Reforma integral

Modernismo DE LUJO

PROYECTO: OCTAVIO MESTRE ARQUITECTOS.

El estudio de Octavio Mestre realiza la reforma integral de la Casa Oller, en Barcelona, una finca modernista del año 1903 del arquitecto Pau Salvat i Espasa, catalogada individualmente por sus valores patrimoniales de la que se tuvo que redactar un Plan Especial Integral.

REFORMA INTEGRAL

El edificio original fue construido en el año 1871

Project management de Carolina Pérez, arquitecta. Proyecto de reforma de Octavio Mestre Arquitectos, jefe de proyecto, Carlos Maurette, Colab. en fase de proyecto Chiara Gerini, interiorismo del piso muestra, Bernardita Jofre. Estructura, Javier Monte, Ingeniero de Instalaciones, OTP; aparejador, Rafael Capdevila. FOTOGRAFÍAS: CRISTINA RECHE. TEXTOS: OCTAVIO MESTRE.

Originalmente pensada como sede corporativa de la compañía, con un call center en la última planta, finalmente la propiedad optó por rehabilitar los pisos modernistas de época y dotarlos de la más moderna tecnología. La promoción se complementa con una piscina infinity pool en la planta cubierta y solárium con tarima dec, spa y jacuzzi, gimnasio, winnerie y trasteros en la planta sótano, para uso exclusivo de los residentes. La obra implica reforzar la estructura, doblar muros para pasar instalaciones, rehacer cornisas y molduras, mantener los pavimentos Nolla de época, rescatar esgrafiados y vidrieras emplomadas.

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Pau Salvat i Espasa fue el arquitecto de la Casa Oller

Constructora principal, Penta; albañilería Miansa, estructura metálica, Hermanos Martin; carpintería (restauración y puertas y armarios) Fusteria Delgado, ascensores, Abelift; carpinterías nuevas, Lecumberri. Vidrieras, Metaphora Vitralls; pintura y restauración esgrafiados, Scsbuildings. Sauna, jacuzzi y piscina, Piscinas Celeste. Acabados de baños y cocinas, Mimim; instaladora, Suris; iluminación, Ca 2L.

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Se han reforzado estructuras, cornisas y molduras

La obra ha implicado reforzar la estructura, doblar muros para pasar instalaciones, rehacer cornisas y molduras, mantener los pavimentos Nolla de época, rescatar esgrafiados y vidrieras emplomadas.

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En la galería posterior se han encontrado con el valor patrimonial de los vidrios emplomados

En la obra, el estudio de arquitectura se encuentra con que el valor patrimonial de los vidrios emplomados de la galería posterior les ha obligado a considerar tanto la fachada interior como exterior para cumplimento de normativa. El mobiliario de cocina es de Bulthaup, suministrado por Minim.

UN EDIFICIO CATALOGADO

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Pau Salvat i Espasa, el arquitecto de la Casa Oller, trabajó y vivió como arquitecto y se retiró como presidente del Gremio de editores. Este encargo suposo la reforma de la Casa Guasch.

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Construida el año 1871 le añadió dos plantas, le cambió el acceso a un lateral para permitir una entrada de carruajes, como en las fincas señoriales de la época e hizo el patio central con la escalera noble que lleva al Principal.

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Esta acometida supuso la pérdida de buena parte de la crujía central, pero recuperó esos metros, añadiéndole a la finca una nueva crujía por detrás y la galería de vidrios emplomados.

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En un edificio catalogado, lo principal es restaurar la atmósfera de cuanto hubo, y más si, como aquí, se encontraba en bastante buen estado. Para ello es importantísimo encontrar buenos industriales, gente que rehabilite vidrios emplomados, ascensores de época, esgrafiados, pinturas y especialistas en mosaicos Nolla.

Los pavimentos originales se han respetado y restaurado

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Las viviendas se han aislado acústicamente

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La promoción se complementa con una piscina infinity pool en la planta cubierta y solárium con tarima dec, spa y jacuzzi, gimnasio, winnerie y trasteros en la planta sótano, para uso exclusivo de los residentes.

En la planta cubierta se ha instalado una piscina infinity pool

Cuando la propiedad se pone en contacto con Octavio Metre Arquitectos tenía allí su sede. Su intención primera era desarrollar su propia implantación, pero, al final, se hizo evidente la necesidad de rehabilitar el edificio con uso de oficinas y, aprovechando la expectativa urbanística que la normativa concedía, hacer una planta ático, retrasada respecto de la calle, y dentro de los gálibos permitidos, como centro de congresos, co-working y salas de usos múltiples. Pero, cuando ya se estaba a punto de conseguir la licencia, la propiedad se lo repensó, cambió al uso de viviendas, por recomendación de los estudios de mercado, se vendió el edificio y, en todo este tiempo, hasta al project management le dio tiempo de cambiar de nombre. En un edificio catalogado, lo principal es restaurar la atmósfera de cuanto hubo, y más si, como aquí, se encontraba en bastante buen estado. Para ello, es importantísimo encontrar buenos industriales, gente que rehabilite vidrios emplomados, ascensores de época, esgrafiados, pinturas, especialistas en mosaicos Nolla y a ellos se les rinde desde aquí tributo. En la obra, el estudio de arquitectura se encuentra con que el valor patrimonial de los vidrios emplomados de la galería posterior les ha obligado a considerar tanto la fachada interior como exterior para cumplimento de la normativa, a aislar acústicamente las viviendas entre sí y el edificio con los colindantes, solo que al doblar las paredes ser perdían las molduras originales y eso ha obligado a también a doblarlas allá donde no se necesitaran, para conservar la simetría de las salas. La finca tiene diversas amenities: piscina y solárium, en cubierta, y jacuzzi, gimnasio, sauna, trasteros y vestuarios en parte de la planta sótano. El resto se vincula al local de la planta baja que admite usos de tienda de moda o restauración. El verdadero lujo es el espacio, la altura y le da una prestancia a todo, para formar parte de la historia.