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Notas de Migración Migrantes mexicanos desplazados por la violencia acaparan la frontera en Tijuana

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el mañana

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Dentro de la movilidad humana que se percibe en Tijuana, hay un sector que desde hace años se mantiene constante: los desplazados por la violencia interna en estados mexicanos como Michoacán y Guerrero, quienes acaparan los albergues fronterizos, reflejo del exponencial crecimiento del crimen organizado en esa región del suroeste del país.

Así explicó José García Lara, director del albergue Juventud 2000, a un kilómetro del puerto fronterizo de San Ysidro.

“No ha bajado la llegada de migrantes de Michoacán y Guerrero al albergue, y creo que en los demás albergues sucede lo mismo, no se controla la problemática de inseguridad y desplazamiento forzado”.

Panamá lleva a la frontera con Costa Rica a 114 migrantes que deambulaban por las calles

terminado o que se hayan solucionado los problemas, al contrario, “porque ahora salen también personas por desplazamiento forzado de Chiapas”.

“Esto pareciera no terminar, llegan, no en la misma cantidad que antes, pero no dejan de llegar personas y familias de esos estados y eso habla de la situación que se vive en aquella región del país”, indicó.

La llegada de migrantes a Michoacán y Tijuana no se detiene, crece, ellos ocupan los albergues fronterizos.

El mayor porcentaje de los migrantes que ahí se albergan son desplazados mexicanos, varias madres solteras jóvenes, muchos niños y adolescentes, a quienes sacaron de sus pueblos por temor a que fueran a reclutados.

El activista resaltó que, si bien, hace dos años se vio una oleada masiva de personas desplazadas de estos estados, “eso no significa que esta situación se haya

Amenazas de muerte, cobros de piso, secuestro, extorsiones, asesinatos y desapariciones son solo algunos de los factores por los que familias y hasta comunidades enteras han tenido que dejar sus hogares y sus patrimonios, ya no solo tratando de buscar un mejor futuro para sus hijos, sino tratando de resguardar su integridad y sus vidas.

Un joven desplazado del estado mexicano de Michoacán, quien decidió permanecer anónimo por seguridad, compartió que en la comunidad de donde es originario, todos los días se vivían diversos episodios de violencia “que no siempre son publicados en la prensa” por la misma cuestión de yugo que viven todas las personas en ese sitio. Tijuana (EFE)

Las autoridades migratorias de Panamá informaron que “remitieron” hasta la frontera con Costa Rica a unos 114 migrantes irregulares que habían atravesado la selva del Darién, después de que los encontraran en “diferentes calles” de la principal ciudad del norte del país y sus alrededores.

La Policía y Migración localizaron en un principio a 121 migrantes durante sus operativos “en diferentes calles y sectores del distrito de David”, en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.

Los migrantes prosiguen su paso por Centroamérica, la mayoría quiere llegar a los Estados Unidos y salir adelante.

De esos 121 aprehendidos por la Policía, 114 “se remitieron al área fronteriza de Paso Canoas”, el paso terrestre con Costa Rica, y “continuarán su tránsito por Centroamérica”, señalaron autoridades panameñas.

También explicaron que de los 114 migrantes, 90 eran venezolanos, nueve haitianos, siete colombianos, dos chilenos, dos chinos, dos ecuatorianos y dos peruanos.

Al resto de los migrantes “captados”, las autoridades les aplicaron “faltas administrativas” con base en la ley migratoria: un colombiano fue llevado hasta un albergue, a un ecuatoriano “se le entregó una citación”, mientras cinco venezolanos tenían solicitud de refugio.

El Tapón del Darién, la selva que separa Panamá y Colombia, se considera una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo y es usada por cientos de migrantes irregulares que quieren llegar hasta EEUU o Canadá, muchos movilizados por redes de tráfico de personas.

En los cinco primeros meses del año, 166 mil 122 migrantes han cruzado el Darién, un número cinco veces mayor comparado con el mismo periodo de 2022, según cifras oficiales del gobierno panameño. La mayoría son personas de Venezuela, seguidos por haitianos.

Se espera que este año atraviesen el Darién alrededor de 400 mil personas, lo que casi duplicaría los datos de 2022, que cerró con la cifra récord de más de 248 mil personas en tránsito. Panamá les facilita el paso hasta Costa Rica, habilitando incluso autobuses para su transporte, pero en general no permite a los migrantes permanecer en el país. Panamá (EFE)

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