INSTITUTO SUPERIOR DEL PROFESORADO Nº 5 “PERÍTO FRANCISCO MORENO” 2° EDUCACIÓN PRIMARIA
SUJETO DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA
PROFESORA: STELLA ROGANI TEMA VIOLENCIA EN LA ECUELA
ALUMNA: RUFER ELIANA
2013
Presentación El libro que elegí para realizar el trabajo aborda la problemática del maltrato infantil y presentan propuestas de prevención e intervención aplicables a diferentes contextos educativos. << “La infancia feliz ya no lo es tanto”, “ la violencia en la escuela llego para quedarse y extenderse peligrosamente”, pero es posible intervenir para cambiar el rumbo de las cosas; “el docente ha perdido el sentido de lo que hace”, pero se puede trabajar por y con los docentes para mejorar sus condiciones de trabajo y para que recuperen el sentido fundamental de su actividad, que es lo que a tantos atrajo a esa profesión; “falta de presencia de la familia en la escuela o falta de respuestas de la escuela a la familia”, pero se pueden construir puentes y transitar por ellos en las dos direcciones. >> Jesús Palacios -Pedagogo
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Introducción La violencia en la escuela es uno de los muchos fenómenos que han estado habitualmente entre nosotros, pero que sólo recientemente han adquirido notable visibilidad. La realidad es que el fenómeno no es nuevo y no se esta seguro de su exacta magnitud ahora que se estudia. Una vez “descubierto”, el hecho de la violencia en la escuela atrae esporádicamente la atención social. Además de la atención de los medios de comunicación, ha atraído el interés de los investigadores. Utilizando cuestionarios y observaciones, se cuantifica la magnitud del fenómeno y se analizan los perfiles de los protagonistas implicados como maltratadores, maltratados y observadores. Ha sido mucho lo que sobre violencia en las escuelas se ha aprendido en los últimos años. Y sobre la base de esos aprendizajes, se han desarrollado programas educativos destinados a disminuir la magnitud del problema y a mejorar la convivencia escolar. Reflexiones acerca de la violencia en las escuelas En la escuela primaria los docentes registran diariamente situaciones de violencia entre alumnos, hacia la escuela, hacia los docentes, hacia el edificio y sus materiales… Para evitar la explicación caso por caso y entendiendo que la violencia existe, está instalada en la sociedad misma, en las instituciones y en los vínculos, se considero importante desarrollar un modelo integrativo que permita articular las diversas violencias que aparecen en el ámbito escolar. Diferentes autores coinciden en que la violencia en las escuelas es una problemática que se destaca y aumenta a partir de los años ’90 a nivel mundial. Varios trabajos señalan el auge del bullying, el matón que ataca y domina, los enfrentamientos entre grupos, aun en edades tempranas, y manifiestan la preocupación por la búsqueda de alternativas de abordaje. En Argentina, los niños nacidos en esa década, lo han hecho bajo un contexto donde se pudo observar la caída del nivel educativo, del cultural y de los valores, donde se instalaba cierta improvisación e indisciplina con un profundo desinterés por el otro… estas características pertenecen a ese periodo. La cultura del interés por lo humano, por el cuidado, el respeto no pertenece. En un contexto así no es difícil que sucedan situaciones de esta naturaleza, los chicos sienten que están en tierra de nadie. Sin adultos que habitualmente los escuchen y se interesen por sus preocupaciones, algunos sobreviven al margen de sus casas, de las escuelas o de la sociedad en general. 3
A nivel educativo faltan políticas integrales y sobra desigualdad en la calidad. Los chicos no tienen formación cívica y ciudadana, y los docentes se dedican a muchas más cosas que educar. Se ha gestado una creciente desprotección de las personas; se observa falta de cuidados, de amor, de tiempo para escuchar, de comprensión, de firmeza, de claridad para transmitir valores y normas. Lo más grave es la repercusión de todos estos factores en la construcción de la subjetividad de los niños y adolescentes que concurren o no a las escuelas. La escuela ya está dejando de ser una “buena marca” en las subjetividades de ellos, muchos pasan por la escuela y sienten que no les deja nada bueno. Si la escuela no se adapta a estas nuevas realidades estos niños se sentirán “afuera” del sistema educativo, y por otro lado la escuela funcionaría expulsándolos. Es posible observar que tanto la figura paterna o materna, como el lugar de la escuela se encuentran despojados de autoridad. La violencia como modo de relación muestra la impotencia en la búsqueda de salidas y sobre todo el agotamiento de las formas tradicionales que se manifiestan como inoperantes. Los aspectos señalados hacen necesario y urgente el análisis de las violencias en la escuela, en la búsqueda de alternativas de prevención y abordaje, que pueden ser desde la institución educativa, con los recursos disponibles y el compromiso de todos. Lo efectivo son todas aquellas actividades orientadas a la critica constante de las expresiones violentas, a su explicación y análisis, buscando romper la supuesta aceptación de la naturalización de las mismas. Cada escuela, aun estando inmersa en un sistema educativo complejo con reglas y planificaciones, puede transformarse en un mundo pequeño que puede establecer propuestas y reglas alternativas.
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La violencia en un ámbito escolar Que entendemos por “violencia” en la escuela El problema de la “violencia” en el ámbito escolar ha ido despertando un interés creciente a nivel mundial, ya que los problemas registrados en nuestras escuelas trascienden el contexto latinoamericano. Es común que al hablar de situaciones de violencia en la escuela, se refieran a las conductas agresivas de los niños entre sí, o de los niños hacia los docentes, o al edificio escolar y los materiales, a las dificultades de comunicación entre los padres y docentes y sobre todo se habla de una serie de conductas tipificadas en los últimos años como “bullying”. Muchos estudios sobre el tema abordan el problema desde el concepto de agresión y otros intentan una mirada macrosocial desde la violencia del sistema reproducida en la institución educativa. Desde el punto de vista de la institución escuela, vemos trabajos acerca de malestar docente, el burnout de los docentes, las licencias del agotamiento, la falta de capacitación para resolver satisfactoriamente los problemas que plantean los alumnos y las familias. Los niños maltratados suelen ser los “niños problemas” por sus dificultades en el desarrollo de las áreas cognitiva, emocional, social y evolutiva en general ya que presentan dificultades en el apego, en el comportamiento social entre iguales, en el ajuste emocional y cognitivo, en el desarrollo de la empatía y las conductas morales y los valores. Sin embargo, hoy este planteo resulta reduccionista, dada la compleja situación que atraviesa nuestra sociedad, como consecuencia de los modelos económicos y la creciente globalización. Como el desempleo, los problemas económicos, los cambios en la estructura familiar… Ello influye en las situaciones estresantes en las familias y en los factores de riesgo para que las relaciones paterno-filiales no sean adecuadas, facilitando situaciones de malos tratos, negligencia y abandono, las que repercuten en la situación escolar ya que los niños llevan sus problemas a la escuela. Por otra parte el sistema educativo y la institución escuela como reproductora del sistema social, implica problemas propios y específicos que producen un impacto no deseable en la conducta y aprendizaje de los niños a los que debe formar e informar. Las múltiples violencias de la “violencia” en la escuela Hablar de la “violencia” en la escuela como un hecho puntual simplifica y oscurece el problema, ya que dicha violencia implica múltiples violencias que se superponen aumentando su efecto sobre niños adultos. 5
Quizás la cara más visible sea la agresividad, la agresividad es la manifestación del “estar mal” de los niños y señala para ello múltiples determinantes. La infancia feliz ya no lo es tanto, es posible aislarse de las experiencias y los contextos cotidianos de vida. Y la escuela es, junto con la familia, el lugar mas importante, donde los niños, pasan muchas horas, donde se encuentra un espacio que protege y cuida mientras los padres trabajan. Y cuidar, alimentar, escuchar se han transformado en funciones del rol docente, tan importantes como la formación, los contenidos y la información. De ahí que muchas docentes planteen, que se sientan más trabajadoras sociales que maestras. Pareciera que la violencia en la escuela llegó para quedarse y extenderse peligrosamente. El problema de la violencia es un tema urgente que necesita ser abordado y adoptando la perspectiva de la existencia de múltiples violencias articuladas entre sí. Sólo un diagnóstico adecuado del problema permitirá determinar las características que deberían adoptar las propuestas para las escuelas, tomando en cuenta que las mismas deben incluir a todos los actores (niños, padres, docentes) para que en los diferentes niveles involucrados se puedan producir modificaciones que permitirán una mejor resolución de las situaciones que se presentan a diario. Al hablar de múltiples violencias en la escuela, debemos empezar a analizar cada una de ellas, a los fines de comprenderlas: La Violencia en la Familia
En las últimas décadas los cambios en las concepciones acerca de las relaciones familiares han facilitado la apertura de la mirada sobre las situaciones relacionadas a la problemática de la violencia familiar. Hoy se habla de un conjunto de situaciones violentas que ocurren en su seno: violencia conyugal y/o violencia cruzada en la pareja, maltrato infantil, maltrato a los ancianos y maltrato de hijos hacia los padres. El maltrato aplicado a los niños se observa desde los inicios de la historia. Un importante punto de inflexión fue la incorporación del mundo privado en los estudios de las disciplinas humanísticas y sociales. La historia transmitida estaba basada en el mundo público, en los datos políticos, demográficos económicos, como si los mismos se fueran creando de puertas hacia fuera sin la participación de los sujetos que habitaban puertas adentro. El papel de la mujer, de los vínculos afectivos en la pareja y en los roles parentales, las funciones de cada uno de sus miembros, la definición de los roles, entre otros, eran temas no relevantes, por lo tanto no analizados, ni registrados en los estudios históricos. El desarrollo de los estudios acerca de la historia de la vida privada y la historia de la familia, aportó 6
contenidos diversos que permitieron comprender la naturaleza de las relaciones y la violencia en sus vínculos. La naturalización del castigo en las prácticas educativas era moneda corriente tanto en el interior de la familia como en las instituciones educativas. La familia y la escuela son los lugares por los cuales debe pasar el niño a fin de lograr su pleno desarrollo, según las normas sociales esperables. Orientar, corregir, señalar, encauzar modelar… se transforman en los requisitos primarios de la familia y la escuela. Hoy llamamos violentas a las formas cotidianas empleadas en esos momentos para lograr tales objetivos. El castigo en la educación fue planteado como un mal necesario, en el mejor de los casos, para evitar males mayores y con las mejore intenciones. Las relaciones conyugales no quedan extensas de estas formas vinculares violentas. El desarrollo de los estudios de géneros permitió iluminar las formas de violencia y abuso hacia las mujeres, y éstas han logrado espacios de incorporación laboral, política, social y cultural más igualitarios. Sin embargo ello implicó la crisis del modelo patriarcal tradicional, los roles de géneros se vieron cuestionados, y los cambios en la adjudicación y ejercicio del rol femenino trajo aparejado, el desdibujamiento del masculino. Frente a ello, los hombres modifican el suyo y se adaptan a los cambios, o se agotan en el intento con consecuencias para ambos, o intentan perpetuar el modelo tradicional bajo formas claramente violentas o sutilmente violentas. El modelo vincular violento se instala, como modalidad de relación y es observado y asimilado por los hijos, años después podemos ver nuevos varones violentos y nuevas mujeres sometidas… La violencia cruzada en la pareja sigue el mismo camino, se pone en juego, se lleva a cabo y es observada y aprendida, de allí que hoy se haga especial hincapié en el riesgo que implican los niños testigos de violencia. La violencia familiar se despliega en un abanico de formas, con un claro impacto al interior de las familias –mundo privado- y hacia el afuera – el mundo público-. La escuela es una de las instituciones más afectadas por estas formas de violencia intrafamiliar, a través de los casos que llegan desde afuera, de los alumnos y las familias y de los casos que la propia institución posee desde los docentes, el personal de conducción, los supervisores, que muchas veces son también víctimas de violencia familiar en sus casas. Recordemos que las expresiones de la violencia no respetan a ningún sector, ni clase, ni tipo de personas.
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Los malos tratos hacia los niños
La naturalización del castigo y de las ciertas formas que hoy podrían ser consideradas abusivas, llevadas a cabo por diferentes sectores de la población, ocultó durante años la crudeza de la situación. Recién en 1964, Kempe; médico forense americano, logra en la Convención Anual de Pediatría, el síndrome del niño apaleado. Desde el siglo XIX los médicos forenses registran casos que despertaban sus sospechas, pero que eran finalmente calificados como de “accidentes” domésticos. No existiendo la categoría “malos tratos familiares” no se posibilitaba una mira y un informe que diera cuenta de eso tan terrible, así lo que no tiene nombre, no existe. A partir de allí, se comienza a hablar de maltrato infantil (maltrato físico). La bibliografía especializada relata la situación de Mary Ellen, una niña que, en 1866 en Nueva York, era sometida a una serie de malos tratos severos y abandono familiar, y en cuya situación resultaba difícil intervenir por no contar con una legislación al respecto. En este caso se recurre a la Sociedad protectora de Animales, aduciendo que si existía protección contra los animales, mas aun debía haber contra los niños. ¿Qué significa el maltrato infantil intrafamiliar? A nivel internacional lo consideran como cualquier daño físico o psicológico no accidental contra un menor de 16 o 18 años, ocasionado por sus padres o ciudadanos que ocurre como resultado de acciones físicas, sexuales o emocionales de omisión o comisión y que amenazan el desarrollo normal tanto físico como psicológico del niño) y podríamos agregar social) (Gracia Fuster y Misitu Ochoa, 1993). La primera tipología del maltrato infantil (década de 1965 a 1975) incluyó a cinco subtipos básicos: maltrato físico, maltrato emocional, abandono emocional y abuso sexual. Posteriormente se han ido agregando otras formas como: maltrato prenatal, explotación laboral, mendicidad, corrupción, prostitución infantil, síndrome de Munchaussen, falta de control parental sobre la conducta de los hijos, niños testigos de violencia intrafamiliar, adopción inadecuada, el secuestro y sustitución de identidad.
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La familia hoy
El concepto de familia, así como la estructura que ésta adopta, ha ido modificándose a través del tiempo como consecuencia del devenir de los acontecimientos, los conocimientos y los valores, sin embargo se sigue hablando de algo llamado “familia”. 8
Existen algunos aspectos que se han modificado sin alterar la concepción de “familia” en la cultura occidental: •
El matrimonio entendido desde el punto de vista jurídico, ya no es el registro para la constitución de una familia, muchas familias se originan en uniones consensuadas, con estabilidad y permanencia en el tiempo.
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Puede faltar uno de los progenitores, quedando el/los hijo/s al cuidado del otro.
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Los hijos hoy son ampliados por hijos de matrimonios/parejas anteriores, hijos adoptados o que han llegado por técnicas de reproducción asistida.
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Los roles materno y paterno pueden diferenciarse activamente de los tradicionales con una fuerte implicación de la madre en el trabajo y del hombre en el cuidado y educación de los hijos.
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Muchas parejas se separan y se arman nuevas relacionadas dando lugar a vínculos familiares reconstituidos.
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El numero de hijos varía notablemente en los países mas desarrollados respecto a los menos desarrollados económicamente, pudiendo encontrarse desde un solo hijo hasta una familia numerosa.
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Las parejas homosexuales y su posibilidad de construir una familia y criar a los niños adoptados y/o hijos de uno de los integrantes.
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Otro aspecto apunta a las diferentes modalidades de reproducción asistida como alquiler de vientres, óvulos/ espermatozoides congelados y toda una amplia gama de situaciones que caen dentro del ámbito de la bioética.
Independientemente de los casos particulares, que presenten disfunciones en los vínculos entre padres e hijos, existe un cierto consenso respecto a las funciones que la familia debería cumplir: a) Asegurar la supervivencia de los hijos (cuidado, alimentación, vestimenta)
asegurar su sano crecimiento y su socialización en las conductas de comunicación, dialogo y supervivencia; b) Aportar un clima de afecto y apoyo; c) Aportar la estimulación que facilite el desarrollo y las relaciones con el
entorno. d) Tomar decisiones acerca de la apertura hacia otros contextos educativos. 9
Lo expuesto es compartido por los especialistas que trabajan con las familias, sin embargo cada familia es diferente en sus capacidades y posibilidades de llevar a cabo estos fines. También es posible que no compartan muchos de estos planteos o que compartiéndolos no puedan cumplirse po dificultades internas o externas a la misma. Esta es la complejidad que enfrenta a diario la escuela, el equipo de salud, la justicia. Propuestas de trabajo a realizar en las escuelas cuando afecta la “violencia escolar” Reuniones quincenales con los padres para trabajar sistemáticamente aspectos diversos que hacen a las relaciones interfamiliares –padres e hijos-; a las relaciones familia – escuela; a las pautas disciplinarias; el respeto por las normas; el cómo poner límites y solucionar situaciones cotidianas conflictivas con los hijos; aspectos básicos del desarrollo evolutivo infantil, entre otros temas. Reuniones quincenales con docentes, personal de conducción y equipos de orientación escolar, para informar sobre el desarrollo de las actividades del grupo de padres; para articular acciones en conjunto; para analizar situaciones de conflicto que surjan en el ámbito educativos, productores de “violencias”, para organizar actividades áulicas preventivas de conflictos. Colaboración en la organización de jornadas y capacitaciones que la escuela requiera respecto a las disfunciones en las relaciones entre alumnos, familia, docentes, directivos y contexto social, que se consideren generadores de “violencia”. En todos los casos se considera imprescindible el trabajo articulado de todos los sectores involucrados. Las situaciones a trabajar sólo serán adecuadamente controladas en la medida que se parta de un consenso respecto a que la violencia implica formas diversas, articuladas y potenciadas entre sí y que su solución requiere de un abordaje interinstitucional e interdisciplinario complementario.
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Bibliografía
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La violencia cotidiana en el ámbito escolar. María Inés Bringiotti, Coordinadora, y su Equipo. Editorial: Lugar Editorial, año 2008.
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