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Cocaína: Los estragos amargos de mí adicción Es Coahuila un destino seguro

EL PIONERO

Guadalupe Díaz

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A invitación de la CONCANACO SERVITUR, la Secretaría de Turismo y Desarrollo de Pueblos Mágicos de Coahuila participó en la reunión de trabajo que se realizó en la Capital del País y en la que promocionó a la entidad como un destino seguro para recibir a turistas y visitantes. La sesión se efectuó en las instalaciones del organismo empresarial y fue inaugurada por el Secre- tario de Turismo Federal, Miguel Torruco Marqués; asistieron 18 titulares de Turismo de la República Mexicana. En su intervención, la Secretaría de Turismo coahuilense destacó que en nuestro estado cada año se realiza el Rally Coahuila 1000 en coordinación con la CANACO Torreón, el cual se ha posicionado como de los eventos off road más importantes de México.

Dijo que sería importante el realizar presentaciones de destino con integrantes de CANACO a nivel nacional, ya sea presenciales o virtuales, a fin de dar a conocer las riquezas turísticas de Coahuila y que los agremiados a la Cámara se conviertan en promotores de nuestro destino.

También, la SECTUR estatal solicitó a la CONCANACO que incluya a los prestadores de servicios turísticos en sus programas de capacitación, en virtud de que para Coahuila es importante la profesionalización de esta industria.

A mí la cocaína me arruinó mi vida, me robó la armonía, mi paz, dañó severamente mi mente, me enfermé, me volví loco. Por el abuso desmedido en mi consumo me robó el sano juicio, mis actitudes fueron en muchos casos incongruentes, infantiles, extrañas, le di todo el poder a mí adicción, dominó por completo mi vida.

Fue la cocaína mi novia, mi amante, mi esposa, mi compañera, mi amiga, lo fue todo, le juré amor eterno, le entregué lo mejor de mi vida y me tumbó al sótano, casi me mata.

Fueron segundos, minutos, horas, meses, años que le regalé y me arruinó la vida, descalcificó mis huesos, se llevó mis dientes, junto con la vitalidad de mi hígado y páncreas.

Por supuesto me abandoné a mí mismo, esta maldita droga es sumamente obsesiva y créelo, cuando me echaba el primer pase después de haber tenido 5 o 7 días de abstinencia, lloraba de impotencia porque ya sabía que no iba a parar en días enteros, que me iba a estar atascando, inhalando cada 20 minutos y sucedería lo de siempre. No comía, no dormía, no vivía y mi corazón y mente totalmente acelerados, enclochado, sin poder mover la mandíbula, las manos entumidas, la lengua atorada y caía a la cama, agotado con las fosas nasales tapadas de tanta porquería, casi sin poder respirar. Hoy sé que sí se puede con la cocaína, al menos, solo por hoy, podré con cualquier obstáculo que impida mi libertad y vivir mi vida feliz y en armonía.

Golpe tras golpe No me di cuenta cuando de repente la cocaína ya había generado severas consecuencias en múltiples sentidos, por ejemplo, la pérdida de tiempo, en andar buscando dinero o esperando a que llegara.

Luego ir en busca del pucher o dealer a comprarle una buena dosis del polvo blanco, se me iban las noches enteras consumiendo.

Dormía de día, la cocaína, me hizo irresponsable, no acudía a mis citas, o iba drogado, moqueando. Me robó mi salud mental, mis pensamientos obsesivos, mi celotipia infernal, mi conmiseración y un mundo de energías que desbordaba por sistema, con mis pensamientos psicóticos, patológicos. Esta droga no perdona, me hizo trizas, destruyó mi imagen, públicamente causaba un fuerte impacto debido a lo delgado que estaba, pesando menos de 50 kilos, amarillo seco, ojeroso, débil, muerto en vida.

Mi adicción a la cocaína me arrebató el sentido del humor, la alegría y la felicidad, yo era la tristeza andando.

No dabas por mí un cacahuate y mi decadencia fue muy rápida, después de haberlo tenido todo, no era más que un gran mediocre sin nada, viviendo un verdadero infierno con pérdidas tras pérdidas, por ello, comprendo que esta enfermedad es de fondos, debes de hacer y vivir las crisis para salir del hoyo. Solo de esa manera salí adelante y solo por hoy, soy libre de cocaína, alcohol, depresión, celos y otras sustancias tóxicas.

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