4 minute read

Escalada de la tensión entre las superpotencias

Ayer martes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que su país suspendía el cumplimiento del START III o Nuevo START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), que es el último tratado de desarme nuclear vigente entre Rusia y los EE.UU.

“Tengo que anunciar que Rusia suspende su participación en el nuevo tratado START”, dijo Putin en su discurso sobre el estado de la nación. “Nadie debe hacerse ilusiones de que puede violarse la paridad estratégica mundial”, agregó el gobernante ruso, aunque matizó: “Rusia no abandona, sino que solo suspende” el cumplimiento del tratado.

Advertisement

El START III limita los arsenales de los dos países a un máximo de 1 mil 550 ojivas nucleares desplegadas en cada lado, lo que supuso una reducción de casi el 30 por ciento en comparación con el límite anterior, establecido en el año 2002. Asimismo, limita el número de lanzadores y bombarderos pesados a un máximo de 800, cuya actividad explosiva es más que suficiente como para destruir la vida humana en el planeta Tierra. En 2020, las inspecciones recíprocas pactadas fueron paralizadas debido a la pandemia de coronavirus (Covid-19); sin embargo, desde el mes de agosto de 2022, Rusia se ha negado a reanudar dichas ins- pecciones, a raíz de las tensiones entre las dos superpotencias como consecuencia de la guerra en Ucrania.

“Hace una semana firmé un decreto sobre la puesta en servicio de combate de nuevos sistemas estratégicos con base terrestre. ¿Van a meter las narices ahí también o qué?

¿Y se creen que todo es tan sencillo? ¿Qué, vamos a dejar que se metan ahí sin más?”, agregó Putín, en clara referencia a la imposibilidad de realizar las inspecciones de armamento termomuclear.

En 2021, el presidente de los EE.UU., Joe Biden, prorrogó el Nuevo START por 5 años, hasta 2026, dando espacio para negociar y preservar la vigencia del referido tratado.

En respuesta a la declaración de Putin, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que la suspensión del cumplimiento del START III es “profundamente desafortunada e irresponsable”, en tanto que Joseph Borrel, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, declaró: “La decisión que Rusia tomó sobre el START destruye el sistema de seguridad internacional creado después de la guerra fría. Tras esta decisión, necesitamos pensar en nuevas medidas en la seguridad internacional”.

Anabella Giracca

Tributo al dolor

Lanzas y Letras. Mensuario de cultura de la Asociación de Derecho de la USAC. Inició con su primera publicación en mayo de 1958 y se difundió hasta agosto de 1962.

Lanzas y Letras debe ser considerado como un bien cultural guatemalteco. Época de oro en la historia universitaria guatemalteca. Lamentablemente, hoy víctima de una crisis profunda. De nuevo: gracias a las garras de la codicia y la corrupción.

En una cita de Alfonso Orantes, en la edición de Julio del 58, aparece la famosa frase lapidaria: “Al intelectual guatemalteco de nuestros días (hablaba de la tiranía ubiquista) sólo le quedan tres caminos: el encierro, el destierro y el entierro”.

Cruel vigencia de aquellas palabras. Duele nuestra región con toda el alma. Duele. Donde expresarse sube cada vez más de precio. Se paga caro. Terrible el tormento de aquellos obligados a partir. Expulsados de su tierra. Infeliz intolerancia. Desventuradas tiranías.

Conmovedoras palabras son plasmadas en un mensaje repleto de raíces. Hablo de Sergio Ramírez. Escritor nicaragüense burdamente expulsado de su patria entre muchos otros. Intentaron podarle los espacios. Confiscar sus objetos, esos que se guardan durante toda la vida (casa, libros, macetas, patio, sillas, relojes, lupas, cuadros, platos, flores). “Nicaragua es lo que soy y todo lo que tengo, y que nunca voy a dejar de ser, ni dejar de tener, mi memoria y mis recuerdos, mi lengua y mi escritura, mi lucha por su libertad por la que he empeñado mi palabra. Mientras más Nicaragua me quitan, más Nicaragua tengo”.

Agrego la melancólica genialidad de Gioconda Belli, otra víctima más del medievalismo pueril: “Me fui con las palabras bajo el brazo. Ellas son mi delito, mi pecado. Ni Dios me haría tragármelas de nuevo”.

Tributo a su dolor. A su valor. A su palabra perdurable. Imposible talar la pertenencia. Porque el término “apátrida” no existe en el vocabulario de la sensatez. Pura ficción. Ridícula ficción.

Me quedo con un fragmento de poesía de Neruda dedicado a Guatemala. Aparece en la misma edición mencionada de Lanzas y Letras: “Tú, Guatemala, eres/ un puño y un puñado/ de polvo de América con semillas, / un pequeño puñado de esperanza.”

¿Seguimos alimentando al dolor? O, ¿nos volvemos esperanza? ¿Cuánta lucha cuesta?

Gonzalo Marroqu N Godoy Enfoque

evaluadas.

Eso quiere decir que desde antes de la pandemia estábamos literalmente en trapos de cucaracha en materia educativa. ¿Qué ha sucedido desde entonces? Como novedad, que llegó un nuevo gobierno en enero del 2020, luego nos cayó la pandemia en marzo y la educación pública se detuvo y apenas si fue atendida en los dos años siguientes.

SI LA EDUCACIÓN ES EL FUTURO DE CUALQUIER PAÍS, ES DIFÍCIL ENTENDER POR QUÉ EL GOBIERNO NO HACE UN ESFUERZO

SIGNIFICATIVO PARA MEJORAR LA CALIDAD EDUCATIVA DE LOS NIÑOS GUATEMALTECOS.

La pandemia obligó a la suspensión de clases en el año 2020, y en el 2021 y 2022 no hubo clases para muchísimos niños guatemaltecos, principalmente en las zonas más pobres y abandonadas del país, a donde el internet no llega. Ya para aquella época –hace tres años–, la educación pública de Guatemala presentaba índices que podría calificarse de malos a pésimos, por no decir paupérrimos.

Un estudio de Unesco de 2019 en varios países latinoamericanos mostró que los niños de sexto año de Guatemala tenían un bajísimo nivel en las materias que se midieron: ciencias, matemáticas, lectura y escritura. El informe dice con claridad que, al compararse con otros países de la región, nuestros niños se sitúan por debajo del promedio regional en todas las áreas

Si ya estábamos mal, el desastre se agudizó. ¡Ah, eso sí!, el sindicato de maestros, bajo la batuta de Joviel Acevedo, no dijo ni pío para que se atendiera de alguna manera la calidad educativa y se supliera con eficiencia la falta de clases presenciales. Si no lo hace en épocas normales, no lo iba a hacer con pandemia. Pero si tuvieron jugoso aumento salarial y bonos,

De esa cuenta, si ya teníamos uno de los peores niveles educativos de Latinoamérica, imagínese el lector o lectora como será en estos momentos. La mayoría los colegios privados volvieron a clases presenciales desde el año pasado, pero la educación pública no lo hizo. De hecho, apenas empezaron la semana pasada el año escolar, más tarde que siempre. Cuando más se necesitaba, el ministerio de Educación se la tomó con absoluta tranquilidad.

¿Pero qué se encontró esta vez? Para sorpresa de muchos padres de familia, lo mismo que ocurría todos los inicios de año: escuelas en mal estado, pupitres destruidos y carencia de casi todo. La época de pandemia no se aprovechó ni para mejorar los centros educativos, por más que la propaganda oficial diga lo contrario.

This article is from: