Maracay, Sábado 21 de julio de 2012
Crónicas del Olvido
Una escritura desde La Pantalla -ALBERTO HERNÁNDEZLos escritores siempre tuvieron la ambición de hacer cine sobre la página en blanco: de disponer todos los elementos, y dejar que el pensamiento circule del uno al otro. Jean-Luc Godard
1.-
F
reddy Krueger roza sus garfios de acero contra la destreza del poema. Desde la sala oscura o frente a la pantalla del televisor, quien imagina el poema borra la película y deja el rostro del personaje en el fondo del relato. Quedan los títulos en la memoria, son nata en la premura de quien se dirige a la hoja de papel, a la pantalla del computador y desliza retazos de aquellos lejanos ecos: Martes 13, Pesadilla en la calle del infierno, en los que Terry Kiser, John Buechler o Wes Craven son también un mal sueño. Pero no, el espectador, que ha sido víctima durante varias horas, se mueve sin temor alguno . Te juro/no quisiera/de rigor estar vestido/sin claridad/ postrado//en medio de la fiesta//Sacudiera estos versos ateridos/de anotaciones ciegas/países que se inventan/ el deseo//Si alcanzara el compás/derecha un dos izquierda un dos// Si bailase/ flotaría en mi libre Dios/No habría sangre en mi cara/de invitados y novias/que reían ¿Dónde está por todo esto el sujeto que ingresa en nuestra pesadilla personal y destroza el sarao de nuestros sueños? Freddy Krueger se agazapa en el texto y discurre con sangre en las garras. ¿La mía, la de aquella muchacha que se quedó dormida en la fiesta? El poema justifica la existencia del título y descansa a la orilla del miedo. Alguien despierta el texto con una carcajada. Ya no es como lo afirmó Godard. Los escritores intentan hacer
cine desde una pantalla en blanco que se convierte en palabras, en la sonoridad de historias que "circulan del uno al otro" con plena libertad. Sin sudor en las manos. 2.La justificación para construir este libro está en una pantalla, donde los ojos de Oswaldo González están fijos, en blanco, como el papel que más tarde habrá de usar para imaginar el mundo que Stanley Kubrick coloca en la cara de un demente. Desde El resplandor de la atención del escritor que Jean LucGodard prefigura, desde esa máscara llamada espectador, el poema se disuelve en él mismo: Huya/ de tanta infección// Llévelo todo/ el pubis/ las obras completas/ Borre de la pared los signos/ del deseo "Manantial que no cesa"// De esta noche/ sin cimientos sobre la roca… Siempre el deseo, el ámbito del ímpetu. La noche del cine, la de la sala a oscuras, amplía las posibilidades íntimas de las imágenes. En el ínterin, las tiras cómicas
sustentan la carrera hacia lo cotidiano. Los comensales se miran en los ojos de Meteoro, en el idioma del Pato Donald, en las pantuflas de Tribilín. En las audacias de Batman sin Robin. La realidad es más poderosa, y el codo en la mesa/ la desmesura/ de esta tipa al tragar/ sus espaguetis boloña. 3.Un día se le ocurrió a Borges asomar la nariz y afirmar que sus primeros relatos "son el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar (sin justificación estética, alguna vez) ajenas historias". Algo parecido discurre por este libro de Oswaldo González, si decimos que el cine, ese correlato de la realidad, se insertó en un poema y se hizo parte de una existencia, la del mismo autor convertido en víctima, porque quien aguza la imaginación para hacerle un tributo a Stephen King vive con los nervios a flor de piel. Por eso estos tex-
tos son un susto donde la inteligencia del poeta se abre y se debate entre un humor muy fino y un temblor en los verbos. ¿Quién no ha querido ser hombre lobo? ¿Quién desde la licantropía del sueño no ha abordado el aullido de aquel sujeto que atendió al dicho del "lobo del hombre" y se quedó con el lobo en sus genes? González también se hace animal de mucho pelo y se desliza bajo el astro a repartir las huellas que al amanecer suscitan dudas y discordias. Aquí nos lee en voz alta: Luna reina loca/ pálida de contener un grito// Cuando empieza a asomarse/ entre los negros pinos/ mi alma gime/ hostigada/ por la belleza. ¿Será la misma belleza que Rimbaud castigó? ¿Cuál lobo lleva el poeta en su alma? ¿Quién lo hostiga entre versos? Un poco más allá, la Zona muerta donde la imaginación corrobora la vaguedad de la historia que la pantalla cuenta. En este ángulo de la sala el poema susurra: Me he desnudado hasta dar mis huesos a un poco de luna/ fría sigilosa. Uno, impuro y solitario lector, mira cada paso bajo el disco amarillo de la desolación. La noche es propicia para desgarrar la carne y dejar que el poema germine mientras la gente abandona el local. Los caracteres terminan de vaciar los temores. 4.Se ve una manera de ver, para decirlo casi como V.F. Perkins en El lenguaje del cine. ¿Qué ve un poeta en una película? Habría que estimar su deseo, tantas veces expresado en estos textos. Habría que pesar su angustia, su "felicidad", sus sueños, quizás perturbados por alguna pesadilla. Habría que ver para ver. Nos alejamos de un modo de abordar los miedos para encarar el que nos suministra Relaciones peligrosas, aquel duelo impertinente en el que los bajos instintos se congregan: Un murciélago/ y un joven// Maravilla/ que engendran el arte/ y la ciencia/ singular pareja// El Guasón ríe/ insondable/ "Tan-
to que hacer/ y tan poco tiempo. El mismo tiempo de la muerte. El mismo de la vida. Quien ríe se refleja en el rictus del que cae fulminado por la traición, por el filo de una espada. Queda a la orilla del poema un trozo de celuloide. 5.El libro continúa de pantalla en pantalla, un poco borroso porque cuenta otras historias. Se hace poema desde la perspectiva de un sujeto que crea, inventa, re-crea, reinventa, hace un inventario de imágenes y se va lentamente sobre otros títulos como Portero de noche, donde la libertad es oscura. La mosca en sus varias versiones se posa sobre un "postre precario". En La guerra de los Roses todos sufrimos/ plagas cotidianas, mientras una voz aparta el odio, el rencor. Así, El silencio de los corderos las nubes braman/ sus ansias de tormenta, mientras allí yace mi amada. El niño solitario/yace sobre su cama/de costado// Escribe/ "Es tanta la tristeza/ y sin embargo/ la brisa hace bailar/ suavemente a las hojas (…) Atisba su destino/ de poeta/ forense Jalona en La sociedad de los poetas muertos, lugar donde Peter Weir deja vivir y sufrir a un Robin Williams pedagógicamente aventurero. Con este libro, con esta puesta en escena de títulos en los que las películas se han quedado en la pantalla, Oswaldo González nos demuestra su capacidad para hilvanar sus propias pasiones, su amable manera de tocar y verbalizar lo que hace tiempo quedó en su retina. Pero más, quedó en su alma, ese espacio que suele jugarnos malas pasadas, como ésta en la que un poeta se convierte en personaje de muchas historias contadas por otros. O por él, que es otro. (Prólogo al libro Zona muerta, publicado por La Mancha ediciones, Caracas, 2010)
10 Contenido
Maracay, Sábado 21 de julio de 2012
Félix Ortega
El señor de los oficios SALVADOR RODRÍGUEZ Ay cuántas cosas puras ha construído el hombre Pablo Neruda
N
ació el personaje de esta historia en San Casimiro de Güiripa; gracias a los buenos oficios de la comadrona Ambrosia Carranza, quien asistió en el parto a María de los Ángeles Ascanio de Ortega para que FélixRamón Ortega Ascanio viniera al mundo, el 30 de agosto de 1926. Tuvo como padre a Félix Ortega Zapata y de padrinos a Alejandro Moncada y a Josefa de Moncada, y de confirmación a Herminia Muñoz de García, quien le compró su primer cuaderno y lápiz para que asistiera a la escuela de Luis Roberto Casado que funcionaba en la casa de don Antonio Torrealba (hombre de letras y autor del libro La Rusia por Dentro, que no llegó a publicar) enfrente de la plaza pública. De su padre (fue guardalíneas y celador del cementerio) aprendió que la vida es amor al trabajo. A la edad de nueve años, se inició como Bagacero, para avivar el fuego (con bagazos) de la cochura para fabricar el papelón en el trapiche (quedaba donde hoy es Las Vegas) de Emilio Lareca y de Luis Perdomo, y donde se ganó real y medio como el primer salario de su vida. Luego fue vendedor de leche en puertas de casas de familia, de arepa y cachapas que compraban doña Augusta Carballo de Blanco y los bodegueros Juan del Carmen Requena y Miguel Arguinzones (papá de Miguelito Arguinzones). También ayudante de albañilería del maestro Juan Jaspe (padre de Juan María, Alberto, Dionisia, Rubén, Manuel y de otros hermanos) y que según Félix, el maestro Juan le preguntaba: Félix cómo quedó la pared y este le respondía: Más o
menos. A lo cual agregaba el maestro Juan: Quedó bien, ya que esto no son pilares de iglesia ni pestañas de santo. Al tiempo conoció a Caracas, como colector de autobús, que manejaba Ernesto Salas, desde San Casimiro a Caracas. Después, ayudante de camión de Justo Capote, cargando tomate de El Loro a Caracas, que al acabarse la cosecha se iban a Caracas para vender madera a las carpinterías que fabricaban los aserraderos El Guai-
re (en Puente Hierro) y El Venezuela. Tanto le gustó la ciudad, que volvió para emplearse como repartidor a domicilio de la bodega La Esquina de Salas, propiedad de Delfín Fajardo, padre de Carmelo Fajardo, el primero que trajo un autobús a San Casimiro que luego vendió a Pérez Pérez, esposo de Flor Esaá. Don Félix, enumera una creciente de oficios, que se multiplican haciendo difícil de atarrayar para verter en el
cuaderno. Habla de lo católico que es y que La Divina Pastora, José Gregorio Hernández y El Corazón de Jesús (que presiden la sala) en su manifiesta mudez avalan lo dicho por este buen sancasimireño. Relata que Eleazar Casado tenía retratado el primer carro que llegó a San Casimiro, que la veía cada domingo cuando asistía a misa. Luego de su estancia en Caracas, se viene a San Casimiro y trabaja en El Ingenio, propiedad de Rafael Guerra, descargando todo lo que traían los arrieros de Caracas, quienes le pagaban real y medio. De los arrieros recuerda a los hermanos Ochoa: Luis, Ricardo y Víctor. El trabajo en El Ingenio (ubicado en el Peaje y antes conocido como el Herrero) le permitió acrecentar la musculatura que con el correr del tiempo podía alzar 110 kilos de caraotas o de café, que subía a los camiones de Evaristo Villegas, José Antonio Vicioso, Miguel Calles, Pedro José Portilla, Ernesto Salas, Manolo Castillo, Rafael Longo, Rafael Vilera, Augusto Vásquez, Carlos Rondón y los Carreño. Rafael Guerra le tenía bastante aprecio y le decía: Mira negro, cuando tú vienes a cargar me siento a verte por la facilidad conque te montas los sacos. Aprendió el oficio de maquinista de manos de Candelario Díaz (hermano de Juan Candeco), el cual le permitió abrir las carreteras de La Carolina, Guarate y El Altar, con maquinarias de JoséMaríaLeón (le decían chingo de oro), natural de San Sebastián. También trabajó en la carretera San Casimiro-San Sebastián en tiempos de Pérez Jiménez con el contratista Andrés Parra Pulido, compadre de Pérez Jiménez. Lo hizo en Suata de San Casimiro, tumbando el trapiche viejo (quizás en este sitio trabajó el escritor Renato Rodríguez, quien le contara a los poetas Manuel Cabesa y Wilfredo Carrizales de haber trabajado
cerca de San Casimiro en una fábrica de papelón), propiedad de José María Zamora, hijo del Dr. JoséMaría Zamora, y que luego vendió a el General Mazei Carta, jerarca del régimen de Pérez Jiménez. En el Cedral (cerca de Suata) construyó la pista de aterrizaje que utilizaban el general, sus familiares y sus amigos. También abrió las calles del barrio La Bandera, que según él, eran caminos y barrancos. Trabajó en la construcción del puente de Paso Morocho (1950) con los maestros, señores Medina y Gutiérrez. Cuenta que el contratista de esta obra fue Parra Pulido y jefe de personal, Alfredo Valero (Papá de Alfredito Valero). Félix nos cuenta, que la piedra era sacada del pozo el Viejo que estuvo cerca de la casa de Pánfilo Rojas, y la utilizaban para meterle a las fosas para levantar las columnas. Lo hizo en la construcción de la Ciudad Vacacional de los Caracas y con su hermano El Zurdo, edificaron las casas de Rafael Pérez, Ramón Cambero, Licorería Prolicor, Alejandro Ochoa y repararon la de Manuel Felipe Carballo. Don Félix, contrajo matrimonio con la Sra. TomasaGómez Meléndez, natural de Las Morrocoyas con quien procreó 9 hijos, que en estricto orden son:Marisela, Félix Miguel, Sergio, Marco, Douglas, David, Zuleima Coromoto, Leidy Margot y María Soledad. De su primera compañera a Eduardo Ramón. Félix, termina contando que jugóbéisbol y que su último oficio fue de celador del cementerio; agrega que estuvo 16 años y llevaba un archivo que desapareció, como todas las cosas que desaparecen en los cementerios. Son casi 80 años de trabajar con el sudor de su frente y con las manos limpias a pesar del cemento y la arena. Félix es, como decía el poeta Francisco Luis Bernárdez: "Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras".
Contenido 31
Maracay, Sábado 21 de julio de 2012
Eva Hernández de Silva (Marcola), maestra ARGENIS RANUÁREZ A. Foto Alberto H. Cobo
E
va Hernández de Silva, calaboceña (25 de abril de 1942), es educadora jubilada, pródiga memoria para recordar personas, personajes, personalidades, sitios, lugares, sucesos, aniversarios, eventos y nombres de plantas y de árboles. Llamada por el poeta Efraín Hurtado "Marcola para siempre", por su indoblegable actuación como dirigente cultural de Calabozo, la maestra Eva, -simplemente Marcola para familiares y amigos-, es hija de Don Rafael Hernández Ibarra, pariente del prócer Diego Ibarra. Don Rafael nació en el hato "La Piragua", cerca de El Sombrero. Marcola es una excepcional venezolana con una asombrosa capacidad para administrar el tiempo en las actividades del hogar. Como esposa del cronista de Calabozo, doctor José Antonio Silva Agudelo, cuidar el parque -jardín-, vivero que es su casa y participar en las actividades culturales en el Ateneo, la Casa de la Cultura y la Orquesta Sinfó-
nica Juvenil "Antonio Estévez" de los cuales es fundadora e integrante de las directivas. A San Juan de los Morros llegó a finales de los años cincuenta. Cursó estudios en la Escuela Normal "José Félix Ribas" (antes 2 de Diciembre), de donde egresó con el título de Maestra Normalista. Fue secretaria del Liceo Humboldt, Maestra Rural y en el Grupo Escolar "Lazo Martí" en la Misión de Los Ángeles. Escogió la educación por sentimientos altruistas y la ejerció en el aula ayer y en todas partes hoy con dignidad y deco-
ro. Por esa dama sentimos afecto, admiración y respeto. A su casa llegan como a casa propia hombres y mujeres de arte, de letras y de ciencias. Los poetas Luis Alberto Crespo, Ángel Eduardo Acevedo y Alberto Hernández llegan a su casa. Allí pernoctan, conversan y brindan. Crespo aprendió a montar a caballo y se apasionó por el noble animal y por el coleo en el fundo Mapurite, propiedad de los Silva Hernández. Marcola es madrina de Ezequiel, hijo del poeta Crespo y de su esposa, la escritora Marianela Balbi. Entre
los amigos más cercanos de Marcola, ayer y hoy, la poetisa Magaly Salazar, Juan Acevedo Villalba (escritor, hijo de A.E. Acevedo y de la también escritora Adelaida Villalba, hija del doctor Jóvito Villalba), el poeta de Puerto La Cruz, Gustavo Pereira. Edgar Colmenares del valle y el Chino Valera Mora, Juan Sánchez Peláez y su esposa Malena; José León Tapia, de barinas; el sabio Francisco Tamayo, los hermanos Delgado Estévez y los hermanos Naranjo (El Cuarteto), los escultores Leonardo Funes, Luis Alberto Pantoja, Edgar salas y Leonel Muñoz. En la casa-jardín de Marcola fue agasajado el doctor J.M Briceño Guerrero, recibidos Antonio Estévez y quienes en él siguen luchas, quehaceres, bregas y empeños se ha ido de Calabozo con la emoción de un recibimiento sincero y de atenciones esmeradas en una casa donde se respiran aromas de tiempo ganado en cuanto empeño creador que esa mujer dedica a su familia, a la patria, al país y a la República cada día de todos los días de sus vidas. De su matrimonio con el jurista, productor agropecuario y cronista Silva Agu-
delo, la maestra Eva procreó a Sorge, Carlos, María José y María Eva. El primero murió. Carlos reside en Filadelfia, María José en Orlando y la última reside en Munich, Alemania. María José casó con yugoeslavo, de cuya unión nacieron las nietas Isabella y Faviola, nacidas en EE UU. Carlos se casó con una japonesa. María Eva con un alemán. Marcola ha viajado a los países donde residen sus hijos. Con gran coraje toma un avión y vuela ocho, 12 y más horas. Ha visitado museos en todo el mundo. Y todo, esto con la humildad que no cede. Por encima de todo es jardinera. "Marcola es muy inteligente", dice su cuñado, el ingeniero hidráulico Juan Alfredo Silva Agudelo, geólogo graduado en Missouri. Marcola es un espíritu superior que aprendió de suspadres y de sus maestros (Barragán, Álvarez Torres, Elisa Pineda, Lejarazo, J.L Morales, Saldeño y Pelgatti, entre otros) a cultivar los valores y a mantener los principios de vida recta, de buen vivir. El amor se enseña dándolo y la solidaridad es mucho más que caridad. Marcola, Marcola por siempre, por siempre Marcola.
El teatro y sus historias disímiles JOSÉ YGNACIO OCHOA
E
l teatro se puede poetizar en tanto exista una conciencia de lo que se pretenda crear sobre las tablas. Si el poema es un paisaje sugerido porque la sintaxis lo exige, entonces el montaje teatral será en esencia una imagen sugerida de comienzo a final de la puesta en escena dada por todos los elementos en escena. Cada detalle, cada dispositivo escenográfico, el maquillaje, musicalización, incluyendo música de fondo o entrada entre otros elementos marcan un estado totalmente diferente al de la cotidianidad expresa en la calle, casa-vida ¿normal? de todos los mortales que se aprecien
ciudadanos de una comarca. El teatro solo será lo primero si se entiende de esa manera. El teatro es entonces una manera de conciliar el mundo cronológico con ese otro mundo caótico subjetivo que emerge desde la retina del director de la puesta en escena y se arriesga posteriormente a mostrar ante un público para que la puesta siga su ciclo de reelaboración constante cada vez sea mostrada. Las múltiples historias ordenadas cronológicamente en la vida común serán reflejadas en escena como aquellas otras imágenes pero puestas allí de manera arbitraria o disímil a lo que nos tiene acostumbrado el ojo humano como cuando se está en una sala de operaciones de una clínica, no es y no puede ser igual cuando la trasladamos a un escenario, pues allí debe su-
ceder otra lectura de esa historia, aclaramos, el ojo del director de la puesta al escaparse de las intersecciones comunes de las calles, toma atajos con otra dosis, los cuales podríamos llamarlo microcosmos de origen desconocido para darle un tratamiento o recorrido en donde la llegada la determinará el espectador en tanto acepte esa otra lectura propuesta por el director escénico. Es como cuando vemos, pasado el tiempo, a la maestra de los primeros años de estudios. No es igual esa maestra de los recuerdos, son dos historias, lamentables o no son dos historias indiscutiblemente diferentes, pues el teatro es así, es diferente. Será insuficiente para determinar a una sociedad en sus complejidades pero dará cuenta de lo que se pudo ser en la historia de la humanidad con sus ru-
tas complementadas entre palabras, silencios y oscuridades agazapadas por los interminables paseos cuantificados por los pasos cargados de pesar e incertidumbres. El rasgo caracterizador del teatro será en tanto manifieste estados del alma para ser traducidos por el público. Ese es el riesgo al cual se somete el director de la puesta en escena. Cada historia marcará un universo de posibilidades interpretadas por quien la disfruta o padece según sean los casos, rememoremos las comedias de Moliere, "Tartufo", "El médico a la fuerza" o las "Preciosas ridículas" o simplemente retomemos los pasajes o parlamentos monologados de los personajes de Shakespeare, "Otelo", El Rey Lear" o "Romeo y Julieta" por nombrar solo tres de las tantas tragedias escritas por éste último. Aho-
ra bien, qué deseamos expresar con estas ideas, pues que las historias serán en tanto manifiesten una resonancia en el espectador y él a su vez describa con su pasión lo sentido durante y después de la puesta en escena. Mientras existan las sociedades y su variabilidad en el comportamiento humano y sus emociones siempre existirá la literatura. Jamás, consideramos, existirá el alma desprovista de las necesidades subjetivas del individuo que lo precisen en el transcurso de tu vida, estas puede que lo desdibujen en algún momento de su historia y lo conviertan en un animal con artificios pero si se topa con las cuitas de Samuel Beckett o Harold Pinter sabrá de las otras necesidades que lo llevarán a otros mundos no menos extraños pero sí contenidos de vida teatral.
32 Contenido
Maracay, Sábado 21 de julio de 2012
Avisos y clasificados ARNALDO JIMÉNEZ
REMATE MOBILIARIO Por motivos de divorcio, joven pareja remata el siguiente mobiliario: fidelidad nocturna, rostros afligidos con problemas, horas de risas, pequeños planes cumplidos y una cama donde ellos creyeron que habían hecho el amor. Los interesados pueden escribir al correo electrónico: elcírculoamorosoteconviene(a).com.ex
AGRADECIMIENTOS El mar agradece los sacrificios ofrecidos en estas vacaciones.
MANOS MILAGROSAS Mostramos el rostro de su enemigo, le damos el secreto de la felicidad eterna, hacemos que su dinero rinda y sea bien usado; curamos todo tipo de enfermedades. Testimonios gráficos, documentales filmados por reconocidas televisoras internacionales. Grabaciones de personas que han conocido de cerca nuestro poder. Cooperativa de sicarios "Pan, pun y ya" s.a.
BUENA RECOMPENSA Gobiernos americanos darán recompensa equivalente a un diez por ciento del ingreso nacional a la persona o institución que encuentre sus cosas públicas sanas y salvas.
TESTIMONIO Yo, Pablo Solar, C. I. N 7 171. 553, doy testimonio de que gracias a mi hermana Laura que me llevó a conocer al gran maestro Kamázan Er Dúdas, en las afueras del Estado Bolívar, logré recuperar a mi familia: mi esposa se había ido con mi compadre de quien tuvo nuestro primer hijo, es decir, él es el verdadero padre, gracias al maestro me enteré de la verdad, gracias al maestro pude ir a las autoridades competentes y logré que mi esposa volviera a mi lado y me dejara dormir en una pieza que he fabricado al lado del cuarto de ellos con dinero que el mismo compadre me ha prestado. Gracias al gran maestro Kamázan hoy he logrado que mi hijo me reconozca también como su padre. Además ya no sufro de impotencia y se me quitaron los dolores de cabeza. Visítenlo ustedes también, todo lo que digo es verdad. o
POTENTE SOMNÍFERO Adquiera en tiempo récord el único e inimitable somnífero "El jurásico", el mismo que utilizó el señor aquel que se quedó dormido varios siglos y al despertar estaban leyendo aún La Odisea, obra tan descomunal que luego fue confundida con un dinosaurio. De venta en sus tiendas exclusivas "La letra ausente", distribuidas por todo el país. o Autorizado por el Ministerio de Literatura y Sanidad bajo el certificado N 2005-34. No causa adicción ni comportamientos violentos. En algunos escritores puede producir envidias.
CONCURSO DE MINICUENTOS EL MÁS FUERTE Bases: Podrán concursar todos los minicuentistas nacidos o no en el país. √ se presentará un solo minicuento escrito por una sola cara de la hoja, por triplicado en un sobre sellado y firmado con seudónimo. √ en sobre aparte el autor señalará su domicilio, teléfono, dirección electrónica, foto completa que pondere su estatura y un documen to notariado donde respalde jurídicamente la autoría de dicho minicuento. o √ El minicuento debe ser escrito en letra Arial N 26, a doble espacio. √ los minicuentos no originales serán devueltos pero √ Los autores aceptan el derecho al plagio llamado intertextualidad. √ El jurado será señalado en su debido momento. √ Los minicuentos serán enviados al concurso de minicuentos el más fuerte, ubicado en el Departamento de Literatura de la Universi dad Suramericana del Centro, tercera transversal, número 10. premio: Publicación y seis millones (600.000) de euros o su equivalente en monedas nacionales. tema único e inapelable: remover el dinosaurio de Monterroso aunque esté muerto.