ARAVENA
Alejandro Gastón Aravena Mori (Santiago, 22 de junio de 1967) es un arquitecto chileno, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y profesor visitante de la Universidad de Harvard, ganador en 2016 del Premio Pritzker, el principal de arquitectura en el mundo.
Nació y creció en una familia de clase media. El primer año de enseñanza básica lo realizó en una escuela pública, desde la que pudo trasladarse después a una privada de mejor calidad de enseñanza (el Colegio Alemán) desde donde egresó de la secundaria con 17 años. Sus padres, ambos profesores, trabajaban allí y la administración del colegio les concedió una beca parcial para su hijo. Está casado con una arquitecta brasileña y tiene tres hijos.
Realizó sus estudios universitarios en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Tras graduarse como arquitecto en 1992, se trasladó a Venecia para realizar un postgrado en el Instituto Universitario de Arquitectura, y seguir cursos de grabado en la Academia de Bellas Artes (Accademia di belle arti di Venezia).
A partir de 1994, ha ejercido su profesión de manera
independiente. Desde ese mismo año se desempeña como profesor de la Escuela de Arquitectura en la Universidad Católica de Chile y, desde 2000, es también docente invitado en Harvard. Es invitado con frecuencia a impartir cursos y dar conferencias en distintos lugares del mundo, entre otros, en el Colegio de Arquitectos de Cataluña, Archilab 2001 en Orleans, el IUAV de Venecia, el Banco Mundial y el Banco Iberoamericano de Desarrollo en Washington.
En 2001 fundó ELEMENTAL S.A. y desde 2006 es su director ejecutivo. En sociedad con Gonzalo Arteaga, Diego Torres, Víctor Oddó y Juan Ignacio Cerda, además de un equipo que otros seis arquitectos, la empresa que encabeza Aravena realiza proyectos sociales de infraestructura, transporte, espacio público y vivienda, en cooperación con la Universidad Católica de Chile y Copec.
En 2009 fue nombrado integrante del jurado que otorga el premio Pritzker, función que desempeñó hasta 2015, como único miembro latinoamericano. Consultado sobre si los factores ajenos a los méritos del candidato, como la voluntad de incentivar a alguna arquitectura emergente, o mostrar de «corrección política» podían tener alguna influencia en la decisión del jurado respondió:
No, en absoluto, no existe una agenda y jamás se busca equilibrar los premios. A nadie en el jurado le importa de qué continente o hemisferio fueron los últimos ganadores, si fue negro o WASP (blanco anglosajón protestante), hombre o mujer, y menos aún hay sugerencias de afuera. Los únicos factores externos que se pueden filtrar fuera de los méritos de la obra son los que imponen la realidad, el mundo, la sociedad, los problemas de la vivienda o de la ecología, la desigualdad social o el cambio climático. En eso es importante el aporte de los jurados que no son arquitectos porque nos hace descentrar un poco, ponernos en el lugar del que juzga nuestro trabajo desde otro lugar.
Alejandro Aravena A fines de 2009 fue elegido International Fellow of the Royal Institute of British Architects y presentado en una ceremonia oficial en febrero de 2010. Proyecto viviendas Valparaíso Desde 2006 Alejandro Aravena encabezó un proyecto de viviendas sociales en la ciudad de Valparaíso en el sector de Playa Ancha en lo que se denominó Población Elemental, haciendo referencia directa a la marca de su empresa en el nombre del conjunto habitacional financiado por el Estado de Chile. Lamentablemente para la empresa Elemental y la población Elemental, el conjunto habitacional no resistió la lluvia por lo que resultaron abnegadas 158 casas, 28 casas debieron ser declaradas como inhabitables. Más de siete años tuvieron que esperar los habitantes del conjunto habitacional Elemental para luego perder todo. Alejandro Aravena al ser preguntado por esto refiere que el problema es causado en parte por dónde está ubicado el conjunto habitacional y continúa explicando las razones de dicha ubicación.
"Hay que recordar que a estas alturas se estaban haciendo las viviendas en Quilpué o Limache, a dos horas de donde las personas tenían sus trabajos, y lo primero que buscábamos nosotros era mantener esa buena localización, que le permite a la gente conservar el trabajo, tener a sus hijos en el mismo colegio, estar cerca de los buenos consultorios, etcétera". El problema con la declaración de Alejandro Aravena es que la ciudad de Quilpué se encuentra a una distancia de 40 minutos y no dos horas como él lo declara, hecho que genera dudas en cómo fue elegido el emplazamiento del conjunto habitacional.
Aravena es director de la 15ª Exhibición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia (2016), cargo en el que fue nombrado en 2015. Su obra arquitectónica incluye el diseño y construcción de centros de enseñanza, edificios institucionales, oficinas, plantas de empresas, sedes de servicios públicos, museos, bibliotecas y viviendas. Entre las últimas destacan tanto proyectos de vivienda social de bajo presupuesto, como amplias y cómodas residencias en la ciudad o casas de veraneo en sectores campestres y en balnearios. A fines de 2005, la Universidad de Harvard realizó una muestra con una amplia retrospectiva de toda su obra como arquitecto.
Entre las obras construidas más relevantes se cuentan 13:
Facultad de Matemáticas de la Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile (proyecto: 1998; construcción: 1999) Colegio Huelquén Montessori (proyecto y construcción: 2001) Viviendas sociales «Quinta Monroy», Iquique, Chile (proyecto: 2003; construcción: 2004)
Torres Siamesas, Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile (proyecto: 2003; construcción: 2005)
Residencia para la Universidad St. Edwards, Austin, Texas, Estados Unidos (proyecto: 2006; construcción: 2008) Viviendas y centro comunitario en Temuco, Chile (2008) Proyecto de reconstrucción de edificios públicos de la ciudad de Concepción (tras el terremoto y tsunami, en obras desde 2010)
Viviendas sociales en Monterrey, México (construcción: 2010, proyecto premiado en 201114 )
Conjunto de viviendas y centro Comunitario, Lo Barnechea, Santiago, Chile (construcción: 2012) Escuela Aurelia Rojas Burgos, La Pintana, Santiago, Chile (construcción: 2013) Centro de Innovación Anacleto Angelini, Campus San Joaquín, Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile (2013) Facultad de Medicina de la UC Parque Periurbano, Calama, Chile (en construcción en 2016) Aravena dirige desde ELEMENTAL una iniciativa internacional para innovar y construir conjuntos ejemplares de vivienda de muy bajo costo. Hasta la fecha, ha realizado más de 2500 viviendas de este tipo.
El enfoque más novedoso de su trabajo en el área pública es la idea de viviendas
sociales con posibilidad de crecer, las viviendas «expansibles». Si el
presupuesto es estrecho, la idea de Aravena es construir «media casa grande» en lugar de una casa pequeña y apostar a la capacidad que tendrán las familias para ir realizando mejoras sucesivas. De esta manera procedió, por ejemplo, cuando el gobierno de Chile le encargó en 2003 que propusiera una solución habitacional para albergar a 100 familias de la ciudad de Iquique que llevaban tres décadas sin casa, ocupando ilegalmente terrenos con sus campamentos y construcciones improvisadas o precarias. Pero el presupuesto para realizar la misión era bajísimo: solo 7500 dólares por familia y dentro de los marcos de un programa del Ministerio de Vivienda cuya exigencia adicional era que no existiera ningún endeudamiento posterior. Con ese escaso monto tenían que cubrirse todos los gastos: terreno, diseño arquitectónico, urbanización, materiales y construcción. Una de las claves para la solución del
dilema fue pensar un edificio de 750 mil dólares que albergara 100 familias, en lugar de diseñar 100 unidades precarias de 7500 y multiplicarlas por 100. La segunda, y más importante, fue establecer el principio de que cada unidad de este edificio ofreciese la oportunidad de ampliación del espacio, de modo que lo más difícil de construir para las familias (cocina, baño, escaleras) estuviese bien hecho y proyectado de manera estratégica en cuanto a su ubicación en el plano, de modo que pudiesen de a poco y con medios propios ampliar los espacios habitacionales.6 Lo central del concepto fue visualizar «la vivienda no sólo como un fin en sí mismo, sino como un vehículo para superar la pobreza»6 y esto implicaba además una preocupación especial por la ubicación de los terrenos, que permitiera una buena conexión con los espacios de trabajo, recreación, educación, redes comunitarias. Este proyecto
se
construyĂł
en
2004,
la
superficie total construida fue de 35 000 m²
y trabajaron, además de Aravena, los arquitectos Alfonso Montero, Tomás Cortese, Emilio de la Cerda y Andrés Iacobell y los ingenieros Juan Carlos de la Llera, Mario Álvarez, Tomás Fischer, Alejandro Ampuero, Carl Lüders y José Gajardo.
Más allá de una propuesta arquitectónica que ofrece a las familias realizar ampliaciones con sus propios recursos futuros, su concepto de «incrementabilidad» constituye un verdadero cambio de paradigma en la manera de proyectar viviendas para los sectores más pobres. La idea central de Aravena es definir la vivienda (también la social) como una inversión —tal vez la más importante de la vida— y no como un gasto social. Postula que esto es posible solo si el diseño contempla desde un principio la posibilidad cierta de incrementar su valor con los años (por eso su concepto pone también especial cuidado en la ubicación central del terreno). Las viviendas sociales se suelen construir con materiales baratos, de baja calidad y durabilidad y en la periferia lejana de los centros urbanos, lo que hace que su depreciación sea muy acelerada, asemejándose más a la
compra de un bien de consumo (como un automóvil, por ejemplo) que a una inversión en un bien inmueble. Lo verdaderamente novedoso de la propuesta de Aravena es que revierte esta situación.
Aravena sobre su diseño de las salas de profesores de la Facultad de Matemáticas: « 'Un matemático es una máquina de transformar café en ecuaciones'. ¿Qué hay detrás de esto? El límite del conocimiento se expande al menos de dos maneras: - trabajando en solitario, concentrado. - conversando informalmente con otros.
La primera manera, la de la celda monástica de trabajo, la recogía el encargo mismo. Por lo tanto me pareció que lo que el proyecto debía construir, era la segunda manera, la que descubre en el encuentro con los otros, las más de las veces casualmente, al paso. En este sentido este edificio es la magnificación de la conversación de pasillo y cuyo centro neurálgico se encuentra en la sala del café. [...] Del diálogo entre azar y monotonía, ha de nacer la contribución de este edificio al estado del arte; creemos.» —Aravena, 2005 Entre los proyectos más relevantes de Aravena en 2016, cabe mencionar la nueva sede de la farmacéutica Novartis en Shanghái.