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Finanzas sostenibles, el futuro de la reputación empresarial
Estos últimos años, hemos sido testigos de incontables obstáculos para la economía de cualquier negocio o emprendimiento. Y cuando pensábamos que la cosa no podría estar peor, la ley de Murphy nos demostró lo contrario. Pero hay un tema que algunos hemos perdido de vista, el cambio climático.
Según una encuesta realizada a 2.000 CxOs (directores de experiencias) por Deloitte, muchos califican el cambio climático como uno de los tres principales problemas a tratar, incluso más que otros puntos, entre ellos la innovación, la competencia por talento y los desafíos de la cadena de suministros. Solo las perspectivas económicas se posicionaron ligeramente por encima.
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También destaca que el 61 % de los CxO indicaron que el cambio climático tendrá un alto impacto en las estrategias y operaciones de las organizaciones durante los siguientes tres años. Incluso, las organizaciones del 75% ya aumentaron sus inversiones en sustentabilidad durante el último año.
¿Cómo hacer que la empresa sea financieramente sostenible?
1-Incorporar criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la toma de decisiones: considerar estos factores en las estrategias, operaciones de la empresa y en la toma de decisiones.
2-Evaluar y reportar el desempeño ASG: evaluar el impacto que ha tenido la empresa en el medio ambiente y en la sociedad y reportar resultados de manera transparente y accesible a los grupos de interés de la empresa.
3-Promover la eficiencia y reducir los residuos: implementar prácticas para disminuir el impacto ambiental y mejorar la rentabilidad.
Contar con finanzas sostenibles reduce la exposición a riesgos legales, operativos y de reputación, pues permite mitigar peligros ambientales, sociales y de gobernanza.
También reduce costos, mejora la eficiencia y promueve la lealtad y satisfacción de los clientes; nos abre la puerta a nuevos mercados, pues son cada vez más los consumidores e inversionistas que valoran a las empresas con prácticas responsables, ayudándonos a mejorar la reputación, el posicionamiento y la rentabilidad de la empresa.
Además, permiten contribuir el desarrollo sostenible a través de la inversión y financiación de proyectos con impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Siempre debemos tener presente que la sostenibilidad financiera no es un objetivo a corto plazo, sino un proceso de mejora continua y adaptación de las condiciones de nuestro entorno, así como del mercado.