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Peligros de la pertenencia tribal
Desde el inicio de la humanidad hemos buscado agruparnos, asociarnos, hemos sido parte de una tribu u otra, ya que, en teoría, un grupo solamente necesita un interés común y una manera de comunicarse para formar una tribu. Seth Godin menciona en su libro Tribes, we need you to lead us (2008), que las tribus necesitan liderazgo, a veces es una persona la que lidera, a veces más de una.
Al ser seres eminentemente sociales, necesitamos ser aceptados por la tribu, necesitamos ese sentido de pertenencia, nuestra supervivencia como especie y nuestra salud mental dependen en gran parte del hecho de ser parte de una o más tribus, sin embargo, aquello que nace por la búsqueda de protección y confort, puede transformarse en una de las principales maneras de manipular o presionar a las personas para que actúen de una manera u otra siguiendo los preceptos del líder para ser aceptados y evitar el rechazo de la tribu (Carroll, 2023).
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Malcolm Gladwell en su Bestseller The Tipping Point (2002) menciona varios ejemplos de cómo actuamos para sentirnos parte del grupo, y de lo fuerte que esa presión puede ser en términos de búsqueda de pertenencia y aceptación. Una corta revisión al acontecer noticioso mundial y un mínimo análisis del manejo de la opinión pública nos puede dar una clara idea de los peligros que tiene el deseo de pertenencia tribal, no podemos abandonar nuestros principios o aceptar injusticias por miedo al rechazo grupal o para seguir siendo parte del grupo.
Si consideramos que no pertenecemos únicamente a una tribu, sino a muchas, y que con el avance tecnológico este número de tribus siguen aumentando, resulta importante ser críticos y tener claros los peligros de aferrarnos a esa pertenencia tribal. (O) @ceciliaugalde
Editorial
Radares y transición
El funcionamiento, al fin, aplicando las multas previstas, de diez de los cuarenta radares por parte de la EMOV EP, profundiza la polémica entre la administración municipal saliente y la entrante. Directivos de esa empresa, seguramente con el respaldo del alcalde Pedro Palacios, decidieron hacerlo pese a los cuestionamientos al contrato y a la advertencia hecha por el burgomaestre electo, Cristian Zamora.
Un grupo de nueve concejales actuales y el gerente de la EMOV, Juan Carlos Aguirre, protagonizaron “incidentes” en el local donde debía desarrollarse un “taller” para ahondar en detalles y explicaciones, seguramente sobre el polémico contrato.
A luz de los hechos, el contrato está suscrito, y será la Contraloría la encargada de precisar, en base a sus observaciones y sugerencias, si tiene irregularidades de fondo.
La Justicia también podría intervenir. De hecho, por petición de terceros ya investiga.
Los nueve concejales exigen al alcalde Palacios convoque a sesión extraordinaria para tratar tan espinoso asunto. Para ellos el contrato debe ser declarado nulo.
Difícilmente –así lo intuimos- el alcalde dará paso a esa petición, convencido como está, de haber actuado correctamente, y con él, el Directorio de la EMOV; además porque preferirá heredar a su sucesor cualquier decisión sobre el contrato.
Salvando incluso la percepción política sobre el caso y hasta cierta animadversión, la controversia podría entorpecer la transición del poder municipal.
Puede generarse un clima de desconfianza mutua en cuyas condiciones la primera sacrificada será la transparencia de la información, mucho más si Cuenca querría ver a Palacios y a Zamora hablándose de frente, no sobre rencillas, pero sí por los intereses de la ciudad.
Ojalá, y sería lo más lógico y justo, el informe definitivo de la Contraloría y la Justicia también, den la razón a quien la tenga. Al final, cada cual cargará con la cruz de sus responsabilidades.
Caricatura Del D A
Circo albanés
Juan F. Castanier Muñoz