Type is Horror by Ricard Badia

Type is Horror Ricard Badia

Type is Horror

7 8 9 10

Años 20 El gabinete del doctor Caligari Nosferatu El fantasma de la ópera

12 14 15 15

Años 30 La novia de Frankenstein King Kong Ghoul

25 27 28 29 30

Años 50 House on haunted hill Los crímenes del museo de cera Las diabólicas El extraño caso del hombre y la bestia

32 35 37 38 41

Años 60 Psicosis Repulsión Los pájaros El fotógrafo del pánico

42 44 45 46

Años 70 La matanza de Texas El exorcista Haloween

49 50 51 54

Años 80 Posesión infernal Pesadilla en Elm Street Poltergeist

57 58 61

Años 90 El silencio d elos corderos Scream

La maldición trajana

Type is Horror A lo largo de este catálogo vamos a analizar distintos carteles de películas de terror, década a década haremos un recorrido a lo largo del siglo XX, introduciendo qué es lo que se hacía cinematográficamente en este género y cuales eran las tendencias y últimos avances técnicos en el mundo del diseño y la tipografía. Así veremos si los carteles reflejan un paralelismo entre todos estos campos. El tratamiento tipográfico de estos carteles fue y es clave, por eso vamos a ver cómo ha evolucionado su uso con el paso de los años. Aunque muchos carteles se diseñaron a base de léttering, es ésta técnica un precedente al uso de tipografía en los carteles, y es importante tenerlo en cuenta y analizarlo para saber por qué se hizo lo que se hizo.

Type is... Stanley Morison definió la tipografía como el arte de disponer correctamente el material de imprimir, de acuerdo con un propósito específico: el de colocar las letras, repartir el espacio y organizar los tipos con vistas a prestar al lector la máxima ayuda para la comprensión del texto. Estamos hablando de la disciplina que trata el tema de los tipos, tales como su diseño, su tamaño y las relaciones visuales que se establecen entre ellos. Como ya se ha dicho anteriormente, para el mundo del cartelismo de cine, sea el género que sea, el manejo tipográfico es esencial. Con un cartel se pretende dar un mensaje, en este caso mensajes de terror, intriga o misterio, sea el mensaje que sea, la manera en que el diseñador trate las letras que van a rotular el cartel condicionará su funcionalidad, es importante un buen trabajo tipográfico para que el mensaje llegué al espectador.

Horror is... El cine de terror es un género cinematográfico que se caracteriza por su voluntad de provocar en el espectador sensaciones de miedo, disgusto, repugnancia, tensión o incomodidad. A lo largo del siglo XX han sido distintas las formas en que se han provocado estas sensaciones, desde la adaptación de clásicos literarios a monstruos fantásticos o asesinos en serie. Pero siempre ha habido un paralelismo entre el mensaje que da el film con el que transmite su cartel. Por eso, los carteles de películas de terror están cargados de contenidos que no pretenden otra cosa que transmitir todos esos sentimientos de horror. En este catálogo vamos a ver de qué recursos gráficos se bastaron para conseguirlo.

Taste the blood of Dracula (El poder de la sangre de Drácula, 1970) Reino Unido 76 x 102 cm

A単os 20

“El cine de terror europeo se vió claramente influenciado en sus carteles por la escuela Bauhaus, nucleo central del diseño durante esta década.”

Años 20

Fotograma de Nosferatu, 1922

Aunque los hermanos Lumière ya habían aterrorizado a los espectadores con L’arrivée d’un train à La Ciotat (La llegada del tren), no es hasta esta década cuando aparecen los primeros títulos considerados cine de terror. Influenciadas por los movimientos vanguardistas del momento, como por ejemplo el expresionismo, aparecieron películas como: Das Cabinet Des Dr. Caligari (El gabinete del Dr. Caligari, 1920), Nosferatu, Eine Symphonie Des Grauens (Nosferatu, 1922) y The Phantom Of The Opera (El fantasma de la ópera, 1925) entre otras. Estos títulos abrieron la veda a la época del cine de terror clásico, guiones estandarizados basados en novelas y textos del siglo pasado y principios del XX (Drácula, Frankenstein, etc...) que se alargó hasta la década de los

40-50 aproximadamente. En el campo de la tipografía los años 20 fueron la década de la eclosión de pensamientos extremos, tanto conservadores como progresistas. El mundo de la publicidad y comercial se alimentó de la experimentación tipográfica y los conservadores querían revivir los máximos exponentes de la historia tipográfica, pues creían que sus valores debían mantenerse. Durante esta época la tipografía se posiciona como flujo creativo entre las bellas artes y la arquitectura y gana valor como instrumento comercial y político. Aparecen tipografías como la Futura de Tschichold, la minimalista Bayer con la escuela Bauhaus como núcleo central del diseño y diseñadores emblemáticos como Aleksandr Rodchenko. 7

El gabinete del dr.Caligari El gabinete del dr. Caligari nació después del horror de la primera guerra mundial, de hecho, dos soldados veteranos de dicha guerra, Hanz Janowitz y Carl Mayer escribieron su guión como una metáfora política del momento y es considerada la primera película artística y primera película de terror de la historia. Su cartel fue diseñado por Bernhard Atelier Ledl, aunque no contiene tipografía, al igual que muchos carteles del mismo periodo, se basta del léttering para ilustrar los títulos, inspirado en el expresionismo y toda la estética del film, con esas letras de formas poligonales y abstractas pretende transmitir su atmósfera surrealista concorde con la ilustración del cartel. 8

“Con el léttering se pretendía crear títulos con formas abstractas para transmitir sensaciones de miedo.”

El gabinete del dr. Caligari

A la izquierda, Das Cabinet Des dr. Caligari (El gabinete del dr. Caligari, 1919) Austríaco 127 x 95cm. Diseñado por Bernhard Atelier Ledl A la derecha, Nosferatu, 1922 Checoslovaco 98 x 80 cm

También encontramos léttering en este cartel checoslovaco de Nosferatu, diseñado por Kriz Karlin en 1922 para el film de F.W.Murnau. La película, basada en la novela de Drácula (pero con título diferente por problemas de derechos) narra la historia de sobras conocida del famoso vampiro refugiado en su castillo y que atemoriza a la población. En cuanto al cartel, el artista ha creado estas letras temblorosas que no pretenden otra cosa que transmitir sensación de miedo. 9

The Phantom of the opera (El fantasma de la ópera, 1925) Estados Unidos 206 x 206 cm

El fantasma de la ópera El fantasma de la ópera de 1925, adaptación de la novela de Gaston Leroux, es una de las más populares historias sobre fantasmas, su cartel original, de formato cuadrado (206 x 206 cm) goza de una rotulación basada en una tipografía geométrica muy clara y gruesa, acorde con los descubrimientos tipográficos de la década. Su intención es la de destacar, imponer una jerarquía en la información que aparece y mantenerse en armonía con la ilustración. 10

Escena de El fantasma de la ópera, 1925.

Como hemos podido observar, en está década y en las siguientes hasta los años cincuenta, el cartelismo del cine de terror se sustenta del léttering, y fue este el antecedente a las aplicaciones tipográficas en las posteriores obras del género. Letras con formas abstractas, surrealistas y excéntricas que pretenden transmitir el mensaje clave de estas películas: dar miedo, y hay que tener en cuenta que la gente de esa época se asustaba con cualquier cosa que se saliese de lo normal, de ahí esos trazos y formas. 11

Años 30 Años 30 Esta década, ensombrecida por la gran depresión económica y culminada por el inicio de la segunda guerra mundial experimentó la Edad Dorada del cine de terror, incluso una gran época para el cine en general, pues se preparaba para dar uno de sus saltos técnicos más importantes, el paso del cine mudo al cine sonoro, este avance técnico cambió el sector de forma espectacular, consiguiendo transmitir al espectador nuevas sensaciones y emociones. Mientras Estados Unidos intentaba levantar cabeza 12

tras el Crack del 29, paralelamente el cine de horror se revolucionaba con la aparición de los monstruos clásicos, leyendas del cine de terror como Béla Lugosi, Boris Karloff, y Christofer Lee encarnaron a iconos del terror como Drácula, la momia y el monstruo de Frankenstein. También fue la década de clásicos como King Kong y La parada de los Monstruos. Aunque tiene su lógica, con frecuencia, la intensa sombra que durante los años treinta dominó el panorama del horror en el cine ha logrado eclipsar algunas películas, algunos autores y hasta algunos estudios que generalmente se suelen mencionar fuera de este periodo, como si nada tuvieran que

ver con la Edad Dorada que el cine de terror experimentó a lo largo de los años 30. En cuanto al campo de la tipografía, esta se vio afectada por la aparición de los nazis al poder, muchos diseñadores tuvieron que exiliarse por la campaña ideológica del nuevo gobierno alemán, donde todo movimiento moderno era llamado Kulturbolschewismus (bolchevismo cultural). La gran afectada fue la escuela Bauhaus, pues fue obligada a cerrar sus puertas como cuna del diseño en Europa. Pero paradójicamente, la ola represiva que desarrollaron los nazis en Alemania, y más tarde en Austria, Holanda y Francia, extendió

Arriba a la izquierda Bela Lugosi interptetando a Drácula. Arriba a la derecha el monstruo de Frankenstein por Boris Karloff.

“Aunque Estados Unidos se hundió en una enorme depresión económica, esos años fueron una gran época dorada para el cine y el diseño.”

aun más por el mundo las ideas promovidas por el grupo de artistas y diseñadores relacionados con la escuela, dado que tuvieron que emprender el exilio llevando sus conocimientos a países como Gran Bretaña y Estados Unidos, (donde se empezaba a cocer la principal industria cinematográfica). En los años treinta se empezaron a detectar los primeros resultados de la nueva tipografía, donde todo diseño se basaba en un orden modulado. Todas las formas se estructuraban de forma flexible pero firme sobre retículas. 13

The Bride of Frankenstein (La novia de Frankenstein, 1935) Estados Unidos 104 x 69 cm Diseñado por Karoly Grosz

Karoly Grosz (1930 - 1996)

La novia de Frankenstein Karoly Grosz, por aquel entonces director de arte de Universal Studios, fue encargado del diseño de la mayoría de carteles de aquella gloriosa época del cine de terror. Aunque muchos de sus carteles no fueron bien recibidos por la productora, los diseños de sagas como la de El hombre invisible y Frankenstein son considerados hoy grandes piezas del diseño vanguardista. Por ejemplo este cartel de The Bride Of Frankenstein (La novia de Frankenstein, 1935), uno de los capítulos más emblemáticos de la saga encarnada por Boris Karloff, vemos un uso del léttering basado en una tipografía geométrica y de acabados diagonales, todo ello estructurado de forma que se ve un claro uso de algún tipo de retícula. 14

King Kong La mezcla perfecta de aventura, ciencia-ficción y terror, King Kong se convirtió en leyenda gracias a los efectos stop-motion de Willis O’Brien rompedores por aquel entonces. El cartel, de Barret McCormick y Bob Sisk, ilustra la mítica escena del mono gigante encima del Empire State y en cuanto al títulos volvemos al léttering llamativo, pero para los créditos inferiores vemos un uso tipográfico acorde con el momento.

Ghoul Seguimos con Boris Karloff con The Ghoul (sin traducción al español) de 1934, el film de origen británico, fue la primera película que Boris realizó al margen de Universal Studios, pero la cinta se perdió desapareciendo durante los siguientes 31 años hasta que fue hallado un fragmento de ocho minutos de la película en los que aparecían escenas con alto contenido de violencia, aparentemente este fue el motivo por el cual se perdió la pista del título convirtiéndose después en una pieza de coleccionismo. El cartel, diseñado por Marc Stone sigue claramente el estilo de la época, con una clara influencia del estilo suizo vemos como el diseñador ha tratado la tipografía. King Kong, 1933. Estados Unidos 104 x 69 cm. Diseñado por S. Barret McCormick y Bob Sisk. The Ghoul, 1934. Británico 224 x 102 cm. Diseñado por Marc Stone.

“La segunda guerra mundial creó su propia demanda al mundo del diseño gráfico.”

Escena de El hombre lobo, 1941.

Años 40 Con la aparición de la segunda guerra mundial, el cine de terror sufrió una crisis aunque no tan grave como con la primera , realmente afectó a todo el mundo del cine en general, pero el hecho de que medio mundo entrase en guerra, los gobiernos impulsaron la industria del cine hacia títulos que alzasen la moral de su gente o directamente para que se hicieran películas con fines propagandísticos, como por ejemplo el cine en la Alemania nazi. Se dejaron a un lado los temas escabrosos, la gente quería distraerse, ya tenían suficientes miedos y problemas como para pagar para pasar todavía más miedo. Por ello, el cine de 16

terror pasó a un segundo plano apareciendo así el género por todos conocido Serie B. Invasiones de la tierra por parte de extraterrestres con muy bajo presupuesto, monstruos pasados de rosca y un sin fin de títulos de dudosa calidad. Se empiezan a ver los temas que serán estrella en los años siguientes. Aparecen las criaturas que están basadas en leyendas o cuentos no tan populares como en la década de los 30. En el campo del diseño también se sufrió una crisis, pero de modo distinto. Todas las ideas que se habían ido fraguando durante la década anterior se vieron frenadas con la aparición de la segunda guerra mundial. Las necesi-

Años

dades bélicas eclipsaron los recursos, las ideas y la experimentación. Pero la guerra creó su propia demanda en el campo del diseño, el cartel se convirtió en la pieza protagonista, los gobiernos necesitaban de la propaganda gráfica para el apoyo moral a sus tropas y a sus poblaciones, y este fue el medio principal de comunicación

para ello. Se exigía a los diseñadores que sintetizasen largos mensajes en la menor cantidad de palabras posible para que fuesen rápidamente interpretados por el público. Tipografías sencillas y claras, poca ornamentación y énfasis en el mensaje, fueron las claves del diseño durante este periodo de guerra y posguerra.

La máscara de fuego

Titulada originalmente: The Face Behind the Mask (1941) y dirigida por un habitual de la serie B en la Columbia, Robert Florey, la película sirve como perfecto resumen a la situación del cine negro a principio de los cuarenta en los Estados Unidos: nos encontramos en unos años decisivos y de transición donde la obvia influencia de los despatriados europeos marcaría

el camino de las producciones en los años siguientes. El cartel, por Anselmo Ballester, fue el que se usó en las carteleras italianas, vemos que a diferencia de los primeros títulos de terror, se intenta ser más sutil con el mensaje, y se carga mínimamente en cuanto a información, por ejemplo, vemos tan solo los nombres de los dos protagonistas y del director en los créditos.

Cartel hecho por Siebel durante la segunda Guerra Mundial en el que se alerta sobre las consecuencias de facilitar información al enemigo. “Alguien habló”.

The face behind the mask (La máscara de fuego, 1941) Italia 201 x 140 cm Diseñado por Anselmo Ballester

Jack el destripador El mayor asesino en serie de la historia, Jack el destripador ha tenido más libros escritos sobre él que todos los presidentes de Estados Unidos juntos, y lo mismo ocurre en el cine, han habido multitud de adaptaciones a la gran pantalla. Born Roger Jacquier, también conocido como Roger Rojac (1913-1997) tuvo una prolífica carrera en el diseño de carteles de cine. Encargado de una gran cantidad de proyectos franceses, alemanes y americanos, también fue el encargado de este cartel de The Lodger (Jack, El destripador, 1944). Seguimos con el uso de letras claras y expresivas, poca ornamentación donde lo principal es el mensaje.

En la doble página anterior The seventh Victim (La séptima víctima, 1943) Estados Unidos 91 x 36 cm The Lodger (Jack el destripador, 1944) Francés 160 x 119 cm Diseñado por Roger Rojac

La mujer pantera Cat People (La mujer pantera, 1942) marcó un antes y un después en el cine de terror, el guión de Val Lewton innovaba en su estructura, era sutil, sugestivo y la tensión aumentaba gradualmente a lo largo de la cinta. Esto no agradó mucho a los jefes de la productora cuando vieron la película terminada, pero otra cosa fue en taquillas, el título se convirtió en un éxito para el público. El diseño de este cartel italiano, por parte de Georgio Olivetti, se sustenta de un léttering más elaborado, y una letra clara y sencilla para los créditos.

Cat People (La mujer pantera, 1942) Italiano 140 x 99 cm Diseñado por Georgio Olivetti

A単os 50

Escena de la versión de Jack el destripador de la productora Hammer

“El miedo a los efectos de la radioactividad durante la guerra fría influyó en muchas películas de terror, la mayoría de monstruos eran producto de lo nuclear.”

Años 50 La década de los cincuenta hace de puente entre el cine clásico que hemos comentado hasta ahora, el cual ha quedado bastante desfasado para nuestra época actual, y la segunda mitad del siglo XX, donde veremos la explosión del género y su ramificación en miles de sub-estilos. Esta década vio nacer la productora Hammer, que se encargó de “fichar” a todos los monstruos clásicos que nacieron a partir de la década de los treinta y acabó de explotarlos creando títulos con infinitas secuelas y adaptaciones. Cabe destacar que con el inicio de la guerra fría a partir de los años 50, la energía nuclear se convirtió en la excusa perfecta para todo tipo de películas de terror, los zombies ya no eran por brujería del voodoo, si no por mutaciones nucleares. ¿Hormigas gigantes del espacio exterior? Sí, debido a la energía nuclear. Godzilla y demás criaturas mons-

truosas destruyen Tokyo, debido a la energía nuclear, etc. Los conceptos vertidos en los años treinta fueron consolidados en esta década, pero al poco comenzó a aparecer en forma de boceto algo que en el período siguiente surgió de manera arrolladora: el enemigo empezaba a poner en riesgo los cimientos de una sociedad en decadencia. Los monstruos reflejaban los valores de la sociedad cada vez más cuestionados, y dejaban en duda quien era realmente el malo. En cuanto a tipografía, con los nuevos medios de comunicación y las nuevas tecnologías los años cincuenta fueron los últimos años en que los tipos de metal tenían el protagonismo en el mundo de la tipografía dando paso a la técnica de la fotocomposición. El crecimiento de la industria y la televisión como medios de comunicación de masas impulsó la aplicación de tipos y rotulaciones.

The house on haunted hill, 1959 Estados Unidos 104 x 69 cm

House on haunted hill Como ya hemos dicho, la década de los 50 fue un puente entre el terror clásico y el que estaba por venir, así como otros títulos pretendían innovar, este es un caso de todo lo contrario, terror del más puro estilo clásico y clasificado como serie B. Por eso tipográficamente, también volvemos atrás con este cartel, letras “terroríficas” que pretenden atemorizar y convivir con el resto de la ilustración que nos dan un adelanto de lo que nos espera en la pantalla.

“El crecimiento de la industria y la televisión como medios de comunicación de masas impulsó la aplicación de tipos y rotulaciones.”

Los crímenes del museo de cera Otro cartel italiano, de Luigi Martinati, para la película House of Wax (Los crímenes del museo de cera, 1953). Como en otros carteles italianos, vemos el uso de rótulos en los que se combinan distintos estilos de letra, en este caso, para los artículos una itálica y para el título una letra geométrica y muy gruesa para exaltar.

House of wax (Los crímenes del museo de cera, 1953) Italiano 201 x 140 cm Diseñado por Luigi Martinati

Las Diabólicas Raymon Gid (1905-2000) fue un tipógrafo francés que trabajó en editorial y diseño de carteles, era un entusiasta del cine y diseñó muchos carteles de películas, como por ejemplo este cartel de Diabolique (Las Diabólicas, 1955) fue de los carteles franceses más importantes de la década de los cincuenta. El uso de una tipografía sanserif condensada concuerda con el estilo de la ilustración y con la película, suspense de origen francés al más puro estilo Hitchcock.

Diaboliques (Las diabólicas, 1955) Francés 79 x 61 cm Diseñado por Raymond Gid

El extraño caso del hombre y la bestia Anselmo Ballester, creador de más de 500 carteles, trabajó para Minerva Films, una productora italiana. El extraño caso del hombre y la bestia es una adaptación italiana de la famosa leyenda del dr. Jekyll y mr. Hyde. Para el título, se han usado distintos tipos de rotulación, el motivo, a parte de querer llamar la atención, el autor pretendía dar esta sensación de doble personalidad, como le ocurría al protagonista del film.

A la derecha y a la izquierda distintas obras de Anselmo Ballester para El extraño caso del hombre y la bestia, 1952 Italianos 201 x 140 cm (izquierda) 58 x 41 cm (derecha)

“Dos grandes genios del terror se dieron a conocer durante este periodo y cambiaron el modo de hacer y entender cine de terror, hablamos de Alfred Hitchcock y George A. Romero.”

Años 60 Años sesenta, empiezan a despertar las nuevas generaciones, aparece el rock, los hippies, la libertad y revoluciones sociales. A lo largo de la década las películas se vuelven más crudas y sangrientas. El hecho de que las imágenes empezasen a ser más explícitas es por los nuevos avances tecnológicos que permitían hacerlo, y por la guerra del Vietnam. Fue la primera guerra televisada en casa, y llegaban cantidad de imágenes de una crudeza nunca vista. Esto, aunque rechazado por mucha gente, supuso el levantamiento de muchos tabúes. Con la llegada de la sangre y el gore a la pantalla aparecieron también los psycho killers. Dos grandes genios del terror se dieron a co32

nocer durante este periodo, y sus obras marcaron un antes y un después en el género y cambiaron el modo de hacer y entender cine de terror, hablamos de Alfred Hitchcock y George A. Romero. El primero revolucionó por la manera en que trataba el ritmo de sus películas y sus técnicas innovadoras para transmitir suspense al espectador. Y el segundo, Romero, por abordar la temática de los zombies desde un nuevo punto de vista construyendo unos cimientos que todavía hoy siguen utilizándose para el cine zombi. Siendo el cine de terror un fenómeno de masas no tardaron en aparecer películas de terror con cierto toque de humor negro, con algo de cine erótico, etc. Estas

Alfred Hitchcock (1899 - 1980)

A単os 60

mezclas se van a conservar hasta nuestros días. Los cambios sociales de la década también afectaron a la tipografía, desde finales de los cincuenta se había desatado una auténtica fiebre en el mercado de las máquinas de fotocomposición. Muchos tipógrafos se quejaban de que esta nueva tecnología iba a acabar con el oficio tipográfico. En unos segundos se podían realizar un montón de tareas que con los métodos tradicionales se podían tardar horas. Entre otras innovaciones tecnológicas, aparecieron los ordenadores, y las hojas de letras transferibles en seco de la casa Letraset. Todo esto llevó a una revolución tipográfica que permitía nuevas creaciones y un uso más cómodo y rápido de las letras en los diseños. Estos cambios llevaron al nacimiento de un ambiente de diseño más abierto e investigador.

Fotografía real tomada durante la guerra del Vietnam

Psicosis Filmada con un bajo presupuesto y en blanco y negro, Psycho (Psicosis, 1960) es uno de los films más emblemáticos de Hitchcock. Escrito por Joseph Stefano, se basa en la novela Psycho (1959), de Robert Bloch, que se inspira en los crímeres de un asesino en serie de Wisconsin. El film sustituye los recursos tradicionales del terror por un personaje humano, Norman Bates (Anthony Perkins), que regenta un motel aislado a causa del desvío de la vía principal construido 10 años antes. El film implanta el subgénero del thriller psicológico, la atmósfera es densa, opresiva, agobiante y sobre todo terrorífica, gracias al despliege de la extraordinaria imaginación de Hitchcock. Para el márketing de la película el director insistió en que no se desvelara nada de la trama, por eso, en este cartel que se comercializo en Rumanía no nos cuenta nada más que la cara del asesino a dos tintas, para el título se ha usado una tipografía sanserif condensada, clara y contundente. Y para los créditos, vemos que el diseñador se ha decantado por el uso de la Helvética.

Psycho (Psicosis, 1960) Rumano 84 x 58 cm

Repulsión Repulsion (Repulsión, 1965) de Roman Polanski nos cuenta la historia de una chica que sufre repulsión y a la vez atracción por los hombres, esta empieza a sufrir alucinaciones y su mente se desquicia. Jan Lenica, el creador de este cartel británico, fue un ilustrador, animador y diseñador gráfico especializado en el cine. En esta pieza vemos una importante intervención tipográfica, ha usado la tipografía Volta, una tipografía bold con un serif muy acentuado.

Repulsion (Repulsión, 1965) Británico 76 x 102 cm Diseñado por Jan Lenica

Los pájaros Otra obra maestra de Hitchcock, The Birds (Los pájaros, 1963) nos cuenta, que inexplicablemente, los pájaros se vuelven agresivos y atacan a la población sin motivo aparente. Bajo ese simple hecho, Hitchcock nos mete en una historia llena de suspense y tensión que aumenta a lo largo del film. Se hicieron varias versiones del cartel, muy distintas según el país. Aquí tenemos dos versiones, la checoslovaca, y la polaca, creada por Bronislaw Zelek, muy influyente en el mundo del arte polaco, fue de los primeros diseñadores del país que hizo uso de la técnica de fotocomposición. A la izquierda The Birds (Los pájaros, 1963) Checoslovaco 84 x 58 cm Diseñado por Josef Vylet’al A la derecha The Birds (Los pájaros, 1963) Polaco 84 x 58 cm Diseñado por Bronislaw Zelek

“El hecho de que las imágenes empezasen a ser más explícitas es por los nuevos avances tecnológicos que permitían hacerlo, y por la guerra del Vietnam.” El fotógrafo del pánico Peeping Tom (El fotógrafo del pánico, 1960) trata sobre un cámara psicótico que graba a sus víctimas cuando las mata para verlo luego, es una exploración del sexo, la obsesión y la violencia. Aunque muy criticada por ello, El fotógrafo del pánico es producto de la liberación de tabúes que estaba sufriendo la sociedad durante ese periodo. En este cartel británico vemos como se ha ilustrado el valor de obsesión con un primer plano del ojo del asesino y la silueta de una cerradura. Para el título se ha usado una tipografía egipcia muy cuadrada y acentuada. La intención era darle la contundencia que necesitaba un título como este pero sin abandonar la sutileza que se merecía.

Peeping Tom (El fotógrafo del pánico, 1960) Británico 76 x 51 cm

Años 70 Otra de las décadas que suceden multitud de cambios y novedades, los nuevos avances tecnológicos abaratan los costes de producción, con lo que cualquier grupo de colegas que se juntase podía hacer su película de terror, consolidándose así la serie B, incluso aparece la serie Z, lanzada por la productora Troma que se fundó por aquel entonces. Unido a la repercusión de la violencia del Vietnam, los asesinos en serie reales que ganan fama en Estados Unidos, y nuevos grupos terroristas crean sensación de 42

inseguridad, y la industria del cine de terror se aprovechó de ello. La liberación de tabúes que empezó durante los sesenta, aquí acaba de consolidarse, la censura es casi inexistente, las películas mostraban sin ningún pudor sangre, tripas y muertes violentas. Aparece The Texas chainsaw masacre (La matanza de Texas, 1974), Películas que seguían la misma estructura, grupo de jóvenes alegres que se lo están pasando muy bien hasta que empiezan a morir uno a uno, hasta que al final se salva la chica que más ha gritado durante la película. Este molde se repitió en un sinfín de títulos,

pero es lo que vendía y era éxito asegurado en taquilla. El cine de terror para jóvenes se masificó, de ahí que se degradase la calidad de las películas. En tipografía, los experimentos con las nuevas técnicas llevaron a comprimir de tal modo los tipos que las letras se superponían y se llegaba al límite de la legibilidad, junto a la música rock y la moda la tipografía viró hacia un barroquismo extravagante. En cuanto a compacidad de la escritura, se decía que los caracteres sans serif eran tipográficamente más funcionales, idea reforzada por una tecnología capaz de augmentar su legibilidad,

tradicionalmente los serif ayudan a conducir la vista a lo largo de la línea y a unir las letras para formar palabras, pero con la técnica de fotocomposición se podían juntar letras sans serif construyendo “imágenes palabra”. Cabe mencionar que durante esta década apareció la International Typerface Corporation (ITC) fundada por Herb Lubalin y Aaron Burns.

Escena de Alien el octavo pasajero, 1979

A単os 70 43

La matanza de Texas Película basada en el asesino en serie Ed Gein, fue la pionera en el género slasher anteriormente mencionado. El film refleja el nihilismo que se vivía por aquel entonces a causa de los cambios sociales que hubieron en Estados Unidos. Este fue el cartel más comercializado, con un gran peso visual en cuanto a tipografía. Vemos una jerarquía de la información algo peculiar, pues la importancia se la lleva el eslogan superior y no el título de la película, esto se debía a las intenciones que tenían las productoras para asustar a los jóvenes y atraerlos para convertir la película en un éxito en taquilla. La tipografía usada para el eslogan y el título es la Anzeigen Grotesk, y vemos que se ha usado la Helvética como apoyo para otros eslogans de menos importancia. 44

“Prohibida en numerosos países, censurada y mil veces maldita. Marcó un antes y un después en el cine de terror y fue el inicio de un nuevo subgénero, el Slasher.”

A la izquierda The Texas chainsaw massacre (La matanza de Texas, 1974) Estados Unidos 104 x 69 cm A la derecha The exorcist (El exorcista, 1973) Estados Unidos 64 x 48 cm

El exorcista En los setenta no solo se comercializó cine slasher, también hubo lugar para obras maestras del cine como The Exorcist (El exorcista, 1973) considerada la película de terror más influyente de todos los tiempos. El guión está basado en la novela de William Peter Blatty sobre el último exorcismo realizado en los Estados Unidos y certificado por la Iglesia Católica. Los efectos especiales, la banda sonora y la manera en que se trató el guión impactaron de tal manera al público que rápidamente se convirtió en un fenómeno de masas. Este cartel americano refleja la sutileza que transmitía la película, tanto en la ilustración como en el trabajo tipográfico. Pues a pesar de lo terrorífica que es y lo cruda que es su historia, iba dirigida a una audiencia más madura en comparación a los anteriores títulos slasher mencionados. 45

La noche de Halloween

Otro de los títulos slasher más importantes de la década fue Haloween (La noche de Haloween, 1978). Nos cuenta la historia de Mike Myers, un imparable asesino en serie. El cartel más popular de la película es este, el que se comercializó en América y que se convirtió en un icono del terror de los setenta. Vemos como se popularizó el usar eslogans de aire aterrador

para atraer en masa al público, para ello, se ha usado la tipograía Serif Gothic Heavy, diseñada por Herb Lubalin y Antonio DiSpigna en 1972 para ITC. Su característica principal radica en sus serifas únicas, que combinan sábiamente la simplicidad de un tipo sin serifs con la elegancia romana tradicional. Muy utilizada en publicidad y titulares.

Arriba la tipografía Serif Gothic Heavy

A la derecha Halloween (La noche de Halloween, 1978) Estados Unidos 104 x 69 cm

A単os 48

Años 80

“La tipografía experimentó un cambio radical, pasó de ser una ciencia compleja y misteriosa a algo practicado habitualmente en millones de hogares y oficinas.”

Escena de Viernes 13, 1981

A lo largo de los años ochenta, el subgénero slasher acaba de consagrarse, convirtiendo al cine de terror en un género mayoritariamente para adolescentes. Es la década de oro de la serie B, títulos que mezclan la sangre y el gore con el humor, como Bad Taste, Basket Case, El Vengador Tóxico e innumerables producciones de pésima calidad. Pero no solo se produjo cine de terror para las masas adolescentes, durante la década de los ochenta también hubo cabida para grandes títulos como El Resplandor de Stanley Kubrick. El campo de la tipografía experimentó un cambio radical, pasó de ser una ciencia compleja y misteriosa a algo practicado habitualmente en millones de hogares y oficinas. Todo esto fue posible a la aparición de los ordenadores personales (PC). Manejar un ordenador ya no requería ninguna cualificación especial en informática. Fue un avance que condicionó la nueva forma de diseñar y componer tipos. Tambíen apareció el ordenador personal de Apple, con un sistema más cómodo y cercano al usuario que no estaba especializado en informática, incluía sofware que permitía mostrar el texto tal cual se vería luego en letra impresa y simular el entorno de trabajo. Los diseñadores empezaron a ser capaces de crear sus propias composiciones tipográficas sin salir de casa gracias a programas como PageMaker o QuarkXPress. 49

Posesión infernal A principios de los ochenta, hubo un pequeño bache en cuanto a ganancias taquilleras por culpa de la aparición de los reproductores de video caseros. Palace Pictures, la productora de The Evil Dead (Posesión Infernal, 1981) estrenó la película en el cine y en video al mismo tiempo, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de ventas de video. Todo ello con una gran campaña de márketing y diseño. Esta es la versión americana del cartel, vemos como juega con la dirección de las lineas de texto y la del horizonte de la ilustración, convirtiéndolo en una pieza original que todavía hoy se considera uno de los mejores carteles de cine de los 80. Para el título, el diseñador ha creado una curiosa composición de letras, seguramente ayudado por los sistemas digitales, y para el eslogan ha usado la fuente tipográfica Gill Sans, tipografía sin serif con unas proporciones basadas en las romanas antiguas creada por Eric Gill. Se trata de una tipografía muy legible y original, que se hace muy apropiada para muchos tipos de impresos como libros, catálogos o carteles. 50

Pesadilla en Elm Street ¿Quien no conoce a Freddy Krueger y a su curiosa forma de matar a sus víctimas? Uno de los títulos slasher más míticos y con más secuelas de la historia del cine de terror, nos cuenta la historia de un asesino que busca venganza aniquilando a sus víctimas metiéndose en sus sueños. Aunque el cartel goza de una fantástica ilustración, podemos observar como también algunos diseños sufrieron los males de una generación de títulos de mala calidad destinados a un público joven y poco crítico. Por ejemplo en el uso tipográfico del título, no solo ha usado tipografías distintas para cada linea combinadas con létering, sino que además la linea de “ON ELM STREET” está torcida. A la izquierda The evil dead (Posesión infernal, 1981) Estados Unidos 104 x 69 cm A la derecha A nightmare on Elm Street (Pesadilla en Elm Street, 1984) Estados Unidos 104 x 69 cm Diseñado por Matthew William Peak

Poltergeist En el terror clásico de la primera mitad de siglo, los fantasmas y monstruos vivían en tierras lejanas e inhóspitas, pero en los ochenta, gracias a títulos como Poltergeist (1982) el peligro estaba en nuestro hogar. Este clásico, nos cuenta como una familia se muda a una nueva casa invadida por espíritus y sufren sus consecuencias. Este cartel americano, ha sido diseñado con mucha sutileza, en vez de cargarlo con ilustraciones elaboradas y explícitas (como solía hacerse entonces) nos muestra solo

una imagen de la niña de la película interactuando con los espíritus a través del televisor, ilustración que solo ocupa una pequeña parte del cartel. Para el título Poltergeist, se ha utilizado la tipografía Helvética. Diseñada por Max Miedinger bajo el encargo de la Fundición Hass que quería modernizar la tipografía Haas Grotesk. Es una tipografía con una alta legibilidad y eficacia en todo tipo de situaciones y fue gracias a ella, por lo que se ha convertido en una de las tipografías más populares del mundo.

Poltergeist, 1982 Estados Unidos 104 x 69 cm

Años 90 Años 90

A la izquierda y arriba imágenes de El proyecto de la bruja de Blair, 1999

Los noventa fueron la continuación lógica de lo visto en décadas anteriores. Las sagas principales nacidas en las décadas anteriores agotaron su encanto, se notaba falta de originalidad. Excepto unos pocos títulos interesantes, las grandes productoras, a falta de ideas y temas intentaron llamar la atención con remakes innecesarios, adaptaciones de videojuegos poco acertadas, e incluso llegaron a explotar los antiguos clásicos destruyendo su

encanto. El cine de terror asiático, que tenía una salud fuerte por aquel entonces, fue el siguiente objetivo de la industria. A raíz del paso a las tecnologías digitales, la década de los noventa fue un periodo de intensa creatividad tipográfica. Cualquiera que tuviera un ordenador podía diseñar o adaptar su propio tipo, o al menos retocarla a su gusto. Fue la era de la digitalización tipográfica, hubo un boom en que se vectorizaron todas 57

las tipografías, incluso familias de letras caligráficas, o la invención de nuevas fuentes a partir de la experimentación digital. Las grandes compañías reaccionaron rápido y digitalizaron todas sus bibliotecas tipográficas distribuyéndolas en CD ROM o por Internet. Aunque las ventas de estos productos se vieron afectadas por la piratería de fuentes. En cuanto a diseño de carteles de cine, la déca-

da de los noventa dio origen a uno de los fenómenos más curiosos, y es que se empezó a usar de forma masiva el uso de la tipografía trajan o adaptaciones varias de la letra trajana para los títulos y eslogans de los carteles de cine haciendo más monotono el sector, más adelante hablaremos de este fenómeno, pues es en la siguiente década cuando acaba de consolidarse.

El silencio de los corderos Aunque nosotros estamos más acostumbrados a ver el cartel con la cara de Jodie Foster, éste es el cartel americano de The silence of the lambs (El silencio de los corderos, 1991). Se trata de un thriller en que la aspirante a FBI Clarice Starling, se entrevista con un peligroso asesino (Hannibal Lecter) en la cárcel para sonsacarle información para capturar a otro asesino al que el FBI anda buscando.

El cartel, creado por Dawn Teitelbaum, es un montaje fotográfico en el que una polilla tapa la boca de Hannibal, en el lomo de la polilla podemos ver una calavera formada por varios cuerpos de mujeres inspirado en una obra de Salvador Dalí. El título de la película también se ha trabajado tipográficamente de forma acurada, vemos el uso de una tipografía bastante condensada y de trazo grueso. The silence of the lambs (El silencio de los corderos, 1991) Estados Unidos 104 x 69 cm Diseñado por Dawn Teitelbaum

“A falta de ideas y temas se intentó llamar la atención con remakes innecesarios, adaptaciones de videojuegos poco acertadas, e incluso llegaron a explotar los antiguos clásicos destruyendo su encanto.”

Scream

A la izquierda Scream, 1996 Estados Unidos 104 x 69 cm Diseñado por David Pearson A la derecha tipografía Futura ExtraBold

Uno de las películas y sagas más taquilleras de los noventa, Scream (1996) se trata de un slasher post-moderno, un homenaje y a la vez una sutil sátira al subgénero. La estructura fue la misma de siempre, grupo de jóvenes americanos que van cayendo uno a uno a manos de un asesino en serie que los persigue en busca de venganza o por cualquier otro motivo. Aun así el título fue un taquillazo y llenó salas de cine y ha llegado a tener tres secuelas más. El cartel de David Pearson es otro

icono del cine de terror y su diseño se salvó del fenómeno de la letra trajana, pues el diseñador creó el título a partir de la Futura ExtraBold modificando tan solo la letra M para darle un toque más agresivo acorde con la película. La tipografía Futura fue la tipografía de más éxito de la era Bauhaus y una de las más famosas del siglo XX. Creada por Paul Renner en 1928 para la fundición Bauer está basada en formas geométricas simples, es una fuente muy apropiada para su uso en anuncios, carteles, revistas o libros. 61

La maldici贸n trajana 62

La maldición trajana Como ya se ha comentado en el capítulo anterior, la década de los noventa dio lugar a este curioso fenómeno, poco a poco iban apareciendo películas cuyo título estaba realizado con la fuente Trajan o variaciones de esta, hasta que en la siguiente década entrado el siglo XXI lo difícil es encontrar un cartel que no esté hecho con esta tipografía, y eso que estamos hablando del cine en general, en el género de terror el fenómeno aumenta considerablemente, el 99% de los carteles usan trajan. La fuente en cuestión fue digitalizada por Carol Twombi el año 1989, se basó en las inscripciones que se encuentran talladas en la base de la columna Trajana, construida en Roma el año 113 D.C para conmemorar la conquista de Dacia por el emperador Trajano.

Primero escritas con un pincel y luego talladas en la piedra. Para la fuente digital se le añadieron números y signos de puntuación y una versión bold. La pregunta es: ¿Por qué? Vale, para la película de Gladiator es comprensible que se usara. ¿Pero qué tendrá que ver Leatherface de la Matanza de Texas con la columna trajana? ¿Y Hannibal Lecter? En fin, estamos ante un fenómeno de borreguismo del calibre del de la Comic Sans, los diseñadores hacen (o les mandan hacer) lo que se lleva sin preguntarse por qué. Sea para el trabajo que sea, si se va a usar una tipografía, es obligación del diseñador que investigue y se informe sobre la fuente, ¿Quién la hizo? ¿Cuándo? ¿Con qué fin? Y así averiguar si se adapta a tu diseño y cumple tanto en forma como en función.

Fragmento de la columna Trajana

En la doble página anterior diversos carteles en los que se ha usado la tipografía Trajan o variaciones de esta A la derecha Nosferatu , 1979 Estados Unidos 104 x 69 cm Diseñado por David Palladini

Después de repasar lo que se ha hecho en el campo del diseño de carteles de cine de terror a lo largo del siglo XX, es muy triste ver como ha acabado. Vemos que empezó siendo un producto artístico paralelo a los movimientos vanguardistas de principio de siglo, y cada cartel podía ser una obra de arte como otra cualquiera. Después siguió evolucionando cumpliendo contemporáneamente con lo que se hacía en diseño, y adaptándose a las nuevas técnicas del momento. Hasta que llegó un momento en que el diseño de los carteles empezó a verse condicionado por las productoras que exigían el éxito comercial. Aunque no se han dejado de crear algunos carteles originales 66

y bien diseñados, en general el mundo del cartelismo de cine de terror finalmente ha acabado estancado, cantidad de diseños todos iguales. Pero ahora las cosas están cambiando, por culpa de Internet y un público más exigente la gente va menos al cine, y las productoras tienen que adaptarse. Una buena manera, a parte de lanzar cine en 3D o insistir en el cierre de webs, sería invertir en diseño y producir carteles más trabajados, en vez de crear carteles iguales al resto, piezas originales que destaquen sobre las demás llamarían la atención y atraerían a más gente a las taquillas, a parte de enriquecer el mundo del diseño gráfico con nuevas piezas únicas.