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Movilidad
Ferias
Turismo
Educación
Cocina
Juan F. Miranda habla de la ciudad que lidera la producción nacional de conocimiento.
Fernando Rey hace un recorrido por el tráfico y los sistemas de transporte de la ciudad.
Andrés López Valderrama cuenta el crecimiento de la Bogotá de negocios.
Jean-Claude Bessudo hace una remembranza del turismo capitalino.
Fernando Hinestroza exalta, con argumentos, las ventajas de estudiar en Bogotá.
Harry Sasson cuenta por qué en la apuesta culinaria, “la ciudad está servida”.
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editoriales
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EL ESPECTADOR / DOMINGO 29 DE M A R ZO DE 2009
especiales
Bogotá
Viajea travésde
La Candelaria, una de las zonas más visitadas y atractivas.
La oferta de bibliotecas viene creciendo en la ciudad .
La Media Maratón es reflejo del deporte capitalino. /Archivo
Una capital versátil Unos son empresarios, otros literatos, algunos destacados cocineros y hay quienes saben como pocos de la historia y tradición de Bogotá. Todos ellos se decidieron a escribir sobre la Bogotá de hoy, cambiante, educada y turística.
/Herminso Ruiz
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mil niños menores de cinco años de la capital se beneficiarán con la vacuna del neumococo.
Sobre la crisis y cómo enfrentarla SAMUEL MORENO ROJAS*
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ogotá está preparada para enfrentar la crisis económica, cuyo impacto ya se empieza a sentir en el país y en las familias. Conscientes de la magnitud del problema, desde el inicio de mi gobierno orientamos nuestros esfuerzos para sortear sus consecuencias. Por eso estoy seguro de que hay un futuro positivo para la ciudad y soy optimista. Mi visión está cifrada en Bogotá como capital de los derechos; pero también sé que no hay derechos sin deberes, sin responsabilidades o sin rendición de cuentas. Ese es el camino correcto y el cimiento para construir el futuro y responderle a la ciudadanía, al comercio y al sector empresarial de la capital. Como alcalde estoy obligado a tomar decisiones difíciles, a veces impopulares, y tengo que definir prioridades y exigir resultados. La ciudadanía debe hacer su parte: los padres tienen que garantizar la formación de sus hijos; los empresarios la seguridad social y capacitación de sus trabajadores; y todos, como miembros de la sociedad, el cumplimiento, respeto y promoción de las reglas bajo las cuales convivimos. Padres y madres de Bogotá: la ciudad les garantiza la educación, nutrición y salud
de sus hijos, y es mi obligación propender porque esto se cumpla. En la formulación del Plan de Desarrollo preveíamos el aumento del desempleo, y por eso garantizamos la gratuidad en educación para todos nuestros niños y jóvenes en los colegios del Distrito. En ello invertimos $306 mil millones. Además, los programas de transporte, alimentación, subsidio condicionado y salud escolar suman más de un billón de pesos. Con esta inversión garantizamos a todos los padres de familia la estabilidad de sus hijos en el colegio: el derecho a un mejor futuro. Y aunque esta estrategia fue formulada para una implementación progresiva y gradual, he instruido a los secretarios de Hacienda y Educación para que aceleren su ejecución, sobre todo para aquellos jóvenes que se vean afectados por el desempleo de sus padres. Desempleados: las finanzas sanas de Bogotá nos permiten acelerar el plan de obras de la ciudad sin riesgo. Por esto, la Secretaría de Movilidad tiene la orden de ejecutar todas las obras que cuentan con “ingeniería de detalle”, incluso las de la fase dos de la valorización, sin que ello represente un cobro adicional este año. Voy a presentarle al Concejo de Bogotá un proyecto para cobrar la valorización con posterioridad a la realización de la obra y no de forma anticipada. No es prudente presionar el ingreso de las familias para recaudar recursos destinados para proyectos cuya construcción no puede realizarse de manera inmediata. Empresarios: el plan de obras de este año compromete una inversión de más de tres billones de pesos. Contamos con us-
tedes. Tenemos que trabajar juntos para mejorar la competitividad de la ciudad y su clima de negocios. La Secretaría de Hacienda, con el concurso del Concejo, mejorará el marco impositivo de la ciudad; las secretarías del Hábitat y de Planeación agilizarán los trámites y los procesos para que el sector de la construcción, pilar de la generación de empleo, encuentre en la Administración no un obstáculo sino un promotor del desarrollo de sus empresas y su gente. La Secretaría de Movilidad está trabajando para que la ciudad pueda contar, por fin, con el Sistema Integrado de Transporte Público. Inversionistas extranjeros: Bogotá tiene para ofrecerles mano de obra competitiva y calificada. Al final de 2009 contaremos con alrededor de dos mil jóvenes bachilleres y profesionales adicionales que dominan el idioma inglés y estarán preparados para responder a las necesidades de estas empresas. Esto lo estamos realizando a través de Invest in Bogotá y su programa Talk to the world. Microempresarios: para ustedes tenemos nuestra exitosa herramienta de Banca Capital. 222 mil microempresas son nuestro futuro y nuestra esperanza. La Secretaría de Desarrollo Económico tiene que volcar su institución a apoyarlos y a luchar por un marco regulatorio más liviano que les dé margen de respiro para poder invertir y crecer. Es importante resaltar la estrategia de salud de la ciudad que tiene un enfoque de prevención. Prueba de esto es el inmenso esfuerzo que estamos haciendo al incluir la vacuna del neumococo en el desarrollo de los programas de salud pública de este
año, que beneficiarán a 120 mil niños y niñas menores de 5 años. Además, hemos asegurado el acceso gratuito al servicio de 200 mil menores de 5 años y adultos mayores de 65 años de Sisbén 1 y 2. Invitamos a todos los sectores productivos para que, a través de convenios y pactos, se pueda dar una mayor integración pública y privada que nos permita adoptar programas educativos necesarios para la formación de aspirantes a trabajar en la industria, el comercio y las finanzas. El objetivo es acercar la oferta y la demanda para reducir el tiempo de búsqueda de una ocupación. Este momento histórico nos invita a trabajar sin desfallecer y apuntar esta estrategia, con los empresarios, los sectores productivos y los ciudadanos, hacia la meta de generar 175 mil nuevos empleos. Bogotanos y bogotanas: estamos combatiendo la delincuencia y los fenómenos que originan la inseguridad. La tarea no da un minuto de descanso, y aunque las cifras son buenas, resultan insuficientes y lo sabemos. Para vivir sin miedo estamos invirtiendo $1,2 billones en infraestructura y tecnología de punta en comunicaciones y logística que nos permita perseguir y capturar a los delincuentes. Con 16 nuevos CAI, una megaestación de Policía, cinco Casas de Justicia, un nuevo Comando General para la Policía Metropolitana de Bogotá, patrullas y motos vamos a mejorar la seguridad. Que no quepa duda alguna. Es con esta premisa del optimismo, del sí se puede, del trabajo en equipo y de la concertación que mi gobierno se ha empeñado en adelantar un programa pensando en el bienestar de la gente, un plan de acción que permita brindarle a los bogotanos y bogotanas un presente tranquilo y un mejor futuro. Bogotá será reconocida como la capital de los derechos; una ciudad para vivir mejor.
* Alcalde Mayor de Bogota.
/Gabriel Aponte
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Bogotá cuenta con el potencial para ser una de las ciudades Latinoméricanas líderes en el turismo de negocios.
/Gabriel Aponte
Ciudad de ferias internacionales Fortalecer y consolidar a Bogotá como una de las metrópolis más competitivas de Latinoamérica en el turismo de negocios debe ser una de las prioridades de nuestra capital. ANDRÉS LÓPEZ VALDERRAMA*
Bogotá es reconocida hoy como la primera de las capitales andinas para hacer negocios y la octava en América Latina. Cuenta con el 31% del total de las empresas del país y es el centro de negocios donde más de 600 multinacionales hacen presencia. Además, la capital posee, según el Instituto Distrital de Turismo (IDT) más de 329 establecimientos de alojamiento turístico, 1.208 agencias de viajes, 70 arrendadores de vehículos para turismo nacional e internacional, 409 guías profesionales de turismo, 165 establecimientos de gastronomía, bares y negocios similares de interés turístico, 53 operadores receptivos, 48 compañías aéreas, 73 centros y auditorios, 90 galerías de arte, 70 museos y colecciones y 45 teatros. A este panorama se suma la existencia aproximada de 11 mil habitaciones y 16 mil camas, cifras que se incrementarán en los próximos cinco años con la entrada en operación de 2.500 habitaciones, mediante la inversión de varias cadenas hoteleras. En materia de conectividad aérea, Bogotá es la mayor terminal aérea de conexión para viajes na-
cionales e internacionales en Colombia, ocupa el primer lugar en transportes de carga en América Latina y el tercero en movilización de pasajeros. Las anteriores razones hacen ver que Bogotá cuenta con el potencial requerido para ser una de las ciudades latinoamericanas líderes en el turismo de negocios, convenciones y ferias internacionales, y sólo falta un gran acuerdo público y privado que haga del turismo de negocios una prioridad y permita desarrollar los elementos de una política de turismo en este sentido. Con urgencia requerimos que, en un esfuerzo de articulación del sector público y privado, definamos la estrategia de mercadeo de la ciudad (¿cuál es la marca y estrategia de venta de Bogotá en el exterior?), mejoremos las condiciones del recurso humano vinculado al sector fortaleciendo su profesionalismo y bilingüismo, y fortalezcamos la infraestructura requerida para atraer eventos de clase mundial a nuestra ciudad. La Alcaldía Mayor (a través de las Secretarías de Desarrollo Económico y Hábitat, el Instituto Distrital de Turismo y la Empresa de Renovación Urbana), la Cámara de Comercio de Bogotá, la Universidad Nacional, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y Corferias suscribimos un convenio para dar
inicio a un nuevo reto que le significará a la capital un mayor uso de la cadena productiva del turismo de negocios. Se trata de Innobo, un proyecto que busca la conformación de un distrito empresarial de ferias, eventos y convenciones en el nodo en donde se encuentra actualmente ubicado Corferias, entregando a la ciudad una transformación urbana y económica que abarque el ámbito social y desa-
1.208 agencias de viajes están presentes en el país.
rrolle una iniciativa sostenible. El desarrollo de Innobo contempla proyectos como la modernización y ampliación de Corferias, el análisis de un Centro de Convenciones para la ciudad con cerca de 5 mil sillas en su auditorio principal, la promoción de nuevos hoteles y, en fin, la estructuración de un equipamiento que haga atractiva la ciudad frente al turismo de negocios. A nivel mundial se ha demostrado que estrategias de ciudad dirigidas a incrementar su competitividad a través de un eje, como el fortalecimiento de la actividad económica y el turismo de negocios, representan importantes beneficios y mejoran la calidad de vida de los ciudadanos. Fedesarrollo acompaña esta idea cuando determina que el impacto de la actividad ferial de Corferias en Bogotá apoya la generación del 5,5 por ciento del Producto Interno Bruto de la capital y promueve la generación de más de 6 mil empleos en la ciudad. Este impacto podría multiplicarse dentro de una gran alianza, como la propuesta en beneficio del turismo de negocios; por ello invitamos a la ciudad en su totalidad para que reconozca como una prioridad estratégica el liderar el turismo de negocios, convenciones y ferias internacionales en la región. * Gerente General de Corferias.
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Mi Bogotá de ayer y hoy Cines, restaurantes, centros comerciales y una amplia oferta gastronómica hacen parte de la capital turística de Colombia. JEAN-CLAUDE BESSUDO
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escubrí Bogotá en el año de 1960, cuando la ciudad era relativamente pequeña y poco conocida. Eran alrededor de 800.000 habitantes, eso sí con trancones y buses “destartalados”. La gente se vestía de color negro y café. Recuerdo muchas personas en ruana…llovía. Todavía no había discotecas… “La Mamut Rosa” apareció en el año 1965. Los restaurantes eran ultraformales, se iba de corbata. Recuerdo también el salón de té Yanuba. Había muy pocos cines. Se criticaba enormemente la construcción del aeropuerto El Dorado, sobredimensionado, afirmaban los especialistas. Villavicencio pertenecía a los territorios nacionales, e ir a Usaquén era casi ir a Boyacá.
/Fotos: Instituto Distrital de Turismo
Hoy en día... Bogotá es una ciudad que posee atractivas plazas, avenidas y más de 4.500 parques que le dan un tono de permanente verde; un sistema de transporte masivo, TransMilenio, modelo en América La-
tina; centros comerciales, gastro- altura en los Cerros Orientales; el nomía exquisita, alojamientos y Centro Histórico de Bogotá, declauna sorprendente vida cultural. rado Monumento Nacional desde Existen 58 museos, entre los que 1963; adicionalmente, la rumba en sobresalen el Museo del Oro, que Bogotá tiene ya un arquetipo turísposee la colección más importante tico... el inimitable Andrés Carne del mundo en su género, el Museo de Res. de Arte del Banco de la República, Los aviones ya no caben en el aedonde se encuentra la custodia ‘La ropuerto. Hay interminables sobreLechuga’, mandada a hacer por la vuelos por congestión aérea y la disCompañía de Jesús al orfebre José cusión hoy gira en torno a lo pequede Galaz en el año 1700, y el Museo ño y lo poco funcional que es; Usade Ciencia y Tecnología, Maloka, quén es un barrio de Bogotá y Villaentre otros, además de parques de vicencio es un sitio más de diverdiversión en todos los puntos cardi- sión para los bogotanos en las cernales de la capital. canías de la ciudad. La Bogotá actual Visitar Bogotá ofrece modernos en cualquier época centros y sectores del año es un plaBogotá comerciales, grancer, pero lo es aún posee des almacenes esmás cuando se tiepecializados en atractivas plazas, ne la oportunidad productos naciode disfrutar de alnales e importa- avenidas y más gunos de sus masidos, hipermerca- de 4.500 parques vos e internaciodos y tiendas de dinales eventos coversa naturaleza mo el festival de ideales para las Rock al Parque, el compras, los teatros son cómo- Festival Iberoamericano de Teados, los amigos de la buena mesa tro o la Feria Internacional del Lipueden encontrar ofertas espe- bro, aunque considero que la mecializadas de gastronomía como jor época para disfrutarla es Sela Zona C en el barrio La Candela- mana Santa, con o sin Festival de ria, la Zona T en el sector de la ca- Teatro, y del 26 de diciembre al 15 lle 82 con carrera 13, la Zona G y la de enero, porque está vacía. Zona M en el barrio La Macarena; Bogotá está viviendo un moademás de sectores como Usa- mento particularmente afortuquén y el Parque de la 93. nado para el turismo. Coinciden Cuenta con íconos como Mon- un Presidente de la República y serrate, encargado de custodiar la un Alcalde para quienes el turisciudad desde sus 3.152 metros de mo es una prioridad.
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La ciudad está servida HARRY SASSÓN
El fenómeno culinario que ha experimentado Bogotá se puede resumir en tres hechos concretos. El primero es que hasta hace tan sólo 10 años el sushi estaba reservado para comensales adinerados que pagaban fortunas por este bocado, mientras que hoy es posible conseguirlo en supermercados, junto a los tamales y las arepas. Esta popularización de las comidas antes consideradas como “lujosas” habla de la madurez de la ciudad en materia gastronómica. El segundo hecho es el astronómico crecimiento y la sofisti-
cación que se ha experimentado en el consumo de vino, lo cual, por extensión, se aplica también al gasto en restaurantes. Hace cuatro años el consumo per cápita de vino en Colombia no sobrepasaba los 0,5 litros anuales, mientras que en Argentina estaba en 36 litros. Hoy, se ha elevado en el país a 1,6 litros al año, lo cual significa una tasa de crecimiento del 34% anual. Y no sólo en cantidad, sino también en calidad: hoy los comensales bogotanos hablan con propiedad sobre cepas (más allá del Cabernet Souvignon, lo cual es un verdadero milagro de la evolución), sobre las temperaturas adecuadas para el servicio de los vinos, oxigenación y terruños. Un tema de conversación frecuente es el vino, y cada comensal ha empezado a formarse su propio criterio.
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Bogotá se podría codear sin timidez con otras capitales del continente reconocidas por su calidad culinaria, como Buenos Aires.
Lejos de las insípidas cifras, lo que realmente significa esto es que los consumidores colombianos, especialmente en Bogotá que es el principal mercado del país, han comenzado a despertar hacia el vino y la buena mesa, y esto también se hace patente en la abundancia actual de restaurantes de alto nivel en la ciudad. Así llegamos al tercer hecho. Hoy, Bogotá se podría codear sin timidez con otras capitales del continente reconocidas por su calidad culinaria, como Buenos Aires y Lima. Con un enorme inventario de restaurantes de excelente calidad y una generación de chefs educados y creativos, la ciudad ofrece una oferta variada y muy consistente, con diferentes estilos y propuestas. De hecho, han surgido algunos enclaves culinarios que están modifi-
cando de manera positiva sus entornos, como la Zona T, la Zona G, Usaquén y La Macarena. Como en las grandes capitales del mundo, en estos cinturones culinarios se pueden encontrar decenas de excelentes restaurantes, uno vecino del otro. No sé si la modernización de Bogotá sea real en cuanto a sus sistemas de transporte, las telecomunicaciones o el sector educativo. No me queda sazonar discusiones sobre su arquitectura o su oferta cultural. No sabría decir si en Bogotá existe un adecuado nivel de vida. Nada de eso cabe en mi sartén. Lo que sí puedo asegurar con firmeza es que hoy, al menos a manteles, la ciudad no es la misma que hace diez años: ha crecido, se ha modernizado, ha aprendido y se ha sofisticado a un ritmo que nadie imaginó.
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son las bibliotecas con las que cuentan los bogotanos. Las hay locales, de barrio y mayores.
Salud de primer nivel ROBERTO ESGUERRA GUTIÉRREZ*
Las amplia red de bibliotecas públicas hacen parte de la Bogotá que crece en educación y en conocimientos. /Archivo El Espectador
Desconcierto ante la independencia FERNANDO HINESTROZA*
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e me ha encomendado la grata misión de exaltar las ventajas de estudiar en Bogotá. Debo aclarar que mi intención no se encaminará a convencer al lector con argumentos endebles, mucho menos crear ideas gaseosas, que al momento de ser llevadas a la práctica, se esfumen con el viento capitalino que tiene la fuerza suficiente para ahuyentar los sueños efímeros de quienes llegan pensando que las oportunidades se generan por sí solas. Bogotá es un reto constante; es ahí donde se encuentra la hermosura de esta ciudad. Quisiera generar un diálogo con el estudiante que se acerque a estas páginas, al mejor estilo de una conversación de café, al ritmo de un expreso, donde los diferentes temas del día revuelan al servicio de quien esté dispuesto a discutirlos. Me apoyaré, entonces, a manera de interlocutor, en las inquietudes con que muchos jóvenes llegan a nuestra Casa de Estudios, pensando que las dificultades inmediatas pueden devorarlos, cuando en realidad será su falta de determinación la que los desvíe de sus metas. Opciones de estudio. Un simple sí se queda corto. Las universidades se distribuyen en diferentes puntos de la ciudad, cada una con su particularidad, énfasis, puntos fuertes y oportunidades de mejora que el estudiante debe identificar antes de realizar una elección final. Para ello puede recurrir a los canales de información disponibles, que en esta época son cada vez más completos y eficaces, siempre buscando la calidad que caracteriza a las instituciones de la capital. Por lo tanto
tendrá muchos referentes para argumentar su decisión, entre familiares, amigos, gustos y experiencia propia, optará seguramente por una institución que cumpla con sus expectativas. Distintas instituciones, de corte privado y público, se han preocupado por facilitar el acceso a la educación universitaria; esa ventaja habrá que aprovecharla, tomando la oportunidad que ofrece Bogotá como complejo social nutrido por distintos sectores de la economía, para complementar la formación académica con oferta laboral que logre solventar el cubrimiento de la estadía y demás gastos. Bogotá es gigante, una metrópoli en constante expansión, con una capacidad suficiente para acoger a los nuevos estudiantes de nuestras regiones, de ahí en adelante habrá cabida para ellos luego de finalizar sus estudios, para encontrar un excelente empleo; en otras palabras, las gratificaciones de apostarle al estudio. Surge una inquietud que es de gran interés para los jóvenes, por su curiosidad voraz, y para los padres, por su preocupación extrema: ¿Cómo manejar esta independencia? Pues bien, lograr un equilibrio en este epicentro no es tarea fácil. Son muchas las actividades que pueden ocupar el día, el tiempo pasa a toda velocidad y cuando se llegue por fin a descansar (que en realidad será para responder a la carga académica), el próximo parpadeo se convertirá en el aviso del siguiente día con nuevas anécdotas por construir. El éxito en el manejo de esta cotidianidad vertiginosa se fundamenta en la reinterpretación de los elementos que componen al estudiante: en el pasado, los valores y principios aprendidos en casa; en el presente, la forma como proyecta su individualidad en el ambiente que lo rodea; y en el futuro, la determinación que tenga por alcanzar sus aspiraciones, anhelos y sueños. La libertad que representa este cambio es una prueba de confianza para
los padres, gran parte de su labor se reflejará en los próximos profesionales que saldrán al mercado laboral, orgullosos por el deber cumplido. El fuerte componente intercultural de Bogotá, con diversos retazos y efigies del mundo, será un puente directo para romper los paradigmas convencionales del estudiante definiendo su identidad y proyecto de vida. La ciudad cuenta con una gran variedad de programas deportivos y culturales que se complementan con la excelente formación académica que recibirá, para iniciar esta etapa de su recorrido vital. Estará entonces en el momento ideal para construir y profundizar en su expresión más autónoma, auténtica, y así podrá convertirse en un profesional austero e íntegro. * Rector Universidad Externado.
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La ciudad cuenta con una gran variedad de programas culturales que se complementan con la formación académica.
La medicina colombiana goza de una merecida reputación en la región, por su sólida tradición de seriedad, liderazgo científico y trayectoria académica y de investigación. Desde finales del siglo XIX, Bogotá se constituyó en el polo de desarrollo de la medicina colombiana, gracias a sus excelentes centros académicos, encabezados por el hospital San Juan de Dios y la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. A comienzos del siglo pasado, el surgimiento de reconocidas clínicas privadas, encabezadas por la Clínica Marly marcó un primer gran paso. Luego, a mediados de siglo, la inauguración del Hospital Militar Central constituyó un hito, por su estructura física, dotación y tecnología, más avanzada a la disponible para la época. Por esos mismos días nacen instituciones como el Hospital Universitario de San Ignacio y se consolidan el Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos y el Instituto Nacional de Cancerología. Bogotá era, hasta entonces, reconocida en el país como centro de referencia; pero en los años sesenta comienza a ganar prestigio internacional por la Clínica Barraquer, reconocida internacionalmente como uno de los mejores centros para el tratamiento de las enfermedades de los ojos, y la clínica Shaio en el área cardiovascular. Pero sin duda, el impulso que logra el desarrollo más importante y sostenido de las instituciones de salud lo generó la inauguración del Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá, en 1983. La llegada de una institución creada con criterios modernos, comprometida con la excelencia y dotada con la tecnología de punta, que a la vez logró convocar a los más destacados profesionales en todas las especialidades. Colombia cuenta con un programa de garantía de calidad en salud, y con la acreditación voluntaria en salud, mediante la cual las instituciones que logran este reconocimiento han demostrado que han alcanzado niveles de calidad superiores comparables a nivel internacional. La ciudad cuenta actualmente con cinco de las quince entidades acreditadas en Colombia: el Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá, el Hospital Pablo VI de Bosa, la Clínica de Occidente, El Policlínico del Olaya y el Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta. * Director Fundación Santa Fe de Bogotá
Salud positiva en la capital Las cifras son claras y generosas cuando se trata de salud pública en la ciudad: durante el primer año del Plan de Desarrollo ‘Bogotá Positiva: para vivir mejor’ ingresaron un poco más de 229 mil personas del nivel 1 y 2 del Sisbén al régimen subsidiado en salud; de ahí que esta entrega de subsidios permitiera el acceso a las nueve EPS del régimen subsidiado que operan en Bogotá y prestan sus servicios a la población de mayor pobreza y vulnerabilidad. Sin embargo, una de las principales apuestas es el programa “Gratuidad en Salud”, con el que se busca que niños y niñas menores de cinco años, adultos mayores de 65 y personas en condición de discapacidad severa tengan acceso al servicio de salud de forma gratuita. De octubre a diciembre de 2008 se realizaron 85.302 atenciones de gratuidad a través de este programa. Esto ha permitido que actualmente se alcance una cobertura promedio del 96.7 por ciento de los niños y niñas menores de 5 años que cuentan con todas las vacunas del plan regular de salud, en contraste con las estadísticas de hace 10 años, cuando en la capital del país no se conseguían coberturas útiles en estos biológicos que permiten evitar enfermedades como polio, sarampión, rubéola y paperas.
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mil ciudadanos pagan impuestos voluntariamente y eso sigue mostrando cultura tributaria a pesar de la crisis .
/Gabriel Aponte
Colombia sigue estrenando capital
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n boca de quien fuera dos veces Alcalde de Bogotá y, por tanto, un gran conocedor de los avances en la ciudad, Antanas Mockus describe cómo hoy la capital del país mira con orgullo al resto del mundo. ¿Qué características y cambios permiten afirmar que Bogotá se ha transformado? La ciudad cambió fuertemente en su sistema de movilidad, el respeto al espacio público, al peatón, la cultura tributaria, el consumo de agua, se redujo el número de homicidios, se optimizó sustantivamente la atención al ciudadano, la solidaridad entre ciudadanos aumentó y la disposición a cumplir normas mejoró. También es importante mencionar el programa “Bogotá cómo vamos”, una iniciativa de control social por parte de los medios de comunicación, Organizaciones No Gubernamentales y la sociedad civil organizada. ¿Qué hace falta en la ciudad para conseguir el equilibrio que da la transformación en el pensamiento de la gente con los cambios en la infraestructura? En Bogotá se transformó el marco jurídi-
co en la Constituyente del 91; después se hicieron leyes de planeación que fueron interpretadas con enorme juicio y el comportamiento de los ciudadanos mejoró. Al vender la mitad de la Empresa de Energía se logró un equivalente de más de un año en recaudo tributario. Además, se mejoraron sistemáticamente durante varios gobiernos los ingresos provenientes del pago de impuestos. ¿Qué diferencia hay entre la Bogotá de 1995 con la de ahora? Creo que la gente se respeta más entre sí y respeta más la ley. ¿Cree que en la capital ya hay una verdadera cultura ciudadana? La gente me expresa con frecuencia que el futuro ciudadano hay que protegerlo y mejorarlo. Hay signos de retorno de agresividad, no a los niveles que teníamos antes. Hay que reconocer que cerca de 40 mil ciudadanos pagan impuestos voluntariamente y eso sigue mostrando cultura tributaria, a pesar de la crisis que hubo durante el gobierno de Garzón con lo de Catastro. El servicio a los ciudadanos en los CADES y Super CADES ha seguido mejorando: eso es un logro enorme. Bogotá ha conservado sus avances.
¿Cuál debe seguir siendo el compromiso de los ciudadanos para conseguir una Bogotá con más transformaciones? La ciudadanía debe exigir más y debe ser implacable con el regreso del orden legal. Nosotros ya no somos, menos después de la Constitución del 91, una sociedad de favores; somos una sociedad de derechos en la que si alguien tiene salud y educación no es porque le hagan un favor, sino porque usted tiene un ordenamiento político que le garantiza un derecho. ¿Ha seguido el mejoramiento del comportamiento de los ciudadanos en la calle? Creo que en el tema de movilidad hay un fuerte estancamiento; el cumplimiento de normas debería ser mayor. En lo tributario hemos seguido mejorando. ¿Cómo se ve Bogotá hoy dentro del contexto mundial y latinoamericano? Es un ejemplo en la aplicación del enfoque de cultura y seguridad ciudadana, es modelo de gestión en servicios públicos, también es modelo en servicio al ciudadano y en materia de movilidad: TransMilenio ha marcado la ruta para muchos sistemas de transporte en diferentes ciudades del mundo. El ‘Día sin Carro’ y la promo-
ción del uso de la bicicleta son ejemplos dignos de admirar. ¿Cuáles son los cambios más destacados con respecto a las transformaciones en infraestructura? Hay una ciudad que tiene un Plan de Ordenamiento Territorial, ha aprendido a respetar el espacio; aunque no hemos alcanzado el objetivo completo de ‘espacio público, espacio sagrado’, se respeta al peatón y ya no se construyen o reparan vías sin arreglar los andenes.
Ex alcalde Antanas Mockus.
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Retrato de la movilidad FERNANDO REY
Bogotá experimentó con el tranvía un “sistema de ferrocarriles urbanos idénticos a los usados en la ciudad de New York”, y cuando en 1925 se expidieron diversas normas de tráfico, se produjeron reacciones de rechazo, como hoy. Entonces la prensa comentó: “La reglamentación del tráfico ha constituido en la historia del Municipio de Bogotá el más hondo de los problemas porque los bogotanos son, antes que todo, los partidarios más formidables del desorden… el bogotano no ha nacido para dejarse reglamentar”. En 1947, Fernando Mazuera
propuso la construcción de un Metro a lo largo de la Av. Caracas y en 1956 el alcalde Andrés Rodríguez pidió autorización para construir “un ferrocarril subterráneo que descongestione las zonas más densas de tráfico y acabe con los viajes largos”. En el gobierno de Rojas Pinilla las dificultades políticas no favorecieron el escenario para instalar un monorriel ofrecido por un consorcio germano-japonés. El crecimiento desordenado de la ciudad después de 1948 y la calidad de los suelos han contribuido al caos de la movilidad. A pesar de los planes de desarrollo vial, el atraso de la red supera los 25 años; hay deficiente número de carriles y algunas calles se interrumpen abruptamente. La tendencia del incremento vehicular indica que en 20 años tendremos 1,35 millones de carros par-
ticulares y la malla vial no crecerá más del 0,6 por ciento por año. Medidas transitorias como el Pico y Placa no deben ser políticas de gobierno; la privatización de vías como la ALO, el Tren de Cercanías, el Metro y la extensión de TransMilenio en ejes que
lo justifiquen son las metas lógicas. Mientras tanto, se debe acabar con la sobre oferta de rutas y buses e implantar el sistema integrado de transporte. Una muestra fehaciente de decisión y mando será la anunciada consolidación urbana y de trans-
porte de la Carrera 7ª, escenario de nuestra historia donde el Gobierno de la ciudad se debe imponer como autoridad sobre el consabido afán de algunos transportadores de mantenerla como propia. * Experto en movilidad.
Movilidad la hacemos todos Materializar el derecho a la movilidad de los ciudadanos en Bogotá es uno de los grandes retos, según lo señala la Secretaría de Movilidad; garantizarlo significa la posibilidad de brindar mayor calidad de vida, bienestar y libertad. Según la Administración Distrital, el conjunto de medidas transitorias adoptadas recientemente están ayudando a mitigar la alta congestión vial y los problemas derivados del gran número de obras de infraestructura que se están desarrollando; sin embargo, la visión de futuro que se está desarrollando, impulsa a construir paralelamente soluciones estructurales, las cuales están representadas en 4 grandes proyectos: el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que es el mejoramiento del trans-
porte colectivo y su integración con TransMilenio, el Metro, un Sistema Inteligente de Tráfico que permita la aplicación de alta tecnología a la administración diaria del flujo vehicular, y autopistas urbanas por concesión. Los cambios son lentos, pero significarán una transformación en la historia del trasporte en la ciudad. Se necesita, ante todo, paciencia, comprensión y compromiso ciudadano. Para ello, a través de la Ola Naranja, la Alcaldía Mayor buscará incentivar comportamientos positivos entorno a la movilidad de la ciudad: respetar los paraderos, cruzar por los puentes peatonales, no parquear en lugares prohibidos, actitudes que ayudarán a que la ciudad se mueva mejor.
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grupos de investigación activos y registrados ante Colciencias trabajan en ciencia y tecnología agropecuaria.
La ciudad y la generación de conocimiento La capital más adelantada en ciencia e interacción académica de todas las áreas.
La ciencia viene aportando cada vez más a las ciudad, una prueba de ello es Maloka. /Archivo
JUAN F. MIRANDA*
L
a capital ha liderado la producción nacional de conocimiento. Su amplia estructura industrial y su oferta en educación superior han creado un ambiente propicio para la estructuración de comunidades académicas y para la interacción entre universidades, empresas, estado y sociedad civil. Cerca del 40 por ciento (entre 2001 y 2005) de los grupos de investigación reconocidos del país fueron aportados por la ciudad. Esta contribución es muy similar respecto al total nacional en Centros de Investigación (44.1 por ciento entre 2000 y 2003) y número de investigadores (36.7 por ciento en 2007). El año pasado la ciudad desarrolló 126 proyectos de investigación por una suma de 22.242 millones de pesos aportados por Colciencias (recursos de la Nación y propios). La contrapartida dada por las universidades, las empresas y los centros de desarrollo tecnológico fue igualmente importante: cerca de 27.528 millones de pesos. Uno de los aportes más importantes de Bogotá al país es la formación de recurso humano. Actualmente, la capital cuenta con 43 programas de doctorado, soportados en 8 universidades. Por su parte, Colciencias apoyó en 2008 la formación de 84 investigadores de Bogotá para que adelantaran estudios de doctorado en universidades del exterior. La capital cuenta con 143 revistas científicas indexadas, de las cuales 38 corresponden
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Cerca del 40% (entre 2001 y 2005) de los grupos de investigación reconocidos del país fueron aportados por la ciudad.
a las categorías más altas de registro por su calidad académica. Por otra parte, la Comisión Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación (CODICITI), ha liderado la presentación ante el Consejo de la capital de un proyecto para la estructuración de un Fondo Distrital especial para el desarrollo de actividades de ciencia, tecnología e innovación. La CODICITI está conformada por distintas instituciones articuladas a la cadena de producción y uso del conocimiento: empresas, universidades, entidades gubernamentales, centros de desarrollo tecnológico y centros de apropiación y divulgación de la ciencia. La sinergia de estas instituciones ha generado políticas distritales como el Plan Estratégico Distrital de Ciencia, Tecnologia e Innovación (CTI), y la Política Distrital de CTI. Estas políticas pretenden el fortalecimiento de la integración entre actores, instituciones y grupos sociales generadores de conocimiento y el sistema productivo, el desarrollo de lazos de cooperación entre Estado, universidad y empresa, mejorar los programas de investigación y desarrollo en las empresas, así como aumentar la vinculación de investigadores de alto nivel con el sector productivo. Entre los instrumentos desarrollados por Colciencias en coordinación con las entidades del Gobierno de la Ciudad, vale la pena destacar los Programas Distritales de Fomento a la Innovación y a la Creación de Empresas de base tecnológica, el Convenio con la Secretaría de Desarrollo Económico y el Convenio Especial de Cooperación 165 de 2007 suscrito entre la Cámara de Comercio de Bogotá y Colciencias. Este último programa busca fortalecer las condiciones productivas y competitivas de los empresarios de Bogotá y aquellos ubicados en los municipios de Cundinamarca integrantes de la jurisdicción de la Cámara de Comercio de Bogotá, mediante el apoyo y cofinanciación de proyectos de Investigación + Desarrollo + Innovación que contribuyan al fortalecimiento de la competitividad de los productos, procesos, comercialización y organización de las entidades ejecutoras y beneficiarias, en el mercado nacional e internacional; instrumentos que permiten que la ciudad actúe cada vez más como región, creando mecanismos para liderar procesos de integración nacional. La constitución de una ciudad-región del conocimiento es clave para el desarrollo social y económico, y para la sostenibilidad de la ciudad misma.
* Director de Colciencias.
15 deBogotá // 47 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ EL ESPECTADOR / DOMINGO 29 DE M A R ZO DE 2009
Hoy, dice Zuleta, los cachacos nos divertimos con Surtiaves de la 22, en Crepes and Waffles y, cuando nos queremos dar un gustico, vamos a Criterión o a Harry’s bar.
Los buenos viejos tiempos… FELIPE ZULETA*
C
ómo han cambiado las cosas, mijiiito, diría un bogotano tradicional, también conocido como cachaco. Aun cuando de estos son pocos los que quedan y no todos ellos bogotanos raizales, como por ejemplo Alberto Casas Santamaría, lo cierto es que no hay nadie mejor vestido y hablado que un verdadero cachaco; sí, los que hablan abriendo difícilmente la boca y seseando las palabras, arrastrando las erressss. ¡Qué horrorrr! Cómo se ha dañado todo, diría un bogotano de verdad. Pero por supuesto que no puedo referirme a los cachacos de los años 40 y 50’s, pues de eso ya se han ocupado literatos de verdad. Debo limitarme, más por igno-
rancia que por virtud, a lo que me consta: recuerdo los tiempos aquellos en los que a uno lo llevaban al Cream Helado de la 32 con Caracas a comer pollo en canasta o chili con carne, o cuando siguiendo el ritual de los sábados empujábamos con tinto la mejor banana Split en el Monte Blanco de la 70 con séptima. También por aquella época, y cuando se trataba de ocasiones especiales, íbamos al Pollo Dorado, en la carrera 16 con calle 90, donde daban el mejor broaster chicken con miel, servido impecablemente con guantes de plástico que le permitían a uno comérselo sin pecar de malos modales. Rematábamos en donde Petronita, la original, que hacía entonces las mejores marquesitas de arequipe y un masato extraordinario, o en el pancake house del centro comercial El Lago. Si de sofisticaciones se trataba, pues nada mejor que los huevos en cocotte del Jockey o las papas soufflé de la Reserve de la calle 39. Pensar que hoy los cachacos nos divertimos con Surtiaves de la 22, en Crepes and Waffles y, cuando nos queremos dar un gustico, vamos a Criterión o a Harry’s bar. Cómo se han sofisticado los restaurantes bogotanos, pues antes lo mejor que había era el restaurante Eduardo Quispe, y para comida rápida Ranch Burger en la 77 abajo de la 15. Hoy en día toca comprar el pan en donde los Rausch Patisserie, pero antes íbamos a donde Julita de Álvarez en Panquiaco y, ocasionalmente, al Pan fino de la 81 con 15. Hoy por hoy mandamos las tarjetas de matrimonio por Servientrega. Antes las entregábamos personalmente o se usaba a Pomponio, un bobo (que de bobo tenía poco) y que, cuando se aburría, se iba para el río San Francisco en el centro, botaba las tarjetas al afluente, y mientras veía como se las llevaba el agua repetía olímpicamente: “Que se jodan estas relaciones”. De verdad se jodieron muchas relaciones entre los Brigard, Urrutia, Umaña, Carrizosa y Sanz de Santamaría. De todo esto es claro que, entre más ha cambiado Bogotá, más sofisticado se ha vuelto en términos de restaurantes, pero se ha lobatizado en otros asuntos como la vestimenta, los modales, la decoración. Antes los cachacos comían levantando los codos y con la servilleta en el canto. Hoy, los bogotanos que no son los cachacos, difícilmente levantan la cara del plato
Los vestidos traídos de Londres eran los más apetecidos por los cachacos. /Archivo
Todavía recuerdo con cierta nostalgia la mesa del fondo en el bar del Jockey Club en donde se sentaban unos viejos regios a criticar y a comer prójimo empujado por unas empanaditas maravillosas y unos “chichitas”, como ellos le decían al Whisky Something Special. Tanto que una vez se sentó con ellos un ministro de defen-
sa paisa a quien invitaron para joderlo y quien para sentirse bien dijo: “Como sabía que me iban a convidar al club, me mandé hacer unos vestidos en Londres”, a lo que uno de los viejos respondió con prontitud al mejor estilo cachaco: “Alaaa chatooo, ¿y cuándo te llegan?. * Columnista.
39 era la calle conocida para comer papas soufflé de La Reserve.