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FUNDAMENTO DE NUESTRA FE CRISTIANA Su Santidad Benedicto XVI, con ocasión de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo -que se celebra el 29 de junio- expresó (2009): « hemos pedido al Señor que su Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de aquellos que fueron fundamento de nuestra fe cristiana. Esta petición que dirigimos a Dios nos interpela también a nosotros: ¿Seguimos la enseñanza de los grandes Apóstoles fundadores? ¿Los conocemos de verdad?». Por tal motivo, «El Poder del Espíritu» presenta en esta nueva edición, lo que por la Palabra de Dios y la Tradición de la Santa Iglesia Católica podemos conocer de uno de los más grandes siervos de Dios: el Apóstol San Pedro, primer Vicario de Cristo en la tierra y modelo de fe para todos nosotros, quien además ha sido considerado desde los primeros años de la era cristiana, como columna de la Iglesia.
STAFF *Dirección General: Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian *Asesor Espiritual: Monseñor José Guido Pesce *Redacción: Alba Acosta Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Laura Gómez Lucía Hovhanessian Milagros Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini Carmen Alviña *Diseño: Roxana B. de Hovhanessian Lucía Hovhanessian Geraldine Miguel Agustina Spegazzini *Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Distribución y envíos postales: Liliana E. de Francia y José Francia *Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian www.elpoderdelespiritu.org
Relación vital con JESUCRISTO S.S.BENEDICTO XVI «Adorad al Señor, Cristo, en vuestro corazón, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza» (1 P 3,15). La fe cristiana es esperanza. Abre el camino hacia el futuro. Y es una esperanza que posee racionalidad; una esperanza cuya razón podemos y debemos exponer(...)Con todo, pensar -aunque es muy necesario-, por sí solo, no basta; del mismo modo que hablar, por sí solo, no basta. En su catequesis bautismal y eucarística en el capítulo 2° de su carta, san Pedro alude al Salmo que se usaba en la Iglesia primitiva en el contexto de la comunión, es decir, en el vS. que dice: «Gustad y ved cuán bueno es el Señor» (Sal 34, 9; cf. 1 P 2, 3). Sólo gustar lleva a ver( ) más que pensar y hablar, necesitamos la experiencia de la fe, de la relación vital con Jesucristo. La fe no debe quedarse en teoría: debe convertirse en vida.»
Fiesta de San Pedro y San Pablo EXTRACCIÓN (2009)
¡Manos a la obra!
«Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.» (Mt 5:14). Con esta Palabra de Dios en cada corazón y con el firme propósito de «dejar ver a todos esa Luz del Señor», con «un alma y un solo corazón», concluimos el «Seminario de Carismas y Ministerios» para líderes y servidores de la R.C.C. de la Vicaría Belgrano, que se llevó a cabo en la Sede de la Comunidad Santa María. ¡Un maravilloso encuentro fraterno! que al decir de los hermanos, quedará grabado en nuestros corazones. Al despedirme, les dije: «los voy a extrañar», refiriéndome a esos cuatro miércoles de mayo en los que -por iniciativa del Equipo Coordinador de la Vicaría- nos reunimos para compartir la Palabra de Dios que nos exhorta a ser dóciles a la inspiración del Espíritu Santo. Caminando en obediencia al Magisterio de la Iglesia, para servir en ella, poniendo en comunión los dones recibidos y testificar al Señor Jesús, fieles a la identidad de la Renovación Carismática: llevar al encuentro personal con Jesucristo por la fe, a todos, en particular hoy, a los ya bautizados (citando el Documento de nuestros Obispos, en Aparecida, Brasil). Una fuerte motivación se notó entre los hermanos, la de evangelizar y misionar en la ayuda al necesitado, unidos como Vicaría. Por eso ahora: ¡Manos a la obra! Bajo la guía del Señor, siempre en comunión y obediencia. Mi gratitud a los hermanos coordinadores: Jorge, Stella, Loly y Celia, por su iniciativa y a los hermanos asistentes por su asiduidad y fervor. Así también, a nuestro querido Obispo: Monseñor Enrique Eguía Seguí, con amor filial en Cristo, en mi nombre y en el de todos mis hermanos participantes. Afectuosamente Juan Carlos Hovhanessian
La fe es una Gracia
JULIO: MES DE «CASAS LLENAS DE BENDICIONES»
«La plenitud de la sabiduría es el temor del Señor y ella los embriaga con sus frutos: les colma la casa de bienes preciosos y con sus productos llena sus graneros.» ECLO 1:16-17
Oración OH PADRE DE ETERNA BONDAD SE LLENE LA CASA DE TU VERDAD DE TU PAZ Y DE TU ESPERANZA... CON EL TESORO DE TU GRAN AMOR SE LLENE CON CRISTIANO FERVOR CON ORACIÓN Y CON ALABANZA... OH AMADÍSIMO SEÑOR JESÚS SE LLENE LA CASA CON TU LUZ CON TU PALABRA Y TU ALEGRÍA... TU SALVACIÓN Y CON TU GRACIA CON LA APOSTÓLICA CONSTANCIA CON EL PAN DE LA EUCARISTÍA... OH PRECIOSO ESPÍRITU SANTO SE LLENE LA CASA DE RISA Y CANTO DE MÚSICA Y CELESTE MELODÍA... CON LA RIQUEZA DE TUS DONES CON TUS ESPIRITUALES PROVISIONES CON PALABRA DE DIOS Y PROFECÍA... OH DIOS, SANTÍSIMA TRINIDAD LLENA TU COMUNIDAD SANTA MARÍA... QUE SEA SIEMPRE CASA DE ALEGRÍA, DE PALABRA, DE AMOR Y PROSPERIDAD... JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
siempre quiere ayudarnos «...Señor, si quieres puedes limpiarme...» (Mateo 8:2). Respecto de este pasaje bíblico, San Juan Crisóstomo escribió: «No dijo: Si lo pides a Dios, ni si oras, sino: Si quieres puedes limpiarme. Y no dijo tampoco: Señor, límpiame, sino que todo lo deja a su arbitrio, y le reconoce como Dios, y le atribuye la potestad de hacerlo todo.» Para este hombre leproso, acercarse al Señor fue todo un desafío, pues, por su enfermedad les estaba prohibido estar entre la gente. Sin embargo su actitud nos enseña que nada hay que nos impida allegarnos a Jesús, y nada hay que no podamos pedirle. ¡Qué hermosas Sus Palabras! «¡Quiero!», dijo Jesús. El Señor siempre quiere ayudarnos, asistirnos, acompañarnos, caminar junto a nosotros. En estos versículos encontramos una valiosa enseñanza: «se acercó» (vs. 2). ¡Hermano, no esperes más, es hora de acercarse a Aquel que quiere lo mejor para ti! Anímate!!! Hoy también Jesús dice: «QUIERO». Miriam B. de Mavilian
«Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mateo 16:16). Acerca de estas palabras, dijo el Beato Juan Pablo II al inicio de su Pontificado: «Estas palabras fueron pronunciadas por Simón, hijo de Jonás, en la región de Cesarea de Filipo. Las dijo, sí, en la propia lengua, con una convicción profunda, vivida, sentida; pero no tenían dentro de él su fuente, su manantial: «...porque no es la carne, ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi Padre que está en los cielos» (Mt 16,17). Eran palabras de fe». El Catecismo de la Iglesia Católica nos añade que: « La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él. «Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con los auxilios interiores del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede «a todos gusto en aceptar y creer la verdad»» (Nº 153). CATECISMO
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«Ya que Cristo padeció en la carne, armaos también vosotros de este mismo pensamiento: quien padece en la carne, ha roto con el pecado, para vivir ya el tiempo que le quede en la carne, no según las pasiones humanas, sino según la Voluntad de Dios. Ya es bastante el tiempo que habéis pasado obrando conforme al querer de los gentiles, viviendo en desenfrenos, liviandades, crápulas, orgías, embriagueces y en cultos ilícitos a los ídolos. A este propósito, se extrañan de que no corráis con ellos hacia ese libertinaje desbordado, y prorrumpen en injurias. Darán cuenta a quien está pronto para juzgar a vivos y muertos. Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva, para que, condenados en carne según los hombres, vivan en espíritu según Dios. El fin de todas las cosas está cercano. Sed, pues, sensatos y sobrios para daros a la oración. Ante todo, tened entre vosotros intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados. Sed hospitalarios unos con otros sin murmurar. Que cada cual ponga al servicio de los demás la Gracia que ha recibido, como buenos administradores de las diversas Gracias de Dios. Si alguno habla, sean Palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del Poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la Gloria y el Poder por los siglos de los siglos. Amén.» (1 Pedro 4:1-11). El mensaje del «Príncipe de los Apóstoles» señala una clave esencial para todo tiempo, en la Santa Iglesia: «ROMPER CON EL PECADO». Aquella palabra que prácticamente se ha quitado del vocabulario de esta sociedad, mayoritariamente cristiana, «todavía»... ¿Pecado? De eso no se habla. Se trata de buscar soluciones a los problemas acuciantes y amenazadores en los que vive el hombre hoy: VIOLENCIA CRIMINAL, HOMICIDIO, VIOLACIÓN, ULTRAJE, SAQUEO, VANDALISMO, SADISMO... ¿Cómo? Poniendo o prometiendo poner un parche aquí y otro allá... Mientras mueren los inocentes en sus propias casas, asaltados por asesinos dispuestos a todo. Tomados como rehenes, asesinados, golpeados, etc.; o en la calle, para robarles el automóvil, la motocicleta o el teléfono celular... ¿Y...? ¡Y nada! Todos los días hay madres llorando en los noticieros, o hijos... o esposas... ¿Y...? ¡Y nada! «Que falta seguridad»... «Que falta educación»... «Que es por la marginación»... Y así se puede seguir con el filosófico pensamiento de que «es por esto o por aquello»... Lo cual no se hace, «se dice que se hace» pero que aún cuando se hiciera lo que se dice que se hace, tampoco alcanzaría. Pues esa palabra que ha desaparecido en el pensamiento del «humano posmoderno»: PECADO, es la raíz de todos los males. Claro que es imposible hacerla desaparecer de la conciencia, por más «droga» que se consuma para intentar «anestesiarla». Ya sea con las drogas narcóticas o bien con las del «sexo»; el «poder», el «dinero», la «fama», el «juego», etc. Cóctel demoníaco, altamente destructivo de la paz y el bienestar de cualquier sociedad humana. Fruto aciago de la soberbia, del individualismo corrupto y perverso, que tienen como «tronco» al egoísmo. Palabra que es para mí, la antagónica del AMOR, pues el verdadero AMOR, no toma para sí, sino que ¡DA! «Porque tanto amó Dios al
mundo que DIO a su Hijo Único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.» (Jn 3:16). EL AMOR ES LA VERDADERA LIBERTAD. EL EGOÍSMO ES ESCLAVITUD. Los tiranos, déspotas, autoritarios... son necesariamente egoístas. Cito un pensamiento de Jean Baptiste H. Lacordaire O.P. (político, orador y religioso francés, 1802-1861): «LA LIBERTAD NO ES POSIBLE MÁS QUE EN LOS PAÍSES EN QUE EL DERECHO PREDOMINA SOBRE LAS PASIONES». Todo egoísmo es tiranizante, esclavizante: «PECADO DE EGOÍSMO». «PECADO DE IMPUNIDAD», «PECADO DE INJUSTICIA»... Hablando del «castigo venidero», señala San Pedro -refiriéndose al castigo de los impíos-: «Estos son fuentes secas y nubes llevadas por el huracán, a quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. Hablando palabras altisonantes, pero vacías, seducen con las pasiones de la carne y el libertinaje a los que acaban de alejarse de los que viven en el error. Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que le vence. Porque si, después de haberse alejado de la impureza del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se enredan nuevamente en ella y son vencidos, su postrera situación resulta peor que la primera.» (2 Pedro 2:17-20). Por tanto, sin dudar, podemos decir: ¡FELICES QUIENES TIENEN DESPIERTA SU CONCIENCIA! Estos viven EN LA GRACIA del Señor Jesucristo. Nunca ocultarían su pecado, mucho menos lo tratarían de «justificar» en ese «falso olvido voluntario», ¡NO! Sino que, como David, confesarían con alborozo: «reconocí mi pecado y no te oculté mi culpa... y Tú absolviste mi culpa, perdonaste mi pecado» (ver Salmo 32:5). Y, más aún, orarían de corazón al Señor: «de las faltas ocultas, líbrame» (Salmo 19:13). La IGNORANCIA ACERCA DE DIOS Y DE SU PALABRA, MANTIENE AL HOMBRE EN SU ESCLAVITUD. Presa de ese LIBERTINAJE que desde toda «ideología o pensamiento opresor» se suele promover bajo la apariencia de «LIBERTAD», y que en los hechos, no es sino «ESCLAVITUD», para el supuesto «beneficiario», tal como con toda claridad lo muestra la Palabra de Dios: «Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que le vence.» (2 Pedro 2:19). Al autor humano de estas dos preciosas Epístolas, en nuestra Amada Iglesia, lo reconocemos como el PRIMER PAPA: «SAN PEDRO, APÓSTOL»; de quien es sucesor, S.S.Benedicto XVI, nuestro querido Pastor Universal, que tiene la sublime misión de guiar a toda la grey, conduciéndola a los «verdes prados» del Amor de Dios y a las «aguas serenas» del Espíritu. Amados hermanos y amigos, la auténtica libertad es fruto del amor y de la obediencia a la Palabra de Dios, a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia, que desde el Apóstol Pedro, a los tiempos que corren, nos exhorta a vivir «no según las pasiones humanas, sino según la Voluntad de Dios». ¡Amén! ¡Amén! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
La auténtica libertad es fruto del amor y la obediencia a la Palabra de Dios, a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia
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«Queridos, os exhorto a que, como extranjeros y forasteros, os abstengáis de las apetencias carnales que combaten contra el alma.» (1° Pedro 2:11). El extranjero, o peregrino (como dicen otras traducciones), es aquel que anda por tierras extrañas, que no le son propias, porque no proviene de allí. Así también para el cristiano la vida es un «peregrinar», es un paso por este mundo, pero con una dirección concreta: el Cielo. El cristiano no se «amolda» a la forma de vida del mundo, sino que viviendo en él, busca seguir las huellas de Jesús. Durante la última Cena, Él había dicho a Sus discípulos: «...ustedes no son del mundo, sino que yo los elegí de en medio del mundo...» (Juan 15:19). Es por esto que el cristiano procura llevar una vida santa, rechazando por propia convicción toda impureza que el mundo le presenta (decir mentiras, la soberbia, modas inapropiadas, infidelidad, vicios, etc.) porque tiene puestos los ojos en lo venidero, en Jesucristo, quien nos llamó a vivir una vida para Él. Es como si el Señor dijera: «Ustedes no son del mundo, ustedes me pertenecen». Lourdes Chiappetta
YO LOS ELEGÍ
algo diferente y mejor
Terminando el mes de Abril, compartíamos una reunión especial de jóvenes. Entre varios temas, hablamos de cómo debemos dar testimonio en los ambientes en que nos movemos. Compartíamos, por ejemplo, lo importante que es, no tanto «hablar de versículos» de la Biblia a los que no creen, como el mostrarles con nuestros actos que hay algo diferente y mejor para vivir. Es en los pequeños gestos donde muchísimas veces marcamos esas diferencias, despertando en el otro la curiosidad. Y es ahí donde se nos presenta entonces la oportunidad de testimoniar con palabras la fe que tenemos, de dar respuesta a quien nos pida razones de nuestra esperanza. Dice el Apóstol Pedro: « dad culto al Señor, Cristo, en vuestro interior, siempre dispuestos a dar respuesta a quien os pida razones de vuestra esperanza. Pero hacedlo con dulzura y respeto » (1 Pedro 3:15-16). Agustina Spegazzini
FAMILIAS QUE SE DESARROLLAN EN
PLENITUD
Se dice con frecuencia, que «la familia es la base de la sociedad». Pero ¿cuál es la base de la familia? A mi entender, en esto, los valores juegan un papel fundamental: la familia es el primer lugar donde debemos poner en práctica los VALORES; y sobre todo -claro estáVALORES CRISTIANOS, para que en el hogar se desarrolle una convivencia en paz y eso se proyecte, se trasmita, a la sociedad. Los valores se concretan cuando cada uno asume con responsabilidad su papel, su rol dentro de la familia: el hombre debe ser «cabeza» de su hogar y la mujer, «columna». Y en esa armonía se sostiene al resto de la familia y todos sus miembros pueden desarrollarse saludablemente. Porque cuando los roles se alteran o pretenden modificarse, también los valores se tergiversan, por esto es que hoy por hoy, hay muchas familias -lamentablementecaminando «sin rumbo», sufriendo por hijos «sin rumbo»... Algunos podrán decir que nosotros -los cristianosparecemos «fanáticos» o «anticuados»... sepan que lo que estamos haciendo es VIVIR LA FE, PONIENDO POR OBRA, EL MANDAMIENTO DEL AMOR, dejando de lado toda tibieza. Tibieza que la Palabra de Dios condena, diciendo que «Dios vomita a los tibios de su boca». Palabra muy fuerte, ¿verdad? La realidad es que los que pusimos en práctica en nuestras familias, los principios y valores cristianos, vemos RESULTADOS concretos: matrimonios que se aman, padres e hijos que se aman, que todo lo comparten: alegrías y tristezas; que se cuidan. Padres que dan testimonio a sus hijos del Amor de Dios... En fin, familias que se aman, se respetan y se sostienen, aún en las dificultades. Nunca es tarde, Dios da las oportunidades: Él es el Gran Restaurador. Esposos: cuídense, respétense, dialoguen, compartan. Padres: hablen con sus hijos, interésense por sus cosas, escúchenlos, cuídenlos. Es absolutamente posible transformar esta sociedad si aplicamos y cultivamos estos principios en nuestras familias: nosotros somos testigos de esto. Cuando la familia permanece unida, sus miembros se desarrollan plenamente, son FELICES. Cuando hay honestidad y sinceridad de corazón, todos se ven beneficiados. Cuando «se habla menos» y «se hace más»... se ven resultados maravillosos. Queridos hermanos, vivamos según la Palabra de Dios, y disfrutemos de familias que se desarrollan en plenitud y felicidad. Y esto -como dije- impactará rápidamente en la sociedad toda. Juntos ¡PODEMOS! Dios les bendiga Celia M. de Hovhanessian www.elpoderdelespiritu.org
TÚ Y TODA TU CASA
«Él te dirá cómo puedes salvarte tú y toda tu familia» (Hechos 11:14). Estas palabras dichas por un ángel en una visión a un hombre piadoso llamado Cornelio, quien oraba y ofrendaba al Señor, fueron las que lo movieron a mandar a buscar a Pedro para que fuera a su casa.Pedro, a su vez movido por el Espíritu Santo, al recibir la invitación acudió a su hogar, y con sencillez habló a Cornelio y a toda su familia, dando testimonio de Jesucristo muerto y resucitado, y de todo lo que Jesús había hecho.Estando Pedro todavía hablando, descendió el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban el Mensaje. Luego fueron bautizados.Fue tan sólo necesario el anhelo ferviente de un corazón que clamaba a Dios y la sumisión y obediencia al Espíritu Santo por parte del apóstol Pedro, para que la acción poderosa del Espíritu Santo se desencadenara. El Espíritu Santo desciende y obra hoy también. Como en la casa de Cornelio, lo hará también en tu casa y en toda tu familia. ¡Ánimo! Confía en el Señor y Él obrará. Aleluya. Liliana E. de Francia
El Escudo de la Santa Sede
Un escudo de armas o escudo heráldico contiene diferentes símbolos que son representativos de la entidad a la que pertenecen. Nos habla de su identidad y sus raíces. Desde el s. XIV las dos llaves (decusatas) son la insignia oficial de la Santa Sede. Veamos qué significan: *Las 2 llaves: la de oro alude al poder sobre el Reino de los cielos; la de plata indica la autoridad espiritual del papado en la tierra. Este símbolo recuerda las palabras de Jesús a Pedro, cuando éste le reconoció como Cristo, el Ungido, Hijo del Dios Vivo. «Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» (Mateo 16:18-19). El cordón que une las empuñaduras indica el vínculo de los dos poderes. *La tiara ubicada sobre las llaves, está formada por tres coronas. Existen diversas interpretaciones acerca de su significado; Juan Pablo II ha preferido considerar en ella, la triple misión de la Iglesia, la identidad de cada cristiano, que al bautizarse se convierte en rey, sacerdote y profeta. El Concilio Vaticano II nos ha recordado el misterio de esta potestad y el hecho de que la misión de Cristo -Sacerdote, Profeta/ Maestro, Rey- continúa en la Iglesia. Todos, todo el Pueblo de Dios participa de esta triple misión. De la tiara penden dos cintas adornadas cada una por una cruz patada. *La Cruz, presente sobre la tiara y en las otras figuras, nos recuerda una y otra vez el gran Amor de Cristo, que murió por nosotros en la Cruz, rescatándonos de la vana manera de vivir. Es en Jesucristo que la Iglesia puede llevar a cabo su misión, impulsada por el Espíritu Santo y para la Gloria de Dios Padre.
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Al cumplirse el 31° Aniversario de la fundación de la Comunidad «Santa María», se realizó un evento el domingo 27 de mayo (día en que, como Iglesia, celebramos la fiesta de Pentecostés), al que asistieron cientos y cientos de personas. «Nuestra Comunidad es fruto de Pentecostés», expresaba Juan Carlos Hovhanessian al recordar aquel mayo de 1981, cuando junto a Celia -su esposa- y toda su familia, fueron llenos del Espíritu Santo para ser testigos de Jesucristo y transformarse en los pilares de la Comunidad «Santa María». Diego Hovhanessian predicó el Mensaje: LA BENDICION «DE REPENTE»: Un día como hoy -en oración- la Iglesia primitiva recibió la Promesa del Padre: la Preciosa y Poderosa Unción del Espíritu Santo. Hechos 2:12: «Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban». El pasaje relata la venida del Espíritu Santo. Comenzaron a hablar nuevas lenguas, comenzó la vida de la Iglesia, la predicación de la Palabra de Dios y el testimonio de Cristo. El Evangelio empezó a extenderse, como Jesús lo había dicho: « recibiréis una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y de este modo seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.» (Hechos 1:8). De repente todo cambió porque irrumpió la Presencia del Espíritu Santo. Querido hermano, todos los que estamos orando y clamando a Dios, también vamos a tener nuestro «de repente». Una bendición para ti, para tu familia, para la Iglesia. Estas son las claves para recibir esta bendición: 1° Obedecer fielmente al Señor. Aquel «de repente» ocurrió luego de que ellos obedecieron a la Palabra de Jesús: «Mientras estaba comiendo con ellos, les ordenó: No os vayáis de Jerusalén, sino aguardad la Promesa del Padre » (Hechos 1:4). No les dijo: si quieren, si les parece, si no tiene otra cosa que hacer... Jesús les mandó. Siempre que Dios te manda algo es para bendecirte. Todas las bendiciones de Dios vienen a través de la obediencia y la fidelidad a Su Palabra. Declara el apóstol Pedro: « Y nosotros somos testigos de estos hechos, y también el Espíritu Santo que ha dado a los que le obedecen.» (Hechos 5:32). El Espíritu Santo es para los que obedecen a Dios. 2° Esperar en el Señor. Hechos 1:4: « mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la Promesa del Padre » (versión: El Libro del Pueblo de Dios). Hay que saber esperar y no ser impacientes, porque Su Palabra siempre se va a cumplir. Dios es fiel y en un instante puede cambiar toda la realidad. Él es Todopoderoso. Ellos no sabían cuándo iba a llegar la Promesa del Padre, pero estaban en el lugar correcto (el que Jesús
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les ordenó) esperando en oración, y de repente fueron llenos del Espíritu Santo y se levantó la Iglesia con Poder. 3° Subir a la «estancia superior». Esto nos habla de una posición espiritual que comienza con la determinación de cada uno. Luego Dios te levanta, pero el primer paso lo das tú al cambiar la manera de pensar, abandonar el desánimo, romper con el «no se puede» Mira a los discípulos. Jesús había resucitado, estuvo un tiempo con ellos pero luego se fue -Ascendió a los cielos- y ahora estaban «solos», parecía que ya no tenían nada. Sin embargo obedecieron, esperaron y llegó la Promesa del Padre: «Y cuando llegaron, subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro y Juan; Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago el de Alfeo, Simón el Zelota y Judas de Santiago» (Hechos 1:13). Te invito a que leas el Salmo 103 donde encontrarás las bendiciones para el cristiano que está viviendo la vida en el Espíritu (esto es: que está en la «estancia superior»): perdón, sanidad, abundancia, vida plena, renovación, etc. 4° Estar reunidos en la Iglesia. Hechos 2:1: «Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo». Estar reunidos como hermanos en la fe, orar juntos. Pedro, los apóstoles, nuestra Madre la Virgen
Todas las bendiciones de Dios vienen a través de la obediencia y la fidelidad a Su Palabra María; todos ellos estaban reunidos con un mismo objetivo y en oración conjunta. Ellos dejaron de lado sus preferencias para obedecer a Jesús. Oraron juntos y llegó la bendición, la llenura del Espíritu Santo. Así comenzó la Iglesia: con una reunión de oración. 5 ° Estar unidos a la Iglesia. Hechos 2:1: «Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo». Esto es ir más allá, porque yo puedo estar reunido con muchas personas, pero no necesariamente estamos juntos o unidos. Muchas veces hay gente que aunque reunida, está cada uno tras su propio objetivo. No ha de ser así en la Iglesia del Señor. La palabra que utiliza aquí el texto griego significa: «estar de acuerdo», « u n á n i m e s », « u n á n i m e m e n t e », «de común acuerdo». Esto quiere decir que no se trata de estar juntos «así como así», sino con un mismo objetivo. Siempre que nos reunimos en la Iglesia a orar viene Aquel que es Dios, el Espíritu Santo, el Consolador, el Abogado, que está con nosotros y en nosotros, y Él todo lo suple. «¡Mira que es bueno y da gusto que los hermanos convivan juntos!... allí dispensa Yahvé bendición, la vida para siempre.» (Salmo 133). 6° Orar. Jamás habrá manifestación del Espíritu Santo si no hay Iglesia que ora. Hechos 1:14: «Todos ellos perseveraban en la oración ». Perseveraron
31° Aniversario de la Comunidad Santa María en la oración, vino el Espíritu Santo y comenzó la misión: ser testigos de Cristo. La Unción es para alcanzar vidas para Cristo. Es un Poder que nos transforma para ser multiplicadores, para expandirnos y llegar a los lugares más remotos, que tal vez nunca imaginamos que podríamos alcanzar. Como está ocurriendo en la Comunidad «Santa María», a través de los diversos medios de comunicación (Periódico, Internet, Radio, Televisión, Libros, CD, DVD). Son cientos los países a los que llegamos en todo el mundo, predicando el Evangelio. Y todo esto porque hay una Iglesia que ora, que siempre va por más, que clama por una renovada Unción. Esto no es un día o dos, es siempre. Este es el hermoso testimonio de nuestra Comunidad, que para la Gloria de Dios, lleva 31 años sirviendo a Jesucristo, buscando cada día ser más excelentes para Él, clamando unidos -con un mismo objetivo- por la Preciosa Unción del Espíritu Santo que nos capacita para llevar adelante esta obra. Tu persistencia vence la resistencia. Toda oposición cae ante la persistencia de una Iglesia que ora. 7° Estar dispuestos a hacer la Voluntad de Dios. El Señor, antes de la Ascensión, ya les había dicho lo que tenían que hacer: « y de este modo seréis mis testigos » (Hechos 1:8). Jesús les dio el «para qué» de la Unción que en pocos días recibirían. Ellos aceptaron y dijeron sí a la Voluntad Divina. Dando gracias a Dios por el camino recorrido, nuestra motivación es siempre la esencia misma del Evangelio: el Amor de Dios que nos dio a Jesucristo. Vamos por mucho más!!! Gracias a todos por tantas muestras de afecto y deseos de bendición. Toda la Gloria sea al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos y para siempre. ¡Amén!
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