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Ciencia a tiempo
from Elementos 118
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VEHÍCULO DE PROPULSIÓN HUMANA
Estudiantes de la Facultad de Ingeniería diseñaron un vehículo de propulsión humana en forma de triciclo y está hecho completamente de aluminio, lo cual permite que sea más ligero; llega a una velocidad máxima de 45 kilómetros por hora en un camino recto y fue soldado por los mismos estudiantes; cuenta con asiento ajustable y cinturones de seguridad.
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Además, tiene frenos de disco en cada una de sus tres ruedas, cuenta con ocho velocidades, barra estabilizadora de acero para la dirección, un dínamo que recarga las luces con el mismo pedaleo del vehículo, está adaptado con una jaula de seguridad que cubre la cabeza y los hombros de la persona que lo utilice y está pintado con colores de talavera poblana.
Con este vehículo ganaron el primer lugar del Human Powered Vehicle Challenge (HPVC), concurso a nivel nacional organizado por la American Society of Mechanical Engineers (ASME) y competirán en la fase internacional de este concurso, el ASME E-Fest 2020, en Georgia, Estados Unidos.
INVESTIGADORES BUAP ESTUDIAN ALTERACIONES DEL CORAZÓN
Padecimientos como el síndrome metabólico, diabetes mellitus y obesidad afectan la actividad eléctrica del corazón. Su relación y consecuencias son analizadas a través de modelos animales por estudiantes del Instituto de Fisiología y la Facultad de Medicina de la BUAP, liderados por el doctor Julián Torres Jácome.
Estos modelos animales se asemejan al ser humano al presentar las mismas alteraciones metabólicas, luego de ser inducidos con una dieta alta en azúcares y carbohidratos, con lo cual presentan incremento de peso y de circunferencia abdominal, daños a ciertos órganos, alteraciones de sueño y síntomas de depresión.
Daniela Bernabé Sánchez y Marissa Limón Cantú, estudiantes de la Maestría en Ciencias Fisiológicas, indagan en las alteraciones eléctricas del ventrículo y aurícula del corazón, en modelos animales con síndrome
Elementos 118, 2020, pp. 63-64
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metabólico y con una dieta alta en azúcares. Mientras que José Alonso Romero, de la Maestría en Ciencias Médicas de la Facultad de Medicina, estudia un modelo genéticamente modificado con diabetes mellitus tipo 2.
HACIA UNA VACUNA CONTRA LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
Un insecto hematófago –que se alimenta de sangre– de apenas 2.5 centímetros, llamado chinche besucona, es portador del parásito Trypanosoma cruzi que desencadena un padecimiento mortal en 21 países de América Latina, entre ellos México. La infección es conocida como enfermedad de Chagas, un mal asintomático en su fase aguda, por lo que el hospedero infectado puede vivir con el parásito de 10 a 30 años, periodo en el que en algunos casos ocurre un crecimiento anómalo de vísceras, como colon, esófago y músculo cardiaco.
No existe un medicamento como tal para su tratamiento. Ante esta situación, académicos de la BUAP, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN y del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez suman sus conocimientos para desarrollar una vacuna que permita al sistema inmune eliminar rápidamente a este parásito.
Desde sus estudios de posdoctorado, Alejandro Carabarin Lima, académico del Instituto de Ciencias, buscó antígenos de superficie de Trypanosoma cruzi para crear una respuesta de defensa en el organismo. La enolasa fue la proteína indicada para tal fin. A la fecha, comprobó que tiene la capacidad de generar una respuesta inmune y favorece la supervivencia del modelo animal, porque disminuye la parasitemia en 70 por ciento.
Ciencia a Tiempo es el canal de divulgación de la investigación en ciencia y tecnología de la BUAP. Elizabeth López Juárez, Dalia Patiño González y José Enrique Tlachi Rodríguez, reporteros. Beatriz Guillén Ramos, responsable de Información y Prensa de la Dirección de Comunicación Institucional de la BUAP.
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