Creemos en la menstruación consciente, conectarnos con nuestra menstruación implica sanar, aprender a vivir en armonía y desde el amor propio. Reconocemos que somos seres cíclicxs, nuestros ritmos reflejan los de la naturaleza misma. Con estos textos e imagenes resistimos al silencio impuesto y rompemos el tabú de nuestra sangre roja menstrual.
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A lo largo de la historia, ha habido mitos acerca del ciclo menstrual, aquĂ algunos de los mĂĄs comunes:
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LA SANGRE MENSTRUAL HUELE MAL Realidad: La sangre menstrual, huele a sangre únicamente; los malos olores pueden originarse de: el uso continuo de productos desechables (toallas, tampones) o la existencia de una infección vaginal. NO SE PUEDE TENER RELACIONES SEXUALES DURANTE LA MENSTRUACIÓN Realidad: La menstruación es un proceso fisiológico, más no una enfermedad. Depende de cada persona si quiere tener encuentros sexuales con su pareja. Es necesario recordar que la protección y la confianza son importantes para evitar el desarrollo de infecciones. SE DEBE EVITAR HACER EJERCICIO Realidad: Si bien es cierto que hay personas que experimentan una disminución de energía durante su menstruación, la actividad física no conlleva consecuencias y es más probable que una actividad física moderada ayude a disminuir cólicos menstruales o molestias físicas. LA OVULACIÓN OCURRE DURANTE LA MENSTRUACIÓN Realidad: La ovulación es la expulsión del óvulo desde el ovario con la posibilidad de unirse a un espermatozoide y comenzar una nueva vida (concepción). La ovulación ocurre generalmente hacia la mitad del ciclo, y si no hay concepción, posteriormente ocurre la menstruación. Menstruación consciente
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LA MENSTRUACIÓN NORMAL OCURRE CADA 28 DÍAS Realidad: El ciclo menstrual varía de persona a persona, cada una tiene su propio ciclo normal; hay personas que menstrúan cada tres semanas, otras que menstrúan cada cinco. Es importante consultar con un profesional si detectas cambios bruscos en tu periodo menstrual. LOS ALIMENTOS ÁCIDOS “CORTAN” LA MENSTRUACIÓN Realidad: Es falso que se pueda “cortar” la menstruación con ácidos provenientes de las frutas. El ácido contenido en los alimentos no altera la menstruación. LAS ÚNICAS FORMAS DE MANEJAR NUESTRA MENSTRUACIÓN SON LAS TOALLAS Y TAMPONES DESECHABLES Realidad: Existen muchas alternativas más económicas, cómodas y ecológicas para vivir tu menstruación conscientemente. Puedes escoger la que mejor se ajuste a ti.
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Conoce tu cuerpo, haz tu revoluciรณn.
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Las Carpas Rojas son espacios seguros en donde mujeres de todas las edades nos reunimos para compartir nuestras experiencias del día a día, y reflexiones de nuestro ser mujer. Un espacio en donde podemos conocer a otras mujeres, reconocernos en sus vivencias, apoyarnos con la escucha abierta y libre de juicios, un lugar en donde podemos abrazar nuestras diferentes formas de ser mujeres. Son círculos de acompañamiento femenino en donde compartimos historias de crecimiento personal, risas y llantos, juntas aprendemos a dejar ir y soltar lo que nos ha hecho daño. Desde nuestras
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reflexiones cuestionamos los roles asignados en un sistema patriarcal, asumimos una feminidad construida individualmente y abrazada en colectivo. La idea de la Carpa Roja nace de comunidades antiguas en donde las mujeres compartían el espacio para menstruar en comunidad. Era un espacio en donde las ancianas transmitían sabiduría ancestral a las más jóvenes. Se celebraba el ser mujer cíclica. Guatemala Menstruante forma parte del movimiento internacional The Red Tent Temple Movement, que busca retomar esta celebración en las sociedades modernas.
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Es común que pensemos en toallas y tampones desechables como principales opciones para el manejo de nuestro flujo menstrual. Sin embargo, existen otras opciones que son invisibilizadas por el mercado convencional.
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LA COPA MENSTRUAL es un dispositivo elaborado con silicona médica que recoge el flujo de sangre sin pérdidas y está diseñada para adaptarse perfectamente al canal vaginal. No genera ningún tipo de reacción alérgica, ni contiene geles absorbentes, desodorantes o bloqueadores, ni ningún producto químico. Se limita a ser mero recipiente, por lo que no absorbe las defensas naturales, ni deja fibras en la pared vaginal. Se coloca de la misma forma que un tampón (intravaginal) y resulta sumamente sencillo y manejable. Además el tiempo promedio de una copa va de 5 a 10 años; te permite realizar cualquier actividad, incluso nadar y hacer ejercicios de alto rendimiento. Si decidís animarte a probar, es recomendable que busqués una guía para conocer tu talla adecuada. Comenzar a utilizar la copa, para muchas personas, puede ser un proceso largo y requiere mucha paciencia. LAS TOALLAS DE TELA son compresas hechas casi siempre con fibras de algodón para absorber el flujo menstrual. También podés hacerlas de tela de ropa vieja para re-usar. Dependiendo del cuidado que les des, podés utilizarlas hasta por cinco años. Debés tomarte el tiempo para remojar, lavar y secar tus toallas; es importante sacarlas al sol directo pues ayuda a matar bacterias. LAS ESPONJAS MARINAS son tampones naturales y reusables. Es un producto 100% orgánico, que no pasa por procesos químicos o industriales, y la podés usar por seis meses o más. Son muy fáciles de usar, cómodas y amigables con el ambiente. ¡PODÉS SANGRAR LIBREMENTE! Independencia total de TODOS los métodos, pues consiste en dejar fluir la sangre menstrual utilizando solamente los músculos del suelo pélvico. Tenés un empoderamiento total de tu menstruación, reconoces tus músculos y aprendes a utilizarlos al máximo. Poseés un alto control sobre tu cuerpo y tu ciclo. Para esta opción es necesario conocer profundamente los músculos del suelo pélvico por lo que necesitás disponibilidad de tiempo para aprender.
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Si está en nuestras posibilidades experimentemos TODOS los métodos que existen, sólo así sabremos cuál es el que nos hace sentir más cómodxs, cuál se adapta a nuestra vida y a nuestra propia historia y ciclo menstrual. Es importante que nos informemos y que sepamos de la existencia de estas opciones para tomar una decisión libre y autónoma sobre qué queremos utilizar, dejando de lado prejuicios y manipulaciones por parte de empresas grandes o tradiciones familiares y culturales. Leamos, cuestionemos, preguntemos e informémonos al respecto. No todos los productos son para todas las personas menstruantes, pero conocer que existen opciones es un paso gigante hacia la emancipación de la sangre menstrual y de nuestra ciclicidad.
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¡Nuestra sangre no mancha! ¡Que la única sangre que fluya, sea la sangre menstrual!
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El activismo menstrual inició en norteamérica en la década de los 80’s, en la cual centenas de mujeres murieron por Síndrome de Shock Tóxico (SST). Para 1983, más de 2.200 casos habían sido reportados a los centros de control de enfermedades, la mayoría involucran mujeres menstruando. A partir de ese momento, miles de mujeres en el mundo hemos reconocido la necesidad de re-apropiarnos de nuestro cuerpo, conociendo sus ciclos y cuidándolo utilizando productos no químicos y no contaminantes con el medio ambiente. El activismo menstrual reta el consenso social que percibe a la menstruación como un hecho biológico sucio, motivo de discriminación. Es a través de las acciones colectivas que buscamos resignificar la menstruación, no solamente desde su dimensión biológica sino desde su dimensión cultural. MENSTRUAR es un hecho natural que puede otorgarnos momentos claves de reflexión individual y compartida.
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¿Tenés una historia en donde te sentiste avergonzadx de tu menstruación? Pensala a la luz de esto:
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Los cuerpos son sitios de contención en donde se inscribe la cultura, constructo que legitima las relaciones desiguales de poder con base en la diferenciación biológica. Sin embargo, donde hay poder, hay resistencia. El prestarle atención a los discursos de un cuerpo naturalmente sangrante, denota un interés en el cambio social. Si se entiende lo político como una forma de relacionarnos desde nuestros seres plurales, la menstruación significada en el imaginario colectivo como algo sucio y de lo que no se debe hablar determina la forma en la que los seres menstruantes nos relacionamos con la sociedad durante nuestros días sangrantes y nuestros ciclos hormonales. Por tanto, la reivindicación de la menstruación es un ACTO POLÍTICO que aboga por el cambio de la dinámica social que nos impide participar en espacios laborales, académicos, recreativos e inclusive sexuales por el hecho de ser MENSTRUAR.
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