un pacto, se encargaron de darle vida, sabor y color a las frutas de la ciudad. Al transcurrir el tiempo, Ceres y Carpo sintieron que su tiempo de vida era muy corto y la ciudad debería estar protegida por alguien más. Llamaron a Ohana la naranja, líder y chamana de las frutas, tenía un don único, era la elegida para mantener la vitalidad de las frutas y proteger a la ciudad de los malos espíritus.

Ohana era una naranja que llamaba mucho la atención por su color amarillo, todas las cosas que tocaba las podía regenerar.

Una tarde,Ohana salió a caminar por las calles de la ciudad, encontró un callejón, un camino sin salida que la llevaría donde las demás frutas.

Ohana notó una presencia maligna, estaba sorprendida y atemorizada porque le habían contado que por esta zona sucedían cosas extrañas, muchas frutas habían desparecido del lugar . Empezó a correr muy rápido, quería salir de ese lugar, pero fué alcanzada por una extraña presencia.

-¿Quién está ahí?- preguntó Ohana.

¡Crach! un sonido muy fuerte estremeció a la ciudad. Ohana fué herida con un arma cortopunzante y murió.

Mang Shu, Pomona Manzana, Ovidio durazno, Aurelio Banan y Tony Mandarín; amigos de infancia de Ohana, sorprendidos y horrorizados vieron junto a las demás frutas la escena del crimen. El cuerpo de Ohana se deterioró y el jugo vital se derramó en el pavimento.

-¡No puede ser!-exclamó Ovidio durazno.

Para los habitantes de la ciudad era algo aterrador, tan solo un misterio.La ciudad entró en caos, las frutas que había alrededor comenzaron a dañarse, algo muy raro estaba pasando.

Lucy Per, la pera más astuta de la ciudad, decidió investigar sobre el caso, era una detective muy reconocida y la más pila de todas las frutas. Durante varios días, reunió pruebas y descubrió que el poder de Ohana fué absorbido por tres seres sobrenaturales que querían robar la energía especial de los ciudadanos.

Mang Shu tomó el liderazgo y convocó a todas las frutas para hacerle una ceremonia sagrada a los dioses. Con cánticos y ofrendas invocaron a los dioses para pedir ayuda y contarles lo que había pasado con Ohana.

El día llegó, los dioses más poderosos del Olimpo se enfrentaron a los seres sobrenaturales que se habían robado el poder sagrado. La guerra duró varias semanas y los dioses finalmente recuperaron la energía vital de la Ciudad.

Las frutas se regeneraron y Thea volvió a ser la Ciudad de la abundancia y las mejores cosechas. Pomona Manzana empezó a sentir una extraña transformación en su cuerpo, su corazón latía cada vez más fuerte. Una luz incandescente surgió de ella, el poder especial ahora lo tenía ella y se lo habían dado los dioses, se convirtió en la protectora de Thea.

Se dice que esta energía tiene propiedades curativas y solamente algunos la poseen. Esta energía rejuvenece y mantiene vivas a las frutas por la eternidad y cada cierto tiempo los seres salen a buscar sus víctimas.

Audiocuento. https://www.youtube.com/watch?v=InoKvuuxoSg

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