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Rendimiento de los fondos de pensiones dentro y fuera
Recientemente hacía referencia al ahorro por aportes de empleados y empleadores para el retiro laboral, recursos que están a cargo de las administradoras de fondos de pensiones (AFP) para invertirlos y hacer que su rendimiento sea mayor.
De hecho, si usted consulta su estado de cuenta de ahorro de capitalización individual en su AFP, se dará cuenta de la cantidad de dinero que tiene acumulado y puede, incluso, calcular a futuro para determinar “más o menos”, cuánto le saldría de pensión al cabo de 30 años de cotizaciones y tras superar la edad de retiro, que en este caso son los 60 años.
El punto es que en forma adicional, las entidades financieras y los puestos de bolsa también captan capital de particulares para invertirlos en certificados de depósitos y bonos del Estado (Ministerio de Hacienda y Banco Central), que ofrecen un rendimiento fijo, en ocasiones muy atractivo y otras veces menos, pero casi siempre en un nivel parecido al rendimiento de los fondos de pensiones. Entonces, puede darse el caso de que cuando usted vaya a retirarse, al cabo de 30 años de cotización su fondo de pensiones esté en un novel de 10 millones de pesos, por ejemplo, y que su AFP le diga que con ese monto acumulado, le puede salir una pensión de 40,000 pesos mensuales, hasta agotar el capital o de 35,000 pesos mensuales de por vida, a través de una firma aseguradora.
Pero resulta que cuando usted va a un banco múltiple cualquiera y pregunta qué tasa le pagarían de rendimiento por un certificado a plazo fijo de 10 millones de pesos, posiblemente le digan que le darán un rendimiento de 8% anual, lo cual es menos del rendimiento promedio de 12% que dicen las AFP que tienen en la actualidad.
El caso es que, con un rendimiento de 8% anual, un certificado de 10 millones de pesos, luego de descontar el 10% de impuestos a los intereses, el banco le estaría pagando un neto de RD$60,000 mensuales; más de un 50% por encima de lo que le saldría de pensión. Esto, con la ventaja de que su capital de 10 millones de pesos nunca se agotará.
Es en ese momento que los trabajadores comenzarán a analizar y a preguntarse por qué su fondo de pensión acumulado le ofrece una pensión mucho menor de lo que le saldría si, en cambio, toma ese dinero y lo deposita en un certificado a plazo en un banco o en el mercado de valores.
¿Qué explicación tendrán las AFP y las autoridades del sistema dominica- no de seguridad social a esa situación?
¿Cómo es posible que una cantidad de dinero acumulada, con un rendimiento supuestamente superior al promedio del sistema financiero, ofrezca una pensión menor que el monto por interés que puede ofrecer la misma cantidad de dinero en un instrumento financiero de inversión?
Cuando llegue el momento de comenzar a pensionar a trabajadores por edad de retiro, es decir, a partir del 2033, al cabo de 30 años del inicio de las cotizaciones por ahorro individual a través de la Ley 87-01, esos empleados en retiro comenzarán a protestar y a reclamar, en ese momento, tal vez con razón justificada, que les devuelvan sus fondos para ellos invertirlos de forma particular.
Eso es algo que no están tomando en cuenta las AFP, la Superintendencia de Pensiones (Sipen) y el propio Gobierno, a pesar de que es seguro que tienen conocimiento de esa situación, aunque la ignoren porque “falta mucho tiempo todavía”.
Sin embargo, 10 años pasan más rápido de lo que uno se imagina, y es en ese momento que la situación se complicará para las AFP y los posibles pensionados.
Todo lo anterior, tomando como referencia un rendimiento de 8% anual. Puede darse en caso de que, de aquí a allá, las tasas estén más altas y la situación sea aún más compleja para el sistema que dirige y administra una cantidad extraordinaria de dinero donde no parece que la pensión por recibir esté ni cerca de lo que ofrecen los bancos por un certificado donde el capital (ahorro) nunca se agota como pasaría con los fondos de pensiones, de acuerdo con el esquema actual.
Econolegales
Jaime M. Senior Fernández jsenior@headrick.com.do
Las tres causales sí importan
El tema de las denominadas “tres causales” para reglamentar por ley la práctica del aborto ha producido un largo y tendido debate en nuestra sociedad desde hace varios años. El tópico surge porque en la legislatura que pretende modernizar nuestro Código Penal -algo que la sociedad necesita de manera urgente, pues es normativa data de hace más de 200 años- se penaliza el aborto sin ningún tipo de eximente de responsabilidad bajo ninguna circunstancia.
En primer término, independientemente de la opinión personal de cada persona, las tres causales no son una legalización o despenalización del aborto; el aborto electivo o terapéutico continuará siendo un crimen penado por la ley. Siendo caritativo, se trata de una confusión, y siéndolo menos, es una manipulación adrede, equiparar a las tres causales con una legalización del aborto, algo que aún en este país no está siendo discutido como una propuesta. Es nuestro deber analizar esta propuesta sin sobresaltos y enfocado en la realidad.
Al contrario, las tres causales son eximentes de responsabilidad penal en caso de un aborto en las siguientes circunstancias: (1) cuando el aborto se realiza debido a que el embarazo es producto de una violación o incesto; (2) si el embarazo pone en peligro la vida o la salud de la madre, y (3) por malformación incompatible con la vida.
Es importante resaltar lo limitado de estas causales, e igualmente lo excepcionales que son, y cada una de ellas versa sobre una situación particular de derechos de la mujer. Igualmente, la salud, bienestar y derechos humanos de las mujeres no pueden ser puestas
Observaciones
en entredicho sin ofrecer estas causales que son socialmente y médicamente necesarias.
La propuesta de conocer las tres causales en una ley especial, es decir, que sea penado el aborto en el Código Penal sin excepción alguna, es una falacia, pues es una forma de que continúe siendo objeto de sanción sin eximente, con una ley especial con pocas probabilidades de ser conocida y aprobada. Si queremos irnos por esa ruta ¿por qué no eliminar el tema del aborto completamente del Código Penal y que se conozca el tema en una ley especial, y no una ley especial únicamente para las tres causales?
El tema de las tres causales es clave para la dignidad y los derechos de las mujeres. No es un tema que debe ser postergado ni limitado por opiniones personales, pues, como se puede apreciar, las causales son muy limitativas en las circunstancias en que puedan ser empleadas. Además, en un país todavía en vías de desarrollo como el nuestro, también es justicia social poder ofrecerle esta opción a mujeres de escasos recursos, que son las que más frecuentemente se ven en situaciones de embarazo producto de incesto o violación, o no tienen recursos para prevenir situaciones peligrosas en el embarazo. Es nuestro deber social apoyar la adopción de las tres causales. Es lamentable que el Código Penal sea rehén a este tema de tanta importancia y envergadura. Debemos reclamar a nuestros gobernantes que cumplan con sus promesas de apoyar el tema. Sin las tres causales, los derechos de la mujer sufrirán un revés en el país.
El autor Es abogado
Turistas ¿visitantes desde el crucero?
Cada principios de mes, el ministro de Turismo, David Collado, ofrece un informe sobre la cantidad de turistas (extranjeros y dominicanos no residentes) que han visitado nuestro país el mes anterior.
En su presentación, el funcionario también hace una contabilidad de los que califica como "visitantes", aquellos que tocan puertos dominicanos por vía de los cruceros. Lo que no queda claro es si en la contabilidad de los "visitantes" cruceristas se toma como referen- cia la cantidad de pasajeros en el barco o si se especifica que son solo los que bajan de la nave y tocan territorio local, hacen algún tour o recorrido y consumen algo de lo que ofrecen los comerciantes de la zona.
En todo caso, es positivo que se lleve un levantamiento actualizado de la cantidad de personas que conocen el país, a través de los cruceros, pero es bueno tener cuidado con caer en el error de ponerlos a todos como "visitantes", aun los que se quedan en el barco.