SALUD

Detectan 200 casos de tuberculosis en

La Romana y nueve en cárcel de El Seibo

Jeni Polanco / Limber Ramírez

redaccion@editorabavaro.com

EL SEIBO. Recientemente, el Programa Nacional Contra la Tuberculosis (PNCE) del Ministerio de Salud Pública, informó que varios centros penitenciarios del país serían intervenidos ante posibles casos de tuberculosis, entre los que figuran el 15 de Azua y la cárcel pública de El Seibo. De este último se sabe que son nueve los reclusos afectados por esta enfermedad.

Entre enero y marzo se han identificado 548 casos de tuberculosis en todo el territorio nacional. De acuerdo con la Dirección Provincial de Salud (DPS) de El Seibo, se produce un aumento de casos de este tipo por el descontrol, debido a que, a veces envían reclusos positivos de otras cárceles a la penitenciaría de El Seibo.

El presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en la provincia de El Seibo, José Mercedes, dijo que ha recibido quejas de familiares denunciando que el proceso para trasladar a un preso al hospital es tardío. “No sé si es que deben dar una “boronita”, pero tengo muchas quejas de que cuando enferma alguno, da dificultad para llevarlo al centro médico. Había uno que no lo llevaban al hospital y hube de ir a ver lo que pasaba”, aseguró.

En la DPS destacaron que los nueve positivos están en tratamiento “Ocurre que hay pacientes que son drogo resistentes, las medicinas convencionales no le ayudan, entonces son llevados a San Pedro de Macorís, donde se le administra, en una unidad específica, medicación de segunda línea. Tienen vigilancia constante”, exteriorizaron.

Cárcel de El Seibo

200 CASOS POR AÑO

De acuerdo con la encargada del programa de Tuberculosis en La Romana, María Esther Guzmán, cada año se reporta un aproximado de 200 casos de personas infectadas con tuberculosis, y hasta la fecha han tratado 55 casos sensibles, 7 de ellos que son pacientes que presentan una resistencia a medicamentos como la Rifampicina, Insoniacida, Etambutol entre otros.

La doctora precisó que durante el primer trimestre han fallecido tres personas, pero que eso no es una constante ya que, todos los casos tratados, más del 95% se recupera de la enfermedad. Aseguró que, si una persona presenta síntomas como tos y catarro por más de 15 días, pérdida de peso, catarro con sangre, falta de apetito, sudoración nocturna y cansancio, tiene que acudir al centro de salud más cercano, para realizársele una baciloscopia (análisis del catarro o flema en un microscopio).

Oficina Provincial de Salud de La Romana.

Vertedero de Guamira en Hato Mayor se ha vuelto un martirio para residentes de la zona

Luis Carrasco

luis.carrasco08@hotmail.com

HATO MAYOR. La situación que viven día a día los comunitarios del kilómetro 7 sección Guamira de la provincia Hato Mayor, con un vertedero ubicado en sus inmediaciones, se ha convertido en el martirio para los lugareños.

Residentes en los alrededores del vertedero, expresaron que la brisa lleva hasta sus hogares, en horas de la madrugada, malos olores a basura podrida.

“Eso nos está afectando. La basura llega hasta nuestras casas. Nosotros lo que queremos es que nos quiten ese vertedero de ahí”, explicó Beato Peguero Rodríguez, quien reside en el lugar.

Peguero sostuvo que el mal olor les está afectando mucho, y que en esa localidad hay muchos niños. “Nunca ese vertedero se había visto en esas condiciones, y las autoridades ni por aquí pasan”, manifestó.

Yudelkis Irene Severino, otra residente del lugar, explicó que: “eso está insoportable, no podemos comer tranquilos con esta problemática. Por aquí viven niños pequeños, tenemos miedo de que nuestros hijos se enfermen”.

Otra de las inquietudes que tiene es que cada vez que queman los desechos en el área, el humo afecta a los niños, ancianos y mujeres. Los moradores en esta comunidad han venido luchando por varios años con relación a este problema manifestó Fulgencio Santana, un afectado por la situación.

“Estamos preocupados ya no aguantamos más, estamos cansados, indicó Santana. Según expresó han visitado el Ministerio de Medio Ambiente, en Hato Mayor, buscando una solución y no les han hecho caso.

Santana dijo que los residentes en la comunidad se han visto en la obligación de hacer piquetes para que las autoridades competentes les tomen en cuenta, mientras estos se hacen los de la ‘vista ciega’, y no hacen nada.

“Ya no sabemos qué hacer, ni donde quejarnos, con este olor a putrefacción, que nos quita el deseo de comer”, manifestó. Los entrevistados que residen en la zona aseguraron que se mantendrán en pie de lucha, hasta que las autoridades los tomen en cuenta.

Otra de las inquietudes que tiene es que cada vez que queman los desechos en el área, el humo afecta a los niños, ancianos y mujeres.