6 minute read
Jorge Mogrovejo
Calle
Tras la primera guerra mundial surge en Europa el surrealismo, como un movimiento artístico y literario que intenta, impulsando lo irracional y onírico y rebuscando en el recóndito subconsciente, terminar volviéndose un arte fascinante.
Advertisement
Salvador Dalí, al que creían loco (bueno un poco) muestra su genialidad en imágenes imposibles, llenas de color y movimiento de un soñador irrespetuoso. Relojes que se licuan sobre cubos y ramas, tigres voladores con bridas tras el bello cuerpo femenino de Gala su amada, peces con arneses que galopan, caballos famélicos y extraños que surcan brisas con castillos a su grupa etc, etc son pequeños puntos en su amplia, novedosa y revolucionaria pintura.
Jorge Mogrovejo Calle, es el Dalí ecuatoriano y latinoamericano sin duda, sin caer en lisonjas y que son muchas que vienen de mi parte, porque es un viejo y dilecto amigo de muchísimos años de compartir la vida. Su enorme arte, llena de policromías surrealistas fantásticas, demuestran que es más que un grande del arte latinoamericano y consciente de ello, el Sr Rector de la Universidad Católica Dr Enrique Pozo C convertido en los últimos tiempos en un mecenas que se encuentra rescatando tesoros inmensos de nuestra cultura artística, pictórica, poética, literaria y muralista, anoche levantó a los vientos de la posteridad, un libro hermoso, prolija y bellamente editado con la obra del maestro Mogrovejo, donde bustos bellos de mujer son exhibidos en un especie de armador de ropa o gorros de gnomos con túnicas y bellas manos toman la vida en cubos y otras decenas de maravillosos sueños de una calidad, quien sabe si superiores a los de Dali y menos excéntricos.
Jorge Mogrovejo, “Jorgito”, mi compañero de tertulias entre café y humitas, acompañados de Alicita su maravillosa compañera, es además de ser mi amigo, pintor inmortal surrealista, autor de más de unas decenas de bellos murales regados en especial en Azogues y Cuenca y como muestra un botón, pues el Sr Rector Enriquito Pozo le encargó construir en el frontis de la Universidad un enorme y policromo mural, que me toco, por condescendencia y cariño, presentarlo yo en su inauguración. Véanlo cuando pasen por frente a la basílica y facultad de odontología, es bello, filosófico y metafórico y desde anoche, un libro precioso surca los lindes del inmortal surrealismo. (O)
Aníbal Fernando Bonilla
Mujeres
Estas líneas no son las primeras, ni tampoco serán las últimas que se refieran o discurran sobre la mujer. Y, por supuesto, las que tracen el merecido elogio. En marzo o en cualquier otro mes del año (o mejor en el transcurso de todo el año), cabe la pertinencia del enunciado en donde aflore el esplendor de su impronta sustancial en la comunidad.
Ella ha estado -y sigue estando- junto con el hombre, a lo largo del tiempo, tras el misterio de la vida, desentrañando vericuetos y temores, dudas y esperanzas. Ella, ya sea como lideresa, profesional, trabajadora, madre, hija, esposa, amiga, ha exigido el respeto, la igualdad de género y el reconocimiento de sus derechos conculcados entre la ignominia y el abuso patriarcal.
Nada la amilana. Aunque decaiga, su lucha es una lucha compartida (o al menos
Cuco político Comunicación líquida
apreciada) por todos, pero fundamentalmente, por todas. Cualquiera que fuese las circunstancias, su sacrificio y aplomo se ven plasmados en determinadas realizaciones, con mérito propio. Nada de concesiones gratuitas. Sus logros personales y reivindicaciones colectivas han sido el resultado de un dilatado proceso de resistencia y denuncia, tal como lo registra la historia (desde las épocas rupestres, de la hoguera y de la guillotina). Ya en el pasado, ellas fueron calificadas de hechiceras, de herejes, de blasfemas. Ya en su momento fueron perseguidas, encarceladas y asesinadas. Ya en otrora fueron denigradas con la retórica y la actitud patriarcal que infundió subalternidad en las relaciones sociales. Muchas mujeres anónimas soñaron con un mundo mejor. Otras, hicieron lo mismo, con firma singular: Louise Michel, Rosa Luxemburgo, Alexandra
Kollontai, Nellie Bly, Suzanne Valadon, Emma Goldman, Olympia de Gouges, Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, Victoria Kent, Mata Hari, Josephine Baker. Y las de sangre latinoamericana: Juana Azurduy, nuestras Manuelas, Alicia Moreau, Juana Manso, Myrna Mack, Eva Duarte, Frida Kahlo, Isadora Duncan, Delmira Agustini, Alfonsina Storni, Rigoberta Menchú, Domitila Chungara, Patricia Ariza, Macarena Gelman. Mujeres locas y rojas, creadoras y pragmáticas. Predispuestas a la conquista y al asalto del mundo, pese a la inequidad y ensañamiento sistemático del poder masculino. De esto y otros tópicos escribe Eduardo Galeano en Mujeres (2015); recopilación de textos que hablan bellamente del pensamiento, de la piel, del cuerpo y del alma femenina. (O)
L a instantaneidad y la inmediatez han devaluado la comunicación en las relaciones humanas, aquellas que se basaban en la razón, en la fidelidad, en lo claro y sincero.
El estado de incertidumbre, la falta de conciencia en la precisión de las palabras y la ambivalencia con la que se practica, hacen que la comunicación destine su rumbo al fracaso. Hay un afán por explicar y justificar toda realidad mediante lo fugaz, efímero, poco estimulante y rutinario, haciendo más difícil la comprensión de teorías y argumentos.
Los discursos tienden a ser volátiles, inestables, acorde a una cultura en movimiento, de aprisa; aferrados a esa “libertad” y amparados en el sín- drome de la impaciencia. En efecto, nos olvidamos de pensar y escuchar antes de hablar; resultado de una “comunicación líquida” diría Bauman.
¿Cuáles son las consecuencias? La fragilidad de los vínculos y de compromisos, identidades mudables, comunidades efímeras, relaciones frágiles de corto plazo, distanciamiento, desinterés por los pensamientos y sentimientos del otro. Para Carey, la comunicación debe ser entendida en términos de comunidad, comunión, común unión; es decir, integración, vinculación, continuidad. Esto involucra examinar el contenido, su orden simbólico, su significado y la interpretación que pueden dar de los mensa- jes. La comunicación es un fenómeno complejo, protagonista de toda la vida de los seres humanos; esto implica la dificultad que significa comprender una buena comunicación y el ritual de la transmisión de sus mensajes, contrario a su liquidez. Las comunicaciones densas en contenido mantienen integradas y cohesionadas a las comunidades, porque se forjan con la participación directa de sus miembros, porque son estables, porque “echan raíces”. La ausencia de una comunicación sólida es la pérdida de significancia en varios contextos, ya que se empobrece y no tienen posibilidad de sobrevivir en estos escenarios volátiles. (O)
EL 17 DE ABRIL se entregará una receta estandarizada para que la SENADI catalogue a este plato de Cuenca como Especialidad Tradicional Garantizada. Es un proyecto interinstitucional.
Que el mote pillo cuencano sea catalo gado como una ‘Especialidad Tradicional Garantizada’ (ETG), denomina ción que hace único a un producto agrí cola o alimenticio en Ecuador, es el objetivo de la Fundación de Turismo para Cuenca.
Para esta catalogación, que la entre ga el Servicio Nacional de Derechos Intelectuales (SENADI), el producto debe ser elaborado con materias primas y procesos tradicionales.
Esas características motivaron a que la Fundación de Turismo, la Universidad de Cuenca, la Asociación de Restaurantes y el proyecto Saborea Ecuador se alíen para crear una receta estandarizada y buscar la jerarquización de este plato de tanta tradición cuencana. Para crear esta receta se hizo una convocatoria entre los restaurantes de Cuenca que todavía conservan el mote pillo en sus cartas.
20 cocineros del cantón respondieron al llamado y ayer tuvieron un primer encuentro público. Allí compartieron los ingredientes que usan en el momento de preparar el famoso plato cuencano.
A ello se sumó una muestra de su mote pillo para que un jurado lo pruebe e identifique cuáles son las similitudes y diferencias de cada plato.
“No estamos haciendo una validación del mejor plato. Lo que queremos es identificar el proceso de elaboración y los ingredientes claves que debe tener el mote pillo cuencano”, explicó Hugo Benalcázar, chef del proyecto Saborea Ecuador.
A partir de esta identificación, el siguiente paso es estandarizar una receta cuencana para que la SENADI, de cumplirse con los requisitos, la declare como ETG.
Esa denominación ya existe en otros países, como México con sus tacos o Colombia con su café. En el caso del Ecuador solo hay un producto que la SENADI la declaró como Especialidad Tradicional Garantizada: el bizcocho de Cayambe.
El beneficio de la denominación
De acuerdo con un estudio que realizó la Universidad de Cuenca, a través de su Facultad de Ciencias de la Hospitalidad, los turistas que llegan a la ciudad están buscando experiencias no solo culturales o naturales, sino también gastronómicas.
Por esa razón es que, si Cuenca llega a certificar su mote pillo como ETG, la ciudad puede aprovechar la denominación para empezar a levantar los cimientos del turismo gastronómico con base en sus platos tradicionales.
“Queremos que sea como Colombia. Usted prueba y dice es un café colombiano y lo que buscamos es