Revista El Ojo No. 2 AĂąo 1. Diciembre de 2018
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En Portada, fotorreportaje sobre “El Albergue del Arte”, un espacio dedicado a las artes, especialmente las artes escénicas.
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C ONTENIDO REVISTA EL OJO 6
Los ojos en el dibujo y en el arte
Las miradas que han sido plasmadas en la historia del arte en pinturas o dibujos desde el Renacimiento hasta la época actual. Su evolución a través de los siglos. 12
Reforestación en la Alcaldía de Iztacalco
Comentarios para la estructuración de un plan de manejo de la vegetación de la Alcadía de Iztacalco. 22
¿Qué significa para usted ser tepiteño?
Artículo que nos sumerje en la vida y costumbres del histórico barrio bravo de Tepito, uno de los espacios de mayor tradición dentro de la Ciudad de México.. 26 »»p.26
Punto Y, prostitución masculina desde otro punto de vista
Reseña sobre el filme documental titulado como Punto Y, el cual muestra los testimonios de las personas de género masculino, dedicadas a ejercer la prostitución. 30
Horror a la Mexicana, Vuelven y la Región Salvaje
El cine mexicano de terror no está muerto ni hundido, todavía se producen joyas en el cine nacional dedicadas a liberar la adrenalina del público. 32
Albergue del Arte
En la Ciudad de México existen muchos espacios dedicados al arte y la cultura, el Albergue del Arte es un espacio que fue rescatado del abandono para convertirse en un maravilloso recinto dedicado a las artes, especialmente las escénicas. 38 »»p.38
Música para suavizar el dolor
¿Es posible calmar las emociones desde las más profundas pérdidas que llegamos a sufrir en nuestras vidas? Descúbrelo en este cuento poético. 41
El ojo de un perro
¿Cómo ven nuestros amigos caninos? ¿Su vista es como la nuestra? ¿Cómo es el ojo de un perro? Todo esto lo resolvemos en este artículo. 44
Soliloquio de Otoño
Relato para ver de manera distinta las separaciones familiares y còmo el amor puede llegar en la edad y el momento menos pensado. 46
Crìtica de AMLO al Neoliberalismo
Extracto obtenido del discurso de toma de posesiòn del Presidente Andrès Manuel Lòpez Obrador, dedicado a realizar una crìtica sobre las polìticas neoliberales. 50 »»p.41
El ojo de la infancia
Crudo relato que narra los eventos traumàticos presenciados por un niño, asì como la indiferencia social y las narraciones falsas por parte de algunos medios de comunicaciòn. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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Revista El Ojo® es una revista D E R E C H O S D E A U T O R Y mensual. Todos los derechos reser- DERECHOS CONEXOS, año 1 No.1, vados. Queda prohibida la reproduc- Noviembre 2018, Revista El Ojo® ción total o parcial del material pub- es una Publicación mensual editada licado sin consentimiento por escrito por alumno de la carrera de Ciencias de los editores. La información con- de la Comunicación de la Facultad tenida ha sido obtenida de fuentes que de Ciencias Políticas y Sociales de la se consideran fidedignas. Revista El Universidad Nacional Autónoma de Ojo® investiga sobre la seriedad de México, Circuito Mario de La Cueva sus anunciantes, pero no se respon- S/N, Ciudad Universitaria, 04510 sabiliza R ede v i las s t a ofertas E l O j orelacionadas | D i c i e m b rCoyoacán, e 2 0 1 8 CDMX, Tel. (55) 7028-6433, con los mismos. https://revistaelojo.wordpress.com,
contacto.revista.el.ojo@gmail.com. Editor responsable: Roberto Gutiérrez Contreras. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. (en trámite), ISSN: (en trámite), ambos entregados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este Número, Raymundo Colín Chávez, Circuito Mario de La Cueva S/N, Ciudad Universitaria, 04510 Coyoacán, CDMX. Fecha de la última modiöcación, 17 de noviembre de 2018.
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os encontramos a mitad de diciembre, muchos ya nos encontramos por cerrar proyectos relacionados con el 2018 y preparamos los nuevos que tienen que ver con el próximo 2019, otros nos preparamos para las fiestas naturales de estas fechas y digo naturales ya que aún, con o sin creencias religiosas, nuestros antepasados miraban en estas fechas la oportunidad de cerrar los ciclos aprovechando el solsticio de invierno.
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Directorio Editores:
Raymundo Colín Chávez Roberto G. Contreras
Relaciones Públicas: Edgar León
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Pero también nos encontramos al inicio de un ciclo inRaymundo Loredo cierto, las fuerzas políticas que se mueven ante un periodo de transición dejan en más de uno grandes sospechas y olaboradores diferentes perspectivas relacionadas con un país que se Brayan López Miguel, El Dedo encuentra dividido entre personas a favor y en contra del Vengador, Eleon Peinado, Francisco nuevo gobierno y nuestra labor como comunicadores es of- Camacho Morfín, Héctor Mendoza recer todos los puntos de vista posibles de este escenario, Ríos, Luis Fernando Sullivan J., Omar Frutos, Raymundo Colín por ello este medio lleva el nombre de El Ojo, un ojo que no A xolotl , Roberto G. Contreras, se cierra, un ojo que no se queda ciego y que trata de ver Suriel Martínez Aguilera desde todos los ángulos de la realidad, una realidad que va más allá de ambivalencias, con una gama que va del blanco otografías e lustraciones al negro pero que en medio caben todos los tonos de gris.
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En este medio nos propusimos brindarles no sólo una temática, quisimos darles una revista donde quepan todas las miradas y todos los enfoques de la realidad, por eso, en sus páginas encontrarán más allá de cuestiones políticas o sociales, también se incluye la visión del arte y de la ciencia, de la historia y del entretenimiento, opiniones, cuentos, relatos, todo aquello a lo que como lectores tenemos el derecho de conocer y de saber. Pero, ante todo, este medio no es exclusivo de quienes formamos parte de él, es también para que todos los que lo deseen, puedan participar, puedan retroalimentarnos con sus comentarios, con sus emociones, con decirnos su opinión sobre las letras que les brindamos sin tapujos y sin rencores, y ¿por qué no? También para que quien lo desee nos envíe sus colaboraciones y nos ayude a dejar una huella en la inmensidad del ciberespacio donde publicamos este esfuerzo colectivo libre de violencia y encadenado a la libertad de expresión. Roberto G. Contreras Editor
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Aamiraimer, Ankush Rathi, Brayan López, Bruno Chiaruttini, Carlos Roberto Gobe, Daniel Lobo, Dr Lancelot, Emiglex, Erick Genser, Gustavo Benitez, Henryficar, Holger Thie, Kasper Christensen, Linnaea Mallette, Marco Antonio Gutiérrez Hurtado, Omar Frutos, Roberto G. Contreras, Vitaliy Lebedev-Lumechinkes, Vladimix
Arte y Diseño: Roberto G. Contreras
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...dejaban las miradas de sus modelos atrapadas en sus obras, sin importar que fuera en la intimidad como ocurría en la Odalisca saliendo del baño
Odalisca saliendo del baño, segundo cuarto del siglo XIX, Henri Decaisne, óleo sobre tela, exposición “Discursos de la Piel” en el Museo Nacional de Arte. Fotografía Roberto G. Contreras.
La ofrenda, 1913, Saturnino Herrán, óleo sobre tela, Acervo Constitutivo del Museo Nacional de Arte, exposición “Saturnino Herrán y otros modernistas”, fotografía por Roberto G. Contreras
La buenaventura, 1596, Michelangelo Merisi da Caravaggio, Óleo sobre lienzo, Colección del Museo Capitolino de Roma, exposición “Caravaggio. Una obra, un legado” en el Museo Nacional de Arte, fotografía por Roberto G. Contreras con autorización del Museo Nacional de Arte. INBA. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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LOS OJ O S EN E L D I BU JO Y EN E L A RTE CULTURA Por Roberto G. Contreras No se puede ser una revista titulada “El Ojo” sin hablar del ojo en el arte, de aquellas místicas ventanas que traslucen el alma y que los artistas han retratado y reinterpretado millones de veces, con formas cautivantes, abstractas, aterradoras y dominantes, con perspectivas de luces y de sombras que como pozos atrapan a quien se interna en ellos. Los ojos son seductores, pero tampoco está mal dicho que existan miradas que matan, aquella mirada de desprecio, de rencor o de furia que podemos encontrar en las personas cuya alma desgarrada por un suceso adverso han dejado en el silencio sus macabros sentimientos para solo reflejarlos entre la forma de sus párpados.
El arte clásico del renacimiento y del barroco nos mostró expresiones y detalles realistas y teatrales derivados de lo sublime hasta lo pasional, de ensoñaciones religiosas o de furor heroico hasta que el realismo y el costumbrismo nos llevaron a vislumbrar las emociones más humanas, la lujuria, el deseo, la tristeza o la desesperación. Mientras que Caravaggio nos deja los ojos de la inocencia mezclada con el deseo de un joven adinerado, su contraparte femenina muestra la seducción y la picardía en la mirada de la gitana, para quedar todo plasmado en el óleo de La buenaventura de 1596. Al finalizar el siglo XIX, el arte ya no se remitía a las figuras religiosas o mitológicas, los artistas podían esgrimir un mayor número de emociones y la lujuria y el deseo no pasa-
ban desapercibidos a los pinceles cubiertos de pigmentos, que desnudaban de una nueva forma los ojos de los seres que capturaban en sus lienzos. Así, pintores como Henri Decaisne dejaban las miradas de sus modelos atrapadas en sus obras, sin importar que fuera en la intimidad como ocurría en la Odalisca saliendo del baño del segundo cuarto del siglo XIX. Cuando entra el siglo XX, los modernistas empiezan a plasmar lo cotidiano, las miradas de las personas comunes por la calle, de las clases sociales menos favorecidas, de los trabajadores o de aquellos que padecen una pena familiar como un funeral. Así, Saturnino Herrán junto con sus contemporáneos exploraron los ojos cansados, agobiados, tristes o melancólicos, miradas de ancianos, de adultos e incluso
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de niños que, captados por el pincel y el óleo, mostraban una mirada no planeada como si de un retrato cándido se tratara, como ocurre en pinturas como La ofrenda, de 1913. El siglo siguió avanzando y el surrealismo, el expresionismo, el fauvismo, el arte pop y el cubismo trajeron nuevas técnicas para plasmar lo que dejaba de ser emociones reales para llegar a reinventar las emociones, sin dejar de fuera nunca la relevancia del mundo ocular. Diego Rivera, Remedios Varo, Frida Kahlo, Leonora Carrington, Max Erns, Picasso, Nahui Ollin, entre muchos
Esfera ocular estilo comic, diseño por Erick Genser.
otros dejaron las bases de las nuevas técnicas estéticas para mostrar los ojos y las miradas, como ocurre en el caso de Gerardo Murillo “Dr. Atl”, quien deja la profunda mirada de su modelo favorita, Carmen Mondragón, mejor conocida como Nahui Ollin, en múltiples retratos, con la mirada entre la pasión, la angustia o el deseo, con esa mezcla antinatural de emociones congeladas en el tiempo. Mientras que, en el surrealismo, la búsqueda alquímica Nahui Ollin, 1922, Gerardo Murillo Dr. Atl, Atl colors sobre fresco, de los vasos comunicantes llColección Andrés Blaisten, durante la exposición “Nahui Ollin, la evaba a los grandes artistas mirada infinita” en el Museo Nacional de Arte. Fotografía por Roberto nacionales e internacionales G. Contreras. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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a plantear expresiones etéreas o simplistas de lo que los ojos debían mirar o de la forma como debían ser mirados. Ojos sacados de sus órbitas y de sus contextos, sin rumbo en sus miradas, plantearon la estructura de una nueva ideología, como lo dejó demostrado en sus obras el mismo Diego Rivera. El siglo XX desde su mediados, sobreviviente al periodo de dos ambas guerras y con el mundo dividido en dos bloques ideológicos, encontró en el arte pop y en las historietas y cómics una nueva faceta para Vasos comunicantes, 1938, Diego Rivera, xilografía, colección Gonzalo del Valle, durante la exposición “Surrealismo, vasos comunicantes” en delinear los ojos en la plástica el Museo Nacional de Arte, fotografía por Roberto G. Contreras. artística. En los cómics americanos y europeos los diseños sencillos pero emotivos, tendientes a un semirrealismo, dejaron una colección de miradas de seres sobrenaturales y supernaturales, de héroes y villanos con superpoderes y con enfoques bidimensionales, por su parte, en el lejano oriente, Japón dejó una colección de historietas conocidas como Manga, que sacaron de sus dimensiones naturales a los ojos, dotándolos de una estética por encima de sus contrapartes occidentales y con emociones proporcionales a su tamaño y figura. Los ojos, sin embargo, no
Ojos en la máscara de Spiderman, diseño por Erick Genser. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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sólo tienen que ser representaciones humanas, las miradas que provienen del papel o de la tela llegan en formas distintas, felinos, insectos, rumiantes, peces, arácnidos o reptiles, cada uno con características propias, cada uno con emociones exclusivas de sus especies o de los híbridos quiméricos que representan, cada vez con mayor potencia en estas primeras dos décadas del siglo XXI, con aspectos tan únicos y tan parecidos no sólo entre ellos mismos, sino con la psique de sus interlocutores en este discurso silencioso de miradas. Ojos de reptil estilo cómic occidental, diseño por Erick Genser.
Ojos masculinos estilo Manga, diseño por Erick Genser Revista El Ojo | Diciembre 2018
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REF O R E STAC I ÓN E N L A ALC A DÍ A DE I ZTAC A LC O CIENCIA Comentarios para la estructuración de un plan de manejo de la vegetación de la Alcadía de Iztacalco. Por Francisco Camacho Morfin, Investigador Titular del CENID-COMEF Del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agrícolas y Pecuarias.
INTRODUCCIÓN
Reforestación, fotografía por Daniel Lobo Revista El Ojo | Diciembre 2018
El manejo adecuado de la vegetación en las ciudades incluye el diseño de paisaje en la medida que la complejidad de la trama urbana resta el valor estético y funcional a cada uno de los árboles y al conjunto del bosque urbano. Recuperar la belleza y funcionalidad de los elementos vegetales empleados va mas allá de la jardinería. Armonizar el paisaje urbano empleando las plantas en forma óptima en función de las necesidades del hombre urbano y sus actividades, es una tarea compleja que requiere de estudios específicos. En el presente trabajo se pretende abordar el problema de la reforestación y jardinería urbana de la Alcaldía Iztacalco, desde el punto de vista de la reconstrucción de las comunidades vegetales que existieron en el área.
Diciembre 2018 Cabeza (1995) menciona que actualmente en el área del diseño del paisaje, hay una nueva actitud basada en principios ecológicos, en la que algunos de sus principios son: a) Utilización de especies nativas. b) Estudio de los ecosistemas naturales para considerarlos en el diseño del paisaje. c) Establecimiento de especies con potencial para atraer avifauna, mariposas, insectos diversos y mamíferos. En la actualidad las áreas verdes urbanas presentan una problemática generalizada que puede resumirse en los siguientes puntos (Cabeza, 1995):
a) Subutilización del espacio urbano, el cual no se ocupa óptimamente con el fin de albergar diversas actividades de una población determinada, pues se tiende a saturar de árboles mediante acciones de reforestación no planificadas. b) Mantenimiento deficiente por inadecuada selección de especies, ya que éstas crecen en condiciones ambientales desfavorables y requieren de cuidados caros y complicados que generalmente no se les brindan por falta de recursos. c) Carencia de un diseño integral capaz de armonizar en el paisaje urbano los materia-
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les inertes y los naturales. Estos problemas podrían solucionarse con diversas aportaciones de la ecología derivadas del conocimiento de los requerimientos ambientales de las especies vegetales y de los factores físicos presentes en los jardines públicos, parques urbanos, camellones y banquetas sujetos a remodelación, en un proceso iniciado quizás con diseños de plantación basado en el uso de modelos naturales no explorados aún, donde se observe el comportamiento de la estructura de las comunidades vegetales y donde se encuentran otras características y elementos de diseño como formas, colo-
Árboles, flores y plantas, fotografía por pxhere.com Revista El Ojo | Diciembre 2018
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¡Será un gran pino!, fotografía por pxhere.com
res, texturas, ritmos, acentos, balance y simetría entre otros (Cabeza, 1995). El diseño del paisaje puede aprovechar otras aportaciones de la ecología, no sólo para recobrar parte de la naturaleza perdida en las ciudades, sino para reforzar el carácter conferido por el medio natural al lugar de asentamiento de los poblados (Cabeza, 1995). Abundan también los jardines urbanos conocidos como parques ecológicos, que de ecológicos no tienen mas que la denominación, pues más que representar una verdadera aportación de tipo ecológico, ilustran el uso de un adjetivo de moda para das lustre a una im-
agen política de instituciones públicas o privadas (Cabeza, 1995).
que penetra en sus llanuras, al cual se le denomina Sierra de Guadalupe. EL MEDIO DE LA El Valle de México, desde el punto de vista de la disponibiALCALDÍA lidad de agua para las plantas, La Alcaldía Iztacalco se ubica aportada exclusivamente por en la cuenca cerrada denomi- las lluvias, se puede dividir nada el Valle de México, ubica- en dos áreas (Jáuregui, 1975; da dentro de la región aledaña Rzedowski, 1979): a) La parte subhúmeda que al Eje Neovolcánico. Por su incluye las montañas que cirlocalización latitudinal se encundan la cuenca y las que cuentra dentro de la zona inse tienen en su interior, así tertropical, aunque debido a su como la llanura ubicada al altitud presenta un clima temoeste y sur de la Sierra de plado, el cual presenta lluvias Guadalupe. de verano (Rzedowski, 1979). b) La parte semiárida localCon fines de ubicación se toizada básicamente en la parmará como punto de referente plana del Valle de México, cia del centro de la cuenca, un en sus porciones al norte y pequeño macizo montañoso
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oriente de la Sierra de Guadalupe. Está última porción puede considerarse una extensión de la zona árida chihuahuense, pues tiene algunos elementos vegetales en común con ésta (Batalla y Ramírez, 1939). Lo anterior es importante, pues Iztacalco se ubica en el límite oriente de ambas áreas. La disponibilidad de agua de las plantas no está dada únicamente por la cantidad de lluvia disponible en el lugar, sino también por los escurrimientos y la salinidad del suelo. En referencia a esto se tiene que, en el Valle de México, en sus partes centro y sur tuvo varios cuerpos naturales de agua, los cuales pueden dividirse de la siguiente manera (Mooser, 1978): a) Los lagos de Zumpango, Xaltocan y Texcoco, que se caracterizaron por ser alimentados básicamente por arroyos que tenía caudales de agua importante solamente en la época de lluvias, a excepción del río Cuautitlán que fue el mayor río permanente del Valle de México. Estos lagos se caracterizaron por ser salitrosos y presentar un lecho arcilloso producto de la erosión de las sierras circundantes. b) Los lagos de Xochimilco y Chalco, que fueron alimentados permanente por manantiales provenientes Y se oculta de la vista, fotografía por Roberto G. Contreras del deshielo de los volcanes Revista El Ojo | Diciembre 2018
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Popocatépetl e Iztaccíhuatl, estos cuerpos estuvieron formados por agua dulce y su lecho estuvo constituido básicamente por materiales arenosos o francos procedentes de vulcanismo reciente. c) El lago de México el cual sirvió de comunicación a los dos grupos de lagos anteriores, durante la época de sequía el agua dulce procedente de Xochimilco y Chalco hacia retroceder el límite de las aguas salitrosas hacia el oriente, en cambio durante las lluvias las aguas salitrosas avanzaban hacia el poniente. El suelo en esta parte estuvo conformado por materiales finos provenientes de la erosión de las montañas. Dentro de los límites de este último lago precisamente en la móvil frontera entre las aguas dulces y las salitrosas se ubica el territorio de la Alcaldía Iztacalco.
COMUNIDADES VEGETALES En conclusión, se tiene que Iztacalco se ubica en dos fronteras, la que divide las zonas semiáridas de las subhúmedas y la divide los lagos y suelos salitrosos de los lagos de agua dulces con suelos sin problemas de salinidad. La composición de las comunidades existentes en los lagos y sus orillas quizá dependió
en mucho de la profundidad del agua, hubo vegetación de márgenes, vegetación arraigada sumergida y flotante, es posible la existencia de bosques de galería en las llanuras a lo largo de los ríos y que estos pudieran extenderse cuando menos en algunas áreas en las orillas de los lagos, sobre todo de los que tuvieron agua dulce. En cuanto a las áreas saladas fuera de la influencia directa del agua se puede esperar la presencia de pastizales halófitos. Dentro de las especies presentes se en los cuerpos de agua en el Valle de México, con base en las especies citadas por Rzedowski (1975), se puede plantear un panorama en que los cuerpos de agua y las orillas de las islas de los lagos presentaran un cinturón de tulares, en los que estarían representadas plantas tales como: Typha latifolia, Scirpus spp, Polygonum spp, Juncus spp,Cyperus spp, Echinocloa spp, Hydrocotyle spp, Eleocharis spp, Berula spp, Sagittaria spp, Ludwingia spp. Además de las especies arraigadas y emergidas mencionadas antes, seguramente hubo plantas flotantes (principalmente Lemna spp y Azolla spp), así como especies sumergidas como algas filamentosas y algunas fanerógamas como Ceratophyllum dersum, C. echinatum, Miriophyllum aquaticum, Zannichellia palustris, Rippia
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marítima y Potamogetum spp. La presencia de islas que posibilitaron la colonización humana de Iztacalco, Mixiuhca e incluso Tenochtitlán, indican un activo proceso de sedimentación. Es posible plantear que las corrientes acuáticas, que circulaban entre los lagos salados y los dulces, encontraron en dichos lugares sitios propicios a la sedimentación de los materiales que llevaban en suspensión. El azolvamiento de los lagos y su posterior desaparición es un proceso asociado a la erosión de las áreas montañosas. Sin la influencia humana, la conversión de los lagos en llanuras inundables o con ciénagas, que en todo caso tendrían un manto freático alto, posiblemente hubiera llevado a la extensión de un bosque, el cual podría tener una fuerte participación de elementos como el ahuehuete (Taxodium mucronatum), ailes (Alnus glabrata y otras especies), sauces (Salix bomplandiana), fresno (Fraxinus uhdei), álamo (Populus arizonica) y tejocote (Crataegus pubescens). Especies que se citan para los bosques en galería del Valle de México (Rzedowski, 1975). Antes de la extensión de estos bosques pudo haber una etapa previa en la que se tuviera un bosque bajo o matorral de tepozán (Buddleia cordata). El desecamiento natural de los lagos probablemente hu-
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Plaza de San Matías en el pueblo de Iztacalco, fotografía por Henryficar
biera permitido que se acentuaran las diferencias en cuanto a la salinidad del suelo y la disponibilidad de agua, de tal manera que en las porciones orientales de lo que ahora es la Alcaldía Iztacalco, se pudieran presentar pastizales de zacate salado (Distichlis spicata) con romerito (Saueda nigra). En estas condiciones es posible algunos elementos halófitos de la zona árida chihuahuense podrían encontrar un área colonizable, quizás se hubieran formado matorrales de Atriplex canescens y pastizales de Hilaria mutica. Todo lo presentado aquí lleva a considerar que la vegetación existente en la Alcaldía Izta-
calco antes de la intervención humana no era un Clímax estable, sino estaba en proceso de sucesión en condiciones de abundancia de agua, debido a formación e incremento del tamaño de las islas, quizá hubiera una serie de comunidades vegetales distribuidas en círculos concéntricos a partir de la orilla hacia el centro de las islas. También es posible que hubiera comunidades estratificadas de acuerdo con su resistencia a la salinidad en una dirección este-oeste. Se puede especular que la parte centro poniente de la tierra emergida hubiera condiciones para el desarrollo de árboles adapta-
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dos a un manto freático alto. Así como la reducción de las áreas en que se tuviera vegetación hidrófila y acuática.
INFLUENCIA HUMANA La ubicación de Iztacalco en el sitio en hubo tierras emergidas y que se disponía del agua dulce que corría hacia el lago de Texcoco, hizo posible una agricultura chinampera, con lo que la sucesión vegetal es interrumpida y ocurre la introducción de especies, la excavación de canales y la formación de parcelas emergidas. Las comunidades vegetales se conformaron de bosques de galería de ahuejotes (Salix bompladiana) en las orillas
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de las chinampas, quizá estuvieran presentes algunos frutales nativos como el tejocote y el capulín. En los canales se toleró la presencia de plantas acuáticas sobre todo flotantes, las cuales se podaban periódicamente para utilizarlas como fertilizante en las chinampas. Probablemente se evito la formación de tulares, los cuales pueden cerrar los canales y son difíciles de controlar. Es posible que dentro de las chinampas la tolerancia a las especies nativas fuera menor y unidamente se dejaran crecer las plantas comestibles “quelites” y algunas plantas ornamentales y rituales. La periódica invasión de las
aguas saladas hacia el lago de México fue controlada en la época prehispánica por un dique tendido desde Atzacoalco cerca de la sierra de Guadalupe hasta Iztapalapa, en un área cercana a la sierra de Santa Catarina. Lo que acentúo la división natural de las tierras de Iztacalco: los terrenos bañados por agua dulce dedicados a la agricultura y los sometidos a la influencia de las aguas saladas, que posiblemente se dedicaron a la caza de aves acuáticas, la pesca y la recolección. A pesar de que en la conquista se destruye el dique mencionado y durante la colonia ocurre un fuerte azolvamiento de los lagos, Iztacalco
mantiene su ambiente lacustre con su agricultura chinampera debido a que se ubica sobre el paso obligado de las aguas dulces a través del Canal de la Viga, esta situación se mantiene hasta principios del siglo veinte. Con la captación de los manantiales de Xochimilco para dotar de agua potable a la Ciudad de México, y las obras para el de Desagüe del Valle de México, desaparece la agricultura chinampera y se deseca el área salitrosa correspondiente a la Alcaldía. En caso de no haber ocurrido la urbanización, podría esperarse una evolución de la vegetación similar a la que ocurrió
La parroquia del pueblo de la Magdalena Mixiuhca, fotografía por Carlos Roberto Gobe Revista El Ojo | Diciembre 2018
Diciembre 2018 en las inmediaciones de Texcoco: grandes áreas dedicadas a la agricultura de riego, en las que la parcelas hubieran estado rodeadas de árboles de pirú (Schinus molle) como dominante y en menor número sauces, ailes, tejocotes y capulines. La parte salitrosa quizá se hubiera convertido en pastizales de zacate salado sometido a un fuerte pastoreo. Con la masiva y total urbanización de Iztacalco desapareció completamente el ambiente lacustre y sus comunidades vegetales, y prácticamente la vegetación que se tiene corresponde al arbolado existente en las calles, pocos parque y camellones, en los que se tiene una fuerte participación de especies introducidas de otros continentes y en cuyo mantenimiento se dispone de poca agua (Benavides y Segura, 1992). El manejo del arbolado en muchos casos ha sido anárquico guiado por las modas en cuanto a la introducción de especies y por el caos respecto a su manejo.
PERSPECTIVAS El restablecimiento de las comunidades vegetales nativas del área de Iztacalco lleva a problemas difíciles de solucionar: no es posible eliminar la urbanización y volver a inundar la zona, no es posible restablecer la agricultura chinampera. Por lo tanto, tendrá que restrin-
girse a sitios muy específicos, por ejemplo, no es descabellado pensar que en un futuro no muy lejano se plantee el establecimiento de plantas de tratamiento de aguas negras con la formación de lagunas de tratamiento, este sitio sería ideal para establecer vegetación acuática: plantas flotantes, sumergidas, arraigadas emergidas y del bosque de galería. Cabe mencionar el Parque Ecológico Iztacalco en el que se trato de representar la gran riqueza de pinos que tiene México, en un terreno de la parte salitrosa oriente de la Alcaldía. Este esfuerzo loable ha topado con las dificultades propias de establecer especies poco tolerantes a la sal y a la escasa disponibilidad de agua. Lo anterior permite plantear una posibilidad interesante: en el próximo parque ecológico que se implemente en el área salitrosa de la Alcaldía, tratar de representar la riqueza del país en cuanto a especies halófitas, que son mas acordes al sitio de trabajo y en general de baja demanda de agua. Al respecto se puede mencionar que, en un sitio cercano en Ex Lago de Texcoco, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias, mantuvo hasta 1992 un jardín de halófitas, en el que se tuvo una interesante variedad de plantas de los géneros: Batis, Salicornia, Tamarix, Atriplex, Prosopis, Lycium. En México
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existen muchas plantas halófitas de gran belleza que valdría la pena evaluar su introducción a la Cd. de México. En los parques de la parte no salitrosa de la Alcaldía se podría tratar de reproducir los bosques de galería del Valle de México. También existe la posibilidad de reproducir el matorral de tepozán, a lo largo de la Avenida de Río Churubusco en el camellón central existe un bosque de olmos (Ulmus sp), el cual debido a la falta de cobertura a nivel del suelo es una fuente de polvo que dificulta la visibilidad en la vialidad cuando sopla el viento, en este caso el tepozán con sus enveses vellosos puede ayudar a captar los polvos y plantado como setos de 50 cm de altura, podría actuar como cortina rompevientos. Quizá para este uso también se podría trabajar con Amelanchier denticulata, especie presente en los lomeríos del Valle de México. En los barrios más antiguos de la Alcaldía se tienen calles muy estrechas e incluso tortuosas, en estos lugares la colocación de arbolado, especialmente de eucaliptos, ha llevado a Iztacalco ha ser una de las entidades del Distrito Federal, en la que más se demanda el derribo de árboles. En estos casos la sustitución del arbolado pudiera realizarse siguiendo dos opciones: a) El empleo de enredad-
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eras sobre las paredes. Esta solución ha sido adoptada aisladamente por algunos vecinos, y en forma masiva puede verse sobre las bardas cubiertas de hiedra (Hedera spp) en la colonia Guadalupe Inn en la Alcaldía Alvaro Obregón. b) El empleo de arbustos o árboles pequeños, como las retamas (Cassia spp). Aunque en este caso es frecuente el temor de los vecinos de que sirvan de escondite a los malhechores. Un punto más es el referente al empleo de los eucaliptos como setos, debido a la falta de mantenimiento, estos setos fácilmente escapan del control y muchos individuos se convierten en árboles con un pobre enraizamiento. Para solucionar este problema hace falta evaluar en la Alcaldía el uso de especies como el Chapulixtle (Dodonaea viscosa) y Cotoneaster (Cotoneaster pannosa) en la conformación de setos con bajas exigencias de agua y de crecimiento restringido (Camacho, González y Mancera, 1993 y Camacho y González, 1993).
REFERENCIAS Benavides M.H.M. y Segura B. C. 1992. Algunos aspectos del arbolado de alineación de las Delegaciones Iztacalco e Iztapalapa, D.F. En Memorias de la Reunión Científica Forestal y Agropecuaria. Centro
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¿QUÉ SIGNIFICA PARA USTED SER TEPITEÑO? CULTURA
Por El Dedo Vengador Cuando leí la pregunta me dije: chale, Vengador, échate ese trompo a la uña. No, pos no… ta cabrón. Tons me pregunté: ¿pos por dónde empiezo? Y el otro de volada que me contesta: Por el principio, ¡pendejo! Y agrega entre risas contenidas: El que es pendejo, ni de Dios goza. Ah, pos sí, por el principio. Me quedé dizque pensando un poco y volví a preguntar: ¿dónde está el principio? Y el otro de nuevo que me escupe: Ah, ¡qué esférico! Si no sabes, empieza por donde quieras. (Esférico significa que es pendejo desde cualquier punto que lo veas). Tons ahí te voy, tendido como bandido; y perdonen el desbarajuste mental porque soy limitado de entendederas. Esto último resulta de haber sido un infante mal tragado y, como dicen ahora, con déficit de atención. Bueno, daré un pequeño rodeo antes de dar respuesta a la pregunta. Sabrá Dios, uno no sabe nunca nada. De pronto uno nace en una vecindad del barrio, apenas caminas y sales al patio – generalmente grande, soleado, rodeado de macetas y sacudido por la música de Willy Colón –. Ahí juegas a patear, alegremente, la puta pelota de la miseria, acom-
Siempre
vestido de
luto, apapachando
su insepara-
ble morral de
cuero, y entre
los dedos,
una luciér-
naga a medio
consumir.
pañado de la pipiolera de chamacos chancludos, jiotosos y mugrosos (igual que su servilleta). Después, la mirada se desliza, curiosa, hasta el zaguán que custodia la Virgen de Guadalupe que, en aquel tiempo, tenía flores frescas y aromáticas a sus pies, además, veladoras encendidas (ahora son de plástico y con foquitos, made in China). Desde ahí, desde el zaguán, descubres la calle, mejor dicho, las calles, las abigarradas calles, donde años después descubrirás que están forradas de historia, leyendas, mitos, mitotes y desmadres que algún día formarán parte de tu piel, de tus pensamientos, de tus nostalgias. Más allá, el tianguis ahogado por gritos festivos o rencorosos, por pregones iracundos que ofrecen chácharas y milagros tecnológicos, por ojos inundados de envidia por el bien ajeno. Ahí encuentras desde la chafa deslumbrante hasta la muñeca inflable con perrito goloso. Y, ¿por qué no decirlo?, drogas y armas. Las primeras para ponerse hasta el culo y desconocer incluso a su santa madre; las segundas para, después de meterte tanta mierda, agandallar de manera culera al prójimo, al igual, al hermano. Sin embargo, el tianguis tiene su lado chido pues, a través de la fayuca y la piratería, se ha recobrado para la “prole” (recuérdese a la hija de Peña Nieto) la música popular (Trío Mat-
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Diciembre 2018 amoros, Tin Tan, Son Clave de Oro…) y películas nacionales y extranjeras que fortalecen y acrecientan la memoria popular. Además, el tianguis ha dado acceso a tecnología de punta (sin albur) con la que los tepiteños han creado cortometrajes y fotografías artísticas que demuestran que el acto creativo pertenece a todos y no a unos cuantos, como nos hacen creer. Una pequeña observación: el fenómeno tepiteño resulta más profundo e intrincado que lo que se plantea aquí. Así, el tepiteño ha sabido sobrevivir por siglos a los infiernos de la miseria y de la violencia (sé que este último término resulta pleonástico, pues toda miseria es, por definición, violenta). Cuando digo siglos, no me estoy haciendo
fuera de la bacinica, les recuerdo que el origen de Tepito es prehispánico. Y ha sabido sobrevivir porque ha tenido su parte creativa: ha producido grandes artesanos, ladrones admirables y movimientos culturales como Tepito Arte Acá, además, revistas y libros. Estos últimos, al decir de nuestro carnalito Alejandro Reyes, “escritos en un español duro y rico en albures y floreos, cargado de oralidad y de la poética popular”. Como dato adicional, les diré que a una tepiteña le pertenece el Campeonato Nacional del Albur. Ah, antes de que se me olvide, al terminar el evento allá, en el fondo, se les dará raspados de anís gratis. Pero volvamos al tema que nos ocupa. Líneas arriba, tocamos la palabra historia. El
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tepiteño ha hurgado en el pasado del terruño, en sus personajes cotidianos o históricos, en sus veredas, en sus muros para saber de dónde viene, cuáles son sus raíces. Es decir, ha investigado para comprender su lugar en el mundo, para saber qué pedo con él mismo y con los demás. Y se ha dado cuenta que desciende de guerreros que han enfrentado la adversidad de la vida que les ha impuesto un puñado de culeros que ejercen el poder. Y debo reconocer que algunos de los nuestros cayeron en la mierda de las drogas y en la búsqueda del billete fácil con el fogón en la mano, y van por la vida rompiendo madres sin ninguna consideración. De tal manera que parecen políticos o banqueros o policías.
La Lagunilla y Tepito, fotografía por Kasper Christensen Revista El Ojo | Diciembre 2018
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Sin embargo, hemos creado leyendas con muchos personajes tepiteños: futbolistas, boxeadores, rateros, escritores, cantantes, muralistas… que nos dan unidad y coherencia ante los demás y, sobre todo, ante nosotros mismos. Crea fama y échate a dormir. O mejor: crea fama y ahí llévatela con el mismo choro. O camarón que se duerme… acaba en coctel. O como dicen en el barrio: ¡no se me apendeje!, ¡no se me a-pen-deje! Asimismo, le entramos a eso del mito e imaginamos, creamos o descubrimos a nuestros dioses y héroes que, en el pensamiento y en la realidad, nos van allanando el camino. Y los imitamos en el quiebre de cintura, la finta y el cabeceo, y en la manera de defenderse y tirar el chingamadrazo sin misericordia; en el caminadito muy acá: rítmico, con sabor y con cierto cachondeo; en la bailada con su pasito tuntún mientras la mano ávida descubre sinuosidades femeninas; en el albur, donde le picamos el cicirisco a las palabras para ver qué gestos hacen. Dales la vuelta / cógelas del rabo / (chillen putas) / azótalas/… / písalas, gallo galante –diría el vate Octavio Paz. Y ya encarrerados gritamos con el pendenciero y hablador ratón: Échenme al pinche gato, que para morir nacimos. Y el que no conoce a Dios, a cualquier pinche angelito se le hinca. Y… ay, ay, ay ay, ya-yá que chingue a su madre el amor mientras la pasión me dure. Así somos de mitoteros, de escandalosos con las ganas de
La Lagunilla y Tepito, fotografía por Kasper Christensen
vivir en la lengua, en la piel, en el sexo, aunque una pinche Catrina con risa ladeada, ojos secos y mortíferos se burle de nosotros. Pinche huesuda no te cansas de acecharnos para darnos en la nuestra –pienso, mientras le mando, con todo el fervor, una encabronada y sonora mentada de madre. Alguna vez le preguntaron a un cuate mío que por qué los tepiteños se sentían los non plus ultra. Pues porque lo somos –respondió. A ver cabroncito, continuó mi cuate, ¿tú sabes cuál barrio es el más estudiado por los chaqueteros académicos? ¿Tú sabes cuál es el barrio más macabrón de México? Pues es-te-pito. Y así vamos por la vida: con una encendida marca en la frente (para bien o para mal)
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que nos delata como tepiteños. Cuando nos reconocen en otros lares, en otros terrenos, nos sucede una de dos: o nos tienden la mano generosa y el corazón fraternal o nos tiran el putazo gratis, el cabezazo traicionero, la patada a los güevos… Sin decir: agua va. Pero ahí estamos (para bien o para mal) en las novelas, en los cuentos, en los ensayos como una referencia ineludible de este hormiguero-ciudad de ceniza y tezontle cada día menos puro, ciudad de acero, sangre y apagado sudor; de este país de infinitas cortes de los milagros donde no necesitamos un presidente de la república, sino de un médico forense para que informe del último recuento de los daños. Y ahora ante ustedes, ejer-
Diciembre 2018 citándonos en las alturas, en la peligrosa y prodigiosa cuerda de la vida. Y ahí vamos, montados sobre un monociclo. Uno pedaleándole y otro sentado en los hombros del primero, y otro sentado en los hombros del segundo y otro sentado en los hombros del tercero… Todos respetando el movimiento, la figura, el equilibrio existencial. Todos pensando, desde allá arriba: ¡A qué hora se rompe esta pinche cuerda y nos rompemos todititita la madre! Sin embargo, se nos inflama el corazón para gritar con ese cantadito chidito, bravucón y muy tepiteño: ¡Ahí les van sus caracoliiiitos, bola de ojeeeetes! Pero la neta: esto no evita que apretemos el “ese”, de tal manera que, si nos pusiesen una nuez, la tro-
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naríamos. ¡Verdá de Dios! Después de estos desfiguros de mi corazoncito, estoy dispuesto a contestar la pregunta ¿Qué significa para usted ser tepiteño? La respuesta es muy simple: orgullo y memoria. Orgullo porque sé dónde piso, a donde voy; memoria porque conozco mis raíces, mi terruño, mi gente y, sobre todo, porque tengo un lugar en el mundo para crear sueños posibles e imposibles: sueños necesarios donde me atrinchero cuando los insepultos dictan sus órdenes de muerte. El tiempo se acaba. Espero que hayan recibido una satisfactoria y productiva a-cogida por parte de los tepiteños. Gracias. La Lagunilla y Tepito, fotografía por Kasper Christensen
El deportivo en Tepito. Fotografía por Vladimix Revista El Ojo | Diciembre 2018
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‘Punto Y’ se trata de un documental que retrata desde una gran variedad de perspectivas la realidad que rodea a la prostitución masculina en América Latina Revista El Ojo | Diciembre 2018
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PUNTO Y, PROSTITUCIÓN MASCULINA DE S DE OTRO PUNTO DE VISTA
Póster de Punto Y, fotografía de Inner Films
CINE Por Roberto G. Contreras Cuando hablamos de cine, es común pensar en lo que se conoce como cine comercial, los de gustos más refinados también dirán que son adeptos al llamado cine de arte, de igual forma, nos encontramos con la clasificación del cine para fanáticos, conocido como cine de culto, pero existe un género particular que muchas veces pasa desapercibido, un cine que a pesar de su gran importancia, carece en su mayoría de difusión, no porque su contenido o el interés de su temática sea reducido, sino porque los hábitos populares no se terminan de acostumbrar a ver reflejada la realidad en una pantalla grande, nos referimos obviamente al documental. Precisamente a este género pertenece la película de la que hablaremos, el filme titula-
do como ‘Punto Y’ se trata de un documental que muestra desde una gran variedad de perspectivas la realidad que rodea a la prostitución masculina en América Latina. De inicio, cabe señalar que es una producción mexicana, realizada por la joven y talentosa directora, Karen C. E. y el también joven y talentoso productor Héctor Hugo Méndez. Algo que le da sentido interno al estudio del fenómeno de la prostitución en Latinoamérica, fue que no se trató de observar desde afuera, sino de introducirse a este complicado mundo que nos rodea, muchas veces de forma silenciosa, sin más testimonio que lo que las estadísticas dicen, para convertir esta gran obra en la voz y rostro de aquellos que viven día a día en este antiguo oficio. Tuvimos el privilegio de
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asistir a la rueda de prensa que ofreció el equipo de producción de Punto Y, donde nos comentaron lo difícil que fue el estar realizando todo el rodaje, un proyecto que se desarrolla con locaciones en las calles de la antigua Habana, la Ciudad de México y Torreón, Coahuila, además de contar con testimonios de personas dedicadas a la prostitución, originarios de Brasil, Colombia, Cuba, Haití y México. Según nos comentaron, fue un periodo de grabaciones lleno de aspectos difíciles, especialmente en Cuba, donde las autoridades complicaron las grabaciones, además de que al introducirse junto con el equipo técnico en zonas altamente inseguras, puso en riesgo a los mismos miembros
de la producción, como el caso anecdótico que nos compartió la directora, Karen C. E., quien estuvo a punto de ser detenida por ser confundida con una sexoservidora cubana, actividad que está, en la mayoría de las zonas de la ciudad, prohibida por sus leyes. Otro de los aspectos complicados fue lograr realizar la logística para investigar y contactar con las personas que se dedican a la prostitución, grabar las entrevistas y las escenas que serían utilizadas para el filme, especialmente en el caso del riesgo que representaba que quienes brindaban los testimonios, serían conocidos por esta producción, tanto por el caso de las autoridades como de sus mismas familias y conocidos.
En cuanto al documental mismo, presenta en forma secuencial los testimonios y casos, partiendo de Cuba, para avanzar a las declaraciones de quienes son originarios de Haití, Brasil, Colombia y México, siendo en total 8 testimonios, donde quizás lo más impactante se trate de lo que se refiere a Cuba, país socialista que posee un terrible índice de homofobia, donde lamentablemente las personas de la comunidad LGBTTTI, no poseen otra opción más que dedicarse a la prostitución, ya que no son aceptados por los empleadores formales dentro del país, dejándolos en posiciones altamente vulnerables ante el desprecio del gobierno, las empresas, la sociedad y sus propias familias.
Equipo de producción del documental ‘Punto Y’, fotografía por Roberto G. Contreras. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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esta interesante propuesta a diferentes festivales internacionales de cine tanto en México como en Europa. Quizás lo más interesante de esta película sea que la manera como se cuenta la trama no es la tradicional, sino es una manera innovadora de abordar un tema altamente polémico y, sobre todo, de una manera humana, sin juzgar a los involucrados, sin añadir morbo al argumento, dejando en claro que el talento no se demuestra haciendo cine de manera convencional, sino que al igual que el agua, es posible encontrar nuevos caminos para llevar el arte a nuevas dimensiones.
‘Punto Y’, productor Héctor Hugo Méndez Victoria (izquierda) y la directora Karen CE (derecha), fotografía por Roberto G. Contreras.
Otra problemática mostrada es la relacionada con los aspectos de salud, ya que esta población se encuentra altamente expuesta al contagio de enfermedades de transmisión sexual, tal y como es declarado por parte de algunos de los protagonistas, algunos de los que confesaron ante la cámara el hecho de ser pacientes de VIH, además de la advertencia continua de que se trata de un riesgo latente. Además de lo evidente, también se muestra el acoso que tienen las autoridades sobre de los que se dedican a esta actividad, ya sea de forma voluntaria o como su única opción, pero que al no tener más oportunidades, solo pueden depender de esta forma de vida, en especial en un país
tan cerrado como Cuba, lo que añade un mayor dramatismo a estas historias. Sin embargo, el documental no trata de mostrar una tragedia, se trata de tener todos los puntos de vista, los aspectos relacionados con el erotismo, con los fetiches, con la perspectiva incluso de las personas que contratan los servicios sexuales, con aquellos que lo han adoptado voluntariamente como forma de vida y que además lo disfrutan. Como ya mencionamos, el equipo de producción corrió a cargo de la directora Karen C. E., la producción ejecutiva estuvo a cargo de Héctor Hugo Méndez, fotografía a cargo de David Esquivel Valadez, fotóHumberto Torres Alejandre y grafo en ‘Punto Y’, fotografía David Esquivel Valadez, quie- Roberto G. Contreras. nes estarán a cargo de llevar Revista El Ojo | Diciembre 2018
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H OR R O R A L A ME XI C A NA , V U E LV E N Y L A R EG IÓ N SA LVA JE CINE Por Luis Fernando Sullivan J.r Cuando pensamos en cine de horror automáticamente pensamos en películas norteamericanas. Influenciadas por el expresionismo alemán, las producciones hollywoodenses se han encargado de refinar y ser más específicos en sus historias, desde los monstruos de la Universal, el cine de serie B, los slashers, screamers, y otros subgéneros para llegar a un diverso público. Una de las cualidades de este género, más allá de tratar temas sobrenaturales, lo oculto y en ocasiones lo grotesco, tienden a abordar el lado más obscuro del ser humano; el horror se encuentra en nosotros, y las historias de miedo nos fascinan porque sentimos una adrenalina y peligro sin una consecuencia real. Aunque este género surge en Europa y es masificado por Estados Unidos, en muchas partes del mundo hay historias memorables, México no es la excepción. Desde las películas de El Santo, Póster de La Región Salvaje para la 73va Muestra Internacional de el vampiro de German Robles, la Arte Cinematográfico de la Bienal de Venezia, 2016. aclamada Alucarda, películas de Revista El Ojo | Diciembre 2018
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López, es una historia en donde se trata los daños causados por el narcotráfico en la periferia urbana, esto contado a través de un grupo de huérfanos quienes escapan de seres humanos monstruosos. No solo es una historia de espectros que regresan del más allá, también toca una problemática muy importante de nuestra realidad, combinando la fantasía y el horror, muy al estilo de El Espinazo del Diablo o El Laberinto del Fauno.
Escena de La Región Salvaje (2016), de Amat Escalante.
La Región Salvaje, por la cual Amat Escalante ganó el Ariel a mejor director, utiliza un elemento lovecraftiano, en donde un culto le rinde homenaje a un ser de otro mundo, con la diferencia de que este ser no viene a destruir el mundo a través de la locura, sino viene a disfrutar de él a través del placer. Contada desde una pareja con problemas maritales Póster de Vuelven (2017) de Issa López.
Carlos Enrique Taboada, por mencionar algunos ejemplos. En un país como el nuestro en donde los índices de violencia son equiparables a los de medio oriente, en donde los encabezados de los periódicos presentan mutilaciones explícitas en sus portadas y las noticias son bastante escalofriantes, no es casualidad que inconscientemente seamos consumidores frecuentes de estos tipos de relatos. En este contexto es en donde películas como La Región Salvaje (2016) y Vuelven (2017) le dan un giro al género, siendo una opción perfecta para contrarrestar la oferta de las franquicias sobrevaloradas de James Wan y sus médiums cazadores de demonios. Vuelven, dirigida por Issa
le da una perspectiva diferente al horror cósmico, tocando temas de violencia de género, homofobia y desapariciones forzadas, con una reflexión final en donde sería más confortante pensar que quienes provocan los crímenes son monstruos y no el ser humano destruyendo a su misma especie.
Escena de Vuelven (2017) de Issa López.
Ambas películas tienen un subtexto social, en donde la representación del miedo se logra por la familiaridad de los casos, llegando a tocar fibras más sensibles de nuestra interpretación, creando la receta del horror a la mexicana la cual probablemente se seguirá reproduciendo en los siguientes años.
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ALBERGUE DEL ARTE FOTO REPORTAJE Por Omar Frutos
Un lugar dedicado a la expresión, difusión, encuentro del arte, principalmente en las artes escénicas, sede del grupo de teatro independiente TADECO. El Albergue del Arte nace como respuesta a la inquietud por parte del grupo mexicano de teatro independiente TADECO (El Taller de la Comunidad) El cual es conformado por personas que ven en la cooperación y la colaboración, una forma de organización. ¡Hace 10 años ya! TADECO encontró este sitio que mostraba ya varios años de abandono y como buenos soñadores..., a pesar de la basura acumulada, la destrucción natural que deja el abandono, y la hierba que inmediatamente gana terreno. TADECO visionó un foro Revista El Ojo | Diciembre 2018
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teatral, estancia, baños para el público, camerino, bodega y hasta una sala de duela. Hoy son una realidad, lo hacemos llamar El Albergue del Arte, un lugar dedicado a la expresión, difusión y encuentro del arte, principalmente de las artes escénicas, sede del grupo mexicano de Teatro Independiente TADECO. Todas las fotografías por Omar Frutos. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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MÚ S I C A PA RA SUAV I Z AR E L DOLOR CUENTOS Y RELATOS Por Héctor Mendoza Ríos. Tu latido se escucha. Es un vals de esperanza que suena en silencio cuando cierro mis ojos. Ahí veo que danzas en medio de la noche con la lluvia en tu espalda. Brincas, tocas el cielo. Saltas como los duendes al infinito, sin retorno. Montas un unicornio de cuerno rosado. Las gotas resbalan y ríes hasta la media noche. Las estrellas extienden sus manos para tocarte. Tú, como cada noche desde que recuerdo que es lunes, te dejas llevar por esa fugaz esencia de la luz. Despierta te digo, ¡despierta! te exijo para subir juntos al unicornio. Para conquistar esa nube que lleva tu nombre y que anda perdida en el cielo. Alguien irrumpe mi silencio… Abro mis ojos. No suelto tu mano. La enfermera toca tu frente. Me observa. Ajusta la aguja que rasga tu piel. Volteo y tomo mis audífonos. -No escucha. Es inútil, me dice. Te robaré en la noche, te digo. Siento que dices sí, cuando
no escucho nada. Coloco los audífonos en tus oídos. La doctora mueve la cabeza, me observa. Soba tus brazos, Eliza. Yo canto despacito. Muevo mis labios, me escucho… Tú, con tus ojos cerrados y tus venas llenas de veneno cantas, cantas mientras el ventilador en tus pulmones hace coro en la primera estrofa de Silvio: (*) “No puedo dejarte de ver arañando el silencio con tus ojos tratando de decir algo que las palabras nunca hubieran dicho mejor” Cierro mis ojos. Camino por el campo de la vida. En el potrero. Bajamos a prisa, de la mano. El pasto respira cada que nuestros pies avanzan hasta llegar a la vereda que traza la ruta para llegar a la casa de los abuelos. Seguimos bajando. El viento se siente en los labios y en tu cabello negro que vuela entre nuestros gritos y risas que caen a pie de montaña. Hay una piedra gris, grande. Subimos, y en la cima hay
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una flor hermosa, que emula un corazón de piedra. Bajamos. Señalas el río. Se escucha su fuerza. Hay un frutal en el camino, mango rojo. Buscamos en el pasto aquellos que han caído a voluntad del viento. Seguimos bajando. Seguimos comiendo. Cantamos… “No puedo dejar de decir que esta triste canción a tu lado oscurece que quizás este sea el último misterio, que mirarán tus ojos nacer de mis manos…” Te arranco las agujas y las muerdo hasta comerme su punta. Para que nunca más, el poro te rompa en busca de la vena frágil que se esconde, asustada, detrás de tu dermis, que cuida tus huesos y tus vísceras. Tiro en la Ciénega la sonda que alimenta sin ánimo tu cuerpo, se hunde; se hace lodo piedra, nada. Te alimento de fruta fresca con mis manos. La nota sigue, y sigo cantando… ahora más fuerte, porque siento que me escuchas. Cantas a mi lado.
Diciembre 2018 “Pues es tarde quizás para mí…” Ríes. Te reinventas con la segunda estrofa: “Pero quiero alertarte de un gran peligro y quisiera encenderte esta frase en la mente”. He tirado al barranco, donde nacen los arboles de gusanos, el oxímetro de pulso. Las vendas que cubrían tu cabeza, para ocultar esa herida donde cabía mi codo izquierdo, las dejé en la vereda, cerca del árbol de plátano. Las enterré. La sangre se convirtió en hierba y la hierba en fruta. En la orilla del rio lloras en mis ojos. Tocas el agua con tu mano. La corriente arrebata la tierra de la orilla. Los maderos viejos los aísla. Las piedras son azotadas. El agua sigue su curso como tu muerte. La poza aguardó unos segundos antes de ser penetrada. Su forma tan perfecta, su trasparencia. Sin corriente. Se forma como en las manos de un dios desconocido que concede ese espacio para soñar y refrescarse la vida. Para recordar que somos agua corriente y sentir la fragilidad de nuestro cuerpo. Antes de aventarnos al regazo de agua fría. Quité 7 tornillos que daban fuerza a tu pierna izquierda. Habían perforado tu tibia y peroné. El metal y hueso se fundieron en tu sangre para darte fuerza. El agua es rica, manantial de vivos. Ríes. Te ocultas bajo del agua. La canción te da vida. “Cuida bien tus estrellas
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Para recordar que somos agua corriente y sentir la fragilidad de nuestro cuerpo. mujer, cuida bien tus estrellas”. “Cuida bien tus estrellas mujer, cuida bien tus estrellas”, decía Silvio. La muerte hace una pausa para contemplar la belleza de tus ojos. Nos sentamos en las rocas negras gigantes a la orilla. Juntamos un puño de piedras pequeñas para aventar. El sol permite ver los cerros, los árboles y la infinita corriente. Muchas notas se escuchan. “Cuida bien tus estrellas, mujer.
Cuida bien tus estrellas. Cuida bien tus estrellas, mujer y que nunca las pierdas.” termina Silvio. Abro los ojos. Quito los audífonos. Ni un latido se dibujaba en tu rostro. Me acerco, tomo tu frente y en silencio exijo que no te mueras. Su tiempo terminó, me dijo Maribel, la enfermera. Camino el pasillo que me lleva a la sala de espera. Hay gente, ruidos, voces. No distingo.
Silueta de mujer al atardecer, fotografía por pxhere.com. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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Llego a casa. Canto a la esperanza para sobrevivir. Para que el dolor no me haga humo negro. Para que mis sentidos estén alertas y la nota de la vida no se silencie. Siempre suena ese espasmo en mis oídos. Vivo cantando esa nota que juntos coreamos. Que te hará despertar y que la vida huela a flores de miel. No dejes que la oscuridad te robe. ¡Abre tus ojos! Parpadea un poco. ¡Mueve tus dedos y pisa a la muerte! Negocia con ella un poco, en lo que cumples quince años. Me recuesto en la cama sin quitarme la ropa. Mi cuerpo se vence, se hace llanto. Se roba la noche, los atardeceres. Se roba el calor de mis manos, la esperanza de mis labios, mi latido. Duermo con los audífonos puestos. Una voz me susurra; - Las estrellas se pueden tocar. El cielo no es azul. No siento frío. Las agujas ya no lastiman mi piel. Sueño que pienso… -No es un sueño. Es el canto de mi voz. Quito mis audífonos. Los aviento al piso. Busco esa voz; en las paredes, en el techo, en la puerta. -Me tengo que ir. Me siento en la cama. -Mi cuerpo no aguanta más. Llega el sobresalto. -Ya no tengo miedo… -Fin(*) Judith. Canción de Silvio Rodríguez.
Hombre en oscuridad de la luz de la noche, fotografía por pxhere.com
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EL OJO D E UN P E R RO CIENCIA Por Brayan López Haciéndole honor al nombre de la revista y como es el tema principal de esta edición, en este post me complace escribirles un poco acerca de los ojos de los perros, personalmente las mascotas que me parecen más agradables, de una compañía y fidelidad increíble son los perros, es por eso por lo que, para esta ocasión les compartiré un poco de información acerca del ojo de los perros. La vista del perro no es su sentido más desarrollado, aunque cuenta con características de los animales cazadores, es por eso por lo que la visión nocturna del perro es mejor que la del hombre, aunque no tanto como la del gato. Estas son las características de los ojos de los perros: dos estructuras esféricas, cuyo interior es líquido y está envuelto por una serie de capas que los dotan de consistencia. Asimismo, cuentan con varios elementos que permiten el manejo de la luz: el cristalino, que se encarga de enfocar la imagen; la pupila, que regula la cantidad de luz que entra en el ojo, y la retina, la capa donde
El ojo de un perro, fotografía por Brayan López
se forma la imagen que luego interpreta el cerebro. La retina se caracteriza por ser la zona del ojo donde se perciben los colores. Función de la que se encargan unas células llamadas conos, pero el perro solo posee los conos sensibles a determinados colores, los colores que nosotros vemos como violetas el perro los ve como azules y aquellos que para nosotros son intermedios entre el rojo y el amarillo, el perro los percibe como amarillos. En cuanto a los demás colores, se especula con que el perro percibe el verde y el
rojo como gris, del más claro al más oscuro. En la retina también están los bastones, las células sensibles a la luz, que al ser más numerosas que el hombre, permiten al perro ver mejor en la oscuridad. (La vista del perro., s.f.) Una característica peculiar y que podría decir que hasta a algunos les da miedo es la de los ojos brillantes del perro en la oscuridad, ¿Pero porque es que ocurre esto?, en los ojos de los perros existe una superficie reflectora llamada tapetum lucidum que se localiza entre la retina y el nervio ópti-
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Revista el Ojo tener una secuencia continua, como en las películas, en cambio los perros necesitan un número mayor de imágenes para percibirlas como una secuencia, ya que sus ojos son más rápidos que los nuestros, pero los televisores actuales presentan un mayor número de imágenes por segundo por lo que podría ser que ahora ellos también logren ver una secuencia. (Latorre, 2013) Espero que este post les haya parecido interesante, tomando el nombre de la revista quise escribir algo que me pareció extraordinario, sin más que decir hasta aquí mi aporte de este mes.
REFERENCIAS Eduarda Piamore. (14 de diciembre de 2017). ¿Por qué Tapetum Lucidum, fotografía por Brayan López. los ojos de los perros brillan en la oscuridad? Obtenido de co. Lo que pasa es que cuando muy poca o demasiada, esta Experto Animal: https://www. ingresa luz por las pupilas de puede tener como resultado la expertoanimal.com/por-quelos perros esta superficie re- heterocromía. Esa condición los-ojos-de-los-perros-brillanfleja la luz permitiendo que los puede ser total o parcial, te- en-la-oscuridad-23117.html conos y bastones fotorrecep- niendo el iris de un ojo con un Katia Albertos. (4 de enero tores puedan captar mejor la color completamente distinto de 2018). ¿Por qué algunos escasa luz disponible durante al otro o con solo un fragmento perros tienen un ojo café y otro la noche. Su visión esta opti- de iris de distinto color. Aunque azul? Obtenido de Instituto mizada para la baja incidencia algunas personas piensan que Perro: http://www.institutoperde rayos luminosos, como lo esto puede afectar la vista de ro.com/home/por-que-perrosmencioné anteriormente cuen- nuestros perros esto no es ojo-cafe-azul-diferentes-hetta con características de los cierto, la visión de tu perro no erocromia animales cazadores, sus an- puede ser afectada si tiene La vista del perro. (s.f.). Obtepasados los lobos. (Eduarda esta condición. (Katia Albertos, tenido de Royal Canin: https:// Piamore, 2017) 2018) www.royalcanin.es/la-vistaOtra de las cosas muy llaEl tema de los ojos de un del-perro mativas de los perritos es el perro es muy interesante y Latorre, G. (20 de 09 de color de sus ojos y que inclu- tiene mucha información de 2013). 5 cosas que debes saso en ocasiones tienen un ojo la cual no tendríamos cono- ber sobre cómo ven los perros: de un color y el otro de uno cimiento, para cerrar este post su sentido de la vista. Obtenido distinto. Esto se debe a una me parece interesante comen- de Guillermo Latorre: https:// anomalía en sus ojos llamada tar acerca de si los perros pu- guillermolatorre.com/5-cosasheterocromía, que está relacio- eden ver la televisión. El ojo que-debes-saber-sobre-comonada con la producción de mel- humano con cierto número de ven-los-perros-su-sentido-deanina, ya sea que se produzca imágenes por segundo puede la-vista/ Revista El Ojo | Diciembre 2018
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SOLILOQUIO DE OTOÑO CUENTOS Y RELATOS Por Suriel Martínez Aguilera A mis cincuenta y dos años, el frio del otoño ya traspasa la carne que cubre mis huesos. Camino por la Alameda cubriéndome del aire tras cada tronco de árbol que se cruza en mi camino. Ella estaba ahí, jovial, sentada en la banca de piedra que circunda la fuente central. Nada cubría sus brazos ni eclipsaba su sonrisa. Las piernas cruzadas sostenían un libro abierto que, de vez en cuando miraba sin atención, dando reposo al tiempo, a las luces tenues de las farolas que, ante la naciente noche parecían apenas unos pabilos postrados ante un santo de iglesia. Me senté junto a ella y susurré su nombre con ternura, el roce de sus labios en mis mejillas inyectaron de calor todo mi cuerpo, como antes, como hoy, como siempre. ¿Sabes qué recuerdo? -dijo ella- La tarde que pasamos sobre la playa de piedra en la orilla del rio de la Plata en Colonia. Tú leías un poema en voz alta, los versos brotaban de tu boca como el humo del cigarrillo que casi siempre pende de tus labios. Recuerdo que recordaste el mar y el día Amantes al atardecer en la playa, fotografía por Vitaliy que lo conociste, el calor de la Lebedev-Lumechinkes. Revista El Ojo | Diciembre 2018
Diciembre 2018 arena en la que enterraste tu cuerpo y un mar violento que se negó a ser tuyo, la risa de tus padres que te veían volver una y otra vez sentado sobre un delfín de aire. ¿Y? ¿Sabes qué recuerdo yo? A mi padre enamorado, no de mi madre, sino de aquella chica veinte años menor que él. El día que mi madre lo supo llovió dentro y fuera de la casa y él resistió la tormenta erguido frente a la mirada de mi madre, yo alcancé a ver tras de la puerta el alma desnuda de mi padre, en silencio, como los árboles que reciben al viento o a los pájaros sin mover más que unas cuantas hojas. Besó a mi madre en la mejilla y dijo gracias por todo. Volví a verlo unos días Amantes que disfrutan la puesta después en este mismo del sol, fotografía por Linnaea parque, colgado de los hom- Mallette.
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siento mal. Recuerdo la tarde que mencionas y muchas otras donde mi mejor paisaje ha sido tu rostro y tu cuerpo. Me recuerdo envuelto entre tus piernas mientras sostengo con mis manos ese mar donde navego, ese vaso sin fondo donde el amor y el deseo se mezclan y bebemos juntos para callar los ruidos de la monotonía y el aburrimiento. Hoy dejé los libros y el trabajo encerrados bajo llave, quiero esparcir tu nombre por todas las orillas de la ciudad, quiero encargarle, al otoño eterno, que cante los poemas que llevas en el cuerpo. Que la ciudad y sus habitantes extraviados sepan cuanto nos amamos y que el canto arrastre sus primaveras. Otoño 2017
bros de esa chica, feliz, sin sentir culpa, encerré mis miedos y mi tristeza entre sus brazos y disfrutamos la tarde como si nada hubiera pasado. Muchas tardes más fuimos amigos, tal vez cómplices. El día que lo sepultamos fue ella, Lucía, la que inundó de lágrimas su tumba. Ese amor nos hizo felices a todos, incluida mi madre, aunque lo niegue. Hoy me siento ante ti tan desnudo como mi padre aquella tarde, su desnudez no era de vergüenza, sino de amor. Mira las hojas secas como se arrullan con el canto del viento, ese niño que las persigue es mi infancia correteando a los amantes que lo convertirán en su hijo. Sé que me escucho viejo y pienso que es porque Amantes, fotografía por Holger hoy comencé a perseguir mi Jóvenes amantes en París, fotoThie. muerte. No te apenes, no me grafía por Bruno Chiaruttini. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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CRÍTICA DE AMLO AL NEOLIBERALISMO POLÍTICA Por Raymundo Colín Axolotl
Amigas y amigos, por mandato del pueblo iniciamos hoy la cuarta transformación política de México, puede parecer pretencioso o exagerado, pero hoy no solo inicia un nuevo gobierno, hoy comienza un cambio de régimen político. A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo, profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y con la impunidad que impiden el renacimiento de México (…) La crisis de México se originó, no solo por el fracaso del modelo económico neoliberal aplicado en los últimos 36 años, sino también por el predominio en este periodo de la más inmunda corrupción pública y privada (…)
AMLO como presidente de la República Mexicana, fotografía de PresidenciaMX
En cuanto a la política económica aplicada durante el periodo neoliberal, de 1983 a la fecha, ha sido la más ineficiente en la historia moderna de México. En este tiempo la economía ha crecido en 2 por ciento anual, y tanto por ello como por la En cuanto a la ineficiencia del tremenda concentración del inmodelo económico neoliberal, greso en pocas manos, se ha baste decir que ni siquiera en empobrecido a la mayoría de términos cuantitativos ha dado la población hasta llevarla a buenos resultados (…) buscarse la vida en la informalRevista El Ojo | Diciembre 2018
idad, a emigrar masivamente del territorio nacional o a tomar el camino de las conductas antisociales (…) La política económica neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública del país. Por ejemplo, la reforma energética, que nos dijeron que vendría a salvarnos solo ha significado la caída en la producción de petróleo y el aumento desmedido en los pre-
Diciembre 2018 cios de las gasolinas, el gas y la electricidad. Cuando se aprobó la reforma energética hace 4 años se afirmó que se iba a conseguir inversión extranjera a raudales, como nunca. El resultado es que apenas llegaron 760 millones de dólares de capital foráneo, lo que únicamente representa el 1.9 por ciento de la incipiente inversión pública realizada por Pemex en el mismo periodo, y apenas en 0.7 por ciento de la inversión prometida (…)
millones de mexicanos. Y por lo que hace a la violencia, estamos en los primeros lugares del mundo. Según la última medición de Transparencia Internacional ocupamos el lugar 135 en comparación con 176 países evaluados. Ocupamos el lugar 135 en corrupción, entre 176 países evaluados y pasamos a ese sitio luego de estar en el lugar 59 en el 2000, subir al 70 en el 2006, escalar al 106 en el 2012 y llegar en 2017 a la vergonzosa posición en que nos encontramos.
Aquí agrego otros saldos de la política económica neoliberal El distintivo del neoliberalismo o neo porfirista. De México es es la corrupción. Suena fuerte, originario el maíz, esa planta pero privatización ha sido en bendita y somos la nación que más importa maíz en el mundo. Antes del neoliberalismo producíamos y éramos autosuficientes en gasolinas, diésel, gas, energía eléctrica. Ahora compramos más de la mitad de lo que consumimos de estos insumos. En este periodo el poder adquisitivo del salario mínimo se ha deteriorado en 60 por ciento y el salario de los mexicanos es de los más bajos del planeta. Tenemos el doble de enfermos de diabetes en comparación con países de América Latina. Durante el periodo neoliberal nos convertimos en el segundo país del mundo con mayor migración. Viven y trabajan en Estados Unidos, 24
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México sinónimo de corrupción. Desgraciadamente casi siempre ha existido este mal en nuestro país, pero lo sucedido durante el periodo neoliberal no tiene precedente en estos tiempos que el sistema en su conjunto ha operado para la corrupción. El poder político y el poder económico se han alimentado y nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de las riquezas de la nación. En la época de la llamada, o del llamado desarrollo estabilizador, o compartido, que va de los años 30 a los 70 del siglo pasado, los gobernantes no se atrevieron a privatizar las
Vicente Fox, Andrés Manuel López Obrador y Arturo Montiel, fotografía por Gustavo Benitez. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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tierras ejidales, los bosques, las playas, los ferrocarriles, las telecomunicaciones, las minas, la industria eléctrica ni mucho menos a enajenar el petróleo, pero en estas últimas tres décadas las máximas autoridades se han dedicado, como en el Porfiriato, a concesionar el territorio y a transferir empresas y bienes públicos, e incluso funciones del Estado a particulares nacionales y extranjeros. No se trata, como antes, de actos delictivos individuales, o de una red de complicidades para hacer negocios al amparo del gobierno. En el periodo neoliberal la corrupción se convirtió en la principal función del pod-
er político, por eso si me piden que exprese en una frase el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y con la impunidad (…)
También transitaremos hacia una verdadera democracia, se acabará la vergonzosa tradición de fraudes electorales. Las elecciones serán Desde mi punto de vista, en las limpias y libres y quien utilice actuales circunstancias es más recursos públicos o privados severa y eficaz la condena al para comprar votos y traficar régimen neoliberal, dejar en con la pobreza de la gente o el claro su manifiesto fracaso y que utilice el presupuesto para su evidente corrupción, y hac- favorecer a candidatos o partier todo lo que podamos para dos, irá a la cárcel sin derecho abolir el régimen neoliberal y a fianza (…) someter a procesos judicia- Tampoco, que se oiga bien y les o a juicios sumarios a sus que se oiga lejos, tampoco vapersoneros, quienes a fin de mos a endeudar al país. Cucuentas no dejan de ser meno- ando terminó el sexenio del res ante la esperanza de todo presidente Fox la deuda públiun pueblo y la fortaleza de una ca –esto no se sabe, pero no nación como la nuestra (…) está de más recordarlo– era de 1.7 billones. Cuando dejó el gobierno Calderón, la deuda aumentó a 5.2 billones, más de 200 por ciento. Y en esos dos sexenios fue cuando se recibió más dinero por la venta de petróleo al extranjero y todo se derrochó o se fue por el caño de la corrupción (…) Haremos a un lado la hipocresía neoliberal. El Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales, no se seguirá desplazando a la justicia social de la agenda del gobierno. No se condenará a quienes nacen pobres a morir pobres. Tomado de Versión estenográfica: Cámara de Diputados
Andrés Manuel López Obrador en Tejupilco, fotografía por Emiglex. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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E L OJO D E L A INFA N CIA CUENTOS Y RELATOS Por Eleon Peinado ¡Ojo con lo que ves!, mejor escucha, te lo voy a contar: ¿Conoces la Sierra de Guadalupe? En sus faldas, por allá al norte de la Ciudad de México, mi hermana y yo vivíamos con mi abuelo y sus animales. Era octubre, a días del terremoto que azotó la Ciudad de México, en 1985. Recuerdo, apenas se asomaba el sol, acostumbrábamos a acompañar a mi abuelo al cerro. Un jarro de leche de chiva en la panza para nosotros, para él una polla de jerez. Subíamos la cuesta acompañados de sus perros: un bulterrier que nunca lo abandonaba y otro corriente: Piwi, el favorito de mi hermana. En el trayecto a la cima, el cazar conejos, pisar con su bastón cabezas de cincuate, nosotros ir recogiendo chapulines en botellas de refresco. Ya de bajada, parada obligatoria en “el cuartito de doña pelos” (una pulquería exclusiva para los canteros y uno que otro conocedor) mi abuelo ¡al hilo! un jarro de pulque o dos, o tres, a nosotros Niño solitario, fotografía por Ankush Rathi. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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poquito porque está bendito (decía él) … como podíamos regresábamos por lo áspera, empedrada y en algún punto estrecha bajada, todo eso con tal de “cortar” camino para llegar a jugar al campo de futbol. - No miren al voladero mijos, nos decía, venía él ya poco mareado, cargado de vara para hacer escobas y un poco de pastura para sus chivas. Entre el campo y el cerro había un gran barranco, (que en tiempos de lluvia se convertía en laguna) que aquellos días comenzaron a rellenar con escombro de la ciudad derruida. En medio una laderita, un camino secreto, y debajo de un enorme pirul una piedra de cantera, a decir de los creyentes, con forma de la virgen, de casi 2 metros; el resto del paisaje eran piedras, pasto, basura, y de fauna: ratas, perros, chapulines, ajolotes en los charcos. A diversas horas del día acudía la gente, decían: para echar ojo a lo que dejaron los muertitos; encontraban cosas de valor: esclavas de oro, monedas antiguas de plata, fierro (varilla), cobre de los cables de luz, radios viejos, herramienta, muebles, incluso televisores, que se conservaban en buen estado, incluyendo uno que otro hueso, miembros descompuestos, (nunca me expliqué por qué aparecía esta carne humana tan fresca si ya hacía varios días del terremoto). Por allí uno gritó ¡éste no quiere sacar las patas de los zapatos! ¡no se quitó la ropa
Niña de mirada triste, fotografía por Aamiraimer
antes de morir! (Todos reían). La historia que a ti te cuento es singular, a mis 10 años lo vi, y no se lo pude contar a nadie, salvo al caballo de mis pesadillas y ahora a ti; por eso ponme atención, cierra los ojos, abre tu mente y saca tus propias conclusiones. Era jueves, 10 de octubre por ahí de las 7:20, después de la caminata al cerro, ya en el campo, jugábamos, mi abuelo siempre era el portero (la verdad es que a él lo que le gustaba era el beisbol, pero desde que nos fuimos a vivir con él, procuraba consentirnos, se volvió menos duro), mi hermana y yo chutábamos para anotarle gol; patee tan fuerte que aquel viejo balón de cuero se fue sin dirección de portería,
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“llorando” al barranco. Enseguida mi hermana corrió por él, pero mi abuelo y yo sabíamos que allí no iban niñas, eso ¡era cosa de hombres! -No te preocupes yo voy, le dije. Mi abuelo como siempre aprovechaba para ponerse bajo la sombra de un árbol, sacar su guaje de pulque y de nuevo al hilo beber otro medio litro, quizás poco más; luego se sentaba sobre una peñita con forma de caparazón de tortuga, a fumar sus faros, admirar y hacer oración al majestuoso Cristo Rey del cementerio de Jardines. Mi hermana se distraía con las flores, le encantaba deshojar margaritas y soplar el diente de león. A la distancia ya había ubicado el balón, pero mis
Diciembre 2018 ganas de orinar me hicieron alejarme un mucho más, una pausa, bajé el cierre de mi pantalón; a lo lejos dinamitaba la cantera y, acto seguido, escuché un grito contenido que se confundía con aquel estruendoso chillido del risco … lo admito, me asusté, te lo juro mi vejiga se contrajo, no pude continuar, y así decidí caminar hacia allá, ¿dónde? realmente no lo sabía, pero me mataba la curiosidad de saberlo; como todo niño, era mi deseo percatarme de lo qué pasaba, total que podía suceder, caminé, bajé sigilosamente hasta detrás de la virgen, me persigné y nada ya no se escuchaba nada, quizás solo fue producto de mi imaginación. Di un par de pasos hacia
arriba y lo oí otra vez, era un nuevo grito o quizás gemido, acompañado de sollozos; me detuve a echar ojo, a unos 10 metros vi contra una peña, una cara jovencita, de mirada tierna y penetrante; le calculo 15 o 16 años (supongo apenas iba al colegio), vestía uniforme: jumper completamente azul de telesecundaria, calcetas blancas manchadas de sangre y encima de ella él (no es necesario describirlo, era horripilante, se parecía a mi padrastro), estoy seguro que en ese momento me vio, se sonrojó, y me siguió con la mirada como pidiendo: a mí, a él, a la virgen, que parara todo; pero no se detuvo, estaba montado sobre de ella, quien solo cerraba por completo sus bellos ojos y
Jardines del recuerdo, fotografía por Marco Antonio Gutiérrez Hurtado.
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apretaba los dientes, trataba de liberarse con sus débiles manos; y yo… no sé que pasaba conmigo: sentía rabia, culpa, celo, estupor, todo a la vez; unos 5 o 10 minutos, seguí observando, hasta que no me controlé y derramé, manche la mezclilla del pantalón, también lloré. La virgen lo vio, me vio y no hice nada. Sin saber exactamente de donde se escuchó una voz: ¿pasa algo mi’jo? ¡Vámonos! Piwi, bajó frenéticamente, cayó sobre mis pies, venía excitado, meneaba la cola, se metía entre mis piernas, rascaba y aullaba; el pepenador me vio, le di la espalda; en lo alto, apareció la silueta de mi hermana, - ¿sucede algo hermano?, que tiene ese perro ¡jadea, jadea! (vaciló) – nada vámonos, contesté con la voz entrecortada, los pantalones manchados, y el cierre aún abajo. Decidí darle alcance y huir. Me dio pena por mí, horror por ellas, asco del animal… La casa estaba cerca, 5 minutos a pie, llegamos todos muy agotados. Nos recostamos en las camas de piedra; Piwi y yo estábamos en trance… “Traía uno de esos para pelar pepinos, trataba de sacar el cobre de un cable rojo, grueso de luz. Yo cruzaba por la vereda, para cortar camino y llegar temprano a clase; resbalé y mi ropa se atoró en una varilla que la rasgó hasta la cadera; él pepenador me vio, ofreció ayudarme, pero no quise, me daba pena que viera
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mi pierna desnuda y ensangrentada por la herida; fingió importarle, sentí su mirada desnudarme, se acercó y al oído me dijo -con una meada sanará, sino necesitarás la vacuna del tétanos-. Llevó su mano a la bragueta, no supe decir más que nada, igual no hubiera bastado, tomó con fuerza mi muslo y sujetó mis muñecas, me insultó, mientras subía sus manos cada vez más arriba, grité y volví a gritar, él seguía, intentó callarme y me golpeó una y otra vez… ¡yo no quería, nunca quise! Lo que tu viste yo lo sentí, debes de creerme, tienes que contarlo”. Desperté transpirando, mucha humedad bajo mis cobijas. Toda esa noche, mientras Piwi aullaba con gran exaltación, no pude más que pensar en ese acto; entraba y salía en mis sueños, pesadillas y realidad; ese ojo enmelado me perseguía, me persigue. Al día siguiente la supe muerta, el señor de la prensa del barrio gritaba y hacía eco con su bocina: NIÑA DE SECUNDARIA SE VA DE PINTA Y SE SUICIDA; CON UN CABLE SE COLGÓ EN EL PIRUL, JUNTO A LA VIRGEN DE PIEDRA, TENIA BAJAS CALIFICACIONES. ¡Que aberración! (pensé). Mi hermana me susurró al oído: tus ojos son testigos. En un par de meses el relleno cubrió el barranco, el campo se hizo uno solo con la sierra, sellando aquel momento mi niñez; nadie dijo nada, todos callamos, y hasta ahora te lo cuento. El niño pobre, fotografía por DrLancelot. Revista El Ojo | Diciembre 2018
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