Revista El Ojo No. 1 AĂąo 1. Noviembre de 2018
https://revistaelojo.wordpress.com/
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En Portada, fotorreportaje sobre la obra Pétalos y Espinas, realizada por la Compañía de Danza de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México
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La desnudez del arte en México
Llevamos el arte en las venas, en la sensibilidad que no deja de merecer obras que concuerden con nuestra flama pasional y que deje que nuestros sentidos nos llenen de texturas, aromas, sonidos y sabores que dejan al alma desnuda, así como muchas veces los creadores dejan a sus modelos, para retratar desde la ternura hasta el mayor erotismo.
13 Inktober ¿Qué es? Es una celebración anual creada en 2009 por el artista Jake Parker, surge como un juego de palabras en inglés que es INK (TINTA) OCTOBER (OCTUBRE) que sería como “octubre el mes de la tinta”. »»p.24
14 Daniel Manrique, José de Molina y Benita Galeana Raymundo Colín Axolotl nos habla de sus recuerdos con algunos de los activistas sociales más importantes del Siglo XX.
18 ¿Cuánto usamos la tecnología y el Internet? ¿Has pensado cuanto tiempo gastas en Internet?, ¡Yo tampoco!, pero justo por eso he decido hacer hoy este artículo.
22 Sincronismo Día de Muertos / Halloween Am no an listening depending up believing. Enough around remove to barton agreed regret in or it. Advantage mr estimable be commanded provision
26 El gato »»p.32
Cuento realizado por el escritor Eduardo Vasuribe en el que nos pone a reflexionar sobre la realidad de las personas en los barrios de la ciudad.
32 de Alharaca (fragmentos) El escritor Javier Raya nos presenta unos fragmentos de su más reciente libro de poemas, titulado “Alharaca”.
34 Sobre AMLO y su toma de posesión Opinión sobre la futura toma de posesión del presidente electo Andrés Manuel López Obrador y el paranoma político nacional e internacional.
38 El éxodo de migrantes centroamericanos, consustancial a la globalización capitalista »»p.34
Esquema para entender el fenómeno de la migración centroamericana que atraviesa el territorio mexicano rumbo a Estados Unidos de América. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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Revista El Ojo® es una revista D E R E C H O S D E A U T O R Y mensual. Todos los derechos reser- DERECHOS CONEXOS, año 1 No.1, vados. Queda prohibida la reproduc- Noviembre 2018, Revista El Ojo® ción total o parcial del material pub- es una Publicación mensual editada licado sin consentimiento por escrito por alumno de la carrera de Ciencias de los editores. La información con- de la Comunicación de la Facultad tenida ha sido obtenida de fuentes que de Ciencias Políticas y Sociales de la se consideran fidedignas. Revista El Universidad Nacional Autónoma de Ojo® investiga sobre la seriedad de México, Circuito Mario de La Cueva sus anunciantes, pero no se respon- S/N, Ciudad Universitaria, 04510 sabiliza R ede v i las s t a ofertas E l O j orelacionadas | N o v i e m b Coyoacán, r e 2 0 1 8 CDMX, Tel. (55) 7028-6433, con los mismos. https://revistaelojo.wordpress.com,
contacto.revista.el.ojo@gmail.com. Editor responsable: Roberto Gutiérrez Contreras. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. (en trámite), ISSN: (en trámite), ambos entregados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este Número, Raymundo Colín Chávez, Circuito Mario de La Cueva S/N, Ciudad Universitaria, 04510 Coyoacán, CDMX. Fecha de la última modiöcación, 17 de noviembre de 2018.
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n el mundo postmoderno por el que transitamos, donde nada es seguro y todo es un revolcadero, un abismo y un cataclismo de fenómenos naturales, sociales, políticos y económicos; donde se llora de dolor o de alegría, es menester decir y hacer algo, con un afán abierto y de reconocimiento a la diferencia. Es por esa razón que un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, nos hemos dado a la tarea de editar la Revista El Ojo. No sabemos por cuánto tiempo, ni cada cuando la editaremos, pero lo que sí tenemos en mente es sostenerla mientras cursemos la carrera de Ciencias de la Comunicación, como un foro que de voz a todos los que quieran compartirla con nosotros, sin importar la tendencia ideológica, política, económica, sexual y hasta académica. Lo importante es divergir y dar a conocer lo que se cocina en las mentes de los miembros de nuestra comunidad estudiantil y más allá: es decir fuera de sus muros.
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Directorio Editores:
Raymundo Colín Chávez Roberto G. Contreras
Relaciones Públicas: Edgar León
Publicidad: Raymundo Loredo
Colaboradores: Brayan López Miguel, Eduardo Vasuribe, Erick Genser, Omar Frutos, Raymundo Colín Chávez, Roberto G. Contreras
Lo que pretendemos con El Ojo, es iniciar un diálogo a ninguna parte, un concierto desafinado y pluriarmónico, que no tiene la intensión de fundar partido político alguno, ni oposición a nada ni a nadie, ni reclamo alguno al sistema, ni grilla que se le parezca. Lo que intuimos, porque no estamos seguros, es generar un espacio de divergencia donde quepan todos los hipos, los retros, los post y los contras, para qué, no lo sabemos.
Fotografías e Ilustraciones:
nación, de valemadrismo, de rebeldía o lo que chingados se antoje a los que, sin interés mezquino alguno, quieran hacer uso de sus páginas, sin reclamar pago alguno y con toda la disposición de que los textos, fotografías, ensayos, cuentos, crónicas, reportajes, etcétera, servirán para que quien acceda a ella se revuelque en un contexto lleno de contradicciones y dicciones como es nuestro país y el mundo en el que está inserto. Obvio decirlo, nos reservaremos el derecho a decidir lo que publicamos: nunca a llamados porriles o extremistas, o acción punitiva alguna o que cause daño a terceros moral o materialmente. Independientemente de lo antes mencionado venga a nuestro reino los textos que quieran, sin importar la forma y si el formato.
Arte y Diseño:
Alex Ringer, Asromanov, Blue Sky, David Reseeguie, Eric Gross, Erkin Sahin, Leroy Skalstad, Miguel Saavedra, Miguel Ugalde, Nora Alegría, Omar Frutos, Rawpixel. com, Roberto G. Contreras, Tracy Scott-Murray He pues aquí El Ojo, un medio de comunicación, de indigRoberto G. Contreras
Sin más palabrería damos la bienvenida a la Revista El Ojo. Salud… Ojos, ojos son, todos los que me ven…(Fragmento de una canción de Miguel Pineda). Raymundo Colín Chávez Editor
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Sabemos que la desnudez fue quizás lo primero que los artistas de la prehistoria comenzaron a retratar en las esculturas de piedra y en las pinturas rupestres, y de esto no estamos alejados en nuestra artística e histórica patria
El fisgón, 2017, Rafael Cauduro, papel algodón sobre madera con bastidor, exposición “Estratos del arte” en Casa Lamm.
Representación de Tláloc, Posclásico tardío (1350 – 1519 d. C.), autor desconocido, escultura en piedra, colección del Museo Nacional de las intervenciones.
Relieves sobre fachada sur del Palacio de Bellas Artes, 1907, A. Boni, alto relieve en mármol, Palacio Nacional de Bellas Artes. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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L A D E S N U DE Z D E L A RTE E N M É X I C O CULTURA Fotografías e información por Roberto G. Contreras En México somos muchas cosas, gastrónomos, científicos, atletas, ingeniosos y obviamente, artistas. Llevamos el arte en las venas, en la sensibilidad que no deja de merecer obras que concuerden con nuestra flama pasional y que deje que nuestros sentidos nos llenen de texturas, aromas, sonidos y sabores que dejan al alma desnuda, así como muchas veces los creadores dejan a sus modelos, para retratar desde la ternura hasta el mayor erotismo capaz de hacer sonrojar, incluso, al Marqués de Sade. Pero ¿cómo ha llegado esta tradición hasta el legado artístico nacional? Sabemos que la desnudez fue quizás lo primero que los artistas de la prehistoria comenzaron a retratar en las esculturas de piedra y en las pinturas rupestres, y de esto no estamos
alejados en nuestra artística e histórica patria. Ejemplo de lo anterior son las pinturas rupestres del Valle de Tlacolula en la zona oriental de Oaxaca, donde se encuentran pinturas con más de 7,000 años de antigüedad, para avanzar hasta las culturas mesoamericanas, quienes brindaron todo tipo de representaciones artísticas, desde esculturas, relieves, murales y códices representando al cuerpo humano desnudo o parcialmente desnudo. Nos encontramos entonces con una antigüedad en la que la desnudez no era otra cosa que la representación de lo real o de lo místico, escenas de recién nacidos, de partos, de agricultores, de jugadores de pelota y hasta de mandatarios, pero también, de deidades fragmentadas como la conocida Coyolxauhqui, deidad representada en un relieve de disco, quien muestra su torso desnudo y sus senos al aire
después de ser descuartizada por su hermano Huitzilopochtli. Para la llegada del mundo hispano a América, el legado artístico de Mesoamérica era gigantesco y, por ende, las escenas de desnudez retratadas en distintos medios se habían vuelto parte de la realidad plástica en este lado del mundo. Ante esto, es poco probable que el viejo continente se escandalizara por el cuerpo humano sin ropa, hay que recordar que Europa se encontraba en pleno arranque del Renacimiento, lo que implicaba que las pinturas, murales y esculturas se encontraron imbuidas de todo tipo de desnudos tanto femeninos como masculinos, con distintas temáticas, no solamente religiosas sino también sobre figuras mitológicas de la tradición grecolatina. Mucho de ese arte es posible apreciarlo en museos como el Museo Nacional de Arte, el Museo Nacional de San Car-
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los o el Antiguo Colegio de San Ildefonso, así como algunos casos de reproducciones ubicadas en parques como la Alameda Central de la Ciudad de México. Sin embargo, la época colonial modificó la estructura artística en la entonces llamada Nueva España, donde el arte sacro se ocupó de esconder la mayor cantidad de piel, aunque aún era posible apreciar algunas piezas de escenas de la Pasión de Cristo, así como de torturas a algunos mártires cristianos, en las que los artistas de la época se esmeraron para recrear la textura de la piel humana con pretexto de evocar el mayor fervor religioso. Ganímides arrebatado por Júpiter en forma de águila, 1858, José Díaz, escultura en yeso, Acervo de las galerías de la Academia de San Carlos.
Con la llegada del Barroco, la calidad y realismo de las técnicas artísticas permitieron que se añadieran aspectos de teatralidad y manejo del claroscuro, para evocar nuevamente las temáticas además de religiosas, las relacionadas con la mitología y la vida cotidiana, tal y como ocurría en Europa, muestra de ello son las piezas realizadas por el pintor Juan Rodríguez Juárez, con su reconocida obra como el óleo nombrado “Entierro de Cristo”. Al mismo tiempo, la influencia de las ideas de la Ilustración, así como los movLa caída de los ángeles rebeldes, 1850, Felipe Santiago Gutiérrez, imientos políticos, sociales y óleo sobre tela, Colección de la Universidad Autónoma del Estado militares que dieron pie a la inde México, durante la exposición “Discursos de la Piel” en el Museo dependencia de muchas regioNacional de Arte. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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nes de América, influyeron de igual forma en la sensibilidad y atrevimiento de los artistas mexicanos. Para la segunda mitad del siglo XIX, comienza a gestarse una revolución cultural y artística con la consolidación del estilo barroco, teniendo en México artistas como Ramón Sagredo, Rafael Flores, José María Barragán y Ponce, Gonzalo Carrasco, Juan Cordero, Tiburcio Sánchez de la Barquera y el gran pintor mexiquense Felipe Santiago Gutiérrez, quienes establecieron las pautas para cerrar el siglo con un alto senPareja en movimiento, siglo XX, Alfredo Guati Rojo, carboncillo y acuarela sobre papel, colección del Museo Nacional de la Acuarela Alfredo Guati Rojo.
tido del realismo, pero sobre todo, dejando en claro que la moralidad no debía fijar los límites para el arte, heredando entonces piezas como “Desnudo femenino” o “La cazadora de los Andes”, piezas clave para ver al desnudo dentro de un contexto estético y no solamente como representación de los mitos y de la religión. Durante el siglo XX, la fotografía y el cine tomaron gran fuerza, pero al principio, pintores como Germán Gedovius, aún dejaban ver la huella de Nahui Olin, 1927, Antonio Garduño, los desnudos del siglo XIX en plata sobre gelatina, Colección del piezas como “Desnudo barMuseo de Arte Moderno, tomado roco”, la cual pintó en 1916. de la exposición “Nahui Olin. A pesar de ello, la primera La mirada infinita” en el Museo mitad del siglo XX en México Nacional de Arte.
les perteneció a los surrealistas, Diego Rivera, Siqueiros, Kahlo, Alfredo Guati, Leonora Carrington, Remedios Varo, Manuel Álvarez Bravo, Gerardo Murillo o María del Carmen Mondragón se encargaron de convertir al surrealismo mexicano en obras cargadas de fuerza, de pasión y de rebeldía. De todos ellos, quizás quien más se atrevió a trastocar los límites de lo permitido en el desnudo fue ésta última, Carmen Mondragón, mejor conocida por su pseudónimo artístico, Nahui Olin, quien tomó al arte del desnudo y de la provocación fuera de la mirada inocente del costumbrismo, para sublimarlo hasta
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los límites de lo erótico. Nahui Olin, de forma irónica, utiliza su profunda mirada para llevar la vista del espectador lejos de su desnudez, ya sea en la forma como actuó como modelo, o en sus propios autorretratos que dejaba sin vacilar libres de cualquier paño, fuera mayor o menor. La última mitad del siglo XX tuvo desnudos, y muchos, pero estos avanzaron a medios como el cine y el teatro. El año 1968 es especialmente recordado por dos escenas con alto grado de erotismo, las escenas protagonizada por Norma Lazareno en “Hasta el viento tiene miedo” del director Carlos Enrique Taboada, y la escena
de Libertad Leblanc en “El satánico” de José Díaz Morales. A partir de ahí podemos encontrar un sinnúmero de escenas con diferentes motivos para presentar la piel sin atuendos, desde la ternura hasta el terror, desde la candidez hasta la lujuria, con estilos sumamente recatados y finos, hasta escenas sexualizadas de forma grotesca, barata y absurda. Finalmente, la desnudez ha estado presente desde el inicio del arte mexicano y seguramente continuará por el tiempo que los artistas sigan manteniendo sus procesos creativos. Paternidad, 2015, José Sacal,
escultura monumental en bronce, Colección José Sacal en exposición en la Alameda Central de la Ciudad de México.
La madre tierra, 1952, Jesús Guerrero Galván, óleo sobre masonite, acervo del Museo Nacional de Arte Moderno. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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INKTOBER ¿QUÉ E S? CULTURA Por Erick Genchi Es una celebración anual creada en 2009 por el artista Jake Parker, surge como un juego de palabras en inglés que es INK (TINTA) OCTOBER (OCTUBRE) que sería como “octubre el mes de la tinta”. Esta celebración consiste en
publicar en todas las redes sociales que puedas una imagen diaria de un dibujo realizado con tinta durante todo el mes de octubre. A finales de septiembre se publica una lista con 31 puntos de los cuales indica la temática del dibujo que se debe realizar por día, puedes seguir la lista o incluso, hacerlo de manera libre. Cada año va cambiando la lista
y más gente se va uniendo a este movimiento. Algo que cabe resaltar en esta festividad es que, no importa tu nivel en el dibujo, ni el estilo que tengas, lo que importa aquí es la creatividad que tengas, si crees que es muy pesado puedes iniciar posteando un dibujo cada semana o cada dos días, para cuando tengas la habilidad postees uno cada día. Las reglas del INKTOBER son muy sencillas: 1. Debes realizar un dibujo con tinta. Puede ser desde lo más sencillo hasta lo más complejo, aquí no hay algo que te diga si ganaste o perdiste pues cada uno participa a su ritmo. 2. Postearlo en todas las redes sociales ya sea (FACEBOOK, TWITTER, INSTAGRAM) con el hashtag #INKTOBER para así ganar más vistas y dar a conocer tu trabajo en internet. 3. Repetirlo día a día hasta que acabe octubre como mencione antes, esta no es necesario que se cumpla los objetivos en la lista, ni que tan complejo sea pues es
algo que va al ritmo de cada persona. Durante este mes conoces el trabajo de cada persona, tanto profesional como principiantes, a tal grado que puedes inspirarte y te ayude a adquirir nuevas técnicas para poder poner en práctica ya sea el año que viene o cuando tengas tiempo libre. Referencias Parker, J. (14 de Septiembre de 2017). Inktober — Mr Jake Parker, de Mr Jake Parker: https://www.mrjakeparker.com/ inktober-1/
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DANIEL MANRIQUE , JOSÉ DE MOLINA Y BENITA GALEANA CULTURA Por Raymundo Colín Axolotl Daniel Manrique está recargado sobre uno de los frontispicios de Palacio de Bellas Artes. Se nota abrumado por la espera. Le doy disculpas por mi tardanza. ¡No hay fijón! Exclama. Luego
Siempre
vestido de
luto, apapachando
su insepara-
ble morral de
cuero, y entre
los dedos,
una luciér-
naga a medio
consumir.
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“Loca”, 2007, Daniel Manrique, Tepito Arte, Mural dentro de la cafetería de la la UNAM. Fotografía por Roberto G. Co
Noviembr e 2018 cruzamos Lázaro Cárdenas para adentrarnos por Madero hasta llegar a la calle de Palma, donde se localiza “la Casa del Tiempo” y su parte alta el “Cofestar”, donde “Cronos” uno de los tantos murales que el pintor tepiteño creador del concepto “Tepito Arte Acá” plasmó en la Ciudad de México y en otras latitudes nacionales e internacionales. Daniel está a punto de cumplir 69 años. El tiempo ha dado una larga zancada, plantando su pie en 2018. Hace 8 años que falleció Daniel Manrique, bajo el mal gobierno panista. Cada que voy a la cafetería de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, me siento frente a su mural. Me parece verlo ante mí
a Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de ontreras.
conversando como lo hacíamos en el Café Coatepec de la colonia Morelos, con esa su mordacidad y carácter gurú de la cultura popular. Siempre vestido de luto, apapachando su inseparable morral de cuero, y entre los dedos, una luciérnaga a medio consumir. Protagonizando debates acerca de nuestra idiosincrasia necense y tepiteña; de nuestras diferencias acerca de la cultura popular; de los movimientos sociales y políticos y de nuestras contradicciones de cómo lograr la transformación en nuestro país. ¡Puros sueños guajiros! Decía Manrique en su pesimismo, en su percepción satírica del mundo, que lo hacía escribir libritos como: ¿Para qué sirve el arte? ¡Para nada!, en donde describe a un país gobernado por pendejos, quienes se enojan porque les recuerden que son pendejos. Un gobierno de pendejotes y pendejitos, de culeros y culeritos. Cuando Daniel Manrique abordó la combi a CU, después de impartir su taller en el Centro de Artes y Oficios “Escuelita Emiliano Zapata”, del Pedregal de Santo Domingo, Coyoacán, me vino al alma la sensación de que ya no volvería a conversar con él: “La neta no sé si llegué al día de mi diablo”, me dijo. Murió el 10 de agosto de 2010, antes de que cumpliera 70 años, en noviembre. José de Molina está sentado sobre el toldo de su auto en la explanada del Zócalo, donde los fines de semana acudía a cantar y a vender sus discos. Su visión ya un poco maltratada no logró reconocerme inmediatamente. ¡Molina, soy el Ajolote! Le dije. Éste me saludó efusivo. Tenía años que
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no nos veíamos. Me invitó a cantar, pero me negué argumentando un compromiso urgente. Me despedí y volví a saber de él hasta la visita del rey de España a la Ciudad de México, durante
Participantes en el acto que duró ocho horas. 2007, Fotografía: Luis Humberto González, material gráfico de La Jornada
el gobierno de Ernesto Zedillo. Me contaron que cuando el rey realizó un recorrido por la Catedral Metropolitana, los de gobernación se lo habían llevado, golpeándolo y desapareciéndolo varios días. Transcurrieron los meses. Leyendo La Jornada me enteré de que José de Molina había fallecido por un mal oncológico. A José de Molina lo conocí en el departamento de la colonia Roma de “el Enorme”, Alejandro Stuart (Llaima); fotógrafo y poeta chileno de cuyas canciones Amparo Ochoa y su hija María Inés Ochoa grabaron discos. Alejandro era amigo entrañable de Daniel Viglietti, Mercedes Sosa, Víctor Jara, Silvio Rodríguez, Carlos Mejía Godoy, Pablo Milanés, entre otros grandes de la vieja y nueva trova latinoamericana, cubana y mexicana. Quien falleciera hace unos años y de quien guardo agradables y aportantes recuerdos para mi formación musical y literaria.
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José era un hombre corpulento, carácter recio y corazón sensible, sobre todo tratándose de injusticias y abusos contra la clase trabajadora obrera y campesina. Su canto era directo y al cuello de los explotadores y malos gobernantes. Sus letras guerrilleras incendiarias, como una chispa que encendía las praderas en donde se presentaba. Su actuación estaba llena de
una picardía cuestionadora del régimen priista-capitalista, que azuzaba a las masas para que tomaran las armas o la decisión de rebelarse en contra de éste. Sus pasitos sonorenses al ritmo de “Obreros y Patrones” alebrestaban a la raza que lo admiraba y coreaba sus canciones, ya en sindicatos, huelgas, plantones, universidades o en las manifestaciones populares donde cantaba.
Cada acto del también llamado “Charro negro” era un fustazo a la conciencia de quienes lo escuchaban, para que se dieran cuenta del sistema explotador en el que vivían, sometidos por malos gobiernos, cínicos legisladores, procaces magistrados y un clero hipócrita y sibarita, que decía hablar con Dios, teniendo 40 grados de calentura. Este año José de Molina cumple 20 años de fallecido. Al igual que Daniel Manrique rodaría los ochenta años. Ante esto sus hijos Tania y Arturo de Molina, así como seguidores y amigos de éste, tienen pensado realizarle un homenaje el próximo año, ya sea en el Zócalo o el Teatro de la Ciudad. -Te habla por teléfono una tal Benita Canales. -Ha de ser Benita Galeana. -Sí, ella. Tomé el auricular: -¡Hola Benita! ¿Cómo estás? -Bien. Te hablo rápido para despedirme de ti… -¿Pues a dónde vas, Benita? -Ya me voy, querido amigo. -Y cuándo regresas para irte a ver. -Hoy me internan en el hospital y ya no creo regresar.
Benita Galeana. Aprox. 1935. Fotografía Tina Modotti. Material gráfico de “Las Discidentes. Colectivo artístico”.
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Benita Galeana murió el 17 de abril de 1995. Fue velada en su casa blanca de Zutano Uno, colonia Periodista. A su velorio acudió gente del pueblo; algunos asambleístas como Dolores Padierna y Eduardo Morales; el escritor y
“Loca etería
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su cama, con su pelo perlado cayendo sobre su pecho. Le reclamé:
Miguel Alemán Velazco, afuera de los Pinos, para evitar la “ley fuga” en contra de sus compañeros, entre los que se encontraba el propio Valentín Campa y Juan -¿Qué no quieres de la Cabada, la cual sería perpecomer Benita? trada durante el viaje de la cárcel de Lecumberri a las Islas Marías. Esta se incorporó rápidamente sen- -¿Y por qué el partido comunista tándose al borde de expulsó a José Revueltas? Le prela cama, y negando gunté un día. dicha omisión, llamó a la vecina para -El partido comunista nunca que le arrimara la expulsó a Revueltas, lo que pasa comida. Cuando la es que él estaba cometiendo actos vecina le entregó el fallidos. plato, Benito empezó a comer con avidez Benita me confesó que ella le dio hasta terminarse la su carnet de comunista a José porción. Luego ponié- Revueltas, cuando éste tenía ndose de pie me pidió quince años. Que le estuvo friegue que saliéramos al y friegue para que se lo diera. Y patio, donde se puso a como ya la tenía hasta el colmo, platicar con los pensa- le entregó un paquete de volanmientos que florecían tes para que los fuera a repartir a en su jardincito, del la embajada norteamericana. Esa cual se sentía muy sería su prueba para su afiliación orgullosa, pues por al Partido Comunista. Lo cual José fin, después de tantos llevó a cabo. fracasos y cuidados, rendía frutos. A Benita Galeana la conocí en sueños. La vi parada frente a mí Recorrimos s u con un puro entre los labios y sus a”, 2007, Daniel Manrique, Tepito Arte, Mural dentro de la caf- p e q u e ñ o m u s e o , brillantes aretes plateados con la a de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. donde se encuen- efigie de Lenin. Llevaba puesto un Fotografía por Roberto G. Contreras. tran las pinturas con huipil negro y entre sus manos un su efigie; la mesa y la caballito de mezcal. Me dijo: periodista Pino Páez; la poeta Yiria máquina de escribir de su amado Escamilla y doña Carmelita, de la esposo Mario Gil y algunos otros -¡Nunca traiciones al pueblo comRegional de Mujeres, que tanto documentos que tienen que ver pañero, porque es quien nos la quería y admiraba. También con su militancia comunista, de la manda! estuvo presente Súper Barrio y que se sentía orgullosa y la hizo el tlatoani del movimiento urbano acercarse a Valentín Campa, en El día de su velorio me acerqué a popular, Jaime Rello. un festejo de su octogenario cum- verla dentro de su féretro. Estaba pleaños, para decirle, que además muy chapeada, con una sonrisa Semanas antes de su fallecimiento, de ser su maestro, por él se había plena, enfundada con un huipil la vecina de Benita se comunicó vuelto comunista. rojo. En sus oídos sus inseparaconmigo para acusar a Benita de bles aretes de plata con la figura no querer comer. Inmediatamente Benita Galeana estuvo presa de Lenin. Comunista hasta la me traslade a su casa. Cuando más de 50 veces, una de ellas sepultura. llegué la encontré recostada sobre por afianzarse al expresidente Revista El Ojo | Noviembre 2018
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Tan solo en México hay 79 millones de usuarios de Internet, habiendo mayor tráfico durante la mañana y la noche, con uso aproximado de 13 horas al día. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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¿CUÁNTO USAMOS L A TECNOLOGÍA Y EL INTERNET ? TECNOLOGÍA Por Brayan López ¿Has pensado cuanto tiempo gastas en Internet?, ¡Yo tampoco!, pero justo por eso he decido hacer hoy este artículo. El Internet es parte de nuestras vidas, ya es algo que utilizamos más que cualquier otra cosa. Por ejemplo, a la hora de ir a algún lugar, ya no le preguntas a ninguna persona, sino que te diriges al buscador de Google Maps, ¿no es cierto?, pues la mayoría de las personas lo hacemos, por lo menos, ya para el año 2010, unos 100 millones de usuarios (al mes) concordaban conmigo. (Vic Gundotra, 2010). ¿Y qué me dices de pedir un taxi?, ya no sales a la esquina de tu calle a esperar que pase uno libre, en cambio pides un Uber desde tu dispositivo móvil, y llegara hasta la puerta de tu casa, ¡genial!. ¡Rayos!, parece ser que el uso del Internet realmente está muy presente en nuestro día a día. Tan solo en México hay 79 millones de usuarios de Internet, habiendo mayor tráfico durante la mañana y la noche, con uso aproximado de 13 horas al día, vaya, más de la mitad de nuestro día, claro
utilizando diferentes tipos de dispositivos, siendo los smartphone (o teléfonos inteligentes) los de mayor uso y, cuya principal actividad es la de acceder a las redes sociales, Facebook, WhatsApp etcétera (León A. Martínez, 2018). Si quieres algo de entretenimiento ya no pones una película en tu DVD, pero si recurres a Internet para ver videos, series o incluso hasta la misma película que pondrías en tu DVD. Por otra parte, si
estás aburrido de la comida convencional, ya no le preguntas a tu abuelita o a tu mamá sobe su mejor receta, sino que vas al buscador de Internet y buscas recetas o tutoriales de comida, ¡Wow! Seguramente tu abuelita le hubiera alegrado que le preguntaras. Pero claro que no todo puede estar perdido, o ¿sí?, si quieres
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jugar algo, salías a la calle, a tu patio o a un parque a jugar, pero hoy en día los niños se aburren de eso y prefieren jugar en un celular o una computadora, pero no solo los niños juegan videojuegos, sino que incluso adultos juegan desde su celular. Y para finalizar este pequeño artículo, ¿qué me dices a la hora de comunicarnos?, ya ni siquiera utilizamos el teléfono de casa, le haces una llamada por alguna red social, claro para no gastar tu crédito, e incluso evitas o prolongas las visitas con una buena video llamada, ¿no es cierto?, claro que no todos lo hacen, pero como lo mencioné antes, la mayoría de usuarios de Internet está en las redes sociales. El tiempo que cada persona pasa o hace uso del Internet varía, pero está claro que definitivamente pasamos un buen tiempo en la red de redes, no sólo los más jóvenes, incluso nuestros abuelos ya tienen a su alcance un dispositivo móvil. Espero que este artículo haya sido de tu interés y te haya puesto a pensar respecto a todo lo que la tecnología y el Internet representan hoy en día en nuestras vidas.
Referencias León A. Martínez. (17 de mayo de 2018). El Economista. Obtenido de 7 graficos sobre los usuarios de internet-en Mexico.: https://www.eleconomista.com.mx/tecnologia/7-graficos-sobre-los-usuarios-de-interneten-Mexico-en-2018-20180517-0077.html Vic Gundotra. (19 de agosto de 2010). googlemobile.blogspot.com. Obtenido de To 100 million and beyond with Google Maps for mobile: https://googlemobile.blogspot.com/2010/08/to-100-million-and-beyond-with-google.html
Fotografías Erkin Sahin, Eric Gross, Miguel Ugalde. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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S INCR O NIS M O D Í A D E MU ERTO S / HA L LO W E E N CULTURA Por Erick Genser ¿Qué es el sincronismo? Proviene de dos términos griegos, syn συγ (conjunto) y khronos Χρόνος (tiempo), que sería el equivalente
ya que hay gente que los llega a confundir pensando que es una adaptación al Halloween, pero no es así.
En el día de muertos la creencia es que las almas son recibidas en hogares y cementerios con gran alegría y con una gran ofrenda, flores y música, donde se entiende a la muerte como un paso más cerca del descanso espiritual, retomando las creencias precolombinas que se tenían, el cuerpo poseía un alma y al momento de morir seguía un recorrido hacia el Mictlán, “la ciudad de los Día de los muertos, fotografía por Blue Sky muertos”, donde no a dos cosas sucediendo al mismo existe el cielo ni el infierno, donde tiempo o de manera conjunta rel- seria compensados con Tonatiuh acionándose entre sí. Existe un “dios del sol”. En el México precosincronismo con las festividades lombino existían dos fechas una en católicas del día de los santos y agosto y la segunda en noviembre. fieles difuntos y con el Halloween, En la colonia se consolidó con la una celebración pagana de raíces religión católica donde se estabceltas, donde, a pesar de esta leció únicamente en noviembre. La mezcla, ambas festividades son mezcla tenía tradición y elemenmuy diferentes y no se confunden, tos nuevos del catolicismo. En el Revista El Ojo | Noviembre 2018
siglo XX o época contemporánea, se presenta en muchas obras surrealistas como una burla y crítica a la vida política, donde tenemos trabajos de José Guadalupe Posada, Frida Kahlo, Diego Rivera y José Clemente Orozco. Por su parte, el Halloween es una fiesta de origen celta, donde se tenía la creencia que, por esa fecha, los espíritus volvían y las brujas adquirían más poder, así que realizaban una serie de sacrificios animales y humanos para calmar a los espíritus errantes. Los inmigrantes irlandeses llevaron esas tradiciones a Estados Unidos y la popularizan con leyendas. Actualmente es común ver el uso de una calabaza pero, ¿qué significado tiene?, se les conoce como JACK O´LANTERN y es parte de una leyenda donde un hombre de nombre Jack era apostador, hasta que se le apareció el diablo y éste lo atrapó con un crucifijo e hizo un trato con él diciendo que viniera por su alma dentro de 10 años, al transcurrir ese periodo de tiempo, Jack encontró al diablo y como último favor le dijo que le bajara una manzana del árbol
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es a través del tiempo, veremos como ha ido cambiando la celebración del día de muertos a través del tiempo. Desde épocas precolombinas se llevaba a cabo esta celebración muy colorida, donde a los difuntos se les recordaba y la vida se celebraba a la vida. Cuando llegó el catolicismo a México, se horrorizaron por el culto a la muerte y los ritos que se llevaban a cabo, de ahí se llevó el primer sincronismo con las creencias católicas, a tal grado que se adaptó con nuevas características.
Calabaza, fotografía por Tracy Scott-Murray
más alto y el diablo aceptó. Jack encerró al diablo con muchos crucifijos y le dijo: “nunca vendrás por mi alma”. Transcurrió el tiempo y cuando muere Jack, al ir al cielo es rechazado y al volver al infierno, el diablo le recuerda lo que le dijo este, que jamás tendría su alama, así que lo expulsa del infierno después de lanzarle un carbón encendido, mismo que Jack utilizó junto con un nabo para fabricar una linterna que alumbrara su camino, vagando sin rumbo. Como había un exceso de calabazas, la costumbre popular cambió, así se creó el uso de la calabaza. Por su parte, la Diacronía, del griego dia δια (a través) y khronos Χρόνος (tiempo), es decir, que
Pero ¿en qué consiste la celebración de día de muertos?, se rinde homenajes a familiares y amigos que han muerto, comenzando desde el 28 de octubre y terminando
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el 2 de noviembre. Lo tradicional en México es la ofrenda, donde se colocan alimentos que al difunto le gustaban en vida, incienso y copal como limpiar el lugar de malos espíritus, veladoras que guían e iluminan el camino a los difuntos, así como agua al ser un elemento importante que, como en muchas culturas, significa purificación del alma; ellos la beben para saciar su sed, además de la sal, que es otro purificador para evitar que se corrompan durante su viaje de ida y vuelta. A través de los años se ha ido modificando, eso sí, sin perder su esencia principal, y es interesante como muchos países ven con asombro una celebración así de colorida para un tema acerca de la muerte. Esta tradición de día de muertos se ha dado tanto a conocer en el mundo, que ha sido proclamada como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO desde el 8 de noviembre de 2008.
Ofrenda 2017 dentro de la Facultad de Economía de la UNAM, fotografía Roberto G. Contreras Revista El Ojo | Noviembre 2018
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PÉTALOS Y E SPINAS FOTO REPORTAJE Por Omar Frutos La mujer, siempre creadora y pilar sobre el que se ha desarrollado la historia de la humanidad, también ha sido frente de inspiración de poetas, escultores, pintores, coreógrafos, músicos, entre otros artistas; muchas de las más bellas obras de la humanidad han sido creadas en su nombre. Pero aún hoy luchan por ser reconocidas como creadoras plenas y no simples “objetos de deseo” en las culturas patriarcales. En la sociedad de hoy sigue en pie de lucha buscando alcanzar los mismos derechos que su contraparte masculina y un trato igualitario en todos los rubros de la vida. La mujer, fuente de inspiración y motivo de bellas creaciones, también es el objeto de maltrato físico y psicológico y, en muchos casos, de la más terrible violencia. Pétalos y espinas abre una pequeña puerta al deleite de los sentidos y, al mismo tiempo, a la reflexión entre el discurso de inequidad y la violencia de género en la sociedad contemporánea. Obra presentada por la Compañía de Danza de la Facultad de Química de la UNAM. Fotografías por Omar Frutos. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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E L G ATO
CUENTOS Y RELATOS
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Por: Eduardo Vasuribe Crepita el largo cigarrillo de marihuana. Y aparece un violento destello, el cual se sostiene y se fija de manera caprichosa en la tibieza de la tarde que envuelve la azotea de esa ruinosa vecindad de barrio bajo. El chamaco no permite que escape el aire de sus pulmones. Tose. Sin embargo, logra su cometido. Sus manos sostienen unas hojas impresas donde acaba de leer, entre ligeras convulsiones, un relato que encontró junto a los tinacos. Lo primero que le molesta es el pomposo título: Delirio. Pinche escritor tan pedante. Ahora va soltando poco a poco el aire, mientras pasa su dedo por la letra capital con la que inicia la narración y
nota que no tiene textura. Se contempla los dedos índice y pulgar: amarillos, quemados; y las uñas deformadas. “El ángel llegó” –vuelve a leer, en voz baja, la primera frase con que inicia el texto. Y recuerda que, cuando pequeño, lo llevaban a misa y oía decir al sacerdote, Biblia en mano: Estaba pensando en esto, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, descendiente de David, no temas llevar a tu casa a María, tu esposa, porque la criatura que espera es obra del Espíritu Santo... Le da otra fuerte aspirada al cigarrillo que vuelve a crepitar. En ese momento de su infancia, sus ojos eran atraídos por el ángel plasmado en el cuadro
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que decoraba la alta y gruesa pared del templo. Se detenían morosamente ante ese rostro -¿masculino o femenino?- de pelo ensortijado. Sorprendido, observaba aquel cuerpo vestido con una túnica de tela delgada y fina, la cual ceñía a la perfección y que mostraba sinuosidades nada viriles. Miró la lisa y sedosa entrepierna y se dijo sonriendo: ahí no cuelga nada. Una confusión que, desde su infancia, nunca ha podido aclarar es aquella de la Santa Trinidad: Tres personas distintas y un solo Dios. Aunque ha intentado, jamás ha podido darle una forma concreta: Si son tres distintas, ¿cómo pueden ser, a la vez, una? Si un Dios puede transformarse en tres, bien puede hacerlo en diez o en diez mil. Creo que escogió el número tres porque después de ese número, es tumulto. Y qué aburrido resultaría convivir y soportar a diez mil “yoes”. Alguna vez llevó este problema a casa. Bien podía imaginar al Padre y al Hijo, pero no al Espíritu. Una madrugada, solo y en la oscuridad de su cuarto, observaba con curiosidad la palpitante luciérnaga que colgaba de su cigarro de
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Perros sin hogar, fotografía por Asromanov
mota. De pronto, se desprendió y voló al extremo opuesto para convertirse en una inmensa bola de fuego. En su fascinación, la mira crecer entre agitadísimos vientos y llamaradas que sacuden e iluminan el entorno. Y confunde este instante con aquel otro infantil donde, en el viejo cine de su barrio, Charlton Heston, en lo alto de una montaña, mira cómo bolas de fuego –obedeciendo a una estruendosa voz- graban los Diez Mandamientos sobre la roca. Así, embobado sigue la escena que se desarrolla en las tinieblas de su propia sala cinematográfica, donde ahora retumba una poderosa y terrible voz que se dirige a él y no a Heston para declararle: Aquí estoy, hospedado en el centro de esta lava ardiente y redonda que desecha todo cuerpo para nutrirse sólo de pensamiento. Así imagina al Espíritu Santo: una perfecta y luminosa esfera de lava que se piensa a sí misma. Al día siguiente, el amanecer lo sorprendió desnudo, aún tiritando en el piso y hecho bolita. Y abrazado todavía a sus espinillas, recordaba vivamente la experiencia al tiempo que revisaba con cuidado sus quemaduras. ¡Uta madre! Qué buena estuvo la hierbita: vaciladora, la cabrona. Le da otro jalón al cigarrillo,
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Ahí encuentra, atrás de los rascacielos de cristal y de las viejas cúpulas de los templos del Centro Histórico, una nata gris que disuelve el azul de la lejanía. mientras mira la desmayada ropa de los tendederos, los tambos oxidados usados como tinacos, la maraña de antenas y los cables robadores de energía eléctrica; la basura y hierba que florece en los ángulos de la azotea, los botes-macetas de plástico y los viejos muebles abandonados a la intemperie. Y a otros que, como él, fuman la hierbita en las azoteas vecinas. Alarga la mirada hacia el sur. Ahí encuentra, atrás de los rascacielos de cristal y de las viejas cúpulas de los templos del Centro Histórico, una nata gris que disuelve el azul de la lejanía. Las primeras manchas oscuras anuncian el crepúsculo. Ese crepúsculo que envuelve todo con una lagañosa luz que no admite sombra alguna. La hora ciega, la llaman los choferes. Ese momento siempre lo llena de ansiedad porque imagina que, por arte de magia, desaparecerá la humanidad para dejarlo solo, en la desolación; o que sucederá una gran catástrofe: se abrirá la tierra para tragarse todo.
Sacude la ceniza de su cigarro, tira la hoja recién leída y avanza hacia el frente. Desde ahí mira a los últimos tianguistas desarmar sus estructuras de metal, y escucha cómo éstas producen un sonido de campana oxidada. Entre tanto, los barrenderos forman enormes cerros de basura con los desechos de los empaques de la mercancía pirata, y las sobras de alimentos que se sirven en productos desechables. Algunos indigentes y niños desnutridos rodean esos cúmulos para separar el cartón y papel que luego venderán en los depósitos. Algunos perros, que exhiben sus costillas, merodean en busca de un poco de comida. En los zaguanes ya se reúnen pequeños grupos de jóvenes que cuchichean, manotean y escudriñan la calle. El cigarro se ha convertido en una pequeña colilla. Sin embargo, esto no ofrece dificultad: con sus largas uñas la aprisiona y le da una larga fumada. Siente cómo el calor se acerca para quemarlo, pero
Gato sin hogar, fotografía de Alex Ringer. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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Personas sin hogar, fotografía por Miguel Saavedra
los dedos encallecidos soportan por un momento. Con los dedos ensalivados, lo apaga y con cuidado recoge los residuos que usará en el próximo pitillo. Aunque tiene una buena dotación de yerba, se dice a sí mismo: No hay que desperdiciar nada. Sigue observando. Uno de los portones expulsa una motoneta montada por dos jovencitos: el Colibrí que conduce y el Araña. Van a hacer “bisne” o robar –piensa mientras trata de adivinar el frío brillo de la cacha. Y añade: ese cabrón del Araña tiene el pulso firme cuando se trata de soltar plomazos o asesinar a los que no quieren pagar la mercancía, o a los que no se dejan robar. Goza con la sangre derramada. Ya a lo largo de la acera se encienden las primeras bombillas eléctricas y se instalan los que por la noche venderán olorosas fritangas: quesadillas, enchiladas verdes acompañadas de una cabeza de pollo frita, sopes... En ese momento, el Fly estaciona su camioneta a un lado del camellón. Él es prestamista y estará en ese lugar toda la noche. Presta dinero a los jugadores de cartas,
quienes apostarán fuertes cantidades de billetes hasta el amanecer. Hace poco tiempo fue secuestrado por los del barrio, en complicidad con los buitres de la AFI. Por fortuna sólo sufrió una paliza y unas costillas rotas. Él conoce a los raptores pero no hizo nada. Para qué, carnal, después no te los quitas de encima –comentó a uno de sus amigos. Forja con gran habilidad otro cigarrillo mientras las sombras avanzan ya. Regresa a su lugar, cerca de los tinacos de agua. Mira la ciudad que se ha convertido en oleadas de luces vibrantes. Y se siente libre. Sí, allá arriba se siente libre: sin voces que ordenen, sin voces que deba obedecer. Sí, recuerda perfectamente la primera vez que sintió esa sensación de libertad. Tenía diez años. Escuchó unos gemidos lastimeros que lo precipitaron al cuarto de su madre, recorrió la mugrosa y deshilachada cortina que servía de puerta. Y ahí en la cama, yacía ese hombre con las piernas abiertas, desnudo, enorme, prieto, grasoso; apoyaba sus trémulas manos sobre la nuca de la madre;
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quien, con su abundante y largo cabello negro, cubría con su cascada el bajo abdomen del cerdo que entrecerraba esos ojos en blanco y agónicos. Las blanquísimas y amplias nalgas de la mujer lucían en todo lo alto, al mismo tiempo seguía hurgando, golosa, en la entrepierna. Minutos después, el tipo descubrió al chamaco y lleno de ira vomitó: sáquese a la chingada, pinche escuincle mirón. La madre jamás alzó la vista. Alucinado y sin saber cómo, ya se encontraba en la azotea. Allá arriba se sintió aliviado, luego le fue tomando cariño a ese lugar. Desde entonces, todas las tardes espera el ocaso encerrado en un silencio terco, con la mirada perdida en la distancia y sin jamás hastiarse. Por ello lo apodaron el Gato. Un gato solitario y mudo, siempre montado en la azotea. Ahí, a veces, acudía el recuerdo de su progenitor. Sí, se lo contaron los vecinos. En ese tiempo, su joven padre trabajaba de velador en un edificio que se construía a unos cuantos metros de su domicilio. Cierto día, un poco antes del amanecer y después de oírse el estruendo de un tiro, un niño lloraba desconsoladamente dentro de un viejo auto estacionado afuera del edificio en construcción. Un hombre, su padre, había recibido un balazo que le destrozó el rostro y lo sumergió en un charco de sangre; a su lado, él llorando. Él era el niño que había dado, espantado, la voz de alarma. Tres meses después la madre estrenaba novio tras novio. Parecía sufrir la imperiosa necesidad de indagar, de encontrar en ellos esa parte de
Noviembr e 2018 su interior que había extraviado. Algo incomprensible la impelía a buscar, en esos cuerpos, ese pedazo de ausencia que la ahuecaba y la hacía naufragar en el espeso fluido de la noche. Noche opresora que la vaciaba de lágrimas, para llenarla de rencores y desesperanzas. Así, entre búsquedas tortuosas y frustradas, se vio rodeada de desconocidos hijos que ostentan diferentes apellidos. Hijos que chillan su orfandad ante la indiferente y platinada luna. Ahora un nuevo jalón, una aspiración que produce un estallido en el cerebro, que lo sacude en el remolino de un placer que lo conecta y desconecta a un cierto y filoso miedo. Mira el cielo limpio y cercano, tan cercano que piensa que con sólo estirar el brazo puede alcanzar esas altas gotas de fría luz. Su mano, en lo alto, rasguña la oquedad que lo rodea. Sonríe. Cierto cansancio lo abruma, lo debilita. Mira su reloj y recuerda que mañana temprano, en una lujosa oficina de Polanco, deberá recoger pasto y coca que le entregará un comandante. Por fortuna, no llevará dinero. El Don acordó con el mandril-policía el pago para una semana después. Esto evita la tentación de que me tumben para despojarme del varo y para no entregar la mercancía –se dijo un tanto aliviado. Y se recordó a los ocho años, cuando unos burros le daban unas monedas para que entregara pequeñas dosis a los drogos del barrio. Ya a los diez conocía el terruño en su totalidad: callejuelas, contactos, olores, adictos... A esa edad abandonó la escuela. Y como hermano mayor se
responsabilizó de la alimentación de sus cinco hermanos menores. La madre, abandonada a la apatía y alcoholismo, recibía muy poco dinero de su querido. De todos modos, siempre había carencias: zapatos con risa de cocodrilo y gruñidos de estómagos infantiles. Luego se preguntó por Guadalupe –mi Lupita. A ella la conoció hace dos años, cuando recorría el barrio con su bicicleta para vigilar y dar el pitazo, si observaba cualquier anormalidad o intruso fuera de lugar. Ahí, en la calle de La Caridad, bajo la sombra de la marquesina de la vinatería llamada La Ciudad de México se encontraba una
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magra muchachita, de casi quince años. Su mano izquierda sujetaba un envase de plástico con thinner; la derecha, una mona que aspiraba por nariz y boca. La chica dibujó un ligero gesto o mueca lejana, cuando apareció ante ella. Él exhibía su mejor y más amplia sonrisa. Sin abandonar el micrófono, lo miró con curiosidad. El rostro del muchacho le pareció muy agradable, pero sobre todo sus grandes ojos claros. Tras la mona se dibujó una sonrisa que el Gato advirtió. Aunque trataba de escucharlo, las palabras del Gato llegaban a sus oídos envueltas en rumor de olas extraviadas.
Pareja joven sin hogar, fotografía por Leroy Skalstad. Revista El Ojo | Noviembre 2018
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también. Cierta tarde en la casa del Gato y luego de haber comido de manera austera, decidieron ver un poco de televisión. Después de un par de minutos la apagaron, a ninguno de los dos les gustaba ese aparato. Permanecieron sentados y como siempre silentes en ese raído sillón. No precisaban nada, únicamente de sus presencias y caricias. Ahí, con sus sentidos, descubrían la geografía palpitante del otro, la raíz del suspiro entrecortado que aviva la caracola del anhelo, la convulsión que se deshace en unas manos ávidas, la ternura de ternero al mirarse en los ojos del amado... Con delicadeza, la condujo a la cama para continuar el ritual, pero algo en su interior le indicaba que buscara el lugar correcto. La tomó de la mano y corrieron hacia la azotea. El crepúsculo asomaba allá a lo lejos. Y se siguieron acariciando. Y con cada caricia construían esa escala de trémula piel que conduce al infinito. Desnudos formaron un capullo esplendente que repelía las primeras sombras de la noche. Él, boca arriba, era montado por ese nacarado y ligero cuerpo que se Niño sin hogar comiendo un bagel, fotografía por David Reseeguie. incendiaba, ciega, en las agitadas alas del deseo, que la hacía Ella, dócil, le permitió Después marcharon por el cabalgar, furiosa, hasta el estalguardar la estopa y el envase barrio, cruzaron las preguntas lido de su ser. Así, él también en la bolsa tejida que colgaba bobas de siempre; sin embargo, alcanzaba la cúspide de la de su blusa. Caminaron unas para ellos la mañana lucía gracia, para desintegrarse y cuantas calles. La fonda de espléndida y amistosa. Desde refundirse en esas dulces gotas doña Mariquita los recibía con ese día, se hicieron grandes de luz que cuelgan en lo alto un sabroso café de olla y con amigos y en sus ojos se estrem- del sortilegio. Ahora se contemla especialidad de la casa: las eció el amor. Un amor sin pre- plan y se reconocen como uno migas. Ella tomaba a traguitos guntas ni condiciones; sin en el otro. Por la carne también el café; las migas apenas las promesas ni planes. Un amor se llega al cielo –diría el poeta. había probado a pesar de la ubicado siempre en un preMeses después la chica insistencia para que comiera. sente hecho de carne y deseo desaparecería para siempre. El Revista El Ojo | Noviembre 2018
Noviembr e 2018 barrio rumoró que fue raptada para prostituirla en la frontera, que fue robada para extraerle sus órganos, que fue violada, asesinada y arrojada en un lejano barranco, que fue... El caso es que se integró a la crecida estadística de desaparecidos en este país. Además, ¿a quién le importa la vida o la muerte, el suplicio o el abandono de una joven viciosa? Desde ese instante se le arrinconó en el corazón, una dolencia que jamás lo abandona. Una lágrima se asoma al ritmo violento y crepitante de un jalón al cigarrillo. Mi Lupita – murmura con una mezcla incontrolable de nostalgia y odio. Mira la solitaria altura y su vastedad lo arrodilla, lo coloca en esa insoportable insignificancia que lo hace aullar, que le revienta las venas para inundarlo en un ácido que le va secando la ilusión. Así, entre sollozos, duerme sin importarle la humedad de la noche. La entumecida madrugada lo despierta. Forja y enciende un cigarrillo más largo. Inhala con ansiedad buscando el calorcillo perdido. Sus abotagados ojos pretenden reconocer, sin lograrlo, las formas disueltas por la oscuridad. Gritos, pisadas corriendo, detonaciones retumban por el silencio de las calles. Sucede con tal frecuencia que ahora no le interesa saber qué ocurre. Ya mañana sabrá cuántos difuntos ingresaron en el olvido. También él ha asesinado por deudas de drogas o por venganzas ordenadas por el Don. Jamás lo he hecho por rencor u odio; nada personal –se dice como si eso lo exorcizara de las manchas de sangre. Fue
aquella vez cuando su jefe lo mandó a cobrar la cuenta. Aquel jovencito vendedor de droga, empleado del Don, tuvo la imprudencia de gastarse, en una noche de farra y gloria efímera, el dinero del jefe. Aunque no era una gran cantidad, el Boss decidió imponer un ejemplar castigo: “Ya que ese mal comportamiento podría cundir entre los demás achichincles”. La sentencia era inapelable: la deidad encarnada en el Don lo había sentenciado. Y a él lo constituyó en el verdugo. Esa fue su primera víctima. Antes de hacerlo, la duda lo aprisionó en una insomne noche de sudores y culpas. Por fin se convenció de ejecutar aquella orden, porque si no, él será el próximo cadáver. Nuevamente, el humo ingresó en sus pulmones. Los labios apretados evitaban que esa valiosa bocanada escapara entre las explosiones de tos. Luego, trató de imaginar a su Lupita sonriendo en tal lugar, haciendo tales actividades. Pero le resultó imposible. Y más: no logró concebir la sonrisa, sino una máscara acartonada y deforme que le achicharraba los sentimientos y cuyos rescoldos ardían en sus ojos. Entonces fumó de manera tan compulsiva que sintió cómo todo a su alrededor se desintegraba. No recordaba los días anteriores en que, por tantos chochos consumidos, apenas había probado alimento. Y ahora yace crucificado sobre la fría y solitaria losa de la azotea. Y su pensar se desprende como un pensamiento que lo mira de manera difusa, sin comprender lo que sucede. Ambos se contemplan extrañados: no se
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reconocen, no se pertenecen. Simplemente ingenuas curiosidades infantiles que observan, con ojos redondos, lo nuevo y diferente. Ya no advierte la humedad en sus huesos, ni las partes de su cuerpo que han perdido calor y han ganado rigidez, sino un latido pausado y lejano que se despide con cierta melancolía mortal. Y una voz femenina venida de la raíz de la médula les murmura: El fin resulta muy parecido a estas noches vividas en la azotea. Ambos desconcertados la escuchan. Desde sus vértigos tratan de imaginar el rubor helado de la dueña de esas palabras. No teman, he estado con ustedes desde sus nacimientos. No teman, tengo el tacto sutil y blando. Y los miro sin mirarlos para que no haya desconcierto, para que no sientan goce ni dolor conmigo. Los haré sosegar para que, carnes y sentimientos, queden abrazados a la blandura de la tierra. Serán un hondo punto sin presencia, un extravío sin consecuencias. Serán una leve evocación olvidada en la brisa de una oscuridad sin bordes ni presentimientos, un diáfano espejo sin reflejos, un descanso de ustedes mismos. En su inmovilidad, sin saber a quién, trató de dar las gracias. Y suplicó que no amaneciera, y que si tuviese los cerrados ojos, no se abrieran. Sin embargo, ya se insinúa la primera luz que perfila su reseca figura abandonada. Y en su letargo no alcanzaba a comprender si esa incipiente aurora lo despedía o lo saludaba. --Fin--
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DE ALHARACA (FRAGMENTOS) POESÍA Pasa una ola de pájaros sobre otra ola de pájaros: un canto se disuelve en otro canto: ya no hay canto propiamente: hay armonía cuando un día y otro día se ponen de acuerdo sobre cuándo les toca nacer y cuándo les toca velar a los muertos. Cada canto canta su sílaba y su ritmo; las esquirlas del canto se parecen a, sobre el suelo, la sombra trizada del sol sobre el tejido de la tierra. El dibujo de la sombra: el negativo de la luz, el (hu)eco del silencio. * Las urracas azules tiemblan inflamadas de un gozo extraño alrededor del charco: llevan las plumas como penachos de batalla. Recuerdan a aquel Tereo que se convirtió en pájaro a fuerza de odiar. Las golondrinas, en cambio, pasan silenciosas a la altura de las ventanas como aviones de guerra en formación oblicua e impredecible: lenguas arrancadas a Filomela (la imagen es de Serge Pey), un idioma Revista El Ojo | Noviembre 2018
que se parece más a la danza que al canto: una flecha inmóvil, el pájaro, que va con el pico por delante para dar en el blanco. * La ciudad es un rumor de trinos artificiales: las alarmas de los vehículos a punto de ser robados —sismógrafos con ruedas estacionados bajo los árboles donde las tortolillas les dibujan sobre el vidrio fecales pinceladas impresionistas—, sirenas partiendo de miedo la noche, el signo del horror reiterado en una nota que oscila de agudo en agudo por las pesadillas, pero también el trino eléctrico, finisecular, doméstico de los módems del siglo pasado: hasta las aspas de las licuadoras tienen alas para el ojo del que sabe otear: cualquier superficie presenta las condiciones adecuadas para el surgimiento de ese fantasma: la música: toda resistencia, toda resonancia, todo cuerpo cuando toca otro cuerpo está sonando, aún, imperceptiblemente, está enviando una señal o dejando una huella, y una desbandada de pájaros digitales conforma la red: palomas mensajeras del Wi-Fi, interminable afinación de la orquesta del fin del mundo.
Semblanza: Javier Raya (Ciudad de México, 1985) Escritor, traductor y tallerista. Hizo estudios de letras hispánicas en la UNAM. Ha publicado las colecciones de poemas El libro de Pixie (Torre de Babel, 2010), Ordalía (Limón Partido, 2011), y Por los rasgos una bayoneta (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2011), Disentimientos de la nación (Ediciones Liliputienses, 2015), Alharaca (Punto de partida, UNAM, 2018) así como el ensayo Ejercicios de mecanografía (Centro de Cultura Digital/Malaletra, 2017) y la novela La rebelión de los negros (Cooperativa Editorial Ámbar, 2017). También las traducciones de poesía Electropoeta: la leyenda de Silvery McLune, de Lionel Kearns, y NoVOGRAFÍAS, de Logan Philips. A su vez, parte de su trabajo ha sido traducido al inglés, portugués, árabe y spanglish. Actualmente imparte talleres de escritura, se dedica a la traducción independiente y trabaja en su obra póstuma. Actualiza la cuenta de Twitter @javier_raya.
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SOBRE AMLO Y SU TOMA DE POSE SIÓN POLÍTICA Por Raymundo Colín Axolotl
El 1 de diciembre, después de dos fraudes electorales y una tercera vencida, Andrés Manuel López Obrador, tomará posesión como Presidente de México. Sus enemigos de siempre –empresarios, televisoras, periódicos, intelectuales de derecha, políticos, ex presidentes, etc.-, lo siguen atacando, sin aceptar los 30 millones de aplastantes votos, que no solo pulverizaron sus expectativas de continuar saqueando el país, sino también a sus parReunión con el Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, tidos políticos. Las expectativas que se tienen con la llegada de AMLO a la presidencia son muy altas, tan altas que pareciera imposible que se cumplan. Sin embargo, lo más pesaroso y lo que impedía dar solución a los problemas, ya no está: el régimen corrupto, autoritario e ineficiente. Más los intereses que se gestaron durante sus gobiernos, son muy hondos, tan hondos que tardará tiempo para que
Fotografía por Presidencia de la República Mexicana
estos se puedan deshacer. Los implicados son muchos y poderosos, con ramificaciones allende nuestras fronteras, con medios que les permiten seguir incidiendo en muchos ámbitos de la vida nacional y en la opinión pública. Como lo hizo antes, durante y después de la consulta ciudadana sobre el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, con reporteros de Televisa y otras televisoras
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haciéndola de monitores, para exaltar lo que les permitiera desvirtuar dicho proceso. Es por ello, que uno de los propósitos inmediatos que debe realizar el nuevo gobierno, es la de democratizar el espacio radioeléctrico; romper con la hegemonía que durante décadas han tenido los Azcárraga, los Vázquez Raña, los Salinas Pliego, los Slim Helú, los Vargas Gómez, entre otras
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tantas familias que se han enriquecido a costa de ser escuderos del régimen derrotado en la pasada elección. La tarea para el nuevo gobierno que tomará posesión el 1 de diciembre será ardua, las zancadillas que tendrá serán bastantes, las de sus enemigos y las del fuego amigo. Los conservadores de siempre buscarán la forma de descarrilar el proceso, y lo harán si las fuerzas progresistas al lado de AMLO lo permiten; si pierde el respaldo de los ciudadanos que lo apoyaron contundentemente. Esto es posible, pues la volubilidad del ciudadano es acorde a su capacidad de decepción. Ya lo estamos viendo en Brasil, que de apoyar fuertemente a un gobierno de izquierda y soportar un golpe de Estado legalizado de derecha, pasaron a votar por un fascista, un ex militar llamado Jair Bolsonaro, quien ha asegurado estar cumpliendo una “misión de Dios”, en la que figura “exterminar a la izquierda”. Esto puede ser posible, si el gobierno de AMLO no cumple con las expectativas que vendió a sus electores, si no logra desmantelar el régimen que gobernó México por 89 años (77 del PRI, 12 del PAN), quien como ya se dijo, tiene mil tentáculos.
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https://www.youtube.com/medauncafecon Revista El Ojo | Noviembre 2018
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E L É XO D O D E M I G R A NT E S C E NT ROA M E R I C A NO S , C ONSUSTA N C I A L A L A G LO BAL I Z AC I Ó N C APITA L ISTA POLÍTICA Por Raymundo Colín Axolotl
sobre todo, de la pobreza y Los organizadores del éxodo de de la violencia criminal que los migrantes centroamericanos aqueja. Que es lo que se en(hondureños, nicaragüenses, cuentran al cruzar por México salvadoreños, guatemaltecos, para alcanzar sus sueños: la etc.) la pensaron bien: cruzar misma o peor pobreza, la misMéxico en caravana es mejor ma o peor violencia criminal y que hacerlo solo. Prueba de de desempleo de la que están ello es la otra caravana que los huyendo. sigue: la de las madres de los Es por ello que pocos son los migrantes centroamericanos que han aceptado la propuesta desaparecidos que claman en- de asilo ofrecida por el actual contrarlos. gobierno saliente; los demás Como lo han dicho, estos mi- o retornan a sus países o congrantes que pretenden llegar tinúan su viaje, donde Donald a Estados Unidos, desertan, Trump ya los espera con miles Revista El Ojo | Noviembre 2018
de militares y alambres de púas para darles la bienvenida. Lo mejor para estos migrantes sería encontrar en sus respectivas naciones las condiciones de vida que están buscando. Pero el sepulcral silencio de sus gobiernos lo dice todo: les importan poco. Cruda realidad, pero lo que llama la atención, es que el silencio de estos gobiernos proviene de quienes algún día se ostentaron como prominentes revolucionarios que se habían levantado en armas contra sanguinarias dicta-
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Primeros miembros de la #CaravanaMigrante llegaron hace un par de horas a la frontera entre México y los EEUU... Fotografía Nora Alegría @leyen_dote
duras, como son los gobiernos nicaragüense, salvadoreño y guatemalteco. Con los cuales, por cierto, el pueblo mexicano se solidarizó.
mejores condiciones de vida, ya no se pueden suscribir a un entorno o un país. La mano de obra es ya transfronteriza. Eso nos impusieron y eso es lo que se debe de hacer: encontrar trabajo y formas de vivir óptimas donde estas se hallen. No hay de otra.
problema a la migración se le debe ver como una acción legítima de las personas para encontrar lo que su derecho a la vida corresponda. Y los gobiernos, lejos de reprimirlos o El nuevo gobierno que está segregarlos, de satanizarlos o próximo a asumir las riendas demonizarlos o de impedir su del país, heredará el éxodo flujo, deben proporcionarles la de migrantes actual y posiblemente nuevos, con todos sus Esto no quiere decir que se atención debida, como parte conflictos locales e internacio- deje de exigir a los gobiernos, de los Tratados o Acuerdos nales que se puedan dar, so- centroamericanos u otros, que que a nivel internacional se bre todo, en lo que respecta a cumplan con su obligación de han suscrito para proteger los derechos humanos, logísticos brindar mejores condiciones derechos humanos, indepeny laborales necesarios para de desarrollo a sus ciudada- dientemente del color de piel, asilar o resguardar a los mi- nos, para que si van a emi- o la orientación religiosa, idegrantes de toda nacionalidad, grar no lo hagan por pobreza o ológica o económica. Pues fue que se atrevan a cruzar por porque son incapaces de pro- en verdad molesto escuchar México para alcanzar el sueño porcionarles seguridad contra a Donald Trump decir, que en americano. la violencia que pueda existir. la caravana de migrantes centroamericanos venían terrorisLos mexicanos debemos acos- Porque hoy la globalización tas, gente mala y delincuentes tumbrarnos a estas migracio- también requiere de ciudada- a los que había que detener a nes, a ser solidarios y respet- nos globales que los mismos toda costa, cuando de lo que uosos con ellas. Ya que son estén al tanto de los asuntos en verdad se trata, es de perconsustanciales al capitalismo públicos de sus países o del sonas que lo único que desean global en el que vivimos. En el mundo. es vivir bien y sin sobresaltos. que el trabajo y la búsqueda de En conclusión, más que un Revista El Ojo | Noviembre 2018
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