Historia y Economia de Catamarca

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EL AUTOR

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aúl Edgardo Caro es catamarqueño y graduado en Ciencia Política. Desde el año 1982 se desempeña como docente en la cátedra de Doctrinas Sociales y Económicas de la carrera de Contador Público Nacional en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad Nacional de Catamarca. Es profesor Titular Ordinario de la misma y también en la cátedra de Ciencia Política de la Licenciatura en Gestión Pública y profesor de Historia de los Sistemas Políticos de la Licenciatura en Historia de la Facultad de Humanidades de la citada universidad. Se ha desempeñado como Subsecretario de Cultura del Gobierno de Catamarca, como Profesor Titular de las cátedras: Teoría del Estado Contemporáneo y Estructura Socioeconómica, como Consejero Superior y Consejero Pedagógico, Director y Vicedirector del Departamento de Economía y Humanística, Investigador y miembro del Banco de Evaluadores de proyectos de investigación de la UNCa. Conferencista, comentarista político-económico en medios televisivos y radiales, ha realizado diversas publicaciones sobre pensamiento político, económico y cultural, nacional y provincial y ha sido recientemente designado Miembro de Número de la Junta de Estudios HisPágina 2


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PRESENTACIÓN

os complacemos en ofrecer a la N provincia de Catamarca toda, esta tercera edición de la obra de Fe-

derico Schickendantz y Samuel A. Lafone Quevedo denominada Las Industrias de la Provincia de Catamarca, cuyos primeros quinientos ejemplares fueron publicados por el gobierno de la provincia de Catamarca a fines del año 1881. La enorme importancia de esta obra motivó una primera reedición en mayo de 2004 bajo el título de Escritos Económicos y una segunda en octubre de 2006. A solo cuatro años de aquella última edición ya agotada totalmente y atentos a la insospechada demanda que tuvo el millar de ejemplares editados, hemos decidido ponerlos nuevamente al alcance de los investigadores, estudiosos y hombres emprendedores de la provincia que quieran abrevar de estas ideas y propuestas todavía posibles. Esta vez, en cambio, la obra se realiza en fascículos coleccionables a fin de hacerla asequible a los numerosos lectores de nuestro diario. El movilizador entusiasmo puesto en esta empresa por el licenciado Raúl Edgardo Caro quién tomó a su cargo tanto la primera como la segunda y esta tercera edición; su empeño por recuperar para el presente y el futuro provincial estas valiosas obras del pasado, no ha hecho sino, motivar nuestro ánimo por contribuir con la provincia de Catamarca en su derrotero por crecer y desarrollar su economía. Al licenciado Caro, profesor Titular de las cátedras de Doctrinas Sociales y Económicas y Ciencia Política y director del Departamento de Economía y

Humanística de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad Nacional de Catamarca, ex Subsecretario de Cultura de la provincia de Catamarca, Miembro de número de la Junta de Estudios Históricos de Catamarca, conferencista, publicista, investigador y autor de diversos libros, se debe este minucioso trabajo de recuperación de los escritos originales, en donde manteniendo su precaria y añeja ortografía, ha debido inevitablemente modificar su formato y tipografía -salvo los dibujos alegóricos del trabajo escrito en 1881- que ha completado con un extenso estudio preliminar y una breve biografía de los autores, con el fin de familiarizar a los lectores sobre la vida y obra de estos pioneros del desarrollo provincial.

Nos queda entonces, agradecer al licenciado Caro, a la Cátedra de Doctrinas Sociales y Económicas, al Departamento de Economía y Humanística, cuyas titularidades ejerce, y a la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la UNCa a la cual pertenece desde hace 28 años, la inestimable colaboración en este importante trabajo de rescate y la esperanza y satisfacción de poder atender así a una silenciosa demanda de educadores, educandos e investigadores de la economía política provincial, comerciantes, empresarios y políticos de Andalgalá y Catamarca, sobre el pensamiento de estos distinguidos antepasados.

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PRÓLOGO Las dificultades económicas de la provincia de Catamarca y que poco difieren del pasado mediato e inmediato, nos invitan a reflexionar sobre las ideas, observaciones y propuestas de dos intelectuales extranjeros que se afincaron en Catamarca en la segunda mitad del siglo XIX y aportaron su trabajo personal y numerosos estudios e ideas con el ferviente propósito de hacer de nosotros, un pueblo y una provincia próspera, feliz y moderna; nos referimos a Federico Schickendantz y Samuel Alejandro Lafone Quevedo. Durante la permanencia de ellos en nuestra tierra, el desarrollo de la minería, la metalurgia, la industrialización agraria y la prosperidad provincial comenzaron a tomar alguna forma; sin embargo, los objetivos económicos emprendidos por los gobiernos nacionales y la poca eficacia de la política provincial frustraron aquellos propósitos progresistas y modernizadores. Son las ideas sociales y económicas que aportaron esos ilustres antepasados las que consideramos necesario recuperar para el conocimiento de las generaciones presentes y futuras y especialmente de los investigadores de la economía provincial, los agrónomos, los expertos en minería, los empresarios agrícolas, vitivinícolas, ganaderos y mineros; los políticos, los docentes, los estudiantes y los hombres y mujeres de trabajo y buena voluntad que quieran emprender nuevos horizontes económicos inspirándose en las ideas de estos dos ilustres ciudadanos y comprovincianos por adopción. El trabajo de reedición que emprendiéramos en 2004, repetido en 2006 y ahora nuevamente, recupera tres publicaciones seleccionadas por su contenido económico y acaecidas en los años 1881, 1894 y 1896; la primera de autoría conjunta entre Federico Schickendantz y Samuel Alejandro Lafone Quevedo y las restantes sólo de la pluma de Lafone Quevedo. En 1881, dos extranjeros radicados largamente en Andalgalá; el uruguayo Samuel A. Lafone Quevedo y el alemán

Federico Schickendantz, publicaron en el periódico local LA UNIÓN –órgano del Partido Unionista de la familia Navarro- una serie de notas bajo la denominación Las Industrias de Catamarca y La Agricultura en Catamarca, que fueron inmediatamente editadas por el gobierno provincial de entonces con formato de libro y el título general: Las Idustrias de la Provincia de Catamarca, con el objeto de distribuirlos entre las autoridades nacionales, provinciales y legisladores del país. Ese pequeño pero sustancioso librito de 63 páginas, incluía como último artículo el aparecido con fecha 19 de octubre de 1881.

Federico Schickendantz A poco de ocurrido esto, el 5 de noviembre de 1881, el gobierno les ruega elaborar gratuitamente una Memoria Descriptiva De La Provincia Decatamarca para divulgación en la Exposición Continental de Buenos Aires que debía efectuarse a comienzos de 1882, encargo que cumplimentaron presurosamente entregándola el 25 de diciembre de 1881 repitiendo muchas páginas del primer escrito y agregándole otras más, pero que permaneció inédita durante más de un siglo, siendo rescatada del olvido recién en 1999, gracias a la feliz intervención y edición dirigida por el profesor-investigador licenciado Armando Raúl Bazán. Si bien aquella primera publicación

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incluía como último tema una carta del señor Eugenio Gallo transcripta en el mencionado artículo de fecha 19/10/81, Lafone Quevedo escribió poco tiempo después otra nota publicada por el mismo periódico el 16 de noviembre de 1881, en donde hacía referencia al contenido de aquella carta la que consideramos muy importante rescatar y agregar por las ideas que aporta. En el libro de mención y la carta de referencia, los autores nos dan su opinión sobre la potencialidad económica de Catamarca En el libro de mención y la carta de referencia, los autores nos dan su opinión sobre la potencialidad económica de Catamarca y lo que recomendaban hacer a comerciantes, productores locales y al poder político para lograr nuestro desarrollo económico. Se habla allí de la industria minera tanto metalífera como no metalífera, la metalurgia, la industria agraria y pecuaria, irrigación, forestación, comunicaciones, recursos humanos, capitales, desarrollo tecnológico y científico, viticultura, vinificación, olivicultura, sevicicultura y la necesidad de industrializar la provincia instalando plantas para curtir y procesar cuero, fabricar vidrio, cerveza, coñac, aguardiente, quesos, manteca y lácteos, dulces, aceite comestible, lápices, jabones, perfumes, medicamentos, alcaloides, seda natural, tejidos de algodón, productos químicos para curtiembre, cuerdas y cordeles, lacas, tinturas, anilinas, quitamanchas, lozas, ladrillos y crisoles refractarios, goma laca, pólvora y la explotación y procesamiento de cobre, oro, plata, hierro, zinc, plomo, ácido sulfúrico y turba. Durante más de 30 años de residencia en su querida Andalgalá, el Maestro en Artes Lafone Quevedo aportó a sus pobladores, la provincia y al país, su inmenso saber y dedicación, contribuyendo con sus estudios e investigaciones en campos tan diversos como la historia colonial e indígena, lingüística, agricultura, zoología, botánica, economía política, arqueología, etnografía, geografía, folklore e historia religiosa; dedicándose a la explotación y procesamiento del cobre, la producción de vinos y licores, creando ocho escuelas en su tierra de adopción, elaborando los propios libros de estudio de sus alumnos

y desarrollando el gusto por el teatro y la música clásica en los pobladores del Fuerte (Andalgalá). La importancia de Schickendantz no es menor. Residió más de 20 años en Andalgalá; su condición de naturalista y químico metalúrgico le permitió importantes logros en el procesamiento del cobre de la mina propiedad de la familia Lafone para quien trabajaba y hacer un estudio y clasificación pormenorizado de nuestra riqueza minera, detectando yacimientos y proponiéndonos la industrialización de los mismos. Sus propuestas sobre industria minera, agraria y pecuaria, irrigación, forestación, comunicaciones, formación de recursos humanos, educación, sus estudios sobre la flora y gea de Catamarca y la necesidad de industrializar la provincia y cambiar usos y costumbres para modificar nuestra condición de somnolientos y pasivos pastores para así alcanzar la prosperidad económica, son encomiables y muy importantes. Andalgalá les debe gran parte de su pasado esplendor y aunque actualmente dos de sus escuelas conmemoran sus nombres; ellos, que hicieron por Andalgalá mucho más que por sus propias patrias, siguen aún padeciendo cierto silencio y olvido, como dijera hace muchos años el investigador Cornelio Sánchez Oviedo. Esta muy breve semblanza tiene por objeto explicar la importancia de reeditar aquella obra escrita en 1881 y casi inhallable en archivos y bibliotecas, respetando su ordenamiento general, sus acentos, sus puntos, sus comas, en fin, la ortografía original –incluso la indicada por la fe de erratas de la edición original- aunque no así su formato ni su tipografía, salvo la de los títulos de capítulos, sus dibujos alegóricos y la reproducción de la tapa original, aunque en tamaño menor. Agregamos también una carta de Samuel A. Lafone Quevedo de fecha 9 de noviembre de 1881, que no incluía el libro editado por el gobierno de entonces, pero afín y complementaria de la temática central pues, no debe olvidarse que este antiguo libro fue en realidad una recopilación de varios artículos publicados por sus autores en el desaparecido diario LA UNIÓN de entonces.

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Como tercera parte, reeditamos un largo estudio elaborado sólo por Lafone Quevedo en ocho capítulos y publicado el el periódico El Conservador entre agosto y octubre del año 1894 con el título Catamarca Y Sus Industrias. Este trabajo es una verdadera Historia Económica Provincial, en donde estudia las causas de nuestra pobreza en contraste con la mejor situación pasada paradójicamente en la década de la trágica “Noche de los siete años” (1862-1868) y bajo los gobiernos de Octaviano Navarro y Mardoqueo Molina (1873-1879); prosperidad asentada en una vida de trabajo sin ostentación ni lujos y presupuestos provinciales exiguos; la prosperidad de Tucumán, y el error de atribuir nuestro atraso sólo a la política.

llo nacional degeneró en la creencia de que todo debía esperarse del gobierno central, y la necesidad de conciliar los intereses estratégicos de la seguridad nacional con los comerciales, para hacer de Catamarca un gran centro industrial. Por último y como cuarta parte, incorporamos un breve artículo denominado El Porvenir De Catamarca. El Trabajo Y El Ahorro, escrito por Lafone Quevedo y publicado en el número 183 del periódico local El Ambato el viernes 21 de febrero de 1896. Aquí el autor nos propone volver a la prosperidad de la época de los Incas y españoles en base al ahorro y el trabajo, apelando a la colaboración de inmigrantes extranjeros y litoraleños y luego de conseguidos el agua y caminos necesarios. Insiste en la posibilidad de lograr la prosperidad sin pedir préstamos al extranjero que siempre endeudan irremediablemente, sugiriéndonos renunciar al desarrollo rápido pero frágil y efímero, y optando por el lento pero duradero, basado en el trabajo y el ahorro. Schickendantz y Lafone Quevedo constituyen dos de nuestros más destacados pensadores económicos, amén de su también caudalosa contribución en otras disciplinas científicas, y sus ideas, observaciones y propuestas en materia económica rescatadas aquí, son de importancia invalorable para conocr nuestro pasado y reflexionar a cerca del tiempo que demora aún nuestro desarrollo y prosperidad.

Samuel A. Lafone Quevedo Se trata también, de una acabada pintura costumbrista de la vida cotidiana en la década de 1860 tanto en Buenos Aires como en Catamarca; la íntima relación comercial que existía entre las provincias que conformaban la antigua y colonial Gobernación del Tucumán, nuestro papel central en el tráfico comercial de esa región, y la hecatombe económica que significó la llegada equivocada del ferrocarril a la zona no productiva de la provincia. También se anima a explicarnos por qué el paternalismo político que adoptamos por requerimientos del desarro-

Queda ahora, una interpretación de la contribución de los autores al progreso provincial y la ideología y propósitos que enmarcaban sus ideas, observaciones y propuestas. Para ello hemos elaborado el estudio preliminar que sigue. San Fernando del Valle de Catamarca, octubre de 2010

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RAÚL EDGARDO CARO


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ESTUDIO PRELIMINAR CATAMARCA AL COMENZAR LA DÉCADA DE1880 La Ciudad Capital

En la Memoria Descriptiva, Manuel Molas -Oficial Mayor del Ministerio de Gobierno- sostiene que la ciudad de San Fernando de Catamarca era la más pintoresca de la República y la que mayor adelanto había tenido en los últimos diez años. En la Casa de Gobierno -con su interior aún inconcluso- funcionaban todas las oficinas del Poder Ejecutivo, la Legislatura, los Tribunales de Justicia, la Policía y la Imprenta del Estado. El edificio municipal, grande y cómodo, era ocupado por el Club Casino; la Escuela Normal de Niñas en calle San Martín esquina Salta, lucía importante; el Colegio Nacional se aprestaba a ser reconstruido y los cimientos del gran Seminario religioso de la actual calle San Martín al 900 habían comenzado a levantarse con donaciones de particulares. La Plaza principal tenía todavía árboles jóvenes y bajos, y el mismo nivel de las calles; un obelisco de base piramidal cuadrada y ocho escalinatas -más conocido como La Pirámide- estaba emplazado en el centro; las cuatro esquinas conta-

ban con vistosas portadas constituidas por elegantes pilastras que remataban en faroles; un kiosco o retrete en forma de calesita donde una banda interpretaba música tres veces por semana mediaba entre La Pirámide y la Catedral; y una pila bautismal y dos fuentes completaban el embellecimiento de la plaza. La iglesia de San Francisco, en calle Esquiú, aún no existía, al igual que el Cementerio Municipal, pues se usaba el vetusto Cementerio de Choya. La antigua casa de la familia Galíndez -hoy Palacio de Justiciacon una habitación en la terraza que hoy ya no existe, lucía espléndida. Desde el año 1880 se realizaban las colectas para edificar un nuevo hospital en la actual calle República al 1.100, al que la prensa denominaba en un principio “Hospital de San Juan de Dios” -anunciada como la obra más importante del interior del país- y que inicia su construcción el 25 de mayo de 1881. Tres meses después, este edificio de 40 metros de largo y 7,50 de alto, tenía sus muros terminados al igual que los jardines que ya podían usarse y llegaban de Buenos Aires las estatuas compradas por el gobierno para adornar su frente. El doctor Joaquín Quiroga había donado $b 2.000 (pesos bolivianos) de sus sueldos nacionales atrasados en su calidad de Juez Seccional e Interventor de La Rioja y $b 500 en muebles finos, pero también había colaboraciones de menor monto, como las del Obispo de Córdoba,

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Fray Mamerto Esquiú ($b 62), los Diputados Pedro I. Acuña, Juan B. Ocampo, Julio P. Acuña, el Senador Marcos A. Figueroa y la Comisión de Teatro de la Compañia Dramática de Aficionados ($b 50 cada uno). Las veredas de laja recientemente construidas, obligaban rehacer algunas calles empedradas del centro debido a que habían quedado desniveladas respecto de las nuevas veredas, y desde diciembre de ese año, algunas manzanas de la Capital disponían ya de agua corriente. Aún las vías del tranvía tracción a sangre -asentadas en calles de piedra y tierra- no circulaban por calle Rivadavia ni doblaban por República hacia Las Chacras; la iglesia Catedral lucía muy nueva dado que su construcción había finalizado en 1875 y muchas quintas arboladas rodeaban la Plaza a escasas dos o tres cuadras del centro. El Paseo General Navarro no tenía aún esa denominación; consistía en un gran lago o estanque de 90 metros cuadrados y en donde la gente paseaba en botes, pero su verdadera función era la de surtir de agua filtrada a toda la ciudad. En el centro del lago, un kiosco servía para que la Banda de Música interpretara melodías y toda la manzana estaba rodeada de álamos recién plantados que con el tiempo sirvieron para dar el nombre de La Alameda al lugar. El único club social existente era el Club Casino, que poseía una biblioteca de más de 2.000 volúmenes. En la ciudad circulaban tres medios gráficos: el Boletín Oficial y los periódicos La Unión y el órgano católico El Creyente. Los dos primeros eran editados en la Imprenta del Estado y el tercero, en la Imprenta La Opinión. La ciudad contaba con tres boticas (farmacias), dos

Vista de la Plaza principal

hoteles, una confitería y veintitrés carruajes (taxis). Una mensajería (coche tirado por caballos para transporte de varios pasajeros) comunicaba dos veces por semana a la Capital con la Estación San Pedro de la línea de Ferrocarril CórdobaTucumán, y un correo a caballo viajaba una vez por semana al Litoral y a los departamentos del oeste, El Alto y Ancasti. La prensa local de setiembre 1880 reproducía los avisos comerciales del Martillero Público y Comisionista don Benjamín Amanieu, la Sastrería Francesa de Bautista Sécail, la Botica de don Ramón Cisternas en la esquina sudoeste de la plaza principal y el Estudio de Abogacía del doctor José M. Figueroa; pero también informaba que el señor D.G.Neander -profesor del Colegio Nacional- que falsificaba firmas para cobrar los sueldos de sus colegas, había sido detenido por la policía. En octubre, un artículo de la prensa navarrista comentaba que era notoria la miseria que aquejaba a la clase menesterosa y grandes los esfuerzos de la clase alta por paliar la situación.

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La Empleomanía El periódico La Unión reflejaba el problema del empleo estatal desde agosto de 1880 en un artículo que criticaba este modo creciente de crear trabajo. Toma formas aterradoras la tendencia que se desenvuelve en nuestra generación a vivir de los empleos públicos, subordinando toda la existencia al mísero sueldo que se gana en las oficinas de la administración. En otras épocas, el empleo era un medio de vida de limitado número de personas y un estado transitorio de los estudiantes pobres, que de esa manera satisfacían sus necesidades mas premiosas sin interrumpir sus estudios. ........................................... Ni aún los hombres de fortuna están exentos del contagio y mas de uno que disfruta de rentas pingües y es dueño de dos docenas de casas aspira a empleos que no necesita y se apresura a buscarlos para sus hijos apenas llegan a la pubertad. Los graves perjuicios que estos malos hábitos ocasionan al individuo, a la familia y al país, son mas visibles cada día y hasta los miopes se aperciben que la tendencia burocrática ahoga la iniciativa individual, que lanzada en cierta dirección, podía transformar en pocos años las condiciones económicas y modificar con ventaja las ideas y costumbres prevalentes en nuestra sociedad, amenazada de prematura decrepitud. El vigor, el entusiasmo, la audacia, Página 9

la fuerza y el empuje irresistible de la juventud, se pierden estérilmente en la ociosidad y en los placeres, cuando no se extravía en alguna bacanal política. ........................................... En vano buscaríamos entre nosotros el representante del pioneer americano, o siquiera del industrial francés que aprende en los talleres o en la granja de su padre la manera de ganar honradamente la vida, sin llegar a sospechar que hay hombres que no tienen otro oficio, ni otra profesión, ni otra esperanza que la de ser empleados. Nuestra campaña tan vasta y tan prolífica, no tienta a la juventud sin fortuna que pudiera encontrar en ella trabajo, salud, dinero y tranquilidad para la vejez. El comercio y la industria pertenecen exclusivamente al extranjero y gracias a su actividad afanosa no hemos caído en el marasmo en que cayó la madre patria cuando expulsó de su suelo a los arabes, abejas humanas que trabajaban la dulce miel de su colmena.

Obelisco de la Plaza


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Administración del Estado Provincial Poder Legislativo Manuel Molas nos da información sobre la Administración del Estado Provincial. Teníamos un Poder Legislativo pequeño compuesto de una sola Cámara de 20 diputados que no representaban al pueblo sino a las Secciones Electorales y su número no estaba en proporción a los habitantes. Capital: 4 Valle Viejo: 1 Piedra Blanca, Ambato y Paclín: 2 El Alto y Santa Rosa: 2 Ancasti y La Paz: 2 Santa María: 2 Andalgalá y Pomán: 2 Belén: 2 Tinogasta: 2 Capayan: 1 Estos legisladores eran renovados cada dos años en elección directa y cobraban la suma de $4 por sesión, lo que quiere decir que si trabajaban todos los días hábiles de la semana podían tener un ingreso mensual de $88, cifra menor al precio de 3 toros de campo. Poder Ejecutivo Este Poder del Estado era muy reducido y económico; estaba compuesto por el Gobernador, dos Ministros (uno de Gobierno y otro de Hacienda, Culto e Instrucción Pública), y un Consejo de Gobierno que presidido por el Gobernador en compañía de sus Ministros, se completaba con el Presidente de la Corte de Justicia, el Administrador General de Hacienda, el Defensor General de Pobres y Menores,

Hospital San Juan Bautista

el Procurador de la Ciudad, y un eclesiástico elegido por el Gobernador. Este Consejo tenía la misión de asesorar al Gobernador en materia de leyes propuestas a la legislatura, como asimismo, examinar las que presentaran los legisladores. Las principales reparticiones del Ejecutivo eran: La Tesorería General de la Provincia y las Receptorías de Campaña; el Departamento General de Policía y las Comisarías; y la Inspección General de Escuelas. El jefe natural de la Tesorería General era el Ministro de Hacienda, pero la caja estaba a cargo de un Tesorero General, encargado de velar por la correcta recaudación de las rentas y de dirigir las Receptorías de Campaña, además, presentaba semanal y mensualmente un balance del estado del Tesoro. El Departamento de Policía contaba con un Jefe General de Policía, dos Comisarios en la Capital, y un Comisario y un Teniente por cada departamento provincial. El Jefe de Policía era el jefe inmediato del cuerpo de Gendarmería y el Cuartel de la Guarnición local. Poder Judicial Era ejercido por una Cámara o Corte de Justicia, un Fiscal General, un Agente Fiscal, dos

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Jueces de 1° Instancia en lo Civil y Comercial, un Juez del Crimen, Defensor General de Pobres y Menores y un Juez Partidario. La Corte se componía de un Presidente y dos Vocales que permanecían tres años en la función pudiendo ser reelegidos, en cambio los Jueces de 1° Instancia o inferiores duraban un año en sus empleos, pudiendo también ser reelectos. Eran auxiliares del Poder Judicial los empleados militares de cualquier rango. Desde el 1° de setiembre de 1881, sus oficinas funcionaban de 7 a 11 de la mañana. En la campaña, el Poder Judicial lo ejercía un Juez Partidario por cada Departamento, y los Jueces de Paz en cada Distrito. Todos los jueces eran nombrados por la Legislatura, excepto los Jueces de Paz, que dependían del régimen municipal. Municipalidades Establecidas por ley, sólo existía una, la del Departamento Capital. Sus miembros eran elegidos directamente por los padres o jefes de familia del departamento, con la condición que fueran contribuyentes o tuvieran una profesión que les reportara un ingreso anual no menor de $300 bols. Estaba constituida por diez miembros titulares y diez suplentes que se renovaban por mitades anualmente. Entre sus atribuciones estaba la facultad de establecer ordenanzas y establecer penas que no excedieran los $10. Su función era promover el adelanto de la localidad, la mejora del servicio administrativo, ad-

ministrar las propiedades y rentas del municipio, la recaudación e inversión de las contribuciones y demás entradas municipales. Estaban a su cargo, las escuelas primarias, los establecimientos de beneficencia, la salubridad y el ornato, la distribución de las aguas y los Jueces de Paz. Podía proponer directamente a la Legislatura provincial proyectos de ley de su autoría y remitir los presupuestos de gastos y recursos y la cuenta de inversión de sus fondos, para el examen y aprobación debidos. Estaba sujeta a la inspección y disciplina de la Corte de Justicia en lo relativo a materia judicial, y a la inspección y vigilancia del Poder Ejecutivo en el resto de la administración, aunque sin ejercer veto en sus decisiones. Los miembros del Cuerpo Municipal eran tan inviolables como los Diputados a la Legislatura. El Presupuesto de la Municipalidad era equilibrado y alcanzaba la suma de $20.000. Al pueblo le resultaba difícil evadir sus responsabilidades contributivas sin sufrir el peso de la presión social, debido a que la prensa publicaba en cada edición los pagos que diariamente hacían los contribuyentes, con especificación de nombre, apellido, importe abonado y concepto de la contribución. Comercio Mardoqueo Molina, que tiene una muy breve intervención en la Memoria Descriptiva, nos ofrece sin embargo, un interesante panorama del comercio de Catamarca en 1881. Comprábamos géneros importados

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de Europa, quincallería (chafalonías) de toda clase y escaso valor, café, yerba, azúcar y mulas chúcaras, y vendíamos vacas, mulas mansas, caballos, burros, ovejas, cueros, cerda, lana, vinos, aguardiente, tabaco, ají, anís, comino, semillas de alfalfa, cobre, tejidos, maderas y durmientes, etc. El cobre, elaborado en barras, se vendía directamente a Inglaterra; los vinos a Tucumán, Salta, Córdoba y el litoral; aguardiente a Salta y Bolivia; comino y harinas a Tucumán y Salta; vacas a San Juan, Perú, Bolivia, Chile y Buenos Aires; toros a Chile y Buenos Aires; cueros a Córdoba; tejidos de lana de oveja a Salta y Buenos Aires y tejidos de vicuña a todo el país y Chile. El transporte de carga se realizaba mediante mulas o carros y el flete era bastante costoso; por ejemplo, en algunos años el transporte de cobre desde la mina al ingenio de Lafone Quevedo y desde este hasta Córdoba, costaba $76.000 bolivianos, es decir el 28,78% del total producido por la venta del metal en 1881, a lo que habría que agregar aún el flete de Córdoba a Rosario, lugar donde era embarcado hacia Europa. Las ventas implicaban un ingreso de $b 1.496.000 (pesos bolivianos), y las compras $b 1.460.000, lo cual indica que teníamos una balanza comercial equilibrada y con un pequeño superávit. Los mayores ingresos provenían de la venta de animales ($b 590.000); el segundo lugar lo ocupaba el cobre con $b 264.000; y el tercer lugar los cueros, con $b 210.000. El grueso de las compras ($1.100.000 bolivianos) lo representaban las mercaderías

de ultramar; lo que indica que gran parte de lo que vendíamos se convertía en telas de algodón y chafalonías importadas, y es posible pensar que podíamos autoabastecernos de alimentos, tejidos de lana, productos para la construcción, algunas herramientas y útiles para el ganado y la labranza. El techo y la comida estaban mas o menos garantidos pero debíamos desarrollar la industria textil del algodón para sustituir las importaciones. Tinogasta compraba en Catamarca, La Rioja, Salta y Santiago del Estero, 4.000 bueyes y exportaba 3.800 a Chile; compraba en diversas provincias 1.200 mulas y exportaba 1.300 a Chile y Bolivia; adquiría 1.500 burros en La Rioja y vendía 1.700 a Chile y Bolivia; compraba 1.500 carneros y ovejas en Santa María y La Rioja y vendía 3.000 a Chile, etc. Esto indica que la cría de animales no era muy importante en Tinogasta sino la compra-venta de estos. El Alto y Santa Rosa tenía 64.316 cabezas de ganado; Ancasti 34.930 y La Paz 34.408. Se calculaba que en la provincia había una existencia de 390.000 cabezas de ganado de todo tipo que importaban un capital de $1.160.000 bols. ¡Para una población de alrededor de 80.000 almas, había casi 5 cabezas por habitante! En el año 1880 se habían faenado 3.692 animales significando $7.384 bols. al fisco por derechos de degolladura. Precios Corrientes En materia de precios, el cobre

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en barras valía más en nuestra provincia ($b 30) que en Europa ($b 20 el quintal), los toros de campo costaban de $b 25 a $b 30 y los invernados de $b 40 a $b 55. Si comparamos estos valores con la remuneración que recibía un legislador de la época, diríamos que un toro invernado costaba 10 días de labor legislativa. Por Manuel Molas sabemos que un terreno cerca de la plaza principal costaba entre $b 300 y $b 400, pero que eran mucho más baratos en los suburbios. Los ladrillos de buena calidad costaban $b 25 el millar, las 12 arrobas de cal $b 5 y un tirante de quebracho blanco $b 3 La mano de obra de un albañil se pagaba $b 1 el metro cuadrado; la de un oficial albañil $b 2 por día; la de un Oficial Carpintero $b 1,40 por día y las mujeres en sus trabajos de hilado o en el campo, ganaban mucho menos. La sucursal provincial del Banco Nacional cambiaba $f 1 (peso fuerte) por 12 1/2 reales bolivianos. Educación La Inspección General de Escuelas contaba con un Inspector General, un Subinspector y un Secretario. Tenían por misión vigilar el desarrollo de la educación común en toda la provincia y administrar la renta de los Consejos Escolares. En la campaña, las escuelas estaban dirigidas por un Consejo Escolar elegido por el pueblo en voto directo y compuesto por un Presidente, un Secretario-Tesorero y tres Vocales, todos los cuales eran renovados anualmente pu-

diendo ser reelectos. Estos Consejos Escolares, cobraban y administraban el Fondo Propio Escolar, establecían nuevas escuelas, contrataban edificios, proponían nuevos impuestos para conformar el Fondo Propio, nombraban y pagaban a los empleados, con la supervisión de la Inspección General. Como puede observarse, había una concepción liberal de la organización política de la sociedad, en donde el Estado vigilaba la educación y aportaba recursos, pero esta estaba en manos del propio pueblo. El Estado se ocupaba de recaudar y administrar los tributos necesarios para financiar su funcionamiento, administrar justicia y cuidar de la seguridad pública. Sin embargo -dice Chavarría- no todo se cumplió según la letra de la norma. Los encargados de aplicarlas esto es, las Comisiones Escolares, carecieron de la preparación cívica y administrativa necesaria para hacerlo sin errores y sin caer en sus propios vicios. Ya en 1879, el Gobernador Mardoqueo Molina afirmaba que el pueblo se equivocaba muchas veces al elegir su Comisión Escolar y a causa de ello la renta escolar disminuía y sólo alcanzaba para pagar los salarios. Las escuelas eran miserables ranchos sin muebles, textos ni útiles de estudio, y la falta de maestros era tan notoria, que salvo contadas excepciones, el personal estaba compuesto de -según el Inspector de Escuelas- “personas que toman esta ocupación por creerla más fácil que asir una azada para labrar la tierra y buscar el sustento que necesitan”.

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La provincia sostenía 51 escuelas públicas, de las cuales 11 eran de mujeres, 28 de varones y 12 mixtas. Había también entre 16 y 20 escuelas privadas. El Colegio Nacional y dos escuelas Normales eran costeadas por la Nación. En toda la provincia se educaban 5.195 niños -según los datos estadísticos mencionados por Manuel Molas en la Memoria Descriptiva- en una población total que posiblemente rondaría los 80.000 habitantes, es decir, el 6,5% de la población. Sin embargo, Juan Manuel Chavarría, en su trabajo dedicado a la educación de Catamarca sostenía que en 1881 sólo había 2.540 alumnos es decir, el 2,3% de la población provincial. Más de un siglo después, en el año 1999, aproximadamente un tercio de la población total (33%) se educaba en las escuelas.

ciales tenían edificio propio, y dos estaban en condiciones regulares. El número de escuelas de Andalgalá sugiere la idea de la mayor importancia que tenía este departamento en comparación con la Capital, pues según el censo de 1869 contaba con 7.035 habitantes, mientras el departamento Capital tenía sólo 5.718, sin embargo, Piedra Blanca que en 1869 contaba con 8.919 habitantes, casi el doble de la Capital, poseía sólo dos escuelas, frente a las cinco de la Capital. Asimismo, Pomán recién en 1895 lograba tener 3.551 habitantes. El Gobernador Manuel Fortunato Rodríguez, en su discurso al abrir el 2° período de sesiones ordinarias de la Legislatura, afirmaba que la Comisión de Escuelas de Andalgalá, liderada por Lafone Quevedo, había logrado crear Las 51 escuelas ocho eslas se reparcuelas mejor tían así: 8 en o r ganiz a da s Andalgalá, 6 de la provinen Pomán, 5 cia. en la Capital, La educación 5 en La Paz, 4 pública se en Santa Masostenía mería, 3 en Tidiante connogasta, 3 en tribuciones Capayán, 3 en especiales Exposición Continental de Buenos Aires. Año 1882 Santa Rosa, 3 establecidas Llegada del Presidente de la República por puerta Rivadavia en Paclín, 2 por ley, que en Valle Vieen el año jo, 2 en Piedra Blanca, 2 en Am- 1880 alcanzaban la cifra de $b bato, 2 en Belén, 2 en El Alto, y 1 26.000, a lo que debía sumársele en Ancasti. la subvención nacional para insBelén, además de las dos escue- trucción pública y la subvención las públicas contaba también con provincial, que hacia 1881 estaba seis privadas, y Tinogasta con reducida a sólo $b 8.000 aunque cuatro. Sólo 13 escuelas provin- en años anteriores había alcanPágina 14


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zado la suma de $b 15.000. Todos estos fondos se denominaban Fondo Propio de Escuelas. La provincia tenía dificultades para acogerse a la subvención que ofrecía la Nación a cambio de que los edificios escolares fueran de material cocido, debido a que en nuestro interior era más barato y conveniente hacer las escuelas de adobe o tierra para combatir el calor. En 1881, sólo 7 alumnos habían concluido sus estudios en la Escuela Normal y eran enviados a enseñar al interior de donde habían venido gozando de becas acordadas por el gobierno. En materia de salarios, la retribución mensual de los maestros variaba entre $b 60 mensuales (un sólo maestro de la Capital) y $b 10, pero el promedio general estaba en los $b 30, demandando las 51 escuelas un gasto mensual de $b 1.550 y $b 149 los ayudantes. Como un Oficial Albañil ganaba $b 2 por día, diríamos que un buen albañil ganaba el doble de un maestro; asimismo, $b 30 era el importe de un novillo de campo. En julio de 1880, un aviso periodístico de la Escuela Normal de Niñas y firmado por su directora, la estadounidense Clara J. Armstrong, pedía encarecidamente a los padres o tutores de los niños o niñas que concurrían a la escuela, que no los enviaran antes de que el reloj público diera las 8 de la mañana o la 1 1/2 de la tarde, porque el reloj de la escuela estaba convenientemente atrasado para que entraran siempre a horario. Se quería evitar los peligros de niños esperando en la

calle. Las faltas por enfermedad se recuperaban los sábados, asistiendo todo el día y no se justificaban las ausencias por diversión o paseos. La presión social que sufrían los estudiantes no era menor; todos los años se tomaban exámenes públicos a los alumnos de la Escuela de Niñas y del Colegio Nacional, y las notas de cada uno eran publicadas por la prensa. Recursos Los datos que Manuel Molas aporta en la Memoria Descriptiva, indican que los gastos ordinarios de la Administración Provincial alcanzaban la suma de $128.770; pero como solo se recaudaba $119.000 había un déficit de $9.770 a lo que debía sumársele el monto de la deuda provincial que ascendía a $20.000. El pago de los intereses de esa deuda se efectuaba dos veces al año los días 15 de abril y 15 de octubre, y para la amortización del capital, el Presupuesto destinaba $3.000. Esta deuda no era exterior sino interior. Dentro de los $119.000 con que contaba la provincia, $11.730 provenían de una subvención nacional y $4.650 de otra también nacional pero con destino a las escuelas. El grueso de los ingresos, $b 43.153 provenían de la contribución directa de la población. Esto sugiere que Catamarca no podía vivir de sus propios recursos sin ser subvencionada por el Estado y contrayendo deudas de difícil cancelación. El mensaje del Gobernador a la Legislatura de 1881, expresaba

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que las entradas por rentas del gobierno en el año anterior de 1880 había sido de $98.210,96; que en los primeros siete meses de ese año habían entrado $51.670,85, pero que en igual lapso de 1881, habían ingresado $72.247,95. Salud El doctor Francisco Castellanos, médico titular de la provincia, informaba que las enfermedades reinantes en la ciudad eran el paludismo, las afecciones al corazón, hígado y pulmones, la tuber-

culosis y la sífilis. La fiebre tifoidea y la pleuresía en el invierno y en la gente pobre, llevaban pocos años de aparición. No obstante esto, consideraban muy sano al clima de la provincia, pero se carecía de estadísticas oficiales sobre nacimientos, defunciones, etc. a pesar de los empeños de un Departamento Nacional de Higiene. Inmigrantes Había pocos extranjeros en Catamarca siendo la mayoría italianos y alemanes.

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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 2º Fascículo

EL DESARROLLO PROVINCIAL Intelectuales y políticos en el desarrollo provincial La noticia más antigua que aquí se rescata sobre nuestro estado económico data del año 1755, cuando el General español don Luís José Díaz, por encargo de su majestad el Rey de España, informaba que los habitantes de esta ciudad deshabitada la mayor parte del año, era en su mayoría gente pobre por falta de comercio y que vivían en sus haciendas y estancias de campaña dedicados a la cría de ganado vacuno, caballar, cabrío y ovejuno, pero también al cultivo del ají, algodón, trigo, higo, viña, e industrias del vino y aguardiente, producción que servían para abastecer solamente el consumo interno. El único producto de “exportación” era el cuero de buey o suela elaborado en la sierra de Ancasti y que se vendía en Buenos Aires. Éramos -decía- un lugar pedregoso pero propicio para las frutas y legumbres. En toda la cordillera y cerro de Aconquija existía mineral de plata, que se había trabajado en 1650, pero ya no por la pobreza del vecindario. Había un sólo edificio público, una iglesia principal (matriz), con-

vento y residencias de religiosos, y abundaban los destacamentos militares. Sin embargo, no es esta descripción la que nos parece más importante para ahondar sobre nuestros viejos problemas. El general Díaz, posiblemente el hombre más rico de la historia de Catamarca, dedicado a la ganadería, la agricultura, el comercio y la minería y creador del Mayorazgo de Huasán, había advertido que el sistema hereditario vigente hacía que las grandes propiedades útiles para la producción en gran escala perdieran esa cualidad debido a que con la muerte de los grandes terratenientes sobrevenían subdivisiones de terrenos entre sus parientes y herederos, que con el tiempo hacían de estas grandes haciendas sólo míseros lotes de terreno sin mayor utilidad económica. Por esta razón y para corregir tal problema y por no tener hijos, había decidido instituir por escritura del año 1768 el derecho de mayorazgo en favor de su sobrino mayor y para que de modo similar se prolongara en el tiempo esta institución entre sus descendientes y sucesores. Casi doscientos cincuenta años después, este problema observado por aquél antiguo general español, que nos ha llevado a la propagación del mini-

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fundio en nuestra provincia y a la consecuencia de la paz traída por existencia de innumerables parce- la victoria de Caseros (Ramón Rosa las, lotes o lonjas de tierra inconve- Olmos, Itinerario de la Bibliogranientes para un cultivo extensivo, fía Geográfica de Catamarca, LA sigue aún siendo un problema en UNIÓN, 30-08-1968). Catamarca. En 1856, en 1860 y en 1864, Cien años después, en 1854, el tres franceses realizaron estudios primer estadígrafo catamarqueño y geográficos y económicos de CaMinistro de Gobierno, el doctor Be- tamarca publicados en idioma frannedicto Ruzo, publicaba un artículo cés. El de 1865 dice que nuestros periodístico sumamente completo, productos son ricos y variados pero muy apreciado por la prensa ale- de poca importancia debido pura y mana y traducido a ese idioma, en exclusivamente a la inercia social. donde se mencionaba que entre los Propone hacer diques para lograr la artesanos de Catamarca había una irrigación artificial de las tierras, y familia y un fraile relojeros de afi- reconoce a nuestro algodón como ción que construían relojes de cam- el mejor pero imposible de exporpana muy precisos, con una cuerda tar por el elevado costo de los fleque duraba 10 días y de suma uti- tes en mulas y carretas tiradas por lidad para torres bueyes. de iglesias. No La cultura del tenemos noticias ocio, la haragade que el poder nería, la pobreza, político se intela falta de camiresara por desanos y la condición rrollar esta induscasi exclusiva de tria, lo cual hupueblo de pasbiera significado tores que se nos posiblemente una atribuye, comienimportante fuenza a ser repetidate de ingresos, mente mencionadada la exclusivida por los distinDescripción Física y Política de la Provincia de Catamarca, dad de este oficio Benedicto Ruzo, periódico El Nacional Argentino, Paraná, Entre tos intelectuales Ríos, 15-02-1855. sin mayores comde aquellos viejos petidores en la tiempos. época y con posibilidad de colocar En 1875, el abogado catamarsu producto en una América latina queño y doctor en jurisprudencia fuertemente católica y plagada de Federico Espeche, elabora a los 23 iglesias en todo su territorio. años de edad -costeado por la leSu estudio estadístico realizado gislatura y particulares- una magmientras era Ministro de Gobier- nífica geografía económica, política no de Catamarca -comentado por y social de Catamarca, dirigida a Benjamín Poucel en su monogra- propiciar inversiones de capitalisfía L a Provincia de Catamarca, París, tas extranjeros en Catamarca y a 1864- nos informa también que comerciar con nosotros. Ese tratodas nuestras importaciones pro- bajo inmenso y presentado en las venían del Pacífico por Chile y del exposiciones internacionales de Atlántico por Buenos Aires, y que Chile y Filadelfia de 1876 no trajo las exportaciones del período 1845- capitales ni logró que se radicaran 1855 aventajaban a las importacio- industrias. nes en más del doble, ventaja loEn 1895, otro escrito suyo con grada gracias a la suba de nuestros carácter de Memoria Ministerial, precios internos sobrevenido como aportaba más ideas. Se trataba de Página 18


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De las observaciones y propuestas formuladas tanto por Federico Schickendantz como por Samuel Lafone Quevedo y sus colaboradores trata este estudio introductorio, y de ello nos ocupamos mas adelante. Otros aportes y observaciones

Las Provincias de la Federación Argentina y Buenos Aires. Description Generale de ces payes sous la rapport gèographique, historique, commercial, industrial et sons celui de la colonisation, M. A. Belmar, Paris, 1856.

un inmenso estudio de interpretación de la problemática política, económica y social de Catamarca colmado de ideas y proyectos de realización, cuyos datos resultan sumamente útiles para reconstruir nuestro pasado económico, político y social, destacándose sus aportes en materia municipal, rentas públicas, agricultura, estado de las personas, derecho de agua, minería, caminos y obras públicas, estadística y censos, higiene, medicina, farmacia, policía, relaciones internacionales, marcas y señales, derecho de familia, justicia, imprenta, sufragio, milicias, y hasta el diseño de los formularios de la administración de gobierno.

En 1896, el propio diario oficialista decía con dolor: Sólo los puestos públicos dan nuestras aptitudes...Sólo será buen político, el mejor de nuestros políticos, el que encamine a la juventud por las vías honrosas del trabajo; que lo haga ver que no necesita del puesto público para vivir... El mal de nuestros males, aquí en Catamarca como en otras provincias argentinas, es la profesión de político, como única industria, como única fuente de vida. Está visto que en Catamarca es más fácil hacerse estadista de la noche a la ma-

En 1881, Samuel Lafone Quevedo y Federico Schickendantz escriben L as Industrias de la Provincia de C atamarca y la Memoria Descriptiva de la Provincia de C atamarca, esta última en colaboración con los señores Mardoqueo Molina y Manuel Molas. Página 19

Descripción Geográfica y Estadística de la Confederación Argentina, Victor Martín de Moussy, París, obra en tres tomos editada entre 1860 y 1864.


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La división entre los hombres de gobierno y la oposición es profunda y definitiva. Hay un odio basado no sólo en cuestiones políticas sino también social. Una oligarquía estrecha e impenetrable ha sido el régimen que ha imperado durante largos años... no hay libertad política de ningún género...la legislatura está compuesta en su casi totalidad de un grupo de parientes, que al mismo tiempo se han repartido todos los empleos de la administración, empezando por los más altos y terminando por los más humildes...hemos encontrado a la provincia entera en la más profunda miseria. Puede decirse que el impuesto ha llegado a secar las fuentes de producción.

Mis Itinerarios por las Provincias del Río de la Plata. 1854-1855-1856-1857. Provincia de Catamarca, Benjamín Poucel, París, 1864.

ñana que saber ganarse libre y honradamente lo necesario para satisfacer las exigencias más apremiantes de la vida. ¿Y por qué? Porque la ociosidad y el dolce farniente, males endémicos de nuestra tierra, crean eminencias e ilustraciones casi como el cerebro del jugador crea montañas de oro... ¡Trabajar para vivir!, ¡que ocurrencia!, cuando es más cómodo politiquear.

El famoso escritor Roberto J. Payró que estuvo en Catamarca para aquella misma época decía:

También se queja de la dejadez e inadvertencia, como característica de nuestro comportamiento cultural. Hacia el final del siglo XIX, y tras una revolución que en setiembre de 1899 provocó la intervención nacional de la provincia, el entonces legislador Miguel Cané, enviado por el presidente Roca para observar y explicar al Congreso de la Nación la situación provincial, decía en su informe: Página 20

La situación actual de Catamarca no puede inspirar confianza a nadie, pues ella deriva de muchas y diversas causas, entre las que los pésimos gobiernos son a un mismo tiempo causa y consecuencia. La pobreza, la falta de agua, la dificultad y carestía de las comunicaciones, hacen de esta provincia lo que es: un núcleo de gente descontenta, gobernada y esquilmada por un puñado de gente ávida y rapaz, que gobierna y esquilma. Los productos de la agricultura y la minería sucumben hoy en la lucha contra los fletes; la ganadería desfallece por los impuestos chilenos... el trabajador tiene que sobrellevar una vida estrecha y mezquina y el propietario sabe apenas cómo sostenerse. La pobreza del pueblo tendría necesa-


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riamente que reflejarse en el gobierno, si para algo sirviera la lógica; pero no es así, y no satisfechos con la subvención nacional y la poca renta que podrían percibir sin ser demasiado gravoso al productor, las administraciones provinciales han hecho recurso de todo y hasta casi cobran el derecho de respirar para mantener al mayor número posible de empleados...

de irrigación que serían de inmensa importancia en lo futuro”, replicaba Payró. El Director del Museo Arqueológico de La Plata, señor Cattani, decía en enero de 1900: “Catamarca sería otra cosa... si los catamarqueños tienen más iniciativa y menos apuro de ganar dinero sin trabajar...El día que en Catamarca se instale -creo que no tardará mucho- una empresa minera con capital de explotación suficiente para colocar un alambre-carril entre los minerales y sus fundiciones, y entre estos y el ferrocarril, que ha de servir para la exportación; ese día Catamarca podrá entrar en el mercado universal, en competencia con los países mineros... Habrá trabajo productivo para 20 o 30 mil individuos; no necesitará exportar su ganado”.

Aconsejaba al nuevo gobierno, esforzarse por “hacer una gestión de sacrificio, sin lucimiento, muy administrador, muy económico, muy respetuoso de los derechos cívicos, que para ser grande tendría que pasar desapercibido y no guardar otra recompensa que la poco ambicionada que discierne la posteridad”. No sin cierta razón irónica, un amigo bromista le había indicado a Payró que Catamarca contaba con tres fuentes de ingresos: Los terremotos, las Intervenciones y la Virgen del Valle. “Pero esto tiene que dejar de ser verdad... En lugar de subvencionar tanto templo y tanta comunidad religiosa, bien podría el gobierno nacional emprender obras

En ese mismo tiempo, un intermediario inglés exportaba burros catamarqueños desde Capayán y Huillapima hacia Sudáfrica.

Roberto J. Payró

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La “empleomanía”, como la denominaba el periodismo, se generalizaba en el país alcanzando el 30% del presupuesto en 1902, cuando en Suiza era del 1,20% y en Francia del 4,81%. Cada habitante debía pagar $6 oro para mantener a los empleados públicos. Este repaso de la historia invita a reflexionar acerca de lo que hemos hecho, cómo lo hemos hecho y cuál puede ser la causa de nuestro reiterado atraso, esta persistente imposibilidad de surgir. Es posible pensar en un cúmulo de cuestiones de índole cultural, económico, político y de formación intelectual. Rogelio Frigerio hace 45 años y Octavio Bunge hace cien, afirmaban que es la pobreza la que nos lleva a la corrupción política y a la desmoralización ética de la sociedad, y no como se piensa, que es la inmoralidad y la corrupción la que nos conduce a la miseria y la pobreza. Se ha insistido mucho sobre nuestra haraganería, nuestro ocio. ¿Cuál es la razón que lo explica? Posiblemente el creer -como los españoles de la etapa pobre y decadente- que la riqueza está en la naturaleza, en los recursos naturales, en los activos materiales existentes desde siempre y no en el esfuerzo humano, en los bienes y servicios que es capaz de crear el hombre con su inteligencia y su trabajo. Cuando se piensa que la riqueza es lo que hay, el hombre se comporta como un recolector, que como los pájaros, siempre cosecha pero nunca siembra. En las sociedades atrasadas la riqueza es lo que hay; en las sociedades desarrolladas, la riqueza es todo lo por hacer. El comercio con otras provincias nunca fue sumamente grande y tampoco importante, salvo algunas pocas veces. La exportación de lingotes de cobre desde comienzos

de la segunda mitad del siglo XIX parece haber sido nuestra mejor experiencia exportadora y en desarrollo metalúrgico pero ahogada en pleno crecimiento por la falta de caminos, de capitales, de mano de obra, de rutas ferroviarias desde los centros productores del interior provincial hacia las zonas de embarque, las crisis económicas, la caída del precio internacional del cobre y la decisión de nuestros gobiernos nacionales de hacer de Argentina un país agro exportador para el que Catamarca no estaba preparada, dejando sin efecto la línea ferroviaria Rosario-Puerto Caldera (Chile) por el catamarqueño Paso de San Francisco, que había imaginado y comenzado a concretar Guillermo Wheelwright. Fue la venta y pastoreo de ganado la mayor fuente de recursos económicos de nuestra provincia. El accionar de los políticos El comportamiento de nuestros políticos frente a estos problemas y las soluciones ejecutadas, se dirigieron en varias direcciones: a) Trataron de aplicar las recomendaciones de los intelectuales pero sin mayores resultados. Muchos años después y ya bien entrado el siglo XX, Cornelio Sánchez Oviedo diría que la clase política provincial no pudo soportar tantas indicaciones y sugerencias de un intelectual como Schickendantz y la ruptura se hizo inevitable provocando su alejamiento de Catamarca, para morir algunos años después en Buenos Aires. b) Prestaron atención a la educación logrando producir muy buenos maestros para “exportar” al resto del país, haciendo de ello una inversión sin ningún rédito económico. Produjimos también bachilleres, que luego serían nuestros “docto-

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La Provincia de Catamarca, Federico Espeche, 1875

res” en derecho o medicina, pero no los químicos, los metalurgistas, los farmacólogos y los agrónomos o administradores de estancias que necesitábamos, según sugerían Schickendantz y Lafone Quevedo. c) Se ocuparon más de legislar, de establecer innumerables normas y crear organismos oficiales, que de cambiar comportamientos culturales por medio de la actividad económica o educativa. El ocio y la desidia se combatían con libretas y papeletas, multas o persecución policial, y no con trabajo genuino y productivo. d) Las personas siempre convocadas para elaborar escritos, identificar potencialidades y clasificar productos y materias primas fueron intelectuales como Espeche, Schickendantz y Lafone Quevedo principalmente, aunque no sólo ellos, pero generalmente nunca integraron las delegaciones que partían a las sedes de exposición para así integrar mesas de negocios y establecer contactos. Expusimos en Filadelfia, Londres, París, Viena,

Santiago de Chile, Roma, Chicago, California, pero casi siempre lo hicieron calificados funcionarios de Buenos Aires, carentes del interés personal inmediato por establecer lazos de comercio, producción y radicación de capitales. Nuestro Sánchez Oviedo en su trabajo de recopilación de todas las exposiciones internacionales en las que habíamos participado y titulado Catamarca en las Exposiciones, con dolor y desazón se preguntaba por qué tras concurrir a innumerables muestras internacionales y habiendo recibido incontables premios, medallas de oro, de plata y recomendaciones por nuestros productos mineros y textiles, todo esto no había significado para nosotros radicación de capitales ni la instalación de empresas extranjeras que quisieran trabajar y producir en nuestra tierra. e) Muchos intelectuales provincianos terminaron yéndose de la provincia, porque aquí no tuvieron modo de aplicar sus ideas, no fueron suficientemente escuchados y pocas veces convocados a integrar gobierno. Lafone Quevedo jamás constituyó gobierno y Federico Schickendantz solo ocupó durante escaso tiempo el cargo de rector del Colegio Nacional. Otros muchos que fueron funcionarios de gobierno no lograron sustanciales avances con sus ideas y proyectos. f) El puesto público parece haber sido el más rápido modo de procurar trabajo a un pueblo desocupado, sin mayores ambiciones personales ni atracción por incursionar en nuevas formas de industria y comercio. g) No se observa en los papeles de gobierno consultados, tratativas con otras provincias del Norte o Cuyo, similarmente perjudicadas

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en el desarrollo de sus industrias, con el fin de establecer un frente común en la Capital Federal y lograr el apoyo nacional para emprendimientos industriales y técnicos. La vocación industrialista de Sarmiento y Avellaneda, ahogada en 1880 por la agro-exportadora de Roca y su concuñado Juárez Celman, posiblemente hicieron inútil todo intento. h) El pago de tributos a los productos que entraban y a los que salían de la provincia, el de carga y descarga, al comercio, a la tenencia de tierra y animales, etc., y de dificultosa recaudación, era el modo al que apelaba el poder político para lograr recursos públicos. i) Debíamos dejar de ser una sociedad de pastores e ingresar a la de agricultores y metalúrgicos de inmediato. Así podríamos arribar a la industria y el comercio internacional cuanto antes, pero los resultados de la aplicación de los consejos aportados por los intelectuales, -como lo diría el propio Schickendantz- se verían recién en dos o tres generaciones.

Comisión de Inmigración creada por el ilustre educador Dr. Fidel Castro y el apoyo periodístico de Federico Espeche. k) No se detectan referencias a las ideas de William Wheelwright, aquél marino y empresario estadounidense que afincado primero en Chile y luego en nuestro país, impulsó y desarrolló hasta su muerte la idea de construir un ferrocarril trasandino e interoceánico que uniera el Pacífico con el Atlántico, de modo tal que arrancando en Puerto Caldera (Chile), llegara a Rosario de Santa Fe pasando por nuestro Paso de San Francisco, que él mismo visitó en 1854, para así permitirnos lucrar con los metales de nuestro noroeste y Chile, el ganado que podíamos vender a Chile y Perú, la venta de maderas argentinas y la compra de carbón mineral a Chile, y el paso de las mercancías que Inglaterra necesitaba trasladar hasta su colonia de Australia. Sin embargo este ferrocarril andino entre Puerto Caldera y Fiambalá (Catamarca) que debía empalmarse con el Central Argentino inaugurado en 1870 y que unía Rosario con Córdoba, nunca se hizo.

j) Si bien en 1875(1) cerca de 500 extranjeros (0,5% de la población) hacían de Catamarca una de las provincias del interior del país que recibía más inmigrantes para ser ocupados en las minas por los empresarios del ramo, constituyendo una excepción debido a que los europeos por lo general no se radicaban en el interior del país y lo hacían en las costas donde desembarcaban, no se detectan planes inmigratorios encarados por el Estado provincial para afincar masivamente extranjeros con habilidades industriales y manufactureras, salvo el esfuerzo de Octaviano Navarro en su primer gobierno (185659) y la existencia en 1874 de la (1) Federico Espeche, La Provincia de Catamarca, Imprenta M. de Viedma, Buenos Aires, 1875, pág. 52.

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Memoria del Ministerio de Gobierno, 18941895, Federico Espeche, 1895


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Estados Unidos había construido un ferrocarril que unía los dos océanos, entre Nueva York y San Francisco de California, en los años 1863-1869. l) La cultura del ocio, la haraganería, la condición casi exclusiva de pueblo de pastores repetidamente mencionada por distintos intelectuales de aquellos viejos tiempos no fue corregida por los políticos, imposibilitando forjar un pueblo de empresarios, industriales y comerciantes emprendedores que permitieran cambiar nuestra fisonomía productiva. No detectamos acciones serias por desarrollar en el pueblo, aptitudes e inclinación por los inventos, la mecánica, el espíritu de lucro, los emprendimientos económicos personales, el desafío a los riesgos, la acumulación de capital y el deseo de confort, progreso social y económico, generalizados. m) La interpretación que Federico Espeche hacía en 1875 de nuestros rasgos culturales indicaba que la variedad de nuestro clima y las diferentes ocupaciones e industrias que emprendíamos; el contacto comercial que algunos comprovincianos tenían con santiagueños, cordobeses, riojanos, salteños, tucumanos, chilenos y bolivianos, como la incomunicación y aislamiento de otros, eran circunstancias que influían poderosamente en nuestro complicado carácter. No obstante concluía en que éramos honrados, hospitalarios, valientes, sumisos sin servilismo y más amigos de lo útil que del buen gusto. No nos entregábamos a las tentaciones del lujo pero tampoco éramos indiferentes. Pensaba que la causa de nuestra decadencia se explicaba por el aislamiento, la ignorancia y la miseria. Habíamos heredado de España un espíritu conservador y por ser un pueblo de montaña cuya primera ocupación es el pastoreo, estaba latente en nosotros sus usos más frecuentes es decir: ser holgazanes, pendencieros, poco aspirantes, celosos de la libertad e interesados.

El Problema Económico y Social de Catamarca, Juan Manuel Chavarría,1926.

Los comprovincianos montañeses afectos al alcohol, al baile y la música, contrastaban con los pobladores de los valles, que eran más generosos, aspirantes y practicantes de la civilización europea. En los vallistas, la música y el canto eran más perfeccionados. Sin embargo, no se detecta en los políticos, acciones en donde interpretando estas consideraciones, se intente modificarlas. n) El desarrollo acelerado del litoral argentino a partir de 1860, la radicación de inmigrantes en esa zona y la emigración de comprovincianos hacia las nuevas localidades prósperas, ayudó a la ruptura del progreso económico provincial. En 1869 residían fuera de nuestra provincia un 9% de la población, en 1895 un 22%, en 1914 un 30%, en 1947 un 32% y en 1971 un 41%. Recién entre 1970 y 1980 se produce una disminución en el éxodo. Nuestro despoblamiento, a causa de las precarias condiciones económicas ha sido también un grave problema para posibilitar el ansiado desarrollo, problema que fuera sólidamente tratado por Juan Manuel Chavarría en 1926.

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IDEAS, OBSERVACIONES Y PROPUESTAS DE FEDERICO SCHICKENDANTZ

fundición si se contaba con la ayuda económica del gobierno nacional.

Industria Minera Metales Schickendantz expresaba que la minería de Capillitas, en Andalgalá, era nuestra principal industria de la época. Tres importantes empresarios: Lafone, Carranza y Augier, se dedicaban a la extracción principalmente de cobre -pero también de plomo, zinc, oro y plata- en siete minas que luego procesaban en los ingenios Pilciao y Constancia ubicados al sur del departamento en medio de inmensos montes de algarrobo. Los resultados de nuestra metalurgia eran muy satisfactorios y alentaba la esperanza de encontrar numerosas vetas más. La sequía impedía la existencia de pastos necesarios para los animales de carga usados para transportar el mineral en bruto desde la mina al ingenio, y la escasez y alto precio de los granos imposibilitaba alimentar a un mayor número de obreros, pero pensaba que esta dificultad podía salvarse con un camino o un tren entre el mineral y la

Sugería elaborar zinc, plomo, ácido sulfúrico sin mayores gastos en instalaciones y maquinarias y útil en telegrafía y tintorería, y explotar nuestros yacimientos de hierro en Carachapampa, descubiertos por el señor Francisco San Román; destacaba asimismo la importancia de la mina de hierro Romay, aunque sin pensar en competir con Europa, porque teníamos igual dificultad que EE.UU. para hacerlo por nuestra juventud en materia de industria minera, pero podíamos producir lo suficiente para abastecernos internamente, como lo hacían aquellos. Alentaba en nosotros imitar a los estadounidenses en materia de autoabastecimiento de hierro, combustibles, capitales e ingenieros. Advertía que los yacimientos de Aguada de Dionisio requerían de un competente geólogo que determinara dónde y cómo se debían buscar los mantos y vetas de importancia, y sondeaba la posibilidad de que no se tratara de vetas sino de cauces de antiguos ríos, recordando que en el río de Santa María de habían hallado varias veces pepitas de oro de importante tamaño. Propone explorar la sierra entre el valle de Hualfín y Fiambalao, explotar el cobre de unas minas situadas al oeste de Tinogasta y la plata de la Hoyada al norte, y con reservas mira la importancia de las vetas descubiertas en Ambato y Ancasti. En su opinión, nuestra riqueza en metales bien podía generar la envidia de las demás provincias. Minerales no metalíferos

Federico Schickendantz

Teníamos tanta escasez de agua que nos llevaba a robarla de noche con la complicidad de la falta de vigilancia, la flojera de nuestros peones y la ausencia de un criterio Página 26


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racional y equitativo de su uso. Nos proponía limitar el riego a horario diurno represando el agua nocturna de todo un pueblo o varios distritos juntos; captar el agua de lluvias que bajaba de las crecientes del verano mediante diques o embalses y evitar que las aguas de vertientes y arroyos se diluyeran antes de llegar a los campos. Sugería canalizar las aguas con piedra o ladrillos y cal hidráulica catamarqueña, y no del modo primitivo que lo hacíamos mediante acequias arenosas o derramándola en calles que siempre con estiércol y basura producían enfermedades. Se lamentaba -de un modo muy sugestivo y delicado- de que las grandes obras de infraestructura como diques o represas, posibles de ejecutar con dinero prestado que podía devolver el vecindario beneficiado en cómodas cuotas, tuviere impedimentos de realización por “ser acompañadas generalmente de negocitos no muy limpios”. Ya advertía él nuestro drama con los préstamos, el mal uso que les dábamos y cómo los perdíamos en la nada. Digresión: Más de una década después, los canales de cal y piedra comenzaron recién a construirse, pero nada aprendimos en materia de préstamos: En 1888 un gobernador decide fundar el Banco de la Provincia, consigue en la banca francesa un préstamo por más de 3 millones de pesos fuertes con el objeto de aplicarlos al fomento de la industria. Significaron un monto de siete presupuestos anuales que no aplicamos al desarrollo de la industria. El ex gobernador, banquero y productor minero, don Mardoqueo Molina había inventado un nuevo ladrillo refractario útil para los hornos de fundición de cobre, con una ventajosa diferencia de 1 a 4 en el precio de los importados de

Mardoqueo Molina

Inglaterra. Se usaba este ladrillo en Catamarca desde 1873 pero no hay noticias de que se haya producido en gran escala para exportarlo a Europa o Chile por ejemplo, que para la época era un gran productor minero. El cuarzo, ingrediente necesario para fabricar estos ladrillos y también vidrio, estaba cerca de Siján. Schickendantz alentaba la esperanza que cuando la producción de nuestros vinos y licores alcanzara una calidad y cantidad significante, la fabricación de botellas de vidrio fuera otra de nuestras industrias. Con el granito, el bórax y otros minerales existentes, podían obtenerse excelentes lozas que superaran en calidad a las antiguas y bellas vasijas indígenas de los tiempos de la dominación incaica y que no habíamos sido capaces de imitar. Contábamos con la materia prima necesaria para dedicarnos a una importante industria: la fabricación de pólvora, que ya se elaboraba en pequeña escala en Andalgalá y así abastecer la demanda minera. Abundaba la sal que bastaba purificarla para hacerla racionalmente

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comestible, pero estábamos tan lejos de las arterias de tráfico que no justificaba su explotación. El grafito del Cajón en Santa María, podía servir para la fabricación de lápices y también ladrillos y crisoles refractarios. Ricos yacimientos de turba al oeste de Hualfín podían servirnos de combustible para el desarrollo de la metalurgia o para accionar calderas de generación de vapor. Importantes zonas de aguas termales de rico factor curativo ubicadas en Hualfín y Fiambalao podían explotarse económicamente si se hacía como en EE.UU., convirtiéndolas en propiedad pública y creando condiciones de alojamiento y alimentación para los enfermos visitantes. Digresión. Curiosamente esta propuesta sobre las aguas termales que rescatamos del libro LAS INDUSTRIAS DE CATAMARCA está tachada en el manuscrito de la obra MEMORIA DESCRIPTIVA DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA. La naturaleza nos brinda los minerales de plata, cobre, hierro, etc. pero es preciso que nosotros combinemos la observación con la reflexión para encontrar los métodos de extraer los metales que los cerros encierran -decía Schickendantz- marcando de este modo nuestra cultura arcaica, irreflexiva, emocional y pastoril. Industria Vegetal Numerosas plantas medicinales podían ser explotadas racional y técnicamente para producir medicamentos. Se podían extraer alcaloides del quebracho blanco antes que venderlo en cáscara bruta. Otros vegetales podían brindarnos quitamanchas, jabones, esencias para perfumes y químicos para curtir cuero y producir suelas y becerros. Podíamos fabricar lacas y

tinturas y con el cultivo extensivo de la tuna fabricar arrope, alcohol y aguardiente. Teníamos materia prima para fabricar cuerdas y cordeles y con el simbal se podían hacer envases para exportar nuestras frutas. Debía probarse la utilidad del algodón del Palo Borracho, pero era posible producir aceite con su semilla para emplearlo como el de castor. Catamarca no producía el sustento necesario para alimentar la escasa población de aquellos tiempos. Nuestros extensos campos útiles para el cultivo los entregábamos al pastoreo y aún en tiempos de bonanza agrícola comprábamos trigo y harina en La Rioja y San Juan, y maíz y azúcar en Tucumán. Exportábamos vinos, tejidos y ganado, pero nuestra balanza comercial era deficitaria. La industria minera no podría adelantar si no había una racional producción agrícola que brindara agua y leña constante, afirmaba Schickendantz. El crecimiento de la actividad agraria haría posible la minería. Llueve poco y debiéramos esforzarnos por cambiar el clima, nos decía. ¿Cómo?, obligando a la naturaleza a rendir más, aprovechando al máximo sus recursos en tierras y agua. Debemos observar la naturaleza, reconocer sus fuerzas y aprovecharlas en beneficio propio. Debemos renovar y rotar los cultivos para no deteriorar el terreno. Para aumentar las lluvias debemos conservar y favorecer la vegetación de nuestros cerros, porque mientras estén pelados de vegetales escasearán las lluvias. Como es relativamente abundante la humedad de nuestras montañas del este y del oeste, es necesario y posible forestarlos extensivamente con plantas nativas y eucaliptos que dan made-

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ra y retienen humedad, haciendo artificiales bosques de altura como lo hicieron los franceses con sus Alpes Marinos y allí donde nacen los ríos para preservar su caudal. En un país tan escaso como este, de aguas corrientes y de lluvia, todo hombre patriota debe propender a corregir, en cuanto le sea posible, estos defectos y obligar a la naturaleza que tan mezquina ha sido con nosotros, a ser mas generosa. Desde 1870 predicaba este tema a los tucumanos y en 1877 sugería al entonces gobernador de Catamarca don Mardoqueo Molina, procedimientos para resolver la quema de los cerros que aún hoy persiste en nuestros pobladores. Los campesinos de Catamarca tienen la malsana y bárbara costumbre de quemar los pastos para forraje, decía. Primero por desconocimiento; segundo, porque las normas y leyes que se han dictado no sirven para evitarlo. ¿Cómo terminar con este problema que las leyes no resuelven?; reemplazando el pasto criollo de los cerros y aclimatando forraje europeo mas alimenticio y de mejor calidad. En nuestra interpretación, es posible que Schickendantz haya reflexionado así: Cuando esto ocurra, nuestros campesinos dejarán de hacerlo porque al pasto europeo quemado y en proceso de aclimatación le costará crecer y perderán por hambre su ganado; terminarán por convencerse de que al pasto hay que cortarlo sin quemar. Con ellos -pensaba- no hay leyes que los haga cambiar, sino evidencias prácticas que modifiquen sus costumbres. El Estado no sólo debe favorecer la forestación sino también controlar su tala y conservación, para que

no se desperdicie tanta madera en malos emprendimientos mineros. Hay que obligar a los propietarios de tierras a que foresten a lo largo de los caminos que colindan con sus propiedades como lo hacen en Europa, insistía. Debíamos intentar cambiar el hábito alimentario de la población inclinándola a disminuir la ración de carne en beneficio del consumo de porotos, arvejas, legumbres y cereales en general. El escritor europeo W.E.Gregg por él citado, estimaba que se requería 44 veces más tierra para alimentar con carne a un hombre que con vegetales, y el químico y estadista León Plaifayr afirmaba que un hombre aumentaba tanto de peso alimentado con porotos y arvejas, que con leche, pero era ocho veces más barato hacerlo con esos vegetales. El poroto tenía el inconveniente de la langosta, pero podía ser reemplazado por las habas. Debíamos mejorar los cultivos tanto en el modo de elaborar y abonar los terrenos como en el de cosechar los frutos y poner énfasis en la horticultura y la pomología, actividades que estaban muy atrasadas en nosotros. Pensaba que el ají y el tabaco habrían de ser en el futuro, los principales artículos de exportación provincial y si perfeccionábamos la alimentación, el engorde y la raza bovina, podríamos especializarnos en quesos y manteca. Advertía que la insuficiencia de pastos para forraje se debía al defectuoso sistema de engorde, la inconveniencia de la invernada de ganado y al mal cultivo de la alfalfa. El sistema de invernar animales que habíamos adoptado, congeniaba con nuestro carácter transitivo entre el gaucho haragán y semisalvaje y el del labrador pacífico

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permanentemente ocupado. Había departamentos donde sólo se obtenían 2 cosechas anuales de alfalfa en vez de cuatro o cinco. No sometíamos a corte a la alfalfa por su elevado costo y porque nuestros campesinos no sabían manejar la guadaña. Digresión. A fines del año 2002, Santiago del Estero estaba considerada como la productora de la mejor alfalfa del mundo; lograba 11 cortes anuales contra 4 de Buenos Aires, y un nuevo sistema de compactación permitía duplicar el tonelaje de un contenedor para exportar a Arabia Saudita como alimento de caballos de carrera y a Europa para mesas familiares.(2) Contábamos con la ceniza vegetal de los hornos de los ingenios y de las casas de familia y toda la materia prima necesaria para fabricar jabón de muy buena calidad. Las tinturas existentes y necesarias para darle color, los perfumes que también podíamos elaborar para darle fragancia y presentándolo en diversas formas, colores y en buenos envases podía ser bien vendido, desalojando del mercado a los jabones franceses que valían 4 o 5 veces más. Pero no desarrollamos la industria del jabón en Catamarca. Mencionaba también otras industrias agrícolas que admitían mayor extensión y prometían estupendos resultados como: el tabaco, la sericicultura, la extracción de aceites etéreos de las verbenas y salvias, frutas secas, pasas de higos y tejidos de algodón que se producían en muy pequeña escala. Industria animal Mencionaba la poca importancia de las curtiembres de la época y proponía establecer un establecimiento de tal tipo en Huillapima

porque en “las lomas vecinas ocurre el quebracho colorado, en el campo el blanco, tiene un hermoso arroyo y su situación es céntrica para La Rioja, los departamentos centrales, los del oeste y las estaciones de ferrocarril”. Otra industria que consideraba importante eran los tejidos de lana y vicuña de Belén, pero era preciso un sistema mas racional de cría de la oveja, mayor esmero en el teñido y un tratamiento mas parecido al que los indígenas daban a las vicuñas. No veía ninguna dificultad para desarrollar la cría de llamas y alpacas en las cordilleras de Laguna Blanca y del Cajón, que podían muy bien explotar los descendientes de los calchaquíes, por ser una faena que solo ellos entendían. Vendíamos lana sucia, lo cual nos ocasionaba un costo accesorio de flete, y perdíamos la potasa que las aguas de su lavado producen y sirven para fertilizar la tierra. También la hilábamos sin antes lavarla, lo que impedía un posterior teñido parejo y uniforme. Había que desarrollar con más énfasis la talabartería, fabricando cabestros, lazos y recados, nos decía. Irrigación “Todos los ríos de Catamarca son navegables...a mula, pero ninguno a vela ni por embarcación de otro género”, y considera que sin un cambio total de clima, nuestros ríos jamás serían navegables. Propone descartar la instalación de pozos artesianos por el fracaso demostrado y ensayar la extracción de agua subterránea mediante molinos de viento. Sin embargo, 21 años después en 1902, el gobierno provincial promovía y se inaugu-

(2) Diario EL ANCASTI, 05-01-2003, pág.20.

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raban los trabajos del primer pozo artesiano en la capital de la provincia, lo que implicaba un enorme gasto para el Estado en máquinas importadas, ingenieros y personal. Por cierto, todo ese dinero y emprendimiento fracasó como lo había anunciado Schickendantz años antes. También pensaba que si la construcción de diques, la instalación de molinos de viento para extraer agua y la canalización de vertientes y arroyos fracasaba, teníamos aún otra alternativa para hacer rendir nuestra escasa agua: el cultivo de plantas que viven en invierno, tiempo en que el agua destinada para regar viñas y alfalfares queda disponible para cereales y legumbres. Proponía plantar trigo en los campos, cebada en los valles superiores y centeno en las partes mas frígidas; fabricar cerveza y con cebada y centeno producir un pan más rico que el de trigo. Comunicaciones Transporte y caminos. Puentes y telégrafos No había transporte ferroviario en gran escala en la Catamarca de 1881 y los únicos conocidos eran tranvías para uso interno de los ingenios de Pipanaco y la Constancia y en las minas de Carranza y Lafone, existiendo uno que se usaba para izar los metales en la mina Restauradora. Otro medio de transporte de carga eran los carros tirados por mulas. La mayor parte de nuestros caminos eran cauces secos de ríos o huellas de carros. Uno bueno realizado por el gobierno nacional era la Cuesta del Totoral. Schickendantz sostenía que era

sumamente necesario un camino que vinculara los departamentos del oeste: Tinogasta, Belén, Andalgalá, Santa María y Pomán, con Recreo o mejor aún, con Chumbicha. Un camino carretero de Andalgalá a las Capillitas, al estilo del Totoral, y un tren que llegara a Chumbicha ayudarían a desarrollar el negocio minero y vitivinícola. No había puentes en Catamarca, y en materia de telégrafos, la provincia estaba comunicada con la línea central por La Rioja, pero la mitad del tiempo la Capital quedaba incomunicada con Tinogasta, Belén y Andalgalá. Schickendantz proponía unir con una línea Andalgalá con la Capital para dotar a la nación con dos vías de comunicación. Recursos humanos Pero nada de esto podía encararse si no se cambiaban los estrechos planes de estudio del Colegio Nacional y se refundaba la Escuela de Minería, de modo tal de preparar a nuestras generaciones futuras en el oficio de la investigación y desarrollo técnico de la metalurgia, la química y la farmacopea. Había que crear además, una Granja Modelo y una Escuela de Agricultura que enseñaran la práctica agrícola a fin de forjar administradores de estancias y no profesores. Así, la práctica del cultivo de las mejores plantas, los injertos y la horticultura; el ensayo de construcciones rurales más económicas y convenientes, y la cría de animales domésticos y en especial vacuno, servirían de jardín Botánico para los estudiantes de ciencias naturales.

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Se trataba también, de incorporar la disciplina y el rigor científico en el estudio de los alumnos, costumbres que no lograron arraigarse por rechazo social y falta de persistencia en la política educativa. Creía en las bondades de la inmigración para favorecer las actividades productivas. Pensaba que Catamarca precisaba hortelanos y viticultores extranjeros que podrían encontrar en nuestro suelo un seguro porvenir si se dictaba una ley para promover y proteger la colonización. Los habitantes de las regiones alpinas de Europa encontrarían en Catamarca -afirmaba- un lugar al estilo del propio y con un clima más ameno. Para colonias de mayor escala proponía El Suncho y Singuil, lugares que se prestaban para la fabricación de quesos y grandes labranzas.

Zoología agraria Bajo este título detallaba al puma, el tigre, el cóndor, la lechuza, el loro barranquero, la paloma silvestre, la langosta, los gusanos de los alfalfares y algarrobos, la oruga blanca y las diferentes clases de hormigas, todos animales existentes en Catamarca que resultaban perjudiciales para la actividad agrícola o ganadera. Proponía que estos animales fueran estudiados por hombres competentes en la materia, para controlarlos y combatirlos. Explicaba también que los pichones de loro barranquero que se cazaban a mano, eran un rico manjar.

Exposición Continental de Buenos Aires – Año 1882

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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 3º Fascículo

IDEAS, OBSERVACIONES Y PROPUESTAS DE SAMUEL LAFONE QUEVEDO Viticultura Entendía que la industria por excelencia que nuestra Provincia debía llamar suya era la viticultura. Dividía a Catamarca en dos mitades: una al Naciente, la otra al Poniente de la cordillera del Ambato; los departamentos agrícolopastoriles de los puramente agrícolas. Al Naciente había haciendas vacunas que constituían la riqueza de los pobladores. Al Poniente las estancias apenas daban la carne que necesitaban los dueños para su consumo, pero había alfalfares bajo riego artificial dónde se engordaba el ganado de los otros departamentos. El Poniente no se prestaba para la ganadería porque llovía poco y el pasto artificial era caro y limitado en cantidad, por lo que sólo se ocupaba en animales que se invernaban para el consumo de las plazas vecinas. ¿Era la alfalfa el mejor negocio posible para los dueños de terrenos y agua en el Poniente? La evidencia -decía Lafone, citando la obra de Guyot- es que la viticultura es la mejor opción. “Si en Francia donde

el agua abunda es preferible la viticultura a todas las demás industrias agrícolas ¿qué diremos aquí, donde cada gota de agua se mide y se pesa?”. Tanto el trigo como la vid son productos que se dan mejor en zonas secas, pero como el trigo del Poniente, aunque muy rico, no era muy abundante, nunca se podría lograr producciones masivas para exportar. “Queda pues la vid, y no hay más que averiguar si esta encuentra un suelo aparente en la provincia, y muy particularmente en los departamentos del Poniente”. Señalaba que una viña existente en el Fuerte de Andalgalá tenía un rinde excepcional a pesar del suelo poco apropiado, la langosta, las escasas lluvias, las heladas y el propio viñador del lugar que “trabaja en sociedad con la hormiga, el viento, la paloma, los perros, los zorros, sus vecinos y su familia”. La proximidad de Andalgalá con Tucumán y la venta de aguardiente a Bolivia le habían permitido a ese departamento fomentar el cultivo de la vid y tener la delantera en esta actividad. Sólo el tabaco y el azúcar se comparaban en rentabilidad, y afirmaba que si Andalgalá era importante en este rubro había otros dos departamentos que la aventajaban

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mucho más: Pomán y Tinogasta. Todos los pueblos al poniente del Ambato eran ricos en uva, pero los pobladores dueños del agua insistían en el cultivo de alfalfa en vez de aprovechar su agua para centuplicar la producción de vid. Tinogasta sola podía igualar en producción a los demás departamentos por su abundancia de agua, pero los elevados fletes a Tucumán -su plaza de consumo más cercanadesanimaba encarar una masiva producción. Otra vez aquí planteado el problema de la falta de caminos o vías férreas que abarataran los fletes y permitieran colocar la producción que nuestro pequeño mercado interno no podía absorber. Belén producía pocos licores pero obtenía los de más rica calidad. Contaba con puntos ideales para producir vid, pero la impericia de sus campesinos y la escasez de capitales impedían una producción en mayor escala. Los vinos de La Puerta y La Estancia eran especiales, pero los pobladores ocupaban los terrenos en alfalfares, rastrojos para trigo, maíz y otros cereales. Santa María, que había obtenido premios en la Exposición de Filadelfia, podía igualar al Fuerte de Andalgalá en su producción de vinos, pero para ello debía mermar los alfalfares y contar con empresarios entendidos en la materia. El problema central residía en que las labranzas no se orientaban hacia la vid porque carecíamos de medios para colocar la producción a un precio razonable en las zonas de consumo, pero tampoco se podía abandonar la producción de alfalfa o cereales porque eran vitales para alimentar los animales de carga, único medio de transporte de la época. La reclamada instalación del tren, permitiría suplir a los animales de carga, abaratar los costos de transporte y entregar la totalidad de los campos al cultivo de la vid.

Sugería que Andalgalá y Tinogasta se dedicaran a los vinos generosos, mientras que Santa María y Belén a los vinos de pasto (vino común de mesa) y que sometiéramos los vinos a proceso de mejoramiento para lograrlos más ricos, dulces, aromáticos y con mayor cuerpo. En materia de cepas opinaba que todo estaba por hacerse pero que nuestros antepasados habían tenido la precaución de fijarse en cepas capaces de resistir la seca y las plagas. Afirmaba que se carecía de un mapa exacto y de datos estadísticos capaces de darnos las bases para un presupuesto de lo que se podría producir en vinos en todo el Poniente, pero que sin embargo no había catamarqueño que no conociera el números de toros y mulas que invernaban en Tinogasta y Santa María; de las mulas que poseía el Fuerte para el acarreo de sus metales y vinos, y del servicio de tránsito que prestaba Belén. Proponía sacar la cuenta de lo que daría todo eso en viña y aseguraba que con la cifra resultante muy pronto la provincia se vería ganando millones como lo hacía Tucumán. ¿Qué hacemos que no nos despertamos de nuestro letargo? Desgraciadamente tocamos con dos escollos: falta de viabilidad es uno, y el otro nace del primero; porque nadie quiere meterse tierra adentro y quedarse atollado. Proponía comunicar mediante la vía férrea central a Catamarca con La Rioja para ver brotar las viñas como la caña en Tucumán. Afirmaba que tanto el Fuerte como Belén producían vinos de poco color; no así Tinogasta y Santa María que siempre sacaban vinos más tintos, pero que ninguno de los cuatro departamentos podían

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igualar en color a los de Cafayate. Sin embargo eran viñas débiles con tendencia a torcerse. Consideraba conveniente para el productor y consumidor, concretar una mezcla racional de esos vinos débiles, con otros capitosos de nuestra provincia, ganando estos en color y aquellos en generosidad. Sostenía que todos los vinos comerciales de Salta, Catamarca y la Rioja necesitaban ser terciados con otros vinos no así aquellos de marcas especiales que existían en varias bodegas y que se regalaban los dueños y sus amigos. Argumentaba que como el paladar del consumidor es de lo más artificial y no admite vino que no sea mezclado, era necesario que los hombres hechos a este negocio hallaran la combinación más amena al paladar del aficionado del país. Reflexionaba que Catamarca contaba con un clima apropiado por lo seco para que la uva se produjera a la perfección; que tenía vinos que habían llamado la atención en las exposiciones internacionales; que contaba con vinos que cada día se consumían más en las plazas de Salta, Tucumán y Córdoba, a pesar de las dificultades y costo del transporte; que antes producía muy poco vino y ahora hacía tanto que nada le quedaba de un año para otro; que antes se adquiría vino para consumirlo en la mesa y ahora se compraban vendimias enteras, cientos y aun miles de cargas de mosto a pesar de los fletes exorbitantes, y que todo esto indicaba que se estaba levantando toda una Industria, la más exitosa y remunerativa del mundo, pero faltaban: capitales, conocimientos y viabilidad. En 1881, el señor Durand, un porteño afincado en el Fuerte de Andalgalá y productor de vino, había vendido al señor Manuel Cámere de Buenos Aires, 500 bordalesas de vino. Se trataba de la primera vez

que un comerciante porteño compraba productos argentinos distantes 500 leguas de la Capital. Capitales Entendía por capital a todos aquellos recursos humanos o materiales disponibles para fomentar y explotar cualquier industria, contrariamente al uso popular de la palabra capital que le atribuía un significado monetario o metálico. La palabra industria -decía Fliessse aplicaba a toda manufactura, ya fuera azúcar, alcohol, cerveza, aceite, o un trabajo de carpintería o zapatería. Si bien las viñas con el tiempo darían un resultado muy superior al de los pastos, los hacendados reflexionaban que con alfalfa tenían una rentabilidad inmediata, en cambio con las viñas debían esperar de tres o cuatro años para recuperar algo de lo gastado. Como los hombres ricos en Catamarca eran escasos y los intereses de los préstamos muy altos, no era posible que se hicieran inversiones en viñas cuyo producto era de difícil realización o a largo plazo. Sin embargo y a pesar de tantos inconvenientes no había hombre que ganara sus pesos en otras actividades, que no comprase viñas para tener vino que beber y vender. En consecuencia se preguntaba “¿hay algún medio de abreviar el crece y fructificación de la vid de suerte que sin demasiada demora pueda empezar a dar su producido?”, y se contestaba que ello era posible en base a una investigación por él encarada en 1876 mediante la cual había logrado -por medio de injertos- una importante producción a los 30 meses. Sin embargo, concluía que para este tipo de cultivo se necesitaba dinero y mucha esperanza en el porvenir, pero que nuestra gente siempre quería resultados inmediatos como con los remedios para las

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enfermedades. Afirmaba que era un error invertir de golpe un gran caudal de dinero, sobre todo en un país de industria nueva: “el verdadero sistema es el de ir explotando y fomentando a la vez, que los errores se cometan en pequeña escala para que no menoscaben los recursos de

adquiridos equivale a diez de capital de afuera. El valor de los vinos casi igualaba al de los cobres y lo único que debía pedir el Fuerte era vía férrea pues, con la experiencia ganada, se había desarrollado una industria vinera que solo esperaba viabilidad para tomar otras dimensiones. Pomán A Pomán la falta de conocimientos, de hombres y de viabilidad la tenían en bastante atraso, pero podía ofrecer muchas ventajas al viticultor; mejor suelo, menos viento y una población grande que proporcionaría brazos. “Vendrá el día -decía Lafone- y a la vid se lo deberemos, en que vuelvan estos valles a llenarse de gente, porque muy sabido es, que el cultivo modifica el clima, y veremos capitales invertidos en la canalización de los ríos,...en la construcción de grandes represas...y como ha hecho la Inglaterra en la India, trabajos hidráulicos gigantescos”, cuestión que confiaba haríamos nosotros.

una manera que asfixie, para decir así, el negocio... querer hacer ciertas cosas á fuerza de plata es echarlo todo a perder”. Andalgalá El Departamento Andalgalá era el que menos necesitaba capitales de afuera para dar impulso a la viticultura porque tenía muchos vecinos que conocían la importancia del negocio y se habían dedicado a explotarlo. El departamento del Fuerte no necesita capital en efectivo para fomentar su industria, porque un peso de capital criollo con los conocimientos

Belén A Belén le faltaban capitales, conocimientos y viabilidad y lo mejor de sus tierras -excepto Londres- no se utilizaban en lo que debían, pues sus viñas sólo producían aguardiente negocio al que se apelaba para aprovechar malos vinos. Sus viñas se hallaban colocadas en el peor punto para obtener una uva buena; un estrecho valle donde sufrían por la sombra, el calor, las lluvias, la piedra, las heladas, etc. y con un suelo gredoso más apropiado para alfareros. Había en Belén suelos tan fértiles que con un solo riego se podía cosechar trigo, y por lo tanto obtener buenos vinos; pero la gente era pobre, numerosa y sin recursos, y su misma miseria les había obliga-

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do a ubicarse en la entrada de la quebrada buscando la menor distancia para el agua. “Con un acueducto -dice Lafone- Belén triplicaría su agua, y entonces veríamos salir miles de hectolitros, donde hoy solo marcha una que otra piara para Sumalao ó Salta, de vino que se cosecha mal, y se vende peor. Belén necesita de capital para formar la industria vinera, y también para economizar su agua de regadío”. Santa María Espera que en Santa María entre gente de afuera que haga comprender a sus habitantes la importancia de la industria vinera y descarte el cultivo de alfalfa. Opina que para vinos tintos comunes de mesa, es superior el suelo y clima de Santa María, y que el vino torrontés bien elaborado podría llamar la atención en cualquier parte. Tinogasta Tinogasta no necesitaba capital monetario porque los tenía en abundancia, pero era un rincón verdaderamente desheredado de la República por su carencia de caminos, razón por la cual su contacto más frecuente era con Chile. “No sé por qué tengo una especie de convicción que este será el Departamento jefe de todos como viticultor; pero esto tiene que venir con la viabilidad, único capital que pide el departamento para dedicarse a la viticultura en mayor escala”, afirmaba Lafone. Mientras esto no ocurra, es inútil que Tinogasta se proponga competir con Andalgalá, Santa María y Pomán, con una diferencia importante en fletes en su contra. Después de todas estas consideraciones, Lafone concluía en que en realidad no era la falta de capitales la que tenía a la industria vinera en su estado de infancia en todo el

Poniente de la provincia, y que ese capital, no obstante provechoso, vendría cuando realmente hubiese caminos para poder colocar la producción en los mercados existentes más allá de las fronteras provinciales. A esa necesidad de vías férreas o carreteras llamaba: Viabilidad. Conocimientos Desarrollo tecnológico La incorporación de maquinaria importada debía ser cuidadosa y gradual o evitarse. La planta del pié humano era todo lo que se precisaba para pisar la uva y si se quería estrujar bien los orujos entonces se podía adquirir una Prensa Molina -otro colosal invento de Mardoqueo Molina- que con tornillo y todo no costaba más de cien pesos bolivianos, a diferencia de las monumentales, pesadas y costosas máquinas de fundición de origen alemán, que valían 1.500 pesos bolivianos. Asimismo, las vasijas de madera para depositar el caldo que se preferían extranjeras por su manualidad, él sugería optar por las nacionales dada su durabilidad a pesar del peso. La “Prensa Molina” había sido ideada por Mardoqueo Molina pero construida y denominada así por Lafone Quevedo en homenaje a su inventor. Servía para prensar orujo en la vendimia y enfardar pasto el resto del año, destinos que no se podían dar a la prensa de fabricación extranjera. Los alambiques existentes también eran obra del país. Antiguamente la destilación se hacía en tinajones dispuestos a modo de alambique. Los ingenios de Tucumán usaban hermosas piezas que indicaban nuestro atraso provincial en materia industrial, pero Lafone tenía confianza en que el primer alambique francés que se introdujera serviría de modelo “porque

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tenemos hombres inteligentes que luego ponen en práctica cualquier modificación que ven”. En su visión, la llegada del ferrocarril permitiría el ingreso de mercancías extranjeras más baratas, un cambio radical en nuestros alambiques y con nuestras prensas Molina sólo ocurriría que algunas pocas serían introducidas en otras partes como modelo para ser copiadas por cualquier carpintero. Ciencia “Puede decirse que hasta aquí la ciencia poco ó nada ha tenido que ver con nuestra industria en Catamarca”, afirmaba Lafone. La desidia, la ignorancia, el aburrimiento y la dejadez hacían que las cosas marcharan por sí mismas. No había modo de hacer comprender a dueños y empleados que no debía dejarse para mañana lo que era preciso hacer ya. Alentaba la esperanza de que Schickendantz, con casi 20 años de residencia en el país y a la sazón Rector del Colegio Nacional, pudiera hacer un estudio científico de nuestros suelos, de nuestros mostos, y también una clasificación de nuestras vides, a pesar de sus problemas de salud. Ese estudio serviría para aquellas personas de afuera que vinieran a trabajar como viticultores y/o enólogos supieran de antemano los escollos que debían sortear y contar con experiencias útiles. Sin embargo, el saber de los hombres de “afuera” no era suficiente y muchos no querían convencerse de lo que tenían que aprender de Argentina, aseguraba Lafone. “La ciencia -nos dice- no es más que generalizaciones sobre datos y experiencias adquiridas y no verdades eternas: desde luego las fórmulas que nos vienen de Europa adocenadas como cajas de sardinas tienen que modificarse con arreglo a las nuevas expe-

riencias que a cada paso se presentan en estos paises. Muchos capitales invertidos de buena fe y administrados con la misma, se han malogrado por no quererse convencer a tiempo de esta verdad”. Industria de la vid En cuanto a la industria de la vid, la verdadera ciencia del asunto no residía para Lafone en encontrar la mejor vid, ni el mejor modo de propagarla, ni siquiera en lograr el vino mas rico en el mundo, sino, en cual era la cepa, el modo de cultivarla, y el vino que más convenía producir en Catamarca y otras provincias en iguales condiciones. Para explicar sus observaciones sobre el cultivo e industrialización de la vid identificaba cuatro cuestiones: Elección de clase-Cultivo-Vinificación-Paladar del consumidor. Elección de clase Siendo tan conocidas las ventajas de la uva común de la provincia, el primer cuidado del viticultor debía ser el de tratar de mejorar su clase. “Soy de opinión, pues, que lo grueso de los viñedos de Catamarca por ahora debe formarse de la

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uva común: los ensayos de otras vides se harán en pequeña escala, y cuando se de con otra que en resúmen supere las ventajas de la común, entonces abandonemos esta y adoptemos la nueva”, decía Lafone. Otra uva llamada Mollar negra, grande y tinta, muy dulce y de rico sabor, se usaba en Belén y Las Granadillas, y sugería formar con ella la base para los vinos tintos que se hicieran en la provincia. Proponía enviar a los jardines botánicos de Francia y España, flores y hojas de nuestras viñas a fin de conseguir desde allí la nomenclatura exacta que pudiera dar principio a una ampelografía del país. “No hay cosa peor en una viña que la mezcla de clases” afirmaba taxativamente. El refrán español:“Uva torrontés-Ni la comas ni la des-Que buena para vino es” no tenía vigencia aquí, salvo en Santa María y el Fuerte, donde había adquirido fama

el vino de tal uva. Contrariamente a lo que ocurría en España donde se daba una torrontés de grano y racimo pequeño, aquí en Catamarca era de racimos grandes, granos más que regulares y riquísima para comer. Se vendía como fruta. De la uva torrontés la más rica que yo he probado es la de la ciudad de Catamarca tanto por su tamaño cuanto por su sabor; pero

para vino considero mejor la fruta algo inferior del Poniente. Sobre la uva moscatel opinaba coincidentemente con un antiguo experto español, que era cálida, daba dolor de cabeza y su vino mejoraba mucho cuando se la mezclaba con otra uva; y si bien sus propiedades nocivas habían desaparecido ya en España, acá se mantenían por su estado salvaje y falto de cultivo esmerado. Con dolor de cabeza y todo, la moscatel era preferida a las demás, porque el buen vino y aguardiente que se obtenían pagaba los mayores cuidados que demandaba. El suelo del poniente de la provincia era especial para este género de vides, sobre todo la falda poniente de la cordillera del Ambato. En Andalgalá había buenas cepas, y el moscatel de Saujil tenía fama en todas partes. Es mi parecer que en los lugares cálidos del poniente de Catamarca se concreten a cuidar bien estos tres linajes de uvas: la uva común, el moscatel y el torrontés. Pensaba que cuando la industria se hallara en manos de hombres entendidos, entonces se podría intentar su propagación por semillas; pero era un sistema caro, imposible para una industria naciente. Primero había que mejorar las vides con un cultivo racional, y luego de lograr su perfección recién entrar a experimentar. Los experimentos cuestan mucha plata, y solo deben hacerse en pequeña escala... Acojámonos á los géneros de vid que existen en el país, prodiguemos a las cepas que tenemos un cultivo esmerado y pidamos con voz en cuello viabilidad: dejemos que la industria, criándose natural-

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mente, desarrolle su natural vigor y no hagamos lo del atolondrado aquel que buscaba por todas partes los anteojos que cargaba sobre su propia frente. Como aquí teníamos un género de vid libre de las plagas que condenaban a los viñedos de Europa a su extinción, proponía establecer una cuarentena vegetal rechazando el ingreso de toda vid importada. “los estragos de la langosta son un mal muy llevadero”, decía Lafone, comparando las plagas desoladoras de Europa. Cultivo Una vez hecha la elección de la clase de vid que resolviéramos plantar, nos faltaría conocer el modo mas eficaz de propagarla y si bien los textos de la época recomendaban dar preferencia en primer lugar a la semilla y a la yema en segundo, luego al sarmiento puesto en asiento, después a las plantas de viveros y por último, al mugrón; él recomendaba hacer todo lo contrario, considerando que el mugrón o acodo empezaba a dar desde el primer año pues, en un clima tan seco como el nuestro y con calores tan tremendos en el verano, era mucha ayuda la planta vieja, porque tenía siempre su reserva de humedad. Los que no estuvieran de acuerdo con el mugrón debían conformarse con las plantas de vivero. Eran éstas, el mugrón y el barbado o planta de vivero las que más convenía poner en toda Catamarca, en la opinión de Lafone. En Catamarca, la vid debe propagarse por mugrón y por barbado, con preferencia, y que en tal o cuál punto puede hacerse uso del sarmiento puesto en asiento. Tras una serie de consideraciones

técnicas y experimentos por él realizados y a realizar para perfeccionar técnicas y mejorar el producto, Lafone concluía en que el objetivo fundamental era el “sacar el mayor peso de fruto de un terreno y agua dados”. En resumen -decía- las viñas de Catamarca dan su fruto porque quieren y los dueños les hacen el favor de podarlas -única operación que en la generalidad de los casos se hace bastante bien- y sería curioso ver la cara que pondrían los viticultores de Francia, España u otro país cualquiera famoso por sus vendimias, si se les dijera que en Catamarca se cosechaba la uva -y no poca- sin que se afloje el suelo por años, y que, para que este se endurezca más, echaba animales después de la vendimia. Vinificación Lafone comentaba que cuando llegó a Catamarca, la fabricación de vino entre nosotros era tan precaria que por lo general terminaba en vinagre, y sólo por casualidad salía algún vino muy particular. El que no tomaba ó vendía su vino pronto se exponía a verlo reducido a vinagre con las primeras zondas de la primavera. Sin embargo, hacia 1880 La experimentación estaba prendiendo en nuestros nacientes empresarios. Los señores Figueroa y Molas con la contratación de un nuevo enólogo y modificaciones en su razón social lograron un nuevo método industrial que pronto otros imitaron. Un señor Cisneros introdujo modificaciones en las tinas que permitían abreviar el trabajo, y el señor Durand había mandado construir unos inmensos y novedosos lagares que lograban mayor capacidad. Lafone dedica largas considera-

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ciones a explicar experimentalmente las causas que producen la tendencia a arruinarse de algunos de nuestros vinos y concluye en que la falta de tanino es una de ellas, lamentando que esta cuestión esté en manos de hombres legos en la materia como él, cuando el gobierno nacional contaba ya con personal y elementos para hacer estudios serios. ¿Por qué no se estudiaba científicamente el problema?: “porque todos tenemos una especie de idea que hay algo de sobrenatural y milagroso en el arte de hacer buen vino; cuando la verdad es, que el milagro solo está en las leyes de la naturaleza, y que Dios nos haya dado la inteligencia para poderlas descubrir. Descubrámoslas pues”. En realidad -creemos nosotrosesta actitud frente a la vida y las cosas, era sólo otra confirmación de esa cultura instalada en nosotros desde hace años, que consiste en aceptar la naturaleza tal cual es sin intentar transformarla ni someterla a nuestras necesidades; una cultura eminentemente emocional que se niega a usar la razón como medio para superar las dificultades y vencer la adversidad. La cultura emocional acepta la vida como algo predeterminado por Dios; la cultura racional, en cambio, cree que el hombre construye su destino por medio del ingenio y el esfuerzo personal. El aguardiente -por entonces un incidente de la industria vinera- podía llegar a ser una de las bebidas más importantes de la provincia, sobre todo en los departamentos del Naciente, adonde la uva era de inferior calidad que la necesaria para vino; y si Francia era tan famosa por su coñac como por su vino, ¿por qué no podíamos nosotros adoptar los dos ramos en nuestra industria?, se preguntaba desafiante Lafone. El alcohol puro de la uva es Página 41

el mas higiénico de todos los alcoholes, y generalizándose el consumo de éste, habría menos expendio de esas porquerías infernales que tan funestos resultados producen. Todo exceso en el licor es malo, pero el abuso del mal licor es más perjudicial que el abuso del bueno. En Europa es ya refrán que todo lo peor en bebidas alcohólicas es destinado a ambas Américas, hagámonos pues a nosotros mismos el bien de no tomarlo, y en su lugar presentemos algo que por lo menos tenga parentesco con la vid. En los países donde hay mucho vino bueno y barato, no es tan general el vicio de la borrachera y aquí sería muy fácil tener vendimias tan pingües que tanto el vino cuanto el aguardiente se vendiesen a tal precio que el mas triste peón pudiese tomar su vaso como parte de su alimentación diaria. El peón se emborracha el Domingo porque le parece que es lujo; pero muchos ni se acordarían de la pulpería si pudiesen tomar su trago higiénico todos los días. Paladar del consumidor - Mezcla de vinos


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Lafone alentaba la necesidad de realizar mezclas de vinos hasta lograr aquellos que se adaptaran a nuestro gusto y paladar. “¿Cuánto vino no se toma en la República que no es más que este alcohol diluido y teñido, porque aún no se ha dado con la mezcla de los vinos del país que en color, sabor y fuerza agrade al paladar del vulgo?” La dupla: Nopal y Cochinilla Al leer la carta que el señor Eugenio Gallo enviara a Schickendantz sobre su cultivo de tuna para producir arrope y alcohol, y último tema planteado en el libro Las Industrias De La Provincia De Catamarca, Lafone despierta nuevamente su imaginación y sugiere aprovechar el cactus no para producir arrope o alcohol, sino usar la cochinilla que se refugia y vive en y del nopal. Este insecto del tamaño de una chinche, era un gran negocio de exportación de los mexicanos por su utilidad en el teñido de telas, fabricación de pinturas y goma laca. ¿Por qué es que en Catamarca se han dormido en cuanto á esta industria? Pues yo creo que es la industria por excelencia para muchos de nuestros departamentos, y que podría plantarse sin perjuicio de los viñedos; porque los puntos de agua que hoy se resumen en el desierto se aprovecharían en quintales de pencas y tendríamos un elemento de riqueza más para nuestra provincia. Digresión. Nosotros agregaríamos, que sería posible aprovechar también el nopal como alimento, pues son notables e innumerables los platos de comida que los mexicanos elaboran con esta carnosa hoja cactácea. Olivo Opinaba que la plantación de oli-

vos siguiendo las indicaciones del general Navarro demostraban que era “posible propagar este árbol utilísimo, con facilidad y provecho; sabiendo elegir el gajo... y si de generaliza el cultivo del olivo en Catamarca, se habrá hecho un bien a la provincia de mucho valor comercial e higiénico. El pan, el aceite y el vino son un trío de que depende en mucho la alimentación del hombre”.

Labranza Consideraba que Catamarca era esencialmente agrícola y que con el tiempo se inclinaría por la viticultura. Carecíamos de buenos hortelanos porque no había cundido en nosotros la horticultura dada la arraigada costumbre de consumir carne y maíz. Esperaba que la papa introducida de Alemania en el Suncho se generalizara y tomara empuje como cultivo. Digresión. Su rica información sobre variedades, florescencia, vendimia, cultivo y poda de las vides en los departamentos de la provincia, no es objeto de este trabajo pero consideramos podría ser de interés para agricultores y agrónomos a los que sugerimos consultar la Memoria Descriptiva. Santa María Se dedicaba al cultivo de alfalfa para invernar burros y mulas utilizados para el transporte de carga a Bolivia y Perú, pero él aconsejaba aprovechar mejor el pasto alimen-

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tando las bestias mediante pesebres. El maíz y el trigo se daban muy bien y abundantes, pero el pequeño consumo local y de localidades vecinas no justificaban una producción masiva. Usaban un arado primitivo por barato y porque lo entendían. La siembra se hacía a mano igual que el deshojado del maíz; el trigo se cortaba con la hoz y se trillaba en eras improvisadas en el campo mismo con animales cabalgares. No se conocían las eras techadas ni la ventilación forzada con máquinas. La cebada se sembraba para pasto de invierno y no se le daba otro uso; lo mismo ocurría con las habas, arvejas y otras leguminosas. Andalgalá Contaba con plantaciones de alfalfa que daban 4 o 5 cortes anuales, y se utilizaba junto a la cebada y el pasto de las viñas, para forraje de animales de carga. Había una tendencia a disminuir su producción en beneficio de la vid. Producía también cebada. En la estancia El Suncho del General Navarro, se producían grandes cantidades de maíz y trigo, pero como

no alcanzaba para satisfacer la demanda local, se traía más desde Santa María, Belén, Singuil, Tinogasta, La Rioja, etc. Se cultivaba poco algodón. Se obtenían porotos y comino, y el tabaco que se daba bien era preferible comprarlo afuera porque salía más barato. La introducción de arados extranjeros no había dado mayores resultados. Belén Existían alfalfares hasta donde llegaba el agua y se usaban para la alimentación de animales de carga y vacas que se vendían en Salta, Chile, etc. Con los sobrantes de agua de sembraba porotos, trigo y maíz. No se producía miel ni cultivaba tabaco o algodón. Tinogasta Extensos alfalfares eran consumidos en grandes invernadas de animales en su paso a Chile. Su producción de trigo superaba a los demás departamentos y despachaba harina a todas partes. En materia de implementos agrícolas estaba mejor equipada que el resto de las poblaciones al igual que sus molinos, aunque estos eran

Sembradera a mano

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excelentes arrieros. El Alto, Ancasti, La Paz y Santa Rosa

Paisaje campestre de las “Chacras”

construcciones primitivas en las que se tenía en cuenta su condición de económicas. Pomán Producía alfalfa para consumo interno y trigo y maíz para vender a Andalgalá. Piedra Blanca y Valle Viejo Era una región muy fértil y rica en alfalfa, ají, pasas de higo y tabaco. Lafone recomendaba introducir un método racional de secar y acomodar la hoja del tabaco para duplicar las ventas. El algodón, que había sido el principal producto de Piedra Blanca, era para entonces sólo una curiosidad. Había sido catalogado como uno de los mejores del mundo. Además le auguraba -desde Singuil hasta La Puerta- su conversión en uno de los primeros departamentos en viticultura. Capital y Capayán El agua de la Capital provenía de un pequeño arroyo que bajaba del Ambato y sólo servía para abastecer las casas de familia, las quintas o casas de campo, y el alfalfa de los animales de servicio. Era el último departamento viticultor y don Mardoqueo Molina tenía en estudio instalar una industria de vino para competir con Andalgalá. En Capayán la cosecha de maíz y trigo abastecía el consumo local y en ambos lugares había

Eran zonas pastoriles que debían dedicarse a una extensa y productiva actividad agrícola por sus condiciones naturales y proximidad a vías férreas. Si bien El Alto y Ancasti no se dedicaban a la viticultura “nada extraño sería -dice Lafone- que con el tiempo se descubriese que son mas aparentes para esta industria que para la ganadería”. Animales Si bien Catamarca no llegaría a rivalizar con los pueblos pastoriles en cantidad de hacienda, podría en cambio con el tiempo, lograr buenos toros y caballos para colocar en el mercado, pero para ello era necesario introducir animales de raza y modificar el sistema de crianza y engorde de la hacienda. “En asunto de tanta trascendencia debe tomar la iniciativa el Gobierno de la Provincia y no pretextar escasez de recursos” decía Lafone. En Santa María se concentraban toros traídos de las fronteras de Salta y Tucumán para ser vendidos en Chile y se preguntaba si no convendría mas criar vacas lecheras para aprovechar el alfalfa que muchas veces se desperdiciaba por abundante. Pero los catamarqueños no podían creer que una vaca de raza lechera pudiera dar 1.420 litros de leche mensual como en Baviera. Las criollas no daban nada. Las ovejas del oeste tenían una lana muy suave, abundante y requerida por las teleras, pero Lafone recomendaba ensayar preferentemente con ovejas de las Islas Malvinas o en su reemplazo con la raza Lincoln u otra de Escocia. Para lograrlo era necesario criar y mantener las ovejas de un modo más racional y no abandonarlas a su suerte para morir de frío y hambre

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al invernar en las cumbres de los cerros, o llenarse de piojos con el consiguiente deterioro de la lana. En Belén, la producción de lana era insuficiente para la floreciente demanda textil que tenía, pero ello obedecía a la desidia de sus estancieros, porque la naturaleza del lugar favorecía la cría de ganado ovino. La Alpaca

La Llama

Las llamas ya no existían con la abundancia de la época de la conquista. La cría generalizada de chancho no era posible porque a los paisanos de la época no les gustaba comerlo en forma de carne fresca y sólo gustaban del chorizo. Preferían la grasa de vaca con ají, a la manteca de cerdo. Si bien en toda la provincia se criaban burros, era Santa María la zona de mayor producción, engorde y venta a Chile y Perú. La cría de mulas no tenía en Catamarca la cantidad lograda en Córdoba y Santiago del Estero. La vicuña, que era usada como animal de caza para diversión de los paisanos impulsaba a Lafone a reclamar al gobierno leyes protectoras del animal, proponiendo en cambio su rodeo y esquila periódica, como lo hacían los incas. De las alpacas existentes en las inmediaciones de Laguna Blanca

se ocupaban los pocos indios de la zona, pero no los criollos. El prejuicio de que la abeja era perjudicial para las viñas había impedido el desarrollo de la apicultura, pero había comenzado a desarrollarse en la capital y las chacras. Tinogasta tenía mejores condiciones para la cría de vacas lecheras y el engorde de toros, por sus extensos alfalfares. La carencia absoluta de un sistema racional de cría de animales hacía que se reservaran para padrillos los peores ejemplares y se castraran los mejores bueyes y caballos de silla. Todo se hacía mal por ignorancia, por falta de ciencia aplicada, por esa ausencia permanentemente en nosotros, de ciencia y razón. La cultura emocional de nuestra gente contrastaba con el racionalismo positivista de los pocos intelectuales. Entre los animales domésticos que tendían a desaparecer mencionaba el guanaco, el avestruz, la liebre y la perdiz. En los cerros se encontraban cerdos silvestres, mayoates, venados, corzos y vizcachas, y en la puna, chinchillas y vicuñas. Sericicultura El suelo y clima de Catamarca eran apropiados para el cultivo de la morera y la cría del gusano de seda. Esta actividad extraña y desconocida para nosotros podía ser desarrollada si primero se plantaban estos árboles y luego se traían inmigrantes lombardos o provenza-

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hasta las nubes de las cumbres de los cerros. En general la propiedad -excepto la del fisco- estaba bastante subdividida, y esto hacía que se perdiera gran parte del agua en la partición. Pocos eran los campos fiscales de valor y pertenecían al Fondo Propio de las escuelas. Pueden en general considerarse sin valor los campos de Catamarca que no poseen agua.

Gusano de seda en sus diferentes estados

les conocedores de ese oficio, que compraran la cosecha de hojas y la industrializaran. Riego “Hablar de tierras en la provincia de Catamarca,, parece estar de mas, porque estas sobran y de la mejor calidad” dice Lafone; en consecuencia no sirve hablar de extensión de territorio sino de caudal de agua disponible. “En los terrenos de regadío, lo que realmente vale es el agua no el terreno”; “Donde acaba el agua de regadío acaba también la labranza”, insiste Lafone. Propone canalizar los ríos para evitar los cauces medanosos en donde se insume y pierde el agua. Calcula que logrado ello, se podría aumentar el cultivo de la vid sin abandonar las demás actividades agrícolas. Propiedad Lafone comenta que en Catamarca había pocas quintas de fin de semana, porque la poca agua existente se utilizaba para cosas más serias y pocos criollos tenían la paciencia y dedicación para ello. No había estancias grandes como en el litoral del país y pocas familias (Navarro, Molina y otros) concentraban extensos y valiosos terrenos pero en lonjas largas que llegaban

Viabilidad ...debe hacerse conocer en la provincia y fuera de ella que hay una base de riqueza en los departamentos del oeste, que justifica cualquier gasto que se haga en el sentido de ponerlos en contacto con las vías férreas. Mientras Tucumán tuvo una vía férrea y hombres como los Señores Méndez y Huergo que sacaron la industria azucarera de su letargo ruinoso, Catamarca en cambio se hallaba en muy diferente caso; mediterránea, con un suelo aparentemente muy estéril y poco atractivo para los emprendimientos agrarios, estaba dotada de minerales y debía atraer inversores, capitales, hombres inteligentes y la atención del gobierno nacional. Así como ¡Caminos o muerte! había sido el dilema propuesto por Benjamín Poucel a los catamarqueños de 1858, ¡Viabilidad, viabilidad y viabilidad!, era el lema acuñado por Lafone Quevedo en 1881 para resolver el problema aún vigente, entendiendo que los caminos y las vías férreas serían el busilis, hito o cuestión central que

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resolvería nuestras dificultades. Los caminos de la época eran en realidad sendas de animales por donde marchaban todos nuestros productos y gentes. Las cargas muchas veces se perdían en los despeñaderos y los males no eran mayores porque “nuestros arrieros eran muy diestros en el arte de caminar por donde no hay caminos”, decía Lafone. Había tres vías para el despacho de vinos y dos eran intransitables en la época mejor para vender vendimias; es decir, desde Enero hasta Mayo. La primera de estas vías era un camino que partiendo de Andalgalá pasaba por Belén, Tinogasta, Santa María, Salta, Jujuy, y llegaba a Bolivia. Carecía del inconveniente de las lluvias, pero tenía el peligro de las fiebres intermitentes de esa estación del año por lo que pocos arrieros se atrevían a realizar el viaje, a lo que se sumaba el costo de alimentar los animales en ruta debido a que no había pasto salvaje, los campos se encontraban cercados por sus dueños, y el arriero terminaba siendo esquilmado por los derechos municipales. Por esta razón eran altos los fletes; y justamente cuando se disponía de más carga para despachar, menos arrieros había. El segundo camino partía de Tinogasta, pasaba por Belén, Andalgalá, el campo del Pucará, cruzaba los cordones del Aconquija y el Ambato y llegaba a Tucumán y Santiago del Estero. Esta vía era intransitable en tiempos de lluvia y exponía a los que lo hacían, a ser víctima de fiebres palúdicas. El camino a Salta era largo, costoso y malsano, y el de Tucumán peligroso para las mulas y sus car-

gas porque pasaba por cerros interminables, quebradas fragosas y ríos a nado. El flete que se pagaba del Fuerte a Salta o Tucumán era inconveniente para los arrieros y el viticultor se veía imposibilitado de colocar en aquellas plazas su muy remunerativo vino porque los caminos se lo prohibían. El tercer camino que disponía la zona del Poniente salía de los cuatro departamentos, pasaba por Mazan, cruzaba los desiertos de la Rioja y sud de Catamarca -porque no había camino carretero por la Cébila- pero aquí, ya no las lluvias sino la falta de ellas, creaba serios inconvenientes para el despacho de grandes partidas de vinos a Buenos Aires y otras plazas. La solución planteada por Lafone consistía en una vía férrea que uniera Recreo con Chumbicha y un camino carretero que pasando por la Cébila llegase a Belén, Tinogasta, Andalgalá y Santa María.

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Hasta Chumbicha sobrarían los forrajes para cuanta mula se ocupase en el acarreo; en Chumbicha se podría establecer un gran mercado o feria, al que acudirían compradores de todas las vecinas provincias, y si la cosa se hiciese en combinación con las funciones de la Virgen en la Capital se aseguraría aun mayor concurrencia; cesaría del todo la explotación que se hace en la provincia de la Rioja, de los arrieros y carreros que pasan a Recreo; y en su lugar todos los riojanos vendrían con sus vinos y demás cargas a Chumbicha a vender o cargar sus licores como los


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demás del Poniente; pues hay que notar que Chumbicha es un punto tan importante para los distritos vinicultores de la Rioja como para los de nuestra provincia; y en prueba de ello puedo asegurar que todos los vinos riojanos que pasan a las vecinas provincias cargados en mulas se dirigen a Chumbicha por la Cébila. La vía férrea hasta Chumbicha tendría la ventaja de cuadruplicar el transporte de carga sin aumentar un solo animal; porque no solo ganaba en distancia sino que también implicaba economía en el engorde de las bestias que hacían el servicio. Esto era también importante porque no había suficientes animales de carga para transportar el enorme tráfico a Bolivia, ni había esperanzas de remediar esta escasez. Pensaba que los fletes bajarían de valor y la mercancía se colocaría rápidamente en Tucumán, Salta y Jujuy. La viabilidad dará ensanche al negocio, el ensanche del negocio hará productiva a la viabilidad; y una y otra cosa acabarán por hacer rica

y feliz a nuestra provincia. Catamarca pide a gritos la vía férrea, y tiene derecho a exigir a las provincias hermanas que la apoyen en su pretensión; porque así recibirán ellas con regularidad y en mejor estado los vinos que consumen. Digresión. En setiembre de 1881 el gobierno se proponía ensanchar el camino de la Cébila para hacerlo apto para carros y permitir el comercio del oeste con el litoral, y el telégrafo anunciaba la sanción de la ley que establecía construir un ferrocarril que partiendo de la Estación Recreo llegara a Chumbicha y de allí uniera La Rioja con Catamarca. El ferrocarril había llegado a Tucumán en 1876, permitiéndole su rápida industrialización y prosperidad azucarera, convirtiéndola en un modelo de desarrollo del noroeste. A Catamarca en cambio, el ferrocarril recién llegó en 1886, con el ramal Recreo-Chumbicha como lo quería Lafone. Para ese tiempo nuestra minería estaba ya en crisis, y la opción agroexportadora del roquismo que favorecía al litoral hizo el resto.

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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 4º Fascículo

CONCLUSIÓN

Schickendantz y Lafone Quevedo conforman dos de nuestros pensadores económicos, y sus ideas, observaciones y propuestas (económicas, educativas y culturales) son de importancia invalorable para conocer nuestro pasado y reflexionar a cerca del tiempo que perdimos sin llevar a la práctica sus consejos. La industrialización de buenos vinos y el cultivo del olivo parecen hoy una realidad, pero no debemos olvidar que fueron sugeridas ¡hace mas de 125 años! La gran explotación minera de hoy en cambio, no se parece a la de aquellos años de Lafone. En aquellos tiempos vendíamos lingotes de cobre a Europa y no terrones de mineral bruto; la mayor parte de los trabajadores y proveedores de aquellos tiempos eran catamarqueños. En materia de industrialización del algodón algo hemos hecho, pero no lo suficiente. Están pendientes aún las fábricas de jabón, de vidrio, de medicamentos, de seda natural, de anilinas, lacas y pinturas, de coñac y cerveza, de ladrillos y crisoles refractarios, de quitamanchas, de perfumes, de alcaloides, de lápices, de pólvora, de

lozas, de productos químicos para curtiembre, las construcciones rurales económicas; la producción masiva de frutas y hortalizas y la explotación de hierro, zinc, plomo, ácido sulfúrico y turba. Muchos caminos se hicieron; también diques y embalses, pero faltó conocimiento para hacer competitivos y rentables nuestros productos; faltó conocimiento en comercio exterior y faltó sobre todo, un proyecto de provincia y la decisión de encarar una transformación cultural profunda a partir de la educación y las prácticas políticas y económicas. El cambio de nuestros hábitos alimenticios, trocando la carne por cereales y legumbres, nos hubiera posibilitado abaratar los costos de manutención para utilizar los excedentes como capital; y si hubiéramos forestado nuestros cerros, es posible pensar que el clima sufriera modificaciones provechosas. Si la Nación se demoraba en materia industrial embelesada en las ventajas agroexportadoras que la oportunidad ofrecía, nosotros debíamos apuntar a la industria no solo agrícola sino también minera y manufacturera, que sugerían

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Schickendantz y Lafone. Pero para forjar una provincia metalurgista, industrial y manufacturera, era imprescindible educar para ello a un pueblo somnoliento y detenido en los usos y costumbres coloniales que la España atrasada y medieval nos había impuesto con su sistema político, económico y cultural. Esta tarea nada fácil consistía -imitando a Robert Heilbroner- en convertir pastores en productores de carne, quesos y lácteos, campesinos en agricultores modernos; peones y albañiles de ocasión en disciplinados operarios; pequeños comerciantes o tenderos, en empresarios productores; prestamistas en capitalistas arriesgados; burócratas estatales nepotistas y algunas veces corrompidos, en funcionarios confiables; un pueblo de tradición paternalista, en ciudadanos libres y democráticos; hombres sin tradición industrial ni gusto por los inventos, en productores de manufacturas diversificadas. Estos dos extranjeros venían consustanciados con una Europa tocada por la varita mágica de la Revolución Industrial, pero tenían una visión filosófica dividida entre el positivismo temprano y argentino de Alberdi, Mitre, Sarmiento y Avellaneda, y el positivismo europeo de Comte y Spencer. Entre una filosofía positiva nacional que debía servir para alcanzar el desarrollo industrial que carecíamos y la actitud espiritual del positivismo europeo surgido con posterioridad al impacto extraordinario de la revolución industrial. Entre una filosofía aplicada a los intereses sociales, políticos y económicos, de la región americana y otra que puso especial énfasis en las ciencias naturales y que posibilitó el surgimiento del método experimental y deductivo. Dos filosofías que tenían en común creer que los intereses materiales y económicos eran mas importantes

que los morales y espirituales. Así se explica que el positivismo europeo que entró tardíamente en nuestro país por la Escuela Normal de Paraná allá en la década de 1880 y cuando en Europa estaba ya en declinación, fuera tomada por los intelectuales que apoyaron a Roca y Juárez Celman pero de ningún modo por nuestros Schickendantz y Lafone. Por eso estuvieron en contra de ese desatinado apresuramiento económico que sedujo a gran parte de la generación del 80, encandilada por el enriquecimiento fácil y rápido, y repetido con muchos parecidos cien años después, en la década de 1990. Había que enseñar ciencias prácticas y aplicadas -como proponía Alberdi- en vez de las disciplinas filosóficas; había que arremeter contra todo aquello que se considerara producto de la ignorancia, los hábitos, los prejuicios y los arraigados sentimientos arcaicos. Schickendantz y Lafone querían un “país” -así denominaban a Catamarca- rico por medio de la industria y el comercio, pero contrariamente a los creadores del positivismo nacional, no profesaban indiferencia religiosa ni renegaban de la tradición indígena local. Terminaron como la mayor parte de los intelectuales provincianos; yéndose de aquí pués, no había lugar para ideas nuevas, para la ciencia, para el saber. Al parecer, necesitamos inducir una revolución cultural que nos lleve a la prosperidad y la felicidad en materia política, social y económica. Al cambio no lo producen la compra y uso de los inventos y tecnología de los pueblos desarrollados, sino “la disposición mental de la gente práctica para utilizar la ciencia y la tecnología a su alcance” como afirma Hobsbawn. El mayor problema que debe

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sortear un pueblo subdesarrollado para realizar su propia revolución industrial no consiste tanto en conseguir los capitales necesarios, sino en contar con equipos de hombres que cuenten con las capacidades intermedias, técnicas y administrativas de una dimensión y complejidad desconocidas aquí pero habituales en el mundo desarrollado. Cualquier emprendimiento industrial de producción moderna sería extraño a la comprensión y conocimiento de la mayoría de la pequeña clase de comerciantes y negociantes locales.

A MODO DE PROPUESTA La historia argentina tiene que hacerse, la verdad es aun desconocida, porque entre nosotros -hablaremos claro- tiene pocos adoradores. ¿Cuántos de nuestros hombres de Estado saben lo que Catamarca hizo en pro de la emancipación de la patria? Federico Espeche,

CATAMARCA, 1875

LA PROVINCIA

DE

En Catamarca, repetimos la historia porque no la conocemos. Ni el pueblo ni los dirigentes políticos en general y salvo escasas excepciones que confirman la regla -reservada sólo a la memoria de algunos intelectuales y estudiosos- no conocemos nuestra historia, sus epopeyas, arrojo y valentía, ni tampoco sus miserias como es dable en la condición humana. No levantamos monumentos a nuestros grandes hombres, porque muchas veces ignoramos su existencia y por cierto, porque lo que se ignora no inspira amor, respeto, continuidad, realización, ni nada. No entendemos nuestra vida colectiva como una empresa común pasada, presente y futura. No hay en nosotros entrenamiento ni práctica de la naciona-

lidad ni de la provincianía. Ser Nación significa: tener un pasado común deseado, compartido y realizado por nuestros anteriores, pero conocido y querido por nosotros; tener un presente deseado, compartido y realizado por nosotros y en continuidad con lo hecho por nuestros abuelos o antecesores; y tener un futuro también deseado, iniciado por nosotros y compartido y realizado por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, en una cadena interminable de anhelos y esperanzas compartidas generación tras generación. Una Nación es una continuidad casi unánime de anhelos, experiencias, fracasos y éxitos, sentidos y vividos como propios por una sucesión de generaciones de hombres comprometidos con la construcción de su porvenir. La experiencia de la provincianía y la nacionalidad está trunca en nosotros, porque al desconocer los hechos y propósitos de nuestro pasado, sus hombres y sus héroes, sus proyectos y sus realizaciones, no podemos hacerlos propios y darles continuidad en el tiempo. No hay experiencia de la provincianía en nosotros, porque carecemos de un proyecto colectivo compartido y querido por la mayoría, y expresado en realizaciones concretas que nos animen a esperar confiados el futuro aún a fuerza de padecer angustias y privaciones. Carecemos de la experiencia de la nacionalidad, porque no tenemos ningún destino ideal que transmitir a nuestros hijos y los abandonamos aturdidos en un tiempo sin esperanzas, corrupciones sin par y desvergüenzas sin nombre. La premura de los gobiernos por resultados inmediatos impide encarar emprendimientos de largo aliento que requieren muchos años y varios períodos gubernativos. Tenemos la imperiosa necesidad de un proyecto de desarrollo econó-

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mico, cultural, político y social, que sólo puede concretarse en el largo plazo y que necesita ser querido y compartido por la mayoría; pero para ello es preciso un acuerdo entre las fuerzas políticas para idearlo y elaborarlo en conjunto y el compromiso de sostenerlo en el tiempo, cueste lo que cueste y pese a quién le pese. No se trata de atacar el derecho a pensar distinto, ni de poner a todos en una picadora para hacerlos iguales contradiciendo los propósitos de la libertad; se trata de encontrar un modo de lograr coincidencias en el derrotero a seguir para alcanzar la prosperidad y la felicidad del conjunto. Los catamarqueños estamos divididos no por cuestiones ideológicas, sino por razones económicas. No hay trabajo estatal para todos, y este es en gran medida el único que existe. No alcanzan los puestos públicos para todos. Los partidos políticos luchan para colocar en los puestos mejor remunerados a sus dirigentes y militantes. La pobreza hace que los partidos políticos se conviertan en bolsas de trabajo para afiliados que -como todo el mundo- aspiran a una mejor posición económica y social. En los pueblos pobres como nosotros, la política no deja de ser una fuente de labor en un medio escaso. Divididos en esta forma, la lucha será indefinida; los resultados escasos para el conjunto o satisfactorios para la fracción que tome el poder y nefastos para los perdedores; alentará el gusto por el poder vitalicio, que tiene la función de perpetuar en el tiempo a los ganadores en detrimento de los perdedores y alimentará el sistema de prebendas, reparto de subsidios y puestos públicos, que dan alguna garantía de continuidad vitalicia en el poder. Ningún partido político podrá en soledad, llevar adelante y durante

muchos años su propio plan de crecimiento y desarrollo si no cuenta con la aceptación de los opositores. Los partidos de oposición no deben discrepar en materia de objetivo final o proyecto de desarrollo con el oficialismo, sino actuar como celosos custodios de desvíos en el plan general y hacer contralor ético y administrativo de los que gobiernan. Este plan compartido por las fuerzas políticas debe partir de una coincidente interpretación del mundo, el lugar que queremos ocupar en él en materia económica, productiva y política y el modo en que nuestra participación activa colaborará en su construcción y destino. Debe contemplar nuestro rol regional, nacional y continental, contar con una estrategia para lograrlo, identificar con claridad los intereses que consideremos vitales para nuestra existencia, el modo en que los debemos proteger y contar con una política cultural y educativa conducente. Los partidos políticos pueden y deben discrepar en los modos de concretar el objetivo, no en el objetivo. Necesitamos un encuentro permanente y prolongado en el tiempo, de los líderes y militantes políticos, empresariales, sindicales, educativos y sociales, cualquiera sean sus adhesiones ideológicas, a fin de acordar caminos de acción sobre los puntos de coincidencia, dejando las diferencias para más adelante. Los que aspiran a conducir el destino colectivo deben encontrarse en un calificado y democrático recinto de formación y debate, no sólo para confrontar ideas sino principalmente para adquirirlas, intercambiarlas y ponerlas en ejecución al asumir tareas conductivas. No se trata de crear un foro de discusión sobre temas científicos que posible-

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mente se ignoran, sino de estudiar seria y profundamente lo que se ha pensado, propuesto y realizado en Catamarca, en Argentina, América y el mundo, en materia de desarrollo político, social y económico, para poder así diseñar nuestro propio proyecto de desarrollo. Cuando los hombres crecen en conocimientos y formación, las utopías y las diferencias doctrinarias se reducen, haciendo más fácil arribar a un pensamiento común. Necesitamos un ámbito donde los líderes económicos, sociales y políticos puedan educarse y formarse, aprendan a convivir, compartir ideas y proyectos, para luego y recién luego de educarse y formarse en conjunto, encuentren el modo de coincidir sobre qué hacer y cómo lograr nuestro crecimiento y desarrollo. Esto puede lograrse compartiendo un vasto consenso de decisiones que posiblemente lo pueda ofrecer un Instituto de Administración y Desarrollo Estratégico del Estado. Este Instituto permitiría a sus integrantes coincidir en ciertos rumbos y metas a cumplir inexorablemente y los gobiernos no se medirían por resultados finales sino por etapas cumplidas o incumplidas. Si la clase dirigente se propusiera esto, si estableciera un plazo a partir del cual los políticos se obligaran al requisito de haber egresado del Instituto de Administración y Desarrollo Estratégico del Estado tal como algunas grandes naciones lo hacen, entonces es posible creer que la competencia política estará centrada nada más que en el cumplimiento de las etapas trazadas por el plan, el contralor de su riguroso cumplimiento y la alternancia del poder entre uno u otro partido sólo perfeccionará la conquista de la meta. Los partidarios perdedores

podrán colaborar con el oficialismo sin ser considerados traidores y la exclusión que hoy existe entre ganadores y perdedores posiblemente dejará de existir. Hemos descuidado la formación científica, industrial y tecnológica de nuestros hijos, y resulta urgente y necesario comprender que el mundo moderno es un mundo científico, industrial y tecnológico. Para entrar en el, necesitamos producir sustanciales cambios en nuestra cultura emocional, nutriéndola de racionalidad, ciencia y fe en nosotros mismos. Este cambio cultural que creemos necesario puede ser encarado por la educación, pero una nueva visión educativa con estos objetivos debe ser encaminada por una clase política respetable, culta, ilustrada, distinguida, honorable, irreprochable y prudente. La posibilidad de crear los estadistas que la provincia requiere para salir de su infortunio; el último reducto posible para idealizar nuestro destino en este tiempo de corrupciones sin par y desvergüenzas sin nombre está en la escuela, en la educación, imprescindible horma que modela el carácter y la voluntad de los hombres y necesaria para emprender luchas y esfuerzos incontables. Necesitamos templar hijos fuertes, luchadores y soñadores. Hijos que crean en grandes esfuerzos sin recompensas inmediatas y en entregas totales y duraderas. Necesitamos prepararlos para superar los obstáculos y vencer las dificultades que presenta siempre la vida. Necesitamos preparar a nuestros hijos para la adversidad, para la libertad, para el trabajo, el pensamiento, el esfuerzo y el coraje.

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RAÚL EDGARDO CARO


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SÍNTESIS BIOGRÁFICA DE LOS AUTORES FEDERICO SCHICKENDANTZ

Federico Schickendantz

Para elaborar esta breve reseña biográfica de Federico Schickendantz, se ha recurrido a los escritos de Guillermo Furlong, Ricardo Rojas, Manuel Soria, Cornelio Sánchez Oviedo, Ramón Rosa Olmos, Armando Raúl Bazán, Gerardo Pérez Fuentes, Federico R. Argerich e investigación propia. De origen alemán y nacido en la localidad de Landau el 15 de febrero de 1837, cursa estudios de Ciencias Físicas y Naturales en el Instituto Real de Estudios de Baviera, completándolos como químico metalúrgico en Heidelberg y Munich, siendo discípulo, entre otros, del famoso profesor de la cátedra de Química, Roberto Guillermo Eberard Bunsen, gran inventor y descubridor, autor de la pila de carbón. En Oxford, donde perfecciona sus estudios, se desempeña junto al Príncipe de Gales, como ayudante de cátedra del profesor Brodie, hijo del prestigioso primer cirujano de la Reina Victoria, Benjamín Collins

Brodie. Entusiasmado con un aviso periodístico publicado en Inglaterra por Alejandro Lafone -hermano de Samuel Fischer Lafone, padre de Samuel Lafone Quevedoreclamando un químico-minerólogo para una planta de cobre en Argentina, firma contrato y se traslada a nuestro país durante los sucesos de Pavón (1861). Para entonces y con aproximadamente 25 años, ya había publicado algunos trabajos en colaboración con su profesor Bunsen. A su llegada, la marcha de la empresa Lafone había deteriorado a tal punto que se le ofreció la indemnización debida para dejar sin efecto el contrato de trabajo, pero Schickendantz -que aún no hablaba castellano- desafió a los Lafone a esperar un año para tomar la decisión. Convenido así, y en tiempos de guerra civil se dirigió rápidamente a Córdoba para llegar mas tarde a Santa María, donde operaba aún el Ingenio Victoria, primera planta recuperadora de mineral de la familia Lafone. En 1865 contrae matrimonio con María Josefa Díaz, a quién había conocido en una de las reuniones sociales que organizaba Samuel Lafone Quevedo y en donde Schickendantz interpretaba a cuatro manos con aquél, música clásica. Ella era, posiblemente, descendiente de la tradicional familia fundada por el General español don Luís José Díaz, probablemente el hombre más rico de la historia de Catamarca, dedicado a la ganadería, la agricultura, el comercio y la minería, y creador del Mayorazgo de Huasán en Andalgalá a favor de su sobrino mayor, Salvador Díaz, en 1768. El que suponemos padre de María Josefa, don Miguel Díaz de la Peña, de filiación unitaria y gobernador de Catamarca en los años 1830-31, era nieto de aquel sobrino heredero del Mayorazgo. Gran amigo de Bernardino Rivadavia y el

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General Paz, fue autor del obelisco (pirámide ligera de base cuadrada y piramidal) que inaugurada durante su breve gobierno engalanó nuestra plaza principal hasta el año 1915. Vencido y huyendo de los Federales, falleció soltero en Bolivia, cuenta Manuel Soria. En Andalgalá, una vez puesto en marcha el nuevo Ingenio Pilciao, se dedica a investigaciones científicas de la flora y fauna del lugar, enviando estos estudios a Berlín y París, como así también muestras de cardones y pencas a botánicos de Europa. Allí clasifican al arbusto chileno rodajillo con la denominación Bulnesa Schickendantzii y al olivillo como Monttea Schickendantzii, en homenaje a su descubridor. Se desempeña como miembro de la Comisión Escolar de Andalgalá durante largo tiempo teniendo una destacada labor en pro de la educación primaria. Estas Comisiones Escolares eran entidades constituidas por padres lugareños que tenían por misión elegir los maestros, vigilar la educación impartida, pagar a los educadores y administrar los fondos de las escuelas. Participa activa y decisivamente desde la Exposición Universal de París en 1867 hasta la Exposición Continental de Buenos Aires en 1882, y su gran formación profesional le permite lograr novedosos procedimientos en el procesamiento del mineral para obtener mayores rendimientos. Los lingotes de cobre que la planta producía eran de feo aspecto y poca prolijidad, pero metalúrgicamente eran un triunfo enteramente catamarqueño del arte de fundir. Partiendo del mismo metal, los indios que trabajaban en los hornos de los ingenios, podían hacer barras con gran porcentaje de cobre. El Gobierno Nacional le confía en 1871 la dirección de la Escuela Agronómica de Tucumán, con re-

tención del cargo de profesor de Física y Química del Colegio Nacional de esa provincia, pero por desavenencias con el gobierno local, renuncia al poco tiempo regresando a Pilciao, dice Furlong. En 1873 escribe LA MINA RESTAURADORA Y EL BENEFICIO DE SUS METALES EN EL INGENIO PILCIAO. En 1874 el go-

bierno de la provincia le encomienda determinar la ley del mineral de una moneda boliviana y escribe METALES EXPLOTADOS DE LA MINA RESTAURADORA DURANTE EL AÑO 1873. En 1875 colabora con Federico Espeche suministrándole información para su libro LA PROVINCIA DE CATAMARCA y en abril concluye en Pilciao un importante escrito sobre geografía económica de Catamarca, publicado en idioma alemán en la Revista Alemana y titulado LA PROVINCIA DE CATAMARCA Y SUS INDUSTRIAS ACTUALES Y SU PORVENIR. Este trabajo le serviría de base para las publicaciones en el periódico LA UNIÓN, que sobre LAS INDUSTRIAS DE CATAMARCA y LA AGRICULTURA EN CATAMARCA encararía junto a Lafone Quevedo en 1881 y culminaron con el libro publicado a fines de ese año por el gobierno provincial titulado LAS INDUSTRIAS DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA. Realiza importantes investigaciones a cerca de la flora catamarqueña y muy especialmente de nuestras plantas medicinales, enviando a la Exposición de Filadelfia de 1876 la primera colección científicamente estudiada y clasificada de nuestra flora. Hizo lo mismo en colaboración con el entonces joven naturalista Miguel Lillo, clasificando la flora de Tucumán, remitiendo una colección a la Exposición de París de 1889 y escribiendo FLORA DE TUCUMÁN. En 1881 se desempeña como Secretario de la Comisión Central de la Exposición Continental y como Secretario de la Comisión Central de la Exposición y Feria de la So-

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ciedad Rural Argentina. Como Vicepresidente del Centro Industrial de Catamarca y por encargo del Ministro de Gobierno el doctor Francisco Caracciolo Figueroa, elabora junto a Samuel Lafone Quevedo y la colaboración del ex gobernador Mardoqueo Molina y el Oficial Mayor del Ministerio de Gobierno, señor Manuel Molas, la MEMORIA DESCRIPTIVA DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA.

MEMORIA DESCRIPTIVA DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA. 1881. Portada de la edición efectuada en 1999 por el Centro de Investigaciones Históricas del NOA con Estudio Introductorio de Armando Raúl Bazán.

También en ese año es designado Rector del Colegio Nacional de Catamarca -donde cursan estudios sus hijos Eduardo y Federico, y Emilio en la Escuela Graduada Anexadestacándose por intentar la tarea de forjar un cuerpo de profesores de primer nivel, con vocación y suficiencia científica. Impone en los alumnos una estricta disciplina en materia de estudio y dedicación, haciendo de la nota Sobresaliente toda una excepción, lo cual le acarrea no pocos problemas. Crea la cátedra de Docimasia (1) que junto a la homóloga de San Juan fueron únicas en el país, y se empeña por despertar nuestro interés por aprovechar la riqueza minera que poseíamos y ca-

pacitarnos para hacer de ella nuestra fuente de prosperidad. Hacia el año 1883 se traslada a Tucumán para desempeñarse como director de un ingenio azucarero, donde desarrolla nuevos procedimientos para el aprovechamiento de la caña de azúcar y publica sus investigaciones en revistas alemanas. Armando Raúl Bazán cuenta que residiendo allí publicó también estudios sobre aguas termales y biología vegetal en una revista científica. En 1885 se desempeña a cargo de la Oficina Química Municipal de Tucumán y elabora una monografía sobre un nuevo sulfato descubierto por él. En 1891 suministra al experto Alois E. Fliess -comisionado por el entonces Ministro de Hacienda doctor Vicente Fidel López- importante información para la confección de su libro LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Y GANADERA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, debido a que no había visitado Catamarca, La Rioja ni Corrientes. En 1892 se radica en Buenos Aires para desempeñarse como profesor del Colegio Nacional y como químico del Museo de la Plata. Doctorado por la Universidad de Oxford, no acepta tamaña distinción por no sentirse merecedor de tanto honor. Estando en Buenos Aires, realiza estudios de suelo y lamentablemente cuando había aceptado trabajar en la jefatura de la Oficina Química de Mendoza, aún joven -59 años- fallece el 4 de abril de 1896 dejando varios hijos. Federico Schickendantz hablaba latín y griego y la mayor parte de las lenguas vivas de Europa. Franco y leal, profundo conocedor de las ciencias naturales y sociales, repudiaba la adulación y la intriga. Por no amoldar su carácter a las exigencias de la política debió abandonar puestos relevantes y amante de una rígida disciplina e imparcialidad con los alumnos, asistía diariamente a to-

(1) Determinación de la cantidad de material útil que poseen las sustancias. (N. del E.)

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das las asignaturas del Colegio Nacional interpelando a los estudiantes en sus saberes. Cornelio Sánchez Oviedo en su libro CATAMARCA EN LAS EXPOSICIONES, emitía este juicio sobre la obra de Schickendantz: Elevó el standard de nuestras industrias. Instruyó a la juventud catamarqueña en el conocimiento y beneficio de las riquezas de la región. Reveló al mundo a través de las Exposiciones gran parte de las posibilidades de Catamarca. Estudió la flora y gea de nuestra provincia. Formuló indicaciones preciosas para mejorar su economía. Mejoró el nivel intelectual de la juventud estudiosa. Defendió siempre el buen nombre de nuestra provincia. Pero la mediocridad de los dirigentes políticos, no podía tolerar que un sabio alemán -con las mejores intencionesles indicase medidas tendientes al beneficio general, ello lastimaba muchos intereses creados y la ruptura se hizo inevitable. Schickendantz se fue para Buenos Aires donde falleció... después de una permanencia de 20 años en una región por la cual hizo más que por su propia patria y que le retribuyó su acción con la hostilidad, el silencio y el olvido póstumo.

SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO

Armando Raúl Bazán sostiene que Samuel A. Lafone Quevedo debe ser considerado uno de los fundadores de las ciencias del hombre en Argentina y que la biografía más prolija que se ha escrito sobre él pertenece a Guillermo Furlong. Este trabajo ha recurrido a las versiones de Guillermo Furlong, Ricardo Rojas, Cornelio Sánchez Oviedo, Ramón Rosa Olmos,

Samuel A. Lafone Quevedo

Armando Raúl Bazán, Gerardo Pérez Fuentes, Federico R. Argerich e investigación propia. Samuel A. Lafone Quevedo era hijo del empresario inglés Samuel Fischer Lafone que arribó al Río de la Plata en el año 1825, cuando sólo tenía 20 años, y contrajo matrimonio dos años después con la argentina María Quevedo y Alsina. Establecido en Buenos Aires, fundó una importante casa mercantil en tiempos de Rivadavia, pero los problemas políticos surgidos tras su caída obligaron al flamante matrimonio a radicarse en Uruguay, instalando allí su exitosa empresa consignataria, importadora y mayorista, donde su hijo Samuel nació el 28 de febrero de 1835. Hizo sus estudios primarios en Montevideo y a los 13 años continuó su formación en la Universidad de Cambridge (Inglaterra), graduándose en 1857 como Maestro en Artes. Al año siguiente, el 25 de diciembre de 1858, Lafone regresa a nuestro país. Al regresar de Inglaterra -al decir de Ricardo Rojas- se hallaba en posesión de una significativa fortuna heredada de su padre, una

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exquisita educación inglesa, gusto por el trabajo, el estudio, los salones y los viajes, y las puertas abiertas de la mejor sociedad, facilitada por los argentinos amigos de su padre. En octubre del año siguiente, 1859, acompañado de su padre y un intelectual francés amigo de la familia, viaja a Catamarca al adquirir poco antes unas minas en Andalgalá y Santa María. El 1° de enero de 1860 -según un anónimo artículo del año 1896 aparecido en Los Anales de la Sociedad Científica Argentina- Samuel A. Lafone Quevedo se convierte en administrador de las explotaciones mineras de su progenitor. En 1861, un hermano de su padre residente en Inglaterra, contrata al joven químico metalúrgico de origen alemán, Federico Schickendantz, para destinarlo a la planta recuperadora de mineral que primitivamente estaba situada en Santa María, estableciéndose entre ambos una larga y respetuosa amistad. Poco tiempo después, Lafone traslada el ingenio al departamento Andalgalá en un bosque de algarrobos y lo denomina Pilciao. A partir de entonces estaría allí la planta para fundir y procesar el mineral extraído de la mina La Restauradora. Es en este lugar donde despliega sus dotes de arqueólogo, filólogo, enólogo, educador, viticultor e historiador del noroeste argentino. En 1871 fallece su padre y se convierte en absoluto administrador de la empresa. En Andalgalá se desempeña como Presidente de la Comisión Escolar durante largo tiempo, fundando escuelas, y dedicándose a enseñar castellano, música e historia argentina en textos escritos por él mismo. Participa activamente en las Comisiones Auxiliares creadas con motivo de recopilar material para la Exposición Internacional de Viena de 1872, la Exposición Universal

de Santiago de Chile de 1875 y la Internacional de Filadelfia de 1876 y aporta información valiosa para el escrito La Provincia de Catamarca que se le encomendó a Federico Espeche en 1875. En 1877 escribe La Empresa de Minas del señor Lafone Quevedo y lo publica en el Boletín Mensual del Departamento de Agricultura, Buenos Aires, en 1778. En 1880 edita Primer Libro de Fábulas de Samaniego, destinado a sus alumnos en Pilciao. En 1881 publica a pedido de Schickendantz un artículo sobre viticultura y enología en el periódico LA UNIÓN bajo el título general LAS INDUSTRIAS DE CATAMARCA, que el gobierno de la provincia decide recopilar y publicar junto con los artículos de Schickendantz en un libro que se denominó LAS INDUSTRIAS DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA. A fines del mismo año y también en colaboración con Schickendantz escribe -por encargo del gobierno- la MEMORIA DESCRIPTIVA DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA, para ser presentada en la Exposición Continental de Buenos Aires de 1882, integrando también la Comisión Local de Andalgalá. Entre 1883 y 1885 publica en el diario LA NACIÓN de Buenos Aires una serie de cartas (veintisiete) sobre arqueología, etnografía, geografía, lingüística, folklore, historia y los orígenes de Catamarca y su antigua Capital (Londres), y en 1888 reúne, corrige y publica estos escritos, a los que agrega tres más, bajo el título LONDRES Y CATAMARCA, de gran repercusión en la época. En 1889 integra la primera Comisión Auxiliar creada para la Exposición Universal de París de ese año, en 1890 colabora escribiendo para el ÁLBUM 9 DE JULIO que dirigían Adán Quiroga y Manuel Soria, y en 1891 escribe una HISTORIA DE LA VIRGEN DEL VALLE, publicada recién en 1897. En 1892, escribe FASTOS DE LA CIUDAD DE CATAMARCA Y SU JURISDICCIÓN

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HISTORIA Y ECONOMÍA DE CATAMARCA DESDE EL PRIMER GRITO DE LIBERTAD HASTA LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA. Junto a Gunardo Lange in-

vestiga las ruinas de Batungasta, y dado que su empresa cae estrepitosamente, cierra por ruina comercial su planta industrial de Pilciao. Entre agosto y octubre de 1894 publica en el periódico local EL CONSERVADOR, una serie de artículos bajo el título: CATAMARCA Y SUS INDUSTRIAS. En 1895 escribe para LA NACIÓN de Buenos Aires, LA NUEVA INGLATERRA Y SUS TRES CIUDADES, CÓRDOBA DE CALCHAQUÍ, LONDRES Y CAÑETE y publica en Anales de la Sociedad Científica Argentina la primera edición de su famosa obra de filología TESORO DE CATAMARQUEÑISMOS. NOMBRES DE LUGAR Y APELLIDOS INDIOS CON ETIMOLOGÍA Y ESLABONES AISLADOS DE LA LENGUA CACANA, que se repite con modificacio-

nes en 1898. En febrero de 1896, el periódico EL AMBATO publica un artículo de su autoría titulado: EL PORVENIR DE CATAMARCA. EL TRABAJO Y EL AHORRO y se radica en Buenos Aires tomando a su cargo el Departamento de Lingüística de la Universidad de la Plata. En 1898 es nombrado profesor de Arqueología Americana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

En 1900 conoce a Carolina García Lagos, por quién sentirá un gran amor que no concreta en matrimonio. Hacia el año 1902 vende su mina a la empresa Capillitas Cooper Company y publica su estudio LAS RUINAS DE PAJANCO Y TUSCAMAYO, ENTRE SIJÁN Y POMÁN; en 1905 expone los resultados de su VIAJE ARQUEOLÓGICO EN LA REGIÓN DE ANDALGALÁ y en 1906 es designado director del Museo de la Plata -cargo que conserva hasta su muerte- desde donde promueve importantes misiones arqueológicas en el noroeste del país. En 1908 trabaja sobre los tipos de alfarería de la región diaguita-

calchaquí, y en 1910, La Universidad Nacional de Buenos Aires le otorga el título de doctor honoris causa en filosofía y letras. Samuel Lafone Quevedo -dice Gerardo Pérez Fuentes- “fue por varios años, el maestro indiscutido de nuestros historiadores, valiéndole el calificativo de ínclito iniciador de los estudios históricos catamarqueños. El erudito investigador, fuera de su vasta y calificada producción filológica, lingüística y arqueológica, tuvo preferencia por los orígenes catamarqueños y los años aciagos de la conquista y colonización. Su labor heurística es encomiable, sirviéndole posteriormente para fundamentar su producción”. Un mes y medio antes de morir, envía a Catamarca -a donde siempre soñó regresar- su última publicación en la Revista de la Universidad de Buenos Aires, LAS MIGRACIONES DE LOS KILMES Y LA HISTORIA DE LAS MISMAS. Fallece en La Plata el 18 de junio de 1920(2) a los 85 años de edad, quizá atormentado por la nunca acordada pero merecida jubilación y los sucesos de la reforma universitaria de 1918, dice Furlong. La Escuela Provincial de Andalgalá que él fundó, lleva su nombre. Como puede asegurarse sin temor a errar, ninguna de las historias de la pedagogía argentina recuerda esta escuela o escuelas de don Lafone, donde se habló tan poco de educación pero donde se hicieron maravillas en pro de la alfabetización de aquellas gentes, con elementos poco favorables, mientras se cantan loas a quienes hablaron mucho de (2) La fecha de su fallecimiento es incierta en el libro de Guillermo Furlong. En la página 74 expresa que ocurrió en junio de 1920, pero en la página 95 dice haber ocurrido en el mes de julio. (N.del E.)

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educación, pero que apenas hicieron obra alguna en este sentido. Cuando se escriba la verdadera y auténtica historia de la educación en tierras argentinas, ¡cuántos grandes serán empequeñecidos y cuántos pequeños serán engrandecidos! Guillermo Furlong Terrible es la desaparición de tanta nación y estirpe de indios en las tres Américas, desde que empezó la despoblación de ellos en las Antillas a principios del siglo XVI hasta nuestros días en los Chacos y Pampa; ¡naciones enteras exterminadas porque se defendían en pro de sus tierras y hogares, queriendo conservar

su libertad y vivir a su modo. Samuel A. Lafone Quevedo Rasgos psicológicos de indios sudamericanos - 1919

Este propulsor de la economía política local, la vialidad y el transporte en Catamarca, que no compartía la pedagogía del castigo corporal sostenido por el padre Quintana; verdadero católico que cumplía estrictamente sus deberes con profunda fe pero sin exageración, publicó 116 libros y artículos, según la rigurosa lista aportada por Guillermo Furlong, pero nos cabe el orgullo de haber encontrado los escritos económicos de 1894 y 1896 que este muy importante biógrafo de Lafone Quevedo no pudo citar en su pormenorizado listado de publicaciones del sabio.

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HISTORIA Y ECONOMÍA DE CATAMARCA NOTA ACLARATORIA Se reproduce a continuación el texto original de la obra LAS INDUSTRIAS DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA, respetando fielmente la añeja ortografía con que fue escrita y reproduciendo los dibujos alegóricos que contenía.

DECRETO DEPARTAMENTO DE GOBIERNO. CATAMARCA, AGOSTO 3 de 1881. Considerando la importancia que tienen para la Provincia las publicaciones hechas sobre Industrias de Catamarca en el periódico La Unión, por el Sr. D. Samuel A. Lafone Quevedo y D. Federico Schickendantz. El Poder Ejecutivo de la Provincia, DECRETA: Art. 1°: Hágase por la imprenta del Estado la reimpresion, en un solo folleto, de las publicaciones mencionadas en número de quinientos ejemplares, para ser distribuídos entre las Autoridades Superiores de la Nacion y de las Provincias y miembros del Congreso, reservándose cincuenta ejemplares que se entregarán á cada uno de los autores. Art. 2°: Queda encargado el Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda de la ejecucion de este Decreto, imputándose su gasto á la partida 5a. Art. 3°: Comuníquese, publíquese y dése al Rejistro Oficial. ACUÑA. FRANCISCO C. FIGUEROA. Señor Director de LA UNION. Algunos años há que habia yo intentado presentar á dos de mis amigos, los hombres mas influyentes de Catamarca, una memoria que debia enumerar las riquezas naturales de esta Provincia y dar á conocer los mejores métodos de explotar y beneficiarlas, estendiéndose al mismo tiempo sobre las reformas necesarias en nuestra agricultura y ganadería. Las funestas disensiones de aquella época frustraron mi proyecto, pero como ya tenía escrito los principales puntos, publiqué éstos en la “Revista Alemana”. Hice mal: pues un bosquejo lijero y de un interés puramente local, escrito ademas en un idioma poco conocido y ménos simpático en el país, no podia llenar su objeto. Invitado por Vd. á informarle sobre las industrias de Catamarca, recurro ahora á aquella publicacion que me servirá de base para la siguiente memoria. Pensaba yo, como le dije a Vd. en mi anterior, repartir la tarea con el señor Lafone, mas hallándose éste muy ocupado, reservose tan solo la descripcion de nuestra viticultura. El mismo aprueba mi idea que deberá publicarse nuestro informe en LA UNION, y agrego yo que quedará de este modo reducido el espacio que hoy se concede á cuestiones puramente personales que á buen seguro no fomentan el progreso del país. Andalgalá, 17 de Enero de 1881. FEDERICO SCHICKENDANTZ Página 62


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L A S I N D U S T R I A S D E C A T A M A R C A. I. INDUSTRIA MINERA. De las industrias de esta Provincia la mas importante es la explotacion y beneficio de los metales de las Capillitas. En los 25 años de su existencia ha producido esta industria cosa de 250,000 quintales de cobre, los que con una ley del 1/2 por ciento contenian 1,250 quintales de plata ó sean 250,000 marcos. Desde que se ha principiado á concentrar el oro en una clase especial de cobre hánse realizado como 800 libras ó sean 6,400 onzas de tan precioso metal. Las minas que actualmente se trabajan son: la Restauradora, propiedad de la familia Lafone, la Rosario, Carmelita, San Salvador y Esperanza, todas estas pertenecientes al señor Carranza, y Santa Clara y Grande explotadas por D. Uladislao Aujier. Los metales de dichas minas consisten principalmente de bronces negros (cobre gris y enarjita) y pirita de cobre, mezclados con pirita de hierro; ocurren tambien en las vetas variables cantidades de galena (plomo) y blenda (zinc). A mas de las nombradas existe gran número de vetas que han sido poco reconocidas, ó á corta distancia de la superficie, abandonadas; á estas última pertenecen la “Ortiz”, “Isabel”, “Mejicana”, “Arjentina”, etc. En el Atajo que es la prolongacion hacia el poniente de la Sierra de las Capillitas, se esplota la “María Eujenia”, propiedad del señor Carranza, y varias otras minas, pero no conozco ni los metales ni los detalles que se precisan para juzgar del valor de estas últimas, que, segun entiendo, pertenecen á una sociedad anónima. El Gran Socavon de la Restauradora ha dado al fin con la veta, y hállase hoy en comunicacion con las labores de arriba: un nuevo y brillante porvenir se abre á esta mina, tan abundante siempre en metales y tan rica en ley de plata y oro. Los buenos resultados de este trabajo han sido causa para que el Sr. Carranza ponga en planta otra obra de igual clase para habilitar los beneficios en profundidad de las minas “Carmelita”, “San Salvador” y “Rosario”. El nombre del ingeniero basta para garantir el buen éxito: mi exelente amigo, D. Cárlos Werning, el constructor del camino del Totoral, acaba de hacer los estudios necesarios para tan importante trabajo. He hablado de las vetas conocidas; pero, cuántas riquezas no duermen aun en las inexploradas entrañas de nuestra sierra? El beneficio de los metales de cobre se hace en los injenios del Pilciao y la Constancia, ambos situados en medio de vastos montes de algarrobo á pocas leguas al sud de Andalgalá. Prescindo de dar una descripcion de los métodos observados en este beneficio: los guarismos con que introduzco este capítulo demuestran los resultados satisfactorios de nuestra metalurjía. Grandes han sido las dificultades con que han tenido que luchar nuestros injenios en estos últimos años; nacieron ellas de la espantosa seca. La falta del pasto hacia difícil sino imposible el acarreo del metal, y la escasez y el alto precio de los granos impedian la alimentacion de mayor número de obreros. Podría aquella dificultad obviarse con un camino carretero ó un tramway desde el mineral hasta los injenios, y en una obra como esta debia el Gobierno Nacional prestar una ayuda pecuniaria, la que considero supérflua y aun perjudicial cuando se trata de organizar empresas de minas nuevas. Bajo el capítulo “Agricultura” trataré de mostrar cómo un mejor sistema de irrigacion y un cultivo mas racional pueden precaver la penuria. Por suerte pinta muy bien el presente año: gracias á las repetidas y á veces copiosas lluvias hánse revestido cerros y campos con abundante pasto y es de esperar que la cosecha de maíz sea satisfactoria, ya que en algunos departamentos se ha malogrado la de trigo. El sistema de fundicion como se practica escluye ciertos metales á causa de su calidad o pobreza; tratáse hoy de beneficiarlos introduciendo nuevas operaciones metalúrjicas. Desígnase con el nombre de rechanque ó bronce blanco una pirita de hierro cuya ley de cobre exede rara vez del 4%, siendo proporcional la de plata y oro; en otras vetas predomina el cuarzo compacto ó cristalizado mezclado con bronces negros. Se propone ahora calcinar estos metales con sal para obtener una solucion de cobre, de la cual se precipita este metal por cal ó hierro; el hierro á su vez puede ser preparado con el resíduo de las piritas calcinadas. La vía húmeda se aplica tambien á la elaboracion de las blendas cobrizas; aléjase el zinc en forma de sulfato, debiendo la parte insoluble agregarse á la fundicion de cobre. Las aplicaciones del zinc metálico son conocidas: una de ellas sería la de retirar la plata de nuestro plomo arjentífero. Galenas, relativamente ricas en plata é íntimamente mezcladas con metal de cobre, son, como la blenda, botadas al desmonte; otras galenas, casi puras ocurren en vetas del Atajo y de Chaupiyaquito. El beneficio de estos metales de plomo se efectuará fundiéndolos en hornos de manga para producir plomo Página 63


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arjentífero y eje de cobre. El plomo á su vez facilitará la introduccion de otras industrias. En vista del poco valor de los metales de cobre, zinc y plomo de que acabo de tratar piénsase establecer para su beneficio un nuevo injenio en una de las quebradas próximas á las Capillitas. Al calcinar las piritas prodúcese ácido sulfúrico y ácido sulfuroso; y para convertir este último en ácido sulfúrico empléanse hoy varios métodos que, sin exijir grandes gastos en edificios y aparatos, son de fácil ejecucion. Sería demasiado largo el esponer aquí todas las aplicaciones á que se presta el ácido sulfúrico; por eso es que menciono solamente la separacion de la plata y oro de nuestro cobre. Por lo pronto se proyecta preparar el sulfato de cobre por la sencilla si bien esmerada calcinacion del eje, y el punto mas aparente para esta nueva industria sería el antiguo injenio de Pipanaco. Sabido es que esta hermosa sustancia azul es empleada en la amalgamacion de los metales de plata, en la telegrafía y tintorería, y su modo de preparacion será al mismo tiempo un medio de concentrar la plata y oro en el eje no disuelto. El Campo Grande, al Este de las Capillitas, está rodeado de cerros muy mineralizados, pero aun poco esplorados. Los metales de este distrito, así como los de Candado, que no está muy distante de aquel, consisten de blenda y galena con una regular ley de plata. En la falda del cerro del Campo Grande que mira hácia la quebrada del rio de Andalgalá, aparecen muchas y estensas vetas de pirita de hierro que es considerado como criadero de oro. Un socavon en el nivel de la cuenca del Campo Grande habilitaria varias vetas á la vez, cuyos metales podrían ser beneficiados en Choya, lugar que dista solamente ocho leguas del mineral. Al poniente del Atajo está la Aguada de Dionicio, nombre que se puede hacer estensivo á toda la rejion comprendida entre el campo de Tampa-tampa y el valle de Hualfin. Véase en el “Economista” las opiniones que he emitido acerca de la algazara que ahora pocos años se ha hecho con los metales de este mineral. Los empresarios no han descontado sino resultados problemáticos, confirmando así mis presájios que, tanta ira les causaba. No pretendo aseverar que la Aguada de Dionicio carece de mantos o vetas de importancia, pero se necesita un competente jeólogo á la vez que minero para determinar dónde y cómo se deben buscar los tesoros escondidos. Hermosas muestras salpicadas con oro provienen de aquella rejion, pero las vetas de que fueron extraídas se brosearon á poca profundidad. Bien puede ser que tengamos aquí una formacion análoga á la que se observa en algunas partes de California, y que no en vetas sino en cauces de antiguos rios, cubiertos hoy con rocas traquíticas, encontraremos el oro en cantidades explotables. El mismo metal ocurre en la vecina sierra de Hualampajao, tanto nativo como combinado con pirita de hierro. Existía tambien ahora poco, un lavadero de oro cerca de la punta de Balastro y sabido es que en el rio de Santa María se han hallado repetidas veces pepitas de oro, dos ó tres de ellas del peso de mas de tres onzas. Toda la rejion entre el pueblo que acabo de nombrar y el cordon de la Cordillera, en los ásperos y casi inaccesibles cerros del Cajon y Pishca-cruz, es reputada rica en toda clase de metales; lo que en parte puedo yo corroborar, pues conozco de aquellas serranías metales de cobre de alta ley, galenas y grafita. Y á mas de todo esto están las noticias que nos dejan los cronistas de la conquista de que este país abunda en oro. Tampoco se ha explorado la elevada sierra que se estiende entre el valle de Hualfin y el de Fiambalao, cuya prolongacion hácia el sud termina con la punta del Cerro Colorado mientras se confunde en el norte con la Cordillera Boliviana. Pero si faltan noticias fidedignas acerca de todo esto, no escasean patrañas, por no decir mentiras, de riquezas fabulosas, minas de los Aragoneses, Cerro-Bayo, y tantos otros Potosíes de la ilusion minera. Ricos metales de cobre he visto de unas minas situadas al oeste de Tinogasta, pero mas halagüeños son los metales arjentíferos de la Hoyada, que se halla al norte de la anterior: es este un mineral que merece una explotacion formal, la que, con las ventajas agrícolas de aquel departamento podria emprenderse bajo condiciones muy favorables. Problemática es aun la importancia de las vetas descubiertas en el Ambato, en la sierra de Ancasti y otros puntos de la Provincia. Al concluir este capítulo, injusto sería no mencionar la mina de hierro llamada de “Romay”; pero soy de opinion que el país y su industria minero son algo jóvenes todavía para entrar á competir con los establecimientos de Europa, con los que no pueden luchar ni los mismos Norte Americanos que no se quedan atrás en lo de aprovechar todo lo que tienen á la mano; y sabido es que no falta en ese país ni metal de hierro, ni combustible, ni capitales, ni injenieros (Véase el último discurso del jeneral Grant sobre Méjico). A los que tan amigos son de protejer la metalurjía del hierro puedo indicarles las minas de Caracha-pampa que fueron descubiertas por D. Francisco San Roman. Por lo que antecede vemos que Catamarca posee en sus metales una riqueza que bien le pueden envidiar las otras provincias de la República. Si el pequeño distrito de las Capillitas ha contribuido tan poderosamente al desarrollo material y moral del departamento de Andalgalá, cuando no de toda la Provincia, qué no debemos esperar de la explotacion sistemática de todas las vetas valiosas y del beneficio racional de todos los metales, y mas cuando cateos prolijos hayan revelado la existencia de mayores tesoros? Página 64


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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 5º Fascículo

II. MINERALES NO METALÍFEROS El que conoce las costumbres del país, no ignora los graves males que resultan de la irrigación de los terrenos durante la noche. La facilidad con que se cometen á esta hora los frecuentes robos de agua, la dificultad de vijilar á los peones y la flojera de estos imponen la necesidad de limitar el riego a las horas de luz. Para efectuar esto precisamos de represas en que el agua nocturna de un pueblo entero ó de algunos distritos del mismo pueda ser retenida, ó que sirven para aprovechar el agua de lluvia que baja de las crecientes durante el verano. En muchas quebradas se agotan las vertientes y arroyos antes de llegar al campo: escavando las ramblas hasta dar con las rocas y levantando un dique de material impermeable podría obligarse al agua á subir á la superficie, para despues ser conducida á terrenos de cultivo. Pero la mayor parte del agua, á pesar de ser ésta el todo de nuestra agricultura, es perdida á causa de la malísima canalizacion: trascuela el agua por las arenas de las acequias, ó se derrama sobre las calles donde fermenta con el estiércol y toda clase de basuras, enjendrando así las enfermedades miasmáticas que tanto prevalecen desde algun tiempo. Para remediar este mal debian de construirse las principales acequias de cal y piedra (ó ladrillo), y para que estas obras sean duraderas -me refiero tanto á las represas cuanto á las acequias- tiene que ser, la cal de aquella que le llaman hidráulica ó tierra romana. Las faldas de las sierras que acompañan al río de Hualfin están cubiertas de gruesas capas de “Jasi”, rocas calcáreas que ocurren tambien cerca de San José y Santa María y que segun el Dr. Stelzner datan de la época terciaria. Bien puede ser que una ú otra de las variedades de este jasi nos provea con el material que buscamos, pero estoy casi seguro que encontraremos este en los tofos traquíticos que abundan en el distrito de las Capillitas y probablemente tambien en las rejiones volcánicas de Fiambalao. A D. Mardoqueo Molina se le debe la invencion de los ladrillos refractarios que desde quince años son usados en nuestros injenios y que pueden compararse favorablemente con los ingleses. Fórmase una idea de la importancia de esta invencion considerando que el ladrillo inglés llegaba a costar en Pilciao 4 reales moneda boliviana mientras los gastos de fabricacion, del que hoy se usa no alcanzan á un real por ladrillo. Obsérvese ademas que Pilciao solo posee nueve hornos y que en la construcción de cada uno de estos entran como 6,000 ladrillos parte de los cuales hay que renovar repetidas veces durante las campañas de un año. El cuarzo, el ingrediente principal de estos ladrillos, ocurre cerca de Sijan en un estado de pureza y division tal que con solo cernirlo queda apto para sus aplicaciones técnicas. De estas menciono todavia la preparacion de silicato soluble de potasa, la de cristal y de vidrio en jeneral. Cuando alguna vez nuestra viticultura haya llegado á la altura de producir en mayor cantidad Página 65


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licores dignos de ser añejados y trasportados en botellas, entónces hará cuenta el fabricar éstas en el país mismo. La parte plástica de los ladrillos se obtiene de un granito que es explotado en proximidad del antiguo injenio de Amanao. al deshacer este granito en agua queda suspendido en la misma una lama de Kaolina que se deposita lentamente en toneles ó cubos de maderas. Con algo mas de prolijidad y con repetidas lavadas que conviene practicar, en Amanao mismo podría producirse un exelente material para loza cuyo vidriado nos facilitaría el hermoso felspato de las Capillitas ó el borax (hidroborocalcita) que se ha descubierto en la frontera norte de nuestra provincia. Las tinajas, yuros, pucos y otras basijas que encontramos en todas partes, aun en lugares en que desde la conquista no se ha conocido poblacion alguna, tienen para nosotros un alto interés, pues nos instruyen sobre la descendencia y el estado de cultura de los antiguos, una investigacion á que el señor Lafone se ha dedicado con todo empeño y entusiasmo. Esas vasijas prueban por sus, á veces, bonitas formas, sus variados colores y la perfeccion del trabajo que los indios, bajo el imperio de los Incas, exedian por mucho á los modernos en el arte de alfarería, pues aunque poseemos todavia la misma greda y, en nuestros metales, los colores mas vivos para adornar las basijas, hállase este arte en su primera infancia: ni la mesa de torno se conoce aquí. Al hablar de nuestras plantas útiles trataré de una industria que admite un grande desarrollo: la fabricacion de javon. La soda que para la misma se precisa puede ser obtenida de diferentes modos: 1° En forma de collpa como eflorece en cerca de Hualfin y en el Río del Quillay (Ciénega de Belén). 2° Por incineracion de plantas como jume y cachiyuyo que abundan cerca de las Salinas y ocurren tambien donde el suelo es salitroso. Esta operacion si bien conviene para en el campo mismo reducir las plantas á un pequeño volúmen, dá un producto negro, mal calcinado que debia ser repasado en horno de reverbero. En el beneficio de las piritas pobres por el moderno sistema de la calcinacion con sal y la precipitacion del cobre con hierro, resulta una solucion última que contiene principalmente sulfato de soda y de la cual puede ser obtenido éste evaporando el líquido y calcinando despues el resíduo, del cual se estrae al mismo tiempo un rico azarcon de hierro. Una vez realizada que sea la fabricacion del ácido sulfúrico, es naturalmente posible, teóricamente á lo menos, introducir el famoso método “Leblanc”, que consiste en convertir la sal comun en sulfato de soda, y éste por medio de cal en carbonato. El los injenios se acumulan cantidades considerables de ceniza de árbol, la que contiene potasa en lugar de la soda de jume. Ningun destino se ha dado á esta ceniza ni á la que diariamente producen nuestras cocinas, siendo sin embargo un material muy bueno para preparar una lejía propia para el lavado de piezas grandes ó para hacer jabon; pues aunque éste sale blando, puede ser fácilmente convertido en jabon de soda por medio de la sal comun. Pero de ninguna manera debia la ceniza ser botada, sino ser incorporada á los depósitos de estiércol, que no deben faltar en casa de ningun labrador. Enormes cantidades de potasa se obtienen hoy día en Europa del agua con que se lavan las lanas, especialmente las esportadas del Río de la Plata. Con la remision de lanas sucias se paga el flete falso y se exporta un elemento principal de fertilidad de nuestro suelo; pero tenemos en Catamarca otro motivo mas de propender á que se introduzca, la regla de lavar las lanas: en varios Departamentos existe un comercio activo con tejidos y como parte del mérito de éstos está la perfeccion y hermosura de los colores, tiempo es que se deje la inmunda costumbre de hilar lana sucia, pues ni el mas prolijo lavado purifica los hilos, los que se tiñen desiguales y salen manchados y poco lucidos. Menciono el crémor de los toneles y pipas de vino, si bien no pertenece á la categoría de los minerales. Es el crémor una combinacion potásica de bastante valor comercial, pero no suficiente para soportar los gastos de fletes como rijen en el interior. Despues de calcinado podria el crémor, como las demas sales de potasa, ser destinado para una industria muy importante: la Página 66


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fabricacion de pólvora. Obsérvese de vez en cuando en la superficie de nuestros campos rejiones mas ó menos estensas que parecen como recien llovidas: es esto la seña que el suelo contiene salitre. Este salitre no es puro, pues consiste en su mayor parte de los nitratos de soda y de cal, los que tienen el defecto de atraer la humedad de la atmósfera, cosa que no sucede con el nitrato de potasa. Dadas las combinaciones de potasa, que he mencionado, puede con las mismas refinarse el salitre comun. Por analojía debemos esperar de encontrar en las rejiones volcánicas de Fiambalao, azufre, un mineral que ocurre cerca de Antofagasta, un Distrito eminentemente volcánico. Azufre puede ser obtenido tambien por una calcinacion muy esmerada de las piritas que tanto abundan en nuestras minas. Poseemos, pues, todos los elementos necesarios para la fabricacion de pólvora. Lo que abunda en Catamarca es, la sal: los límites de la provincia al sud los forma la grande Salina, otra mas pequeña atraviesa el campo de Andalgalá, desde Pilciao hasta Mazan, mientras los valles entre las elevadas cumbres al oeste de Hualfin encierran lagunas de agua salada de las cuales la mas estensa es la Laguna Blanca. La sal del campo es la que comunmente se usa en las comidas á pesar de sus impurezas que pasan del 20%; pero fácil sería refinar la misma y convertirla en una sal cristalizada, blanca y exenta de yeso y magnesia, una purificacion que daría mejores resultados aún con la sal de la Laguna Blanca. Casi del todo pura es la sal de la Laguna Colorada que se vende en grandes cristales; pero por desgracia es tan inmensa la distancia que separa las salinas de las principales arterias del tráfico de este país, que por ahora no hay que pensar en una esplotacion por mayor de nuestra riqueza en sal. Há ya algunos años que he llamado la atencion sobre la probabilidad de que el agua madre de nuestras lagunas -incluyo hoy la de la sal del campo y del salitre crudo- contenga los raros y valiosos elementos yodo y bromo, pues la sorprendente uniformidad que caracteriza la naturaleza mineralójica de la Cordillera desde la Tierra del Fuego hasta los Montes Rocallosos, nos impele á la conclusion, que asi como de las lagunas de la Nueva Granada es obtenido el “aceite de sal” en que se hallan concentrados los nombrados elementos, podremos retirar los mismos de nuestras salinas. Antes de la funesta guerra que acaba de desbastar la costa del Pacífico, hánse retirado anualmente considerables cantidades de yodo de la agua madre que resultaba de la refinacion del salitre peruano, precipitándolo en forma de yoduro de cobre -un método digno de ser imitado. El hidroborocalcita ó atincar de cuya existencia en nuestras serranías sabia yo desde mucho tiempo, ha sido al fin descubierto un territorio boliviano contiguo a la frontera arjentina, y dicen ser tan pura su clase y tanta la cantidad, que se necesitarian años para agotar los depósitos hasta hoy reconocidos; pero tambien aquí se presenta el gravísimo mal de la falta de vías de comunicacion con el Litoral. Parte del atincar se emplearía en el país mismo para el vidriado de vasijas de barro y loza, como lo tengo dicho mas arriba, otra parte podría convertirse en borax, artículo mas noble que el atincar crudo, y para esto tendríamos que aumentar nuestra produccion de soda. De las eflorecencias que se observan en muchas partes de la provincia, cubriendo el suelo ó revistiendo barrancas, hay que citar todavia los alumbres. Sobre los mismos he tratado detalladamente en otro lugar (Acta de la Academia de Córdoba) y probado que el mineral del Atajo consiste en su mayor parte de sulfato de alúmina, presentando asi el mejor material para mordiente. Una purificacion de las costras de este alumbre por medio de disolución, filtracion y cristalizacion podría efectuarse en el valle Vis-Vis de donde la sustancia refinada tomaría su camino vía Amanao. En el Distrito de la Aguada de Dionicio hállanse grandes depósitos y vetas de alcaparrosa y lomitas enteras de una sustancia blanca, cristalizada, cuya composicion no se ha determinado todavia. Muchos otros minerales interesantes y quiza valiosos ocurren en el mismo lugar y nos hacen desear que pronto sean sometidos á un exámen científico. De las regiones poco esploradas del Cajon, departamento de Santa María, vinieron las muestras de grafita, que, ahora 20 años, ví en Montevideo; desde entónces no he podido conseguir Página 67


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datos fidedignos sobre esta especie mineral á pesar de repetidas indagaciones. Sabido es que la parte principal de los lápices consiste de grafita y que el mismo entra en la composicion de ladrillos y crisoles refractarios. Acá pertenece tambien la turba, cuya presencia en los valles al Oeste de Hualfin ha sido constatado primero por D. Francisco San Roman. Consiste esta turba de los restos desecados de antiguas vejetaciones cenagosas y servirá quizá de combustible para la evaporacion de aguas saladas y aun para operaciones matalúrjicas, quemándola en jeneradores de gaz. Celebradas son las termas de Hualfin y Fiambalao por sus virtudes curativas, pero ¿quién se anima á buscar la salud en soledades que carecen de todo elemento de comodidad, donde el enfermo no encuentra sino unos miserables ranchos y una alimentacion insuficiente á la vez que cara? Tiempo es ya que estas aguas sean analizadas, que su composicion daría a conocer su aplicacion terapéutica. No soy amigo de bombo, pero creo que en este caso á lo menos conviene se haga lo posible para propagar la fama de nuestras aguas termales. Considérolo deber de un ilustrado gobierno el proveer casuchas en las nombradas localidades para enfermos pobres, mas aun: creo que el gobierno debe declarar propiedad pública las tales termas imitando así lo que hizo el gobierno de los Estados Unidos con las cabeceras del Yellowstone River. III. EL REINO VEJETAL. En los capítulos que anteceden, he tratado de demostrar cuales son los recursos que nos presenta el reino mineral y cuan variadas y estensas son las industrias que de las mismas pueden nacer. Pero los minerales no forman los únicos elementos de nuestra futura riqueza, tambien el reino vejetal abunda en sustancias que aún esperan su elaboracion. Demasiado largo seria el describir los métodos que se emplean para beneficiar las plantas, por cuyo motivo me limito á dar una especie de catálogo razonado, que, empero, no tiene pretensiones de ser completo, pues muchas de nuestras plantas me son desconocidas y probable es que el mayor número de las conocidas contengan virtudes hasta hoy ignoradas. PLANTAS MEDICINALES.- A estas pertenece el Pillijan, una planta que no he visto todavia en estado fresco y que tampoco ha sido clasificada científicamente, segun creo. Ocurre en las faldas del Ambato y en otras partes de nuestras serranías, y forma un vomitivo muy drástico que en mayor dósis produce efectos tóxicos. Del Ambato proviene tambien el Meloncillo ó Simaruba, que se emplea como estomacal. Violento como el Pillijan es el efecto de los Piñones, que así se llaman las frutas de la Sacha-Higuera, una Iatropha, que se encuentra en las lomas pedregosas que forman el pié de los cerros desde Poman hasta Andalgalá. Uno de tantos brujos que andan impunes por estos mundos con el título de curanderos y aun doctores, hizo tragar á un infeliz varios de estos Piñones: la consecuencia fué fatal, motivo, me parece, para que este remedio sea penado, y los brujos tambien. A la familia de la Iatropha pertenecen varias especies de Croton y Euphorbia que no figuran todavia en nuestras boticas caseras. El Quebracho blanco llegará á tener una gran importancia, pues contiene un alcaloide que en casos de dyspnoe y cyanosa ha producido exelentes efectos. No considero difícil el estraer el alcaloide en el país mismo, lo que sería mas ventajoso que exportar la cáscara bruta, y podría un establecimiento, levantado para tal objeto, ocuparse al mismo tiempo con la elaboracion de otras sustancias vejetales. En el campo del Arenal vejeta el Mecho-acan, planta comun en otras partes de la República; el mismo nombre lleva otra Ipomea, que ocurre en las Granadillas (Departamento Página 68


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de Belen): ambos forman tuberes de tamaño extraordinario, cuyo uso y efecto son los de la Jalapa. Contra enfermedades cutáneas de carácter escrofuloso, se emplean baños de Charrua. A la misma familia, representada aquí por numerosas especies que comprenden plantas como la Tola, Chilca, Escorzonera, etc. pertenece tambien la Chacha-cuma, un yuyo muy aromático, que habita las faldas mas elevadas de nuestros cerros y que es considerado como un exelente remedio contra la puna y dolores de estómago. Igual aplicacion halla el Arca, una planta alpina de un olor agradable, si bien algo penetrante. El Quillay, un arbusto desprovisto de hojas y no raro en los departamentos de Belen y Tinogasta, es usado para lavar lanas y remover manchas. Debe el Quillay esta propiedad á que contiene saponina, un glicocido, que se emplea tambien en la medicina y que fácilmente puede estraerse de la planta con aguardiente. La Sacha-uva es planta medicinal y tintórea á la vez, pues contiene en sus raíces un alcaloide amarillo, llamado Berberina, que está de moda contra dispepsia y afecciones del hígado. El Quimpi, frecuente en lugares húmedos de nuestras viñas, es un remedio eficaz contra escorbuto é inflamacion de almorranas. Innumerables son las plantas, que se usan contra enfermedades sifilíticas; menciono solamente la yerba del Incordio, la Tramontana -esta es una Ephedra comun en nuestros cerros- el Mas-tuerzo, una mimosa, y particularmente el Tarco, un hermoso árbol que adorna los montes de Tucuman y de los departamentos orientales de esta Provincia. Caústicas son las hojas del Loconte (Clematis) y de atamishqui, como tambien la raíz de una especie de Arum, que se encuentra en las faldas limítrofes con Tucuman. En nuestra farmacopea figuran ademas la Vira-Vira, Chamico, Cardosanto, Apio de la Puna, Sauco, Yaten y otras, de las cuales menciono todavia la Yareta que en masas esféricas cubre las cumbres mas altas y de la cual destila un bálsamo aromático que se usa como remedio é incienso. Esta planta nos conduce a las que contienen: ESENCIAS Y ACEITES ETÉREOS.- Poleo, Salvia morada, Cedron, en fin la mayor parte de nuestras verbenáceas y labiatas, son ricas en aceites etéreos, que pueden separarse por medio de la destilacion del modo como se hace esto en el sud de Inglaterra con el aceite de alucema. Lo mismo propongo para el azahar de naranjos y limones, y aconsejo la preparacion de ácido cítrico como negocio en combinacion con la destilacion. El destino que doy á estas esencias, es la perfumacion de jabon, y hé aquí la oportunidad de hablar de la fabricacion del mismo. Clima y suelo de Catamarca, préstanse ellos perfectamente para el cultivo del Castor, cuyo rendimiento podrá, sin duda alguna, aumentarse por un abono apropiado. El aceite obtenido por presion en molinos como se construyen para tal objeto, es destinado en gran parte al alumbrado, pero principalmente á la fabricacion de jabon, la que puede efectuarse en frío, usando una lejía de soda cáustica muy concentrada. El perfumar este jabon, darle color y bonitas formas, así como el acomodarlo de un modo elegante son operaciones que si bien precisas para una buena venta, tienen una importancia secundaria y no ofrecen mayor dificultad. Un pan de lo que aquí llaman jabon fino de París, cuesta de 8 á 10 reales: la misma clase se podrá producir en el país y venderla con ventaja por 2 reales. PLANTAS DE CURTIR.- La cáscara de Cevil es la que jeneralmente se usa; tenemos ademas el Quebracho colorado y el Molle y probable es que tambien las frutas de Algarrobillo y Churqui contengan buena ley de tanino. Otra observacion: como las encinas asi los molles se llenan de agallas que admiten igual aplicacion. Vemos pues que Catamarca posee todos los elementos para la fabricacion de zuelas y becerros, y en lugar de exportar los cueros desde grandes distancias, debia pensarse en aprovechar los materiales que brinda el país mismo, y hasta creo que conviene Página 69


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aumentar por un cultivo racional las plantas curtidoras: cevil y quebracho colorado en el este, Molle y Churqui en los Departamentos del oeste. PLANTAS TINTÓREAS.- Las mas comunes son las que sirven para teñir amarillo ó con añil, verde, y úsanse para esto la Chilca, el Fique y la Sacha-uva. Hará cuenta el extraer los pigmentos una vez que encuentren ellos mayor aplicacion en la República misma, ó quizá conviene preparar lacas con nuestros alumbres y plantas tintóreas, pues asi se exportarian dos productos á la vez. Los diferentes matices de colorado se obtienen con Raices ó Soconto, que asi se llaman varias especies de Galium, de las cuales se estiman mas aquellas que crecen en la rejion de la puna. Pero el modo de usar estas raíces es sumamente defectuoso, pues se prefieren las mas delgadas por contener en su cáscara el color ya formado, y se desecha la parte leñosa que es justamente la mas valiosa, por que se ignora aquí el arte de convertir esta en garancina. La mas brillante invencion haria aquel que lográra fijar en los tejidos el color verde de la Hediondilla, cuyas hojas se emplean para teñir el jabon. Ocurre en los campos de Andalgalá y Belen un arbusto que se llama Pata y con cuyas raices se tiñe desde plomo hasta café oscuro segun sea la fuerza del decocimiento. La hermosura y firmeza de los colores de nuestros puyos ha sido admirada en todas partes, aún en Inglaterra, pero este honor no nos debe hacer ciegos á los efectos de nuestra industria de los cuales hablaré en otra ocasion. PLANTAS SACARÍFERAS.- La penca de la tuna ha encontrado en Catamarca un suelo muy propicio; sin embargo no tiene su cultivo la estension que merece y que facilitaría mayor produccion de arrope y asi de aguardiente. Tambien el Chañar, un árbol amante de los barreales y cuyo cultivo no ofreceria dificultad alguna, dá un arrope muy buscado. Las Granadillas, lo mismo las Sacha-Peras son ricas en azúcar. Ambas plantas soportan nuestros inviernos mas crueles y ocurren en alturas en que ni los árboles frutales ni la viña pueden ya prosperar; valdria pues la pena ensayar el mejorar estas frutas por medio del cultivo. Si del manzano y pero silvestres se han podido obtener por medio del arte las frutas tan esquisitas como las producen hoy las hortalizas bien atendidas, debemos esperar que con el mismo cuidado ganarán tambien nuestras frutas silvestres en dulzura, sabor y tamaño. Sacaríferas son ademas las pasacanas de los Cardones, Huaschas y Ucles, la llamada Frutilla y la semilla de la Doca. OTRAS PLANTAS TÉCNICAS.- En el Chaguar, cuyas grandes rosetas cubren las rocas mas áridas, tenemos un excelente material para la fabricacion de piola, &; pero el arte de beneficiar esta planta, ejercido todavia en Bolivia, parece haberse perdido en este país. Falta que probar si el algodon del Palo Borracho sirve para mas que llenar almohadas, si las semillas del mismo contienen aceite que pudiese emplearse como el de castor. Del Poleo y del Simbol se hacen cestos, que nos vendrán muy bien para en ellos exportar las ricas frutas que produce el suelo catamarqueño. CONCLUSION.- Acabamos de ver que la Provincia encierra abundancia de material que, previo su beneficio, demanda un exámen prolijo. Pero ni el químico mas aplicado y competente seria capaz de cumplir con la décima parte de esta tarea: es necesario pues que la enseñanza de la química en el Colegio Nacional salga de los estrechos límites que le ha trazado el plan de estudios. Resucitada la Escuela de Minería, tendrán sus discípulos bastante ocasión de contribuir al reconocimiento de nuestros minerales. Los jóvenes que, sin quererse dedicar a la Minería, tuviesen _armacia_ci y aptitud para la Química, podrian, en un curso bienal, estudiar análisis, _armacia_c é _armacia_ción orgánica y preparándose así para la _armacia ú otro ramo de la Química, aumentar nuestros conocimientos del reino vejetal. Página 70


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L A S I N D U S T R I A S D E C A T A M A R C A. L A V I T I C U L T U R A. Pilciao, Mayo 1° de 1881. Señor Redactor de LA UNION. Tócame á mí ya seguir con el trabajo empezado por el Señor Schickendantz; pero debo confesar a Vd. que la misma importancia de aquel me hace desconfiar de mi capacidad de poder escribir algo que pueda servir de apéndice digno de un tan excelente ensayo. No obstante, es necesario poner manos á la obra y no postergar por mas tiempo la parte con que me comprometí contribuir; y por dos muy poderosas razones, primera: porque el asunto de mis observaciones es de tal trascendencia que por muy mal que se diga lo que se quiere decir, tiene que ser de algun interés para muchos; y segunda: porque hoy que se trata sériamente de habilitar el camino de la Sébila para carros, debe hacerse conocer en la Provincia y fuera de ella que hay una base de riqueza en los Departamentos del Oeste, que justifica cualquier gasto que se haga en el sentido de ponerlos en contacto con las vias férreas. Con mucha justicia dijo Ovidio, á propósito de minas: “Effodiuntur, opes, irritamenta malorum;” pero, como todas las cosas que Dios ha creado, tienen su rol que desempeñar en la economía del mundo. California por siglos no era conocida, lo mismo Australia, Nueva Zelandia, etc, mas fué necesario que se hallase oro en ellas para que recien acudiese concurrencia de jente, y esta se hiciese cargo de las otras y mas duraderas riquezas que aquellos países encerraban en sus entrañas. Hoy California es mas famosa por sus pingües cosechas de trigo y vinos que por el mismo oro que la dió á conocer; y otro tanto está sucediendo en los demas países citados. Verdad es que en Tucuman hemos visto que sin necesidad de Minas, de la noche á la mañana una industria pigméa y raquítica se ha desarrollado de un modo sorprendente, y promete ser, á la vez, una fuente colosal de riqueza para la Provincia aquella y por consiguiente, para la Nacion entera. Pero Tucuman es país muy favorecido de la naturaleza por otros lados: su suelo y clima se prestan para muchas empresas de pronto resultado, y su posicion jeográfica, en el camino real, que tarde ó temprano tiene que conducir todos los caudales bolivianos, dá valor y movimiento á todo cuanto produce su suelo fértil. Tucuman, pues, solo pedia una via férrea y hombres como los Señores Mendez, Huergo que sacasen la industria azucarera de su letargo ruinoso, para irse á las nubes. Es por esto mismo que la naturaleza no dió minas a la Provincia de Tucuman, ó al menos, las escondió tan bien que sería una industria por separado el poderlas encontrar. Pero la Provincia de Catamarca se halla en muy diferente caso: esta provincia mediterránea cual ninguna, con un suelo en la apariencia por de más estéril, rechaza en el primer momento al que busca en ella los medios de medrar. Por lo mismo la Naturaleza la dotó con minas que atrajesen caudales de afuera, hombres intelijentes en este y otros ramos, Página 71


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y por último, la atencion del Gobierno Central á la propaganda del finado D. Benjamin Poucel. ¡Caminos o muerte! Este fué el dilema que propuso el señor Poucel ahora 23 años a la consideracion del público catamarqueño, y como en aquel entónces, ahora tambien es lo que debe preocupar á todo buen ciudadano de nuestra Provincia; porque en sí encierra el busilis del porvenir de todos. ¡Viabilidad, viabilidad y viabilidad! y si no la tenemos todo cuanto he dicho y puedo decir no vale ni el papel en que se escribe. Pero examinemos cual es la industria por excelencia que nuestra Provincia debe llamar suya -Y aquí me permito dividir á Catamarca en dos mitades, la una al Naciente, la otra al Poniente de la Cordillera del Ambato- Este lindero natural separa los Departamentos agrícolo-pastoriles de los puramente agrícolas: al Naciente encontramos haciendas vacunas y de ellas consta la la riqueza de los vecinos; pero al Poniente las mezquinas estancias apenas dan la carne que necesitan los dueños para su consumo; mas en su lugar tenemos alfalfares bajo de riego artificial dónde se engorda el ganado de los otros Departamentos. ¿Por qué el Poniente no se presta para la ganadería? la contestacion es muy sencilla: llueve poco, y el pasto artificial es caro y limitado en cantidad, de suerte que sólo se ocupa en animales de cuenta que se invernan para el consumo de las plazas vecinas. Aquí viene la cuestion capital. ¿Hacen los alfalfares cuenta ó hay alguna otra industria que prometa mas al dueño de terrenos y agua en el Poniente? Permítasenos otra pregunta. ¿A qué debe la Francia una muy considerable parte de su riqueza asombrosa? El Dr. Guyot, en su magnífica obra, prueba hasta la evidencia que es la Viticultura la que ha producido este bienestar que todos ponderamos; y recomendamos al que se interese en esta clase de datos que estudie las comparaciones que establece aquel sábio. Pues bien, si en Francia donde el agua abunda es preferible la viticultura á todas las demas industrias agrícolas ¿qué dirémos aquí, donde cada gota de agua se mide y se pesa? Sabido es que el trigo y la vid son productos que se dan mejor en secano, y esto sin otro motivo mas sería lo muy suficiente para decidirnos á dar una atencion preferente á estos dos elementos tan importantes para la alimentacion del hombre. Por esperiencia se sabe que el trigo en el Poniente, aunque muy rico, no es muy abundante, y nunca se podría hacer una exportacion fuerte. Queda pues la vid, y no hay mas que averiguar si esta encuentra un suelo aparente en la Provincia, y muy particularmente en los Departamentos del Poniente. Muchas viñas grandes hay por todas partes, las mas, regularmente atendidas, otras pequeñas, cuidadas con todo esmero; pero quiero citar una viña que existe en el Fuerte de Andalgalá y que nos dará á conocer de lo que es capaz el suelo de este país. Adviértase que lo jeneral del suelo en el Fuerte es pésimo, un vivo cascajal; y las invasiones de arena empeoran lo que era por demás malo anteriormente. La tal viña consta de unas 3,000 cepas en el terreno de una cuadra de 200 varas en cuadro: la parte inferior está muy fallosa, de suerte que no tiene el número de plantas que debiera. De ésta viña, se ha vendimiado en los años 1879, 1880 y 1881 las siguientes cantidades: 1879-Año de seca espantosa, 1 1/2 pulgadas llovidas en todo el año, con horrible daño de langosta, y vecinos pobres que no distinguen entre meum et tuum; con todo vendimian 120 hectólitros de vino que se realizaron á 10 $ bolivianos libres de todo gasto de vendimia y fletes. 1880-Este año en condiciones iguales á las anteriores se vendimiaron 180 hectólitros, que se realizaron al mismo precio. 1881-Este año no ha sido de seca, pero la helada en Setiembre perjudicó el brote, el fruto ha sido poco, los daños de langosta y robos iguales á los anteriores, y á pesar de todo alcanza la vendimia á 120 hectólitros. Página 72


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En tres años el comun ha sido de 140 hectólitros, que á 10 $ dan 1,400 $ para gastos de cultivo y utilidad. Por lo que se vé 20 cepas dan un hectólitro de vino en esta viña; y diré de paso que en viñas bien cuidadas se puede considerar que es un rinde nada mas que regular. Ahora bien por esperiencia se sabe que una cuadra de 200 varas debia contener por lo ménos 5,000 cepas y yo me inclino á mayor número, porque así se protejen unas á otras de los calores del estío, y de los avances de la langosta y avíspas. Una cuadra, pues, puede dar holgadamente de 200 hectólitros arriba que al ínfimo precio de 10 $ dejaría 2,000 $ para gastos de cultivo. Quiero yo saber si alfa, trigo, maíz ú otra mies daría un resultado parecido: por cierto que no; y solo con el tabaco ó el azúcar se podría uno aproximar á estas cifras. Ahora solo se ha hablado de vinos ordinarios del despacho comun, que por cierto los mejores vinos se guardan y se venden á peso de oro, y con el tiempo y mejores conocimientos se aumentarían estos. Está bien, se me dirá, todo esto está muy bueno, pero no se ha hablado nada de cantidades, y sin este requisito no habría base sólida para apreciar los valores comerciales de la industria. Antes de las invasiones de langosta se estimaba el caldo producido por el Fuerte en 10,000 hectólitros; pero en los últimos años ha mermado mucho á consecuencia, de los estragos de este flajelo. Pero tambien diré que las fincas principales han ido en decadencia á mérito de circunstancias que nada tienen que ver con el valor del ramo, y para probar lo que puede el trabajo, aun en años de plagas, citaré el caso de D. Francisco Durand que hace dos años compró la Hacienda del Colejio al Fisco y este año ha levantado 700 y mas hectólitros donde el último arrendero nunca llegó á los 300. Dicho señor cuenta que en uno ó dos años mas, pasará de los 1,000 y para mas despues tiene un viñon nuevo como para sacar 2,000 hectólitros de él. Cualquiera me concederá que donde se puede tener una cuadra de alfa, se puede tener una cuadra de viña; no pido las dos que podía exijir. Conozco una hacienda valiosa que tiene 10 cuadras de viña fallosa y casi 30 de alfa. Segun mi fórmula las 40 cuadras deberían cargar 240,000 plantas, que por la parte que ménos darían 10,000 hectólitros. Varios otros fundos hay cuya produccion podia elevarse á 4 y 5,000 hectólitros, suprimiendo las otras labranzas. ¿Pero cómo suprimirlas cuando sin ellas no tendrémos qué dar de comer á los animales que deben conducir nuestras cargas á la plaza consumidora? Nadie se puede hacer cargo de lo que dá una cepa bien cuidada en el Poniente de la Provincia de Catamarca. Yo mismo he hecho pesar el año pasado, el fruto de varias cepas de moscatel y me han dado 140 libras por cada una planta de las mejores. El viñador fuerteño, trabaja en sociedad con la hormiga, el viento, la langosta, la paloma, los perros, los zorros, sus vecinos y su familia, y á pesar de todo vendimia: es cuanto se puede decir de la feracidad del suelo para la vid. Si esto que se escribe fuese solo aplicable al Departamento del Fuerte, todavia podría decírsenos que era poco; pero por mucho que quiera ensalzar mi Departamento tengo que confesar que creo que existen dos que le llevan ventaja: el de Poman y el de Tinogasta. Todos los pueblos que se hallan á la falda Poniente del Cordon del Ambato tienen fama por su rica uva; pero los dueños del agua, buscando terrenos aparentes para sembrar y para poner alfalfas se han distanciado de las fuentes de agua, que aprovechada en las faldas centuplicaría el caudal de viñas. De Tinogasta ¿qué diré sinó que ese Departamento puede igualar á todos los demas en su producido por la sencilla razon que tiene abundancia de agua? Pero, á qué plantar Página 73


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viñas con un flete de 10 $ á 12 $ por hectólitro á Tucuman que es la plaza de consumo mas inmediata? Sálvese este inconveniente y se verá al Departamento de Tinogasta producir vinos como Tucuman azúcares. Tomemos el punto de Aniyaco, á donde para que la uva sea mejor, no llueve nunca; conozco allí una sola hacienda que podía plantar cien cuadras de viña que á razon de 5,000 cepas por cuadra, darían 500,000 plantas, y estas sus 25,000 hectólitros. Pero vamos ¿que es Aniyaco? nada mas que un rincon de un rico Departamento, con un suelo mil veces mas fértil que el del Fuerte, á donde se habla de marcos como aquí de de naranjas de agua. En Tinogasta, como en la Seccion de Poman del Departamento de Andalgalá, no se han puesto mas viñas por dos razones muy poderosas: porque no había mercado antes para lo que podian producir, y porque ahora, que se ha aumentado el consumo, no es fácil improvisar viñas. La vid no es como la caña dulce que el primer año dá bastante, y en el segundo mucho: el viticultor tiene que esperar sus buenos 4 y 5 años para empezar á ver el fruto de sus desvelos, y para esto se necesita tener paciencia y bolsa larga. Pero dejemos para despues este punto del mas ó ménos tiempo en que los viñedos pueden hacerse de fruto entero y prosigamos con el cómputo de lo que puede producir el Departamento de Tinogasta. Si el Fuerte podría dar sus 50,000 hectólitros es indudable que Tinogasta exedería de los 150,000 y no serían ménos de otros 50,000 lo que podría producir la seccion de Poman. Nos quedan aun dos Departamentos en el Poniente que tomar en consideracion, y dá la casualidad que si bien son los que ménos producen en licores, son sin embargo los que los dan de mas rica calidad. El Departamento de Belen tiene muchos puntos en que se podrían poner inmensas viñas, y muchos de sus valles son aparentísimos para este cultivo; pero la impericia de sus habitantes y sus cortos capitales no han dado lugar á una viticultura en mayor escala. No obstante los vinos de la Puerta y de la Estancia, distrito de las Granadillas son muy especiales y dan pruebas muy convincentes de lo que es capaz de producir ese suelo. Pero veamos ¿en qué se ocupan los terrenos? en alfalfares, rastrojos para trigo, maíz y otros cereales. El departamento de Santa María podría igualar al del Fuerte en su produccion de vinos, porque tiene pocas viñas y muchos alfalfares; mientras que los pocos vinos que se hacen nos demuestran que solo se necesitan hombres empresarios y con conocimientos para convertir, á este como á tantos otros Departamentos, en un contínuo viñedo. Vino vendimiado en Santa María fué uno de los que obtuvieron premio en la Esposicion de Filadelfia y mejor clasificacion por los catadores en Buenos Aires. Pena dá ver tanto terreno aparente para viña abandonado á otras labranzas que nunca pueden igualar el resultado de aquella; y ¿por qué es esto? porque carecemos de los medios de poner los licores en la plaza del consumo á un precio remunerativo. Las condiciones del actual viticultor son las siguientes: Despues de correr todos los riesgos de todo labrador, se halla él con una especie en sumo grado delicada, y muy espuesta á tornarse en otra que vale mucho ménos. Para realizarla tiene que ponerla en la plaza de consumo con un recargo de mas ó ménos: 5$ á 7$ de Andalgalá á Tucuman (pesos bolivianos) 6$ á 8$ de Poman á id. 8$ á 10$ de Belen á id. ó Salta 10$ á 12$ de Tinogasta á id. Recien en estos años se han empezado á hacer algunos vinos mas garantidos contra el vinagre; pero era claro que pocos se hallaban dispuestos á espedicionar ó producir una mercancia que corría tanto riesgo de no cubrir el flete. Debido á esta circunstancia es que Página 74


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en los tres últimos Departamentos es tan corto el número de viñas. La inmediacion del Fuerte de Andalgalá a Tucuman, y los negocios fuertes de aguardiente á Bolivia hicieron que aquí siempre se fomentase el cultivo de la vid; y de esto nace que hoy Andalgalá se ha podido aprovechar, de la alza en los vinos, y servir de avanzada a toda la Provincia en esta industria. En cuanto á la calidad de los licores, el Poniente debe dividirse en dos secciones; en la una entran Andalgalá y Tinogasta con vinos jenerosos; Belen y Santa María con vinos de pasto. Hasta ahora no se ha acostumbrado dar á las viñas labor y no es mas que racional suponer que nuestra uva mejoraría en todo sentido si se les diese cava y cava a las cepas; entónces veríamos los primeros hacerse mas ricos y dulces, los últimos de mas cuerpo, y ambos mas aromáticos. En cuanto a la clasificacion de nuestras cepas todo está por hacerse; pero es indudable que nuestros antepasados se fijaron en cepas capaces de resistir la seca y varias otras plagas con que se lucha en todo o lugar. En esta Provincia se carece de un mapa exacto y de datos estadísticos capaces de darnos las bases para un presupuesto de lo que se podría producir en vinos en todo el Poniente; sin embargo no hay catamarqueño que no conozca el injente números de “toros” y mulas que se invernan en Tinogasta y Santa María, de las mulas, que sostiene el Fuerte para el acarreo de sus metales y vinos, y del servicio de tránsito que presta Belen. Ahora digo: sáquese la cuenta de lo que daría todo eso en viña á razon de 5 á 6 mil plantas por cuadra y de un hectólitro de vino por cada 20 plantas, avaluado solo en 10$ en la puerta de la Bodega. Muy pronto la Provincia se vería sacando cuenta de millones como lo hace Tucuman. Yo me quedo pasmado cuando leo lo que escribe el Dr, Guyot, acerca de las viñas y su producido, y me pregunto, y ¿qué hacemos que no nos despertamos de nuestro letargo? Desgraciadamente tocamos con dos escollos: falta de viabilidad es uno, y el otro nace del primero; porque nadie quiere meterse tierra adentro y quedarse atollado. Póngase la gran cuenca de las Sierras de Catamarca y la Rioja en comunicacion con la via férrea central y veremos brotar las viñas en todo esto como la caña en Tucuman. Los terrenos en Andalgalá (Secciones tanto del Fuerte cuanto de Pomán) Tinogasta, Santa María y Belen constan de aluviones acarreados por sus respectivos rios; y segun los mantos, se vé que en todo tiempo, como ahora, las crecientes han sido unas de barro otras de arena, formando asi nuevos depositos. Puede asegurarse que de todo el detritus acarreado el mas estéril es el del Fuerte; y á pesar de este hecho incontestable su suelo produce la uva en abundancia extraordinaria. En Belen el suelo ha sido acarreado por el Rio de los valles de las Granadillas y la Ciénega, punto á donde el vino que se saca es de muy superior calidad. Pero tanto el Fuerte como Belen producen vinos de poco color; no así Tinogasta y Santa María, que siempre han tenido nombre de sacar vinos mas tintos. Verdad es que en ninguno de los cuatro Departamentos pueden igualar en esto del color á lo que produce Cafayate; pero aun en esta circunstancia veo yo algo que puede resultar en gran bien de la Industria. Sea porque es una de esas supersticiones que á veces se arraigan en los lugares, sea que en realidad el hecho tenga su razon de ser, lo cierto es que los viñedos en Cafayate se arreglan en parron, porque (dicen los naturales del lugar) solo con este sistema pueden conservar las cepas, que en otra forma perecerían ahogadas por la misma abundancia de la sávia. El vino de parron tiene que ser débil, y acaso, se debe á esta circunstancia la tendencia de esas vendimias á torcerse. Pero en cuanto al color el resultado es cuanto se puede pedir, y aquí debo indicar las grandes conveniencias, para el productor y consumidor, que pueden resultar de una mezcla racional de esos vinos débiles, con otros capitosos de esta Provincia, ganando estos Página 75


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en color y aquellos en jenerosidad. No es parte de mi tarea hacer conocer lo que producen los viñedos de Cafayate, pero no puedo menos que repetir aquí lo que me dijo el señor D. que vendimió la cosecha de uno de los principales hacendados de aquel lugar. ¡Cómo 5,000 plantas de parron dieron una produccion de cerca de 1,500 hectólitros! Los vinos de estas tres Provincias de Salta, Catamarca y la Rioja necesitan todos del “coupage”(1), como dicen los franceses; se entiende que se habla del vino de comercio, no de aquellas marcas especiales que que existen en varias bodegas con que se regalan los dueños y sus amigos. El “coupage”, ó sea mezcla de vinos, es la regla de las bodegas de Europa, y puede asegurarse que el paladar del consumidor, que sea dicho de paso, es de lo mas artificial que se conoce en materia de gustos, no admite vino que no sea “coupé” ó mezclado; cuanto antes pues conviene que se reunan los vinos arjentinos y que hombres hechos á este negocio hallen la combinacion mas amena al paladar del aficionado de este país. Hasta aquí hemos visto que Catamarca tiene viñas; que tiene un clima aparente por lo seco para que la uva se produzca en toda perfeccion; que tiene vinos que han llamado la atencion en las Exposiciones en que han sido presentados; que tiene vinos que cada día se consumen mas en las plazas de Salta, Tucuman y Córdoba, y esto a pesar de las dificultades y costo del transporte, que antes hacia muy poco vino y le sobraba del poco, más hoy hace mucho y nada le queda de un año para otro; que antes en el Fuerte se conseguia una carga de vino regular á veces excelente un mes despues de la vendimia por 4$, mientras que hoy el mosto sin fermentar vale 5$, y el vino, de 10$ a 15$ sin vendedores, que antes el que compraba vino era para consumirlo en la mesa, cuando mas para expenderlo cuanto ántes en algun despacho, y hoy se compran vendimias enteras, cientos y aun miles de cargas de mosto por intelijentes con el objeto de espedicionarlos y esto con fletes exorbitantes como para acobardar al mas animoso. ¿Qué indica todo esto? seguramente puede considerarse como indicio de que se levanta una Industria, ¿y cómo es esa Industria? ni mas ni menos que la mas pingüe del mundo. Acordémonos que una arroba de azúcar tiene un valor fijo, por muy rica que sea, que no pasa de, digamos 3 á 4$ arroba, pero ¿quién puede ponerle tasa al vino? Cantatrices y vinos tienen precios de fantasía. Sin embargo prescindo de curiosidades y me atengo al vino de pasto, para el consumo ordinario del vulgo, á razon de digamos de 40$ la bordalesa. Hay en ello base para un negocio colosal. Pero faltan: Capitales, Conocimientos y Viabilidad. CAPITALES. Por capitales se entiende todo caudal, ya sea en efectivo, ya en conocimientos: en una palabra, todos los recursos con que se cuenta para fomentar y esplotar como se debe cualquier industria; pero aquí se usa la palabra capital en el sentido de metálico. Ya se ha dicho que de una cuadra de alfalfa se puede hacer, por lo menos, una de viña, sinó dos ó tres, que con el tiempo darían un resultado muy superior al de los pastos, por muy bien que estos se vendan; pero el hacendado se sacaba esta cuenta: en alfa luego tengo el producido pero, en viña á los tres ó cuatro años recien entraré á recuperar algo de lo gastado. El viticultor del Fuerte siempre contaba con una realizacion mas ó ménos segura, y así cada individuo que ganaba algunos pesos en otros negocios, siempre se buscaba una viñita que comprar ó de nó la plantaba; mas estas compras tenian que ser diminutas, tanto porque los hombres ricos en esta Provincia son escasos, cuanto porque (1) Coupage: término técnico que significa terciar unos vinos con otros.

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se necesita tener abnegacion para poder esperar por 3 ó 4 años el fruto de una viña recien plantada. En este país, entre la jente pobre, un real por peso al mes es el corriente de plaza, y lo mas módico, el 1 1/4, 1 1/2 por ciento. En vista de este interés exorbitante, no era posible que se invirtiesen caudales en viña cuyo producto era de difícil realizacion; hoy ya no lo es tanto, sin embargo hasta que todos reparasen sus viñedos, se pasaría algun tiempo y esto quiere decir la ruina con un interés alto para el que lo hace con plata ajena. A pesar de tanto inconveniente no hay hombre que gane sus pesos en otras industrias, que su primer cuidado no sea el de comprarse una viña, y aun cuando muchos me dirán que eso lo hacen para tener fruta que comer, yo les contestaré que es cierto, pero que tambien es para tener vino que beber y vender. Aquí cabe otra pregunta ¿hay algun medio de abreviar el crece y fructificacion de la vid de suerte que sin demasiada demora pueda empezar á dar su producido? En mi concepto se puede: y desde que el tiempo es plata, y plata es el capital de que se trata, es este asunto muy propio para ser discutido aquí. Bien sabido es que en estos puntos la vejetacion es por demás precoz, y la vid, á la par de otras plantas, se desarrolla de una manera sorprendente. El año 1876 tuve el empeño de hacer un estudio especial del mejor modo de aumentar la viña de una hacienda, para cuyo efecto hice venir varios autores de los mas conocidos y al mismo tiempo puse grandes viveros. El año 77, es decir, 12 meses despues saqué la mayor parte de los barbados para reponer fallas y hacer plantaciones nuevas; pero dejé cierto número de plantas en el vivero en distancias convenientes, en las que injerí puas de mejor clase de vid, por el método recomendado en la obra del Sr. Blanco Fernandez. Como el terreno habia sido bien preparado la plantacion se hallaba en condiciones muy favorables para su desarrollo, pero tambien debe tenerse presente que el mero hecho de la operacion de injerir debia atrasar el crece por lo menos un año. Los injertos prendieron todos, y en la vendimia del 78 vastaguearon de una manera asombrosa. El 79, es decir, á los 18 meses del injerto ó 30 de la plantacion empezaron á dar fruto y en la vendimia del 80, es decir, a los 30 meses del injerto ó 42 de la plantacion produjeron una cantidad de uva que no dejaba qué pedir. Las plantas estaban arregladas en espalderas, sobre alambres con poda de de daga y espada. Este año, que ha sido escaso de fruto en todas las viñas á causa de una helada en el mes de setiembre, no ha producido á la par del anterior, pero aun así ha dado cantidad de fruto. Es pues indudable que con un cultivo racional y adoptando un sistema adecuado como por ejemplo el de espaldera, se puede abreviar el tiempo que de otra manera tendría que trascurrir hasta ver el fruto de lo que uno trabaja. Pero para esta clase de cultivo se necesita tener plata, y mucha esperanza en el porvenir, cosa que no les entra á nuestras gentes que en esto, como en sus enfermedades, quieren que el remedio sea de un efecto instantáneo. Tampoco aconsejaría yo que de repente se abandonasen los alfalfares y otras labranzas y que todo se pusiese bajo de viña; pero cualquiera que se disponga á invertir capital en la viticultura que empiece por viñas hechas y poco á poco que se extienda, y verá que cuando ménos piense se hallará dueño de un condado. Es un error invertir de golpe un gran caudal en efectivo, sobre todo en un país é industria nueva: el verdadero sistema es el de ir explotando y fomentando á la vez, que los errores se cometan en pequeña escala para que no menoscaben los recursos de una manera que asfixie, para decir así, el negocio ¿Por qué es que las Minas de Catamarca dieron resultados tan funestos para sus Empresarios en tiempo que los cobres valian justamente el doble de lo que valen ahora, y las Minas daban metales infinitamente mas ricos en ley que los de hoy? y ¿Por qué hoy se pueden trabajar, á pesar de precios bajos, de metales de baja ley y de hambrunas con todas sus Página 77


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consecuencias funestas para esa y las demas industrias? La contestacion es muy clara y terminante: el demasiado capital invertido arruinó el negocio. Se gastaba mucha plata para errar en todo, se gastaba mas plata para tapar esos errores, y así hasta dejar exhaustos los recursos de los que creyeron sacar buen interés de su capital. No sucedió otra cosa con los cañeros de Tucuman de la segunda época, aquella en que empezaron a soñar en máquinas y otros gastos. En un país como Buenos Aires, ó Montevideo con la plata todo se consigue, pero no fué siempre lo mismo allí y nosotros estamos en la época primitiva; querer hacer ciertas cosas á fuerza de plata es hecharlo todo á perder. En Tucuman tiene el cañero la ventaja que con las máquinas de ahora puede contar con renta segura á empezar desde el primer año; pero tambien hay que ver que esta es una faz del negocio que solo se ha conocido desde que los grandes Injenios han empezado á comprar caña. Tener á quien vender la caña es pues, una condicion sine qua non del que la planta, por que el poner Injenio ha sido asunto ruinoso para todo el que lo ha intentado sin contar con una bolsa muy larga y muy llena. Por el contrario, la fabricacion de vino solo quiere vasija buena en que acondicionar el mosto que saldrá bueno y mejor segun el trabajo personal que se le prodigue: la planta del pié humano, una tina que se obtiene cortando en dos cualquier cuarterola, es todo lo que se precisa para pisar la uva; si se quiere estrujar bien los orujos entónces se puede adquirir una prensa Molina, que con tornillo y todo no cuesta mas que cien pesos bolivianos, pero que tambien puede prestar servicios vecinales, porque es máquina que despacha mucho orujo, y que se puede conducir de una parte á otra en una carreta ó zorra. Lo único indispensable es tener buena vasija de madera para depositar el caldo. Con el recargo de fletes de hoy esta sale cara, pués 15 á 16$b. es lo que viene á costar cada pipa armada. Por mas manual se prefiere la estranjera; la del país es mas pesada pero tiene mas duracion, porque la madera no se resiente tanto de la sequedad del clima. Pero para lo que mas se necesita capital es para la compra de mostos, porque así el viticultor vendería sus mostos antes ó despues de la fermentacion en la puerta de su bodega. ¿Qué sucede ahora? El pobre labrador despues de escapar de todas las mil y una plagas á que está expuesto, se halla precisado á emprender un viaje de 40 leguas, por cerros escabrosísimos, para poner sus licores en Tucuman, y acaso cuando llega allí es para encontrarse con mil otros tan necesitados como el de Catamarca y la Rioja, que al fin sacrifican su especie por lo que les dan, con gran utilidad del pulpero y pérdida séria para el pobre viticultor, que á mas de perder el fruto de sus desvelos pierde tambien el mejor tiempo de atender á su viña para la cosecha venidera. ¿En qué forma pues necesita el poniente de Catamarca que se le suministren capitales para el fomento de su industria vinera? Por lo que respecta al Fuerte, lo que mas conviene es tener siempre compradores de sus mostos en la puerta de la bodega sin tener que expedicionarlos á otras plazas por cuenta del productor; pero si se quiere es el Departamento que menos necesita capital de afuera para dar impulso á la viticultura porque tiene muchos vecinos que conocen la importancia del negocio y se han dedicado a explotarlo. Tambien ha comprendido la grande importancia de tener buena vasija, y el flete que se paga á Tucuman no es prohibitivo. Lo único que debería pedir el Fuerte es la vía férrea; y el día que se dé principio á esta todos aumentarán sus viñas. Aquí ya hay un gran negocio de venta de caldos en pié, y los vinos que se hacen se sacan á todas las plazas vecinas. Muchos hacendados hay que hacen muy buen vino, y se cree que año á año este va mejorando. Industriales que vienen de afuera hacen gran misterio de su ciencia, pero en resumidas cuentas resulta que todos les aprendemos aquello Página 78


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que nos parece de mas provecho. Dos de estos señores hemos conocido aquí durante los últimos siete años, que ambos han trastornado el giro del negocio sin que ellos mismos se perciban de ello. El primero fué traido por los señores Figueroa, Molas y Cía., y nos enseñó un modo racional de disponer el trabajo de las bodegas para la conservacion de los vinos; el segundo traido por el Sr. Sotomayor nos ha dado á conocer algunos procederes convenientes en la fermentacion: el resultado ha sido que nuestros vinos ya han llegado hasta la plaza de Buenos Aires, y el capital invertido en el negocio por los Sres. Figueroa, Molas y Cía. fructifica en el país, y ha dado tal impulso al negocio vinero en Andalgalá que hoy el valor de los vinos casi iguala al de los cobres. Sucede como en Tucuman que antes eran las zuelas y los pellones que preocupaban á todos: y ahora ¿quién se acuerda de esos dos ramos? El capital de los Sres. Mendez, invertido con acierto, hizo de la caña una riqueza real en Tucuman aumentando á la vez el caudal de ellos mismos; todos tenian la vista fija en los dos ingenios de esos Sres., y en el momento que se vió el resultado, se aprovecharon de los conocimientos adquiridos. A no ser el fuerte capital y tino de los Sres. Mendez la industria cañera estaría hasta el dia de hoy en su infancia. Así pues tambien el capital de los señores Figueroa, Molas y Cía. despertó á los viticultores del Fuerte, y con la esperiencia ganada, se ha desarrollado la industria vinera que solo espera viabilidad para tomar otras dimensiones. La primera palada que se dé para poner este lugar en comunicacion con el Ferro-Carril Central será la señal para que se tripliquen los viñedos y se cuiden mejor los que están en pié. Opino que el Departamento del Fuerte no necesita capital en efectivo para fomentar su industria, porque un peso de capital criollo con los conocimientos adquiridos equivale á diez de capital de afuera, y aquel peso le tenemos; pero sí considero que necesita de esos capitales en efectivo que con la vía férrea vendrán á comprar las vendimias de sus viñedos. La seccion de Poman se halla en muy distintas condiciones. La falta de conocimientos, de hombres y de viabilidad tiene á esos lugares en bastante atraso: desde luego no existe ese plantel de viñas con que contamos en el Fuerte, por cuya razón habrá que invertir capital en hacerlas; pero en contra todo el Departamento de Poman ofrece muchas ventajas para el viticultor, mejor suelo, ménos viento, una poblacion grande y pobre que proporcionaría brazos, y un aspecto al poniente que asegura una madurez perfecta de la uva. Arroyos que poder utilizar hay muchos, y el capital que invierta en canalizarlos hará un vergel de todos esos lugares. Cuando llegaron los españoles todo ese valle de Andalgalá y sus alrededores hormigueaban de gente, segun los antigüos cronistas, y que no mentian, lo comprueban los miles de tiestos etc. que á cada paso ocurren por todas partes. Vendrá dia, y á la vid se lo deberemos, en que vuelvan estos valles a llenarse de gente, porque muy sabido es, que el cultivo modifica el clima, y veremos capitales invertidos en la canalizacion de los rios para ponerlos á cubierto de las mermas ocasionadas por la pasada de sus aguas por encima de sus canales de arena, y en la construccion de grandes represas que reunan y utilicen las aguas que se pierden de las creces del verano. ¿Que ha hecho la Inglaterra en la India? trabajos hidráulicos gigantescos; y tarde ó temprano en la Argentina se tendrá que hacer otro tanto, y acaso con mayor provecho. Belen es otro Departamento donde faltan las tres cosas, capitales, conocimientos y viabilidad. Indudable es que lo mejor de sus tierras, no se utiliza en lo que debiera, si exceptuamos el distrito de Lóndres, donde por desgracia las muchas hermosas viñas que tiene, solo producen aguardiente; que siempre es un negocio como el de los cañeros viejos, que toda su cosecha quedaba reducida á miel, que mal y por mal cabo se convertía Página 79


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en aguardiente, y este se vendía hasta por 8$ barril. Todo el gran valle de las Granadillas es aparentísimo para la vid, y los pocos vinos que se sacan allí son muy superiores en sabor y aroma á todo lo que se conoce en el resto de la Provincia. Pero para convertir á las Granadillas en un verjel de risueños viñedos se necesita plata y esa es la que no tienen los vecinos del lugar, y si la tienen la guardan. Por lo que respecta á los terrenos del propio Belen, creo que puedo decir que las viñas actuales se hallan colocadas en el peor punto para que la uva sea buena, porque es un estrecho valle, sufren por la sombra, por el calor, por las lluvias, piedra, heladas, en fin, por todo con exageracion, amen de que el suelo es de una greda mas bien para alfareros, y que está a pique de ser llevado por el Rio. Mas abajo por todos lados, hay terrenos lindísimos, con suelo idéntico al de las Granadilllas, como que probablemente está formado del cieno acarreado por el Rio de aquel punto, y depositado en toda la delta del mismo. Hay en Belen suelos tan fértiles, que con un solo riego se cosecha el trigo, y estos ¿porqué no podrían dar pingües cosechas de vinos? Pero la gente es pobre, los terrenos de la Vírjen han atraido una poblacion numerosa, pero sin recursos, y su misma miseria les ha obligado á acercarse á la entrada de la quebrada buscando la menor distancia para el agua. Con un acueducto Belen triplicaria su agua, y entonces veríamos salir miles de hectólitros, donde hoy solo marcha una que otra piara para Sumalao ó Salta, de vino que se cosecha mal, y se vende peor. Belen necesita de capital para formar la industria vinera, y tambien para economizar su agua de regadío. Santa María tiene viñas y cuenta con capital; pero sería necesario que entrase gente de afuera que hiciera comprender á los hijos del país la grande importancia de la industria vinera. Todos estan embelezados con el pronto resultado de las alfas; pero una vez que se les haga ver lo que muchos han comprendido en el Fuerte, que la viña dá mucho, sabiéndola llevar, todos se apurarán en aumentar sus viñedos. Para vinos de pasto, tinto, es superior el suelo y clima de Santa María, y el vino torrontés bien tratado podría ser una cosa de llamar la atencion en cualquier parte. Santa María está mas cerca de Tucuman que el Fuerte: desde luego no es la falta de viabilidad que impide el desarrollo de la industria vinera, mas bien ha sido la desconfianza de los habitantes de poder producir un licor á prueba de las esposiciones del camino. Por esto es que considero que Santa María tambien requiere capital de afuera, al menos para dar principio a la obra. Tinogasta en realidad no necesita capitales en metálico, porque los tiene y gruesos; pero ¿qué sacan allí sin viabilidad? Este es un rincon verdaderamente desheredado de la República, y así vemos que el contacto de sus vecinos es mas bien con Chile. No sé porqué tengo una especie de conviccion que este sera el Departamento jefe de todos como viticultor; pero esto tiene que venir con la viabilidad, único capital que pide el Departamento para dedicarse á la viticultura en mayor escala. Inútil sería que Tinogasta se pusiera a competir con Andalgalá, Santa María y Poman, con una diferencia de 5 y mas pesos por hectólitro á favor de estos en flete; y es muy racional suponer que con el mero hecho de aumentarse la produccion se aumentarian tambien los gastos de conduccion. Creo haber demostrado con bastante detencion que no es la falta de capitales que tiene á la industria vinera en su estado de infancia en todo el Poniente de esta Provincia. Ese capital mas, que realmente podria invertirse con provecho, vendrá tan luego como haya medios seguros de conseguir la exportacion de la especie de que se trata.

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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 6º Fascículo

CONOCIMIENTOS. Puede decirse que hasta aquí la ciencia poco ó nada ha tenido que ver con nuestra Industria en Catamarca. Unos seguimos una regla, otros otra, á veces acertamos, otras veces nó, unos por desidia, otros por ignorancia, algunos por puro aburrimiento, dejamos que las cosas marchen como quieren; porque no hay como hacerles entrar en la cabeza de nuestros viticultores, asi dueños como empleados, que no se puede dejar para mañana, lo que se debe hacer hoy; es en balde decir y predicar: las cosas que se dejan hasta que el mal ya está encima, no tanto por ignorancia como por dejadez. Muy de sentirse es que el actual Rector del Colejio Nacional señor Schickendantz, no haya podido hacer un estudio científico de nuestros suelos y de nuestros mostos, como tambien de la clasificacion de nuestras vides. Desgraciadamente durante esos últimos años en que permaneció en el Fuerte, los mismos en que yo me he interesado mas por los ramos de viticultura y vinificacion, el señor Schickendantz, á consecuencia de su mala salud, no ha podido hacer nada en este sentido, pero ahora que está al frente del establecimiento mas importante de enseñanza de la Provincia, y con salud muy restablecida, no dudo que se ocupará en hacer el estudio necesario para que el intelijente de afuera que venga á trabajar como viticultor y enólogo sepa de antemano cuales son los escollos que debe evitar y cuales las esperiencias que pueden serle útiles. El señor Schickendantz es un hombre que ha sabido aprovechar su esperiencia de casi 20 años de permanencia en el país en pró de su saber y el bien público. Cuantos hombres verdaderamente instruidos han dado fiasco en nuestra Arjentina porque no han querido convencerse que de un país infantil podian ellos aprender algo que les faltaba que saber. Leones de sábios han llegado á la América y se han sorprendido de ver que ha sido necesario el raton criollo para sacarlos del atolladero en que se metian. Al fin lo que se llama ciencia no es mas que jeneralizaciones sobre datos y esperiencias adquiridas y no verdades eternas: desde luego las fórmulas que nos vienen de Europa adocenadas como cajas de sardinas tienen que modificarse con arreglo á las nuevas esperiencias que á cada paso se presentan en estos paises. Muchos capitales invertidos de buena fé y administrados con la misma, se han malogrado por no quererse convencer á tiempo de esta verdad. Esto en tésis jeneral. Ahora en cuanto á la Industria de que se trata, es muy claro que la verdadera ciencia del asunto es, no cual es la mejor vid y el mejor modo de propagarla, cual el vino mas rico en el mundo, sino, cual es la cepa, y el modo de cultivarla, cual es el vino que mas conviene sacar en Catamarca y en otras provincias que se hallan en las mismas condiciones. Página 81


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Para mayor claridad dividiré mis observaciones en cuatro capítulos: Eleccion de clase-CultivoVinificacion-Paladar del consumidor. Cualquiera me concederá que al que acierte en estos cuatro puntos no le queda qué saber en la industria de que se trata. ELECCION DE CLASE. ¿Qué puede hacer un estudio de algo que concierna á la vid sin que ante todo se imponga de lo que al respecto dice el famoso Español Gabriel Alonso de Herrera que vivió cuando se descubría nuestra América? En su Lib.I Capítulo I. dice así: “Quieren las viñas aire templado mas propíncuo á caliente que á frio; rehuyen los estremos, y por eso no se pueden criar en lo mas frio como Flandes é Inglaterra, ni donde nieva mucho, ni en lo demasiado caliente; con todo eso mas quieren y aun son mejores, digo de mejor vino, en las tierras calientes que en las frias. Ellas son en sí de muchas maneras y diferencias, y tantas que ninguno las puede alcanzar á saber, porque cada tierra tiene su manera de uvas, que no hay en España las que en Italia, ni por el contrario; y por ende nombres diferentes que por ellos no se conocen en todas partes, ni saben cuales son. Las uvas cuanto á lo primero son de dos maneras en sus colores como vemos blancas y prietas. Hay en cada linaje de estas muchas diferencias; en las blancas unas son albillas, y estas son las mejores de todas; son unas uvas redondas, pequeñas, muy apretadas en el racimo; tienen unas pintas entre prietas y leonadas: estas quieren mas lugares bajos que altos porque es uva enjuta y tiesta, y las vides crecen en alto, y por eso nunca ó por maravilla pudren: rehuyen lugares airosos, porque tienen la madera tiesta y brozna y con poco aire se quebranta mucha rama. Si lo ponen en sotos lugares frescos se guarda la uva en las parras mas tiempo que otra ninguna: asi mismo es bueno para lugares húmedos y lluviosos; porque aunque mucho llueva ni se pudre ni se abre la uva, y aun porque se despoja presto de la hoja, y se tuesta bien con poco sol. En buenos maduraderos esta madura casi antes que otra ninguna, y en lugares tardíos se guarda mas que otra ninguna: en los unos dá la vendimia temprana, y en los otros no se pierde por ser tardía ni se daña cosa alguna. Tiene esta ventaja el veduño albillo á los otros linajes, que se hace mejor en los lugares enjutos, cascazales y areniscos, y cargan bien, y son contínuas, y sufren varas, y son para parrales muy buenos, y si las despuntan echan muchos redrojos que son buenos para agraz. El vino de estas vides sale muy caro, de jentil color é sabor, es olorioso y guárdase mucho tiempo”. Esto dice Herrera de la Albilla blanca, y yo le pido á él que lo mismo diga de nuestra uva comun que á mi parecer es una uva albilla entre negra y rubia. Los anotadores del antiguo autor encuentran gran dificultad al querer identificar las clases que él describe con las que se conocen hoy en España; mas como él escribió cuando precisamente se empezaba á traer la vid de España á la América, que estraño sería que aquí conservásemos “linajes” de vid estinguidos ó modificados ya en la madre patria; ni mas ni menos que como en el idioma que se habla aquí se advierten arcaísmos. Cualquier viticultor del Fuerte que lea lo que nos dice con tanto donaire Herrera, tiene que concederme que si por la palabra “albillo” ponemos “uva comun” tenemos una descripcion de nuestras vides tal como no la puede dar mas exacta el mas esperimentado ampelógrafo del lugar. Siendo tan conocidas como son las ventajas de la uva comun de la Provincia de Catamarca, el primer cuidado del viticultor debe ser el de tratar de mejorar su clase con el cultivo racional de que ha carecido por años y acaso por siglos. Es indudable que todas las buenas cualidades de esta uva se aumentarían una vez que se removiese la tierra y se embasurásen las cepas. Muchos dueños de heredades se quejan que sus padres y abuelos hacían mejores vinos que ellos, y yo les contesto, que si es cierto lo que dicen, es porque las vides tienen sus 30 y 50 años de cansar el suelo con pingües vendimias, sin que se le vuelva ni el orujo que se bota por inservible al corral. Hágase Página 82


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uso del embasuramiento, cávese la tierra, múdense las viñas que ya son viejas de mas á nuevos terrenos, y verémos vinos de mas jentil color y sabor, mas oloroso y que se guarda mas tiempo. Soy de opinion, pues, que lo grueso de los viñedos de Catamarca por ahora debe formarse de la uva comun: los ensayos de otras vides se harán en pequeña escala, y cuando se dé con otra que en resúmen supere las ventajas de la comun, entónces abandonemos esta y adoptemos la nueva. Fuera de esta uva, tenemos otra que unos llaman Mollar negra, que es grande y tinta, muy dulce y de rico sabor, razon por la cual y por ser muy temprana es muy atacada de las avispas. De esta uva es que se hacen los mejores vinos en Belen y Las Granadillas; de la misma uva entiendo que habia en Tinogasta; y es una vid que debe formar la base para los vinos tintos que se hagan en la Provincia, como que tiene color suficiente para sí y para los otros mas pálidos que con él se tércien. La uva de Santa María por ser mas pequeña parece mas bien de distinta clase, pero en mi concepto puede muy bien pertenecer á una de las dos arriba enumeradas. Siempre tiene que ser una cosa difícil entablar comparaciones entre vides largadas á la buena de Dios, como estas, y aquellas de Europa que por siglos ya han sido el objeto de los mas esmerados cuidados del hombre; pero hoy que ya la jente empieza á preocuparse de la viticultura, alguno emprenderá la tarea de clasificar nuestras vides, y no está distante que de acuerdo con el señor Schickendantz podamos hacer algo en este sentido en el próximo año; porque creo, que reunidas las flores y las hojas podrian enviarse a los jardines botánicos de Francia y España y conseguir desde allí la nomenclatura exacta, de suerte que se pudiese dar principio á una ampelografía del país. Seguro estoy que nuestros viñedos están plagados de muchas vides que no son iguales a sus vecinas, y á no dudarlo, no hay cosa peor en una viña que la mezcla de clases. “Uva torrontés-Ni la comas ni la des-Que buena para vino es” es un refran muy conocido en España: mas nosotros la damos y la comemos mas que ninguna otra, y solo en Santa María y el Fuerte se ha adquirido fama el vino producido de la tal uva. Veamos que nos dice Herrera acerca de este veduño: “El torrontés es uva blanca, que tiene el grano pequeño, y que se trasluce mas que otra ninguna: hace los racimos pequeños y no muy apretados. Estas vides son mejores en lugares algo altos é no húmedos que en llano ó en lugares viciosos; por que tiene el hollejo muy delgado y tierno y pudre presto, y tiene el pezon tanto tierno que por la mayor parte se cae toda y al tiempo de la vendimia se ha de coger toda del suelo, y por eso quiere lugar enjuto, no airoso ni cerros muy altos. El vino de estas es mejor que otro ninguno blanco, guárdase mucho tiempo, es muy claro, oloroso y suave. La uva dello para comer es de poco precio”. En Catamarca la uva torrontés dá racimos grandes, y granos mas que regulares, y es riquísima para comer; por lo demas la descripcion de Herrera concuerda exactamente con lo que conocemos de la uva llamada así en estos lugares. Es vid muy cargadora y en lugares de secano como son estos se da con mucha perfeccion. La preferencia de esta uva por un lugar alto y resguardado del viento se ve en el Fuerte en la viña de Dña. Josefa Figueroa que siempre logra una abundante y temprana cosecha de uva torrontés que se vende como fruta á los vecinos de esta villa.El aguardiente mas rico se saca de la mezcla de lagrimillas de torrontés en moscatel; pero esto se hacía en época que los vinos valian ménos, y las bodegas de Malli tienen sus ciertas pipas para vino “madre”, soleras de vino torrontés y moscatel que muy luego se hallarán en estado de competir con los mejores vinos licorosos de Europa, y que serán un argumento para que no se desperdicie tan rico caldo en producir una especie de mucho menor valor. De la uva torrontés la mas rica que yo he probado es la de la ciudad de Catamarca tanto por su tamaño cuanto por su sabor; pero para vino considero mejor la fruta algo inferior del Poniente; porque madura algo mas tarde cuando hace mas fresco, y la fermentacion puede ser algo mas lenta. Aún falta que ver lo que puede ser esta uva una vez que se prodigue á las cepas el cuidado con Página 83


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que se le atiende en Europa. En todo, el cultivo influye para que el fruto sea bueno, mientras que hasta ahora nuestros viñedos han carecido de labor por completo, y aún aquellas que se empiezan á trabajar no han tenido tiempo de dar á conocer todo el efecto de lo que al cabo de tantos años recien se hace por ellos. Me toca ahora hablar del tercer linaje de uvas que mas abunda en nuestra Provincia, el Moscatel. Hé aquí lo que dice Herrera acerca de esta especie: “Moscatel es un linaje de uvas así dicho porque tiene un sabor y olor como de almizcle. Tienen estas uvas el racimo muy apretado y el grano muy tierno: es uva que si tiene mucho vicio suele podrirse, y por eso quiere tierras areniscas, enjutas, sueltas ó altas; con tal que el altura no sea sino poca; por que ninguna viña fué jamás buena en lugares muy altos. Esta uva por ser humosa dá mas dolor de cabeza que otra ninguna, y aún calenturas. El vino moscatel hecho por sí solo es malo por ser muy humoso y dulce: mezclado con otro sale bueno é olorioso, y guárdase mucho, y véndese bien, y la uva por ser de buen sabor suélenla mucho hurtar, por tanto conviene quien de ello tenga buena pro en su viña que lo guarde bien, que no bastan bardales ni paredes bien altas para defenderlo de manos de goloso”. (páj.316) Esto en cuanto á los ladrones bípedos; ahora falta que tomar en cuenta la langosta y la avispa; pero sobre todo la primera que con su instinto admirable deja toda otra cepa para atacar el moscatel y la llamada “mollar negra” donde la hay. El anotador de la edicion de 1818 dice varias cosas acerca de este “linaje de uvas” que me parece de caso referir, aunque no sea mas que para refutar lo que opina al respecto: “..... Pero las cualidades de causar dolor de cabeza, y aún calentura, que les supone Herrera con los demas autores castellanos y los latinos, es al parecer una vulgaridad médica antiquísima, fundada en algun caso particular mal observado, y copiado sin exámen de unos en otros. Lo mismo debemos decir del vino moscatel, y de la calificacion de malo que da Herrera al hecho por sí solo ó sin mezcla de otro vidueño; pues no son defectos en un vino licoroso la dulzura y el vigor, espíritu ó jenerosidad”. Con todo en este país la esperiencia nos dice que Herrera tiene razon y no su anotador: la uva moscatel es cálida, dá dolor de cabeza; y el vino que de ella se hace mejora mucho cuando se mezcla con el de otra uva. Ahora muy bien puede ser que con el cultivo esmerado el moscatel de España haya perdido alguna de las propiedades nocivas que le distinguian en tiempos de Herrera y que aún conserva en nuestra América. El cultivo civiliza a toda planta, y de cultivo han carecido casi por completo todas nuestras viñas; así es que el fruto de todas ellas tiene un no sé qué de salvaje. Pero es indudable que el suelo del poniente de la Provincia de Catamarca es aparentísimo para este género de vides, sobre todo la falda poniente de la cordillera del Ambato. El moscatel de Saujil tiene fama en todas partes, y no es ese el único lugar que la produce en perfeccion. En el Fuerte de Andalgalá he visto cepas comunes de esta clase dar hasta 140 libras de fruto, y es notorio que de todas las vides es la que mas pronto responde al empeño con que se trabaja el suelo. Verdad es que como dice Herrera hay que cuidar esta uva mas que las otras, porque con dolor de cabeza y todo es preferida, á las demás, pero el vino y aguardiente que dá costea el mayor cuidado que demanda. Ninguna viña en este país podrá estar completa sin sus buenos tablones de moscatel, que en ellos hallará el buen viticultor su cuenta. De uva Mollar hay dos clases una rubia, agradable al paladar, pero de una ley muy baja de dulzura, y otra llamada negra, que es mucho mas dulce y muy rica para vino, como que lo dá de buen color y sabor. De esta clase parece que es mucha parte de la uva negra, de Belen y Yacutula, le dicen mollar negra, sin que haya mas motivo para el nombre que el antojo de llamarla así. Las plantaciones de esta uva no son grandes, y como son nuevas y pequeñas sufren más que las otras del daño de avispas y langostas, porque son de las primeras en madurar, y muy dulces. Esta uva temprana es muy importante para los lugares que como Santa María, Belen, Granadillas, Hualfin, Página 84


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Choya y otros son mas frígidos que Andalgalá, Tinogasta y los pueblos de Poman; en los lugares calientes, como maduran primero tienen que aguantar los avances de langostas y avispas, de suerte que no dan resultado en proporcion á lo que prometen cuando recien cuajan los racimos. En resúmen y por ahora es mi parecer que en los lugares cálidos del poniente de Catamarca se concreten á cuidar bien estos tres linages de uvas, la uva comun, el moscatel y el torrontes. Nunca he estado por la introduccion de vides de otras partes, porque en estos tiempos de oidium y filoxera seria jugar con fuego introducir cepas de afuera; yo no lo he hecho ni lo haré; por lo tanto no tiene lugar aquí una discusion sobre lo que convendría introducir. Cuando la industria se halle ya en manos de hombres verdaderamente intelijentes y entendidos, con un jardin normal de base, entónces se podrá ver lo que resulta de la propagacion por semillas; pero es este un medio tan moroso que para una industria naciente no tiene aplicacion. Véase primero hasta que grado pueden mejorar las vides que tenemos con un cultivo racional, y despues que hayamos llegado á la perfeccion con lo conocido, podremos entrar á experimentar. Los experimentos cuestan mucha plata, y solo deben hacerse en pequeña escala. El año 1858 un Tucumano y otros con él perdieron mucha plata, porque introdujo el tacho al vacío, el mismo que á los veinte años ha dado un vuelco tal á la provincia de Tucuman, que de la mas pequeña se está por hacer de las mas ricas de la Repúbica Arjentina. Pero es el caso que en el año 58 no se habia formado atmósfera de máquinas en el país y hoy la hay. Aprendamos de Tucuman, que quien vá piano vá sano. Acojámomonos á los géneros de vid que existen en el país, prodiguemos á las cepas que tenemos un cultivo esmerado y pidamos con voz en cuello viabilidad: dejemos que la industria, criándose naturalmente, desarrolle su natural vigor y no hagamos lo del atolondrado aquel que buscaba por todas partes los anteojos que cargaba sobre su propia frente. Mucha cosa es contar con un género de vid hasta aquí libre de las plagas que estan reduciendo los viñedos mejores de Europa á un desierto desesperador. Interpongamos la cuarentena vegetal, rechacemos toda vid que nos venga de afuera, y cultivemos la nuestra con el empeño que lo hacen viticultores de allende el mar; y recien visto que no hay otro remedio, nos expongamos á recibir el veneno de plagas desoladoras; en comparacion de las cuales, los estragos de la langosta son un mal muy llevadero. Ya hemos visto que en la Provincia de Catamarca se encuentran linages de vides que por lo ménos merecen conservarse porque existen, y porque se hallan libres de esas enfermedades que en la actualidad comprometen la existencia de la Industria en muchos de los Distritos viticultores del Viejo Mundo. Hecha pues la eleccion de la clase de vid que se desea plantar, nos falta que conocer el modo mas eficaz de propagarla. Si recurrimos á los textos de mas fama veremos que en ellos se dá la preferencia, en primer lugar, á la semilla y á la yema, en seguida, al sarmiento puesto en asiento, despues al barbado ó planta arraigada en víveros, y como último, al mugron ó acodo; pero todo aquel que ha lidiado mucho con esa clase de plantaciones en estos lugares de sécano convendrá conmigo que debemos quedarnos por el órden invertido. El mugron ó acodo es una planta que muchas veces empieza á dar desde el primer año, y teniendo cuidado de enterrar bastante el vástago en el punto donde se piensa formar la planta, y de separar la planta nueva de la vieja en la poda siguiente, se forman raíces vigorosas, se evitan las someras, y la planta madre no se empobrece. En un clima tan seco como este con calores tan espantosos en el verano, es mucha ayuda la planta vieja, por que esta tiene siempre su reserva de humedad, aún cuando falle aquel riego sin el cual perecería la planta nueva. Pero si hay algunos que no están por el mugron ó acodo por lo ménos tienen que conformarse con el barbado ó planta de vívero. Buenos sarmientos de una cuarta á una media vara de largo, segun que el terreno sea mejor ó peor, y enterrado en zanjas de media vara de ancho y de fondo, puestos de cuarta en cuarta á uno y otro lado de las zanjas, y estas de vara en vara, darán un vívero de mucha utilidad para el viticultor. Si se trabaja bien la tierra, á los doce meses tendrá planta de la mejor clase para trasplantar al lugar donde se quiera formar la viña; pero si se deja inculto como sucede las mas de las veces, Página 85


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muchas plantas se perderán, muchas se emperrarán como dicen, y tendrán que quedar para el año siguiente, y poco se logrará como planta capaz de ser trasplantada en buenas condiciones para asegurar las ventajas que se buscan del barbado. El barbado ó planta de raíz, sea de vívero, sea de mugron, es casi indispensable en los Departamentos de Tinogasta y Belen, y probablemente en el de Santa María, porque son suelos mas gredosos que los del Fuerte y de los llamados Pueblos. Cuando el vástago dá para ello en la planta de mugron, las mas de las veces, conviene formar la cabeza sobre el rodrigon que ha de sostener la cepa nueva, cuidando de “capar” todas las yemas que lleva la parte que forma el pié ó tronco de la planta, porque de lo contrario la savia no se esforzaría por llegar á la cabeza y esos brotes cederían en lozanía á los inferiores que no hacen falta. Pero en el barbado que se trasplanta, como el sarmiento que se pone en los víveros es muy conveniente que se corte el tallo solo dejando dos yemas arriba de la superficie; y á mas debe cuidarse de aporcar bien la planta para ponerla á cubierto del cieno que deposita el agua con que se dá el riego de baño; pues de lo contrario, se expone uno á poner en peligro la existencia de la planta, como que las yemas que se bañan en el agua de regadío, ó perecen, ó brotan con vejetacion raquítica. Todas las demas precauciones que hay que guardar están tan ámpliamente anotadas en los textos que corren impresos y de que se sirven los que se interesan en la industria, que seria prolijidad inútil reproducirlas aquí. Mi objeto es suplementar, no repetir lo que otros han escrito, y sobre todo indicar las modificaciones que he observado que requieren nuestro clima y suelo. El barbado es en realidad la planta que mas conviene poner en toda la Provincia de Catamarca, y sin duda en las otras que se hallan en las mismas condiciones, y muy particularmente porque toda planta en su infancia requiere mas cuidado, y de suyo se desprende que es mas fácil prodigar éste en lugar reducido, como lo es siempre un vívero, que no en una plantacion desparramada, como seria lo que se hace en asiento. Sin embargo, en el Fuerte de Andalgalá y otros lugares de cascajal y greda mezclada con arena, suele andar bien la planta de sarmiento puesta en asiento; mas diré: que así en este Departamento como en los demas, seria mas segura esta clase de planta si cuidasen de desyerbar y elaborar bien el terreno. No hay como hacer comprender á nuestros mayordomos y capataces que la vid es delicadísima planta cuando recien está prendiendo. En un suelo tan seco como es el del Fuerte he visto prender el sarmiento con mucha facilidad, pero para ello he enterrado el vástago una vara y le he hecho taza para que en ella se deposite el agua de regadío. He notado tambien que donde fallan las plantas ha sido ó porque la hormiga habia comido el primer brote, ó porque se hallaba la planta en algun ojo especialmente malo de tierra. Aquel inconveniente se salva sacando el hormiguero y replantando la planta comida, porque ésta nunca arriba, aun cuando no parezca del todo; y este se remedia embasurando el hoyo y poniendo un barbado. La planta de sarmiento puesto en asiento es muy conveniente cuando prende, mientras que el barbado pierde un año con el trasplante, pero toda plantacion de sarmiento en asiento debe ir acompañada de un vívero para reponer las fallas. No me parece oportuno tratar de la siembra de yemas y granos, porque requieren mas atencion de las que se les puede dar por ahora; y en cuanto á la siembra de semilla vá uno siempre espuesto á un resultado problemático, que á veces sale muy distinto de lo que uno espera. Quede pues este medio de reproducir para los curiosos cuando ya la industria se haya hecho mas añeja entre nosotros, y haya hombres que puedan dedicar todo su ocio al descubrimiento de nuevas especies. Ya se ha visto que en Catamarca, la vid debe propagarse por mugron y por barbado, con preferencia, y que en tal ó cual punto puede hacerse uso del sarmiento puesto en asiento. De todos los tres modos tenemos viñas en la Provincia; y ahora falta saber como las cuidan mientras se hacen y despues que son de fruto entero. Si el viticultor quiere ver el fruto de su trabajo en tres años, digo yo que arme sus vides en espalderas sobre alambres, con poda de daga y espada, dando á la planta mas espansion que la que se daria en Europa; y si quiere que el abundante fruto sea permanente, cabe y embasure bien todos Página 86


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los años. Pero por ahora los viñedos no constan de plantas fundadas así, las que hay son pocas y para ensayo solamente. La fundacion mas comun en la Provincia es de cabeza, es decir: una cepa envuelta al rededor de un rodrigon de retama, en forma de tenedor, á vara y media del suelo, con 25 hasta 50 pulgares fructíferos en la planta de fruto entero, podados cada uno de á dos yemas y la ciega (la que está al pié del pulgar). En las viñas bien cuidadas, la poda se hace con esmero, y se va renovando la planta de suerte que vayan quedando los brazos cortos y que caigan los largos, con lo que se evita que la cepa se avejente, como dicen los entendidos. Una poda buena, un despunte, y despampanadura á su tiempo, y el corte del pasto que se cria, á machete, hé aquí lo que se entiende por cultivo de la viña en Catamarca; y si no es así, quiero que me digan quien caba sus majuelos, cuantas veces lo hace en el año, y los resultados que haya sacado de ello. Yo hace tres años que he empezado á cabar mi viña por partes, pero no considero que esas labores aun equivalen á las que estan prescriptas por los intelijentes en la materia. La fundacion de la planta de vid es de suma importancia cuando se trata de la labor que se debe dar á los majuelos. Fundadas como lo están en la actualidad toda cava tiene que ser á pala y azadon; para que así se haga con regularidad habrá que aumentar en mucho el personal de nuestros fundos, lo que en sí es ya un inconveniente: para evitar este recargo excesivo en el costo del cultivo sería necesario hacer uso de cultivadoras como las que tienen para la caña en Tucuman, tirada por una ó mas mulas. ¿Pero qué resultaría de la labor con arado en el estado en que hoy se hallan nuestras vides? que se haria en ellas un destrozo lamentable, porque precisamente en donde mas abulta la copa de la cepa es donde daria la caja del cuerpo del animal aumentada por los arréos. De esto se desprende que si debemos entablar el cultivo con arado, debemos tambien fundar nuestros viñedos de suerte que pueda éste hacer su oficio sin perjuicio de la planta. El señor Durand, dueño del fundo que fué de los Padres Jesuitas, llamado el Colegio está por la fundacion baja, y actualmente hace su esperimento en muy regular escala. Este señor viene del Rosellon, conoce el sistema de la fundacion baja, y creo prudente que los demas esperemos á ver que resultado dá la plantacion al estilo de Europa. Hasta cierto punto es aventurarse uno mucho cuando dá una opinion acerca de procederes que se hallan aún en tela de ensayo; pero me he fijado mucho en lo que dice el Dr. Guyot de esos viñedos en que las vides se han arruinado á fuerza de privarles el crece. Sabido es tambien que muchos linages de uvas y de las mejores, tienen tendencia á cargar el fruto en la estremidad de vástagos bien largos, y el mismo Dr. Guyot hace notar como las vides oprimidas por una poda demasiado ceñida ó largan toda su fuerza en “brotes tragones” (vástagos para madera), ó perecen de raquitis. Si esto sucede en Francia en donde los terrenos están ya bastante esquilmados; ¿qué debemos esperar en los nuestros que para el caso son vírjenes, y que á mas reciben semanalmente el abono que les suministra el agua y cieno del riego artificial? En Cafayate dicen los viticultores que la planta perece si no la emparronan sobre un encatrado; y esto ¿qué quiere decir? sino que el vigor de esas plantas es tal que solo de parra pueden hacerse viñas. El vino á no dudarlo sufre, pero la planta vive y fructifica con extraordinaria abundancia. El problema es de sacar el mayor peso de fruto de un terreno y agua dados, y aun no está probado que en Catamarca haya dado resultado la fundacion baja: yo hice la prueba y sin éxito, pero es verdad que el mismo señor Durand me aseguró que se habia hecho mal. Veremos si la intelijencia en la materia de dicho señor le dá el resultado que todos deseamos, cepas que den mucho y que puedan cultivar con el arado. La cepa como la conocemos y fundamos aquí dá mucho pero no llena la otra condicion de poderse arar con la cultivadora. Un medio seguro he hallado yo de reunir las dos ventajas y es la fundación de espalderas sobre alambres de hierro, que permiten á la planta toda la espansion que precisa, y que con poda de daga y espada, ó sean zogas renovadas cada año, no permite que se críe mucha madera vieja. Ya antes hemos visto que en muy corto tiempo se consigue hacer plantas de fruto entero siguiendo este Página 87


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sistema, y como ellas pueden alinearse como uno quiere, y su estension es vertical y longitudinal quedan las calles libres para meter el arado ó cultivador. Por supuesto yo hablo de alambre como cosa mas cómoda, pero concedo que muchos labradores suplirían éste con otras materias que les saliesen mas baratas; lo que importa es que se hagan las espalderas, que el material del armazon seria cuestion de cuatro reales mas ó ménos. Varios de nuestros viticultores se oponen á la fundacion baja alegando que así el fruto se hallaría mas expuesto á los avances de los perros y zorros por una parte y por la otra á ser tapadas por el pasto que aquí se cria con una rapidez increible; pero como aquel mal puede prevenirse con un poco de veneno y este con darle á la viña las labores que requiere, no me parece que son objeciones dignas de ser habidas en cuenta una vez bien averiguado que la plantacion baja es la que conviene. En resúmen resulta pues, que en Catamarca la mayoría de las viñas son fundadas con cepas de cabeza, sobre rodrigones de 1 1/2 varas de alto, que dan su fruto porque quieren ellas y los dueños les hacen el favor de podarlas; única operacion que en la jeneralidad de los casos se hace bastante bien: que está aun por saberse la mejoria de que es susceptible el fruto una vez que se sujete á las plantas á un cultivo como el que se acostumbra en Europa: que la fundacion baja muy bien puede ser la mejor; pero que hasta la fecha ello no consta de los experimentos hechos: que cepas fundadas en espaldera han dado tan buen resultado en cuanto á precocidad y rinde que vale la pena de hacer una prueba mas en grande. La falta de cultivo afecta la calidad del caldo que se saca de la uva; y seria curioso ver la cara que pondria uno de los viticultores de Francia, de España ú otro país cualquiera, famoso por sus vendimias, si se le dijese que en Catamarca, y acaso no solo aquí, se cosecha la uva sin que se afloje el suelo por años y años, y que, para que este se endurezca mas, echa animales cabalgares despues de la vendimia y en seguida ovejas. Oyendo estoy la pregunta de cajon: Y dígame V.., ¿qué dan fruto alguno las viñas que se hallan en estas condiciones? Lo que mas sorprenderá aun es la contestacion: Sí, y no poco. VINIFICACION. Cuando recien vine á esta Provincia recuerdo que los pobres ponian sus noques, los ricos sus tinajas de vino; unos y otros tapaban las bocas con cueros de cabra y,-Dios te ayude vino mio- Cuando ya refrescaba el tiempo, ó antes si habia cualquier apuro, se levantaba el cuero y se metia un jarro, un mate ó cualquier otro instrumento, sin mas precaucion que la de no haber estado en contacto con el agua, porque el pobre vino que se habia cansado de dormir con sus heces inmundas por meses, podria resfriarse con el contacto del agua limpia; y morir de vinagre. Por lo jeneral con agua ó sin ella esta era la suerte que le cabia. Una que otra vez por gran casualidad salia algun vino muy particular, y este añejado servia de madre para continuar el buen alcance; pero por lo jeneral el que no tomaba ó vendia su vino pronto se exponia á verlo reducido á vinagre con las primeras zondas de la primavera. Naturalmente no es una sola la causa que puede hacer que un vino se tuerza: pero cualquiera que haya observado las heces de un vino trasegado recien, y la fermentacion violenta que tiene lugar en ellas comprenderá el mal grave que puede acarrearle al vino el estar en contacto íntimo con esta levadura. Muy distantes estamos de haber llegado al fin de los conocimientos de este ramo; pero por lo menos esto hemos aprendido que las heces perjudican al vino, y que á toda costa deben separarse. Cualquiera que haya lidiado con noques y tinajas comprenderá lo difícil que era sacar claro el vino de la parte gruesa, máxime desde que el sifon era tan desconocido en el lugar como la necesidad de desborrar. Por lo que alcanzo de los libros que he leído en cuanto á la pisa y fermentacion de los caldos Página 88


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mas ó menos se observaban las mismas reglas que en España. Los ricos fermentaban sus caldos en lagares de cal y canto, los pobres en lagares de cuero; pero unos y otros depositaban el vino tierno que resultaba en tinajas ó noques, y en ellos quedaba sin mas beneficio hasta que lo consumian ó vendian. Cuando los Sres. Figueroa-Molas dieron principio á sus trabajos enolójicos recibian el mosto que les entregaban pisado en los lagares de cal y canto ó de cuero, como se habia acostumbrado toda la vida en el lugar; como los mostos procedian de uva que no estaba en sazon, hubo necesidad de dar al vino el alcohol que le faltaba, para lo cual se compró el mejor aguadiente de uva que se pudo hallar; y el demasiado albumen que llevaban los caldos se eliminaba á fuerza de repetidas clarificaciones y trasiegos. De todo esto resulto un vino desabrido, como siempre sucede cuando se le agrega alcohol despues que está hecho vino. Quisieron algunos decir que el vino era malsano, y otros disparates, pero yo nunca le hallé que tuviese otro defecto que el de ser “sin paladar” ó bien sea, desabrido. El industrial que ocuparon en aquel entónces los expresados Señores habia preparado como ensayo un vino riquísimo, sin mas que clarificar y arreglar mosto fermentado por los que seguian la rutina antigua, y con esta prueba dejó ver hasta la evidencia que sabia tratar los vinos que se le entregaban para ponerlos en estado de ser presentados al público consumidor. Esto comprendimos todos los viticultores del Fuerte, y luego nos dedicamos á observar su método de trabajar los mostos que recibia; y no hay bodega que lleve un trabajo sistemado que no tenga sus grandes embudos, sus tinas y sus baldes para hacer los trasiegos con rapidez y aseo. Nadie que no lo ha practicado puede hacerse cargo de la velocidad con que puede hacerse esta operacion si las pandillas se disponen con órden. Indudablemente con el tiempo se hará uso de los tubos de gutapercha; pero este sistema de los baldes y tinas con estaciones introducido por el Sr. Signaní, abrevió mucho el trabajo del trasiego. Al cabo de algun tiempo los Sres. Figueroa-Molas hicieron modificaciones en su razon social y con el cambio vino tambien un nuevo industrial. Lo primero que hizo este señor fué, dejarse de los lagares de cuero y de material y pisar la uva en tinas del tamaño de media cuarterola, en que un peon podia facilmente pisar una arroba de uva en mas ó menos cinco minutos. El aséo, comodidad y rinde de las tinas al punto llamaron la atencion de todos los cosecheros; y hoy no se ve viña de alguna importancia, cuyo dueño se dedique á la elaboracion de vinos, que no haga su pisa en esta forma. Los lagares viejos, como todos saben, tienen una tarima ó fondo suelto de madera, con el objeto de que el caldo líquido vaya pasando por la piquera al depósito y que el resíduo pueda despachunarse bien por los piés de los pisadores. ¿Pero qué sucedía? en primer lugar: que los peones casi desnudos se ponian a la miseria con lo que tenian que estar hasta la rodilla en esa maza melosa; y en segundo: que para lavar un lagar con fondo falso era y es un trabajo tan serio que las mas de las veces se dejaba de hacer, quedando así, abajo del tablado, muchos depósitos con tendencia á vinagre, ó á cosa peor, muy perjudiciales á las pisas posteriores. Con las tinas, al contrario, diez minutos antes de concluir el dia de trabajo, bastan para dejarlas como espejos de limpias, y el peon puede trabajar un dia entero sin que el calde le pase de los tobillos. Una estera de pasto alrededor de las tinas permite el paso de una serie de tinas á la obra sin peligro de empocar las plantas de los piés. Un hombre puede holgadísimamente despachurrar 150 arrobas de uvas en el dia, y me dicen que el Sr. Cisneros tiene unos fondos falsos en las tinas que abrevian mucho el trabajo, porque el caldo cae para abajo y deja siempre seco el orujo. Ultimamente el Sr. Durand ha mandado construir unos inmensos lagares que son á la vez lagar y cocedero; conforme se va pisando la uva arriba se abre una trampa y se larga al cocedero que es de capacidad de casi cien hectólitros. Podrá ser bueno este sistema, y por cierto asegura la uniformidad en grandes cantidades de mosto; pero ello no tendria aplicacion entre los vinicultores pobres, que son los que con el tiempo tienen que prevalecer; pues lo que la viña quiere es un trabajo diario de todo el año, y que nadie lo podrá hacer con mas cuenta que el padre de familia Página 89


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con su mujer y sus hijos, jente que se ocupe en elaborar y cuidar sus majuelos en lugar de pasar el tiempo en las pulperias ó echados de barriga durmiendo la siesta. Pisada la uva todos ahora conducen el caldo, con el orujo, si es para morado, sin él, si es para blanco, á los toneles de fermentacion. Cuando el segundo industrial de los Sres. Figuero-Molas vino, él hacia gran misterio del punto en que debia considerarse terminada la primera fermentacion, y bien puede ser que lo haya y que él lo conozca; mas hemos notado que ahora no sigue el mismo sistema que al principio, de lo cual deducimos que no hay tal busilis, ó que si lo hay, que él lo ignora. La jeneralidad de los cosecheros nos concretamos á sacar el mosto del orujo tan luego como acaba la fermentacion violenta, que en Abril suele suceder de los 6 á los 8 dias segun que el tiempo esté mas ó menos caliente. En Marzo tomará algo menos, porque como los caldos en ese tiempo son mas simples, fermentan con mas violencia. Una uva de diez grados Beaumé hierve con tal rapidez que si no está el lagar cerca del cocedero, se derrama el caldo, y en el tonel hay que dejarle mucho mas espacio vacio que cuando se trata de mostos de 14 y 15 ó mas grados. Los vinos hechos en Mayo son duros, desagradables y solo se hacen soportables por medio del coupage ó mezcla. Los vinos especiales, que los dueños hacen para guardar, generalmente se ponen de uva tendida; con otras precauciones cuyo secreto se guarda con algun misterio en las respectivas bodegas. Pero desde que se trata del vino en general que se produce en cantidad y que tiene siempre que ser base de la industria como tal, no debemos por ahora ocuparnos en especialidades y curiosidades de tal ó cual bodega. Llegado el momento de sacar el mosto del orujo se dispone la pandilla acarreadora con sus baldes y tinas correspondientes, segun la distancia á que esté el cocedero de la bodega; se coloca una canilla grande en el tonel, y se dá principio á la separacion del caldo del sombrero de orujo que se forma encima del mosto. El vino tierno se deposita en pipas bien preparadas que se dejan con el agujero destapado, y alli tiene lugar la fermentacion lenta. Algunos cosecheros agregan el vino que sale al aprensar los orujos, y lo reparten en las pipas correspondientes, otros reprueban este sistema, y yo opino con estos; porque creo que en este país, por razones que expondré mas tarde, no conviene que se mezcle el vino de prensa con el vino de canilla. Á los 15 ó 20 dias, segun algunos mas tarde, se dá el primer trasiego con el objeto de separar las heces mas gruesas que se asientan en el fondo de la pipa, pero que no descansan en su fermentacion activa, y que traen su peligro á todo vino. El efecto sobre el vino se deja notar al dia ó dos, y el cosechero debe observar el estado de claridad en que se hallan sus vinos para dar el segundo trasiego, algunas veces al quinto dia del primero puede hacerse con provecho el segundo trasiego; pero como el objeto es hacer una segunda separacion de heces, es necesario esperar hasta que el estado del vino nos haga conocer que hay heces que retirar. El tercer trasiego se dará despues de las primeras heladas del invierno, cuando el vino sintiendo el frio, calma y larga la mayor parte de las heces: esto sucede mas ó menos en el mes de Junio. Los trasiegos posteriores estan sugetos al estado del vino, al capricho del cosechero, y á la demora en la venta; pero en todo caso hay que tener presente que el contacto del aire con el vino nunca es en bien de este, aun cuando no sea mas que porque le puede hacer perder algo de su fuerza. Vinos que en Junio no estén bastante claros yá, y que presenten ciertas viscosidades al ponerlos en un vaso y verlos contra la luz, deben considerarse como enfermos, si la enfermedad no cede á una clasificacion con alcohol y tanino, mejor será de una vez consignarlos al alambique, porque mas tarde la fermentacion acética, cuando no la putrida y butírica, quitará la mayor parte del rinde que hubiese dado mas temprano en aguardiente. Hasta ahora he conseguido destorcer un vino picado, y me inclino á dejar estos ensayos á otros; pues lo que soy yo destino al alambique todo vino de prensa y todo vino que se enferma y no cede al tratamiento indicado; teniendo mucho cuidado de poner en hospital, no solo el vino sino tambien la vasija, mientras no se decide cual de los dos debe ser, si vino ó vinagre. Página 90


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Hé aquí el sistema sencillo de vinificacion que se ha adoptado en el Fuerte, con esas pequeñas modificaciones que son indispensables de bodega á bodega. El uso del arrope está desapareciendo del todo, y como es muy caro, los que lo ocupan buscan siempre el medio de poderlo dejar. El gusto á cocido repugna á los mas, y aunque de vez en cuando se llega á acertar con algun vino hecho así, y se saca una cosa muy buena, el buen éxito es tan problemático que no vale la pena de buscarlo. En los Departamentos de Belen, Santa María y Poman siguen siempre el sistema viejo y pierden mucha parte de sus vendimias en vinagre. En el de Tinogasta parece que hay mejor tradicion, pero considero que harian bien de venir al Fuerte y ver el entable que se ha adoptado en los ultimos años. No hay persona que no haga vino rico aquí, y el vinagre hoy es la excepcion, no la regla como antes. Habiendo hecho conocer por este bosquejo cual es el sistema de vinificacion adoptado en el Fuerte de Andalgalá que considero el Departamento mas adelantado en este ramo, pasaré á vertir una opinion acerca de algunas de las causas que producen la tendencia á torcerse de algunos de nuestros vinos. En primer lugar pongo la falta de cultivo y el riego abundante que hay que dar á las cepas para salvarlas de los rigores del estío: aquel mal se puede remediar del todo; este solo en parte. Un cultivo esmerado aumentará la ley de dulzura en la vendimia, y esta hará que los riegos sean menos perjudiciales. El glucómetro de Beaume nos dá en Marzo 12, 13 y 14 grados, en Abril 13, 14, 15 y aun 16 en vendimias especiales(1); pero desgraciadamente estas cifras no representan la verdadera ley en materia sacarina; sin embargo tienen un valor relativo y dejan ver que la vendimia hecha en Abril es muy superior á la que se hace en Marzo. Vengo ahora al segundo punto: es el escobajo que introduce en nuestros vinos un jérmen de vinagre. Se me dirá ¿Cómo es que vinos hechos en Marzo suelen ser tan ricos, y se hallan en estado de ser expendidos tan luego de ser vendimiados? Así es, contesto yo, pero tambien es cierto que si no se expenden luego se tuercen, y toda su primera bonanza de nada vale. En mi concepto todo esto tiene una explicacion muy sencilla. En este país, y otros que se hallen en las mismas condiciones, el fruto de la vid madura mucho antes que el escobajo del racimo, de suerte que, aun cuando no haya agracejo, está un tronco en agraz que no puede menos que perjudicar el caldo; en Europa este escobajo que se halla maduro precisamente suministra el tanino que exije el vino para su conservacion; mientras que aquí lo que le dá es materias albuminosas y ácidos perjudiciales, al mismo tiempo que creemos contar con un elemento conservador que no existe. Por suerte parece que el mal tiene un remedio sencillo; hágase uso de las zarandas de despalillar la uva, sáquese el orujo de un horno de pan, y así, seco como el de pasa, agréguese al caldo en fermentacion y obtendremos por resultado un vino de pasto seco, agradable, que si le falta boca para algunos consumidores podrá terciarse con el que se haga en Abril que será mas jeneroso. Algunos que no quieran tomarse el trabajo de sacar el escobajo, y obtener así el tanino natural de la uva, pueden hacer uso de las preparaciones de tanino que se venden en el comercio(2). Muchos de los vinos vendimiados en Abril adolecen de este mismo mal, y el remedio será el mismo. Es el defecto del riego que tiende á desarrollar mucho el escobajo, y los calores á arrebatar la madurez de la uva, de suerte que entre nosotros no es simultánea como en Europa la madurez de los dos, y sí vamos á esperar que aquel esté en estado de recojerse, las aves, los robos y los inconvenientes no nos habrán dejado qué vendimiar. Establecida la verdad del hecho que el escobajo verde de nuestras vendimias perjudica el fruto maduro de las mismas, es muy claro que el vino de la prensa tiene que ser dañoso, porque á fuerza de presion tiene que largar muchos de los elementos nocivos contenidos en el escobajo; si la maceracion es mala, lo que está mas cerca del orujo debe estar mas lleno de los malos principios; y ¿por qué poner á un vino de canilla un caldo de inferior clase que acaso daría mejor resultado reducido á aguardiente? El tercer peligro que amenaza á nuestros vinos es la falta de alcohol; pero yo creo que (1) Porque el glucómetro no dá la ley exacta. (2) El tanino se precipita en la clarificacion.

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aumentando el tanino habría menos necesidad de otro elemento de conservacion. En este caso se reservaría el alcohol para esos vinos ricos que uno piensa conservar por años. Los vinos de pasto que se deben hacer serán para consumirlos en el año, solos ó mezclados con otros que les den mas color, como que así saldrían sanos y baratos; mientras que las curiosidades, y vinos jenerosos son buenos para sobremesa y para los que puedan pagar el mayor costo que ocasiona su elaboracion. Muy de desear es que el Sr. Schickendantz preste su atencion preferente á este punto de analizar nuestros vinos y caldos. En Europa vemos vinos cargadísimos de cremor y hechos con uva mucho menos dulce que estas, y que sin embargo se conservan bien, mientras tanto los nuestros no pueden tener gran cosa de cremor, que de tenerlo ya se depositaría en cantidad en nuestra vasija y la uva es lo que hay cuando la comemos. Mi opinion es que el tanino nos falta, y deseo que la ciencia apoye ó desmienta esta explicacion. El punto es de alta trascendencia para el país entero, porque creo que la Rioja, Salta y otras Provincias se hallan en el mismo caso; y siendo así lástima es que el punto esté sometido únicamente á pareceres de hombres legos en la materia como lo soy yó, cuando el Gobierno Nacional cuenta ya con personal y elementos para hacer un estudio científico de todos nuestros caldos. Que no se haya hecho tiempo há es lo admirable; y no se explica de otro modo sino porque todos tenemos una especie de idea que hay algo de sobrenatural y milagroso en el arte de hacer buen vino; cuando la verdad es, que el milagro solo está en las leyes de la naturaleza, y que Dios nos haya dado la intelijencia para poderlas descubrir. Descubrámoslas pues. En los párrafos anteriores ha citado varios de los útiles que usamos para la vendimia en el Fuerte y parece que conviene que aquí se trate con detencion de ellos. En primer lugar las pipas y toneles se hacen con bastante perfeccion de la madera de algarrobo negro que abunda en nuestros campos. Muy pesada es, y por lo tanto nunca será buena para vasija de conduccion; pero ella es inmejorable para el servicio de las bodegas, porque como la madera de que hacen es de secano no se resiente de la sequedad de nuestro clima, que pone á dura prueba la extranjera. Volviendo aquí al tanino: es digno de notarse que esta madera es abundantísima en tanino, y que sin duda á ello se debe que todo vino que se pone en vasija nueva es por lo jeneral mas garantido. Los toneleros del Fuerte hacen su buen negocio como tales, y sus obras se llevan á los Departamentos vecinos, y aún hasta Cafayate. Despues tenemos las prensas, que merecen ser imitadas por la sencillez de su construccion y los buenos servicios que prestan. Se llaman “Prensas Molina” por la siguiente circunstancia: Recibí yo una de esas pequeñas prensas Americanas para quesos, y al pasar por Catamarca la inspeccionó el Sr. D. Mardoqueo Molina; injenioso como es ese señor, en el acto comprendió que se podia mejorar el modelo agrandándolo y poniendo, en lugar del tornillo complicado de piñon y manubrio, un simple pié de gato, de seis toneladas de fuerza. El resultado fué magnífico, y el mayordomo del Sr. Molina andaba de acá para allá con su prensa en las alforjas, porque donde quiera disponia cuatro palos y unas tablas, y con eso improvisaba su máquina. Habiéndome participado el Sr. Molina su idea, en el acto hice construir unos sencillos pero fuertes armazones de dos palos parados y dos atravezados, con su batea, platillo para cargar el tambor, tambor calado en dos piezas, y de una vara de diámetro con su tapa y su pié de gato de seis toneladas, y les puse el nombre de Prensa Molina. Todos las usan ya en el Fuerte, y se han dejado de la prensa de viga, que era molesta, morosa y muy peligrosa para peones y patrones. Cuando mas una de estas máquinas puede costar cien pesos bolivianos. Compárese este gasto con lo que cuesta una prensa alemana. Yo hice traer una de las mas recomendadas que con un primer costo de 500 fuertes oro Página 92


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me salió puesta aquí en 1,500$ bolivianos. Como todas las cosas que vienen de los países donde no se estornuda sin que sea por máquina, tiene la tal prensa mas entradas y salidas que Gil Blas de Santillana, y le queda á uno la satisfaccion de que si se quiebra en mas pequeño de los piñones, esta gran mole que cuesta 1,500$ no tendrá ni el valor de hierro viejo. Ahora veamos cuales son los sevicios que presta, como ésta trabaja á la par de una prensa Molina he podido hacer el cotejo, y hallamos que dos de estas igualan á una de las extranjeras; es decir: que 1,500$ no rinden mas que 200$ m/c. Pero no es esta la única ventaja, pues debemos tomar en cuenta que cualquier sacha carpintero puede componer la prensa Molina, y el tornillo con 30 fuertes se repone, y aún con menos, si por algun acaso ó por el uso hay que mudarlo; no así con la prensa alemana que es complicadísima, en su mayor parte de hierro colado, y que solo se podria componer ocurriendo á la fábrica. Verdaderamente en eso de máquinas puede haber su vicio; y me felicitaré si la experiencia ganada y la confesion que aquí hago sirven de escarmiento á nuestros viticultores. Con una ó dos prensas Molina, que costará, cuando más, 100$ cada una tendrán sus haciendas perfectamente servidas; y un tornillo de repuesto; si acaso falta donde comprarlo en el lugar; les pondrá á cubierto de cualquier eventualidad. El armazon puede ser de lo mas tosco y lo unico que necesita un trabajo algo mas esmerado es el tambor calado, por su hechura y los hierros con llave que lleva; pero desde que nuestros maestros los han hecho ya, nuestros maestros los pueden volver á hacer. Muy conveniente hubiese sido poder adjuntar un dibujo de esta máquina tan sencilla como útil para el labrador Catamarqueño; pero á falta de éste, fácil es que el interesado vea las que están en uso en el Fuerte ó en su defecto las que ocupa el Sr. Molina en Catamarca, previniendo que estas son prensas para orujo, en la vendimia, y prensas de enfardelar el resto del año, destino que se puede dar á aquellas y no á la extranjera, porque carecen de la espiga central ó husillo que estorba en esta. Nos queda en tomar en consideracion los alambiques. Estos son tambien obra del país; el fondo es de cobre vaciado, la bóveda de estaño y la rosca del mismo metal; muchos de ellos son de bastante capacidad, como que los hay hasta de 100 hectólitros. Antiguamente la destilacion se hacia en “falcas”, tinajones dispuestos á moda de alambique, con unas narices largas de estaño ó laton colocadas en un canal por el que hacian correr el agua. Despues que he visto las hermosas piezas que se usan en los ingenios de Tucuman veo que estamos muy atras en este ramo importante de nuestra industria; pero tengo confianza que el primer alambique francés que se introduzca será el modelo que sirva á todos, porque tenemos hombres inteligentes que luego ponen en práctica cualquiera modificacion que ven. Este ramo de aguardientes puede llegar á ser uno de los mas importantes de la Provincia, sobre todo en los Departamentos del Naciente, adonde la uva suele suele ser de inferior clase para vino. La Francia es tan famosa por su coñac como por su vino y ¿por qué no podemos nosotros adoptar los dos ramos en nuestra industria? El alcohol puro de la uva es el mas hijiénico de todos los alcoholes, y jeneralizándose el consumo de este, habria menos expendio de esas porquerias infernales que tan funestos resultados producen. Todo exceso en el licor es malo, pero el abuso del mal licor es mas perjudicial que el abuso del bueno. En Europa es ya refran que todo lo peor en bebidas alcohólicas es destinado á ambas Américas, hagámonos pues á nosotros mismos el bien de no tomarlo, y en su lugar presentemos algo que por lo menos tenga parentesco con la vid. En los países donde hay mucho vino bueno y barato, no es tan jeneral el vicio de la Página 93


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borrachera y aquí sería muy fácil tener vendimias tan pingües que tanto el vino cuanto el aguardiente se vendiesen á tal precio que el mas triste peon pudiese tomar su vaso como parte de su alimentacion diaria. El peon se emborracha el Domingo porque le parece que es lujo; pero muchos ni se acordarían de la pulpería si pudiesen tomar su trago hijiénico todos los días. En cuanto á estos útiles podemos asegurar que la llegada del ferrocarril nos traerá mayor abundancia en la vasija extranjera, y la baratura consiguiente, y un cambio radical en nuestros alambiques; pero en cuanto á las prensas no me parece que hará mas que dar lugar á que se hagan algunas para sacar á otras partes como modelos: cualquier carpintero que vea una puede hacer ciento. Ya que se ha tocado el ramo de aguardientes bueno será hacer notar que no se ha tenido en cuenta porque á los precios que se pueden sacar por vinos, es disparate reducirlos á alcohol á no ser como último remedio, ó para utilizar desperdicios. En tal caso se hace mas y mas necesario que los útiles empleados sean capaces de hacer desaparecer todos esos aceites esenciales que podrían dar mal olor y gusto al aguardiente. Cuando los mostos por su abundancia se hagan tan baratos que convenga reducir una parte al estado de alcohol, recien será oportuno tomarlo en consideracion. Por ahora puede considerarse el aguardiente como un incidente de la industria vinera, para cuyo mejor logro deben mejorarse los alambiques una vez que se conozca cual es la forma que mas conviene para el lugar, porque si concedo que todo tenemos que hacer aún en este ramo, tambien exijo que no nos casemos de manos á boca con el primero que encontremos por muy bueno que parezca. MEZCLAS DE VINOS. Todos los vinos no son para todos los paladares: muchos desprecian vinos buenos por otros inferiores, porque no están acostumbrados á aquellos; y otros al tomar una botella del néctar en que abundan algunas bodegas ricas en curiosidades no creerían que era tan muy superior al bueno del almacen que compran á cuatro reales la botella para el gasto diario. Pero sea de esto lo que fuere, todo el mundo me concederá, que no hay vino que sea de una aceptacion mas jeneral que el vino champagne, como tambien, que no hay vino mas reconocidamente artificial. El arte del hombre ha hecho del champagne uno de los licores mas agradables, y confesémoslo, mas saludables: naturalmente hablo del lejítimo, que nada tengo que ver yo con falsificaciones. Tenemos pues, el vino mas popular del mundo que es el mas artificial que se conoce. El jerez es otro vino muy famoso, preparado para el paladar inglés y que se ha jeneralizado mucho entre los que como los ingleses son amigos de tomar un vino fogosísimo, ó mas bien dicho, ensacarse bien con alcohol bajo el nombre de vino. Ahora pregunto yo: ¿hay vendimia que produzca el jerez del comercio? por cierto que no. ¿Qué es pues lo que sucede? El comerciante en vinos que halla que sus marchantes gustan de tal ó cual marca, mandan la muestras á sus corresponsales en España; estos tienen sus catadores, que ha fuerza de ayunos, y otras yerbas, al punto saben que mezcla producirá el licor pedido; así pues tomar tanto de esta vendimia, tanto de aquella, etc. etc. con su buena dósis de aguardiente y ya tenemos el néctar del consumidor. Désele á este cualquiera de los vinos de que consta la combinacion y lo rechaza porque no le gusta; pero mezclados ya es otra cosa. Conocida es la propiedad de un vino rico de comunicar á otro vino bueno sus cualidades sobresalientes; y naturalmente hay muchas bodegas en todas partes que tienen ya sus soleras y vasija con Página 94


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tendencia á hacer buen vino. Los comerciantes que compran y hacen las mezclas, al tiempo, cuando estas ya han tenido lugar de combinarse íntimamente, presentan al consumidor aquellos vinos que son aromáticos y agradables, si bien mas capitosos que lo que debieran ser. Ese aroma y ese paladar se lo deben á las mezclas, y el que acierta en las proporciones tiene mucho camino andado. Estos sin embargo son vinos de precio; y estas mezclas se efectuan para buscar el paladar de personas mas ó ménos delicadas: se me podrá decir que para la muchedumbre al menos no se espende mas que el vino puro tal cual sale de cada bodega. Veamos pues si esto es así. La Francia puede llamarse el emporio de la industria vinícola; consume grandes cantidades y exporta otras iguales. ¿Qué significa entónces que los franceses compran tan ingentes cantidades de vinos español para introducirlo á su país que por lo visto vendimia para sí y para el prójimo? Es muy claro que lo hace para mezclar sus vendimias con las españolas: compran vinos verdes criollos y los tercian con vinos maduros de España, y de la mezcla resultan esos vastos cargamentos que inundan el mundo entero. De felicitarnos seria si en estas mezclas no se tratase mas que de mezclas del sumo de la vid; pero desgraciadamente los catadores que empiezan por confeccionar vinos acaban por inventar falsificaciones del mismo gusto. El paladar de todo tomador de vino es hasta cierto punto artificial, le gusta el vino á que está acostumbrado, prefiere este á cualquiera otro aunque sea mejor, y pese al que predique otra cosa, el que quiera vender vino tiene que hacer sus mezclas arregladas al paladar de sus marchantes. La imprescindible necesidad de terciar los vinos unos con otros la vemos en todas las bodegas. Unos mostos salen dulces, otros secos, otros aromáticos, unos salen muy cargados de color, otros muy pálidos. Si se busca especialidades habrá que juntar solo aquellos vinos que las produzcan. Una pipa de vino de cuerpo añejo con una cuartilla ó dos que le quede puede convertir en vino de la misma clase, lo que se le agregue para llenarla, y este á la vez puede servir de madre para otras muchas pipas. Pero es bueno tener presente que no todos los vinos sirven para añejos como tambien que hay vinos que se mezclan bien con unos y no con otros vinos. Para acertar hay que hacer un estudio especial de todos los vinos de la Provincia, y acaso de los de las Provincias vecinas, como ser la Rioja y Salta. Analizados los mostos se verá cuales tienen los principios conservadores y colorantes en mayor escala; y entónces el comerciante en vinos comprará, con seguridad de no salir perdiendo, las vendimias de todos los lugares; porque á fuerza de mezclas acertadas le dará á cada vino aquello de que carece para ser firme y agradable al consumidor. Con el tiempo vendrán medidas para poner coto á las falsificaciones del vino; y entónces aquellos que ya no se atrevan á mezclar vinos con liquidos que no provengan de la vid, buscarán su remedio en mostos baratos de los inmensos viñedos que se irán formando. Desde ya debemos ir buscando las mezclas que mas se asemejen a los vinos de consumo jeneral, y para el efecto debemos fijarnos mucho en la uva de mas color. Los vinos de Cafayate indudablemente se llevan la palma en cuanto al color, pero tienen el defecto de ser delicados, tanto que mucha parte se pierde todos los años. En mi concepto esta propiedad se la deben á ser vendimia de parron, y creo que si las plantas estuviesen dispuestas en espalderas con poda de daga y espada, veríamos un mosto de una calidad mucho mas resistente al vinagre, y acaso con aún mas color. Terciados estos vinos con los del Fuerte y Santa María podria sacarse un vino que en todo sentido reemplazase el de consumo general en las plazas vecinas. Estas tres vendimias terciadas con las de la Rioja tal vez, darian aún Página 95


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mayor resultado. Aparte de esas mezclas en escala mayor que se deben hacer para llenar las exijencias del paladar del consumidor en general, estan esas otras que se harian con mas esmero, y con clases mas delicadas de vinos, como para que se regalen aquellos que desean saborearse con cosa mejor que la comun. En este clima un vino que tiene el suficiente azúcar, alcohol y tanino para que merezca ser añejado á los dos ó tres años se pone intomable, y entónces hay que terciarlo con otro vino mas tierno de igual ó mejor clase, y esta mezcla produce un licor de los mejores al poco tiempo. ¿Qué es lo que hace tan rico el vino añejo de tal ó cual bodega? seguramente el vino mas nuevo con que continuamente lo ceban para llenar el vacío que deja el consumo. De sentir es que aquí no se pueda dar regla alguna para la mezcla conveniente de los vinos: carecemos de datos analíticos sin los cuales todos serian cuentos de comadres. Pero mientras no se adelanta algo en este sentido, aquellos que quieran poner á precaucion algunas soleras para añejar deben preparar su mosto de caldo de uva tendida en el sol con bastante esmero en las desbarradas. No mezquine ni el aguardiente ni el tanino en la fermentacion, y conseguirá así un licor capaz de envejecer con provecho del dueño y de sus amigos. Los vinos que se hacen en el dia para vender no merecen la pena de añejarse, porque cuando muy bien les vaya apénas se conservan, y con los años no ganan lo que se pierde en intereses. Pero tengo yo un vino moscatel preparado con algo de artificio de champagne que cuenta ya sus 4 años y que mejora de dia en dia, sobre todo cuando se le aumenta en vino nuevo lo que se le saca para el consumo. Dentro de poco tiempo tendré unas soleras que me darán tantas pipas de rico vino cuántas cuartillas hay en cada solera. Dos años es muy de sobra para que la cuartilla de vino añejo, haga su efecto. Que si, es menester que el vino que se aumente sea mas ó ménos como el de la solera, con las mismas garantías y misma bondad, porque así como la mezcla es una levadura para el bien, lo es no ménos para el mal, si por desgracia se introduce algun mal elemento: razon por la que para estas mezclas de vino añejo se elije siempre vino de mas de año; porque raro es el vino que se tuerce despues de enterados los 12 meses sin novedad. A propósito de la mezcla de vinos con aguardiente dice el Dr. Guyot lo siguiente: “La conservacion del vino por medio del alcohol puro es lo mas peligroso que hay, y lo que ménos debiera tolerarse entre jente civilizada, que jamás puede dejar la salud pública á merced de la codicia de comerciantes de mala fé. Estos alcoholes son productos inalterables que nos suministra la química, destituidos de toda propiedad alimenticia, mientras conservan todo lo que es embrutecedor y venenoso, así como el éter, el cloroformo y el ácido prúsico: el alcohol conserva el vino como conserva los reptiles, peces y otros animalitos en los frascos de un gabinete de historia natural; como el arsénico, el sublimado corrosivo y el sulfato de zinc conserva los cadáveres. Con agregarle agua no se hace del alcohol ni vino ni coñac; con mezcla y todo queda lo que fué; un veneno mas ó menos activo, segun el grado de concentracion en que se halla” (T.III,p.663). Y á pesar de esto ¿cuánto vino no se toma en la República que no es mas que este alcohol diluido y teñido, porque aun no se ha dado con la mezcla, de los vinos del país que en color, sabor y fuerza agrade al paladar del vulgo? Como en la fábula: el público prefirió la imitacion del payaso al verdadero gruñido del marrano que llevaba el rústico. ***

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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 7º Fascículo

VIABILIDAD. Tantas veces se ha hecho referencia á este elemento principal de la industria vinera que casi parece estar de mas todo cuanto pueda aumentarse á lo dicho ya; mas como este es en realidad el eje de esta industria merece que se dediquen algunas líneas por separado al asunto. “¿Acaso llamais caminos á estas sendas de huanacos?” dijo un viajero á su compañero. “Si señor, contestó el otro, y por ellos marchan todas nuestras especies al mercado ó al despeñadero”. Y digo yo: si no son mas las cargas que se pierden se debe á que nuestros arrieros son tan diestros en el arte de caminar por donde no hay camino. Las vias existentes actualmente para el despacho de vinos son tres: dos de ellas con el inconveniente de que son intransitables en la mejor época para los que quieren vender sus vendimias, es decir, desde Enero hasta Abril y Mayo. La primera de estas vias es el camino que, arrancando del Fuerte, Belen y Tinogasta, pasa por Santa María y ya por los Valles ya por el rio de las Conchas ó Huachípas llega hasta Salta, Jujuy y sigue á Bolivia. Este derrotero rara vez tiene el inconveniente de lluvias que atajen el paso y cuando no sea por un lado se puede pasar por otro; pero es tal el peligro de las fiebres intermitentes en la estacion indicada arriba que pocos arrieros se atreven á hacer el viaje y los que lo hacen es a menudo á costa de la vida. Pero aun cuando no fuese el “chusco”, otra cosa tambien temen los arrieros, y es, lo mucho que tienen que gastar en el camino; pues antiguamente en cualquier parte largaban sus mulas y lo pasaban bien con pasto de campo sin gastar un medio, pero hoy ya es otra cosa: por todas partes los cercos encierran hasta la última mata de pasto, y el pobre arriero despues de ser bien cosechado en el camino por forrage para sus récuas acaba por ser esquilmado en la tablada á fuerza de derechos municipales &. Con este motivo suben los fletes, dejan muchos de hacer la carrera, y justamente cuando hay mas carga que despachar es cuando menos arrieros hay que la carguen. El segundo camino es aquel que partiendo de Tinogasta, Belen, los Pueblos Página 97


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y el Fuerte pasa por el campo del Pucará para cruzar los cordones del Aconquija y Ambato, y llegar á Tucuman y Santiago. Esta via es del todo intransitable en tiempo de las lluvias y á la par del anterior expone al que lo transita á ser víctima de las fiebres palúdicas que tanto han prevalecido en estos últimos años. El camino á Salta no tiene mas inconveniente que el de ser largo, costoso y malsano; pero el de Tucuman es tambien peligroso para la mula y la carga que lleva, pues pasa por cerros interminables, quebradas fragosas y rios á nado. El flete del Fuerte á Salta es mas o menos de 1$ la arroba y á Tucuman 4 reales; á estos precios sobra carga, pero faltan arrieros. Dura cosa es para el viticultor ver que en aquellas plazas está el vino á precios altamente remunerativos, y que no puede aprovecharlos su especie porque los caminos se lo prohiben. La tercera salida con que cuenta del Poniente es aquel camino que saliendo de los cuatro Departamentos pasa por Mazan, y dando vuelta por la Punta del Negro cruza los desiertos de la Rioja y sud de Catamarca, andando unas 30 leguas de mas porque hasta hoy no se ha habilitado el abra de la Sévila con un camino carretero. Aquí ya no son las lluvias las que perjudican, sino la falta de ellas, razon por la cual están las bodegas del Fuerte con gruesas partidas de vinos vendidas en Buenos Aires y otras plazas que no se pueden expedicionar. El remedio contra todo esto sería la via férrea del Recreo á Chumbicha y el camino carretero que pasando por la Sévila llegase á Belen, Tinogasta, Fuerte y Santa María. Hasta Chumbicha sobrarian los forrages para cuanta mula se ocupase en el acarreo; en Chumbicha se podria establecer un gran mercado ó feria, al que acudirian compradores de todas las vecinas provincias, y si la cosa se hiciese en combinacion con las funciones de la Vírgen en la Capital se aseguraria aun mayor concurrencia; cesaria del todo la explotacion que se hace en la Provincia de la Rioja, de los arrieros y carreros que pasan al Recreo; y en su lugar todos los Riojanos vendrian con sus vinos y demas cargas á Chumbicha á vender ó cargar sus licores como los demas del Poniente; pues hay que notar que Chumbicha es un punto tan importante para los distritos vinicultores de la Rioja como para los de nuestra Provincia; y en prueba de ello puedo asegurar que todos los vinos riojanos que pasan á las vecinas provincias cargados en mulas se dirijen á Chumbicha por la Sévila. Abierta la via férrea hasta Chumbicha todos los elementos de movilizacion se cuadruplican aunque no se aumente un solo animal; porque no es solo la distancia que se gana sino tambien la economía de gordura en las bestias que hacen ese servicio. Hoy los elementos de conduccion no alcanzan para conducir la carga que hay que transportar; el enorme tráfico á Bolivia no da esperanzas de que esta escasez se remedie: desde luego inútil seria aglomerar mas y mas valores que no se pueden encaminar al punto de consumo. Todas esas dificultades desaparecerian una vez habilitada una via férrea á Chumbicha en combinacion con el camino carretero por la Sévila al Poniente; ese dia ni se verian mulas asoleando barriles de vino en los abrazadores desiertos de dos provincias, ni despeñándolos por los precipicios de las sierras que nos separan de Tucuman, sino que todos marcharian en buenos carros en vasija conveniente, para ser depositados luego en wagones que sin demora las conducirian á la plaza de venta, sin haber sido expuestos á pruebas demasiado duras; Página 98


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y todo por un flete mucho menor que el que hoy se paga; y cuando los precios convengan volarán los vinos á Tucuman, Salta y Jujuy, sin tener en cuenta para nada chuscho, lluvias, ni las imprudencias de un arriero. La viabilidad dará ensanche al negocio, el ensanche del negocio hará productiva á la viabilidad; y una y otra cosa acabarán por hacer rica y felíz á nuestra Provincia. CONCLUSION. No me parece que pueda concluir este trabajo sin dar á conocer algunos de los cálculos publicados por el Dr. Guyot en su famosa obra sobre los viñedos de la Francia, acompañándola con algunas de las valiosísimas apreciaciones del mismo autor. Gran servicio habré hecho á Catamarca en particular y á la República en jeneral si alcanzo á despertar entre nuestros viticultores el conocimento de la importancia de esa obra, ya varias veces citada en los capítulos anteriores. El Dr. Guyot tiene la palabra: “En 1788 los viñedos de Francia ocupaban cerca de 1.346,000 hectáreas; en 1829 un millon novecientas noventa mil hectáreas; en 1849, dos millones ciento noventa y tres mil; en 1852, dos millones trescientas mil; desde cuya época se han aumentado hasta que hoy casi alcanzan á dos millones quinientas mil hectáreas: mas de la mitad de todo lo que se cultiva en viñas para vino en las cinco grandes divisiones del mundo; la vijésima primera parte de todo el territorio francés y la décima sexta parte de su suelo cultivable. (1868) El valor bruto del producido de los viñedos de la Francia alcanza á mas de mil quinientos millones de francos (300 millones de pesos fuertes): su cultivo ocupa y sostiene un millon quinientas mil familias viticultoras, ó sean seis millones de habitantes; mas de dos millones de abastecedores para la industria, fleteros y comerciantes, que forman reunidos la quinta parte cuando menos de la poblacion total del pais, y que representa una produccion y un consumo de mas de cuatrocientos millones de pesos fuertes. El valor en bruto del producido de la viña equivale á la cuarta parte del valor total de lo que produce la agricultura (con exclusion de la ganadería), y realizado de la décima sexta parte del suelo capaz de ser labrado; este resultado pues, hablando matemáticamente, y tomando iguales superficies, es cuatro veces mayor que el resultado de todo lo demas que produce el ramo de agricultura. La viña en todo lugar donde madura bien el fruto, duplica la renta de las propiedades, sean estas grandes ó pequeñas, siempre que la viticultura ocupe siquiera una quinta parte de su extension, que sea atendida con acierto, y si se la prodiga el mismo cuidado y abonos que á las demas labranzas. El cultivo de la vid es de los mas fáciles, de los mas sencillos y de los mas productivos. Desde el tercer año de la plantacion puede entrar á dar algo para ayudar costos. La vid se aclimata en todas las formaciones geológicas; se halla bien en terrenos de los mas áridos, que ni sirven para cereales, forrajes ni cosechas de raíz (como nabos, papas, etc.) Basta esto para que se la considere como el complemento Página 99


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de la agricultura bien entendida, mientras que ella es la socia capitalista, porque es la que proporciona los dineros; y representa la fuerza y el alimento, porque alienta brazos y llena bocas. El vino es la mas preciosa y mas enérjica de las bebidas alimenticias; si se usa cuotidianamente en los desayunos de la familia se ahorra carne en eso de estimular el vigor físico, alegrar el corazon, y desarrollar el espíritu de sociabilidad: el vino dá enerjía, decision, valor y á mas la conformidad con el trabajo, y con todas las tareas de la vida. Ninguna otra bebida, ni la cerveza, ni la cidra, etc. pueden reemplazarlo en su benéfica y poderosa influencia para el bien; por tanto conviene que cuanto antes se alimente con esta bebida cada familia rica y pobre hasta el último rincon del mundo civilizado”. Introduccion de la obra, p.1 y 2. Palabras son estas que merecen ser conocidas por todos nuestros viticultores, y por los que no lo son; por los unos para que se animen á vendimiar mucho vino; y por los otros, para que consuman el mucho vino que se vendimie. Sabido es que los suelos en La Arjentina son fértiles y vírgenes en su mayor parte; pero tambien les consta a muchos que en ciertas Provincias la labranza está limitada al caudal de agua con que se cuenta para el riego artificial: tanta mayor razon pues para ocuparla en aquello que sea de mayor provecho para el dueño, y que traiga y sostenga mayor número de brazos en una extension dada de terreno. Es por esto que he traducido lo que dice el Dr. Guyot á propósito de las relevantes ventajas de la viticultura, sobre todos los demas ramos de la Agricultura. El no era el profeta de una sociedad anónima que buscaba venta de acciones, ó queria dar valor ficticio á terrenos valdios; antes al contrario; él solo recopila datos que ha hallado en toda la Francia y sobre ellos raciocina como un verdadero filósofo. La obra del Dr. Guyot es una mina de conocimientos para todo el que se tome el trabajo de leerla; y mas diré: no puede darse un viticultor completo, que no se imponga bien de cuanto dice el famoso francés. Con lo dicho basta para hacer comprender que en Catamarca existe ya la industria vinícola; que su suelo es aparentísimo para este cultivo, y acaso para ningun otro, visto el valor relativo de las demas especies, y área que puede ampararse con riego artificial; y que solo falta viabilidad para que todos hagan de sus potreros viñas, y tengamos en Catamarca una segunda Andalucía. Si en Francia son necesarias las vias férreas, donde la poblacion es tan numerosa que casi consume lo que producen, ¿qué no serán aquí donde casi todo debería exportarse, porque la gente es poca y no hace ese uso diario del vino que recomienda el Dr. Guyot? Por falta de viabilidad no podemos aprovechar los precios soberbios á que se venden hoy los vinos en Tucuman y Salta, y si esto sucede con lo poco que tenemos en peor caso nos hallaríamos si llegásemos á apurar la produccion en toda la Provincia. Catamarca pide á gritos la vía férrea, y tiene derecho á exijir á las Provincias hermanas que la apoyen en su pretension; porque así recibirán ellas con regularidad y en mejor estado los vinos que consumen. Hay una razon muy poderosa por que conviene á Catamarca que tengan los compradores de vinos facilidad de llegar á las bodegas de los productores; porque así ellos, y no los pobres cosecheros pagarán ese inícuo derecho, que so pretesto de Página 100


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impuesto municipal, es en realidad un derecho de aduana. En Tucuman pasa de dos pesos en carga de vino, en Salta es casi cuatro, y en aguardiente mucho mas. Esto será ó no justo, pero es indudable que el dia que el tucumano y salteño vengan á comprar el artículo en Catamarca las respectivas Lejislaturas mirarán con otros ojos al tal impuesto; y se derogarán leyes que esquilman á criolllos y no á vecinos de hermanas Provincias. Concluyamos pues como empezamos citando Tucuman con su industria cañera. La industria existía como existe aquí la viticultura, pero lo mismo fué abrirse la vía férrea del Norte que se abrió tambien un nuevo porvenir para los cañeros. Los mismos Sres. Mendez no hubiesen espuesto su fortuna sin contar con el elemento de viabilidad ni tampoco hubiesen podido ellos ni otros traer las inmensas maquinarias que han dado un vuelco asombroso á esa industria. En Catamarca tenemos una industria igualmente fecunda en bienes para el país, y hombres que como los Sres. Mendez quieren hacerla adelantar; pero todo será inútil, hablamos en el sentido de fuente colosal de riqueza, si no se nos proporciona...... VIABILIDAD.

Pilciao, Julio 18 de 1881. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO

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LA AGRICULTURA EN CATAMARCA P O R D. F E D E R I C O S C H I C K E N D A N T Z.

“La agricultura no puede prosperar sino bajo la proteccion de la justicia y moderacion” GIBBON.

En la descripcion de nuestra industria minera he dicho que no podrá esta adelantar sin que se aumenten las producciones agrícolas por medio de un sistema racional de cultivo, el sistema que con relativamente pocos gastos estrae del suelo el mayor beneficio posible. ¿Observamos este sistema en Catamarca? Ciertamente que no, como trato ahora de probar. Los últimos años, época de carestía que nos llevó hasta el hambre, han demostrado claramente que esta provincia no produce el sustento ni para el reducido número de sus habitantes. Aún en años buenos solia ser considerable la importacion de trigo y harina de las provincias de la Rioja y San Juan, de maíz de Tucuman, y si bien esportamos vinos, tejidos y ganados, equilíbranse estos artículos en parte con el azúcar de la vecina provincia. No es mi objeto el determinar con guarismos, hasta que grado nos empobrecemos por la diferencia entre nuestra importacion y esportacion. Quiero indagar si hacemos nosotros, si hace el Gobierno todo lo posible para mejorar nuestra agricultura. Capitales porteños dan poco rédito, y nuestro capital agrícola es bien pequeño: la lluvia alcanza solamente á pocas pulgadas por año y tenemos así vastos campos de terreno inmejorable condenados á ser estepas áridas, valles que parecen creados para estensos cultivos, entregados al pastoreo, y aún nuestros alpes, las rejiones superiores de las montañas, insuficientes para la perenne alimentacion del ganado. ¿Es acaso posible cambiar nuestro clima? Podemos obligar a la naturaleza á ser mas pródiga con lo que es el capital, el todo de nuestra agricultura, como he dicho en otra parte, con el líquido fertilizante del agua? Opino que sí; pero no se crea que se trata aquí de otra cosa sino de lo que vemos y hacemos á menudo: observar la naturaleza y reconociendo las fuerzas que en ella residen, aprovecharlas en bien nuestro. Un grano de semilla germina, se desarrolla en planta y ésta trae el fruto anhelado, solamente que el labrador, siguiendo su rutina que es hija de la observacion, elabore el terreno y no le haga faltar el riego. La misma observacion nos enseña que el cultivo exclusivo de una planta en el mismo terreno por una serie de años agota la fertilidad del terreno, y la reflexion nos dice que debemos restituir al suelo en forma de abono lo que en las cosechas le hemos quitado. Así los salitres y el guano de América van á restablecer los campos exhaustos de Europa, La naturaleza nos Página 102


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brinda los minerales de plata, cobre, hierro, etc. pero se precisaba de la observacion combinada con la reflexion, para encontrar los métodos de estraer los metales que aquellos encierran. La tension del vapor no es cosa de ayer, reside esta fuerza en el agua desde la Creacion, pero recien en el último siglo ha logrado el hombre hacerla su esclava para impeler sus locomotoras, sus vapores etc.; recien despues de innumerables observaciones ha llegado el mismo á domar el fuego destructor del rayo, que hoy en silenciosa corriente pone en contacto instantáneo el orbe entero. Empleemos ahora este don de la observacion para indagar, si se puede aumentar el caudal de agua de esta provincia. Los vapores que el sol levanta del Atlántico encuentran en su marcha hácia el oeste la Cordillera, que les opone una muralla insuperable; no pasan á Chile. Lo que sucede en nuestras sierras es lo siguiente: si las faldas consisten de pura roca, desnudas de vejetacion, descargan las nubes con rapidez, causando de esta manera las crecientes y volcanes desastrosos ó, calentadas por los fuertes soles, impiden ellas la condensacion de los vapores y aún disuelven las nubes ya formadas, siendo despues arrastrados los vapores á puntos lejanos por las corrientes superiores de la atmósfera. Hallándose los cerros revestidos con vejetacion, sirve esta para protejerlos contra calores excesivos, que pudiesen disipar las nubes, retiene mas bien estas y las obliga ha descargarse paulatinamente. Las gramas, los arbustos y árboles debilitan el impacto de la lluvia, y sus raíces obran como trabas para contener la capa de tierra vejetal. Para aumentar pues la lluvia, importa no solamente conservar á los cerros su vejetacion sino tambien procurar la extension de esta. Hace diez años que he predicado á los Tucumanos sobre el mismo texto; léase ahora lo que en 1877 he escrito á mi distinguido amigo Don Mardoqueo Molina: Señor D. Mardoqueo Molina Catamarca. PILCIAO 23 SETIEMBRE 77. Estimado amigo: .................................................................................................... Las quemazones que en estos dias estallaron, fueron verdaderamente espantosas. Considerando que con ellas se destruye la vejetacion de árboles y arbustos, tan necesaria para la precipitacion de los vapores atmosféricos que las raíces quemadas ó chamuscadas no pueden ya sujetar la tierra vejetal, de lo que resulta, que las lluvias de verano dejan las rocas desnudas y estériles, que perece cantidad de aves y reptiles tan útiles para la destruccion de insectos dañinos, que el calor tan inmenso de los incendios aleja de las cumbres la humedad fertilizante y que infinito número de hacienda huyendo se muere ó despeñado Página 103


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ó quemado ó de hambre; tiempo es que con rigor se persiga costumbre tan bárbara. ....................................................................................................... FEDERICO SCHICKENDANTZ *** Señor D. Mardoqueo Molina Pilciao, 24 Setiembre 1877 Estimado amigo: Es ya jeneralmente reconocido cuan grande es la influencia benéfica que ofrece una racional selvicultura. Háse constatado que la conservacion de los bosques en las alturas donde tienen su nacimiento los rios, preserva el caudal de ellos, y evita crecientes desastrosas; ademas la cantidad de lluvia que anualmente cae en un distrito, depende del mas ó menos grande desarrollo de la vejetacion selvática en el mismo. La verdad de estas observaciones, ha inducido al Gobierno francés á ordenar la creacion de bosques en el Jura y los Alpes Marítimos, y una medida análoga ha tomado últimamente el gobierno de los Estados Unidos. En un pais tan escaso como es este, de aguas corrientes y de lluvia, todo hombre patriota debe propender a á correjir, en cuanto le sea posible, estos defectos y obligar a la Naturaleza que tan mezquina ha sido con nosotros, á ser mas jenerosa. La correccion consiste en la aclimatacion y despues estensa plantacion de árboles. Las condiciones que reinan en las alturas de nuestros cerros son propicias para las plantas europeas, pues es relativamente abundante la humedad de las faldas que conlindan con la hermosa Provincia de Tucuman, mientras que los ciénegos del Oeste presentan otros tantos puntos favorables al cultivo de los árboles forestales. Recomiendo pues, á V. lo siguiente: cercar sea con pirca ó rama, un pequeño terreno de su estancia, que pueda ser regado por un arroyito, ó que se halle en proximidad de un ciénego, y ensayar en este terreno la plantacion de árboles europeos. He recibido en estos dias semillas de varias clases de “Pinos, Robles, Fresnos, Alisos”, etc. y tendré mucho gusto en proveer á Ud. con una parte de las mismas para el objeto espresado. De Página 104


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suma utilidad serán tambien los “Eucaliptus y Ailantos” que facilmente se obtienen de Buenos Aires. Pero vano será todo esfuerzo en el sentido indicado mientras que no sea abolida por cooperacion enérjica de todos los estancieros, la infame costumbre de quemar los pastos, costumbre que, si bien penada por las leyes, persiste todavia con todos los funestos resultados. En lugar de tratar de renovar las gramas por el fuego, propongo á Ud. quiera mas bien ensayar la aclimatacion de plantas de forraje europeas, lo que podria efectuarse, en el mismo terreno cercado para los árboles. No dudo de que con el tiempo estirparán aquellas gramas mas alimenticias, las indíjenas, mejorando así los pastos de nuestras estancias, como se ha visto en N. América y Nueva Zelanda. Los buenos resultados que de estas innovaciones se obtendrán, serán visibles recien en una ó dos, si no mas jeneraciones; pero infaliblemente se obtendrán; tengo, pues, que apelar á la ilustracion y patriotismo de Ud. cuando solicito su cooperacion en un asunto tan trascendente. Con tal motivo, me es grato repetirme de Ud. atento y S.S. FEDERICO SCHICKENDANTZ *** Confirmo hoy lo dicho en 1877 modificando solamente la propuesta de aclimatar aquí los árboles selváticos de Europa, empresa difícil, como he sabido despues por la esperiencia, y en parte superflua si, concretándonos á la flora indíjena fomentamos esta, lo que no escluye el ensayar los eucaliptus y otras especies de árboles los que á la par de retener la humedad nos proveyesen con buenas maderas. La tarea, empero, de un ilustrado Gobierno no se limita á protejer y aumentar la vejetacion de nuestras montañas, tambien los bosques de los llanos requieren una reglamentacion sobre su conservacion, la época y el modo del corte de la leña etc., para de esta manera evitar las desvastaciones que notamos especialmente en los distritos mineros. Voy mas lejos aún: pido la supresion de establecimientos de fundicion que no tuvieren mas resultado positivo que la destruccion de los montes y así la ruina de la agricultura. En algunos paises de Europa es obligacion de cada propietario, cuyos terrenos conlinden con caminos reales plantar á lo largo de estos árboles por lo comun frutales, mientras sauces y álamos protejen los bordos de los arroyos: ejemplos dignos de imitacion. Pequeño como es nuestro caudal de agua, aún así lo disipamos. Sin hablar de las injusticias que en la reparticion del agua se cometen en una ú otra parte, injusticias que llevan en si el jermen de revueltas sérias y venganzas terribles, debo llamar la atencion sobre el modo defectuoso de repartir y conducir el agua. En algunos lugares estiéndese el agua sobre trechos largos de playa, evaporándose asi una parte Página 105


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considerable y perdiéndose otra en el suelo poroso del modo que apenas 50% del caudal de un rio entran en las cabeceras de las acequias principales. ¿Qué diré de la neglijencia de los vecinos, qué de la criminal indiferencia de las autoridades locales en tolerar los derrames de las acequias, las inundaciones de las calles que ofenden contra la economía y la hijiene á la vez? Para evitar estos males requiérese una perfecta y permanente canalizacion del agua, empleándose para ella los materiales de que hablo bajo “Minerales”, canalizacion que debe encontrar los rios antes de vertirse sobre las playas arenosas. Necesitamos, como repito, estanques para represar el agua tanto permanente cuanto de lluvia, los que demandan naturalmente fuertes capitales cuando se trata de construcciones que deban contener el agua de una poblacion entera. Si no fuera que obras de esta naturaleza son algo desacreditadas por ser acompañadas jeneralmente de negocitos no muy limpios, no habria dificultad en ejecutarlas comprometiéndose el vecindario beneficiado á pagar un módico interés del empréstito pedido ad hoc y á amortizarlo, digamos, en veinte y cinco años. Hemos visto en que ha parado la famosa empresa de los pozos artesianos y no nos ha quedado gana de repetir esperimento tan costoso. ¿Pero no habrá otro medio de izar el agua que como sabemos abunda en cierta hondura en nuestros campos? Reina en el Valle de Catamarca como en el campo de Andalgalá el viento Norte con una fuerza tal que fácilmente pondria en movimiento una bomba por medio de la maquinaria como se usa hoy en Norte América: hágase la prueba consultando primero á un competente injeniero. Este informaria tambien si es posible y practico levantar el agua del rio Singuil antes de entrar en la quebrada de las Higuerillas para así someter al arado los campos de Pucarilla y del Bolson hasta los Puestos. He indicado ya mas arriba la posibilidad de interceptar el agua de nuestras quebradas superiores por medio de diques impermeables. Supongamos ahora que ninguno de los planes que acabo de proponer llegára á realizarse: el reboissement, como lo llaman los franceses, de nuestras faldas por ser considerado mera teoría, pura especulacion científica, aunque la práctica ha demostrado su inmensa utilidad; la canalizacion del agua y la construccion de grandes represas por la falta de capitales ó de directores competentes y rectos; la introduccion de bombas movidas por las zondas porque no es costumbre ser jeneroso sino con el dinero de la Nacion, siempre nos queda un recurso para remediar nuestra escasez de agua y es el cultivo preferente de plantas que vejetan en el invierno, tiempo en que el agua destinada para la irrigacion de viñas y alfalfares queda disponible para sembradios de cereales y legumbres (leguminosae). El trigo, el mas importante de los cereales es cultivado con preferencia en nuestros campos v.g. los de Capayan, el Pajonal de Poman, la Puntilla de Belen y las vegas del otro Rio, pues reina en ellos un clima benigno, es mas fácil la elaboracion de los terrenos y su irrigacion que por lo comun no pasa del asiento, y madura el trigo antes de empezar los rigores del estío. No es así en las alturas, donde lo accidentado de los terrenos dificulta el riego, donde se tienen que temer las heladas y donde la cosecha se posterga hasta Diciembre y aun Enero, los meses mas calientes y secos del año, impidiéndose al mismo tiempo la siembra de maiz en los mismos terrenos. Si Página 106


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bien conviene, pues el trigo para los campos, debe preferirse en los valles superiores el cultivo de otros cereales; de la cebada y, en las partes mas fríjidas, del centeno. No sé que habria sido de la industria minera en el Departamento de Andalgalá sin el cultivo de la cebada que cada dia toma mayores proporciones gracias á la propaganda del Sr. Lafone. Desde el mes de Julio se siegan los tallos y hojas que en medio del invierno suministran un alimento apetecible para los animales de servicio, mientras el grano cosechado de la segundilla y mezclado con pasto ó paja picados, forma un pienso que supera en fuerza nutritiva á los demas forrajes, y como forraje es que recomiendo especialmente la cebada. Sabido es ademas que la harina de cebada terciada con la de centeno dá un excelente pan, que con chochuca de cebada se espesa el caldo de carne, y que con la cebada se fabrica la cerveza. El centeno, planta mas sufrida contra el frio y que se contenta con un suelo de mediocre clase, conviene, como repito, para los campos y valles elevados de nuestras cerranías. Mi amigo don Alejandro Abel ha ensayado el cultivo del centeno en su estancia de Condorhuasi situada en el campo de Pucará á una altura de 8,000 piés sobre el mar, y obtenido resultados sorprendentes, por la cantidad de grano cosechado y la clase y altura de la paja. Tengo delante de mi la Revista de Edimburgo del mes de Octubre 1874 que contiene un interesante articulo sobre “El mejor alimento para el hombre”, del cual extracto lo siguiente: “Hay un modo especial de aumentar indefinidamente el sustento que de una extension dada de terreno puede extraerse para el hombre, y es: Sustituyendo alimentos vejetales á los de carne...... Necesítanse veinte y dos acres de forraje para alimentar durante un año á un solo individuo, mientras un solo acre sembrado con trigo produce el sustento suficiente para dos hombres por el mismo tiempo” (W.E.Gregg). El artículo cita ademas un cálculo hecho por el distinguido químico á la par que estadista, Dr. Lyon Playfair, que traduzco adoptando la moneda del pais: “Un hombre aumenta el peso de su cuerpo por una libra al precio de ocho reales viviendo esclusivamente de leche, al precio de cinco reales comiendo papas, zanahorias y carne libre de huesos y gordura, al de tres reales alimentándose con arina de centeno, al de dos reales con harina de trigo y poleada de cebada, y al de solamente un real concretándose á porotos y arvejas. La interesante especulacion sobre el cambio que se manifiesta en el carácter de un individuo con el cambio de la clase de alimentos no es pertinente, pero si la cuestion sanitaria y económica de tal cambio, y á este respecto observo que los médicos están unánimes en condenar la exclusiva comida de carne, máxime en las alturas, y en cuanto á la economía lo prueban los cálculos de hombres tan ilustres como lo son W.E.Gregg y el Dr. Playfair que de todos los cultivos el mas conveniente es el de legumbres y cereales. Desgraciadamente se ha hecho muy precaria la cosecha de porotos, pues á ninguna planta persigue mas el terrible flajelo de la langosta; pero podemos reemplazar el poroto con la haba que resiste los frios mas intensos de nuestros inviernos, y con el guisante (arveja) que se puede sembrar durante todos los meses del año y son justamente estas dos legumbres, con cuyo cultivo en el invierno remediamos nuestra Página 107


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escasez de agua. Cuando digo que nuestro labrador debe dedicarse con preferencia al cultivo de cereales y legumbres implico naturalmente una cierta reducccion de los alfalfares, pues el agua de irrigacion de que disponemos, es limitada. Pero, se me dirá: V. acaba de confesar que no alcanzan los forrajes sinó para un relativamente pequeño número de hacienda. Contesto que la insuficiencia de nuestros pastos resulta de las invernadas y del muy defectuoso sistema de engorde y de cultivo de la alfalfa. Catamarca no es San Juan ni Mendoza, provincias que disponen de inmensos potreros. Si á pesar de esto persistimos en el negocio de invernar animales es porque en primer lugar conjenia este con el carácter del paisano -forma la transicion entre la vida haragana, semisalvaje del gaucho y la ocupacion constante y pacífica del labrador- y en seguida porque de esta manera solamente podia exportarse el producto de nuestra agricultura. ¿Qué diré del sistema? Hay departamentos en que se obtienen solamente dos cortes de alfa en lugar de cuatro ó cinco, y perece en el invierno alli mismo gran número de hacienda porque se temen los gastos de cortar el alfa. Cierto es que el paisano no conoce aún el manejo de la guadaña, y si en alguna parte se siega con machete y se emparva el pasto es para tirarlo á los animales sin picarlo previamente. Buena falta nos hace una Granja Modelo en que se enseñaria todo esto, aún el cocinar (y comer) arvejas. No puede ser, ni es objeto de estos artículos el enseñar la agronomia. No puedo pues estenderme sobre las mejoras que reclaman los cultivos grandes tanto en el modo de elaborar y abonar los terrenos cuanto en el de cosechar los frutos. Excede el marco de este cuadro la horticultura y la pomología, artes ambas bien atrazadas entre nosotros á pesar de prestarse para ellas el pais admirablemente. No puedo tampoco detenerme á describir los mejores métodos de beneficiar plantas como el ají y el tabaco, cuyo producto formará alguna vez uno de los principales artículos de exportacion de esta provincia, ni ocuparme con las reformas que exije nuestra ganadería no solamente respecto á su alimentacion y engorde, sino tambien en la perfeccion de nuestras razas, relativamente improductivas, con especial referencia á la fabricacion de queso y manteca. Convencido de que todo el porvenir de esta Provincia, estriba en el adelanto de su agricultura, pues he demostrado en esta parte, que serán estériles los esfuerzos de esplotar nuestras riquezas mineras sin aumentar nuestras producciones agrícolas, héme empeñado desde tiempos atrás en que se funde en esta Provincia una Escuela de Agricultura. Y digo Escuela, no Academia ni Departamento, una institucion destinada á enseñar teóricamente pero especialmente por la práctica, los diversos ramos de la agronomía, para formar nuevos mayordomos de haciendas y no profesores. Acabo de dirijir al Sr. Ministro el Plan de Estudios de la proyectada Escuela. Que buena suerte corra! En combinacion con la Escuela é indispensable para ella, tendremos una Granja Modelo en que se practicará el cultivo de las mejores plantas con la herramienta mas perfecta á la vez que sencilla, en que se enseñará el arte de injertar Página 108


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y la horticultura, y en que se ensayarán las construcciones rurales mas económicas y mas convenientes para el pais. Servirá ella al mismo tiempo de jardin botánico para los estudiantes de historia natural y quedará un departamento de la misma reservado para animales domésticos y en particular para vacunos. No dudo de que el Gobierno de la Provincia cederá terreno y agua para la proyectada Granja Modelo. En conclusion trascribo una carta que me ha dirijido mi excelente amigo don Eugenio Gallo. Simultáneamente conmigo habia concebido don Eugenio el plan de utilizar la tuna para la produccion de arrope y alcohol en grande escala (véase mi artículo anterior bajo “El reino vejetal”) y lo puso en práctica. Tenemos en esto un nuevo caso de sincronismo de ciertas ideas que parecen flotar en el aire. Hé aquí la carta: Sr. D. Federico Schickendantz, Vice-Presidente del Centro Industrial de Catamarca Muy señor mio: Tenga Vd. la bondad de dispensarme que haya tardado en presentarle el informe que me pidió sobre la plantacion de la tuna. Con tal retardo he podido probar prácticamente que en los terrenos contíguos á la ciudad que no son muy montosos, llevando el trabajo con prolijidad, puede costearse la plantacion de una cuadra de 200 varas con doce reales bolivianos, incluso el penoso trabajo de desmontar y de arrancar las yerbas que hicieron brotar las lluvias de este año. Una cuadra de tuna, señor, puede asegurarse que produce cinco cargas ó sean 50 cuartillas de aguardiente á los cuatro años de su plantacion y de ocho adelante 10 cargas. Comunmente se dice que la penca de la tuna no requiere cultivo, porque nunca se ha cultivado y sin embargo ha producido: pero es segurísimo, que cultivándola con esmero produce mas y mejor fruto. Este con la poda es mas grande y mas sabroso, y la misma facilita mucho la cosecha. Por otra parte la plantacion de la tuna, hecha con regularidad, permite lograr el campo con otras sementeras como si no existiera el tunal. Otra y muy grande ventaja reporta el órden y la regularidad de la plantacion: la de facilitar el riego á la voluntad del cultivador para de esta manera graduar la maduracion y evitar pérdidas. La cosecha puede durar lo menos tres meses largos. La planta de tuna que no recibe riego, madura sus frutas á mediados de Enero, y si no es cosechada ésta inmediatamente se amortigua y pierde su dulzura: pero regando con estudio puede el cultivador retardar la maduracion; en esta su casa, ostentaban, el 31 de Página 109


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Mayo, fruto las plantas que se hallan cerca de la acequia. Se dirá que en campo no dotado de riego no se podrá tener ese cuidado y conseguir tal resultado: yo he probado que se puede hasta cierto punto, pues disponiendo el terreno de modo que el agua de lluvia no se estanque en ciertas partes, todavia se consigue el objeto, pues el fruto se presenta precisamente en la época de las lluvias. La tuna tiene menos enemigos que otras plantas frutales. El hielo de Setiembre último, que tanto daño ha hecho á la viña, higueras y otros árboles, nada ha hecho á la tuna. La hormiga la respeta, la langosta no la ataca sino en último caso, pues recien en este año he notado que ha causado daño pero en muy pequeña escala. Una vez hecha la plantación de la tuna en debida forma ofrece su explotacion mucho menos gastos que la viña, pues no requiere ni madera, ni ligaduras, ni conocimientos especiales en el podador. El riego tiene por único objeto el prolongar la cosecha y puede esta hacerse con mujeres y criaturas proveyendo el cultivador la herramienta que es bien sencilla y barata. En contra de estas ventajas tenemos la grande escasez de brazos. La jente mientras tenga maíz que comer, se hace rogar para trabajar; algunos se niegan so pretesto de que se llenan de espinas como si las temiesen cuando se introducen para comer las tunas. De todos modos es una explotacion que puede á la vez ser muy valiosa para esta provincia. La planta se presta para cualquier terreno llano y aún quebrado y sirve al mismo tiempo de cerco. Sesenta cuadras de 200 varas son las que poseo hoy dia y espero poder añadir hasta Agosto otras 100 en la persuacion de que me darán buen provecho. Me reservo el solicitar sus estudios en la época de la cosecha. Saludo á V. con toda estimacion. Su atto. S. Firmado - Eugenio Gallo

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CARTA DE SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO AL PERIÓDICO “LA UNIÓN” PUBLICADA EN LA EDICIÓN DEL 16-11-1881

Pilciao, Noviembre 9 de 1881 Señor Redactor de La Unión

Con mucho gusto me he impuesto de la comunicacion del señor Gallo sobre

su quinta de tunas. En mi concepto este señor, sin apercibirse de ello, ha sonado un clarín que puede repercutir en toda la Provincia; y no se crea que me alucina ni el arrope ni el aguardiente; no señor, voy mas allá; quiero vale uno de tantos nopaleros de las Antillas con su pingüe cosecha de cochinilla. ¿Por qué es que en Catamarca se han dormido en cuanto á esta industria? Pues yo creo que es la industria por excelencia para muchos de nuestros Departamentos, y que podría plantarse sin perjuicio de los viñedos; porque los puntos de agua que hoy se resumen en el desierto se aprovecharían en quintales de pencas y tendríamos un elemento de riqueza mas para nuestra provincia.(1)

Ahora comunicaré a Ud. el resultado de mi plantación de olivos de ahora

5 años; fué hecha segun indicacion del Jeneral Navarro con brotes de tracones, y hoy tengo la satisfacción de verlos cargados de fruto. Garrotes traidos de Belén y de la Costa de Arauco han prendido todos, y demuestran que es posible propagar este árbol utilísimo, con facilidad y provecho; sabiendo elegir el gajo.

Dice la historia que los famosos Vargas Machuca adquirieron un segundo

apellido por el cepepu del olivo con que machucaron á los moros, otro tanto tendremos que agregarle al nombre de Navarro, porque la verdad es que aquí perdiamos el tiempo plantando olivos desde ahora 20 años; y creo que si de las palabras sueltas del Jeneral se jeneraliza el cultivo del olivo en Catamarca se habrá hecho un bien á la Provincia de mucho valor comercial é hijiénico. El pan, el aceite y el vino son un trio de que depende en mucho la alimentación del hombre.

No soy mas estenso porque la Exposicion Continental y otros quehaceres me

(1) En este párrafo, Lafone despierta nuevamente su imaginación y sugiere aprovechar el cactus no para producir arrope o 111insecto del tamaño de una chinche, era un gran negocio de alcohol, sino usar la cochinilla que se refugia y vive en y delPágina nopal. Este exportación de los mexicanos por su utilidad en el teñido de telas, fabricación de pinturas y goma laca. Nosotros agregaríamos, que sería posible aprovechar también el nopal como alimento, pues son notables e innumerables los platos de comida que los mexicanos elaboran hoy con esta carnosa hoja cactácea (N. del E.).


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tienen preocupado; pero le avisaré que ya está listo el modelo de la prensa Molina, y que es completo y muy curioso. El tambor es hecho de naranjo y nogal de castilla, y el armazon de algarrobo. Este modelo no es nada en comparación del que manda el Mineral de malacate y trenvia inclinado en el pique de habilitacion: esta es una obra maestra hecha por el capitan D. Juan Jony, que tambien manda una pirámide en mosaico de todos los metales del Mineral.

Sin mas por hoy su atento. S. A. Lafone Quevedo

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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 8º Fascículo

CATAMARCA Y SUS INDUSTRIAS NOTA ACLARATORIA El periódico EL CONSERVADOR que en su primer año de vida aparecía los días miércoles y sábados hasta el día 2 de octubre de 1894 en que comenzó a salir los martes, jueves y sábados, desarrolla en una corta columna de la segunda página de su número 20 del 25 de agosto de 1894, un elogioso comentario sobre Lafone Quevedo, con motivo del artículo escrito por éste el 14 de setiembre de 1894 y que publicado en la primera página constituía la primera entrega de una serie de ocho notas donde analizaba la problemática económico-industrial de Catamarca. Decía así:

“Este señor ha honrado á EL CONSERVADOR con el artículo que vá en la primera pájina. El título no será atrayente para los que solo buscan leer lo escrito con ají y pimienta. Pero nos atrevemos á recomendar este artículo serio, comienzo de un estudio meditado del estado de nuestras industrias. Nosotros teníamos pensado escribir algo al respecto; pero nos abstendremos de hacerlo hasta que concluya el Sr. Lafone Quevedo, quien obliga de veras nuestra gratitud con el honor que hace á EL CONSERVADOR honrándolo con sus producciones”.

Estas ocho notas fueron publicadas con fecha: 25-08-94, 29-08-94, 01-09-94, 05-0994, 15-09-94, 19-09-94, 29-09-94 y 04-10-94, las que se transcriben a continuación tratando de usar fielmente la misma y precaria ortografía de la publicación original. Página 113


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CATAMARCA Y SUS INDUSTRIAS Estudio “Témporis Acti” I Hace cosa de 40 años que el benemérito ciudadano francés Don Benjamín Poucel(1) escribiendo de Catamarca y sus Minas decía -Caminos ó muerte¡Desgraciada Provincia, desgraciados industriales! Los caminos aun no los tenemos, pero en cambio la muerte está con nosotros. Los 7 años de las reses gordas culminaron para Catamarca en los gobiernos de Navarro y de Molina, de esos dos hombres que con tanta injusticia nunca se cansan de hablar los que ni han visto la prosperidad del país en esa época de felicidad idilica. La Provincia podía compararse á una lozana higuera, que proporcionaba al feliz Colono sombra en el estío, brevas y ricos higos en su tiempo con que regalarse, y con que hacer su agosto. Sucedió empero que un día la higuera empezó á secarse, aquel noble árbol tuvo que ser derribado, y los retoños, después de una corta existencia, siguieron la suerte de la madre planta mientras que los sabios en la materia indicavan que era un gusano al pié que roía la savia vital de la lozana higuera de marras. Se acabó la amena sombra, las brevas y los higos son ya como los cuentos de las Mil y Una Noches, y el Colono se escusa de plantar nuevas higueras temeroso de tener que sufrir nuevos desengaños. ¿Y cuál será este gusano que ha dado en tierra con esa importante Provincia Andina que el mismo Señor Poucel llamaba la “Suiza Argentina”? Lo primero que se le ocurrirá á cualquiera es achacar á la “política” el mal que aqueja á esta tierra, y sin duda alguna ella ha contribuído á aumentar su desgracia; pero “política” en este sentido ha sido el azote de Tucuman y de otras Provincias de la República, que sin embargo con crisis y todo prosperan y prosperan. El año 1893 vió desencadenar tres gravísimos flagelos sobre aquella dichosa Provincia; la guerra civil, una mala cosecha de azúcar, ruina total para los especuladores en tabacos, y no obstante hoy los vemos rehacerse como si tal año 93 [no] hubiera existido para ella. Al entrar en esa gran region industrial cree uno hallarse en el centro del Black Country de Inglaterra tal es el laberinto de bocas de humo; verdad que con otro cielo y otro ambiente. Se arruinarán diez, veinte industriales, pero la gran masa prospera y el país se enriquece, porque es imposible producir 20 millones de valor de productos de la tierra de primera necesidad sin que el país entero se enriquezca en proporción. Se me dirá -El suelo es feráz, etc.- Si lo es, y lo era tambien cuando los raquiticos cañeros del decenio 60 á 70 perecian de necesidad, mientras que Catamarca tenia un excedente de valores disponibles en el Litoral. Pero dejemos la explicacion de todo esto para mas tarde, y volvamos á nuestra Catamarca. A los de allí y a los que no son de allí se les oirá lamentarse de la “política”, de la falta de industrias, de esto y de aquello, si bien pudieran haber agregado otras causas, acaso mas poderosa para producir el malestar de hoy. Ocurramos empero al fuerte de Andalgalá, lugar en que las industrias minera y vinera han primado y en que la política no ha tenido parte alguna en la ruina y emigracion grande que se ha producido de pocos años á esta parte, pues aquí viven Situacionistas y Radicales en sana paz, y si hay desacuerdos estos resultan de (1) Ilustrado caballero francés (1807-1872) miembro de la Sociedad Geográfica y Estadística de Marsella, autor de diversos trabajos americanistas y platense, que en 1859 acompañó a Lafone Quevedo en su primer viaje a Catamarca (N. del E.).

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miserias de lugar que nunca faltan, y que nada tienen que ver con las cuestiones del día. La mejor prueba de esta verdad la tenemos en la Empresa que yo administraba y en la que tenía parte. Las autoridades me han protegido todos, y de todos los visos políticos, y no obstante mi trabajo ha ido á menos hasta que he tenido que cerrar mis puertas y largar la gente, jornaleros muchos de ellos que me han acompañado durante 30 años, y otros muchos que han nacido en las Minas y en los Ingenios. Llorando se han despedido ellos para ir á morir del chuscho(2) en Tucuman, y con el corazon partido los he visto separarse de mi lado. Esos hombres y sus familias eran causa de que se gastasen aun en los peores tiempos, de 60 á 100,000 $ anuales, valor que salía en pastos y volvía en mercaderías de ultramar y de las vecinas Provincias. Se me objetará que esto podria atribuirse á broseo en la Mina y que desde luego acabándose el metal era consiguiente la muerte de la Industria; pero nada de esto sucede, como lo puede atestiguar el señor Hunniken de Chilecito, quien acompañó al Sr. Máximo Carranza en su visita al Mineral en estos meses. Pues entonces solo se explica el fracaso tildando al Empresario de incapacidad. Esto muy bien puede acontecer, pero hay que advertir que el Señor Adolfo E. Carranza es el hombre más activo, más trabajador y más constante que tiene la República; es un hecho que su Mina nunca estuvo mejor, me consta que sus canchas estan atestadas de metal, que su Ingenio tiene medios de reducirlo á barra, y no obstante todo esto lo vemos estrellarse contra los mismos inconvenientes que han ocasionado la clausura de la Empresa Restauradora. Algun mal gravísimo debe aquejar á la industria minera, y lo peor es que se resiente tambien la hermana industria que hacía del Fuerte el primero de los Departamentos de Catamarca. Los pobres viticultores luchan por salvarse de la ruina que los amenaza y si alguna medida reparadora no viene en su auxilio, luego caerán en el marasmo en que yacen las Minas. Casi ni necesario es que se explique cual es la verdadera causa de tanto infortunio en esta Provincia digna de mejor suerte; más como hay muchos modos de encarar la cuestion, y puede ser necesario extenderme algo más de lo lícito en esta ocasion, dejaré para más tarde esa explicacion. No hay cosa que mas aburra que las jeremiadas; pero por desgracia Catamarca no está en el caso de cantar Aleluya; y menos nosotros los del Fuerte, con ser que hacemos lo que podemos á fuerza de volver á los tiempos en que todo se compraba y se vendía á trueque, y esto en pleno fin de sicle XIX. II La edad de oro de la República Argentina debe colocarse al rededor del año 1860, despues de la campaña de Cepeda, época en que la Provincia de Buenos Aires entró de hecho y de derecho á formar parte de la Nación Argentina. Los argentinos de aquel entonces vivían aún en la sencillez patriarcal de los tiempos coloniales, su simple palabra valía mas que la escritura pública de ahora, el lujo corruptor de hoy aun no habia entrado, la gente era rica porque no conocía necesidades, y sus rentas por exiguas que fuesen exedian en mucho a sus desembolsos. Esos eran los tiempos en que las matronas argentinas se presentaban con su serio manto, con su tapado de rica espumilla, y aun con la graciosa mantilla de chapa. En el mismo Buenos Aires, reflejo siempre de las modas europeas, las damas (2) Posiblemente la palabra correcta es Chucho (N. del E.).

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de calidad, digo aquellas entradas ya en años, tenian á ménos ostentar en la calle y en la iglesia esos pichiquiles llamados sombreros y gorras, que le vendrán bien á una jóven donosa, á quien todo sienta, inclusive los tapados de antaño, pero que despojan de venerable seriedad aún á las madres, no digamos á las abuelas, de nuestra juventud. Sí, en aquel entonces el recuerdo de las miserias y de la pobreza por que habian pasado las víctimas de la emigracion grande en tiempos de Rosas contenía á los nuevos dueños de la situacion en Buenos Aires. Se hablaba ya de “lujo asiático”, pero éste estaba muy lejos de ser aquel bizantínico que culminó en la presidencia del Dr. Juarez Celman. Una volanta ó coche cualquiera, con unos caballos, que hoy se venderían para placeros, bastaba para presentarse en Palermo, y el mobiliario y cocina de las casas de familia correspondía en todo á la modestia de aquellos tiempos; pues el primero carecía de todo mérito, aún para los que hoy andan buscando muebles antiguos, de aquellos llamados “pata de cabra” y otros por el estilo; mientras que esta era servida ya por algun negro, desertor de algun buque de guerra ó mercante cuyos manjares sabían á ese gusto de buque que es tan especial en las comidas oceánicas. En las casas mas á la criolla, algun esclavo, ó china de la ciudad ó de las Provincias preparaba sus manjares sencillos, pero sabrosos: un rico caldo, una tira asada á la parrilla, un guiso, una carbonada, un buen pastel ó caldudas empanadas. Tampoco faltaban los postres y dulces, con su ramillete de la confitería en dias de gran gala. Pero lo mas primitivo de todo en el Litoral eran las horas. Esa comida á las 4 y media de la tarde. En las Provincias en aquel entonces, como ahora, las 12 es la hora clásica, y para la merienda, de la oracion adelante; pero en Buenos Aires como en Montevideo el comercio había introducido cierta rutina que le convenía, pero que ha tenido que ceder á su vez á nuevas modas imitadas del viejo continente. De las casas no se diga nada. Aún quedan algunas con sus departamentos para los esclavos. Eran grandes, espaciosas, llenas de patios hasta con visos de palacios; pero éstos respondían al tiempo del Rey. Por lo general el amueblado era algo escaso, si se quiere sin gracia, y el aspecto frio. Eso que se llama buen gusto casi no existía, y fuera de algunos objetos en plata, que aun se envidiarían por el primer coleccionista de tales antiguallas en Europa, el ajuar era de un feo subido, excepcion hecha de ciertos muebles “pata de cabra” que hoy forman las delicias de colecciones como las de Mitre, Trelles, Carranza (A.J.) etc. Así como era el menaje tambien eran los medios de locomocion. En el rio los buques de vela que echaban de dos dias hasta siete y más de Montevideo á Buenos Aires. Las familas tenían sus “sopandas” en que salían al campo y una que otra “caleza” ó “volanta” introducida como gran novedad. Las mercaderías se conducían al Interior en tropas de carretas de bueyes ó á lomo de mula, aquellas en los llanos, estas en todas partes. De esta manera estaban en contacto los rincones más remotos de la República, y así era que las tropas de mula de San Juan se paseaban por un lado hasta Buenos Aires, por otro hasta Salta, Jujuy y Bolivia, Chile y Perú tambien. El movimiento era general, las costumbres eran sencillas, los campos abiertos, el gremio de los arrieros era numeroso, y el flete que se pagaba era muy módico. El único limite á la comodidad era la exigencia de que los bultos no exediesen, por lo general de 6 á 7 @. Mulas habían que cargaban hasta de 9 @ por costal, pero estas eran las excepciones. El tiempo que se ocupaba verdad es que se contaba por semanas, y á veces Página 116


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por meses; pero todos vivían en esa atmósfera y á nadie llamaba la atencion. Todos estaban en igualdad de circunstancias y lo mismo era Buenos Aires que Jujuy, Mendoza que Catamarca. El mismo cielo alumbraba á todos, el equilibrio era general. Empero ya en el año 1860 había sonado el primer campanazo que debía concluir con el órden viejo de cosas. la Vía Férrea del Oeste en Buenos Aires, aunque un juguete no muy bien comprendido, empezaba ya á despejar nuevos horizontes. El segundo golpe se dió cuando se abrió el Central Argentino de Rosario á Córdoba. No es mi propósito examinar aquí los efectos que este ferrocarril produjera en Córdoba y las Provincias limítrofes; porque casi toda esta region se ocupaba en ganadería. Recien cuando se hizo la extension llamada “Ferro-Carril Central Norte” es que se penetró á los grandes centros industriales de lo que antes fuera la Provincia del Tucumán. Hasta entónces Catamarca, Salta y Jujuy habian luchado con ventaja contra Tucumán reputada entonces como ahora el “Jardin de la República”. Dejaremos para otro artículo la relacion del cambio que empezó á operarse desde el momento en que se oyó el silvato de la primera locomotora en la cuenca del Río Grande de Tucumán llamado Salí. III Como se ha citado el año 1860 haré una reseña á grandes razgos de lo que era el aspecto comercial de las Provincias que antes fueron parte de la Gobernación de Tucuman, dejando de lado á la de Córdoba, que para los efectos de esta relacion podra en aquel entonces considerarse como el Litoral. Empezaremos por la Rioja. En la parte de los Llanos era en su mayor parte pastorial, sin perjuicio de que hubiese su regular numero de arrieros, como que su inmediacion á las muladas de Córdoba y San Luís les permitía adquirirlas con cuenta; pero el gremio cargador estaba radicado en la misma Capital, de donde se distribuían para todas partes, y, cuando otros carguíos faltaban, conducían cantidades de naranjas á Córdoba; y sea dicho de paso, que pocas hay mejores que los que se producen en la ciudad de la Rioja. Los viñedos se hallaban en la costa de Arauco y Anjullon, Machigasta, Valle de Famatina y otros inmediatos, y en Chilecito la viticultura alternaba con la minería. Todo el país producía maíz, trigo y alfas para sus necesidades: la gente era pobre y felíz; mejor conocían a Bolivia que a Buenos Aires, y de allí traían cargas de plata sellada de aquella que despreciábamos bajo el apodo de “cuatros bolivianos”. ¡Cuántos no desearían tenerlos hoy!, con ser que solo valen la mitad. No faltaba tampoco el “sobornito” de café de Yungas de chocolate de Apolobamba, ni ménos el “cesto” o “tambor” de coca, para los viciosos de este artículo. En obsequio á la verdad debo observar, que los catamarqueños pecan más por este lado que los riojanos; y no está demás agregar, que digo catamarqueño en el sentido lato, y no con restriccion á los del Valle, que son los que ménos uso hacen de la coca. En Santiago se dedicaban a la vida pastorial y en los bañados de Dulce y Salado al cultivo de los cereales. Por otra parte, había una floreciente industria de telas burdas, ponchillos y otras piezas que se vendían en grandes cantidades por todas partes. Algunas de ellas tambien eran finas, y aunque de la lana ordinaria del país, he visto ponchos que rivalizaban á la espumilla, y que eran impermeables al agua; como que eran tejidos á todo vigor de “pala”. De esta provincia se sacaban Página 117


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“Toros” y Mulas para Chile y Bolivia, amen de gran cantidad de grana, miel, cera, etc. No faltaba tampoco uno que otro Ingenio de azúcar en escala microscópica, con su trapiche de madera, como aquellos que se ven en las láminas de los historiógrafos viejos de nuestra América. Empero una de las fuentes de la riqueza de Santiago estaba en sus indiadas que salían á todas partes á trabajar, desde Tucuman hasta Buenos Aires, y volvían á Santiago á gastar allí sus ahorros con el primer canto del coyuyo. ¿Quién no se alegra cuando oye el estridente chirrido de chicharras y coyuyos en los inmensos algarrobales? El hombre sueña con su aloja, las “huahuas” con la dulce vaina de la algarroba blanca, que devora aún en estado de “tacuyuyo” y las bestias del campo, sin excluir los perros, zorros y otros carnívoros, sacan barriga de mal año. Es el maná del cielo que cae á la tierra y todos se hartan. En Buenos Aires se acuerdan del patay ese “pan de algarrobo”, pero es para lo que menos sirve este precioso regalo de Dios á los desiertos de la Argentina. Este es el forraje de los forrajes, y en el corral huahuas, zorros y perros se disputan con el buey y cabalgares el dulce manjar. ¿Pero dónde he llegado? No pensé hacer la apoteosis del Prosopis Dulcis, pero hecho está y siento que el poeta no esté á la altura de su tema. Tucuman era en aquel entonces una Provincia mucho mas pequeña que lo que es ahora. Su parte mas rica estaba cubierta de bosques seculares y pantanos enfermizos. Una raquítica industria azucarera daba escaso rinde, que no alcanzaba á llenar las necesidades propias, y que muchas veces se reducía á tabletas y chancacas para poderse realizar. En calidad era inferior á la de Salta, y aun á la de Catamarca. De los tabacos, suelas y pellones tenía la provincia su principal entrada. El maíz era abundante, el trigo se cosechaba, y las haciendas de Tafí daban su rico queso entonces como ahora; pero la carne era de mala calidad y los engordes flojos, como tiene que suceder cuando los pastos son muy llovidos. El tucumano con su génio alegre y simpatico hacía lucir su Provincia y con el primer silvato de la locomotora se preparo la poblacion para dar ese salto, que la ha colocado hoy donde está con admiracion de todos. Salta fué siempre una Provincia intimamente ligada a su comercio con Chile y Bolivia. Las guerras civiles la habian dejado ilesa. Los vecinos eran hombres de fortuna, sus productos en haciendas, vinos, cereales, suelas, etc, eran de importancia, y sus comerciantes compraban grandes tropas de mulas que se realizaban en todo el Pacífico. Las mercaderías se introducían de Chile por la Cordillera á lomo de mula, y eran muy buscadas por los que preferían esos gustos y calidad á los del Litoral. El comercio con el Oeste de Catamarca era de importancia, y allí se realizaban muchos de los productos de esta Provincia, y de retorno se traían los géneros de ultramar, el azúcar, café, coca, estaño, suelas y objetos de talabartería en general, que eran mucho mas estimados que los de Tucuman, tanto por su calidad cuanto por su gusto. Los salteños en aquel entonces eran los banqueros del interior. Las señoras atendían el negocio á la par de los hombres; y los Departamentos de Catamarca, en imitacion de esta costumbre, enviaban á Salta familias enteras, que iban con su negocio de dulces y telas y volvían con el retorno de lo que precisaban hasta enterarse el año. El camino de Belen á Salta en los meses de invierno parecía una série de pueblos nómadas, que emigraban de un país á otro; pero en realidad no eran mas que madres de familia que con hijos y todo pasaban á Salta á vender y comprar, y que Señoras ellas debían entenderse con Señoras tambien en su comercio, al llegar al gran emporio del Norte. Página 118


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IV En el anterior capítulo parece como si me hubiese disparado por la tangente, más no es asi en realidad. Los que no han vivido en el Interior en aquel entonces, ignoran lo íntimamente ligadas que estaban todas esas Provincias. Los ricos aguardientes y pasas de moscatel, las tropas arrogantes de mulas marchaban de San Juan al Norte, y los que volvian hácia el Sud conducían el azúcar, las suelas, etc. etc. Era una chorrera que no se cortaba. Tan conocido era el San Juanino en el Norte, que el uso frecuente de ese nombre habia producido ya su forma abreviada, y todo el mundo los trataba de Schanjuas, con esa S como X Catalana ó Portuguesa. Catamarca puede decirse que era el punto céntrico de todo este tráfico, del que percibía grandes beneficios, puesto que sin cobrar un solo centavo de peaje recibia sendos miles de entrada con los gastos indispensables del tránsito. Veamos ahora como se manejaba la Provincia que da título a este estudio. La Provincia de Catamarca fácilmente se reparte en tres secciones delimitadas por dos vastas Cordilleras, que más al Norte se unen con la de Aconquija: la primera puede llamarse del Este, y se extiende desde Santiago hasta la división de las aguas, en la cumbre de las Sierras del Alto y Ancasti; linda por el Norte con Tucuman y por el Sud con Córdoba. La segunda es la del Centro, que consta de un gran valle encerrado entre las Sierras del Alto y Ancasti por el Este, y de Ambato por el Oeste: por el Norte la reunion de todas estas Sierras divide las aguas con Tucuman, y por el Sud el campo abierto se extiende hasta la raya de la Rioja. Este Valle consta de dos cuencas, una que recibe las aguas reunidas del Valle y Paclin, y la otra que conduce las aguas de Singuil al Rio de Marapa, por el unico portillo que atraviesa el maciso que encierra este valle central por el Este. La tercera Seccion incluye todo aquello contenido entre las Sierras de Ambato, Aconquija y la Cordillera de los Andes; por el Norte linda con Tucuman, Salta, Bolivia y por el Sud con la Rioja. La Seccion del Este se forma de los Departamentos de la Sierra, llamados, El Alto, Santa Rosa, Ancasti, y La Paz. Con este territorio contribuyo Santiago del Estero cuando se fundó la jurisdiccion del Valle. Esta region en su mayor parte es pastoril, pero tiene tambien sus labranzas, donde alcanza el agua para el riego. Sus rios son varios y en otra época debieron descargar sus aguas en el rio Dulce ó sus afluentes. El año 1860 habia muchas curtiembresy esta era la principal industria. Los San Juaninos, etc. compraban las haciendas que sobraban para conducirlos á Chile, despues de invernarlos en los alfalfaresde los Valles Andinos. Una buena parte pasaba á Tinogasta, Copacabana, etc., para de allí ser copnducida á Copiapó por la Cordillera de Mulas Muertas y Pircas Negras. Los Comerciantes del Este se surtian en la ciudad de Catamarca, y habia mucho movimiento. Las casas de la Capital introducian de Córdoba, Rosario y aun de Buenos Aires. La Seccion Central consta de las cuencas de los Rios del Valle y Paclin y Rio de Singuil con sus afluentes: contiene el Departamento de Capayan, cedido por la Rioja, juntamente con el de la Capital; y los de Valle Viejo, Piedra Blanca, Ambato y Paclin, que antes pertenecieron á San Miguel de Tucuman. El Valle de Capayan es pastoril en el centro y este, y de labradío al oeste, por abundar alli los arroyos para el riego. En lo que fué de Tucuman se hallan las famosas Página 119


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Chacras, y alli se cosechaba el algodon, la pasa de higo, vinos, aguardiente, tabaco, ají, aniz, cominos, etc., algo de caña de azúcar, y en los alfalfares se invernaba bastante hacienda para el consumo y para la exportacion. Los cereales eran abundantes en toda la region, y todas las faldas estaban pobladas de ganado. En la Capital el Comercio se hallaba floreciente. De toda la provincia acudian allí á surtirse, y de la venta de arreos de toros y de tropas de mulas y burros en Chile y Bolivia se llenaba el pais de circulante en efectivo. El cuatro boliviano era la moneda preferida, por que en ella tenian que hacer sus pagos en Córdoba y Rosario. A mas de esto contaban con los valores de los Cobres y los giros que sobraban, se vendian en Tucuman y Salta. La vida sencilla de las familias aumentaba la riqueza. La Administracion era económica. Un presupuesto que no alcanzaba á 50,000 ps. dejaba superavit, y en esa época se empezó y concluyó el Cabildo y se empezó tambien la Matriz. La Cordillera del Ambato que sirvió en otro tiempo de límite entre Londres y las jurisdicciones de la Rioja y San Miguel por ese lado supera el Centro de Catamarca de sus Departamentos del Oeste. Ellos son Andalgalá, Saujil-Poman ó mejor dicho Los Pueblos, Belen, Tinogasta y Santa María. Estos antiguamente formaban la jurisdiccion de Londres con asiento de la Capital en Poman, y á ella como nucleo se agregó todo lo que el Rey tuvo á bien cercenarle á la Rioja, Santiago y San Miguel. Esta es la parte verdaderamente Andina de la Provincia y consta de las cuencas de los rios de Andalgalá, Belen, Tinogasta, Santa Maria y los varios rios de Los Pueblos, todos ellos levantados en su totalidad para el riego. Andalgalá se hallaba en estado floreciente con sus minas de las Capillitas y los Aguardientes que exportaba á Bolivia, que en aquel entonces valian ciento y mas pesos la carga, fuera de lo que se lucraba con los retornos. A la sombra de las minas se habian levantado muchas otras industrias, y la afluencia de jente y de arrieros daba lugar á un comercio muy activo. Las mercaderias se introducian de Catamarca, de Córdoba y aun del Litoral; pero no alcanzaba á llevar el valor de la exportacion, y El Fuerte contaba con un excedente disponible en el puesto de embarque de sus Cobres. La prosperidad de los Mineros trajo el aumento de los viñedos y nació en ese tiempo la industria viti-vinícola. Los Mineros y Exportadores de licores á Bolivia sin ayuda del gobierno se habrieron caminos para todas partes. Los arrieros de la Rioja y Catamarca, y aun los de San Juan y Copiapó llenaban los faldeos de las Capillitas. Por todos lados sonreia la prosperidad. Las Estancias del Fuerte eran y son de las mejores de la Provincia, pero no alcanzaban para el consumo de las Minas, y se traia hacienda de toda la Provincia. Los cereales eran escasos, pero se introducian de los vecinos Departamentos, y la Capital colocaba en estos reales de Minas mucha parte de su cosecha de pasa de higo y ají. Santa Maria se repartia con el Fuerte la riqueza de las Capillitas, y los Ingenios en eso no ayudaban á consumir las abundantes cosechas de cereales y vinos, y el excedente se llevaba á Tucuman para volver su valor en azúcar, suelas, objetos de talabarteria, etc. Tambien invernaba toros para Chile. Belen con su abundante poblacion servia á los Ingenios con sus peonadas y vendia sus pingües cosechas de cereales á los establecimientos. Por otra parte tenía una floreciente industria de tejido de vicuña y lana que colocaba en Salta, Tucuman y el Litoral á cambio de mercaderías. Página 120


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Los troperos de Salta que compraban mulas en San Juan, dejaban gruesas sumas todos los años por los pastos que consumian al cruzar por este y el Departamento de Santa María. Tinogasta era el Departamento de los cereales y de las invernadas, pero su tráfico era con Chile, y á Chile emigraba su exceso de poblacion. En los Pueblos, verdaderos Pueblos de Indios, la gente vivia con comodidad. Trabaja una parte del año en los grandes centros y el resto del tiempo se lo pasaba cantando y bailando, tomando aloja bajo sus “Arboles” seculares como lo habran hecho sus abuelos y sus antepasados antes de la Conquista. Todos tenian su algo de cosecha, nadie era rico, pero nadie tampoco era pobre. La paz y la prosperidad sonreian en Catamarca. Las vecinas Provincias la miraban con envidia. El que algo tenia lo gastaba en su pais y como poco gastaba, mucho le sobraba; y como no había entrado ni el lujo ni la ostentacion, el pobre no tenia que arruinarse aspirando á lo imposible. En toda la República las condiciones eran las mismas: la mensajeria ó alguna galera vieja para el rico, la carreta de bueyes ó una mula para el pobre y para las mercaderias; y lo que no pudiese cargarse en estos en el Litoral quedaba. Empero esta vida idílica no podía durar y con los cañonazos de Pavon sonaron los dobles de este último fulgor de la vida Colonial. V El Ferrocarril Central á Córdoba abrió nuevos horizontes á las Provincias del Interior, pero ni ellas mismas se daban cuenta de lo que les estaba por suceder. Me acuerdo que en Córdoba el tema favorito de los sermones de Semana Santa en vísperas de llegar allí, la locomotora, era la invasion de males que amenazaba á la docta y devota ciudad; otros veían próximo el milenio. Ni una ni otra cosa sucedió, pues aún la vía férrea requiere que el pais se acostumbre á ella. Mientras los rieles se mantenian en Córdoba puede decirse que no se alteraban las condiciones normales del resto de la República, antes al contrario el bien de esa plaza repercutía en todas las demás. La Pampa, carrera de los Indios del Sud, y los del Norte, se salvaba para siempre de las incursiones de estos Nómades del desierto, y ya no era necesario dormir adentro de los rústicos fortines, vergüenza de la época, y se convencían todos que la Conquista del desierto se hacía un hecho. Hasta aquí puede decirse que todas las Provincias eran hijas de la Nacion, todas venían á ser igualmente favorecidas, y todas seguian haciendo sus consignaciones á Córdoba y sacaban sus retornos de allí, sólo que con más comodidad. El día empero que se dió el primer azadonazo para la continuacion de la vía hácia el Norte, surgió el desequilibrio y recibieron la herida de muerte las Provincias que quedaban á un lado y atrasmano de la proyectada extension llamada Central Norte. Naturalmente los efectos tardaron algo en hacerse sentir como sucede en tales casos, por ejemplo en Inglaterra, donde la ruina producida entre los agricultores por el Libre Cambio ha tardado medio siglo en declararse. Así en Catamarca, Rioja, Salta, etc., en medio de los regocijos al pensar que avanzaba la línea de los rieles nadie se fijaba en la nuvecilla precursora de la decadencia para ellas que armaba en lontananza. Lo primero que se produjo en Catamarca fué el divorcio del comercio de las Sierras del Alto y Ancasti del de la Capital, y la emigracion paulatina de una buena Página 121


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parte de la poblacion. En seguida se notó que los arrieros, es decir dueños de tropas de mulas cargueras, ó las vendían ó entraban en un negocio de carros activo en el trabajo de línea, lo que de un golpe redujo á la mitad el número de mulas con que se contaba para el carguío de las minas, etc.; y si no se fueron todas, fué simplemente por que debían gruesas sumas á los Empresarios y éstos no le permitían dejar el trabajo. Pero con esto y todo, la desercion se aumentaba, y cuando el tren entró á Tucumán, Catamarca y la Rioja quedaron exhaustas de mulas y de arrieros que corrieron á llenar los caminos á Salta, Jujuy y Bolivia. La vía férrea era costeada por la Nacion y al favorecer á la zona que habilitaba, desheredaba á las que quedaban atrás. Como era muy natural las Industrias de Catamarca todas empezaron á languidecer. Los Ingenios de Tucumán, escasos de brazos, y que reconocían el valor del peon catamarqueño, dieron principio á ese sistema de enganches que ha despoblado á todo el Oeste de nuestra Provincia. Sin arrieros, sin peones, sin caminos, sin recursos, ¿cómo es posible que prospere Industria alguna? Catamarca hoy vive como una dependencia de Tucumán, y los del Oeste miramos á esta Provincia como la que nos dá el pan; pero para recogerlo tenemos que pasar las penas del purgatorio, que correr los riesgos del atrevido que sube la cucaña, ó se trepa al rompe cabezas. La señora Eliza de Priestley(1) solia decir, que los caminos del Fuerte á Tucumán, eran como para hacer llorar á gritos, y no obstante por ellos tenemos que arrear las mulas, aquí me caigo, allí me levanto, desfondando barriles, despeñándose muchas de ellas, cogiendo chuchos, corriendo peligros hasta de tigres, y ¿todo para qué? para depositar los vinos en poder de agentes y perderlos á veces todos. Tarde, y muy tarde se le dió á la Ciudad de Catamarca su Ferro-carril. Su ruina estaba ya decretada, y la reaccion febril de esos dos ó tres años de ilusiones, solo sirvió para arrojar á sus vecinos en el camino de los gastos fastuosos del Litoral. Catamarca, la Ciudad, no era el centro industrial de la Provincia: á ella se le daba vía férrea sin que tuviese mayor cosa que llevar ni traer; mientras tanto el Oeste, rico por sus minas, rico por sus viñas, se hundía en el mar de dificultades que le habia creado el nuevo estado de cosas. El comercio del año 1894 está fundado en las facilidades que proporciona el vapor en sus varias aplicaciones. Los compradores de vinos se guardarán muy bien de meterse en rincones que están á tres dias en mensagería de una Estacion y á 10 en carros para carga. La situacion del productor de vinos es esta. Despues de correr todos los riesgos, del labrador, langosta, hielos intempestivos, pedrisco, etc., y de haber tenido que tomar dinero de 1 1/2 y 2 por ciento mensual, porque no hay Bancos para él, se vé obligado á buscar arrieros y de vitivinicultor que era, volverse comerciante en vinos. Al minero le sucede algo peor. El carguío de las Minas no está de moda. Ni el Metal ni la Barra tienen el aliciente que el vino para el buen arriero. Allí están las ricas Minas de las Capillitas paralizadas porque no hay como movilizar sus valores. La misma promesa de vía-férrea que no se realizó vino á servir de perjuicio, porque los vecinos del Fuerte, creyendo que llegaba su salvacion con el tren, apuraron su crédito para aumentar la producción, y hoy se vén sin ferro-carril y con compromisos sérios contraidos, q´no los dejan resollar. La verdad sea dicha: el Oeste de Catamarca, es decir su region productora y (1) Se refiere a la señora ELISA DÍAZ DE PRIESTLEY, hija natural de don Miguel Díaz de la Peña gobernador de Catamarca en los años 1830-31 y hermana de María Josefa Díaz, esposa de Federico Schickendantz (N. del E.).

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más industriosa, la Nueva Inglaterra de marras, cuya capital de Lóndres aún se conserva como un recuerdo sagrado, habra llegado á un singular apogeo de prosperidad sin más ayuda que la de sus propios esfuerzos. En igualdad de circunstancias nos creíamos capaces de lucrar con ventaja en el certámen interprovincial; pero favorecida Tucumán con todo el valor del Tesoro Nacional, y abandonados nosotros á todo el rigor de una paralisis producida por el mero hecho de haber quedado desheredados de las ventajas prodigadas á la Provincia hermana, nos vemos hoy hundidos en la miseria, y esperanzados únicamente en el mendrugo que nos alcanza aquella Provincia más afortunada. ¡Y se me querrá decir que la Nacion no tiene deberes que cumplir para con Catamarca y la Rioja! VI Como se ha dicho ya en otros términos, la via férrea llama la actividad comercial, la prosperidad material, la concurrencia, la población, etc. de los pueblos, y ¡ay del que se quede atrás de la órbita de este remolino! La anemia, el aniquilamiento, la desaparicion tiene que ser su único porvenir. Dos modos, por no decir tres, tienen los pueblos de procurarse este bien. El primero es cuando el pueblo por sí se lo procura para sí; el segundo es cuando un gobierno paternal se lo prodiga al pueblo, su hijo; y tercero, cuando las necesidades de fin del siglo XIX se lo imponen á alguna nación rehacia, que les estorba con ideas rancias, contra las que solo cabe aquel supremo argumento: vi et armis. Mi asunto solo tiene que ver con los dos primeros casos. El primero solo puede ofrecerse en el Viejo Mundo, en que la sociabilidad es ya inmemorial de vieja, la riqueza inmensa y la ciencia y experiencia sin límites; fuera de esto está la costumbre arraigada desde abalengo de asociarse para buscar resultados aunque ellos no sean de inmediata realizacion. En igualdad de condiciones se hallan los Estados de la América del Norte, en que se ven reunidos todos los caractéres de la raza blanca del Oeste de Europa sin mezcla alguna de indigena, de suerte que allí se halla una nueva edicion de la vieja Europa en todas sus manifestaciones, muy particularmente en aquellas que se relacionan con la raza Anglo-Sajona, encarnación acabada del buen sentido práctico sin el cual las mas brillantes emanaciones del genio y del talento suelen estrellarse ante la fuerza inquebrantable de la marcha del mundo. Estas naciones han desarrollado sus sistemas de ferrocarriles con total independencia de sus gobiernos, y sin mas privilegio que el de poder penetrar por todas partes, prévia indemnizacion del perjudicado. En la América Española, la declaracion de Independencia fundó nacionalidades en que el elemento mayor era indígena, del remanente mucha parte mestiza, y contados los de raza pura blanca. Los hombres de idea, de iniciativa, en su mayor parte se hallaban entre los últimos, y los demas los seguian; mas asi como obedecieron cuando se trataba de levantar el grito de Libertad, la misma obediencia prestaron cuando eran llamados á formar en las filas del Caudillaje. Estos caudillos ora eran los Caciques y sus lugartenientes, ora Cabecillas de raza mas ó ménos europea que se sometian á la tradicion caciquera, y se amoldaban á ese modo de vivir. El año 1860 la gran mayoría del pueblo Argentino era Indio ó por entero ó Página 123


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por mitad, y lo que le convenía era el Gobierno Paternal. Se le concedió la forma representativa por una temporada, pero el mismo Pueblo se hizo cargo de renunciar aquello que le estorbaba. El Gobierno Paternal de las Provincias haciéndose oir en la Capital Federal hizo reaccionar al mismo Gobierno Nacional, que sin sentirlo se convirtió tambien en Paternal, y como tal ha obrado desde aquel entonces para bien y para mal de sus gobernados, como en cualquier otra forma de Gobierno en que se hace oir la voz del siglo XIX. Concluida la guerra civil de la época de Pavon y colocado en Buenos Aires el asiento del Gobierno Nacional tenía este que seguir en la huella de brillante progreso dibujado por los fogosos Bonaerenses, que soñaban con hacer llegar á su Patria al primer lugar de la América del Sud. Por eso, y con paternal empeño, se dió principio a los ferrocarriles al interior, con recursos Nacionales, desde que la Nación garantía un mínimun de lucro y hasta en algunos casos aumentaba el aliciente con zonas de tierras considerables. Un Gobierno Central paternalmente daba vías férreas y telégrafos y en pos de de estos adelantos se hacia paternal la influencia que ejercia en la política tambien. Durante 30 años se ha ido enseñando y aprendiendo que todo debe esperarse del Gobierno Nacional. Esta construccion de ferrocarriles, costeadas directa ó indirectamente por el Tesoro Nacional, era precisamente lo que este estaba llamado á hacer. El Gobierno Nacional tenía conciencia hecha de que á sus espaldas contaba con inmensas riquezas de todo género que explotar, y a fé que nunca se ha equivocado en este camino: pero ellos tendrian que permanecer ocultos en las Pampas de Buenos Aires, los Chacos de Santa Fé, y Pantanos de Tucuman, Orán, etc. si con paternal empeño no se procedía á sembrar la vía de rieles. ¿En qué pues consistió el error y la injusticia? En esto: que antes de dar el primer azadonazo de Córdoba al norte no se hubiese hecho un estudio de la red de vias férreas que con la mayor economia pusiese á todas las Capitales de Provincias cis-Platinas en comunicación directa con Córdoba, incluyéndose en la red los centros industriales existentes que no coincidiesen con las Capitales como sucede en Catamarca. Se cuenta de un gran personaje, que al entrar á Tucuman por primera vez con el tren, se expresó así: El primer mes tendrán carga, el segundo solo que metan las casas en los vagones, y en el tercer, los habitantes se irán con muebles y todo á Buenos Aires. Así creian muchos en Tucuman, así creen todos en Catamarca y Rioja: pero otra menta seria la que se sacára si no se le hubiese dado á Tucuman una prelacion de casi 20 años en la entrega de su hijuela como hija de la Madre Patria. Catamarca vió entrar la locomotora á sus puertas en momentos que asomaba la crisis espantosa que se ha hecho sentir en todo el mundo desde el año 1889.- ¿Se me querrá decir que esta via férrea está demas porque Catamarca carece de industria? ¿Cómo serian las de Tucuman cuando el personaje aludido se expresó con tanto desencanto de su importancia? Catamarca hacia años que marchaba para atrás por las mismas causas que habrian á Tucuman las puertas de un porvenir brillante, y la llegada del ferrocarril en tales momentos le produjo el efecto de una comida opípara en cuerpo de un enfermo que oscila entre la vida y la muerte. Catamarca comercialmente hablando habia perdido sus Departamentos del Este, los del Oeste marchaban rápidamente á su Página 124


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ruina, mientras que los del Centro consumaban su desventura persuadiendose que la hinchazon de valores producidos momentáneamente por el dinero de los Bancos y Ferrocarril importaba riqueza sólida é inagotable. VII Cuando en mi anterior artículo ponderaba los desastrosos efectos producidos por la entrada de la locomotora á Catamarca debí citar la preciosa cuarteta de la Fábula “La Flor y la Nube”: “Si el pobre á rogaros vá No le mireis con desdén, Que es muy triste hacer el bien Cuando es inútil ya quizá” El Laborioso y nunca bien ponderado ciudadano Mardoqueo Molina exaló su último suspiro soñando en fundar industrias que colocasen á su amada Provincia en el caso de poder aprovechar la via-férrea cuando llegase á sus puertos; pero pasó á mejor vida sin realizar sus sueños de oro, y no quedó en Catamarca quien levantase su manto. No se llame a esto divagar; solo se rinde homenaje á uno de los hijos más beneméritos de Catamarca, cuyo único defecto fué, si es que defecto puede llamarse, que se anticipó á su época. Empero es yá tiempo de volverme á encarrilar en mi tema. Hablamos de Gobierno Paternal y de sus actos como Padre de la Familia Nacional. Como tal el Argentino por razon de estado estaba en la obligación de dotar á cada capital de Provincia con comunicacion férrea directa á Córdoba ú otro punto céntrico, sin tener en cuenta para nada la cuestion de lucro. Vias férreas y telégrafo, son aparte de toda otra consideración, el medio mas eficáz de mantener el órden interno y de garantir las fronteras: es una medida estratégica, que ningun país puede relegar al olvidoó á la casualidad. Una Nación que se respeta, y quiere hacerse respetar necesita tener fácil acceso á sus fronteras, máxime si estas son dilatadísimas y delimitan con paises que facilmente pueden dominarla. Por esta razon, aun cuando no mediara otra alguna, (y bien se sabe que si medían) fuerza era que de algun centro se extendiesen rieles y alambres eléctricos á puntos como Mendoza, San Juan, Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy y Orán, para que por ellos volase el aviso del peligro, y por ellos se retornase el remedio. No es de mi propósito entrar á considerar en este trabajo la injerencia relativa de cada una de las plazas fuertes que deberian garantir las fronteras Andinas, ni de discutir las ventajas que podrian resultar al ejercito Nacional si en lugar de gastar su fuerza y vigor en un Capua o un Nola, como tiene que ser para ellos una gran ciudad como la Capital Federal, estuviesen adquiriendo ciencia y experiencia en la region Andina; mi asunto se limita á Catamarca y á hacer ver que conciliándose los intereses estratéjico-nacionales con los comerciales nos vendria la seguridad del perímetro de la República Argentina por esta parte, y la prosperidad de un gran centro industrial que hoy yace postrado en la inercia que precede á la muerte. La Argentina no carece de hombres capaces de apreciar la importancia extratéjica de ese rincon de la República llamado Catamarca; pero es necesario hagan lo que el Sr. Ministro Terry, es decir, que visiten los Valles Andinos de esta parte, que se impongan de los accidentes de su Geografía Física y estudien de antemano todo el partido que de ellos se puede sacar. Indudable es que lo primero que se les ocurrirá es que hay que poner la cuenca de Tinogasta y Antofagasta (porque una sola son) en comunicacion directa y férrea con Chumbicha. La misma linea que presta el servicio estrategico vendría á habilitar toda esa region importante en lo comercial tambien. Página 125


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Es muy sabido que el mejor mediode asegurar la paz es estar preparado para la guerra. Los millones de soldados en la Europa con todo su valor, pericia militar y material de guerra, sin igual en la historia del mundo, pero tienen ménos gana de acometerse que los tercios mal armados é insignificantes de la época feudal. Más hoy más mañana la extensión á Tinogasta tiene que realizarse; pues entonces que sea hoy y no mañana, porque mañana acaso sea ya tarde en más de un sentido. Puesta la punta de los rieles en Tinogasta se imponen los ramales á puntos como Belén, Fuerte de Andalgalá y Pueblos de Catamarca y la Rioja. Y téngase presente que estos ramales no devieran ser vías ostentosas y capaces de conducir todo un tren de guerra, sino humildes Tremvías Rurales como los que hacen el servicio á Villa Devoto, Pilar, etc. en los alrededores de Buenos Aires. Estos cuestan poco y se sostienen con poco; pero bastarían para resucitar las moribundas industrias de toda la cuenca del antiguo Lóndres. El lujo de líneas troncos debe reservarse para las Capitales y puntos estrategicos, los modestos ramales, de poco costo en su instalación, darían resultados casi inmediatos por lo mismo que los dividendos exijibles serían en proporcion á los capitales invertidos, y á las entradas de la region habilitada. Los Pueblos de la precitada Cuenca de Lóndres tienen derecho á exijir que se haga efectiva la obligacion que gravita sobre el Gobierno Nacional de garantir sus fronteras; porque realizada esta obra les viene de cajon lo que hoy talvez seria una quimera. En paises nuevos los ferrocarriles no se costean al principio; más si reunimos la razon de estado con las conveniencias comerciales, etc., de cada localidad, veremos que los sacrificios pecuniarios para el erario público son tan obligatorios como se hacen cuando estalla una guerra, sacándose los recursos aún de donde parecía que no existían. Se me dirá que el momento es de crisis y que el Gobierno y Concesionistas estan escarmentados con tanto capital invertido que no produce la renta que se esperaba; pero esto ha sucedido en todas partes. La propia Inglaterra el año 1848, 18 años despues de abierto la primera via-férrea entre Manchester y Liberpool se encontró envuelta en la más tremenda ruina, y todos los que entraron en ese negocio perdieron el todo ó lo más de sus capitales; y eso no obstante siguieron adelante, y otras naciones á la par de aquel pais, desarrollándose el espiritu emprendedor en proporcion á las facilidades que les proporcionaba el nuevo modo de moverse. Lo curioso es que el caso de Catamarca es excepcional. En todas las demás Provincias puede decirse que la Capital de halla planteada en el centro de sus regiones más productivas. La naturaleza empero se ha hecho cargo de separar la cuenca de Lóndres de la de Catamarca de la manera más marcada. Solo en lo Político tiene el Oeste dependencia de la Capital, porque la direccion de sus valles, el desagüe de sus rios apuntan hacia Córdoba mientras que el estupendo cordón del Ambato es una valla insalvable, que nos privará siempre de utilizar la vía-férrea de la ciudad á Chumbicha. Lo que hoy busca el Oeste es la comunicacion fácil con Tucuman, porque en la actualidad solo se trata de exportacion; y los que viven en regiones favorecidas con víasférreas ni sueñan en meterse en lugares en que, cuando mejor les vaya, tienen que padecer por 48 y 72 horas en Mensajerías. Constituidos como estamos no entra el hombre de afuera, los de adentro carecemos de capitales y de conocimientos para aprovecharnos como es debido de los recursos naturales que el país está brindando. VIII Es ineludible pues la obligacion en nuestro Gobierno Paternal de proveér á las necesidades estratégicas y económicas de esta parte de su territorio; por lo tanto concluiré Página 126


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este estudio haciendo relacion de las Industrias existentes ó latentes en la Provincia, no como otros tantos argumentos de favor de de su habilitacion, por medio de la vía-férrea, sino como parte de las ventajas que resultarán á la Provincia en particular y á la Nacion entera en general si el Gobierno General cumple con su deber y con su consigna de tener como acudir á cada rincon de su propia casa, cuando se ofrezca el caso. En primer lugar lo primero que sucede es la inmigracion. El Colono Europeo se escusa por lo general de penetrar á un cul de sac y para él lo es esto todo todo rincon de la República que no cuente con su ferro-carril. Y cuidado que en este punto se toca algo crucial y que afecta de una manera especial á las Provincias de Catamarca y la Rioja, sobre todo á la primera. El ferro-carril tucumano con el desarrollo jigantesco de su industria azucarera produjo tal emigracion de aquí allí que ha quedado esta Provincia exhausta de gente jornalera. El Italiano, Español, etc. rehuye el riesgo de las enfermedades palúdicas. El Indio ó Mestizo de los Valles Andinos es fatalista y halagado con la fuerte prima de los llamados “enganches” contrae compromisos que dificilmente puede solventar antes de entregar sus huesos al mismo suelo de donde recoje los gérmenes de su temprana muerte. Llegará momento en que el criollo ya no existirá, ni para lucro de los Ingenieros de Tucumán, ni para bien de las Provincias que los vieron emigrar de sus abandonados valles, y entonces se verá Tucumán obligado á valerse de Chinos ó “Tules”(1), únicos que pueden soportar el clima, á la vez que ganan sueldos compatibles con exito en aquella industria. Catamarca favorecida por su clima, aunque despoblada hoy, ofrece hogar y trabajo al Colono Europeo. Amenos valles se extienden por todos lados y la naturaleza de su suelo obliga á esa “Petite Culture” que tanto ha contribuido á enriquecer la Francia. Todo lo han comprendido ya los dueños de Fundos y varios de ellos han repartido sus viñedos y tierras de pan llevar entre familias de Italianos, verdaderos Colonos, que trabajan en aparcería con grande economía y mejor éxito, pues ellos, sus mujeres é hijos de ambos sexos con toda la briosidad (2) y empeño hasta dejan de comer uvas para tener más que entregar al “Señor Patrón”, por sus cabales, se entiende. Esto sucede hoy con las Haciendas en los bajos, y en los altos con aquella parte que está reservada á la agricultura. Empero, que será aquel dia en que los estancieros entreguen sus vacas á familias que les produzcan quesos como los Gruyére, Parmesano, etc. Ello traería la mejor cría, evitaría por completo el daño del Pájaro, ese Cóndor de los Andes, cuyas hazañas como merodeador delos aires aún están por escribirse, y se centuplicarían los rodeos porque sabido es que el cuidado del hombre todo lo aumenta pero para ello se necesita que este sea efectivo. No es necesario aquí ponderar mucho lo que el suelo de Catamarca brinda al que pretenda explotarlo en todos sus ramos. En primer lugar ofrece un clima benignísimo durante 8 meses al año, si bien en los bajos los otros 4 son de un calor subido, pero soportable por la sequedad del aire. En toda la Provincia podrán fundarse Sanatorios para los tísicosdel Litoral, y las fuentes de aguas termales y minerales serán otros tantos centros que llamen á los inmigrantes y sus explotadores. El propio Valle de Catamarca con el tiempo se dedicará á producir reses gordas, fruta y legumbres tempranas para los mercados de las grandes ciudades empezando por Buenos Aires. Ahí está el ejemplo de Cornvall en Inglaterra, nuestra compañera en la ruina cobrera, que mantiene su prosperidad merced á su clima: Allí no ha llegado la crisis agrícola, y es fabuloso lo que dá cada hectárea de terreno. Allí la hectárea produce 20 esterlinas y mas de renta anual al propietario, y en época en que los rastrojos del condado de Essex, á las mismas puertas de Lóndres, no se pueden arrendar á ningún canon por exiguo que sea. ¿A que se debe esta diferencia? Parece fábula ó cuento de hadas: á las flores, á las papas y otras yerbas, y á su clima que se adelanta un mes al resto de Inglaterra; pero en ese un mes hacen su agosto. (1) ¿Habría querido decir Lules? (N. del E.) (2) ¿Habría querido decir “laboriosidad”. (N. del E.)

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La uva de Catamarca es la mas rica para comer. Que se dediquen pues á su cultivo esmerado. Que se pongan parrones de moscatel blanco y negro, de torrontes y otras buenas clases, y se plante el algodon en que acondicionarlas. Háganlas llegar al lugar de consumo en su perfeccion virginal, y ahí me hallarán razon cuando digo que faltarán trenes en qué conducir la carga, sueño de mi malogrado amigo Mardoqueo Molina, y Bancos en qué depositar los valores que producirá ese rico suelo del Valle de la Virgen de Catamarca. Una salvedad debo hacer. Cuando hablo de parrones hablo de aquellos que se arreglan para producir uva y no para llenar zarzos de leña para el fuego. Créaseme, Catamarca tiene rincones en que se dá la Chirimoya ¿y no se podrán producir allí maravillas á precio de maravilla para un mercado como el de Buenos Aires? ¿A qué abundar en más razones por este lado? Lo que dá el bienestar á Cornvall basta para el valle central de Catamarca. Ahora por lo que respecta á la region Lóndres de marras están las Viñas y Viñador: Aquellos esperan el silbato de la locomotora para despertarse de su letargo; éstas siguen á paso lento pero aún con vida, y encaminándose á realizar el sueño dorado de sus vinicultores, el de hacer reconocer la materia prima de uno de los mejores vinos blancos de nuestro continente. El Sr. Francisco Durand (3) hablaba siempre de la posibilidad de producir solo en el Fuerte 100 mil Bordalezas de Vino. Yo en aquel entonces me había extendido hasta las 25 mil; pero hoy reconozco que con el sistema sogas bien arregladas en alambres se puede cuadruplicar la produccion. Hasta aquí me he limitado á hablar del Fuerte de Andalgalá; pero ello es aplicable aún en mayor escala á Los Pueblos, Belen, Tinogasta y Santa María, cuyo caudal de agua de regadío es muy superior al nuestro, si bien peor distribuido y ménos aprovechado. En paises de secano en que el agua es el todo, la produccion debe estimarse segun este requisito indispensable. Tierras buenas sobran en toda la region, lo que falta es el agua con qué fertilizarlas. Entiéndase bien. No pretendemos que la vía férrea se nos dé porque haya carga que mover, sinó que hago conocer el porvenir que le espera á la Provincia de Catamarca aquel dia en que el Gobierno Argentino, por razon de Estado, otorgue la hijuela de su Hija hoy casi desheredada, la Provincia de Catamarca. Samuel A. Lafone Quevedo

Pilciao, Setiembre 14 de 1894

(3) El señor Francisco Durand era un porteño afincado en Andalgalá y dedicado a la producción de vino (N. del E.).

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Federico Schickendantz Samuel A. Lafone Quevedo

Escritos Económicos 9º y último Fascículo

REDACCIÓN

EL PORVENIR DE CATAMARCA EL TRABAJO Y EL AHORRO Carta del Sr. Lafone Quevedo

El Señor Director Nacional de Inmigración D. Juan A. Alsina, había propuesto una cuestión fundamental para Catamarca. ¿Por qué decía, los antiguos vivían en Catamarca mas holgados sin tantos apuros, sin disponer de los medios que la civilizacion facilita? La historia nos enseña cuán prósperos, relativamente, eran estos valles, antiguamente. Los conquistadores pueden dar fé de lo que eran estos pueblos -Los Quilmes en Santa María y las investigaciones del señor Liverani bastarian para ello durante el coloniage, aun superaba la prosperidad en estos valles, respecto del litoral mismo. Hoy hemos quedado sin la propiedad que poseíamos y debiendo el dinero que se importó en la época del mareo, ó sea la presidencia Juárez. El pueblo no puede costear su administración pública, ni privada -Las personas emigran y el Estado recibe subsidio federal. Las causas hay que investigar para esplicar esta anomalía. Hoy somos tan ricos en favores naturales, como antaño. Los caudales de agua son análogos y tenemos mejores caminos. Los motivos son muy complejos, evidentemente. Se abusó del crédito y se malbarató el dinero ajeno.- Esa es la crisis, que pasará, liquidanto lo malo ó enterrando los muertos ó curando las heridas como dicen los yankees. ¿Tenemos agua, base indispensable para todo progreso? Sí; pero hay que reglar la distribucion y aumentarla con embalses, desconocidos ya aquí, donde los aborígenes las usaban, en tiempo de la dominacion incásica. Esta es una obra factible. En segundo término: caminos. La provincia no los tiene propiamente. Los que tocan el Este y Valle de Catamarca, están organizados a propósito para impedir el progreso. Hay que colmar de beneficios á tres empresas, para poder salir al litoral con la mercancía y el gobierno nacional, á quien la Constitucion encomienda los caminos para desarrollar la igualdad en los Estados, no atiende o se deja gobernar por el interés privado de las empresas ferroviarias, desatendiendo en absoluto estas provincias apartadas y empobrecidas, creyendo que cumple su mision federativa arrojando el mendrugo de la subvencion, para que no perezcan. Catamarca posee productos valiosos en la agricultura y minería. Salvándose los dos inconvenientes apuntados que detienen su progreso, será rica, próspera y altiva, como lo fué durante los incas y los españoles. Página 129


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Vendrá lójicamente el complemento despues del agua y los caminos, cual es el ahorro y el trabajo, que nos enseñarán los europeos ó litoraleños, si nos hubiéramos ya olvidado. Esta crisis, que nos amenaza ser permanente, proviene pues, de causas múltiples, de hábitos peculiares y de las condiciones geográficas y naturales del suelo, que nos ha cabido en lote en esta gran Nacion Argentina. Aludimos al modo de ser social, pues la sociedad, es en suma la que se enriquece ó empobrece, segun sean sus inclinaciones al trabajo ó a la ociosidad. Los pueblos nuevos de la América Latina son un ejemplo vivo de aquella verdad. No hay uno de estos paises que se haya sustraido a los efectos de crisis periódicas ó permanentes mas ó menos intensas, cuyas causas hay que buscarlas en su vida económica estremadamente ligada á su vida política. Sin medios suficientes con que explotar las inmensas riquezas naturales se sirven del capital extranjero el cual es franqueado muchas veces con usura. Con este auxiliar onerosos fomentan sus industrias y su comercio, agregando la enfermedad de las discordias civiles. Las revoluciones interiores y exteriores serán por mucho tiempo en nuestra provincia causas de despoblacion y de empobrecimiento y en evitarlas estrivará la mejor política del porvenir. La actualidad económica de Catamarca no permite ningun manejo de ahuyentar al inmigrante con empresas de guerra, cuyos efectos serian desastrosos, para su comercio, su crédito, sus industrias y la causa primordial de una ruina inminente que abatiría todas las fuentes de riqueza. Si realmente somos ricos, en razon de que poseemos materia prima, no lo somos en el sentido de la economía política que considera é estas como un elemento de la riqueza y como capaz de producirla, pero no está producida, por que falta el trabajo del hombre que pueda cultivarla. Se comprende que con guerras internacionales, con revoluciones periódicas no vamos á salir de un estado de empobrecimiento, pues solo el trabajo perseverante y el ahorro es capaz de producir una riqueza y salvar una situacion aflijente.- Los demas medios que se pongan en juego para conseguir el mismo fin , recurriendo á lo ajeno, cuanto menos se conseguirá reagravar un mal que se hace crónico como hemos palpado con nuestros Bancos de plata ajena. Por el momento la política no debe ser otra que la paz, á cuyo influjo se mueve el progreso estimulado por la lucha pacífica del trabajo. En este sentido deben encaminarse los esfuerzos de todos, si se quiere solucionar las cuestiones políticas tanto internas como externas. Lo que ha de servir para armamento que se invierta en la proteccion de la industria, en la construccion de caminos de fierro, en el mejoramiento de la instruccion pública pues la instruccion y educacion es la base sólida de engrandecimiento y superioridad indestructibles. Como documento ilustrativo damos en seguida una carta dirijida al Ministro de Gobierno, por el distinguido señor Samuel Lafone Quevedo:- Pilciao, Febrero 10 de 1896 - Sr. Dr. D. Federico Espeche -Catamarca- Muy señor mio y amigo: Muy grato me ha sido el recibo de la atenta carta de Ud. del 22 de Enero, y otro tanto diré de la nota del Ministerio dando por aprobada la marcha de nuestra Comisión Municipal. Mucho me dá que pensar su carta y lo mismo los articulos que he leido en EL AMBATO. Cierto es que antes se vivia con abundancia donde hoy casi se muere de hambre la poblacion de esta interesante Provincia y una de tantas razones está de manifiesto; Tucuman tiene cuatro ferrocarriles que habilitan su centro industrial. Catamarca solo tiene uno que deja muy á trasmano su region productora. ¿Qué ha hecho el Gobierno Nacional para protejer la industria minera en esta provincia? Sépase D. que en su apogeo el solo mineral de las Capillitas alcanzó á dar de 300 á 400 mil pesos oro en un solo año, sin apurarlas, y que esas minas no están hoy agotadas sino ssofocadas por falta de viabilidad y recursos. Yo agoté mis recursos esperando el genesis de la via férrea prometida, y ya Vd. sabe en qué quedo todo esto. Parece que la Nación tiene millones para gastar en un ferrocarril supérfluo como el de San Cristóbal y le falta con qué acudir al secano del poniente de Catamarca, no obstante que razones estratégicas le impulsan á cumplir con este deber de justicia. El mismo clima de esta Provinciallamaría una numerosa é importante inmigracion, pero para llegar á nuestro oasis hay que pasar por desiertos y páramos, mientras que el comercio Página 130


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moderno dehuye las mulas y mensagerias. La República entera está pagando por este progreso forzado á que la condujo la próspera administracion del General Roca, y le ha pasado lo que á un jóven de 18 años cuyo desarrollo no está en proporcion á sus fuerzas y edad, se expone a morir tísico. Lo que conviene a un país es ese desarrollo sólido y paulatino que le dá tiempo de acostumbrarse á la prosperidad y le enseña á que no equivocar renta con capital, confusion á que se debe muchos de los males de la crisis del 90 que aun tenemos encima. Catamarca tiene elementos de riqueza, mero a la material flojera del criollo se agregan dificultades casi insuperables, y no es de estrañar que en vista de tantos inconvenientes el prudente catamarqueño retroceda á ser un simple cuidador de vacas, única industria que puede serle remunerativa aun cuando para el país sea una marcha hácia atrás. ¿Cómo es posible que progrese un país agricultor? Si tiene que pagar el 2% mensual por dinero, y 10 pesos por hectólitro de flete y gastos para venderlo de 20 á 22 pesos en Tucuman cuando mejor le vaya? Verdaderamente la situacion es desesperante, y el porvenir muy negro. Hoy en dia los capitales no se distancian 30 o mas leguas de una via férrea, y como el capital no viene á la gente, la gente se vá en busca del capital y así se produce la despoblacion de una Provincia. Uno de los casos mas sérios del año pasado es el resultado desastrosos del Censo, y solo Dios sabe adonde iremos á dar si no se pone remedio al desequilibrio producido por la desigualdad en la distribucion de la viabilidad en toda la República. Hoy que la industria cañera está en decadencia será el momento de reimpatriar nuestra poblacion emigrada con el ferrocarril al Oeste y la reapertura de los trabajos de minas. No creí extenderme tanto y pasaré ahora á decirle que bajo cubierta del Sr. Gobernador le remito un ejemplar del Vilela, un eslabon más en la cadena de Lenguas Argentinas. Felicitando a Ud. etc. Samuel A. Lafone Quevedo EL AMBATO-Viernes 21 de febrero de 1896-Año I-N°183

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NOTA ACLARATORIA El siguiente texto de Samuel A. Lafone Quevedo fue escrito el 30 de junio de 1894 y publicado por el periódico EL CONSERVADOR de la provincia de Catamarca entre el martes 6 y el jueves 15 de noviembre de 1894 en cinco entregas de los días martes y jueves, fechas en que salía a la venta el citado periódico. En el mismo año 1894, el ingeniero en minas Emilio Hunicken, y por encargo del Delegado Especial del Gobierno argentino don Adolfo E. Carranza, lo reprodujo en el libro titulado INDUSTRIA MINERA Y METALÚRGICA que contenía folletos dedicados a divulgar la actividad minera de las provincias andinas con motivo de la Exposición Minera y Metalúrgica de la República de Chile de 1894. Al año siguiente, Federico Espeche, entonces Ministro de Gobierno de Catamarca, volvió a publicarlo a partir de la página 131 en su MEMORIA DEL MINISTERIO DE GOBIERNO, 1894-1895. Si bien las tres versiones no tienen casi diferencias, nosotros, en este caso, hemos optado por reproducir la edición original publicada por el periódico EL CONSERVADOR, conservando fielmente su ortografía.

RELACION HISTORICO-DESCRIPTIVA DEL MINERAL DE LAS CAPILLITAS Y DE SUS INJENIOS EN ANDALGALA (PROVINCIA DE CATAMARCA)

por el Sr. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO _______ I NOTICIAS HISTÓRICAS El mineral de las Capillitas, que se halla en el extremo sud del cordón del Aconquija, más ó menos donde este se bifurca para formar las sierras del Atajo y del Ambato, debe haber sido trabajado por los indios dueños del país en la época anterior á la conquista. La prueba de esto la tenemos, primeramente en las labores viejas que suelen encontrarse en el mineral; y segundo, en la multitud de objetos de cobre que se hallan enterrados en las huacas de los antiguos, como ser rodelas, cinceles, hachas, pinzas, etc. La ornamentación de estos corresponde al arte indígena, y más de una vez se han encontrado los artefactos, al lado de los mismos hornillos de fundición. Como los metales á la superficie eran y son rosicleros y carbonatos, su beneficio no presentaba dificultad alguna para los metalurgos. Es también probable que los indios hayan trabajado los filoncitos de oro que acompañan á muchas de esas vetas, y que tantas veces han servido para endulzar al minero moderno. Los combos de piedra, hallados en las labores primitivas, figuran en las colecciones del Museo de la Plata. II El historiador Lozano S.S., hace frecuentes referencias á las riquezas de los Cerros, de Aconquija, Ambato y Famatina, pero ellas no pasan de generalidades, y lo mas concreto que se halla al respecto es la compra y vinculación del Ingenio del Arenal por D. Luis Díaz de la Peña, dueño del fundo de Huasan, á mediados del siglo pasado. Este ingénio está situado como á unas cinco leguas Página 132


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al norte de las Capillitas, y es indudable que de este cerro saliera una parte por lo ménos de los metales que allí se beneficiaban, y que sin duda serían de plata, algunos cálidos, pero los más fríos. De la tradición local no consta cuando se suspendieron esos trabajos, y hasta se había perdido la memoria de ellos. Lo probable es que la calidad de los metales degenerara rápidamente en sulfuros argentíferos de cobre, que serían de fácil beneficio para los maestros de aquel tiempo. III Corriendo los años, llegó la época del famoso Rivadavia, y con él la formación de compañías mineras que entraron á explotar minas en Famatina y en las Capillitas. D. Miguel Díaz de la Peña, mayorazgo de Huasan y Diputado al célebre Congreso de Buenos Aires, era el principal interesado en estas, y en su tiempo se dio principio a lo que más tarde fue el Ingenio de Mercedes del Dr. Malbran, en la quebrada de Choya. Al poco tiempo sobrevino la anarquía que presedió al Gobierno de Rosas, y los mineros de las Capillitas huyeron unos á Bolivia y otros al Litoral; pero la familia de Huasan conservaba siempre como muestras de las piedras mejores del mineral, y estas fueron vistas por el Dr. Manuel Malbran que paró en la casa de Huasan cuando emigraba de Córdoba á Chile. IV Adoptado en Chile el beneficio de los metales azufrados de cobre, acordóse al Dr. Malbran de las piedras que había visto en su pasada por Huasan, y como aún estaba Rosas en el poder se dirijió al Gobernador de Catamarca D. Manuel Navarro, pidiéndole permiso para emprender un cateo y trabajo de minas en el Cerro de las Capillitas, el que le fue concedido sin demora. Según parece, el Dr. Malbran encargó a un Sr. Jesus María Espeche del cateo, del que se produjeron algunas cuestiones, pero el resultado en definitiva fue, que se denunciaron muchas minas de una riqueza extraordinaria, que se repartieron entre el Dr. Malbran, el expresado Sr. Espeche, D. Mauro Carranza y algunos otros, como ser D. Marcelino Augier, varios comerciantes de Tucumán y Salta, etc. etc. En una industria nueva y en un país virjen, se comprende que se cometería errores crasos. Los recursos luego se agotaron, y de ello resultó q´se formaron sociedades y q´muchas de las minas cambiaron de dominio. En 1853 las principales empresas eran: La Rosario, de los Sres. Anselmo Segura, de Mendoza; Adolfo E. Carranza, de Buenos Aires, y Molina Hermanos de Catamarca; las minas que el Dr. Malbran y el Sr. Augier trabajaban en sociedad con don Samuel F. Lafone de Montevideo, y la que este mismo Sr. compró á los Sres. Porto, Madrid y Figueroa, llamada Restauradora, porque en ella Espeche restauraba el mineral abandonado. V Con excepción del Dr. Malbran y D. Anselmo Segura, los restauradores del mineral de las Capillitas entendían bien poca cosa de lo que era beneficiar sulfuros de cobre, así que puede decirse que la bonanza de las minas se invertía en pagar la chapetonada. Eran los tiempos en que había que traer el material refractario en carretas desde Buenos Aires, con un costo de 4 reales bolivianos por pieza, puesto en los ingenios. Por suerte, el precio de L100 y más por tonelada daba para mucho. Por desgracia en el decenio de 1864 a 1873, lo que se iba adquiriendo en experiencia iba perdiéndose en el valor del cobre, en las plazas de consumo; pero por otra parte, se halló que el oro y la plata iba mejorando de ley en profundidad, y esto compensaba la baja en la otra pasta. Durante el decenio de 1874 al 1883 puede decirse que estuvieron estas minas en su mayor apogeo, pues en un solo año alcanzaron á remesar como 1,000 toneladas de cobre argentino y aurífero en barras. Desgraciadamente al concluir el decenio se acentuó de tal manera la depreciación en el valor del cobre, que afectó seriamente la prosperidad de estas minas. Por otra parte, los ferro-carriles en la vecina Provincia de Tucumán abrieron una nueva época á la industria azucarera, y los sucesivos enganches de peones han dejado exhausta esta Provincia, y han encarecido el jornal á tal punto, que ya se ha hecho imposible trabajar con provecho por el Página 133


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sistema viejo. El gremio de mineros ha desaparecido casi por completo, y ni haciendo sacrificios se consigue ya el peón aparejador. Una industria en el Fuerte de Andalgalá que depende de arrieros para el metal y de carros en una travesía de 40 leguas, con 50 centavos de flete por arroba para sus cobres, no puede competir con una Provincia vecina llena de vías-férreas con sus consiguientes ventajas. Las minas todas de las Capillitas, están en rico beneficio; solo faltan capitales para explotarlo, y caminos para movilizar los valores que extraigan, y entonces volverá este mineral á ser lo que fue y la Provincia á su anterior prosperidad. EL CONSERVADOR-Martes 6 de noviembre de 1894, Año I, Nº 46

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por el Sr. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO _______ VI CORRIDA DE LAS VETAS Y PANIZOS En las Capillitas, la corrida general de las vetas mejores es de naciente á poniente, pero no dejan de desviarse algunas de los rumbos generales, siguiendo las vueltas del cerro y el estorbo de otras vetas que las cruzan. El manteo general es al sud, ó sea, á cuerpo de cerro, lo que no quita que algunos lo tengan al norte, como sucede en la Mina Grande, que tan ricos rosicleres ha dado. La inclinación de las vetas varia bastante, desde casi perpendicular hasta 45 y menos grados. Los panizos generales en el Mineral son: un granito ordinario ó maicillo y la traquita, siendo esta la broseadera. Toda la parte naciente del cerro está cubierta de una especie de feldespato llamado “tojo”(a), en que se pierden las vetas. Las vetas son bastante trecheras, sobre todo en las minas de metales mas ricas, como ser la Rosario del Sr. Carranza y la Grande del Sr. Augier, que varían desde 2 y mas metros hasta un pelo casi invisible, pero los broseos nunca son de mucha extensión. En estas dos minas de veta en anchura siempre se presenta con rico metal. La veta Restauradora ha sido mas constante y mas abundante en su beneficio, y la anchura de la veta es á veces perjudicial, porque hay que gastar más, en trabajos de mampostería. Los metales de esta mina salen mas camorreados con galenas y blendas, si bien ellas contienen alguna ley de plata. En las más de estas minas, hay un poco de agua, en mucha parte debido a infiltraciones de arriba por bocaminas viejas, etc. El agua de pie es poca, y una bomba de cuatro pulgadas trabajada á mano bastaría para secar cualquiera de las minas, mientras que la misma agua podría utilizarse como fuerza motriz para los mismos trabajos del cerro. _________ (a) En el libro de Emilio Hunicken, INDUSTRIA MINERA Y METALURGICA, Imprenta de Juan A. Alsina, año 1894, se consigna la palabra: “tofo”. (N. del E.)

VII LABOREO Cuando recién se abrió el trabajo de estas minas se valían de “chifones” y “frontones” y el metal todo se secaba á la cancha por “apires”. Esto duró poco porque los mineros ingleses entablaron el sistema de piques, galerías, socavones, malacates, tramvías, etc., el laboreo pues se ha llevado más ó ménos en las condiciones de las minas chilenas. Las boca-minas viejas se hallan como á 300 metros arriba de los socavones actuales, y los laboreos, salvo los del Sr. Carranza, no han penetrado más abajo del de la Restauradora, que cuelga á todas las demás del cerro y que lleva el piso un rico beneficio de las tres pastas. Por este socavón podran habilitarse con ventaja todas las minas mas ricas del mineral, como ser las de los Sres. Carranza, Augier, etc., y los dueños están en buena disposición de que así se haga llegado el momento oportuno.

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VIII LEY DE LOS MINERALES Como en otras partes, de todo hay en este mineral. En la Mina Grande, sin tomar en cuenta “charquerías” de cobre, se han sacado rosicleres hasta de 80 y tantos por ciento comunes, de los cuales, en cantidad de bastantes cajones llegaron á un 64; pero lo común en esta mina, con una “palla” bien llevada, es de un 20 á un 30 por ciento. Metales bronceados suelen salir, y de muy regular ley, negros, amarillos y plateados; pero estos son la excepción, y es de suponer que respondan al empalme ó cruza de otras vetas, porque no es lo natural que haya bronces arriba de óxidos, ó sea, metales frios sobre cálidos. En la mina Rosario también se ha explotado grandes cantidades de bronces plateados, morados, “pecho paloma” etc., alguno de ellos hasta 72% y con oro á la vista; pero el común de los metales puede estimarse de 18 á 25%. Estos metales tienen también su regular ley de plata. La mina Restauradora en su primera época dio metales de muy buena ley en carbonatos, acerado y bronces de varias clases, pero el gran común de la ley no pasaba en mucho del 25, y para conseguir cantidad no debería aspirarse á mas de un 15, pero es entendido, que siendo este de los planes de socavon se conseguirían cobres auro-argentiferos con mas de 100 onzas de plata y de 3 arriba de oro por tonelada. En las demás minas se encuentran metales de las diferentes clases y enumeradas, pero ha faltado que se formalicen trabajos en la escala de las citadas “Rosario” “Restauradora” y “Grande”. Como ya se ha visto, los más de los metales son bronce, y entre ellos sale algo de “cuarguita”(b). Entre los metales de color salen algunos cristales azules muy buscados, por los coleccionistas. Los metales de todo el cerro salen revueltos con pirita de hierro, bronce dado, galena, y blenda; son abundantes en azufre y arsénico, y se incendian en las tuestas con la mayor facilidad, circunstancia esta que podrá utilizarse para beneficiar la vasta cantidad de bronces pobres arrojados á los desmontes en las minas. _______

(b) En el libro de Emilio Hunicken, INDUSTRIA MINERA Y METALURGICA, Imprenta de Juan A. Alsina, año 1894, se consigna la palabra: “enargita”. (N. del E.)

IX ACARREO DE LOS MINERALES Desde la fundación del mineral los metales se bajaban á los ingenios á lomo de mula, una distancia de 12 y más leguas. En los primeros tiempos abundaban los arrieros sanjuaninos, riojanos, catamarqueños y criollos; el arreo estaba de moda, era cómodo para amansar mulas, y los arrieros que las introducían chúcaras, las sacaban ya diestras para la carga mas delicada. Todo era barato, el jornal, las mulas, el “bastimento” así que de todos puntos acudían á este carguío, como que también arreas chilenas se venían á esta Banda. El flete que se pagaba era de 30 á 35$ bolivianos el cajón de 64 quintales, y esto se conducía en sacos de cuero. En tiempo de lluvia los arrieros no podían entrar al cerro por la enfermedad de la tembladera, que entonces como ahora, atacaba á las mulas que no son baqueanas del cerro y que es mortífera cuando no se atiende con tiempo. Las vías de comunicación apenas eran sendas en las laderas de esos cerros escarpados, hasta que los señores Molina, Carranza y Lafone Quevedo abrieron sus caminos de herradura por Amanao, Choya y por Muschaca. La extensión del ferro-carril de Córdoba á Tucumán fue el primer golpe que recibió la industria minera de Catamarca. Los arrieros preferían hacer de carreros y empezaron á abandonar la huella del mineral. Por otra parte la industria vinera entró á ocupar mas de la mitad de las mulas que quedaban, y de tal modo se redujo el número de arreas disponibles, que ni haciendo fuertes adelantos se conseguía bajar el metal explotado en el año. El remedio sería abrir un camino carretero del Fuerte á las minas, cosa que sería muy fácil para el Gobierno Nacional ó Provincial, pero superior á las fuerzas de los empresarios, que han agotado sus recursos en hacer frente á dificultades que creyeron poder vencer con sus propios esfuerzos. El H. Congreso dictó una ley en 1893 para que se hiciera este camino y también el telégrafo; el 1° se trata de hacer, pero el 2°, por informe del departamento Telégrafos, ha cambiado la ruta con perjuicio para el país, y para los mineros, como se probará. EL CONSERVADOR - Jueves 8 de noviembre de 1894, Año I, Nº 47 Página 136


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por el Sr. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO _______ X INGENIOS DE FUNDICION Cinco son los que se platearon en la época anterior al año 1860, dos al norte y tres al sud del mineral. De aquellos, el uno estaba fundado sobre el río de Ampajango, cerca de Santa María, y pertenecía á la sociedad Lafone Augier: constaba de dos hornos de reverbero, en que se fundían los metales de la mina Santa Clara en la corrida de la Grande. Unas dos leguas al norte de la villa de Santa María estaba situado el Ingenio llamado del Paso, propiedad de la empresa Lafone, que alcanzó á tener hasta cuatro hornos; en que se beneficiaban los metales de la mina Restauradora. Este Ingenio se hallaba como á 80 kilómetros del mineral, y su colocación en tal punto fue uno de los errores primordiales que se cometieron al fundar este trabajo. Al sud de las Capillitas, otras tres empresas habían aprovechado las tres principales quebradas para fundar en ellas sus Ingenios de fundición. En la de Choya, el Dr. Malbran levantó sus dos hornos en el lugar denominado de Mercedes, donde antes estuviera el Ingenio de D. Miguel Díaz de la Peña. Era éste el más inmediato á la mina, de la que solo distaba unos 20 ó 25 kilómetros de mal camino, pero su corto caudal de leña no permitía la explotación en mayor escala. Después del año 60 sostuvo una existencia raquítica, y a los dos ó tres años se abandonó del todo. Los dueños primitivos de la Restauradora fundaron también un Ingenio en el valle de Bis Bis, al sudoeste, distante de 25 á 30 kilómetros del mineral, y gozaba de la ventaja de que ese camino del cerro, aunque pésimo, estaba libre del mal de la tembladera; su vida, empero, fue corta y en 1860 estaba ya en escombros. Siguiendo este mismo río y á corta distancia de donde el río Bis Bis se junta con el de Yacuchuya para formar el de Amanao, colocaron los señores Segura, Carranza y Molina su primer Ingenio para beneficiar los metales de la Rosario, en distancia como de unos 25 kilómetros del mineral. Reunidos todos los mineros el año 1858 en el cerro de las Capillitas se inició la idea de mudar los Ingenios de Santa María y de Amanao á los algarrobales del Fuerte y de Pipanaco, idea que empezó á realizarse en 1860 trasladándose el Ingenio de Santa María al campo de Pilciao, y el de Amanao al Rio de Pipanaco, donde se habían fundado los dos formales establecimientos que existen hasta el día de hoy, y al propio tiempo otro más en Jasciyaco á corta distancia del de Bis Bis, para fundir metales de la sociedad Molina, Carranza y Mercado. Al poco tiempo estalló la guerra civil que duró desde el año 61 hasta el año 68; pero los dos Ingenios de Pilciao y de Pipanaco siguieron aumentando sus trabajos, llegando aquel á tener hasta 9 y el segundo tres hornos de fundición, etc., con toda la demás maquinaria necesaria para el más acertado beneficio de los metales. En los meses de fuerte acarreo, Pilciao contaba con una población de mas de 600 almas, y Pipanaco con otra de no menos de 300. Hasta el año 1866 el material refractario que se usaba era el de Inglaterra, principalmente de Staudbridge(c); pero en esa época descubrió el señor D. Mardoqueo Molina, socio de la empresa Molina Carranza, buena materia prima infusible, y en seguida perfeccionó un ladrillo de fuego inmejorable, introduciendo así economías cuantiosas en la industria, pues hace ya 28 años que no se ocupa una sola pieza del material extranjero(1). Andando el tiempo, y por acercarse más á la mina, trasladóse el Ingenio de Pipanaco al campo de Caspitacana, como á 10 kilómetros al sudoeste de Pilciao, fundándose allí el establecimiento llamado de La Constancia, que ha permanecido hasta la fecha en actividad, como que allí se funden hoy los metales de todas las demás minas inclusive los de La Restauradora. Tiene 3 hornos Página 137


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y su dotación completa de todo. ________ (c) En el libro de Emilio Hunicken, INDUSTRIA MINERA Y METALURGICA, Imprenta de Juan A. Alsina, año 1894, se consigna la palabra: “Staurbridge”, pero nosotros creemos que se trata de: Stálybridge (N. del E.)

XI BENEFICIO DE LOS MINERALES Los hornos que se usan son de reverbero, cuyo crisol es más ó menos de 4 por 2 1/2 metro. El combustible es leña de retamo y algarrobo, á cual mejor en su clase. El metal bronce al bajar de la mina se vacía sobre camas de leña menuda y se deja tostar al aire libre. En seguida se funde mezclado con metal de color, si lo hay, y con escorias ricas de las operaciones anteriores. El “eje” ó “mata” que resulta, cuya ley es de un 50 hasta un 70%, se calcina al color rojo en el horno para consumir parte del azufre y oxidar algo más del hierro y otras pastas que contenga; transcurrido el tiempo necesario se echa á correr y se sangra. Estos “ejes de repaso” como se llaman, entran al horno de refina para ser depurados del resto del azufre, hierro y otras partes en una calcinación lenta como de 24 horas al calor rojo, después de lo cual se hace correr y se sangra, y el cobre que sale resulta como de un 96%. Estos métodos se han adoptado desde que en Europa pagan todo lo que excede de media onza de oro por tonelada de cobre en barra. Antiguamente, si la ley de oro no era mas de 3 onzas por tonelada, iban perdidas para el productor, razón por la que los Ingenios de Lafone y de Carranza buscaron su remedio de diferente modo. El medio que adoptó el señor Carranza para sacar mejor provecho de sus pastas fue el de mandarlas en eje de un 70% más ó menos, y para mayor comodidad de su transporte se sangraba en agua, operación que reducía los lingotes al estado de munición. En Pilciao las fundiciones de Lafone estaban á cargo del inteligente químico alemán, D. Federico Schickendantz, quien apercibido de que en Europa concentraban el oro de una hornada de mata ó eje mediante ciertas natas de cobre puro que se formaban al calor rojo, y que derretidas después, al pasar por la masa candente, arrastraban el oro contenido como si fuese un filtro, debido á la grande afinidad entre las dos pastas, resolvió darle á este principio metalúrgico una aplicación mucho mas sencilla é igualmente eficaz. Del eje de primera fundición la mitad iba á la Cancha y la otra mitad á pozos de agua preparados para el efecto, y este eje así quebrantado pasaba al “maray” ó tahona donde se molía con facilidad hasta reducirlo todo á polvo y granzas menudas. De la molienda pasaba al horno de calcinación en el que se reducía al estado de óxido negro y rojo de cobre. Este polvo así tratado, se metía en el horno de fundición con la proporción correspondiente del eje en lingotes, y al fundirse éstos en combinación con aquel se producía la más violenta reacción, el oxigeno y el azufre hacían combustión dejando libre innumerables partículas de cobre puro que caían como lluvia á través del “baño” arrastrándose todo el oro que contenía la masa fundida. En 6 horas quedaba pronta la hornada, se sangraba y todo el cobre de las partículas con el oro arrastrado quedaba en el primer molde y asiento de algunos más, razón por la que se les aplicó el nombre de “Bottoms”. El cálculo era siempre que los Bottoms debían alcanzar y limitarse de 18 al 20% de todo el cobre producido; en este sentido se arreglaban las mezclas, y así era tan completa la concentración, que cuando los Bottoms han dado hasta 38 onzas por tonelada, en el cobre remanente el oro no alcanzaba á un cuarto. Estos metales salían del socavón donde queda el mismo beneficio. En Pilciao, el Ingenio estaba montado para beneficiar bajo este sistema, pero hoy que los metales se mandan todos á la Constancia, y se paga todo el oro que exceda de media onza, ha caído en desuso el ingenioso y científico invento del señor Schickendantz; pero fácil es que venga tiempo de volverlo á poner en práctica, como por ejemplo si se pudiese colocar todo el cobre para consumo local, y en casos para los que iría por perdido el oro. A pesar de todos los inconvenientes y atrasos en razón de las guerras civiles, malos caminos, malos años, etc., la Empresa Restauradora, en los 21 años transcurridos desde 1860 hasta 1881 inclusive, había producido 147.958 quintales de cobre con una ley de 96% de esta pasta, y 90 onzas arriba de plata por tonelada inglesa, todo ello extraído de 986.924 quintales de metal bruto, equivalente á una ley neta de algo de 15%, que puede llamarse lo normal de la mina. Hay que advertir que de Página 138


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los cobres, el 18% era Bottoms, con una ley de oro desde 3 hasta 35 onzas por tonelada inglesa, correspondiendo la ley mayor á la proximidad de los planes de la mina, representados hoy por el piso de socavón. Entre los años 1882 y 1888 inclusive, La restauradora ha producido unos 22,000 quintales de cobre y Bottoms, estos resultados corresponden á trabajos únicamente de amparo en la parte vieja de la mina, sin tocar los planes(2). ________ (1) Ver nota A. (2) Ver nota B.

EL CONSERVADOR – Sabado 10 de noviembre de 1894, Año I, Nº 48

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RELACION HISTORICO-DESCRIPTIVA DEL MINERAL DE LAS CAPILLITAS Y DE SUS INJENIOS EN ANDALGALA (PROVINCIA DE CATAMARCA)

por el Sr. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO _______ XII ACTUALIDAD Y PORVENIR DEL MINERAL DE LAS CAPILLITAS La baja espantosa de los cobres en los mercados de Europa y los acontecimientos políticos y comerciales del año 1890 en la República Argentina, pusieron á dura prueba á las Empresas de Minas en Catamarca. En la Empresa Restauradora los dueños tuvieron que suspender todos sus trabajos, concretándose únicamente al amparo y cuidado de sus pertenencias. Los pocos metales que les quedan en cancha los beneficia el Sr. Carranza en su Ingenio de La Constancia. Este Establecimiento es el único que hoy funciona, y es una prueba viva del indómito valor de ese Empresario, que sobreponiéndose á todas las dificultades que le presentaban la época y el negocio, ha podido vencerlo todo y continuar explotando la Mina, y fundiendo metales, y no solo los suyos, sinó también los ajenos, tarea en que ha sido hábilmente secundado por su hijo el Sr. Máximo Carranza. La verdad es, que el mineral está tan bueno, y tal vez mejor que cuando se descubrió. Lo que falta, no son los metales, sino los medios de hacerlos bajar con economía, porque las mismas canchas de las Minas están probando que aun en pequeña escala la explotación supera a los medios de exportación. Este inconveniente fundamental solo puede salvarse con un tramvia al pie del cerro y camino carretero de allí a la boca-mina, distancia que en su totalidad no pasa de 60 kilómetros. Este trabajo, sin ser por cierto obra de romanos, supera en mucho las fuerzas de estos mineros, cuyos recursos están completamente agotados con los malos años, y falta absoluta de capitales. Salvado este punto, es imperiosamente necesario que se consoliden todas las Minas en una sola Empresa, evitándose así la multiplicidad de administraciones; mientras que por otra parte se lograría conseguir personal perito para la explotación de los metales y para su mas acertado beneficio, de acuerdo con los adelantos de la metalurgia moderna. Por otra parte, el gran socavón habilitador de la Restauradora, que penetra á cuerpo de cerro hasta unos 600 metros, por lo mismo que cuelga á todas las demás Minas, se ve invadido por el agua de muchas de ellas, perjudicándose gravemente con las infiltraciones esta Mina, y sin beneficiar radicalmente á las otras que pierden parte, pero no el todo, del agua que entorpece su laboreo. Cortadas fáciles de dar penetrarían al riñón de la riqueza del cerro y al mismo tiempo dejarían en seco muchas labores de grande interés, y facilitaría la explotación en los nuevos planes que se abriesen abajo del nivel del Socavón Maestro de las Capillitas ó de la Restauradora. El agua que tienen las Minas la han tenido siempre, y sin perjuicio de ella, se han explotado durante años, mas de 9.000 quintales de cobre en barra por año, de una sola Mina, haciendo uso de los útiles mas primitivos para la eliminación de aquel elemento perjudicial, á saber, una bomba de 4 pulgadas trabajaba á ratos y con un manubrio. En manos de un hombre inteligente esta misma agua, que hoy tanto estorba, serviría de fuerza motriz, porque se puede conseguir el desnivel que se quiera. Mas para que todo esto se aproveche en pro de una industria remunerativa, debe hacerse en combinación, porque solo así se evitará el desperdicio de recursos que resulta de los esfuerzos aislados. Rehabilitado el mineral, cae de su peso que tiene que entrar un ramal de la via-férrea al Fuerte para conducir los productos mineros y vineros del lugar, y más, todo ese tráfico que se amontona en derredor de toda industria floreciente. Entonces veríamos volver á su patria a tantos catamarqueños Página 140


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que, abandonando sus hogares, pasan á Tucumán á buscarse el pan de cada día, sin mas resultados en muchos casos, que el de entregar los huesos, víctimas del paludismo reinante. Catamarca sin ferro-carriles en sus centros industriales, mal puede hacer frente á la rivalidad de su vecina Tucumán, favorecida como está con su red de vias-férreas. Verdad es que una de estas ha penetrado hasta la capital de esta Provincia, ni hay que quejarse de ello, porque siendo el Tesoro Nacional el que esto costea, justo es que no quede Capital de provincia sin comunicación á vapor con la capital federal, pero allí no está su centro de riqueza. Le queda, pues, á Catamarca, el derecho de pedir que se haga por sus centros industriales lo que se ha hecho por los de Tucumán. Da pena ver el estado de postración en que yace el floreciente centro minero del Fuerte de Andalgalá, y no porque sus Minas hayan decaído en riqueza, sino porque no tiene por donde ni como moverla, puesto que las vias-férreas han enseñado á nuestros hombres de la campaña, que ya no les conviene ser arrieros. Hay una pregunta muy racional, que puede hacerse. ¿Cómo es que con oro al tipo que está, no se ha aprovechado la volada? La contestación es muy sencilla. Esperando que se realizase el ferro-carril á Chile por estos lugares, y que se formase una gran sociedad anónima que explotase todo el mineral, los mineros nos concretamos á disfrutar puentes de inferior ley, y cuando sobrevino el cataclismo de 1890 ya fue tarde para buscar y conseguir el capital necesario, si es que se había de penetrar á la región de las vetas. Hoy, un trabajo pequeño sería contraproducente, y sin los caminos que reclamamos, una explotación en escala mayor llenaría las “Canchas-Minas” sin mas resultado que el de grandes acopios que no habría como mover de allí. La mejor prueba de que el mineral está en buen alcance es la siguiente. Que el Sr. Carranza sigue trabajando en su empresa, no en la escala que la riqueza de sus minas exige, sino en la que le permiten las mulas con que cuenta. Que otro señor Augusto Metzler ha tomado en arriendo las Minas del Sr. Augier, y las trabaja en pequeña escala sí, pero por su cuenta. Que al Sr. Lafone le han propuesto trabajar una de sus minas dándole libre una mitad de todo el metal que se explote. EL CONSERVADOR-Martes 13 de noviembre de 1894, Año I, Nº 49

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RELACION HISTORICO-DESCRIPTIVA DEL MINERAL DE LAS CAPILLITAS Y DE SUS INJENIOS EN ANDALGALA (PROVINCIA DE CATAMARCA)

por el Sr. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO _______ XII ACTUALIDAD Y PORVENIR DEL MINERAL DE LAS CAPILLITAS (Continuación) La especialidad del mineral de las Capillitas puede decirse que está en su creciente ley de oro. En la primera época los cobres llevaban poca plata y casi nada de la pasta mas preciosa. Posteriormente la plata ha solido llegar á 200 y mas onzas, y el oro hasta 6 onzas por tonelada de cobre en barra ó sea 35 en la concentración de “Bottoms” (el 18% del total). El oro con frecuencia está á la vista en forma de filigrana, pero no así la plata, que está en forma de metal frío y diseminado en las otras pastas. Esto no obstante, se han encontrado plomos de plata en algunas vetas. En años atrás, vivía en el Fuerte un caballero porteño que había estado en Copiapó en tiempo de la bonanza. Conocía bien los cloruros y durante varios años se complacía en mostrar y ensayar con el soplete unas ricas piedras de este género de metal, que según parece, habían alcanzado á dar hasta 1.000 marcos por cajón. El afortunado poseedor de esta riqueza guardaba el secreto de su procedencia; ni trabajaba ni dejaba trabajar, y se contentaba con vivir de ilusiones gratas, y él mismo confesaba que estas eran las que lo detenían sin volver al seno de su familia en Buenos Aires. Todos los vecinos del mineral y del Fuerte le hacíamos fuerza porque ponga trabajo, y algunos llegaron hasta ofrecerle habilitación. Por fin se comprendió que [lo que] el hombre temía era conocer su desengaño y que el primer tiro que se diese en la mina hiciese volar sus “Castillos en España”. Andando el tiempo, pudieron mas los de afuera, y tomó por fin aquel buen hombre la heroica resolución de jugar su lotería. Un tiro bastó para concluir con el alcance, y las piedras con betún de cloruro de plata, no enteraron una arroba. Desde aquel día el iluso minero pensó en regresar á su casa en Buenos Aires, y á los pocos meses murió del cólera el 1867. Fijándose en los panizos de las Capillitas, se ve que no son para metales de plata como los que se encuentran en la región de Famatina y en Copiapó, lo que no quita que en combinación con el cobre se hallan metales abundantes con muy buena ley de esta pasta. Los metales de las Capillitas deben clasificarse como de cobre auro-argentífero. esto se ha de encontrar y en proporción al acierto con que se trabaje. El tiempo se ha pasado de una explotación y beneficios librados al acaso. Hoy estas cosas hay que hacerlas aprovechando los últimos descubrimientos de la ciencia, por que de lo contrario, en lugar de utilidad, habrá pérdida. Seguramente á esto mismo responde que los cobres y Bottoms de Catamarca, que antes se vendían en Inglaterra para Swansea, hoy pasen á Alemania, donde los procedimientos metalúrgicos están tan perfeccionados que no hay quien le haga competencia. Creo no equivocarme, al decir que las minas de Catamarca tienen porvenir. El año 1873, una sola mina, la Restauradora remesó á Europa unas 500 toneladas de cobre auro-argentífero, que entonces importaban como 200,000$ oro. Concediendo que hoy solo valgan las dos terceras partes, siempre importarían sus 450,000$ papel. Una ó más entradas como ésta en la Provincia de Catamarca, cambiaría la faz de este rincón remoto de la República Argentina, y para que ello suceda, no se necesita mas que caminos y capital; porque las minas en los 40 años que se trabajan, siempre han respondido á una explotación acertada. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO

Pilciao, Junio 30 de 1894

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NOTA A - Es de advertir que entre los años 1860 y 1866, los Ingenios de este asiento de minas ocupaban en ciertas partes de los hornos un ladrillo procedente de Paiman, en la Provincia de la Rioja, producto de las canteras que allí poseía un señor Ascoeta, quien los fabricaba por medio de la laminación. La base era una arenisca blanca, que resistía bastante bien á la acción del fuego, pero que tenia el inconveniente, como era natural, de saltar y de descascararse con mucha rapidez. Costaba como la mitad del material extranjero, y en muchas ocasiones salvó á los Ingenios de grandes apuros en tiempo en que las guerras civiles tenían entorpecidas las vias de comunicación con el Litoral. Antes y después del año 1860, ya se usaban en los Ingenios de Amanao y de Pipanaco, las arcillas de aquel lugar, y los quijos naturalmente pulverizados de Sijan y Michango, que tan buenos resultados dieron más tarde en manos del ingenioso é incansable señor Mardoqueo Molina, con cuya muerte la Provincia de Catamarca, perdió un genio comercial é industrial, y acaso el más útil de sus hijos. NOTA B - El adjunto cuadro demuestra los metales fundidos y cobre producido en cada año. Los “Bottoms”, es decir, la Barra auro-argentífera representa un 18% de cada total. La importancia de la especie puede apreciarse por este dato, que hasta el año 1878 las casas consignatarias adelantaban mas de Lbs.70 por tonelada inglesa en el Río de la Plata; y las expediciones, después de realizadas, dejaban de Lbs.20 hasta Lbs.40 por tonelada de sobrante en Inglaterra, lo que estaba fuera de toda proporción con el valor del cobre de Chile. La Barra de Catamarca se vendía arreglado al tipo de Chile con Lbs.7 arriba por cobre y Lbs.10 arriba por “Bottoms”, garantido de 90 onzas de plata y 93% de cobre en ambas casos, y 3 onzas de oro en éste. Ha habido expedición en que los “Bottoms” han producido más de Lbs.200 por tonelada. PLANILLA del mineral fundido y cobre producido en el “Ingenio Pilciao” durante los siguientes años y procedente de la mina Restauradora. MINERAL COBRE MINERAL COBRE AÑO 59,820 8,227 AÑO 1860 1860 q.q. q.q. 59,820 q.q. q.q. 8,227 61 40,20840,208 5,983 61 5,983 62 40,87640,876 5,350 62 5,350 63 38,610 38,610 5,850 63 5,850 64 42,268 42,268 7,900 64 7,900 65 52,200 52,200 8,601 65 8,601 66 56,600 56,600 7,879 66 7,879 67 55,322 55,322 8,548 67 8,548 68 56,040 56,040 8,582 68 8,582 69 10,008 69 60,416 60,416 10,008 70 10,800 70 51,205 51,205 10,800 71 10,112 71 56,960 56,960 10,112 72 5,644 72 26,624 26,624 5,644 73 9,558 73 45,888 45,888 9,558 74 4,825 74 28,800 28,800 4,825 75 3,712 75 32,600 32,600 3,712 76 4,044 76 36,102 36,102 4,044 77 6,483 77 61,812 61,812 6,483 78 50,300 6,100 78 50,300 6,100 79 2,874 79 31,000 31,000 2,874 80 27,273 2,878 80 27,273 2,878 81 4,000 81 36,000 36,000 4,000 TOTAL q.q. 986,924 q.q. 147,958 TOTAL q.q. 986,924 q.q. 147,958 EL CONSERVADOR – Jueves 15 de noviembre de 1894, Año I, Nº 50 NOTA: A efectos de que el lector pueda entender la planilla aquí reproducida, aclaramos que la abreviatura q.q. significa: quintales, y que un quintal equivale a 46 kilogramos. En consecuencia, debe entenderse que el mineral fundido en los 22 años indicados alcanzó las 45.398 Tn y el cobre obtenido 6.806 Tn. (N. del E.) Página 143


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