Mi moto Por Alfonsito Linares
Alfonsito
Linares Ochoa Ready to race... allways
Cuando yo nací mi papá ya estaba montando en moto. Tenía muchas motos, una R6, una R1, Yamahas, Hondas… Él tenía la que era en el momento la Honda Repsol, la que era 1000 réplica de moto GP. Esa era la que más me gustaba. Yo me acuerdo que vivíamos en un conjunto y bajábamos al parqueadero. Me acuerdo que era una puerta amplia donde estaba el estacionamiento de motos y estaban todos los carros. Muchas de las motos del estacionamiento eran de mi papá. Yo me acuerdo que, de chiquito, cuando bajaba al parqueadero, salía corriendo a buscar la Repsol. Me ponía a dar vueltas, como si fuera un laberinto y, cuando no la encontraba porque estaba en otro lado, me ponía a llorar. Mi papá se iba corriendo a buscar la moto, porque si no quién me iba a parar el llanto. Yo no era como esos niños que lloraban, le daban comida y ya. Yo era de los que lloraba por una moto y me tenían que dar esa moto. Tanto fue mi amor por las motos, que en Venezuela me regalaron una con motor de podadora. Siempre me la pasaba rodándola en el estacionamiento. El problema fue que cuando vinimos para Colombia, no nos podíamos traer 14
la moto y yo era todavía chiquito, tenía como 3 o 4 años. Te soy sincero, primero aprendí a montar moto, que a montar bicicleta. Entonces a mí me compraron una bicicleta para reemplazar la moto. La verdad, no era muy feliz con la bicicleta. Yo me caí muchas más veces en la bicicleta que en la moto. Una vez llegué llorando a la casa por una caída con la bicicleta y dije “papá, yo quiero mi moto acá, yo no quiero más esa bicicleta, quiero la moto”. Mi papá solo me podía decir que no la podían traer.
curioso es que preciso me regalaron la moto, que empecé a destapar, una UM automática de un cambio. Pero en ese preciso momento, llamaron a la puerta y habían llegado mi tía y mi padrino. Llegaron con más regalos… “hay, que felicidad”. Pero acá viene lo más interesante, yo estaba feliz por tener una moto, la estaba terminando de destapar y, justo en ese momento, llegan mis tíos… con mi moto de Venezuela. Quedé en shock. Antes chillaba porque no tenía moto acá y ahora voy a chillar porque no se cual usar.
Yo me acuerdo que, en navidad, estaba con un amigo y paso algo muy curioso. Yo tenía como 6 años y ese día estábamos muy inquietos. La pasamos todo el día corriendo de un lado para otro, dentro y fuera de la casa, con las bicicletas… mejor dicho. Hasta que a la media noche nos llamaron muy serios los papas de mi amigo y mis papas. Sabíamos que nos iban a regañar por algo. Fuimos hasta el estacionamiento donde estaban ellos. La sorpresa fue que en el estacionamiento nos tenían varios regalos, tanto para mi amigo como para mí. Yo me acuerdo que me habían regalado juegos para el play, la patineta, ropa, zapatos… y me dije, no fue la gran cosa. Lo
Desde ese momento empecé a ir al autódromo con mi papá. Mi papá se había comprado una R1 y yo fui con él a recogerla. Yo me acuerdo que en una de esas idas al autódromo me encontré con un amigo que también tenía moto y me dijo, vamos a pista… yo le dije listo. Entramos a la pista y empezamos a correr, pero mi papá no me había visto, hasta que nos vio entrar a pits… otro regaño más. Después me acuerdo que empecé a entrar a pista, pero de motocross, a hacer ochos… hasta el cansancio. Desde que empecé a entrar a hacer ochos, pasó un año donde practicaba