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AGOSTO: MES DE «SIEMBRA ABUNDANTE»
«Mirad: el que siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia»
2 CORINTIOS 9:6
¡JESÚS TE AMA! A veces en la vida se suele pasar por situaciones en las que, por más que tengamos gente alrededor, podemos llegar a sentirnos «solos»; es decir, sentir como que «no hay nadie» con quien podamos contar o tal vez «nadie» que pueda ayudarnos en esa situación. Si es tu caso hermano... ¡Ya no más! Si estás pasando por alguno de esos momentos: ¡NO ESTÁS SOLO! Tienes un Ayudador: JESUCRISTO que está contigo y nunca te abandona, Él es tu ayuda y tu consuelo. ¡No temas! ¡Ánimo! ¡JESÚS TE AMA! «Porque yo, Yahvé tu Dios, te tengo asido por la diestra. Soy yo quien te digo: No temas, porque yo soy quien te ayuda.» (Isaías 41:13). Milagros Hovhanessian
«María: Discípula de Cristo»
San Agustín
verdad de Cristo. Cristo es la verdad, Cristo tuvo Os pido que atendáis a lo que dijo Cristo, el un cuerpo: en la mente de María estuvo Cristo, Señor, extendiendo la mano sobre sus la verdad; en su seno estuvo Cristo hecho carne, discípulos: Éstos son mi madre y mis un cuerpo. Y es más importante lo que está en hermanos. El que cumple la voluntad de la mente que lo que lleva en el seno. mi Padre, que me ha enviado, ése es mi María fue santa, María fue dichosa, pero más hermano, y mi hermana, y mi madre. ¿Por importante es la Iglesia que la misma Virgen ventura no cumplió la voluntad del Padre la María. ¿En qué sentido? En cuanto que María es Virgen María, ella, que dio fe al mensaje divino, parte de la Iglesia, un miembro santo, un que concibió por su fe, que fue elegida para miembro excelente, un miembro supereminente, que de ella naciera entre los hombres el que pero un miembro de la totalidad del cuerpo. Ella había de ser nuestra salvación, que fue creada es parte de la totalidad por Cristo antes que «Cumplió Santa María, con toda Cristo fuera creado del cuerpo, y el cuerpo perfección, la Voluntad del Padre, y, entero es más que uno en ella? de sus miembros. La Ciertamente, cumplió por esto, es más importante su cabeza de este cuerpo es Santa María, con condición de Discípula de Cristo que el Señor, y el Cristo total toda perfección, la la de Madre de Cristo; es más Voluntad del Padre, lo constituyen la cabeza y, por esto, es más dichosa por ser Discípula de Cristo y el cuerpo. ¿Qué más diremos? Tenemos, en el importante su que por ser Madre de Cristo.» condición de cuerpo de la Iglesia, una cabeza divina, tenemos al mismo Dios por discípula de Cristo que la de madre de Cristo, cabeza. es más dichosa por ser discípula de Cristo que Por tanto, amadísimos hermanos, atended a por ser madre de Cristo. Por esto, María fue vosotros mismos: también vosotros sois bienaventurada, porque, antes de dar a luz miembros de Cristo, cuerpo de Cristo. Así lo a su maestro, lo llevó en su seno. afirma el Señor, de manera equivalente, cuando Mira si no es tal como digo. Pasando el Señor, dice: Estos son mi madre y mis seguido de las multitudes y realizando hermanos. ¿Cómo seréis madre de Cristo? El milagros, dijo una mujer: Dichoso el vientre que escucha y cumple la voluntad de mi que te llevó. Y el Señor, para enseñarnos que Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi no hay que buscar la felicidad en las hermana, y mi madre. Podemos entender lo realidades de orden material, ¿qué es lo que que significa aquí el calificativo que nos da Cristo respondió?: Mejor, dichosos los que de «hermanos» y «hermanas»: la herencia escuchan la Palabra de Dios y la celestial es única, y, por tanto, Cristo, que cumplen. De ahí que María es dichosa siendo Único no quiso estar solo, quiso que también porque escuchó la palabra de Dios y fuéramos herederos del Padre y coherederos la cumplió; llevó en su seno el cuerpo de Cristo, pero más aún guardó en su mente la suyos.
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*Dirección General: Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian
*Asesor Espiritual: Monseñor José Guido Pesce *Redacción: Alba Acosta Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Laura Gómez Lucía Hovhanessian Milagros Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Hugo Rucci Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini
CATECISMO
La vocación de los laicos 899 La iniciativa de los cristianos laicos es particularmente necesaria cuando se trata de descubrir o de idear los medios para que las exigencias de la doctrina y de la vida cristianas impregnen las realidades sociales, políticas y económicas. Esta iniciativa es un elemento normal de la vida de la Iglesia: Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia; por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente, deben tener conciencia, cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia; es decir, la comunidad de los fieles sobre la tierra bajo la guía del Jefe común, el Papa, y de los Obispos en comunión con él. Ellos son la Iglesia (Pío XII, discurso 20 Febrero 1946; citado por Juan Pablo II, CL 9). 900 Como todos los fieles, los laicos están encargados por Dios del apostolado en virtud del bautismo y de la confirmación y por eso tienen la obligación y gozan del derecho, individualmente o agrupados en asociaciones, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra; esta obligación es tanto más apremiante cuando sólo por medio de ellos los demás hombres pueden oír el Evangelio y conocer a Cristo. En las comunidades eclesiales, su acción es tan necesaria que, sin ella, el apostolado de los pastores no puede obtener en la mayoría de las veces su plena eficacia (cf. LG 33).
Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar, te enseña a que hagas cuanto puedes, y a que pidas lo que no puedes. San Agustín 28 de agosto: Fiesta de San Agustín. Obispo y Doctor de la Iglesia
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«Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» (Lucas 1:2833). Una niña pregunta al Señor, por medio de Su mensajero: «¿Cómo será esto ?» imagino sus ojos de doncella, de «niña santa», abiertos y brillando de asombro y consolación. La respuesta no se hace esperar; Dios le responde, por Su enviado Casi sin intervalo, la niña afirma con determinación: «¡HÁGASE!» «¡YO SOY SERVIDORA DEL SEÑOR !» «¡HÁ G ASE E N M Í S E G Ú N TU PALABRA!» San Gabriel, arcángel, mensajero del Altísimo, ha concluido su misión y vuelve al cielo con la certeza de la tarea cumplida «y el ángel se alejó». Cuán profunda es la significación de esta frase del Evangelio: «y el ángel se alejó» que pareciera que cumple con terminar un relato, como si no fuera más que anecdótica, un detalle del autor. ¡Todo lo contrario! Encierra una enseñanza maravillosa para todos los servidores de la Iglesia. Veámoslo desde el modelo de nuestra madre, la Virgen María, la servidora fiel. ¿Por qué tanto énfasis en esta frase, cuando hay tanta riqueza evangélica en todo este glorioso relato? En verdad es así, es un diálogo único, inefable. Una misión, recomendada a una criatura humana , ¡única! Una promesa de maternidad, ¡única! ¡Gloria a Dios! ¿Entonces, por qué será tan importante esa frase «y el ángel se alejó» ? Porque allí es donde comienza la «puesta en práctica», por la fe, en este mundo que poco o nada «sabe» de lo «sobrenatural» de la voluntad de Dios en la vida concreta de cada hombre y mujer. Es en este mundo donde había que vivir la obediencia a la Voluntad Divina de parte de María, con todo lo que eso implica. ¿Cuántas mujeres antes que ella tampoco después, ni nunca habían sido embarazadas sin haberse unido a un varón ? ¿Cómo se haría para explicar a sus padres, a su prometido, José, aquello? ¿Qué pensarían quienes la conocieran de su parentela, o de su aldea ? ¿Y si se cumplía en ella la sentencia establecida apedrearlas hasta morir para las mujeres de su condición? No olvidemos que si el prometido la «repudiaba » por
infidelidad y con la evidencia del embarazo Bueno, «María era una niña de fe, una mujer de Dios» Salvemos las naturales diferencias, ¿y tú y yo ? Sin embargo, ¿no somos invadidos por pensamientos de, por ejemplo, temor; de cierta duda o vacilación ? No digo que dudemos de Dios, ¡muchísimo menos la Virgen!, sino el n a t u r a l pensamiento, cuando lo «sobrenatural» deja lugar a lo natural. Es decir, pasa el momento maravilloso de consolación, de experiencia mística y ahora hay que actuar en consecuencia. ¿Dónde es eso? No es en el a m b i e n t e «sobrenatural», sino, ¡en el mundo concreto! «El ángel se alejó» ¡ya está! ¡Ahora, manos a la obra! ¿Se entiende ? Por supuesto que Dios, Espíritu Santo nos va a guiar, si somos dóciles a Sus inspiraciones y dirección, así como guió a nuestra madre, que la conocemos incluso como «esposa del Espíritu Santo» «¡Feliz de ti María, por haber creído que en ti se cumpliría lo anunciado de parte del Señor!» Este mundo concreto es el «teatro de operaciones» de todo llamado, ministerio, carisma, don, servicio, ayudantía o colaboración de los miembros del cuerpo de Cristo, Su Iglesia. Desde el q u e r i d o «Benedicto XVI», hasta el último hermanito como yo, tenemos una concreta misión; una concreta función en el cuerpo. Por el bautismo, por el «Nuevo Nacimiento», desde ese «llamado», desde ese momento que «algo sucedió» y que nos vimos involucrados en el Reino, en la obra de Dios.. Cada uno sabe, del momento, la experiencia, del «toque» del Espíritu Santo que «hace nuevas todas las cosas» y es una «fuerza interior» que nos mueve a hacer aquello para lo que el Señor nos ha encomendado,
«Y EL ÁNGEL SE ALEJÓ»
Por JUAN CARLOS HOVHANESSIAN siempre en el seno de la Santa a José, por ejemplo, Dios se ocupó Iglesia y en comunión con sus de la Virgen y la Virgen se ocupaba pastores. ¡Alabado sea el Señor! de las cosas de Dios. «Dame lo que mandas y manda lo que En el mundo hemos de caminar por quieras» decía San Agustín, a Dios. fe, así como nuestra Madre, modelo Amado hermano y amigo de «El Poder de todo servidor en la Iglesia. Ella del Espíritu», ¡vayamos por más en nos enseña en el Evangelio a servir Cristo! Tú y yo junto a nuestros al Señor mostrándonos su fidelidad, hermanos, en obediencia al Señor, a su coherencia, entre lo que prometió Su Palabra y a Su Iglesia, tengamos a Dios cuando Él le dio esa misión presente que «Gabriel», volvió al única, inefable y lo que vivió desde cielo, terminada esa misión y María ese momento en que «El ángel comenzó allí, con la suya. se alejo» El Señor guiará siempre nuestros ¡Feliz de ti María! pasos, se ocupará de «nuestras ¡Gloria al Señor! cosas», si nosotros con a m o r, nos ocupamos de «MARÍA» «las Suyas» Así como Él lo NIÑA DE LA «ANTIGUA ALIANZA» dispone, en HIJA SANTA DEL PADRE CREADOR... o b e d i e n c i a , DE SU LUZ, VIVO RESPLANDOR
¡Feliz de tí, María, por haber creído!
buscando consejo idóneo, dirección espiritual y viviendo en comunión fraterna. ¡No a los francotiradores! Somos «enviados», somos «súbditos» del Gran Rey. Estamos en «relación de dependencia», no somos «autónomos» Miremos a nuestra madre, la Virgen María, como el Señor fue ordenando las cosas a su paso. Él se ocupó de lo que María no iba a poder hacer para convencer
MODELO DE FE Y DE CONFIANZA...
VIRGEN DE LA «NUEVA ALIANZA» MADRE DEL DIVINO SALVADOR... ES TU VIDA, A DIOS, ALABANZA TESTIMONIO DEL ETERNO AMOR... UN DÍA, AL PIE DE LA SANTA CRUZ TUS BRAZOS QUE ACUNARON A JESÚS AHORA MUERTO, LO RECIBIRÍAN... ¡FELIZ, LA QUE EN DIOS HA ESPERADO! TUS OJOS VIERON AL RESUCITADO... ¡FELICES, LOS QUE EN CRISTO CONFÍAN!
JUAN CARLOS
PREDICADORES
Con una enorme concurrencia que requirió aumentar el número de cupos inicialmente abiertos continúa en desarrollo el Seminario de Formación de Predicadores. Dictado por Juan Carlos Hovhanessian y Diego Hovhanessian en la sede de la Comunidad «Santa María», cientos de personas de Capital Federal y diversas localidades de la Prov. de Buenos Aires entre ellos representantes de comunidades, parroquias y grupos de oración , asisten cada viernes por la noche dejando absolutamente completos los distintos salones de la sede de nuestra Comunidad. Desde la experiencia de 30 años de servicio con el Evangelio de Jesucristo, en la Iglesia Católica; este Seminario estudia los principios que conducen al conocimiento y desarrollo (puesta en práctica) de los fundamentos de la predicación, contemplando además un camino de profundización en esta tarea, de eficacia y -por supuesto- compromiso. Para la Gloria de Dios, son ya innumerables los frutos vistos desde el comienzo, por la experiencia del Poder de la Palabra de Dios, Poder que se hace manifiesto en cada encuentro. Por todo esto, elevamos nuestra gratitud al Altísimo y el ferviente deseo de impactar nuestra Nación y el mundo entero, con el Mensaje de Jesucristo.
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El Nuevo Testamento está formado por los 4 Evangelios, 21 Cartas, el Libro de los Hechos de los Apóstoles y el Libro del Apocalipsis. En total son 27 escritos. María es nombrada sólo en 4 de ellos: Evangelio según San Mateo (ver Mateo 1:16-25/ 2:11/ 13:55) Evangelio según San Marcos (Marcos 6:3) Evangelio según San Lucas (capítulos 1 y 2) En el Libro de los Hechos (Hechos 1:14) En el Evangelio según Juan se hace referencia a María como «la Madre de Jesús» (Juan 19:25), pero sin utilizar su nombre. San Pablo la menciona cuando dice que «...envió Dios a su Hijo, nacido de mujer...» (Gálatas 4:4). Santiago, Pedro y Judas no hablan de ella. Primera vez que aparece María en los Evangelios: María es nombrada por primera vez en la Genealogía de Jesús según San Mateo; termina la lista de la Genealogía de Nuestro Señor diciendo: «...y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo.» (Mateo 1:16). A través de esta Genealogía, San Mateo tiene como finalidad demostrar el origen humano de Jesucristo puesto en un marco histórico, geográfico y étnico y nos lo presenta como hijo de María, nacido bajo la paternidad legal de José, demostrando por su genealogía que Jesús era el Mesías esperado, el Hijo de David, prometido en el Antiguo Testamento. La Anunciación: En el Evangelio según San Lucas se nos narra el episodio de la Anunciación del Nacimiento de Jesús (ver Lucas 1:26-38). El arcángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a anunciar a María -una joven virgen del Pueblo de Israel- que de ella nacería el Salvador, el Mesías prometido: Jesucristo. El Verdadero Dios (sin dejar de serlo) asume la naturaleza humana, haciéndose carne en el seno de la joven Virgen por obra del Espíritu Santo, pues ella no había conocido varón. Pero algo a lo que usualmente no solemos prestarle atención es al hecho de que María era simplemente una jovencita y que, en aquellas épocas, el hecho de que una joven soltera estuviera embarazada era un escándalo; es decir, María hubiera podido llegar a ser apedreada. Aun sabiendo lo que podía suceder, María aceptó todo lo que Dios le había dicho mediante el ángel. Su «sí» a la Voluntad del Padre, marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. En este pasaje María sólo dice dos frases: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Éste es el ejemplo que debemos imitar, ejemplo de obediencia plena a la Palabra de Dios, que siempre traerá lo mejor para nuestras vidas. «La Virgen encontró gracia delante de Dios porque, adornando su propia alma con el brillo de la pureza, preparó al Señor una habitación agradable. Y no sólo conservó inviolable la virginidad, sino que también custodió su conciencia inmaculada.» (Catena Áurea - Griego). María visita a Isabel: María, que había recibido (también por medio del ángel Gabriel) la noticia del embarazo de su prima Isabel -quien era estéril y de avanzada edad- decide ir donde ella: «En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá » (Lucas 1:39). El trayecto hacia Aín Karim (lugar de residencia de Zacarías e Isabel) era de aproximadamente unos 160 km. Al llegar, entró en la casa y saludó a Isabel, y sucedió que «En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena del Espíritu Santo y exclamó a gritos: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno » (Lucas 1:41-42). Estas palabras, junto con las que dijera el ángel Gabriel al saludar a la Virgen María («¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo») forman parte de la bella oración del «Ave María». Relata la Escritura que María permaneció junto a ella unos tres meses y luego regresó a su casa. El Magníficat: María, inspirándose en la tradición del Antiguo Testamento, celebra con el cántico del Magníficat las maravillas que Dios realizó en ella. Ese cántico es la respuesta de la Virgen al misterio de la Anunciación: el ángel la había invitado a alegrarse; ahora María expresa el júbilo de su espíritu en Dios, su Salvador. Su alegría nace de haber experimentado personalmente la mirada benévola que Dios le dirigió a ella (ver página 6).
María da a luz a Jesús: En el Evangelio según San Lucas (2:1-7), encontramos que el emperador César Augusto llama a un empadronamiento, por el cual cada familia debía inscribirse en la región a la que pertenecía según el linaje del que había nacido. A pesar de que José residía en Nazaret, debió empadronarse en la ciudad de Belén porque pertenecía a la tribu de Judá, familia del rey David. No sólo debía ir él, sino también María, que se encontraba embarazada de Jesús. «Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz -María- a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.» (Lucas 2:6-7). «Allí no hubo quien recibiera al Niño, ni intervino la solicitud de las mujeres. La Madre envuelve al Niño en los pañales, y sirve a la vez de madre y de matrona, por lo cual dice: «Y envolvióle en pañales» (San Jerónimo Catena Áurea). María y los pastores: Cuando nació Jesús, un ángel del Señor anunció a un grupo de pastores que había nacido el Salvador, el Cristo Señor. Inmediatamente los pastores marcharon hacia el pesebre; al llegar, encontraron a Jesús junto a María y José y dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño. Dice el relato que María « guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón» (ver Lucas 2:19). «El evangelista San Lucas describe a María como la Virgen silenciosa, que vive en constante escucha de la Palabra eterna, que vive en la Palabra de Dios. María conserva en su corazón las palabras que vienen de Dios y, uniéndolas como en un mosaico, aprende a comprenderlas. En su escuela queremos aprender a ser discípulos atentos y dóciles al Señor. (...) Siguiendo el ejemplo de la Virgen Santísima, queremos dejarnos guiar siempre y sólo por Jesucristo, que es el mismo ayer, hoy y siempre.» (Benedicto XVI Homilía en la Santa Misa en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. XXXIX Jornada Mundial de la Paz. 101-06). www.elpoderdelespiritu.org
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Adoración de los Magos de Oriente: «Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra» (ver Mateo 2:1-12). Este es el acontecimiento
conocido como Epifanía del Señor, la Misericordia de Dios que resplandece también para los que no eran del Pueblo de Dios. . La Sagrada Familia huye a Egipto: María junto al niño Jesús son llevados por José -su esposo- a Egipto, cuando un ángel del Señor le avisa que Herodes iba a buscar al niño para matarlo. Al morir Herodes regresan a vivir en Nazaret «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» (ver Mateo 2:13-23). Presentación en el Templo: La ley de Moisés mandaba que toda mujer que diese a luz un varón, en el plazo de cuarenta días, debía acudir al Templo para purificarse y allí ofrecer su primogénito a Dios. A pesar de haber concebido milagrosamente por obra del Espíritu Santo, María no revela este prodigio y acude humildemente como cualquier otra mujer a purificarse. Allí consagraron a Jesús al Señor tal como estaba escrito en la Ley: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor» (Lucas 2:23). Había allí un hombre justo y piadoso, Simeón, en el cual moraba el Espíritu Santo. Inspirado por el Espíritu, vino al templo y tomando a Jesús en sus brazos reconoce en el hijo de María al Salvador «Luz para iluminar a todos los pueblos y gloria de tu pueblo, Israel» (Lucas 2:32). «Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Este niño debe ser causa de caída y resurrección para la gente de Israel. Será puesto como una señal que muchos rechazarán» (Lucas 2:33-34) y a continuación le profetiza... «una espada te atravesará el alma» señalándole el sufrimiento que padecerá por tener que ver a su Hijo morir en la Cruz. María y José «pierden» a Jesús: La virgen María encuentra a Jesús -que tenía 12 años- en el Templo, luego de haberlo buscado durante tres días junto a su padre y le dice: «Hijo mío, ¿por qué no has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia» (ver Lucas 2:41-50). «Pero alguno preguntará, cómo el Hijo de Dios, objeto de tanto cuidado por parte de sus padres, pudo quedar olvidado. A lo que se debe responder que era costumbre entre los israelitas, en los tiempos de las fiestas, bien cuando acudían a Jerusalén, o ya cuando volvían a sus casas, el ir separados los hombres de las mujeres, que los niños podían ir indiferentemente con el padre o con la Madre. Por tanto que San José y la Santísima Virgen, no viendo al niño a su lado, creyeron cada uno por su parte que iría en compañía del otro. Por lo cual sigue: «Antes bien, creyendo que venía con alguno de los de su comitiva», etc.» (Beda Catena Áurea)
María en las «Bodas de Caná»: La Boda de Caná sólo aparece relatada en el Evangelio según el Apóstol San Juan. Son pocas las ocasiones en las que nuestra Madre, la Virgen María habló. Ésta es una de ellas: «Haced lo que Él os diga.» (Juan 2:5). Palabras muy sencillas, pero que tienen un alcance espiritual extraordinario. María se las dijo a los sirvientes, pero también hoy nos lo transmite a nosotros. Hagamos lo que Jesús dice: seamos obedientes, como Ella, a la Palabra de Dios. Jesús nos da a Su Madre: «Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre ( ). Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.» (Juan 19:25-27). María siempre acompañó a Jesús; por eso, la vemos presente en la escena de la Cruz. Ella no estaba sola, Juan, uno de los discípulos de Jesús estaba a su lado. Jesús dice a Su discípulo: «Ahí tienes a tu madre». «Con esta expresión, revela a María la cumbre de su maternidad: en cuanto madre del Salvador, también es la madre de los redimidos, de todos los miembros del Cuerpo místico de su Hijo. ( ) El culto que la Iglesia rinde a la Virgen no es sólo fruto de una iniciativa espontánea de los creyentes ante el valor excepcional de su persona y la importancia de su papel en la obra de la salvación; se funda en la voluntad de Cristo. Las palabras: «He ahí a tu madre» expresan la intención de Jesús de suscitar en sus discípulos una actitud de amor y confianza en María, impulsándolos a reconocer en ella a su madre, la madre de todo creyente.» (S.S. Juan Pablo II, Catequesis mariana, 7-05-97). María en el Libro de los Hechos de los apóstoles: La última vez que se nombra a María de modo específico es en el Libro de los Hechos de los Apóstoles (1:14): «Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos». Estaban en la sala donde «solían reunirse», en Jerusalén. Allí fue donde a los pocos días recibió la Iglesia la llenura del Espíritu Santo prometido, el día de Pentecostés. «Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar» (Hechos 2:1). Aquí también, en ese «todos», se hace alusión (aunque no de modo particular) a María. Por tanto, María estuvo presente -por Gracia de Dios y por su «sí» sincero a la Voluntad del Padre- en el cumplimiento de las dos Promesas más grandes que vivió la humanidad: la Venida (Primera) del Mesías Prometido, que nos salvó muriendo en la Cruz y nos dio Vida Eterna; y la Venida del Espíritu Santo. «Después de la Ascensión de su Hijo, María «estuvo presente en los comienzos de la Iglesia con sus oraciones» (LG 69). Reunida con los apóstoles y algunas mujeres, «María pedía con sus oraciones el don del Espíritu, que en la Anunciación la había cubierto con su sombra» (LG 59).» (Catecismo de la Iglesia Católica; Nro. 965). www.elpoderdelespiritu.org
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El Magníficat: María celebra la Obra Admirable de Dios Juan Pablo II Audiencia General 6-11-96 1. María, inspirándose en la tradición del Antiguo Testamento, celebra con el cántico del Magníficat las maravillas que Dios realizó en ella. Ese cántico es la respuesta de la Virgen al misterio de la Anunciación: el ángel la había invitado a alegrarse; ahora María expresa el júbilo de su espíritu en Dios, su Salvador. Su alegría nace de haber experimentado personalmente la mirada benévola que Dios le dirigió a ella, criatura pobre y sin influjo en la historia. Con la expresión Magníficat, ( ) se celebra la grandeza de Dios, que con el anuncio del ángel revela su omnipotencia, superando las expectativas y las esperanzas del pueblo de la alianza e incluso los más nobles deseos del alma humana. Frente al Señor, potente y misericordioso, María manifiesta el sentimiento de su pequeñez: «Proclama mi alma la grandeza del Señor; se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava» (Lc 1, 4648) ( ) María presenta su situación de pobreza y la conciencia de su pequeñez ante Dios que, con decisión gratuita, puso su mirada en ella, joven humilde de Nazaret, llamándola a convertirse en la madre del Mesías. 2. Las palabras «desde ahora me felicitarán todas las generaciones» (Lc 1, 48) toman como punto de partida la felicitación de Isabel, que fue la primera en proclamar a María «dichosa» (Lc 1, 45). ( ) 3. «El Poderoso ha hecho obras grandes por mí, Su Nombre es Santo y Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación» (Lc 1, 4950). ¿Qué son esas «obras grandes» realizadas en María por el Poderoso? ( ) En el Magníficat se refiere al acontecimiento misterioso de la concepción virginal de Jesús, acaecido en Nazaret después del anuncio del ángel. En el Magníficat, cántico verdaderamente teológico porque revela la experiencia del rostro de Dios hecha por María, Dios no sólo es el Poderoso, pare el que nada es imposible, como había declarado Gabriel (cf. Lc 1, 37), sino también el Misericordioso, capaz de ternura y fidelidad para con todo ser humano. 4. «Él hace proezas con su brazo; dispersa a los soberbios de corazón; derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos» (Lc 1, 5153). ( ) Estas palabras del cántico, a la vez que nos muestran en María un modelo concreto y sublime, nos ayudan a comprender que lo que atrae la benevolencia de Dios es sobre todo la humildad del corazón. 5. Por último, el cántico exalta el cumplimiento de las promesas y la fidelidad de Dios hacia el pueblo elegido: «Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre» (Lc 1, 5455). María, colmada de dones divinos, no se detiene a contemplar solamente su caso personal, sino que comprende que esos dones son una manifestación de la misericordia de Dios hacia todo su pueblo. En ella Dios cumple sus promesas con una fidelidad y generosidad sobreabundantes. El Magníficat, inspirado en el Antiguo Testamento y en la espiritualidad de la hija de Sión, supera los textos proféticos que están en su origen, revelando en la «llena de gracia» el inicio de una intervención divina que va mas allá de las esperanzas mesiánicas de Israel: el misterio santo de la Encarnación del Verbo.
6 DE AGOSTO
LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
S.S Benedicto XVI
Queridos hermanos y hermanas: (...) el evangelista Lucas subraya que Jesús subió al monte «a orar» (9, 28) junto con los apóstoles Pedro, Santiago y Juan y, «mientras oraba» (9, 29), acaeció el luminoso misterio de Su transfiguración. Subir al monte para los tres apóstoles supuso quedar involucrados en la oración de Jesús, que se retiraba con frecuencia para orar, especialmente en la aurora o después del atardecer, y en ocasiones durante toda la noche. Ahora bien, sólo en esa ocasión, en el monte, quiso manifestar a Sus amigos la luz interior que le invadía cuando rezaba: Su rostro leemos en el Evangelio se iluminó y Sus vestidos dejaron traslucir el esplendor de la Persona divina del Verbo encarnado (Cf. Lucas 9, 29). En la narración de San Lucas hay otro detalle que es digno de ser subrayado: indica el objeto de la conversación de Jesús con Moisés y Elías, aparecidos junto a Él transfigurado. Éstos, narra el evangelista, «hablaban de su partida (en griego «éxodos»), que iba a cumplir en Jerusalén» (9, 31).
Por tanto, Jesús escucha la Ley y los profetas que le hablan de Su muerte y resurrección. En su diálogo íntimo con el Padre, no se sale de la historia, no huye de la misión para la que vino al mundo, a pesar de que sabe que para llegar a la Gloria tendrá que pasar a través de la Cruz. Es más, Cristo entra más profundamente en esta misión, adhiriendo con todo su ser a la voluntad del Padre, y nos demuestra que la verdadera oración consiste precisamente en unir nuestra voluntad con la de Dios. Para un cristiano, por tanto, rezar no es evadirse de la realidad y de las responsabilidades que ésta comporta, sino asumirlas hasta el fondo, confiando en el amor fiel e inagotable del Señor. (...) Queridos hermanos y hermanas: la oración no es algo accesorio u opcional, sino una cuestión de vida o muerte. Sólo quien reza, es decir, quien se encomienda a Dios con amor filial, puede entrar en la vida eterna, que es Dios Mismo.
En favor de otros La oración intercesora es el acto de rogar en favor de otros. Como Único mediador ante el Padre, Cristo nos abrió la posibilidad de solicitar amorosamente a Dios a través de Él, peticiones en beneficio de otras personas. En el grupo de intercesores de nuestra comunidad hay hermanos (jóvenes y adultos) con el Espíritu Santo en sus corazones. Ellos han probado y comprobado la bendición que el Señor da a las personas por las que ellos oran diariamente. De acuerdo a la organización de un responsable de cada área, ruegan por cada intención que llega a nuestra Comunidad (entregada personalmente, a través del mail o telefónicamente). Son los eslabones de una hermosa «cadena de amor» a favor de todos los que necesitan de sus plegarias. Claman, esperan, confían, perseveran y agradecen al Señor, sin cesar día y noche. En este ministerio hemos visto innumerables testimonios de sanidades, conversiones; familias prosperadas espiritual y materialmente. Por su fidelidad resplandece en sus vidas la Mano del Divino Maestro porque «Tú Señor, bendices al justo y como un escudo lo rodea tu favor» (Salmo 5:13). Laura Gómez
«HIJA DEL CÁUCASO» ¡ARMENIA, HIJA DEL CÁUCASO! POR CADA ARMENIO MASACRADO, HAY DOS EN TODO EL MUNDO. POR CADA MÚSICO PERDIDO, UNA MELODÍA NUEVA. POR CADA ALDEA INCINERADA, UNA CIUDAD. POR CADA ESCUELA VACÍA, DIEZ MÁS. CADA ÁRBOL MENOS, MIL SEMILLAS. CADA KILÓMETRO ROBADO, UNA ARMENIDAD SIN FRONTERAS. CADA MENTIRA PLANEADA, UNA VERDAD QUE LA ABRUMA. CADA NIÑO MUTILADO, UN DEPORTISTA. CADA MUJER MANCILLADA, OTRA ENTERA. CADA NIÑA ULTRAJADA, ¡UNA MADRE ARMENIA! CADA IGLESIA FALSEADA, MILES DE FIELES. CADA AÑO QUE PASE, MÁS GRANDE SERÁ LA MENTIRA, COMO MÁS GRANDE LA VERDAD. ARMENIA, HIJA DEL CÁUCASO, ¡NO TE VENCERÁN!
GUSTAVO STERCZEK
Él va a hacer el resto
Tiempo atrás mi sobrina de 12 años tenía que rendir un examen de Biología -materia que le costaba pues había reprobado el primer examen- y me pidió que la ayudara a estudiar. Pasamos toda la tarde del sábado entendiendo, resumiendo y memorizando todos los contenidos. Recordé mi época de estudiante y cómo el Señor me asistía cada vez que debía rendir mis exámenes universitarios, entonces le dije: «vos ya hiciste tu parte -estudiar los ÁNGELUS 4 DE MARZO DE 2007 contenidos-; ahora confía en Jesús que Él va a hacer el resto». Ella me sonrió y se fue confiada a rendir al cabo de unas semanas le dieron Mientras Jesús enseñaba la Palabra «Se le presentaron su madre y sus hermanos, pero no podían llegar el resultado: APROBADO y con hasta él a causa de la gente. Le avisaron: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte. Pero él excelentes notas!!! Apoya, les respondió: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen.» (Lucas alienta y aconseja a tus hijos 8:19-21). Lejos de ser ésta una actitud carente de amor hacia Su madre, el Señor nos muestra que todos estamos con la Palabra de Dios Él llamados a ser familia de Dios, cercanos a Él; y esto sólo podemos vivirlo cuando obedecemos la Palabra de Dios. nunca falla. Aleluya!!! Nuestra Madre, la Virgen María, conocía bien esto, pues fue lo que hizo al momento de la Anunciación: una total Lic. Valeria Salinas entrega a la Voluntad a la Palabra de Dios: «Hágase en mí según Tu Palabra». Lic. Anahí Raggio
Cuando obedecemos la Palabra de Dios
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Comencemos leyendo Mateo 6:5-8 «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Y, al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo». Jesús había dicho en Mateo 5:17 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento». Lo que sucede es que los escribas y fariseos habían distorsionado tanto la Palabra que Dios mismo había dado a través de la Ley entregada a Moisés y a través de los Profetas, que el pueblo de Israel no podía entender ni la Ley ni los Profetas. Entonces viene Jesús y esclarece la Ley y los profetas, sin quitar nada, sino a «dar cumplimiento». Y es en esa dirección que Jesús dice una y otra vez en Mateo 5:20-48: «Habéis oído que se dijo » y en seguida agregaba: «Pero yo os digo ». Así una y otra vez: «Habéis oído que se dijo » y en seguida: «Pero yo os digo ». Jesús no está contradiciendo ni la Ley, ni los Profetas, ni la Palabra. Al contrario, nota que Jesús no dice: «Habéis oído que Dios dijo », sino que dice: «Habéis oído que se dijo ». Un ejemplo de esto es lo que dice Jesús en Mateo 5:43-48 «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial». O sea, Dios había dicho: «Amarás a tu prójimo», pero los fariseos agregaron: «y odiarás a tu enemigo». Entonces Jesús no está contradiciendo lo que Dios dijo, sino que está dando luz y claridad a la Palabra. Ahora, en este contexto, Jesús empieza a hablar de la oración, porque los fariseos también habían torcido y distorsionado todo lo referente a la oración. Entonces Jesús dice «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga» (Mateo 6:5). Algunos han entendido muy mal esta
declaración de Jesús y entonces rechazan todo lo que tiene que ver con la oración pública. Pero Jesús no está prohibiendo aquí la oración pública. Lo que sucede es que los fariseos oraban en público para «promocionarse» a sí mismos. Los fariseos no oraban para «buscar a Dios», sino para «buscarse a sí mismos». Esto es lo que Jesús prohíbe. Jesús está diciendo que no ores sólo por el hecho de «ser visto» orando. Repito que Jesús no está en contra de la oración en público. Él mismo oró en público más de una vez. Los apóstoles oraban en público. La Iglesia ha de hacer oraciones públicas o reuniones de oración como las que nosotros realizamos y promovemos aquí, en nuestra Comunidad «Santa María» . Lo siguiente que Jesús declara acerca de la oración en Mateo 6:6 es: «Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará». Jesús no está diciéndonos que debemos «encerrarnos» en un lugar especial. Entonces, ¿qué es lo que Jesús dice cuando nos habla de orar en ese «aposento»? Jesús nos está hablando de estar «a solas con Dios»; nos está hablando de orar para ser vistos por Dios. ¡¡¡Aleluya!!! La clave no es el tiempo que tú estés orando, sino el tiempo que tú «estés con Dios» en oración. Jesús dice: No ores por el solo hecho de orar.... Ora para intimar con Dios. Y luego continúa el Señor diciendo: «Y, al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados» (Mateo 6:7). En la versión de la Biblia «Dios Habla Hoy» dice: «Y al orar no repitan ustedes palabras inútiles ». Jesús no prohíbe la repetición, sino que prohíbe la repetición de «palabras inútiles». Recordemos que Jesús repitió una misma oración en Getsemaní por tres veces. El apóstol Pablo repitió tres veces su oración en 2 Corintios 12:8 acerca de su aguijón en la carne. El salmista en el
No seáis como ellos «
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Salmo 119 repitió siete veces una misma oración: «enséñame tus preceptos» (v.12, 26, 33, 64, 68, 124, 135). Jesús no quiere que cuando oremos repitamos «palabras inútiles». Luego de esta enseñanza acerca de las maneras de orar, Jesús nos dice: «Vosotros, pues, orad así » (Mateo 6:9). Jesús nos está dando ahora un patrón para la oración. Él no dice: «repitan así», sino que dijo: «oren así»... Y entonces, nos enseña el «Padrenuestro».
BREVE EXTRACCIÓN DE LA ENSEÑANZA PREDICADA POR
DIEGO HOVHANESSIAN
«DIFICULTAD EN OPORTUNIDAD»
«Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, era hombre muy estimado convertirla en oportunidad de Glorificar a Dios! y favorecido por su señor, porque por su medio había dado Yahveh la Se acordó del Profeta de Dios y... habló. victoria a Aram. Este hombre era poderoso, pero tenía lepra. Habiendo Su «corto» testimonio, abrió camino para el milagro de -nada menos- que su salido algunas bandas de arameos, trajeron de la tierra de Israel una amo. muchachita que se quedó al servicio de la mujer de Naamán. Dijo ella ¿Puedes verlo? Y Naamán fue curado (ver vs. 14). a su señora: Ah, si mi señor pudiera presentarse al profeta que hay en Me preguntaba: y nosotros cristianos, ¿cómo reaccionamos ante las dificultades de la vida...? y ¿qué hacemos en relación a los «Naamanes» Samaría, pues le curaría de su lepra.» (2 Reyes 5:1-3). Así fue en la vida de esta anónima heroína de la Biblia: «la sierva de la que nos rodean en este tiempo? ¿Cómo es nuestra fe, nuestra religión?... ¿Acaso, es algo «privado»...? mujer de Naamán». Como esclava, privada de su libertad, privada de sus derechos. Llevada de En concreto: ¡¿Somos testigos de Cristo?! su tierra -Israel- cautiva a las tierras de Aram. La habían alejado de su Un testimonio. Una palabra dada a tiempo sin ocultar nuestra fe, sino por familia, por supuesto, contra su voluntad. La habían alejado también de la el contrario, con valentía y para la Gloria de Cristo, puede preparar el camino para un milagro. ¡Piénsalo! comunión del pueblo de Dios, siendo todavía muy pequeña. JUAN CARLOS HOVHANESSIAN Esta «muchachita», como la llama la Sagrada Escritura tenía una tarea muy importante: servir en la casa del General Naamán; a las órdenes Mamá, es la mujer que sabe amar, de su mujer; lo cual, así como de alguna forma era un privilegio, era a la cuidando cada detalle; sin descanso para que ese hijo crezca sano y feliz. vez, una responsabilidad grande. No se dejó vencer por su condición, deprimiéndose; sino por el contrario Desde que nace el niño ya nada será igual trató de convertir lo que era en su vida algo negativo -la esclavitud- en en la vida de la madre, porque ahora es responsable de una vida que el Señor pone una posibilidad de testificar, de Glorificar al Dios de Israel. Es curiosa su atención a la «desgracia» que padecía quien era «su amo», a su cuidado. No importa la edad que ella me refiero a Naamán. ¡Qué ejemplo de verdadera fe, el de esta joven! tenga, siempre estará pendiente de su Se identificó con el sufrimiento de la familia a la que servía como esclava. hijo. Nosotras -las mujeres que tenemos la dicha de ser madres- experimentamos ¿No es esto admirable...? ¿Qué hizo?: ¡TESTIFICÓ! Su fe era «FE VIVA». preocupaciones y alegrías propias de esa Dios «estaba con ella», situación. DIFICULTAD EN OPORTUNIDAD aún cuando ella estaba Es muy difícil poder imaginar un dolor tan lejos del centro de grande como el de perder un hijo... He aquí SÓLO HACE FALTA, SINCERO AMOR PARA SER, VERDADEROS TESTIGOS... adoración: Israel. a María, la más pura y maravillosa mujer, DE CRISTO JESÚS, FIELES AMIGOS Esta muchachita era de que nos fue dada como Madre nuestra por ESFORZADOS SERVIDORES DEL SEÑOR... las que tienen «la fábrica Jesús en el momento de su crucifixión. adentro», como una vez Jesús agonizaba, y la virgen María estaba EN TODO TIEMPO, EN TODA OCASIÓN escuché debe ser todo a su lado. Acompañando a su hijo en el CAMBIARSE PUEDE, EN «OPORTUNIDAD» momento más terrible. verdadero creyente. UN PROBLEMA O UNA «DIFICULTAD»... Imitemos a María, dándolo todo por los Podía estar lejos del ¡CUANDO VIVE EN LA FE, EL CORAZÓN! lugar de adoración, de su hijos que Dios ha puesto a nuestro HAY MUCHOS «EJEMPLOS DE VICTORIA» pueblo, de sus cuidado. EN LA ETERNA «SAGRADA HISTORIA» costumbres, de su ¡Ánimo mamás! Nunca es tarde para cuidar de los nuestros, ni es mucho el DE HÉROES QUE SIEMPRE SE RECORDARÁN... lengua, de sus esfuerzo... aunque sea un «maravilloso trabajo» de 24 horas, porque el Señor tradiciones... pero estaba nos ha dejado el ejemplo más hermoso de todos en la vida de nuestra Mamá del COMO ESTA ESCLAVA, QUE TESTIFICÓ MUY CERCA DE DIOS. Cielo: la Virgen María. DEL DIOS VIVIENTE, AL QUE NO OLVIDÓ... ¡Enseguida aprovechó la Amemos a nuestros hijos, cuidémos de ellos, oremos por ellos y guiémosles ¡LA SIERVA DE LA MUJER DE NAAMÁN! Lidia I. de Papazian dificultad , p a r a siempre en el camino de la fe.
Mamá
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POR EL BIEN
COMÚN
LA PALABRA DE DIOS EN LA RADIO TODOS LOS MARTES A LA MEDIANOCHE
Por JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
BUENAS ARTES»
QUÉ DIFÍCIL SE LE HACE AL HOMBRE ADMITIR QUE HA SIDO «DERROTADO»... QUIEN DE «SÍ MISMO ESTÁ PAGADO» EN SU SOBERBIA «SE CREE GANADOR» ESO EN VERDAD, ES SER «UN PERDEDOR»... ¡ESE SÍ QUE ES UN REAL «FRACASADO»! «SANGRA POR LA HERIDA», EL ENVIDIOSO PUES SU ORGULLO NO PUEDE «DIGERIR» EL TRIUNFO DE QUIEN AL COMPETIR CON «BUENAS ARTES» LO HA SUPERADO... ESPÍRITU CELOSO, CORAZÓN AMARGADO LO BUENO DEL OTRO, NO IRÁ A ADMITIR... TODO UN ARTE ES EL «SABER PERDER» PARA «SABER GANAR», NO HACE FALTA ARTE... SABEMOS EN CRISTO, POR OTRA PARTE CON ÉL, «AUN PERDIENDO ¡ES VENCER!»
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«Quiero que sepáis, hermanos, que lo que me ha sucedido ha contribuido más bien al progreso del Evangelio; de tal forma que se ha hecho público en todo el Pretorio y entre todos los demás, que me hallo en cadenas por Cristo. Y la mayor parte de los hermanos, alentados en el Señor por mis cadenas, tienen mayor intrepidez en anunciar sin temor la Palabra. Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad; mas hay también otros que lo hacen con buena intención; éstos, por amor, conscientes de que yo estoy puesto para defender el Evangelio; aquellos, por rivalidad, no con puras intenciones, creyendo que aumentan la tribulación de mis cadenas. Pero ¿y qué? Al fin y al cabo, hipócrita o sinceramente, Cristo es anunciado, y esto me alegra y seguirá alegrándome.» (Filipenses 1:12-18). No son confiables quienes no son capaces de ver en el otro, lo bueno, cuando lo tiene. No es racionalmente posible que «todo lo bueno esté en mí» y a la vez «todo lo malo, en el otro». ¡No es creíble! El absolutismo ha sido siempre destructivo, ya que en primer lugar, «censura» el diálogo como forma natural de convivencia entre los humanos. Hay una antigua imagen que refleja esa oscura pasión de creerse «el único», es aquella que dice: «Reza un epitafio, sobre una fría lápida... aquí yace don imprescindible». No podemos ignorar que cada hombre o mujer, somos necesarios; cada uno en la función para la que ha sido llamado, para la cual se ha preparado, siguiendo una vocación, con las habilidades y también con las limitaciones que -sin duda- ayudan para bien porque nos abren a los «dones» del prójimo, evitándonos «la enfermedad» del individualismo absolutista. Los cristianos sabemos que aún esas limitaciones ofreciéndolas al Señor con humildad- se convierten de obstáculos, en vehículos, para la misión que nos toca en esta vida. Por tanto, los «dones», las «dotes» naturales, las habilidades, las capacidades, deben ser puestas al servicio, para el bien común con idónea RESPONSABILIDAD. ¡Cuidado con los autosuficientes! Con los que se creen «propietarios de la verdad», pues no hay mentira más grande que esa. ¿Habremos aprendido acaso?... ¿No fue la raíz de «los unos» y de «los otros», ese «mesianismo iluminista» que tanto dolor generó? Es sabio quien aprende de los errores del pasado, que dolorosamente no podrá cambiar; pero sí con la pedagogía que ellos dejan, construir en el presente para poder edificar un futuro promisorio. ¿Construye el agravio? ¿Y la descalificación al otro...? Se gana, se puede perder... pero sabio es el que transforma un «revés», en algo positivo. Por otra parte es la «naturaleza», el carácter de todo líder, visto desde la Sagrada Escritura: Transformar lo «negativo» del momento, en algo positivo, que será el bien de muchos. Piénsalo.