La ruta Bogotá - Manta - Bogotá por Hiroshi Naganuma
De Turismo
Para los turistas, este recorrido está lleno de paisajes espectaculares que solo Colombia puede ofrecer. Lagos, ríos, montañas, caminos asfaltados, vías destapadas que no son complicadas... pero, lo más importante, la gente.
Sin importar donde pares en la carretera a tomar algo o a comer, siempre te van a atender con una sonrisa en la cara y con la mejor actitud. No importa si el lugar es humilde o elegante, la comida es excelente.
Salir a rodar con Bastet (mi moto) es una forma de liberarme. Nunca planeo mis viajes, ni calculo el tiempo. Siempre, antes de salir, tomo mi teléfono cargado al 100%, lo apago y lo meto en una de mis alforjas, me olvido de él y me desconecto totalmente. Este viaje fue antes de empezar con la revista y la empresa, pensando en qué era lo que quería hacer con mi vida. Fue un largo recorrido de más de ocho horas, pero me liberó de muchos miedos y me pude enfocar en lo que estaba buscando, lo que quería proponerle a mi socio: la empresa de publicidad El Motero. Después de varias horas de viaje, me encontré con una hermosa vista, por lo que decidí detenerme y recostarme en la moto para apreciar el hermoso lago. Fue aproximadamente una hora de relax. Entonces fue que se me vino a la 22
mente que este tipo de cosas son las que tenemos que compartir, las experiencias. Recordé que siempre que viajamos en grupo, sea donde sea que nos detengamos, terminamos hablando de experiencias. No importa si son mecánicas o técnicas de manejo. No importa si Google tiene la respuesta. Lo que importa es que otro motero nos cuente su experiencia. Decidí continuar mi viaje, mientras mi cabeza engranaba todo. Experiencias, pasión, libertad, dos ruedas, el viento, las curvas, las vibraciones, el calor y el ruido del motor... Después de la represa del Sisga (me enteré después cómo se llamaba el lugar) seguí sin rumbo, pero mis experiencias de otras rodadas y lo vivido con Bastet fueron las bases con las que se creó esta hermosa revista. Live free, life to ride.
En Tocancipá, el restaurante Las Violetas (excelente calidad y muy acuerdo a su precio); en Sesquilé tenemos el embalse de Tominé y la laguna de Guatavita; tampoco nos podemos perder el embalse de Sisga; la laguna de La Petaca en Manta; la truchera El Osasis, después de Gachetá; Los Yugos restaurante café bar en Guasca... Estos son algunos recomendados.