DESARROLLO PSICOAFECTIVO y PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO EN GENERAL Cartilla Pedagógico-Instructiva
INTRODUCCIÓN
Si bien, sabemos que cuando nos referimos a psicología del desarrollo, estamos hablando de aquella rama de la psicología que estudia los cambios conductuales y psicológicos de las personas durante el periodo que se extiende desde su concepción hasta su muerte, y en todo tipo de ambientes, tratando de describirlos y explicarlos en relación con el propio sujeto, así como en relación con las diferencias que existen entre ellos; a fin de poder llegar a predecir los comportamientos y, como dirían los teóricos del ciclo vital, "optimizar el desarrollo". Esta definición, desde luego, implica también la consideración de la existencia e importancia en ese proceso, del desarrollo afectivo entendido como el camino a través del cual las personas establecen unos afectos y una forma de vivir y entender los mismos. Este (el desarrollo psicoafectivo) es un proceso continuo y complejo, con múltiples influencias que va a determinar el tipo de vínculos interpersonales que establezca una persona y va a marcar el estilo de relacionarse con los demás. Desde que nacemos las personas mostramos un marcado interés y curiosidad por aquellos seres de nuestra especie que nos rodean. Los niños y niñas nacen con la necesidad de establecer vínculos afectivos, estos son fundamentales para la supervivencia. Ambas situaciones, son las que se propone, de manera didáctica, abordar la presente cartilla, con la invitación a padres y educadores a hacer uso de ella con la intención de reconocer y aprehender los criterios que demarcan las diferentes etapas del desarrollo y las condiciones inherentes a cada una de ellas.
CONCEPCIÓN DEL NIÑO: DE OBJETO A SUJETO
Antes que nada… ¿Qué es un niño? “Niño”, puede definirse desde varios puntos de vista (desde lo legal, desde el punto de vista de su desarrollo físico, sociocultural… o desde todos los aspectos que involucran su evolución psicoafectiva) Desde la evolución psicoafectiva: Se entiende por niño o niña aquella persona que aún no ha alcanzado un grado de madurez suficiente para tener autonomía. Es necesario tener presente entonces, que el vocablo “niño” tal como lo usamos en el contexto de una clase de Psicología, es producto de una historia de construcción de esta noción. De hecho, los niños – en un sentido etario- existieron en todas las sociedades desde los inicios de la humanidad, lo que se ha transformado es cómo se concibe al niño en distintos momentos de la historia y contextos culturales.
Ir de objeto (de la nada o inexistencia) a ser sujeto, es decir a “ser” obliga a considerar cómo se da ese proceso de incorporación al mundo, en otras palabras como se socializa y transcurre su desarrollo.
Para tener en cuenta: En las nuevas concepciones respecto de la infancia, el menor de edad constituye un sujeto de derechos. La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CDN) eleva a los niños a la categoría de sujetos plenos de derechos, estableciendo una serie de derechos universales específicos para la niñez.
¿“Socialización”… eso qué es? Es el proceso por el cual el niño aprende a internalizar las pautas y valores propios de su cultura. El niño nace en una sociedad, en una cultura, en un determinado tiempo histórico que promueve determinadas pautas y valores y establece las leyes, normas que regulan la convivencia entre los hombres. Freud en “El malestar en la cultura” destaca que es a partir de la inscripción de la ley, la cual va a englobar todas las leyes de intercambio simbólico que el niño queda incluido en la trama llamada socialización (tapa de latencia: edad escolar). Desde la psicogénesis Piaget dirá que el niño al percibir el mundo, o al aprender los elementos de la cultura, pasa por una serie de etapas. Al referirse al desarrollo cognitivo y del lenguaje, afirma que el habla temprana del niño es “egocéntrica”, expresa su propia naturaleza y es incapaz de considerar el punto de vista del otro. A medida que el niño madura y es capaz de tomar la posición de los otros, adapta su lenguaje a las necesidades e intereses de ellos, es decir su habla se sociabiliza
El enfoque sociogenético sostiene que desde el comienzo de su existencia, los bebés se implican en rutinas sociales con sus cuidadores, de modo que su actividad no se da en el vacío, sino que se produce en un contexto que está socialmente organizado por la cultura y las personas de su entorno. Es decir la cultura y quienes la representan – aquellos que se relacionan con los bebés- suministran permanentemente pautas y procedimientos para organizar la actividad infantil en su entorno físico y social. Este enfoque plantea entonces que existe un desarrollo comunicativo previo a la aparición del lenguaje.
Jean Piaget (1896-1980) y Erik Erikson (1902-1994) eran psicólogos con carreras sorprendentemente paralelas. Tanto Piaget y Erikson eran eruditos europeos que fueron enseñados en la tradición freudiana del psicoanálisis, ambos finalmente rechazaron el modelo de la mente de Freud, y ambos hicieron importantes esfuerzos para trazar el desarrollo de los niños. Hay, sin embargo, una distinción clave entre estos dos pensadores. Según Piaget, los niños en las primeras etapas de la vida, desde el nacimiento hasta los 2 años, existen en una etapa sensorio-motor, donde aprenden a moverse y operar sus cuerpos, así como comenzar a entender los símbolos simples. En esta primera etapa, los niños son curiosos acerca de su entorno y empiezan a aprender a interpretar de manera sensible. La siguiente etapa se denomina pensamiento preoperacional y dura entre las edades de 2 hasta 7. En esta etapa, los niños desarrollan conceptos estables, razonamiento mental y la imaginación. Lo que es distinto e importante acerca de las perspectivas de Piaget es que él consideraba la
imaginación y jugar como crucial para permitir a todos los niños desarrollar su propio sentido de sí mismo y para fomentar hábitos saludables de aprendizaje.
En esencia Erickson propuso nueve etapas de la vida, las primeras coinciden con las de Piaget. La primera etapa de Erikson, la infancia, dura desde el nacimiento hasta los 18 meses y consiste en que un niño aprende a confiar en el mundo y la gente dentro de él. La primera infancia -que dura hasta aproximadamente el tercer año de vida- requiere que los individuos aprenden de sus propios cuerpos, las habilidades y la existencia. Durante la edad de juego, de 3 a 5, el niño aprende a crear situaciones de juego imaginativo e imaginar nuevos roles. En la edad escolar, de 6 a 12 años, los niños adquieren confianza en sus habilidades y ganan un sentido de la industria. De 12 a 18 años, el niño experimenta la adolescencia, durante la cual se desarrolla una identidad autónoma. Las otras cuatro etapas de la teoría de Erikson se refieren a la edad adulta y no son directamente comparables con cualquiera de los intereses de Piaget.
¿Y qué importancia tienen los dos primeros años en el proceso de socialización?
Los recién nacidos son seres activos, con un amplio repertorio de conductas que le permiten establecer una relación primaria con otros seres humanos, buscarla, iniciarla y, a la vez, regular el grado de estimulación social, aunque en un inicio estas prácticas socio-culturales son iniciadas y controladas por el adulto. La vida social del bebé está fundamentalmente relacionada con sus cuidados, a través de las prácticas higiénicas, de la alimentación etc. se deslizan las caricias – seducción intencional- que funda la subjetividad y por lo tanto la organización psíquica del ser humano. Freud aporta que la organización psicosexual está atravesada por la cultura, por el discurso del Otro y tendrá un significado fundacional para la subjetividad. Hay una interacción adulto-niño y hay una intencionalidad en esos primeros intercambios que van acompañados por la mirada, expresiones faciales, vocalizaciones, etc.
Una de las cuestiones centrales para la comprensión de las primeras interacciones sociales se refiere a la intencionalidad. Para comprender los orígenes de la vida social es necesario tener en cuenta las diferencias individuales en los diversos procesos socioafectivos y los factores individuales y contextuales –socioculturales- que implican tales diferencias.. Un tema central será el desarrollo del vínculo afectivo del niño con los cuidadores y los factores que intervienen en el establecimiento de un lazo afectivo seguro o inseguro. Las primeras relaciones que el niño tiene con sus padres, con sus iguales – hermanos- y el papel que juegan los padres y los educadores son importantes en el proceso de socialización. El vínculo emocional más importante en la primera infancia es el
Apego, que se lo puede definir como el vínculo afectivo que el niño establece con una o varias personas de su grupo familiar. El apego tiene una función adaptativa para el niño, para los padres, para el sistema familiar y para la especie, y cumple dos funciones básicas: la supervivencia y la seguridad emocional. La primera en cuanto los progenitores -o quienes cumplan esta función- son los que protegen y ofrecen cuidad al niño en la primera infancia, y la segunda desde el punto de vista subjetivo, la función del apego es proporcionarle seguridad emocional. El niño quiere a las figuras de apego porque con ellas se siente seguro, aceptado incondicionalmente y con los recursos emocionales y sociales necesarios para su bienestar. La ausencia o pérdida de las figuras de apego es vivida como amenaza, como pérdida irreparable, como desprotección y desamparo. La presencia de las figuras de apego o la adquisición de un estilo de apego seguro, predice relaciones más confiadas y eficaces en la vida social, porque es una forma de estar en el mundo y de relacionarse con las personas. Pero la interacción madre-hijo no se da en el vacío, sino en un complejo contexto social, así mencionaré como primer contexto el familiar, donde el niño es afectado por la madre y por el padre y por la relación de pareja y, a la vez él incide en ambos y en la relación marital.
Para tener en cuenta: El apego seguro con el padre y la madre – o quienes cumplen dicha función- se asocia con mayor sociabilidad y organización emocional. Deduciendo de esta manera que los padres son agentes de socialización en los niños pequeños. •
Observan el juego de los otros
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Realizan juegos en solitario
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Juegos en paralelo
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Juego sociodramático
Este tipo de interacción centrada en los objetos se denomina de interacción simple y facilitan el desarrollo posterior de interacciones más cooperativas.
Para entender cómo evoluciona la vida social del niño, es necesario considerar dos grandes ámbitos: .- El conocimiento social: que se refiere al conocimiento de los demás y de las relaciones con ellos – por ejemplo: cómo son los demás, cómo se sienten, qué esperan de nosotros.- El desarrollo moral: el conocimiento que el niño tiene de las instituciones y del entramado social, referido a las ideas sobre lo que es aceptable, bueno y
justo – que incluye las normas morales, valores sociales o reglas convencionalesHasta los 6/7 años predomina la heteronomía moral que es la del respeto unilateral y la obediencia. El niño respeta las reglas impuestas por el adulto creyendo que son absolutas, inflexibles e inmodificables, ello conduce al realismo moral por el cual el niño y la niña consideran que si una regla es desobedecida, se debe sufrir un castigo y la creencia en la justicia inmanente como por ejemplo que los accidentes no ocurren por azar sino que son merecidos por haber desobedecido una norma. Para la teoría vigotskiana el desarrollo moral es una construcción sociocultural ya que como consecuencia de la comunicación social y del diálogo con quienes les rodean los niños y niñas, van siendo capaces de un diálogo interno que no es sino transposición intrapsíquica de las conversaciones y diálogos mantenidos con otros. Los procesos psicológicos superiores, el razonamiento moral están mediados por instrumentos simbólicos como el lenguaje y las formas del discurso.
Para tener en cuenta: A medida que el niño crece va a ir adquiriendo una mayor autonomía, va a ir aprendiendo norma sociales, nuevos roles – el de compañero, amigo, alumno- y diferenciando roles de género. Pero como el niño aprende a través de otras personas, juegan un papel importante los agentes socializadores como la familia, el grupo de pares y la escuela, incluyendo aquí también la influencia televisiva.