El Dorado Magazine | #02 octubre de 2015

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DE CARA AL CENTRO MEDIOCENTROS DE MATURANA - MEDIOCENTROS DE PEKERMAN - ENTREVISTA A DANIEL TORRES - ENTREVISTA A GUSTAVO CUELLAR - MODESTE M'BAMI - LOS MEDIOCENTROS DEL FPC - EL MEDIOCENTRO PERFECTO - JUAN FERNANDO QUINTERO - EL CHICO QUE METIA GOLES A GRITOS - NICOLAS BENEDETTI Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 1


EQUIPO DIRECTOR Eduardo Ustáriz @10Kundera COORDINADOR Jorge Gil @Jiga13 Jairo Ramos @JairoRamos_ EDITOR GENERAL Jorge Gil @Jiga13 DIRECTOR DE ARTE Eduardo Ustáriz @10Kundera TEXTOS Eduardo Ustáriz | Jairo Ramos | Sebastián Duque | Juan Mercado | Karlz Villalba | Jorge Gil | John Alegrías

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EDITORIAL El pasado 5 de septiembre, El Dorado Magazine cumplió un año de vida. Todavía no nos lo creemos. Parece que fue ayer que deambulábamos por las calles del centro de Bogotá buscando algún café dónde discutir. Dónde soñar. Nos gustaba soñar. Nos gustaba creer que una nueva forma de contar el fútbol es posible. El sueño se concretó en septiembre de 2014. Nos gusta pensar que desde entonces nació algo nuevo en Colombia, algo que antes no existía. Y lo creemos así porque, desde nuestro acta fundacional, quisimos distanciarnos de las formas periodísticas predominantes en el medio. Las formas del trovador, del coplero: la imposición de una verdad siempre desde la riña y la disputa. Nosotros, por el contrario, quisimos ser juglares desde el primer momento. Por eso agarramos la mochila; para emprender un viaje incansable por las diversas canchas de Colombia y empuñamos la pluma; para contar a todos lo acontecido. Pero, sobre todo, contar el porqué de lo acontecido. Es a eso a lo que nos referimos cuando prometemos a El Dorado como un espacio para analizar. También es cierto que a lo largo de este año fascinante de El Dorado nos rehusamos a restringir nuestra voz narrativa al análisis. Siempre quisimos contar el fútbol de una manera distinta, y el campo narrativo posible para ello es heterogéneo, infinito. Es por eso que en El Dorado hubo tiempo para historias, entrevistas, cuentos. Hubo tiempo y habrá. No obstante, nuestra musa siempre fue y será la misma: el balón. Un año tarde, pero he aquí nuestro manifiesto. He aquí la segunda edición de El Dorado Magazine. He aquí nuestra forma de contar el fútbol. Gracias por leernos.

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INDICE 07 LOS MEDIOCENTROS DE PACHO MATURANA

40 EL CHICO QUE METIA GOLES A GRITOS

Listado desde 1987 a 2003

Cuento

14 EL AGUJERO NEGRO

44 POESIA CANTERANA

Análisis de los mediocentros actuales

El juvenil de moda

21 DANIEL TORRES Entrevista

25 GUSTAVO CUELLAR Entrevista

32 MODESTE M'BAMI Recuerdos dorados

36 LOS MEDIOCENTROS DEL FPC Infografía

37 EL MEDIOCENTRO PERFECTO Quimera

38 JUAN FERNANDO QUINTERO De un lado a otro

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TRINCO

MENEUR DE JEU

MEDIANO

PIVOTE ABWEHRSPIELER

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VOLANTE DE MARCA

CENTROJÁS CENTROMEDIO

MEDIOCENTRO 5 SECHSER HOLDING MIDFIELDER REGISTA

CENTER-HALF verdedigende spelmaker

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CABEÇA-DE-ÀREA 6 | www.eldoradomagazine.com.co | Octubre 2015


LOS MEDIOCENTROS DE LA ERA 'PACHO' MATURANA Por: EDUARDO USTARIZ

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i de algo no se puede acusar a Francisco Maturana es de no creer en sus ideas. Desde que debutó como entrenador en 1986, ‘Pacho’ siempre apostó por el mismo fútbol independientemente de los intérpretes, el momento y hasta las mismas reglas del fútbol. Maturana, admirador y admirado de y por Arrigo Sacchi, cimentó su propuesta futbolística en la defensa en zona, la presión y el toque en corto de balón. El compendio de esos principios futbolísticos dio lugar a lo que en el mundo futbolístico se conoce como ‘La curva Maturana’, es decir, la disposición defensiva en la cual hasta tres futbolistas presionaban muy de cerca al poseedor del balón en la banda mientras todo el equipo basculaba, formando una curva imaginaria que achicaba y obstruía las opciones de pase. La jugada insigne de Maturana era imposible sin el sempiterno doble pivote que usó en la mayoría de sus equipos y, por lo menos, en todos los buenos. Para ‘Pacho’, esos dos volantes de primera línea no eran negociables y conformaban la base del equipo.

Mario Coll (5 partidos, 0 goles): Hijo del mítico Marcos ‘Olímpico’ Coll, Mario debutó en Junior y se hizo famoso cuando, para la inauguración del Metropolitano, le fue encomendada la marca personal a Diego Armando Maradona exactamente un mes y una semana antes de que ‘El Pelusa’ anotara contra Inglaterra el mejor gol de la historia. El partido quedó 0-0 y le sirvió de escaparate a Coll para, un año después, repetir marcaje al genio argentino en la Copa América de 1987. Destacó por ser un volante de marca que hacía precisamente eso, marcar. A pesar de jugar luego más de un centenar de partidos con el América de finales de los 80’, que tantas carreras trituró, no volvió a ser tenido en cuenta por ‘Pacho’.

José Ricardo Pérez (19 partidos, 1 gol): Uno de “Los hijos de ‘Pacho’”. Como a Alexis, Arango o Fajardo, Maturana se lo encontró en el histórico Once Caldas de 1986, se lo llevó a Nacional y de ahí a la Selección Colombia. ‘Chicho’ era un mediocentro correoso y de buen pie, pero al que quizá le faltaba algo de orden y un punto más de calidad para haber sido indiscutible en el proceso. Estuvo ahí desde el día uno de la era Maturana y fue el acompañante de Leonel en las Eliminatorias A continuación un breve repaso a a Italia, pero no llegó a disputar todos los nombres que pasaron por ningún minuto en la Copa Mundo. la demarcación mientras Maturana Pérez jugó dos partidos más en fue el seleccionador colombiano. la selección del ‘Chiqui’ García y ahí terminó su participación en Selección Colombia. 8 | www.eldoradomagazine.com.co | Octubre 2015

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eonel Álvarez (101 partidos, 1 gol): Maturana se lo robó al Millonarios del ‘Chiqui’ en el último suspiro en enero de 1987 y a partir de ahí se convirtió en el jugador fetiche del entrenador chocoano, pues, además de ser uno de los líderes de la Selección Colombia, Maturana se lo llevó a España apenas pudo y, apenas pudo, se lo trajo de allá para que jugara en el América de Cali. Leonel era el que mejor entendía ‘La Curva’ y el sello estilístico de Maturana, con sus pases cortos, su derroche


de medios) y fue el titular en el mundial de Italia. ‘Barrabás’ se paraba en la mitad de la cancha con su bigotón particular, sus diez pulmones y su gigantesco coraje montañero a hacer letra por letra y punto por punto lo que decía el manual de Maturana. No se le pedía nada más y nada menos de lo que daba y por eso era, de entre todos, la pareja que más le gustaba a Maturana para Leonel. Estuvo ahí en el 5 a 0 del Monumental y fue quien le dijo al árbitro que no echara a Simeone para que “después no dijeran que les ganamos porque tenían sólo diez”. Jugó tan bien que Maradona dijo que le gustaría estar en un equipo con él. También estuvo en el mundial del 94’ y su marcaje a Hagi levantó ampollas, y otras cosas, que es mejor no recordar. físico y su enjundia a la hora de jugar. Lo mismo sacaba al equipo desde atrás que doblaba como un tren a Valderrama cual puntero derecho. Leonel jugó el primer partido de ‘La era Maturana’ y también el último del primer ciclo. Uno de los mejores futbolistas de esa primera generación dorada y uno de los que jugaría sí o sí en una selección ideal entre el combo de Valderrama y el de Falcao.

Gabriel Jaime Gómez (49 partidos, 2 goles): ‘Barrabás’, el hermano de ‘Bolillo’. Se fue de Nacional cuando llegaba ‘Pacho’. Quizás por eso

es que fue suplente de ‘Chicho’ Pérez en el principio del ciclo. Aun así, le marcó un golazo a Argentina en la Copa América del 87’ (Jugando en segunda línea

Mauricio Serna (51 partidos, 2 goles): Debutó con la selección a los veinticinco años en el partido de regreso de Maturana a la selección tras dos años y medio. El ‘Chicho’ era uno de los mejores mediocampistas del FPC con Nacional y Maturana lo puso al lado de Leonel, buscando un reemplazo para su ‘Barrabás’, que no había vuelto a jugar en selección desde su salida y que ya tenía treinta y cuatro años. Serna, un mediocampista pequeñito pero matón, ordenado con balón, que en ese entonces, además, se descolgaba en ataque con naturalidad. Tanto era así que jugaba mucho en segunda línea de mediocampistas y fue allí donde más uso le dio ‘Pacho’ cuando, en ausencia de Valderrama, jugaba por delante de ‘Barrabás’ y Leonel en los amistosos previos a USA 1994. Cuando volvió en 2001, Serna fue uno de los fijos, ahora sí como mediocentro, pero fue descartado de la Copa América porque, en palabras de Maturana, Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 9


“necesitaba descansar”. Hermán Gaviria (27 partidos, 3 goles): El tristemente desaparecido ‘Carepa’ Gaviria era el mediocentro titular del Nacional de los 90’s. Fue uno de los varios refuerzos traídos a la Selección absoluta directamente desde el equipo olímpico de ‘Bolillo’. Llegando casi al 1, 90 de estatura, Gaviria aportaba serenidad, orden y poderío al centro del campo colombiano. Debutó el mismo día que ‘Chicho’, entrando por él en el entretiempo del partido ante Venezuela. Su juego se adaptaba más al que quería Maturana y jugó bastante en la eliminatoria a Estados Unidos, siendo titular en el 2-1 a Argentina en el Metropolitano. Fue inicialista en dos encuentros del mundial de USA y marcó un gol. Con ‘Bolillo’ siguió siendo importante. Harold Lozano (48 partidos, 3 goles): El acompañante de Gaviria en el equipo olímpico, y conocido por ‘Pacho’ de su etapa en el América, debutó en marzo del 93’ en un partido contra Costa Rica. Maturana había llamado a ‘Barrabás’ nuevamente y ese partido ante el equipo ‘Tico’ lo jugaría al lado de Gaviria. En la segunda parte, Lozano entró por Gómez y jugó el resto del partido. Tuvo bastante participación en Copa América, aunque no tanta en Eliminatorias a pesar de jugar en el 2-1 contra Argentina. Terminó siendo el suplente de Gaviria y

tuvo minutos en el mundial. Los años subsiguientes se asentó en la selección, pero desapareció de un momento a otro hasta que en las postrimerías del último ciclo en forma de Maturana fue repescado para jugar la Copa Oro. Fue titular en los dos últimos partidos de Maturana como seleccionador, derrota ante Venezuela y empate contra Argentina. Era una mole de músculo y fibra que tocaba muy bien el balón, poseía una buena zancada y aseguraba presencia y robo en la mitad. Leonel aparte, por ser un jugador más global, Lozano fue el primer mediocentro moderno del fútbol colombiano y quizás por eso se mantuvo en el fútbol español durante siete temporadas. Freddy Rincón (84 partidos, 17 goles): La historia del Rincón ofensivo es de sobra conocida, pero la del Rincón mediocentro no tanto. Después de su paso por el Real Madrid, Rincón regresó a Brasil donde lo reciclaron a volante de primera línea a medida que fue perdiendo facultades físicas. Ya para el segundo ciclo del ‘Chiqui’ García en la selección Rincón era mediocampista de primera línea y así fue usado en los cuatro primeros partidos de la eliminatoria a Corea y Japón. Se peleó con García y renunció a la selección sólo para volver un año más tarde de cara al primer partido de Maturana en su regreso. Fue ante Argentina y Rincón jugó de mediocentro con Serna a su lado. Tenía treinta y cuatro años, pero

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todavía tenía algo de aire en los pulmones y la sapiencia para jugar y hacer jugar. Colombia perdió duramente contra los de Bielsa y Rincón no volvió más. John Javier Restrepo (38 partidos, 2 goles): ‘Choronta’ fue el mediocentro más importante, al menos de los nuevos, del último paso de Maturana por la selección. Con ‘Pacho’ jugó dieciséis partidos en dos años, consolidándose como uno de los mejores mediocampistas del fútbol colombiano en lo que va del siglo. Fue una de las sorpresas en la lista de la Copa América y debutó en la misma ante Venezuela. En el tercer partido, sin embargo, perdió la titularidad con Vargas. No obstante, fue titular en los últimos tres partidos y en varios de los amistosos que prosiguieron al fallido intento de clasificar al mundial. Debido a su gran campaña en Medellín en la Libertadores de 2003 se perdió la Copa Confederaciones de ese año, pues Pacho decidió no llamar a ningún jugador del América ni del DIM, pero tras un mes de descanso fue el jefe del círculo central colombiano en la Copa Oro y en el partido contra Brasil. Además, jugó la segunda parte del funesto 4 a 0 contra Bolivia en La Paz. Después de la salida de Maturana siguió siendo hombre clave para Reinaldo Rueda y en la retina todavía está el golazo que le marcó a Uruguay. ‘Choronta’ era un mediocampista pequeño, pero muy técnico, mandón con la pelota y ordenado sin ella.


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uan Carlos Ramírez (29 partidos, 0 goles): Otra de las apuestas fuertes de Maturana para la Copa América de 2001. Con veintinueve años a cuestas, Juan Carlos Ramírez ya sabía lo que era jugar en la selección porque fue uno de los hombres de Javier Álvarez en el proceso de 1999; sin embargo, nadie esperaba su altísimo rendimiento en el campeonato. Jugó todos los partidos y lo hizo muy bien, siendo importante en la salida desde atrás y haciendo de red de seguridad sin importar quién fuese su compañero. A pesar de todo, una vez llegadas las Eliminatorias, acusado de jugar demasiado en corto, cedió su puesto a ‘Chicho’ Serna, ‘Choronta’ Restrepo y Jorge Bolaño, jugando sólo en el segundo tiempo ante Perú. Estuvo en dos amistosos más y sólo volvió a la selección en 2005, en la Copa Oro, ya dirigido por Reinaldo Rueda.

Fabián Vargas (41 partidos, 0 goles): El bogotano Fabián Vargas era, a pesar de sus veintiún años, uno de los hombres importantes del América de Cali que arrasaba en el torneo local y, como tal, Maturana lo tuvo en cuenta desde su primera convocatoria. Jugó su primer partido del ciclo ante Chile en el cierre del grupo A de la Copa América y se hizo con el puesto de titular en detrimento de ‘Choronta’ Restrepo, jugando el resto el torneo. Luego, aunque no desapareció del todo de las convocatorias, Vargas sólo volvió a pisar el terreno de juego con Maturana de entrenador en el primer tiempo de la derrota ante Bolivia en 2003. Después de eso se convertiría en jugador capital de la Selección gracias a sus actuaciones en Boca Juniors, su calidad en el ida y vuelta y la limpieza técnica de su juego.

Jorge Bolaño (36 partidos, 1 gol): ‘Bolañito’ había sido un habitual en las convocatorias de ‘Bolillo’ Gómez, Javier Álvarez y ‘Chiqui’ García, pero había sido descartado por Maturana dada su poca continuidad en el fútbol italiano. Aun así, y tras lesión de ‘Totono’ Grisales, ‘Pacho’ decidió convocarlo para el decisivo partido por Eliminatorias ante Uruguay. Al final, Grisales viajó a Montevideo y fue titular, al igual que Bolaño que formó un doble pivote con ‘Choronta’ Restrepo. Jugó bien, mostrando la gran capacidad de robo y dinámica que tanto gustó a final de los 90’s, y repitió ante Chile. Una lesión lo sacó del partido ante Paraguay. No tuvo continuidad alguna en la temporada 20022003 y no fue tenido en cuenta ni para amistosos ni para Copa Oro o la Confederaciones, pero sí volvió a los dos últimos partidos de Maturana, ante Venezuela y

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Argentina, tras lesión de Rubén futbolistas que no jugasen en los Darío Velázquez. equipos de Copa Libertadores, y ‘Michi’ lo hizo bien. En ese Rubén Darío Velázquez entonces venía haciendo goles y (13 partidos, 0 goles): jugando bien con el Bucaramanga Rubén Darío Velázquez es uno de y llamó la atención de público, los pocos futbolistas que se puede prensa y cuerpo técnico. Era un dar el lujo de decir que debutaron mediocampista técnico, de gran primero en la selección absoluta pegada y que se prodigaba con de su país que en su club. Fue en conducciones y buenos pases 1996 en la insólita gira por Asia en el círculo central. Al final fue en la que Javier Álvarez encabezó descartado. una Colombia B que fue humillada por Corea y Tailandia. Años más tardes, Velázquez viviría su cenit futbolístico como miembro destacado del combinado nacional y cacique del Once Caldas. Con Maturana como seleccionador, el mediocentro del Caldas jugó diez partidos, casi todos de inicialista. Aprovechándose de la ausencia de los jugadores del América y el DIM, Velázquez fue convocado a la Copa v imiled Rivas (2 Confederaciones y jugó todos los partidos salvo el de Japón. Su buen partidos, 0 goles): rendimiento, basado en un juego Era la sensación del primer ordenado y un buen disparo desde semestre de 2003. Después lejos, gustó a ‘Pacho’, llevándoselo también para la Copa Oro. Para de un gran Sudamericano las Eliminatorias, sin embargo, sub 20, Rivas llegó a Maturana prefirió otras opciones. Nacional y encantó a todo el Su último partido en Selección mundo. Tenía muchísima presencia fue ante Uruguay, con Pinto como física, una buena técnica, escondía entrenador. bien el balón, sabía sumarse al

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Andrés Sarmiento (1 partido, 0 goles): El ‘Michi’ Sarmiento sólo llegó a jugar un partido con la Selección Colombia. Fue ante Corea en la antesala de la Copa Confederaciones, cuando Maturana estaba probando

ataque y hasta le pegaba bien al balón. Eran diecinueve años y para muchos iba a tener carrera de diez años en Selección Colombia. Jugó minutos con el combinado mayor previo a la Copa Confederaciones y no desentonó. Llegada la hora

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de la convocatoria conformó el equipo que viajó a Toulon al Torneo Esperanzas y no fue con la absoluta. Luego se fue a España, se perdió, tuvo problemas extradeportivos y su paso por Selección quedó en esos dos amistosos. Andrés Pérez (4 partidos, 0 goles): Sin los jugadores de Copa Libertadores, Andrés Pérez era sin duda una de las grandes alternativas en 2003 para ir a Selección Colombia. Maturana lo llamó para microciclo anterior a la Copa Confederaciones y jugó el segundo tiempo del partido ante Corea. Y listo. No contó más para Maturana y, en general, para ningún otro seleccionador, aunque jugó en un partido de Eliminatorias a Alemania 2006. En esa época todavía no era el mediocentro cacique anclado en el círculo central que es hoy, sino que era un jugador mucho más dinámico que destacaba por su calidad técnica y derroche físico en los 2.600 metros de Bogotá. Óscar Díaz (16 partidos, 1 gol): Fue una de las sorpresas en la lista de la Copa América cuando jugaba en el Tuluá, pero tuvo que esperar hasta 2003 para tener su oportunidad. Con el Cali ya eliminado de Libertadores, Díaz fue tenido en cuenta por Maturana para la Copa Confederaciones y jugó el tercer partido del grupo ante Japón, reemplazando a Rubén Darío Velázquez, jugador del mismo corte que él. Con Maturana no jugó más,


pero contó mucho para Rueda Jorge López Caballero (8 partidos, 1 gol): Otra apuesta de Maturana ante su auto-restricción de llamar a los jugadores de América y Medellín. López Caballero en ese entonces jugaba en Millonarios y venía destacando en el torneo local. Sin participación en amistosos, ‘Pacho’ decidió convocarlo a la Copa Confederaciones y la jugó completa como titular. Gustó y llegó incluso a jugar un partido de Eliminatorias desde el arranque ante Brasil. Era un mediocampista con mucha resistencia, pero con menos capacidad atlética de la que dejaba entrever. Era ágil combinando con el balón y le pegaba como con un fierro. Jhon Viáfara (34 partidos, 1 gol): El último de los mediocentros que usó Maturana en todos sus años como seleccionador colombiano. Viáfara ya venía destacando con el Caldas y ‘Pacho’ decidió darle una oportunidad en el amistoso previo a las Eliminatorias frente a Eslovaquia. Gustó y fue tenido en cuenta para los partidos oficiales, jugando en las derrotas ante Bolivia y Venezuela, y en el empate ante Argentina. Viáfara destacaba por su capacidad de trabajo, su zancada, su juego aéreo y su gran remate desde lejos. Su gran Libertadores 2004 le dio caché suficiente para hacer parte de la Selección por más de cinco años, indiferentemente de su poca

continuidad en Europa.

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EL AGUJERO NEGRO

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POR: JAIRO RAMOS

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ay que destacar que no contamos con suerte.

Si la responsabilidad futbolística de Colombia era la de formar un grupo diverso de jugadores que engranara aptamente en un sistema funcional, el cometido, hasta cierto punto, se había cumplido. En la antesala al Mundial de Brasil 2014, La Selección tenía todas las posiciones llenas; aptitud en cada zona del campo. Un portero notorio, un surplus de delanteros y, sí, había hasta mediocentros. Los requeridos. Si bien la Tricolor no gozaba de estrellas de la talla de Radamel Falcao para

ANÁLISIS DEL ESTADO ACTUAL DEL MEDIOCENTRO EN LA SELECCIÓN COLOMBIA DE PÉKERMAN

ocupar el círculo central, en Edwin Valencia, José Pékerman había encontrado un futbolista perfecto para cumplir con su ambición. Con poca habilidad de sobra, el hombre de Florida, Valle del Cauca, trazaba con justicia contextos en el campo que facilitaban cosas que lo retroalimentaban y que sin él eran imposibles – James como interior, la proyección de Abel Aguilar, la presencia de Macnelly Torres. Lo hacía justico pero lo hacía. Y lo hacía bien. Lo de Edwin no era brillo, sino la forma perfecta; un encaje friccionado, y magnético en su fricción. De tal manera, su lesión definitiva antes de la Copa,

casi simultanea a la lesión de Aldo Leao Ramírez -su suplente cercano- acabó siendo una tragedia de enormes proporciones. Una catástrofe improbable, y así, perfecta. Suerte de la mala. En el plantel no había nada similar. Aquello y todo lo que sucedió inmediatamente después fue el mayor desengaño (pasado y presente) de esa generación. A pesar de una buena actuación de última hora en la Copa del Mundo, ante el planeta, Colombia dio la impresión de ser una selección inflada, un espejismo mediático falto de sustancia, construido

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más que nada sobre el talento de alguna estrella y su carisma extraordinario. Era difícil, para los que habíamos visto los partidos en Santiago o en Barranquilla ante Paraguay, explicar que la Colombia del Mundial estaba discapacitada; que su actualidad era inferior a su verdad. Los golpes a su columna vertebral eran irreversibles. Estaba el tema de Falcao, el tema de Macnelly y, más importante aún, la ausencia del mediocampista central ideal. Aquella figura intrínseca al sistema se había ido con las piernas de Valencia y de Aldo Leao, y su silueta se hacía extrañar más que ninguna, casi materializándose estruendosamente con un alarido cada vez que Carlos Sánchez daba un pase hacia atrás.

Un morochito muy fuerte

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ulio Comesaña pisó tierra colombiana por primera vez una noche de junio de 1972. Habría sido imposible en aquel entonces divisar que ese mediocampista uruguayo de 24 años -aún con color en su pelo-, que llegaba como refuerzo de Millonarios, acabaría convirtiéndose en una de las figuras más importantes del fútbol colombiano. Pero aquello no sucedería inmediatamente. Comesaña comenzó por hacerse un nombre en Colombia, primero como futbolista en varios equipos -en Barranquillla llegaron a apodarlo el “León del Romelio”- y luego como

entrenador. Desde el banquillo, Julio Avelino ganaba títulos, pero también formaba futbolistas; y aquello lo hacía sumamente valioso. Educaba profesionales en tiempos de escasez. Entre esos aprendices estuvo el mismo Leonel Álvarez, a quien hizo debutar como profesional en el Deportivo Independiente Medellín. Sin embargo, para el destino de la Selección eso era apenas un preludio; tan solo una acumulación de respeto que le valdría como carta de credibilidad para su hazaña definitiva: En el 2008, el estratega uruguayo se acercó audazmente a su acérrimo rival, Jorge Luis Pinto, con una recomendación que marcaría una época: “un morochito muy fuerte, muy bueno en la marca, guapo y bastante técnico que juega en el Danubio de Uruguay.” Ese era Sánchez, Carlos. Un futbolista que brilló inmediatamente. Tenía 22 años y por casi una década se ha convertido en la cara del centro del campo colombiano. Sánchez no posee el perfil de futbolista típicamente asociado al juego estético; pero quizá eso mismo acabó jugando a su favor, ya que Carlos, principalmente, se convirtió en un espectáculo vistoso. Tal como lo había descrito Comesaña, Carlos Alberto era fuerte y sumamente bueno en la marca, mejor aún en el quite individual; y en el 2008 eso valía oro para un equipo que se había acostumbrado, después de mucha resistencia, a jugar sin el balón. Robaba e

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interceptaba imponentemente. ¡Y qué sensaciones generaba! Sus entradas fuertes alimentaban gritos cuando hacían falta goles, acentuadas quizá por el encaje fácil de las mismas en el estereotipo que acompaña globalmente al futbolista de raza negra. Carlos Sánchez fue, hasta la historia reciente, vital para la selección. Pero la figura de Sánchez ha llegado a encasillar, a la misma vez, las deficiencias que la han salido tan caras a la Selección Colombia en ese sector del terreno; las carencias futbolísticas más determinantes, quizá, de la última década. Carlos Alberto es un jugador con algunos atributos brillantes bien marcados, pero, en más de un sentido, es poco completo. Poco complejo. Marca bien, pero no tiene un sentido de posicionamiento dinámico para situaciones de mucho movimiento. Llega a perderse dentro de ciertos esquemas tácticos. Y ante todo, es muy limitado a la hora de recibir en la base de la jugada y distribuir. Sánchez ha sido llamado a ser el primer y el segundo toque de la selección, y en ninguna de las dos labores ha logrado cumplido del todo. El problema no es su técnica en el pase, sino más que nada su ausencia de compostura o visión. El pase de Sánchez bajo presión es rústico, casi aleatorio, poco elaborado. No resulta efectivo ni para romper líneas, ni para orientar el juego. Por eso jamás pudo ser el enlace necesario para una selección de Pékerman que idealizaba sus


raíces y un juego posicional con aroma a 1990, sin tener el talento, en sus primeros metros de terreno, para iniciarlo.

referirse -quizá con el mismo pensamiento en mente- a la zona de centrocampistas de Colombia como el “el agujero negro de la selección.” Él iba a eso: a la ausencia casi conspicua de futbolistas de la El agujero negro máxima élite en ese sector. Pero, Hace días escuché a un colega de cierta forma, es una metáfora

que aplica en más de una escala; a fin de cuentas, el problema no ha sido solo cuestión de nivel, sino también de cualidades. A Colombia no le ha faltado tanto un crack, como un buen jugador con el perfil indicado. En la teoría de física clásica -comenzando con Einstein y

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su relatividad-, los agujeros negros eran considerados colosos de masa que absorbían toda la materia que se acercara a su órbita relegándola a los confines de la extinción. Todo se perdía, nada salía. Pero en los ‘70s, el físico Stephen Hawking demostró que los agujeros negros no destruían sino que reciclaban, sacando la materia nuevamente al universo en forma de emisiones de radiación. Esta noción, sin embargo, generaba un conflicto -¿qué sucedería con la información de la materia?-, el cual el Dr. Hawking resolvió hace semanas con una novedosa propuesta: En la superficie del agujero negro, viven “super traducciones” de información, encargadas de dar a la materia que sale del mismo forma y configuración. A eso, precisamente, debe acercarse el fútbol colombiano: a un centro del campo, que más allá de su ruido, prestigio, o tamaño, tenga una funcionalidad completa que permita al sistema operar sin caos: no solo absorbiendo el juego, sino también inyectándolo con la información necesaria. Mandando la pelota y el juego al lugar correcto. Generando el universo ideal. Es una labor que debe comenzar inmediatamente y ejercerse sin escatimar recursos, desarrollando el talento nuevo y puliendo el maduro en busca del perfil necesario a corto-medio plazo. Para Pékerman lo necesario es encontrar una configuración en el centro del campo que permita un mecanismo de salida notorio,

un buen sistema de apoyos, y transiciones que, tanto en defensa, como en ataque posicional faciliten el robo y, sobre todo, el reciclaje del balón necesario para la retroalimentación del juego posicional.

El estado del grupo residual

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n el centro del campo de Colombia, hay nombres del pasado cercano que parece no seguirán su curso en la línea temporal. Entre esos están los que han quedado mermados físicamente, sea por edad o por complicaciones físicas, como lo son Aldo Leao Ramírez y, muy probablemente aquel Edwin Valencia de los idealistas. Junto a ellos pudiera estar Alexander Mejía: Un futbolista que ha demostrado buen entendimiento del juego desde su posición durante años en el fútbol local, pero que se ha visto falto de ritmo y condiciones físicas a la hora de trasladar esos dotes a el escenario internacional. Ya con 27 años y experiencia mundialista en el lomo, Alex ha acumulado cierto grado de madurez que no se ha manifestado proporcionalmente sobre su nivel o influencia, lo que sugiere que éste ha alcanzado un pico que no lo sitúa en posición para ser un jugador referencial. Es probable que mientras otros futbolistas más jóvenes se acentúan, Mejía sea una opción de relevo en las convocatorias, pero hasta ahí.

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Algún refuerzo para cuando haya que marcar a Messi. No una figura principal. Ahora, de los veteranos, Sánchez es el centrocampista que probablemente tendrá la mayor durabilidad en el proceso actual. A pesar de las carencias mencionadas anteriormente hay un factor que lo hace indispensable: Dentro de los centrocampistas que se perfilan para incorporarse a la selección, pocos o ninguno son capaces de jugar efectivamente como primer mediocentro o mediocentro posicional. Hay interiores y segundos mediocentros que ilusionan, pero ninguno que ejerza como mediocentro de base natural. Y sin haber prodigios físicos tampoco en ese sector del campo, el posicionamiento y poderío defensivo de Sánchez podría ser la principal opción de Pékerman para obtener equilibrio. La alternativa más cercana en ese aspecto sería la de Eder Álvarez-Balanta, quien ha jugado por momentos en esa posición. Sus actuaciones ahí no han sido sorprendentes, sin embargo; el jugador de River goza de dotes técnicos con balón que, yuxtapuestos a algunos de los registros defensivos que muestra como defensor central , sugieren que éste podría presentar una opción a considerar en un futuro. Aún así, Eder todavía no muestra la comprensión necesaria. En sus ensayos como mediocentro, ha mostrado dificultad para seguir con suficiente cercanía la jugada y para


mantener la posición de manera idónea. Además sus pérdidas de balón llegan a ser costosas. Es una apuesta válida pero lejana y de poca seguridad.

El futuro cercano y Gustavo Cuéllar Entre los futbolistas de la actualidad que no han sido convocados aún a la selección, el más llamativo, sin duda, es Daniel Torres. El hombre del DIM sabe jugar como mediocentro puro, y en algunos registros técnicos, como el pase largo o la conducción, supera a varios de los que sí se han incorporado al proceso. Torres, sin embargo, todavía tiene espacio para evolucionar en cuanto a su criterio; particularmente en la toma de decisiones en la base de la jugada. Daniel Alejandro no es un espectáculo físico; pero es un futbolista con visión que, a sus 25 años, todavía tiene madurez por adquirir, de tal manera que, mediante se vayan moviendo las jerarquías, probablemente acabe por obtener el llamado del seleccionador nacional como apoyo para el plantel. Es similar el caso de Wilmar Barrios, quien, con un perfil algo distinto al de Torres -menos técnico, más seguro- ya obtuvo su primer llamado a la selección, debido a su juventud. Con solo 21 años, Barrios es un jugador mucho menos pulido que Daniel en materia táctica y técnica; pero si su progresión continúa

acelerando -sobre todo en el tema noción táctica, pero si logra hallarse físico- es probable también que a sí mismo, seguramente llegará a acabe teniendo algún impacto en ser transcendental. los próximos años. Y con eso, finalmente, llegamos Las razones para emocionarse, sin a Cuéllar: el epicentro de la embargo están en otra parte. Y nos expectativa -y, si todo sale bien, del hemos tardado ya en repasarlas, fútbol de la selección durante los así que acá comenzaremos con próximos años-. El fútbol de Cuéllar nombres propios: Kevin Balanta, es una realidad. Una actual. Es un Rafael Carrascal y, sobre todo, futbolista que desde hace años ha Gustavo Cuéllar. Los dos primeros evidenciado cualidades intrínsecas están más verdes, claro, y son superiores a la media del torneo todavía, más que nada, potencial. local y que, bajo el mando Alexis Pero realmente da la sensación Mendoza, parece haber hallado un de que se trata mucho potencial. encasillamiento necesario; su zona. Balanta, por ejemplo, es joven (18 Su manera de jugar. Cuéllar es en el años). y quizá aún difícil de juzgar; área técnica y física bastante bueno pero su capacidad de reacción -materia que resalta en su quite y en es motivante. Todavía le falta su conducción-, pero ante nada, es criterio, y no le sobra habilidad; un superdotado a la hora de tomar sin embargo, su agilidad mental, decisiones. En cualquier momento y particularmente con marcas encima en cualquier contexto. Gustavo está es destacable. Comprende bien una fracción de segundo adelantado el accionar necesario tanto en a las jugadas. Sin tener el mejor en contextos sencillos, como en posicionamiento posee una gran aquellos de espacios reducidos: capacidad de anticipación; sin ser recibo, toco y me muevo. Y eso, sumamente ágil, consigue eludir en buscas del perfil necesitado en espacios cortos y encontrar así, para Colombia, emociona. Es un siempre, la asociación. Por eso caso similar al de Carrascal, quien todo indica que será clave para siendo un poco menos agresivo selección: Cuéllar combina las en el quite y el aspecto defensivo, condiciones técnicas y mentales es un centrocampista sumamente para dar sentido al juego desde la técnico con más pinta de interior. base de la jugada, y para aportar Muy distinto a la media. Con con pases entre líneas y enlaces conducciones sumamente técnicas interiores, sin descuidar el ámbito y un juego interior casi sin igual defensivo. Es el centrocampista en el torneo local colombiano, que nos faltaba. Y si engrana bien, Carrascal ha sido, quizá, el principal marcará un cambio de paradigma. argumento del sistema de Alianza Petrolera y su éxito en los últimos meses A él le falta definición y Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 19


Presente y experimentos En el último amistoso de la selección, Pékerman utilizó un sistema de 4-1-2-1-2, en el que Carlos Sánchez actuó como único mediocentro en base, mientras Macnelly Torres y Cuéllar reforzaban el centro del campo como interiores. El estratega argentino busca ejercer un estilo similar al que gustó mucho durante las eliminatorias, intentando ajustarse a, a la misma vez, a las nuevas fortalezas y carencias del equipo. Colombia, por el momento, tiene que acostumbrarse a jugar sin laterales de proyección sobresaliente y sin la fuerza gravitacional de Falcao en la punta del sistema. Nada fácil. Sin embargo, Pékerman se ha dado cuenta de que en el medio del campo cuenta con más sobriedad: Un Sánchez más maduro, un James más adaptado a la zona, y la inclusión de Cuéllar. Lo mejor de aquel primer amistoso fue, sin duda, el mecanismo de salida: parte importantísima de lo que nos faltó durante el Mundial y la Copa América. Con Sánchez cayendo entre los centrales y Cuéllar junto a Macnelly recibiendo en esa zona el primer pase, Colombia encontró muchísima coherencia en la zona de partida de las jugadas, generando así contextos que, hace un par de años, hubieran significado posiblemente un salto a la élite más absoluta.

Entre tanto, Pékerman tiene un par de ideas menos convencionales con las cuales jugar. Todo indica que jugará con un solo mediocentro apoyado por interiores, debido, precisamente a la cantidad de opciones que tiene para esta última posición. Entre las alternativas más, bueno, alternativas, están Abel Aguilar -conocido por todos, pero duda debido a su estado físico, y James -quien ha demostrado ser un interior fantástico con el Real Madrid, pero parece ser mediapunta en los ojos de José Néstor-. También existen las posibilidades de Edwin Cardona y Camilo Zúñiga: futbolistas que no pertenecen al eje de del mediocampo por tradición, pero en los cuales Pékerman ha visto, durante alguna probatura, un guiño de posibilidad.

“Todo indica que jugará con un solo mediocentro apoyado por interiores, debido, precisamente a la cantidad de opciones que tiene para esta última posición.”

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“Los grandes en mi posición también son generadores de fútbol. Esa fue una de las cosas que me tocó aprender.”

Fernando Castro. ¿Qué luego la presión de no perderlas pases, pero lo que nunca se puede representa ese nombre era todavía mayor. Siempre fue algo perder es la actitud y las ganas de tenso poder conseguir esa estrella. correr. Con eso inicio yo. En mis para usted? primeros partidos, yo corría, metía era un mucho más de lo que podía jugar El “profe” fue la persona que me Seguramente que le con el balón. Eso influyó mucho dio la oportunidad de ser jugador antecedente profesional. Antes de llegar al dificultaba las cosas a en mi carácter: ese temperamento para poder ser agresivo en la mitad profesionalismo, hubo muchos usted como debutante. de la cancha. Luego, con el pasar técnicos que influyeron. Pero, al final, él es quien me da la confianza Era complicado. Yo creo que no es del tiempo ir aprendiendo a jugar y la gran oportunidad para debutar fácil debutar en un equipo grande, mejor con el balón. Fue una de las en el fútbol colombiano. Le un equipo que tiene historia y que cosas que me marcó, me ayudó tengo un gran cariño y un gran en su momento estaba necesitado. demasiado para seguir con mi carrera. agradecimiento por esa oportunidad ¿Cuál fue ese consejo de que me brindó en ese momento. algún compañero o algún ¿Qué fue lo más urgente Santa Fe acumulaba 32 entrenador que marcó su que debió aprender para años sin títulos cuando forma de juego en sus ser volante de primera línea? usted debutó. ¿Era un inicios? factor que aumentaba la Cuando llegué al profesionalismo, Bueno, creo que lo que más me presión en la cancha? siempre tuve una persona encima: costaba era el tema de ser preciso Sí, claro. Total. Era un peso bastante el profesor Heriberto Niño. Era con el balón. Quizás lo mejor que grande. Y creo que no solamente el asistente técnico de Fernando yo tenía era marcar. Marcaba muy eran los 32 años sin conseguir un Castro e influyó mucho en mi bien, era un jugador agresivo, título; eran también las veces que forma de juego, en mi carácter. tenía un buen temperamento para llegamos a instancias finales y las Recuerdo que me decía que a veces ocupar esa posición. Pero los perdimos. Pesaba. Era la presión no se puede jugar, a veces no se grandes en mi posición también de llegar a instancias finales, y está tan claro y tan preciso en los son generadores de fútbol. Esa 22 | www.eldoradomagazine.com.co | Octubre 2015


fue una de las cosas que me tocó aprender. Gracias a Dios tuve la oportunidad de tener al lado muy buenos jugadores, con muy buen pie, con muy buena técnica. Eso me ayudó, me facilitó mucho el tema de aprender a ser preciso con el balón, cómo controlar un balón, cómo perfilarme para recibirlo y quedar de frente al arco contrario. Eso fue lo primero que tuve que aprender y aún estoy aprendiendo. Cada día uno va sumando cosas a las que ya tiene. ¿Qué es eso que le sigue costando más aprender? Muchas cosas. Uno jamás termina de aprender. Yo analizo mi posición, no solamente dentro del grupo, sino también en el fútbol mundial. Qué movimientos hacer, cómo recibir el balón, cómo marcar, cómo ubicarse mejor. Creo que es importante

estar siempre dispuesto a recibir y aprender. ¿Siempre fue volante de primera línea? Sí, siempre. En oportunidades me colocaban de central pero fue en muy pocos partidos. Dos o tres partidos en que el central estaba sancionado o lesionado. Fue en Copa Colombia. Jugué como central en una línea de tres. ¿Cuál es favorito?

su

jugador

Siempre he tenido como referente a Ronaldinho, había más figuras Sergio Busquets. Aprendo muchas ahí. No era fácil. Nosotros nos cosas de su forma de jugar. caracterizábamos por un buen fútbol, por tener el balón. Lo más Entre tantos compañeros importante en ese partido era que tuvo en la primera mantener esa convicción y tener línea del medio, ¿con el control del balón. Si nosotros quién se entendió mejor? teníamos el balón, obviamente no le iba a llegar a Ronaldinho. Cuando Lo dije muchas veces cuando perdíamos el balón, nos enfocamos estaba en Santa Fe: Juan Daniel mucho en evitar los lanzamientos hacia él. Es un jugador que, Roa. Yo creo que nos cuando tiene el balón, es imposible complementábamos muy quitárselo. Lo más fácil era no bien. Roa es un gran jugador. dejarle llegar el balón. Lo admiro demasiado. Admiro su forma de jugar, su forma de ¿Daniel Torres se siente entregarse en la cancha. Me sentía más cómodo gestando muy cómodo cuando jugaba con él. las jugadas o buscando dar el último pase? ¿Cuál fue el rival al que Iniciando. Me caracterizo por iniciar más le costó marcar? la jugada. Quizás en eso tengo [Risas] Omar Vásquez, de mejor rendimiento. Si tengo que Millonarios. He enfrentado a finalizar una jugada, lo intento. Pero jugadores que tienen características me siento más cómodo iniciando la similares y no me costaba tanto no jugada. dejarles recibir el balón. Cada vez que lo enfrenté, no pude anularlo. ¿Qué ha aprendido de un referente histórico en Siempre me complicó. su posición como lo es En cambio yo recuerdo un Leonel Álvarez? Santa Fe-Mineiro en Brasil por Copa Libertadores. Es un un privilegio estar al lado En frente estaba, nada de él. Fue una leyenda y un gran más y nada menos, que jugador para la selección Colombia. Ronaldinho Gaúcho. En los entrenamientos se puede ver ¿Cuál fue el método para la calidad y lo exquisito que era defender a semejante para jugar al fútbol, para controlar y girar. Yo creo que esa es una de leyenda? las cosas que vengo aprendiendo: Jugar esos partidos son un recibir siempre perfilado. Esa era privilegio. No solamente era una de sus fortalezas. Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 23


Alguna vez Xavi Hernández dijo que odia más “perder un balón que fallar un gol”. ¿Se identifica con esa frase?

compartir con él.

Para terminar, recuerdo el partido de vuelta de la semifinal de Copa Libertadores, ante Olimpia de Paraguay en Bogotá, Totalmente. Como generador de usted terminó jugando de juego siempre trato de dar todos central. ¿Se ve jugando los pases bien, buscar precisión, ahí en un futuro? buscar confianza para la circulación del balón. Perderlo ocasiona No puedo decir que no. No me desgaste: correr detrás del balón. gusta mucho porque me gusta No hay nada mejor que tener la tener bastante contacto con el posesión y generar fútbol a partir balón. Creo que estando en la mitad de ahí. tengo mucho contacto con el balón. En ese partido fui central por las Al verlo jugar, queda circunstancias: estábamos abajo claro lo mucho que en el marcador, volcamos al equipo disfruta dando pases hacia adelante y me pusieron de largos, entre líneas. Pero, tercer central para sacar al equipo para que pueda dar un desde ahí. Pero yo creo que me buen pase, necesita siento mucho más cómodo en mi un buen desmarque de posición actual. un compañero. En ese sentido, ¿quién ha sido ese jugador con quien mejor se ha entendido? Por los años que pude compartir con él, porque conocía sus movimientos, sabía que se tiraba a un costado para aparecer en el otro, sabia dónde le gustaba que le diera el balón: ese es Omar Sebastián Pérez. El “calvo” y yo nos entendíamos muy bien. Mi labor era tratar de hacerle llegar el balón. Una vez le llegara, ya sabía que prácticamente generaba una opción de gol. Él es un gran jugador que ha demostrado todo su potencial. Fue una bendición haber podido

“El ‘Calvo’ y yo nos entendíamos muy bien”

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“Yo creo que me llamaron a la Selección porque ellos vieron en mí un perfil de jugador que podía aportar mucho al equipo”

deporte desde muy joven.

Gustavo, ¿de dónde vino la motivación para jugar fútbol? ¿Te llevaron a la cancha, o tú llegaste a ella?

¿Qué era lo que más te gustaba? ¿Eras de esos Empecemos a hablar de que se escapaba de casa cómo es esa llegada al para ir a jugar? Deportivo Cali.

Yo llegué a la cancha desde muy pequeño. Siempre me gustó el fútbol. Lo primero que le pedí a mi mamá de regalo fue un balón de fútbol. Pero raíces futbolísticas no tengo, no sé de dónde me nació el amor por el fútbol. Fue algo innato.

No, afortunadamente tuve una familia que siempre me apoyó. Mi madre siempre me apoyó, me acompañó a los partidos muchas veces, y estuvo conmigo en los momentos difíciles. Siempre tuve ese apoyo y nunca me pusieron restricciones.

¿Desde qué edad empezaste a jugar fútbol? Recuerdo que le pedí el balón a mi mamá como desde los 5 o 6 años. ¿Y ya resaltabas? Sí, yo me di cuenta de que podía vivir del fútbol por ahí a los quince años, cuando empezaron a hacerme el seguimiento en Cali, pero siempre resalté, siempre jugué bien desde pequeño.

Bueno, a los quince años me empieza a hacer seguimiento el profesor Agustín Garizábalo. Luego de un año decide mandarme hacia la ciudad de Cali, y pues ya me empieza a ir muy bien y empiezo a escalar categorías y gracias a Dios llegué al equipo profesional. Luego tuve unos semestres muy buenos, Si no hubiese sido el fútbol, otros no tanto. Pero mi paso por el ¿qué deporte hubieses Deportivo Cali fue muy productivo practicado? ¿O a qué te para mi carrera. hubieses dedicado en su momento? Yo tuve la oportunidad de charlar con el profesor No sabría decirte, porque uno no Agustín Garizábalo, y él sabe qué va a hacer en la vida hasta relataba una anécdota que empieza a enrutarse en una cosa que había sucedido que le guste, pero pues siempre contigo. Iba de que en su me han gustado muchos deportes. momento te llevó a Cali Voleibol, tenis. Sí hubiera sido pero luego dijo “No, mejor deportista, eso sí. Me ha gustado el denme un tiempo para

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seguir conociéndolo”, y en uno de esos momentos tú estabas en la selección del Atlántico y fuiste suplente, e incluso llegaste a estar en las gradas. ¿Cómo viviste ese momento que cuenta el profesor? Fue un momento muy difícil, porque como estaba muy joven tenía la ilusión de irme rápido a Cali, pero el profesor fue muy inteligente en su momento, cuando los directivos del Cali querían que me quedara allá. ¿Fue muy inteligente por qué? Porque si yo me hubiera quedado allá en ese preciso momento, me hubiera ocurrido lo que me pasó en el proceso de selección Atlántico, y seguramente del Deportivo Cali me hubieran devuelto en ese instante que me empezó a ir mal, en los altibajos normales de la edad. Entonces yo creo que fue una decisión inteligente, y no fue fácil para mí porque no estaba pasando por un buen momento. Menos mal supe esperar el momento preciso, pude subir mi nivel acá y llegó el momento para irme a Cali.

primeros años tras el Yo valoro todo porque allá debut? ¿Qué tan rápido nos ofrecen colegio, nos dan te adaptaste a lo que te alimentación, adaptación y vivienda. pedía el técnico y qué La verdad fue algo muy lindo, el diferencia existía entre Deportivo Cali me lo dio las inferiores y estar ya en la profesional?

todo, estoy muy agradecido con ellos. Tuve mi primer carro,

mi primera casa gracias a ellos, y yo creo que es algo de saber valorar. Y la verdad me encuentro muy feliz por haber salido de un equipo tan importante en nuestro país, que trabaja muy bien divisiones menores, y que siempre le apunta a eso, y los resultados de eso han salido a relucir con el último título y con todos los jugadores que se van al exterior. ¿Quién te hizo debutar con la profesional? ¿Cómo describes además ese primer partido que tanto se espera por un futbolista? Sólo entré como 30 segundos, ni siquiera toqué la pelota. Me acercó al equipo profesional el profesor Fernández, la verdad muy agradecido con él porque fue el que primero confió en mí, que sabía de mi talento, de mis capacidades, lo que podía dar al equipo. Y son momentos muy bonitos, difíciles de describir, pero son momentos muy felices para el inicio de carrera de uno, y a partir de ahí desarrollo toda mi carrera.

La formación en Cali, Gustavo, es de las mejores del país. Eso ha quedado creo que demostrado. Han salido un montón de futbolistas de la cantera azucarera. ¿Cómo fue tu proceso y qué es lo que más valoras de haber ¿Cómo estado ahí?

fueron

Una diferencia muy grande, porque se juega con mucha presión en la profesional, y más con una hinchada como la del Deportivo Cali, que es muy exigente. Y los primeros años fueron difíciles, porque en el Deportivo Cali muy poco esperan los procesos porque la hinchada exige mucho resultado muy rápido, entonces hubo mucha variación de técnico, unos no me ponían, otros me sentaban, algunos ni me tenían en cuenta, entonces fue difícil pero es algo que ayuda a coger experiencia, a saber que el fútbol es muy cambiante, que en un momento puedes estar jugando, en otro puedes estar lesionado, y o estar fuera de los planes del técnico que llegue. Gustavo, ustedes como futbolistas, sobre todo cuando entran en un ritmo de competición mucho más alto, están concentrados casi todo el tiempo a causa de esos partidos. ¿Qué ha sido lo más difícil de eso? ¿Familia, amigos, esposa?

En mi casa solamente vivo con mi esos esposa , estoy viviendo con ella

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ya hace año y medio, y lo que más extraña uno es estar al lado de esa persona que uno quiere tanto, que quiere estar toda la juventud con ella, vivir momentos lindos al lado de ella, pero desafortunadamente no se puede. Digo desafortunado porque en verdad es un esfuerzo que uno hace para el futuro, para el sustento diario de cada uno de los familiares con los que uno está a cargo. Pero es algo que sobre todo tienen que vivir todas las parejas de los futbolistas porque ellas son las que más sufren estando solas en la casa. Nosotros por lo menos tenemos compañía en la concentración, y tenemos algún compañero con quien concentramos, dialogamos, y en sí los grupos se hacen muy amenos en las concentraciones, pero es muy difícil, y la gente no ve eso ¿no? La gente no ve lo que uno deja de hacer con la familia o la esposa en mi caso, de los sacrificios que uno hace por el fin de semana estar bien, a punto, y sacar resultados que es lo que la hinchada más quiere. ¿Cómo son las concentraciones actualmente en el Atlético Junior? ¿Cuando no están jugando están con la play o se dedican también a ver fútbol de otros equipos? A mí personalmente me encanta ver fútbol, sobre todo cuando son partidos atractivos. Casi todo el fútbol colombiano lo veo, y sé

de la actualidad de cada equipo, y también pasamos jugando play, son ratos muy agradables. Y cuando estás viendo fútbol vas siempre viendo la pelota o te enfrascas en ver los movimientos de un jugador en especial… ¿qué jugador te ha sorprendido del FPC? Siempre me fijo en los de mi posición, trato de ver los movimientos que hacen para así quedarme con la idea de lo que estoy haciendo bien o lo que estoy haciendo mal, o tratar de copiar lo bueno que hacen, y la verdad hay muchos jugadores que impresionan por su talento, me encanta ver los jugadores que desequilibran a ver si uno aprende algo.

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Algún nombre de tu posición que creas que está en un nivel bastante bueno, y del cual has aprendido algunos detalles. Yo creo que en el FPC hay muy buenos jugadores en mi posición. Todos andan en muy buen nivel. ¿Y tu mayor referente en el fútbol mundial? Tengo tres o cuatro. Toni Kroos, Luka Modric, Marco Verratti, siempre me gusta verlos jugar y aprenderles algo Qué nombres. Dentro de esos, ¿usted siente que


Sí, obvio, es algo normal dentro del fútbol. Que muchas veces el compañero no lo ve a uno mejor ubicado y se la pasa a otro. Son cosas por las que uno se ofusca por momentos, pero es normal.

posee cosas parecidas a ellos? Sí me siento identificado con alguno de ellos. Por ejemplo, el cambio de ritmo que tiene Luka Modric es algo que siento que tengo, y también la precisión de Kroos en los pases, pues obviamente no tan preciso como él pero son cosas que me gusta ver y aprender sobre ellos. Yo creo que dentro de lo que podemos decir de Gustavo Cuéllar, es que es un jugador al que le gusta tener la pelota. Cuando la pides y no te la pasan ¿te molestas?, ¿te has molestado? algún episodio así?

bonita. Aprendí mucho de todo y todos.

Fuiste titular en el mediocampo junto a Carlos Sànchez, Macnelly Torres y James. ¿Qué ¿Y cuál es su peor te pidió expresamente defecto jugando al Pékerman que hicieras? fútbol, Gustavo? Que tratara de darle equilibrio al No defectos, sino son cosas que equipo en ataque y en defensa, hay que trabajar para mejorar. que atacara y defendiera al mismo En el salto a cabecear me falta, tiempo, y es algo difícil pero que y en remate de larga distancia creo que estuve apto para hacer. también. Tengo la técnica pero me falta trabajar mucho más. En esos días de concentración ¿quién Hace poco debutaste te sorprendió, de quién con la Selección contra aprendiste más, quién por Perú. ¿Ya lo esperabas ahí uno dice ‘Increíble lo tras el nivel que venías que es este señor jugando mostrando, o te tomó por al fútbol? sorpresa? Es increíble el profesionalismo de Yo creo que el cuerpo técnico de la todos y cada uno de los que están Selección está muy pendiente del en Europa. En el partido contra nivel de todos los jugadores. Es Perú me sorprendió mucho Carlos algo que venía anhelando, que era Sánchez por el despliegue físico un sueño y que afortunadamente que tiene, y la entrega que tiene por se hizo realidad gracias al nivel defender su puesto y los colores de que venía mostrando, y fue algo Colombia. muy bonito, una experiencia muy linda con grandes jugadores para ¿Qué podría aportar usted nuestro país. como futbolistas de cara a las Eliminatorias? ¿Algún consejo especial de Pékerman, algunas Mucha entrega a la Selección, y palabras del técnico luego mucho fútbol, porque creo argentino estando en la que tengo para dar mucho más de concentración? lo que di contra Perú. No. Fue una experiencia muy Usted es un futbolista que Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 29


maneja con inteligencia las posesiones y le da altura a los ataques, ¿cree que puede ser importante para el sistema de cara a las Eliminatorias, y que en esa posición en la que normalmente estaba Abel Aguilar, usted es el jugador más parecido? Bueno, yo creo que me llamaron a la Selección porque ellos vieron en mí un perfil de jugador que podía aportar mucho al equipo, y yo creo que eso lo tengo. Entonces trataré de dar por lo que fui llamado a la Selección. ¿Te ves titular? Dependiendo del esquema que quiera montar el profe, me puedo ver o no me puedo ver titular. Ojalá. Pero es una pregunta muy difícil de responder porque hay muchos jugadores en mi posición que se han ganado un puesto y un respeto por lo conseguido a nivel personal y grupal en el mundo. Y eso hay que respetarlo y saber esperar.

¿Qué tipo de jugador era Gustavo Cuéllar cuándo pequeño, siempre fue ese mediocentro?

Siempre estuvo en el medio. ¿El entrenador que más te haya aportado como Para mí era el clásico ocho futbolista? o un número diez pero con marca, creo que como aún lo Todos me han aportado algo. De todos he aprendido algo positivo y algo es ahora, tenía buena entrega negativo. Por eso he aprendido a madurar y mejoré. de balón con buenos detalles y gestos técnicos, además ¿Con qué técnico te quedas? que peleaba la pelota. Leonel me dio mucha confianza cuando llegó al Deportivo Cali, incluso ¿Cuál es el detalle que llegué a ser capitán con él, después de Faryd Mondragón, y fue algo tiene Gustavo por mejorar positivo, que me dio mucha confianza en mi momento en el Cali, y ahora en lo futbolístico? obviamente el profesor Alexis me ha dado en voto de confianza y he sabido aprovechar eso. Yo creo que si juega en la primera línea con otro volante ¿Aportes de Alexis Mendoza a su fútbol? no puede ir tan adelantado porque generalmente en No sólo a mí, sino a todo el equipo, nos ha dado una libertad de que marca lo cogen colgado, en hagamos y expresemos nuestro fútbol dentro de la cancha, y eso hay que Junior es un poco más suelto, valorarlo y aprender eso. de hecho yo no creo que él es un doble cinco sino un ocho clásico. Su fútbol considero ¿Con quién te sientes más cómodo jugando de tus que sería mejor si tuviese compañeros? dos volantes de marca y él un poco más suelto. Con los tres que he estado me he sentido muy cómodo. Son grandes 30 | www.eldoradomagazine.com.co | Octubre 2015


jugadores y sobre todo grandes personas, me han dejado muchas enseñanzas y la verdad, muy contento de haber compartido con ellos estos momentos que pasa el equipo. Ahora con Celis se siente más cómodo con las posesiones, con el manejo de la pelota… Sí. Con Guillermo llevo ya varios partidos jugando, nos vamos conociendo más y eso mejora el rendimiento en la parte del medio del equipo. Entonces yo creo que básicamente por la continuidad que hemos tenido los dos es que nos hemos sentido más cómodos. ¿Te ves jugando en Europa? Sí, la verdad es un sueño que he querido realizar: jugar en el exterior. Con este nivel seguramente lo conseguiré pronto, debo seguir con este rendimiento, y aportándole al equipo que es lo más importante. ¿Y en qué equipo? ¿Al lado de quién? Obviamente si me pusieran a escoger, Real Madrid o Barcelona, los dos mejores del mundo, y obviamente al lado de los más grandes y mejores, pero el hecho es salir primero y luego ir consiguiendo objetivos importantes. Contaba que Cuéllar debió ser llamado a la Copa América, y se piensa en él como una pieza clave para el sistema de la selección Colombia, ¿Qué le puede aportar Gustavo a ese grupo? Es un complemento, hay jugadores como Abel Aguilar y Carlos Sánchez. Gustavo es un jugador alegre, vistoso, claro para jugar, con disposición de marca y quite, todo eso sumado da para pensar que es un jugador que está para ser el del cambio generacional en esa zona. Es un jugador joven -22 años- que todavía tiene oportunidades para salir a jugar al fútbol internacional y eso le dará nivel de mayor figuración. Después de la lesión de Abel Aguilar no ha sido fácil encontrar a ese jugador que pueda quedarse en esa posición, puede ser Cuéllar, ¿qué hay en común entre ellos? Ambos tienen buen manejo de la pelota, son claro para jugar y tienen un buen pase filtrado. A eso podemos sumarle que poseen un buen cambio de frente, además que son jugadores prácticamente de la costa, a pesar que Abel nació en Bogotá; su familia, su entorno lo hizo crecer como un costeño, éstos son jugadores atrevidos, no se limitan a cumplir sino que siempre están tratando de aportar en aspectos ofensivos. COMENTARIOS DE AGUSTÍN GARIZÁBALO Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 31


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UNA ESTIRPE PERDIDA

L

a noticia recorrió el mundillo movida con aire de acontecimiento. Y como el fútbol colombiano y sus fieles no están acostumbrados a sucesos excepcionales, lo primero que saltó fue la incredulidad. Pero duró poco. La duda tardó en disiparse menos de lo que tarda un buen mediocentro en pensar un pase claro. Era real: el mentor de Pep Guardiola, a Millonarios.

no eran alentadoras. En su haber figuraban los descensos de la Real Sociedad y el Almería, y algo que muchos tachaban de demagogia excesiva.

mayores glorias en una época lejana, en la que todavía jugaba el mediocentro, pieza angular de las formas de Lillo. Y esa, entonces, era la primera pregunta. ¿Quién jugaría de 5?

En la otra orilla de opinión reinaba la expectativa entusiasta. Y razones sobraban: un maestro, ideólogo del estilo de un equipo que tiranizó Modeste M’Bami, el el fútbol como nunca durante un elegido lustro, llegaba a Millonarios, por entonces el más campeón de la El técnico tolosarra llegó con historia de Colombia. El equipo Modeste M’Bami en la mochila. embajador era una entidad que Era un camerunés corpulento y La corriente más escéptica al encontraba -y encuentra- sus espigado, con respecto un corte de descalificó pelo peculiar el fichaje y que usaba del club b o t i n e s capitalino negros. Los i p s o nombres que facto. Las se barajaban credenciales como opciones de Juan para ocupar M a n u e l la posición de Lillo, al fin y centromedio al cabo, en se borraron la práctica,

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de un plumazo. Ni Ganiza Ortiz, ni Elkin Blanco, ni Rafael Robayo, ni nadie. El africano, al fin y al cabo, tenía la confianza de Lillo, quien ya lo había entrenado en Almería, nada menos que junto a Fabián Vargas, otro refuerzo que pidió el nuevo DT para su centro del campo. Desde el principio se vislumbraron las intenciones del míster de reforzar la parcela medular del terreno. Para lograr reproducir un juego de posición efectivo, la figura del mediocentro es fundamental, pues es el encargado de batir líneas rivales con sus envíos, de encontrar en el momento correcto a los jugadores abiertos, de activar al hombre libre desde atrás, y de mantener la altura del ataque a través de una colocación efectiva con y sin balón, entre otras cosas. Y lo que quiso Lillo desde un principio fue crear un sistema que otorgase comodidad a su centrocampista capital. Y conseguir esa comodidad sería sencillo a poco que los movimientos del conjunto fueran armónicos, ya que el bajo ritmo de la liga más la poca iniciativa de los equipos locales para asfixiar arriba serían factores que le beneficiarían para poder jugar de cara. Todas las probaturas, desde el inicio, tuvieron como factor común a M’Bami entre la defensa y una segunda línea de mediocampo que Lillo siempre procuró tener. El vasco intentó primero con un 4-33 de libro, luego con un 4-2-3-1,

más tarde con un 4-32-1, y después con un 3-4-2-1. Y en todas, Modeste era el primer hombre por delante de la zaga. La capacidad para ejecutar lo que le pedía su técnico siempre la tuvo en el contexto del FPC. La calidad en la base estaba garantizada. Modeste, a pesar de su lentitud y su rígida cadera, lo tenía todo para llevar la idea a buen término. Conceptualmente era perfecto. Su cerebro no dictaba una mala decisión a sus pies. M’Bami baja a buscarla a la altura los centrales, oteaba el panorama y la tocaba sin afán. Dominaba todo desde una atalaya superior que, hay que decirlo, ningún rival se molestaba en invadir. Un factor fundamental para que este jugador pudiese hacer todo lo que hizo como lo hizo es que la tendencia en el FPC no es la de presionar a todo campo, ni tampoco asignar una marca personal a un mediocentro. Esto porque, en la mayoría de los casos, los jugadores que ocupan el círculo central no son los que marcan la diferencia en los partidos. Y es por esto que si un equipo tiene un centrocampista de gran calidad, termina por ser intratable en muchos episodios.

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Pase corto, pase corto, pase largo; pase corto, pase corto, cambio de orientación; pase corto, pase corto… ¿Con qué rodeó Juan Manuel Lillo a este mediocentro capaz de garantizarle lo que quería? Con líneas de pase por doquier, a lo ancho y largo del verde. El once ideal estaba conformado por Delgado en la portería; Cadavid, Torres y Henríquez como trío de centrales; una línea de cuatro, de derecha a izquierda, con Ochoa, Robayo, M’Bami y Fabián Vargas; dos mediapuntas -Máyer Candelo y Ómar Vásquez-; y un 9: Dayro Moreno.


Lillo orquestó una serie de movimientos coherentes que, bien aplicada, le otorgó el dominio de prácticamente todos los encuentros. Esto no hubiese sido posible sin un mediocentro capaz de decidir cuándo, cómo y a quién pasar la pelota. Y ahí estaba Modeste para encontrar a Lewis en ruptura por derecha, a Máyer entre líneas, a Dayro entre centrales, a Vásquez en los apoyos, a Robayo en diagonal, y a Fabián a su izquierda. Todo iba y volvía; no había nada que no pasara por los botines negros del camerunés.

volvió a tocar un balón vestido de embajador porque la final la jugó el tiburón contra Nacional. Pero el recuerdo queda. Y es constante, como los pases de Modeste.

Esto es excepcional porque en Colombia ni en el torneo profesional ni en la Selección se recuerda un jugador de esa estampa. Y de repente llega un español, repudiado por buena parte de la opinión pública, a dirigir en Millonarios, y trae un africano a dar muchos pases en el círculo central con el número 4 en la espalda. Es de fábula. Es un cuento que no tuvo un final feliz, y que terminó cuando, en instancias semifinales en Bogotá, Atlético Junior sobrevivió empotrado contra su portero 90 minutos, mientras intentaba parar ataques azules que no fueron tan potentes como en otros días. Llegados a tiros de pena máxima, el mismo M’Bami desfiló de primero hacia el punto blanco, asumió el peso del momento, se alistó la pelota, no miró a Viera, y con harta convicción y sin mucho impulso la clavó en la escuadra izquierda. Luego sonrió, y nunca Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 35


MEDIOCENTROS DEL FPC Luis Felipe Chará Jhon Geiler Mosquera

Wilmar Barrios Avimiled Rivas

Julián Guillermo José Leudo

Juan Esteban Ortíz Juan Niño

Gustavo Bolívar Jhon Hurtado

Sebastián Ayala Mauricio Restrepo

Álex Mejía Diego Arias

Jaime Córdoba Juan Roa

José Amaya Daniel Machacón

Rafael Carrascal Víctor Castillo

Daniel Torres Didier Moreno

Juan Mahecha Déiner Córdoba

Sebastián Salazar Yeison Gordillo

Jesús Marimón Harrison Henao

Kevin Balanta Andrés Pérez

Leonardo Pico Jerry Vásquez

Yonaider Ortega Elkin Barrera Gustavo Cuéllar Guillermo Celis

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Fabián Vargas Elkin Blanco Fáber Cañaveral George Saunders


EL MEDIOCENTRO PERFECTO Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 37


EL PROBLEMA DE QUINTERO Por: JORGE GIL

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a zurda de Juan Fernando Quintero Paniagua solo le concede deseos a

L

aquellos que la saben utilizar, a los privilegiados que la acompañan cuando tiene la oportunidad de lucir y a Juan, su dueño. Sin embargo, la magia del pie izquierdo de este antioqueño de 22 años no funciona cuando recibe más exigencia de la que puede soportar, cuando está fuera de la zona de confort y cuando se rompe la conexión con los receptores. Para entender lo que está viviendo Quintero es necesario hacer un recorrido por su carrera que comenzó en 2009 en el Envigado FC. Desde ese año hasta 2011, Juan Fernando jugó 43 partidos que es una cifra bastante importante para un jugador que debutó a los 16 en ese equipo y salió de él a los 19. Allí fue donde comenzó a consolidarse como una de las grandes promesas del fútbol colombiano. El 10 no necesitaba recorrer muchos metros para poder influir en el juego del elenco naranja. Con un cambio de frente, con un pase profundo o con un enganche que terminaba normalmente en remate, Quinterito marcaba diferencias. Su gran rendimiento hizo que Atlético Nacional se fijará en él y lo fichara para el torneo apertura de 2012. Él hizo parte del grupo de jugadores que contrató el equipo verdolaga para intentar ganar la Liga

y la Copa Libertadores. Quintero jugó 15 encuentros, en la mayoría de ellos entró como sustituto. No tuvo muchos minutos pero en esta etapa solo necesitó de una oportunidad para poder demostrar una de sus mayores virtudes: la pegada. Frente a Millonarios en Bogotá, en un partido en el que Santiago Escobar presentó una nómina plagada de suplentes, Juan Fernando apareció en la cancha y tuvo la chance de cobrar un tiro libre a 25 metros del arco aproximadamente. El balón entró por el ángulo izquierdo de la portería de Nelson Ramos, allá donde las manos del guardameta caucano no iban a llegar nunca.

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l Pescara italiana compró sus derechos para la temporada 2012-2013. En ese equipo, donde jugaba la promesa eslovaca Vladimir Weiss y el brasileño Jonathas, Quintero tuvo su primer periplo en Europa. Allí participó en 17 partidos, anotó un gol, hizo una asistencia y se dio a conocer en el viejo continente, aunque sus regates en corto y sus pases no lograron salvar al equipo de la región de los Abruzos del descenso.

espacios. A Quintero le cuesta hacer esto por la naturaleza de su juego. Por esa razón es que no ha sido fundamental para los entrenadores que lo dirigieron en Portugal. A pesar de esto, Juan Fernando figuró cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. En la ciudad portuaria se vieron destellos de magia pura.

Q

uinterito es un jugador especial pero tiene muchas carencias. Para que en Europa se pueda ver su mejor versión hay dos opciones. La primera es que el equipo adapte su sistema al juego del paisa. La segunda es que Juan Fernando se logre acomodar al exigente ritmo de competición del fútbol del viejo continente. El gran problema para que se dé esto último es la contextura física del jugador. Vamos a ver cómo lo sortea.

A sus 22 años, el antioqueño tendrá una nueva chance para demostrar su valía. En el Rennes de Philippe Montainer, Quintero tendrá que trabajar bastante para ajustarse al sistema del ex Real Sociedad. Allí veremos si su zurda volverá a conceder deseos o si simplemente quedará como un efímero recuerdo Su buen rendimiento le dio un pase de una pegada excepcional que directo al Porto para la temporada nunca despegó. 2013-2014. Sin embargo desde que llegó, el paisa tuvo problemas para adaptarse y jugó muy poco en el 1-4-3-3 del equipo luso. En este sistema se requiere de solidaridad defensiva, de un despliegue físico importante y de ocupación eficaz de Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 39


EL CHICO QUE METIA GOLES A GRITOS Por: EDUARDO USTARIZ p

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ace algunos años, recién llegado a Bogotá, decidí adentrarme con un amigo periodista en el fútbol amateur de la capital. Siempre que el guayabo nos dejaba, salíamos temprano todos los sábados y domingos buscando de barrio

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en barrio un partido que ver. Con el tiempo nos volvimos expertos en todos lo recovecos futboleros de la ciudad y nos organizábamos de tal forma que nos ahorrábamos decenas de partidos poco interesantes y sólo íbamos a aquellos en los que había algo que ver. En uno de esos tantos domingos, tuvimos la suerte de sentarnos al lado de un señor de edad tan estereotípicamente ‘cachaco’ que el mote se lo tuvieron que haber inventado por él. Se llamaba Melquíades, como el gitano de ‘Cien años de soledad’, y tenía un voz aguardientosa que templaba en el oído de la misma forma en la que el olor a naftalina golpeaba el olfato. Melquíades, siempre bien vestido y con una boina ‘bocadillo’ que juraba había pertenecido alguna vez a un primo de Lleras Restrepo, era de los que hablaba sin parar durante el partido, aunque nunca separaba la vista del juego. Y claro, Melquíades llenaba las casi dos horas de fútbol con una ristra impresionante de anécdotas de tiempos idos y que, estábamos seguro, quizá nunca fueron. Mi amigo y yo agradecíamos siempre que coincidíamos con Melquíades en las improvisadas graderías de alguna de las polvorientas canchas que visitábamos. Y es que Melquíades se consideraba así mismo <<Un sibarita del fútbol>> y por eso había dejado los estadios de multitudes por la movida underground bogotana donde, decía, <<Estaba el fútbol puro que recordaba de su niñez>>. Durante meses disfrutamos de todo el anecdotario de Melquíades, que combinaba historias de la época de El Dorado, algunas más relacionadas con el mundo de la noche que con el campo de juego, con joyas de la memoria sobre los torneos aficionados que se disputaban todos los años en Bogotá. De entre todos los cuentos del viejo Melquíades, siempre recuerdo con asombro y curiosidad, por lo inverosímil, uno de ellos y confieso que durante un tiempo me tuvo obsesionado saber si había algo de verdad en sus palabras. La historia es más o menos la siguiente.

C

orría el año de 1975 y media Bogotá estaba alborotada por la presencia de un león de verdad verdadera en el estadio de fútbol. Se trataba de ‘Monaguillo’, la flamante mascota que se había sacado de la chistera Daniel Samper para que acompañara a Santa Fe en las fotos del equipo. Cuenta Melquíades que, para esa época, conocía a un

“Tuvimos la suerte de sentarnos al lado de un señor de edad tan estereotípicamente ‘cachaco’ que el mote se lo tuvieron que haber inventado por él”

“Corría el año de 1975 y media Bogotá estaba alborotada por la presencia de un león de verdad verdadera en el estadio de fútbol”

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joven hincha de Santa Fe que se llamaba Rafael Rojo y, asegura, apenas supo de la noticia del león asumió como máxima vital que su esposa tendría que llevar el insigne apellido De León. Por eso, cuando Rafael conoció a una agraciada garagoeña llamada Mercedes De León, prima segunda de un amigo en común de Rafael y el propio Melquíades, no lo pensó ni un segundo y puso todo sus esfuerzos en conquistarla. Al cabo de menos de un año estaban casados y ella embarazada. En ese momento de la historia Melquíades empezaba a divagar acerca de las muchas complicaciones que encontraron ambos jóvenes en su furtivo y precoz amorío que poco tienen que ver con el punto de interés de la anécdota y de las que sólo recuerdo que, ante el rechazo de las familias, Rafael y Mercedes se quedaron sin un quinto y tuvieron que irse a vivir a un barrio popular. Dice Melquíades que no volvió a saber nada de la pareja hasta que varios años después, el amigo en común que tenía con Rafael, que también era primo segundo de Mercedes, le dijo insistió muchísimas veces que tenía que ir a ver jugar al único hijo del matrimonio. Al niño lo habían llamado León Esteban Rojo De León y aún no había sido bautizado porque, cuenta Melquíades que le había dicho su amigo, Rafael quería que el padrino fuese nade más y nada menos que el mítico Dragoslav Sekularac y alguien le había asegurado que el yugoslavo estaba al tanto del asunto y que sería

su prioridad número uno si algún día volvía a pisar Colombia. El caso es que un buen día Melquíades se decidió a ir a ver jugar al pequeño León Esteban y quedó anonadado. La descripción que hace Melquíades de lo que vio aquel día es una quimera de adjetivos rimbombantes que ahora mismo se me escapan, pero sí recuerdo que llamó a León <<La respuesta colombiana a Maradona y Pelé>> o algo por el estilo. Según contaba Melquíades, León era un mediocampista menudito, incluso para sus imberbes trece años, que jugaba en todo el círculo central y que tenía un vozarrón profundo que <<El mismo ‘Pipo’ Rossi hubiera envidiado>>. Melquíades decía que León apenas se movía del círculo central, que parecía un espantapájaros por lo quieto que se quedaba, y que lo que hacía era pasar el balón desde su posición a cualquier compañero que encontrara libre y <<Hacer goles a gritos>>. Afirmaba Melquíades que más de una vez fue testigo de como, ante un remate defectuoso de algún compañero, la voz de León Esteban retumbaba en el aire con un portentoso <<¡Entra!>> y el balón, inmediatamente, hacía un extraño y terminaba dentro de la portería. Todo parece indicar que la leyenda de León se extendió rápidamente en el mundillo del fútbol bogotano y llegó a oídos de un directivo de Santa Fe que vio en la figura de León, seguramente influenciado por su resonante nombre y el hecho de que Santa Fe

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tenía una sequía de títulos de casi quince años, decidió, para orgullo del padre, llevarlo a prueba con el equipo una vez León cumplió los quince años y creció un poco más del metro y medio. Y aquí es donde se pone más rocambolesca la historia. Melquíades aseguraba que, aunque su padre no lo sabía ni mucho menos, León Esteban era en realidad hincha a morir de Millonarios y que el día de la prueba, que era un partido entre la reserva ‘cardenal’ y la ‘embajadora’, el muchacho se presentó con una camiseta azul debajo de la roja que le habían dado para jugar el partido ese día. Melquíades, que aserugaba haber estado presente el día de la prueba, decía que esa fue la primera vez que vio a León moverse del círculo central. Apenas empezó el partido, León fue a buscar el balón, lo recogió, se giró hacia su portería, pateó y gritó <<¡Entra!>> para hacerse, según Melquíades, el <<Mejor autogol que han visto mis ojos>>. Inmediatamente el técnico de Santa Fe lo sacó del partido y, me contó Melquíades, el viejo Rafael le prohibió volver a jugar fútbol mientras viviera bajo su tutela.

historia de León Esteban Rojo De León, el chico que metía goles con gritos. Había que dejarla por escrito antes de que a mi, que se me olvida todo, me falle la memoria al tratar de recordarla.

“Melquíades, que aseguraba haber estado presente el día de la prueba, decía que esa fue la primera vez que vio a León moverse del círculo central”

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estas alturas la veracidad de la historia dejó de importarme. Esta mañana recibí una llamada de mi amigo el periodista, con quien hace rato que no hablaba, y me contó la funesta noticia: el viejo Melquíades había fallecido la noche anterior víctima de un infarto. Ya no iba a volver a escuchar la fantástica Octubre 2015 |www.eldoradomagazine.com.co | 43


POESIA CANTERANA Por: JOHN ALEGRIAS

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ste año la literatura futbolística proveniente de las fuerzas básicas del Deportivo Cali logró alcanzar la cima en la liga colombiana consiguiendo su novena estrella con jóvenes formados, en su mayoría, en y por la institución. El ideal nacido hace 40 años alcanzaba su clímax en la capital de la montaña con Fernando “Pecoso” Castro como principal escalador. Validar lo conseguido en segundas oportunidades siempre es una tarea compleja. No basta con hacer las cosas bien, hay que hacerlas siempre mejor. Y para ello el conjunto azucarero no iba a contar con Candelo, su pieza fundamental en ataque. Esta ausencia, sin embargo, sería paliada de alguna forma por Nicolás Benedetti. El “poeta”, como le han bautizado en la sucursal del valle. La aparición de Benedetti en el primer equipo fue fulgurante. En Bogotá le fue necesario un poco más de cuarto de hora para sentenciar que su edad no va en consonancia con su fútbol al darle la victoria al Deportivo Cali ante Equidad con un gol de su autoría. El desparpajo que despide cuando agarra el balón denota madurez e inteligencia. Ese día definió sin nervios y además tuvo que afinar el trazo de su firma pues los autógrafos no se hicieron esperar. Tomar por las dos manos el trofeo

Rey Pelé con la preinfantil del Deportivo Cali, que lo acreditaba como el jugador revelación de la Copa Disney en Brasil, era un hecho que servía como antesala a lo que se vería de Benedetti. Madera no le haría falta pero había que ponerla a prueba en un equipo campeón y al que, como dijimos al principio, las cosas se le iban a complejizar para el segundo semestre.

aficionados. La facilidad con la que se movió esa tarde durante el terreno de juego denotó personalidad y carácter. Nicolás es un jugador que pide el balón, le gusta erigirse como el conductor, propone sociedades en el gramado y ayuda a construir debido a su facilidad para manejar los dos perfiles. Es un convencido; por ello la insistencia a la hora de buscar soluciones para penetrar y generar daño al rival es una de sus características más valoradas por el cuerpo técnico, pues cuando el equipo parece quedarse sin ideas, su entereza y movilidad aclaran paisajes.

Durante los primeros partidos Nicolás siempre inició en el banquillo. Atento a cada palabra que expresaba Fernando como correctivo hacia los jugadores que jugaban en la posición que él paciente esperaba para hacer suya. “Hay que trabajar para mejorar porque la oportunidad va a estar”, sentenciaba cada que se enedetti no es pausa pero le preguntaba por su convocatoria tampoco es vertiginosidad al primer equipo. Tranquilo al dar pura. Es una mezcla de cada respuesta. El correo iba a ambas. Vino tinto y oscuro. llegar en un escenario idílico: copa Ofrece sobre la mesa lo que crea la euro-americana vs Málaga. situación demanda. Es decir, si debe acelerar reluce su explosividad y ntes del partido contra si considera que hay que tomarse el club español ya había un respiro para que la jugada dado muestras del encuentre el mejor camino exhibe perfil de jugador que arte y visión. Aunque es cierto que encaraba pero fue justo en este su edad le traiciona en acciones partido donde iba a sacar de la que requieran paciencia pues vitrina todas las cualidades que quiere resolver rápido y termina gozaban sus entrenadores de las precipitando la jugada o llevándola divisiones menores y que sufrían al error no forzado. sus adversarios. Benedetti hizo una especie de erupción y no quiso “Me gusta jugar por el centro”, guardarse nada. Asistencia de gol, dijo Benedetti a un diario local gol y una actuación que permitió dejando entrever cuál es el hábitat que se llevara los honores de sus en la que su desarrollo obtiene compañeros, cuerpo técnico y frescura. No obstante, desde mi

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perspectiva, la banda es un contexto en el que su desenvolvimiento es más notable. Básicamente por dos cosas: su atrevimiento para encarar, posterior desborde y el golpeo que sacia su deseo de gol. Ir hacia dentro desde la cal lo libera de tareas de construcción, acercándola a la zona de aceleración en donde sus decisiones son más acertadas. Algo dice las habilitaciones de gol con las que cuenta en tan pocos minutos jugados. La ascendencia futbolística de Benedetti al fútbol profesional ha sido efervescente e instantánea. Más demoró en llegar a la cantera del conjunto azucarero que contar con una oportunidad en el primer equipo. Cuestión que no ha sido accidental, como el suceso trágico que vivió a los 4 años cuando al caer de su bicicleta perdió varios dientes e hizo que su padre se inclinara por el fútbol iniciando, quizá desde el inconsciente, la carrera en el deporte fútbol de uno de los jugadores que más promete en el fútbol colombiano El ‘Bebé’, como ha sido tildado por sus compañeros de equipo, tendrá muchas más aventuras en las que divertirse, exponer la libertad emanada por su estilo futbolístico y aprender-conocer más sobre una posición en la que hoy día que le han bastado pocos minutos, al igual que el mejor poema de Mario Benedetti, para fascinar y encantar con el juego que realiza a miles de espectadores.

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el dorado magazine

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