Superman: La película (1978) by Elisa Portillo Castro

ÍNDICE 1. Ficha técnica Ficha técnica de ‘Superman, la película’ de 1978  Págs. 3

2. Introducción ¿Qué se va a tratar en este trabajo?  Págs. 4-6

3. Superhéroes en la pantalla antes de 1978. Adaptaciones de los superhéroes de cómics en la pequeña y gran pantalla antes de que Richard Donner dirigiera ‘Superman: la película’.  Págs. 7-8

4. ‘Superman: la película’ de Richard Donner, 1978 Todo sobre la película protagonizada por Christopher Reeves: aspectos técnicos, trama y personajes, repercusión en el público.  Págs. 9-13

5. Contexto de ‘Superman: la película’ ¿Por qué ‘Superman: la película’ es así? Películas (directores, compositores) que influenciaron y visión desde el panorama de los espectadores.  Págs. 14-16

6. El legado de ‘Superman: la película’ Cómo ha influido esta película en las numerosas películas sobre superhéroes posteriores en el cine.  Págs. 17-20

7. BIBLIOGRAFÍA Bibliografía utilizada para la realización del trabajo  Págs. 22

“¡Más rápido que una bala! ¡Más poderoso que una locomotora! ¡Capaz de saltar un edificio! ¡Mira, al cielo! ¡Es un pájaro! ¡Es un avión!

¡Es Superman!”

1. FICHA TÉCNICA  Título original: Superman, the Film

 Título en España: Superman, la película  Año: 1978  Duración: 143 minutos  País de origen: Estados Unidos  Género: Acción, fantasía, ciencia ficción, ‘superhéroes’  Productora: Dovemead Films / Film Export A.G. / International Film Production  Distribución: Warner Bros.  Dirección: Richard Donner  Producción: Ilya Slakind, Alexander SalkindCharles F. Greenlaw, Pierre Spengler  Guión: Robert Benton, David Newman, Leslie Newman, Mario Puzo (Basado en el cómic de Joe Shuster y Jerry Siegel)  Música: John Williams  Fotografía: Geoffrey Unsworth  Reparto: Christopher Reeve, Margot Kidder, Marlon Brando, Gene Hackman, Ned Beatty, Jackie Cooper, Marc McClure, Glenn Ford, Phyllis Thaxter, Susannah York, Terecen Stamp

2. INTRODUCCIÓN

Entre los géneros del cine no podemos hallar el ‘género de superhéroes’ propiamente dicho, pues éste no es más que un híbrido entre los géneros de acción, épica, fantástico, aventura, drama e incluso comedia y terror. Sin embargo, desde los años cincuenta ya podían vislumbrarse la futura y cómoda aceptación que los superhéroes tendrían dentro del cine, llegando a casi consolidar un género para ellos mismos. ¿Por qué el superhéroe ha acabado convirtiéndose en una de las figuras fundamentales en la actualidad, saltando de la viñeta a la pantalla? Al principio, y a pesar de haber nacido casi a la misma vez el cómic y el cine, el papel era, a ojos de muchos, un material sin interés comercial ni mucho menos cultural. Quizá la crisis de ideas de Hollywood fue el detonante para que los guionistas se acercaran al quiosco y le dieran importancia a los cómics.

<< Géneros cinematográficos>>

Todos nosotros hemos tenido alguna vez fantasías sobre volar o hacer alguna cosa que nos diferenciara sobre el resto de los humanos. Es por esto, por lo que tanto queremos súper poderes, por lo que hemos creado a nuestros propios héroes dotados con tan grandes cualidades: volar, súper fuerza, una posible inmortalidad, destreza estratégica, invisibilidad… Son innumerables las cualidades que podríamos atribuir a los diferentes superhéroes, pero en resumidas cuentas, todo se resume a estar dotados del poder de ser diferente, especial, único. Además, esta nueva raza de hombres es creada para acabar con todos nuestros mayores problemas y miedos: el crimen, drogas, nuestra fragilidad, etc. Ellos siempre serán mejores que nosotros y nunca perecerán en el intento de salvarnos, de hacer del mundo un lugar mejor. Cierto es, que hay tales héroes – que solo buscan lo mejor para los demás, para el mundo – en la vida real, pero nuestros súper humanos imaginarios tienen una mayor posibilidad de ganar. Es por todo esto por lo que los cómics y las películas de superhéroes son siempre tan populares, en especial en los tiempos que corren en los que hay temor en cada esquina, en los que los problemas azotan con gran dureza la vida de todos nosotros. Solo buscamos un poco de esperanza, de posibilidades de ‘que el bien venza al mal’. Las viñetas de los cómics o las escenas de la películas de superhéroes no son más que máscaras para contar aquello que más pudor nos da; es por eso por lo que quizás éste no es un

género en sí, pues hace lo mismo que otros, contar nuestros problemas e intentar solucionarlos, solo que tomando como protagonista a una persona que es distinta y que lleva un disfraz. Estos superhéroes son, al final del día, el espejo de la humanidad. En el sentido estricto del concepto de superhéroe encontramos que por un lado el prefijo súper- alude a la cualidad de tener súper poderes o algún tipo de cualidad que lo hace especial frente a los demás; y el –héroe alude a la propia voluntad de la persona de ayudar a los demás dando incluso su vida por ellos. Los superhéroes no son nada nuevo; ya en la antigua Grecia y Roma, los hijos de los dioses eran humanos dotados de súper poderes; así también muchas voces hacen alusión a que las historias bíblicas son de las primeras historias de súper héroes. El ‘boom’ de las películas de superhéroes de hoy en día, protagonizado en su mayoría por Marvel y D.C., no se da más que por el querer aprovechar las innumerables nuevas técnicas que van apareciendo para el tratamiento de la imagen, de los efectos especiales, etc.; más que por la respuestas a una petición popular. Es la buena adaptación que han tenido estas historias de cómics al mundo del cine actual, lo que propicia la aparición de un consolidado público que busca expresamente nuevas películas sobre súper hombres, hombres araña, mutantes y justicieros en la cartelera su cine más cercano.

<< Logos de Marvel y D.C. Comics >>

La alusión a las historias mitológicas de Grecia y su relación con estos característicos personajes es la que nos conduce a la raíz del asunto, al tema principal de este trabajo: Superman. Es la historia de Hércules, hijo de los dioses Zeus y Hera, la que muestra su inspiración para la historia del pequeño Kal-El, hijo de Jor-El y Lara – habitantes del avanzado planeta Krypton. Desde que se publicó el primer número de << Action Comics >> en 1938, Superman, también conocido como el Hombre de Acero, ha sido el superhéroe más poderoso de todos, y tras los casi 80 años de vida, este superviviente del planeta Krypton que ayuda a los desgraciados habitantes de la ciudad terrícola de Metropolis, ha alcanzado una fama y popularidad que ni en sus mejores sueños, llegaron sus creadores a imaginar. Superman es el gran mito de América y el gran mito de los superhéroes. En 1978, de la mano del director Richard Donner, llegará a la gran pantalla la adaptación de la << Imagen promocional de Superman: la película, 1978 >>

historia de Superman que más fama ha recogido a lo largo de la historia del cine, además de ser la película que inaugura el boom del subgénero de superhéroes en el cine. A pesar de ser una maravilla aislada, pues hasta 1989 que se estrena Batman (dirigida por Tim Burton), hasta más de diez años después no se retoma el género, Superman marca un antes y un después del cine y no solo por la temática, si no por el tratamiento de la película. Será muy importante para la producción del film la influencia que sobre ella tienen grandes clásicos y aclamados autores de los años 70. Es la primera vez que Hollywood se toma en serio la posibilidad de adaptar las viñetas al cine, pues en los casos anteriores – ya sean seriales, guiones cinematográficos rechazados o películas ajenas a las majors norteamericanas – se puede ver una falta de maestría o interés a la hora de retratar a estos personajes y a sus historias, que lejos de causar un verdadero impacto en el espectador, hoy en día podríamos decir que produce en ellos una risa. Superman, la película de 1978 es la primera que decide arriesgarse y gastar nada más y nada menos que cincuenta y cinco millones de dólares, para hacer llegar al público tan fantástica historia; es la primera de muchas en hacer del cómic una súper producción de Hollywood. Pero como ya se ha mencionado, no será hasta una década después – a pesar de que en esa década se acontecerán las dos secuelas Superman – cuando renazca el subgénero con Batman, el cual tendrá su continuación con Spiderman, X-men, Hulk, Daredevil, Catwoman, y más recientemente Capitán América, Thor, Iron Man y su unión en Los Vengadores, entre otras muchas primeras películas, secuelas y remakes de superhéroes. En Superman, la película de 1978, se presenta, al igual que en los cómics, a un héroe que lucha por el bien y no tiene conflictos internos, ni crisis de responsabilidad por ello. Superman no es más que un arquetipo, un prototipo de superhéroe que no esconde dobles fondos y por lo que muchos lo han tachado de “simple”. En las siguientes páginas conoceremos todo lo que nos ha enseñado la película de 1978 de Superman, cómo creó un público específico para los años siguientes y por la transición que tuvo que pasar para llegar a ser la primera obra de arte de la producción cinematográfica de superhéroes.

3. SUPERHÉROES EN LA PANTALLA ANTES DE 1978

Una vez que el cine deja de ser una barraca de feria para pasar a ser toda una industria, se comenzarán a buscar temas y contenidos diversos que sirvieran para entretener a los espectadores. Parece ser que el cine encontró un fiel amigo, un refugio, en otras artes tales como la literatura. Parece lógico que si una novela era una buena fuente de inspiración para una película, más aún podían serlos los comics pues se basaban también en el carácter visual. Los cómics estaban repletos de personajes carismáticos, escenas de acción y aventura, colorido y sorpresas argumentales.

Actualmente, al menos una decena de las producciones cinematográficas que se encuentran en cartelera al año corresponden a adaptaciones de novelas, comics u obras de teatro; podríamos prever una decadencia en el imaginario cinematográfico y sin embargo solo encontramos una huella más del enlace que el cine y la literatura ha tenido casi desde su comienzo. El cine, más allá de ser un arte, pretende llegar a un público y para ello debe tratar lo que el público quiere y necesita. Las adaptaciones cinematográficas de la literatura han sido siempre un buen aliado al que respondía la audiencia por lo que, ¿para qué cambiar? Entre las primeras adaptaciones de los comics encontramos los seriales de finales de los años 30 y principio de los 40 tales como Flash Gordon (1936), Dick Tracy (1937) y Aventuras del Capitán Maravillas (1941). Estas primeras adaptaciones fueron el detonante para crear en un público cierta simpatía por estos personajes y para la creación del subgénero superheróico, que rápidamente se hizo popular entre los jóvenes, otorgándole a Hollywood una vía segura de éxito. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el público dejó de lado las adaptaciones así como los propios comics – y todo tipo de cultura en general por el caos originado – y no será hasta la llegada de Stan Lee y sus superhéroes cuando volverán al gusto por ellos. Para entonces los seriales ya eran cosa del pasado, por lo que se optó por un nuevo formato para las adaptaciones: las series de televisión como la de Batman (1966), El increíble Hulk (1978) o La mujer maravilla (1975), en las que primaba más la intensidad e importancia de la trama y sus diálogos que las escenas espectaculares – las cuáles no se podían permitir –. En los años siguientes se estrenarán algunas películas cinematográficas como ‘Batman: la película’ en 1966 con Adam West en el papel protagonista que será un éxito, y otras que supondrán un fracaso estrepitoso, como Barbarella (1968). << Flash Gordon, 1936 >>

Esta etapa de series televisivas continuará a lo largo de los años hasta ‘Superman: La Película’ en 1978 donde serán semi-interrumpidas, pues aunque se seguirán haciendo series de televisión basada en estos cómics, será el cine el que realmente se adueñe de la justicia, el valor y la brillantez de estas historias.

EL COMIENZO DE SUPERMAN EN EL AUDIOVISUAL Hemos mencionado las series y seriales previos al boom cinematográfico que supuso la adaptación realizada por Richard Donner en 1978 del superhéroes de Kripton pero, no era la primera vez que le veíamos en la pantalla. Desde su primera publicación en papel en 1938, Superman disfrutó de numerosas entregas en cómics así como series de televisión animadas. No fue hasta 1948 cuando apareció un serial de televisión de live-action basado en Superman, producido por Columbia Pictures. En esta entrega, tras la historia de Kal-El llegando a la Tierra y convirtiéndose en Superman, aparecerán una serie de villanos como Spider-Lady; pero lo importante de esta entrega es que el nombre del actor que interpreta al superhéroe, Kirk Alyn (calificado como una buena elección para el papel por su físico), no aparecía en los créditos pues se quería hacer creer a los espectadores que realmente había un Superman y no era un actor interpretando a un personaje. En los años 40 aún no estaban desarrollados los efectos especiales, por lo que surgieron problemas a la hora de hacer volar al protagonista; intentaron hacerle volar poniéndole cuerdas y arneses a Kirk Alyn pero un pequeño accidente les hizo dar marcha atrás y optar por otra solución: la de incluir dibujos animados cuando Superman volaba, aunque las secuencias eran muy fluidas, no era nada realista. Igualmente se utilizó está técnica del cambio de liveaction a animación en otros elementos como en los coches voladores propiedad del villano Lex Luthor o una nave espacial, ambos elementos de la secuela de éste primer serial. Este serial es de una calidad más bien mediocre, ya sea por la falta de intensidad en las escenas de acción, los grandes huecos en las tramas o incluso por la música del tema principal la cual no llega a llenar tanto como debería. Sin embargo, estas aventuras de Superman tuvieron el suficiente éxito como para cosechar una secuela (Atom Man vs. Superman).

<< Vuelo de Superman animado en la serie de televisión de 1948 >>

Será en la serie televisiva de 1952 (protagonizada por George Reeves en el papel de Clark Kent/Superman, y Noel Neill en el papel de Lois Lane) en la que comenzó a hacerse famosa la frase de << ¡Esto es un trabajo para Superman! >>, que a lo largo de los años seguirá repitiéndose en las series y películas sobre el personaje, y que los espectadores retendrán en la memoria, así como el clásico << ¿Es un pájaro?, ¿Es un avión?, ¡No! ¡Es Superman! >>.

4. ‘SUPERMAN, LA PELÍCULA’

DE RICHARD DONNER (1978)

Superman nació en el cómic en 1938 y su éxito siempre fue arrollador, pero podemos afirmar que, en 1978, la "supermanía" invadió el mundo gracias al cine. 1978 fue el año en el que se estrenaba Superman: The Movie, la película que comenzó la franquicia y que creó una nueva generación de fans del Hombre de Acero. ¿Cómo crear una leyenda? Era la primera pregunta que todos se hacían al tener en cuenta, que antes de este, ningún otro superhéroe había sido trasladado del cómic al cine. La fórmula para ello la buscaron los productores - padre e hijo - Alexander Salkind e Ilya Salkind, quienes deseaban poder realizar un largometraje sobre el héroe de Krypton, y cuya << Clark y Lois en Superman: la película, 1978 >> primera y más dura tarea fue la de buscar un director que tuviera la capacidad y que quisiera llevar a cabo el proyecto. Impresionados por la película The Omen (La Profecía, 1976), decidieron contactar con Richard Donner, su director, convencidos totalmente de que esta sería la elección acertada. Este cuenta que se vio sorprendido por la llamada de los Salkind y que asombrado, apuntó en una tarjeta de visita que llevaba en ese momento encima todos los datos que padre e hijo le iban dando acerca del tema (y que aún conserva): "Verá, tenemos ya a Marlon Brando y a Gene Hackman para dos importantes papeles". Donner, entusiasmado, se embarcó en la superproducción. Por primera vez, el Hollywood de las estrellas miraba con la cabeza bien alta el género fantástico. Superman escaparía de los tópicos a la búsqueda de la grandiosidad y, sobre todo, de lo que hasta ese momento era considerado un imposible: la credibilidad. Realizar dicha superproducción no sería fácil y lo sabían. En cuanto a la búsqueda del equipo de rodaje, los Salkind contrataron a John Williams quien destacaba por ser uno de los mejores compositores de bandas sonoras y al que todo el mundo parecía interesado en ofrecer proyectos de alto presupuesto. En cuanto al guión apostaron por un nombre conocido, Mario Puzo, autor de la novela y el guión de El Padrino, para que escribiera un guión serio, épico y que se moviera dentro de un contexto realista, lo contrario a como se venía tratando al personaje en los propios tebeos. Siempre fueron notables y generaron una incómoda tensión, las diferencias del director con los Salkind. Esto quedó plasmado en los problemas que surgieron con gran parte del guión. El mismo Donner llamó a su amigo guionista Tom Mankiewicz, autor de varios James Blond, para que lo revisara una vez más. Algunos de los detalles iniciales quedaron reflejados en el resultado final, pero, puede afirmarse que lo más importante que aportó Mario Puzo a Superman fue su prestigio y vitriola de gran autor.

El proceso de selección para el papel de Clark y Superman fue complicado. Hubo una gran demanda por parte de los actores, y la mayoría de los más importantes de Hollywood se machacaban en el gimnasio para dar la talla, suponiéndose contratados, pero Donner dejó su principal objetivo claro: verosimilitud. Estaba convencido de que para interpretar a Superman se necesitaba un rostro ajeno al mundo del celuloide, se necesitaba un nuevo talento: "Nadie creerá que Superman puede volar si el que vuela a través de la pantalla es Paul Newman o Robert Redford". Sin embargo, esto era algo que deseaban los productores. En mitad del caos que presentaba el casting hasta el momento, un día realizó una audición Christopher Reeve, un joven actor de teatro y de series televisivas pero rostro desconocido para la mayoría del público de cine. Antes de que él mismo supiese el resultado, todo el equipo sabía que ya tenían protagonista. Reeve se enteró de la noticia de un modo curioso, pues fue el chófer que lo llevaba de vuelta al aeropuerto quien le dijo: "¿No lo sabe?, Le han cogido. Usted es Superman". Y de este modo comenzaba la aventura de filmar Superman: The movie. La claridad de ideas de Donner hace de este primer Superman una película fundamental dentro del género de superhéroes. En parte, porque creó una estructura narrativa ágil y atractiva, heredada del cine de aventuras, y además porque demostró que se podía realizar una adaptación de un cómic de una forma seria y respetuosa, manteniendo la espectacularidad del original. La película gira alrededor de la vida de Kal-El, quien es enviado siendo un bebé a la Tierra desde el planeta Krypton por sus padres antes de que este desaparezca debido a una explosión, siendo él, el único superviviente. Una vez en la Tierra, es adoptado bajo el nombre de Clark Kent por unos granjeros de Smallville (Kansas), descubriendo a medida que crece que tiene una gran cantidad de superpoderes, los cuales decide usar para ayudar a la humanidad. Para ello se traslada a la ciudad de Metrópolis (definida como << Clark Kent pasando a ser Superman (Superman, la película de 1978) >> una de las más grandes y ricas de la Tierra, que realmente corresponde con Nueva York), donde esconde una doble identidad: la de un periodista tímido que trabaja para el Daily Planet y la del superhéroe "Superman". Aquí es donde se cruzará con Lex Luthor, un villano que no estará dispuesto a permitir dicha situación de ninguna manera. La trama en sí, quizás, pueda tener una serie de aspectos que chirríen. Como se destaca en el libro "Comic Book Heroes Of The Screen" puede que, el más característico, ocurra cuando Lois (compañera de trabajo de Clark) muere sepultada por un desprendimiento de tierra y Superman decide retroceder en el tiempo girando alrededor de la Tierra, y haciendo que esta gire en sentido contrario. Por una parte, el protagonista desobedece las palabras de su padre quien le dejó claro que no podía cambiar el curso de la historia, y en este caso, además, lo hace para salvar la vida de una sola persona, por lo tanto, ¿por qué no hace lo mismo para salvar a todas las personas, en especial, la vida de aquellas que la pierden en inundaciones o

terremotos?, y, ¿cómo sabía Superman que era capaz de hacer eso? Puede que este sea uno de los momentos más cuestionables de la trama y sin embargo, el público lo recibe como un momento romántico en el que Superman (Clark Kent) salva a su amada. Las flaquezas de la trama o las diferencias o similitudes que esta pudiera tener con respecto a los cómics o incluso la opinión de aquellos que no fueran grandes fans de este superhéroe, quedaban disipadas por la actuación de Christopher Reeve, o más bien, por su carisma y sex appeal. Sin duda, la elección de este como actor para el papel de Superman fue la mejor elección de la película, ya que supo combinar la dulzura con la autoridad del personaje. Incluso podríamos atrevernos a decir que fue él quien atrajo a tanto público a las salas de cine. “Hay mucho en juego para mí en este film, porque es como si me encontrara en un limbo. Es una gran responsabilidad representar el papel de alguien que el mundo entero ha conocido durante 40 años en una variedad de interpretaciones, pero que es básicamente una persona con una imagen muy concreta y fija. La pregunta que siempre se forma en la mente del público es: ¿Es éste Superman o no es Superman?. Yo he tenido la dificultad de mantener la imagen y crear el personaje que sé que el público quiere ver. Al mismo tiempo, he de hacer algo nuevo y representar a un personaje que he convertido en convincente y vivo – no la repetición de algo que se ha hecho ya –. “- Christopher Reeve. Sin embargo, tanto los viejos seriales como las nuevas películas de Superman tenían todos, el mismo problema: las incoherencias en la trama, resultado del trabajo conjunto de muchos y diferentes guionistas. "He tomado la responsabilidad intentar visualizar a Superman para personas de ocho a ochenta años, todas las cuales tiene sus propios conceptos y fantasías sobre el mito de Superman. Esto, para mí, es el único gran problema relacionado con este film. Hubiera sido más seguro, y menos audaz, hacer una película sobre personajes completamente nuevos, acerca de los cuales la gente no tuviera ya ideas preconcebidas". - Richard Donner

<< Imágenes promocionales de Superman: la película, 1978 >>

La grabación del film se prolongó durante dos años aproximadamente entre rodaje con todos los actores y el individual con Christopher Reeve para completar las difíciles escenas de vuelo. El resultado es algo más que conocido por la mayoría: fue la película más taquillera de 1978 (40.925.251 $ en USA - 32.740.252 € - y 4.329.415 € en España), ganó el Oscar a los Mejores Efectos Visuales, supuso la consagración de Reeve como actor y lo más importante y por lo que hemos decidió elegir dicha película como tema para nuestro trabajo, puso la primera piedra del género de superhéroes en el cine. Por no mencionar que su estructura y algunas de sus escenas más míticas han sido imitadas en muchas otras películas posteriores, lo que es una clara señal de que esta continúa siendo un referente. Donner, quien influyó bastante en el guión, supo entender a la perfección la mitología del personaje, sus circunstancias y su evolución. Pero si por algo se caracterizó la realización de esta película fue por el miedo a zambullirse en un proyecto tan arriesgado como ambicioso: los efectos especiales y el cómo hacer volar a Superman. Si se observa con detenimiento el film, todo lo realizado era puramente artesanal, físico y mimado. No existían, evidentemente, los efectos digitales que hoy en día facilitan dicha tarea por lo que se tuvo que recurrir a muchísimos trucos e inventivas para hacer creíble una película llena de elementos fantásticos (lo cual era uno de los motivos que la hacía arriesgada). Para hacer volar a Superman se probaron distintas técnicas, Reeve salía volando frente a la cámara gracias a un complicado sistema de arneses, y el resto de planos se lograron con la combinación de chroma << Grabación del vuelo de Superman y Lois (1978) >> y proyección frontal, ayudados de técnicas como el zoom in y el zoom out. El resultado fue bastante real aunque, obviamente, no son comparables a los utilizados en el universo Star Wars de George Lucas (1977). Sin embargo, el carácter mágico y maravilloso con el que se consideró la película provocó que no se tuviera (y que no se tenga aún a día de hoy) en cuenta la diferencia de calidad. Superman ganó un Oscar especial por los Efectos Visuales (bien merecido), pero su director, Donner, no estaba satisfecho pues opinaba que debería haber sido nominada también en otras categorías. No obstante, el mejor efecto de la película sigue y seguirá siendo el de la magnífica banda sonora creada por John Williams (como ya se mencionó anteriormente) para la película, siendo una de las más descriptivas y energéticas de la carrera del compositor, y que se convierte en un complemento imprescindible para las imágenes rodadas por Richard Donner. Junto a Christopher Reeve trabajaron importantísimos actores como Marlon Brando y Gene Hackman, quienes aportaron a la película profesionalidad, aumentando así su caché. Brando cobró cuatro millones de dólares por tres semanas de rodaje, lo que destacó por ser el sueldo más alto pagado a un actor hasta el momento. Este interpretó al científico Jor-El, el padre biológico de Superman y uno de los científicos más respetados de la ciudad de Krypton. Su

compañera y esposa en la película, Lara, la madre de Superman, fue la actriz Susannah York. Gene Hackman interpretó al malvado Lex Luthor, que contaba con un estúpido compañero llamado Ottis y que interpretó Ned Beaty, un cómico de la época. Pero el papel femenino principal que acompaña al de Superman lo interpretó Margot Kidder, actriz que dio vida a la audaz periodista Lois Lane que consigue los mejores reportajes a costa de poner, en la mayoría de los casos, en peligro su integridad física. Además, está enamorada de Superman albergando ciertas sospechas de que este y Clark sean la misma persona. Otros papeles importantes en el cómic pero que recibieron un papel secundario en la película fueron, por ejemplo, el del fotógrafo Jimmy Olsen (Marc McClure), Perry White (Jackie Cooper) como jefe del Daily Planet y jefe de Clark y Lois, el padre adoptivo de Superman, Jonathan Ken (Glenn Ford) y el General Zod (Terence Stamp), el malvado villano kryptoniano atrapado con dos secuaces en la zona fantasma. Como se ha mencionado ya anteriormente, el éxito que tuvo el largometraje fue asombroso, por lo que de forma simultánea, la productora decidió rodar una segunda parte, que puede ser considerada casi como una partición de la primera para no hacer una película de más de cuatro horas. Así, Superman II continuaba exactamente donde se quedaba la primera, y aprovechaba hechos sucedidos en la misma. Habiéndose rodado al mismo tiempo que Superman: la película, se diría que Superman II debería estar a la altura de su antecesora, pero los desacuerdos de Donner con los Salkind les llevó a echarle con un 75% de la película ya rodada, y a sustituirlo por Richard Lester como director. La segunda entrega se estrenó en 1980, y el resultado fue una película que incide todavía más en el humor que ya estaba presente en la anterior (y en algunos momentos incluso demasiado), pero que aún conserva la suficiente fuerza narrativa como para estar a la altura del personaje. Lo más interesante, eso sí, es la extensión de la metáfora crítica del personaje que ya empezaba a apuntarse en Superman: la película, y que aquí toma forma definitiva con esa muerte y resurrección figuradas que vive el superhéroe. Pero el público todavía quería más Superman, puesto que las dos primeras aventuras habían dejado muy buen sabor de boca.

5. CONTEXTO DE

‘SUPERMAN, LA PELÍCULA’

En el cine ninguna época es uniforme y los años 70 no son la excepción. Si observamos desde la distancia el cine que se veía en aquella época, podemos encontrarnos con muchas tendencias: igual que ahora, igual que siempre. La película de Superman debe su forma de producirse y el éxito cosechado al cine anterior a ella, al de su década, al de los 70, que constituyó una edad dorada. Rememorando aquella época, si algo podemos destacar, es el desconocimiento por los gustos de la demanda: no se sabía muy bien qué es lo que el público buscaba pues, literalmente, cada año cambiaba de gustos. El cine de la década anterior estaba marcado por la política y la sobriedad, era personal y complejo, pero con la irrupción de la nueva moral hippy y el rechazo a la guerra de Vietman se decide darle un ‘’lavado de cara’’ a este y una orientación más bien hacia el espectáculo. Cuando uno habla sobre el cine de los 70 debe hacer referencia al erotismo, las drogas, la violencia y el rock and roll, aspectos que marcaron el fin del Hollywood clásico, dando paso a la decadencia que hoy nos desvela. Los espectadores ya conocían el cine y el legado del cine clásico americano por lo que era fácil hacerles guiños sobre este, pues ya contaban con una memoria histórica y podían entenderlo y disfrutarlo. Es en los primeros años de esta década cuando las trayectorias profesionales de los “cachorros del Nuevo Hollywood” (F.F. Coppola, Steve Spielberg y George Lucas) empezaban a tomar cuerpo. El cine se convirtió ya en toda una industria a nivel mundial y los directores buscaban hacer de sus películas las más grandes de todas, optando por los altos presupuestos (invirtiendo en sus propias producciones e incluso en algunas ajenas), los actores comenzaron a medirse por su caché y el comenzar a llevar a cabo grandes técnicas de promoción tenía como objetivo ir en busca de los “taquillazos”. El no reparar en gastos supuso que la tecnología diera un gran salto al cine, la inclusión de nuevas e innovadoras técnicas de producción dieron paso a los efectos especiales. << Tiburón, Spielberg 1975 >>

Puede que hayan influido muchos más factores pero la realidad es que, las películas de superhéroes (y por tanto Superman, pues es la pionera de ellas), son hijas del cine de George Lucas y Steven Spielberg, quienes en la década de los setenta pusieron de moda los efectos especiales y las películas “de bichos”, películas donde la fantasía es lo que reina y todo aquello que vemos en pantalla es fruto de una brillante imaginación que nos hace evadirnos de la realidad y pasar un buen rato en el cine, buscando así el entretenimiento. Para A. O. Scott (crítico en The New York Times), el cine de superhéroes era una nueva apuesta que sustituiría al cine bélico y al western dado hasta el momento (aunque en Europa los autores más consagrados siguieron apostando por las fórmulas tradicionales del cine de posguerra, y los

nuevos directores reinventaron géneros o fueron fieles a su estilo propio). Fue “La guerra de las galaxias” (George Lucas) en 1977, la que inculcó en el espectador el interés por la búsqueda de aventuras, en las que hay unos héroes que se enfrentan a unos villanos. Con “La guerra de las galaxias” y “Tiburón” (Spielberg, 1975), películas que marcaron el cine posterior, y sin las que es imposible entender el reciente mercado estadounidense, surge el concepto de blockbuster o superproducciones, así como el merchandising asociado a los estrenos de las películas. Los años setenta supondrá el ascenso definitivo del adolescente como público preferente. Hollywood tenía la sensación de que comenzaba a reestrenarse (aunque en los años ochenta volvería a decaer). Sin duda y como ya hemos comentado anteriormente, estos años constituyeron una edad dorada, acaso la última. En su transcurso se rodaron cintas memorables, sin ir más lejos, películas que dejaron huella en la historia del cine como: “Harry el sucio” (Siegel, 1971), “La naranja mecánica” (Thriller; Kubrick, 1971), “El diablo sobre ruedas” (Thriller para televisión; Spielberg, 1971), “El Padrino” (Coppola, 1972), “El exorcista” (Friedkin, 1973), “Chinatown” (Roman Polanski, 1974), “Taxi Driver” (Scorsese, 1976), “Apocalypse Now” (excepción de cine bélico en la época; Coppola, 1979), “Alien, el octavo pasajero” (Ridley Scott, 1979), “La vida de Brian” (comedia; Terry Jones, 1979), y muchas más. Es la generación de un grupo de directores que surgían con fuerza y que serán de culto, ya sea por sus técnicas para dirigir o por sus técnicas para alcanzar el éxito: Don Siegel, Woody Allen, Bob Fosse, Robert Altman, Steven Spielberg, George Lucas, Francis Ford Coppola, Stanley Kubrick, Martin Scorsese, Brian de Palma, etc. El éxito de Star Wars en 1977 aumentó aún más las esperanzas de éxito de Superman: la película de Richard Donner que ya llevaba unos años siendo trabajada y que se estrenaría al año siguiente. La película desarrollada en una galaxia muy, muy lejana estaba basada al igual que Superman en un cómic, por lo que tras su éxito, las creencias del público sobre los prototipos de personas que leían cómics (niños y frikis), se vieron mermadas, ahora esas historias comenzaban a parecer intelectuales, pues se asumía que para hacer películas que suponen una gran inversión de dinero, éstas debían ser buenas e importantes. La ciencia ficción proponía argumentos mucho más esperanzadores, inaugurando así, una nueva edad de oro del género, convertido ya en un estilo en el que incluso era posible mezclar elementos del cine bélico, el western y el cine de capa y espada. ¿Qué es una película sin su banda sonora? La música es la mitad de la experiencia cinematográfica, es una parte fundamental de una película. Por lo que nos es imposible no pensar en el cine de los años 70 sin pensar en John Williams. Este brillante compositor ya había puesto alma a Tiburón y a Star Wars y el éxito había sido abrumador, por lo que para una historia y un personaje tan épicos << Star Wars, Lucas 1977 >> como el que Donner se planteaba, no podía encontrar mejor compositor musical.

La banda sonora de Superman ha sido calificada como una de las mejores y más maravillosas composiciones de la historia del cine, pues supo adaptarse a la perfección a los momentos de acción y aventuras, y por supuesto creó todo un símbolo en el mundo del cine de superhéroes, pues, ¿quién no es capaz de reconocer la banda sonora de Superman e imaginarse al personaje volando en busca de una solución para ayudar a algún necesitado? Los años 70 habían dejado atrás la música clásica y habían llenado los oídos de la gente de música rock y disco, por lo que la composición de Williams era toda una obra maestra que supo aunar lo mejor de una composición a base de instrumentos de una orquesta al más puro estilo clásico, con las nuevas melodías de las que gozaban los adictos a la música. Las críticas hacia Superman: la película, fueron muy diversas. Muchos fans y críticos mantenían la opinión de que los programas de televisión de este superhéroe eran superiores a las imágenes de los años setenta y ochenta, sin embargo hay que añadir que en comparando los seriales y series de televisión con la película se puede sacar en claro que éstos daban estas declaraciones guiados por la nostalgia hacia los comienzos de Superman en la pantalla. Así como conquistar lo personal fue un gran logro en estos años, también lo fue apropiarse de la cultura baja o “pop”. Disfrutar sin culpa el cine de entretenimiento, los seriales de televisión y las telenovelas, los cómics, las radionovelas, las revistas, y todo aquello que formaba ya parte del entorno y que resultaba ridículo negar. El cine como arte o el cine como entretenimiento: no importa siempre y cuando haya calidad. Bajo nuestro punto de vista, un amplio registro, pero en el que no todo vale, sería el gran legado de los maravillosos años 70. Es normal, pues, que bajo todas estas circunstancias surgiera una película como la de Superman y más aún que tuviera el éxito cosechado; Donner dirigió la película en un momento perfecto de la época del cine, un momento de brillantez que marcaría y seguirá marcando generaciones.

6. EL LEGADO DE

‘SUPERMAN, LA PELÍCULA’

DESPUÉS DEL SUPERMAN DE REEVE VINO…

Con el éxito que tuvo el personaje de Superman entre el público no podíamos esperar que no hicieran más adaptaciones de este superhéroe. Ya hemos comentado que tras el estreno de la primera película en 1978, Reeve se metió otra vez en la piel de Clark Kent en tres secuelas más en 1980, 1983 y 1987. La segunda parte fue un rotundo éxito pues seguía fiel a la esencia de la primera; sin embargo la tercera parte intentaron hacerla más cómica y diferente, acabó siendo un fracaso, por no hablar de lo que supuso la cuarta y última parte de esta saga. Varios proyectos cinematográficos de Superman llegaron a manos de diferentes directores, productores y actores y, finalmente, ninguno se hizo por miedo a volver a fracasar, por un alto presupuesto o simplemente por decenas de inconvenientes que evitaban que la filmación se llevara de acuerdo al plan. No será hasta el año 2006 cuando, de la mano del director Bryan Singer, se vuelva a adaptar la historia retomándola desde la segunda película dirigida por Richard Donner ignorando la estrepitosa tercera. Superman Returns, tuvo una buena crítica a pesar de que todas alegaban que los protagonistas no llegaban a la química que Reeve y Kidder lograron en las primeras adaptaciones; sin embargo la película destacó por los efectos especiales que, casi veinte años después de la primera, con las increíbles mejoras técnicas daban un aspecto totalmente renovado a Superman.

<< Evolución del personaje en las películas, series y animación >>

En 2013 se estrenaría una nueva versión de Superman, dotada con una visión totalmente alternativa, una imagen más oscura y efectos especiales totalmente envidiables fruto de las mejoras en éstos en los últimos años. De la mano de Zack Snyder y Christopher Nolan llegaría esta nueva adaptación (El Hombre de Acero) que sería un éxito en taquilla hasta tal punto que en 2015 llegará a las pantallas ‘Batman vs. Superman’ dirigida también por Snyder y que pretende aunar a los fans de ambos superhéroes.

Por último, pero no menos importante, mencionar las diversas series televisivas – de liveaction y animación – que han contado las aventuras de Kal-El, Clark Kent, Superman, El Hombre de Acero o cómo queramos llamarle. Las aventuras de Superboy, Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman y Smallville, fueron las series que desde distintos puntos de vista contaron su historia; la segunda de ellas se centraba especialmente en la relación amorosa del protagonista con su amada mientras que la tercera exploraba más bien la adolescencia de Clark Kent y el descubrimiento de sus poderes antes de trasladarse a Metropolis. Las tres disfrutaron de éxito, pero fue Smallville la más longeva de todas y en la que aparecieron estrellas invitadas del calibre del propio Christopher Reeve (ya afectado por el accidente hípico).

EL LEGADO DE SUPERMÁN EN EL CINE DE SUPERHÉROES Es indudable el éxito que no solo tuvo la primera película de Superman en 1978, si no sus dos posteriores que formarían la trilogía con Christopher Reeves como protagonista. En 1982, de la mano del director John Milius llegaría otra adaptación cinematográfica de un cómic: Conan el bárbaro, protagonizada por el aquel entonces desconocido, Arnold Schwarzenegger, en la piel de aquel justiciero que buscará venganza por el asesinato de su tribu. En 1989, el extravagante y original director Tim Burton decidirá llevar a la gran pantalla la historia de otro justiciero, quizás más en la línea de superhéroe como Superman, el murciélago de Gotham, Batman. El éxito de este otro superhéroe de D.C. Comics se dio por las mismas circunstancias que Superman: Batman desde los años 60 era famoso por una serie de televisión y su primera película, era todo un icono de la cultura pop. Al igual que las películas de Superman abarcaron toda la atención hacia los superhéroes durante una década, igualmente lo hará Batman pues no será hasta 1998 cuando la compañía Marvel lleve al cine el primero de sus superhéroes: Blade. A lo largo de la última década, las adaptaciones de superhéroes de comics (y la creación de otros nuevos) están a la orden del día, y somos bombardeados incluso a veces con dos películas de superhéroes a la misma vez en taquilla. Tanto Marvel como D.C. no escatiman en gastos a la hora de hacer una película de superhéroes, con la intención de captar la atención del público con increíbles efectos especiales, una historia llena de acción, amor y justicia, y unos personajes cada vez más carismáticos. Si en 1978 el público quedaba maravillado con los efectos especiales y las capacidades de volar, los rayos X y la super-fuerza de Superman, hoy en día se necesita de muchas explosiones, grandes destrucciones y cegadores efectos especiales para que el público se sienta a gusto en la butaca del cine y se maraville con aquello que está pasando en la película. El público de ahora necesita evadirse de los problemas cotidianos, pero a la vez siente la necesidad de ponerse en la piel de los personajes que admira en la pantalla. Tiene que sentir empatía por ellos, incluso por los villanos, y es por eso que a pesar de los innumerables elementos ficticios que aparecen, los directores intentan darle a las tramas elementos más realistas, para que el espectador a pesar de saber que es toda ficción, crea que es posible.

Si analizamos las últimas películas estrenadas por Marvel (que es la que ha tomado ventaja frente a D.C.) encontraremos que todas se desarrollan en lugares reales y en épocas acontecidas o en la nuestra actual: Spiderman, Hulk, Daredevil, Los 4 Fantásticos y Iron Man se desarrollan en Nueva York y en el presente, igualmente X-men cerca de Nueva York (y en otros lugares de EEUU) y en el presente o épocas cercanas en el caso de las entregas de los Orígenes, Capitán América en EEUU y en Europa durante la Segunda Guerra Mundial (y en Nueva York en la segunda entrega de la película), en Thor el protagonista viene del planeta Asgard a la Tierra (concretamente a Nuevo Mexico) también todo en el presente, así como Los Vengadores quienes desarrollan la trama en Nueva York y alrededores.

<< Los Vengadores (2012), Watchmen (2010), X-Men 2 (2003) >>

No es casualidad que todos se encuentren de una manera u otra en Nueva York pues es ‘la gran manzana’ del país que ha contribuido a la creación de estos personajes. Pero el punto importante es el mencionado, en ningún momento encontramos ciudades inventadas como Metropolis o Gotham que por muy semejantes que sean ‘a la ciudad que nunca duerme’, no dejan de ser producto de la imaginación. Desde el héroe que nace en la propia ciudad terrícola hasta aquel que viene de otro planeta acaba en ‘nuestras vidas’. Sin embargo es cierto que las secuelas de Superman (El hombre de acero) y de Batman (El caballero oscuro) siguen siendo hoy en día unas de las más taquilleras a pesar de lo comentado anteriormente en relación a la veracidad de las localizaciones, pues éstas se han actualizado, se han vuelto más oscuras y reales, prácticamente como reflejo de la real Nueva York. Por otra parte, el realizar no una nueva entrega de una película, si no la primera de las películas de cierto superhéroe supone un riesgo pues por una parte, hay que pensar en los lectores de los comics quienes son los primeros que se podrían quejar de que sea una mala << Spiderman 2 (2004) >> adaptación o de que los personajes no sean tales y como habían sido representados en las viñetas; por otra parte hay que pensar en el público cinematográfico en general, en lo que están interesados en la época, en los actores que les interesan o si conviene

más escoger actores nuevos en la industria del cine. No es azarosa la elección de los actores a la hora de alizar la película. Por suerte, hoy en día los productores y directores cuentan con la ayuda de las redes sociales en las cuales dejan caer rumores sobre el cast para saber la opinión del público. Son evidentes las diferencias que surgen entre los superhéroes de Marvel y de D.C. Comics. Los personajes de Marvel son más cercanos, carismáticos, divertidos y menos oscuros; mientras que los de D.C. son todo lo contrario. Además, Marvel ha creado el llamado Marvel Cinematic Universe, en el que todas sus películas están interconectadas, todas tienen un hilo de conductor ya sea de tramas que se unen, villanos comunes, etc., que las unen; lo que hace fácil el estreno muy seguido de las diferentes adaptaciones pues todo podría tomarse como una gran saga de superhéroes. Por otra parte D.C., cuenta en la pantalla con un número menor de superhéroes, de los cuales casi siempre son los dos mismos lo que llaman la atención del público, los clásicos Batman y Superman. Por último, antes habíamos mencionado la creación de superhéroes; las majors norteamericanas han apostado por crear héroes ajenos al mundo del cómic y la historieta. Esto se hace para poder construir nuevas ficciones sin tener que pagar derechos de autor, y sin embargo es una gran actividad de riesgo pues uno de los puntos favorables que tienen las adaptaciones de cómics – al igual que el resto literarias – es que el público ya sabe qué va a ir a ver, lo conoce y está interesado. No sabemos a ciencia cierta cuánto va a durar esta nueva fiebre por el cine de superhéroes, lo que sí sabemos es que en mayor o en menor medida ellos van a seguir formando parte del cine pues si algo nos ha enseñado la historia, es que el público que necesita evadirse va en busca de algún tipo de consuelo, de algún resquicio de esperanza que quede en el mundo y que pueda solucionar sus problemas, y sin duda eso lo encuentran en los superhéroes, ya sean oscuros justicieros como Batman, ‘amigos y vecinos’ como Spiderman o super-hombres de otro planeta como Superman.

<< SUPERMAN tiene potencial para estar en primera fila de la historia del cine. Para mĂ, esto es importante porque sean cuales sean las aires de comercialidad que puedan haber en este film, siempre estarĂĄn mezcladas con cierto mensaje; un mensaje de esperanza y sentido de la justicia. Yo quiero aportar cierta felicidad, porque todo el mundo quiere volar, quiere sentirse libre y totalmente en la cumbre del mundo. Pueden ustedes contar con Superman. >> Ilya Salkind, productor ejecutivo de Superman.

7. BIBLIOGRAFÍA

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