El campo engorda

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Ciudad de México, lunes 3 de abril de 2017

INFOGRAFÍA: CELSO JUÁREZ

Ciudad de México, lunes 24 de abril de 2017

El campo engorda SIN FRUTAS NI VERDURAS,

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En los últimos cuatro años el sobrepeso y la obesidad crecieron más en el campo mexicano que en las ciudades por la falta de alimentos saludables. Ante este problema, organizaciones civiles trabajan para acercar a las comunidades una mayor oferta de productos nutritivos

FOTOS: DANIEL GALEANA

A

EN ZITLALA, la falta de lluvia hace difícil que se cultiven verduras y frutas.

Cantidad sin calidad En las zonas rurales de México es más fácil que la gente consuma refresco, golosinas y frituras que frutas y verduras

SAÚL HERNÁNDEZ

la hora de comer, en los hogares de la Montaña de Guerrero no puede faltar la “cocoliztli”, una palabra en náhuatl que significa enfermedad pero que la gente del lugar emplea en broma para referirse al envase de refresco de cola que justo al centro de la mesa acompaña sus alimentos todos los días. Lo que sucede en esta región de la Sierra Mixteca representa la cotidianidad de varias zonas rurales de México. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, las bebidas endulzadas son el producto que más consumen los adolescentes del campo y el segundo que más ingieren los niños y los adultos. Botanas, dulces, postres y cereales azucarados también forman parte de la dieta regular de estas comunidades, aun por encima del huevo, la carne, las frutas y las verduras. Como consecuencia, entre los años 2012 y 2016 la prevalencia de sobrepeso y obesidad creció de 26 a 29 por ciento en los niños (5 a 11 años), de 27 a 35 por ciento en los adolescentes (12 a 19 años) y de 66 a 72 por ciento en los adultos (mayores de 20 años) del campo. En tanto que en las ciudades el problema se contuvo. Fiorella Espinosa, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor, advierte que desde hace años se vive un desabasto en las zonas rurales de alimentos saludables que son sustituidos por lo que sí hay y en gran cantidad: la comida chatarra.

EL PROGRAMA de crianza de cabras ha mejorado la alimentación de la población.

EL TEJIDO de palma es la principal actividad económica de la región.

Caso de éxito La labor de la organización INSEPAC es un ejemplo de lo que se puede hacer para acercar a la población rural alimentos de buena calidad.

4 2,500 3

Comunidades de la Montaña de Guerrero han recibido el programa con buenos resultados

personas se han beneficiado de los programas de crianza de cabras y aves de corral

años lleva la iniciativa y la gente ya produce huevo, queso y yogur para autoconsumo y venta

(12 a 19 años)

RECOMENDABLES

ADULTOS

(más de 20 años)

NO RECOMENDABLES

84% 83% 89%

Efectos mortales

EN LAS escuelas de la Montaña de Guerrero es común que se vendan botanas, dulces y bebidas endulzadas

México ocupa el sexto lugar mundial en mortalidad por diabetes. Desde el año 2000, esta enfermedad es la principal causa de muerte en el país. Cada dos horas mueren cinco mexicanos por complicaciones generadas por la diabetes, indican cifras de El Poder del Consumidor.

Avanza obesidad en zonas rurales Entre 2012 y 2016, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad se extendió más en el campo que en las ciudades. 2012 34.4% 36.9% 32.0% 37.4% 26.0%

ESCOLARES (5 a 11 años)

Nacional Hombres Mujeres Urbano Rural

2016 33.2% 33.7% 32.8% 34.9% 29.0%

Variación en puntos porcentuales

2012 34.9% 34.1% 35.8% 37.6% 26.8%

ADOLESCENTES (12 a 19 años)

2016

Nacional Hombres Mujeres Urbano Rural

73% 72% 76% Leguminosas

36.3% 33.5% 39.2% 36.7% 35.0%

Según el Coneval, en el 100 por ciento de las localidades rurales se venden productos altos en grasas y azúcares

Seis de cada diez niños que viven en zonas rurales comen con regularidad botanas, dulces y postres

63% 57% 52% Lácteos

71.2% 69.4% 73.0% 72.8% 65.6%

(mayor de 20 años)

Bebidas lácteas endulzadas

18% 18% 14%

42% 37% 45%

Las bebidas endulzadas son el producto que más consumen los adolescentes

Carnes procesadas

11% 20% 13% Comida rápida y antojitos mexicanos

Verduras

35% 43% 82% Carnes no procesadas

*Porcentaje de personas que consumen regularmente estos productos.

FUENTE: ENSANUT 2012 Y 2016

diagnóstico al observar lo que está sucediendo en las comunidades de la Montaña de Guerrero. “En las tienditas más recónditas llegan las empresas que venden frituras… y en todas las escuelas vamos a ver a los niños con sus papitas, sus pastelillos y sus jugos industrializados”, indica.

72.5% 69.4% 75.6% 72.9% 71.6%

EQUILIBRAR LA OFERTA

6%

Variación en puntos porcentuales

Porcentaje de la población mexicana con sobrepeso y obesidad conecta Chilpancingo con la sierra y la costa chica de Guerrero. Entre 2012 y 2016, los homicidios en el municipio se triplicaron, pasando de 29 a 85. La violencia ya alcanzó a Zitlala. El año pasado se cometieron 41 asesinatos cuando antes los muertos se contaban con los dedos de una mano, según cifras oficiales. La dificultad para adquirir alimentos saludables contrasta con las tiendas del lugar repletas de frituras y refrescos. “La tentación está cerca”, dice sonriendo una mujer de la comunidad mientras teje la palma con sus manos. Si conseguir vegetales es complicado, comer alimentos de origen animal era casi un milagro hasta antes de que INSEPAC llegara al lugar. Los

37% 30% 22%

20% 25% 36%

2016

Nacional Hombres Mujeres Urbano Rural

Botanas, dulces y postres

Huevo

8.2%

ADULTOS

56% 56% 27%

46% 42% 46%

Variación en puntos porcentuales

2012

51% 50% 44% Cereales dulces

Frutas

3%

81% 87% 87% Bebidas no-lácteas endulzadas

Agua

SOBRAN ALIMENTOS… DE BAJA CALIDAD

Al norte de Chilpancingo se ubica Zitlala, un municipio con una población joven –más de la mitad tiene menos de 20 años– y mayoritariamente indígena. El 90 por ciento es pobre. Hay que viajar siete minutos en auto desde la cabecera municipal para llegar a Las Trancas, una comunidad rural de casi 800 habitantes. Lo primero que salta a la vista son las mujeres del lugar tejiendo sin cesar largas cintas de palma que luego venderán a cuatro pesos los cinco metros. Aún cuando más miembros de la familia se suman a esta labor, los ingresos diarios no superan los 80 pesos, apenas el salario mínimo de un trabajador. Hace tres años, la asociación Infancia y Senectud en Plenitud (INSEPAC) implementó en esta región de la Montaña un programa de crianza de traspatio de cabras lecheras y aves de corral para mejorar la alimentación de la gente. Su presidente, Esaú Noe Cortés, explica que cuando llegaron les llamó la atención que en lugar de ver niños en extremo delgados por la falta de alimento, hubo quienes incluso mostraban sobrepeso. Fueron los estudios de sangre los que revelaron que en realidad estaban anémicos. Al convivir con las comunidades no tardaron en entender el porqué de esta situación paradójica. Desde el desayuno (cuando había) no podía faltar en la mesa el refresco mientras las opciones saludables escaseaban. Y en las escuelas, el lunch consiste hasta la fecha en “dulces, chicharrones preparados y paletas de dos pesos”, según testimonios de tres madres de familia. El clima seco hace muy difícil la siembra de otro producto que no sea frijol, maíz o garbanzo, y esto solo cuando llega la temporada de lluvias. “Aquí no hay una fuente donde la gente pueda cosechar las verduras, casi todo el tiempo es seco. Para poder conseguirlas hay que ir hasta Chilapa [a 20 minutos en auto] y el viaje implica otro gasto”, cuenta Jorge Quetzacuateco, oriundo del lugar y promotor de INSEPAC. Y al costo del traslado se suma el miedo a salir por la violencia que azota a la región. El vecino municipio de Chilapa de Álvarez se ha convertido en el campo de una pugna sangrienta entre grupos delictivos por su estratégica localización que

ADOLESCENTES

ESCOLARES

(5 a 11 años)

animales disponibles se restringían a algunas gallinas y unas cuantas cabras que daban poca leche. La carne era un disfrute que se saboreaba, en el mejor de los casos, cada mes.

UN CAMPO ¡SIN FRUTAS NI VERDURAS!

Lo que se vive en la Montaña de Guerrero no es un problema que solo aqueja a esta región ni tampoco es nuevo. Desde hace diez años, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ya alertaba que en la quinta parte de las localidades rurales no se expendían frutas de manera regular, en 13 por ciento no había verduras y en 10 por ciento tampoco se vendían productos lácteos o carne.

En cambio, en todas se podían conseguir con facilidad productos altos en grasas y azúcares. Esta combinación entre carencia de alimentos saludables y una alta disponibilidad de productos chatarra llevó a los habitantes del campo a transitar de la desnutrición al sobrepeso. Fiorella Espinosa lo explica así: “Durante mucho tiempo hubo desnutrición por una deficiencia en la cantidad y la calidad de los alimentos… luego empezaron a entrar estos productos [chatarra] y la gente empezó a tener suficiente cantidad en cuanto a energía, incluso superando sus requerimientos calóricos, pero no con la calidad deseada”. La nutrióloga Fabiola Cortés, coordinadora de programas de salud de INSEPAC, coincide en el

En las tienditas más recónditas llegan las empresas que venden frituras... y en todas las escuelas vamos a ver a los niños con sus papitas, sus pastelillos y sus jugos industrializados” FABIOLA CORTÉS Coordinadora de Programas de Salud de INSEPAC

México lidera la lista de países con mayor obesidad en el mundo. Para combatir este problema en las zonas rurales, Espinosa opina que hay que mejorar el acceso a alimentos saludables. “Quizá es difícil regular la disponibilidad de los productos chatarra pero si equilibras la oferta, si las personas tienen esa posibilidad de elegir entre algo saludable y no saludable, pues es una opción”. La experiencia de INSEPAC es en este caso un ejemplo de lo que se puede hacer sin necesidad de esperar a que los grandes consorcios de alimentos procesados sean regulados. Las cuatro comunidades donde la organización trabaja -Las Trancas, Ayotzinapa, Coyoacán y Huixcomulco- tenían en común la ausencia de proteína de origen animal. A falta de leche, las familias bebían refresco desde el desayuno; y a falta de carne o huevo, comían frituras. En poco tiempo, los beneficiarios incorporaron a su dieta diaria la leche y el huevo; luego pro-

dujeron más alimento del que necesitaban y empezaron a venderlo. Ahora elaboran distintos tipos de queso, y en algunos hogares incluso yogur, para autoconsumo y venta, lo que también ayuda a su economía. Los animales que terminan su periodo productivo sirven para comer. No fue la primera iniciativa de este tipo en la región. Antes, otra organización había llevado vacas a otras localidades aledañas, pero casi todo el ganado se les murió. A diferencia de aquél intento frustrado, el programa de INSEPAC tiene dos elementos que lo hacen distinto: el empleo de cabras de razas adaptables a distintos climas y resistentes a enfermedades y una constante capacitación por un médico veterinario de la región para que la gente aprenda a cuidar, vacunar y reproducir a sus animales. Fabiola Cortés explica que junto con la mayor oferta de alimentos saludables, la información también ha sido fundamental para el proyecto. “Nosotros enseñamos a la gente cómo mezclar, cómo aprovechar y cómo se pueden nutrir mejor con los recursos que ellos ya tenían”, explica. Fiorella Espinosa indica que estas acciones deben de ir acompañadas de otras como el apoyo al campo, hacer más entendible el etiquetado frontal de los alimentos, la creación de huertos escolares y comunitarios y la organización social.


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