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KLINGENMAS
•Si googleas su nombre, encontrarás muy pocas referencias. Da la bienvenida a quienes visitan la extraordinaria exposición que el Museo Nacional de Antropología tiene en su sala temporal: “Escultura y tiempo. África, América y Oceanía”. Y entre sus atributos se encuentra cuidar de las hijas e hijos de las madres que salen a trabajar.
Se llama Klingenmas y es una figura divina de la cultura kapriman o sawos, que habitan en Papua Nueva Guinea. Lleva en su cuerpo femenino de madera, tallado entre el siglo XVII y XVIII, las escarificaciones que desde el siglo XX son exclusivas de los hombres. ¿Qué se perdió en el camino? ¿Por qué se ha omitido de la historia universal el relato de las madres que trabajan fuera del hogar como uno relevante para nuestra civilización?
En la víspera del Día de las Madres, es importante recuperar el derecho a la memoria de las mujeres como trabajadoras tanto en el espacio público como en el privado porque de ahí parte la revalorización de ellas en este rol. Es indudable que la falta de reconocimiento a nuestro trabajo subordina a la mujer en una estructura de poder que la oculta y pone en situación de vulnerabilidad en términos de salud mental.
Con esa historia de que mamá lo puede todo se normaliza la doble o triple jornada que agota a quienes han elegido maternar. Aunque el número de madres trabajadoras en México ha aumentado 25% desde 2008, según el INEGI, la brecha salarial que enfrentan es de 14%, de acuerdo a los cálculos del Instituto Mexicano para la Competitividad; Oaxaca, Colima e Hidalgo son los estados en situación más crítica.
El Centro de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya, en España, encontró que las principales causas de depresión en madres empleadas son sueldos muy bajos y el famoso piso pegajoso, que obliga a las mujeres a renunciar al mercado laboral para cuidar de su familia. Marcela Lagarde, activista y política feminista, escribió un libro titulado “Los cautiverios de las mujeres” y uno de ellos es justamente la maternidad. No tendría por qué ser así.
Las madres actuales de nuestro país no necesitan una Klingenmas ni a ningún otro ser mítico, sino que se resuelva el pendiente del Sistema Nacional de Cuidados, una plataforma indispensable para combatir las brechas de género y la desigualdad que invisibiliza la aportación comprobable a nivel económico — en el PIB— de las madres trabajadoras.
MUJER l Cuarto domingo de cuaresma: Reino Unido, Irlanda y Nigeria l El último domingo de mayo: Francia, Argelia y Suecia
HERALDODEMEXICO COM.MX
POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ ISRAEL.LOPEZ @ELHERALDODEMEXICO.COM
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