Memorias de El Astor
Las Memorias de El Astor son una recopilación de los mejores momentos que algunos de nuestros clientes han vivido desde 1930, año en que el Salón de Té Astor abre sus puertas en el pasaje de Junín. Son más de 87 años de historia que permanecen en la memoria de quienes nos visitan o han visitado, haciéndonos partícipes de un pedacito de sus vidas: matrimonios, primeras comuniones, primeras citas, reuniones con viejos amigos, recuerdos de la infancia e innumerables reuniones familiares son algunos de los motivos por los cuales El Astor se queda en un rincón del corazón de quienes a través de nuestros productos han hecho memorable un momento especial. Nos alegra compartir con ustedes estas historias que se quedarán para siempre en nuestros corazones…
“Esta foto que adjunto, es con mi tía Margarita Espinosa, quien trabajó por muchos años en el Astor del Aeropuerto hasta jubilarse, gracias a ella tenemos todos los sobrinos los mejores recuerdos de los sabores únicos de ustedes, jamás se me va a olvidar cada Pascua donde llegaba con los huevitos y los chocolates especiales para esta época, cada ocho días esperábamos que ella llegaba con una caja con moritos, los besos de negra, los caramelos de fruta (arrancamuelas le llamábamos) los cucarroncitos, los turrones, y la gran cantidad de productos que nos encantaban, ahora es un placer salir con ella a compartir los helados, el muy famoso jugo de Mandarina, y las tortas. Quizás algunas personas reconozcan el rostro de ella una gran mujer que dedicó gran parte de su vida a atender a todos los que como yo nos deleitamos del Astor”.
“Mi recuerdo del Astor es supremamente especial… Fue el último desayuno con mi padre… Esa fue la última vez que desayune con mi papá en té astor de Junín… Antes de irme a una estancia a Alemania en el año 2013… estando allá mi papá falleció pero esta foto es mi mejor recuerdo y cada que voy al astor busco esa mesa para sentarme”.
“Recordar ese momento mágico en el que mi papá llegaba de hacer vueltas en el centro con una bolsita de papel y en ella un príncipe encantado. Eso es para mí pasar por el Astor”.
“Hasta India me trajeron un icónico moro que
disfrute a más no poder pues su sabor siempre me lleva a casa y a los algos de la infancia”.
“Recuerdo mucho cuando mi madre me llevaba al
aeropuerto de Rionegro sólo para comprarme un morito de rana, me hacía muy feliz”.
“Cuando era niño, a mediados de los 60, el premio
de mi madre, por haberme dejado trabajar en la odontología, era ir al Astor. Humm, qué moros tan ricos”.
“El Astor !!! Personalmente marcó mi niñez !!! Tengo los recuerdos más lindos de cuando mi abuelita me llevaba !!! A disfrutar de las delicias !!! Me acuerdo perfectamente que contaba los días para volver!!! Incluso mi abuelita trabajo en el astor y me ha contado muchas historias del elastor_reposteria !!! Me encanta para mí lo mejor”.
“Para mĂ el astor eran los altos felices de la infancia con los infaltables moros, hoy por hoy habiendo vivido lejos y ahora desde India esos sapitos son un delicioso manjar con sabor a hogar, a casa, a infanciaâ€?.
“Mi recuerdo en El Astor es un algo con motivo de mis quince años con las compañeras del Liceo de Manrique en el año 1978”.
“El Astor para mí es como mi propia máquina del tiempo, ya que siempre que puedo ir, me lleva a mis mejores recuerdos, como imaginar los mejores momentos que pase con muchos de mis seres queridos que en estos momentos no están y los que sigo pasando con los que aún están presentes. Muchas gracias al Astor”.
“Cuando estaba pequeña mi mamá solía ir al centro los viernes a pagar los clubes en los almacenes y todos en la casa esperábamos con ansias su regreso con las cositas del Astor, especialmente los pancitos con frutas y los turrones blancos que todavía los venden y son deliciosos”.
“Lo mejor del astor sus chocolates, tortas, helados y el mejor jugo de mandarina me encanta ir con mi hija delicioso�.
“La historia con ustedes data de mucho tiempo, cuando abrieron mi abuelo llevo a mi abuela a comer helado por primera vez en Medellín, ahí tenían sus citas, a su vez, allí llevo mi abuela a mi madre cuando niña y luego mi madre me llevó a mi, es mi lugar favorito para comer y sentirme a gusto en la ciudad, me recuerda mi niñez y aun a mis 22 años sigo pidiendo moritos de animales, en enero lleve al amor de mi vida a comer allí y ese día nos dimos cuenta de que queríamos compartir nuestra vida juntos, son escenario de muchas alegrías y recuerdos para mi y para mi familia, gracias”.
“En mi niñez ir al Astor signiıcaba familia y amistad pues un gran amigo de mi papá era quien nos invitaba a una cita obligada con los chocolates y el jugo de mandarina para luego caminar por Junín. De hecho recuerdo la mesa donde solíamos sentarnos y como quería comerme todoooo”.
“Sábados en la mañana, después de un delicioso desayuno. No puede faltar una cajita de besos de negra… Y unos cuantos chocolates más”.
“Recuerdo los viernes por la tarde con mi mamĂĄ y mi hermana tomando el algo, tan rico todo. Me lleva a tiempos felices de la infancia y la juventudâ€?.
“Tengo bellos y dulces recuerdos del Astor, porque para mi es un ícono de nuestra querida tierra paisa y así les enseñé a mis hijos desde niños. Es una delicia su producción de cada día, así pasen y pasen los años! Gracias Astor por representarnos en el exterior también, los paisas nos encargamos de hacer conocer su mágico sabor y su encanto”.
“Mi mejor recuerdo del astor de Junín era que mi madre nos llevaba cada q tenia que ir al centro y uno era como loco mirando todos los chocolates de todas las formas y tamaños. Diciendo: “Mami yo quiere este y este y este” y después el mejor y peor momento, escoger un morito de todos los que hay y sólo poder escoger uno queriendo uno todos. Amo el astor”.
Memorias de El Astor
Vamos a juniniar