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El festín de la pocilga

EN SÍNTESIS, EN ESTE TIPO DE RÉGIMEN LAS ELECCIONES SUELEN NO CUMPLIR CON LOS ESTÁNDARES MÍNIMOS PARA LA DEMOCRACIA.

Después de tres semanas de iniciado el proceso de inscripción de candidatos, comprobamos que nos quedamos cortos con las expectativas previstas con relación al perfil generalizado de los interesados en optar a cargos de elección popular. Queda claro que las cloacas se han abierto para dejar sentir su peso en este proceso, la inmundicia se ha generalizado

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Día a día desde el 21 de enero nos encontramos con cada “personaje” impresentable para muchos, pero útil para otros que busca un espacio de poder y que además logran obtener el salvoconducto del órgano electoral para actuar a sus anchas. A diferencia de procesos anteriores donde las expresiones del estercolero eran algunas, ahora se han reproducido de formas descomunales no solo en número, sino como representantes de más expresiones oscuras.

A partir del 26 de marzo podremos armar los listados completos y así comprobar los intersticios hasta donde se han colado las mafias, clicas o como queramos denominar la composición que dominará las arenas de la próxima legislatura y en gran medida también dominarán los gobiernos locales. Pero ojo, esta mezcla de identidades criminales no desaprovecha oportunidades para respaldar a varios binomios presidenciales.

Debería preocupar el fenómeno reproductivo de las expresiones mafiosas que ahora infestan gran parte de las treinta organizaciones políticas legalmente establecidas. No aplica la idea que solo en ciertas regiones o en algún partido se han fincado. El asunto es descomunal porque se ha generalizado y profundizado, indicadores del grave deterioro que experimentamos. Recordemos que Guatemala se encuentra en la categoría de régimen híbrido y, por tanto, la naturaleza autoritaria del poder es más notoria que en épocas recientes. Así que no debemos sorprendernos de nada, menos aún de los perfiles que dominan los listados de candidatos.

Uno de los principales indicadores que determinan los regímenes híbridos es la falta (ausencia) de competencia política. En ese sentido, aunque aún hay presencia de candidatos con perfil de soñadores, que piensan en aún estamos a tiempo de poner alto a los desmanes, la presencia mayoritaria es la de los iguales o similares; esto es los interesados en ir por más en términos de hacer añicos los recursos públicos, terminar de destruir lo poco de “institucionalidad” que prevalece, jugar con las leyes y convertirlas en instrumentos de estímulo para los festines.

Las elecciones 2023 caben en la categoría de autoritarismo competitivo, donde las instituciones democráticas formales son utilizadas solo como medios para obtener y ejercer la autoridad política. Además, otra característica es que existe un campo de juego desigual entre las fuerzas políticas.

FÚTBOL AMERICANO

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