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«Pues habéis sido salvados por la Gracia mediante la Fe...» (Efesios 2:8). La Salvación es un don de Dios, es gratuita, no tenemos que hacer ninguna obra ni mortificar nuestro cuerpo con dolorosos sacrificios pues Cristo ya padeció por nosotros al morir en la Cruz. TODOS podemos ser salvos arrepintiéndonos de nuestros pecados, confesándolos y aceptando a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Por tanto hermano depende de nosotros tomar la decisión y acercarnos a Cristo porque ya TODO es CONSUMADO. Estamos en paz con Dios porque Cristo pagó el precio que nos reconcilió con el Padre Celestial. CRISTO VENCIÓ EN LA CRUZ DEL CALVARIO: VENCIÓ AL PECADO Y A LA MUERTE ¡CRISTO VENCIÓ! No vivas ya como un «esclavo» de este mundo y el pecado, porque tú eres, en Cristo, más que vencedor!!! Lic. Valeria Salinas
Cristo VENCIÓ !!!
Marzo: Mes de «FLORECIMIENTO» «seré como rocío para Israel: él florecerá como el lirio, y hundirá sus raíces como el Líbano.» (Oseas 14:6)
Nada ni nadie puede hacernos mal Hoy el demonio, el satanismo y otros fenómenos relacionados son de gran actualidad, e inquietan no poco. Nuestro mundo tecnológico e industrializado pulula de magos, brujos, ocultismo, espiritismo, habladores de horóscopos, vendedores de hechizos, de amuletos y además de auténticas sectas satánicas. Expulsado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar por la ventana. O sea, expulsado de la fe, ha regresado con la superstición.( ) Si muchos encontraron absurdo creer en el demonio es porque se basan en libros, pasan la vida en las bibliotecas o en el escritorio, mientras que al demonio no le interesan los libros, sino las personas, especialmente los santos. (...) Lo más importante que la fe cristiana tiene que decirnos no es que el demonio existe, sino que Cristo ha vencido al demonio. Cristo y el demonio no son para los cristianos dos príncipes iguales y contrarios. Jesús es el Único Señor; Satanás no es sino una criatura «echada a perder». Si le es concedido poder sobre los hombres es para que los hombres tengan la posibilidad de hacer libremente una elección de campo y también para que no «se ensoberbezcan» creyéndose autosuficientes y sin necesidad de ningún redentor. ( ). Con Cristo no tenemos nada que temer. Nada ni nadie puede hacernos mal, si nosotros mismos no lo deseamos. Satanás, decía un antiguo Padre de la Iglesia, tras la venida de Cristo, es como un perro atado en la era: puede ladrar y abalanzarse cuanto quiera; pero si no somos nosotros los que nos acercamos a él, no puede morder. ¡Jesús en el desierto se liberó de Satanás para liberarnos de Satanás! Es la gozosa noticia con la que iniciamos nuestro camino cuaresmal.
P. RANIERO CANTALAMESSA
(EXTRACCIÓN - Comentario al Evangelio del primer domingo de Cuaresma-2005)
No estás sólo!!!
Tal vez estés pasando, de momento, alguna situación por la cual te «sientas solo...», desprotegido, como si nadie te amara... o se ocupara de ti. Querido hermano, aunque estés pasando por ese momento de «oscuridad», recuerda que hay UNO que TE AMA y TE AMA TANTO que hasta dio Su vida por ti en la Cruz: Su Nombre es JESÚS y Él nunca te abandona, Él siempre estuvo, Él está y estará contigo en TODO MOMENTO Y LUGAR. ¡No temas! ¡Él está contigo! «Aunque fuese por valle tenebroso, ningún mal temería, pues tú vienes conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan» (Salmo 23:4).
Milagros Hovhanessian
«DIOS SALVA»
*Dirección General: Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian
*Asesor Espiritual: Monseñor José Guido Pesce *Redacción:
Florencia Adanalian Alba Acosta Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Laura Gómez Lucía Hovhanessian Milagros Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Hugo Rucci Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini
*Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Distribución y envíos postales: Liliana E. de Francia y José Francia *Diagramación y Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian
CATECISMO
STAFF
Dice el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica acerca del Nombre de Jesús que, « dado por el ángel en el momento de la Anunciación, significa «Dios salva». Expresa, a la vez, su identidad y su misión, «porque Él salvará al pueblo de sus pecados» (Mt 1, 21). Pedro afirma que «bajo el cielo no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos» (Hch 4, 12).» (Nº 81) En efecto, Jesús sufrió y murió en la Cruz para salvarnos, como paga por nuestros pecados. Ese castigo por apartarnos de la Voluntad de Dios nos lo merecíamos nosotros. Pero Dios nos amó tanto que mandó un Sustituto, a Su Hijo Jesucristo, que cargó con todos nuestros pecados aunque jamás cometió alguno. Murió en nuestro lugar, entregó Su vida libremente por nosotros, y esta muerte forma parte del Designio de Dios. Dice el Catecismo en su Nº 599: «La muerte violenta de Jesús no fue fruto del azar en una desgraciada constelación de circunstancias. Pertenece al misterio del designio de Dios, como lo explica san Pedro a los judíos de Jerusalén ya en su primer discurso de Pentecostés: «Fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios» (Hch 2, 2) ( )». «Al fin de reconciliar consigo a todos los hombres, destinados a la muerte a causa del pecado, Dios tomó la amorosa iniciativa de enviar a su Hijo para que se entregara a la muerte por los pecadores ( )» (Compendio; Nº 118). Y Jesús, ejemplo de obediencia perfecta al Padre, cumplió en todo Su Voluntad. «Jesús ofreció libremente su vida en sacrificio expiatorio, es decir, ha reparado nuestras culpas con la plena obediencia de su amor hasta la muerte. Este amor hasta el extremo (cf. Jn 13, 1) del Hijo de Dios reconcilia a la humanidad entera con el Padre. El sacrificio pascual de Cristo rescata, por tanto, a los hombres de modo único, perfecto y definitivo, y les abre a la comunión con Dios.» (Compendio; Nº 122).
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«Cuando le llevaban echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo y le cargaron la Cruz para que la llevara detrás de Jesús». (Lucas 23:26). Que un hombre llevara la Cruz de Jesús, detrás de Él por un trecho, nos abisma como cristianos en un profundo misterio de Amor y Humildad. Sublime Amor del Salvador Jesús, que acepta morir por todos nosotros, llevando nuestros pecados y enfermedades sobre Sí... «¡Y con todo eran nuestras dolencias las que Él llevaba y nuestros dolores los que soportaba! Nosotros le tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado. Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados. Todos nosotros como ovejas erramos, cada uno marchó por su camino, y Yahvé descargó sobre Él, la culpa de todos nosotros. Fue oprimido, y Él se humilló y no abrió la boca. Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja que ante los que la trasquilan está muda, tampoco Él abrió la boca.» (Isaías 53:47). Plena Humildad, que es capaz de permitir que un hombre, ayude al «Dios hecho hombre». En «Simón de Cirene» se patentiza la concreta realidad: la cruz era para todos y cada uno de los hombres, sin distinción. Que todos éramos reos merecedores de condenación y muerte y que aún muriendo todos, cada uno en una cruz, no podíamos salvar ni a uno solo... «todos pecaron y están privados de la Gloria de Dios» (Romanos 3:23) ¿Quién es entonces el «VERDADERO CIRENEO» en realidad...? ¿No es Aquel que cargó por todos la Cruz de manera
definitiva y absoluta para la Salvación del «hombre todo» y de «todos los hombres»...? En el «Drama del Calvario», el «Cordero de Dios» murió por todos nosotros, librándonos de toda maldición: «Muerte», «enfermedad», «miseria»... «Salario aciago del pecado». «Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose Él mismo maldición por nosotros, pues dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero, a fin de que llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, la bendición de Abraham, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la Promesa.» (Gálatas 3:13-14) ¿Revelador verdad...? ¡Gloria a Jesucristo! En el «Monte Calvario» siguió resonando la misma sentencia que «escuchó» Moisés en el «Monte Sinaí», al recibir la Ley de Dios que como «Justo Juez» decretaba el castigo al malhechor: «LE CORRESPONDE LA PENA DE MUERTE»... El mismo Dios, el mismo Juez, la misma Ley, la misma sentencia... Con una única diferencia: EL DIVINO «CIRENEO» -solo Él podía hacerlo- TOMÓ NUESTRO LUGAR Y MURIÓ POR TODOS NOSOTROS, CLAVANDO EN LA CRUZ EL ACTA DE CONDENACIÓN QUE PESABA SOBRE TODOS NOSOTROS... «Canceló la nota de cargo que había contra nosotros, la de las prescripciones con sus cláusulas desfavorables, y la suprimió clavándola en la cruz. Y, una vez despojados los Principados y las Postestades, los exhibió públicamente, incorporándolos a su cortejo triunfal.» (Colosenses 2:14-15) ¿Poderosísimo, verdad...? ¡Gloria al Señor! Me mostraba el Espíritu Santo en mi corazón, de manera sencilla y amorosa, como Él sabe hacerlo, lo siguiente: «Simón de Cirene» tipifica a cada hombre y mujer, que en el
El Divino «Cireneo» Evangelio muestra «por un instante» -así como una «diapositiva»- la imagen real de cada uno y a la vez como si fueran imágenes que se trasponen, pues «no fue el Cireneo Simón quien hizo algo que debe asombrar», sino que es Jesús el «Divino Cireneo» el que hizo lo ¡¡ASOMBROSO!! ¡Cristo llevó nuestra cruz, muriendo en ella por nosotros para darnos Salvación y Vida Eterna! «...YA NO HAY CONDENACIÓN PARA LOS QUE ESTÁN EN CRISTO JESÚS.» (Ver Romanos 8:1)
¿Glorioso, verdad...? ¡Gracias, Oh Amado Señor! Hermanos, caminemos en las Huellas del Divino «Cireneo», sirviéndole como Él se merece, con amor, con fervor y gratitud, siendo a la vez un humilde «Cireneo», para todo aquel que sufre, identificándonos con el dolor de nuestro prójimo... Para la Gloria del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo... ¡Amén! ¡Amén! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
CIRENEO»
«
CAMINO AL CALVARIO, EL CORDERO CARGANDO AQUEL PESADO MADERO AZOTADO, HUMILLADO, ESCARNECIDO... POR DELANTE ESE MONTE SOMBRÍO DOLOR QUE CORRE COMO UN RÍO... ¡OTRA VEZ, BAJO ESE PESO... CAÍDO! DETIENEN A UNO QUE... PASABA Y SIN SABER LO QUE LE ESPERABA LO OBLIGAN A LLEVAR LA CRUZ... LAS MIRADAS, LOS GRITOS, LA SINRAZÓN DETRÁS DEL CORDERO, MARCHA SIMÓN EL «CIRENEO», SIGUIENDO A JESÚS...
facebook.com/JuanCarlos Hovhnessian
Muchas veces al hablar sobre una película famosa que trata sobre la Pasión de Cristo, escucho que la gente dice que las escenas del flagelo de Jesús son «muy exageradas» y «se pasan» de la realidad. Dicen: «Eso no fue tan así...» o «Me parece que se pasaron un poquito...». Admito que yo tenía el mismo pensamiento. Claro, ver a un hombre cubierto de sangre, soportando tales sufrimientos sin
esperar nada a cambio nos lleva a pensar que no es posible... Pero, en mi Comunidad me predicaron: «Él, en cambio, fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Sobre Él descargó el castigo que nos sana y con sus cicatrices nos hemos sanado.» (Isaías 53:5Versión: La Biblia de Nuestro Pueblo). Y ya no me pareció irreal aquel cuadro cruento de aquel famoso film.
ASÍ, COMO POR LA FE, HOY «LO VEO», «SIMÓN, NUESTRA IMAGEN MOSTRÓ»... JESÚS, CON NUESTRA CRUZ CARGÓ... ¡EL SEÑOR ES EL DIVINO «CIRENEO»! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
Al contrario, me dije: «¡Y qué cortos se quedaron!», porque una persona que es «triturada» no puede quedar menos que así. También estaba equivocada en otra cosa: Jesús no estaba haciendo eso «por nada»: lo hacía por mí, LO HIZO POR TI!!! Para que nosotros fuéramos libres. ¡¡Gracias JESÚS!! Con Tu Vida me diste SALVACIÓN, SANIDAD Y VIDA ETERNA. Lourdes Chiappetta
Qué cortos se quedaron!!! www.elpoderdelespiritu.org
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buena obra: buena recompensa
La Vida es...
¡Sagrada!
El 25 de marzo se celebra la Solemnidad de la Anunciación del Señor. El Evangelio según San Lucas relata este acontecimiento, en el que fue concebido en el seno virginal de María, por obra y gracia del Espíritu Santo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo (ver Lucas 1:26-38). En atención a esta fecha, nuestra Nación ha declarado en el año 1998, al 25 de marzo de cada año como «Día del Niño por Nacer» (Decreto 1406/98), siendo pionera entre muchos otros países. Tal decreto refiere: « se estima conveniente que el Día del Niño por Nacer se celebre el 25 de marzo de cada año, fecha en que la Cristiandad celebra la Anunciación a la Virgen María, en virtud de que el nacimiento más celebrado en el mundo por cristianos y no cristianos es el del Niño Jesús cuyo momento de concepción coincide con dicha fecha». Reconoce asimismo una verdad indiscutible al decir: « para nuestra Constitución y la Legislación Civil y Penal, la vida comienza en el momento de producirse la concepción». Lamentablemente, en muchas sociedades incluida la nuestra, el aborto asesinato de los más indefensos- se ha tornado una práctica común y se ha instalado el falso paradigma de considerar a los embriones como «carentes de dignidad humana», como si fuesen «algo más» sobre lo que la mujer pudiera decidir dejar o quitar de su cuerpo; e incluso bajo falsos pretextos científicos, son «producidos» como «material biológico» disponible para experimentar. La Doctrina de la Iglesia es muy clara al respecto y se opone absolutamente a tales prácticas: «Toda vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte, es sagrada, pues la persona humana ha sido amada por sí misma a imagen y semejanza del Dios Vivo y Santo.» (Catecismo Nº 2319). Agustina Spegazzini
«Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, se llegó a Él una mujer que traía un vaso de alabastro, de ungüento precioso, y lo derramó sobre la cabeza de Él, estando recostado en la mesa. Y cuando lo vieron sus discípulos, se indignaron diciendo: «¿A qué fin este desperdicio? Porque podía eso venderse en mucho precio y darse a los pobres». Mas entendiéndolo Jesús, les dijo: «¿Por qué sois molestos a esa mujer? Pues ha hecho conmigo una buena obra. Porque siempre tenéis pobres con vosotros: mas a mí no siempre me tenéis. Porque derramando ésta este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo hizo. En verdad os digo, que en todo lugar, donde fuere predicado este Evangelio en todo el mundo, se contará también lo que ha hecho para memoria de ella» (Mateo 26:6-13). San Juan Crisóstomo reflexiona acerca de este pasaje: «( )Las victorias de muchos reyes y de grandes capitanes han sido olvidadas en la memoria de los hombres; así como la mayor parte de los que fundaron ciudades y redujeron a esclavitud muchas naciones, ni de palabra ni de nombre, han sido conocidos. Mientras que esta mujer que derramó este bálsamo en la casa de cierto leproso, en presencia de doce hombres, es celebrada por todo el orbe de la tierra, y la memoria de su hecho no se ha borrado a pesar de tanto tiempo como ha transcurrido. ¿Pero por qué nada especial prometió a esta mujer más que una memoria eterna? Porque de estas palabras claramente pudo entenderse que si había hecho una buena obra era evidente que recibiría buena recompensa». Todo lo que tú haces por tu prójimo -aunque pueda parecer «un derroche»- en obediencia a la Palabra de Dios es como si lo hicieras por el mismo Cristo (ver Mateo 25:40). Él te recompensará con toda clase de bendiciones espirituales y materiales!!!
POR AMOR A NOSOTROS Y POR OBEDIENCIA AL PADRE
Jesús tomó nuestro lugar en la Cruz. Nosotros, por nuestros pecados, merecíamos ese lugar. Imaginar ese momento... el de Jesús en la Cruz, me emociona hasta las lágrimas. Verlo allí , colgando de ese madero; siendo Él, puro y sin mancha; Su cuerpo desgarrado por los azotes; Sus manos clavadas, al igual que Sus pies; la corona de espinas clavada en Su cabeza. Él no merecía nada de esto, pero sin embargo POR AMOR A NOSOTROS Y POR OBEDIENCIA AL PADRE tomó nuestro lugar y nosotros, gratuitamente, sin sufrimiento, obtuvimos la Salvación. La muerte de Jesús nos reconcilió con el Padre (Romanos 5:10). En Filipenses 2:6-11 dice que Jesús «siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de Sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al Nombre de Jesús, toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para Gloria de Dios Padre.» Este pasaje nos muestra Su Obediencia, Su humillación y cómo el Padre premió todo eso, exaltándole. Disfruta de tu Salvación, Cristo lo hizo posible. Dios te bendiga!!! Florencia Adanalian
«...de ella no se saca ningún provecho» Estudios recientes sobre la conducta humana, indican que ser optimista no sólo trae beneficios físicos sino que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Buenas noticias que nos llegan, en la era de las comunicaciones. Pero en esto de la alegría y el optimismo la Biblia lleva una gran ventaja . Hay -en el libro del Eclesiástico- un párrafo dedicado a la alegría que dice así: No te abandones a la tristeza, ni te atormentes con tus pensamientos. La alegría de corazón es vida para el hombre, y la felicidad le alarga los días. Distrae tu alma y consuela tu corazón, aparta de ti la tristeza; pues la tristeza ha perdido a muchos, de ella no se saca ningún provecho. Envidia y malhumor acortan los días, las preocupaciones producen vejez prematura. Un corazón radiante tiene buen apetito, y le aprovecha todo lo que come. (Eclesiástico 30:21-25). Para tener en cuenta... ¿no te parece?
TIERRA DE MIS MAYORES «HAIASTAN» VIVE EN MÍ, TU CRISTIANA SIMIENTE, CORRE EN MIS VENAS SANGRE VALIENTE DE LOS MÁRTIRES QUE NUNCA MORIRÁN. SOBRE TU ARARAT SE POSABA UN DÍA EL ARCA CUAL PALOMA MENSAJERA ANUNCIANDO QUE SERÍAS LA PRIMERA QUE COMO NACIÓN A CRISTO ADORARÍA. BIENAVENTURADOS LOS QUE HAN CREÍDO, DICHOSOS QUIENES EN DIOS CONFÍAN HASTA A LA MUERTE ESTOS DESAFÍAN PUES NO HAY PEOR MUERTE QUE EL OLVIDO.
Haiastan
RAZA BENDITA DE CORAZÓN CRISTIANO JAMÁS PUDO CONTRA TI NINGÚN TIRANO, ARMENIA, EL SEÑOR ES TU GUARDIÁN. TIERRA DE SOL, MONTES, VALLES Y MARES DE FLORES, DE VINO, DE POETAS Y CANTARES VIVE DIOS EN TU ALMA «HAIASTAN». JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
Dedicado a Armenia: «Haiastan», la tierra de mis mayores, mi raza, mis raíces; de los mártires que dieron su vida para vivir siempre en el cristiano amor.
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«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.» (Mateo 5:13). Jesús dirige esta Palabra a todos Sus discípulos. Es tanto para los de aquel momento, como para ti y para mí, porque «discípulo» es todo aquel que aprende del Maestro y pone en práctica Sus enseñanzas. Aquí el Señor nos enseña, nos revela de un modo maravilloso, cuál es nuestra función como cristianos en la sociedad: ser «la sal de la tierra». Esa es la manera de influenciar e impregnar nuestro entorno con el Evangelio de Jesucristo. Pero para comprender cuán importante es esta figura de la «sal» que Jesús utiliza, debemos situarnos en el contexto bíblico y conocer ciertas costumbres relevantes de la época. Comenzando con el hecho de que la sal siempre fue muy valiosa, podemos mencionar: * Los soldados romanos recibían como pago de cierta parte de sus haberes determinada cantidad de sal; razón que ha dado origen al término actualmente utilizado para referirse a la remuneración por el trabajo: salario. * Era costumbre en Oriente regalar sal como señal de amistad, puesto que esta era una forma de significarle a esa persona que quería entablarse una amistad. * También era costumbre en la antigüedad que pequeños pueblos o tribus que estaban desprotegidos concurrieran donde un poderoso y le ofrendaran sal. Si esa persona aceptaba, desde ese momento los débiles quedaban bajo su amparo. * Las ofrendas bíblicas, las ofrendas levíticas eran ofrecidas como «olor agradable» a Dios. Esas ofrendas se sazonaban con sal. Por ejemplo, leemos en Levítico 2:13: «Sazonarás con sal toda oblación que ofrezcas; en ninguna de tus oblaciones permitirás que falte nunca la sal de la alianza de tu Dios; todas tus ofrendas llevarán sal». Querido hermano, quiero decirte que estas ofrendas representan hoy nuestra vida consagrada a Dios en el Nombre de Jesús. Y así como Dios ordenó sazonar con sal todas las ofrendas, así también tu sacrificio hoy, tu alabanza, tu adoración, tu entrega a Dios, toda tu vida cristiana debe estar sazonada con sal. Esto es, que tu devoción personal, tu vida en la Iglesia y tu vida de cristiano han de ser «sabrosas», agradables a Dios, fruto de un corazón sincero, que ama y obedece. * En la Biblia muchos pactos -o alianzas- son llamados «pacto de sal». He aquí uno de ellos: «¿Acaso no sabéis que Yahvé, el Dios de Israel, dio el reino de Israel para siempre a David, a él y a sus hijos, con pacto de sal?» (2 Crónicas 13:5). Aquí vemos que Dios hace un «pacto de sal» con David, en donde le promete que siempre se mantendría su trono y que de allí vendría el Mesías, y Dios siempre cumple Su
La sal
de la tierra
DIEGO HOVHANESSIAN
Palabra, pues la Persona Maravillosa de Nuestro Señor Jesucristo es descendiente de David. «¿Come alguien lo soso sin sal?, ¿tiene sabor la clara de huevo?» (Job 6:6). La sal sirve para dar sabor a las comidas. Tú eres sal, tú debes -con Jesucristo- cambiar el gusto de las cosas, en tu familia, junto a quienes te rodean. ¡Gloria a Dios porque podemos decir que somos sal para nuestra Argentina! Ahora quiero compartir contigo tres utilidades importantes de la sal: 1°- Funciona como antiséptico, pues evita que los gérmenes infecten y actúen causando
NOSOTROS LES DAMOS «SED»...
CRISTO LES DA EL AGUA daño. Además, desde la antigüedad ha sido utilizada como método de conservación para algunas cosas impidiendo que éstas se pudran, se echen a perder o se corrompan. Y aquí me detengo porque hay una enseñanza muy importante para nosotros hoy: somos comprometidos por la Palabra a ser «sal», a preservar nuestra vida (del pecado, del engaño, de las impurezas, de lo que corrompe ) y a cuidar, a ser un medio para «conservar» limpio y puro nuestro entorno, sanear las relaciones en la familia, el trabajo, llevando adelante determinado proyecto, etc. La sal también es un elemento que depura las aguas, según leemos en 2 Reyes 2:20-21, donde el profeta Eliseo pide sal y la arroja a un manantial que no era potable, y esas aguas quedaron saneadas y permitieron ser bebidas y calmar la sed. En Tobías 6:6 leemos: «El joven abrió el pez y tomó la hiel, el corazón y el hígado. Asó parte del pez y lo comió, salando el resto. Luego continuaron su camino ». Todo lo que es salado no se contamina, no se corrompe, no se deteriora. Hermano querido: e l creyente no puede -ni debecorromperse con «el mundo»: « así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta » (1Pedro 1:15). Jesús dice: «Buena es la sal; mas si la
sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis?...» (Marcos 9:50). No permitas nada en tu vida que sea raíz de pecado, por mas «pequeña» que pueda parecer esa situación, porque tú eres sal y no debes perder tu sabor, al contrario, debes influir con el Evangelio de Jesucristo a los demás. 2°- La sal provoca sed. Tú tienes que provocar sed de Dios en la vida de los que te rodean, dando testimonio con tu manera de vivir, de lo que Jesús hizo -y hace- en ti. « Y el que tenga sed, que se acerque, y el que quiera, reciba gratis agua de vida.» (Apocalipsis 22:17). No eres tú quien les da el agua, es Cristo, pero previamente tú les diste SED. A eso fuiste llamado Aleluya!!! 3°- La sal se usa como generadora de sabor, por ejemplo dando gusto a las comidas. Lamentablemente nuestra sociedad carece de «sabor», es insípida Son muchos los que cada día transitan su vida abatidos, desesperanzados... viviendo como si nada tuviera sentido. Los cristianos somos el instrumento elegido por Dios para transformar esta realidad. Vamos por más, querido hermano, porque hay mucho por hacer!!! Finalmente hay un detalle muy saliente respecto a la sal. En Marcos 9:50 Jesús habla de la sal que se vuelve «insípida» y en Mateo 5:13 dirá «si la sal se desvirtúa». Esto refiere a lo mismo, es decir, a la sal que pierde su esencia. Ahora bien, alguien podrá decir: «¿cómo puede ser esto si la sal nunca pierde su condición...?». Sin embargo esto no es así, porque la sal de la que Jesús habla en el Evangelio alude particularmente a una clase de sal que se acumulaba en los techos de las casas, la cual con el paso del tiempo -y al no ser usada- perdía sus condiciones. No dejó de ser sal, pero quedó insípida, sosa; aplicado al creyente podríamos decir: triste. Triste es la vida de quien «perdió» su sabor y ahora ya no puede testificar el Amor de Jesús, pasa «como uno más», sin preservarse de lo que corrompe y por supuesto, sin poder ser un instrumento de paz y evangelización en su entorno. Y si la sal se desvirtúa, dice Jesús que «ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres». Una declaración que suena «muy fuerte» pero absolutamente real. Querido hermano Dios nunca hizo cosas que no sirven. Es la decisión y la determinación de cada uno la que establece la utilidad o no. Dios todo lo hizo bien: incluyéndote a ti y a mí!!! Debemos estar «llenos de sabor», conservando las propiedades que Dios nos dio, cuidando y renovando nuestra consagración a Él cada día. Hermano, di: «¡NO!» a todo lo que quiera apártate de esta tarea que Jesús te encomendó, en el Poder del Espíritu Santo y para la Gloria de Dios Padre. Amén!!! EXTRAÍDO DE LA PRÉDICA DE MARZO DE 2000 www.elpoderdelespiritu.org