Suplemento infantil del diario EL TIEMPO. Premio Nacional de Periodismo 1990 Miércoles 29 de junio de 2011 - Año 22 - No. 1.169
AHORRANDO ENERGÍA Es vital la energía pero debemos ahorrar. Estamos causando estragos a nivel mundial. No perdamos la alegría, debemos continuar utilizando la energía de forma racional. Apaga los bombillos si no los vas a utilizar. Aprovecha del sol su brillo que es una luz natural. Si tienes que ir de viaje corta toda la corriente. Así ahorras energías y evitarás accidente. Si ya cargaste el celular desconecta el cargador y estarás en primer lugar como el mejor ahorrador. Enviado por Luis Alberto Sabino M
“Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla”. Proverbio ruso
¿Qué le dijo?... - ¿Qué le dijo la luna al sol? - Tan grande y no te dejan salir de noche. - ¿Qué le dijo el cuadro a la pared? - Perdona que te dé la espalda.
2
3
Miércoles 29 de junio de 2011
Bibliotecólogos: expertos en libros
Canción de doña sapa
A dormir se va el sapito, a su casa de agua clara; mamá sapa va a cantarle cancioncillas de las ranas. Ya las ranas se durmieron, el sapito se durmió: papá sapo está roncando, mamá sapa descansó. Carmen Delia Bencomo
Navegando en la red
Ciencias
Texto: Aisamar Figuera
D
¿Es verdad que los hemisferios cerebrales hacen distintas cosas?
esde que se inventó la escritura, se planteó la inquietud de buscar un lugar en donde los trazos sobre papel pudiesen guardarse y mantenerse a lo largo del tiempo. Es por ello que aparecen las bibliotecas, las cuales, de acuerdo con la Enciclopedia Hispánica, son muebles y habitaciones que alojan colecciones semejantes, privadas o públicas, de obras escritas para la lectura, el estudio y la recreación. Para que estos archivos estén en perfecto orden, es necesaria la labor del bibliotecólogo, quien se encarga de asignarle un número de serie a cada libro y agruparlos según sus diversos temas. Además, de acuerdo a lo investigado en el portal web www.reddebibliotecas. org.co, los avances de la tecnología en este campo han forzado a los bibliotecarios a no conformarse con los conocimientos que su especialidad les ha brindado, sino que deben ser eternos estudiantes que investiguen y siempre estén a la vanguardia, para poder aclarar las dudas de los usuarios. Según la bibliotecólogo desde hace 15 años en el colegio La Consolación, Elsa de Suárez, la biblioteca es un espacio físico importante para el desarrollo del aprendizaje entre el niño y el profesorado, pues incentiva la lectura en los infantes y adolescentes, y sirve para encontrar información veraz y objetiva que no aparece en Internet. En una entrevista con el cronista de Lechería, Maximilian Kopp, conocimos sobre las principales bibliotecas de la zona norte del estado Anzoátegui: Biblioteca Julián Temístocles Maza en Barcelona; Biblioteca Pública Rotaria “Dr. Jesús Márquez” en Lechería; Biblioteca Pública de Guaraguao y Biblioteca Pública “Simón Rodríguez” en Guanta. Amiguito, visita la biblioteca de tu colegio y escoge un libro por cada mes, para que crees un hábito de lectura y crezca tu cultura general.
Los científicos piensan que es así. Parece ser que la mitad izquierda controla el lenguaje y el pensamiento lógico, esto es lo que se relaciona con las ciencias y la matemática. La mitad derecha controla el pensamiento artístico y creativo. Ambas partes funcionan juntas, pero para la mayoría de nosotros, una mitad del cerebro tiene mayor influencia que la otra. Por eso podemos destacarnos en el arte, o bien en la ciencia y la matemática.
www.biografiasyvidas.com Conoce la vida y la obra de personajes destacados de la historia, la literatura, la ciencia, el arte, la política, la filosofía y hasta la farándula.
Chuíto y Jacinta van a la Chuíto y Jacinta van a escuela la escuela Conversamos con nuestros amiguitos de la UE Nuestra Señora de La Consolación y les preguntamos:
¿Usas la biblioteca de tu escuela?
Letras a bordo
“Buenas noches Samuel” Autor: Marie-Louise Gay, Ediciones Ekaré
Samuel no puede dormir pues su perro se le ha escapado. Estela, su hermana mayor, lo ayudará a buscarlo por toda la casa hasta que lo consiguen en el lugar más inesperado. Para niños desde los 3 años de edad.
Sofía González 8 años 2º grado “He ido pocas veces a la biblioteca, pero sé que es muy importante visitarla porque nos ayuda mucho cuando hacemos las tareas y por supuesto a ser más inteligentes”.
Augusto Boada 7 años 1º grado “A veces uso la biblioteca, no siempre. Pero ahí se pueden leer cuentos y aprender muchas cosas sobre la historia, los animales y los juegos”.
Glory Alfonzo 7 años 1º grado “No he entrado a la biblioteca del colegio. Pero sé que tiene libros y guías para aprender a hacer las cosas. Me gustan los libros divertidos, de lo contrario no leo”.
Arquímedes Martínez 7años 2º grado “No he entrado a la biblioteca, pero ahí puedes encontrar libros, cuentos y escritos divertidos que sirven para leer y entretenernos”.
Diego Velásquez 9 años 3º grado “Entré una vez a la biblioteca de mi colegio. En ella puedes encontrar libros, cuentos. También puedes hacer las tareas y leer cosas que te ayudarán en exámenes y exposiciones”.
Carlos Mendoza 12 años 6º grado “En la biblioteca del colegio puedes encontrar información variada, con respecto a temas de distintas etapas. Los invito a que todos visiten la biblioteca escolar para crear el hábito de la lectura”.
CANGREJITO QUIERE SABER Si lo ves, es invierno; si lo guardas, pereces; cada día lo tomas más de mil veces. (El aliento)
Entre las Algas
4
Miércoles 29 de junio de 2011
Una estrella de mar nos cuenta
E
De cómo la sabiduría se esparció por el mundo
n Taubilandia vivía en tiempos remotos un hombre que poseía toda la sabiduría del mundo. Se llamaba este hombre Padre Ananzi, y la fama de su sabiduría se había extendido por todo el país, hasta los más apartados rincones, y así sucedía que de todos los ámbitos acudían a visitarle las gentes para pedirle consejo y aprender de él. Pero he aquí que aquellas gentes se comportaron indebidamente y Ananzi se enfadó con ellos. Entonces pensó en la manera de castigarlos. Tras largas y profundas meditaciones decidió privarles de la sabiduría, escondiéndola en un lugar tan hondo e insospechado que nadie pudiera encontrarla. Pero él ya había prodigado sus consejos y ellos contenían parte de la sabiduría que, ante todo, debía recuperar. Y lo consiguió; al menos así lo pensaba nuestro Ananzi. Ahora debía buscar un lugarcito donde esconder el cacharro de la sabiduría; y, sí, también él sabía un lugar. Y se dispuso a llevar hasta allí su preciado tesoro. Pero Padre Ananzi tenía un hijo que tampoco tenía un pelo de tonto. Se llamaba Kweku Tsjin. Y cuando éste vio a su padre andar tan misteriosamente y con tanta cautela de un lado a otro con su pote, pensó para sus adentros: - ¡Cosa de gran importancia debe ser ésa! -Y como listo que era, se puso ojo avizor, para vigilar lo que Padre
Ananzi se proponía. Como suponía, le oyó muy temprano por la mañana, cuando se levantaba. Kweku prestó mucha atención a todo cuanto su padre hacía, sin que éste lo advirtiera. Y cuando poco después Ananzi se alejaba rápida y sigilosamente, saltó de un brinco de la cama y se dispuso a seguir a su padre por donde quiera que éste fuese, con la precaución de que no se diera cuenta de ello. Kweku vio que Ananzi llevaba una gran jarra, y le aguijoneaba la curiosidad de saber lo que en ella había. Ananzi atravesó el poblado. Era tan de mañana que todo el mundo dormía aún. Luego se internó profundamente en el bosque. Cuando llegó a un macizo de palmeras altas como el cielo, buscó la más esbelta de todas y empezó a trepar con la jarra o pote de la sabiduría pendiendo de un cordel que llevaba atado por la parte delantera del cuello. Indudablemente, quería esconder el Jarro de la Sabiduría en lo más alto de la copa del árbol, donde seguramente ningún mortal había de acudir a buscarlo. Pero era difícil y pesada la ascensión; con todo, seguía trepando y mirando hacia abajo. No obstante la altura, no se asustó, sino que seguía sube que te sube. El jarro que contenía toda la sabiduría del mundo oscilaba de un lado a otro, ya a derecha ya a izquierda, igual que un péndulo, y otras veces entre su pecho y
Manuel Aguirre
el tronco del árbol. ¡La subida era ardua, pero Ananzi era muy tozudo! No cesó de trepar hasta que Kweku Tsjin, que desde su puesto de observatorio se moría de curiosidad, ya no le podía distinguir. - Padre - le gritó - ¿por qué no llevas colgado de la espalda ese jarro preciado? ¡Tal como te lo propones, la ascensión a la más alta copa te será empresa difícil y arriesgada! Apenas había oído Ananzi estas palabras, se inclinó para mirar a la tierra que tenía a sus pies. - Escucha - gritó a todo pulmón - yo creía haber metido toda la sabiduría del mundo en este jarro, y ahora descubro, de repente, que mi propio hijo me da lección de sabiduría. Yo no me había percatado de la mejor manera de subir este jarro sin incidente y con relativa comodidad hasta la copa de este árbol. Pero mi hijito ha sabido lo bastante para decírmelo. Su decepción era tan grande que, con todas sus fuerzas, tiró el Jarro de la Sabiduría todo lo lejos que pudo. El jarro chocó contra una piedra y se rompió en mil pedazos. Y como es de suponer, toda la sabiduría del mundo que allí dentro estaba encerrada se derramó, esparciéndose por todos los ámbitos de la tierra. Cuento de la tradición oral del África