Nueve mantas de gran tamaño, producidas en la ciudad de Juchitán (Estado de Oaxaca, sur de México), que se utilizan en las fiestas de las Velas, (velar significa estar despierto toda la noche hasta el alba). En estas festividades además del baile se efectúan ceremonias rituales en agradecimiento a los pitaos (dioses zapotecos sincretizados con deidades cristianas).Las mantas guardan la memoria comunitaria y operan como museos nómadas de la fiesta. En ellas se representa la comunidad a sí misma relievando los elementos más sobresalientes de la ceremonia y de su vida cotidiana. La muestra valora el arte popular comunitario que refleja la manera de ver, sentir, saber y vivir de la colectividad a través de relatos. Esta exposición fue curada por la antropóloga Marisol Cárdenas.