Desaparecidos, recordados en un memorial de Xalapa

Colectivos inauguran

“Memorial para nuestras personas desaparecidas”

REDACCIÓN / XALAPA, VER.- (AVC)

Una estructura metálica color rojo, y fotografías de 60 veracruzanos y veracruzanas reportados como desaparecidos en la región de Xalapa, forman parte del “Memorial para nuestras personas desaparecidas” que se inauguró este jueves dos de marzo. Integrantes del Colectivo Familiares Enlaces Xalapa inauguraron el “Memorial para nuestras personas desaparecidas” que incluye una estructura en forma de puente peatonal que se colocó en la glorieta de las avenidas Orizaba y Xalapa, en el parque “Rafael Hernández Ochoa”, ubicado en la colonia Obrero Campesina. Victoria Delgadillo Romero, integrante de dicho colectivo, detalló que la estructura del memorial representa el proceso que deben enfrentar ante un reporte de desaparición, la búsqueda y las dificultades burocráticas a las que se enfrentan las familias que reportar a una persona no localizada. La estructura tiene un mayor tamaño en su base, lo que representa el peso que las familias deben soportar al enfrentarse a un problema nacional tan grave, como lo es la desaparición de personas. Además, se agregaron unas escaleras, que explicó la activista, simbolizan el peregrinar de las familias, que se topan con todo el sistema burocrático que merma el trabajo de búsqueda de parte de las instituciones. Delgadillo Romero indicó que la culminación de la obra del memorial fue posible gracias a las tres administraciones municipales que involucraron a los alcaldes Américo Zúñiga, Hipólito Rodríguez Herrero y Ricardo Ahued, que acudieron al evento inaugural. El memorial fue planeado desde hace seis años y con dificultades fue inaugurado este jueves 2 de marzo, pese a que los trabajos se habían suspendido por la pandemia del Sars-CoV2 (Covid-19), confi rmó Victoria Delgadillo, quien busca a su hija Yunery Citlally Hernández Delgadillo, desaparecida desde noviembre de 2011, junto con otras jóvenes que habían sido invitadas a un evento y nunca volvieron.

Para no darle armas a la compatencia