Revista Deslinde no. 50

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DESLINDE Junio-julio de 2012

Editorial: Cincuenta números no son nada. Enrique Daza Gamba.................................................2

¿Habrá verdadera reparación a las víctimas?

Los modelos de atención en salud. Hacia una reforma estructural del sistema de salud colombiano. Bernardo Useche Aldana............................................4 El movimiento estudiantil se levanta contra una educación neoliberal. Entrevista a Sergio Fernández, vocero de la MANE. Deslinde....................................................................14 ¿Habrá verdadera reparación a las víctimas? Entrevista a Iván Cepeda. Deslinde....................................................................20 “La concentración, la verdadera política de tierras de Santos”. Entrevista a Jorge E. Robledo. Deslinde....................................................................26

Pág. 20 “La concentración, la verdadera política de tierras de Santos”.

Una reforma que privatiza la justicia y debilita la rama judicial. Capítulo jurídico de Cedetrabajo..............................30 La inversión extranjera directa en Colombia. Diego Otero...............................................................38 Llegó el TLC Enrique Daza Gamba...............................................42 El TLC con Corea: otra mala interpretación de las teorías económicas para Colombia. Miguel Tejada Iraizoz.................................................48 Las Cumbres de las Américas: el infructuoso esfuerzo estadounidense por mantener su hegemonía. Enrique Daza Gamba...............................................56 Tierra y poder. Asier Hernando.........................................................66 A propósito del fin de la historia…veinte años después. Felipe Escobar..........................................................72 El proyecto genoma del cáncer, una hoja de ruta hacia su cura. Gonzalo Guevara Pardo............................................76 La nanotecnología y sus múltiples facetas. Lucero Álvarez Mino..................................................80

Pág. 26 Las Cumbres de las Américas.

Pág. 56 El proyecto genoma del cáncer, una hoja de ruta hacia su cura.

Artes & Letras.

Santiago Mutis y colaboradores...........................................85

Sucesos &Tendencias. Deslinde.................................................................. 104

Pág. 76


Editorial

Cincuenta números no son nada Con este ejemplar estamos llegando a la edición número 50 de Deslinde. La revista nació en noviembre de 1983 y su segundo número salió un año después en octubre de 1984. Después de un receso, volvió a publicarse en enero de 1988 y de allí en adelante ha salido con cierta regularidad, a razón de dos números al año en promedio. Desde los dos primeros números se dibujó la línea editorial mantenida en todo este trayecto. Se han analizado temas como la crisis industrial, Centroamérica y la situación del movimiento sindical. La problemática social ha ocupado un lugar central: la política de vivienda, el desempleo, las cesantías, el nivel de vida de la población, la situación del campo y la coyuntura económica. De allí en adelante son innumerables los temas tratados, pero en todas las ediciones hay de parte de los articulistas una preocupación por las vicisitudes de nuestro desarrollo industrial y agropecuario, con la valoración de que los empresarios nacionales que tienen ligados sus negocios al desarrollo del país, pueden jugar un papel positivo en el progreso del país. En segundo lugar hemos mantenido la atención sobre las condiciones de vida de la población, apoyando todas las luchas que buscan mejorar la situación de las clases oprimidas. En tercer lugar ha figurado la defensa de la soberanía nacional como base de cualquier cambio democrático que se proponga y en cuarto lugar el llamamiento a la solución civilizada de las disputas políticas. Han

sido cincuenta números defendiendo estos principios y difundiendo la revista entre destacados dirigentes sociales y políticos. El tiraje de la revista ha estado alrededor de los 3.000 ejemplares, número considerable para lo que acostumbran este tipo de publicaciones, pero muy por debajo de lo que necesitaría el país. Su distribución se hace por los canales institucionales del Centro de Estudios del Trabajo, Cedetrabajo, y decenas de personas nos ayudan en este propósito sin obtener ninguna clase de lucro. Sólo ocasionalmente hemos incluido alguna propaganda y la revista se financia de su propia venta. Ninguna persona de Deslinde recibe sueldo por su trabajo o por los artículos que escribe. Son decenas las personas que han contribuido abnegadamente a dicha causa y sería largo enumerarlas. Muchas de estas características son cualidades y méritos de lo que significa defender una concepción democrática a lo largo del tiempo; muchas de ellas también son producto del atraso y la debilidad, que han impedido que nuestra empresa tenga mayor alcance. De todas maneras podemos enorgullecernos de que en numerosas regiones del país a donde no llega mucha literatura de este tipo, dirigentes sociales de muy diversos sectores conservan su colección de Deslinde y cuando tienen interés en profundizar algún tema retoman su lectura.

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Durante estos años hemos visto nacer y morir, desafortunadamente, cuantiosas publicaciones similares; incluso muchas revistas universitarias han dejado de salir o se acumulan en los depósitos por ausencia de un sistema eficaz de distribución. A partir del número cinco incluimos con regularidad escritos sobre ciencia y arte y en los últimos toda una sección denominada Artes & Letras, que tiene una relativa autonomía dentro del formato general y que ha sido dirigida por Santiago Mutis. Con ello queremos estimular este trabajo cultural y ampliar la gama de las personas interesadas en estos temas culturales. En el terreno internacional, uno de los temas predilectos de la revista, hemos sido testigos de importantísimos cambios y los hemos registrado. Desde la época de la expansión soviética en todo el mundo, su desplome, su desintegración, y el nuevo ascenso de Estados Unidos a la hegemonía económica, pero especialmente militar, y su defensa del fundamentalismo de mercado. Deslinde fue una de las primeras publicaciones que alertó sobre el significado de la apertura económica de finales del gobierno de Virgilio Barco y comienzos del de César Gaviria, y desde entonces hasta ahora ha continuado una línea crítica que incluye numerosos análisis sobre los TLC, derivación natural de las políticas de apertura y de la globalización neoliberal. Han colaborado con nosotros decenas de intelectuales de muy variadas tendencias

ideológicas, pero siempre sus escritos fueron seleccionados porque contribuían a reforzar los principios fundacionales de la revista, aunque no compartiéramos muchas de sus opiniones particulares. En este sentido Deslinde ha sido una tribuna pluralista y amplia, dentro de un marco editorial definido. Las comunicaciones han cambiado mucho en el transcurso de este periodo y Deslinde ha tenido que acomodarse a los cambios en las tendencias. El predominio de internet, la preferencia por análisis más cortos –que no más superficiales–, la mejora en los aspectos formales incluyendo el mayor uso de imágenes y otros recursos, nos han motivado a renovarnos en esta edición en la cual cambiamos nuestro formato, pero no la esencia, que es seguir con una revista de análisis sobre los principales problemas del país y el mundo y contribuir a crear una corriente de pensamiento democrático que promueva la cultura nacional, inspirada en la defensa del patrimonio más avanzado de la humanidad, y que resguarde y promueva los valores más constructivos del pueblo y la humanidad y el apoyo irrestricto al pensamiento científico. En la vida de una persona parecen muchos años, en la de la sociedad apenas un instante. Al llegar al número 50 podemos afirmar sin ambages que hemos ganado, gracias a nuestra constancia, el rigor de nuestros análisis y la generosidad de nuestros lectores, el derecho a iniciar una etapa en la cual esperamos que los cambios en la revista respondan a los necesarios cambios que reclama nuestra sociedad. Enrique Daza

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Los modelos de atenci贸n en

SALUD

Hacia una reforma estructural del sistema de salud colombiano Por Bernardo Useche Aldana

PhD en Salud P煤blica de la Universidad de Texas


“Por último, reiteramos el llamado a las fuerzas vivas del país para que apoyemos una reforma estructural del sistema de salud, donde esté primero la búsqueda permanente del bienestar de la población colombiana, reconociendo la salud como un derecho fundamental y priorizándola por encima de los intereses financieros de los diferentes actores”. Así termina el comunicado expedido el 12 de marzo pasado por la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado [ESE] y Hospitales Públicos, ACESI, al finalizar su asamblea general. ACESI también critica la política del gobierno de entregar a las EPS la organización de las Redes Integradas de Salud sin detenerse a considerar la crisis financiera en que se encuentran sumidas estas organizaciones intermediarias del sector asegurador. Igualmente manifiesta que las ESE y los hospitales públicos no están dispuestos a participar de redes de salud que estén controladas por las EPS. De acuerdo con la posición de ACESI, Deslinde abre el debate sobre el tipo de reforma estructural del sistema de salud que se necesita en Colombia. Deslinde

Hay consenso en Colombia en que el sistema de salud se encuentra sumido en una profunda crisis. Su fracaso se manifiesta tanto en la bancarrota económica del sistema, la cual no puede explicarse únicamente por la rampante corrupción que ha prevalecido, como en los pobres indicadores de salud existentes en el país. Es inaceptable por ejemplo la prevalencia de bebés con bajo peso al nacer (9.2 por cada mil nacidos vivos), el que solo existan 10 camas hospitalarias por 10.000 habitantes, número inferior al de países latinoamericanos como Venezuela, Perú, Chile y Brasil (en donde hay 24 camas por 10.000 habitantes); la prevalencia de embarazo adolescente que en la población desplazada alcanza un increíble 63% entre las mujeres al cumplir 19 años de edad; el que persista un alta tasa de mortalidad materna en partos atendidos institucionalmente a la vez que aumenta entre la población más pobre el número de nacimientos que no son atendidos por personal de salud debidamente entrenado.

El cada vez mayor número de casos de dengue y malaria, la inequitativa cobertura regional de la vacunación y el que el 51% de los adultos padezcan de sobrepeso u obesidad por malnutrición. Y respecto a la situación de las clínicas y hospitales baste con las palabras del Dr. Roberto Esguerra: “las cifras de la cartera hospitalaria siguen siendo astronómicas, lo que pone en peligro la viabilidad de estas instituciones; da la sensación de una permisividad del Estado ante una situación tan aberrante”1. Esta es la situación de salud en Colombia luego de 18 años de implementación de la Ley 100 de 1993 la cual introdujo la intermediación financiera a través del sistema de aseguramiento y convirtió la salud de los colombianos en un negocio inmensamente lucrativo para muy pocos y en una tragedia para la inmensa mayoría de la población. No obstante esta realidad, para el Presidente Santos, el anterior Ministro Santamaría y la actual Ministra Beatriz Londoño, con la ley 1438 aprobada en enero

del 2011 ya se realizó la reforma estructural que se necesitaba para recomponer el sistema de salud y actualmente solo se requiere de una restructuración menor que pronto estará lista con la expedición de varios decretos reglamentarios y otras medidas administrativas. Algunos expertos en salud pública aunque critican distintos aspectos del modelo de aseguramiento e intermediación financiera de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) coinciden con el gobierno en que simplemente se necesita disminuir el número de EPS y reglamentar estrictamente su funcionamiento y vigilancia para superar los problemas. Igualmente respaldan la ley 1438 por considerar que ofrece un marco legal para promover e implementar una política de Atención Primaria en Salud (APS). En la orilla opuesta, sectores democráticos de la política, la academia y los profesionales de la salud pública han adelantado durante los últimos años una crítica sistemática a la Ley 100 y se ha iniciado un debate nacional sobre el tipo de sistema de salud


con el que debe reemplazarse el actual. En ese contexto, empieza a promoverse en el país la derogación de la más reciente versión de la Ley 100 (Ley 1438 de 2011) y la eliminación de la intermediación financiera materializada en la existencia de las EPS. Desde esta perspectiva, las medidas tomadas por Santos y su gobierno no tienen como objetivo principal responder a las necesidades de salud del conjunto de la población colombiana sino la reingeniería y optimización del modelo de aseguramiento causante de la profundización de las inequidades en salud entre los colombianos. De igual manera, se ha propuesto que las normas sobre Atención Primaria contenidas en la Ley 1438 son simplemente mecanismos legales que el gobierno utilizará para entregar este nivel de atención a las EPS y de paso garantizar a las compañías de seguros el control de la puerta de entrada a la totalidad del sistema de salud2. Este artículo analiza sucintamente los principales modelos de salud existentes actualmente en el mundo con el fin de presentar un marco de referencia que permita

Lord Beveridge, creador del Sistema Nacional de Salud en Inglaterra.

posteriormente presentar una propuesta de sistema de salud para Colombia que elimine la intermediación de las EPS y desarrolle una política integral de atención primaria en salud en consonancia con programas intersectoriales orientados a intervenir los determinantes sociales de la enfermedad. En esta primera parte, el propósito al analizar los distintos modelos de sistemas de salud existentes es señalar que existen alternativas al modelo neoliberal dentro del cual se inscribió la Ley 100,

alternativas que han sido puestas en marcha con éxito en muchos países desde hace muchos años. En un próximo articulo se tratará de demostrar que el actual sistema de salud colombiano fue impuesto por el capital internacional dentro del modelo de salud neoliberal, el cual es el más costoso, inequitativo e ineficiente y que por lo tanto debe ser reemplazado por un sistema sin la intermediación financiera de las compañías de seguros.

Los tres modelos básicos

de sistemas de salud

Los sistemas de salud contemporáneos se organizan en torno a tres componentes: Uno de rectoría o dirección y administración del sistema, un componente de financiación y uno de prestación de servicios. De la forma como se defina en estos tres niveles la participación del Estado y del capital privado y se dé prioridad a las necesidades de salud de la población o a los intereses de lucro de las empresas de negocios de la salud se han establecido tres grandes tipos de sistemas de salud con múltiples variantes y combinaciones. Aunque no hay consenso en la clasificación ni en la denominación precisa que debe darse a cada sistema puede afirmarse que existen actualmente en el mundo los siguientes modelos: 1) el modelo de Bismark o de Seguro Social 2) el modelo de Beveridge o Sistema Estatal (Público) Nacional de Salud en el cual se puede incluir el sistema de “pagador único”; y 3) el modelo Neoliberal o de sistemas de salud basados en la economía de libre mercado, una de cuyas principales variantes / 6 / DESLINDE No. 50

es el sistema de atención administrada de la salud (managed care). Es fundamental tener en cuenta que la adopción de un modelo específico de salud depende en cada país de las políticas económicas predominantes y de la correlación de fuerzas entre los sectores de clase representados en el gobierno y los distintos sectores de la población en el momento histórico en que se diseñan, aprueban e implementan las reformas a un sistema de salud. En ese sentido, el modelo del seguro social surgió en la Alemania de Bismark y se consolidó en los países capitalistas en donde las políticas llamadas del “Estado de Bienestar” lograron predominar. El sistema público y nacional de salud se estableció por primera vez con la medicina socializada de las primeras décadas del siglo XX en la Unión soviética y se adoptó con sus particularidades en Inglaterra luego de la segunda guerra mundial. El modelo neoliberal corresponde al período de las últimas décadas en que el


capital financiero se tomó por asalto la economía mundial y la condujo a la crisis actual, crisis que se refleja y tiene sus manifestaciones propias en los sistemas de salud que hoy han sido organizados bajo los principios del libre mercado.

I. Modelo del Seguro Social El primer sistema de salud implementado a un nivel nacional fue creado en Alemania con la Ley de Seguro de Salud de 1883. Un sistema de salud de estas características no hubiera sido posible sin la unificación nacional del imperio alemán por Bismark y sin la introducción en este país de las primeras políticas públicas de lo que hoy se conoce como Estado Benefactor en un esfuerzo del gobierno por contrarrestar la influencia creciente de los partidos socialistas entre los trabajadores.

En general, este modelo de salud de aseguramiento social que para 1985 se había establecido en más de 70 países se caracteriza por estar dirigido y altamente regulado por el Estado, financiado básicamente por los empleadores y sus empleados quienes aportan a Fondos de Salud sin ánimo de lucro encargados de pagar por los servicios de salud que requieran sus afiliados a través de hospitales y médicos privados. En este modelo, lo usual es que el Estado requiera que los fondos paguen por servicios integrales de salud y

que no se permita la exclusión de personas de un fondo por razón de sus condiciones médicas preexistentes ni que se encarezca el valor de los aportes de los afiliados por pertenecer a grupos de mayor riesgo de enfermedad. En Alemania actualmente existen más de 250 fondos de salud, los cuales cubren al 90% de la población. Estos fondos se dividen en distintas categorías: fondos que cubren en áreas geográficas determinadas a obreros y sus familias; otros, denominados “fondos Substitutos” cubren

Tudor Hart: A mayor intervención de las leyes de mercado, menor atención a la población que más la necesita.

Este modelo del seguro social fue entonces resultado de la presión de las organizaciones obreras porque el gobierno garantizara el acceso regular a servicios de salud y porque los empleadores tomaran responsabilidad en los cuidados de salud de la fuerza laboral. Aunque inicialmente el sistema solo incluyó al 10 % de la población correspondiente a los trabajadores con los salarios más bajos, la cobertura se fue extendiendo en medio de mil batallas hasta que llegó a ser universal en 1975. De manera similar, los médicos que en un principio eran contratados individualmente en condiciones onerosas se agremiaron profesionalmente en 1900 y luego de sucesivas huelgas lograron en 1913 que los fondos de salud establecidos negociaran colectivamente con su organización los contratos y condiciones de trabajo asistencial. Junio-julio 2012 / 7 /


principalmente a las familias de empleados de cuello blanco; fondos de salud creados por grandes compañías para cubrir a sus empleados y trabajadores y, finalmente, los pocos fondos de salud que afilian a trabajadores de una misma rama de la producción.

En la década de 1940, muchos países de América Latina implantaron parcialmente el modelo de seguro social, entre ellos México, Costa Rica, Venezuela, Colombia y Chile. En Colombia y como consecuencia de la implementación de la Ley 100 de 1993, los sucesivos gobiernos de Cesar Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe se propusieron hasta lograrlo, eliminar el Instituto de Seguro Social (ISS) con el propósito de ampliarle sustancialmente el mercado a las compañías de seguros introducidas en el sistema colombiano bajo el engañoso nombre de Empresas Promotoras de Salud o EPS. Actualmente el ISS es una EPS más, denominada muy de acuerdo con su naturaleza: “Nueva EPS” . El modelo de seguro social en sus componentes esenciales persiste hasta nuestros días en Alemania (y con sus particularidades en otros países como Francia, Bélgica y Japón). Sin embargo, a partir de la década de 1990 los impulsores de las reformas

neoliberales de los sistemas de salud han logrado introducir progresivamente elementos de privatización y libre mercado tales como la existencia de seguros privados de salud para una minoría de la población, los copagos y la competencia entre los distintos fondos de salud.

II. Modelo del Sistema Público Nacional de Salud (SPNS) Luego de la II Guerra Mundial se estableció en Inglaterra el Sistema Nacional de Salud (NHS por sus iniciales en inglés) con base en tres principios: financiación estatal a través de impuestos, plan de beneficios integral (sin excluir ningún tipo de servicio de salud) y atención universal, gratuita y prestada en el momento oportuno. Este sistema de salud fue concebido originalmente por William Beveridge, el economista y líder del partido laborista que propuso formalmente en 1942 en su informe sobre lo que habría de reconstruirse después de la guerra, la adopción del esquema de Estado Benefactor en Inglaterra incluyendo un sistema nacional de salud que hiciera realidad que cualquier ciudadano pueda recibir “cualquier tratamiento médico que requiera en cualquier forma que lo requiera” . Además de la tradición de lucha de los trabajadores ingleses por obtener adecuada atención de salud, la Segunda Guerra Mundial y –en particular, los implacables e indiscriminados bombardeos nazis sobre la población– contribuyeron a desarrollar un sentimiento de solidaridad colectiva en torno a la necesidad de proteger la salud y la vida, condición que favoreció el debate político sobre el tipo de sistema de salud que / 8 / DESLINDE No. 50

la nación requería y finalmente la creación del NHS en 1948. El nuevo sistema de salud se complementó con un sistema de seguridad social muy amplio; empleadores y empleados continuaron aportando al fondo de salud pero recibiendo ahora un plan de beneficios integral que antes no tenían y con el cual se planteaba que el Estado debía brindar protección al ciudadano desde “la cuna hasta la tumba” . En el sistema, el cubrimiento es universal y la prestación y pago de los servicios de salud la hace el gobierno, el cual provee y supervisa tanto la atención primaria como el cuidado a nivel hospitalario y de especialidades contratando con servicios privados solo algunas cirugías electivas. Toda persona debe consultar a su médico general quien si lo considera necesario lo remite a consulta con un especialista. Los médicos generales son pagos a través de los fondos de atención primaria mediante una combinación de salario, capitación y pago por servicios y además reciben remuneración extra por mantener saludables a sus pacientes. Los médicos especialistas son empleados de los hospitales públicos. Los copagos en general no existen y la atención se presta de manera gratuita en el momento en que se necesita.

El Sistema Nacional de Salud inglés siempre ha estado bajo el fuego cruzado de los partidarios de la mercantilización de la salud.


De hecho, la creación misma del sistema en 1948 estuvo precedida de dos años de grandes enfrentamientos entre el Ministro Aneurin Brevan, los sindicatos y las organizaciones sociales y políticas que apoyaban el establecimiento de este tipo de sistema y los grupos de la Asociación Médica Británica apoyada por las fuerzas políticas más conservadoras. Durante su administración, Margaret Thatcher se vio obligada a renunciar a sus planes de privatización de la salud ante la enorme resistencia social aunque logró introducir en la reforma al NHS de 1982 algunos elementos que favorecen la competencia y la economía de mercado. Reformas de mercado aun más profundas han sido promovidas en los últimos años y el gobierno de David Cameron parece decidido a privatizar el NHS siguiendo el recetario de las instituciones financieras internacionales. Al igual que Thatcher, Cameron se ha visto obligado a aplazar sus planes ante la recia oposición de amplios sectores sociales incluida la Asociación Médica, organización que ahora defiende el sistema estatal de salud. Una modalidad de este tipo de sistemas de salud que se ha adoptado en países como Canadá, Dinamarca, Noruega, y más recientemente Corea del Sur y Taiwán es conocida como el Modelo del Pagador Único. Este modelo se caracteriza por centralizar y simplificar la financiación y administración en un “pagador único” que es el Estado; es decir no existe la multiplicidad de fondos del sistema alemán y más importante aún, legalmente, por lo menos en algunos países, se excluye la intermediación financiera y no se permite la libre competencia de compañías aseguradoras privadas.

Tommy Douglas: fundador del sistema de salud canadiense

En Canadá, los fundamentos de este sistema de salud fueron establecidos en la provincia de Saskatchewan en 1946 durante el primer gobierno de Tommy Douglas, un pastor Bautista dirigente en ese momento de un pequeño partido de corte socialista que posteriormente contribuyó a dar origen al Nuevo Partido Democrático; Douglas había incluido como punto principal de su campaña electoral el acceso gratuito a los servicios de salud para todos los ciudadanos. Una vez electo Douglas nombró a Henry Sigerist, pionero de la medicina social como Director de la reforma al sistema de salud de Saskatchewan. Otras provincias pronto adoptaron un sistema similar el cual terminó por ser instituido a nivel federal primero en 1957 con la Ley de Seguro de Hospitales y Servicios Diagnósticos, luego en 1966 Junio-julio 2012 / 9 /

con la Ley del Cuidado Médico conocida como Medicare y con la Ley de Salud de 1984. Implantar este sistema en cada una de las provincias implicó vencer la oposición de las compañías de seguros de salud y de las asociaciones médicas que influenciadas por las aseguradoras se resistían, incluso declarándose en huelga, a aceptar los pagos por atención regulados por el gobierno. En un sistema de “pagador único” como el canadiense, los proveedores de los servicios de salud evitan la onerosa intermediación de empresas aseguradoras enviando las cuentas de cobro directamente a los gobiernos provinciales. La administración del sistema es pública y la financiación la comparten el gobierno federal y los gobiernos provinciales con base en recaudos por impuestos.


Los prestadores de salud y hospitales son en su mayoría de carácter privado; los hospitales son entidades sin ánimo de lucro vigiladas por las comunidades a las que sirven y los médicos, quienes generalmente prestan servicios en su práctica privada, son pagados de acuerdo con tarifas reguladas por el gobierno. El sistema cubre con un plan de beneficios integral en una forma casi gratuita, sin copagos ni gastos de bolsillo al 100% de la ciudadanía y a cualquier residente en el país. Las personas, si quieren, pueden pagar un seguro privado para cubrir los pocos beneficios excluidos del plan garantizado por el gobierno pero la ley prohíbe los seguros privados para los beneficios incluidos en el plan que garantiza el gobierno. Contradiciendo toda la propaganda negativa sobre malos salarios para los médicos en Canadá, estudios recientes demuestran que durante los últimos 60 años los médicos han sido los profesionales mejor pagos del país. A partir de 1960, Cuba empezó a desarrollar un sistema público nacional de Salud guiado por principios de salud pública. Bajo la influencia de la Declaración de Alma Ata de 1978 sobre atención primaria, Cuba creó en 1984 el programa “El médico y la enfermera de la familia” cuyo desarrollo como eje de una estrategia de atención primaria ha permitido que hoy el país haya conseguido excelentes indicadores de salud y reconocimiento internacional. En Cuba por ejemplo, la tasa de mortalidad infantil por 1000 nacidos vivos se redujo de 60 en 1958 a 4.5 en 2010; la tasa de mortalidad materna por 100.000 nacidos vivos se redujo de 125.3 en 1958 a 43.1 en 2010; y el número de habitantes por médico pasó de 1079 en 1958 a 147 en 2010.

A su vez, la reciente realidad política latinoamericana ha dado origen a que se establezcan sistemas de salud que buscan reversar la tendencia de las reformas neoliberales que se venían implantando. Es por ejemplo el caso de Brasil, Ecuador, Bolivia, y Venezuela. A finales de 1999 en Venezuela, dos hechos coincidieron en la creación de nuevo “sistema público nacional de salud”: en primer lugar, la aprobación de una nueva Constitución política cuyos artículos 83, 84 y 85 a la vez que reconocen la salud como un derecho que el Estado debe garantizar, establece que el sistema de salud debe tener financiación estatal, organizarse con base en la atención primaria, y tener cobertura universal gratuita. En segundo lugar, el establecimiento de la Misión “Barrio Adentro” , un programa creado inicialmente para responder a la tragedia ocasionada por las gravísimas inundaciones y deslizamientos de tierra ocurridos en diciembre de 1999 en la costa Caribe, principalmente en los barrios paupérrimos del Estado Vargas. Uno de los aspectos controversiales de “Barrio Adentro” ha sido la participación de médicos cubanos a través de un convenio de cooperación firmado en el año 2003 entre los dos países. El gobierno justificó el acuerdo en el hecho que los médicos venezolanos se negaron a participar de la política de atención primaria en salud que requería que trabajaran en los vecindarios más pobres de Venezuela. En los últimos años, Venezuela ha construido cientos de centros comunitarios de salud planeados para atender cada uno un promedio de 250 familias en los barrios más empobrecidos. A la par que se mantienen varios miles / 10 / DESLINDE No. 50

de profesionales cubanos ejerciendo en el país con un salario equivalente a US $250 dólares mensuales, Venezuela ha formado los primeros 8.000 Médicos Integrales Comunitarios siguiendo un plan de estudios de 6 años ajustado a la normatividad vigente en el país para las carreras de medicina. Las clínicas y otras entidades prestadoras de servicios privadas coexisten con las instituciones del sistema público nacional.

III. Modelo Neoliberal Las naciones que han establecido sistemas de salud basados en los dos modelos anteriores establecen mecanismos para proteger la atención de las necesidades de salud de su población de las arremetidas de las fuerzas del mercado. Existe una contradicción insalvable entre el derecho a la salud y el deber del Estado de garantizarla a través de un sistema sanitario que tenga como objetivo real atender las necesidades de prevención, atención y promoción de la salud de la totalidad de la población y las políticas de salud elaboradas con la lógica del mercado y materializadas en sistemas de salud diseñados para beneficio económico de los grupos financieros y las compañías de seguros. Esta contradicción fue descrita magistralmente en 1971 por el médico e investigador inglés Julian Tudor Hart en su “Ley Inversa del cuidado de la Salud”: “La disponibilidad de atención médica tiende a variar inversamente con la necesidad de la población atendida. Esta ley inversa opera de manera más completa donde la atención de salud está más expuesta a las fuerzas del mercado y en menos proporción en donde tal exposición es reducida. La distribución que el


mercado hace de la atención en salud es una forma social primitiva e históricamente superada y cualquier retorno a ella exageraría aún más la inadecuada distribución de recursos médicos”3. Con la globalización de las políticas de libre comercio promovidas por los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher y con la planeación y dirección estratégica de las organizaciones financieras internacionales, especialmente del Banco Mundial (BM), se implantaron a partir de las década de 1980 y aun continúan implementándose una variedad de reformas neoliberales de los sistemas de salud en los cinco continentes4. En el caso de Colombia, no ha habido aspecto legal, político o técnico del diseño e implementación de la Ley 100 que no haya sido “recomendado” por el Banco Mundial y respaldado con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo. Como se afirma en un documento del Banco publicado en el año 2010: “el BID ha acompañado al Gobierno de Colombia en el sector de la salud, por dos décadas de manera ininterrumpida”5. Esas reformas adaptaron los tres pilares de todo sistema de salud a los intereses del gran capital: en cuanto a la rectoría del sistema, el modelo neoliberal vulnera la soberanía de las naciones para definir sus propias políticas y sistemas de salud mediante el debilitamiento o eliminación de los Ministerios de Salud y la reconceptuaización de la “Función Rectora de la Autoridad Sanitaria” en términos de: “Garantía del aseguramiento” , “Vigilancia del aseguramiento” , “Modulación del financiamiento” y “ Armonización de la provisión de servicios” . Respecto al financiamiento, las reformas neoliberales

En su época de actor, Reagan trabajó para las compañías de seguros e hizo una campaña publicitaria en contra de establecer un sistema nacional de salud en Estados Unidos.

introdujeron la intermediación de las compañías de seguros como eje de los sistemas de salud. Para justificarlo hicieron ver como imprescindible la “función de aseguramiento” y ampliaron la noción de financiamiento tradicionalmente entendida como la acumulación y administración de fondos para la atención en salud para incluir los esquemas de prepago de la atención y la “gestión del riesgo” financiero asociada con la salud de las personas que toman un seguro. Pero además, como en países de gran inequidad social es imposible para la mayoría de la población hacer prepagos suficientes para el negocio asegurador, los supuestos enemigos del papel del Estado en la economía le otorgaron a Junio-julio 2012 / 11 /

los gobiernos la responsabilidad de abrir “espacio fiscal” en sus presupuestos nacionales y aumentar los gastos en salud para cubrir los subsidios al aseguramiento de los más pobres, o lo que es lo mismo, las ganancias de las compañías aseguradoras con afiliados con poca capacidad de pago. Por su parte, dado que para las compañías de seguros la salud es un negocio, la prestación de servicios a un paciente es considerada una pérdida de dinero; por esta razón, la industria de los seguros se rige por la Tasa de Pérdidas versus Beneficio o Medical Loss Ratio en inglés. Es decir, la diferencia entre lo que paga el afiliado a la compañía aseguradora y lo que


la aseguradora paga a los proveedores de salud por consultas, exámenes, hospitalizaciones etc. Como en la lógica de los negocios, las ganancias deben ser las máximas posibles, a las aseguradoras no les interesa la afiliación de personas con más riesgos de enfermedad como aquellas con preexistencias o los ancianos como tampoco la calidad de los servicios de salud prestados. Entre menos invierta en la salud de los pacientes mayor va a ser su ganancia. En Estados Unidos se ha calculado que el 25% de lo que paga una persona por tener un seguro NO se invierte en su salud sino que corresponde a la ganancia y los gastos administrativos de la compañía de seguros (la reforma de Obama estableció que esa ganancia no debe ser mayor del 15 o el 20%); y que en la próxima década esas ganancias de las aseguradoras sumaran cerca de tres millones de millones de dólares.

En EEUU las 5 más grandes empresas aseguradoras de salud obtuvieron $ 11.700 millones de dólares en ganancias durante el año 2010, un aumento del 51% con respecto al 2008. No deben extrañar entonces las palabras con que un exejecutivo de estas compañías empezó su testimonio ante el Congreso de los Estados Unidos en junio de 2009: “Mi nombre es Wendell Potter y durante 20

años trabajé como alto ejecutivo de compañías aseguradoras de salud. Vi cómo confunden a sus clientes y abandonan a los enfermos a su suerte para satisfacer a los inversionistas de Wall Street”. La provisión de servicios de salud también se ve gravemente afectada en el modelo neoliberal por la manera como las compañías de seguros vulneran la autonomía de los médicos a través de reglas “mordaza” (gag rules) que buscan reducir lo que se denomina el “riesgo técnico” en los costos médicos y que corresponde al número de citas o episodios de atención a un afiliado, al número de servicios médicos por cada cita o episodio de atención, al número de procesos por cada servicio y al costo de cada uno de esos procesos. En otras palabras, a toda compañía le interesa que quienes le han comprado un seguro no se enfermen, o si esto ocurre que sea atendido, no de acuerdo con las necesidades de su condición médica sino en el menor número de citas, con el menor número de procedimientos y con los procedimientos más simples y más baratos. Al mismo tiempo, las compañías de seguros optimizan las ganancias de su intermediación financiera estableciendo incentivos para los médicos que autoricen menos tratamientos, menos días de hospitalización, etc. En los Estados Unidos, y únicamente en el año de 1996, 35 Estados de la Unión se vieron obligados a aprobar más de 50 leyes orientadas a regular las estrategias de las HMOs (compañías de seguros) diseñadas para acrecentar ganancias por la vía de las reglas “mordaza”. La prestación de servicios también se ve afectada en tiempos del neoliberalismo / 12 / DESLINDE No. 50

a través de las normas de propiedad intelectual que se imponen en los Tratados de Libre Comercio en beneficio de las grandes transnacionales de los productos farmacéuticos6. De cómo incide en los precios de las medicinas el poder conferido a los monopolios de la industria farmacéutica dan cuenta las graves denuncias sobre los sobrecostos autorizados por el gobierno colombiano en los precios de los medicamentos como es el caso de la negociación entre el entonces Ministro Diego Palacio y la transnacional Roche para retirar del listado de importaciones paralelas 10 de sus productos (las importaciones paralelas se realizan para bajar los costos pues permiten comprar los medicamentos en países donde sean más baratos sin consultar con el fabricante dueño de la patente). Otro aspecto menos estudiado de la forma como el afán de lucro con los productos farmacéuticos afecta negativamente la provisión de servicios de salud es la manera como las compañías promueven la prescripción de sus medicamentos a través de incentivos para los médicos, la influencia sobre el diseño de protocolos y guías de manejo de las enfermedades, las patentes de segundo uso, la formación y financiamiento de grupos de pacientes, e incluso la patologizacion de dificultades de las personas en su vida cotidiana que no requieren manejo farmacológico. La globalización neoliberal interesada en desarrollar las áreas de la industria de la salud que sean altamente rentables y en las que todo tipo de inversionistas obtengan grandes ganancias privilegia sectores como el del turismo de la salud a través de zonas francas y de mega-proyectos urbanos como la ciudad salud


Ingleses se movilizan en defensa de su Sistema Nacional de Salud NHS.

proyectada para Bogotá sobre la ruina de los hospitales localizados en el área de ese gran monumento a la Ley 100 que es el abandonado Hospital San Juan de Dios “que ofrezca productos estrellas alrededor de un complejo médico quirúrgico tipo exportación, donde además se concentrarán centros comerciales, áreas de rehabilitación, entre otros servicios”7. En otras palabras, en los modelos de salud basados en la economía de libre comercio es posible que coexista la

total ausencia de servicios que caracteriza al “paseo de la muerte” con la atención de tercero y cuarto nivel “tipo exportación El país en donde se ha venido implantando progresivamente de manera más radical el modelo de libre mercado en salud es Estados Unidos a tal punto que la administración Clinton fue derrotada en su intento de proponer una variante de los sistemas de salud neoliberales y que la reforma de Obama no

introdujo cambios substanciales al modelo existente. Por su parte, Colombia con la Ley 100 copió y continúa aplicando de manera fiel y en su integridad las políticas del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo en materia de reformas a los sistemas de salud. Un análisis crítico de las particularidades de los sistemas de salud en estos dos países y una propuesta de un Sistema Público Nacional de Salud para Colombia serán publicados próximamente por Deslinde.

NOTAS 1

Citado en: “Pese a algunos avances, la salud en Colombia todavía sigue en crisis.” Redacción salud. El Tiempo, 12 de enero de 2012. http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/salud/articulo-web-new_nota_interior-10990385.html

2

Cadena, L.; Useche, B. (2011). “Los profesionales de la salud y la crisis del sistema de salud en Colombia: ¿Indignación o acomodamiento?” MedUNAB, Vol. 14(2):83-85.

3

Hart, Julian T. “The inverse care law”. Lancet 1 (1971): 405-412. p.405

4

Useche, B. “De la salud pública a la salud privada: Una perspectiva global de la reforma de la salud en Colombia”. Palimpsestvs: Revista de la Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Colombia. (2009): Vol. No 6: 123-131.

5

Pinto, D. Muñoz, A.L. “Colombia: Sistema General de Seguridad Social en Salud. Estrategia del BID 2011-2014.” Banco Interamericano de Desarrollo, BID (2010). p. 39.

6

Useche, B. “TLC Colombia-Estados Unidos: Propiedad intelectual, patentes y acceso a medicamentos genéricos.” Deslinde (2007), No 41: 52-69. 9

7

Eltiempo.com 26 de junio de 2008. Bogotá tendrá ciudadela de la salud. El Tiempo Sección Nación. http://www.eltiempo.com/archivo/ documento/CMS-4349451

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El se

movimiento estudiantil

levanta

contra una educaci贸n neoliberal Entrevista con Sergio Fern谩ndez, vocero de la MANE Deslinde


El país fue admirado testigo de las inmensas movilizaciones que el año pasado adelantaron los estudiantes de las universidades públicas y de no pocas de las privadas. Esa fue la contundente respuesta del estudiantado colombiano ante la pretensión del gobierno de Juan Manuel Santos de permitir la entrada de las llamadas universidades “con ánimo de lucro” . La comunidad académica y la población entendieron que esa propuesta era un grave atentado en contra del desarrollo cultural y científico del país, ya de por sí bastante maltrecho. Actor fundamental de esta patriótica tarea fue la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), que surgió como tarea del Encuentro Nacional de Estudiantes Universitarios (ENEU) llevado a cabo en marzo de 2011. La MANE tuvo su primer encuentro en agosto del mismo año, con la participación de 32 universidades públicas, más de la mitad de las 48 privadas, el SENA, así como instituciones tecnológicas y técnicas. Esta organización gremial se ha ganado el derecho a ser la representante legítima de los estudiantes universitarios colombianos. Sergio Fernández, uno de sus más destacados voceros, analiza en esta entrevista el papel fundamental que juega la MANE en la construcción de un sistema de educación superior que esté al servicio de la nación. Deslinde

• DESLINDE: ¿Cuándo y cómo surgió la Mane? ¿Hay antecedentes de las luchas de los estudiantes colombianos que prepararon el surgimiento de la Mane? Sergio Fernández: La Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, surge como el esfuerzo conjunto de las diferentes organizaciones estudiantiles colombianas por dotar a los estudiantes de educación superior de una herramienta que les permita librar de manera unificada y con un sentido político claro y acertado, las batallas que deberán librar, a fin de conquistar para la juventud que está por venir una educación pública, democrática, de altísima calidad y al servicio de la nación. La MANE representa un primer esfuerzo en el largo camino de consolidar una organización gremial estudiantil, amplia, unitaria y democrática.

El referente unitario de los estudiantes más cercano en el tiempo a la existencia de la MANE lo podemos encontrar en los Encuentros Nacionales de Estudiantes Universitarios, ENEU, citados por las principales organizaciones estudiantiles del país, a fin de unificar agendas de movilización cada vez que hubiera lugar a ello por fuerza de alguna amenaza a la educación superior, particularmente, frente a la universidad pública. Este referente de unidad carecía de elementos programáticos que dotasen de largo aliento la lucha estudiantil, además de una estructura orgánica que

permitiera el desarrollo a largo plazo de tareas estratégicas y que, a su vez, permitiera dar trámite de manera democrática a las diferencias. En definitiva, los ENEU restringían sus definiciones al terreno de la unidad en la acción, en tanto la MANE se constituye con la tarea de ir más allá de la unidad de acción y ha emprendido dos tareas más, a saber: i) dotar de unidad programática al movimiento estudiantil a través de su Programa Mínimo, y ii) construir la herramienta gremial unitaria, amplia y democrática de la cual carecen los estudiantes colombianos hace por lo menos cuatro décadas. Finalmente, el último ENEU desarrollado en el primer semestre de 2011 acordó crear un referente de unidad político que garantizara la unidad de acción programática y


organizativa de los estudiantes colombianos. Es así como el 20 y 21 de agosto del mismo año se llevó a cabo la primera reunión

de la MANE, un día que sin duda quedará inscrito en la historia del movimiento estudiantil y del movimiento social colombiano.

• DESLINDE: ¿De qué magnitud es realmente la participación de los estudiantes de universidades privadas en la MANE? ¿A qué se debe su participación en este proceso? Sergio Fernández: Buena parte de las universidades privadas del país cuentan con Mesas Amplias Estudiantiles, las cuales desarrollan las definiciones de la MANE en cada escenario local. Un desarrollo organizativo de tal magnitud no tiene precedentes cercanos en el país, hecho que se explica por las condiciones a que han sido avocados los estudiantes de la universidad privada, pues en el esquema privado de educación la calidad de ésta es directamente proporcional a sus costos de matrícula,

situación que conduce a que los jóvenes que no logran acceder a la educación pública sean presas de un dramático dilema que define su futuro y el de sus familias: aspirar a educación de baja calidad o apelar al endeudamiento usurario a fin de acceder a universidades con matrículas altas sobre las cuales el Estado no ejerce control alguno. En definitiva, como lo sentenció la primera declaración política de la Mesa Amplia de Universidades Privadas de Bogotá, los estudiantes de la universidad privada no defienden

la universidad pública por un asunto de solidaridad, sino que su ánimo de lucha y de construcción de una propuesta de educación superior alternativa que ponga su acento en lo público, es impulsado por el marchitamiento de la universidad pública que automáticamente repercute de manera lesiva en sus condiciones particulares como estudiantes de universidad privada.

• DESLINDE: ¿Cuál es su balance de las jornadas de movilización del año pasado? Sergio Fernández: Las jornadas de movilización evidenciaron que el engaño del santismo puede ser derrotado por las razones cuando éstas son puestas al servicio de la movilización. Las críticas y análisis sobre la reforma de Santos no provinieron exclusivamente del sector estudiantil; un papel importantísimo jugaron las críticas hechas por sectores intelectuales de la nación, prestantes académicos, algunos rectores universitarios y profesores que con su agudeza sumaron más argumentos en contra de una propuesta que se hizo indefendible por parte de los representantes del gobierno nacional. El apoyo recibido por el Polo Democrático Alternativo y por congresistas de otros sectores políticos como la Alianza Social Independiente, ASI, o el Partido Verde, fue determinante para la

consecución de este avance del movimiento estudiantil. Desde el Congreso de la República todos dotaron de fuerza la premisa que enarbolamos en las calles, en el sentido de que el Congreso de la República, con las abrumadoras mayorías de la bancada de la Unidad Nacional, no constituye un escenario que garantice la materialización de la democracia. Finalmente, el ánimo civilista que revistieron las movilizaciones estudiantiles sirvió para ganar el corazón de la sociedad colombiana.

El cariño, la admiración, la solidaridad y el apoyo de las y los colombianos siempre acompañó a los estudiantes durante cada jornada de movilización. Dicho sea de paso, ésta fue la oportunidad para ver familias enteras acompañando a los hijos de Colombia librando la que, sin lugar a dudas, es la más digna de las luchas que ha emprendido esta generación de estudiantes que colman de orgullo y dignidad a un país que parecía víctima de un embrujo.

• DESLINDE: Los medios resaltaron excesivamente la alegría y los ambientes de carnaval de las movilizaciones. De paso señalaban el presunto apoliticismo de los estudiantes. ¿Es apolítico el actual movimiento estudiantil? ¿Se restringe exclusivamente a la educación? Sergio Fernández: De ninguna manera. La lucha que ha emprendido la MANE nace por supuesto del gremio estudiantil, / 16 / DESLINDE No. 50

pero su decisión de conseguir una educación pública, democrática, de altísima calidad y al servicio de la nación, está


ligada de manera indisoluble a la construcción de un proyecto de nación más justo, realmente soberano y democrático. Nuestra lucha es contra la espina dorsal del Estado neoliberal, con cada una de las trabas que entorpecen la búsqueda de la

nación con su destino histórico. Lo que ha puesto sobre la mesa la MANE es la discusión acerca de un modelo de educación diferente para un país diferente. Éste es el espíritu que recoge la propuesta de educación condensada en el Programa

Mínimo de los estudiantes colombianos. Programa Mínimo que en cada uno de sus seis puntos deja claramente expuesto lo que digo.

• DESLINDE: ¿Cuáles son esos elementos políticos consignados en el Programa Mínimo a los que se refiere y que desde el sector estudiantil proponen un modelo de educación diferente para un país diferente? Sergio Fernández: El Programa Mínimo es una propuesta que encierra una crítica al estado inicuo de cosas en que se desenvuelve la vida nacional y está compuesto por seis ejes: i) Financiación; ii) Autonomía y Democracia; iii) Calidad; iv) Bienestar universitario; v) Libertades democráticas, y vi) Relación universidad y sociedad. Esta propuesta parte de la definición de la educación como un derecho y una condición necesaria para el desarrollo,

consideración que constituye en sí misma una posición política clara en defensa de la educación pública y gratuita y en contra de la mercantilización del conocimiento, y con ello, además, en contra de todas las medidas que atenten contra el derecho a la educación, ubicando la principal amenaza en los Tratados de Libre Comercio que hoy por hoy campean en la política exterior colombiana, destruyendo el aparato productivo nacional Junio-julio 2012 / 17 /

y entregando al capital transnacional absolutamente todas las dimensiones de la vida de los colombianos. Para el caso de la reforma a la educación superior, es en el TLC con Estados Unidos en donde se halla la causa última del afán de Santos por avanzar con su propuesta. No es una casualidad que el viceministro de educación superior Javier Botero haya sido el negociador de la mesa de comercio transfronterizo del TLC


con Estados Unidos, mesa que incorporó de manera íntegra a la educación superior, llamada por el tratado “postsecundaria”. Tampoco representa un hecho casual que la reforma se radique el 3 de octubre de 2011, el mismo día en que el gobierno de Estados Unidos ratifica el TLC con Colombia, evidenciando que mientras los jóvenes comenzaban a entrar en paro nacional universitario, Santos halagaba la labor de Obama al aceptar espejos a cambio de oro. Hemos cuestionado las prioridades del gasto estatal y las exenciones tributarias a los monopolios y transnacionales, como gabelas inaceptables en un país que ostenta el deshonroso título de ser el tercero más desigual del globo y en donde paradójicamente las necesidades de la nación se convierten en la principal excusa para desatenderlas. Sólo basta echar una mirada a los argumentos del gobierno para desconocer la imperiosa necesidad de proveer a sus ciudadanos de educación gratuita. No fueron pocas las oportunidades en que los pajes de Santos, encabezados por la ministra Campo, apelaban al desgastado argumento de la pobreza del país para argüir la imposibilidad material del Estado de atender una condición

Nuestra lucha es contra la espina dorsal del Estado neoliberal, con cada una de las trabas que entorpecen la búsqueda de la nación con su destino histórico.

necesaria para el desarrollo de cualquier sociedad. Tesis que replicaban para despachar sin rubor alguno la justeza del reclamo de las comunidades universitarias respecto a la deuda del Estado con las universidades públicas, rasgo propio de un gobierno cicatero con los derechos del pueblo, pero que acude presuroso al amparo de los monopolios y las transnacionales y que no escatima escrúpulo a la hora de cumplir puntualmente con las exigencias de la asfixiante deuda pública, ya varias veces pagada. La autonomía universitaria que los estudiantes defendemos es aquélla que reside en los estamentos que componen la comunidad universitaria y que se erige para la universidad en la piedra angular de su quehacer. Es en virtud de ésta que la universidad puede ofrecer o no a la sociedad soluciones a sus problemas y es debido a su desconocimiento que la universidad pierde cualquier posibilidad de desarrollar pensamiento crítico y avance científico. La autonomía es a las universidades lo que la soberanía es a las naciones y lo que la dignidad es a los hombres. Por tanto, la toma de decisiones al interior de las universidades debe corresponder a quienes componen la comunidad académica; las decisiones de la universidad deben ser la expresión del desarrollo de las contradicciones sociales que se expresan en el quehacer académico y que avivan el avance de la sociedad. Si la autonomía reside en las universidades, es necesario entonces recordar que éstas son más que muros vacíos, la universidad es –reitero– los estamentos que la componen. No es posible el desarrollo de la universidad sin autonomía y ésta / 18 / DESLINDE No. 50

resulta una burla sin garantías y libertades democráticas que posibiliten la participación de cada uno de los estamentos, partiendo por establecer condiciones laborales dignas a profesores y trabajadores y garantizando el respeto a las formas de organización de cada uno de los estamentos, exigencia que realiza la MANE en un país donde la democracia termina donde comienza la protesta social. Es claro que la supresión de la autonomía universitaria corresponde al avance de la mercantilización de la educación, pues la aplicación a raja tabla de las recetas neoliberales en el mundo ha evidenciado que la antidemocracia económica va acompañada de la antidemocracia política. Frente a la calidad académica bien sabido es que la realidad siempre es la encargada de validar las teorías. Por ello abogamos por contenidos de calidad, validados por la realidad nacional, es decir, por su capacidad de transformarla. Cuanto mayor potencial transformador adquiera el conocimiento, tanta mayor calidad tendrá. Esto es así tanto si hablamos de la transformación de la naturaleza para generar riqueza y ponerla a disposición de la sociedad, como si hablamos de la imperiosa necesidad de emprender las transformaciones sociales que requiere el país. Entendemos que el desarrollo de la actividad académica, como de la vida misma, está condicionado por las limitaciones socioeconómicas de los miembros de la comunidad universitaria. Es por esta razón que demandamos sistemas de bienestar universitario fuertes, que garanticen la formación integral y el cubrimiento de necesidades fundamentales


que determinan el quehacer académico. El bienestar no es un aspecto subsidiario en la formación académica, sino una condición sine qua non de ésta. Por tanto debe ser

ofrecido directamente por las universidades, cerrando las puertas a la posibilidad de convertirlas en un nicho más de negocios.

• DESLINDE: La protesta del año pasado tuvo como resultado que Juan Manuel Santos retirara del Congreso el proyecto de reforma de la Ley 30, mientras la comunidad académica del país y otros sectores presentan una nueva propuesta. ¿Cómo va la construcción de esta propuesta? Sergio Fernández: La MANE ha definido una metodología de construcción de una propuesta alternativa de educación superior y para ello ha convocado a todos los sectores sociales y políticos interesados en participar. En un primer momento desarrollaremos encuentros en cada universidad, instituto técnico y tecnológico, en el SENA y en la ESAP a fin de recibir los aportes que las comunidades académicas quieran hacer. En un segundo momento se desarrollarán encuentros con diversos sectores sociales y políticos a nivel regional, departamental o municipal, con la participación amplia de todos los interesados, más allá de las comunidades académicas, vinculando a este proceso a todos los sectores políticos y sociales que quieran aportar, como el Polo Democrático Alternativo, el Congreso de los Pueblos, Fecode, los obreros, campesinos, indígenas, las comunidades afrocolombianas y todos aquéllos que sientan que tienen algo por decir frente al tema. Esta propuesta de educación que condensa el Programa Mínimo, no podrá materializarse sin el concurso de las mayorías del país. Solamente en el marco de una construcción realmente democrática de esta envergadura será posible proponerle al país un nuevo modelo de educación superior, para una sociedad que construya una nueva democracia. La construcción

o no de ese modelo de país diferente pasa por la comprensión de que la ausencia de hospitales universitarios, la negación del derecho a la educación a los hijos de los obreros y campesinos, las limitaciones que mantienen a los intelectuales desprovistos de condiciones que les permitan desarrollar su quehacer académico, la quiebra de las universidades públicas, la quiebra y desmantelamiento de la industria nacional y de las empresas, la pauperización del trabajo nacional, la destrucción del campo colombiano, la devastación de la producción de los campesinos pobres, medianos y ricos, la descomposición social que

afecta a los jóvenes de Colombia y cada una de las causas del sufrimiento de los colombianos, hallan en la ausencia de la soberanía nacional el sustrato material de su fundamento. Sabemos que la lucha por la educación y por cada derecho debe ser aprovechada para una vez más decirle a cada colombiano que la condición semicolonial del país no deviene de la ausencia de derechos sino del poder que los refrenda, un poder que orienta el devenir de los asuntos públicos de la política nacional y que ciertamente es definido en otras latitudes, muy al norte.

• DESLINDE: Finalmente, ¿cuál su opinión sobre los Indignados, el movimiento de ocupación de Wall Street y la llamada “primavera árabe? ¿Existe algún punto de relación entre estos movimientos? Sergio Fernández: La historia de las conquistas democráticas es, por lo menos desde la Comuna de París, una historia precedida por transformaciones y movilizaciones sociales, donde el desarrollo de las ideas y la lucha de éstas han contribuido de manera determinante al avance social. Nuestra lucha en procura de una cultura nacional, científica y democrática es la forma que adopta este proceso de transformaciones políticas y sociales. Pero es claro que las contradicciones en todas Junio-julio 2012 / 19 /

las latitudes se exacerban: al interior de las potencias, entre las potencias mismas y entre aquéllos que sirven al estado inicuo de cosas y quienes lo padecen. Los Indignados de Wall Street han posicionado una consigna que revela que aunque las manifestaciones de la crisis sean diferentes, la causa de los levantamientos sociales es la misma; la consigna reza: “¡Bienvenidos a la lucha del 99% contra el 1%!” .


¿Habrá verdadera

reparación a las víctimas?

Entrevista a Iván Cepeda Deslinde

Fernando Botero. Serie Masacres


El Representante a la Cámara, Iván Cepeda Castro, ha realizado numerosos debates sobre la Ley de Víctimas y promovido acciones legales contra sus aspectos más regresivos. Al mismo tiempo ha jugado un destacado papel en la movilización social que exige una adecuada y justa reparación para las víctimas, como la marcha realizada el pasado 6 de marzo. Lo entrevistamos para conocer sus opiniones al respecto. Deslinde DESLINDE: ¿Cuáles son los antecedentes de la Ley de Víctimas? Iván Cepeda: Que hoy se hable en Colombia de víctimas y reparaciones constituye una conquista de los sectores sociales que han sido tan diezmados durante todos estos años, así como de las organizaciones de víctimas. Es el resultado de una presión que ha tenido eco en la rama judicial y en sectores de la comunidad internacional e influyó en el sistema internacional de derechos humanos y en las redes internacionales de solidaridad, todos los cuales enfrentaron un proyecto de abierta impunidad. Nunca el Estado ni los gobiernos tuvieron políticas de reparación, ni en la administración de Álvaro Uribe Vélez hubo una política de reparación. El primer paso de Uribe cuando llegó a la presidencia fue un proyecto de referendo en el cual el punto sexto era consultar a los ciudadanos sobre la posibilidad de indultar a los paramilitares y catapultarlos directamente al Congreso de la República. La concreción de los conceptos de verdad, justicia y reparación en las normas fueron resultado de un largo esfuerzo. Con todos sus defectos, la Ley de Justicia y Paz y la sentencia de la Corte que moduló dicha ley fueron resultado de una demanda que nosotros interpusimos. Tal vez el primer pronunciamiento de la Corte Constitucional donde se tipifican los derechos a la verdad,

justicia y reparación es resultado de un largo esfuerzo en el cual se ejercieron múltiples presiones sobre el Congreso y sobre el Gobierno. Con todos los problemas que tiene la justicia transicional en la normas, el haber acudido a la Corte Penal Internacional, al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, a

las Naciones Unidas y haber comenzado el proceso de la parapolítica ante la Corte Suprema fueron resultados logrados desde la izquierda y desde los movimientos sociales. Estos conceptos no se han dado por generación espontánea ni por voluntad política proveniente de los sectores gobernantes.

DESLINDE: ¿La ley representa un avance satisfactorio

en materia de verdad, justicia y reparación?

IC: La jugada del gobierno ha sido muy hábil. Se trata de reemplazar la impunidad total, la total ausencia de reparación, la ausencia de justicia, la imposición de un relato de la violencia y una memoria oficializadas por un modelo neoliberal de reparación. Existe el intento de apropiarse de conceptos, de luchas y de necesidades, e invertirlas a tal punto que se produzca la idea de que se han dignificado y respetado unos derechos, que se ha logrado satisfacer una necesidad. Pero corresponde a un acto de prestidigitación neoliberal que consiste en venderle a la opinión pública, a las víctimas, la idea de que se han logrado grandes conquistas. Lo que se reconoció a las víctimas fue algo bastante mezquino. Logramos que se

reconociera que en un proceso hacia la democratización del país y hacia la salida del conflicto armado se requiere una justicia de reparación y que incluso es necesario que haya unos juicios. Pero ese reconocimiento es aún formal porque la ley o las leyes que han sido el resultado de ese proceso son claramente limitadas, aparentes y utilizan el lenguaje de la reparación vaciándolo de contenido. Primero hay varias jugadas. Una es separar la justicia, la verdad y la reparación. Se dice que el tema de la verdad ha quedado más o menos saldado con la Ley de Justicia y Paz, y ahora a través de la Ley 1424 de 2011. Entonces queda un gran interrogante sobre la reparación, que se intenta abordar a través de una ley que resuelva el problema de sus


componentes, entre los que se cuentan indemnizar, satisfacer y restituir. Aquí básicamente se trata del elemento simbólico y material y, por otra parte, del tema de tierras. Lo que está claro es que esos tres elementos son indisolubles porque en el derecho internacional en la práctica está demostrado que reparaciones que no tengan el componente de justicia y de verdad son claramente insuficientes y no solucionan el problema, que consiste en la transformación real de la situación de los sectores víctimas. Un segundo problema es el concepto de reparación y su tratamiento. La reparación tiene dos caras. Una es

efectivamente resarcir el daño, aliviar, transformar, ofrecer unas condiciones a sectores que han sufrido la violencia, los crímenes de lesa humanidad, etc. Pero hay un segundo aspecto de la reparación que es sustancial y que consiste en que debe implicar el debilitamiento de quienes se han beneficiado de esa violencia. La reparación será incompleta o por lo menos unilateral si no se logra que el fortalecimiento, el resarcimiento de derechos de las víctimas, corresponda de manera proporcional y directa al debilitamiento de los poderes criminales que ocasionaron tal victimización. Esta ley parte del siguiente supuesto: no existen formas de recuperar

Fernando Botero. Serie Masacres

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los bienes, los capitales ni las tierras. Esto no está dicho así, pero se deduce: que lo que fue usurpado por la violencia no se espera restituir materialmente y en el mejor de los casos se compensará. La tierra despojada y abandonada de manera forzada está prácticamente perdida. Por lo tanto, hay que renunciar a esa persecución y ponerlo todo en la carga del presupuesto y de los recursos del Estado, que es de los ciudadanos. Es una carga al presupuesto, a los impuestos ciudadanos. La ley protege los inmensos capitales que se han invertido en la tierra objeto de despojo. El mejor ejemplo es la figura del contrato de uso, figura que se utilizará para no devolver las tierras a los campesinos y campesinas en aquellos casos en donde existan proyectos agroindustriales. Eso es un gran giro en el sentido mismo de la reparación, que somete la reparación a los criterios que se emplean en la política social del Estado que son los de sostenibilidad fiscal. Se trata de que la posibilidad de reparar varía con relación al contexto del mercado, a las posibilidades que tiene el Estado en el desarrollo de sus políticas. Se somete la reparación de las víctimas a todos los albures, eventualidades y caprichos que tiene la política del Estado con relación a todos los otros aspectos sustanciales, como la salud y la educación. Habrá, hasta donde alcance, habrá hasta donde lo permita el mercado. Lo esencial es complacer y satisfacer las necesidades de sectores que se consideran estratégicos: la banca, el gran empresariado, las grandes políticas que son las locomotoras y, por supuesto, la defensa nacional. La reparación queda al albur, repito, de las eventualidades de lo que pueda hacer el Estado con ese pequeño resquicio que le sobra después de lo que considera esencial.


El gobierno, entonces, tiene dificultades para convencer que habrá reparación si es tan caprichosa e impredecible la política con relación a este tema, cómo llenar este vacío. Aquí viene otra gran discusión, la de inflar el concepto de reparación, llenándolo de otros asuntos que no entran en él y que la Corte Constitucional ha definido claramente como asuntos que no son estrictamente reparaciones. Por ejemplo, políticas de carácter asistencial o el suministro de servicios a que está obligado el Estado no solamente con relación a las víctimas sino a cualquier ciudadano, convertir cierto tipo de eventualidades y de circunstancias en parte de la reparación. Esa inflación del concepto permite ir insuflándole muchas otras cosas: la posibilidad de conseguir un tratamiento preferencial en el Sisben, la posibilidad que los hijos de las víctimas puedan tener acceso a la educación por encima de otros sectores, la construcción de determinadas obras de infraestructura en poblaciones donde se han producido masacres y otras clases de violencia de carácter colectivo. También componentes que no son despreciables y que no negamos que tienen una pertinencia, como crear cierto tipo de instancias de memoria histórica de reparación simbólica, pero que si no influyen en la transformación de la vida de la gente, pueden convertirse en actos decorativos y simbólicos. Ese es el giro que da el concepto y que también tiene una expresión práctica en el tema de restitución de la tierra, que también es tratado desde esa misma lógica. Es decir, la política de restitución de tierras es una consecuencia de violentar el concepto de reparación y darle un tratamiento neoliberal.

DESLINDE: ¿Qué aspectos de la ley están siendo impugnados

en la Corte Constitucional?

Hay muchos otros aspectos cuestionables en la ley, como el regateo sobre el concepto de víctima, cómo se le disminuyen las poblaciones eventualmente beneficiadas, cómo se recortan las fechas dentro de las cuales se aplicaría, cómo se utiliza el concepto de conflicto armado con ciertos fines. Por ejemplo, la definición es que víctima será considerada toda aquella persona que haya sufrido vulneración de sus derechos en el contexto del conflicto armado, pero no todas las formas de violencia, los crímenes de lesa humanidad o las violaciones de derechos humanos. Sostenemos que hay violencias que han tenido que ver con las dinámicas de despojo, enriquecimiento, supresión de la oposición política, creación de nuevas estructuras paramilitares. Eso ya quedó así en la ley, pero no se ha definido en el trámite del control constitucional. Todos esos aspectos se están sometiendo al control constitucional en este momento. Las organizaciones sociales, las organizaciones de víctimas, las organizaciones de abogados y otras, estamos trabajando en la demanda integral de la ley. Dado que estos son asuntos complejos, hasta ahora se han logrado varios aspectos: los temas del desplazamiento y de la definición de víctimas. Lo ideal sería poder demandar todos los aspectos de la ley que consideramos violan los derechos de las víctimas. El problema es que cada uno de esos aspectos tiene una complejidad propia. Esta no es una operación simple y hay muchas discusiones. Por ejemplo, la ley considera que las víctimas podrán ser sujeto de reparación e indemnización a partir del año 1985, fecha que puede ser considerada arbitraria dado que los mediados de la década de los ochenta fueron Junio-julio 2012 / 23 /

años especialmente cruentos en los cuales surgieron las organizaciones paramilitares ya con unos ejércitos de violencia narcoterrorista. Lo que tuvo unas connotaciones particulares: la guerrilla comenzó a secuestrar de una manera más sistemática y en el caso del Estado se produjeron nuevas formas de violencia.Todo eso es válido, pero la realidad es que si nos atenemos a la definición del conflicto armado colombiano por lo menos en el periodo reciente, hay una fecha que es el año 64 o 65, cuando surgió el conflicto con el ELN y las FARC. Ésa es la fecha que debería ser considerada cuando hablamos del tema de tierras. No hay forma que el gobierno o las bancadas oficialistas expliquen por qué el año 91 es la fecha a partir de la cual se considera el tema de restitución de tierras. Hay un argumento jurídico que presentó el ministro Restrepo, diciendo que los términos para poder considerar la restitución no van más allá de veinte años atrás. Pero existe otro tipo de jurisprudencia que se puede invocar: el despojo de tierras no se puede tipificar simplemente como un hecho particular, sino que está inscrito en unas dinámicas de violencia, de desplazamiento forzado, de las masacres de crímenes de lesa humanidad, que tienen un carácter imprescriptible y que por tanto debieran ser considerados como un todo en esas dinámicas. O sea que ese argumento para nosotros es un argumento deleznable. Sabemos que en los años 70 y 80 ya hubo despojos significativos. Eso sin hablar de temas mucho más complejos; por ejemplo la manera como se considera la propia indemnización, con qué criterio se tasa, con qué criterio se definen las propiedades, la gradualidad, la progresividad en un universo tan extendido de


víctimas, cuáles son los criterios que se aplican, cómo se procede. Lo que rige la norma es el criterio de sostenibilidad fiscal y eso está listo en el Conpes, pero ya comienza a aparecer el gran problema al hablar de 59,4 billones de pesos para las víctimas. No obstante, al descomponer la cifra se encuentra que 43% son para asistencia, que es algo que ya existía antes con los antiguos programas de acción social, etc. En plata blanca lo que queda para indemnizar víctimas son cerca de $31,6 billones para los diez años, cifra significativa para

algunas familias y personas que viven en situación prácticamente de indigencia porque en esa situación han quedado después de la violencia que han sufrido, pero que efectivamente no va a permitir que a la vuelta de diez años pueda producirse el resultado de una reparación generalizada. En materia de restitución se ha demandado la figura del contrato de uso, figura que favorece las inversiones en cultivos agroindustriales a costa del derecho a la restitución de las y los campesinos. Se demandó el artículo 207 de la ley, el cual

sanciona a quienes reclamen su tierra por vías de hecho, sancionándolos con la pérdida de su derecho a la restitución, una sanción al derecho a la protesta absolutamente desproporcionada. Se demandó la existencia del registro de despojo como requisito de procedibilidad para poder acudir donde el juez de restitución. Si las víctimas no pasan este filtro de inscripción en el registro a cargo de la Unidad de Restitución, no podrán acceder a la justicia. Estos, entre muchos otros temas más que esperamos la Corte pueda revisar y ajustar a Derecho.

DESLINDE: ¿Qué opina del contexto de implementación de la Ley? IC: Uno de los graves problemas es que no basta con que haya ciertos procesos de justicia de reparación y de verdad para que se transforme la situación local o la de los sectores que han sido víctimas; se requieren también medidas de otro orden, medidas que son de carácter político y social. La política del Estado ha sido crear, a través del concepto de consolidación, la idea de que se ha recuperado el Estado y la institucionalidad en determinadas zonas del país, cosa que es totalmente falsa. Los gobiernos tanto de Uribe como de Santos han aplicado el concepto de recuperación o consolidación del territorio. Hoy existe una situación de facto en la cual poderes de origen mafioso, poderes locales terratenientes, siguen ejerciendo el poder, como paramilitares o parapolíticos. Así que en el campo y en ciertas zonas del país, incluso urbanas pero que están en esa periferia compleja, se requiere una revolución democrática que implica una depuración del Estado, una real intervención integral con política social. Para decir algo, en la Costa Atlántica, que es una zona tan rica en recursos hídricos, no hay agua en las ciudades, el agua es un lujo. Sin mencionar

el nivel de descomposición de las instituciones, del uso de los recursos públicos, la manera cómo se realizan las elecciones, los procesos de representación popular, el manejo de la fuerza pública, el manejo de las instituciones locales. En esos territorios reina otro tipo de poder político y económico. Entonces, ¿cuál es la solución que ofrece la ley de víctimas? Crear unos programas de protección a las personas, a las organizaciones. Para evitar que se dijera que no hemos hecho esfuerzos propositivos y para tratar de mejorar la situación, propusimos cosas ambiciosas en ese terreno. Pero esos programas son insuficientes ante la realidad de las estructuras del poder mafioso y paramilitar que siguen operando en las regiones. El Estado no puede resolver la ausencia de una institucionalidad democrática

ofreciendo carros blindados a las víctimas; eso es algo que está demostrado no va a ocurrir y una constatación contundente de esta situación es que al comienzo de este año seis departamentos del país quedaron paralizados porque hubo una orden de unas bandas. Ese concepto de bandas no lo compartimos pues hay unas estructuras detrás de las cuales existen poderes muy bien articulados, que tienen capacidad de desestructurar o estructurar la realidad como quieran, de hacer la contratación como quieran, de poner y quitar funcionarios. Esos territorios son muy extensos y en ellos la función del Estado, de los círculos de poder de Bogotá, de Medellín, etc., se conforman con que sus negocios no vayan a estropearse de alguna manera, sin preocuparse de la realidad integral la zona.

DESLINDE: ¿Cuál debe ser la actitud de los movimientos sociales

ante la Ley?

IC: Llamaría la atención desde una perspectiva que no es simplemente la de una crítica, sino la del análisis político. Como ocurrió con la Ley de Justicia y Paz y como ha ocurrido en / 24 / DESLINDE No. 50

esta década, esos son espacios y coyunturas que ofrecen una posibilidad para que las organizaciones y los movimientos ganen terreno. Por supuesto hemos señalado que no vamos


a caer en el ilusionismo ni a prestarnos al juego de ese lenguaje de factura neoliberal. Pero consideramos que en esos espacios que abre esta ley precaria, difícil, ilusoria, hay que fortalecer las posiciones de los movimientos sociales y de víctimas a través de la movilización, ganar espacios políticos donde se pueda consolidar poder local. Incluso que desde un punto de vista humanitario se puedan resolver ciertas situaciones puntuales, más allá de una postura de inmovilidad o de simple rechazo. Creo que ha habido una administración y una gestión de este tipo de situaciones cuando el presidente Santos habla de la mano negra. Es una figura que todavía no hemos entendido a qué hace referencia puntualmente: ¿a un sector que podríamos calificar de ultraderecha, conservador, terrateniente? Bueno, no sé. Cuando se utilizan esa clase de eufemismos, se diluyen las políticas, se diluyen las acciones, se diluyen los programas concretos para poder avanzar en esos sitios de manera decidida. No creo que el problema consista en que no sepamos quiénes son esos sectores ni qué intereses representan. Más bien me orientaría por pensar que hay una articulación muy sólida de esos poderes nacionales o que a veces removerlos puede generar y entorpecer procesos en los cuales están interesados sectores elitistas del centro, empresas muy connotadas, empresas que tienen renombre y conviven con la realidad de las estructuras paramilitares en regiones. Por ejemplo, Cementos Argos es una empresa que se presenta ante el mundo y en ciertos mercados en Estados Unidos y ante las Naciones Unidas como una empresa ecológica, que tiene una política social hacia

sus empleados, que contribuye con políticas medioambientales contra el cambio climático. Pero esa misma empresa está en un territorio donde evidenciamos la presencia de estructuras paramilitares. ¿Cómo se produjeron compraventas masivas de tierras de las cuales se benefició esta compañía y ahora intenta presentarse cual si fuera una empresa que incurrió en esos hechos de buena fe? Como si la compra de miles de hectáreas se tratara de un simple negocio en el cual un ingenuo comprador incurre en un error. En los Montes de María se cometieron más de cuarenta masacres en cerca de quince años, masacres que tuvieron una gran divulgación en los medios de comunicación sobre los hechos más cruentos ocurridos en las últimas dos décadas; para no ir muy lejos, la masacre de El Salado. Ahora esta misma empresa del Sindicato Antioqueño está conviviendo con esa realidad. Entonces ese tipo de convivencias hacen claro que no es que haya un poder mafioso enfrentado al Junio-julio 2012 / 25 /

Estado legítimo, como se quiere de alguna manera hacer creer: que la mano negra está acechando al Estado transparente, sino que tenemos una realidad que está muy bien compaginada. Recuerdo que en los Montes de María el Estado aplicó esta política de zona de consolidación. Otro ejemplo: el corazón del Plan Colombia, donde también ha existido la política de consolidación y donde hay miles decenas de miembros de la fuerza pública con quienes el Estado ha intervenido militarmente; hay un gran territorio del señor Víctor Carranza donde es el rey, una especie de señor feudal. En Puerto López, la capital del imperio de Carranza, a la entrada del casco urbano existe una mansión de Carranza y a la salida del pueblo hay una base militar donde están los asesores militares estadounidenses. Entonces,¿qué ha pasado ahí? O ha fracasado la política de consolidación o la política de consolidación tiene entre sus fines permitir, incluso estimular, de alguna manera, que ese tipo de poderes se ejerza.


“La concentración, la verdadera política de

tierras

de Santos”

Entrevista al senador Jorge Enrique Robledo Deslinde

El cuento de la restitución de tierras - Caricatura de Jota


El senador del PDA Jorge Enrique Robledo es uno de los congresistas que más conoce y debates ha dado sobre el sector agrario. En sus últimas intervenciones denuncia la política de restitución adelantada por la administración Santos, revelando que no solo devolverá mucho menos tierras que las que afirma, sino que es uno de los gobiernos que menos tierras ha restituido. Es falsa la afirmación santista de que está haciendo una revolución agraria y, por el contrario, el libre comercio que defiende y los TLC que impulsa vienen arruinando al agro colombiano y constituyen una política de feroz concentración de la propiedad y de la producción, dejando la tierra en manos de unos propietarios muchos más grandes. Deslinde DESLINDE: ¿Qué opinión tiene de la restitución de tierras? Jorge Enrique Robledo (JER): El Polo Democrático es amigo de que se restituyan las tierras a las víctimas. Por eso presentó su propio proyecto de ley. Y lo hizo porque consideró el del gobierno cicatero y mezquino con las víctimas. Además, al reglamentar la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, el gobierno aumentó sus limitaciones. DESLINDE: ¿Cuáles son las limitaciones de la restitución de tierras? JER: El presidente Santos prometió hacer 160 mil restituciones de predios en su gobierno. Pero las metas parciales dicen que en 2012 se van a hacer 2.100 restituciones y en 2013 serán 8.400. Eso, sumado a lo de 2011, da 11.200 restituciones a diciembre 31 de 2013. Entonces, en siete meses, el gobierno deberá hacer 148.800 mil restituciones, cifra que seguramente no va a cumplir. Con un agravante. Cuando le digo al gobierno que en el cumplimiento de las metas

sus cifras son muy mediocres, la respuesta del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, es aducir que ellos no tienen metas. La afirmación no es cierta, pues en el Plan Nacional de Desarrollo y otros documentos públicos la meta de las 160 mil restituciones está completamente clara. DESLINDE: Pero el gobierno alega que lo que está haciendo es una revolución agraria… JER: Es evidente que aquí no hay ninguna revolución agraria y las cifras no convierten al presidente Santos en el presidente de los campesinos, como él mismo se presenta con aire ufano. Son frases huecas usadas para hacer política con el objeto de buscar la reelección. Y también sirven para manipular. El gobierno habla mucho de 800 mil hectáreas entre 2010 y 2011, como si fueran las entregadas a las víctimas de la violencia. Pero si se miran las cifras, de esas 800 mil, apenas 18 mil son restituciones a 699 familias. Las otras 782 mil hectáreas provienen de políticas distintas a las de la restitución, como la

entrega de baldíos (que viene desde la Colonia), la del Fondo Nacional Agrario, la titulación de tierras a colonos y comunidades étnicas, la de Dirección Nacional de Estupefacientes, etc. Todas éstas no solo no constituyen restituciones a las víctimas de la violencia, sino que vienen desde gobiernos anteriores. El presidente Santos ha sido astuto a la hora de revolver unas políticas de tierras con otras, con el objeto de inflar las cifras de las restituciones. De este engaño fue del que sacó eso de presentarse como el presidente de los campesinos y de que en Colombia hay una revolución agraria. DESLINDE: Sin embargo, el ministro Restrepo dice que si se comparan las cifras de todas esas políticas con los últimos cuatro gobiernos, estamos frente a un “récord histórico”… JER: Es también una afirmación que no se corresponde con los hechos (ver recuadro). Las cifras muestran que si se suma toda la política de tierras de los gobiernos desde 1990, lo de


Santos es igual o inferior a lo de sus predecesores. Mientras que en 2011 Santos entregó 512 mil hectáreas de tierra, el

promedio de los gobiernos que lo antecedieron es de 968 mil, casi el doble. Y repito, la “gracia” de Santos

es la restitución y en eso sus metas son absolutamente mediocres.

DESLINDE: El Polo apoyó que en la Ley de Víctimas se invirtiera la carga de la prueba. ¿Por qué dice que la tumbó la reglamentación de la ley?

el poseedor del predio, como lo establece la Ley. Luego una norma que en la ley aparece clara y sobre la cual el gobierno viene haciendo mucho ruido a escala nacional e internacional, como una prenda de su buena fe, en los hechos queda negada. Y puede ser la explicación de por qué el cumplimiento de las metas de restitución de tierras sea tan malo.

viene arruinando al agro colombiano. Y el impulso de Santos a los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea es otra prueba de que eso de presentarse como el presidente de los campesinos es pura demagogia.

JER: El artículo 78 de la Ley de Restitución, que el Polo respaldó, dice que se invierte la carga de la prueba. ¿Qué significa? En condiciones normales, quien pone una demanda debe demostrar que tiene la razón y sobre él recae probarlo. Si no lo logra, pierde el pleito. Para este proceso de restitución se decidió que la carga de la prueba no recayera en quien reclama una tierra como suya, sino en quien la posee. Es decir, se invirtió la carga de la prueba: quien tiene el predio debe demostrar que no obtuvo la tierra a partir de un despojo. Lo que establece el artículo 78 es un apoyo al débil, al despojado, a la víctima. El ministro Juan Camilo Restrepo ha explicado, y así quedó en el decreto reglamentario, que la inversión de la carga de la prueba significa que el Estado le va a ayudar a la víctima a recaudar la prueba. Eso no es la inversión de la carga de la prueba, porque, así el Estado le colabore, la carga recae sobre la víctima y no en

DESLINDE: ¿Usted cree que Santos les va a cumplir a las víctimas de la violencia? JER: Ahí están las cifras y son malísimas. No veo cómo va a cumplir las 160 mil restituciones que prometió hacer a 2014 y se supone que se debe llegar a 360 mil en 2021. Creo que estamos ante el caso de esas gallinas que ofrecen poner diez huevos, ponen uno y cacarean treinta. DESLINDE: ¿Son compatibles los TLC con el progreso de todos los productores del campo? JER: No. Mire cómo le ha ido a la mayoría de los habitantes del campo con el libre comercio impuesto desde el gobierno de César Gaviria y concluirá que nada bien. El libre comercio / 28 / DESLINDE No. 50

Producto del libre comercio el país está importando varias millones de toneladas de productos agrícolas que se pueden producir aquí, la concentración de la tierra en Colombia es de las peores del mundo, han desaparecido cultivos enteros, etc. Es claro entonces que con los tratados de libre comercio habrá más desastres agrarios y más concentración de la tierra. A los campesinos de tierra fría, por ejemplo, les quitaron el trigo, después la cebada y hoy les queda la leche. Si pierden la leche, como seguramente sucederá con los TLC, también perderán la tierra. No se puede perder de vista además que la política de tierras de Santos es la política del Banco Mundial. Y lo que hay que hacer frente a los TLC, dice el Banco Mundial, es que la tierra pase a manos de los productores “más eficientes.” ¿Y quiénes son los más


eficientes en la lógica del libre comercio? Las trasnacionales, los bancos y los monopolios. La política de tierras de Santos es, entonces, seguir concentrando la propiedad rural. Además, si se miran los artículos 60, 61 y 62 del Plan de Desarrollo, queda claro que Santos se la juega por la gran producción agropecuaria. Con ello se estableció que los baldíos del Estado, que antes solo se les podían entregar a campesinos y jornaleros sin tierra, como un mecanismo para distribuirla, se les podrán entregar a magnates nacionales y extranjeros. Luego si se mira el conjunto de la política agraria de Santos, lo que se concluye es que es una política de feroz concentración de la propiedad, de la producción y de la tierra en manos de unos propietarios muchos más grandes que los terratenientes tradicionales de Colombia. Esta es la verdadera política de Santos. Con otro agravante. Quieren imponer que a los campesinos a quienes les entreguen las tierras, no se las den como señores y dueños, como propietarios libres, sino que los obligarán a “asociarse” con algún monopolio que controlará la producción y el comercio. De forma que esos campesinos sean una especie de siervos de los intermediarios. DESLINDE: Sin embargo, se dice que los campesinos necesitan de un gran productor que los haga más eficientes… JER: He defendido un agro de tipo dual, en el que existan empresarios y obreros agrícolas, por una parte, y campesinos e indígenas, por otra, en el que a todos les vaya bien. Entonces no me opongo a que se hagan formas económicas de tipo empresarial, pero no comparto

que eso se haga sobre la base de maltratar y perseguir la economía campesina. Esa no es una propuesta democrática. Y la tesis de que los campesinos son incapaces es completamente falaz. Una parte inmensa de la producción agraria, más del 60 por ciento, es generada por campesinos. La economía cafetera, por ejemplo, descansa sobre los hombros del campesinado. Lo que hay es una exageración plutocrática, cuando lo que se necesita es un agro donde coexistan formas de economía empresarial y campesina. DESLINDE: ¿Existe un riesgo de que la tierra quede en manos de extranjeros? JER: Ese tema lo he discutido con el ministro Restrepo, debate en el que también ha estado el representante Wilson Arias. A escala global el capital trasnacional ha desatado una gran ofensiva por quedarse con las tierras de los países débiles. El caso de África está bien documentado. En Brasil y en Argentina han aparecido legislaciones que prohíben o restringen duramente la propiedad de extranjeros sobre la tierra. Se ha abierto un debate mundial, pues se sabe que la tierra es la comida y la soberanía. En más de un debate he alertado al ministro Restrepo sobre la gravedad de ceder la tierra a extranjeros. Y la posición del gobierno es que no ve en ello ningún problema. Mientras que en el mundo existe una prevención y control sobre estos hechos, aquí el gobierno no mueve un dedo. Y en la medida en que los extranjeros se queden con la tierra, surge un problema de soberanía. Hablar de soberanía cuando la tierra está en manos de extranjeros Junio-julio 2012 / 29 /

es un chiste. Y de seguro, las trasnacionales que acaparen la tierra también se quedarán con los recursos del campo. Y el capital foráneo viene a explotar unas tierras para exportar lo que produzca, lo que nos podría llevar al absurdo de que en alguna circunstancia los colombianos nos quedemos sin los alimentos que se producen en nuestro propio territorio, posibilidad que nos pueden imponer los TLC. DESLINDE: ¿Usted cree que los campesinos y los pequeños y medianos empresarios del agro pueden estar tranquilos con la política agraria de Santos? JER: De ninguna manera. Es claro que la política agraria de Santos es una política de feroz concentración de la propiedad, para dejar la producción y la riqueza del campo en manos de monopolios, trasnacionales y banqueros. Es más, me temo que la restitución de las tierras tenga como propósito último formalizar los títulos precarios sobre la tierra, como una vía para después pasarles esa propiedad a los grandes productores. Y esto se hace de dos maneras: o quedándose definitivamente con ella porque la compren o porque se creen rentistas paupérrimos. El campesino figura como propietario del predio, pero es el gran productor el que lo explota, o bien empleando al dueño como jornalero, o bien pagándole un arriendo minúsculo para que viva en condiciones de miseria en un barrio popular de alguna gran ciudad. Y no se puede perder de vista que la receta del Banco Mundial frente al impacto de los TLC es pasarles la tierra a los productores “más eficientes.”


Una reforma que privatiza la

justicia debilita rama judicial y

la

CapĂ­tulo jurĂ­dico del Centro de Estudios del Trabajo Cedetrabajo


El gobierno de Juan Manuel Santos ha radicado un proyecto de Reforma a la Justicia, dirigido a privatizar el derecho fundamental a la Administración de Justicia y romper el equilibrio de pesos y contrapesos de las tres ramas del poder público en beneficio del Ejecutivo y detrimento de la Rama Judicial. El proyecto de Acto Legislativo ha sido aprobado en cinco de los ocho debates reglamentarios, en un trámite que ha encontrado su principal obstáculo en la oposición de las Altas Cortes y de los usuarios de la administración de justicia, quienes han hecho un llamado a la ciudadanía a movilizarse en defensa de los postulados del Estado Social de Derecho, hoy seriamente amenazados con el paquete de reformas de la Unidad Nacional. Deslinde

Introducción Desde su posesión, el gobierno Santos aprobó mediante reforma constitucional el principio de sostenibilidad fiscal para definir el gasto público, un criterio que aplica para la inversión social y el funcionamiento pero no para el pago de la deuda pública. Propuso una reforma a la educación que intentó incorporarle el ánimo de lucro y, ante el fracaso del modelo de intermediación financiera en salud, pretende hacer aprobar una reforma dirigida a fortalecer el monopolio de las EPS en vez de eliminarlas, como lo han solicitado expertos en la materia. En pensiones, quiere una reforma que aumente la edad de jubilación y recorte las mesadas, pero que no limite las jugadas especulativas de los fondos de pensiones en los mercados financieros mundiales. Son todas iniciativas que, ante la falta de concertación, han concitado el rechazo de quienes se verían afectados directamente con ellas. Lo prueba la movilización estudiantil de 2011.

Algo similar ocurre con la reforma a la Justicia, impuesta a la Rama Judicial y que ha generado un choque de trenes entre los poderes públicos, enfrentando al Gobierno nacional y al Congreso de la República con las Altas Cortes y demás actores sociales de la administración de justicia: jueces, magistrados, empleados, fiscales, defensores públicos, investigadores judiciales, abogados, profesores, decanos y estudiantes, quienes se han agrupado alrededor del Observatorio Nacional Permanente de la Administración de Justicia y han convocado a la ciudadanía a darles apoyo. Mención especial merece este Observatorio, que agrupa cerca de 15 organizaciones de todos los llamados actores sociales de la justicia alrededor de una carta de principios, resumida en los siguientes puntos: • Defensa de la independencia judicial. • Defensa de los principios del debido proceso, del juez natural, de la igualdad en el acceso

a la justicia y de la gratuidad, afectados en el proyecto de reforma por la propuesta de desjudicialización. • Asignación presupuestal suficiente para garantizar en forma permanente, eficaz, efectiva y eficiente la administración de justicia como servicio público. • Creación de una Colegiatura de Abogados obligatoria, como una forma de otorgarle facultades autónomas a la profesión y para que sea este organismo el que adelante las investigaciones disciplinarias por faltas a la ética profesional y expida las tarjetas profesionales. • La garantía del principio del mérito para el acceso a todos los cargos de la Rama Judicial. La confrontación entre las ramas del poder público dejó al descubierto que la Reforma a la Justicia no solo abre las puertas a la privatización del derecho fundamental a la administración de justicia, sino que también entraña una profunda reforma política, como pasaremos a analizar.


1. Descongestión y desjudicialización La congestión judicial se ha presentado como el tema bandera que demanda una reforma a la Justicia. Sin embargo, durante la discusión del proyecto una de las principales preocupaciones expresada por el Observatorio, magistrados y otros analistas es que el Gobierno nacional no ha presentado un estudio serio que, al describir con profundidad la dimensión de la problemática, como también las causas y las soluciones adecuadas, permita comprender por qué se requiere reformar la Constitución, y menos en los términos planteados. Es más, en los foros que las universidades realizaron sobre la Reforma se ha evidenciado cómo se pueden solucionar problemas de congestión con la

De los 1’039.141 procesos civiles represados, 415.656 (40%) son de mínima cuantía, es decir, pueden ser tramitados por los jueces municipales de pequeñas causas y competencia múltiple. Una salida implica más presupuesto para la Rama Judicial, que representa cerca del 1% del Presupuesto General de la Nación.

sola aplicación o modificación de la ley sin necesidad de una reforma constitucional. Un claro ejemplo lo brinda la Corporación de Jueces y Magistrados. Señala la entidad que de los 2’442.804 procesos represados 928.496 (el 38%) son procesos sin trámite –es decir, impulsarlos depende de una actuación propia del demandante–, que podrían salir del sistema con una Ley de Preclusión. El mismo viceministro de Justicia, Felipe Robledo, en un foro organizado por la Universidad Santo Tomás, reconoció que en estos casos bastaría con la sola aplicación de la normatividad vigente. No se explica entonces la insistencia en acudir a una reforma constitucional sin agotar primero los mecanismos administrativos y legales. Miremos otro ejemplo de las cifras de la Corporación de Jueces y Magistrados. De los 1’039.141 procesos civiles represados, 415.656 (40%) son de mínima cuantía, es decir, pueden ser tramitados por los jueces municipales de pequeñas causas y competencia múltiple, como bien lo reconoció el Dr. Felipe Robledo en el mismo foro de la Universidad Santo Tomás, una salida, que por supuesto implica más presupuesto para la Rama Judicial, que según denuncia el Dr. Monroy Church, presidente del Consejo Superior de la Judicatura, representa cerca del 1% del Presupuesto General de la Nación. No resulta así extraño que en el trámite de la Reforma haya pasado de agache un debate sobre el presupuesto, pese a que fue el principal elemento de discusión con el Consejo de Estado en agosto de 2011. Solo hasta la audiencia previa al quinto debate, los senadores / 32 / DESLINDE No. 50

Juan Lozano y Luis Carlos Avellaneda cuestionaron fuertemente al ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, por la ausencia de una propuesta clara sobre la fórmula adecuada para fijar el presupuesto de la Rama Judicial. Al respecto, el artículo 13 del texto conciliado por Cámara y Senado que reforma el artículo 228 del C.P. incluye un parágrafo en el que se lee que “a partir de la entrada en vigencia del presente Acto Legislativo, el presupuesto de la Rama Judicial crecerá en un porcentaje igual al de la tasa de inflación esperada, más un incremento adicional del 2%” y en la ponencia presentada para quinto debate se elevaba al 3%, sin explicarse el origen y suficiencia de esta fórmula y evadiendo una verdad de Perogrullo: que desde los primeros asomos de la actual congestión judicial, los expertos y los propios usuarios de la Administración de Justicia han señalado que para resolver el problema se necesitan más jueces y mejores herramientas, tanto tecnológicas como de infraestructura. El tópico del presupuesto en la Reforma adquirió visibilidad cuando el principal banquero del país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, se manifestó preocupado por la congestión judicial y propuso que “el país debe aportar los fondos para todos estos conceptos y los demás que resulten indispensables para el adecuado manejo del sector judicial, pero también debe tener claridad, porque cumplida esta etapa, en la que se hace un esfuerzo especial para ponerse al día, no sería necesario volver a incluir partidas para este propósito en el presupuesto de la Rama” . Trátase de una asignación


presupuestal temporal, sin analizar el presupuesto necesario para que el Estado cumpla su función de administrar justicia. De inmediato el presidente Santos respondió con el parágrafo transitorio que prevé la modificación del artículo 228 del C.P., que reza: “Durante los cinco años siguientes a la entrada en vigencia del presente Acto Legislativo, el Gobierno nacional asignará un billón de pesos, los cuales se apropiarán doscientos mil millones en cada año y se destinarán a los programas de descongestión judicial” . No obstante, el Gobierno nacional sigue buscando el ahogado aguas arriba. Desde que se empezó a hablar de reforma en la administración de Álvaro Uribe Vélez, se ha estado repitiendo que la solución está en sacar procesos de los juzgados y por ende de la Rama Judicial, trasladando las funciones jurisdiccionales a actores privados como notarios, abogados, centros de conciliación y árbitros que responden a intereses particulares, así se reconozca que ejercen funciones públicas. Es una lógica tan absurda e irresponsable como si se propusiera que, para resolver la crisis del sistema de salud, el Estado trasladara pacientes de los hospitales al consultorio del Indio Amazónico. La Reforma al artículo 116 del C.P. establece: “La ley podrá atribuir función jurisdiccional en materias precisas a determinados empleados judiciales, salvo proferir decisiones que pongan fin a los procesos. Sin embargo, en procesos penales en la vinculación operará el principio de la inmediación” . Más tarde dice: “La ley podrá atribuir, excepcional y transitoriamente función jurisdiccional en materias precisas a abogados

en ejercicio en su calidad de jueces adjuntos” , adicionando que “de manera excepcional, la ley podrá conferir funciones jurisdiccionales a notarios, centros de arbitraje o centros de conciliación” . En todos estos casos, para defender sus derechos y garantías en los litigios, la ciudadanía no contará con un funcionario público elegido mediante un curso-concurso que demuestre su idoneidad no solo en el conocimiento del Derecho, sino también en el de la administración de justicia. El carácter privatizador que entraña la reforma pone en jaque los principios de gratuidad, legalidad y recta administración de justicia. Que notarios, abogados, centros de conciliación y árbitros desarrollen funciones jurisdiccionales implica el cobro de expensas u Junio-julio 2012 / 33 /

honorarios que deberá asumir la ciudadanía o, caso improbable, el Estado. Recuérdese que hoy las personas deben pagar en las notarías por el trámite de procesos de jurisdicción voluntaria como divorcios y sucesiones de mutuo acuerdo, que antes eran gratuitos con un juez. Pero en caso de que los costos fueran asumidos por el Estado, sería exigible que dichos recursos se destinaran a la contratación de más jueces y al fortalecimiento de la Rama Judicial. Las funciones jurisdiccionales conferidas a los notarios guardan implícita una injerencia indebida de la Rama Ejecutiva en el poder judicial, por cuanto el superior jerárquico es la Superintendencia de Notariado y Registro adscrita al Gobierno nacional, lo que abre el primer boquete que fractura las fronteras entre las ramas del poder público y subordina la Judicial


al Ejecutivo. Este traslado no solo desvirtúa la naturaleza de la función jurisdiccional sino también la notarial, que consiste exclusivamente en guardar la fe pública; así lo ha entendido la Unión del Notariado Colombiano que se ha opuesto a la Reforma y logró que en la ponencia para el quinto debate se aclare que éste sería solo en materias de jurisdicción voluntaria, no contenciosas. Una limitación que por razones poco justificadas no aplica para los demás actores privados que administrarían justicia. El traslado de funciones jurisdiccionales a los Centros de Arbitraje nacionales e internacionales ratifica otra crítica medular al proyecto. Tal como se pactó en el TLC con Estados Unidos, la Unión Europea y otros, los grandes conflictos suscitados entre empresas trasnacionales y el Estado colombiano serán sustraídos a la jurisdicción de los jueces naturales para ser asignados a estos centros, sin garantías que protejan adecuadamente el interés colectivo del país y la soberanía nacional. A lo que se han sumado las suspicacias propias de fortalecer el negocio que al respecto tienen las Cámaras de Comercio, y las relaciones del ministro Vargas Lleras –uno de los principales impulsores de la iniciativa– con la Cámara de Comercio de Bogotá, en cuya junta directiva tiene asiento su hermano Enrique Vargas. Cuando ciertas funciones de los jueces se trasladan a los empleados judiciales, se afecta el principio de concentración procesal, pues como estos últimos deberán seguir respondiendo al mismo tiempo por sus trabajos, se va a generar inevitablemente una mayor congestión judicial.

La movilización en contra de la privatización de este derecho generó la eliminación en la ponencia para el quinto debate de una Comisión Especial encargada de presentar un informe anual de recomendaciones al Congreso sobre los asuntos conocidos por autoridades jurisdiccionales distintas a los jueces de la República, que hacía de la desjudicialización una práctica permanente y sistemática. Compuesta por 12 integrantes de los cuales 8 no pertenecían a la Rama Judicial, también posibilitaba la intromisión de las demás ramas del poder público en ésta, debilitando su independencia.

Judicial declaró que “el propósito de la descongestión judicial, que por lo demás se viene adelantando exitosamente por la Rama Judicial a través de los planes respectivos, no puede utilizarse como pretexto para la privatización y administrativización de la justicia” y pese a las preocupaciones aquí planteadas, el ministro Esguerra ha reiterado en diferentes medios de comunicación que este punto es el único inmodificable en el estudio del proyecto de Acto Legislativo, por lo que con la Reforma, la privatización del derecho fundamental a la administración de justicia tendrá rango constitucional.

Aunque la Comisión Interinstitucional de la Rama

Más allá de la excusa de la congestión judicial, solo el

2. Independencia judicial y protección de las altas élites de poder artículo que ya trabajamos se refiere seriamente al tema. El resto del articulado está dirigido principalmente a reformar la arquitectura institucional del Estado colombiano, por lo que voces como las de la Misión de Observación Electoral (MOE), el Consejo de Estado, el Observatorio Nacional Permanente de la Administración de Justicia y el Polo Democrático Alternativo, entre otras, han denunciado que detrás de este Acto Legislativo se oculta una reforma política. Uno de los principales aspectos es el del autogobierno de la Rama Judicial, directamente relacionado con la división de poderes y el sistema de pesos y contrapesos que ha caracterizado la tradición republicana del país, y en virtud de los cuales, al evitar la concentración de poder, se garantiza a los ciudadanos una / 34 / DESLINDE No. 50

protección eficaz del poder desmedido de las autoridades. Es un principio fundamental para garantizar la independencia de los jueces y evitar su sometimiento a intereses políticos de los gobernantes de turno, que la misma Rama Judicial se administre y discipline.Por eso la mayoría de las democracias erigidas en un Estado de Derecho cuentan con un órgano independiente del Ejecutivo y del Legislativo para cumplir dichas funciones, que en Colombia adquirió el nombre de Consejo Superior de la Judicatura. Con la Reforma se quiere eliminar la Sala Administrativa de esa Corporación para reemplazarla con una Sala de Gobierno donde tendrán asiento –con voz pero sin voto– el Ministro de la Justicia y del Derecho y el Ministro de


Hacienda, permitiendo una injerencia indebida del poder ejecutivo en el judicial, que rompe de facto el principio de autogobierno de este último, pues aunque los ministros no tengan voto es indudable que incidirán en las decisiones que allí se tomen. Una propuesta que difícilmente se librará de ese tufillo absolutista que promueve la presencia del Gobierno en todos los escenarios de ejercicio del poder y que puede ser tan peligrosa para la democracia en regímenes presidencialistas como el nuestro. Paradójicamente, se fortalece la Sala Disciplinaria, lo cual por su naturaleza política no ha sido de buen recibo en la Rama Judicial. Que el Congreso nombre sus magistrados de ternas presentadas por el Presidente ha posibilitado la entrada de personajes ajenos a la Rama, algunos excongresistas o cuotas burocráticas, cuestionados hoy por el escándalo del carrusel de las pensiones. Su método de elección persiste, pese a los llamados para que éstos se elijan mediante concurso de méritos, como están nombrados hoy el 90% de los empleados de la Rama. Pero el tema que ha concentrado la discusión es el de procesamiento de los aforados, es decir, todas aquellas altas dignidades del poder que cuentan con un fuero especial para responder por sus acciones. Para expertos como Diego López de la Universidad de Los Andes, ese es el verdadero objetivo de la Reforma. Según López, con la Constitución del 91 había un acuerdo entre las altas élites políticas del país para que la investigación y juzgamiento de sus actuaciones se realizarán con el mejor juez de la República y ése era la Corte Suprema de Justicia. Dicha confianza en la Corte se rompe

en 2008 cuando empiezan las detenciones de congresistas, ministros, embajadores y otros altos funcionarios por casos de corrupción, como Agro Ingreso Seguro, “parapolítica” y “yidispolítica” , entre otros. Entonces surge la necesidad de reformar ese consenso que existía y el mejor escenario era el proyecto de Acto Legislativo que reformaría la justicia. En el texto conciliado de Cámara y Senado el sistema estaba dividido entre el Congreso de la República6 y dos nuevas Salas que se crearían: una de Instrucción y Calificación y otra de Juzgamiento7. Con la ponencia de quinto debate, el sistema se mantiene pero se cambian los investigados. El Congreso investigaría sólo al Presidente, Vicepresidente y magistrados de la Corte Constitucional; los demás aforados serían procesados por las nuevas salas. La propuesta ha sido rechazada porque la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia sólo conocerá de estas investigaciones en segunda instancia. Incluso su presidente, el Dr. Leonidas Bustos, manifestó que se quiere cambiar precisamente lo que está funcionando bien. Analistas como Armando Novoa también han expresado sus preocupaciones respecto de los efectos que la norma traería sobre las sentencias ya dictadas y las investigaciones que se están adelantando. Pero lo grave de estas dos Salas es que el nombramiento de sus magistrados es diferente al del resto de la Corte Suprema de Justicia, pues aunque según la ponencia para quinto debate los integrantes de la Sala de Juzgamiento serán elegidos por la Corte Suprema de Justicia de las listas de convocatoria pública Junio-julio 2012 / 35 /

los de la Sala de Instrucción y Calificación serán elegidos por la Corte Constitucional de terna conformada por el Presidente. Es decir, el Presidente elegirá a los investigadores de los aforados. Frente a los escándalos de corrupción también se aprovechó el trámite de la Reforma a la Justicia para resolver cualquier duda frente al fuero especial que tiene el Presidente respecto al control fiscal que realiza la Contraloría, y se estableció un fuero especial adquirido por los congresistas frente al control disciplinario de la Procuraduría General de la Nación. Una iniciativa que impulsó el mismo Dr. Alejandro Ordoñez, a partir de los cuestionamientos surgidos por su campaña reeleccionista, en virtud de la cual sería nombrado por sus investigados, lo que podría incidir en sus decisiones. Aunque esta propuesta la planteó el Dr. Ordoñez hace cuatro años, genera dudas que la promueva justamente en

Se busca privatizar la administración de Justicia, concentrar el poder en el Ejecutivo, favorecer la impunidad del Legislativo y debilitar la Rama Judicial, rompiendo el equilibrio necesario en el sistema de pesos y contrapesos definido en la arquitectura constitucional.


el momento en que busca su reelección, y cuando lo que se ha planteado es la conveniencia de dicha figura. En ese marco, de la protección especial de los Congresistas también se ha llamado la atención sobre la imposibilidad de detención preventiva para los mismos, es decir, que solo podrán detenerse con la resolución de acusación y no durante las investigaciones aunque puedan representar un riesgo para las mismas, como sucede con cualquier otro ciudadano. Esta decisión también aplicaría para la sanción de la “silla vacía” que sólo operaría cuando exista condena. Sobre la pérdida de investidura se prohíbe la responsabilidad objetiva, se establece que la sanción deberá atender el principio de proporcionalidad y que será el mismo legislador mediante una ley quien regulará las causales, así como los términos de caducidad de la acción y de prescripción. Además se establece la segunda instancia para dichos procesos, dilatando la sentencia definitiva del mismo que podría salir una vez terminado el periodo, pues también se amplían sus términos procesales, como lo advierte lasillavacia.com. Para la MOE esto debilita el régimen y, como lo plantea Armando Novoa, en la práctica la pérdida de investidura desaparecería del orden constitucional. Todo ello también aplicará para una figura que se inventaron que se llama “suspensión” . Decisiones como éstas han generado un fuerte rechazo de columnistas como Claudia López, para quien “cada reforma política modernizante ha tenido una eficaz contrarreforma legal y/o violenta. Para la muestra, la actual reforma a la Justicia” . Natalia Springer se pronunció

en los siguientes términos: “¿Reforma a la justicia? ¡Reforma CONTRA la justicia! Congreso inmoral, legislando en causa propia” . Para Juanita León aprovecharon la reforma constitucional que hace un año eliminó la posibilidad de alegar conflicto de intereses cuando se tramita una reforma constitucional, excepción que por cierto se extiende para votar proyectos de ley que desarrollen este acto legislativo, es decir, congresistas investigados podrán decidir leyes que los beneficien en sus causas. Con casi una tercera parte del articulado de la Reforma a la Justicia, el Congreso de la República ha posibilitado un marco de protección

constitucional en materia penal y disciplinaria para esa élite del poder político, y ha desbalanceado el equilibrio de poderes que como señala el Dr. Gustavo Gómez Aranguren, presidente del Consejo de Estado, priva a los colombianos del derecho de tener jueces independientes y autónomos que los protejan de los excesos de poder, en un momento de gran relevancia, pues ha sido justamente la Rama Judicial la única que ha ejercido algún contrapeso en una escena política marcada por el control presidencial del Legislativo. No en vano, el Dr. Juan Manuel Santos se vanagloria de manejar el 90% del Congreso en su Mesa de Unidad Nacional.

Conclusiones y consideraciones finales La falta de estudios que sustenten el proyecto de Reforma a la Justicia ha hecho del mismo un documento inconexo y hasta contradictorio. La falta de seriedad en el debate durante el trámite legislativo ha incorporado una serie de artículos que se refieren a todo tipo de temas. Al proyecto se le han colgado micos, que por su naturaleza ajena al espíritu de la Reforma se han retirado, como los que consagraban el fuero militar o los derechos a los consumidores, que serían tratados en normas diferentes. El primero, a pesar de la protesta de las organizaciones de derechos humanos. También por el rechazo generado se debió retirar la figura del Habbeas Iuris que limitaba el ejercicio de la acción de tutela. La descongestión judicial no requiere a priori una reforma constitucional. ¿Por qué entonces tanta insistencia en / 36 / DESLINDE No. 50

imponerla? Porque se busca privatizar la administración de Justicia, concentrar el poder en el Ejecutivo, favorecer la impunidad del Legislativo y debilitar la Rama Judicial, rompiendo el equilibrio necesario en el sistema de pesos y contrapesos definido en la arquitectura constitucional. Los dos ejes que estructuran el actual proyecto de Acto Legislativo no son nuevos. Tanto la privatización del derecho fundamental de acceso a la justicia como el debilitamiento de una de las ramas del poder público con el correlativo fortalecimiento de la Rama Ejecutiva se ratificaron como la esencia de la reforma a la justicia desde el informe de aquella comisión de expertos conformada por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Desde aquel momento se proyectó reformar el artículo 116


de la Constitución Política para posibilitar la desjudicialización y una nueva estructura institucional ajustada a los TLC con EEUU, la Unión Europea, Canadá y Corea del Sur, que obligan a tramitar los conflictos en los sobrevalorados Centros de Arbitramento Internacional y que posibilitan el negocio local de los Centros de Conciliación y Arbitramento que tienen entidades como las Cámaras de Comercio. Pero Santos va más allá: su reforma posibilita las prácticas absolutistas del ejecutivo, al querer incidir en las decisiones y dinámicas de las demás ramas del poder público. Como lo dice la Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial, la “reforma sustituye el modelo constitucional de autogobierno para la administración de la rama judicial definido por el Constituyente de 1991, por mecanismos que desconocen los principios de autonomía e independencia, especialidad, conocimiento de la justicia para la definición de políticas públicas” . Prácticas antidemocráticas que se evidencian con reforma al

artículo 28 de la Constitución de manera claramente represiva dándole facultades a la Policía para “conducir” hasta por 36 horas “cuando exista fundado temor de que una persona pueda causarse daño así mismo o a terceros, por padecer perturbaciones mentales transitorias derivadas del consumo de bebidas alcohólicas, sustancias estupefacientes o alucinógenas” . Lo que reviste de carácter constitucional lo que es propio del Código de Policía. Puede afirmarse en consecuencia que en materia de Administración de Justicia, el gobierno de Juan Manuel Santos no solo da continuidad a las políticas del gobierno anterior, sino que además las profundiza y con relativa impunidad, sin la debida protesta ciudadana, como lo demuestra la veloz aprobación del proyecto en cinco de sus ocho debates reglamentarios. Por ello es justo y más que justo el llamado de las Altas Cortes y del Observatorio Nacional Permanente de la Administración de Justicia para que se haga un alto en el trámite legislativo del proyecto, a fin de iniciar uno

concertado con todos los actores sociales de la justicia. Con la consigna “paremos la reforma que deforma la justicia” el llamado es a la ciudadanía colombiana para comprender que esto no es un tema exclusivo de jueces y abogados. Lo que se está jugando con este proyecto de Acto Legislativo es su derecho fundamental a la Administración de Justicia y las mismas bases de cualquier Estado Democrático de Derecho: división de poderes e independencia judicial, como requisitos de protección del exceso de poder.

NOTAS 1. Integrado por las siguientes asociaciones: Corporación de Jueces y Magistrados de Colombia, Federación de Colegios de Jueces y Fiscales, Colegio de Jueces y Fiscales de Bogotá, ASONAL Judicial, Asociación Nacional de Fiscales, Asociación Nacional de Investigadores Criminalísticos del CTI, Colegio Nacional de Abogados “CONALBOS”, Corporación Colegio Nacional de Abogados de Bogotá, Círculo de Abogados, Asociación de Abogados Laboralistas de los Trabajadores, Colegio Nacional de Defensores Públicos, Sociedad de Economistas de Colombia, Colegio de Empleados(as) de la Rama Judicial, Centro de Estudios de Trabajo Jurídico. Eventualmente, se pueden ir incorporando nuevas organizaciones como el Comité Nacional Usuarios Bancarios Upac=Uvr. 2. Para el análisis de la Reforma a la Justicia partimos del texto conciliado del Proyecto de Acto Legislativo 143 de 2011 Cámara, 07 de 2011 Senado, del 15 de diciembre de 2011, la ponencia presentada para el quinto debate y los comunicado públicos sobra la votación en la comisión primera de Senado, pues al momento de la redacción no se había publicado el articulado votado. 3. El ejemplo fue planteado por el Dr. Correa, presidente de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, en un foro organizado sobre la temática por el Observatorio en la Universidad Autónoma, sede Bogotá. 4. Art. 4 del texto conciliado por Cámara y Senado y art. 2 en la ponencia para quinto debate en la Comisión Primera de Senado. 5. Así el Viceministro de Justicia insista en que en materia disciplinaria todos los particulares que administren justicia serán investigados por la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, los notarios dependerán administrativamente de la Supernotariado. 6. Procesaría a: Presidente de la República; Vicepresidente de la República, Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo de Estado, de la Corte Constitucional, de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura y del Consejo Nacional Electoral, Fiscal General de la Nación, Procurador General de la Nación y Contralor General de la República. 7. Procesaría a: Congresistas, Ministros del Despacho, Defensor del Pueblo, Agentes del Ministerio Público ante la Corte, ante el Consejo de Estado y ante los Tribunales; Directores de los Departamentos Administrativos; Embajadores y Jefes de Misión Diplomática o Consular; Gobernadores; Magistrados de Tribunales y Generales y Almirantes de la Fuerza Pública.

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inversi贸n extranjera La

directa en Colombia

Por Diego Otero Rector Uniciencia, Bucaramanga


En el período 2002-2010 la inversión extranjera que llegó al país se concentró sobretodo en minas y energía, sector que no es generador importante de empleo. Los mayores beneficios gubernamentales se han concedido a estas empresas, tanto en términos tributarios como de regalías. Asimismo Uribe y Santos establecieron disposiciones para atraer la inversión extranjera directa (IED) brindándole mayor protección, lo que terminó afectando los niveles de recaudo en el país, y mediante la Ley 963 de 2005 se instauró la estabilidad jurídica para dichos inversionistas. No obstante, la mayoría de las extraordinarias utilidades generadas por la IED salen del país en forma de rentas. Deslinde Desde comienzos de la década del 90 se han llevado a cabo modificaciones normativas y se han implementado estrategias con el fin de atraer la inversión extranjera. Esta política fue mucho más notoria durante los dos gobiernos de Uribe Vélez, de tal forma que parte del crecimiento experimentado por la inversión en la demanda final es atribuido al comportamiento de la inversión extranjera directa (IED). Por sectores, las inversiones recibidas se circunscriben en los años 2000 a 2011 en una proporción alta a los sectores extractivos de petróleo, minas y canteras.

La inversión en petróleo y carbón en Colombia no debe mirarse como una prueba de la confianza en Colombia. Estos dos energéticos son esenciales en cualquier economía, son agotables, y su explotación es buscada por las compañías internacionales con ansiedad en cualquier rincón del mundo, en países con guerra o en paz. Aún más, hay países del planeta que sufren guerras internas, donde el petróleo es una de las razones fundamentales de las disputas. De 2000 a 2009, la inversión en petróleo y minas y canteras explica un porcentaje alto del total de la inversión, aunque se observan dos períodos:

Cuadro 1. Inversión extranjera Directa en Colombia 2000-2010 Millones de dólares

Fuente: Banco de la República

2000-2004 y 2005-2009. De 2000 a 2004, son importantes la inversión extranjera en transporte y comunicaciones y minas y canteras, seguido por la referida a establecimientos financieros y petróleo. La inversión en industria manufacturera ocupa el cuarto lugar y el último corresponde a comercio, restaurantes y hoteles (Cuadro 1).

2005 es un año atípico porque se presentó una inversión alta en la industria manufacturera de 5.513 millones de dólares, por la compra de varias empresas por el capital extranjero. Excepto, petróleo y minas y canteras, gran parte de la inversión extranjera en los otros sectores fue compra de empresas existentes como Telecom, Bavaria, Avianca, Coltabaco y Protabaco. En el período 2006-2011 se aceleró la inversión total, con especial referencia a petróleo y minas, con cifras altas de 56,7% en 2006 a 79,5% en 2009. Hay años con picos en inversión en la industria manufactura, que corresponden a compras de industrias existentes más que a


la creación de nuevas empresas. En 2010, aunque la inversión directa extranjera bajó por la crisis mundial, continuó esta tendencia, con 71,3% de IED en petróleo, minas y canteras. Hasta septiembre de 2011, se tenía una IED de 10.821 millones de dólares, un salto muy fuerte con relación a 2010 y los años anteriores, de las cuales la de petróleos y minas explicó el 59,97%. Otro sector al que ha llegado inversión extranjera es el de comunicaciones, con la compra de Telecom y el desarrollo de los negocios de celulares, internet y televisión por cable. Igualmente, de 2008 en adelante ha aumentado la inversión en comercio, restaurantes y hoteles. En electricidad, gas y agua, las

inversiones fuertes ocurrieron en 1996, 1997 y 1998 cuando se efectuaron las grandes privatizaciones de la EEB, la Costa Atlántica y la CVC. Si se compara la inversión extranjera directa con las utilidades y dividendos que salen del país, se tiene que en promedio de 2002-2009 por cada 10 dólares que entraron, salieron 7 como remuneración de factores. La confianza inversionista dio la gran oportunidad a las multinacionales de incrementar sus utilidades mediante la explotación y comercialización de los recursos no renovables del país, mientras que la retribución a la población en términos de desarrollo social no salta a la vista (Gráfico 1).

En un informe de la Cepal (mayo de 2010), referido a la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe en 2009, se establece que “la IED destinada a proyectos de investigación y desarrollo continúa siendo escasa, aunque va en aumento. Esto muestra las dificultades que todavía presenta la región, no sólo para atraer inversiones de alta tecnología o para realizar tareas de investigación y desarrollo, sino también para insertarse en los eslabones de alto valor agregado de las cadenas globales de producción”, esto es aún más claro si se consideran casos como el de Colombia donde la inversión extranjera en el sector industrial es muy baja, puesto que está concentrada en los sectores extractivos.

Beneficios al capital: confianza inversionista Si bien la estabilidad macroeconómica y fiscal se planteó como objetivo del gobierno Uribe y se adoptaron medidas tendientes a incrementar los ingresos con la introducción de reformas tributarias que brindaran mayor confianza al sector privado, en esta política de fomentar la inversión y favorecer el capital

como generador de crecimiento, el gobierno estableció disposiciones para atraer la inversión extranjera brindándole mayor protección, lo que terminó afectando en gran manera los niveles de recaudo en el país. El pilar de confianza inversionista otorgó grandes privilegios a unos grupos específicos y a cierto tipo de inversiones.

Grafico 1. Inversión extranjera directa en Colombia y egresos por utilidades y dividendos

Mediante la Ley 963 de 2005, se instauró la estabilidad jurídica para los inversionistas en Colombia. En su artículo No. 1, se establecieron los contratos de estabilidad jurídica “con la finalidad de promover inversiones nuevas y ampliar las existentes en el territorio nacional” , los cuales ofrecen garantía a los inversionistas nacionales y extranjeros de que no les serán modificadas las normas vigentes consideradas como relevantes al momento de realizar su inversión. El objeto de tales contratos es garantizar a los inversionistas estabilidad jurídica y que la inversión productiva permanezca en el país. Esta garantía puede darse por un término que no puede ser inferior a 3 años ni superior a 20 años. Adicional a los contratos de estabilidad jurídica, también fue política del gobierno otorgar estímulos tributarios a la

Fuente: Estadísticas Banco de la República

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inversión, mediante incentivos que buscan reducir el costo del capital. En la reforma tributaria del año 2003, el gobierno consideró una reducción del 30% en el impuesto de renta por la reinversión de utilidades. En 2006, esta reducción fue elevada al 40% del valor de las inversiones en activos fijos reales productivos (E.T. 158-3). En este mismo año, se estableció la reducción progresiva en dos puntos del impuesto de renta, el cual pasó en 2007 del 35% al 34% y en 2008 al 33%. De igual manera, con la reforma tributaria de 2006 se derogó el impuesto de remesas y se eliminó el impuesto por dividendos o participaciones de extranjeros no residentes del 7% (quedando en una tarifa de 0%). El impuesto de timbre se aplicó a la tarifa del 1,5% hasta el año 2007, del 1% en 2008, del 0,5% en 2009 y se eliminó a partir del año 2010. De acuerdo con los datos obtenidos por la coordinación de estudios económicos de la DIA N, los beneficios tributarios significaron para el gobierno cerca de 4.702 miles de millones de pesos en 2006 y ascendieron a 8.037 miles de millones en 2009, que representaban el 1,5% como proporción del PIB. La variación se explica principalmente por el incremento en el costo de los beneficios solicitados por las personas jurídicas, de los cuales $4.115 miles de millones (51% del costo) correspondió a la deducción por inversión en activos fijos, $3.415 miles de millones (42%) a las rentas exentas y $508 miles de millones (6,3%) a los descuentos tributarios, de acuerdo con el marco fiscal de mediano y largo plazo 2010. (Cuadro 2).

Cuadro 2. Costo fiscal de principales beneficios tributarios Miles de millones de pesos

Fuente: Marco fiscal de mediano plazo.

Adicional a estas exenciones hay que incluir las ganancias extraordinarias que reciben las empresas privadas por la explotación de hidrocarburos y recursos mineros debido a las bajas regalías que pagan diseñadas para períodos de precios bajos. Estos recursos que el gobierno y las regiones no han recibido son iguales o superiores a los que tienen que ver con las exenciones tributarias. En el Marco Fiscal de Mediano Plazo (2010) se establece que las deducciones en el impuesto de renta en 2009 se explican en una proporción alta por los beneficios otorgados a los sectores de minas, servicio de transporte, almacenamiento y comunicaciones y electricidad, así como gas y vapor, cuya utilización del incentivo conlleva a una disminución en los ingresos del Estado por $1.362 miles de millones, $750 miles de millones y $432 miles de millones respectivamente, que en conjunto concentran el 63,1% del costo fiscal total por el uso del mencionado beneficio. En el caso de las rentas exentas, el 82,8% de las mismas se distribuyen en tres subsectores: servicios financieros con una participación del 44,5%, otros servicios con el 23,6% y manufactura de alimentos con el 14,7%. Junio-julio 2012 / 41 /

En cuanto a los descuentos tributarios entregados, el marco fiscal estableció que en 2009 para el sector privado, el valor de los descuentos ascendió a $202 miles de millones y, al igual que los anteriores, se concentró en los sectores minero y de servicios de transporte, almacenamiento y comunicaciones, que representaron dentro del total solicitado el 46,3% y 5,6%, respectivamente.

Conclusiones La inversión que llegó en el período 2002-2010 al país está concentrada en el sector de minas y energía que no es un gran generador de empleo. La mayor parte de las utilidades generadas salen del país en forma de rentas, y a la vez son las empresas de este sector las que más grandes beneficios han recibido en materia tributaria. La política tributaria no generó ningún avance en términos de redistribución y por el contrario se tornó mucho más regresiva en el favorecimiento del capital extranjero, el cual se ubica en sectores que no requieren incentivos y que no son generadores de empleos para el país.


Lleg贸 el

TLC

elsalmonurbano.blogspot.com

Por Enrique Daza Gamba Director de Deslinde y Cedetrabajo


La implementación del TLC el 15 de mayo ha suscitado más temores que esperanzas entre los empresarios y un amplio repudio por parte del movimiento social. Comienza un período en el cual ya no es necesario hacer pronósticos sino seguimiento a la evolución de los hechos. La llegada masiva de importaciones, la incapacidad de exportar, las nuevas exigencias estadounidenses y el marchitamiento o quiebra de importantes sectores productivos será el panorama inmediato. Deslinde

En la Cumbre de las Américas se anunció la entrada en vigor del TLC el 15 de mayo. El gobierno colombiano había anunciado, en forma desordenada, la adopción de numerosas medidas para su implementación. Hubo muchas versiones contradictorias sobre las exigencias gringas para que el TLC entrara en vigor; no pudo aclarar el tema el propio jefe de las negociaciones, Hernando José Gómez, quien fue nombrado por el gobierno como Zar del TLC para agilizar el proceso. Formalmente, las medidas de implementación quedaron reducidas a un fortalecimiento de la protección a los derechos de autor, elevando la duración de la propiedad hasta 70 años, la adhesión al convenio UPOV 91 que asegura la propiedad de quienes hagan modificaciones a variedades vegetales garantizando los pagos a las multinacionales productoras de semillas para que se les paguen las mejoras a las semillas que piratearon por todo el mundo, la adhesión a otros tres tratados (Budapest, sobre el reconocimiento internacional del depósito de microrganismos, y otros dos) y

la disminución de la cuota de televisión para los productores nacionales en los horarios de sábado y domingo, entre otras cosas. Estas leyes fueron aprobadas en dos días, sin mayor discusión y con la idea de mostrar a Obama como fruto de la Cumbre la decisión del gobierno colombiano de hacer cualquier cosa para implementar el TLC. No estaba en los cálculos, pero si en los deseos, del gobierno la fecha del 15 de mayo, pues se había hablado de un paquete de medidas que se debían tomar antes de la entrada en vigencia en áreas como salvaguardias, programas de desgravación, administración de contingentes, facilitación al comercio, modificación de las aduanas, cambios en los estándares de contabilidad, creación de la Agencia Jurídica de la Nación y de la Agencia de Contratación, instalación de escáneres para vigilancia no intrusiva de los contenedores, etc. Hubo mucha ambigüedad sobre cuáles medidas serían condición para la entrada en vigencia del TLC y cuáles serían posteriores; no hubo nunca una explicación

a la opinión pública y muchísimo menos un debate. Evidentemente el gobierno estaba dando palos de ciego y aceptando cualquier cosa con tal de satisfacer a Obama. La relación que el propio gobierno estableció entre las medidas que ha estado adoptando y el TLC muestran al mismo tiempo la magnitud de las transformaciones institucionales que este tratado implica y el hecho de que ni este gobierno, ni el anterior, se ocuparon de lo que en su momento llamaron Agenda Interna. También quedó clara la forma arbitraria y política como Estados Unidos maneja el asunto de la implementación, pero ante todo el afán de Obama por inundar los

Ni este gobierno, ni el anterior, se ocuparon de lo que en su momento llamaron Agenda Interna.


Estas leyes fueron aprobadas en dos días, sin mayor discusión y con la idea de mostrar a Obama como fruto de la Cumbre la decisión del gobierno colombiano de hacer cualquier cosa para implementar el TLC. mercados colombianos para avanzar en su propósito de duplicar las exportaciones estadounidenses. Al parecer el proceso de llegada a la fecha de implementación fue otra negociación aún más secreta que la del TLC y con mayores concesiones por parte de Colombia. Un ejemplo de esto fue el tema aviar, en el cual el propio Ministro de Agricultura tuvo que reconocer que había una “fuerte presión norteamericana por vulnerar el estatus sanitario y fitosanitario del país” y que la posición de Colombia ante esto se hizo “atendiendo los intereses de la parte norteamericana y descuidando los propios”. A pesar de las reiteradas concesiones colombianas, en el último informe de abril presentado por la USTR (Representante Comercial de EEUU, especie de ministerio de Comercio), se

clasificó a Colombia como un país que pone obstáculos técnicos al comercio, cual “las franjas Andinas de Precios, barreras sanitarias al pollo fresco, limitaciones en las importaciones de ganado en pie menor de dos años, al cerdo refrigerado, a la leche en polvo y al arroz con cascara” . Y para colmo del descaro la USTR confiesa: “Uno de estos obstáculos es la negativa a tolerar la salmonella en la carne de pollo, la triquinosis en la carne de cerdo o el hongo del carbón en el arroz paddy” . El método de administración de los contingentes llamado “primer llegado primer servido” tiene entre otros obstáculos que las aduanas no poseen un sistema de información interconectado que permita controlar la cantidad de productos que entra al país. De esta manera nos va a pasar lo de México: que las importaciones libres de arancel van a superar ampliamente los contingentes aprobados por la falta de mecanismos de control. También ha tenido obstáculos para la creación en Estados Unidos y bajo su legislación por parte de dos compañías encargadas de administrar la importación de 27.000 toneladas de pollo y 75.000 toneladas de arroz, libres de arancel. Está claro que el famoso Plan de Acción Laboral no se cumplió: las cooperativas de trabajo asociado han cambiado de forma pero mantienen las mismas características, los asesinatos de sindicalistas continúan y la impunidad persiste. La legislación antisindical que se encuentra en la base de todo esto no se ha modificado ni en una coma. / 44 / DESLINDE No. 50

Incluso varios congresistas estadounidenses se han dirigido al gobierno colombiano señalando cómo sólo una “una pequeña cantidad de grandes empresas han decidido formalizar su contratación en lugar de contratar mediante las cooperativas. Sin embargo, estamos preocupados por las continuas dificultades que los trabajadores enfrentan cuando tratan de ejercer su derecho a asociarse libremente y a constituir sindicatos. Con demasiada frecuencia, estos esfuerzos se han afrontado con despidos masivos, amenazas y violencia” . Anotan también casos como los trabajadores del puerto de Turbo. “Recientemente, hemos recibido comunicaciones de la Unión Portuaria de que 450 trabajadores portuarios en el municipio de Turbo decidieron formar un sindicato, Sigtraporcol, pero que al menos 70 trabajadores en el sector del plátano y banano han sido despedidos. Se ha reportado que compañías como Banacol y Uniban presionan a los trabajadores portuarios que desean seguir siendo empleados para que proporcionen una certificación que demuestre que no están afiliados a ningún sindicato. Estos trabajadores enfrentan una situación desesperada porque si no consiguen la certificación desconociendo una afiliación sindical, no podrán trabajar. ¿El gobierno ha analizado si estos despidos o la insistencia de los empleadores de contratar sólo a los trabajadores que rechazan la pertenencia a un sindicato son violaciones del artículo 200?” Continúan diciendo: “Nos preocupa que, con respecto


a las cooperativas, el artículo 63 y el Decreto 2025 no se estén aplicando plenamente, en particular la prohibición directa sobre las cooperativas que realizan ‘actividades misionales permanentes’. Además, tenemos la preocupación de que las prohibiciones relativas al abuso de otros tipos de contratos indirectos contenidos en el artículo 63 y el Decreto 2025 no se estén aplicando. Hemos recibido informes, por ejemplo, de que algunos trabajadores colombianos han sido obligados a transferirse de las cooperativas hacia otras estructuras, tales como sociedades por acciones simplificadas (SAS), sin ninguna respuesta del gobierno” . En otro aparte señalan que “sólo una de cada diez plantaciones [de palma] ha sido multada hasta ahora y, a pesar de la imposición de multas a ésta, trabajadores de Pacific Rubiales siguen siendo empleados por cooperativas de trabajo asociado. El año pasado los trabajadores de Pacific Rubiales Energy se declararon en huelga. La huelga fue disuelta en gran medida después de que el campamento de trabajo fue allanado y las fuerzas armadas del gobierno ayudaran a la compañía a bloquear carreteras. Un sindicato de la empresa fue establecido y el empleador tuvo reuniones cautivas con los trabajadores para presionarlos a desasociarse de la Unión Sindical Obrero (USO), y a aquellos trabajadores que optaran por afiliarse al sindicato de farsa se les permitiría trabajar.

Sin embargo, más de 1.000 trabajadores afiliados a la USO fueron despedidos después de que sus contratos a corto plazo vencieron.” El congresista Hank Johnson, quien representa a los suburbios del este de Atlanta, Georgia, en la Cámara de EEUU, emitió una declaración que señala: “Como miembro del Grupo de Monitoreo del Congreso [estadounidense] sobre los derechos laborales en Colombia, estoy en desacuerdo con esta decisión Junio-julio 2012 / 45 /

Entre los empresarios que apoyaron el TLC o que tuvieron dudas, se extienden las señales de alarma. Muchos que ayer se dejaron deslumbrar, hoy están nerviosos.


[la de implementar el TLC]. La violencia contra los trabajadores colombianos y las minorías, y la impunidad de los perpetradores de la violencia, están a la orden del día. Durante el último año, 28 dirigentes sindicales han sido asesinados y 10 han sido víctimas de intentos de asesinato fallidos.El Gobierno de Colombia sigue sin proteger a su pueblo y todavía no ha cumplido con sus obligaciones bajo el Plan” .

“Uno de estos obstáculos es la negativa a tolerar la salmonella en la carne de pollo, la triquinosis en la carne de cerdo o el hongo del carbón en el arroz paddy”.

Aunque se están haciendo ilusiones sobre la apertura en servicios que se prestan sin presencia física en el otro país, es obvio que por ejemplo son muchísimas más las posibilidades de que EEUU preste servicios en cualquier parte del territorio nacional que las de que los colombianos lo presten en los pocos Estados que quedaron incluidos en el TLC. La homologación de títulos y prestación de servicios profesionales requieren trámites legales que EEUU se comprometió a tramitar ante las autoridades de unos cuantos Estados como New York, New Jersey, California, Texas, Florida y el distrito de Columbia, y que lógicamente demorarán mucho y nada hay que los obligue a hacerlo rápidamente. En 6 años no se hizo nada pero ahora el gobierno asegura que en 10 años los productores estarán listos para competir. Todos los análisis, incluso los oficiales y los realizados por personas que apoyan o apoyaron el TLC, plantean que los obstáculos / 46 / DESLINDE No. 50

para exportar a Estados Unidos son prácticamente insuperables. Los altos costos por las deficiencias en la infraestructura, la falta de oferta exportable, las deficiencias en el bilingüismo, etc. De hecho, durante 16 años Colombia tuvo acceso privilegiado al mercado norteamericano y no pudo diversificar su oferta exportable y su acceso al mercado gringo se limitó a unos cuantos productos que pueden llegar allí con o sin TLC, tales como petróleo, flores, café o banano. Entre los empresarios que apoyaron el TLC o que tuvieron dudas, se extienden las señales de alarma. Muchos que ayer se dejaron deslumbrar, hoy están nerviosos. Quienes alertamos sobre los peligros del TLC, enfrentamos el reto práctico de mostrar en los hechos que los perjuicios son mayores que los beneficios. Colombia abre su mercado totalmente y en forma rápida. Estados Unidos pone toda clase de obstáculos. La inversión y las exportaciones


Está claro que el famoso Plan de Acción Laboral no se cumplió: las cooperativas de trabajo asociado han cambiado de forma pero mantienen las mismas características, los asesinatos de sindicalistas continúan y la impunidad persiste. de EEUU adquirirán predominancia. Nuestra economía ya dependiente será recolonizada. Comienza una nueva etapa en la cual no estamos haciendo pronósticos sino experimentando la cruda

realidad: la desnacionalización, la desindustrialización, la pérdida total de la soberanía alimentaria, el predominio de las multinacionales y la frágil sobrevivencia de una oligarquía que sólo piensa en salvar Junio-julio 2012 / 47 /

su dinero y no en defender la producción y el empleo nacionales. Afortunadamente sobreviven recursos de lucha y movilización popular para cambiar el rumbo.


TLC con Corea: El

otra mala interpretaci贸n de las teor铆as econ贸micas para Colombia Por Miguel Tejada Iraizoz Msc Macroeconom铆a

democraciaenlared.wordpress.com


Se viene negociando desde el 18 de noviembre de 2009 un tratado de libre comercio con Corea del Sur, que luego de un periodo de estancamiento por la negativa de Corea a incluir el tema agrícola y de Colombia a incluir negociaciones sobre la industria automotriz, autopartes y electrodomésticos, recibió un fuerte empujón con la visita del presidente Santos a ese país en septiembre del año pasado, donde respaldó la alianza entre la multinacional coreana Posco del grupo Daewo con las compañías Pacific Rubiales y Fanalca. El reinicio de las negociaciones se realizó el pasado mes de febrero en Washington y hasta la fecha se han efectuado seis rondas de negociación en ciudades de Estados Unidos. Ante las amenazas que este TLC representa para las actividades productivas en Colombia de diversos sectores, sobre todo de la industria automotriz, de autopartes, de electrodomésticos, textiles, metalmecánica, plásticos, confecciones, industria del cuero y otros sectores más de pequeños y medianos empresarios, y a las consecuencias nefastas para el empleo y el bienestar de miles de familias colombianas, desde el año pasado diferentes sectores de industriales, sindicatos, trabajadores, académicos, universitarios, organizaciones sociales y parlamentarios de diferentes orientaciones ideológicas se agruparon en una coalición para decirle no a este TLC con Corea del Sur. La Coalición No al TLC con Corea, consolidada en el foro “Riesgos de un TLC con Corea” realizado este 26 de enero, viene efectuando diferentes actividades para ampliar su influencia. También se han dirigido al gobierno para manifestarle el daño infringido al país por las políticas de libre comercio, y puntualmente las de este TLC con Corea. La Coalición realizó el 24 de marzo una concurrida caravana de vehículos por varias avenidas principales de Bogotá, con notorio éxito. En el siguiente artículo se resumen los principales argumentos para decirle No al TLC con Corea, expuestos en el foro “Riesgos de un TLC con Corea” por Eduardo Sarmiento y Beethoven Herrera, dos importantes académicos colombianos, quienes junto a otras personalidades, participaron en dicho certamen. DESLINDE


Hoy en día, en algunos sectores de la sociedad colombiana se toman las políticas económicas como un dogma, más que como una ciencia humana que necesita una dialéctica cual lo proponía Hegel. Según el diccionario un dogma es “una proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia. Sin embargo, su sentido más común es el de una doctrina sostenida por una religión u otra organización de autoridad y que no admite réplica; es decir, es una creencia individual o colectiva no sujeta a prueba de veracidad, cuyo contenido puede ser religioso, filosófico, social, sexual, etc., impulsado por una utilidad

Conformación de la Coalición NO al TLC con Corea: Grupo Proindustria, Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio (Recalca), Fetramecol, Sintraindumecol, Sintraemcocables, Sintrametal, Sinaltracaf, Sintrasiderúrgico, Sintraime, Sintrautoscol, Sindicolmena, Sintrametalúrgico (Santander), Sintratextil. —Consultar: www.coalitionnottlccorea.org

práctica” . Nada más parecido a los argumentos para defender el libre comercio o, en su etapa más reciente, el Tratado de Libre Comercio con Corea, que en muchos casos carecen de simple lógica. Contrario a esto, el día 26 de enero del presente año, en un evento sin precedentes, se reunieron sectores de diferentes vertientes como empresarios, centrales obreras, intelectuales, universitarias y parlamentarios de cuatro partidos políticos para analizar los argumentos y temores sobre las consecuencias que tendría la firma de un tratado de libre comercio con Corea. En el evento cada uno de estos grupos expuso sus puntos de vista, expresando una serie de

posiciones válidas en contra de este tratado. Es posible que existan algunos argumentos a favor, pero queda en evidencia que estos puntos, como es costumbre en nuestro país, sólo benefician a unos pocos y afectan el empleo y el bienestar de la mayoría. Por tal razón trataremos de rescatar de este debate los análisis desde el punto de vista científico expresados por dos reconocidos economistas colombianos: los señores Eduardo Sarmiento y Beethoven Herrerra. Resaltaremos los aspectos más importantes de las ponencias de estos dos economistas, para después sintetizar estos puntos en argumentos claros.

I. Eduardo Sarmiento:

elTLC con Corea es una equivocación Resaltaremos los puntos más importantes de las ponencias de estos dos economistas, para después sintetizar estos puntos en argumentos claros. El reconocido ingeniero, doctor en economía y escritor colombiano, Eduardo Sarmiento, realizó en el foro una ponencia haciendo énfasis en el hecho de que nos hemos equivocado en el camino del libre comercio y que el tratado con Corea no es más que otro paso hacia este error.

Lo más importante es la productividad Sarmiento expresa que en Colombia el camino debería ser buscar el desarrollo en / 50 / DESLINDE No. 50

actividades que tienen mayor capacidad de ampliar la productividad hacia adelante. Estos sectores son la industria, seguido muy de cerca por la agricultura, pues no hay ninguna otra actividad que pueda generar más claramente productividad. Esta generación de productividad es mayor en la medida en la que las actividades son más complejas. En consecuencia, la peor decisión que puede hacer el país es firmar un TLC con Corea, pues las productividades industriales son muy grandes. En las últimas cuatro décadas la productividad en Colombia subió a una tasa del 1%


anual. Esto quiere decir que en 40 años aumentó 50%. En Corea este incremento fue entre 7% y 4% anual para el mismo periodo, multiplicando la productividad por cuatro y llevándola a niveles comparados con Estados Unidos. Esto quiere decir que tenemos que poner los salarios 10 veces por debajo para poder competir, o en actividades complejas 30 veces por debajo.

¿Qué ocurriría? Sarmiento advierte que va a haber un ingreso masivo de productos y que en razón de este flujo no van a subsistir sino las dos primeras fases de la industrialización. En actividades como equipos de transporte y algunas un poco más avanzadas como calderas, motores o químicos no tendríamos ninguna opción. En 20 años tendremos una estructura económica como la de 1990. O como la que tenemos actualmente: una estructura dominada por la minería y por los servicios, que no generan empleo de calidad, y lo atinente con el consumo industrial y agrícola sería adquirido en el exterior. Este modelo liderado por la minería, nos da una alta actividad productiva que no es sostenible, pues depende de alzas de los precios de materias primas que en el mediano término no son sostenibles. Además argumenta que estas actividades no generan empleo ni mano de obra. La propuesta del TLC con Corea es aceptar un mandato que conduce a un desarrollo económico mediocre, ya que estaríamos replicando un modelo que genera pésimos desempeños en producción y distribución de riquezas.

¿Qué hacer? La opción es la industrialización y la agrarización, que dan mejores posibilidades de proyectarnos hacia el exterior. Habría que apartarnos de estos esquemas del libre comercio que sacrifican a los trabajadores para darle ganancias a algunos sectores de la sociedad. El camino es cambiar el modelo económico y generar una política industrial para que el país entre en actividades rudimentarias y luego a otras más complejas. El beneficio no está en adquirir cosas baratas sino en la generación de empleo y se logra a través del volumen exportador, que es consecuencia de actividades de cierta complejidad. Eduardo Sarmiento advierte que la liberación del comercio ha hecho que las ventajas comparativas en las que nos hemos especializado (para acudir a los argumentos de David Ricardo), nos han convertido en un país de materias primas, las cuales no necesitan aprendizajes en el oficio. Toda la oportunidad de un desarrollo industrial lo perdimos y nos quedamos en los mismos rudimentos de finales de los años 80. En este momento los costos están siendo advertidos por la información de los periódicos mundiales. Los países que hicieron industria se desarrollaron y generan balances externos adecuados, como ocurre con Estados Unidos y Europa. El retroceso de Estados Unidos se debe simple y llanamente al desplazamiento en estos balances por los países asiáticos, y aquí fallaron los pensadores economistas. Junio-julio 2012 / 51 /

EEUU impone el libre comercio causante de la crisis Lo que Sarmiento nos dice aquí es que en Estados Unidos el modelo de disminuir el peso de la industria en la economía a favor de los servicios financieros ha causado la crisis vivida actualmente. El libre comercio que promulgaron por mucho tiempo ahora lo están cambiando por un proteccionismo a la industria, tratando de ganar terreno ante el nuevo poderío asiático. Sin embargo, este dogma lo siguen aplicando por medio de tratados, obligándonos a abrir nuestras economías y llevándonos exactamente al mismo error pero con peores consecuencias.

Los países que hicieron industria se desarrollaron y generan balances externos adecuados, como lo hacen Estados Unidos y Europa. El retroceso de Estados Unidos se debe al desplazamiento en estos balances por los países asiáticos.


II. Beethoven Herrera:

un esquema económico incoherente con nuestra realidad Beethoven Herrera Valencia es filósofo, historiador, doctor en Economía, calificado como el mejor docente en el año 2009 y desde 1984 hace parte de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas. Su intervención critica la ocupación del territorio geográfico en Colombia, la producción de profesionales que es incoherente con la realidad del país y, de nuevo, la estructura productiva en la que nos enfrascamos. Empieza afirmando que a comienzos de la segunda mitad del siglo XX Colombia tenía un Estado regulador, sindicatos y educación pública fuertes, con lo que creció más que en el periodo neoliberal, caracterizado por la apertura económica y el libre comercio. El mundo avanza en exportar manufacturas más que agricultura y servicios más que minería, actividad que no tiene encadenamientos en la economía nacional y en la que insistimos en especializarnos.

Tenemos que poner los salarios 10 veces por debajo para poder competir, o en actividades complejas 30 veces por debajo.

La ocupación del territorio colombiano no es adecuada

Las consecuencias del libre comercio en América Latina

Para Herrera existe de principio un problema con la forma en que ocupamos el territorio colombiano, y lo demuestra comparándolo con otros países. Por ejemplo, en China la actividad económica del campo es baja y en la costa es mayor. En la costa se han concentrado los clústeres de industrias, comunicaciones y servicios, pues es en este territorio donde es más accesible el comercio mundial. En Estados Unidos, por otro lado, la Boeing está al norte, así como la actividad automotriz. Al sur están el turismo y la industria petrolera, por no hablar de la industria de cine y televisión en los Ángeles, y esto crea un balance en el territorio. Hoy en día, el mundo crece en Asia y en Colombia no aprovechamos el Océano Pacífico. Estamos amontonados en las montañas, donde el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas es mayor que en las costas. Esto muestra que aún no nos hemos dado cuenta que tenemos mar y, además, no tenemos flotas pesqueras ni actividad intensiva pesquera. Beethoven afirma que existen diferencias en la producción de profesionales del país.

En lo que concierne a las estructuras productivas, afirma que Estados Unidos sólo exporta el 12% de la actividad, cuando el 90% es para el consumo interno que se hace por medio de créditos excesivos. Este país está pensado para el mercado interno y en este sentido es válido decir que hay que exportar pero no “Exportar o Morir” , pues queda demostrado que no es la exportación lo que hace poderoso a un país. Siguiendo con este análisis sobre las estructuras de exportación, nos muestra como México –que ya firmó el TLC– se ha vuelto un país de maquilas. Este modelo maquilador se expresa en las zonas francas que pagan menos impuestos y no conducen a una estructura productiva adecuada, pues después del Nafta en los Estados del norte hubo un impacto positivo, pero los Estados lejanos de la frontera han tenido impactos negativos.

Con estos potenciales en términos geográficos, se pregunta si un país que quiera ser eficiente puede tener tres cuartos de sus posgrados en ciencias sociales y filósofos, sin ingenieros ni geólogos que saquen provecho de tales enormes potenciales. / 52 / DESLINDE No. 50

Siguiendo su argumentación en contra del libre comercio, nos dice que después de haber abierto la economía todo nos afecta en América Latina, y las economías parecen una montaña rusa. Perdemos toda forma de protegernos ante las crisis. Herrera defiende la actividad financiera diciendo que, bien manejada, puede financiar empresas pero señalando que puede ser riesgoso y sólo una fuente de especulación e inestabilidad.


No somos capaces de aprovechar estos tratados Otro punto que toca el ponente es que no se aprovecha la firma de este tipo de tratados. El petróleo, el café o las flores se exportarán siempre y con las preferencias nada se ha mejorado, pues por ejemplo el TLC con Estados Unidos no garantiza que se vayan a exportar nuevos productos. Además, hoy todos los mercados están interconectados y por ejemplo Daavon, empresa productora de aceite de palma, perdió un contrato porque la acusaron de producir en tierras de las que expulsaba campesinos, lo que deja en evidencia que el mundo hoy mira este tipo de cosas. Para Herrera es repugnante que en 2010 la actividad agrícola creciera en el país a una tasa del 0% mientras la actividad minera creció 11%. Además Colombia está en los primeros rangos de exportación y de importación. Tenemos que asegurarnos, antes de pensar en libre comercio, de que exista una infraestructura adecuada en materia de puertos y vías nacionales, lo que evidentemente no es el caso.

El ejemplo de Airbus y la necesidad de tener una decisión estratégica a nivel de país El ponente termina su exposición con el mercado mundial de la aeronáutica. En los 80 Boeing y Mc Donald Douglas dominaban el mercado, pues no se

construían aviones en ningún otro lado. En Europa, sin embargo, decidieron no seguir siendo dependientes. Tuvieron su moneda y además decidieron que querían tener sus propios aviones; por esta razón las empresas europeas fueron obligadas por los Estados a comprar Airbus. Después de 10 años, hoy esta compañía tiene el 50% del mercado y cuenta con el avión de pasajeros más grande. Si fuera por el mercado, todos viajaríamos en Boeing, pero se requiere una decisión estratégica. No podemos seguir esperando a que sean el níquel y el oro antes que las economías productivas las que generen las riquezas de nuestro país, y esto se hace construyendo infraestructura en puertos, vías de comunicaciones y universidades públicas. Junio-julio 2012 / 53 /

Continúa aplicándose un dogma desueto Aun asumiendo que este tipo de tratados fueran positivos, Beethoven Herrera nos demuestra que no estamos preparados en materia de infraestructura. No tenemos una decisión estratégica o una política industrial clara, es decir una “decisión” común que nos lleve a tomar posiciones en el mercado. Por lo que queda evidente que sólo seguimos creyendo en el dogma del libre comercio, cuando ya han pasado cuatro décadas del premio Nobel de Von Hayek y algunas décadas luego de Friedman pero se acepta todavía la idea de que el Estado no puede intervenir.


III. Argumentos contundentes contra elTLC con Corea En un ejercicio por estructurar los argumentos de los dos economistas mencionados, llegamos a las siguientes conclusiones a manera de síntesis, como base de una dialéctica en este proceso por construir un mejor país: • De forma general, la política de apertura económica que han venido llevando a cabo en las últimas décadas los dirigentes de nuestro país no ha demostrado tener los resultados esperados y, por lo contrario, ha destruido la estructura industrial y agrícola con la que se contaba. Abrir nuestra economía de forma irracional sólo cumple con el objetivo de exponernos a las crisis repetidas y consecutivas que se viven actualmente en el ámbito internacional. • La intención de firmar este tratado deja en evidencia la ausencia de una política industrial seria en Colombia. Esto ha venido volviendo nuestra estructura productiva dependiente de servicios financieros y de productos

de economía extractiva, con el agravante de provocar el peligroso fenómeno de la enfermedad holandesa y generar impactos ambientales irreversibles e incalculables. • Corea cuenta con salarios relativamente bajos y con una productividad del trabajo cuatro veces mayor que la de Colombia. En consecuencia, la industria liviana nacional tras la firma de este tratado tendrá que pagar cuatro veces menos a sus empleados de lo que se le paga actualmente a un trabajador coreano para poder competir, lo que es simplemente insostenible. Es evidente que la firma de este tratado terminaría con una importante estructura y eliminaría rápidamente un sinnúmero de empleos. • Por las pocas posibilidades que tiene Corea del Sur de autoabastecerse de materias primas, el suministro desde Colombia no necesita un TLC. Es a Corea como un gran exportador de productos terminados a quien realmente le conviene firmar tratados de libre comercio con muchos países. • Se dice que es una gran oportunidad para el sector agropecuario, pero es importante tener en cuenta que el punto de partida de negociación son aranceles muy altos (176% para lácteos, 887% en frutas, 243% para azúcar y confitería, 524% en café) y que este país se caracteriza por barreras no arancelarias muy exigentes. No hay / 54 / DESLINDE No. 50

evidencia de importación de carne proveniente de países libres de fiebre aftosa por vacunación, como lo son Colombia o Argentina. Cabe señalar además que en ninguno de los tratados que se ha firmado se ha podido exportar un solo litro de leche ni una sola libra de carne y este tratado no parece ser la excepción. • Para construir una política que fortalezca la industria se requiere definir un sueño común. Es decir una estrategia que nos permita establecer un desarrollo industrial sostenible, aprovechando de manera racional nuestros recursos naturales y nuestra localización geográfica. Ejemplos de esto son países que han salido no solo bien librados sino más fuertes de la crisis actual, como Alemania, o que han dejado atrás el subdesarrollo, como lo hizo la misma Corea del Sur desde mediados del siglo pasado. La coalición “NO AL TLC CON COREA” que realizó este foro representa a varios sectores políticos y productivos de la sociedad colombiana que se unen para establecer una opinión ante este tipo de políticas económicas. La construcción conjunta es abierta y está en total oposición a la manera como se firman este tipo de tratados, que dejan la sensación se hicieran a espaldas del país. De esta manera, decir no al TLC con Corea hace parte de una forma de pensar clara y estructurada y no de un dogma más como el que nos quieren imponer.


Conclusiones del foro “Riesgos de un TLC con Corea” El 26 de enero del presente año, en un evento sin precedentes, se reunieron empresarios, centrales obreras, intelectuales, universitarias y algunos parlamentarios para analizar los argumentos y temores sobre las consecuencias que tendría la firma de un tratado de libre comercio con Corea. Cada uno de estos grupos expuso sus puntos de vista llegando a las siguientes conclusiones: • De forma general, la política de apertura económica que han venido llevando a cabo en las últimas décadas los dirigentes de nuestro país, no ha demostrado tener los resultados esperados y, por lo contrario, ha destruido la estructura industrial y agrícola con la que se contaba. Abrir nuestra economía de forma irracional sólo cumple con el objetivo de exponernos a las crisis repetidas y consecutivas que se viven actualmente en el ámbito internacional. • La intención de firmar este tratado deja en evidencia la ausencia de una política industrial seria en Colombia. Esto ha venido volviendo nuestra estructura productiva dependiente de servicios financieros y de productos de economía extractiva que tiene como agravante provocar el peligroso fenómeno de la enfermedad holandesa y de generar impactos ambientales irreversibles e incalculables. • Corea cuenta con salarios relativamente bajos y con una productividad del trabajo cuatro veces mayor que la de Colombia. En consecuencia, la industria liviana nacional, tras la firma de este tratado, tendrá que pagar cuatro veces menos a sus empleados de lo que se le paga actualmente a un trabajador coreano para poder competir, lo que es simplemente insostenible. Es evidente que la firma de este tratado terminaría con una importante estructura y eliminaría rápidamente un sinnúmero de empleos. • Por las pocas posibilidades que tiene Corea del Sur de autoabastecerse de materias primas, el suministro desde Colombia no necesita un TLC. Es a Corea como un gran exportador de productos terminados a quien realmente le conviene firmar tratados de libre comercio con muchos países. • Se dice que es una gran oportunidad para el sector agropecuario, pero es importante tener en cuenta que el punto de partida de negociación son aranceles muy altos (176% para lácteos, 887% en

frutas, 243% para azúcar y confitería, 524% en café) y que este país se caracteriza por barreras no arancelarias muy exigentes. Por ejemplo, no hay evidencia de importación de carne proveniente de países libres de fiebre aftosa por vacunación, como lo son Colombia o Argentina. Cabe señalar además que en ninguno de los tratados que se ha firmado se ha podido exportar un solo litro de leche ni una sola libra de carne y este tratado, con toda evidencia, no parece ser la excepción. • Para construir una política que fortalezca la industria se requiere definir un sueño común. Es decir una estrategia que nos permita establecer un desarrollo industrial sostenible, aprovechando de manera racional nuestros recursos naturales y nuestra localización geográfica. Ejemplo de este tipo de sueños impulsados desde el Estado han sido nada más y nada menos que la creación de industrias exitosas como Airbus (Francia, Alemania, España e Inglaterra decidieron acabar con el monopolio aeronáutico de la Boeing y la Mc Donald Douglas, y crearon una moderna industria aeronáutica y aeroespacial que ahora abarca casi la mitad del mercado internacional), ejemplos de países que han salido no solo bien librados sino más fuertes de la crisis actual como Alemania o que han dejado atrás el subdesarrollo como lo hizo la misma Corea del Sur desde mediados del siglo pasado. En defensa de la industria y del empleo nacional se ha generado una gran alianza entre empresarios y trabajadores, a quienes se han unido algunos políticos de diferentes corrientes, con el fin de reclamar al gobierno que tenga en cuenta la realidad del sector industrial y sus verdaderas posibilidades a la hora de firmar tratados de libre comercio, especialmente con países como Corea, a todas luces lesivo para la industria colombiana. Así, la coalición NO AL TLC CON COREA, los congresistas de distintos partidos, los miembros de la academia y las organizaciones no gubernamentales presentes en este foro, manifestaron que el derecho fundamental al trabajo y la protección de las fuentes de empleo formal, hacen ver la total inconveniencia de un tratado como éste y por las razones allí expuestas hacen un llamado para que no se firme un tratado de libre comercio con

Corea.

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Las

Cumbres de las AmĂŠricas: el infructuoso

esfuerzo estadounidense por mantener su hegemonĂ­a

Por Enrique Daza Gamba Director de Deslinde y Cedetrabajo

jmalvarezblog.blogspot.com Editada.


En abril de 2012 se realizó en Cartagena la VI Cumbre de las Américas. El gobierno colombiano gastó en ella miles de millones de pesos, tanto en la logística como en propaganda para mejorar su imagen en el exterior. Santos aceptó sin chistar todas las exigencias estadounidenses y convirtió a Obama en la figura central del encuentro, obteniendo a cambio la fecha de entrada en vigor del TLC. Los temas álgidos como Cuba, las Malvinas y el fracaso de la guerra contra las drogas impidieron cualquier acuerdo y, como era de esperarse, las declaraciones retóricas sobre supuestos acuerdos en los temas de conectividad no pudieron ocultar el carácter insípido y desteñido de esta nueva Cumbre, que reflejó la imposibilidad de unir el Continente alrededor de las posiciones norteamericanas. No habrá más Cumbres sin Cuba y sin atender las exigencias de los países que piden un cambio de rumbo. En este artículo se analiza el significado e historia de las Cumbres. DESLINDE

La VI Cumbre de las Américas se realizó en Cartagena en abril de 2012. Su resultado no podía ser peor. Venezuela, Nicaragua y Ecuador no asistieron. Argentina y Bolivia se retiraron antes de que concluyera. No hubo declaración final sino un discurso de Juan Manuel Santo. Numerosos países declararon que no habría una próxima Cumbre sin la presencia de Cuba y los puntos que Santos declaró que habían sido acuerdos, no merecieron mayor consideración por parte de los presidentes y simplemente repiten aspectos de declaraciones de anteriores Cumbres. El fracaso refleja la imposibilidad de unir el continente en torno a las posiciones del gobierno de Estados Unidos y la intransigencia de Obama en aceptar a Cuba, apoyar la soberanía argentina sobre las Malvinas y rectificar la fallida política de “guerra a las drogas” . La intensa diplomacia de Santos fue infructuosa porque tenía un

problema de origen, y es que quería soslayar las grandes diferencias existentes en el continente y dar a Obama un escenario neutro e insípido que por lo menos no le restara votos en Estados Unidos, seguir los dictados de Washington y al mismo tiempo satisfacer –así fuera retóricamente– las quejas y reclamos de numerosos países. Estados Unidos impuso su agenda, dijo quiénes iban y quiénes no, qué temas se tocaban y dentro de qué límites. En estas condiciones no podía ser otro el resultado. Santos obtuvo lo que quería, el anuncio

de la entrada en vigor del TLC a partir del 15 de mayo y –casi como una burla– la noticia de que se daría a algunos colombianos visa no por cinco sino por diez años a Estados Unidos. Las Cumbres de las Américas tienen en su estructura la base de su propio fracaso y su historia es la de la pérdida de influencia de Estados Unidos en la región. Santos jugó el triste papel de querer prolongar la hegemonía estadounidense a cambio de un TLC que perjudicará enormemente a los colombianos.

Primera etapa (1994- 2005):

las cumbres surgen para implementar el ALCA La historia de las Cumbres de las Américas, iniciadas en Miami en diciembre de 1994 y hasta

la cuarta, realizada en Mar del Plata en diciembre de 2005, es la historia del surgimiento y fracaso


de la propuesta estadounidense de formar el Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA. Efectivamente, durante esos 11 años se realizaron seis Cumbres presidenciales, ocho reuniones de ministros de comercio, cinco reuniones de viceministros preparatorias del comienzo de las negociaciones, diecisiete reuniones del Comité de Negociaciones Comerciales, CNC, integrado por los viceministros de comercio y los jefes de negociación de cada uno de los grupos temáticos y cuatro declaraciones conjuntas de los presidentes y copresidentes del comité de negociaciones. A todas las reuniones asistieron representantes de los 34 países del continente. Cuba no fue invitada. Las negociaciones fueron lanzadas formalmente en abril de 1998 en la segunda Cumbre de las Américas en Santiago de Chile. La última reunión del CNC fue en abril de 2004 en Puebla y la última de ministros, la octava, fue en noviembre de 2003 en Miami. El proceso intentó revivirse en la Cumbre Extraordinaria de las Américas

en enero de 2004, pero de allí en adelante y hasta noviembre de 2005, aunque se intentó salvarlo a través de reuniones informales y parciales como la Reunión de Cancilleres de Sur América sobre el ALCA, reuniones con Brasil y distintas negociaciones informales, consultas y declaraciones, estos esfuerzos fueron infructuosos y el proceso se cerró con un estruendoso fracaso en Mar del Plata en 2005. Nunca Estados Unidos había sostenido en forma tan persistente e inútil una iniciativa hacia América Latina ni nunca se habían realizado en el continente tal cantidad de reuniones de alto nivel con un propósito tan ambicioso. George Bush (2002-2009) había obtenido la autorización para negociar el Tratado por la “Vía Rápida” , que permite al ejecutivo de EEUU negociar tratados que no pueden ser modificados por el Congreso, la cual estuvo vigente desde julio de 2002 hasta julio de 2007. No había entonces obstáculos en Estados Unidos para suscribir un pronto acuerdo. La importancia de la propuesta

del ALCA para Estados Unidos era enorme. En una corta intervención en una conferencia de prensa después de la primera Cumbre, el 11 de diciembre de 1994 en Miami, Bill Clinton planteó: “La misión de esta Cumbre se llevó a cabo, en primer lugar, con nuestro compromiso específico de crear un tratado de libre comercio de las Américas para 2005” y al mismo tiempo celebró el TLC con Chile y la creación de la OMC. En la clausura de esa Cumbre Clinton señaló el contenido de las futuras negociaciones y la agenda “que incluirá reuniones regulares de los ministros de comercio en conversaciones que comenzarán el próximo mes” . El sueño de Clinton era claro: “En menos de una década –si continúan las tendencias actuales– este hemisferio será el mercado más grande del mundo –más de 850 millones de consumidores” y señaló un lema que también caracteriza la Cumbre de Cartagena… “crearemos una asociación para la prosperidad” . Clinton no hizo más que una referencia marginal al Plan de Acción de 28 páginas acordado y la declaración política de 5 páginas estuvo plagada de llamados a que el libre comercio y el fomento a la inversión son la forma de llegar a la prosperidad. La historia de los Planes de Acción aprobados en las cumbres es lánguida. Inicialmente y durante las primeras tres cumbres se abarcaron decenas de asuntos: democracia, derechos humanos, participación de la sociedad civil, lucha contra las drogas ilícitas, infraestructura, energía, educación, ciencia y tecnología, comunicaciones, terrorismo, seguridad, libre comercio, pobreza, empleo, trabajo medio ambiente, biodiversidad, etc. Los planes pasaron de tener 28 páginas, en la primera y

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segunda, a 49 en la tercera y diez páginas en la cuarta, y no hubo plan en la quinta. Los temas abordados en las primeras cumbres son de estudio habitual de la OEA, la cual tiene sobre ellos diversas resoluciones, convenios y grupos de trabajo. La falta de cumplimiento y seguimiento de los mismos evidencia que la importancia de la Cumbre en relación con la institucionalidad de la OEA fue la propuesta del ALCA. Ningún otro tema de los planes de acción fue objeto de tantas reuniones ni implicó la destinación de tan cuantiosos recursos. En cada cumbre se reunían miles de personas. Por ejemplo Cartagena nunca fue sede, pues no poseía la infraestructura para albergarla. La idea subyacente en las Cumbres era que los múltiples aspectos del desarrollo social y económico del continente pueden abordarse y resolverse a través de un proceso de integración continental basado en el paradigma del libre comercio y con Estados Unidos como protagonista central. La declaración de la segunda Cumbre de Santiago de Chile (1998), donde se lanzaron formalmente las negociaciones del ALCA, estuvo centrada en el libre comercio, las ventajas de la globalización y la necesidad de abrir los mercados. En la declaración de la tercera Cumbre de Quebec (abril de 2001) comenzaron las fisuras, pues Venezuela dejó constancia de su desacuerdo con los párrafos de la declaración y del Plan de Acción que insistían en la culminación de las negociaciones del ALCA en 2005. En el mismo sentido dejó una constancia en la Cumbre extraordinaria realizada en Monterrey, México en enero de 2004. Bush, en la declaración de la Cumbre de Quebec (2001),

ratificó la política norteamericana: “Nuestra tarea es tomar los principios de Miami y Santiago y traducirlos en acciones” , anunció un programa de intercambio –el “American Fellows”– y prometió recursos para la “modernización de las instituciones judiciales, proteger los derechos humanos y erradicar la corrupción” . Añadió: “Buscamos la libertad no sólo para las personas que viven dentro de nuestras fronteras, sino también para el comercio… comercio libre y abierto crea nuevos puestos de trabajo y nuevos ingresos… Estados Unidos va a trabajar para la apertura del comercio en cada oportunidad. Vamos a buscar acuerdos bilaterales de libre comercio con los amigos y socios… Nuestro reto es dinamizar nuestras negociaciones sobre un área de libre comercio para las Américas, de modo que pueda completarse a más tardar en el año 2005” A finales de 2003 se habían realizado cambios de presidentes en 14 de los 34 países participantes. Habían pasado los atentados de septiembre de 2001 y Bush, sin abandonar el enfoque del libre comercio, había insistido en una agenda que colocaba en primer lugar el tema de la seguridad y la guerra contra el terrorismo y el tráfico de drogas. La realidad de América Latina transcurrió por otros rumbos distintos y distantes de los propósitos de las cumbres y de la agenda estadounidense. La preocupación de muchos de los nuevos gobiernos estaba más centrada en el desarrollo social y la satisfacción de las necesidades de su población. La cuarta cumbre, en Mar del Plata (2005), reflejó el estancamiento del proceso de las cumbres y el fracaso del ALCA. Mientras que la declaración de la primera Cumbre de Miami Junio-julio 2012 / 59 /

Ningún otro tema de los planes de acción fue objeto de tantas reuniones ni implicó la destinación de tan cuantiosos recursos. tenía como título “Pacto para el desarrollo y la prosperidad: Democracia, Libre Comercio y Desarrollo Sostenible en las Américas” . La de la Cuarta Cumbre se denominó “Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática” y en lugar de hacer una apología del libre comercio está llena de formulaciones de compromiso y, a pesar de que se trata de matizar la defensa del ALCA diciendo que se debe buscar un tratado equilibrado que reconozca las diferencias en el nivel de desarrollo, se dejó constancia expresa de que varios países consideraban que no están dadas las condiciones para este acuerdo. También se plasmaron enfoques contradictorios y se limitó la jerga predominante hasta el momento. Se dijo que el crecimiento no basta para solucionar la pobreza, que la función del Estado en las economías de mercado varía de un país a otro, que cada país es responsable de su propio desarrollo social. No se magnificaron el comercio y la inversión sino se habló de las “oportunidades de comercio e inversión” . Se reconoció el problema de la deuda, ante el narcotráfico se llamó a fortalecer proyectos de desarrollo alternativos, se insistió en la reforma de las instituciones financieras internacionales y se condenaron toda clase de subsidios a las exportaciones agrícolas. En


estos y otros puntos contenidos en la declaración y que no reflejan exactamente la posición estadounidense, se evidencia la decadencia del predominio estadounidense en la región. Durante la cumbre de Mar del Plata, Bush –míster Danger– como lo apodó Hugo Chávez, registró con satisfacción que se había firmado un TLC con Centroamérica y que se había reunido con los líderes de los países andinos, quienes estaban muy ansiosos de firmar también un TLC con EEUU.

De hecho, mientras que las negociaciones del ALCA se iban derrumbando, EEUU venía adelantando negociaciones bilaterales. EL TLC con Chile entró en vigor el 1 de enero de 2004, las negociaciones con los países andinos comenzaron el 18 de mayo de ese mismo año, las negociaciones del TLC Perú-EEUU culminaron el 7 de diciembre de 2005 y con Colombia en febrero de 2006, y en agosto de 2004 se había firmado el tratado con Centroamérica.

En resumen, las Cumbres ideadas para tramitar el ALCA fracasaron en este propósito y la absoluta hegemonía inicial de EEUU fue reemplazada por tratados de libre comercio bilaterales, no simultáneos y con diversas dificultades en su concreción, y como se verá a continuación, nuevos gobiernos de enfoque más autónomo y fuertes preocupaciones sociales comenzaron a buscar caminos distintos de integración.

SEGUNDA etapa (2005-2012):

DIVISIÓN DEL CONTINENTE Y DECLIVE DE LA INFLUENCIA DE ESTADOS UNIDOS Desde el fracaso del ALCA, la Cumbre de las Américas está signada por el declive de la influencia estadounidense en el continente. La última Cumbre, realizada en 2008 en Trinidad, por primera vez sin la propuesta del ALCA sobre el tapete, fue una cumbre gris, sin declaración final, llena de incidentes, carente de objetivos y se convirtió en escenario para que el nuevo

Las Cumbres ideadas para tramitar el ALCA, fracasaron en este propósito y la absoluta hegemonía inicial de EEUU fue reemplazada por tratados de libre comercio bilaterales, no simultáneos y con diversas dificultades en su concreción.

gobierno de Obama formulara su estrategia para el continente, sin lograr plena credibilidad, aunque sí recibiendo un cierto compás de espera ante unas tímidas promesas que, muy rápidamente, desencantaron a la mayoría de los gobiernos de la región. En la Cumbre Obama prometió una nueva relación entre iguales con los países del continente, llamó a olvidar los desacuerdos del pasado y a inaugurar una nueva época, anunció que Estados Unidos influiría en el otorgamiento de créditos y recursos para la región para superar la crisis, prometió la creación de un Fondo para el Crecimiento de las Microfinanzas en las Américas que fue creado por el BID un año más tarde y cuyo desempeño no ha tenido mayor importancia, propuso una Alianza de Energía y Clima para abordar los efectos del cambio climático, se comprometió a fortalecer la cooperación en materia de seguridad y anunció un cambio en las relaciones con Cuba. Pero en realidad no hizo muchas promesas, no ofreció / 60 / DESLINDE No. 50

recursos importantes ni formuló (afortunadamente) una estrategia como la Alianza para el Progreso o el ALCA. Omitió muchos temas centrales del debate mundial y fue más la expectativa creada por los medios la que presentó esta Cumbre como una nueva etapa en las relaciones entre EEUU y América Latina. En 2009 en la “Declaración de compromiso de Trinidad” desaparecieron el ALCA, el libre comercio, la integración y todos los temas polémicos, salvo por una reserva de Bolivia en materia de biocombustibles. La declaración lo único que hizo fue recoger lugares comunes contenidos en declaraciones anteriores. Ante los numerosos desacuerdos la fórmula que usaron fue que el presidente de la Cumbre firmaba la declaración “como aprobada por todos los jefes de Estado” . Temas como el abordaje de la crisis económica se postergaron para otras instancias y reuniones, y se remitió el tema del ingreso de Cuba a la OEA lo mismo que el problema de Haití, asuntos que


nunca se abordaron y forman parte del inventario de planes retóricos. Paralelamente a las Cumbres América Latina ha vivido una época de cambios. En 1999 se posesionó Hugo Chávez en la presidencia de Venezuela. En octubre de 2002 Luis Ignacio “Lula” da Silva asumió como presidente del Brasil. En mayo de 2003 llegó a la presidencia de Argentina Néstor Kirchner. El 27 de octubre de 2004 Tabaré Vásquez ganó la presidencia de Uruguay y en diciembre de 2005 subió a la jefatura de Estado de Bolivia Evo Morales y Lula fue reelegido a la presidencia de Brasil. En 2007 se posesionó Cristina Kirchner. El 20 de abril de 2008 la coalición de centroizquierda de Paraguay liderada por Fernando Lugo venció al Partido Colorado. El 15 de enero de 2007 y después de un largo periodo de inestabilidad política y movilizaciones sociales asumió el poder en Ecuador, Rafael Correa. En Centroamérica también llegaron los vientos de cambio aunque con menos fuerza. En 2006 Daniel Ortega después de dos derrotas consecutivas ganó las elecciones. En 2009 en una coalición con el Frente Farabundo Martí, ganó las elecciones en El Salvador el periodista Mauricio Funes y a partir de enero de 2006 y hasta junio de 2009 gobernó Honduras José Manuel Zelaya, de origen liberal, pero apoyado por fuerzas populares y con un proceso de creciente radicalización que culminó con el golpe de Estado de ese mes. Estos gobiernos, surgidos en procesos complejos y con muchas diferencias entre sí, han tenido sin embargo varios factores en común como la relación cercana con los movimientos sociales, los

esfuerzos en la recuperación de la soberanía sobre sus recursos naturales, el fortalecimiento de la capacidad del Estado de intervenir en la economía, la ampliación de sus mercados internos, la diversificación de sus relaciones internacionales y el rechazo a los esquemas de libre comercio promovidos por Estados Unidos. Dichos gobiernos y una amplia variedad de movimientos sociales fueron decisivos en la derrota del ALCA y en el fracaso de la generalización de los tratados de libre comercio. Desde el seno de estos países y de los movimientos sociales han surgido propuestas de integración alternativas y contradictorias al ALCA y a los TLC, que incluyen el ALBA, el fortalecimiento de MERCOSUR, la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR) y, finalmente, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), que no es más que una unión latinoamericana y caribeña sin Estados Unidos y Canadá. Junio-julio 2012 / 61 /

A finales de 2003 se habían realizado cambios de presidentes en 14 de los 34 países participantes. Habían pasado los atentados de septiembre de 2001 y Bush, sin abandonar el enfoque del libre comercio, había insistido en una agenda que colocaba en primer lugar el tema de la seguridad y la guerra contra el terrorismo.


En otra orilla, están el resto de países que siguieron un rumbo diferente: Colombia, México, Perú, Chile y la mayoría de los de Centroamérica (Panamá, Guatemala, Costa Rica), que profundizaron el enfoque predominante en los noventa, basado en los postulados del libre comercio. Estos son los países que han protagonizado la suscripción de Tratados de Libre Comercio, Tratados Bilaterales de Inversión y –en general– una inserción en la economía internacional dentro del marco de la aceptación de la arquitectura financiera que incluye la preponderancia de la OMC, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Estos gobiernos acarician la idea de armonizar los TLC y construir una especie de ALCA pequeño que ha recibido diversos nombres: “Tratado de Integración profundo” “Acuerdo del Pacífico” , “Camino a la prosperidad de las Américas” . Como es de amplio dominio de la opinión pública, el gobierno de Obama no ha significado un replanteamiento de las relaciones de Estados Unidos con la región. No se avanzó en planes conjuntos sobre energía y cambio climático y, por el contrario, Estados Unidos no solo saboteó las negociaciones internacionales para reducir los gases efecto

Estos gobiernos y una amplia variedad de movimientos sociales fueron decisivos en la derrota del ALCA y en el fracaso de la generalización de los tratados de libre comercio.

invernadero sino que no adoptó medidas internas en este terreno. No adoptó medidas para resolver los problemas de los inmigrantes latinos, ni se dieron negociaciones al respecto con América Latina. La tragedia de Haití fue abordada con el envío de tropas y buques militares. Apoyó el golpe de Honduras y el gobierno ilegítimo de Porfirio Lobo que se instauró después. Continuó la hostilidad hacia Venezuela, Bolivia y el ALBA. No normalizó las relaciones con Cuba, no cerró la base de Guantánamo ni atenuó las sanciones hacia la Isla. Siguió empeñado en la infructuosa y costosa guerra contra el narcotráfico, sin disminuir el consumo interno de drogas y produciendo una militarización y aumento en la violencia en México, Centroamérica y Colombia. Mantuvo el despliegue de la IV Flota, amenazando a Venezuela y Brasil. Es en este escenario que se dará la VI Cumbre de las Américas en Cartagena con el lema de / 62 / DESLINDE No. 50

“Conectando las Américas: socios en la prosperidad” . Como es habitual, se ha desencadenado un proceso de negociaciones y se han creado mecanismos de participación limitados y puntuales con la idea de que temas tales como la reducción y gestión del riesgo de desastres, pobreza y desigualdad, acceso y uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, seguridad ciudadana y delincuencia organizada transnacional e integración física regional deben abordarse y resolverse dentro del marco de una integración hemisférica, incluyendo a Estados Unidos y Canadá. Los hechos indican que una integración autónoma, un fortalecimiento de la CELAC y un distanciamiento de las políticas de Estados Unidos es lo que más conviene a la región. Sobre estos temas hay definiciones y programas en la OEA y en otras instancias y en la preparación de la cumbre oficial se soslayan los temas que verdaderamente interesan a los pueblos: la


militarización, la nefasta guerra contra el narcotráfico, la necesidad de cambiar el modelo económico para superar la pobreza, el fortalecimiento de los procesos de integración autónoma, la solución de los problemas de inmigración.

El gobierno de Santos, anfitrión de la próxima cumbre, trabaja en dirección a restaurar la perdida credibilidad de Estados Unidos en la región, recuperar la imagen de la OEA, torpedear los esfuerzos de tener una política exterior de la región, paralizar

los procesos de integración alternativa, soslayar los debates sobre el modelo de desarrollo e impulsar los tratados de libre comercio.

LAS CUMBRES DE LOS PUEBLOS A partir de la segunda Cumbre, la de Chile en 1998, los movimientos sociales del hemisferio organizaron Cumbres alternativas para plantear su oposición al ALCA y formular sus alternativas propias. Organizaciones sindicales, sociales, ambientales, de mujeres, indígenas, de derechos humanos, de educadores y parlamentarios de diferentes países, expresaron su posición común en favor de una integración económica, social y cultural que realmente beneficie a los pueblos de las Américas, no a partir de los marcos comerciales sino de la democracia participativa, el desarrollo sustentable, la justicia social y la diversidad cultural y étnica. Denunciaron que las preocupaciones sociales proclamadas en las Cumbres presidenciales no fueron implementadas. Manifestaron que América no necesita libre comercio sino comercio justo, inversiones reguladas y consumo interno para privilegiar los proyectos nacionales de desarrollo. Las Cumbres organizan eventos donde se debaten los derechos humanos, sociales, laborales, ambientales y ciudadanos, la situación de los pueblos originarios, el desarrollo sustentable, las alternativas de integración, los campesinos y la Reforma Agraria.

En estas Cumbres, organizadas por la Alianza Social Continental1, se han resaltado las asimetrías existentes en las Américas y expresado que el libre comercio solo ahondará las desigualdades entre los países al favorecer la mercantilización de los bienes comunes de la humanidad y del planeta, permitir el saqueo de los recursos naturales y el aumento del endeudamiento, amenazar la producción agrícola, fomentar la privatización de los servicios públicos y de los programas sociales, marginar a los pueblos indígenas y apoderarse de sus conocimientos para comercializarlos, y profundizar las degradantes condiciones laborales de los trabajadores. En la Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata en 2005 hubo grandes manifestaciones de miles de personas, en las cuales participaron personalidades como Diego Armando Maradona, el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, Manu Chau, Emir Kusturika y muchos otros. En las conclusiones de la IV Cumbre de los pueblos de Trinidad, junto con una carta a los presidentes, se hace referencia al proyecto de declaración que los gobiernos habían negociado y sobre

la cual finalmente no hubo consenso. La declaración de los movimientos sociales se centra en el análisis de la crisis dentro del marco de las relaciones hemisféricas y formula críticas a las soluciones planteadas a dicha crisis, así como exige un replanteamiento completo de las relaciones hemisféricas. Al final formula propuestas y alternativas desde la perspectiva de los movimientos sociales.

Estados Unidos no tiene nada que ofrecer al resto del continente salvo un libre comercio tramposo, pues se reserva todos los mecanismos de protección y un aumento en las inversiones, que tampoco requeriría una cumbre presidencial para tramitarlo.

1. Coalición de movimientos sociales de todo el Continente, surgida precisamente en la lucha contra el ALCA, pero que ahora incluye la lucha por el cambio de modelo entre otras reivindicaciones.

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CONCLUSIONES Las Cumbres de las Américas se realizan bajo el auspicio y coordinación de la OEA cuya pesada institucionalidad y la fuerte presencia de EEUU en ella le han quitado toda eficacia, hasta el punto que los países de la región han creado otros mecanismos para buscar acuerdos políticos y fomentar la integración. Es el caso del Grupo de Río (Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela), el Mecanismo de Tuxtla (entre México y Centroamérica), UNASUR y finalmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC. La tendencia de muchos gobiernos de la región a tener una política exterior más autónoma y desechar las propuestas de Estados Unidos han llevado a descartar la idea de una integración continental característica de las posiciones panamericanistas y sustituirla por una coordinación autónoma entre América Latina y el Caribe sin la presencia de EEUU y Canadá.

predominancia de la OEA, de relaciones panamericanas con eje en las relaciones con EEUU y, lógicamente, el reforzamiento del modelo económico exportador de productos básicos, extractivista y dependiente. Por el lado de los movimientos sociales, partidos de izquierda y fuerzas nacionalistas se han venido haciendo propuestas que entrañan cambios fundamentales en la orientación económica y una atención prioritaria a los problemas sociales. Estados Unidos y Canadá por una parte y América Latina y el Caribe por la otra, tienen una agenda conflictiva en común: la inútil guerra contra la droga, que no redujo ni el consumo ni el narcotráfico y ocasionó el aumento de la violencia y la militarización en regiones enteras.También hay

La desvencijada OEA, sin embargo, tiene una serie de actividades en todos los campos que harían innecesaria una Cumbre presidencial para abordarlos y por otra parte Estados Unidos no tiene nada que ofrecer al resto del continente salvo un libre comercio tramposo, pues se reserva todos los mecanismos de protección y un aumento en las inversiones, que tampoco requeriría una cumbre presidencial para tramitarlo. En estas condiciones, hay una serie de gobiernos como Chile, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica y México que quieren regresar al esquema anterior de / 64 / DESLINDE No. 50

asuntos pendientes en materia de migraciones, energía, la necesidad de respetar los caminos de desarrollo de cada país y muchas más. Pero podría pensarse en un diálogo bilateral EEUU, Canadá – CELAC para que las fuerzas integradas de la región estuvieran en condiciones de tener un mayor margen de negociación y de presión. Sin embargo, a un proyecto de este tipo se opondrían gobiernos como el de Juan Manuel Santos, que ha hecho suya no solo la agenda estadounidense para la región sino incluso la agenda mundial de la potencia. No resta más que seguir empeñándose en los cambios sociales y políticos que hagan de América Latina y el Caribe regiones de paz, con capacidad de desarrollo autónomo, diversificación productiva y bienestar social.


La Cumbre de los Pueblos, un espacio para el debate, la acción y la articulación de la lucha social continental Fueron tres días de reflexión, intercambio de experiencias y de saberes no solo para hacer el diagnóstico político y socioeconómico del continente, sino para auscultar posibilidades y alternativas de cambio a las políticas neoliberales y de resistencia al esquema hegemónico que se niega a aceptar la madurez política de América Latina. En medio de un ambiente de integración y solidaridad americanista, la Cumbre de los Pueblos deliberó en Cartagena de Indias entre el 12 y el 14 de abril para analizar sin cortapisa alguna los temas cruciales que generan conflictividad social y suscitan controversia y polarización en el hemisferio. Con la participación de centenares de representantes de movimientos sociales y sectores políticos del continente, la Cumbre de los Pueblos abordó los problemas que concitan la mayor atención en las Américas, como la política guerrerista del gobierno de Washington; los impactos negativos de los tratados de libre comercio en las economías de buena parte de los países de la región; la crisis del modelo neoliberal; el auge del extractivismo; la promoción indiscriminada de la inversión extranjera; la amenaza a la soberanía alimentaria; el bloqueo económico estadounidense a Cuba; el fin de la militarización con el pretexto de la guerra contra las drogas y su reemplazo por una política integral, multilateral y con énfasis en las medidas de salud pública. Mientras la cumbre oficial convocada con el título “Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad” , tuvo una agenda insustancial centrada en la infraestructura física del continente, la conectividad y aquellos temas que no generan fricción como la lucha contra la pobreza, entre otros, la Cumbre de los Pueblos hizo una reflexión sobre las causas de injusticia y desigualdad en la región y la irrupción de las resistencias sociales frente a la imposición de las políticas neoliberales que todo lo convierte en mercado: las cosas, los recursos naturales, los servicios, el saber y el mismo vivir. Esta cita de los movimientos sociales en Cartagena sesionó a través de

siete paneles, con masiva participación y calificados expositores de varios países latinoamericanos. Paralelamente se realizaron dos foros: uno convocado por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) de Colombia sobre autonomía universitaria, en el cual se vio forzado a participar el viceministro de Educación, no obstante todos los esfuerzos del gobierno de Santos por invisibilizar la Cumbre de los Pueblos; y otro sobre los efectos negativos de la gran minería transnacional. Adicionalmente, se llevaron a cabo encuentros sectoriales de mujeres, iglesias, movimientos sociales y partidos políticos, víctimas y derechos humanos. Al término de las deliberaciones se recogieron las conclusiones, que fueron presentadas en la Asamblea de los Pueblos que se realizó en un coliseo de Cartagena y que sirvieron de insumo para la Declaración final. Durante estos primeros días de abril de 2012, en la ciudad Heroica se vieron las dos caras de la moneda: la cumbre presidencial, llena de contradicciones, desplantes y escándalos y con una agenda definida por Obama; y la cumbre de los movimientos sociales, la que con sentido crítico y con posturas alternativas hizo un detenido análisis de las inequidades y exclusiones que vive el continente. En definitiva y mientras que la cumbre oficial cerró sin declaración en medio de discordias, la de los Pueblos concluyó con una nutrida y entusiasta marcha de miles de personas para significar el espíritu de integración y unidad latinoamericana.

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Tierra y Poder Por Asier Hernando Coordinador de la campaĂąa CRECE de Oxfam para SudamĂŠrica. Resumen del informe Tierra y Poder (2011) de Oxfam.


El acaparamiento y la extranjerización de inmensos territorios es un fenómeno que ha despertado la alarma de movimientos sociales de todo el mundo. Un estudio de la FAO establece que procesos de este tipo se dan en 17 países de América Latina, con sus consecuencias inevitables en la concentración de la riqueza, el poder y la desnacionalización de las economías. Un informe de Oxfam, resumido por el autor, detalla algunos rasgos de este fenómeno. Deslinde Introducción

Adquisiciones de tierra en aumento

La inversión internacional puede desempeñar un papel en el desarrollo y la reducción de la pobreza. Si se gestiona de forma responsable y a través de un marco regulatorio eficaz, la inversión puede mejorar los medios de vida y crear empleo, servicios e infraestructura. Oxfam lo ve cada día en su trabajo, y en ocasiones colabora con empresas para promover inversiones que benefician directamente a las comunidades que sufren pobreza. Los últimos datos sobre inversión en tierras son muy diferentes. Reflejan que la presión sobre la tierra, un recurso natural del que depende la seguridad y soberanía alimentaria de millones de personas que viven en la pobreza, continúa en aumento. Demasiadas inversiones han dado lugar a desposesión, engaño, violaciones de los derechos humanos y destrucción de los medios de subsistencia. Si no se adoptan medidas nacional e internacionalmente para defender los derechos de las personas que viven en la pobreza, la actual carrera por la tierra podría empeorar aún más la situación de demasiadas familias que viven en la pobreza y que a menudo son expulsadas de sus tierras sin tener posibilidades de recurrir a la justicia.

Las investigaciones preliminares de Land Matrix Partnership (1), indican que desde 2001 han sido vendidas, arrendadas, cedidas bajo permisos o están siendo negociadas 227 millones de hectáreas de terreno a través de acuerdos sobre tierras a gran escala, la mayor parte desde 2008 con inversores internacionales. Saber exactamente cuánta tierra ha cambiado de manos resulta increíblemente difícil debido a la falta de transparencia y al secretismo que suelen rodear los acuerdos. Las cifras del Partnership se han obtenido a partir de una serie de fuentes, entre ellas informes del gobierno, investigaciones académicas, sitios web de las empresas, informes de los medios y los escasos contratos que están disponibles al público. Hasta ahora, el Partnership ha verificado 1.100 de esos acuerdos, que ascienden a 67 millones de hectáreas. La mitad de las tierras, que ocupan una superficie del tamaño de Alemania, está en África. Aproximadamente el 70% del número total de acuerdos verificados son de agricultura. Aunque el trabajo de verificación de todos los datos aún no ha concluido, está claro que la escala del fenómeno es mucho mayor de lo que se pensaba en un principio. Tal y como se ha analizado por Oxfam, el interés cada vez mayor por adquirir tierras de cultivo está impulsado por factores muy

poderosos y provoca graves consecuencias sobre quienes hacen uso de la tierra, y tienen derechos sobre ella. Algunas de las adquisiciones adoptan la forma de “acaparamiento de tierras tal y como ha sido recientemente definido por la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra (ILC por sus siglas en inglés). Aunque en un principio la emergencia de estas adquisiciones de tierra a gran escala se describió en términos neutrales o incluso entusiastas por parte de los organismos intergubernamentales, entre ellos el Banco Mundial y varias agencias de las Naciones Unidas, el tono se ha vuelto cada vez más escéptico, e incluso crítico. Existe un temor creciente de que esta nueva oleada de inversiones cause más perjuicios que beneficios si no se detiene el acaparamiento de tierras. Hay muy pocos ejemplos documentados en los que la adquisición de tierras haya generado un impacto positivo para la comunidad local. Existen muchos ejemplos en los medios de comunicación, las universidades, la sociedad civil y los organismos intergubernamentales que muestran acuerdos sobre tierras que no han sido beneficiosos, y que han destruido los medios de vida y socavado los derechos humanos. Ahora, los


investigadores están desafiando públicamente a los inversores para que les muestren acuerdos sobre tierras que hayan favorecido a las personas que viven en la pobreza así como el desarrollo, con el fin de poder documentarlos. En su reciente informe sobre tierras para el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, el Grupo de Alto nivel de Expertos en seguridad alimentaria y nutrición (HLPE/FSN) concluía lo

siguiente: “Se reconoce de forma generalizada que es necesaria una mayor inversión en agricultura para incrementar las cosechas, como un medio para mejorar la seguridad alimentaria en muchas partes del mundo. ¿Puede servir esta clase de inversiones internacionales en tierras para mejorar la productividad agrícola y los medios de vida rurales? Hasta ahora, las pruebas de esta carrera por la tierra muestran muy

pocos casos de este tipo. Más bien, la inversión en tierras a gran escala está dañando la seguridad alimentaria, los ingresos, los medios de vida y el medio ambiente de las personas locales.” Dado el papel central que desempeña la tierra en la seguridad y soberanía alimentarias, los medios de vida y la reducción de la pobreza en general, existen motivos más que suficientes para la preocupación.

Las nuevas presiones sobre la tierra La actual oleada de acuerdos sobre tierras no es esencialmente diferente a las anteriores luchas por la tierra. Lo que es diferente es la escala y la velocidad a la que se está produciendo. Esto puede explicarse por la crisis del precio de los alimentos de 2007-08, que hizo que inversores y gobiernos volviesen a prestar atención a la agricultura tras décadas de abandono, y a los primeros síntomas de la crisis financiera mundial, que impulsaron a los inversores a buscar nuevas oportunidades. Muchos consideraron la tierra y la agricultura como una apuesta segura. Hoy en día, no parece que este gran interés por la tierra vaya a desaparecer. Por el contrario, se intensificará, ya que no es probable que el incremento en la demanda vaya a satisfacerse con una expansión del área en producción. Existen muchos factores determinantes que impulsan la presión actual, y la tierra, donde quiera que esté, será un bien preciado. Uno de estos factores es la población mundial, que se prevé que crezca desde 7.000 millones de personas en 2011 hasta 9.000 millones en 2050. Otro determinante importante es la economía mundial, cuyo tamaño está previsto que se triplique para 2050, con una mayor demanda de recursos naturales y agrícolas, que son cada vez más escasos.

En todo el mundo, las dietas están cambiando hacia productos más intensivos en tierras, como las proteínas animales (carne, lácteos, huevos y pescado) y los alimentos precocinados. El aceite de palma se ha convertido en el aceite vegetal más consumido del mundo, y está presente hasta en la mitad de los alimentos preparados y los productos de higiene que encontramos en las estanterías de los supermercados. Se espera que su producción se duplique para 2050, incrementando la superficie agrícola en cultivo en todo el mundo hasta alcanzar los 24 millones de hectáreas, seis veces el tamaño de Holanda. El enorme incremento en la demanda de alimentos deberá cubrirse con unos recursos de tierra que cada vez están sometidos a mayor presión debido al cambio climático, la escasez de agua y otras limitaciones de recursos, y además están agotados por la producción de biocombustibles, la captación de carbono y conservación de bosques, la producción de madera y los cultivos no alimentarios. El agua, elemento vital para la agricultura, es ya más escasa que la tierra, otro factor que impulsa las inversiones en tierra. Casi 3.000 millones de personas viven en zonas donde la demanda de agua supera a la oferta. En el año 2000, 500 millones de personas vivían en países con / 68 / DESLINDE No. 50

escasez crónica de agua; para 2050 la cifra habrá aumentado a más de 4.000 millones. Para 2030, se prevé que la demanda de agua se incremente en un 30%. El cultivo de productos agrícolas no alimentarios también se está expandiendo, desde los bienes tradicionales como textiles, madera y papel, hasta productos modernos como biocombustibles y “bioplásticos” para hacer frente al cambio climático y al inevitable agotamiento de los combustibles fósiles. Mandatos tales como el objetivo de la UE de que en 2020 el 10% de los combustibles para el transporte proceda de fuentes renovables aumentan la presión sobre la tierra para producir biocombustibles, siendo ésta una de las principales causas del encarecimiento de los alimentos y la inseguridad alimentaria. La escasez de tierra y la volatilidad de los precios de los alimentos en el mercado internacional han llevado a los países ricos que dependen de las importaciones de alimentos a adquirir grandes superficies de tierra en otros lugares para producir alimentos con los que satisfacer sus necesidades nacionales. Mientras que algunos inversores podrían alegar cierta experiencia en producción agrícola, muchos pueden estar comprando tierras únicamente con fines especulativos, anticipándose a un aumento de los precios en los


próximos años (lo que se conoce como “bancarización de la tierra”). El análisis realizado por el Banco Mundial en 2011 sobre 56 millones de hectáreas relacionadas con acuerdos a gran escala concluyó que no se había hecho nada con

el 80% de la tierra, lo que sugiere que una cantidad considerable de tierra está siendo “bancarizada”. Mientras todo esto ocurre, la proporción de tierra disponible para la agricultura en el mundo ha alcanzado su pico máximo. De

hecho, actualmente se está reduciendo, a medida que se pierde superficie agrícola por la urbanización y la degradación del suelo.

La seguridad sobre la tierra significa seguridad y soberanía alimentaria El acceso a la tierra resulta decisivo para los campesinos y campesinas. No tenerla los convierte en “trabajadores agrícolas sin tierra” . Muchos campesinos temen perderla y convertirse en campesinos sin tierra, porque implicaría perder la seguridad alimentaria y las oportunidades de desarrollo. Los grupos más marginados de la sociedad son los más susceptibles de sufrir el acaparamiento de tierras, y por eso, éste es un asunto crucial para los derechos humanos y la reducción de la pobreza. Esto se traduce desde el nivel micro al macro, como demostró el análisis del Banco Mundial acerca de las políticas sobre la tierra en 73 países entre 1960 y 2000. Los países que comenzaron con una distribución más equitativa de la tierra lograron tasas de crecimiento entre dos y tres veces superiores a los que tenían una distribución inicial de la tierra más desigual. Sin embargo, la equidad en el acceso y control sobre la tierra no ocupa un lugar preponderante en la agenda de quienes definen las políticas nacionales e internacionales. Para las mujeres en todo el mundo, la falta de acceso y control sobre la tierra es un factor determinante (y también un resultado) de la desigualdad de género. En Guatemala, por ejemplo, el 8% de los agricultores posee el 78% de la tierra en producción; de los pequeños propietarios que controlan la tierra restante, sólo un 8% son mujeres. En las áreas rurales, la falta de

acceso a la tierra obliga a muchas mujeres a vender su fuerza de trabajo en explotaciones que producen cultivos comerciales, donde les pagan menos que a los hombres. Las trabajadoras agrícolas además pueden sufrir violencia y acoso sexual, discriminación y devaluación de su trabajo. Las mujeres que viven en zonas rurales a menudo terminan soportando la doble carga de abastecer y cuidar del hogar cuando los hombres emigran en busca de empleo, otra consecuencia de la escasez de tierra. Las mujeres también salen desproporcionadamente peor paradas en los conflictos por la tierra, donde se enfrentan a numerosos desafíos. A una legislación discriminatoria se suma del sexismo de quienes la aplican y las mujeres no suelen tener muchas oportunidades de participar en los procesos de toma de decisiones en torno a nuevas leyes, proyectos o contratos. Además, ellas suelen tener menores ingresos (en efectivo) que los hombres, lo que reduce su capacidad de comprar tierra cuando ésta está disponible. Por si fuera poco, la violencia de género suele ser un denominador común en los conflictos por la tierra. Los datos obtenidos por las investigaciones sobre el

acaparamiento de tierras en África sugieren que las mujeres reciben un trato injusto. Para empezar, los derechos sobre la tierra de las mujeres son más inseguros y por lo tanto se convierten en un objetivo más fácil. Además, las mujeres dependen más de los usos secundarios de la tierra, que se suelen ignorar en las adquisiciones a gran escala. Por otro lado, aunque las mujeres suponen la mayoría de los productores, son los hombres quienes en la práctica controlan la tierra y los ingresos que se obtienen de ella, a pesar de que sean fruto del trabajo de la mujer. De hecho, una nueva oportunidad comercial a menudo implica que los hombres asuman el control de la tierra a expensas del acceso de las mujeres. Así, es probable que las nuevas fuentes de ingresos basadas en la tierra supongan una carga para las mujeres y por el contrario beneficien a los hombres. También es probable que la reciente competencia por la tierra entre biocombustibles y cultivos alimentarios, que está causando una menor disponibilidad de alimentos y un aumento de los precios, afecte más a las mujeres que a los hombres, ya que ellas suelen ser las responsables de alimentar a la familia.

Políticas perversas Algunas políticas nacionales e internacionales, aunque bien intencionadas, en la práctica contribuyen a socavar los Junio-julio 2012 / 69 /

derechos sobre la tierra de las comunidades locales, ofreciendo incentivos que incrementan la presión sobre la tierra o dando


“La inversión en tierras a gran escala está dañando la seguridad alimentaria, los ingresos, los medios de vida y el medio ambiente de las personas locales.” cobertura a inversiones muy perjudiciales. Con el objetivo de moderar las emisiones de carbono, Estados Unidos y la Unión Europea (entre otros) han introducido durante la pasada década medidas en relación con los biocombustibles. Estas medidas se han tomado a pesar de que la aportación de los biocombustibles a la reducción de las emisiones últimamente se está cuestionando seriamente, y que la producción de biocombustibles está cada vez más ligada al incremento de los precios de los alimentos y a la presión sobre la tierra. En efecto, la elevada demanda de biocombustibles está provocando un aumento de las inversiones perjudiciales en tierras. Otro ejemplo es el Mecanismo de Desarrollo Limpio de la ONU (MDL), uno de los instrumentos creados por el Protocolo de Kioto para facilitar el mercado del carbono. La Junta Ejecutiva del MDL ha registrado como proyecto de reducción de emisiones una instalación de biogás de la Exportadora del Atlántico en Honduras, perteneciente a Dinant, lo cual permite a la compañía vender en el mercado créditos de carbono certificados. Las aproximadamente 200.000 toneladas de créditos de reducción de emisiones que Dinant espera

realizar para 2017 le podrían reportar varios millones de dólares a la empresa. La solicitud de Dinant ante el MDL fue aceptada, a pesar de la intervención de dos grupos defensores de los derechos humanos, FIAN y CDM Watch, que documentaron desalojos violentos y violaciones de los derechos humanos en relación con el proyecto en el Valle de Bajo Aguán y a pesar de la preocupación expresada por el gobierno de Reino Unido, la Asociación de los Mercados e Inversores del Carbono y EDF Trading, que se retiró de un acuerdo para comprar Reducciones Certificadas de Emisiones (CER) del proyecto. Existen más de 2.500 tratados

de protección de las inversiones bilaterales (BIT por sus siglas en inglés) que protegen a los inversores de posibles cambios en las políticas de los gobiernos del país receptor, y que pueden limitar la capacidad de los países para regular las inversiones de forma efectiva. La posibilidad de que los inversores recusen las políticas públicas mediante procedimientos de arbitraje en virtud de los BIT debilita la capacidad de los países en desarrollo para regular su sector alimentario, sus tierras y sus recursos hídricos, así como para adoptar políticas que fomenten la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.

Cultivar la justicia La nueva demanda de materias primas agrícolas en el mercado mundial podría ofrecer oportunidades a las comunidades locales en áreas de creciente interés para los inversores. Sin embargo, en este momento suponen más un riesgo que una oportunidad para las comunidades. El equilibrio de poder debe inclinarse a favor de quienes resultan más afectados por los

acuerdos sobre la tierra. El derecho de las comunidades a conocer y decidir debe ser respetado por todas las partes involucradas. Existe un imperativo claro para actuar a diferentes niveles, tanto para garantizar que este cambio estructural se produzca como para resolver los conflictos que surjan de los tipos de acuerdos sobre la tierra que se han descrito.

Notas (1) ILC/CIRAD. Informe de síntesis en publicación acerca del Proyecto de Investigación sobre Presiones Comerciales sobre la Tierra. Las cifras en este informe se basan en una investigación en marcha realizada por el Land Matrix Partnership. Esta alianza consta de ILC, el Centre de coopération international en recherche agronomique pour le développement (Cirad), el Centre for Development and Environment (CDE) at University of Bern, GIGA de la Universidad de Hamburgo, Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) y Oxfam.

Desde 2009 han recopilado de forma sistemática información sobre adquisiciones de tierras a gran escala en todo el mundo. La base de datos comprende transacciones que conllevan una transferencia de derechos de uso, control y propiedad de la tierra mediante concesión, venta o arrendamiento, lo que implica normalmente la conversión de tierras utilizadas por pequeños propietarios o para servicios ambientales a un uso comercial a gran escala. Busca arrojar luz sobre los seis factores que contribuyen a esta carrera mundial por la tierra, principalmente la demanda de alimentos, combustibles, leña, secuestro de carbono, turismo y explotación minera. Actualmente incluye unos 2.000 acuerdos desde el año 2000 en adelante, de los cuales 1.100 se han verificado hasta la fecha con datos obtenidos de inventarios nacionales sistemáticos de acuerdos sobre tierras, basados en investigaciones llevadas a cabo en los países por diversas instituciones, junto a un creciente número de proyectos de investigación de postgrado y encargados.

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Uno lleva su cuerpo Uno lleva su cuerpo - Gustavo Quesada Vanegas ISBN 978-958-9233-13-9 Colección Los Conjurados Obra pictórica: Leonardo Rodríguez Sirtori

La poesía de Gustavo Quesada en Uno lleva su cuerpo es una reflexión serena sobre la memoria, los desastres del tiempo, la soledad, el amor y la muerte en el contexto de la violencia y la destrucción que se vive en Colombia y en el mundo. Cada palabra ha sido pesada y medida, cada dolor cuidadosamente callado. Es el lector el que debe construir el poema y traducir lo que apenas se insinúa.

ME ENCUENTRO MIDIENDO LA DISTANCIA

Gustavo Quesada Vanegas nació en Bogotá en 1947. Licenciado en Historia de Colombia y Magíster en Filosofía, profesor universitario, historiador, ensayista, poeta, narrador, periodista cultural. Ha publicado múltiples ensayos críticos de temas literarios, filosóficos, pedagógicos e históricos. Además los siguientes libros: Filosofía del Descubrimiento y la Conquista, UNAD (2000); Identidad, nación, globalidad, Opciones Pedagógicas (2000-2002); Culturas clásicas de la antigüedad, Voluntad (2003); coautor del libro, 1810: Antecedentes, desarrollo y consecuencias, Taurus (2010); y A propósito del Bicentenario, ¿Otra vez el colonialismo europeo y español?, RECALCA (2010). Ha editado tres libros de poesía: Poemas de la incoherencia (1985), Cantata de los desnacientes (1988) y Descender a la piel (1995). El “Viernes de Poesía” de la Universidad Nacional de Colombia editará a finales de este abril Sucede el mundo. Miembro de Cedetrabajo e integrante del Comité de Redacción de la revista Deslinde.

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Acudo a tu mirada Para saber cuánto me falta Todos los días la peste asola una ciudad Y mientras tanto ¿Tú cuentas las gotas de rocío En la ventana? ¿No sabes que nos están cercando Las montañas? ¿No has percibido Que estos días son más cortos? ¿No observas Las sospechas bailando en la ciudad? Continúo midiendo la distancia


fin historia …veinte años después

A propósito del de la

Por Felipe Escobar Estudió derecho en la Universidad del Rosario y filosofía y letras en la Universidad de los Andes. Desde hace varios años es el director editorial de El Áncora Editores.

Francis Fukuyama

Theodor Adorno


La ideología de los filósofos Theodor Adorno y Francis Fukuyama no podía ser más disímil. Mientras el primero proclama la posibilidad de esforzarse por construir un mundo mejor que supere las falencias del contemporáneo, el segundo sostiene que este paradigma ya se consiguió y que en tal sentido alcanzamos el fin de la historia. Contrastando dichos asertos con las realidades geopolíticas y económicas de la actualidad, Felipe Escobar analiza con una buena dosis de ironía el contrasentido de las tesis de Fukuyama y la validez del optimismo crítico de Adorno. Deslinde Theodor Adorno, el polémico filósofo y musicólogo de la Escuela de Frankfurt, amigo de Horkheimer y de Walter Benjamin, con quienes mantuvo una correspondencia que bien valdría la pena publicar de nuevo, dijo en alguna ocasión que por primera vez en la historia vivimos en un mundo en donde se nos quiere hacer creer que ya ni siquiera es posible imaginar un mundo mejor1. Sobra añadir que para él, como para todas las personas pensantes de su tiempo, vivir en un mundo así constituía una auténtica tragedia. En primer lugar porque bastaba abrir los ojos para darse cuenta de que cambiarlo de raíz era una necesidad impostergable, ya que se había convertido en un infierno para más de las tres cuartas partes de los seres humanos, y en segundo lugar porque la imposibilidad de imaginar un mundo mejor conduce inevitablemente al conformismo. If you can’t beat them, join them, como decían los yuppies de la década de 1980, cuando a la sombra del binomio de oro de la época –los gobiernos de Ronald Reagan y de Margaret Thatcher– se inició la fiebre de las reformas neoliberales que treinta años después desembocó en la crisis más profunda y

prolongada que ha sufrido la economía capitalista desde la Gran Depresión de 1929. Provisto de mayores ínfulas intelectuales, el aforismo de los yuppies sería transcrito al lenguaje académico de la ciencia política en un ensayo famoso de Francis Fukuyama, ¿El fin de la historia?, publicado por primera vez en julio de 1989, cuatro meses antes de que cayera el Muro de Berlín2. Como se sabe, la tesis central de Fukuyama iba dirigida a demostrar que la humanidad había llegado al término de su evolución ideológica. La democracia liberal de los países capitalistas de Occidente, con sus pintorescos regímenes parlamentarios, su modelo de separación de poderes, sus elecciones periódicas y su característico afán de lucro, había obtenido un triunfo indiscutible sobre sus rivales, el fascismo y el comunismo, hasta el punto de que al finalizar el siglo xx nos encontrábamos en una situación en la que ya no podíamos “representarnos a nosotros mismos un mundo esencialmente distinto y, al mismo tiempo, mejor”3. Por supuesto, la victoria de las democracias liberales venía envuelta en la victoria paralela de las fuerzas del mercado sobre la planificación estatal,

que empezó a ser considerada una antigualla jurásica. Debido a sus estrechos vínculos con la Universidad de Harvard, con la Rand Corporation y otros think-tanks cercanos al gobierno norteamericano, del que seguía siendo funcionario en el momento de escribir su ensayo, Fukuyama se convirtió de inmediato en algo así como el vocero filosófico de los ideólogos neoliberales de aquel entonces, y el colapso de la Unión Soviética en 1991 lo reafirmó en la peregrina idea de que la propiedad privada, la desregulación del comercio y las finanzas, el desmonte del Estado, el libre flujo de los capitales y la mano invisible de Adam Smith eran las llaves maestras del progreso, del desarrollo económico y del consiguiente bienestar social. Su teoría, desde luego, no descartaba la posibilidad de que en las regiones periféricas del mundo pudieran presentarse en el futuro contradicciones, conflictos y hasta enfrentamientos armados de diversa índole, atribuibles a fundamentalismos religiosos, nacionalismos hirsutos o desastres naturales. Tuvo la lucidez necesaria para advertir acerca de los peligros que en los países del Primer


Mundo significaba el hecho de haber llegado al escalón final del camino: el decaimiento de los grandes ideales que habían distinguido las “etapas heroicas” de siglos anteriores; el embrutecedor desenfreno del consumo irracional de productos y servicios suntuarios; el dominio asfixiante de las burocracias públicas y privadas en todos los aspectos de la vida humana; la banalización de la cultura y en particular del arte y la filosofía; el imperio del cálculo tecnocrático sobre los principios de la ética y de la política. Sostenía, sin embargo, que el remedio para curar los males de las sociedades contemporáneas ya se había inventado, y que después de la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial, y del comunismo al concluir la Guerra Fría, ya no había alternativas viables que fueran capaces de trascender el marco, por así decirlo, de la democracia liberal que conocemos hoy en día. A pesar de que sus planteamientos suscitaron una avalancha de críticas demoledoras en todas las vertientes políticas, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, los medios de comunicación los acogieron con un entusiasmo que no dejó de parecerle sospechoso a más de un analista. Y así, de ser un oscuro funcionario del Departamento de Estado, Fukuyama fue ascendido al rango de gurú internacional. El libro en que amplió las tesis de su ensayo, publicado en 1992 con el título bastante apocalíptico de El fin de la historia y el último hombre, se tradujo a más de veinte idiomas y vendió centenares de miles de ejemplares en los cinco continentes. A sus conferencias, por las que cobraba jugosos honorarios, asistía la flor y nata del staff ejecutivo de las grandes compañías

multinacionales. Presidentes, ministros y tecnócratas de todos los pelambres, con el apoyo de la intelectualidad cooptada de sus respectivos países, le rendían homenajes consuetudinarios. Sus ideas eran respetuosamente discutidas en –y generosamente difundidas desde– las reuniones anuales del Foro Económico Mundial de Davos. Las devastadoras consecuencias que tuvo para mucha gente la desintegración del bloque soviético, las guerras civiles de la antigua Yugoslavia, las hambrunas endémicas del Cuerno de África y las sucesivas crisis financieras de finales de la década de 1990, que afectaron sobre todo a los llamados tigres del sureste asiático, fueron mermando poco a poco su celebridad mediática, y aunque los acontecimientos que se presentaron en el primer decenio del siglo xxi demostraron más allá de cualquier duda razonable que la historia, por fortuna, no había terminado, es indiscutible que la herencia teórica de Fukuyama, por debilitada que se encuentre, continúa ejerciendo una influencia subterránea digna de tenerse en cuenta. Esta influencia se nota, volviendo al tema de Adorno, en el convencimiento generalizado que existe todavía hoy, al menos en amplísimos sectores de la clase media, acerca de que para bien o para mal vivimos en un mundo en donde imaginar un mundo mejor ya no es posible y ni siquiera deseable. ¿Para qué transitar otra vez el camino de las utopías, parece preguntarnos Fukuyama, si ya sabemos a dónde conduce? Desde los viejos tiempos de Platón, como se ha tomado el trabajo de recordárnoslo el benemérito profesor Karl Popper en varios de sus escritos, los intentos de instaurar el Cielo en la Tierra han tenido siempre un desenlace / 74 / DESLINDE No. 50

trágico4. Detrás de todo vendedor ambulante de paraísos terrenales hay un déspota en potencia, según afirma con toda la razón sir Isaiah Berlin, y los que piensan que el desenvolvimiento de la historia se rige por patrones de carácter racional están sencilla y llanamente equivocados5. Para decirlo en el lenguaje llano de uno de los personajes de Joyce, en el mejor de los casos la historia es una pesadilla de la que la humanidad ha tratado de despertar sin mucho éxito desde que guarda memoria de sí misma6, y suponer que obedece a leyes susceptibles de ser formuladas con antelación, como aquella de que el socialismo está destinado a suceder al capitalismo, no es más que una impostura ideológica. Quienes predican que la tarea de imaginar un mundo mejor está mandada a recoger afirman que los hechos, por otra parte, ya emitieron su veredicto. La economía de mercado que impera en los países ricos de Occidente demostró ser superior en todos los aspectos a la economía planificada que buscaron implantar allí donde llegaron al poder los anacrónicos regímenes de inspiración marxista, y a pesar de todos sus defectos, taras, vicios y malformaciones, se nos repite una y otra vez que la experiencia recogida desde la época de la Ilustración del siglo xviii, para no ir más lejos, confirma a los ojos de cualquier observad or desprevenido una verdad incuestionable: la de que la democracia liberal es la única forma de gobierno que permite el desarrollo armónico y equilibrado de las sociedades modernas, a las que habrá que seguir haciéndoles reformas, claro, porque las requieren con urgencia en muchos campos, pero a las que no podrá exigírseles que cambien de rumbo. En otros términos, el modo de producción capitalista llegó para quedarse;


sus leyes han adquirido el venerable status de las leyes naturales; su consagración definitiva podrá ser lo mejor y al mismo tiempo lo peor que le ha ocurrido al género humano, pero los que se empeñan en subvertirlo deberán afrontar tarde o temprano la seguridad de que fracasarán en el intento” .7 De ahí al conformismo, por razones obvias, no hay sino un paso, y entre el conformismo y la apatía, como sugieren los psicólogos, la línea divisoria suele ser muy tenue, lo que en buena parte explica por qué se pudo implementar con absoluta impunidad en todo el mundo, a lo largo y ancho de las últimas tres décadas, una política económica que desencadenó, según lo habían pronosticado numerosos comentaristas, la crisis actual de los países que hace apenas unos cuantos años se vanagloriaban de ser el modelo a seguir por excelencia. Una crisis que se inició a finales del 2007 en los Estados Unidos, cuando empezaron a estallar las primeras burbujas inmobiliarias, y cuyas repercusiones en Europa Occidental –y en el resto del planeta– continúan haciéndose sentir con una fuerza de arrastre que tiene a los banqueros de Berlín, de Londres y de Nueva York supremamente preocupados. Y no es para menos. A pesar de que el gobierno de Barak Obama, en un arranque tardío de keynesianismo a ultranza, le inyectó centenares de miles de millones de dólares a la economía norteamericana, su recuperación ha sido muchísimo más lenta, enclenque y problemática de lo que todo el mundo esperaba. El endeudamiento público y privado de los países de la zona euro asciende a cifras astronómicas. El aterrizaje forzoso de las maquilas chinas, seriamente afectadas por la contracción de la demanda europea y estadounidense,

cuelga como una espada de Damocles sobre todo el andamiaje del modelo conocido con el nombre de “socialismo de mercado” . La rebeldía de los pueblos musulmanes, que en cualquier momento puede hacer metástasis en Arabia Saudita y en los emiratos del Golfo Pérsico, sin cuyos campos petroleros resulta inconcebible la vida de hoy, amenaza con desbordarse hacia objetivos que no siempre coinciden con los intereses de Washington, como lo demuestra el resultado de las primeras elecciones legislativas que tuvieron lugar en Egipto tras la caída de la dictadura de Hosni Mubarak. La guerra de Afganistán, que terminó siendo aún más costosa que la de Irak, sigue causando su goteo cotidiano de heridos y de muertos y, de paso, drenando las finanzas del Pentágono. La situación en Irán y en Pakistán se torna cada día más explosiva, con repercusiones dramáticas en la India y en la periferia islámica de Rusia, pero lo peor de todo –o lo mejor, dependiendo del cristal con que se mire– es que en Chile,

en Israel, en Grecia, en Italia, en España, en Francia, en Gran Bretaña y en el propio corazón del imperio ha empezado a evidenciarse que el conformismo, ¡hélas!, no dura; que la apatía se puede transformar en cólera; que los pajaritos de oro que nos vendieron los discípulos de Milton Friedman resultaron ser un fiasco sangriento; que la democracia parlamentaria de la que tanto se ufanan los países desarrollados, y que tanto inspiró las elucubraciones académicas de Fukuyama, no es más que una comedia de equivocaciones cuyos verdaderos protagonistas son los grandes grupos económicos que actúan tras bambalinas; que en segmentos cada vez mayores de la población aún existe la capacidad de indignarse; que el ser humano sólo logra lo posible, como escribió alguna vez Max Weber, si busca sin cesar lo imposible8; que la historia, desde luego, está lejos de haber terminado, y que la tarea de imaginar un mundo mejor, a la que tanto contribuyó el viejo Adorno, continúa siendo un imperativo categórico de nuestro tiempo. Notas

Theodor Adorno y Max Horkheimer, Towards a New Manifesto, Verso, Londres y Nueva York, 2011, pp. 107-108. El comentario es de 1956. 2 El ensayo de Fukuyama fue publicado originalmente por la revista The National Interest en su edición del verano de 1989 (pp. 3-18). El autor desarrollaría sus argumentos en un libro posterior, The End of History and the Last Man, cuya primera edición en inglés apareció en Nueva York en 1992. 3 Op. cit., p. 46. 4 La argumentación de Popper está consignada, básicamente, en tres de sus libros: La sociedad abierta y sus enemigos, Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 1982, pp. 33 y ss., 48 y ss. y 93 y ss.; La miseria del historicismo, Alianza Editorial, Madrid, 1987, pp. 11-12,y Conjeturas y refutaciones: el desarrollo del conocimiento científico, Editorial Paidós Ibérica, Barcelona, 1989, pp. 425 y ss. 5 Ver Isaiah Berlin, Cuatro ensayos sobre la libertad, Alianza Editorial, Madrid, 1988, particularmente en dos capítulos: “Las ideas políticas del siglo XX” y “La inevitabilidad histórica”. 6 James Joyce, Ulises, Editorial Lumen, Barcelona, 1991, p. 92. 7 La idea de que el capitalismo es a la vez lo mejor y lo peor que le ha podido ocurrir a la humanidad, una idea de connotaciones esencialmente dialécticas, es de Fredric Jameson. Ver su Postmodernism or the Cultural Logic of Late Capitalism, Duke University Press, Durham, 1992, p. 47. 8 La frase completa de Max Weber, que se encuentra en el ensayo titulado “La política como vocación” (1919), es la siguiente: “Sin duda, la experiencia histórica confirma esta verdad: que el ser humano no hubiera logrado lo posible si de vez en vez no hubiera buscado sin cesar lo imposible”. Citada en Immanuel Wallerstein, Impensar las ciencias sociales, Siglo XXI Editores, México, 1998, p. 87. 1

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El proyecto genoma del

cáncer, ruta cura una hoja de

hacia su

Por Gonzalo Guevara Pardo Médico Genetista, Universidad Nacional de Colombia. Director Científico del Instituto Colombiano de Genética y Oncología Molecular, Incogem. gonzaloguevarap@hotmail.com

conalternativa.blogspot.com


En la década de los años 1950 el trabajo de Rosalind Franklin, Maurice Wilkins, James Watson y Francis Crick, permitió desentrañar la estructura de la molécula del ácido desoxirribonucleico (ADN). Los tres científicos fueron galardonados en 1962, después de la muerte de Franklin, con el premio Nobel de Medicina. Desde entonces el conocimiento de la estructura y función de esta molécula ha crecido a pasos agigantados, avance del que se han beneficiado muchas ramas de la biología y del cual se están obteniendo importantes aplicaciones tecnológicas. El Proyecto Genoma Humano ha permitido obtener valiosa información para comprender las bases moleculares de muchas de las patologías que afectan a la humanidad. Una de ellas es el cáncer, enfermedad que es padecida por millones de seres humanos y que causa una importante tasa de mortalidad anual. Es aspiración de la ciencia encontrar los tratamientos más efectivos para controlar tan terrible mal. En el artículo aquí publicado, el doctor Gonzalo Guevara Pardo explica los avances que a nivel molecular se están logrando para el tratamiento de la carcinogénesis. Deslinde

Si bien con el tratamiento actual del cáncer que involucra la cirugía, radioterapia y quimioterapia muchos pacientes se curan, ocho millones de personas mueren anualmente en el mundo por esta enfermedad, constituyendo la tercera causa de mortalidad. El cáncer es una enfermedad crónica cuya incidencia aumenta con la edad. Por esto se prevé que los actuales 12 millones de casos nuevos al año en el mundo se doblarán en los próximos veinte años. Este panorama convierte al cáncer en una verdadera epidemia y problema de salud pública que requiere de enfoques objetivos y científicos para su control. En un estado temprano, cuando la probabilidad de diseminación sistémica es baja, basta con la cirugía, combinada con la radio y quimioterapia, para curar el cáncer. Sin embargo,

una proporción importante de pacientes se manifiesta con metástasis, disminuyendo la probabilidad de cura y aun algunos casos con enfermedad localizada recaen con el tiempo sin dar mayor oportunidad de tratamiento. Para encontrar tratamientos efectivos que erradiquen el tumor es imperativo conocer las causas mecanicistas del cáncer, pero después de décadas de investigación este debate no se dirime y por el contrario tiende a incrementar su intensidad. Parte de la discusión se origina en el enfoque de cómo la salud pública intenta disminuir su incidencia mediante políticas basadas en estudios epidemiológicos que asocian factores de riesgo secundarios al estilo de vida con el cáncer. El ejemplo evidente es la asociación entre el hábito de fumar con el cáncer de

pulmón y con otros tipos de cáncer en menor medida. En consecuencia, las políticas se dirigen a penalizar a los fumadores, vendedores y en general a la industria tabacalera, con el fin de disminuir la aparición de nuevos casos de cáncer de pulmón. Sin embargo, las medidas punitivas han sido poco efectivas para controlar problemas de adicción. Además su impacto se observaría a largo plazo, sin esperar que por esta vía se pueda erradicar algún día el cáncer como enfermedad. Otro enfoque basado en la biología propone el estudio de los fenómenos moleculares y celulares del proceso carcinogenético para buscar soluciones desde el tratamiento y proyectar formas de prevención. La dificultad radica en que la palabra cáncer agrupa más de 250 enfermedades y, por consiguiente, múltiples causas. Sin embargo cierta línea


de pensamiento no descarta causas unificadas, como sería de esperar si la célula maligna se originara en una célula madre, aquélla que tiene la potencialidad de convertirse en cualquier célula especializada. Para conseguir el objetivo de disminuir la mortalidad por cáncer es necesario trabajar en varias direcciones: la detección temprana, tratamientos con intenciones de cura y recomendaciones de prevención congruentes con los mecanismos carcinogenéticos. El diagnóstico temprano requiere en lo posible identificar grupos de alto riesgo y el uso de métodos diagnósticos muy sensibles, muy específicos y poco invasivos, algo todavía lejano para todos los tipos de cáncer. La cura para los estados avanzados con las drogas

Si el secreto del cáncer está en su genoma, entonces gran parte de los esfuerzos científicos y desarrollos tecnológicos se deberían dirigir a definir estas alteraciones del genoma, los mecanismos que las producen y las consecuencias celulares que de ellas derivan.

convencionales actualmente tiene poco éxito, pero el nuevo concepto de dirigir el tratamiento a un defecto genético específico es esperanzador; la prevención con vacunas construidas por ingeniería genética tiene un gran futuro en tumores donde está involucrado un agente infeccioso, pero por el momento se encuentran restringidas a contados tumores. Para emprender acciones pragmáticas y abrir líneas de investigación en estos tres campos es necesario que se apoyen en una teoría del cáncer con el mayor soporte científico y experimental y en este sentido la denominada teoría mutacional sería la más adecuada. Esta teoría postula que la célula, por diversas acciones externas o internas, acumula una serie de daños críticos en el genoma, que la transforma de normal a una con características malignas: crecimiento incontrolado, falta de diferenciación, metástasis, desobediencia a los mecanismos de control, etc. Esta teoría se está traduciendo en realidades terapéuticas con la aparición de medicamentos desarrollados por diseño, destinados a controlar o restaurar las consecuencias de estos daños genéticos. Si el secreto del cáncer está en su genoma, entonces gran parte los esfuerzos científicos y desarrollos tecnológicos se deberían dirigir a definir estas alteraciones del genoma, los mecanismos que las producen y las consecuencias celulares que de ellas derivan. Precisamente con base en la teoría mutacional, se ha emprendido un esfuerzo mundial en cabeza del International Cancer Genome Consortium (ICCG), con el objetivo de obtener las secuencias completas de 25.000 genomas de los 50 tumores más frecuentes en el mundo. Se espera que los resultados de esta investigación / 78 / DESLINDE No. 50

fortalecerán las evidencias de la teoría mutacional del cáncer e impulsarán el desarrollo de métodos diagnósticos más precisos y de drogas más efectivas. La tecnología para secuenciar genomas completos es reciente y disponible en pocos centros de investigación, pero los escasos genomas de cáncer identificados hasta el momento asombran –por un lado– por la complejidad y diversidad de los defectos genéticos, como en el cáncer de seno, y –por otro– la simplicidad genética de algunos tumores, como el retinoblastoma (tumor maligno de la retina), donde una sola mutación (cambio en la molécula de ADN) produce desestabilización del genoma con profundas consecuencias epigenéticas, es decir, todos aquellos factores que de una u otra manera participan en el control de la expresión genética sin estar incorporados en la molécula de ADN. Parte de los resultados de este proyecto serán de acceso libre al público, como ocurrió con el Proyecto Genoma Humano, y constituirán el insumo para impulsar la investigación del cáncer en todo el mundo. Paralelamente, se adelanta otro esfuerzo denominado The Cancer Genome Atlas, auspiciado y desarrollado por el National Cancer Institute y el National Human Genome Research Institute en los Estados Unidos de Norte América, que tiene como objetivo comprender las bases moleculares del cáncer para su mejor diagnóstico, tratamiento y prevención. Convencidos de que nuestro país tiene que estar actualizado en esta vía de pensamiento, nace la iniciativa desde el sector privado denominada Proyecto Genoma del Cáncer en Colombia. Los tumores malignos poseen algunas características básicas


que finalmente son las que terminan con la vida de los pacientes, como son el crecimiento incontrolado y las metástasis. La primera es una manifestación de la inmortalidad que adquieren las células cancerosas y la segunda de su incapacidad para mantenerse restringidas al tejido que les dio origen. Otro fenómeno básico de la carcinogénesis es la angiogénesis, es decir, la creación de nuevos vasos sanguíneos alrededor del tumor que le aportan oxígeno y nutrientes y una vía para colonizar otros órganos. La identificación de los mecanismos moleculares subyacentes a estos fenómenos es la base para la búsqueda de nuevos medicamentos. Hoy se investigan más de 4.000 moléculas dirigidas a controlar estos fenómenos. Algunas se encuentran en ensayos preclínicos, pero otras ya superaron las pruebas clínicas y están disponibles en el mercado. El ejemplo más exitoso de estos adelantos corresponde a la droga denominada mesilato de imatinib, diseñada para contrarrestar la alteración genética llamada BCR-ABL, causante molecular de la leucemia mieloide crónica. Esta rara enfermedad, antes de la aparición de la droga, era mortal en la mayoría de los pacientes, pero hoy más del ochenta por ciento responden con desaparición clínica de la enfermedad y con los medicamentos de segunda generación prácticamente el ciento por ciento de los pacientes normalizan las alteraciones hematológicas. Este es un ejemplo real de cómo se puede disminuir la mortalidad vía tratamiento farmacológico;

adelgazarcondietas.com

desafortunadamente los que diseñan las políticas para controlar el cáncer no se impresionan, pues la leucemia mieloide crónica impacta poco sobre las cifras de mortalidad que los tumores más frecuentes producen. Sin embargo, como el objetivo desde el enfoque biológico-terapéutico es reproducir este ejemplo en el resto de los tumores con el mismo éxito, actualmente varias moléculas similares se están empleando para tratar el cáncer de seno, pulmón, colon y melanoma, entre otros. Las esperanzas en el futuro próximo están puestas en el Proyecto Genoma del Cáncer, que integrado con otras perspectivas a nivel molecular y con herramientas de la biología computacional, descubrirá todos los genes afectados, expresiones aberrantes del genoma y vías metabólicas alteradas, para que cada paciente reciba un Junio-julio 2012 / 79 /

Se prevé que los actuales 12 millones de casos nuevos al año en el mundo se doblarán en los próximos veinte años. tratamiento personalizado con drogas efectivas según el perfil genético de su tumor. No cabe duda de que el panorama es promisorio, que ahora, después de casi medio siglo, la investigación molecular en el cáncer comienza a rendir sus esperados frutos; entre ellos, una hoja de ruta hacia la cura de esta enfermedad.


La

nanotecnología y sus múltiples facetas

Por Lucero Álvarez Mino Física de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales. Pasante en el mundialmente famoso Centro Internacional de Física Teórica, Abdus Salam, en Trieste, Italia. Correo electrónico: lalvarezm@unal.edu.co

Imagen: portalciencia.net


Cuando en 1897 Joseph John Thomson en el Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge descubrió el electrón, echó por tierra parte de la brillante conclusión a la que siglos atrás, en la polis griega de Abdera, habían llegado Demócrito y Leucipo: la materia es de naturaleza atómica y las partículas atómicas son indivisibles. El descubrimiento del electrón demostró que los átomos son completamente divisibles. El comportamiento de la nueva forma de organización de la materia, la atómica, se reveló rebelde frente a las leyes descubiertas por Newton. En las primeras décadas del siglo XX, del portentoso árbol de la física surgía una nueva rama: la mecánica cuántica, que explica racionalmente los extraños (para el sentido común) comportamientos del átomo y sus partículas. También por esos maravillosos años, las geniales intuiciones de Albert Einstein terminaron por convertir la venerada mecánica newtoniana en un caso particular de una forma más profunda de ver el mundo: la teoría de la relatividad. Estos sólidos pilares de la nueva física abrían posibilidades increíbles de aplicaciones tecnológicas; una de ellas, la nanotecnología. El artículo de la doctora Lucero Álvarez Mino, explica las enormes posibilidades e inquietudes tecnológicas que surgen de la manipulación de la materia a escala de lo nano. Deslinde La exploración de los fenómenos naturales ha tenido diferentes motivaciones en el transcurso de la historia de la humanidad. Fenómenos devastadores como sequías, inundaciones, terremotos, se buscaban evitar mediante ofrendas a las deidades respectivas para que no se desatara su furia. Aún hoy en día, cuando la mayoría de estos fenómenos se pueden explicar con las ciencias naturales actuales, su control y previsión son un desafío. De otro lado existen otros procesos físico-químicos que el ser humano pudo controlar más fácilmente desde un principio y cuyo estudio y dominio han ido de la mano del deseo de hacer la vida de la humanidad más confortable. Así, hoy podemos comunicarnos con cualquier persona al otro lado del planeta en unos cuantos segundos e inclusive movilizarnos hasta allí en solo cuestión de horas. El mejoramiento de las condiciones de vivienda, transporte, comunicación y entretenimiento surgió como otra razón para seguir investigando la naturaleza. Y sin duda la vida es, hoy por hoy, más fácil para muchos de los habitantes del

planeta. Sin embargo, el acceso a las comodidades que ofrece la tecnología desarrollada a partir del conocimiento de la naturaleza no podría ser más dispar en el mundo actual. En particular, porque al hecho de “conocer la naturaleza” y al uso

de ese conocimiento se le ha puesto un precio. En este contexto surge una nueva tecnología: la nanotecnología. En este escrito se pretenden abordar algunos aspectos positivos y negativos de la nanotecnología que ya convive entre nosotros.

¿Qué es nanotecnología? Muchos de los aparatos electrónicos que se usan hoy en día en la vida cotidiana, desde i-pods, pasando por celulares hasta computadores, utilizan dispositivos que se conocen con el nombre genérico de chips. En los chips, hechos de materiales como el silicio, ocurren fenómenos físicos que en últimas se traducen en impulsos eléctricos y permiten que escuchemos música, hagamos llamadas, etc. La reducción del tamaño de los chips ha sido uno de los retos de la electrónica. Dispositivos más pequeños, permiten fabricar aparatos portables y con mayor capacidad de operación. Precisamente la miniaturización ha sido uno de los motores de la nanotecnología. El nanómetro es una milmillonésima parte de un metro. Para tratar de visualizar

lo que esto significa, he aquí algunas comparaciones. En la cabeza de un alfiler, que tiene 1 a 2 milímetros de tamaño, caben un millón de nanómetros. Si se toma un cabello humano, su espesor equivale a unos 10.000 nanómetros. Un nanómetro es a un metro como el diámetro de una moneda de 20 pesos es al diámetro terráqueo. La nanotecnología trabaja con objetos que no son apreciables para el ojo humano. Esto es posible gracias a desarrollos previos de la física, como microscopios, métodos de preparación de muestras con al menos una dimensión nanométrica y, en la parte teórica, el surgimiento y desarrollo de la mecánica cuántica. Entonces, la nanotecnología se podría definir, en conjunto con la


nanociencia, como aquella rama que estudia las propiedades de la materia a escala atómica pero que además es capaz de

fabricar dispositivos a partir de la manipulación de moléculas, conglomerados de moléculas y átomos.

La fascinación por una nueva física Entre los que se podrían considerar los aspectos amables de la nanotecnología, está la física de lo nano, la nanociencia. La capacidad de los científicos para poder fabricar muestras tan diminutas ha abierto la posibilidad de explorar directamente la mecánica cuántica. Aun cuando los cimientos y el desarrollo de la física y de la mecánica cuánticas se produjeron básicamente en la primera mitad del siglo XX, y aunque la comprobación de los fenómenos cuánticos también tuvo lugar por la misma época, su aplicabilidad, se puede decir, se inició con la fabricación del microscopio de tunelamiento

cuántico, en los años ochenta del siglo pasado. La construcción de dispositivos cuyos tamaños característicos están en el rango nanométrico ha permitido observar nuevos fenómenos cuánticos, por ejemplo, la magnetoresistencia gigante que se utiliza ampliamente en los lectores de discos duros de los computadores. En breves palabras, este fenómeno permite utilizar las propiedades magnéticas de los electrones para producir corrientes que pueden ser muy grandes o, por el contrario, muy pequeñas. Al tener dos valores de corriente, uno muy grande y otro muy pequeño, se puede definir

una lógica de dos valores o lógica binaria: unos y ceros. Es conocido que es a partir de este lenguaje de dos valores que funciona la mayoría de la electrónica actual. El descubrimiento de la magnetoresistencia gigante, a finales de los ochenta, les mereció el premio Nobel de Física a los científicos Peter Grünberg y Albert Fert en el año 2007. La nanotecnología permite crear verdaderos laboratorios de mecánica cuántica, donde los materiales presentan propiedades relacionadas con el tamaño, y es una oportunidad única para la física en la comprensión de la naturaleza de lo diminuto.

Otras posibilidades increíbles de la nanotecnología La capacidad de crear nanomáquinas, nano-robots y en general nano-partículas está siendo ya explorada activamente en medicina. Una de las aplicaciones es la de transportar medicamentos a lugares específicos del organismo para, de manera controlada y selectiva, atacar tejido cancerígeno o tumores. Además estos nuevos instrumentos pueden ser utilizados también en la fase de diagnóstico. Las nanopartículas han encontrado aplicación en áreas como los electrodomésticos y cosméticos. En el primer caso, una compañía lanzó hace ya

varios años una lavadora con nanopartículas de plata. En esa escala de tamaños, la plata resulta ser un germinicida muy potente. Por la misma razón, se han lanzado al mercado calcetines también con plata nanoparticulada para evitar el mal olor de los pies. En cuanto a los cosméticos, una de las aplicaciones más conocida es la de nanopartículas de dióxido de titanio en protectores solares. El óxido de titanio apantalla la radiación ultravioleta y en el tamaño que cotidianamente se ha venido utilizando es de color blanco, por eso el color blancuzco que queda después de la aplicación de la crema. Se

encontró que si se reduce el tamaño hasta nanopartículas, el dióxido aún impide el paso de los rayos ultravioleta y se hace transparente en el rango visible. Algunas compañías de cosméticos añaden por ello a diversos de sus productos nanopartículas de este óxido, pues al ser transparente se hace más atractivo para el consumidor y lo puede utilizar combinado con otros cosméticos. Sin duda, las aplicaciones mencionadas apuntan a mejorar la eficiencia de ciertos procesos. Pero, mientras se mejoran algunos aspectos... ¿surge algún peligro?

El lado oscuro de la nanotecnología El mayor atractivo de las nanopartículas y sistemas nanométricos es su tamaño. Es gracias a éste que nuevos fenómenos físicos y nuevas aplicaciones son viables. Sin

embargo, su tamaño también constituye su principal peligro. Volviendo al caso de las lavadoras con nanopartículas de plata, se ha encontrado que podrían no sólo acabar con gérmenes indeseables / 82 / DESLINDE No. 50

sino también atacar otros organismos que se encuentran en el recorrido que realiza el agua de acueducto. Recientes estudios han mostrado que nanopartículas de sólo 30 nanómetros pueden


penetrar las células de embriones de peces y causar posibles problemas de reproducción o genéticos. De hecho, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) ha ya clasificado las nanopartículas de plata en el mismo grupo de los pesticidas. Mientras a escalas manipulables a simple vista la plata es poco oxidable, cuando su tamaño se reduce se hace mucho más reactiva. Los estudios han mostrado que las nanopartículas de metales como el oro y la plata tienden a acumularse en el hígado. El nivel de peligro que esto representa está en plena discusión. Los científicos no logran ponerse de acuerdo al respecto, pues consideran que las investigaciones realizadas no son aún concluyentes. Mientras tanto, diversas compañías siguen agregando material nanoparticulado a sus productos, sin que se puedan prever las consecuencias. Otros materiales de esta nueva tecnología son los nanotubos de carbono. Su resistencia es 100 veces mayor que la del acero, sus propiedades eléctricas son únicas pudiendo, dependiendo de su estructura, ser desde conductores pobres hasta conductores excelentes. Sin embargo, sus efectos una vez que penetran aleatoriamente un organismo, por ejemplo a través de la piel o por vía respiratoria, son impredecibles. En el caso de los humanos, las membranas que recubren órganos, como la pleura de los pulmones, sufrieron un desarrollo que impide que partículas finas, como aquellas liberadas por volcanes en erupción, las traspasen. Sin embargo, la pleura no ha evolucionado para contrarrestar las nanopartículas y éstas se podrían acumular en los alvéolos pulmonares y de allí pasar fácilmente al torrente sanguíneo. Así, el uso de la nanotecnología está envuelto en un mar de incógnitas. Mientras algunos alegan que sus productos no parecen causar daño, otros

miembros de la comunidad científica y de diversas ONG señalan que sería preferible aplicar el principio de precaución. Este principio indica que antes de popularizar el uso de un nuevo producto o tecnología que pueda representar algún peligro para el medio ambiente y por ende para la vida, se deben tomar medidas preventivas, tal vez demorar la masificación de su uso. Lo que dificulta la aplicación de este principio, es que con la nanotecnología y sus derivados ha ocurrido lo mismo que con otras tecnologías: existen empresas que han ya invertido recursos en investigación y venta de productos, que llevan una ventaja comercial sobre otras compañías y no parecen por tanto muy dispuestas a aplicar el principio de precaución. Más aún, investigaciones recientes muestran que la legislación sobre el uso de los nanoproductos está

bastante relegada con respecto a la comercialización de los mismos. Y también como ha sucedido anteriormente, ciertas naciones se han puesto a la delantera de los desarrollos, aplicaciones y venta de la nanotecnología; en algunos casos creando necesidades que si se miran con cuidado, no son prioritarias para la sobrevivencia de la humanidad (calcetines con nanopartículas) pero que sí pueden estar generando problemas de salud y hasta sociales. En este punto vale la pena mencionar los dineros invertidos en nanotecnología en diversos países. Para 2011, el gobierno de Obama destinó 1.800 millones de dólares, mientras la Unión Europea a través de su último programa Marco (20072013) destina 3.500 millones de euros. El presupuesto de Brasil para nanotecnología fue de 44 millones de dólares en el año 2009.

Reflexión a manera de epílogo Sin duda las nuevas oportunidades que abren la nanotecnología y todos sus productos (nano-partículas, nano-robots, nano-máquinas) son únicas desde el punto de vista de la física, pues son verdaderos laboratorios de mecánica cuántica. Pero además, por las propiedades que manifiesta la materia en esta escala de tamaños son también únicas sus aplicaciones en medicina, ingeniería, etc. Desafortunadamente, mucho de este desarrollo y puesta en uso se ha hecho de espaldas a la sociedad civil, cuyos miembros son vistos básicamente como consumidores pasivos. Esto podría conllevar a que ciertas compañías monopolicen no sólo la producción derivada de la nanotecnología, sino el conocimiento mismo, con el peligro de que por temor a pérdidas monetarias se introduzcan en la cadena de consumo productos que pueden en el corto y mediano plazo revelarse nocivos para la salud Junio-julio 2012 / 83 /

humana y en general para la vida. Sobre las potencialidades de la nanotecnología, Rodney Brooks, quien fuera director del laboratorio de inteligencia artificial del MIT de 2003 a 2007, manifiesta: “Nuestra meta para los próximos treinta años es tener un control tan exquisito sobre la genética de los sistemas vivos que en vez de sembrar un árbol, cortarlo, y fabricar una mesa con él, seamos capaces de hacer que la mesa crezca directamente.” Cabría preguntarse, ¿es este control el que requiere la humanidad? ¿Quién o quiénes poseerán ese control? ¿Qué transformaciones en la vida del planeta se pueden desencadenar? Un debate abierto y amplio sobre la nanotecnología y sus aplicaciones podría ayudarnos, como especie, a decidir cuál es el camino a seguir.


CEDETRABAJO El Centro de Estudios del Trabajo, CEDETRABAJO, es una entidad sin ánimo de lucro fundada en 1979, que agrupa a profesionales de diversas áreas que ponen sus conocimientos al servicio de la defensa del trabajo, la producción y la soberanía colombiana, la búsqueda del bienestar de la población, la lucha por la democracia política y la promoción de la investigación científica. En cumplimiento de estos propósitos, CEDETRABAJO realiza múltiples investigaciones en diferentes áreas del conocimiento, muchas de las cuales se publican en su revista institucional DESLINDE. Así mismo, CEDETRABAJO asesora a universidades, centros de investigación, asociaciones gremiales, comunitarias, campesinas, municipios y sindicatos, y organiza seminarios, foros y cursos de diversa temática.

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1. Con Francisco Mosquera 2. Con Felipe Escobar 3. Con David Jiménez 4. Con Carlos Naranjo 5. Arévalo con bandera

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Ho m e n a j e a Gu illermo Alber to Arévalo Juan Manuel Roca, Carmen Escobar, Santiago Espinosa, Carlos E. Naranjo Q.


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Despedida fraternal a Guillermo Alberto Arévalo (1947 - 2011)

Carlos Naranjo El compañero y amigo que hoy regresamos a la tierra fue un ser especial, pues su mente estuvo puesta siempre en los más altos ideales del ser humano: la cultura y la política, la política en el buen sentido de la palabra. Desde niño se bebía los clásicos de la literatura. Nada escapaba a su insaciable sed de lector: poesía, novelas, ensayos, teatro, cuentos, y ellos le fueron dando la base para hacer bien lo que llegó a ser en su vida: escritor serio y ameno, académico de gran reconocimiento, crítico literario profundo y ágil, y periodista al servicio de los trabajadores y de la nación. De lo mucho que escribió bien vale la pena destacar su magnífico ensayo crítico sobre la obra de Luis Carlos López, el gran ‘tuerto’ cartagenero, con su “poética de la ironía”, y las crónicas que para nuestro periódico, su periódico Tribuna Roja, escribió por solicitud expresa del dirigente del Moir, Francisco Mosquera, su amigo y jefe de toda la vida. En ellas, Guillermo Alberto nos contó la situación y las gestas de los que poco o nada tienen y denunció sin tapujos a los causantes de esas penurias, quienes han vivido empotrados en el poder para beneficio de unos pocos nacionales y extranjeros. Nos contó sobre la existencia de “Un ejército de cien mil proletarios” en los cañaduzales del Valle del Cauca; de “55 años de lucha antiimperialista” de los obreros del petróleo; de que “Los trabajadores del oro sólo poseen su miseria”, y que los ferroviarios fueron “Fogoneros del progreso, fogoneros de la historia, fogoneros de la revolución”. En esas crónicas encontramos al Guillermo Alberto conocedor directo de los problemas, al científico social que los desmenuza y al luchador que trata de transformarlos en fuerza para la emancipación. Cuando Francisco Mosquera murió, en agosto de 1994, Guillermo Alberto llenó su pluma de dolor pero también de sabiduría para hacerle su mejor homenaje al dirigente fallecido. En su “Semblanza del inolvidable fundador del Moir”, Guillermo Alberto nos resumió en cuatro páginas de Tribuna Roja lo mejor del pensamiento, las orientaciones y experiencias de Mosquera y “su lúcida visión de la realidad colombiana, sus aciertos tácticos y su fraternal tratamiento hacia todo aquel que dejase asomar así fuese una mínima simpatía por la causa del proletariado”. Guillermo Alberto acompañó de cerca a Mosquera en su tarea de “formar un grupo de periodistas que

cubrieran para las páginas de nuestra prensa la vida, la historia y los combates” de los colombianos, con “un estilo periodístico caracterizado por el rigor que siempre mantuvo Pacho en todos los campos”, como lo escribió el mismo Guillermo en la Semblanza de Mosquera. Con sus artículos en Tribuna, Guillermo Alberto estuvo también en primera línea difundiendo las posiciones del Moir, elaboradas inicialmente por Mosquera y desarrolladas posteriormente por Héctor Valencia, en las que se denuncian y se combaten la apertura económica y la política neoliberal, que no tienen otro objetivo “que procurar el máximo beneficio para los intereses de las multinacionales yanquis y para sumir a los países sometidos a su órbita neocolonial en una mayor miseria... a la explotación aún mayor de la mano de obra, a la ruina de la industria y la agricultura”. Después de años de luchas y desvelos, a Guillermo Alberto podemos repetirle hoy la frase de Mosquera con la que cierra su Semblanza: “Te sucedió lo que les acontece a los revolucionarios de verdad, que la vida no les alcanza para culminar cuanto aspiran, no sólo porque cuando logran una meta se proponen una y otra y otra, sino porque la revolución contemporánea será la hazaña de muchas pero muchas generaciones”. En los últimos años, ya aquejado por varios problemas de salud, Guillermo Alberto se mantuvo atento al desarrollo de las distintas tareas del Moir: fue colaborador permanente de la revista Deslinde y de los Jueves de Deslinde participó en la fundación del Polo Democrático Alternativo, trabajó en sus campañas políticas, apoyó a sus candidatos. Siempre leal a su única organización, el Moir, Guillermo Alberto pidió expresamente que al fallecer su ataúd fuera envuelto en su bandera. Con inmenso afecto y orgullo cumplimos su voluntad. A nombre de la militancia, del Comité Ejecutivo Central, de Gustavo Triana –su secretario general–, de Jorge Enrique Robledo y Aurelio Suárez –nuestros principales voceros públicos y compañeros de Guillermo Alberto desde los lejanos días de estudio y de lucha en la Universidad de los Andes–, lo mismo que de nuestros amigos aquí presentes, les expreso las más sentidas condolencias a doña Consuelo, su señora madre, a Gloria, su abnegada compañera, a sus hijos Catalina y Miguel, a sus hermanos y familiares, y le doy el postrer adiós a Guillermo Alberto. Bogotá, diciembre 21 de 2011

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En Memoria de Guillermo Alberto Arévalo David Jiménez ¿Cómo ser, al mismo tiempo, un crítico literario y un militante partidista? ¿Cómo ser un hombre de profundas e indeclinables convicciones de izquierda y un profesor de literatura que distingue –y enseña a sus alumnos a distinguir– entre valor estético y valor político? ¿Cómo aunar todo eso y, al mismo tiempo, ser un poeta intimista y solitario? ¿Cómo hacer compatibles, por ejemplo, la pasión crítica y la pasión política? ¿La poesía y la militancia de partido? Podría decirse que Guillermo Alberto Arévalo nunca encontró la mutua exclusión entre estos supuestos contrarios. Él fue un crítico literario militante y un profesor igualmente militante, si por tal se entiende no el sectario que convierte cada frase en una consigna de su secta, sino el que sabe que en el trasfondo del texto que escribe o del curso que enseña siempre brillarán, implícitos, los principios y valores más universales por los que lucha en todos los frentes, sin descartar hacerlos explícitos cuantas veces lo considere conveniente. Tal vez por paradojas de la edad, Arévalo, que en su juventud había intentado ser un poeta políticamente comprometido, camino en el cual no hizo un largo recorrido, fue en sus últimos años un sorprendente poeta de la subjetividad reconcentrada, logro notable alcanzado con los 23 poemas de su libro de versos Hay un grito escondido, publicado en 2003. Cinco años después publicó otro, Habanera, igualmente íntimo. Ser profesor de literatura se volvió cada vez más problemático para la generación que comenzó su carrera académica en los setenta. Arévalo se inició como un joven profesor muy bien preparado en su campo, muy aguerrido en la lucha política universitaria, y lleno de ideas e ideales que fueron el fundamento de su docencia. Comenzó a escribir y publicar muy temprano. Sus dos libros más conocidos en el ámbito de la crítica académica, el titulado César Vallejo, poesía en la historia, y el que recopila la Obra Poética de Luis Carlos López acompañada de un largo prólogo, de aproximadamente cien páginas –lo más polémico y lo más debatido que publicó–, fueron escritos antes de cumplir los treinta años. La universidad pública era entonces el lugar adecuado para hacer una vida de docente-escritor, sin perder la autonomía propia de quien se responsabiliza por lo que escribe y lo que enseña. Se suponía que la universidad era eso: la patria de las pasiones intelectuales, disciplinadas por la cultura de las humanidades y de las ciencias sociales. Y la finalidad de la docencia salía de ahí: comunicar la pasión

por el conocimiento y el ideal de la reflexión autónoma, ilustrada por la lectura crítica de los textos clásicos en las distintas áreas del saber. Enfrentar la reciente idea de universidad y sus transformaciones en el primer decenio del nuevo siglo no fue tarea fácil para los veteranos de la lucha de clases, como Arévalo. No fue solo ser testigo de cómo el Estado iba renunciando a su deber de financiar la educación pública y cómo lo público se privatizaba y degradaba cada vez más, ni fue solo la evidencia de que los métodos y fines empresariales comenzaban a primar sobre los métodos y fines académicos, hasta subordinarlos y envilecerlos, sino también contemplar el triste espectáculo del profesor que debe hacer publicidad a sus cursos para reclutar estudiantes, única forma de sobrevivir en un medio en el que la competencia mercantil por resultados cuantitativos se ha convertido en la única ley, cuya consecuencia inevitable es un mercado de cursos que compiten por el éxito con ofertas ligeras, de frívolas modas y jergas académicas, en las que el profesor viene a ser la estrella pop de la escena. Las dos palabras clave de la universidad de los setenta, autonomía y crítica, se cambiaron luego por competitividad y recorte de gastos. No pocas de las depresiones del final de su vida las debió Guillermo Alberto a esta situación de la universidad y a tener que sufrir a algunos de sus colegas, incluso excombatientes de mejores causas, que ejercían y ejercen como lugartenientes de tales políticas y las aplican con celo como si se tratara de fórmulas salvadoras. El ejercicio de la crítica literaria fue, para él, hasta cierto punto una extensión de la cátedra. No sería disminuir su valor afirmar que es, con frecuencia, crítica didáctica y comparte los mismos fines de la docencia. Los profesores escribimos ante todo para nuestros alumnos, afirmó alguna vez. Arévalo era un interlocutor de sus estudiantes, intelectualmente muy generoso con ellos por fuera de la clase, y estaba dispuesto –como muy pocos– a prologar o reseñar los libros primerizos de sus alumnos. Los fundamentos teóricos de sus escritos, igual que de sus clases, se asentaban en el pensamiento marxista, en especial en las obras teóricas y en los ensayos analíticos de Georg Lukács. De él tomó, ante todo, la categoría a la vez estética y política de realismo. Y armado con ella emprendió su primer trabajo de envergadura: el prólogo a la obra poética de Luis Carlos López. Arévalo sostiene, sin rodeos y sin atenuantes, no solo que la poesía del

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‘Tuerto’ López es realista sino que de ahí proviene todo su valor estético. Y a partir de lo anterior, argumenta que “la obra de López es revolucionaria porque es realista”. La polémica no tardó en desatarse. Por primera vez un crítico literario colombiano se atrevía a hablar de poesía con terminología marxista. Pero el joven crítico sabía exactamente de qué hablaba y precisó los significados de sus términos. Por “realista” entendía esa clase de arte que no se limita a observar la superficie de la realidad, lo meramente contingente, y a reproducirla en su minucia por medios artísticos, sino aquel que produce una imagen de lo real-concreto, una forma artística en la que se unifican lo aparente y lo esencial, las grandes contradicciones históricas que dinamizan los procesos de cambio en un momento histórico determinado, representadas en síntesis indisoluble con el mundo cotidiano y cambiante. Arévalo polemizó en defensa de esta concepción estética que significó para él, ni más ni menos, la convicción de que el arte es conocimiento de la realidad y no entretenimiento de gentes ociosas. Nunca abandonó esta posición cuyas implicaciones son a la par estéticas y políticas, ni se intimidó por el dudoso argumento de que ya había pasado de moda. La complementó, en cambio, con una nómina de teóricos que incluía a Brecht, a Sartre y a Bajtín, entre otros. Lo que sí hizo, con el pasar de los años y el buen criterio que le dejó la experiencia acumulada en la cátedra y la escritura, fue ir despojando su vocabulario crítico de toda jerga teórica, marxista o de otro tipo. Arévalo fue un escritor eminentemente legible, aun en sus textos más académicos, así como fue un expositor claro y didáctico como el que más en clases y conferencias. Eso formó parte de su cortesía con los alumnos y de sus buenas maneras de intelectual. En sus tiempos de estudiante en la universidad de los Andes publicó Guillermo Alberto un tomito de poemas titulado Andamos formando un amanecer. Era la poesía política de la época, muy preocupada por el mensaje y poco por el cuidado en la dicción poética. La edición fue hecha por un grupo de estudiantes, con todas las limitaciones que imponían las circunstancias, y nunca circuló entre un público más amplio. Tres decenios se tardó en publicar un segundo volumen, Hay un grito escondido, esta vez de poesía lírica, intimista, con un lenguaje muy cercano a lo coloquial, pero de un esmero admirable por la precisión de la palabra y la nitidez de la imagen. No desapareció de su poesía la preocupación política. Lo

que desapareció fue la demagogia de la poesía política. En versos de implacable autoconfesión, Arévalo dejó el testimonio poético de sus vivencias en clínicas y casas de reposo, de sus dolores físicos y de sus tormentos interiores. Habló de sí mismo y habló de otros que compartían sus males, con la comprensión de quien los sufre y los convierte luego en reflexión y material poético. Encontrar un libro equiparable en la poesía colombiana actual, con esa intensidad en la expresión y esa hondura en el pensar y en el sentir, sería casi imposible. Ese tomito de setenta páginas deja al lector sumido en la paradoja de la poesía más auténtica: abrumado por la experiencia de un hombre que ha visitado mundos, reales y mentales, que los demás ni vislumbramos, y exaltado de goce por la dura belleza de las palabras. Hay un poema en este libro, una miniatura en la que aparece la imagen de un copetón, un piaf, dice el autor, que el poeta ve por la ventana de su cuarto, probablemente en una de tantas clínicas que conoció. El copetón se entretiene con dos palitos, como si estuviera en combate con ellos: uno es de paleta chupada, el otro es un gajo quebrado de rosal. Es el amanecer, por la ventana entra la luz y la confusa sinfonía de los trinos, saludos al día o ecos quizá de alguna discusión indescifrable. La mirada del poeta sigue embebida en la contemplación del “piaf ” y su lucha con los palitos. Como ha llovido, el copetón resbala a cada rato sobre uno u otro. Parece un esquiador alpino, piensa el poeta. ¿Qué significará todo esto? ¿Qué le querrán decir el copetón y el amanecer, los trinos y los dos palitos? El poema ensaya una explicación en diez palabras: con los palitos, el piaf se está haciendo unas muletas. Apoyado en ellas, su alma se echará a volar. La condensación de la escena es una maravilla. Lo más pequeño convertido en alegoría: piaf significa gorrión y es el nombre que eligió para sí misma la cantante francesa cuya alma caminaba en muletas pero volaba y trinaba como sus homónimos. El poeta se sentía parte de esa familia, los piaf, y veía a su compañero de madrugada prepararse para el vuelo. Sin consignas, sin mencionar la palabra siquiera, es el poema de la esperanza. Y la esperanza del poeta, y de todo hombre, quizá, así sea profesor y crítico literario, es volar y cantar, aunque en tierra necesite dos muletas: una de paleta chupada y la otra de rosal.

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Bogotá, 2001


Dos anécdotas de Tribuna Roja Gabriel Fonnegra

Tribuna Roja tuvo una época en que llegó a juntar por lo menos a veinticinco periodistas. El redactor estrella era sin duda Guillermo Alberto Arévalo. Por allá hacia1978, el comité se reunía con bastante frecuencia a dar lectura a los artículos, desde el editorial hasta las crónicas. Con furor cervantesco casi rayano en el sadismo, la mesa entraba a saco sobre cada renglón y cada párrafo, rasando las cuartillas con agudo estilete hasta dejarlas como un mapa. La homérica hecatombe solía sazonarse con mordaces apuntes que provocaban risotadas. El más sañudo, ¿sí hará falta decirlo?, era Mosquera. A tal extremo llegaba la sevicia, que cada víctima se sentaba a la mesa abroquelado con escudo, morrión y cota de malla.

Sucedió que a Guillermo Alberto, cierta vez, se le asignó como tarea redactar una crónica sobre algún tema del momento. Fue a entregarla en persona, pero se anticipó a exigir: —Vea Pacho, deje primero que le explique. En esta crónica hay sólo dos cositas que no pueden cambiarse. —Pero, chato, ni más faltaba. ¿Cuáles serían? —El contenido y la forma. Arévalo era un hombre de pluma fina, aunque tal vez un poco lenta. Pacho Mosquera no dejaba de acosijarlo siempre que lo veía. —Y qué, chato barato, ¿ya tienes listo el reportaje? —Sí, Pacho, ya está listo. No me falta sino escribirlo.

Hugo Barti

Están los libros. Los libros de los poetas. Y los otros, de los que surge un sentir más allá de la inicial sensibilidad. Esos libros que comprueban que “nada hay en la mente que no haya pasado primero por los sentidos”. Fueron sumados uno a uno, lectura tras lectura. La frecuencia de los dedos y la de la vista, demorada y fascinada, se delata ahí. Un goce insaciable por lo desconocido de lo ya conocido, en esa intimidad de la admiración que se llama relectura. Esos libros están ahí. Están los versos de los poetas que encomió. Sólo falta Arévalo.

In memoriam Felipe Escobar La última vez que hablé con él fue a principios de diciembre del año pasado. Me llamó por teléfono para contarme que la Universidad Pedagógica, donde enseñó durante tantos años, iba a publicar una antología de sus ensayos literarios en la que quería incluir el texto que yo le había pedido que escribiera para nuestra última edición de la Poesía completa de Luis Carlos López, un poeta al que Guillermo Alberto supo valorar —analizar a fondo— desde sus épocas de estudiante universitario. Estuvimos conversando un rato acerca de un proyecto de novela que tenía bastante adelantada y que se proponía terminar en el transcurso de este año, y al despedirnos le pregunté que a quién pensaba dedicarle su antología

de ensayos literarios. “A los intelectuales que no se dejan cooptar,”me dijo. “A los que siguen firmes”. Algunos días después, cuando me enteré de que había muerto, me acordé de sus palabras, unas palabras que en buena parte reflejan lo que fue su vida. Porque Guillermo Alberto, efectivamente, nunca se dejó cooptar. Jamás perdió su independencia crítica. De manera persistente y sistemática se negó a hipotecar la validez de sus principios, y estoy seguro de que se mantuvo “firme”, a pesar de todos sus problemas de salud, hasta el último día de su existencia. ¡Paz en su tumba!

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Incitación a Balzac (Fragmento)*

Nuevas perspectivas novelísticas Guillermo Alberto Arévalo

Más allá de los logros estilísticos de sus contemporáneos, Balzac logra fundar una escuela narrativa. No será tan “poético”, tan “bello”. Este ha sido un más que centenario debate sobre su obra. Pero su reino es la realidad. Como dice, “En la realidad, nadie conoce la totalidad de una persona en el primer encuentro con ella. A menudo es preciso sumergirse en bastantes confidencias, recoger testimonios dispersos, observar gestos y actitudes en circunstancias y medios diferentes, antes de tener la impresión de conocer a alguien” (Riegert, 1992, p.53).

ba tarde para esperarlo. Es exactamente lo que hace en Papá Goriot donde, junto con Rastignac, es la última en salir de la fiesta. Esta escena de nuestra novela hace que las dos obras se entrelacen, se expliquen y se enriquezcan mutuamente, desde puntos de vista diferentes. Y es que el panorama del lector imaginativo se alarga. “Entraré a un convento”, dice la duquesa en nuestra novela. No serán palabras vanas, para el lector de Balzac, pues ella se retirará, finalmente, a un convento en España, donde morirá como “hermana de Santa Teresa”.

Biógrafos relatan que espiaba tras puertas y ventanas conversaciones ajenas, que robaba cartas íntimas, que recogía en cafés y bares los chismes que circulaban. Tal cual sucede en La Comedia Humana. Balzac no suele darnos visiones integrales de sus personajes; los presenta desordenadamente, a menudo por pequeños fragmentos, y es a los lectores a quienes nos corresponde reconstruir el conjunto. Veamos un ejemplo en Papá Goriot: durante el baile de despedida de madame de Beauséant, Antoinette de Langeais le dice a su amiga que las une la misma pena:

Lo mismo sucede con madame de Beauséant cuando, en La mujer abandonada, aparece en una situación bien diferente que en Papá Goriot; en Normandía, donde reencuentra y vuelve a perder el amor. Lugar, clima, edad, condiciones, cambian. Pero continúa y completa su historia. Para ambas “grandes damas”, pues, el ambiente no termina en Papá Goriot. Salen de París, enfrentan otras circunstancias, reaparecen, evolucionan. Como sucede con Rastignac o con Vautrin en tantas novelas. Esta obra inicial los prolonga a todos en espacios y edades, extiende su sombra sobre otras de las que componen La Comedia Humana.

Un mismo dolor ha reunido nuestras almas y no sé cuál de nosotras será más desgraciada. Monsieur de Montriveau no estaba aquí esta noche, ¿comprende usted? Quien nos haya visto aquí esta noche durante el baile, Clara, no nos olvidará jamás. Yo, por mi parte, hago un último esfuerzo. Si fracaso, entraré a un convento. Y usted, ¿a dónde va?

Sabemos que, aquí, Balzac retrata la decadencia de la nobleza. Esa que tanto quería y a la que anheló pertenecer. En un simple diálogo, apenas en una frase. Expresa toda su decepción, su nostalgia del poder, su impotencia ante las nuevas realidades sociales, al ascenso de la burguesía. Sabemos que el general, “simple como un niño”, quien había dirigido a Rastignac a su primer baile donde la vizcondesa, la hace sufrir por no llegar a tiempo. Pero si leemos La Comedia Humana en su conjunto, en la novela La duquesa de Langeais, que nos cuenta acerca de los amores de Montriveau y la gran dama, sabremos entonces que la duquesa, contrariando sus costumbres, lo busca con insistencia, y que se retira-

Es esto lo que produce la impresión de una permanencia dramática del discurso narrativo, continua e ininterrumpida, que, como dice el crítico Maurice Bardeche (cit. por Riegert, 1992): “Los personajes de Balzac tienen una especie de relieve perceptible obtenido por la yuxtaposición de muchos retratos de cada uno, tomados en diferentes épocas de subida, [lo que]… forma al final una “imagen virtual” que no existe en ninguno de los retratos particulares y que constituyen la verdadera imagen del personaje”. Tales figuras, que se nos presentan una y otra vez a lo largo de las novelas, circulan de libro en libro y relacionan las novelas con la totalidad. El procedimiento le brinda también coherencia y unidad al conjunto de La Comedia Humana.

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* Del libro inédito del mismo nombre y de fines pedagógicos.


Arévalo con la estatua de Balzac esculpida por Rodin

Cien años de Vientos del Pueblo* Centenario del nacimiento de Miguel Hernández (Fragmento)

Guillermo Alberto Arévalo Dedicado a Miguel Arévalo Fonseca, mi hijo

[…] Hernández fue capturado por el régimen franquista cuando intentaba huir hacia Portugal, en Rosal de la Frontera; inicialmente condenado a muerte, se le condonó esta pena por prisión perpetua, lo cual equivalió a prolongar su agonía. Solamente por un breve periodo le fue permitido visitar a su familia en Orihuela. En el primer libro mencionado [El hombre acecha], ya con la seguridad de la derrota de su causa en la guerra, se ocupa de los muertos, los heridos, la lejanía de sus seres queridos, y nuevos cantos ideológicos. En ellos reafirma la esperanza, como veremos en un par de fragmentos:

Y “Canción última” reza:

“Canción primera” dice, por ejemplo: El animal que canta: el animal que puede llorar y echar raíces, rememoró sus garras. […] Hoy el amor es muerte y el hombre acecha al hombre.

Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. […] Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su inmensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza.

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Tras de esta imagen de la “garra suave” hay dialéctica, pero también inmensa ternura. Como afirma el británico Gerald Brown (Historia de la poesía española): “Hasta los poemas más sencillos que escribió en la cárcel, son mucho menos descuidados y espontáneos de lo que algunos comentaristas quisieran hacernos creer… Sigue trabajando la metáfora y el símbolo… Lo nuevo, y lo que de hecho hizo que su poesía tuviera tanta influencia después de la guerra, es el hecho de que sus procedimientos poéticos […] son inseparables de sus sentimientos de una manera como no se había visto en la poesía desde Bécquer”. Hernández, en “El toro de España”, poema emblemático de centenarias tradiciones de su patria, entre estrofa y estrofa insta al noble animal con exhortaciones como “levántate”, “despiértate”, “esgrímete”, “desencadénate”, “yérguete”, “víbrate”, “revuélvete”, “truénate”, “abalánzate”, “atorbellínate”, “sálvate”. Este libro contiene además poemas de exaltación a la Unión Soviética y al desarrollo que propiciaba entonces su proletariado, cantos a los combatientes y a los últimos bastiones de la resistencia, además de un llamado a los poetas, muchos con nombre propio, donde espera: Veré si hablamos luego con la verdad del agua que aclara el labio de los que han mentido.

En una “Carta” nos llama reiteradamente, con los mismos versos, a recordarlo, que es lo que precisamente estamos haciendo hoy: Aunque bajo la tierra mi amante cuerpo esté, escríbeme a la tierra que yo te escribiré. Y en “Las cárceles” afirma: Las cárceles arrastran por la humedad del mundo, van por la tenebrosa vía de los juzgados; buscan a un hombre, buscan a un pueblo, lo persiguen, lo absorben, se lo tragan. […] Un hombre aguarda dentro de un pozo sin remedio, tenso, conmocionado, con la oreja aplicada. Porque un pueblo ha gritado ¡libertad!, vuela el cielo. Y las cárceles vuelan.

En “El hambre” dice: Tened presente el hambre: recordad su pasado turbio de capataces que pagaban en plomo. […] El hambre es el primero de los conocimientos: tener hambre es la cosa primera que se aprende. […] Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente. Yo, animal familiar, con esta sangre obrera os doy la humanidad que mi canción presiente.

Hasta Luis Cernuda, tan escéptico y hasta despectivo en sus notas críticas acerca de sus contemporáneos [Estudios sobre poesía española contemporánea], si bien dice que Hernández “tiene los dones primarios que indican al poeta pero no al artista”, también afirma: “la pasión avasalla sus versos, los contagia al lector, haciéndole disculpar sus defectos; porque su juventud truncada, dolida y entusiasta, añade ahí algo humano al valor poético, situándolo en un claroscuro dramático”. […]

Dibujo de Miguel Arévalo

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Jairo Aníbal Niño, trabajador del teatro colombiano Guillermo Alberto Arévalo

[…] las clases populares y a vincularse con ellas como la más rica y viva fuente de creación artística. Como lo dice Niño: “El arte está profundamente emparentado con la vida […]. Es imprescindible que el dramaturgo esté en relación con la vida de su sociedad, en el ojo del ciclón”. Y en virtud de esta nueva actitud, surgen las más recientes obras de Jairo Aníbal: Los inquilinos de la ira, El rescate, El sol subterráneo y La madriguera, escritas entre 1975 y 1977. De ellas se destacan Los inquilinos y El sol, sobre las cuales es importante detenerse. Los destechados de Colombia, armados de su miseria y de “su indignación, invaden a diario, y cada vez con mayor decisión, terrenos de campos, grandes capitales, ciudades intermedias y poblaciones. Una vez en el lugar que audazmente han conquistado, deben resistir a los intentos de desalojo que sistemáticamente realizan contra ellos el ejército o la policía, al servicio permanente de los explotadores. A veces logran quedarse, otras veces son lanzados y deben volver a invadir. Casi siempre, en las filas del pueblo hay muertos y heridos. Alrededor de esta larga y fiera batalla de nuestro pueblo gira Los inquilinos de la ira. Según su autor, “La obra surge como resultado de una actitud de aprender del pueblo. Los temas y los personajes no nacen aisladamente en la cabeza del autor, son resultado de una búsqueda común. La obra es inspirada por los hechos de diciembre de 1974, cuando los habitantes de Puerto Asís protagonizan una heroica epopeya. En su lucha por la tierra y por el techo, son masacrados por la fuerza pública. Es entonces cuando montan a sus muertos en una carreta y con su coraje y con su ira se toman el pueblo”. Sin embargo, muchas de las características de la obra sugieren más bien de una invasión ocurrida en alguna gran ciudad. Y es que Jairo Aníbal no plasma los hechos de manera documental ni naturalista. Parte de un hecho particular, de un gesto heroico de los muchos que día tras día hacen la historia de la lucha popular, y al mismo tiempo bebe del espíritu de los levantamientos de muchos otros lugares. De aquellos lugares donde, según él mismo, “toda una comunidad de explotados, desde pescadores agobiados por los ríos de la miseria hasta amas de casa humildes y sencillas, cansadas de esperar al lado de sus hombres, se toman las calles porque entienden

que es allí donde tienen que estar en esos momentos, y luchan, y ponen sus muertos pero también ponen su abnegación, su heroísmo y su ejemplo”. La primera parte de Los inquilinos nos presenta la fase previa a la invasión: las circunstancias que fuerzan a cinco familias a tomarse el derecho a la vivienda. Allí aparecen el conductor de bus, que sobrevive a la “guerra del centavo”, casado y con dos hijos pequeños; el anciano maestro jubilado, al que en el pequeño coche del bebé que nunca tuvo le caben todas las pertenencias de él y de su mujer; el artesano que cuida de su hermana ciega; el joven desempleado y su novia, empezando la vida llenos de sueños; la familia entera de un zorrero, que gira alrededor de la abuela, esperanzada en el primer pedacito de tierra y techo de toda su larga vida, plena de recuerdos y objetos de baúl que, sin discusión, deben ser transportados hasta el nuevo barrio, y el militante revolucionario, abnegadamente vinculado a la batalla de su pueblo. Cada escena de la marcha hacia el lugar de reunión va acrecentando la tensión dramática, y simultáneamente revela las características de los personajes: el artesano malhumorado, el desempleado humorista, el maestro romántico, el zorrero pragmático, su hija frívola. Todos ellos se unifican en la escena de la construcción del barrio de invasión, durante la cual el ritmo de martillos y serruchos sobre palos y latas, orquesta una optimista marcha de combate. Allí, el que termina su provisorio techado ayuda al vecino, y luego todos celebran la conexión de un triunfante bombillo, mientras cada mujer da el toque personal al hueco que hace de puerta: una cortina de tal o cual color, una ajada flor de papel. Vendrá al día siguiente la fiesta de celebración: en ella alguno realizará un número de magia, otra cantará, y el maestro, su esposa y los hijos del chofer, representarán al estilo escolar y popular una escena del Hamlet. Pero en medio de la fiesta, llega la policía. Los invasores se defienden de la agresión. Empuñan palos y piedras, hasta que se oyen disparos y algunos de ellos caen. Entonces los sobrevivientes suben sus cadáveres a una carreta, y con ellos como bandera se lanzan a las calles, donde concitarán la solidaridad de sus hermanos de clase: de este modo, hacia el final de la obra, sus personajes Herreras, Junguitos, Espitias, Panquevas, Piraquives, entran a una dimen-

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sión histórica, colectivamente fundidos, por encima de sus diferencias secundarias, temperamentales o de conceptos. Con la carreta de sus muertos, y al ritmo de un tambor, se preguntan entonces si esto “es el final”. La respuesta de Manuel concluye el drama con la serena confianza en la victoria final: “No. Este es el principio”. […] La última obra de Niño llevada a la escena, también por Ricardo Camacho, y de la cual acaba de aparecer una bellísima edición en la Colección de literatura colombiana de Carlos Valencia Editores, donde se recogen cerca de 50 fotografías del montaje, fue El sol subterráneo. De nuevo, como en El monte calvo, se aborda un acontecimiento histórico pasado desde la perspectiva del presente. Jairo Aníbal había también abordado este tipo de problemas en La masacre de Santa Bárbara, obra de su primera etapa, en la que adoptaba algunas técnicas del teatro documental, aunque siempre enriquecidas con el uso de grandes máscaras, a manera de títeres gigantescos, que contrastaban con los sobrios coros de obreros. Pero su mejor camino frente a los hechos históricos es este otro. En El sol subterráneo se trata de la Masacre de las Bananeras, en 1928, cuando las tropas colombianas al servicio de la United Fruit Company asesinaron a centenares de manifestantes en la estación del ferrocarril de Ciénaga. Sin embargo, a diferencia de la casi totalidad de obras que mencionan este suceso, o bien que lo asumen como tema central, con la denuncia documentada de la intervención imperialista y del servilismo gubernamental, Niño mantiene ese episodio como telón de fondo de un drama del presente. La casa donde sucede la pieza, existe en efecto. Bajo su suelo fueron enterrados muchos de los obreros asesinados en 1928. La luz que su heroica batalla proyecta sobre la actualidad es precisamente ese sol clandestino pero siempre vivo en la memoria y en los combates de las masas. A esa casa llegan una maestra rural y su hermana paralítica, esta última aguda observadora de la realidad, que desde su silla de ruedas crea fantásticos animales de papel: grandes perros alados, inverosímiles guacamayos con colas de tapas de cerveza. La maestra, ingenua y tímida, instala sus pertenencias; el maniquí sobre el cual dibujó los órganos para sus clases de anatomía, sus mapas, sus implementos de trabajo. Cuando sobre su precario mobiliario las dos hermanas empiezan a comer, llega una visitante, personaje que representa la tradición erguidamente rebelde de la zona bananera: la esposa de un obrero, militante, que viene a dar la bienvenida a la maestra. Pero tras ella andaba ya el teniente, un siniestro personaje que hacía días ansiaba hallar al obrero revolucionario, y que en su libreta tenía anotados todos y cada uno de los pasos de la humilde mujer a la que ahora sorprende en casa de la maestra. Se desarrolla entonces una auténtica pesadilla: el “macho” militar abusa de su fuerza frente a tres mujeres indefensas. Mas tiene que

recurrir a su botella de bolsillo para soportar la penetrante ironía de la más desvalida de todas, la joven tullida, a la que termina por asesinar a sangre fría con su pistola. Pese al empujón que la obrera recibe en su reacción indignada, una escoba, inocente elemento de trabajo casero, logra hacer rodar por el piso al teniente, quien pierde en la caída su pistola. La mujer, venciendo en medio de su indignación sus debilidades, la recoge y dispara sobre el asesino. A lo largo de toda la pieza, cuyo montaje fue también excelente, el proceso que destacan los tambores que hacen oír el tren que regularmente pasa junto a la casa, es el de la evolución de la maestra rural, primero tímida y sometida por la fuerza a cantar para el teniente las inocentes rondas infantiles que enseña a sus discípulos, y al final de esta experiencia, por primera vez lúcida ante la realidad de su país. […] Pero aún hay más factores que explican el camino teatral de este trabajador del arte. Cuando nació, en Moniquirá, Boyacá, en 1941, el país entraba en una de las épocas más violentas de su historia, en virtud de la arremetida terrateniente contra las aspiraciones democráticas del campesinado. Los recuerdos de su infancia, según lo narró en alguna ocasión, se remontan a las noches cuando su madre tenía que acostarlos a él y a sus hermanos sobre el piso, porque tenía que cubrir con los colchones las puertas y ventanas de la casa, a diario baleada desde la calle por los gamonales locales. Hasta cuando en una madrugada de neblina, el padre salió, derrotado pero erguido, a esperar en medio del campo el paso de algún tren. Cualquier estación ferroviaria hubiera sido una tumba segura. Y vino para Jairo Aníbal la época de Bucaramanga. Allí, la deserción de la escuela, porque era mucho mayor el aprendizaje al lado de los choferes de Copetrán, los emboladores, los luchadores. “Entonces —dice él mismo— viajé por todo el país, fui latonero en Cali, marinero, vendedor de cuadros, hasta que terminé trabajando en un circo, al principio como ayudante del mago y luego como anunciador”. De ahí proviene, seguramente, su inclinación a cobijar en cada trabajo un acto circense, o de representación popular. “Luego— concluye— reanudé mis estudios; pero, desde el punto de vista educativo, yo sabía que era el pueblo el que me estaba enseñando: los obreros, campesinos, hombres de circo, etc. Posteriormente eso se hizo conciencia cuando maduré políticamente y sentí la necesidad de una militancia política”. En esa experiencia reside otra de las características de su obra, decisivamente renovadora: la vocación por aproximarse al pueblo, conocerlo, expresarlo en toda su riqueza vital y poner a su servicio el trabajo artístico. […] Tomado del libro Materiales para una historia del teatro en Colombia. Biblioteca Básica Colombiana, Colcultura, Bogotá 1978.

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Poesía indígena de América* Guillermo Alberto Arévalo

“Después de un número de años ya difícilmente confesable de lecturas, estudios, cotejos, traducciones y viajes por los cinco continentes, he llegado a la conclusión consoladora de que en poesía no existen pueblos subdesarrollados”. JORGE ZALAMEA La poesía ignorada y olvidada

En el extenso libro que Octavio Paz dedicó al estudio de Sor Juana Inés de la Cruz, señala —para sorpresa de muchos, dado el apego de los mexicanos a su pasado indígena— que, hasta su generación, la poesía mexicana en lengua española no tuvo relación alguna con la tradición azteca o náhuatl. De hecho, en Centroamérica también es reciente el interés por la literatura de los mayas; en el Perú acontece algo similar, con la única excepción de la sensibilidad incaica de César Vallejo. ¿Qué esperar, entonces, de la herencia de culturas menos desarrolladas al momento de la Conquista e igualmente avasalladas? En Colombia, particularmente, hasta hace poco tiempo se tuvo como un hecho que la literatura indígena “no existía”. Incluso publicaciones muy recientes, como los manuales de historia de Colombia y de literatura colombiana, la ignoran. No obstante, ya en 1965, Jorge Zalamea había recogido valiosas muestras en su libro La poesía ignorada y olvidada, donde analizó la lírica primitiva de los cinco continentes. Más recientemente, Hugo Niño publicó sus versiones de lo que recopiló en el Amazonas (Primitivos relatos contados de nuevo) y más adelante reunió los hallazgos de un buen número de antropólogos, los clasificó y los vertió literariamente en la edición de En pos de la palabra: Literatura de Colombia aborigen. Sin embargo, la mayoría de los manuales escolares y universitarios desconocen la creación literaria americana anterior a la llegada de los europeos. Su rescate ha corrido por cuenta de aislados investigadores de los diversos países; pero, por fortuna, entre las nuevas generaciones hay cada vez un mayor interés por esta tradición de tan ricas sugerencias culturales. Y es que se trata de la voz de múltiples idiomas, de variadísimas concepciones y sensibilidades, algunas de ellas vigentes (los hablantes actuales del quechua sobrepasan hoy los cinco millones y medio), que expanden después de siglos su presencia cultural. Esta pequeña antología reúne apenas una muestra de aquella poesía, creada desde el Norte hasta la Patagonia por esquimales, navajos, aztecas, pampas, araucanos, chibchas, incas, mayas y demás pueblos sabios que antecedieron en América a Colón y en sus cantos nos hablan de sus ritos y mi-

tos, de su magia, de sus amores y dolores, de su manera de entender el mundo. Porque, como dijera José María Arguedas, “Para la pena o para la alegría, el indio siempre tiene un canto”. Abordar la lectura de la poesía aborigen de América es adentrarse en el fascinante mundo de nuestra más antigua herencia. Los cantores lograron hermosas imágenes que en alguna medida sobrevivieron al arrasamiento de sus mundos espirituales colectivos. Sorprenden por su olor, por su fuerza, por la profundidad de sus contenidos, por el mundo ya extinguido que nos revelan palabra a palabra. Con bases diferentes a las de las lenguas europeas, en cuanto al metro, la rima, el ritmo, la sintaxis y la fonética, los versos de los poetas precolombinos y de los indígenas actuales tienen un poder de comunicación igual al de los mejores poetas de cualquier época o lugar. El Inca Garcilaso de la Vega decía que la lírica quechua era “libre”; esto es, sin rima ni metros regulares. Lo mismo sucede con todas las otras manifestaciones de la poesía precolombina. Sin embargo, como lo ha hecho notar Ernesto Cardenal, suele haber una especie de “rima” con base en las repeticiones y paralelismos. Casi todas las lenguas indígenas son en extremo plásticas, y sus dobles consonantes, su sintaxis, su énfasis en los sonidos guturales, favorecen el uso constante de aliteraciones y síncopas; ese acentuado ritmo sólo en ocasiones ha podido conservarse en las versiones de los traductores. En el caso de los mayas y aztecas, que tuvieron un único “desarrollo totalmente separado” del de la creación de la escritura fonética común a todas las lenguas europeas, según el antropólogo alemán Alfred Kroeber, sus códices nos han legado por escrito historias, leyendas, crónicas, dramas y poemas; aquellos cantares “a los que Moctezuma era aficionado”, como lo narra Bernal Díaz del Castillo en la Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España. Incluso formaron bibliotecas, descritas por el mismo cronista como “las casas de los ídolos, donde se guardaban muchos libros de papel, cogidos a dobleces, como a manera de paños de Castilla”. Entre todos los demás pueblos indígenas de América, la cultura fue ágrafa. No habían accedido a la escritu-

* Prólogo. Edición de Arango Editores, Bogotá 1988.

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ra. Por lo tanto, aunque “literatura” es una palabra que alude a “letra”, es forzoso hablar de una literatura oral, de un arte poético meramente verbal. Edmundo Bendezú Aybar, en su recopilación de la Literatura quechua, cita las palabras del lingüista Charles F. Hockett (Curso de lingüística moderna, Buenos Aires, Editorial Universitaria, 1971), para sustentar el uso de esta denominación: Ciertos discursos, breves o largos, que los miembros de una sociedad concuerdan en valorar positivamente y en cuya repetición periódica, en forma esencialmente idéntica, todos ellos insisten. Tales discursos constituyen la literatura de esa sociedad.

Como todas las artes de la antigüedad, las americanas tuvieron sus raíces en la religión. El ritual fue su primera manifestación, y por lo tanto se desarrollaron como un arte público; así los ídolos, los templos, las pirámides y también los poemas que, además, brotaron fundidos con la música y la danza y se transmitieron básicamente a través de la tradición oral. Resulta natural, entonces, que los temas principales de esta poesía sean los mitos, los himnos sagrados, las profecías, las oraciones. Sin embargo, hubo lugar para otras manifestaciones poéticas. En muchas culturas se dio importancia a la crónica, a las leyendas y a la historia, y en no pocas al teatro. Por lo que hace a la lírica, se llegó a tener clasificaciones genéricas; por ejemplo, entre los incas había un nombre específico para los poemas épicos (Hayllis), para los jocosos (Mallquis), para la narrativa de fábulas o cuentos y para la congoja (Harauíes o Yaravíes), esos cantos sentimentales e intimistas que aún hoy escuchamos con acompañamiento de guitarra. Y entre los aztecas la poesía era cuícatl (canto); para cada modalidad, un prefijo señalaba el género: así tenemos los Yaocuícatl (cantos de guerra), los Xochicuícatl (cantos de flores), los Icnocuícatl (cantos de tristeza), y una gama de cuícatl para los cantos de dioses, de águilas, de ocelotes, de primavera... En el desarrollo de estos temas, los poetas de la América primitiva alcanzaron una riqueza metafórica desbordante, y lograron transmitir su visión del mundo y de la vida: su fusión con la naturaleza es quizá única en la literatura universal. Esto porque entre los antiguos habitantes del sur de Colombia, del Ecuador, de Bolivia, del Perú y del norte de la Argentina, los incas, todo en el mundo era viviente. Las piedras, los ríos, las montañas, los árboles, la llama, las aves, tienen alma. Simbolizan diversos sentimientos o a distintas personas. Las mariposas hablan, los cóndores auguran. Para los mayas y los aztecas, por otra parte, la muerte tiene un sentido especial, es un misterio y a la vez una atracción fascinante. Como lo define Eduardo Matos Moctezuma:

Ante la incertidumbre del más allá, el poeta náhuatl desea trascender, y lo único que quedará en la tierra serán sus “flores” (sus cantos).

Cada oficio, entre ellos, o cada circunstancia mortal (ahogamiento, sacrificio, muerte en la guerra, en el parto, en la infancia, etc.), llevan el alma a un estadio diferente del mundo de los desaparecidos. Y el escepticismo acerca de ese otro mundo constituye tópico central de la lírica en lengua náhuatl. Con frecuencia, la concentración de la palabra, la intensidad lírica y la riqueza de las sugerencias que crea la expresión de estos textos, nos hacen recordar aquellas bellas muestras de las canciones de la Edad Media europea, los Heder alemanes, las chansons francesas, las marchas españolas, la lírica italiana del Renacimiento o las poesías de Safo y Alceo en la Grecia antigua. En México, los cantores llegaron a ser reconocidos individualmente, y sus nombres fueron famosos; conocemos unos veinte, entre los cuales son recordados con especial admiración Netzahualcóyotl (1401-1472), poeta y soberano de Tezcoco; Aquiauhitzín de Ayapanco (c. 1430-1490) y Axayácatl (1449-1481). Los tres murieron poco antes de la llegada de los españoles, pero sus “flores” sobrevivieron a la devastación de su cultura. Esta muestra de poemas indígenas de América contiene textos de diversos antologistas y traductores, e incluye manifestaciones tanto precolombinas como actuales; se basa en el trabajo de José Alcina, José María Arguedas, Miguel Ángel Asturias, Edmundo Bendezú Aybar, Ernesto Cardenal, Ángel María Garibay, Miguel León-Portilla, Eduardo Matos Moctezuma, Antonio Medig Bodio, Hugo Niño, Ernesto Ojeda, Adrián Recinos, Sebastián Salazar Bondy, Víctor von Hagen, Jorge Zalamea. En verdad, de muchos otros; desde 1524 en México, y desde 1551 en el Perú, comenzó la recopilación de esta lírica. Todos los que en su supervivencia han colaborado, contribuyen a la idea de José Martí: La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria.

Particular énfasis se ha hecho en las múltiples culturas que existen o existieron en lo que hoy es Colombia, cuyas manifestaciones poéticas viven dispersas en textos antropológicos, ensayos, antologías parciales o citas. En este campo queda mucha tarea, pero ojalá esta recopilación motive nuevas investigaciones, y sirva para demostrar que su epígrafe, del poeta Jorge Zalamea, es totalmente válido. Él mismo agregaba, en su hermoso libro, que:

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El don de expresar con las palabras los más secretos movimientos del alma; el don de apoderarse de las cosas o de transfigurarlas mediante inesperados bautismos; el don de infundirles, con el sólo soplo de la metáfora, un

Kunas (Colombia)

sentido más vivaz y más profundo; el don de recrear el universo bajo los cambiantes rayos del lenguaje, no es, como muchos parecen creerlo, un don privativo de los llamados pueblos civilizados de Occidente.

Miskitos (Nicaragua)

CONJURO

Mi niña: cuando pases con tus compañeras y haya neblina en la bocana del río y el olor del pino se sienta en la montaña

[Fragmento]

Ante la gente cambiada de los muertos, la gente de cara blanca viene a defender al enfermo; viene a obstruir el camino la gente de cara blanca. Todo es miedo. De la salida del sol, acuden pues los jefes que han venido llamados. Nele Appinkawalele, con los suyos acude a este llamado. Viene a defender al enfermo.

Paeces (Colombia)

pensarás en mí y dirás: amigo, ¿es cierto que has partido? Oye, compañero, ¿no te veré más?

Poesía quechua (Perú)

A YUMA1 Con mis cantos reluciente y puro vas, hacia el mar inmortal. Déjame sumergirme en la frescura de tus aguas para purificar mi espíritu y refrescar mi cuerpo. Dulce Yuma: ven a mi corazón, no te vayas al cruel mar, ven a mi corazón, que el amor es eterno, ven, que yo soy la bella Princesa Furatena.

1.

MARIPOSA MENSAJERA Encargué a una mariposa, envié una libélula, para que fuera a ver a mi madre, para que fuera a ver a mi padre. Volvió la mariposa, volvió la libélula, “tu madre está llorando”, diciendo; “tu padre está sufriendo”, diciendo. Yo mismo fui, yo mismo me trasladé, y en verdad mi madre lloraba, y en verdad mi padre sufría.

Río Magdalena. Bibliografía

RECINOS, Adrián: Popol-Vuh. (Edición crítica, versión bilingüe). Tegucigalpa: Ediciones Universitarias, 1979. SALAZAR Bondy, Sebastián: Poesía quechua. Buenos Aires – Montevideo: Arca, Galerna, 1978. VON HAGEN, Víctor W: Los incas. Buenos Aires: ESGL, 1983. ZALAMEA, Jorge: La poesía ignorada y olvidada. Bogotá: Ediciones La Nueva Prensa, 1965. Segunda edición: “Nueva Biblioteca Colombiana de Cultura”, 1986. ALCINA, José: Poesía americana precolombina. Madrid: Editorial Prensa Española, 1968. ARGUEDAS, José María: Canciones y cuentos del mundo quechua. Lima: Editorial Huascarán, 1949. ASTURIAS, Miguel Ángel: Poesía maya precolombina. Buenos Aires: Compañía General Fabril Editora, 1961. BENDEZU Aybar, Edmundo: Literatura quechua. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1980. CARDENAL, Ernesto: Antología de poesía primitiva. Madrid: Alianza Editorial, 1987. GARIBAY, Ángel María: Poesía náhuatl. México: Universidad Nacional Autónoma de México (III vols.), 1968. LEÓN-PORTILLA, Miguel: Literatura del México antiguo. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1978. MATOS Moctezuma, Eduardo: El rostro de la muerte entre los nahuas. México: Universidad Autónoma de México (Disco), 1985. MEDIG Bodio, Antonio: Literatura de los mayas. México: Editorial Joaquín Mortiz, 1963. NIÑO. Hugo: “En pos de la palabra”: Literatura de Colombia aborigen. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura, 19 NIÑO, Hugo: Primitivos relatos contados – Héroes y mitos amazónicos. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura, 1976.

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La poesía del “Tuerto” López En su momento y en el nuestro* Guillermo Alberto Arévalo

La visión de la historia Examinemos el soneto “Calle de Lozano”, “Arteria principal” que en su imagen sintetiza “la hispánica conquista”: CALLE DE LOZANO Arteria principal en los anales de la ciudad arcaica y futurista, con todos esos bienes y esos males que nos legó la hispánica conquista. Desde los cuatro puntos cardinales llegan, y allí se cruzan, el turista, la toga, el balandrán, Pedro Urdimales, Venus, Baco, el hampón y el agiotista… ¡Todo un vivo montón de carne y hueso que circula febril, entre camiones y mil autos!... ¡Producto más que loco del divino progreso, ese progreso que le trajo a los indios cimarrones, con la espada y la cruz, el gonococo!...

Aquí, “arcaica y futurista”, determina con exactitud el momento histórico para remontarse al pasado aludiendo paralelamente al momento presente, (“conquista” y “camiones y mil autos”), y revelando, al igual que en tantos otros poemas, que el “divino progreso” no es más que un mito, el mito de esa época de la que “es necesario despedirse alegremente”. Los títulos de los dos poemas que citaremos a continuación, son puestos con la misma intención de contraste. Es la visión condenatoria del pasado, su esperpentización a través del espejo cóncavo de la visión crítica e irónica: MI ESPAÑOLA RAZA Del seminario, mientras las campanas citan para el rosario, van saliendo sotanas y sotanas…

Y delante de mí, cerca a un mendigo de hosco sombrero y de peludo ombligo, pasan dos militares y un torero. A MI CIUDAD NATIVA “Ciudad triste, ayer reina de la mar” J. M. De HERRERA

Noble rincón de mis abuelos: nada como evocar, cruzando callejuelas, los tiempos de la cruz y de la espada, del ahumado candil y las pajuelas… Pues ya pasó, ciudad amurallada, tu edad de folletín… Las carabelas se fueron para siempre de tu rada… ¡Ya no viene el aceite en botijuelas!

Después, tras la eminente nulidad de un político, en la acera de enfrente luce su desparpajo una ramera.

Fuiste heroica en los años coloniales, cuando tus hijos, águilas caudales, no eran una caterva de vencejos. Junio-julio 2012 / 99 /


Mas hoy, plena de rancio desaliño, bien puedes inspirar ese cariño que uno les tiene a sus zapatos viejos…

Este poema se ha visto por lo general como la “loa” de la ciudad, y en ese sentido “asimilado” por quienes debían sentirse ofendidos al leerlo. Puesto que es el rincón de estrechas callejuelas, que decae hasta el punto de que su pasado es más alentador que su presente: el mito de la “Arcadia del Caribe” no es otra cosa ya que una “edad de folletín”, y sus símbolos heroicos han desaparecido para dejar al descubierto que lo pretendidamente “rancio” de su nobleza no es más que “desaliño”, y que solo la costumbre de la reclusión en el “predio” puede inspirar la afectividad que el verso final manifiesta. Esa ciudad, por tanto, simboliza una tara colonial, el ámbito de una raza que dejó solo curas, politiqueros, prostitución, miseria y el absurdo de los “dos militares y un torero”. Estos dos poemas logran concentrar con gran fuerza y efectividad la imagen poética de la Arcadia, y desmitificarla en ella misma con el lenguaje escogido que la expresa. Y si en uno se alaba el coraje de la defensa de la ciudad no es para evocar un pasado como ideal, y así lo evidencia “Mi española raza”. Es para plantear la decadencia, para dar testimonio del final de un momento de la historia, para desempolvar la imagen falsificada y dejar limpio el camino a otra imagen futura y necesaria, la de los zapatos viejos. Pues si López analiza con lucidez la herencia del pasado y la condena, el presente que motiva su desilu-

sión y su actitud definitiva de crítica no le merece mayor confianza; lo cual se manifiesta agudamente en “Fabulita”, sobre el problema imperialista, y en conexión con los hechos del Canal de Panamá, donde se supera temática y formalmente la “dolida nota lírica” antimperialista de los modernistas, asumiendo la actitud del poeta-guacamayo que ironiza la comedia, consciente de que efectivamente lo es:

FABULITA “Pax vobis!” WILSON

“Viva la paz, viva la paz!”… Así trinaba alegremente un colibrí sentimental, sencillo, de flor en flor... Y el pobre pajarillo trinaba tan feliz sobre el anillo feroz de una culebra mapaná. Mientras que en un papayo reía gravemente un guacamayo bisojo y medio cínico: —¡Cuá, cuá! * Fragmento del prólogo a la Obra poética de Luis C. López, edición crítica de Guillermo Alberto Arévalo, publicada por el Banco de la República, Bogotá 1976.

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Mahecha en la zona bananera* Guillermo Alberto Arévalo

Cuando Raúl Eduardo Mahecha llegó a la Zona Bananera, en marzo de 1928, no era simplemente un desconocido, un fornido muchacho de piel bronceada, simpático, con marcados rasgos de indio pijao y de mediana estatura. Era ya un líder conocido y admirado. Muchos de los trabajadores al servicio de la United Fruit Company habían llegado al Magdalena después de librar la huelga contra la Tropical Oil en Barranca, al final de la cual el “Mecha” había sido puesto preso y luego torturado en el Panóptico de Tunja. Otros jornaleros del banano habían sido braceros, y también entre ellos Mahecha había desarrollado su acción revolucionaria. Y quienes no lo conocían, habían oído hablar de él, no solamente en los límites del imperio tropical de la United, sino también a todo lo largo del Río Magdalena, desde Neiva hasta Barranquilla. Por todas partes, su nombre era sinónimo de rebeldía.

20 años de lucha antiimperialista Ya en la primera década del siglo, Mahecha, por entonces tipógrafo en Neiva, a donde había llegado luego de la bancarrota de la pequeña propiedad agraria de su padre en el Tolima, se inició en las lides sindicales, al lado de los “socialistas católicos”, bajo la dirección de

los curas mutualistas. Con ellos participó en una cruenta huelga contra una empresa británica, en 1911. Y hasta 1914 trabajó con ellos; en ese año, vinculado al paro de braceros de Neiva, se desilusionó de sus mentores y, tal como lo expresaba, se volvió “socialista a secas”. Era el contacto de un joven que no agachaba la cabeza con la real dimensión de una clase que aparecía llena de vigor en el panorama colombiano: el proletariado. Por aquellos años, los sectores más importantes y activos de nuestra clase obrera fueron el ferroviario y el de la navegación del Magdalena. Solamente en la década siguiente aparecerían los mineros, petroleros y bananeros, como sectores organizados y en pie de batalla. Fue la época de vinculación acelerada de los capitales monopolistas norteamericanos a la economía colombiana, que determinó, primero bajo la “República Conservadora” e inmediatamente después bajo la “República Liberal”, que para los terratenientes y la burguesía intermediaria llegara la “danza de los millones”, mientras la inmensa mayoría del pueblo veía aumentar el desempleo, el hambre y la miseria. Con todo, los sindicatos eran en su abrumadora mayoría artesanales, y a los congresos obreros continentales Colombia no enviaba obreros, sino abogados.

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Sólo en 1923, los ecos de la Revolución de Octubre se tradujeron en intentos organizativos: algunos intelectuales, simpatizantes del bolchevismo pero marcados desde siempre y para siempre con el estilo y las concepciones liberales, conformaron grupos que, asociados con los sindicatos existentes, dieron lugar en 1926 al Partido Socialista Revolucionario, PSR. Mahecha, entretanto, terminaba su formación. Hasta 1920 trabajó en su oficio, y limitó su actividad revolucionaria a la impresión gratuita de comunicados y folletos sindicales. En ese año, finalmente, volvió a la acción, en el marco de una huelga ferrocarrilera en La Dorada. Poco después habría terminado, con paciencia de artesano, la confección de una imprenta completa que cabía en un maletín: con ella como única arma, decidió dejar su tierra y andar en pos de cada conflicto que surgiera en el país, o a formarlo a donde llegara. Fue así como, un año después de inaugurado el “Pozo Infantas No. 1”, el primero abierto en Barrancabermeja por la Troco, ya Mahecha estaba allí. Meses después, en1923, fundaba la Sociedad Unión Obrera, poco después llamada Unión Sindical Obrera, USO. Para lograrlo, desafió a las camarillas saboteadoras de la Tropical, enfrentó a sus matones a sueldo, derrotó los intentos liberales de ganar la influencia sobre el proletariado petrolero. Así comenzó su fama en el Magdalena. En 1924, Raúl fue delegado de la USO al I Congreso Obrero Nacional, y en ese mismo año editó en Barranca el primer número de su periódico, Vanguardia Obrera, y organizó la primera huelga petrolera, con la que fueron solidarios campesinos, artesanos, comerciantes, estibadores y ferroviarios, y que fue bautizada por la prensa como la “Semana Roja”. Eso le costó un año de cárcel en Medellín, pese a que, en este como en todos los conflictos de la época, las peticiones obreras se limitaban a pedir que las compañías extranjeras cumplieran las ya de por sí endebles y precarias leyes laborales del país. Mahecha no pudo asistir al II Congreso Obrero, pese a la presión por su libertad. Solamente estuvo libre tras 17 meses de cárcel, luego de un juicio durante el cual, ante una sala abarrotada de trabajadores, basó su defensa en un fervoroso discurso contra las multinacionales y el imperialismo. Según lo transcribiría más tarde en su periódico, “los hijos de esta tierra se exaltan, viéndola convertida en un protectorado”. En 1926, ya estaba otra vez en Barranca, clandestinamente. Reapareció en la tribuna del 1º de Mayo, pronunciando un discurso largamente comentado por los obreros a lo largo del Río Magdalena. Todas las organizaciones lo recibían como líder indiscutido.

El 21 de noviembre, fue vicepresidente del III Congreso Obrero, en el curso del cual se fundó el PSR. De allí salió en compañía de Ignacio Torres Giraldo y María Cano, a las giras de difusión del socialismo; estuvo en Boyacá, donde hubo combates en cada manifestación y en diciembre inició la gira del Magdalena. Viajaba con ropa de dril, color caqui; tenis, sombrero ancho, y un revólver al cinto, que ocultaba en las poblaciones mayores. Llevaba a su hermana, pero eran él y el boga quienes cocinaban en el champán. En cada sitio en el cual paraban, el socialismo era sinónimo de mahechismo. Raúl Eduardo sabía pronunciar discursos, pero también resolver los pequeños problemas de sus seguidores. Sencillo y franco, se había constituido en una bandera para las masas pobres de las riberas del Magdalena. La gira culminó en Barranca, con un acto grandioso. Y cuatro días después, el 5 de mayo de 1927, estallaba la segunda huelga petrolera. Las cañoneras de río del ejército gubernamental de Abadía Méndez arrasaron la huelga. Su líder fue puesto preso en una draga, y conducido a Tunja. Cuando salió bajo “fianza de buena conducta”, vivió unos días en Bucaramanga. Pero la policía secreta lo acosaba de tal modo que se refugió en el campo, y allí organizó una huelga de jornaleros del café, y fundó la Federación Regional de Trabajo de Santander, a la cabeza de la cual dirigió una gran manifestación en la capital del departamento. Sin embargo, para salvar el pellejo tuvo que trasladarse a Medellín. De allí lo envió el PSR a la zona bananera en 1928.

En Las Bananeras En los alrededores de Ciénaga, Mahecha fue capturado el 26 de abril de 1928. Lo mismo sucedía con todos los dirigentes en el país, y solamente los liberarían después del 1º de Mayo. Para entonces, era el Coordinador de la zona costeña del CCCC (Concejo Central Conspirativo de Colombia), fracción separada del CE (Comité Ejecutivo) de Uribe Márquez. Su movilización en la zona era difícil, por pequeños caños, en canoa. Un grupo anarquista tenía la mayor influencia, y pese a la labor de José Russo y Erasmo Coronel, dirigentes sindicales socialistas, la “Unión Obrera” de Ciénaga era controlada por derechistas. Pero si el 5 de junio Laureano Gómez había dicho en el TeatroMunicipal deBogotá que “Colombia es una selva inhóspita, y su raza una raza inferior”, los proletarios de las bananeras iban a demostrar muy pronto lo contrario. A la zona había arribado también por esos días otro dirigente socialista, Alberto Castrillón, recién desembarcado de un viaje a la URSS. La labor de todos ellos, di-

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namizada por el espíritu de Mahecha, hizo subir la afiliación de la Unión Sindical de Trabajadores del Magdalena a 32.146 y ganó la simpatía de comerciantes, campesinos, ingenieros y abogados, todos oprimidos por la United Fruit. Poco a poco al igual que en todos los lugares donde había estado, Mahecha convirtió la zona en un campo de batalla contra el monopolio extranjero; hasta los pilotos de hidroavión lo transportaban ocasionalmente. Reeditó Vanguardia Obrera. Las cuotas sindicales comenzaron a pagarse con rigor, y había 60 comités en los distritos de la zona; cada uno tenía el grupo suplente, de carácter clandestino, y todos contaban con fondos para enfrentar la huelga, y con el bastimento garantizado por los campesinos y comerciantes. Los obreros hicieron despliegue de su disciplina de clase, especialmente al estallar la huelga, el 11 de noviembre: toda la zona paró, y los intentos esquiroles fueron impedidos. Por eso, Cortés Vargas decía que a los huelguistas los dirigían “jefes del ejército ruso”, a lo cual Mahecha comentaba, poco después: “Compañeros, ¡si el más blanco de los dirigentes de la huelga era yo!”. Suficientemente ilustrados están los diferentes momentos del movimiento en esta entrega de Teorema. Pero miremos un poco lo que fue la actividad de Mahecha en ésta, su última batalla importante. Su relato está fundamentalmente contenido en las actas de la I Conferencia Latinoamericana de la Internacional Comunista, realizada en junio 1929 en Buenos Aires, a la cual llegó Mahecha con los delegados de Panamá, lugar donde se había refugiado luego de la masacre de las bananeras. Cuando el ejército inició las redadas del mes de noviembre, buscaba principalmente a los dirigentes. Pero éstos tenían la absoluta protección de las masas, y nunca pudieron ser hallados por la tropa. Al contrario; se movilizaban a sus anchas por toda la zona. Cuando las contradicciones agudizaron el movimiento, Mahecha era blanco principalísimo del general Cortés Vargas. El ministro de guerra, Ignacio Rengifo, concedió un reportaje el 5 de diciembre; en él sindicaba a Mahecha como “principal culpable de la huelga bananera”. Pero desde los últimos días de noviembre, los dirigentes aparecían ya en público, y hasta dirigían arengas a los soldados. En los incidentes del 4 de diciembre, todos los líderes hablaron en la totalidad de los distritos; no comían ni dormían; viajaban de una finca a otra, convocando la manifestación de Ciénaga para el día siguiente. La prensa liberal, que tanto criticaba al gobierno de Abadía, se puso histérica con Mahecha: que se presente en Bogotá y explique sus ideas, pedía El Espectador, mientras El Tiem-

po decía: “Ya clamábamos que no se le dejara entrar allí, pues en Bogotá no ofrecería peligro, todo lo más haría bulla”. Todo ello preparó las condiciones para la masacre de la madrugada del 6 de diciembre. Después del ametrallamiento, los huelguistas se dispersaron. Entre los primeros 500 detenidos de los días siguientes, ninguno de los dirigentes había caído. Huían por caños y carrileras. La mayoría se replegó tras de José Russo, hacia la Sierra Nevada. Allí duraron seis meses ocultos. Un puñado siguió a Erasmo Coronel, y tuvo que enfrentar a los soldados y altos empleados de la United armados en Riofrío, de donde siguió a Sevilla. Allí mataron a Coronel, y sus compañeros se dispersaron. Por su lado, Castrillón quedó desvinculado del grueso de sus compañeros, y un mes más tarde, mientras erraba por la zona, que no conocía a cabalidad, fue capturado y sometido a consejo de guerra. Entre tanto, el ejército disparaba a diestra y siniestra sobre las gentes, desde los trenes. Los fugitivos incendiaban comisariatos e instalaciones de la frutera yanqui. Mahecha siguió un curso paralelo al de Coronel, logró esquivar a sus perseguidores y cruzó el Magdalena por Puerto Giraldo. En la huida, vio incendiar las precarias cabañas que se había ingeniado para alojar a los huelguistas; contempló destruidas las banderas colombianas y las rojas que había ayudado a colocar a lado y lado de la vía férrea, rodeando una foto de Bolívar y un letrero que era el grito de batalla del movimiento: “¡Viva Colombia Libre!”; supo que su imprenta viajera había sido destruida a culatazos. Sin embargo, el 8 de diciembre Cortés Vargas enviaba un mensaje según el cual Raúl estaba en Pivijai, rodeado y a punto de ser exterminado. Ese mismo día, El Tiempo lo daba como “herido, derrotado y parece que capturado”. El liberalismo, que capitalizó más tarde la huelga en su juego de oposición a Abadía, quería festejar la caídadel líder popular. Pero no pudo. El 9 se desmentía la noticia, y se decía no saber de la suerte de Cortés Vargas. El 15 continuaba la matanza. El 16, un titular aún rezongaba: “El ejército asedia a Mahecha; se dice que lo vieron por la ribera izquierda del Magdalena, a caballo y con carabina”. Para esa fecha, él zarpaba oculto de Cartagena, rumbo a Panamá. En Buenos Aires, seis meses después, sorprendió con su llegada a Prieto, enviado del CE del PSR. La división de ese partido permitió que durante la conferencia continental salieran a la luz los errores de ambas fracciones. *[Este texto es un fragmento tomado de la revista Teorema.]

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Diversos sucesos, opiniones y tendencias del acontecer contemporáneo han sido registrados en varias publicaciones de dentro y fuera del país, de las cuales extraemos y comentamos para nuestros lectores algunas de sus líneas esenciales.

UNA REFORMA TRIBUTARIA PARA LOS TLC Y CONTRA LA PRODUCCIÓN NACIONAL Durante más de una década los gobiernos, académicos y otros interesados vienen hablando en Colombia de la necesidad de una reforma tributaria estructural, dicen unos, integral la han llamado otros, colocando como objetivo predominante la simplificación del desueto estatuto tributario nacional, de los impuestos que administra la Dian y de algunos tributos territoriales que hacen parte del caótico, farragoso, inconstitucional, antinacional, antipopular, antidemocrático, regresivo e inequitativo sistema tributario colombiano. En el escenario del sistema tributario actúan decenas de impuestos, tasas y contribuciones que cobra el Estado en su nivel nacional, departamental, municipal, distrital, y de algunas entidades públicas y privadas. Existe también un estatuto tributario con más de mil artículos, algunos derogados y otros modificados o adicionados por decenas de leyes, decretos, resoluciones y otras normas legales que establecen cargas o procedimientos tributarios. Asimismo hay más de mil regímenes de renta o estatutos tributarios territoriales en municipios, distritos y departamentos, con muchas colisiones de competencias entre unos y otros. Y se repiten muchas violaciones a los principios constitucionales de tributación que predican eficiencia, equidad y proporcionalidad, predominantemente de los dos últimos principios, como lo analiza Juan Camilo Restrepo Salazar, actual Minagricultura santista, en su libro ¿Y de la equidad qué?, pero solo referidas a la administración Uribe

Vélez. A todo esto se suma la larga y documentada injerencia en su conformación y reformas del gobierno de Estados Unidos, del Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos del capital financiero internacional y las multinacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Es frecuente la aprobación de tributos o su modificación, y de procedimientos tributarios a espaldas del Congreso o de forma subrepticia, como en el caso de los impuestos que encarecen el precio de la gasolina y el ACPM; las mayores y abrumadoras cargas tributarias y rigurosos mecanismos de determinación y control sobre las rentas de trabajo, en contraste con el cúmulo de excepciones expresas, deducciones especiales, costos, rentas exentas, descuentos tributarios, determinaciones laxas y descontroles confesos para las rentas de capital, milimétricamente graduadas buscando que sean mucho más benéficas para los grandes magnates del capital y las inversiones extranjeras, fuente de complicidad con sus billonarias evasiones y elusiones; mayor cantidad de ingresos tributarios recaudados con impuestos indirectos, por esencia regresivos, ya que esos cobros indirectos al tener las mismas tarifas para todos sin diferenciar ingresos ni patrimonio obtienen mayores recaudos entre la población empobrecida y sectores medios, que sumados constituyen la mayoría de la población, caso del IVA, el impuesto de Industria y Comercio, algo el GMF o cuatro por mil, perfilándose así en otra violación a los principios constitucionales de equidad y progresividad.

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En el actual panorama de predominio en el gobierno de Santos de las mismas políticas oficiales dictadas por Washington –agravado por los TLC, como los de Estados Unidos, la Unión Europea y Corea, entre las decenas que aspira a negociar, cuya política de liberación comercial indiscriminada disminuirá progresivamente los aranceles a las importaciones hasta llevarlas a cero en muchos productos–, lo único claro hasta el momento sobre la mentada reforma tributaria es el incremento de la carga tributaria para los consumidores y productores colombianos y su disminución para los productores extranjeros, ya que al disminuir los aranceles a las importaciones, que hacen parte de la base gravable del IVA externo, obviamente disminuirá en la misma proporción el monto a recaudar del IVA externo, cuyo recaudo fue en 2011 de aproximadamente once billones de pesos. Estos recursos fiscales, según comentarios de diferentes funcionarios y personalidades, serán compensados con IVA interno vía aumento de tarifas, gravando con IVA muchos productos actualmente excluidos, algunos de la canasta familiar e insumos de la producción agropecuaria e industrial. Todo lo anterior camuflado con el pretexto de reducir las tarifas del IVA, resultando la población más pobres y la clase media, entre ellos pequeños y medianos empresarios, pagando más de este tributo. Otro aumento de impuestos se espera con la maniobra distractora de una supuesta disminución de los múltiples y escandalosos beneficios tributarios a los inversionistas y sus rentas de capital y a algunas de sus actividades, entre ellas la minería, cuyo objetivo real es aumentar el recaudo del impuesto de renta no tanto entre los pocos grandes empresarios nacionales y extranjeros, blindados la mayoría con los contratos de estabilidad jurídica, sino entre los miles de pequeños y medianos empresarios, muchos recientemente formalizados.

A la par de lo anterior suenan voces de organismos internacionales, aconsejando aumentar la tributación de los asalariados y eliminando los pocos beneficios tributarios actuales. Otro aspecto que seguramente recibirá nuevos aditamentos en una próxima reforma tributaria son los avances procedimentales que responden al principio constitucional mejor aplicado en Colombia: la eficiencia, pero en el recaudo tributario, no en la inversión de lo recaudado. Y como no son de menor cuantía los fabulosos recursos tributarios parafiscales que está recibiendo el Estado por decenas de contribuciones y tasas para financiar gastos e inversiones que están entre los fines esenciales del Estado –como, por ejemplo, los pagos de los trabajadores independientes a la seguridad social, tasados en un 28,5% sobre el 40% de sus ingresos por honorarios, servicios y comisiones, obligatorios sobre su contratación incluso cuando ya están efectuando pagos a la seguridad social como asalariados–, seguramente continuará como está ahora, fraccionado, y el caótico e inequitativo sistema tributario seguirá con la expedición de normas para imponer impuestos, otras normas para aprobar contribuciones y otras diferentes para fijar tasas, así sean todos tributos que se suman en la carga tributaria total que marchita la producción nacional y exprime el bolsillo de los ciudadanos. Con dicho fraccionamiento confunden y camuflan la pesada carga tributaria. Este tema es de todos los colombianos y, como otros problemas actuales, depende del modelo económico que nos aplasta y –en consecuencia– es otra de las tareas a resolver dentro de los cambios imprescindibles y urgentes que están al orden del día para que el país y sus habitantes tengan una calidad de vida superior. Rafael H. Barrera Gallón. Contador Público, especialista en Gerencia Tributaria.

OTRA VEZ LAS ISLAS MALVINAS En 1982 la dictadura militar argentina declaró la guerra a Gran Bretaña, reclamando la soberanía sobre el archipiélago de las Malvinas, ubicadas en el Atlántico Sur en la plataforma continental de América del Sur. El 2 de abril de ese año después de 149 años de control británico, las fuerzas militares argentinas ocuparon las islas. El gobierno británico respondió con el envío de una fuerza naval que desembarcó seis semanas más tarde y después de duros combates forzó la rendición argentina el 14 de junio de 1982, restableciendo la administración inglesa.

En Argentina, el resultado de la guerra tuvo entre sus efectos evitar una eventual guerra con Chile y desencadenó el final de la dictadura militar y el regreso a la democracia. Mientras que en el Reino Unido la victoria en la guerra aumentó el margen de maniobra de Margaret Thatcher que logró la reelección en 1983, para a continuación profundizar su programa neoliberal.

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Desde entonces Argentina ha planteado reiteradamente su reclamo ante la ONU y el Reino Unido se ha negado a adelantar cualquier clase de negociaciones. En los últimos años Cristina Kitchner ha denunciado la militarización del Atlántico Sur por parte de Gran Bretaña. Durante el predominio del imperio español y antes de 1833 había un amplio reconocimiento de que las Malvinas formaban parte del Virreinato del Río de la Plata, aunque su control fue disputado por las potencias coloniales de la época, especialmente el Reino Unido, Francia y España. En 1820 el gobierno de Buenos Aires tomó posesión de ellas, en 1833 fueron ocupadas por el Reino Unido y actualmente son uno de los dieciséis territorios en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización. La situación de las islas es examinada anual e infructuosamente por dicho Comité desde 1965. El Reino Unido las considera territorio de Ultramar y Argentina parte integral e indivisible de su territorio que se halla ocupado ilegalmente por una potencia invasora. Desde la reforma de 1994, la Constitución argentina ratifica la reclamación de soberanía y recuperación de las Malvinas como un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino. Recientemente la crisis se ha escalado teniendo en cuenta el descubrimiento en las islas de ricos

yacimientos mineros, incluyendo hidrocarburos con potencial para producir hasta 500.000 barriles diarios, que no son despreciables teniendo en cuenta que Colombia no llega todavía al millón. Unasur, Mercosur, Perú, Bolivia y prácticamente todos los países del continente apoyan el reclamo argentino. Colombia, después de haber apoyado a Gran Bretaña en el 82, se movió con Obama hacia la postura de defender la solución negociada, pero sin cuestionar el estatus quo de control británico. A pesar de esto el tema es difícil de definir en un escenario continental, pues varios países son de la Mancomunidad de Naciones liderada por el Reino Unido y 11 de los 34 países de América tienen como reina a Isabel II: Antigua, Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas (los dos últimos forman parte del ALBA). Después de retomar el control del archipiélago, Inglaterra construyó una base aeronaval que comenzó a operar en 1986 y tiene un puerto de aguas profundas donde atracan submarinos atómicos, que forma parte de la red mundial de bases de control y espionaje que la OTAN tiene en el planeta. En las islas hay 2.800 habitantes, mas 1.500 efectivos militares. Deslinde

OFENSIVA IMPERIALISTA CONTRA SIRIA Tras derrocar a Gadafi, sumando Libia a su “alianza” Estados Unidos y la OTAN desplazaron sus acciones del Norte de África al Levante Árabe, y desde marzo de 2011 se empeñan en desestabilizar la nación siria, último obstáculo para alcanzar su anhelada hegemonía en una región estratégica por su ubicación geopolítica y sus reservas de hidrocarburos. Los preparativos para el ataque se venían preparando desde el 12 de diciembre de 2003, cuando se votó la Syrian Accountability Act. Desde entonces el presidente Obama fue autorizado por el Congreso estadounidense para agredir Siria, sin siquiera estar obligado a presentarse ante sus parlamentarios para ordenar abrir fuego. En agosto pasado Obama pidió la dimisión del presidente Bashar al-Assad, quien se ha mantenido por fuera de la esfera de influencia norteamericana, es un antisionista que apoyó al Hezbollah cuando el Líbano

fue agredido y respalda al Hamas y a la Yihad islámica en su lucha por la liberación de Palestina. En la reunión de la tercera semana de marzo entre el primer ministro de Gran Bretaña David Cameron y el presidente norteamericano éstos abiertamente declararon que pase lo que pase el presidente al-Assad tiene que ser sacado del poder. Sin embargo, las potencias agresoras enfrentan a un no despreciable contendor, dado que el ejército sirio cuenta con tres millones de militares y está excelentemente preparado y armado, teniendo 4.500 tanques, 500 aviones y todo tipo de modernos misiles. Las potencias occidentales cuentan con el respaldo de las ricas monarquías petroleras del Golfo Pérsico, en especial Arabia Saudita y Qatar, cuyos monarcas absolutistas nunca han organizado elecciones en sus propios países y no vacilan en encarcelar a quienes protestan contra sus regímenes. Varios miles de mercenarios han sido infiltrados en Siria, reclutados en medios extremistas sunnitas por los dos países mencionados, con el propósito de derrocar al alauita Bashar e imponer una dictadura

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wahabita. Los mercenarios del llamado Ejército Sirio Libre, el cual tiene divergencias y rivalidad con el también opositor Consejo Nacional Sirio, son equipados militarmente por las potencias de la OTAN y supervisados por el servicio de inteligencia británico, el MI6. La agresión contra Siria se presenta tendenciosamente como una revolución política ahogada en sangre por una implacable dictadura, sin importar que Abdelhakim Belhaj (número dos en la jerarquía de Al-Qaeda desde la muerte de Osama ben Laden) llame a desencadenar la yihad en Siria. Pero tal versión es rechazada por Rusia y China –que el 4 de febrero vetaron en la ONU por segunda vez sanciones contra Siria– y los países latinoamericanos miembros del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas). Un informe de la Comisión de la Liga Árabe constató que no hubo represión contra las manifestaciones pacíficas antigubernamentales y que las bandas armadas eran los mayores responsables de muertos entre los civiles. El 12 de marzo el gran muftí Ahmad Badreddine Hassoun, la autoridad islámica más importante de Siria y confidente del presidente al-Assad, declaró: “Quizás no pudimos llegar a la democracia anhelada. Nuestro sistema no es como el de Francia, EEUU o Inglaterra; lo adaptamos a las condiciones de nuestro país. Pero Estados Unidos no quiere que tengamos una identidad propia, sino que seamos un vasallo de sus intereses… EEUU quiere abrir su paraguas sobre la región, quiere destruir nuestro país y la región entera, quiere invadirnos para transformarnos en un campo de inversiones.” El régimen sirio ha afirmado que entablará un “diálogo nacional” con la oposición. Entre las medidas implantadas desde que estallaron las protestas hace un año –en las cuales han muerto más de 6.000 personas (sin aclarar

cuántos son rebeldes y mercenarios), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, principal fuente suministradora de tales cifras y cuyos responsables se escudan tras el más estricto anonimato–, se cuentan la derogación de la Ley de Emergencia, la celebración de elecciones municipales y la nueva Constitución aprobada por referendo el 26 de febrero, que abre las puertas al multipartidismo en un país que lleva casi medio siglo gobernado por el Partido Baath, del presidente Bashar, por lo que se celebraron elecciones parlamentarias en el mes de mayo y elecciones presidenciales el 1° de julio. El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores envió un mensaje a organismos de la ONU, señalando que el Ejecutivo “continúa esforzándose para hallar una solución política a la crisis, mediante el fortalecimiento de los logros democráticos” , reiterando que sigue empeñado en “proteger a sus ciudadanos, desarmar al terrorismo y castigar a quienes lo practican” y pidiendo el respaldo del Consejo de Seguridad, la Secretaría General y el Consejo de Derechos Humanos, entre otros organismos de la ONU, para poner fin a la violencia. Asimismo, el gobierno aceptó los puntos básicos del plan de paz propuesto por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, el exsecretario general de Naciones Unidas Kofi Annan. Las sanciones económicas occidentales están provocando un desastre en Siria. A lo largo del decenio el país había registrado una tasa anual de crecimiento del 5%, que resulta insostenible dada la prohibición que Europa occidental impuso a sus hidrocarburos y los perjuicios que está sufriendo su industria turística. Sin la ayuda del gobierno de el-Assad, 1,5 millones de sirios serían hoy víctimas de la desnutrición a causa de dichas sanciones. Red Voltaire, Thierry Meyssan; noviembre 29, 2011 y febrero 14, 2012. EFE, El Tiempo; marzo 16 y 28, 2012. Ria Novosti, columna de Vicky Peláez; marzo 23, 2012.

DE NUEVO EL GRUPO DE LOS 20 En junio se realizará en Los Cabos, México, una nueva reunión del Grupo de los 20, foro de 19 países, más la Unión Europea, donde se reúnen regularmente, desde 1999, jefes de Estado, gobernadores de bancos centrales y ministros de finanzas. Está constituido por siete de los países más industrializados (G-7), más Rusia (G-8), más once países recientemente industrializados de todas las regiones del mundo.

El G-20 representa el 85% de la economía y dos tercios de la población mundial. Lo integran Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.

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Desde noviembre de 2008, cuando en Washington se efectuó la reunión respectiva en medio de una grave crisis de la economía mundial, se han realizado reuniones en Londres y Pittsburg (2009), Toronto y Seúl (2010) y Cannes (2011). Al abordar el tema de la crisis este grupo ha desplazado al G-8, al G-14, a la OMC e incluso a las Naciones Unidas como centro de las definiciones económicas mundiales.

quien pueda, con la secreta esperanza de que las leyes del mercado restablezcan la normalidad en el funcionamiento económico mundial. El G-20, al tiempo que excluye a la mayoría de los países del mundo de decisiones que los afectan, otorga un papel central al sector financiero y refleja la nueva y creciente importancia que tienen países emergentes como los BRICS (China, Brasil, Rusia, India y Suráfrica).

Sus temas han sido la reforma del sistema financiero internacional, las relaciones con los países en desarrollo, la estabilidad financiera internacional, la cooperación económica, el papel del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), el manejo de las reservas mundiales y los paraísos fiscales, entre otros.

El G-20 no ha sido capaz de tomar medidas para el control de los paraísos fiscales, ni establecer un impuesto a las transacciones financieras internacionales, ni reformar el sistema financiero, ni tomar medidas para el manejo de reservas con una diversidad de monedas u otro mecanismo diferente al dólar, ni se han logrado controlar las maniobras especulativas en torno a los minerales, alimentos, propiedades urbanas y rurales o mercados de carbono. Es decir, prácticamente todos los planes iniciales se han abandonado en la práctica (remplazándolos por una retórica sobre desarrollo sustentable): soberanía alimentaria, diversificación energética y regulación financiera.

Aunque inicialmente y al calor de la crisis prometió reformas sustanciales en la arquitectura económica internacional, éstas no se han realizado y por el contrario se ha fortalecido el papel rector del BM y recapitalizado el FMI, intentando activar la OMC y en general mantener las políticas mundiales que condujeron a la crisis. Los diversos países han actuado ante la crisis en una especie de sálvese

Deslinde

LA LUCHA CONTRA LAS DROGAS: EEUU NO QUIERE RECTIFICAR EL RUMBO Hace 40 años el expresidente estadounidense Richard Nixon acuñó el término “guerra contra las drogas”, que tenía como objetivo el enfrentamiento militar y liderar la política antidrogas a nivel mundial. Este proceso permitió a Estados Unidos imponer su visión en toda América Latina y el mundo y le sirvió como excusa para establecer su presencia militar en varios países de la región. Tales son los ejemplos del Plan Colombia (2001), la Iniciativa Mérida en México (2008), la base militar Soto Cano o Palmerola en Honduras (desde donde gestó el golpe de Estado en 2009) y la desaparecida base de Manta en Ecuador. El balance de esta política, según académicos y analistas como Francisco Thoumi1, es de total fracaso: el mercado es cada vez más grande y consolidado, aumenta la producción y el consumo y los niveles de violencia, el tráfico y la distribución son cada vez mayores. Un ejemplo de esto son las cincuenta mil muertes en México, fruto de esta guerra contra el narcotráfico. Tal fracaso creó la necesidad de abrir el debate que busca replantear la guerra,

surgiendo una gama de propuestas que incluyen la despenalización y la legalización como alternativas. Hablaron hace unos años de esta cuestión los expresidentes Cardozo (Brasil), Zedillo (México) y Gaviria (Colombia) y recientemente el presidente guatemalteco Otto Pérez, quien puso el tema en la agenda promoviendo la despenalización y la legalización, diciendo además que “el tema debe ser debatido” porque no es posible que Centroamérica siga “poniendo los muertos” , mientras que Estados Unidos, el principal país consumidor de drogas, “impone sus estrategias” para combatir el narcotráfico2. Estos pronunciamientos hechos en marzo de 2012, un mes antes de la Cumbre de las Américas, generaron diversas opiniones y los medios se volcaron hacia Colombia, México y Estados Unidos, los dos primeros por ser las naciones donde la política de militarización ha sido ejecutada al detalle. Estados Unidos declaró tajantemente que no contempla cambios en esa política, que la guerra se va ganando y que un ejemplo de ello es Colombia3. Felipe Calderón rechazó las propuestas de Otto Pérez y se comprometió a seguir luchando como lo ha venido haciendo. Santos por su parte señaló que

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habría que hacer un estudio académico sobre las diversas alternativas pero mientras tanto continuar la guerra. El gobierno colombiano manifestó que las decisiones tienen que ser por consenso general, en donde Estados Unidos estará como un actor primordial y manifestó que la soberanía es un obstáculo para llegar a acuerdos4. Esta posición se vio reflejada en la culminada Cumbre, que no hizo una declaración sobre el tema. Ante el debate, Estados Unidos reeditó su estrategia antidrogas dos días después de terminada la Cumbre, anunciando medidas vagas de control interno como la reducción de la criminalización del consumo a cambio de fomentar medidas de salud pública. Sin embargo, esta decisión está relacionada con la crisis económica y con el hecho de que el actual sistema carcelario le cuesta US $50 mil millones al año. Por otro lado prioriza el enfoque militar en América Latina y pone a Colombia como líder regional del tema, país que sigue produciendo y traficando5. Más allá de si debe haber legalización o despenalización, el debate se tiene que centrar en la imposición de Estados Unidos –respaldado por los gobiernos de Colombia, México y otros de Centroamérica– de la guerra antidrogas, que tiene

como resultado la pérdida de soberanía de cada nación, argumentando que es un tema internacional como excusa para que la potencia del norte avance con su presencia militar en toda la región. El debate ha aclarado que cada nación puede adentrarse en estrategias que tiendan a mejorar su situación interna, a la vez que se pueden adelantar esfuerzos subregionales y regionales como respuestas alternas a la posición que encabeza el gobierno norteamericano. Andrés Aristizábal. Coalición Colombia No Bases. 1. Entrevista a Francisco Thoumi, “La legalización de las drogas: un problema de paradigmas e instituciones”. Revista Semana. Consultada el 15 de abril de 2012. 2. Artículo, “Pérez Molina quiere reunión con Obama para hablar de despenalizar las drogas” . Portal ideal.es. Consultado el 29 de marzo de 2012. 3. “Santos elogia ante Obama resultado del Plan Colombia en lucha contra la droga”. Noticias Terra.com. Consultada el 14 de abril de 2012. 4. Entrevista a Juan Manuel Santos. La lucha contra las drogas, es como pedalear una bicicleta estática: Santos. Rcnradio.com. Consultada el 10 de abril de 2012. 5. National Drug Control Strategy, Executive Office of the president of United States. Abril de 2012.

Historia e Identidad Damos la bienvenida al debate abierto públicamente por Semana y El Tiempo. Hay que retomar la enseñanza de la historia de Colombia a todos los niveles. Tal pareciera que la resolución adoptada hace varias décadas de abolir la enseñanza de esta asignatura en secundaria y remplazarla por un híbrido –ciencias sociales– hubiera obedecido a la consigna de borrar de la memoria de las nuevas generaciones de colombianos todo vestigio de su pasado y, por lo tanto, de las raíces amargas de su presente. El borrón era muy útil para las élites, pues aparte de la preparación para la apertura neoliberal también conllevaba la conversión de la educación en una empresa que rindiera dividendos. El recuento es muy breve: cuando irrumpe la historia crítica, a finales de los sesenta del siglo XX, presionada a su vez por el ascenso de los movimientos populares y de liberación nacional en el mundo entero –con independencia de sus enfoques contradictorios– comenzaron, a su vez, los funerales de la historia heroica que se centraba en la conquista y en la épica procera independentista. Las regiones y municipios, los afrodescendientes, los indígenas, los campesinos, los trabajadores, las mujeres, los estudiantes y en general los sectores

populares emergieron del olvido y comenzaron a tomar un lugar en la mentalidad de los estudiantes colombianos, a mostrarles su historia invisible, su cara oculta. Esto incidió en la toma de posición sobre los problemas nacionales. La historia, las ciencias sociales, el arte, la filosofía y en general todos los saberes son lugares estratégicos de los conflictos sociales. Cada época, cada generación y, en resumidas cuentas, cada clase y cada sector político deben releer continuamente su pasado y su ubicación en el mundo. De allí surge su memoria y allí encuentran el fundamento de sus proyecciones históricas y sociales. Por otra parte, es imprescindible que las nuevas generaciones conozcan nuestro proceso histórico, las continuas luchas sociales y los innumerables aplazamientos de nuestra modernidad, de nuestra constitución como una sociedad soberana y democrática. Colombia no fue solamente construida por los conquistadores, los próceres de la Independencia, los generales letrados y los

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presidentes gramáticos, sino que esa inmensa masa de esclavizados, de indígenas, de campesinos, de obreros y de mujeres no sólo tumbaron monte sino que además sus luchas configuraron nuestra nación. Ante la popularización de las nuevas visiones de la historia, la Academia de Historia protestó. Algunos historiadores fueron obligados al exilio (Rodolfo Ramón de Roux, entre ellos), la bella colección histórica del Instituto Colombiano de Cultura que dirigieron Gloria Zea y Santiago Mutis Durán fue suspendida y se modificó el plan de estudios de la secundaria. Era mejor diluir, difuminar, aplacar. Y lo lograron. Hoy los jóvenes no solamente no saben quién fue Nariño, sino además ignoran gestas históricas tan determinantes como el movimiento comunero de 1781 y la masacre de las Bananeras o las luchas femeninas en las fábricas de textiles de Antioquia durante los años veinte. ¿Quién recuerda que la nacionalización del petróleo de la que saldría Ecopetrol (hoy privatizada mediante su conversión en empresa por acciones) fue el resultado de las luchas de los trabajadores del petróleo en 1949? ¿Quién que la actual violencia se generó con el asesinato de Gaitán el 9 de abril de 1948 para frenar la previsible democratización del país y la Reforma Agraria? Hoy la historia de Colombia se estudia en la privacidad de las facultades y departamentos de historia sobre todo en las universidades públicas, y sus resultados y publicaciones son, por un lado, altamente especializados, lo que indica el rigor científico en su estudio; pero, por otro, muchos trabajos tienden a la asepsia social y a un revisionismo perverso. Baste recordar cómo por la influencia de François-Xavier Guerra y la escuela francesa hoy se niega el carácter colonial de la Nueva Granada (Colombia) durante tres siglos. Por lo demás, no hay canales de transmisión que conecten la profesión de historiador con las amplias capas de jóvenes que estudian carreras diferentes, pero que requieren el conocimiento de su pasado, y mucho menos con los estudiantes de secundaria. Para las amplias masas quedan los pastiches de la televisión. La memoria es identidad. El modo de ser de un

pueblo, su cultura, su lengua, su sensibilidad y su religiosidad, se modifican permanentemente. De ahí que el único fundamento de la identidad de “larga duración” es el conocimiento de su historia. La memoria pública está en los museos y monumentos, y en los rituales de las fiestas nacionales; estamos en mora de defender las edificaciones religiosas y civiles que constituyen nuestro patrimonio histórico y de demarcar con placas los lugares donde se escenificaron múltiples conflictos sociales. ¿Qué pasó con el museo de los comuneros? La memoria social y ciudadana se construye mediante la enseñanza y la difusión de la historia. Somos colombianos no sólo por habitar un territorio (que entre otras cosas desconocemos) ni sólo por hablar una misma lengua. El vínculo fundamental de la cohesión se encuentra en poseer la misma historia. La identidad nos dice quiénes somos como pueblo, como cultura, como nación y en ella –como ya se dijo– la identidad histórica es determinante. Por supuesto existe el conflicto de interpretación sobre qué es identidad. Sin historia, sin autorreconocernos, nos enfrentamos a la globalización neoliberal completamente indefensos. A nuestros gobiernos, del 90 hacia acá, les incomoda que les recordemos que hubo un proceso lento, difícil y complejo de industrialización, dependiente y lo que se quiera, que estaba modernizando al país. ¿Cómo no ha de incomodarles si desde César Gaviria la apertura de nuestra economía nos ha desindustrializado? Sin identidad difícilmente podremos pensar el futuro. Tal vez se trate de eso: de convertirnos en consumidores “controlados” de productos efímeros, en indiferentes a la suerte de nuestro país y de nuestras gentes, en personas sin pasado ni futuro que abocan su presente de modo ligero, sin estremecerse. La enseñanza de la historia debe reiniciarse, además, como remedio contra la desesperanza, pues más de una vez en nuestra patria los desposeídos se han estremecido y logrado la victoria. Esa lección es vital e imperecedera. Gustavo Adolfo Quesada Vanegas. Resumen del ensayo del mismo autor: ¿Para qué la Historia? En proceso de actualización.

LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ DE 1812 El 19 de marzo de 1812, día de San José, de ahí su nombre (“La Pepa”), las Cortes de Cádiz proclamaron la primera Constitución moderna española. Su antecedente, no español

aunque hubo españoles e incluso americanos en su redacción y aprobación, fue la Carta de Bayona proclamada en 1808 por Napoleón, quien impuso por el poder de las armas un régimen liberal y la monarquía constitucional de José Bonaparte, su hermano. Salvo unos cuantos “afrancesados” los españoles respondieron con la guerra de

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independencia (1808-1814) al emperador francés. En ausencia de los reyes Carlos IV y Fernando VII secuestrados por Napoleón y trasladados a Francia, el pueblo peninsular, al igual que lo harán los americanos dos años más tarde, organizaron Juntas Defensoras de los Derechos de Fernando VII (a Carlos IV se le consideraba responsable del caos y cómplice de Napoleón). De las juntas locales pasaron a la Junta Central de Sevilla y de allí a la Suprema Junta Gubernativa del Reino, que sesionó en la ciudad de Cádiz bajo la protección de la armada inglesa. La Junta Gubernativa convocó a Cortes Generales en febrero de 1810, incluyendo a los territorios de ultramar. Luego de dos años de sesiones, las Cortes proclamaron la Constitución Política de la Monarquía Española. La Constitución de 1812 estableció la soberanía nacional, la monarquía constitucional, la separación de poderes, el sufragio universal masculino y censitario (según la renta se podía votar o no), la libertad de imprenta y de industria, el derecho de propiedad y un conjunto amplio de derechos individuales. Igualmente abolió los señoríos y la Inquisición, aunque mantuvo a la religión católica como la religión exclusiva de la nación. Una de sus medidas más significativas fue la declaración de la ciudadanía española en todo el imperio, incluidos los americanos y filipinos, los indios, las castas y los negros libertos. Podemos obviar la crítica de no haber abolido la esclavitud e incluso comprender su religiosidad. Sin el apoyo de los esclavistas en uno y otro continente, en este momento, no hubiera sido posible nada. El catolicismo era la quintaesencia de la cultura española desde el Cid Campeador y la Iglesia tuvo 90 representantes en las Cortes. Hasta aquí no nos queda sino reconocer su carácter progresista y aunarnos a la conmemoración que viene adelantando toda Hispanoamérica. Pero cuando se examina más en detalle todo el contexto se encuentran varios problemas: primero, la representación ante las Cortes de América y España nunca fue igualitaria. Mientras cada provincia española podía elegir dos diputados, en América de cada virreinato o capitanía sólo se podía elegir uno. Recordemos el Memorial de Agravios de Don Camilo Torres. De ahí que las deliberaciones constitucionales sólo contaron con 37 americanos sobre 303 diputados. ¿Cómo podía abolirse el monopolio comercial español y su política colonial sobre América? Gran parte de los diputados peninsulares pertenecían al sector comercial de Cádiz que detentaba el monopolio. Y ésta era una de las causas de la insurgencia, pues condenaba a América a ser productora de materias primas y compradora de los productos industriales que España adquiría en Inglaterra y en Europa. Segundo, pese a las intervenciones

de los diputados americanos –sobre todo del ecuatoriano José Vicente de Lequerica– jamás se extendió la mano a los insurgentes. Por el contrario, continuamente se enviaron ejércitos para reducirlos. Recordemos el exterminio sistemático de rebeldes en México, Ecuador, Chile y Venezuela, mientras duró la hegemonía de las Cortes. Nada más estos dos problemas indican que la igualdad de América y España como “partes constituyentes de la monarquía española” era retórica. América seguía siendo considerada espacio colonial. Ni siquiera se le concedía una relativa autonomía bajo la forma federal. Era imposible la reconciliación. En un punto hubo siempre coincidencia entre los reyes y virreyes ilustrados del siglo XVIII, las Cortes de 1810 a 1814 y Fernando VII cuando regresó a España derrotado por Napoleón y abolida la Constitución de 1812: América era territorio colonial. Algunos despistados en pose de historiadores le atribuyen a “La Pepa” haber sido el hito axial de nuestro primer constitucionalismo. Pero atención: en la Nueva Granada desde julio de 1810 El Socorro esbozó una Constitución; desde 1810 el cura Hidalgo hizo lo propio en México con un radicalismo social desconocido hasta entonces; en el temprano 1811, el Estado Soberano de Cundinamarca, las Provincias Unidas del Nuevo Reino de Granada, el Estado Soberano de Tunja, el de Antioquia y otros, ya tenían constituciones, así como Venezuela y Buenos Aires; y en Caracas y Cartagena (¿las precedió Mompox en 1810?) desde 1811 se declaró la independencia absoluta de España respaldada por constituciones. Por otra parte, aprobada la Constitución de 1812, ésta solamente rigió en los territorios americanos controlados por las autoridades subalternas a la Suprema Junta Gubernativa: México, Perú y el Caribe y no en toda su jurisdicción. En el resto del continente fue desconocida. “La Pepa” , no fue nuestra pionera. Ella, como las constituciones americanas, como la monarquía constitucional que estableció en el Brasil Don Pedro I de Braganza en 1822, sin negar las influencias recíprocas y multidireccionales, obedecían a un movimiento histórico-universal más profundo: la Revolución Burguesa, cuyo ideario expresado en los principios políticos y las constituciones de Estados Unidos y Francia dio piso teórico, aunque precario por razones internas, a nuestros independentistas y a nuestro emergente sentimiento nacional. Bajo este espíritu se proyectaron monarquías cuando pesaba mucho la tradición o repúblicas en momentos en que el horizonte fue propicio, unas y otras de carácter constitucional. Tal

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vez debamos concluir que para tragedia de España y América del Sur, incluido Brasil, el peso de la Iglesia Católica, la fragmentación territorial, las ambiciones de los caudillos y de los señores de la tierra –verdaderos barones feudales, inclinados a los modelos monárquicos y autoritarios– impidieron que el contenido liberal del pensamiento político de

la época nos hubiera convertido desde principios del siglo XIX en auténticas repúblicas modernas y democráticas. Lo demás es historia patria. Resumen del ensayo del mismo nombre, escrito por Gustavo Quesada Vanegas.

RECORDEMOS A JORGE AMADO, EL NOVELISTA DE LA LIBERTAD Y LA ESPERANZA Jorge Amado nació hace casi cien años, el 10 de agosto de 1912, en Ytabuna, municipio brasileño del estado de Bahía y murió el 6 de agosto de 2001, un poco antes de cumplir sus 88 años. Fue quizás uno de los escritores que mejor logró romper la barrera existente, infortunadamente, entre la literatura de su país y la del resto de América Latina. Sus personajes alegres y picarescos fueron quizás la razón principal para la amplia difusión de su obra en nuestras tierras, al menos durante varios decenios de la segunda mitad del siglo XX. Pero no menos importante para ello fue la dignidad que Amado les imprimía a sus caracteres, aún en las más difíciles condiciones de miseria y sometimiento que les tocaba vivir. Símbolo, sin ninguna duda, de lo que ha vivido por varios siglos este maltratado continente descubierto y colonizado por los monarcas ibéricos. Los escritos de Amado están llenos de luchadores por la libertad. Es difícil encontrar en nuestra literatura seres más indómitos contra la opresión feudal que los personajes femeninos creados por Amado en Gabriela, clavo y canela (1958), Teresa Batista cansada de guerras (1972) o Tieta de Agreste (1977). Mujeres sabrosas que avivan todos los sentidos pero que no vacilan ante nada para defender sus convicciones. Todas ellas han recorrido el mundo en decenas de ediciones de sus libros, con millones de ejemplares vendidos, y en innumerables adaptaciones para cine, teatro y televisión. Son inolvidables combatientes por la libertad sus trabajadores de las plantaciones cacaoteras en Cacao (1933), Sudor (1934) y Las tierras del Sinfín (1942); sus pescadores y marineros en Mar muerto (1936), Pastores de la noche (1964); el capitán de altura don Vasco Moscoso y Aragón en Los viejos marineros, y el muy atildado don Joaquín Soares da Cunha quien se convierte en muerto para gozar a rienda suelta de la bebida y las mujeres con su selecto grupo de amigos en esa pequeña obra maestra que es La muerte y la muerte

de Quincas Berro Dagua (1961). La primera edición de una de sus más conocidas novelas, Capitanes de la arena, escrita por Amado en 1937, fue confiscada y quemada por los gobernantes de su región, pues la consideraron subversiva ya que cuenta la triste existencia de los niños callejeros abandonados en Salvador de Bahía. Fue conocida años después, en 1944, y desde ese momento no ha existido obstáculo que le impida su caminar. Hoy es lectura obligada en las escuelas de Brasil, no porque se hayan acabado los niños callejeros y abandonados sino porque su lucha por la libertad ha rendido frutos. Los Capitanes de la arena ha vendido más de cinco millones de ejemplares, 600 mil de ellos en los últimos dos años, y la nieta del escritor, Cecilia Amado, acaba de presentar en La Noche de Brasil del Festival de Cine de Chicago su primer largo metraje, basado en la extraordinaria obra de su abuelo. Amado mismo resumió el contenido de su obra: “Mis parcialidades han sido siempre por la libertad contra el despotismo y la prepotencia, por el explotado contra el explotador, por el débil contra el fuerte, por la alegría contra el dolor, por la esperanza contra la desesperación... Jamás fui ni seré imparcial en esta lucha del hombre contra el enemigo del hombre, en esta lucha entre el futuro y el pasado” . Otros de sus títulos son: El país del carnaval (1931, su primera novela); Jubiabá (1935); San Jorge de Ilheus (1944); De cómo los turcos descubrieron a América (1944); Mies roja (1946); Los subterráneos de la libertad (1952); Los viejos marineros (1961); Pastores de la noche (1964); Doña Flor y sus dos maridos (1966); La tienda de los milagros (1969); Uniforme, frac y camisón de dormir (1979); El niño grapiuna (1982); Tocaia grande (1984) y Navegación de cabotaje (1992). Carlos Naranjo

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LA MÚSICA DE LUCHO BERMÚDEZ ESTÁ CADA VEZ MÁS VIVA En enero de 1949 los lectores de Semana, revista fundada por Alberto Lleras Camargo y dirigida por Hernando Téllez, se sorprendieron con el tema de la portada. El espacio principal, reservado siempre a estadistas, políticos o intelectuales, estaba ocupado por Luis Eduardo Bermúdez Acosta. Muchos bogotanos no habían oído hablar de él nunca. Otros lo conocían como el maestro Lucho Bermúdez, divulgador de la música costeña. El reportaje afirmaba: “En el interior muchos aseguran que (el porro) es el más bullicioso y algunos que es el más vulgar” . Y a renglón seguido lo reconocía como “el más popular de los aires festivos de Colombia” . Esta información fue el primer reconocimiento público de que empezaba a producirse una honda transformación en la cultura popular colombiana. Los aires del interior, que hasta entonces constituían la identidad musical nacional, acusaban el irresistible empuje de los ritmos bailables costeños como nuevo paradigma que convocaba musicalmente a un país donde hasta entonces los tambores se miraban con sospecha y solo se reconocía la dignidad de la música andina de cuerdas y los aires de salón del exterior. Según el cantante Cosme Leal, las orquestas de Bogotá “no se atrevían a tocar un porro o una cumbia porque les daba pena” . Bermúdez había llegado por primera vez a Bogotá en 1944 con su orquesta. Acudía contratado por un club nocturno, y pronto se difundieron en directo sus gaitas, cumbias, porros y mapalés en el programa radial “La hora costeña” . Muchos bogotanos se escandalizaron y un famoso columnista de El Tiempo dijo con desagrado que la música de Bermúdez era “una merienda de negros” . Sus oídos estaban acostumbrados al pasillo, el bambuco, la polca y el vals, pero no a los ritmos del litoral. Lo más movido que se agitaba por entonces en la capital era la rumba criolla, una adaptación paramuna del sabor cubano.

Bastaron quince años para que la cumbia y el porro se consagraran como símbolos musicales de Colombia, y quince más para que el vallenato los acompañara en el podio. El mayor responsable de esta honda sustitución de valores fue Lucho Bermúdez, nacido hace más de cien años, el 24 de enero de 1912, en Carmen de Bolívar, uno de los más completos, talentosos y polifacéticos músicos que ha dado el país, intérprete de clarinete, conocedor de la música clásica y del jazz y compositor de toda suerte de aires latinos, desde el bolero y el danzón hasta el torbellino y el tango. En estos días se rinde homenaje en diversos escenarios al inolvidable “maestrísimo” –como lo llamaba su colega Álvaro Dalmar–, cuyas principales obras han animado las fiestas de varias generaciones: Carmen de Bolívar, San Fernando, Borrachera, Tolú, Prende la vela, Te busco, Salsipuedes, Danza negra, Colombia, tierra querida... Sería injusto, sin embargo, no mencionar otras figuras que con sus orquestas o sus obras contribuyeron a elevar al nivel de identidad nacional la música que en un principio solo representaba una región: en primer lugar Pacho Galán, pero también Luis Carlos Meyer, Alex Tovar, Crescencio Salcedo, José Barros, José María Peñaranda, Rafael Escalona, Rafael Campo Miranda, Julio Bovea y muchos otros. ¿Qué fenómeno provocó el cambio? El crítico José Vicente Contreras sostiene que Bermúdez “vistió de frac la música costeña” , al adaptar a instrumentos orquestales los aires de bandas y conjuntos callejeros. José Portaccio, biógrafo del maestro, señala que enriqueció los ritmos costeños “sin que perdieran autenticidad” . Lucho Bermúdez falleció en Bogotá en abril de 1994. Pero su música está cada vez más viva, como lo demuestran las celebraciones de su centenario. El Tiempo. Editorial. Enero 24, 2012.

“Incendies”, de Denis Villeneuve En un país imaginario, Daresh, que bien pudiera ser el Líbano, o cualquier nación islámica del norte de África o del Cercano Oriente, y en lugares quizá también imaginarios como Fouad, Deressa, Kfar y Ryat, se vive una de las eternas y cruentas guerras entre diversas facciones de cristianos contra diversas facciones del islam. Tal es el contexto que enmarca la historia de Nawal Marvan Wahab y de

sus hijos gemelos Simon y Jeanne. La película no narra la guerra, narra la historia de Nawal. Al momento de morir en Canadá ella encarga al notario Jean Lebel, a quien sirvió como

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secretaria, que entregue a sus hijos dos cartas, una para el padre y otra para el hermano de los gemelos, de quienes los jóvenes no tenían el más mínimo conocimiento. Simon se resiste a la búsqueda mientras Jeanne se empecina en ella, pues intuye que al encontrar al padre y al hermano desconocidos podrá reconstruir la historia, la memoria de su propia madre, de quien solo tiene fragmentos. A partir de este momento se desencadena una trama intensa que mantiene al espectador en vilo hasta el desenlace final. La historia se reconstruye saltando del presente al pasado y de allí de nuevo al presente (flash back), configurando un rompecabezas que gradualmente iremos armando. Los eventos crueles contados en forma realista y digna nos estremecen y quedan en la memoria, suscitando una serie de reflexiones que sólo con el tiempo podemos convertir en palabras y conceptos. La película fue ganadora de los premios al mejor guión, el premio del público y el premio de la juventud en el seminario de cine de Valladolid en 2010, así como postulada al Oscar a la mejor película extranjera en el mismo año. A Colombia llegó en 2011, permaneció unos días en cartelera y salvo en las revistas especializadas no mereció ningún comentario significativo en los medios dirigidos al gran público. La magia de Denis Villeneuve, su director, es la de cualquier gran artista. Se ocupa de lo particular, lo desvela, indaga en su trasfondo y logra enmarcarlo en lo general, manteniéndose estéticamente en lo singular. Las conciencias y los hechos individuales contienen en decursos aparentemente azarosos, la férrea impronta de lo macro. Una guerra no es sólo la confrontación violenta entre facciones armadas que luchan por exterminar o derrotar al antagonista. Es, además, el desencadenamiento de la barbarie humana, de muchas fuerzas, muchas tensiones y muchos actos, que se filtran en las conciencias y los hechos individuales y que todo lo permean. Así el amor, la familia, las sensibilidades y las decisiones individuales. Nawal en su juventud amó a un musulmán que es asesinado por

sus propios hermanos. El hijo de este amor es entregado en adopción, pero el orfanato es arrasado por la guerra y los niños convertidos en ejército y sicarios, primero de los cristianos y luego de los musulmanes. Nawal estudia en una universidad, posiblemente de Beirut, pero la universidad es clausurada por los cristianos maronitas. Así podríamos continuar detalle por detalle. La voluntad de Nawal por encontrar a su hijo y la de Jeanne por desenredar el ovillo de la historia de su madre, sólo pueden ser comprendidas en el contexto de la guerra. Para nosotros esto no es un gran misterio: ¿cuántas vidas individuales desgarradas, cuántas historias familiares podríamos recoger de quienes fueron arrastrados al y por el conflicto que nos sacude desde hace más de sesenta años? Algunas novelas colombianas, que no es del caso mencionar, lo han plasmado con gran solvencia. Otras no han salido de lo cruento y lo espectacular, lo vendible, lo que tiene audiencia fácil. Lo que sucede con los personajes de Incendies, (su título original es Les jumeaux, los gemelos) puede ser estudiado por la psicología, la sociología y la ciencia política. La historia individual colocada en contexto se universaliza hasta llevarnos a la conclusión de que Nawal bien pudiera haber vivido en el Caquetá, en la Depresión de las Hermosas, en el Cauca o en cualquiera de las sabanas de Córdoba, Bolívar, Magdalena o Sucre y su historia hubiera sido semejante. Denis Villeneuve ya es un director reconocido. Nació en Gentilly, ciudad de Quebec (Canadá) en 1962. Su filmografía incluye Maelström, que mereció el premio de la crítica en Berlín en el 2000. Actualmente prepara varias películas que recaban sobre el problema de la guerra. Incendies se inspiró en la obra del mismo nombre del director teatral libanés (1968) autor de la cuatrilogía: Le sang de promesses: Forêt, Litoral, Incendies, Ciels. Por la prensa nos hemos enterado que este director estuvo en el Festival de Teatro 2012 con Incendies. Gustavo Adolfo Quesada Vanegas

“UN MUNDO MARAVILLOSO” – DIRECTOR LUIS ESTRADA Yo percibo un mundo demasiado injusto, desigual sobre todo con la experiencia de vivir en el país, donde la desigualdad social es el motor de todos los otros enormes problemas, y un poco es la lectura, en tono si de sátira y

caricatura, que magnifica los defectos y esconde las virtudes… Luis Estrada

Las películas del mexicano Luis Estrada circulan sólo en cine clubs. Y no es para menos. Su mirada se desliza por los personajes, las aldeas y las condiciones creadas en México por la corrupción, la sobrevivencia de las élites enfeudadas y la

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aplicación del Consenso de Washington por el Partido Revolucionario Institucional –PRI– y el Partido Acción Nacional –PAN– y los conocidos efectos del Tratado de Libre Comercio de América de Norte –TLCAN–, de manera caricaturesca. Los gobernantes nacionales, de los Estados, las ciudades y las aldeas, la Iglesia Católica, los políticos, la prensa y los miserables, con toda la carga de oportunismo que les han imbuido las políticas asistencialistas, son presentados en situaciones que producen risa pero también rechazo. Un mundo maravilloso (2006), de Luis Estrada, al igual que La ley de Herodes (1999), tiene un estilo que continúa las grandes comedias del cine mejicano: Allá en el rancho grande (1948), de Fernando de Fuentes, Nosotros los pobres (1948) de Ismael Rodríguez o El Rapto (1953) del Indio Fernández, en las que al lado de los diálogos altisonantes se juega con los códigos del humor popular, comunes en la población vulnerable. Estos códigos del cine cómico mejicano recuerdan en primer lugar a Germán Valdés “Tin Tan” , con la alusión a su manera de burlarse de las situaciones trágicas para enfrentar la desgracia con la risa y neutralizar sus efectos negativos. También con los juegos de palabras de Mario Moreno “Cantinflas” , por supuesto, sin el extremo de llegar al sinsentido. No se ahorra tampoco los guiños a las viñetas de Charles Chaplin en los finales de las películas para rematar algunas secuencias, con el cierre del diafragma del lente, muy reconocible en este director. Según Estrada el objetivo de La ley de Herodes fue criticar al PRI y al PAN, “y ahora con Un mundo maravilloso la crítica es hacia la política económica con humor negro, con muy mala leche” . Es directa la sátira a los ministros panistas del actual gobierno de Calderón. Al fin y al cabo todos están enredados en los hilos múltiples de la globalización neoliberal. Por otra parte, hay una burla abierta a la forma como los periódicos y en general los medios tratan los asuntos noticiosos, con una alusión muy clara a Juan Nadie (1941), dirigida por Frank Capra, en la que se muestra a un hombre común y

corriente, un ciudadano de a pie, que es convertido en ícono mediático para explotar al máximo sus potencialidades, con el propósito de que los medios de comunicación masiva hagan su agosto. Para la crítica a los pobres, se retoman Los olvidados, de Luis Buñuel, o la famosa escena de La última cena en la que se les dibuja cuando se saben fortuitamente poseedores de las riquezas o comodidades de las que han carecido por siempre. También existen claros nexos con la clásica Nosotros los pobres (1948) de Ismael Rodríguez: en ella las borrachitas alcohólicas tienen una clara evocación en los amigos de Juan Pérez, nuestro antihéroe oportunista de Un mundo maravilloso. La diferencia, hay que señalarlo, está planteada de forma contrastante en el diseño escenográfico, pues la situación de la película de Estrada está mostrando cómo la metrópoli, con sus rascacielos de trasfondo, tiene el contexto ineludible de las villas-miseria que se formaron en el mismo corazón de las grandes ciudades. De los 103 millones de habitantes de Méjico, 27,5 están en manos de la “gran chingada” según el BID y según Estrada, 60 millones, lo que daría un porcentaje del 57%. Vaya a ver si se trata de mera exageración o de una realidad estructural típica del “desarrollo” latinoamericano en todos sus países, pues las ciudades, las situaciones y los miserables que caricaturiza Estrada podrían ser tomados de cualquiera de nuestras sociedades. Para nosotros, de cualquiera de los corredores de miseria que rodean a Bogotá, Cali o Medellín, etc., en las que los Juan Pérez son víctimas de las políticas del desplazamiento y el desempleo, a la vez que de las políticas asistencialistas de los gobiernos neoliberales. Luis Fernando Rozo Velásquez. Profesor Titular Universidad del Tolima, Grupo de Investigación, Comunicación y Cultura; director del cine club de la Universidad del Tolima; director de las siguientes películas: Fiestas de Armero y Lérida (1989), Ibagué ciudad Musical, ciudad de paso (1999), Telaraña (2004), De puertas adentro (2005), Motivaciones (2007), y Darío Jiménez el pintor de la ciudad (2009).

CAZANDO AL BOSÓN DE HIGGS Una de las más destacadas noticias científicas que ha aparecido últimamente en todos los medios de comunicación, tiene que ver con la investigación que miles de científicos llevan a cabo en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés). Este portentoso acelerador y colisionador de partículas es un anillo de unos 27 kilómetros de

diámetro enterrado en las cercanías de Ginebra, en la frontera entre Francia y Suiza. En el vientre del LHC los investigadores aceleran en sentido contrario haces de protones, partículas

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alojadas en el núcleo del átomo, hasta velocidades muy cercanas a la de la luz, los hacen chocar y entre los detritus atómicos buscan una elusiva partícula: el denominado bosón de Higgs (bautizado así en honor al físico inglés Peter Higgs), la única predicha por el llamado modelo estándar (la teoría que describe el comportamiento de las partículas subatómicas) que hasta la fecha no ha podido ser encontrada. Toda la materia está gobernada por la acción de cuatro fuerzas fundamentales. Dos de ellas actúan únicamente a nivel del núcleo del átomo: son la fuerza nuclear débil y la nuclear fuerte. Las otras dos actúan a grandes distancias: la fuerza electromagnética y la fuerza gravitatoria. La actividad de esas fuerzas está mediada por unas partículas especiales sin masa, como el fotón (las partículas de la luz). Pero resulta que las partículas mediadoras de la interacción débil, los bosones W y Z, poseen masa. La partícula de Higgs ayudaría a comprender por qué electrones, quarks, neutrinos y otras partículas elementales tienen masa. Esta es la última pieza que le falta al rompecabezas del modelo estándar. Pero, ¿qué es un bosón? Las partículas subatómicas pueden ser clasificadas en dos grupos: bosones y fermiones. Son fermiones los electrones,

protones y neutrones, las partículas que constituyen los átomos de la materia ordinaria. Los bosones son las partículas mediadoras de las distintas fuerzas que gobiernan el comportamiento de la materia en el universo: el fotón, el gluón, los bosones W y Z, el gravitón y el bosón de Higgs. El pasado 13 de diciembre voceros del CERN, el laboratorio europeo encargado del LHC, presentaron al mundo los resultados de la implacable cacería que han emprendido sobre tan importante presa atómica. Parece ser que los datos empiezan a mostrar indicios de su existencia, la bestia comienza a asomar la cabeza, pero también existen motivos para interpretarlos con cautela. La confirmación de su existencia nos llevaría a una comprensión más profunda del universo, sería un salto hacia adelante en la física de partículas y abriría un camino al estudio de la enigmática materia oscura, de la cual está hecho la mayoría del universo pero de la que no se sabe mayor cosa. Si los experimentos demuestran que el bosón de Higgs no existe, habría que replantear algunos de los presupuestos teóricos del modelo estándar. De una u otra forma, sería un triunfo de ese poderoso y único instrumento para estudiar la estructura y comportamiento de la materia: la ciencia. ¿Está la partícula de Higgs asomando la cabeza? Alberto Casas, Investigación y Ciencia, febrero de 2012.

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